Teoría y Práctica Del Análisis Cinematográfico

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PEDAGOGIUM DIDÁCTICA

TEORIA Y PRÁCTICA DEL


ANÁL ISIS
( DEL MISMO AUTOR )
CINEMATOGRÁFICO
Manual de análisis narrativo
Literario, cinematografía,
intertextual
Este libro presenta tres modelos de aná-
lisis de textos que permiten a esrudian-
tes, docentes y público en general,
disfrutar las diversas formas de la narra-
tiva literaria y cinematográfica, así como
las posibles interrelaciones entre varios
tipos de lenguajes.
El primer modelo para el análisis de tex-
tos de narrativa literaria puede utilizarse
en cursos de literatura para lectores no
especializados en ésta, como educadores,
filósofos y científicos sociales; el segun-
do, referente al análisis cinematográfico,
se elaboró para estudiantes de comuni-
cación, con escasos conocimientos sobre
cine, y el tercero, para el análisis de la
intertexrualidad, es útil al estudiar los
procesos de comunicación cotidiana.
El modelo para anali7.ar el cuento tam-
bién puede ser utilizado en el estudio
de otros géneros narrativos, como la
novela, el hipertexto o la minificción.
Por su parte, el modelo para el análisis
cinematográfico puede ser utilizado al
reconstruir analíticamente la experien-
cia estética de ver video, cortometraje y
cine documental.
Asimismo, el modelo para el análisis
intertexrual se propone ser uno que
contenga todos los modelos posibles de
análisis textual.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
Lauro Zavala Alvarado

Es doctor en literatura hispanoamericana por el Colegio de México. TEORÍA Y PRÁCTICA DEL


ANÁL ISIS
Es investigador en la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco.
Es profesor en el posgrado de la Facultad de Filosofía y Letras de la
Universidad Nacional Autónoma de México.
Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores desde 1994.
Es autor de varios libros sobre cine, museos, producción editorial y
teoría literaria.
Coordinador del área de concentración en Semiótica lntertextual desde
CINEMATOGRÁFICO
La seducción luminosa
1984 a la fecha.
En 1994 obtuvo el premio al libro de texto.
Actualmente coordina el Seminario Permanente de Análisis
Cinematográfico.
Cada año organiza el Encuentro Nacional de Análisis Cinematográfico. Lauro Zavala Alvarado
Desde su creación en el año 2000 es director de la revista de
investigación El Cuento en Red. Estudios sobre la ficción Breve.
Zavala38@hotmaíl.com

~
EDITORIAL
TRILLAS ~,
México• .AJgentina. E4pofta,
Colombia. Pueno Rico, Venazualo ®

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PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
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PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
Catalogación en la fuente
Zavala A/varado, Lauro
Teoría y práctica del análisis cinematográfico : la
seducción luminos a.·· México: Tri/las, 2010
(relmp. 2014).
231 p.: 23 cm.
/nduye blb/lograflas e índices
ISBN 978-607 -17-051 3-6

1. Cinematografía. Alumbrado. 2. Cinematografía·


Estudio y ensel'lanza. l. t.

O- 778.534 3'Z335t lC· TR852'Z3.8 5175 J.


Próloqo
'""•,e•••'

¿POR QUÉ EL CINE?

Ir al cine o ver una películ a en format o digital o en trasmi sión


la presentación y División Logística. televisiva es una de las actividades más caracteristicas de la vida coti-
diSpos1c1ón en conjunto de Calzada de la Viga 1132,
TEORTA \'PRACTICA DEL ANAU515 C. P. 09439, México. D. F.
diana urbana, precisamente por su naturaleza casual. Se trata, a la vez,
CINEMATOGRAFICO. Tel. 5633099 5,·FAX 5633087 0 de un fenóm eno cultura l que define, refuerz a y en ocasio nes contri-
la seducción luminosa laviga@trillas.mx buye a transfo rmar la identidad y la visión del mundo del espect ador
son propiedad del editor. (o la espectadora), y cuya fuerza radica, precisa mente, en su natura-
lilTienda en linea
Ninguna parte de esta obra puede ser www.etrlllas.mK
reproducida o trasmitida, mediante nlngün leza al mismo tiempo espontánea, espect acular y ritual.
sistema o método, electrónico o mecánico Miembro de la Cámara Nacional de El cine es ese espacio de nuestra cultura que ofrece la posibilidad
(Incluyendo el fotocopiado, la grabación la Industria Ed1tor1a1 de transfo rmar aquello que está ligado a nuestro s deseos y a nuestr
o cualquier sistema de recuperación Y Reg. nüm. 158 a
almacenamiento de información), maner a de desear . De ahí que ir al cine sea un ritual y a la vez una
sin consentimiento por escrito del editor Primera edición TS actividad con un enorm e potencial histórico. Nuestra propia identidad
15BN 978-607 -17-051 3·6 está asociada a las formas que adopta en el cine la varieda d de arque-
Derechos reservados Reimpresión, agosto 2014 tipos del incons ciente colectivo. La misma continu idad históri ca em-
© 2010, Editorial Tri/las, 5. A. de C. V.
Impreso en México
pieza, entonc es, en esta forma de la contin uidad emocio nal que se
Prlnted In Mexlco llega a trasmi tir genera cionalm ente. De hecho, hay quiene s conside
División Administrativa, -
Av. Rfo Churubusco 385, ran que sólo el cine tiene esa fuerza de transformación. El cine es, en
Esta obra se Imprimió suma, la cifra de nuestra identidad imaginaria.
Col. Gral. Pedro María Anaya, el 12 de agosto de 2014,
C. P. 03340, México, D. F. en los talleres de
Tel. 5688423 3 Diseños e Impresión AF. 5. A. de C. V.
FAX 5604136 4
churubusco@trlllas.mx B90MS S ¿POR QUÉ EL ANÁU SIS
CINEM ATOG RÁFIC O?

En nuestro s países hispan oameri canos hay una import ante tradi-
ción de crítica periodística y comentario de películas, pero todavía ca-
recemo s de una tradición de investigación teórica y análisis cinema
-

5
PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
7
6 Prólogo
Cuadro P.1. El placer del cine: estrategias
tográfico. Las propuestas de anális~ surgidas del con~ext _acd~io de interpretación.
son aún desconocidas o poco estudiadas. Esta ausencia de mteres ins-
titucional por el análisis cinematográ fico y, en general, por la forma- Recreación Critica Análisis Tea ria
ción de investigadores y la creación de programas de posgrado en es- Pregunta ¿Me gustó esta ¿Es una buena. ¿Qué es lo ¿Qué es el cine?
tudios cinematográficos, se refleja en el hecho de que en las principales e•.• película? película? específico de
escuelas de cine que hay en la región se considera al análisis como una esta película?
actividad ancilar a la producción cinematográfica y está completamen- ()J>.j~to Goce Síntesis Análisis ModelÓs
te ausente como opción profesional. Sin embargo, el análisis es una
Fragmentación Sistematización
profesión que debe pensarse como completame nte independie nte de ?\.i6todó Disfrute váloración
la producción . La creación de una tradición académica en esta área 1.f~dio .. Oral Mediál. Didáctico Especializado
puede contribuir al reconocimiento de la especificidad del cine como
un fenómeno cultural, cuyo estudio tendría que iniciarse en la educa- Contexto Experiencia Memoria Segmento Intertexto

ción básica elemental (como ya empieza a ocurrir en Europa).


En este libro se parte de una distinción radical entre la critica y el
análisis cinematográfico. Mientras la critica se pregunta por el valor LOS ORÍGENE S DE ESTE UBRO
de una película (aplicando un criterio estético o ideológico), el análisis
se pregunta por lo que determina la especificidad de cada película en La mayor parte de los materiales contenidos en esta obra se origi-
particular (aplicando una o varias categorías teóricas a una dimensión naron a partir de los cursos y las conferencias sobre teoria y análisis
o un fragmento de esa película). En otras palabras, el análisis cinema- cinematográfico que he tenido oportunidad de impartir desde 1978 en
tográfico es la actividad que se realiza siguiendo un método ~stemái­ diversas escuelas y facultades del país y del extranjero. Entre otras,
co de interpretación que parte de un proceso de fragmentac1on y que por orden cronológico, la Universidad Nacional Autónoma de México
está apoyado en la teoria cinematográfica. (Escuela Nacional de Artes Plásticas, Facultad de Ciencias Políticas y
Mientras la critica produce juicios de valor, el análisis ofrece argu-
Sociales, Facultad de Filosofia y Letras), el Instituto Nacional de Bellas
mentos precisos para validar este o aquel juicio de valor. El método Artes (Dirección de Literatura), la Universidad Veracruzana (Maestría
de la critica es la síntesis, mientras el método del análisis es precisa- en Literatura Mexicana), la Universida d Autónoma Metropolita na
mente lo opuesto: la fragmentac ión de su objeto con el fin de exami- (Xochimilco), la Universidad de California (Santa Bárbara y Humboldt
nar sus elementos específicos. Mientras la critica tiene como contexto State University) , la Universida d de Oxford, Inglaterra (Worcester
de validación la memoria del espectador, el análisis tiene como con- College), la Universidad Anáhuac, la Universidad Iberoamericana, la
texto de validación los criterios de fragmentación y los métodos de Universidad del Valle de México, la Universidad de Oregon (Depar-
interpretaci ón. tamento de Lenguas Modernas), la Universidad de Sevi11a, España (Fa-
Esta distinción es fundamenta l para la argumentación de este li- cultad de Filologías Integradas), la Universidad de Texas (en Austin)
bro y puede observarse claramente en el cuadro P.l (donde conviene y la Universidad Nacional de Tucumán (Argentina).
enfatizar la vocación didáctica del análisis cinematográfico). Por esta razón, los materiales que presento son el resultado de mi
Gell_((falmente la critica cinematográ?ca se e~cntra un_a gene-
la teona y el anahs1s. Por ejemplo, trabajo en el salón de clases y las salas de proyección, con el apoyo
ración de'trás de lo que ocurre en
) está rezagada en bibliográfico de diversos acervos especializados. La responsabilidad
la teoria de autor (usual en la critica periodística
y la teoria de la intertextual idad por los textos aquí incluidos es exclusivam ente mía.
relación con la teoría de la recepción
Este libro es la versión actualizada, corregida y aumentada del ma-
(más comunes en la teoria y el análisis). Un puente entre ambas es- terial que obtuvo el Premio al Libro de Texto en la UAM Xochimilco
trategias de interpretaci ón se encuentra en el estudio de los géneros para el Módulo de Cine en la carrera de ComuniGación Social en 1994.
cinematográficos. En ese mismo año se publicó una coedición con la Universidad Vera-

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
El análisis como recreació
n 9

no es ne ce sa rio realizar
8 Prólogo za r), de la mi sm a ma ne ra que ar ar
ció
lizada. La
un a nu ev a edición actua ac io ne s
;ed qu i:r e an ali
un rec eta rio cu an do lo qu e se qu ier e es pre p
el añ o 20 00 ap are rv o as ~s recera_s delar pa ra se r saboreado en cada oca s1o ..
cr uz an a y en to ma las ob se n.
tie ne en su s ma no s re un platilnti lo pa rti cu la secuencia
ve rsi ón qu e el lec to r largo de es periodo.
te He conservado co . . pli ca ció n ac erc a de
ian tes a lo A se pr es en ta un a ex modelo f
recibidas de los es tud bido a su natura- . nuac10~ ses para uti liz ar es te
era rio de l espectador de cine") de qu e conviene se gu ir en el sa lón de cla
áctica. ' as
el texto ini cia l ("I tin (m ás didáctica) nu es tra propuesta did
ari a, y pr es en to un a nu ev a ve rsi ón co mo las :az on es ~ u q su ste nt an
atográfi-
lez a trans dis cip lin l libro es comple- o a la na rra tiv a cinem es
sis cin em atográfico. El re sto de El cap1tul~ 2 de l lib ro es tá de dic ad
ern a como .
de l mo de lo de an áli tán or ien tad os a tud ia Ja .ficción po sm od
s co nt en id os de es te vo lu me n es y se es
ria ) a lo lar a ~
tam en te nu ev o. Lo o be inc or po rad o ca cont~mprae,
cin em ato gr áfi ca y lit era ra estud~r
pe cíf ica s de la docencia, y po r ell C:ontenzo (e n la n_~rativ las
las ne ce sid ad es es os ma ter ial es de co n un a pr op ue sta pa
de an áli sis , varios diagramas y otr s1g~o xx. ~sta sec c1 on se cie rra
algunos eje mp los ha transformado, ica en el cin e po sm od erno, un terre-
en sa yo monográfico original se i art1culac1 0nes en tre léticad y es tét lo so br e las carac-
carácter did ác tic o. El ad o en los cursos no to da v'1a po co ex p or a o¡ y se pr op on e un mo dede l mo de rn o y d l
do , en es te lib ro de texto para se r em ple
en es e pe rio , • cin e clásico
ales qu e di sti ng ue n al e
universitarios. f ten sti pa s form
po sm od er no . 1
t El ca pít ulo 3 es tá fo rm
d 1
ad
os
o po r ma ter ial es divers , en os qu e ses
nt os específico
pr op on en algu pa ra el estudio de ele me
1 , . . nos mopeerieosnc ia de ve r cin e como el h ur no,.., 1a su tu ra
SU CO NT EN ID O en e anahs1s de la ex '
ma ter ial es y la metaficción.
es tá fo rm ad o po r se is capítulos y diversos se pr op on en alg un os iti ne
ra rio s ar a
Este lib ro nti nu ac ión . A_su vez, en el o l u t í p a ~ 4 de] · p
cuales se pr ec isa n a co la se mi óti ca al es tud io e, y se proe·-
co mp lem en tar ios , los lo para la reconstrucció con un
n analítica es tu di b· - ar las ap or tac ion es de em
cu lar ida d cin
1 co nti en e un mo de po ne tam d 1 el es tud io de la es pe cta
El capítulo
r un a película. Es ta se
cción se inicia . len un mo e, o pa ra se exploran alg un ás formas del cine
de la experiencia de ve es tét ica del pitulo s_
on str uir la experiencia matografica. En el ca lar al má s pr óx im o al
ma pa cogniti vo qu e pe rm ite rec uien exami- co nv en cio na l y es pe cta cu
líc ula , de sd e el momento en que alg d~cumenta!, de l má s
proceso de ve r un a pe lir del cin e em e narrativo.
ha sta el mo me nt o de sa e las posibilidades
na la ca rte ler a cin em ato gr áfi ca
). en el ca pít ulo 6 se reflexiona sobr r en el cine fron-
película en la pantalla d 1rinal~e, ter io
(e n el caso de ve r un a uy e el núcleo fico, sobre la frontera in e cine en el país.
s se pr es en ta lo e co ns tit
qu e. engua3e cmematográ ios so br
ata me nt e de sp ué oyo pa ra los posible de los estud
In me di
gu ía qu e pu ed e se rv ir como ap tenzo, y sobre el ~turo r un a co nv ers ac ión co n el
de este traba jo, es de cir , la ses y pa ra fa- r es tá ac om pa ña do po
gr áfico en el salón de cla , :od~ lo an te no tad o ac tua l de la teo ría
ejercicios de an áli sis cin em ato qu e pe rm ite n Buckland ac er ca de l esglosari
ien to sis tem ático de los ele me nt os teonc.~és_War gráfico ad em ás de un 1 co rre sp on -
cilitar el rec on oc im lo específica- Y el anahsIS cinemato la qu e, és te se de riv a El ane~: a
ula . A pa rti r de l re co no cim ien to de
es tu di ar un a pe líc an áli sis pu ed e di en te bibliografia de ir su p~e,
em ato gr áfi co , el es pe cta do r qu e rea liz a el en la er a de l los , re sp ec tiv am en te pa ra ~l an áli sis ,
gr
P?f
a co y iota-
m en te cin
lla cinematográfica sig
ue siendo, co nt ien e mode •
rec on oc er qu e la pa nta jo a pa rti r de l cu al es posible do cu me nta r gráfico.
, un es pe
video y la tel ev isi ón ctivas. Y en es ta
se ns ibi lid ad y su s ele cc ion es afe
su s fan tas ma s, su sibilidad de trans-
ed e rad ica r, pr ecisamente, nu es tra po
concien cia pu O RE CR EA CI ÓN
on oc im ien to de EL AN ÁL IS IS CO M
formación. delo pa ra efe ctu ar un rec
or rid o el mo
ordarse qu e se tra ta esión de un
Un a ve z rec
r un a película, debe rec e he re un id o en es te vo lu me n so n expr
nc ia de ve
ur re co n cu alq ui er Los ensayo s qu pl ac er in-
la pr op ia ex pe rie
ne s analíticas. Y co mo oc rec rea ció n: de l pl ac er ªVdiovisual y de l
de las op cio te pa ra llegar al sitio d~ble pr oc es o de 1
u.d1·a n os pr oc es os
de un ma pa
orrerlo exhaustivamen iso cia ble s cu an dp se est
mapa , no es ne ce sa rio rec
cular de la película qu e te ec tua l. Am bo s so n ind 1
e se de se a (es de cir , conocer un aspecto parti
qu

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
10 Prólogo

de recepción de un espacio cultural que es, por su propia na~rlez:


placente ro y espontán eo, especial mente desde la perspec tiva aqui
adoptada constructivista y relativizadora. Ahora es el ~rno del lec-
tor-espc~d de disfrutar la reconstrucción de su propio proceso de
recreación.

LAURO ZAVALA

l
J

t Prólogo

l1
5
¿Por qué el cine?, S. ¿Por qué el análisis cinematográfi-
co?, S. Los orígenes de este libro, 7. Su contenido, 8. El
análisis como recreación, 9.

Cap. l. De la teoría al análisis cinemat ográfico 13


El itinerari o del espectad or de cine, 13. El lenguaje ana-
lítico del cine: un modelo para armar, 24. El análisis ci-
nematográfico en el salón de clases, 36.

Cap. 2. Explora ciones en la estética del cine posmod erno 49


La ficción posmoderna como espacio fronterizo, 49. Ele-
mentos de la estética posmoderna, 58. Ética y estética en
el cine posmoderno, 66.

Cap. 3. Humor, sutura y el sistema de miradas 73


El humor en el cine mexicano, 73. Estética y sutura en
el cine contemp oráneo, 81. La mirada de la cámara en
Danzón, 88.

Cap. 4. Paseos por la semióti ca del cine 103


Cine, epistemología y teoría del discurso, 103. Hacia una
semiología del discurso cinematográfico, 110. Cine y es-
pectacularidad: un modelo de análisis, 121.

11
PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
12 Índice de contenido
125
Cap. 5 . La seducción del'cine documen~
Espectacularidad en el documental clas1co, 127._ ~ docu-
mental como cine de ficción, 133. Por una sem1ot1ca del
cine documental, 143.

1
147
Cap. 6 . Las fronteras de la investgacó~ . .
La frontera interior en el cine frontenzo, 147. ~a mv~stl­
gación del cine en México, 153. El futuro de la mvest1ga- ¡
l
ción cinematográfica, 160. !
1
f. :
Conversación con Warren Bucldand
167 ·~ ....
.. .
·cine.matoqráfl~
....,.., .... ':.. . .,_:
173 '
Glosario para el estudio de la teoría cinematográfica --('_"'-.·

. ·~ ,,. . ' '., :.

179
Anexo: Análisis gráfico Y fotográfico . . . .
Análisis de diseño gráfico, 179. Anahs1s fotografico, 180.
181
EL ITINERARIO DEL
Bibliografia ·1· · ·
Guía bibliográfica sobre teoría y ana 1s1s c1~e;a
t
ogra· fi - ESPECTADOR DE CINE
co, 181. Bibliografia sobre análisis cinematografico, 189.
Libros sobre cine en México (1980-2005), 193. Expectativas, experiencia y seducción; sociología, psicoanálisis
y narrativa. Este es el itinerario, azaroso y sugerente, de los estu-
223
índice onomástico dios contemporáneos sobre la recepción cinematográfica: el cine y
227
índice analítico su espectador, y el cine como espectáculo. Este es el campo cultu-
ral sobre el que estas notas de viajero pretenden asomarse, como
apuntes provisionales para cartografiar un terreno aún inexplora-
do: el de una etnología del inconsciente colectivo.
Ir al cine significa poner en marcha simultáneamente diversos
procesos simbólicos e imagínarios, a la vez íntimos y colectivos: la
apuesta ideológíca al elegir una película; el reconocimiento prelimi-
nar de las fórmulas genéricas; la emoción expectante de las luces que
se apagan; la absorción temporal de nuestra identidad a partir de la
pantalla y la experiencia de volver, poco a poco, al mundo irreal, ese
simulacro que está fuera de la sala de proyección.

La apuesta inicial

Cada vez que decidimos ir al cine (individualmente, en pareja o


en grupo) asumimos una decisión liminar: optamos por un medio que

13
PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
14 Cap. l. De la teoría al análisis cinematográf~ El itinerario del espectador de cine 15
compite, al menos parcialmente, con otras formas de narrativa, como tablece el "contrato simbólico• con una serie de elementos oenéricos
la televisión, el teatro, el video y la lectura. Todos ellos son medios de (contrato que mucho debe también al estado de ánimo coyu~tral del
comunicación en los que la narrativa, por muy ritualizada que esté, espectador individual).
dificilmente logra ese estado hipnótico en el que nos sumerge la pan-
talla de cine.
En el principio está siempre la palabra. El título de una película La elección genérica
desata el primero de los mecanismos de seducción. En su brevedad y
obligada contundencia, el título sugiere y condensa emblemáticam en- Como ~efrncia obligada para el estudio de la recepción filrnica
te el sentido que habrá de precisarse al concluir la película. La voca- i es necs~o reconocer_Ja preeminencia de las estructuras narrativas
ción nominalista adquiere ahí dimensiones oraculares: aun cuando ! caractenst1cas de los generas cinematográfi cos definidos a partir de
l
un buen título no garantiza la calidad del contenido, ofrece, al menos, t
la po~gu.era, Y aun mucho antes: el melodrama derivado de la tradición
i
la posibilidad de formular hipótesis de lectura que serán probadas o romantica, con su variante irónica y todo; el género musical deriva-
desaprobadas por el espectador.
Aunque poco estudiada, la elección de la sala cinematográfica tie-
j man~tes;
do d~ la comedia tra~iconl,
la trag~d1
con su estructura de ascenso y caída per-
moderna, que se inicia precisamente donde
ne también una importancia decisiva en el proceso de ir al cine, como t~rnma la comed1a (es decir, con la ceremonia nupcial); el cine de
parte de una experiencia estética e ideológica. Cada sala de proyec- gangsters que, como d ~ e t n a (en la década de 1930) del.film noir,
ción genera un perfil distintivo del espectador promedio que la fre- r_etoma elmn~os provementes del expresionismo alemán y del rea-
cuenta, de acuerdo con la zona de la ciudad en la que está ubicada, l~so estadoum~n, y es una especie de tragedia romántica del an-
el tipo de películas que exhibe, el costo de la er.itrada y el tamaño de tiheroe convenc10nal.
la pantalla. . ~olead d~ películas cuyos temas atraen el interés coyuntural
El resto, sin embargo, no es silencio. También la cartelera incor- ~e distn~ pubhcos son la expresión sintomática de pliegues histó-
pora algún comentario enigmático y metonímico en relación con la ncos prectsos (nudos culturales) y responden a contextos reconoci-
trama de la película, cuya ponderación podría depender de los juicios ~les para un observador atento. Así, por ejemplo, el •programa" narra-
emitidos por los otros espectadores. tivo del western clásico -dominante durante el periodo comprendido
Entre los elementos que intervienen en la decisión de ver una entre 19~0 y .195~, en el que el héroe solitario y civilizado se enfrenta
película se encuentran el gusto, la ideologia y el temperamento , que al enemigo ~1mbohc de la comunidad naciente y, después de vencer-
son distintos nombres para hablar del sustrato mítico de cada espec- lo, debe sacnficar su permanencia en esa misma comunidad , ale"a' d
l}no-
1 . .fial .
tador y desde el cual éste reconoce, complaciente o críticamente, el se, en a a 1 n ~ c e s n , haCla el ocaso- se transformó precisamente
horizonte sobre el cual se presenta cada nuevo título cinematográfico. durante la decada de 1960 hasta convertirse en el discurso mitológi
El sustrato mítico de cada espectador consiste en el conjunto de de ~n héroe colectivo y anónimo, que impone sus propias reglas~
creencias y valores que se ponen enjuego en sus prácticas culturales. ªet?ª al ~argen de la le:y-1 (de manera simétricament e complemen-
Este sustrato puede determinar las expectativas que el espectador tie- taria al heroe del film nozr de la década de 1940-1950).
ne antes de ver una película y está definido por sus experiencias for- . Es e~ este contexto donde puede hablarse de una etnología del
mativas, por su identidad cultural y por su visión del mundo. mconsClente colectivo, pues los fenómenos que estudia una estéti.ca
del ., .
La experiencia de elegir y ver una película determinada pone de
manifiesto esos elementos, lo mismo que las asociaciones que el es- teoría evolu~a
a recepc1on cmematográfic a conciernen simultáneame nte a 1 1

de los ~éneros y:
y a la teoría de las ideologías po:
pectador establece con las películas que ha visto antes, y que forman ello, al estudio de los mitos en la sociedad contemporáne a. Está aún
parte de lo que, provisionalme nte, podríamos llamar su inconsciente por hacerse la etnografia de los rituales que rodean al acto de ir al
cinematográfico.
Sirvan estas notas como preámbulo para aproximamos al fenóme- 1
Un análisis sociológico de este proceso se encuentra en Will Wright Six and ·
no ideológico de ver una película, a partir del momento en que se es- A Structural Study ofthe We:stern, University of California Press, Berkeley,' 197'f,ns Society.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
El itinerario del espectador de cine 17
16 Cap. 1. De la teoría al análisis cinematográ6co
por 1940) y a la vez normalizar su respectiva ruptura, canonizada en
. . deb~á integrar element os de sociología del gus- los códigos moderno s (derivados del estallido surgido en todo el cine
cme, escntura qu~ . 2
ntramos más aún como puede occidental entre 1955y19 70),5 generando así un discurso de intertex-
to y de la vida cotidiana urbana.
Al estudiar este problema n~s ~:eoría de los géne~os, donde el tualidad irónica.
En otros términos , las fórmula s narrativ as más exitosas del cine
verse, en el resbaloso terreno eri roso) es necesariamente el pun-
~ embargo resulta a todas luces espectacular no están constituidas exclusivamente por el empleo del
modelo aristotélico (forma~en
erotismo y la violenci a moral. Por el contrario, estos element os se
to de partida de todo estudio s:no y, ~:imento de las nuevas fusiones
e c~p osmodemo y las manifestacio- integran a un discurso donde el héroe es un persona je común, que
insuficiente para recon~
súbitam ente se ve involucrado en una situación excepcional, pero al
intergenéricas, las parado¡;s ~e c1~:al Ello significa entre otras eo-
en:a. c~ ( or ~·emplo, los "~als se visten retomar esta fórmula narrativ a en la que se juega con la norma y su
nes fílmicas ~e la esq~io
gen~co clas1c tJado ~sino que la función de la vio- respectiva ruptura, el cine contemp oráneo retoma también, simultá-
sas, que un s1~0
no e~ sólo catártica sino catalítica, neament e, los element os formales heredad os del cine experimental
de negro) no solo ha sido r~eman
~ de mecanismos que convulsionan del periodo de entregue rras (expresionismo, surrealismo, distancia-
lencia (fisica, moral Y esti~)
iza or nciones ... para dejar todo como miento brechtia no) y algunas de las formas reciente s de hiperboli-
es decir, funciona con:io ~at
las fronteras entre distm~ co:i:e zación de las convenc iones propias del cine hollywoodense clásico
(objetua lismo, hiperrea lismo y algunas formas de parodia e inter-
al principio de la teoría an~lctdor de cine abre el periódico
textualidad). 6
En otras palbr~, cuan atrai a lo suficien te para ocupar su
gmisma tarde en ese momento Al presenta r las convenciones del cine clásico y del cine moder-
para buscar una pehcula que led
mucho a~tes y que su elec- no (este último entendid o como ruptura ante lo clásico) y utilizarlas
atención durante algunas horash ~ e.s~ado
. i·iza un proceso .que se. . a m1c1 d mbia para
. permane cer 1gua . 1... en un mismo discurso, el cine contemp oráneo se ha convertido, ine-
se cnsta vitablem ente, en un cine de la fragmen tación, de la alusión y de la
ción misma pone en evidencia. to o ca
repetición en la diferencia. El espectador ya no sólo observa a los per-
aparente mente. _ d Ch . t' n Zimmer, la religión del espectácu- sonajes, sino que se observa a sí mismo en el proceso de reconocer las
Es, como ha senala o ns ia arentes novedades del cine con-
todas las~!' del lenguaje del videorrock a la convenciones genéricas.7
lo, 3 y a ella se somet~
ac1onasa ndo por la presentación explí- Al mirar de cerca este proceso cultural que rebasa el espacio del
temporáneo, des~ la mcorpor
cine, podemo s señalar que aquello que los psicoanalistas han llama-
recirculación de mitos ances~li p infinitos juegos de las fronteras
º~tuión y dibujos animados, entre el do la ídentificaci.ón primaria (con el punto de vista de la cámara) está
cita de temas ant~s. ~ensura
al mismo presente, o entre la vida alcanzando la importancia que tradicionalmente ha tenido la identifi-
entre cine y telev1s1on, e.i:~co 11 cación secunda ria (con los personaj es). Por ello, la metaficcionali-
presente y un fu~o cas. , d de perspect ivas que la presenta n en
cotidian a y su nutificac 1on es dad, la autorreferencialidad y el distancia miento entre el espectador
. . . s y la imagen se han incorporado al discurso cinematográfico más con-
espacios y tiempos ~gialon entre sí, y se transfor man para
a del film noir el erotismo, el suspenso, vencional (véanse, por ejemplo, Gremlins 2, Total Recall y la serie
En cada nueva pe 1~ Volver al futuro, para mencion ar tres estrenos ocurridos en una mis-
reafim~s, 1~ conv~1s el cine de ~venturas.4 Tales son algu-
la ~ c n e l o i v Y . ematográ ftco contemp oráneo, ma semana).
la cienc1a-ficc1on,
nas de las cor~enad de~ d1s~r:te clásicos (cristaliz ados allá
J. E. Monterde, E. Riambau y C. Toneiro, Los "nuevos cines• europeos 1955/1970, Lema,
que no hace sino recrrcu ar s1gni
5

Barcelona, 1987.
6
El estudio imprescindible sobre las condiciones del cine clásico se encuentra en el tra-
. leo iJna ·nativo de recursos lite~ros como la
bajo de D. Bordwell et al., The Classical Hollywood Cinema: Film Style and Mode of Production
to
Esta escritura requiere, al menos: el ~ B;:,wn en A PoetiCS for Sociology. Toward
i 1960, Columbia University Press, Nueva York, 1985.
metáfora y la ironía, como lo propo'!:Ri~ un:::ty of Chicago Press, Chicago, 1989. 7
Santos.Zunzunegui, "La sutura como mecanismo esencial de 1!I significación filmica", en
a LogU: for DiSCOveTY for the Human ~.encis, Sa]amanca 1976.
t máticas e~ los que ha insistido el cine con·
Pensar la imagen, Cátedra, Madrid, 1989, pp. 154-156. Jacques Aumont et al., "El cine y su es-
3Chrlstian Zimmer, Cine y pol1nca, Si~em, pectador", en Estética del cine, Paidós, Barcelona, 1985, pp. 227-290.
•se trata de géneros, elementos narrauvos y e
temporáneo.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
18 Cap. l. De la teoría a! análisis cinematográfico El itinerario del espectador de cine 19
La presencia simultánea de elementos contradictorios y que an- sus propios personajes. Casi podríamos afirmar que el cine habla a
tes eran excluyentes entre SÍ (especialmente en la distinción todavía través de nosotros, mientras nosotros somos hablados a través del
operativa en los años sesenta entre "alta cultra~ y cultura de masas) ritual de la seducción iniciática que es, corno espacio liminar, una
constituye un reflejo, un síntoma y un indicio de la naturaleza esqui- programada repetición del deseo.
zofrénica de la cultura contemporánea. La fascinación del discurso cinematográfico, como forma narra-
Podría decirse que el factor común a las muy diversas películas tiva privilegiada, surge de mostrar básicamente lo mismo, en formas
que se estrenan cada semana en las salas de cine, en términos de su aparentemente originales, que sin embargo han sido registradas por
estructura narrativa y de los elementos formales involucrados en ellas el espectador en su inconsciente cinematográfico, el que a su vez de-
(color, iluminación, composición, sonido, etc.) es, precisamente, su termina sus expectativas y constituye su "enciclopedia" filmica.
fragmentación. Cada película es un conglomerado de alusiones a pe- Las luces ya se han apagado. Ante la pantalla, el espectador se ve
lículas producidas anteriormente en distintas tradiciones genéricas. atraído, abismalmente, hacia el proceso desencadenado por la osci-
Toda película es parte de un interminable proceso de recreación lación entre las estrategias narrativas clásicas y una sucesión de sor-
genérica. La re-creación de las convenciones constituye, por su pro- presfis igualmente programadas de antemano, que lo aproximan a la
pia naturaleza, un proceso necesario para la misma continuidad his- conclusión epifánica del relato clásico y catártico.
tórica. Se trata de un diálogo que establece el espectador con sus pro- Estas estrategias instituyen el programa narrativo, que tanto inte-
pios deseos, a través de la imaginación colectiva, objetivada sobre la resa a los análisis narratológicos y que se complementa con un anti-
pantalla de proyección. programa. El antiprograma, como "intriga de predestinación", recorre
En síntesis, ir al cine es un proceso condensado en el reconoci- la estructura del relato desde la perspectiva de su conclusión: el final
miento de los "géneros", que así funcionan como modelos de interpre- feliz .d~l ~elodam ~lásico, la tragedia irónica del cine de gángsters,
tación y cuya esencia, especialmente en las Ültirnas dos décadas, es el rermc10 del ciclo vital en la comedia musical, la reivindicación del
cada día más volátil no sólo por razones de mercado simbólico, sino héroe solitario en el western tradicional, etcétera.
precisamente debido a la fragmentación de las formaciones ideológi- Ya ha señalado Roland Barthes, en su estudio sobre los códigos del
cas del inconsciente colectivo contemporáneo. realismo clásico, que la intriga de predestinación suele aparecer anun-
ciando ~eladmnt la conclusión desde el principio del relato, por
lo que solo es reconocible como tal una vez terminada la narración. 9
La emoción expectante Esta previsión del final, observa Jacques Aumont, puede presentarse
en al menos tres maneras diferentes: explícitamente (ofreciendo al
Al apagarse las luces en la sala cinematográfica el espectador no espectador la resolución del conflicto narrativo desde el inicio de la
sólo inicia un viaje cuyo recorrido conoce de antemano (y frente al película), implícitamente (presentando el suceso central del relato
cual la pantalla es un gran espejo involuntario), sino que se deja se- la resolución del conflicto narrativo desde el inicio de la película'.
ducir por el ritual paradójico de compartir anónimamente una expe- o mostrando el suceso central del relato, pero no sus causas, las cua-
riencia vicaria, a la vez que participa activamente en una experien- les serán entonces el objeto de la narración) o alusivamente (en las
cia frente a la cual el mundo exterior es un mero simulacro. imágenes presentadas durante los créditos).
Después de todo, como ha dicho el escritor John Updike a propó- Veamos algún ejemplo de cada una de estas estrategias de presen-
sito de El nombre de la rosa, "en un libro ... la voluntad del autor es lo tación de la intriga de predestinación al inicio de una película, como
que cuenta; en un film, en cambio, los deseos del público moldean el parte de las estrategias de seducción narrativa.
producto".8 Iniciar un relato mostrando el final, especialmente si éste es trá-
La película, entonces, dice más sobre sus espectadores que sobre 9
Jacques Aumont et al., "La hístoria programada: intriga de predestinación y frase henne-
néutica", en Estética del cim, Paidós, ~lona, 1985, pp. 122-128. Véase también Julio Lesage,
"Esta observación, por supuesto, sólo es aplicable al cine clásico. La cita está tomada del "SIZ_ and The_ Rul~s ofthe Game•, en Bnan Henderson (ed.), Movies and Methods, vol. 2 Uni·
artículo de John Updike, "Filmar la rosa•, en Ne:cos, núm. 126, junio de 1988, pp. 16-17. vers1ty ofCalifomia, Press, 476-499. '

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
E itinerario del espectador de cine 21
áfico
20 Cap. 1. De la teoría al análisis cinematogr mon taje o en la organización
las imá gen es mis mas , en la lógica del
estr uctu ra nar rati va realista, es uen cia prev ia al inicio: en la
gico, por lo gen eral se asocia con una de los elem ento s form ales de esta sec
ord en rigu rosa men te cronoló- éctica (generando tens ione s in-
decir, una estr uctu ra que resp eta un relación didáctica (convencional), dial
er de al lado (La femme d'acote, ciones con el resto de la pelícu-
gico y causal. Este es el caso de La muj tern as) o dialógica (estableciendo rela
ia con la secu enc ia del entierro la relación entr e la composición
1981 ), de Frarn;ois Truffaut, que se inic la) entr e la imagen y el sonido, o en
un testigo imparcial que, diri- visual y el pun to de vista de la cámara.
de una pareja de amantes, nar rad a por se enc uen tran en la ima-
ante ced ente s de la historia. Ejemplos de cada uno de estos recursos
giéndose hac ia la cámara, cue nta los s, elegidas al azar: el
Esta lógica narrativa puede iniciar
también un relato fragmentario gen inicial, previa al relato, de diversas
pelí cula
encia de El ciudadano Kane (Citizen diso, la ven tana victoriana en Pa-
y contradictorio. La prim era secu florero frente al mar en Cinema Para la violenta ven-
el mom ento preciso en el que saje a la India, el erotismo escatológico
en Matado r o
Kane, 1942), de Orson Welles, mue stra s el ritmo del
la película, a la bús que da de una detta en Érase una vez en Amé rica . En
todo s esto s caso
mue re Kane y da paso, en el resto de cámara y la
s: qui én fue real men te Kane. el mov imie nto de la
respuesta par a el may or misterio de todo montaje, el t.ono de la ban da sonora, iva al resto
ctador sabe de ante man o que con den saci ón alus
En este caso, como en el anterior, el espe composición de la imagen inicial son una
un caso, y por ambición, en el gen final de la misma película.
la mu erte será trág ica (po r amo r, en del relato y serán retomados en la ima
ía el relato mismo. ategias narrativas, el discur-
otro), y este conocimiento tiñe de iron Así pues, a par tir de esta s y otras estr
la intr iga de pre des tina ción ctador, implícito ya en las con-
Otr a forma de ofre cer al esp ecta dor so cinematográfico constituye a su espe
de la acción cen tral del relato, que par te del diálogo entr e su
consiste en mos trar al inicio el efecto diciones del contrato simbólico inicial,
al. En Paris, Texas (Wim Wen- ematográiica) y las expectativas
dejando para después la explicación caus experiencia personal (int ra y extracin
la prim era secuencia, a un hom- provocadas por las prim eras imá gen
es de la película.
ders, 1982), el espectador conoce, en
oria, la capacidad de comunicar-
bre que pare ce hab er perdido la mem
ando obs esiv ame nte en med io
se y todo sen tido de la iden tida d, vag
os, con el reto mo de su memo- La abs orc ión tem por al
del desierto. Sólo después descubrirem
.
ria, las causas de esa conducta errática el cuerpo está bá-
iant e de esta fórm ula se enc uen tra en el cine clásico de La mir ada se enc uen tra fija en un
campo único;
Una var
ón inicial de una evid enc ia que de resp ond er a los avatares del
suspenso, definido por la pre sen taci sicamente relajado y en disposición
e mor al de algu no de los per- consciente participa en el ritual
con vier te al esp ecta dor en un cómplic viaje imaginario, mie ntra s la atención
ecta dor es testigo de un acon- imaginario (el registro del deseo
sonajes. En la secu enc ia inicial, el esp del espectáculo, y la frontera entr e lo e
ignoran, y sólo des pué s se dará cámara) y lo simbo1ico el registro
tecimiento que los dem ás personajes condensado en el punto de vista de la
rmi na la lógica causal de este dor con los personajes) se des-
al espectador la información que dete que articula la identificación del especta
s, centrando el inte rés hacia lo
acontecimiento. plaza constantemente entr e ambos polo
nación gen era las tensiones de la creatividad y el juego).
Esta fórmula de la intriga de predesti propiamente preconsciente (el espacio
re las estr ateg ias del suspenso d, los códigos del realismo
provocadas, en mu cha s películas, ent Ahí don de las reglas de la verosimilitu
que el per son aje igno ra) y las y la eco nom ía del mo nta je sup lan
tan a la real idad coti dian a y sus
nar rati vo (el esp ecta dor con oce algo
ignora algo que el nar rad or co- ado a asu mir la perspectiva de
formas de la sorpresa. (el espectador tiem pos muertos, el esp ecta dor es llev
ilación ent re el sus pen so y la Es ahí donde enc ontr amo s ese
noce). En el cine de Hitchcock, la osc la que se hace cargo la cám ara misma.
erm ina la fue rza que en esta s cine: la sutura. 10 Este término,
sorp resa es pre cisa men te lo que det concepto huidizo par a los teóricos del
a de culpa, y es en gran me-
películas alcanza la llam ada transferenci
ironía hitchcockiana. s. Entre los más
dida lo que garantiza la eficacia de la ºLos análisis desarrollados a parti
r de este conc epto son ya abun dante
ión tam bién pue de ser mos-
1 , Londres,
Suture•, en Qµestions ofCinema, Verso
Por último, la intr iga de pred esti nac
, •0n
productivos se encuentran: Stephen Heat
ard, •Methodology and Psychoanalytic
Film Criticismª,
esp ecia lme nte dur ante la pre- 1986, pp. 76-112; K. Gabbard y G. Gabb ersit y of Chic ago Pres8, Chic ago y Lond res, 1987,
trad a al espectador de man era alusiva, The Univ
rso que ape la únic ame nte al en Psychiatry and the Cinema,
sentación de los créditos. Este es un recu pp. 177-188. Cf. nota 7.
darse ya sea en el contenido de
inconsciente del espectador y pue de

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
22 Cap. 1. De la teoría al análisis cinematográfico El itinerario del espectador de cine 23
en su condición metafórica, se refiere al mecanismo de llenar los agu- significación depende, cada vez en mayor medida, del contexto de
jeros de sentido dejados por el juego que existe entre la perspectiva lectura del espectador. Es por ello que actualmente ninguna lectura
del espectador y la articulación de las imágenes entre sí, especialmen- es privilegiada, y el canon estético es una hipótesis sujeta a la propia
te en el denominado cine clásico (también llamado modo de representa- subjetividad, incluso cuando se estudia una película estructurada se-
ción institucional). gún la lógica de los códigos clásicos. En esta fragmentariedad parece
En esta experiencia voyerista que involucra al deseo a través de radicar nuestra identidad colectiva.
la mirada, la imagen que ofrece la pantalla también suele ser parte
de un proceso de fragmentación, propia de la modernidad artística
contemporánea. El regreso a casa
Por otra parte, los signos en el cine contemporáneo -imágenes,
sonidos y los códigos que los articulan- suelen formar parte de estra- Después de diversas peripecias, distracciones y digresiones, como
tegias por las que todo signo convencional se vacía de sentido, ya sea otros tantos mecanismos de ufrenado" que constituyen parte de la
por la ambigüedad semántica y moral del relato (véanse los niveles de misma seducción narrativa, la música comenta las imágenes finales;
lectura en Terciopelo azul o Diva), por la superposición de sentidos al escucharse las últimas notas de este fragmento conclusivo, las bu-
que chocan entre sí (véase la circularidad paradójica en Volver al fu- tacas se han vaciado y las luces se encienden nuevamente. La pelícu-
turo o Blade Runner) o, con mayor precisión, en los juegos autorrefe- la ha terminado. ·
renciales, entre la metaficción y la metalepsis (la lógica irónica de La Una forma posible de "lectura• de una película es la del especta-
rosa púrpura de El Cairo o La amante del teniente francés). d or "sal vaJe
.•,12 precISamente

e1 que conoce el contexto original en el
Películas muy diversas entre sí como Barrio chino (Chinatown, 1981 ), que se produjo el texto (filrnico o literario) y que es capaz de recono-
Cuerpos ardientes (Body heat, 1982) y Cuenta conmigo (Stand By Me, 1987) cer igualmente su propio contexto de recepción, de tal manera que
están construidas a partir de alusiones al cine clásico y a elementos li- interpreta críticamente, relativiza ideológicamente y adapta, transfie-
terarios, visuales y musicales de la cultura popular, mientras otras pe- re, se apropia y redefine el sentido de la película en relación con sus
lículas contemporáneas integran elementos de géneros clásicos -corno necesidades personales de sentido.
la ciencia-ficción, el policiaco y el cine de aventuras-, utilizando un Es este un espectador que reconoce el principio de la diferencia
lenguaje visualmente barroco y un ritmo obsesivo, en ocasiones abier- (entre distintas visiones. de la realidad y del cine) y que tolera y re-
tamente paranoico, como en Simplemente sangre (Blood Simple, 1986), contextualiza las formas de la incertidumbre en el cine contemporá-
Brasil (Brazil, 1986) y Después de hora (After Hours, 1~87). neo. Este espectador se constituye a partir de su lectura crítica de las
Se trata, en suma, de un cine integrado a partir:de fragmentos de diferencias culturales que registra ante el cine producido en contex-
otros códigos, de la resernantización de la cultura de masas y de la re- tos distintos del suyo.
circulación de elementos del cine clásico, todo lo cual ofrece al espec- Otra forma de lectura es la del espectador que toma nota de las
tador la posibilidad de reconocer las referencias cruzadas, y a la vez reacciones del público que comparte la oscuridad de la sala, documen-
interpretar la película a partir de sus referencias más personales. ta su perplejidad en la bibliografia especializada, intenta dar forma
En el cine posmoderno, y más aún en la cultura cinematográfica por escrito a sus observaciones y, como un etnólogo del inconsciente
que empieza a competir con la experiencia de ver .una película en la colectivo, cruza la línea de sombra de su visión del mundo para acce-
máquina de video, todo signo es un signo desplazado y a la vez rein- der a una perspectiva tal vez radicalmente distinta de la suya, preci-
cidente. Las estrategias contemporáneas de vaciamiento de sentido samente la que ofrece ese otro observador que, a través de la creación
(suplir lo que nunca existió, suplantar lo que existió en otro lugar, cinematográfica, genera un espacio de reflexión compartida.
mantener lo que ya no existe) 11 generan textos cinematográficos cuya
12
Adapto al cine lo que Alberto J. Pérez propone para entender el contexto social del lector
• · 11 Xa~er. Rubert de Ventós, "El signo como sustituto del sentido: pequeña tipología de los literario. Cf. "Tipología histórica de la lectura•, Congreso de Literatura Iberoamericana, agosto
8
ignos Vactos , en De la modernidad, Península, Barcelona, I 980, pp. 233-239. de 1988, Ciudad de México, 20 pp. Manuscrito facilitado al autor.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
El lenguaje analítico del cine 25
24 Cap. 1. De la teoria al análisis cinemarográíico
la mejor
el lec- Ir al cine es un acto relati vame nte espontáneo, y por ello
Este mismo proceso imaginario es el que sufre (o disfruta) anális is es tratar de recorr er-
La pasió n por las imáge nes -ese mater ial in- mane ra de utilizar y disfrutar esta guía de
tor de la crítica de cine. visto una pelícu la, para así re-
proceso. de la imaginariamente después de haber
flamable por excel encia - es tambi én el disparador de un const ruir la secuencia natur al del acto de elegir una pelícu la, verla y
de eme
diálogo que se continúa más allá de la sala, entre el espectador come ntar la experiencia perso nal.
y el mund o de la calle. análisis
en cuan- La guía es sólo un mapa para llegar a donde se desee en el
Por último ' el espectador común, que asiste al cine de vez .. profu ndida d, la exhau stivid ad o
rsac1on, es de una película. En otras palabras, la
do con el fin expreso de distra erse y tener tema de conve el place r del análisis que se haga con ella depen de de las neces idade s
e
sujeto de los procesos narra tivos aquí descritos, a ~a vez
fas~o is.
tador al realiz ar su propio anális
narra tivida d y del capital cultural de cada espec
indiferente ante las estrategias seductoras de la mism a ; simple-
Un mapa como este no indica cómo llegar a donde se desea
cinematográfica. existe en el camin o y los distin tos
ante una ment e mues tra todo aquel lo que
La experiencia será recre ada provisionalmente, tal v.ez camin os posib les.
el mom ento
taza de café con los amigos, para luego olvidarla, hasta espectador quien decidirá,
en que surja la necesidad de recup erar la memo ria fílmic
a perso nal, 1:-ª guía tiene 120 elementos. Pero es elntos han sido los más impor-
to de las al hacer su análisis, cuáles de esos eleme
siemp re mode lada por un regist ro canón ico y por el sustra nal de haber visto una película deter-
tante s en su experiencia perso
mitologías más entrañables. mina da. Tal vez sólo sean tres, o 20, o 98. Y cada uno de ellos puede
y mient ras llega el mom ento de volver al cine, podrí
a reconocer-
otros en su visión perso nal de la pelícu-
y tener un peso mayo r que los
se que este medio es -a difere ncia del psicoanálisis, la
mil~anc
r núme ro de
icar los la. Como todo mapa, result a más familiar al hacer mayo
otras formas de terap ia- el espacio narra tivo capaz de modif
al utiliz ar la guía para analiz ar pelícu-
de imágenes recor ridos diferentes, es decir,
agenciamientos del deseo: confirma o transforma, nutre las con la mayo r diversidad posible entre sí.
fabulación,_ ei;i ese
y juega con los símbolos de nuestra_cpid~- o cada
ra prop1 a iden- Cada experiencia individual de ver cine es irrepetible. Inclus
espacio de la imaginación que perm ite redefinir nuest una mism a pelícu la, su exper iencia es dife-
vez que una perso na ve
tidad colectiva. cione s de recep ción son difere ntes. Así que
rente , porqu e sus condi
de un anális is serán tambi én difere ntes. Una
-cada vez- los resultados
tibilidad.
prueb a de la validez de un análisis perso nal es su irrepe
EL LENGUAJE ANALÍTICO DEL CINE : multi-
El diseño de esta guía presu pone la existencia de una gran
UN MODELO PAR A ARM AR plicidad de perspectivas posibles al ver una película. Cada
espectador
han sido
comple- interp reta los eleme ntos que existe n en la película, y que
La exper iencia del espec tador de cine es una de las más códigos.
espec tador, a partir de su ex- const ruido s con el emple o de códigos y las ruptu ras de esos
jas en la cultu ra conte mpor ánea. Cada a de sus
ante ~ a c nu_ev a Desde esta persp ectiva de análisis, el cine dice más acerc
perie ncia perso nal, tiene expec tativa s par.~:iules espectadores que acerc a de sus personajes.
la esteti ca de la recepc ióI1: ­ ~ m c
película. Las propu estas teóric as de es capaz
expenenc1a Esta guía perm ite recon ocer aquel lo que el espec tador
matográfi.ca perm iten estud iar las características de cada ficos. Des-
de observar a partir del emple o de los códigos cinematográ
particular. recon oci-
La guía de análisis que prese nto a conti nuaci ón es sólo un
mapa pués de todo, el place r de ver cine consiste no sólo en ese
disfru tamos . La
proce so de ver cine y puede apli- mient o, sino tambi én en el goce de comp artir lo que
..' ·I
de aquello que está en juego
carse a cualq uier clase de
en el
pelícu las. Esta guía se inicia y concl uye guía facilita esta socialización gracias a la objetivación de la
códig
subjet
os
ivi-
cine-
1
con los eleme ntos que deter mina n la persp ectiva perso nal del es- dad y a la subjetivación de la existencia objetiva de los
de ver la pelícu la; el resto es un mapa de matográficos.
pecta dor en el mom ento
~ los códigos del cine clásico y tamb ién de las estrategias
de exper i-
t. ment ación con esos códigos, es decir, del cine mode rno
y conte m-

J
porán eo .
-
.
' • PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
26
1 27
Convencio nes y rupturas en ) Cuadro 1.2. Paradigmas del cine
el cine contempo ráneo contemporáneo.
Cine clásico Cine moderno Cine posmodemo
El objetivo de este modelo de análisis es contnbuir a la sistemati-
zación de las ideas de cada espectador( a) de cine. El placer estético Tradicional Tradición de ruptura Juego
y el placer intelectual son parte de una experiencia concreta, intrans- Géneros / Espectador
Dírector
ferible y necesariam ente irrepetible.
Este modelo es un mapa para reconstruir esta e>..i>eriencia y de esa Intentio opem Intentio auctom Intentio lecto1is
manera construir una interpretaci ón particular. Como todo mapa, pue- Tradicional Nuevo Híbrido
de ser utilizado para llegar a donde cada espectador(a) quiere lle-
gar, o bien para recorrer todos los espacios por explora~ Aquí y ahora Esto o aquello Esto y aquello
El elemento más importante en este modelo es el universo ético Representación Antirrepresentación Presentación
y estético de cada espectador(a) y la posibilidad de su recreación lú-
dica. Dicho modelo está centrado en las constantes del cine clásico
(cuadros 1.1a1.4).
Cuadro 1.3. Estrategias narrativas en el
Cuadro 1.1. Evolución de la narrativa cinematográfica. cine contemporáneo
1900 Primer cine clásico Lógicas narrativas (clásicas)
Convenciones artísticas provenientes de fotografia, pintura,
novela y teatro realistas Alética (familiar/extraño)
1920 Primera modernidad Deóntica (norma/rupt ura)
Expresionismo teatral (de Europa a Estados Unidos de América) Axiológica (bien/mal)
Epistémica (verdadero/falso)
1929 Cine sonoro
1933 Film noir (derivado del expresionismo alemán) Metanarrati vas (modernas)
1940 Cine clásico
Géneros cinematográficos (de Estados Unidos a Europa) Ficción sobre ficción (metaficción)
Ru~tra d~ las convenciones (experimentación)
1960 Cine moderno Somdo > unagen (experiencia sensorial)
Disolución de fronteras entre: Imagen> narración (sinestesia)
Ficción/realidad (metaficción) Juegos na.ITativos (posmodern os)
Sagrado/profano (ética relativista)
Cine como objeto de estudio universitario (análisis Hibridación de géneros narrativos
cinematográfico) Ironía y paradoja como estrategia narrativa
1980 Cine posmodemo Metaficción tematizada
Relativización de fronteras entre: Intertextualidad explícita

Cultura popular/cultura de elite (estética relativista)


Géneros narrativos (hibridación)
Cine en video
2000 Cine en DVD y otros sistemas digitales
Cine obligatorio en la enseñanza básica (en Europa)

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
29

28 Elem ento s de anál.isis cinematográfico

l
1
Cuad ro' 1.4. Elem ento s del cine clásico,
mod erno y posm odem o. l. Con dici ones de lect ura (con text
o de inte rpre taci ón)

A conti nuac ión se pres enta n de man era muy


sinté tica lo_s elem ento s
inte rpre tació n de la pe- -"
Y del eme a) ¿Cu áles son las cond icion es para la
carac teríst icos del cine clásico, del cine mod.ez:i~
L

ión con su desar rollo htsto nco, la estru ctura lícul a?


osmo dem o en relac
~artiv y los procesos de recep ción. r a la pregunta:
Elementos que pueden ser útiles para i-esponde
Elem ento s gene rales iduales
Hori zont e de experiencia y expectativas indiv
a, palacios del .cine
Cine clásico (1915-1945): nacional, melo dram
lo, prod uctor es autonm~,
(pictUre palaces), cine como espe ctácu
reali smo, salas de proyecc1on Condiciones personales de elección
-1975 ): feder al, neor
Cine mod erno (1945
. Ante cede ntes verbales
r . rifa)
y televisión, cine como discurso, auteu
): , o c i d á m ~ n pasti c?e, festivales Y Mem oria cinematográfica pers onal (real o apóc
o (1975 -2000
Cine posm odem
cione s Con trato simbólico de lectu ra
videocasetera, cine como oralidad, copr oduc
Horizonte de expectativas canónicas
Estr uctu ra narr ativa
Narrativa clásica (epifánica): confrontación,
revelación, catarsis (una Ante cede ntes impr esos
verd ad resue lve todos los enigm as)
. Enrn arca mien to genérico
Narrativa mod erna (atm ósfer as): neutr aliza ción de resolución, Prestigio de la dirección, actores y actrices
esion ismo (final
fragmentación, asincronia, planos-sec uenc ia, expr Mercado simbólico de la sala de proyección
. , _ .
abierto: los enigm as no se resue lven ) mas y gene ros híbn dos
itine ranci a entre ep1fa
Narrativa posm odem a: b) ¿Qué sugi ere el título?
(epifanías textu ales o inter textu ales)
a la pregunta:
Elementos que pueden ser útt1es para responder
Efec tos en el espe ctad or
xis y polisemia.
cia de convei~s: En relac ión con su dime nsió n retórica: sinta
Efecto de realidad (cine clásico): trans paren iano : ancl ajes externos.
i didactismo, espectacularidad, arqu etipo s (efec to de reconocuruento, En relac ión con el mun do cotid
pelíc ula: natu ralez a de los sub-
''1
anagnórisis explícita), dram atism o
En relac ión con el resto de la
, gené ricos , arqu etípicos mí-
Efecto de extra ñami ento (cine mode rno): ruptu
ra del efecto de tex:tos (parabólicos, alegóricos '
asión
realidad, dista nciam iento brech tiano , comp ocim iento de alusi ones ticos, paródicos).
ula es extran-
Efecto de virtUalidad (cine posmoderno): recon En relación con el titulo original (cuando la pelíc
apócrifas, simulacros metaficcionales (ironizaci
ón de las fronteras liter ario o rema ke, paro dia, se-
jera , adap tació n de texto
entre ficción narra tiva y ficción cotidiana) cuela).

' ifo\;:: ~; ~;-. . 2. Inic io (pró logo o intro duc ción )

':.?~f-; a) ¿Cuál es la función del inicio?


a la pregunta:
Elementos que pueden ser útiles para responder

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
30 Cap. l. De la teoría al análisis cinematográfico
El lenguaje analítico del cine 31
Presentación de créditos Música, voces, silencios: plan os sonoros,
diálogos, exégesis
Gradiente de integración con el resto Tem as y motivos sonoros: itera ción y vari
ante s
Función estructural: prefacio, epígrafe, met Relaciones estructurales entr e sonido e imag
atex to en: función didác-
Diseño tipográfico: tipo, tam año, color, ubic tica (con sona ncia dram átic a)/fu nció n dialó
ación (signifi- gica (res onan -
cia anal ógic a)/fu nció n cont rasti va (dis onan
cación) cia cognitiva)
Duración y funciones de la prim era secu enci b) ¿Qué func ión cum plen los silencios
a/re laci ón con el ?
final 5. Edi ción (rel ació n secu enc ial entr
e imá gen es)
Prólogo narrativo, ante cede nte cronló~º· a) ¿Cómo se organiza la sucesión de imág
conclusión an- enes en cada secuencia?
ticipada, establecimiento de comphc1dad
con el espec-
tado r (suspenso) Elementos que pueden ser útiles para responde
r.a la pregunta:
b) ¿Cómo se relaciona con el final? Consistencia de tiem po y espacio (sec uenc
ialid ad lógica y cro-
nológica)
Elementos que pueden ser útiles para responde Dur ació n y ritm o de las tom as (nor mal ,
r a la pregunta: cám ara lenta, conge-
lam ient o, supe rpos ició n cronológica)
Intriga de pred estin ació n (explícita, implícit
a, alusiva)
b) ¿Cómo se organiza la sucesión de imág
3. Ima gen (im áge nes en el enc uad re enes entr e secuencias?
desd e una pers pec tiva
técn ica) Elementos que pued en ser útiles para responde
r a la pregunta:
a) ¿Cómo son las imá gene s en esta pelíc Integración, contraste, o amb as cosas, entr
ula? e secuencias:
Elementos que pueden ser útiles para responde Articulación formal: gráfica, cromática, sinc
r a la pregunta: róni ca
Articulación conceptual: lógica, ideológica,
cronológica (se-
Colo r/ilu min ació n/co mpo sició n cuencial, flashback, flashforward)
Lentes: profundidad de cam po/zoom
Mon taje no secu enci al: paralelo, onírico,
alegórico, plano-se-
b) ¿Cuál es la pers pect iva de la cám ara? cuen cia
Elementos que pueden ser útiles para responde 6. Pue sta en esce na (imá gen es en el enc
r a la pregunta: uad re desd e una pers ·
pecti.va dram átic a)
Cámara (punto de vista narrativo e ideológic __ _
·_,
o): emplazamien- a) ¿Cómo es el espacio don de ocur re la
to, distancia, participación, mov imie nto historia?
4. Son ido (son idos y sile ncio s en Elementos que pueden ser útiles para responde
la ban da son ora) r a la pregunta:
a) ¿Cómo se relaciona el sonido con las Espacios naturales: rela ción simbólica con
imág enes ? la histo ria
Estilo de la arqu itec tura , el dise ño urba no
y otra s form as de
Elementos que pueden ser útiles para responde dise ño
r a la pregunta:
Dim ensi ón simbólica de los objetos y su distn
buci ón en el es-
pacio
~.

.:,,;,;_J'i
~-

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
33
32 Cap. 1. De la teoría al análisis cinematográfico
1 Acto III: últimos 30 minutos
b) ¿Qué elementos permiten identificar a cada personaje?
11. Resurrección: duelo a muerte y dominio del problema.
Elementos que pueden ser útiles para responder a la pregunta:
Climax
Proxémica: expresión facial, tono de voz, kinésica (movimien-
tos corporales), lenguaje corporal 12. Regreso con el elíxir: prueba, sacrificio, cambio.
Vestido y peinado: connotaciones ideológicas, psicológicas, ge-
néricas Casting/ miscast b) ¿Qué efecto produce la estructura narrativa en el espectador?

7. Narración (elementos estructurales de la historia) Elementos que pueden ser útiles para responder a la pregunta:
a) ¿Qué elementos permiten entender la historia? Estrategias de seducción narrativa (frenado de solución a los
enigmas): engaño, equívoco, suspensión, bloqueo
Elementos que pueden ser útiles para responder a la pregunta: Sorpresa {i~oranc. del espectador controlada por el narrador)
Suspenso (1gnoranc1a del personaje, conocimiento del espec-
Trama de acciones en orden lógico y cronológico tador)
Estrategias de suspenso: misterio (el espectador sabe que hay
Elementos de la estructura mítica un secreto, pero ignora la solución)/conflicto (incertidum-
bre del espectador sobre las acciones del personaje)/tensión
Acto I: primeros 30 minutos (el espectador ignora cómo, cuándo y por qué va a ocurrir
lo anunciado)
l. Mundo ordinario: presentación del héroe y su falta.
2. Llamado a la aventura: tentación y reconocimiento. 8. Género y estilo (convenciones narrativas y formales)
3. Rechazo de la llamada: mostrar lo formidable del reto.
4. Encuentro con mentor: protección, prueba o entrena- a) ¿Cuáles son las fórmulas narrativas utilizadas en la película?
miento.
5. Cruzamiento del umbral: momento de decisión, acto Elementos que pueden ser útiles para responder a la pregunta:
de fe.
j, Fórmula clásica: grupo o individuo común en situación excep-
Acto II: siguientes 60 minutos cional.
Fórmulas narrativas de la tradición cinematográfica clásica
6. Pruebas, aliados, enemigos: compañía, sombra, rival. (1915-1945):
7. Acercamiento a la cueva más remota: hilo de compli- ·..
caciones. Amor y erotismo: obsesión romántica
Mundo del espectáculo: compulsión escénica y sus conse-
Inicio de la crisis central cuencias
Detectives: acción moral en un mundo corrupto
8. Reto supremo: los héroes deben morir para poder re-
' .. nacer.
Western: individuo que lleva la comunidad a la civilización
i':·.
Guerra: incorporación a la sociedad por medio de pruebas
9. Recompensa: epifanía, celebración, iniciación.
Ciencia-ficción y horror: complicidad con lo extraño
10. Jornada de regreso: contraataque o persecución.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
34 Cap. 1. De la teoría al análisis cinematográfico El lenguaje analítico del cine 35
Fantasía: contrapartes oníricas de experiencias vitales Metalepsis: actor que entra en la pantalla o sale de ella, cine
Outlaw: grupo o individuo al margen de la ley sobre el cine
Outcast: grupo o individuo al margen de la norma (mino-
ría social, misfit, disfuncionalidad mental o fisica, ge- b) ¿Existen relaciones intertextuales implícitas?
nialidad)
Elementos que pueden ser útiles para responder a la pregunta:
Géneros coyunturales, subgéneros y variantes
Modalidades genéricas: trágico-heroica, melodramático-mora- Estrategias visuales o verbales: alusión, parodia, pastiche, simu-
lizante, cómica o irónica lacro, iteración (revíval, remake, retake, secuelas, precuelas)
Articulación entre estructuras genéricas y estructuras sociales Intertextualidad de segundo grado: personaje como escritor de
literatura, artista, compositor, fotógrafo, arquitecto, actor
b) ¿Hay elementos visuales o ideológicos del film noir en esta pe- de teatro, diseñador gráfico, director de orquesta, científi-
lícula? co, etcétera
Evolución de la estructura ternaria (director, actor, espectador)
Elementos que pueden ser útiles para responder a la pregunta:
10. Ideología (perspectiva del relato o visión del mundo)
Elementos visuales del fil.m noir
a) ¿Cuál es la visión del mundo que propone la película como
Cámara: ángulos excéntricos, picados totales, cámara ho- totalidad?
landesa, desplazamiento violentos y laberínticos
Composición: claroscuros dramáticos, contrastes internos, Elementos que pueden ser útiles para responder a la pregunta:
espacios confinados
Verosimilitud: presentación de lo convencional como natural
Elementos ideológicos del film noir Palimpsestos (subtextos): alegóricos, mitológicos, irónicos
Omisiones en la narración: elipsis y cabos sueltos
Personajes: doppelgangers, investigador desencantado, ar- Espectacularidad y referencialidad
quetipos femeninos ifemme fatal, viuda negra) Creación artística: subversión o cambio de códigos visuales o
Filosofia: determinismo social, ambigüedad moral, escepti- sociales
cismo irónico, rasgos paranoicos (doble traición, etc.)
b) ¿Qué otros elementos ideológicos afectan la película?
9. Intertextualidad (relación con otras manifestaciones cultu-
rales) Elementos que pueden ser útiles para responder a la pregunta:

a) ¿Existen relaciones intertextuales explícitas? Condiciones de producción y distribución

Elementos que pueden ser útiles para responder a la pregunta: 11. Final (última secuencia de la película)

Estrategias visuales o verbales: mención, citación, inclusión a) ¿Qué sentido tiene el final?
Intertextualidad de segundo grado: personaje como escritor de
cine, director de cine, actor de cine, compositor de música Elementos que pueden ser útiles para responder a la pregunta:
para cine, productor de cine, etcétera

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
El análisis cinematográfico en el salón de clases 37
36 Cap. 1. De la teoría al análisis cinematográfico

Toma final: pÍincipio de incertidumb re o resolución (narrativa gica, estética de la recepción, sociología de la cultura, teoría de la in-
tertextualid ad, estética neobarroca, teoría del montaje, narratología,
o formal)
proxémica, prosaica y teoría de las ideologías.
El núcleo de esta propuesta consiste en el diseño y la resignifica-
b) ¿Cómo se relaciona con el resto?
ción permanente de un mapa conceptual que permite explorar la ex-
Elementos que pueden ser útiles para responder a la pregunta: periencia de ver cine a partir de su reconstrucc ión sistemática con
carácter analítico y con fines didácticos.
Relación con expectativa s iniciales (intriga de predestinac ión, Este modelo está integrado por 120 categorías distnbuidas en 12
contrato simbólico, hipótesis de lectura) áreas: condiciones de lectura, inicio, imagen, sonido, edición, escena,
Consistenci a con elementos formales e ideológicos del resto narración, género y estilo, intertextual idad, ideología, final y conclu-
siones. Ha sido diseñado de manera simultánea a otros modelos para
el análisis de la experiencia de leer un texto narrativo, visitar un es-
12. Conclusión (del análisis)
pac~o museográfic o, observar una imagen fotográfica y, en general,
a) ¿Cuál es el compromiso ético y estético de la película? cualquier texto cultural. Todos estos modelos tienen como sustrato
b) Comentario final: enfatizar algún elemento del análisis, como res- común una perspectiva constructiv ista y nominalista , según la cual
puesta informada a la pregunta: ¿qué me pareció la película? el productor último de sentido en todo texto cultural es el lector y no
exclusivam ente el autor originario.
El acto mismo de escnbir sólo es concebible a partir de la práctica
de la lectura. La consecuenc ia casi inevitable del acto de leer (textos
EL ANÁLISIS CINEMAT OGRÁFIC O impresos o imágenes audiovisual es) es el acto de escnbir. Desde esta
EN EL SALÓN DE CLASES perspectiva , puede considerars e que la estrategia idónea para hacer
cine es ver cine.
El análisis cinematográ fico es una actividad relativamen te recien-
te en la tradición académica (B. K. Grant, 1983). A pesar de que la
teoría del cine nació hace un siglo -con el cine mismo-, las estrategias El placer como principio heurístico
de aproximaci ón crítica a esta forma de arte y entretenim iento han
estado ligadas a la literatura, la apreciación estética y, sobre todo, al Una buena teoría permite que el conocimien to pueda ser trasmi-
periodismo (f. Corrigan, 1994). tido en forma imaginativa y placentera. En el caso del cine ocurre que
Por otra parte, las estrategias de análisis derivadas de la teoría del lo que cada estudiante está aprendiend o ya lo sabía de antemano, si
cine han evolucionad o desde una búsqueda de métodos específicos bien de manera asistemática. Y un elemento esencial del aprendizaje
hacia la integración de elementos que provienen de campos tan di- consiste en un proceso nominativo . Dar nombres precisos a elemen-
versos como la antropologí a, la teoría literaria, la teoría del arte, la tos que siempre hemos sabido reconocer y que hemos hecho entra-
fotografia y, en general, todas las disciplinas sociales y humanística s ñablemente nuestros, equivale a bautizar los elementos propios de
(D. Bordwell, 1989). nuestro universo personal.
En esta obra señalo algunos de los presupuesto s estéticos, heurís- Un buen modelo de enseñanza propicia que el estudiante tome
ticos Y pedagógicos del modelo interdisciplinario que he desarrollado conciencia de las habilidades que ya había puesto en práctica de for-
para el análisis cinematográfico, el cual ha demostrado sus alcances ma espontánea.
· en el salón de clases con estudiantes de los programas de licenciatura, Una teoría siempre es útil para el proceso de reconocimie nto ana-
·. ·tnae~ Y doctorado en comunicación, literatura, sociología, semió- lítico de la experiencia estética, pues consiste en la presencia simul-
'. .9Ca~t_ciens sociales. En este modelo he incorporad o elementos
tánea de varios elementos: 1. una sistematizac ión de la reflexión; 2. la
·· provenient es de áreas tan diversas como psicoanálisi s, critica dialó-

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
.

38 Cap. 1. De la teoria al análisis cinematográfico El análisis cinematográfico en el salón de clases 39 t


,.
fi
ti
creación de modelos explicativos; 3. el diseño de estrategias de análi- de su experiencia estética, cognitiva e ideológica que los contenidos ¡
sis; 4. la intersubjetivación de estructuras objetivas, y 5. en síntesis, el explícitos de la película. ,,1
Por esta razón, después de haber visto una película en cartelera i!
producto de la generosidad intelectual de quien ejerce el privilegio de
jugar con ella. elegida de común acuerdo por el grupo de estudiantes, el docente ex~
11
Estos supuestos están ligados al proyecto constructiv ista de raíz plica el sentido de cada una de las categorías de análisis, teniendo como
kantiana, y por ello aquí ocupa un lugar especial el acto nominativo. referente común la película vista. A partir de este ejercicio inicial, cada
Como punto de partida es posible señalar algunos de sus principios estudiante entrega por escrito un primer ejercicio de análisis, toman-
específicos. Todo acto nominativo tiene como propósito hacer inteli- do únicamente dos o tres ejemplos de la película para cada una de las
gible al objeto, y lo hace a través de varias estrategias, entre las que 12 áreas de la guía. Inmediatam ente se procede a analizar el sentido
cabe destacar las siguientes (especialmente pertinentes en lo relativo de cada uno de estos ejemplos con base en la propia experiencia y
al título de una película y al título de su respectivo análisis): anclaje tomando las categorías corno referente.
de uno o varios subtextos y de uno o varios elementos externos al tex- Durante el curso cada estudiante elabora tres ejercicios de análisis,
to (principio del doble anclaje); generación del horizonte de las inter- cad_a uno con una extensión aproximada de entre cinco y 12 cuartillas,
pretaciones posibles (principio de abducción nominativa); estableci- a máquina, a partir de las áreas ya mencionadas: imagen, sonido, ideo-
miento de un marco de lectura específico (principio del compromiso logía, etc. Este ejercicio se complemen ta con la entrega durante el
estético) y definición de un determinado gradiente de polisemia (prin- resto del curso de dos reportes de clase, una reseña bibliográfica, un
cipio retórico). reconocimiento por escrito, un análisis intertextual, el proyecto de
El empleo de la guía de análisis parte de un supuesto fundamental. investigación y el trabajo final.
Sería ingenuo creer que en 1Osemanas es posible modificar la identi- De esta manera el análisis es una actividad placentera, gratifican-
dad, la percepción o el conocimiento profundo (experiencial) que un te, sistemática y apoyada en la experiencia de cada estudiante como
estudiante ha adquirido sobre el cine en casi 20 años de ser un espec- espectador de cine experiment ado, acostumbra do a hablar sobre pe-
tador asiduo. En lugar de ello, el objetivo al utilizar esta guía es más lículas.
humilde: nombrar y tomar conciencia de las competenci as y la enci-
clopedia adquiridas hasta el momento de realizar los ejercicios de aná-
lisis, para asumirlas de manera sistemática. Instruccio nes de uso:
En otras palabras, es imposible en pocas semanas enseñar a los los supuestos estéticos
estudiantes universitarios algo sobre cine que no sepan ya a partir de
su práctica espontánea como espectadores. El ejercicio de la capaci- Las ideas subyacente s a esta forma de trabajo son las siguientes.
dad de análisis pretende simplement e sistematiza r y hacer conscien- En primer lugar, la película es un catalizador de procesos de revela-
tes los supuestos personales en los que se sustenta esta práctica a la
,..
.~ .•• ~·
:-:...·- ción del espectador. Las epifanías que están en juego se hallan enrai-
zadas en su propio horizonte simbólico (racional y articulado en pala-
1

vez individual y colectiva, facilitar el reconocimiento de sus condicio-


~- .'

nes de posibilidad y ejercitar la capacidad nominativa de cada estu- bras) e imaginario (intuitivo y ligado a las imágenes). Por esta razón,
diante, a partir de sus competenci as de lectura y de su enciclopedi a la pantalla hace las veces de un espejo ante el cual el espectador se
personal. asoma durante el lapso de escritura de su análisis.
El objetivo del modelo de análisis no consiste entonces en inter- Por otra parte, el objetivo de todo ejercicio de análisis (lo mismo
e
pretar o sobreinterpretar) la película, sino en reconstruir la experien- el de carácter colectivo, en el cual participa todo el grupo en el salón
cia de haberla visto, lo cual permite demostrar que cada espectador .: . ~
de clases, que el de carácter individual, en el momento de la escritu-
construye el sentido de manera diferente de los demás espectadore s ~;,' ra) es hacer conscientes los elementos de construcció n del sentido
(no existe una única interpretaci ón posible, superior o necesaria), y generados por el espectador durante la proyección y después de haber
.
~ '--;"'
·,.
reconocer también que el espectador y sus horizontes de experiencia visto la película.
~:{<-.

t~J ;··
Y de expectativas son más determinan tes para definir la especificidad La pregunta por el gusto personal en este proceso de reflexión y

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
40 Cap. l. De la teoría al análisis cinematográfico El análisis cinematográfico en el salón de clases 41

socialización está impiícita en el análisis. Aquí me refiero a la pregun- rización actoral y con otros elementos de la previsión de la película
ta que se formula espontáneamente al salir de la sala de proyección: que funcionan como parte del umbral imaginario personal.
"·Te gustó la película?" En este contexto, el objetivo del análisis es Esta posibilidad de jugar sin correr ningún riesgo real (al menos en el
r~cone los argumentos (relativamente objetivos) que apoyan un de- pla~o inmediato) provoca el placer de ver cine y pone en juego el goce, es
terminado juicio de valor (que siempre es necesariamente subjetivo). decir, aquello que nos permite reconocer el excedente de sentido que
La pregunta por la trama (¿de qué trata la película?) pasa a un _se- hay en toda (buena) película, gracias al mero hecho de haber montaje
gundo plano, pues en el cine el lenguaje cinematográfico determina (sustitución y condensación) y una cámara. Esto último puede ser obser- ;:

(más aún que en otros medios) la respuesta del espectador frente al vado durante el análisis: cómo se construye la ficción a partir de un de-
contenido. En otras palabras, lo específicamente cinematográfico (or- terminado empleo del emplazamiento de la cámara, del punto de vista
ganizado alrededor del emplazamiento de la cámara y los recursos narrativo y de la consiguiente identificación primaria, una identificación
estructurales articulados en la lógica del guión) construye de antema- inconsciente con la perspectiva que la cámara adopta, como si fuera algo j:
·I

no la visión que el espectador puede tener sobre el tema, y al mismo natural y prácticamente transparente, invisible, omnisciente.
tiempo este espectador reconstruye esa perspectiva o se distrae du- e purante el análisis en clase todas las intervenciones de los estu-
rante la proyección) desde su proceso de sutura personal (R Stam, diantes son valiosas, pues el objetivo del ejercicio colectivo es mostrar
1992, 169). la riqueza de cada categoría. Por esta razón la guía debe utilizarse como
A su vez estudiar la propia respuesta como espectador frente al un mapa para realizar un recorrido inédito en cada sesión de trabajo,
lenguaje cin~matográf permite rastrear aquello que la experiencia y la clase consiste en trazar un itinerario particular del gtupo, en el
de haber visto la película transformó en su visión del mundo, puesto cual cada estudiante podrá inscnbir la lógica de su propio itinerario
que al ver cine están enjuego los agenciamientos del deseo, es decir, personal. Por ello la guía no debe ser convertida en una especie de
la posibilidad de transformar o reafirmar la propia identidad (F. Gua:t~­ cuestionario exhaustivo, sino en un ayudamemoria que contnbuya
i' --- a desatar los mecanismos para la creación de los paseos inferenciales
ri, 1976). En esto consiste la fuerza de la t . s ~ u p a _ y del contrato genen-
co que el espectador de cine establece srmbohcamente en el momen- particulares de cada experiencia de análisis (U. Eco, 1981, 166).
to de comprar su boleto de entrada.
Estas posibilidades de transformación o confirmación del horizon-
te estético e ideológico del espectador están determinadas por la su- La dimensión modular: algunos
tura, es decir, por el montaje imaginario que el espectador realiza (por supuestos pedagógicos
medio de un sistema de asociaciones y sustituciones) con elementos
de su propia memoria y de lo que podríamos llamar su inconsciente La dimensión modular de un diseño trimestral consiste en que
1l

l
cinematográfico y extracinematográfic o. se trata de un programa de tiempo completo durante un lapso de 12
En otras palabras, al ver una película se suspenden y flotan -par~ semanas, en el cual todas las actividades pedagógicas están centradas
reorganizarse en formas tal vez inéditas- los elementos que consti- en el proceso de investigación de cada estudiante, en su apropiación
tuyen nuestra identidad y nuestra visión del mundo. Ver una pelícu- de herramientas de análisis que le permiten argumentar su propia in-
la tal vez sea una experiencia más radical que vivir personalmente la terpretación del objeto de estudio, y en la creación de un espacio de
experiencia que se narra, pues el cine ofrece la posibilidad de encon- trabajo en el que cada alumno, al realizar su ejercicio de investigación
trar una inteligibilidad que la experiencia misma no necesariamente final, asume los riesgos de elegir un objeto de interés personal, formu-
ofrece. Esta inteligibilidad está determinada por los mecanismos que lar una hipótesis de trabajo y diseñar un modelo para el estudio de sus
se inician al leer el título de la película. Y esos mecanismos se inician materiales, con las limitaciones de su experiencia previa de investi-
en el momento en el que reconocemos en todo título un mecanismo e
gación dentro de la universidad y fuera de ella) y con el corpus y la
básico de anclaje de elementos internos a la película y que inscnbi- bibliografia asequibles en el país.
mos en algún lugar de nuestro imaginario social, al asociarlo con la La guía de análisis puede utilizarse a lo largo del curso con el :fin
imagen del cartel publicitario, con la frase preliminar, con la caracte- de cumplir_ una o varias de las funciones siguientes:

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
.,
42 Cap. 1. De la teoría al análisis cinematográfico ••·¡ El análisis cinematográfico en el salón de clases 43
• Referencia para la presentación sistemática de categorías de argumentos ofrecidos para apoyar ese juicio, así como e) la asimilación
análisis provenientes de la teoría del cine, ejemplificadas en la de los conceptos básicos del lenguaje cinematográfico y de la teoría de
experiencia de ver películas determinadas. ., la comunicación, y en general, d) la presentación, la claridad argu-
• Guía para la elaboración de ejercicios de reconstrucc1on de la mentativa, la calidad de la redacción y la oportunidad de la entrega.
experiencia estética de haber visto una película. . . El perfil ideológico, estético y conceptual de los ejercicios también
• Modelo para el análisis, a partir del cual se puede realizar un eJer- suele ser con~extual en relación con el clima de trabajo de cada grupo,
cicio modular de investigación, explorando el empleo de una o por_lo que pnmero es necesario que el docente Jea todos los trabajos,
varias categorías. . , , y solo entonces -una vez determinados los criterios de evaluación
• Mapa para reconocer la bibliografia existente sobre teona yana- pertinentes a ese grupo, en cuanto a profundidad y extensión de los
lisis cinematográfico. , análisis- evaluar cada trabajo en particular.
• Sistema de referencias que permite reconocer a.cada categona La escritura del análisis es un ejercicio personal, por lo que debe
como un campo de investigación que podrá ser desarol~ po_r ser disfrutable aunque la película no se haya disfrutado igualmente.
el autor o por el lector de la guía durante el proyecto de investi- . El ejercicio pone en juego todo lo que la persona sabe (sobre co-
gación final (trimestral). municación, diseño, ciencias sociales y humanidades), todo lo que la
persona ha experimentado, y muy especialmente lo que está en su
En síntesis, la guía de análisis puede utilizarse com~ un mapa con- imaginación y en su memoria.
ceptual que cumple las funciones de orientar al ~sano en el mar_ d~ Durante la escritura, la pantalla es como un espejo donde se pro-
las referencias bibliográficas, de los conceptos teoncos, de las pos1b1- yecta, se reconoce y se recrea la propia identidad a través del ejerci-
lidades de investigación y de las categorías de análisis. La brújula que cio de la sensibilidad.
permite orientarse en este océano inferencial es de naturaleza estric- Escnbir sobre cine exige establecer diversos compromisos de ca-
tamente estética. rácter estético e ideológico, tomar partido y argumentar los juicios
Las principales estrategias de trabajo ~o largo del mód~lo son l~ de valor.
siguientes. Por parte del docente: explicac1on de las catego~ de a~­ ·· · La escritura y la reescritura del análisis presuponen correr el ries-
lisis ejemplificada con películas concretas como referencia mmed1a- go de apostar la propia identidarl Esto es así en la medida en que quien
ta. Por parte de los estudiantes: ejercicios individuales de análisis por escnbe un análisis h~ .::.;cidido poner en juego los agenciamientos de
escrito; reportes individuales de clase (includ~ la el~bor?ión de un su deseo ;i 4:: .... ves de los mecanismos de identificación con el punto
glosario); reseña de un libro relacionado con la m~estiac10n final del de v.ii)ca de la cámara, con el resto de la instancia narrativa y con par-
trimestre; elaboración del trabajo final como explorac1on personal de te de lo que la cámara muestra (personajes y situaciones).
un ámbito de la comunicación contemporánea, en el que se explora Lo que se apuesta (la propia sensibilidad, la experiencia y la me-
lúdicamente la combinación posible de categorías de la guía o el em- moria, es decir, la identidad como visión del mundo) está determina-
pleo de categorías estudiadas en el libro resñ~do. Por último, to~s do por un lapso (alrededor de dos horas de proyección) y por la aten-
participan en la entrega de un sumario del trabaJO final que cada qmen ción que se dedica a la película.
entrega a los demás integrantes del grupo, así como una copia del tra- El espectador espera obtener, como en toda apuesta, algo valioso
bajo completo al equipo que participará directamente en s~ réplica. a cambio de su tiempo y su atención, aunque también puede llegar a
La evaluación de los trabajos elaborados por los estudiantes es sentir que la experiencia significó una pérdida. Como en toda apues-
consistente con el presupuesto de que toda interpretación es válida ta, lo que el espectador llega a ganar puede tener un valor que no es
siempre que sea coherente con su contexto de pertinencia. El objeti- proporcional al tiempo dedicado a ver la película. En otras palabras,
vo general del análisis es hacer consciente y documentar este con- la experiencia de recepción cinematográfica puede llegar a enriquecer
texto (ideológico) de pertinencia. su imaginación a tal grado que se incorpore en su memoria y modifi-
Por tanto, la evaluación de cada interpretación distingue: a) la va- que algún aspecto de su visión del mundo. En ese momento el espec-
lidez relativa de todo juicio de apreciación; b) la pertinencia de los tador suele exclamar: "¡qué buena película!"

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
El análisis cinematográfico en el salón de clases 45
44
de ponerlos en evidencia y propiciar que éste los asuma los contex-
De qué estamos hablando: la naturaleza tualice y relativice, al confrontarlos con otras persctiv~ durante la
interdisciplinaria del modelo de análisis discusión en clase.
En este modelo se presupone que las ciencias de la comunicación Retórica. El análisis contribuye a ejercitar la argumentación escri-
ta, el debate oral, la formulación de preguntas durante la exposición
son todas las ciencias sociales y las humanidades, integradas y rela-
tivizadas al estudiar los procesos de construcción del sentido (B. Fay, del d~cen y la consiguiente discusión en grupo (o viceversa), Iaje-
rarqmzac1on de elementos reconocidos y la interpretación adoptada
1996). . . . individualmente.
A su vez, el módulo cond~sa todo lo relativo a los estudios de
, . Historia. El análisis contribuye a reconocer los diversos planos his-
comunicación, pues la naturaleza del cine permite articular lo refe-
toncos superpuestos en la interpretación: el contexto personal del es-
rente a las ciencias sociales y las humanidades, especialmente desde
pectador en el momento de ver la película y de hacer ese análisis· el
la perspectiva de la teoría literaria. Este módulo está centrado en el
proceso de comunicación que ocurre entre el espectador y todo aque- contexto de producción y de proyección de la película; el context¿ al
llo que le ofrece la pantalla. Ese proceso tiende a ser placentero y qu~ hace referencia la narración diegética; los elementos culturales
incorporados (música, arquitectura, vestuario, etc.).
siempre es productivo: el espectador ~o la espectadora)_ ~onste­
mente produce interpretaciones. Ir al eme es un acto estetica e ideo- P_sicología social. El análisis contribuye a asumir la dimensión po-
tencialmente multifrénica y paradójica de toda interpretación, como
lógicamente productivo (l. Breakwell y P. Hammond, 1990).
La tesis central del módulo consiste en sostener que el espectador subtexto que subyace a todo texto, y el cual suele ser reconocido du-
es el origen de todo el sentido, el núcleo del proceso de comunica- rante la proyección y después de ella.
.Estética de la recepción. El análisis contribuye a poner en evidencia el
ción, el inicio, el fin y el elemento más cre~tivo de la comunicación
h~nzote de _experie_ncia y ~l horizonte de expectativas del espectador,
(J. Mayne, 1993; R. Odin, 1.9~)-_ . . . . asi como su mconsc1ente cmematográfico (constituido por todas aque-
cada una de las áreas disc1plmanas de las ciencias sociales y las
humanidades tiene su articulación con las demás en la práctica del llas escenas que recuerda, aunque no pertenecen a ninguna película
análisis cinematográfico. En términos muy generales, la dimensión concreta, ! cuya ex_i~tnca ocurre sólo en la mente del espectador).
Prosaica. El anahs1s contribuye al reconocimiento de diversos ele-
disciplinaria del análisis se da en los términos siguientes:
mentos relativos a la sensibilidad expresada por los actores, es decir,
Psicoanálisis. El análisis contribuye a que el espectador "ponga en los elementos que es posible reconocer a través del empleo de los
códigos escénicos.
práctica el proceso que Lacan identificó como la clave para el cambio
Estudios culturales. El análisis contnbuye a la integración de todo
psicológico: reconocer los deseos y los gozos reprimidos, Y asumir la
lo anterior, especialmente en las dimensiones intertextual e ideoló-
responsabilidad por ellos y sus consecuencias" (M. Brach~'.196, 301). gica del an~lsi, y en la conclusión general del mismo, en la que se
Etnografia. El análisis contnbuye a lo~r una fa~nihd con hacen expbc1tos los compromisos éticos y estéticos del espectador.
lenguajes y otros elementos de la ~meni prosaica de diversas
culturas, próximas y distantes a la vida cotidiana de los espectadores
(proxémica, tónica, códigos sartorios, etc.). . . . ¿Para qué enseñar análisis cinematográfico?
Semiología. El análisis contribuye al reconocimiento de la mtegra- t
¡
ción de diversos códigos: narrativos, escénicos, cromáticos, sonoros,
.. Entre las respuestas a esta pregunta habría que incluir la posi-
musicales audiovisuales, estructurales, retóricos, genéricos, genoló-
?ilda~ de lograr, en el largo plazo, una situación profesional para la
gicos y otr'os, así como su respectiva interpretación y las posibilidades
u;,vestigaci?n y la docencia _cinematográfica similar a aquella de la que
y límites de la sobreinterpretación. ¡ g_ za, por ejemplo, el estud10 de la literatura. Esto es, un campo profe-
Sociología. El análisis contribuye a poner en práctica los referen-
sional en_ el_ que lleguen a existir múltiples libros de texto, profeso-
tes educativos de las comunidades interpretativas y los mercados sim-
res especializados en la materia, registro y aceptación institucional de
bólicos a los que simultáneamente pertenece el espectador, con el fin

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
46 Cap. 1. De la teoría al análisis cinemarográfico Bibliografía 47
proyectos de investigación, publicación y distribución de revistas Fay, Brian, A P~ilosphy ºf Social Sciences, Blackwell, Oxford, 1996.
académicas sobre cine, existencia de institutos de investigación Grant, Barry Ke1th (ed.), Fzlm Study in the Undergraduate Cuniculum MLA
Nueva York, 1983. • •
universitaria sobre cine, acervos en video completos y asequibles,
paquetes didácticos (videos subtitulados acompañados de textos Guattari, !"~lix, "El cine, el sicoa~ál y el imaginario social", en La Cultura
en M:xico, suplemento de Siempre!, núm. 1178, enero 21, México 1976
para su estudio), programas de intercambio académico, articulación p. 2-:>. Trad. de Jorge Ayala Blanco. ' '
entre la investigación académica y la producción de cine, etc. Porque Ma~e, Judi~, Cinema ~nd Spectatorship, Routledge, Londres, 1993.
el análisis (al menos éste, de naturaleza didáctica) extiende el placer Odm, Ro~er, For a Sermo-Pragmatics of Film", The Film Spectator. From Sign
de ver cine, al ser una manera de sistematizar aquello que cada to Mi~, Amste~arn University Press, Amsterdam, 1995, 213-226.
espectador ha aprendido al ver cine durante varios años, de modo Sadoff, D1anne y Wilham E. Cain (eds.), Teaching Contemporary Theory to Un-
similar a lo que ocurre en otras áreas de la enseñanza de la teoría dergraduates, MLA (Modern Languages Association) Nueva York 1994
en el espacio universitario (D. Sadoffy W. E. Cain, 1994). Stam, Robert et al., "The Gaze•, en New Vocabularies in,Film s - ~ R ·
Por todo lo expuesto hasta aquí resulta evidente que mi interés en ledge, Nueva York, 1992, p. 169-170. emzo , out-
la teoría del cine se relaciona con mi interés en otras clases de teoría
(filosofía de las ciencias sociales, teoría literaria, teoría de la comuni-
cación, teoría de la imagen, teoría semiótica), y que ese interés en el
análisis cinematográfico se relaciona con otras formas de análisis (psi-
coanálisis, análisis del discurso, análisis intertextual, análisis Sf?mió-
tico, análisis político, análisis literario).
La práctica del análisis en el salón de clases puede ser muy útil
para sistematizar la visión poco inocente dé espectadores exigentes,
pero también puede ser una experiencia gratificante para todo tipo de
espectadores.

Bibliografía
Bordwell, David, Making Meaning. Inference and Rhetoric in the lnterpretation
of Cinema, Harvard University Press, 1989. Hay traducción al español:
El significado del filme. Inferencia y retórica en la interpretación cinema-
tográfica, Paidós, Barcelona, 1995. Trad. de Josetxo Cerdán y Eduardo
Iriarte.
Bracher, Mark, Carta enviada a la revista profesional PMLA (Publications
of the Modern Language Association). Número dedicado a la Interdisci-
plinariedad. Sección de Perspectivas desde Campos Particulares (298-
311 ), MLA (Modero Language Association), Nueva York, Marzo, 1996,
p. 271-311.
Breakwell, Ian y Paul Hammond (eds.), Seeing in the Dark. A Compendium of
Cinemagoing, Serpent's Tail, Londres, 1990.
Corrigan, Timothy, A Short Guide to Writing About Film, Harper Collins, Nue-
va York, 1994.
Eco, Umberto, "Los paseos inferenciales•, en Lector in fabula, Lumen, Barce-
lona, 1981 (1989), p. 166-168. Trad. de Ricardo Pochtar.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
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·Explor~JQ;1i 1~J);!L ·
aer cln~é1fosj] 12 ~.qg'
¡--·

LA FICCIÓ N POSM ODER NA COMO


ESPAC IO FRON TERIZ O

-¿En París siempre tienen la respuesta verdadera?


-Nunca, pero están muy seguros de sus errores.
-¿Y vos? -dije con infantil impertinencia- ¿Nunca
cometéis errores?
-A menudo -respondi6-. Pero en lugar de concebir uno
solo. imagino muchos para no ser escl.a.vo de ninguno

Eco, El nombre de la rosa.


UMBER10
Lumen, Barcelona, 1982, 374

El término posmodernidad, emplea do para referirs e a ciertos pro-


"~ cesas cultura les del capitalismo tardío, empezó a ser objeto de estu-
. dios más o menos sistemá ticos en México a raíz de la traducc ión de
, . algunos trabajos teóricos importantes, como las antologías de Hal Fos-
~'- ter y de Josep Picó, lo cual coincidió con importa ntes reflexiones en
2: nuestra lengua, como las publicadas por la Revista de Critica Literaria
'.,Latinoamericana, en Lima. 1

1
Véase la bibliografía de esta obra.

49
PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
La ficción posmodem a como espacio fronterizo 51
50 Cap. 2. Exploraciones en la estética del cine posmodem o

Si bien entre los rasgos de la modernidad están su ubicuidad y la di- La polarización se agudizó en el periodo de entregu erras, cuando
ficultad para ser encerrada en una única definición por ser ella misma surgier on las vangua rdias y las formas de experim entació n formal
una crítica a la noción de coherencia, los debates surgidos en los años propias de la narrativa moderna: se fue reducie ndo la importancia del
ochenta -como han sido registrados en revistas como Vuelta, La Cultura argume nto y la voz narrativa, y cada vez contaro n más la estructu ra
en México, Universidad de México, Topodn1o y Casa del Tíempo- coinciden, los recurso s formales y los juegos con el lenguaje. Este es el caso d~
al parecer, en al menos un punto: la cultura mexicana contemporánea minima listas como Samuel Beckett, escritor es experim entales como
es posmoderna a pesar suyo, precisamente por estar al margen y a la vez James Joyce, y teóricos, cineastas y narrado res como Marguerite Du-
ras y Alain Robbe-Grillet.
inmersa en ese gran mercado que es la civilización de Occidente.
En estos debates se discute nuestra situación de margin alidad en En la década de l 960 surgió un cambio, una mirada irónica hacia
relación con una tendenc ia que, a su vez, es ancilar respect o a la mis- el pasado reciente, lo mismo en la ficción que en la crítica, la lingüís-
ma modernidad, al oponer se a ella y al mismo tiempo retoma r críti- tica, la filosofia, el psicoanálisis y el cine. Se inició entonce s un perio-
cament e sus elemen tos más característicos. do de transición, que aún no concluy e del todo y cuyos anteced entes
Sin embargo, hay un campo cultural que no ha sido suficientemente podrían encontr arse en narrado res tan diversos como Jorge Luis Bor-
reconocido en estos debates: la situación de la ficción experimental pos- ges, Vladimir Nabokov y Raymond Queneau, todos ellos notoriamen-
moderna en Europa y Estados Unidos de América, pues es ahí donde te pardój~cos y autorreflexivos en su escritura, y además espléndi-
puede apreciarse con mayor nitidez -por sus similitudes y diferencias- dos parodis tas de las formas del realism o decimo nónico y de 1a
crítica académica.
la especificidad de nuestra situación en el contexto internacional.
El punto de partida de estas notas es la pregunta: ¿qué es la cultu- _, Tambié n en esa década (1960) surgier on los nuevos cines euro-
ra posmoderna y cómo se manifiesta en la ficción contemporánea? peos, herede ros del neorrea lismo italiano de la posgue rra. Para los
Para alguien interesado en los procesos culturales, es importante re- directo res de la nueva ola frances a, el free cinema inglés y el nuevo
solver esta interrogante al menos por dos razones evidentes: la posmoder- cine alemán , en la palabra de Jean-Lu c Godard, "un movim iento de
nidad es el elemento que define a la actual cultura estadounidense y euro- cámara no es un problem a técnico, sino una decisión étican.J Al rom-
pea, y debido a la influencia de éstas en Hispanoamérica, sus rasgos deben per el efecto de transparencia, esto es, al hacer evident e la presenc ia
ser· estudiados con el fin de reconocer las diferencias y similitudes entre de la cámara con recurso s como el empleo del plano secuenc ia y el
aquella posmodernidad y nuestras propias contradicciones culturales. sonido directo, y al romper la linealidad narrativa y las convenciones
Antes de ofrecer una visión global sobre la ficción posmod erna en del realismo, las películas más originales producidas en esos años ini-
el cine y la literatura, convien e reconocer los princip ales anteced en- ciaron también una revalorización crítica de los géneros clásicos como
tes inmediatos de esa narrativ a, y las manifestaciones y ruptura s que el film noir, el melodr ama y el western, y los llevaro n a los lmtltes de
esta tradición ha tenido en Europa, Estados Unidos y el resto de His- su propia modernidad, en películas sin las cuales la posmodernidad
panoamérica. sería impensable como Hiroshima, mi amor (Alan Resnais, 1959), Dis~
paren sobre el pianista (Fran~ois Truffaut, 1960) y Blow Up (Michelan-
Tanto en Europa como en Estados Unidos la polariz ación entre
gelo Antonioni, 1966).
realism o y experim entació n se inició al cruzar la fronter a entre la
cultura agonizante de la vieja Europa y el nacimiento del nuevo siglo. En los años setenta , directo res como Bernard o Bertolucci, Jean·
Un escritor como Joseph Conrad puede simboli zar el cruce de esta Luc Godard y Marguerite Duras evolucionaron hacia formas abierta·
primera frontera moderna, por haber nacido en Polonia y, sin embar- mente metaficcionales, políticamente provocativas y semánticamen-
go, haber escrito toda su obra narrativ a en lengua inglesa, cruzand o te ambiguas, como Todo va bien (1972), El último tango en París (1973)
e India Song (1976).
así la línea de sombra que él mismo marcó entre muy distinta s tradi-
ciones lingüísticas y culturales. 2 En las primera s décadas del siglo, tambié n la narrativ a hispano-

Ler-
Cf. J. E. Monterde, E. Riambau y C. Torreiro, Los •nuevos ci!les' europeos, 1955-1970•
3
. 'o/- Daniel Bell: "El doble :vinculo de núm.
la modernidad•, en Las contradiccúmes culturales del
195, 1977, 45-167. na, Barcelona, 1987.
Cllpltlllisrno, Aliama Universidad, Madrid,

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
52 Cap. 2. Exploraciones en la estética del cine posmodemo La ficción posmodema como espacio fronterizo 53
lar, testim onial ,
amer icana se polarizó y cump lió una funci ón popu racte riza por subv ertir y prob lema tizar el pasad o al
retom ar dichas
a de escri tura se
como la litera tura realista. La reacc ión de esta form conv encio nes5 genéricas desde una distancia iróni ca y necesariamen-
se expe rimen tó con
dio en distintos mom entos y a parti r de enton ces te paradójica, pues a la ~ez retoma elem entos propi os de ellas y trans-
ea. Por difer entes
las técni cas prov enien tes de la vang uardi a europ so que grede las norm as narrativas, de acuer do con la lógic a mode rna.
darse un proce
razones, tamb ién en los años sesen ta comenzó a ista y La posmodernidad es un fenómeno cultu ral que atañe a Occiden-
ncias -real
culm inó con algunas obras en las que amba s tende a obra te, es decir, a Europa, Estados Unidos e Hisp anoa méric a, y que puede
en una mism
vang uardi sta- se prese ntarí an simu ltáne amen te o~serva co~ ~ayor claridad en la narra tiva (nove la, cuent o, cró-
:filoso fia la histor io!i?r afia la
de ficción.
ltáneamen- mca Y cine), s1 bien afecta tamb ién a la
Esto produjo al principio novelas que empleaban, simu música, la pintu ra y la arqui tectu ra. , ~ n m a t r e i C la posm odern idad
a la vez que reflexio-
te, la ironí a y refer encia s a la histo ria recie nte, tiene características distintas en cada país y en cada
región.
io. de piel (1967),
naba n sobre el proceso mism o de la escritura: Camb
üen- . _Según Jean-Francois Lyotard, en La posm odern idad (explicada a los
), de Jorge Ibarg
de Carlos Fuentes; Los relámpagos de agosto (1965 nmos ), la posm odern idad es la mani
6 festa ción de la crisis en la que
iel Garc ía Márq uez; El re-
goitia; Cien años de soledad (1967), de Gabr ), se e~cuntra lo~ grandes relatos de Occid ente, es decir , las grandes
r; de Manu el (1973
curso del método (1974), de Alejo Carpentie Libro
~xlica1ones r~c1onales de la realidad, como el marx ismo, el psico aná-
desnu da (1976 ), de Jorge Méxi-
de Julio Cortázar; Entre Marx y una muje r hs1s, el humanismo, la ciencia aristo télica , etc. Ello coinc ide en
Emilio Pacheco;
Enriq ue Adoum (1967); Morirás lejos (1967), de José co, con la crisis de legitimidad del discurso oficial y
del dis~uro lite-
Paso; Tres tristes ti.gres (1967),
Palinuro de México (1967), de Fema ndo del rario tradic ional .
nante (1969 ), de Rey- absoluto de la
de Guillermo Cabrera Infante, y El4 mund o aluci Para un mund o que ha dejado de creer en el pode r
naldo Arenas, entre much as otras. razó~ Y en la autonomía ~e las formas puras -ese ahisto ricism o al que
cambio que
En México, el cuen to registró el inicio de un notorio podríamos llama r mode rnida d-, la altern ativa aún no es clara y o-enera
ánea . La décad a de 1960 se
fue el prelu dio de la narra tiva conte mpor más pregu ntas de las que resue lve, pero es una form a de cue;t ionar
años por la escri tura de cuen - de
había caracterizado durante los primeros lo que hasta ahora se había consi derad o como natur al, como parte
cione s limít rofes y con una
tos intim istas, sobre perso najes en situa nues tros grand es mitos y de los ritos comp artid os cotid ianam ente.
este conte xto se publi caron,
evide nte tende ncia hacia la tragedia. En hum or En este contexto, ¿qué pode mos apren der de la litera
tura posmo-
tores con un senti do del a a nuest ro
a parti r de 1967, los cuen tos de escri , dern a Y espec ialme nte de aque llos relato s que dan form
oitia (La ley de Herod es, 1967) ra distinta de
muy refrescante, como Jorge Ibargüeng negra escepticismo, aquellos en los que se encu entra una lectu
José Agus tín (Cua1 es la onda ), Augu sto Mon terro so (La oveja histo ria recie nte
m de familia, 1971) y la domi nante en décad as anter iores sobre nues tra '
y demás fábulas, 1969), Rosario Castellanos (Álbu a la vez que inven ta un nuev o lengu aje litera rio?
1969) . En todos ellos hay ya ras- ra posm o-
Sergio Golwarz (Infundios ejemplares, Los elem entos comu nes a todas las form as de la cultu
ente a la ficció n posm oderna: una y de
gos que caracterizarían poste riorm de.~a s?n una problem~tizacón de la noció n de autor idad
icas y una in-
deliberada voluntad de parodiar las conv
ria.
encio nes genér
e
ongm alida d autora} susti tuida s por las de inter textu alida d,
ación entre el
citaci ón
cipiente preoc upac ión por la histo Y parod ia) Y un cuest ionam iento acerc a de la separ
os Unidos y
En todos estos casos, tanto en Europa como en Estad arte Yla vida: ~s decir, una prob lema tizac ión de la
separ ación entre
la ficció n cinem atogr áfica que en la la cultu ra pos-
en Hispanoamérica, lo mismo en el place r estetico y sus cons ecue ncias políticas. Para
rime ntaci ón se carac teriza ban por iples y provisio-
literaria, la mode rnida d y la expe En con- mode rna, "todas las difer encia s son siem pre múlt
encio nes gené ricas y socia les.
un recha zo frontal a las conv ra, nales". 7
nuac ión de esta tradic ión de ruptu
traste, y a la vez como una conti se ca-
propi a de la ficció n posm odern a,
la metaficción historiográfica,
ztieth Qmrur y Art Meth-
&Cf. Linda Hutche on, A Theory of Parody. The Tcachirigs ofTwer . '
XX. Una viSión ptDUll"ámica, FCE, men, Nueva York y Londre s, 1985.
• John Brushwood, La novela hispcmoarnericana del siglo da a los niños), Gedisa, Barcelona, 1987.
:J~n-Frai;os Lyotard, ~ }1081rnldemidad (e;qJlica
México, 1984. en, Nueva York y Londre s, 1988, p. 6.
Linda Hutcheon, A Pocttcs ofPosnwdemism, Methm

~¡ __ '.·
: ,,,¡ PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
54 Cap. 2. Exploraciones en la estética del cine posmodemo La ficción posmodema como espacio fronterizo 55

La formulación de los productos de la posmoderni dad resulta ne- tín Monsreal, Hugo Hiriart), la fábula (Augusto Monterroso ), las adi-
cesariamen te paradójica, pues esta es la única manera de reclamar vinanzas (Manuel Mejía Valera) y la crítica musical (Alain Derbez).
alguna autoridad epistemológ ica para escapar de y al mismo tiempo Por supuesto, en la mayor parte de estos cuentistas hay una pre-
reconocer aquello que estos productos cuestionan. Por ello, se trata de sencia simultánea, fronteriza, de las convencion es de esos géneros y
una cultura fronteriza: a la vez moderna y distanciada de la moder- su respectiva transgresión irónica, es decir, hay una escritura paródi-
nidad, a la vez dentro y fuera de las institucione s, a la vez respetando ca o autoirónica (Hiriart, Monterroso ) o un humor que permite jugar
y transgredien do las fronteras entre distintos géneros y entre la fic- co~ las convenciones lingüísticas o ideológicas dominantes (Pérez Cruz,
ción y la no ficción. Por todo ello, la ficción posmoderna es un espacio Lean, Taibo 11).
fronterizo. En la novela mexicana de esta década puede encontrarse una vi-
La ficción posmodem a se encuentra simultánea mente a ambos sión irónica de la historia remota o inmediata. La ironía de los cro-
lados de la frontera entre ficción y crónica (como en el cuento mexi- nistas contemporá neos (Carlos Monsiváis, Hermann Bellinghausen,
cano contemporáneo), entre ficción e historia (como en la novela his- Guadalupe Loaeza, José Joaquín Blanco) es similar a la de novelistas
e
panoameric ana actual), entre ficción y crítica como en los textos de como Gustavo Sáinz (Fantasmas aztecas, 1979; Muchacho en llamas,
teóricos como Roland Barthes y Jacques Derrida, o de escritores como 1987), Sergio Pitol (El desfile del amor, 1984), Fernando del Paso (No-
Donald Barthelme y John Barth), 8 entre ficción literaria y ficción ci- ticias del imperió, 1987) y Carlos Fuentes (Cristóbal Nonato, 1987). Por
nematográfica (como en El nombre de la rosa), entre ficción cinema- ello, no es casual que otra novela histórica de Carlos Fuentes (Gringo
tográfica y ficción televisiva (como en ¿Quién engañó a Roger Rabbit?), viejo, 1986) haya sido inmediatam ente adaptada al cine y que su his-
entre ficción y metaficción, y entre la ficción convencion al y su paro- toria transcurra, precisamen te, en la frontera entre Estados Unidos y
dia (como en la rnetaficción historiográfica l}ispanoamericana y en la México.
crónica mexicana actual). En todos los casos, lo que está en juego es la presencia del pasa-
Tomando una sola de estas fronteras y examinándo la con mayor do, pues la ficción posmoderna , como lo ha demostrado Linda Hut-
detenimient o podremos definir mejor la ficción posmoderna . El cuen- cheon en su reciente estudio A Poetics of Postmodemi sm (1988), es
to mexicano escrito por quienes empezaron a publicar en los últimos una problematiz ación de la historia y de su relación con el presente
10 años se caracteriza por su humor y por la presencia de distintas inrnediato. 10
formas de la parodia. 9 En la mayor parte de los casos, es una escritu- Novelas corno El nombre de la rosa en Italia, La amante del tenien-
ra que comparte elementos de al menos dos géneros literarios (distin- te francés en Inglaterra y La guaracha del macho Camacho en Puerto
tos en el caso de cada cuento particular), y en ese sentido es también Rico, y películas como Blade Runner y La rosa púrpura de El Cairo en
una escritura fronteriza. Además de la tensión estructural, la breve- Estados Unidos son ficciones en las que los autores parodian simul-
dad, el tratamiento cuidadoso del final, la construcció n primordial de táneament e las convencion es de las culturas elitista y popular, la
las situaciones y el ritmo de la escritura propios del cuento tradicio- retórica oficial y el lenguaje neutral de los medios de comunicación:
nal, estos relatos tienen claros elementos de otros géneros tradicional- de la novela policiaca a la ciencia-ficción, del melodrama a la música
mente alejados del cuento, como la crónica (Emiliano Pérez Cruz, Juan afroantillana. Todos ellos son best-sellers o éxitos de taquilla y, a la vez,
Villoro, Lorenzo León, Cristina Pacheco, Paco Ignacio Taibo 11), la vi- objeto de intenso estudio académico. 11
ñeta (Guillermo Samperio, Martha Cerda), el diario (Alejandro Rossi), En todas estas formas de ficción hay simultáneam ente una preocu-
las cartas (Bárbara Jacobs), la alegoría (Hernán Lara), el ensayo (Agus- pación por reflexionar sobre el presente a partir del pasado, y todas
ellas incluyen una reflexión sobre su propio discurso: en El nombre
8
Tan sólo en el caso de Roland Banhes basta leer su "Lección inaugural" (en El placer del 10
texto Y Lección inaugural, Siglo XXI, México, 1982), SIZ (Siglo XXI, México, 1980) o Rokmd Bar· .Ibid. (véase nota 6).
Sobre El nombre de la roso, cf. Renato Giovannoli (comp.), Estudios robre 'El nombre de la
11
thes (Kairós, Madrid, 1978) para comprobar la calidad literaria de su trabajo científico.
9
Cf. Lauro Zavala, "El humor y la ironía en el cuento mexicano contemporáneo •, en Po· ~·(Lumen, Barcelona, 1984); Nilda Guglielmi, El eco de la rO{lll y Borges (EUDEBA, Buenos
quet~: cuento (Lo ficción en M~o). Primer Encuentro de Investigadores del Cuento M~no, Uní· Aires, 1984); Theresa Coletti, Noming the Rose (Comell University Press, 1986), etc. Sobre Blade
Runner, e[., en nuestra lengua, la compilación publicada por Tusquets, Blade Runner, 1988.
'I
~¡ vers1dad Autónoma de Tlaxcala/Univer sidad Autónoma de Puebla, 1989.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
La ficción posmodema como espacio fronterizo 57
56 Cap. 2. Exploraciones en la estética del cine posmodemo
Lo que nos dicen las formas de ficción que podemos llamar posmo-
de la rosa a través de los diálogos entre Adso y Guillermo; en La aman-
derrias es que toda realidad es siempre una ficción, una construcció n
te del teniente francés en la alternancia del tiempo del relato con el de
deliberada de sentido, producto de las convencion es del lenguaje y de
la escritura; en Blade Runner en las frecuentes alusiones a la memo-
los géneros del discurso. En estas formas fronterizas y paradójicas
ria y a la importancia de las imágenes; en La rosa púrpura de El Cairo
de metaficción historiográfica, en esta revisión irónica y a veces paró-
en las alusiones al cine como ilusión espectacula r, y en La guaracha
dica del pasado, han sido eliminadas las ilusiones que habían sobrevi-
del macho Camacho en la letra misma de la canción y en sus intermi-
vido a la cultura moderna: las explicaciones totalizantes y la presencia
nables variaciones textuales, musicales y narrativas.
de sistemas éticos excluyentes y definitivos. En la ficción posmoderna
Hablar sobre el cine contempor áneo significa, por supuesto, ha-
no hay rechazo a estas convencion es, sino una problematiz ación de
blar de cine europeo y estadounid ense. En el cine europeo pueden
todas ellas a partir de la reflexión sistemática sobre la historia con-
encontrarse ejemplos fronterizos similares a los que hay en el cuen-
temporánea .
to y la novela hispanoame ricanos, es decir, ejemplos relevantes de
Por lo pronto, podría concluir estas notas señalando que en todas
metaficción historiográfica como El matrimonio de Maria Braun (JV. R.
esas formas de ficción, la frontera más importante es la que existe en-
Fassbinder), Y la nave va y Ensayo de orquesta (Federico Fellini), Toda
tre el autor y el lector o espectador. Puesto que se trata de una estética
una vida (Claude Lelouch), y El baile y Nos amábamos tanto (Ettore
aleatoria (del azar), el lector puede, ante esas ficciones, desplazarse
Scola). Estas alegorías históricas incluyen su propia reflexión sobre
el carácter espectacula r y deliberadam ente ficcional y autoreflexiv o
con mayor libertad del horizonte de expectativas canónicas de lo que e
se espera de una película o de un relato según la crítica autorizada)
del cine contemporá neo, en la frontera entre la metaficción y la his-
al horizonte de la experiencia (a lo que cada lector descubre de sí
toriografía. mismo en el proceso de ver o leer).
En cuanto al cine estadounide nse, se trata tal vez de la manifes-
La recepción del cine y la literatura, en este espació fronterizo don-
tación narrativa más característic a de la posmoderni dad, por su inte-
de creador y lector se confunden, puede convertirse en un acto pro-
gración de elementos retrospectiv os, especialme nte en relación con
ductivo, como una forma privilegiada de resistencia cultural y como
las décadas de 1950 y 1960, y por la recurrencia genérica al film noir
la última frontera que nos separa, provisionalmente, de un nuevo pa-
de la década de 1940 y la ciencia-ficc ión surgida durante la década
radigma ético y estético. ..
L
siguiente. En muchas de estas películas se registra, además de distin-
tos ritos fronterizos (ritos de paso), una violencia física que es sólo un
corolario de la violencia simbólica que sufren los mismos personajes.
Baste mencionar a Mad Max (western y ciencia ficción), Blue Velvet Bibliografia
(noir y psicoanálisis), Cuerpos ardientes (noir y erotismo), Después de
Bell, Daniel, Las contradicciones culturales del capitalismo, núm. 195, Alianza
hora (alegoría paranoica), Simplemente sangre (noir estilizado), Cuenta Universidad, Madrid, 1977.
conmigo (noir y memoria adolescente ) y Terminator (noir y ciencia- Casa del Tiempo, núm. 81, Universidad Autónoma Metropolitana, enero
fi.cción). de 1989. (Este número contiene un suplemento dedicado a la posmo-
En muchas de estas películas, además de transgredir las fronteras dernidad.)
genéricas se cruzan distintas fronteras psicológicas y culturales, como Descombes, Vincent, Lo mismo y lo otro. Cuarenta y cinco años de filosofia
ocurre en la espléndida Paris, Texas (JVim Wenders, 1984), donde el francesa. (1933-1978), Cátedra, Madrid, 1982.
director alemán logra integrar las alusiones a la cultura hispanoame - Foster, Hal (comp.), La posmodernidad, Kairós, Barcelona, 1985. 1
ricana (incluida la música mexicana) con la tradición europea y el Hassan, Ilhan, The Postmodern Tum. Essays in Postmodern Theory and Cultu-
sentido de la aventura de personajes muy próximos a un género es- re, Ohio University Press, 1987.
tadouniden se como el western. 12 Hutcheon, Linda, A Theory ofParody. The Teachings o{Twentieth Century Art, 1
Methuen, Nueva York y Londres, 1988.
12 Véase el brillante estudio sobre la obra cinematográfica de Wim Wenders anterior a
La Cultura en México, núm. 1276, 7 de septiembre de 1986. (Número dedicado
1980, realizado por Antonio Weinrichter, Wun Wenders, Ediciones JC, Madrid, 1981. a la posmodernidad.) 1

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
.'
58 Cap. 2. Exploraciones en la estética del cine posmoderno Elementos de la estética posmodema 59
La ¡ornada Semanal, núm. 70, enero 19, 1986. (Número dedicado a Ja posmo- permanente en el uso de los códigos. Lo clásico es propiamente tradi-
cional, mientras lo moderno, como ha señalado Octavio Paz, estable- f-
dernidad.)
Lara Zavala, Hemán (comp.), Novelistas sobre la novela, Cuadernos de Filo- ce una tradición de ruptura. 13
sofía y Letras, núm. 4, UNAM, México, 1985.
Lyotard, Jean-Fran¡;ois, La condición postmodema, Cátedra, Madrid, 1984.
_ , La posmodernidad (explicada a los niños), Gedisa, Barcelona, 1987.
La vida posmoderna es
Mari, Enrique (comp.), ¿Posmodernidad?, Biblos, Buenos Aires, 1984.
McHale, Brian, Postmodem Fiction, Methuen, Nueva York y Londres, 1987. una forma de mirar los textos
Paz, Octavio, Los hijos del limo. Del romanticismo a la vanguardia, Seix Barral,
Barcelona, 1974. La cultura posmoderna consiste en una yuxtaposición de elemen-
Picó, Josep (comp.), Modernidad y postmodernidad, Alianza Editorial, Madrid, tos que originalmente pertenecen a ambas tradiciones (clásica y mo-
1988. derna), y la existencia de este paradigma ha sido reconocida cuando
Revista de Critica Literaria Latinoamericana, año XV, núm. 29, Lima, ler. surge a la discusión la dimensión política de quien interpreta los tex-
semestre de 1989. (Número dedicado a la posmodernidad.) tos culturales, ya sea un lector, un espectador, un visitante, un escu-
Thiher, Allen, Worlds in Reflection. Modem Language Theory and Postmodem cha o un consumidor de signos de cualquier clase. La discusión sobre
Fiction, Chicago University Press, Chicago, 1984. las políticas de la interpretación se encuentra en la médula de las·dis-
Topodrilo, núm.3, UAM-Iztapalapa, 1988. (Número dedicado a la posmoder- cusiones sobre estética posmoderna. 14
nidad.) Aunque la cultura posmoderna consiste básicamente en una ma-
Waugh, Patricia, Metafiction. The Theory and Practique of Self-Conscious Fic-
nera de interpretar los textos de las tradiciones clásica y moderna, por
tion, Methuen, Nueva York y Londres, 1984.
Wilde, AJan, Horizons of Assent. Modemism, Postmodemism, and the Ironic razones estratégicas (con fines expositivos) en algunos casos es con-
Jmagination, University of Pennsylvania Press, 1987. veniente tomar la consecuencia por la causa, es decir, considerar la
existencia de algo que podernos llamar objetos (textos, narraciones)
de carácter posmoderno. Sin embargo, en todos los casos es necesario
ELEMENTOS DE LA ESTÉTICA recordar que, en términos estrictos, no hay textos posmodemos, sino
tan sólo interpretaciones posrnodernas de los textos. 15

POSMODERNA
La dimensión posmoderna de un texto o de una interpretación in-
En este apartado propongo reconocer una serie de elementos for- tertextual posmoderna consiste, precisamente, en la superposición de
males que permiten distinguir entre la estética clásica, moderna y elementos clásicos y anti-clásicos. Así, por ejemplo, es posible rese-
posmoderna. mantizar un texto clásico al asociarlo con otros textos modernos (o
Los elementos que señalo a continuación pertenecen a un terre- resemantizar un texto moderno al asociarlo con un texto clásico), pro-
no común a diversos campos de la producción simbólica, además de duciendo así una yuxtaposición que llamarnos posmodema a partir
la narrativa literaria. Este modelo puede ser utilizado en referencia
a la narrativa cinematográfica, el discurso sartoriano, la interacción
•3 Al eswdiar la poesía moderna, Octavio Paz sei\ala: •A pesar de la contradicción que
proxémica o los procesos de recepción cultural. Sin embargo, el inte- entraña, y a veces con plena conciencia de ella[... ¡, desde principios del siglo pasarlo se habla
rés en este caso consiste en utilizar ese sistema para el reconocimien· de la modernidad como una tradición y se piensa que la ruptura es la forma priVI1egiada del
cambio.• Los hijos del limo, Seíx Barral, Barcelona, 1974, p. 16.
to, en la sección siguiente, de los elementos distintivos del cuento 14 En su trabajo sobre las políticas de
la representación artística, Linda Hutcheon señala
clásico, moderno y posrnoderno. que[ ...¡ "fictíon and photography (are) the two art fonns whose histories are finnly rooted in
El sustento básico para esta argumentación consiste en la oposi- realist representation but which, since their reínterpretation in modem forrnalist terms, are
now in a position to confront both theír documentary and fonnalist impulses•. Cf. The Politics
ción entre los paradigmas de lo clásico y lo moderno. Desde esta pers- ofPostmodernism, Routledge, Londres, 1989, p. 7.
pectiva, la tradición clásica puede ser definida coma estable y depen- uNiall Lucy, en Postmodem Literary Theory. An Jntroducrion (Blackwell, Oxford, 1997),
adviene: •Criticísm's task is not to arrive at the 'correct' reading of a literay text, but to account
de de la intencionalidad del autor. La tradición moderna, en cambio, for the critica} differences between different readings oí individual texts which can be said to
se sustenta en el concepto de ruptura y está ligado a la recreación occur within those texts themselves• (p. 128).

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
1

i
61
60 Cap. 2. Exploraciones en la estética del cine posmodemo
Los textos posmodernos son producidos
de esta mirada asociativa. En este sentido, se puede afirmar que la por los intertextos
lectura posmoderna de un texto cultural es responsabilidad de las aso-
ciaciones intertextuales que el lector proyecta sobre ese texto. Es necesario reconocer en todo texto cultural la naturaleza de al-
Esta es una de las razones por las que ha sido necesario hablar de guno: elementos que permiten distinguir la especificidad de lo que
narraciones (o muestras de arquitectura, música o cualquier otra cla- podna ser lamdo,_resp~tivn textualidad clásica, moderna y
se de texto) paradigmáticamente posmodernas. Esa necesidad es par- posmoderna. A conttnuac10n senalo seis dimensiones comunes a es-
te de la herencia moderna, es decir, la necesidad de creer en los tex- tos .~ardigms est~ico, como otras tantas alegorías de la interpre-
tos o en los autores, en lugar de confiar en nuestros propios procesos tac1on: contextos, labenntos, representación, estructura, cronotopo
de interpretación y asociación, a partir de nuestra experiencia de lec- y suspenso. Aquí es conveniente señalar que los primeros tres son
tura y de nuestra memoria semiótica. 16 comunes a todas las manifestaciones estéticas, mientras que los últi-
De acuerdo con lo anterior, en lugar de textos posniodernos debe- mos tres son propios d~ las manifestaciones narrativas. En el siguien- :!
;,
riamos hablar sobre las formas posmodernas de mirar los textos. Sin te apartado me apoyare en este modelo con el fin de precisar los ele- .t

embargo, la producción de una mirada posmoderna no elimina el mentos distintivos del cuento clásico, moderno y posmoderno.
hecho de que también hay rasgos posmodernos en algunos textos, es En lo que sigue comentaré las características (7enerales de la tex-
decir, un alto grado de simultaneidades paradójicas en objetos espe- tualidad clásica, moderna y posmoderna en relacÍón con los seis ele-
cíficos, lo cual provoca, de manera más inmediata que en otros tex- mentos mencionados.
tos, que estos últimos sean leídos como posmodernos. Este es el caso,
por ejemplo, de los textos híbridos, de los textos metaficcionales o de Contextos. Con este término me refiero a lo relativo a las con- 1.'
los textos polifónicos. Pero pensar que todo texto metaficcional lubri-
• 1 diciones alternativas de reproducción, juego o incluso disolución de
do o polifónico es posmoderno seria confundir el efecto con la causa 1
códig?s específicos, y al papel de los elementos textuales, contextua-
el producto con el proceso. Es ahí donde se requiere una tipología de les e mtertextuales en los procesos de interpretación.
rasgos propios de una estética clásica, moderna y posmoderna. La ficción clásica se basa en la reproducción de códigos establecidos
A continuación señalaré algunos de los rasgos que una mirada de antemano, a los que podríamos denominar con la letra A. La ficción
posmoderna proyecta sobre los objetos que reconoce como tales, con moderna se basa en la suspensión o negación de estos códigos en una
el fin de precisar lo que se entiende por una mirada posmoderna. Esto operación a la que podríamos llamar -A (No A). Los textos pos~dern
es útil para seguir un orden estrictamente racional y lógico durante son a la vez clásicos y modernos, en lo que podríamos denominar una
la exposición, y también por razones didácticas. Entonces voy a pro- sumatoria _de elementos A y de elementos -A, es decir, L (L A, L -A),
poner un mapa conceptual que permitirá distinguir algunos rasgos donde el s1~0 L rep~nta una conjunción (sumatoria) de elementos.
distintivos de diversos textos culturales, en su calidad de artefactos Labenntos. Aqu1 se trata de reconocer la presencia o ausencia
semióticos. Se trata de características que permiten reconocer aquello de elementos específicos estudiados por la teoría semiótica de los
que Ornar Calabrese ha llamado, en otro contexto, la estética neobarro- laberintos, en la medida en que éstos pertenecen al emergente terre-
ca, 17 y que incluye gran parte de la actual lógica urbana, la estética no de la cartosemiótica. 18
audiovisual y la narrativa hispanoamericana contemporánea.
• ªi..:i teo~
1
cartosemiótica de los laberintos ha sido desarrollada, en el terreno de la re-
fl~xtón literana, por Umberto Eco. Por ejemplo, en la seccíón "Los laberintos• (383-386) conte·
niela en el ensayo "El Antíporfirio", íncluido en el volumen De los espejos y otros ensayos (Lu·
'"~ás aún, Gregory Ulmer sostíene que 'la teoría no. es sólo la más ínteresante de las :en, Barcelona, .1~8, ~58-36), so~en: "Hay tres tipos de laberinto. El laberinto clásico, el
fc:>rma~ literarias contemporáneas, sino que es la manera mejor adaptada para salir del callejón ~os, es unídíreccion'.11 [... ) El hilo de Ariadna no es síno el laberinto mismo [•.•) en dicho
~salid al que llegaron los movimíentos modernistas en las artes• (n. 8, p. 161). En ese sen- ~ento debe. ~r un Mmotauro para que el asunto tenga ínterés [...)El segundo tipo es el
ttdo, nuestra forma de leer todavía requíere encontrar ciertos rasgos en los textos, en lugar de en~ maruensta (d_onde) todos los recursos conducen a un punto, salvo uno, que conduce
con~. e~ la díversidad de aproximaciones realizadas por cada lector. Cf. Gregoty Ulmer, •La ~a sahda {· ..)El labennto ~el tercer tipo~ una red, en la que todo punto puede conectarse
poscr;i~a , en Hal Foster (comp.), La posmodernidad, Punto Sur, Buenos Aíres, pp. 125-163. n cualquier ono [... )Del nzoma se dan siempre y sólo descripciones locales• (pp. 383-385).
Ornar calabrese, La era neobarroca, Cátedra, Madrid, 1989 (1987).

'"' PEDAGOGIUM DIDÁCTICA


Elementos de la estética posmode ma 63
62 Cap. 2. Exploraciones en la estética del cine posmode mo

estrate gias de repres entaci ón de la realida d) a la creació n de reali-


20
La estética clásica es circular: está organizada alreded or del con- y
dades autorre ferenc iales, y de la oposic ión entre repres entaci ón
cepto de verdad . Por tanto, tiene un centro y sólo admite una única presen tación de textos con su propia lógica
antirre presen tación a la
interpr etación . Su paradig ma es la clásica histori a policiaca. La esté- de sentido . 21
tica moder na es manier ista o arbórea, y tiene la forma (alegórica) de
Estruc tura y desco nstruc ción. Aquí esta en juego el peso de la
un árbol, en el sentido de que admite, como ramific acione s del texto,
lógica sintagmática, paradig mática e itinera nte en la organi zación del ,.
más de una verdad y más de un centro epistém ico. Por tanto, es po- discurso.
., '
lisémic a por natural eza, con mucha s ramific acione s derivad as de un
esquem a básico. La estétic a posmo derna, por su parte, es rizomática, Gran parte de los proces os cultura les están estruct urados en se-
lo cual significa que en su interio r admite a la vez una lógica circula
r cuenci as narrati vas explícitas o implícitas. La narrati va clásica es un
y permit e la coexis tencia de más de una lógica arbóre a. Por ende, en proces o sintagm ático en más de un sentido , pues su historia (como
su
la estétic a posmo dema puede haber mucha s posible s interpr etacio- orden cronológico de accion es unidas por una lógica causal) y
textual que recibe el lector) coincid en de
nes de un mismo texto y cada una de ellas es verdad era en su contex
- discurso (la presen tación
la
to de enunci ación. maner a plena, es decir, en su interio r coincid en la organi zación y
22 Esto signifi ca que toda his-
expesi ción de los elemen tos del relato.
Repre sentac ión. Se trata de proble matiza r la relació n con los có- al
digos del realismo, el antirrealismo y la represe ntación en general. toria empiez a por el princip io y a partir de ahí avanza hasta llegar
reina. 23 En la narrati va moder na
final, como bien lo indicó Alicia a la
La estétic a clásica es mayor itariam ente meton ímica, es decir, s
presup one que es posible repres entar la realida d a través del em- la histori a es presen tada en el discurs o textual de maner as diversa I
cada una de las cuales altera el orden sintagm ático, de acuerd o con
pleo de conven ciones genéri cas (genológicas, archite xtuales ). La es- es
tética moder na es más bien metafó rica y tiende a poner en eviden
- las necesi dades específicas de cada texto. La ficción posmo derna
(secue ncial y metafó rica), y por tanto ningun a
cia los códigos que usamo s para repres entar la realida d. No es un ambas cosas a la vez
de ellas de maner a exclusi va, produc iendo lo que podría llamar se un
cuestio namien to directo de nuestr a posibil idad de repres entar, pero
;':

sí cuestio na la conven cionali dad de códigos específicos, en la medi-


,.._fr;_ tipo de ficción itinera nte, una ficción fronteriza. Su sentido es itine-
rante de un contex to a otro de interpr etación y su significación de-
~.·-

y
da en que éstos perten ecen a contex tos que preexi sten al lector
~.

pende del contex to produc ido por cada lector.


··1'.:.: -
que son necesa riamen te diferen tes del contex to de este último . La ~.i

estétic a posmo dema incluy e ambos objetivos -a la vez y/o- y, por ~


'.-t·:
~;".' Tiemp o y espaci o. En este contex to es crucial estudi ar la cons-
tanto, suspen de la suspen sión de incred ulidad , y con ella suspen de
*~(
trucció n discursiva del tiempo y el espacio en relació n con los niveles
diegéticos de significación.
tambié n la credíbi lidad de cualqu ier código particu lar cuya finali-
a La narrati va clásica es secuen cial, y tanto la lógica de la narra-
dad es repres entar la realida d de una maner a específica. La estétic o
'l
posmo dema lleva implíc ito un compr omiso polític o acerca de los ción como la constr ucción del espaci o son organi zadas de acuerd
límites conven cionale s de la repres entació n, y por ello tiene un sen-
1
j
a
tido profun damen te irónico. Lo que está en juego en la estétic
19
la verosimilitud de
Roland Barthes sostiene que el •efecto de lo real' es "el SUStrato de
20
de que el produc to estétic o se presen - en v. A., Polémica wbre
posmo dema es la posibilidad todas las obras corriente s de la modernid ad". Cf. •El efecto de lo reat•,
te como una realida d autóno ma frente a la realida d y frente a los el realismo, Tiempo Contemp oráneo, Buenos Aires, 1972, p. 155.
Este mecanism o se puede observar en la misma metaficción,
como será mostrado en el
intento s de repres entaci ón o cuestio namien to de la repres entació n.
11

diablo", de Julio Cortázar. La historia del arte moderno como una trans-
caso de "Las babas del
Se pasa así de la oposic ión entre realism o y antirre alismo (como esentació n (antifigur ativa) en la presentac ión (de carácter figura!) ha
f~rmaclón de la antirrepr Gilí,
Filiberto Menna en La opción analítica en el arte moderno (Gustavo
sido desarrollada por
Barcelon a, 1977).
y, por supuesto , teo- 22
La distinción literaria entre hi.sroire y discourse puede rastrearse
en Émile Benveníste y
. "Este es el núcleo del giro lingüístico en filosofia, ciencias sociales entre otros, por Gérard Genette en Figun:s m, a propósí-
na literaria. Al respecto, Richard Rorty seftala: • (...] el mundo no
nos proporci ona un criterio sus consecuencias han ~!do estu~.
es compara r o elegir to de Proust. Una porc1on del trabajo de Genette se ha traducido
al inglés como Narrative Dis-
para elegir entre metáfora s alternativas; lo único que podemos hacer Press, lthaca, Nueva York, 1980 (1973).
'hecho'". Cf. •r.a con- on Method, Comen U~versíty
i:ietáfor:as entre si, y no con algo situado más allá del lenguaje y llamado couru. An ~
Introduct ion and Notes
, 1991 (Cambrid- 1..eWJS Carroll, Through the Looking Glass, en The AnnotatedAlice.
23
tingenaa del lenguaje•, en Contingencia, ironía y solidaridad, Paidós, Barcelona ·
ge, 1988), p. 40. by Martin Gardner, Random House, Nueva York, 1998 (1960).

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
64 Cap. 2. Exploraciones en la estética del cine posmodemo 65
1 punto de vista de un observador particular y confiable, una Toda verdad es una ficción

n:
con e
es ecie de testigo con conocimiento . · d e causa. La narrativa moder-
está organizada alrededor de lo que Joseph Fra:ik l~amo
espacialización del tiempo, es decir, una forma subjuntiva de. re-
_
una Las distinciones entre estética clásica, moderna y posmoderna
son pertinentes para cualquier campo de los estudios culturales, como
nstruir cualquier experiencia humana. Esta forma de organ~ la etnoliteratura, la cultura popular y la teoría de la vida cotidiana. En
~tiempo introduce el concepto de simultaneidad en las estragi~ todas ellas es posible reconocer una dimensión narrativa, lo cual se-
narrativas. La narrativa posmoderna es resultado de lo ~ue po~n- ñala los alcances del modelo paradigmático expuesto, si bien estas
11 mar una textualízación del espacío, es decir, la ex1stn~a s1- ramificaciones de la narratología contemporánea más allá del ámbito
:~táea de diversas formas para la constitución de un urve~o de la narrativa literaria no constituyen el objeto de esta investigación. .,
· ginario que sólo puede ser creado en el contexto de la ficc10n En ese contexto general, en las fronteras entre los procesos socia-
i~a No se trata sólo de contar con una narración que parece les de significación y los procesos específicos de significación en la
misma. al' ·ones) narrativa (literaria o extraliteraria) es conveniente extender el em-
" mo si" fuera la realidad (gracias al re 1smo y sus convenc1 ,
;~mpoc de contar con una narración en la qu~ ~e hacen afirm~- ple~ del término ficción, de acuerdo con una perspectiva constructi-
. s metalingüísticas (como un rasgo caractenstico de la narratt- vista, para hacer referencia con este término a cualquier construcción
crn:oderna) 24 sino que a través de la lógica posmodema es posible de significación. Desde esta perspectiva, entonces, toda verdad es una
:ntar a la ~ez con estrategias que son en principio excluyentes ficción, en la medida en que es una construcción de sentido que re-
,J sulta pertinente en un conteAi:O de interpretación determinado. 25
entre sí. . 1 fu ·· 1 tu
A partir de esta definición resulta evidente que hoy día es un pri-
suspenso. En todos los casos está en Juego a nc1on Y ~ n~ . -
raleza de las epifanías y las estrategias de suspenso en la orgamzac1on vilegío del lector o espectador reconocer o proyectar la presencia de
estructural de la narrativa. · . los elementos señalados en este modelo sobre cada producto cultural.
La narrativa clásica, especialmente en el caso ~el ~uento litera- Ello significa que la interpretación de un texto como perteneciente a
rio, se apoya en la lógica de la epifanía. En otros term~?s, se trata un contexto clásico, moderno o posmoderno es aigo que depende casi
d una organización textual orientada hacia la revl~c1on final de exclusivamente de los lentes utilizados por el lector para leer el texto
e verdad social personal o epistémica. La narrativa moderna, de una manera específica. Por tanto, la última frontera de la investiga- . ¡,

un~o es el caso d~ Chéjov 0 Godard, en cambio, está estru~ad ción al estudiar los procesos contemporáneos de la lectura literaria
cor la noción de epifanías sucesivas, neutralizadas o sucesivas: La está enmarcada en la discusión sobre las posibilidades y los límites de
~rativ posmodema incluye, de manera p~radójic, ambos ti~o la interpretación y la sobreinterpretación de textos culturales.26
de estrategias, y lo logra gracias a lo que i:odna~s ~amr una logt Como parte del proceso de comprobación de estas hipótesis será
ca de epifanías textuales o intertextuales. Ahi las ep1faru~ e o su ausen- interesante traer a colación algunos ejemplos pertenecientes tanto a
cia) se convierten en epifanías narratoriales, en la medida en que s~ la tradición del canon occidental como a los contextos culturalmente
resencia es responsabilidad del lector o es~ctado, y su reconoc1- marginales, así como la crítica que han recibido en los últimos años.
p ·ento depende de las competencias, la enc1cloped1a de lectura Y el
:ntexto histórico de interpretación de cada lector en cada proceso
:!! Esta tesis tiene su origen en la epistemología constructivista, a su vez derivada de las
de lectura. propuestas de Gregcny Bateson, con imponantes consecuencias para la teoría literaria. Véase,
por ejemplo, Rolf Breuer: "La autorrefiexividad en la literatura ejemplificada en la trilogía
novelística de Samuel Beckett•, en Paul Watzlawick et al .. La realidad inventada. ¿Cómo sabemos
lo que creemos saber?, Gedisa, Barcelona, 1988 (1981 ), 121-138.
26 Esta discusión puede ser estudiada en el volumen colectivo Intt:1p1'etlU:ión y sobreinter-

pretación (Umberto Eco, Richard Rorty, Jonathan Culler, Christine Brooke-Rose), Cambridge
University Press, 1995 (1992). Ahí Umbeno Eco señala: "Si ya no existe linealidad temporal ~· r-
ordenada en cadenas causales, el efecto puede actuar sobre sus propias causas• (36), lo cual
24 Allen Thiher, Words in Reflecrion. Modem Languoge Theory and
PosnnOdem Fiction• The descnbe con precisión, por ejemplo, la naturaleza de los predecesores literarios creados por
University ofChicago Press, Londres, 1984. Borges.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
66 Cap. 2. Exploraciones en la estética del cine posmoderno ttica y estética en el cine posmodemo 67
Esto será en parte el objeto del análisis de textos metaficcionales que En las líneas que siguen propongo considerar la estética como el
se hará en otra parte de esta obra. estudio de la sensibilidad cotidiana, y la ética como el estudio del sis-
En el cuadro 2.1 se resumen las propuestas anteriores. tema de valores que determina la visión del mundo y el universo
significante. La articulación de ambas dimensiones ha sido una asig-
natura pendiente desde la creación de los textos canónicos de la tra- l.'
Cuadro 2.1. Estrategias estéticas. '
dición clásica.
Clásicas Modernas Posmodernas
A -A (No A) L,(l:A,:E-A)
Tendencias estéticas en
Circular Arbóreo Rizomático la cultura posmoderna
Metonímico Metafórico Itinerante
Desde el inicio de la tradición académica en el estudio de la pro-
Realismo Antirrealismo Realidades ducción simbólica posmoderna se ha reconocido una diferencia clara
Representación Antirrepresenta ción Presentación entre dos tendencias bien definidas. Entiendo por tendencia el resul-
tado de un conjunto de manifestaciones que se orientan en un mismo
Secuencial Espacialización del Textualización del
sentido. Por ejemplo, Ihab Hassan propone (en 1987) distinguir entre
tiempo espacio
la escritura literaria tendente a la indeterminació n y la tendente a la
Epifanía Epifanías sucesivas Epifanías intertextuales inmanencia. Por su parte, Pauline Marie Rosenau parece retomar esta
o implícitas distinción (en 1991) y reconoce en la práctica de las ciencias sociales
la presencia de las tendencias a las que llama moderada y radical. Cada
una de ellas corresponde, respectivamen te, a una radicalización de
ÉTICA Y ESTÉTICA EN la experimentaci ón propia de la modernidad, o bien a una reformula-
EL CINE POSMODER NO ción irónica (recombinació n y recontextualiz ación reflexiva) de las
tradiciones clásica y moderna. Esta última tendencia, que es una re-
A partir del diseño de un modelo axial, en este apartado propongo lativización de las innovaciones de la modernidad, es propiamente
la existencia de un paralelismo entre la dimensión estética del cuen- posmoderna y tiene un carácter propositivo.
to y del cine posmodernos, así como una correlación entre las di-
mensiones ética y estética en el cine contemporáne o.
En lo que sigue considero como posmodema toda narrativa en Tendencias estéticas en
cuento y cine (Y otras formas narrativas, como el cortometraje, la el cine contemporá neo
novela y la minificción) caracterizada por una serie de estrategias
neobarrocas, como su naturaleza proteica, la intensificación de la me- El cine sigue siendo ese espacio de la narrativa contemporáne a
taficción y la ironía inestable, la fragmentación hipotáctica (donde el que tiene más espectadores que los lectores que alcanza la narrativa
fragmento desplaza a la totalidad) y la recombinación irónica de di- literaria y que, sin embargo, en México sólo recibe la atención crítica
versas tradiciones discursivas. de quienes colaboran en la prensa cotidiana y en los suplementos
La presencia de estos elementos es tan intensa en la cultura con- semanales, pues aún no existe en el país un espacio de investigación
temporánea que además de la existencia de textos posmodernos tam- estrictamente académico.
bién se puede hablar ya de lecturas posmodernas de textos, es decir, En lo que sigue propongo una estrategia para aproximarse al cine
de la presencia aislada de estos elementos en textos provenientes de posmoderno a partir de un modelo axial para el estudio de sus dimen-
los contextos históricos más diversos. siones ética y estética. La proues~a central de este modelo consis-

i'
~,
.. iJ
PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
69
68 Cap. 2. Exploraciones en la estética del cine posmodemo
co (en el plano Cuad ro 2.2. Ética y estética en e] cine posmoderno.
te en recon ocer que el cine posm odern o es neobarro
viole nto (en el plano ético). A pesar Ética propo sitiva
estético) y lúdico y en ocasi ones
distin ción elem ental y racio nalis ta,
de la apare nte obvie dad de esta
entre el proy ecto estéti co y el sus- M. Novaro
poco se ha estud iado la cone xión
trato ético en el cine conte mpor áneo .
es como in- W. Allen
El descu brim iento de la exist encia de los espec tador
encia entre si empi eza a lleva r hacia
divid uos con una radic al difer B. Cortés
de estos térm inos (ético y estéti co).
una polarización en cada uno n en
la existe ncia de una doble polar izació
A conti nuac ión plant eo S. SpieJberg A. GonzáJez Iñárri tu
ncia a la ma-
el cine conte mpor áneo . Por una parte exist e una tende
te inter textu al)
nifes tació n de una estética itinerante (deli berad amen W. Wenders
existe una ten-
acom paña da por una ética prapositiva. Y por otra parte Estét ica laber íntica Estét ica hiper viole nta
e indif erent e)
denc ia a la estilización de la violencia ( dehb erada ment P. Almodóvar
acom paña da por una agen da de escepticismo radical. O. Stone
sitiva, adop-
La prim era tende ncia, que llamo posm odem idad propo
io relati vism o,
ta una lógic a conte xtual y lleva a relat iviza r su prop P. Greenaway
ideológica en
dejando la responsabilidad últim a de la inter preta ción
espectadores.
las mano s (o más exact amen te, en la mirad a) de los D. Lynch
ogización la-
Enseguida señalo sus características formales: mitol
mirad a (en lugar
berín tica (arbó rea o rizomática); sensu alida d de la A. Ripstein
ranci a inter tex-
de la fragm entac ión del tiemp o y del cuerp o) e itine
los direc tores
tual (otro nomb re para la hibridación genérica). Entre Q, Turantino
Allen, Wim Wen-
que hace n un cine como éste se encu entra n Woody
Ética escép tica
ders, Pedro .Alrnodóvar, Bigas Luna y Maria Novara.
idad escéptica,
La segu nda tende ncia, que he llama do posm odern
Rasgos distintivos de posmodernidad propositiva en el
cine
hiper bólic a (que
tiene las carac teríst icas siguientes: mons truos idad (arbó rea o rizomática)/
(crueldad indife- contemporáneo: mitoJogización laberíntica
gene ra asimetrias estructurales); violencia estilizada sensualidad de la mirad a (en lugar de la fragm entac ión del
s arrítmicas).
rente ) y parataxis paran oica (con sucesivas digresione cuerp o)/itinerancia intert extua l (lu"bridació n genér ica)
adoptan un
Las películas que están enma rcada s en esta tende ncia
as ocasi ones el
tono radical, a la vez viole nto y distanciado. En much lidad Rasgos distn~o de .Pº~ida escéptica en el cine contemporáneo:
respo nsabi
ritmo del mont aje es espasmódico y deja un vacío de to- ~ons1 h1petbobca (que gener a asimetrías estruc turale s)/
grupo de direc
imposible de llena r por parte del espectador. A este y · ':olen.c1a estih~ad (crueldad indife rente )/para taxis paranoica (y
Olive r Stone Ar-
res perte nece n Quen tin Taran tino, David Lynch, d1gres1ones arntn ncas)
turo Ripstein.
pelíc ulas que
Es neces ario seña lar que existe un terce r grup o de
n Peter Greenaway,
oscilan entre amba s tendencias, y a él perte nece
s (cuad ro 2.2).
los herm anos Coen, Martín Scorsese y Busi Corté


PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
70 Ética y estética en el cine posmodemo 71
Articulación de ética y estética una ética escéptica. En el primer caso hay similitudes entre el cine de
en la narrativa contemporánea Marya Novara y las crónicas breves de Juan Villoro, y en el segundo
caso, entre el cine de Quentin Tarantino y la narrativa de Jorge Volpi
La idea central de estas notas consiste en sostener que a cada una y los demás miembros del crack.
de las tendencias estéticas señaladas le corresponde como palimpses- Los casos anómalos son, por ejemplo, la narrativa de Augusto Mon-
to una dimensión ética reconocible a partir de sus huellas textuales. terroso, a la vez escéptica y laberintica, y el cine de González Iñárritu
Más como una invitación a la discusión, y como una prueba de (Amores perros), a la vez propositiva e hiperviolenta. Quizá sea este
Rorschach para cada lectura, veamos a continuación una posible sín- estado de excepción lo que permite reconocer algunas de las estrate-
tesis de lo expuesto hasta aquí y las posibles ubicaciones simbólicas gias paradójicas que caracterizan a la cultura urbana contemporánea.
de una docena de directores contemporáneos, así como de algunos (y Se ha dicho que es más frecuente encontrar la existencia de mi-
algunas) cuentistas y diversas antologías de cuento mexicano e his- radas posmodernas dirigídas a los teJ..'tos que encontrar textos propia-
panoamericano. mente posmodernos. Es ahí donde el enmarcamiento determina la
Las tendencias estéticas señaladas podrían ser llamadas, respecti- interyretación y la narrativa contemporánea tiende a proponer un
vamente, la tendencia hiperoiolenta y la tendencia laberíntica. La prime- marco propio para su posible lectura.
ra es de naturaleza hiperrealista, romántica y epifánica. La segunda, El estudio de -la posible articulación entre las dimensiones ética
por su parte, reelabora temas, arquetipos y paradojas del film noir. La y estética en la cultura contemporánea es un terreno que merece ser
pertenencia a los géneros tradicionales es irrelevante, por sí sola, para cartografiado de diversas maneras, precisamente a partir de la pers-
que una película pertenezca a una u otra tendencia ética o estética. pectiva adoptada por cada lector de cuentos y por cada espectador
A partir de esta cartografia provisional de la producción cinema- de cine.
tográfica contemporánea es posíble reconocer el lugar que ocupa cada
uno de los directores activos en este momento y cada uno de sus res-
pectivos proyectos cinematográficos. Bibliografia
Esta correlación de las dimensiones ética y estética permite esta-
blecer también la existencia de una sensibilidad en la producción y la Bauman, Zygmunt, Life in Fragments. Essays in Postmodem Morality, Black-
recepción contemporáneas, así como la existencia de textos apócri- well, Oxford University Press, Oxford, 1995.
fos o heterodoxos, precisamente por su apego a las fórmulas del cine Hassan, Ihab, The Postmodem Tum. Essays in Postmodern Theory and Culture,
clásico sin resabios de la modernidad vanguardista. Ohio State University Press, Columbus, 1987.
Este último es el caso de las tendencias que podrían llamarse pro- Rosenau, Pauline Marie, Post-Modernism and the Social Sciences. Insights, In-
positiva hiperviolenta (como las series Mad Max o Duro de Matar) y roads, and Intrusions, Princeton University Press, Princeton, 1992.
escéptica laberíntica (como las series Tenninator, Alíen o Volver al Fu.-
turo). El espacio privilegíado para este cine es la narrativa de aventu-
ras, el cine fantástico y la ciencia-ficción, como el caso respectivo de
¡ Mission: Impossible, The Matrix o Being John Malcovich.
¡-
También en este contexto encontramos un grupo de películas que
:~
:i oscilan entre esos extremos, como es el caso de la serie Indiana Jones,
de Steven Spielberg. A partir de esta propuesta sería posible estudiar
':¡
:,
la producción cinematográfica contemporánea.
De manera tal vez previsible, puede observarse en ambos casos
una tendencia a la proximidad entre una estética propositiva y una
ética laberíntica, por una parte, y entre una estética hiperviolenta y

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
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~-,:·J ~-ID·r. ·s,utur-a .y eJ


·~, ·iStefoa'~·ds .·-. ~-
. .miradas
. . - .. ,. . y',... ·,-:' e~:-.

EL HUM OR EN EL CINE MEXICANO

Un terren o por cartog rafiar

El humor ha ocupado un lugar destacado en el cine mexicano, y


llegó a caracterizar de maner a predom inante la producción cinemato-
gráfica de las décadas de 1940 y 1990, separadas por medio siglo. Sin
embargo, en cada uno de estos mome ntos las intenciones, personajes
e ideologías en estas películas son muy distintos entre sí, pues se ha
pasado de un humor distintivo de la cultura popula r a una autoironía
específica de la clase media.
Duran te la llamad a Época de Oro del cine mexic ano, es decir,
durant e la década de 1940, sobresalieron en el gusto popula r las pe-
lículas protag onizad as por Cantin flas, Piporr o, Resort es, Tin Tan,
Joaquín Pardavé y otros muchos. Duran te ese periodo, algunas de las
participaciones de estos cómicos son dignas de atención, en gran me-
f
,.
li

dida debido al ingenio verbal que las caracteriza. Esto es evidente en


momen tos característicos, como el monólogo de Mario Moreno Can-
tinflas ante la corte en la secuen cia final de Ahí está el detalle (Gilber
to
Martmez Solares, 1940) hasta los monól ogos igualm ente improv isa-
dos de Germá n Valdés Tin Tan en El rey dt?l barrio (Juan Bustillo
Oro, 1949). En éstas y las otras películas cómicas de este periodo se

73
PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
74 Cap. 3. Humor, sutura y el sistema de miradas El humor en el cine mexicano 75
muestra el sentido del humor de las clases populares, precisamente (. . )!ª pro~ución
se vistió de prestigios literarios, se consiguió recono-
en el momento de mayor crecimiento de la Ciudad de México, sin cun~eto se construyeron los estudios más grandes de
mt~acionl,
olvidar la presencia de una nostalgia porfiriana, como en las pelícu- Amenca Latma, se realizaron las primeras películas en color y entre
las dirigidas y actuadas por Joaquín Pardavé, desde El baisano Jalil la ~ta producción pudieron resaltar las personalidades de los dtrectores
(1942) hasta El barchante Naguib (1945). mas destacados, y de algunas figuras capaces de influir en la temática de
las películas (M. Viñas, 1987: 104).
Por otra parte, la atención que ha recibido el cine mexicano du-
rante los últimos años se inició con el estreno de So1o con tu pareja
(Alfonso Cuarón, 1991 ), donde se ponen en juego distintos tipos de una i::,n r_elación. con las comedias, durante este periodo se logró que
autoironía característica de la clase media urbana. En el resto de la los co?11cos tu:ierai: el control total de sus películas, la presencia de
década de 1990 hay numerosas películas con esta clase de ironía, como pa:odias y la p1card1a relacionada con el erotismo y el musical, ade-
en el pastiche policiaco Dos crimenes (Roberto Sneider, 1993); en la mas de proponer nuevas variantes para las comedias rancheras y de
ácida comedia sobre el matrimonio de Cilantro y perejil (Rafael Mon- nostalgia porfiriana. ·
tero, 1995); en la farsa feminista Entre Pancho Villa y una mujer des- Además de c:intinflas, e:i este periodo hay que señalar la impor-
nuda (Sabina Berman e Isabelle Tardan, 1995); en la censurada cróni- tancia d: las pehculas de anoranza porfiriana de Joaquín Pardavé,
ca de la corrupción política de La ley de Herodes (Luis Estrada, 1998); acampanado por la notable presencia de Mapy Cortés y las comedias
en la incisiva comedia urbana Todo el poder (Femando Sariñana, 1999), ra~ches s d z i n o g a t ~ r p por Jorge Negrete. Sin embargo, es al con-
y en la imitada Sexo, pudor y lágrimas (Antonio Serrano, 1998), que clmr este penado, es decir, en la segunda mitad de la década cuando
ha merecido ya una popular versión brasileña, Sexo, amor y traición surge un comediante con una de las carreras más consta~e en la
(Jorge Fernando, 2003). ~istora del cine mexicano, Tín Tan, quien llegó a participar en 97 pe-
Sin embargo, a pesar del interés que tiené el estudio de estas ma- hculas en un lapso de 30 años. No es casual que esta década se inicie
nifestaciones culturales, hasta la fecha, la presencia ubicua de la co- con Cantinflas en Ahí está el detalle (1940) y concluya con Tín Tan en
media y el humor en la historia del cine mexicano sólo ha sido objeto El rey del barrio (1949).
de .estudios monográficos o de aproximaciones valorativas por par- . En las déca_das siguientes encontramos otros comediantes impor-
te de los criticas. En particular, llama la atención el interés que ha tantes. En la _dec~a ~ 1960 es necesario señalar la presencia desta-
despertado la figura de Cantinflas entre los estudiosos del extranjero. cada del galan s1mpatico que representó Mauricio Garcés y en la
Sin embargo, el estudio del humor y la comedia en el cine mexicano sigu_iente década, las formas de humor aparentemente ing~uo de
todavía está lejos de ser agotado. 2':1!1na El~na.Vesco, la India Maria, quien después de haber sido pa-
En este trabajo se señala la naturaleza de los principales recursos tíño. de cozmcos_ notab_les como ~alio, Medel, Mantequilla y Resortes,
cinematográficos que están en juego en algunas de las secuencias llego a protagomzar e mcluso a duigir una serie de notables comedias
paradigmáticas de las películas estudiadas, con el fin de mostrar las e~ las q~e, como señala el crítico Rafael Aviña, "retrata el último esca-
diferencias estilísticas que es posible observar en ambos momentos, lan social de un país racista divídido en castas y es una metáfora de
y que son paralelos a las transformaciones que ha tenido la cultura l~ masas de desposeídos y pisoteados que su personaje intenta dig-
urbana en México en la segunda mitad del siglo xx. nificar" (R. Aviña, 2004, 149).
. Así, lega~os a la década d~ 1990, en la que hay una multiplica-
ción de comed1as, todas ellas ubicadas en el espacio de la clase media.
Del ingenio popular a la Esta tradi~ón se inicia claramente con So1o con tu pareja, donde el
7, .·.autoironía clasemediera tema del sida es sólo un telón de fondo para proponer una comedia en
. : '•
la q~e se propone un ritmo distinto al del resto de la historia del cine
·."_I';~:/,

~ª7'C}as historias del cine mexicano se ha señalado el periodo com- mexicano.


}J~o entre 1940 y 1945 como la Época de Oro. Moisés Viñas se- Se trata de un cine con un lenguaje cinematográfico que el crítico
.. ?'·;~que durante este periodo Francisco Sánchez considera que es "ágil, divertido, ingenioso y mo-
,,

\ PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
l
El humor en el cine mexicano 77
l
.~

76 Cap. 3. Humor. sutura y el sistema de miradas .


. or ser inevitablemente yuppie, es decir, concentrarse exclusivamente en el tono de las comedias clasemedie-
demo", pero que termma p o de elículas empieza con So1o ras, pues en todas ellas hay una fuerte erosión de la figura del macho,
ligero (F. Sánchez 2002, 228{- Est~a ~ad c~n Todo el poder (1999). y en general es el hombre el que siempre sale peor parado, desde la
con tu pareja (1 ~91) ~ ~oc uy:e han propiciado la producción de estas situación inicial hasta el cierre epifánico de estas comedias.
Las diferenClas h~tonc_:i qdas por los mismos historiadores de cine. En el terreno de las reglas genológicas, la tradición en la que se inscri-
formas de cine han sido se~ a l mente un asunto de carácter formal, '· ben todos los protagonistas es siempre la picaresca de un antihéroe prota-
Lo que quiero_mst~ aqm :1s :~\eo de cada uno de los recursos esti- gonista masculino, hasta el grado de que el crítico Jorge Ayala Blanco, en
es decir, las diferencias en . ~es resulta evidente que estas formas su canónica Aventura del cine mexicano del año 1968 prefiere, en lugar de
lísticos de e~tas roi:nas de ficm~! hoy día, como puede comprobarse al tratar sobre todos estos cómicos, simplemente estudiar al pícaro más carac-
de humor siguen siendo e ecti ¡· las (de ambas décadas) en la carte- terístico de los años cuarenta, completamente alejado de la comedia, que es
ver la presencia de todas_ est~ pe icu ciales de producción de copias el protagonista de La vida inútil de Pito Pérez (Miguel Contreras, 1943).
0
lera televisiva, en lo~ _ciruto~ :1~dbieno por parte de los espec- La lógica genérica en los años noventa es resultado, como también
1 en la atencion que sigue . ocurre en la literatura, de la fusión de la comedia tradicional con
caseras, J d" de la cultura popular en el pa1s.
tadores y de los estu iosos géneros o modalidades genéricas tradicionales (melodrama fami-
liar, tragedia noir, alegoría política y resabios del intimismo caracte-
rístico de la modernidad de mediados de siglo).
Un programa para estudiar Por su parte, es en la comedia clásica cuando se practican diversos
los recursos formales juegos del lenguaje, llegando a la hiperbolización de recursos como la ji-
. - al ontinuación son muy evidentes al tanjáfora o la mera ambigüedad semántica (especialmente en el caso de
Las diferencias que sen, o a c s corresponden a la mitad de Cantinflas, que llega a abusar de este recurso, gracias al cual, sin embargo,
ver cualquiera de ~sta pehcu~matográfi, y coincide con el logra salirse con la suya y reivindicar su situación como subalterno). En la
l~s historias del mJSI~O len~oÍó!rcs disponibles en cada momento. comedia yuppie, en cambio, hay ausencia de juegos de palabras, y éstos
desarrollo de los medios teltac m·;eresante detenerse un momento a son sustituidos por neologismos irónicos y el recurso al humor de lo no
. emb argo , puede resu r
Sm . . hacerlas explícitas en cada caso. dicho, llegando a usar términos familiares en contextos inéditos, o incluso
observar estas d1ferencias y den ser explorados en cada caso, a pronunciar palabras poco usuales en circunstancias cotidianas.
~os terrenos que creo ~:ecimos acerca de la evolución de Un ejemplo de lo anterior ocurre en la secuencia inicial de Se:xo,
precisamente por lo q~e P . al son los relativos a la naturaleza pudor y lágrimas, donde la esposa, que trae puesto un minivestido, se
los espectadores. d~l eme n¿c1~od las funciones que se le asignan agacha para recoger algo. En ese momento, mira a su esposo y pre-
genérica y genologica de ca . p del h~mor cinestésico (no verbal), los gunta: •¿Qué me ves?" A lo que él responde: "¡El culo!"
al humor verbal, las ~straef de la uesta en escena, la edición del Al mostrarse la felicidad de la reacción de la mujer por haber des-
componentes del estilo v15u. Y., d~l material narrativo, la presen- pertado el entusiasmo del esposo, se crea una inevitable complicidad
sonido y la imagen, la orgamzacionuesto las dimensiones estética e por parte de los espectadores, sustancial para sostener el resto de
cia de interxuald~ y, Xº~ s:plo ant~rio (y no solamente de los - la narración sobre la vida clasemediera en un sector específico de la
ideológica que se denvan e ~ o Ciudad de México.
meros contenidos en cada pe::~ue en los años cuarenta todos los
No es nigu_~ sorpresa ~u ados por hombres, mientras que las
papeles protagomcos se~ ~ de comparsas (como era el caso de Estilo visual y organización narrativa
mujeres eran relegadas . pa~ importantes en otros géneros como
Vitola, Mapy Co1:és o ~ctres Dn lores del Río"· En el contexto de los En la comedia mexicana de los años cuarenta es evidente la im-
. . p· al Rosita Qumtana o o 1 • . •• ' portancia del humor corporal, pues llega a ser el recurso dominan-
811vta m ' b' 1 ujeres son los agentes de la tromzac1on
1
años noventa, e~ cam º• ul~ m Tal vez esto ha sido dejado de lado al '· te, además de los requiebros con el lenguaje. Un caso evidente es el
de los protagomstas mase mas. .

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
i
J

78 Cap. 3. Humor, sutura y el sistema de miradas El humor en el cine mexicano 79


baile final en El gran Makakikus, una de las obras más apreciadas de bio: la anécdot~ es sustancia para dar fonna a la ideología global de la
Joaquín Pardavé. En contraste, la comedia clasemediera de los años pehcula; la anecdota es ya un chiste en sí misma.
noventa es de naturaleza más relacional, es decir, depende de la situa- Esto último está ligado al programa narrativo , contenido en l a
1 ·- t 1 .
ción que guardan los personajes entre sí, lo cual pone en juego formas ·Í re ac10n en re a primera secuencia y la última. En Jos años cuarenta
bastante complejas de puesta en escena. Esta estrategia lleva a mos- parece s~r un programa un tanto arbitrario, debido a que los sketches
trar imágenes paralelas entre los personajes o los grupos de persona- predormnan sobre la estructura narrativa, adquiriendo total a u t ono-
- 1 ·-
jes, precisamente con el fin de hacer evidente la existencia de deter- m1a en re ac10n con e1avance de la economía narrativa . En el cine ·
á · h
minados contrastes irónicos. m s rec~nt ay un regreso a la economía del relato clásico Jo cual
Estos contrastes irónicos son distintos en cada caso: son los con- proporc10na una mayor consistencia narrativa. '
trastes deliberados entre hombres y mujeres en Sexo, pudor y lágrimas;
los contrastes entre quien sabe y quien ignora la verdad acerca de la
infección en So1o con tu pareja; los contrastes entre la vida cotidiana Algunas conclusione s de carácter
y la situación de excepción que consiste en lograr una revancha social estétjco e ideológico
en Todo el poder, o el contraste entre la situación aparentemente idén-
tica entre la llegada del nuevo alcalde al pueblo al inicio y al final de ~a ideolgí~ que da sentido a la comedia clásica popular en el cine
La ley de Herodes. mexicano consiste en poner todos los recursos al servicio de una pu _
También el estilo visual es muy distinto. En los años cuarenta los ta _en escena el ingenio y 1!'1s habilidades histriónicas del pícaro, q~
movimientos de cámara están reducidos al mínimo, y la composición ~s1 puede representar vanos papeles, adquirir diversas identidades
misma tiene menor importancia que el estil~ verbal y proxémico incluso suplantar a otr.os, confu~irse con ellos y recuperar la proi~
(con excepción de algunos bailes en las películas de Tin Tan). En al final de todos estos Juegos. La ideología de la comedia clasemedie-
cambio, en los noventas la composición es un elemento expresivo ra moderna en el cine mexicano consiste en proponer una serie de
tan importante como los diálogos, y hay una notable sofisticación y pre~i:tas de naturaleza individualizada, lo cuaJ puede llevar a un es-
elaboración expresiva en los emplazamientos, la profundidad de cam- ceptism~ moral, a ~ma especie de parálisis existencial, precisamen-
po y los desplazamient os de la cámara, hasta el punto que el mis- te en ~ed10 de las rafagas de acción y reflexión laberíntica en la que
mo paisaje es tratado como un personaje más. se ven involucrados los personajes.
Esto último puede observarse fácilmente: se trata del paisaje ca- . Tal ~e conviene conl.~ir señalando el lugar que en este proyec-
racterísticame nte provinciano en La Ley de Herodes; el paisaje de la t~ 1deologico ocupa el sorudo, pues la música en la comedia clásica
violencia urbana en Todo el poder; el paisaje de la intimidad cosmopo- tiende a aparecer de manera predominantem ente intradiegética co
lita y minimalista en Sólo con tu pareja; y el paisaje de la vida cotidiana parte de la historia misma, mientras que en la comedia actu~l s:i~
¡ de la clase media urbana en Cilantro y perejil. es ?arte del sou~dtrak. Así, la ilusión se mantiene alejada de cual-
¡ Las formas de la edición son tal vez los elementos más contrastan- ~Uie elm~nto mmedia.to que podría recordamos la existencia de un
'·. tes, pues mientras en el cine clásico es un empleo instrumental, canó- mevitable sistema de convenciones.
nico, al servicio de la organización narrativa, con un notable predo- En síntesis, mientras en la comedia tradicional el contexto gene-
minio de los planos generales, en cambio en el cine contemporáneo ral es el de la urbani~có paulatina y la intensificación de los proce-
hay una tendencia al montaje paralelo y un ritmo de corte vertiginoso, sos de tran~cul1o del campo a la ciudad, en cambio en el cine
que es paralelo al de la agilidad y el ingenio evidente en los diálogos. cont:~prae el contexto más general es el de una politización de
< Todo lo anterior tendría que estar sometido en todos los casos a lo er~tico, y una correspondien te erotización de lo político.
lalógica narrativa. Sin embargo, en el cine tradicional la anécdota es Sm du~, el estudio de los componentes formales como parte de
' relB.tivam.ente trivial, y existe sólo como un vehículo para la pirotec- las estrategias del humor en el cine mexicano de estas décadas puede
nfa del humor verbal y gestual, lo cual puede llevar a una relativiza- echar luz sobre lo que estas películas dicen acerca de nosotros sus
ción dela consistencia narrativa. En la comedia más reciente, en cam- espectadores. '

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
1 ~-

81 '¡
oráneo
Estética y sutura en el cine contemp :: -~

80 inédita de Tin Tan, Planeta, Méx


ico, 2004,
Valdés Julián, Rosalía, La historia
cin e 228 pp.
Co mp one nte s for ma les del de oro (1941-1945)" y "El crecimi
ento especta-
cóm ico me xic ano Viñas, Moisés, "La llamada época p. 100-168.
cine mexicano, UNAM, México,
1990-1999 cular (1946-1950)", en Historia del
Elementos 1940-1949

Fra gm ent arie dad Consistencia


Inicio-Final ES TÉ TIC A Y SU TU RA EN
Neutral, inst rum ena l Paisaje com o per son aje O
Estilo visual EL CIN E CO NT EM PO RÁ NE
Hu mo r intradiegético Iron ía extradiegética el
Música s Allain-Miller propuso utilizar
Ritmo vertiginoso En 1966 el psicoanalista Jac que te01ia del cin e. Poc o
Montaje canónico contexto de la
Edición tér min o lac ani ano sutura en el pue sta de Da nie l Da-
Cám ara estilizada, ironía ded or de la pro
¡ Puesta en escena 1 Cámara tran spa ren te, des pué s se inició un deb ate alre -
or gestual y verbal situacional y relacional t, par a qui ene s la función de la sut ura con
hum yan y Jea n-P ierr e Oudar en el mo nta je y pro duc ir
inh ere nte
Anécdota trivial: Anécdota sustancial: siste en ocu ltar la fragmentación totalidad significativa.
Narrativa sen sac ión de una
vehículo ideológico .:
en el esp ect ado r la
exc ipie nte nar rati vo delo que abarca las operaciones
En lo que sigue pro pon go un mo lo que
Fusión de mel odr ama per mit en producir un sentido a
Genología Ant ihé roe de la
con cin e político y cognitivas del espectador que le os sin sig nifi cac ión . Así,
de fra gm ent
picaresca de otr a ma ner a ser ía una ser ie sentido
policiaco
es posible rec ono cer varrios me can ism os de construcción del
cin e:
Mujeres como Mu jere s como agentes por par te del esp ect ado de
Gén ero de la ironización
com par sas de cómicos
lugar de forma involuntaria en
Tra nsc ultu rac ión del Politización de lo erótico a) La sutura inconsciente, que tiene las imágenes de la pantalla los
Ideología y erotización de lo el espectador al pro yec tar sobre
cam po a la ciudad sub jeti vid ad y, mu y especial-
político ele me nto s per ten eci ent es a su
de este modo, el espectador se
me nte , a su me mo ria personal;
pla no pragmático en rela ció n
vin cul a con las imá gen es en el
con el ma rco par ticu lar de su exp eri enc ia y sus exp ect ati-
Bib lio gra fía vas con tex tua les y conting es.ent
en
ocu rre casi inv olu nta riam ent e
insólita. b) La sutura preconsciente, que
A . - a Rafael "Los cómicos Y el
gén ero del hum or•, en Una mir~ las imá gen es de la pantall su a
NA CU LTA /Cm etec a Na- el espectador al pro yec tar sobre
"'-l cine mexicano• Océ
', eras uc; ano /CO
ret a des de una det erm ina da
vmTem ' as y gen de . . visión del mu ndo ¡ así, las int erp
cional México, p. 143-151. , de tal ma ner a que las imáge-
' , J orge, •El pícaro• y •El pela
do" ' en La ave ntur a l eme mex i-
ideología, en el plano semántico ctiv a particular.
Ayala Blanco . , . nes se arti cul an desde una per spe
ectador hac e deliberadamente
cano, México, Era, 196 8, p. 225 -240
,
La fugacidad del cine mex ican o, Océ ano , Mex 1co, 2001. .
lida d del hero e e) La sutura narrativa que cad a esp de modo que las imágenes
re.a je,
a par tir de las elipsis del monta
, en Ficción y
' a, "El peladito· Cantinflas•
• • TlZl·an
Ber,taccmi,
_
2001, p. 61-70.. . son rec ons titu ida s en una inte rpr eta ció n global
popular, CONACULTA, México, fragmentarias las
del cine mexicano, Patria, MéXICO, 1984.me~
· e
.
y ver osí mil de cada sec uen
cia ; así, el esp ect ado r arti cul a
G , Riera • Emilio • La guía en H:zstona · del cm - áctico, de tal sue rte que los
, aCapítulos 6(1 941 a19 45) y 7_(1~46
-arci
a I?~O),
p. 105-~6. imá gen es ent re sí en el pla no sint catafóricos), paratácticos
hca, Mexico, 1~85, rico s y
no, Secretaria de Educación Púb en elementos hipotácticos (anafó
gab ard ina• y" ¿Ep oca de oro? , en L~ la lóg ica causal y la secuencia-
y subte:xtuales (en rela ció n con
la
Sánchez, Francisco, "El mim o de CU LTA /Cm e-
icano, 1896-20
la oscuridad. Crónica del cine mex 2002, p. 72-84.
02, CO NA
ido s en un todo coherente.
ico, lidad cronológica) son rec ons tru
teca Nac ion al/J uan Pablos, Méx

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
82 Cap. 3. Humor, sutura y el sistema de miradas
Estética y sutura en el cine contemporáneo 83
Estos mecanismos ocurren simultáneamente o con ritmos distin- moderno es la que existe entre una edición causal (que presupone una
tos , todo lo cual propicia que cada espectador tenga una experiencia . mirada onodoxa en el espectador) y una edición sincrónica (que presupo-
estética, emocional y cognitiva diferente cada vez que ve una misma ne una mirada heterodoxa en el espectador para poder encontrar sentido
película. Por ello, el estudio de la sutura permite incorporar en ~-na a~ relato). P~r.ejplo, la primera secuencia de Paisa (Roberto Rosellini)
sola categoría los elementos centrales de los procesos de recepc1_on. sigue una logica ngurosamente causal, aunque los diálogos establecen
La discusión sobre la pertinencia del término sutura en la teona y relaciones sincrónicas entre diversos universos lingüísticos y culturales
el análisis cinematográfico debe atender a los campos internos de la (entre sicilianos, italianos, estadounidenses y alemanes) que son irreduc-
misma teoría, es decir, la narratología (ligada a los géneros cinemato- tibles entre sí, y que dan a la historia un carácter moderno (cuadro 3.1 ).
gráficos), la teoría de la mirada (ligada a la identidad g~nérica -~el es- .,.,
pectador), la teoría de la audiovisión (ligada a la teoria ps1coanahtica de
la música) y la teoría del intertexto (ligada a la estética posmoderna ). Cuadro 3.1. Suspenso y edición.
Todos estos campos están en juego simultáneamente durante el proce-
so de lo que aquí llamo sutura: el primero y el último (narratología e Narrativa epistémica
intertexto) están ligados a la sutura narrativa; la teoría de la mirada (suspenso clásico)
está ligada a la sutura preconsciente, ideológica, y la teoría de la audio-
visión está ligada a la dimensión estética de la sutura inconsciente.
Hitchcock

Suspenso, montaje/metaficción, intertexto

La formulación de los problemas de recepción como parte de una


teoría del sujeto cinematográfico puede apoyarse en el concepto de Paisa
sutura. Veamos algunas de las consecuencias de este planteamiento
en el terreno de las diferencias fundamentales entre cine clásico y Almodóvar
moderno, y entre cine moderno y posmoderno.
El suspenso del cine clásico consiste en una narrativa de carácter Back to the Future
epistémico, es decir, un relato sostenido por la formulación (y conse- Mirada ortodoxa Mirada heterodoxa
cuente solución) de un enigma narrativo. Estas preguntas definen las (edición causal) (edición sincrónica)
reglas genéricas clásicas; por ejemplo: ¿quién cometió el crimen?, o ¿se
casarán los protagonistas? En cambio, en la narrativa moderna y pos- Twelve Monkeys
moderna hay un suspenso barroco, que plantea una lógica narrativa
donde se crea un universo audiovisual con su propia lógica causal. Este
es el caso, por ejemplo, de las narraciones de carácter fragmentario
(como El hombre que miente, de Alain Robbe-Grillet o Frida, de Paul Le- Danzón
duc), asincrónico (como India Song, de Marguerite Duras o Barroco, de
Paul Leduc) o recursivo (como Corre Lola corre, de Tom Tykwer o Estu-
dio Q, de Marcela Fernández Violante). A esta última narrativa se le
puede llamar narrativa ontológica (no epistémica), pues construye un
universo narrativo con sus propias reglas de causalidad, anulando o
multiplicando las posibles epifanías o conclusiones narrativas. Narrativa ontológica
Por otra parte, una diferencia fundamental entre el cine clásico y el (suspenso barroco)

~li
PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
. i- ~

Estética y sutura en el cine contemporáneo 85


84 Cap. 3. Humor, sutura y el sistema de miradas
Por otra parte, tanto la narrati va clásica como la modern a o pos-
Una diferen cia fundam ental entre el cine modern o y el posmo- modern a tienen una dimens ión metaficcional. Lo que podemos llamar
demo se encuen tra en la natural eza de la intertex tualida d. Mientra s audiovisión diegética, característica del cine clásico, ofrece una metafic-
la intertex tualida d modern a es pretext ual (el texto alude a otro texto ción implícita, críptica, que consiste en la manera de poner en escena
particu lar), la intertex tualida d posmo dema es archite xtual (el tex- el lenguaj e verbal o las conven ciones del lenguaj e cinema tográfic o.
to alude a un género , a un conjunt o, a una tradició n textual ) (cua- En cambio , en lo que podemo s llamar una audiovi sión autorreferen-
dro 3.2). cial, presen te en el cine modern o o posmod erno, la rnetafic ción es
explícita, y en ese sentido es una rnetaficción didáctica, evident e para
Cuadro 3.2. Audiovisión e intertexto. el especta dor, genera lmente al tematiz ar el proceso de constru ir la
ficción.
Audiovisión diegétic a
(metafi cción críptica )
De _VéJTigo a Twelve Monke ys

Tomem os un caso concret o del cine contem poráneo para ver de-
Hitchcock
tenidam ente el funcion amiento de la sutura. En Twelve Monkeys (Doce
monos, Terry Gilliam , 1995) se ponen en juego los elemen tos que
determ inan las posibilidades de particip ación lúdica del especta dor a
propósi to de las estrateg ias de interpre tación. Se trata de una pelícu-
la donde los protago nistas se convier ten en especta dores de una pe-
lícula de Alfred Hitchco ck (Vértigo) durante una breve secuenc ia que
Intertex to posmod erno ofrece las claves para resolve r los enigma s narrativ os que constitu -
lntertex to modern o (archite xtual) yen el sustrato del resto de la película . Por otra parte, la historia que
(pretex tual) se narra en Twelve Monkeys tiene como anteced ente remoto la histo-
ria implíci ta en La Jétté, de Alain Resnais, es decir, la narraci ón de un
sobrevi viente al holocau sto nuclear .
En el cine contem poráne o (por ejemplo , en Twelve Monkeys) el
deseo no funcion a como señuelo narrativ o para la atraer la atenció n
del especta dor, sino como la nostalg ia de un acontec imiento que ya
ocurrió en la memor ia del persona je, pero que todavía no tiene sen-
LaJttté
tido para el especta dor. En cambio , en el suspens o clásico (por ejem-
plo, en las películas de Hitchco ck) el montaj e no sólo consiste en una
elipsis tempor al y causal, sino que se convier te en un suplem ento del
deseo, es decir, en el elemen to que lleva al especta dor a descubr ir la
Twelve Monkeys solució n del enigma . La narraci ón de una persecu ción (por ejemplo,
en La cortina rasgad a/Tom Curtain) no necesa riamen te tiene como
objetivo saber si el persegu idor alcanza al perseguido, sino básicam en-
Audiovisión autorre ferenci al te poner en escena el deseo del especta dor.
(metafi cción didáctic a) El McGuffi.n (por ejemplo , la posesió n cie un secreto militar) des-
ata Y organiza el deseo de saber, pero nunca se -resuelve en el relato.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
j•
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!-;"·

86 Cap. 5. Humor, sutura y el sistema de miradas


87
En el cine clásico, el McGuffin (es decir, el señuelo narrativo) queda Bibliografía
abierto, suspendido. Y el espectador sigue buscándolo cuando la pe-
lícula ha concluido. En eso consiste la sutura. A continuación se ofrecen algunas referencias bibliográficas acer-
En el cine posmoderno hay un suplemento de significante. El sue- ca de la relación entre el término sutura y la teoría cinematográfica.
ño de muerte (por ejemplo, en Twelve Monkeys) es la memoria del
narrador, es motivo de su propia búsqueda de identidad, es enigma Allen, Richard, "The Theory ofCinematic Suture•, en Projecting fllusion. Film
para el espectador y es respuesta a todas las búsquedas que estructu- Spectatorship and the Impression of Reality, Cambridge U. Press, 1995,
ran la narración. p. 34-9.
Cada vez que en Twelve Monkeys aparece en pantalla la secuencia Alunan, Charles, "Psychoanalysis and Cinema: The Imaginary Discourse•,
originaria (sobre la muerte del narrador y protagonista), cuando un en Mouies and Methods. An Anthology, ed. Bill Nichols, vol. II, Universi-
niño es testigo de su propia muerte como adulto, el espectador pro- ty oí California Press, 1985, p. 517-31.
yecta una interpretación distinta. Todas las interpretaciones son vá- Aumont, Jacques y Miche1 Marie, "El espectador en el texto: la 'sutura••, en
lidas y, por tanto, ninguna resuelve definitivamente el enigma. Análisis del film, Paidós, Barcelona, 1990 (1988), p. 242-45.
En Twelve Monkeys en lugar de que el deseo esté suspendido por Aumont, Jacques y Michel Marie, et al., "El cine y su espectador•, en Estéti-
el McGuffin, el deseo está suspendido por la memoria. El recuerdo del ca del cine. Espacio filmico, montaje, narración, lenguaje, Paidós, Barcelo-
na, 1996, p. 227-90.
protagonista es el punto de capitonado del relato, pues ahí se anudan Baudry, Jean-Louis, "Ideological Effects of the Basic Cinematographic Appa-
todas las líneas narrativas. La película, así, tiene una estructura de ratus•, en Movies and Methods. An Anthology, ed. Bill Nichols, vol. II,
Móebius, ya que la imagen originaria (donde el protagonista recuer- University oí California Press, 1985, p. 531-43.
da haber sido testigo de su propia muerte) es también el final de la Bordwell, David y Nóel Carrol (eds.), Post-Theory. Reconstructing Film Studies,
historia. The University of Wisconsin Press, Madison, 1996.
La estrategia de análisis en la teoría cinematográfica no está apo- Braudy, Leo y Marshall Cohen (eds.), Film The.ory and Criticism. Jntroductory
yada en una teoría del sujeto, sino en una teoría narrativa. En lugar Readings, 5a. ed., Oxford University Press, Nueva York, 1999.
de asociar una imagen con la historia personal, en la teoría del cine Browne, Nick, "The Spectator-in-the-Text: The Rhetoric of Stagecoach•, en
uria imagen se asocia con la historia del cine. Y la historia del cine está L. Braudy y M. Cohen (1975), p. 148-63.
atravesada por la teoría de los géneros cinematográficos: de Hitchcock Casetti, Francesco, "El psicoanálisis del cine•, en Teorías del cine, 1945-1990,
a Gilliam; de la narrativa policiaca a la fantástica; del suspenso epis- Cátedra, Madrid, 1994 (1993), p. 181-200.
Dayan, Daniel, "The Tutor-Code of Classical Cinema•, en Braudy y Cohen,
témico al suspenso ontológico. 1974, p. 118-29.
Esto último (el paso del suspenso epistémico al suspenso ontoló- Doane, Mary Ann, "The Voice in the Cinema: The Articulation of Body and
gico) se puede reformular también como el paso de género.s narrati- Space•, en Movies and Methods. An Anthology, ed. Bill Nichols, vol. 11,
vos formalmente conservadores, que aluden a la existencia de leyes University of California Press, 1985, p. 565-76.
y que sólo pueden ser estructuralmente alternos cuando el especta- Guattari, Félix, "El cine, diván del pobre•, en La Cultura en México, 21 de
dor pone en práctica diversas estrategias de abducción (como produc- enero de 1976. Trad. de Jorge Ayala Blanco.
ción de hipótesis sobre la solución al enigma narrativo) a géneros que Heath, Stephen, •suture•, en ~ons ofCinema, Indiana U. Press, Blooming-
pueden ser considerados subversivos de esta tradición formal, pues ton, 1981.
juegan con las convenciones que los espectadores ponemos en prác- Lacan, Jacques, "Problemes cruciaux pour la psychanalyse 1964-1965", en
tica para interpretar la realidad, en particular nuestra forma de articu- Omicar? Revue du champ freudien núm. 29, verano de 1984, p. 9-12.
lar las relaciones de causa-efecto. _,ª¿Qué es un cuadro?", en El seminario 11. Los cuatro conceptos funda-
Sirvan estas líneas como invitación para explorar la utilidad del mentales del psicoanálisis, Paidós, Buenos Aires, 1973 (1964), p. 112-26.
. ~ término sutura en la teoría y el análisis cinematográfico, como una Lapsley, Robert y Michael Westlake, "Psychoanalysis", en Film Theory: An
Introductíon, Manchester University Press, 1988, p. 67-104.
cóntnbución para la creación de una teoría del sujeto en la teoría ci-
.nematográfica. Lash, Scott, "Cine: de la representación a la realidad", en Sociología del pos-
modernismo, Amorrortu, Buenos Aires, 1997 (1990), p. 232-41.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
88 Cap. S. Humor, surura y el sistema de miradas La mirada de la cámara en Danzón 89

Miller, Jacques-Alain, •sutures (Elements ofthe logic ofthe signifier)", en nal. Sin embargo, es necesario señalar que la naturaleza metaficcional . ·I

Screen, 18 (4), 25-26, 1977-78. Hay traducción al español: "La sutura: ele-
mentos de la lógica del significante•, en Materna II, Manantial, Buenos
de esta película no es narrativa o estructural, sino de carácter estric-
tamente audiovisual. Se trata de lo que podríamos llamar un sistema j
Aires, p. 53-65. de metaficción audiovisual, que se apoya en el proceso de poner en
Modlesky, Tania, The Women Who Knew Too Much. Hitchcock and Feminist evidencia las convenciones audiovisuales del cine tradicional, sin por . ¡
Theory, Routledge, Nueva York, 2005. ello dejar de utilizarlas cuando el relato lo requiere.
Mulvey, Laura, "Visual Pleasure and Narrative Cinema•, en Braudy y Cohen, En síntesis, tomaré Danzón como un ejemplo de la posibilidad,
1975, p. 833-44. cada vez más frecuente en el cine contemporáneo, de poner en evi-
Prince, Stephen, ªPsychoanalytic Film and the Problem ofthe Missing Spec-
dencia las convenciones que hacen posible la ficción cinematográfica,
tator•, en Bordwell y Carroll, p. 71-86.
Rothman, William, •Against 'The System of Suture••, en Braudy y Cohen, y en particular las convenciones derivadas de los emplazamientos,
desplazamientos y movimientos de cámara.
1975, 130-36. .
Silverman, Kaja, •on Suture•, en L. Braudy y M. Cohen, 1983, 137-47.
_ , The Accoustic Mirror. The Female Voice in Psychoanalysis and Cinema,
Indiana University Press, Bloomington, 1988. Fragmentación y continuidad:
Smith, Jeff, "Unheard Melodies? A Critique of Psychoanalytic Theories of del cine clásico al posmoderno
Film Music", en Bordwell y Carroll, p. 23-47.
Zizek, Slavoj, Looking Awry. An Introduction to Jacques La.can through Popular Es un hecho reconocido por la tradición crítica establecida duran-
Culture, The MIT Press, Cambridge, 1991. te los últimos 30 años que nuestra percepción visual del mundo en
__ , ¡Goza tu sintoma! ¡acques La.can dentro y jUera de Hollywood, Nueva general y del sexo opuesto en particular (tanto en el caso de los
Visión, Buenos Aires, 1994 (1992). . hombres como de las mujeres) han sido construidas y confirmadas
í •. _(comp.), Todo lo que usted siempre quiso saber sobre Lacan y nunca se precisamente a partir de la manera como el cine nos ha enseñado a
atrevió a preguntarle a Hitchcock, Manantial, Buenos Aires, 1994
mirar. Y si esta educación ha generado malentendidos en la vida coti-
_(comp.), The Fright of Real Tears: The Uses and Misuses of Lacan in Film
diana de todos nosotros, el cine tiene la capacidad de transformar los
Theory, British Film Institute, Londres, 2001.
agenciamientos del deseo, y con ello contribuir a un diálogo entre
géneros que hasta ahora ha sido sólo una declaración de buenas in-
LA MIRADA DE LA CÁMARA EN DANZÓN tenciones mutuas.
El punto de partida de estas notas consiste en el reconocimiento
El objeto de estas notas es mostrar cómo una película como Dan- de que la mirada masculina ha sido construida convencionalmente
zón (México, 1992) de María Novaro propone un sistema de miradas como una mirada fragmentaria, mientras la mirada femenina sim-
(tanto de la cámara como de los personajes entre sí) que permite al plemente no ha existido en la pantalla cinematográfica. Si la mirada
espectador o espectadora participar en la construcción de un espacio masculina es fragmentaria, su naturaleza es necesariamente digital,
en el que es posible establecer un diálogo genuino entre hombres y es decir, organizada por unidades discretas y separadas una de otra.
mujeres, más allá del momento de ver la película. Se trata, claramen- ' - Sin embargo, todas ellas quedan unidas en el montaje cinematográ-
te, de un diálogo que podría rebasar las convenciones estéticas e ideo- . · fico a través de la lógica de la hipotaxis, es decir, de la secuencialidad
lógicas que han producido hasta ahora visiones del mundo innecesa- de tiempo y espacio.
riamente antagónicas entre sí. Por otra parte, la mirada femenina se podría identificar, provisio-
La película Danzón es una de las pocas que ha logrado esta pro- . nalmente, con lo que la mirada masculina ha dejado como un vacío
puesta radical sin por ello dejar de invitar a los espectadores y espec- · en la historia de las imágenes en Occidente, o al menos en la versión
tadoras a participar en el juego de miradas construido a través de la : canonizada hasta ahora, y en particular en el cine del siglo xx. Esta
misma tradición cinematográfica que ha dominado la historia del cine. ··· mirada es entonces de naturaleza analógica, es decir, es una mirada
Esto lo logra precisamente por su naturaleza paradójica y metaficcio- global, continua y paratáctica. Esto último significa que cada imagen

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
90 Cap. 3. Humor, surura y el sistema de miradas La mirada de la cámara en Dan::.ón 91
y cada secuencia narrativa son recombinables de muchas formas po- tomar conciencia de las convenciones narrativas que hacen posible
sibles. Esta clase de montaje es característico de gran parte del cine esta distancia. En otras palabras, la fuerza de la metaficción consiste
moderno, en particular el surgido durante los años sesenta. Si cada en que permite entrar y salir de una convención narrativa particular.
espectador o espectadora establece esta combinatoriedad cada vez Una película con un fuerte gradiente de romanticismo donde la cá-
que ve una película, se puede afirmar que esta clase de montaje pro- mara constantemente cruza la frontera entre la mirada del personaje
pone un tipo de mirada analógica. Esto significa que cada imagen pue- y la mirada que observa esta misma mirada es una película donde el
de ser interpretada en función de las asociaciones de cada espectador, "
·'
espectador (masculino) es capaz de entender (si así lo desea) la natu-
y no exclusivamente en función de la secuencia narrativa del relato,
propia de la narrativa clásica. .
"
raleza de la mirada femenina dirigida hacia él mismo, en la medida en
que la mujer siempre ha sido capaz de entender la perspectiva de él,
A partir de lo señalado hasta aquí puede afirmarse que la mirada pues esta perspectiva ha sido la dominante en la historia del cine.
masculina tradicional es fragmentaria, y lo que esta mirada fragmenta es La metaficción, entonces, es un sistema textual que ofrece al lec-
el tiempo, el cuerpo y las acciones. En el montaje tradicional, la mirada tor/ espectador la posibilidad de entrar y salir de las convenciones fic-
masculina fragmenta el tiempo en tomas muy breves, que llegan a cional!!s. Danzón es una película que cuenta una historia de miradas.
tener una duración de 3 o 4 segundos en el cine de acción. El cuerpo En esta película las miradas que se registran no sólo son masculinas
es fragmentado en tomas igualmente breves, fijas, muy cerradas y li- y femeninas, sino al mismo tiempo son miradas ordinarias y rituales;
gadas a la lógica del campo-contracampo, a partir de una lógica de Ja son también indiferentes y cómplices; lujuriosas y celosas; coquetas
segmentación del cuerpo femenino. Esta segmentación es fácilmente y temerosas; seductoras y predatoras; inocentes y sofisticadas.
reconocible en la enumeración de las partes del cuerpo y de las partes Por todo lo anterior, la metaficción en Danzón está basada en la
del universo que encontramos en la poesía erótica y en las diversas relación entre ver y ser visto. Cuando la cámara observa lo que está
unidades de acción en el cine clásico, ligadas dé manera secuencial. siendo observado, y además también observa las miradas que obser-
Pero no sólo hay una diferencia entre la naturaleza intrínseca de la van lo que nosotros vemos sobre la pantalla, estamos ante una pelícu-
mirada masculina y la femenina (en la manera como cada una de la que permite al hombre entender la manera como su pareja del sexo
ellas ha sido construida en el cine clásico), sino que además la mirada opuesto lo observa como objeto de su mirada.
femenina está inscrita en un sistema de miradas, es decir, no corres- Tomar conciencia de las lógicas de la mirada en las que está en
ponde a una sola perspectiva ni tampoco a un código establecido de juego nuestra identidad genérica y nuestra manera de desear es algo
fragmentación en el montaje secuencial. Por tanto la mirada femenina íntimamente ligado al posicionamiento de la cámara. Si lo que los
es analógica y a la vez gregaria. hombres construimos en el plano simbólico son estrategias para ser
Durante varias generaciones los teóricos del ci~e se han pregun- aceptados por los demás miembros de nuestro género, el acto de ver
tado si es posible reconstruir este sistema de convenciones a partir de cine nos lleva a compartir con el sexo opuesto una experiencia que
una reformulación del cine espectacular. La respuesta está en el cine está avalada por la mirada de los otros en la sala de proyección (o ante
posmoderno, de naturaleza paradójica, donde a la vez se reproducen el aparato de video).
y se transgreden estas convenciones cinematográficas.

Una mirada que se mira a sí misma


Ver y ser visto
Todo lo anterior se logra a través de la construcción de un sistema
En la ficción moderna el lector o espectador tiene siempre .una de miradas que se miran a sí mismas a través de la cámara. Se trata,
posición ventajosa frente a los personajes, de tal manera que puede en otras palabras, de contar la historia de los personajes como una
observar una situación moralmente riesgosa (planteada dentro de la historia de miradas donde la cámara es un personaje más.
ficción) con la posibilidad de entrar o salir de ella a voluntad. Una película consciente de sus convenciones audiovisuales tiene
La metaficción es una estrategia critica que permite al espectador una naturaleza metaficcional, y posiciona la cámara de tal manera que

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
La mirada de la cámara en Danzón 93
92 Cap. 3. Humor, sutura y el sistema de miradas

ésta constantemente dirige su mirada sobre las miradas de los perso- artísticas .. Esta es otra de las razones que hacen de Danzón una pelícu-
la excepcional en el contexto del cine contemporáneo.
najes. El cine de personajes se convierte así en. un ~ne de miradas, al
mostrar el sistema de miradas que definen la identidad, el deseo o la . La naturaleza romántica del cine está ligada al hecho de sumer-
girse en_u~a aventura. Y todo viaje es siempre una alegoría de auto-
anagnórisis de los personajes. En otras palbr~s, lo ~ue se cuei:ta es
descubnm1ento. Esto es exactamente lo que el cine ofrece, si quere·
precisamente este proceso de búsque~ .de la 1denti~a a traves ~el
mos encontrarlo en la pantalla: un asomo hacia el interior de nuestra
deseo y de la revelación personal. La lo~, de este s1tem~ de e?1fa-
propia identidad y la de los demás.
nías es lo que conecta al cine con la trad1c1on del cuento hterano.
·Qué ocurre en el caso de Danzón? Nosotros como espectadores
obs~rvam los ojos soñadores de la protagonista observando al objeto
La mirada y el ritual del cine
de su deseo. De esta manera vemos lo que ella quiere ver. También
la observamos cuando ella camina, y vemos lo que una cámara sen- :¡
Vea~s ~ poco cómo ocurre todo lo anterior en la práctica. En la "j
sual (como ella misma) es capaz de ver despu~ de hacer el amo~ con
se.cuencia 1mcial e~cuhaos el inicio de una pieza de danzón y vemos
el objeto de su deseo. Por esto mismo ella explica a su nueva pareJa de
los zapatos de vanas pareJas que se desplazan rítmica.mente sobre la
baile que las miradas del hombre y la mujer no deben dirigirse direc-
pista de baile, mientras la cámara recorre la sala con sensualidad. Más
tamente entre sí durante la primera pieza, o al menos hasta que que
adelante observamos las formas de complicidad que existen cotidiana-
ella esté plenamente consciente de su deseo. , . ·. mente e~ el interior del grupo de mujeres con las que convive Julia, la
Es en este sentido que Danzón es diferente a otras pehculas dm-
protag~, al conversar en el lugar de trabajo. Poco después observa-
gidas por mujeres, como es el caso de El piano, Un ángel en mi mesa
mos la pmtura ~e. un tren, colga~ precisamente sobre la pared del
Retrato íntimo de una dama. Precisamente el sentido último de Dan-
0 ~en do~e ella vtaJa. Estas pocas imágenes resumen el perfil formal e
zón es completamente romántico, es decir, esencialmente cinemato-
ideológico de la película: sensualidad, complicidad y reflexividad.
,,
,. gráfico. Si la fórmula básica de todo el cine clásico consiste en conta_r En otro momento de la película, en la secuencia anterior al acto
la historia de un personaje común situado en un contexto extraordi-
amor~s entre ella y su pareja, observamos un espléndido plano-se-
nario en este caso el personaje principal es una mujer común, que
cuencia en el espacio de baile al aire libre que se inicia con la toma a
inici¡ una búsqueda fuera de lo común. Al no ver a su pareja de bai-
una niña, en la que se nos recuerda la frescura de Julia ante la bús-
le sobre la pista, ella inicia un viaje de búsqueda que la llevará a re- queda de su propio deseo. 1
formular una parte importante de su identidad genérica. . , Tomemos ahora una secuencia clave para entender la construc- i::''
La naturaleza romántica de la protagonista se puede reconocer en
su propia declaración de principios: "¡Bailar con tu p~eja es la ~osa
cion de la mirada en esta clase de cine. Cuando Julia llega al puerto de l"
;-" 1

Veracruz ~e baja del tren y empieza a caminar por la calle, evidente-


más importante en la vida!" De esta maner~ el~ convie~ lo o~dma­ mente satisfecha de haber emprendido el viaje. Es un día caluroso y
rio (el baile) en un acontecimiento ~aord1?0 (de cart~ ntual). las mujeres bañan a sus hijos rociándolos con el agua de una man~e­
En contraste, casi todas las otras películas dmgidas por muJeres pre-
ra bajo el sol de mediodia. Antes de cruzar la calle, Julia se detiene un
sentan protagonistas extraordinarias ubicadas en situacone~ harto
momento y enseguida toma su maleta del suelo para caminar entre
ordinarias para su capacidad o su ambición. En estos casos las circuns-
un grupo de hombres que la observan detenidamente mientras ella
tancias terminan por aplastar sus ambiciones románticas, o bien ellas
adopta una actitud de· aparente indiferencia, taconeando hasta llegar
logran sobrevivir gracias a un esfuerzo extraordinario por adaptarse
al otro lado de la calle.
a condiciones tan ordinarias. De esta manera, en Danzón se ha rever-
Por supuesto, el ser objeto de las miradas de un grupo de perso-
tido la lógica de la tradición ~ramátic, dejando en su lugar elemen-
nas qel sexo opuesto sería motivo de orgullo y euforia para cualquier
tós de una lógica compasiva y antiespectacular.
Pero además, en el caso de todas estas películas se ha utilizado un ~" ho~bre. Pero todavía nos resulta dificil entender por qué para una
; ' 1:~Jer ser objeto de estas miradas es experimentado como una agre-
lenguaje cinematográfico simplemente vanguardista o convencional,
,·, · s1on a su intimidad e incluso como. un atentado a su integridad.
pero difícilmente una combinación posmoderna de ambas tradiciones

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
94 Cap. S. Humor. sutura y el sistema de miradas La mirada de la cámara en Danzón 95
Este problema de perspectiva es resuelto en esta secuencia de una bargo, lo propiamente posmodemo no es sólo transgresivo, sino si-
manera muy elegante, aunque sus implicaciones son múltiples. La multáneamente transgresivo y conservador.
directora ha decidido mostrar esta escena con una sola toma, en la que En el caso de estos cineastas (y de películas como Danzón) la
vernos a Julia casi de espaldas a nosotros cruzar la calle desde el ex- narrativa es itinerante, es decir, su intertextualidad es virtualmente
tremo izquierdo de la pantalla hasta el extremo opuesto. Se trata, pre- ilimitada. Esta virtualidad depende de la memoria cinematográfica y
cisamente, de una visión global, con la cámara emplazada en una personal de cada espectador. Lo realmente itinerante no son los per-
perspectiva de complicidad con la protagonista. sonajes, a pesar de sus viajes de búsqueda interior, sino los despla-
Ahora bien, aquí resulta pertinente preguntarse: ¿cómo habría sido zamientos y cruces de fronteras entre las diversas convenciones
filmada esta secuencia desde una perspectiva masculina? Al menos narrativas.
desde la tradición del cine clásico, la construcción convencional con- ¿Cómo es esta nueva (Y a la vez irónicamente memoriosa) autori-
sistiría en sustituir la toma única, esa especie de breve plano-secuen- dad narratorial? La autoridad narratoria} es el principio de organiza-
cia, por un conjunto de tomas parciales en las que podríamos obser- ción que da consistencia estructural a un relato. En el caso de estas
var los rostros de los participantes. La escena se podría resolver de pelícu~as nos encontramos ciertamente muy lejos de la narrativa de
esta manera: habría que empezar por una toma general (establishing Poe y todo el relato clásico. Y sin embargo todo el relato parte de un
shot) donde la cámara estaría recibiendo a Julia de frente, para tomar marco general necesariamente convencional, es decir, un programa
así con la cámara el control visual de la situación. Enseguida se pre- narrativo, una frase hermenéutica, una intriga de predestinación y un
sentarían uno o varios planos medios necesariamente mostrando sus sistema de seducciones textuales todavía apoyado en la complicidad
piernas caminando por la calle; varias tomas de las miradas de los de la sorpresa y el suspenso.
hombres; tal vez un perro pasando por el lugar para establecer un Este marco general puede ser clásico y circular. En Danzón este
contraste con la intensidad de las miradas humanas; y un primer pla- marco tiene una estructura en forma de espiral, como en Vértigo de
no mostrando la mirada preocupada de ella. Hitchcock, en el sentido de que el enigma central se resuelve en el
último minuto. Y sin embargo, el enigma original, el enigma anterior
a la historia, permanece sin ser resuelto una vez terminada la pelícu-
Itinerancia narrativa y posmodernidad la. Por ejemplo: ¿por qué Julia y Carmelo son pareja de baile? Sin ese
enigma original no hay ritual. Por eso el viaje es laberíntico.
Estas formas de transgresión de la tradición cinematográfica do- En otras palabras, aunque el relato esté enmarcado en un esque-
minante no son exclusivas del cine hecho por mujeres, pero es más ma circular (es decir, en una fórmula narrativa clásica) la película
natural que ocurra en este contexto. En el cine de David Lynch, Oli- atraviesa por varios géneros narrativos: melodrama y comedia, inti-
ver Stone o Wim Wenders, por ejemplo, se propone un descentra- mismo y política Oa protagonista es trabajadora telefónica), espacios
miento de las convenciones narrativas tradicionales al jugar con la normativos y espacios socialmente marginales. Esto permite que lo
estructura del relato, el uso de colores o la verosimilitud de la histo- marginal esté en el centro del relato.
ria, y donde el sentido global de la película puede ser reconocido por De estas formas de complejidad se encarga lo que podríamos lla-
cualqi~r espectador. Después de todo, esta es la ambigüedad posmo- mar la nueva autoridad narratoria! de esta película, que determina
dema, ,donde a la vez hay elementos modernos y clásicos, incluyendo los emplazamientos de la cámara. Por esto un carro de paletas es más
un tratamiento del tiempo perfectamente secuencial. importante que un trasatlántico en el muelle; la quilla de un barco
Todos estos directores son considerados por el espectador casual meciéndose en el agua es una imagen más fuerte ea pesar de su sua-
(que es el que cuenta para la teoría del cine) como directores perver- vidad natural) que ver a la pareja haciendo el amor; los zapatos de
sos. Esto se debe no a los ternas tratados en sus películas, sino al he- baile en la primera secuencia dicen más que cualquier conversación
cho de que estos directores llevan el suspenso hitchcockiano hasta entre los personajes, y la mirada de la cámara se centra en la mujer
formas de complicidad excesivas, barrocas y cancerígenas. Por esta o en lo que la mujer de~a ver, mientras la protagonista camina sa-
razón los espectadores los leen como directores transgresivos. Sin em- tisfecha por la calle, dispuesta a cambiar de vida por el impulso de

u
1
!

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
La mirada de la cámara en Danzón 97
96 Cap. 3. Humor, sutura y el sistema de miradas

buscar a su pareja de baile (lo cual recuerda al personaje del cuento


e
cine clásico en el plano de la identificación de los espectadores no en
1 el plano de su identidad): a) la historia secundaria es epifánica ~o por
"Hermosa mujer de mediodía" de Guillermo Samperio).
lo que revela en la secuencia final, sino en la porción central de la
película, Y b) ~sta historia secundaria es epifánica no por lo que reve-
la del persona~ c~ntral y su identidad, sino por jugar con lo que podría·
Identidad e identificación mos_ llamar, tecmca1:'1ente, estrategias de identificación primaria (con
la camara en fememno) y secundaria (con el personaje masculino).
Danzón es una película heterosexual para espectadores hetero-
sexuales. Es decir, en la historia narrada y en el empleo de la cáma-
ra se respetan las diferencias de género en tér_minos del deseo erótico Danzón como cine posmodemo
(Julia desea al marino, y él la desea a el~). Su~ em~go, ~sta ~s una
película donde se invierten los planos de 1dent1ficac1?n prunana (con ?ªnz~ es una película posmoderna en la medida en que incorpo-
la mirada de la cámara) y la identificación secundana (con los perso- r~ snnultáneamente elementos del cine clásico y del cine moderno.
najes). Es decir, en Danzón los espectadores hombres nos identifica-
mos con el marino (el personaje masculino que es objeto del des~o a) En la estructura narrativa: incorpora como en el cine clásico
erótico de Julia), y las mujeres se identifican con Julia (el person_aJe un~ historia central (la búsqueda de Carm~lo) y una historia secun~
femenino cuya perspectiva es adoptada por la cámara). En el eme dana (el encuentro con el marino), pero esta última no se revela en la
..;. tradicional, los hombres nos identificamos con la cámara (que a~op­ secuencia final _(como ocurre en el cine clásico), sino en la porción
ta la perspectiva de un hombre que encutr~ deseable a una ~UJer), centr~ de la pehcula (lo cual es, entonces, una forma de modernidad,
y las mujeres se identifican con la protagonista (que es el obJeto de es decrr, de ruptura frente a lo clásico).
esta mirada de deseo). b) En el uso de la cámara: está dirigida, como en el cine clásico,
Esta película no altera nuestra concepción cultural d~ lo mascu- a espectadores heterosexuales, pero en lugar de permitir exclusiva-
lino lo femenino, sino que se apoya en ella para construir, en cam- mente una identificación primaria de los espectadores masculinos con
0
bio, la posibilidad de que los espectadores nos identfqu~mo con el ~a ~ad de la cámara'. también permite a los mismos espectadores
personaje (Y no con la cámara), y que las espectadoras se identifiquen identificarnos con el ob¡eto de.esta mirada, es decir con el marino que
con la cámara (Y no con el personaje). Y lo hace a e~nsa de 1~ con- es deseado por julia (lo cual es una forma de mod~rnia pues rom-
vención no a expensas de los espectadores, es decir, lo hace sm de- pe con la convención clásica que consiste en que la cáma~ presente
jar de s~r una película espectacular y de entretenimiento (lo cual la s~1o a la mujer como personaje deseable desde la perspectiva de la
hace, a la vez, posmoderna y extraordinariamente excepcional en el camara).
·' i; panorama del cine contemporáneo). , .
Lo característico del cine como genero narrativo es retomar la
e) _En el e~p:o de otros recursos cinematográficos, en particular
el somdo, ~a edic10n y la composición visual: la película es espectacu-
!j '1· estructura del cuento clásico, es decir, contar una historia aparente lar, es deCl!, es un entretenimiento audiovisual, disfrutable en sí mis-
para revelar una segunda historia implícita, y esta revelación, en el mo por la música,. por ~a relación de esta música con las imágenes y
cine clásico, aparece en la secuencia final. En Danzón la ~istora. es por presentar la h1stona de la protagonista como una historia intere-
la búsqueda que emprende Julia para enc~tra a su pareJa de b_a?e, sante para un espectador cualquiera. Pero la música es utilizada de una
carmelo. y la historia epifánica, secundaria, es el encuentro erotico manera alejada de lo convencional, pues en lugar de ser un elemento
con el estibador del muelle. Como en el cuento clásico, la historia se- e
externo a la historia extradiegético) que enfatiza didácticamente los
cundaria es lo que contiene la verdadera revelación. Pero en Danzón
esta historia secundaria tiene dos características que la distinguen del
es~do e
de ánimo de la protagonista como en el cine clásico), aquí es
utilizada para acompañar a Julia en cada momento de su historia. y
en lugar de que esta música sea sólo el fondo musical durante las
.i Guillermo Samperio, •Hermosa mujer de mediodía•, en Gente de la ciudad, México, Fon·

·do de Cultura Económica, 1987, pp. 119-122.


secuencias de diálogo o que aparezca fragmentariamente, cada pie-

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA

98 Cap. 3. Humor. sutura y el sistema de miradas La mirada de la cámara en Dmi=ón 99


za musical aparece íntegramente, enmarca las secuencias sin diálo- Es en estos rituales donde tal vez se encuentra la apuesta de la
go, y determina su duración. identidad de los espectadores en general, y la apuesta de las estrate-
gias narrativas en particular. Por eso el cine posmodemo es marcada-
La edición de la película está sometida a esta lógica musical, pues mente autorreferencial. Su apuesta está en los rituales de la mirada.
incluso los cambios en la relación entre mirar y ser mirado (ya sea La importancia de esto último rebasa el simple acto de ver cine.
mirar como hombre y ser mirada como mujer, o bien mirar como mu- Además de estar ligado a las posibilidades de la comunicación entre los
jer y ser mirado como hombre, respectivamente) son marcados por sexos también afecta muchas otras áreas de la comunicación interper-
los momentos en los que cambia el ritmo de cada pieza de <lanzón. sonal, como la negociación política, las prácticas de enseñanza y apren-
La composición visual, a su vez, está sometida a la lógica del <lan- dizaje, y las relaciones en el interior de las estructuras familiares.
zón: no sólo se trata de que para Julia la vida (Y el viaje a Veracruz) Este es el horizonte que tenemos ante nosotros. Es uno de los múl-
es como un baile (donde los espectadores la acompañamos durante tiples horizontes abiertos por la riqueza del cine contemporáneo.
cuatro fines de semana), sino que se alternan recursos convenciona-
les de edición y composición visual con recursos poco convencio-
nales (como la perspectiva de la toma inicial, a ras del suelo; el em- Análisis del punto de vista
pleo de una gran profundidad de campo en la escena del trompetista; en 5 secuencias··en Danzón
la utilización de planos-secuencia en las escenas musicales, y el hecho
de que la cámara acompañe a la protagonista desde atrás para después Definición del P. V. (Punto de Vista): Mirada creada por la cá-
detenerse mientras ella se aleja de la misma cámara). mara, definida por los emplazamientos (la ubicación fisica) y los des-
Al explicar el ritual de las miradas en el d~nzó, Julia dice: plazamientos (movimientos) de la cámara.

Tienes que mirar hacia un punto indefinido en el horizonte, y en el a) Dimensión discursiva: La mirada es el lugar de enunciación
instante en el que las miradas se cruzan... ¡ahí está Ja cosa! del discurso cinematográfico (es decir, es el lugar desde el cual
se produce el sentido de la película).
Esta es la epifanía ritual, de connotaciones eróticas (pero no sexua- b) Dimensión comunicativa: La mirada de la cámara existe an-
les) en el danzón. Tal parece como si la cámara también nos permitiera tes de que se produzca la mirada del espectador, pero también
coquetear con Julia, cruzar algunas miradas con su deseo (en su viaje a ubica esta mirada en un emplazamiento particular: la cámara
Veracruz) y finalmente mirarla directamente en la secuencia final: para crea un posicionamiento del espectador: lo coloca en una posi-
ella, lo más importante en la vida es bailar, y los espectadores la acom- ción o emplazamiento particular, con una determinada carga
pañamos en este baile que es su vida. En el instante en el que la mirada de género.
de la cámara y la nuestra se cruzan ... estamos viendo cine, esa expe- e) Dimensión ideológica: La mirada define una ideología, una
riencia que sólo ocurre cuando estamos realmente vivos. perspectiva, una visión del mundo y un compromiso ideoló-
l
l
gico con esa perspectiva.
d) Dimensión subtextual: La mirada establece una relación de
,r
Un horizonte para la mirada deseo entre el sujeto y el objeto del deseo, y en esa medida con-
lleva una identidad de género (desde dónde se mira, qué es lo
:! Finalmente, todos los itinerarios estéticos y morales de Danzón que se mira y cómo se lo mira): el cine clásico ha creado una
regresan a su lugar de partida, que es la cámara, esa inevitable autori- mirada masculina, lo cual ha contnbuido a desequilibrar el diá-
dad narratoria! de la cual no se pueden sustraer espectadores ni es- logo entre hombres y mujeres: las mujeres saben demasiado.
pectadoras. Más allá de la cámara están las miradas de los personajes
entre sí. Y por último, las miradas de los espectadores y las especta- l. Créditos iniciales (Julia baila con Carmelo) (3 min 30 seg)
doras durante y después de la proyección de la película. 0:00·3:30/Música: Son montuno Almendra/Lágrimas Negras.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
La mirada de la cámara en Danzón 101
100 Cap. 3. Humor, sutura y el sistema de miradas
otro s elem ento s: Da-
del suel o: inte rés de . Otro s direc tores han hech o algo simi lar con
Emp laza mien to: P. V. trasc ende nte (a ras vid L?c h (con la estru ctura del relato); Wim Wen ders y Pedro Al-
muj eres por los zapa tos). Ston e (fron teras de verosimili-
mov imie nto suave, si- mod ovar (emp leo del color), Oliv er
Desp laza mien to (mo vimi ento s de cámara): tud al emp lear vide o).
cám ara). un P. v. convencio-
guiendo a la mús ica (sen sual idad de la Algu nas directoras, en cambio, han adop tado
(plan o-se cuen cia con
Mira da anal ógic a: Con tinua , sin rupt uras n'.11 al cont ar histo rias de pers onaj es feme nino s (Jan e Cam pion en El
ita por muje res).
mús ica) (sim ilar a la poes ía eróti ca escr as que dura n lo piano; Sally Pott er en Lecciones de tang o).
nes: Secu enci
No frag men tació n de tiem po y accio 3. Julia pase a por el mue lle (obs erva los barc
os) (3 min 56 seg)
que dura una piez a mus ical com pleta . .
a la calle ) (2 min 1:00 :26- 1:04 :22/ Mús ica: Ama r y Vivir
2. Juli a lleg a al pue rto (baj a del tren y cruz Muelle: luga r de trabajo de hom bres .
zón Vera cruz .
46 seg) 26:4 0-29 :26/ Mús ica: Dan En esta secu enci a se cons truy e un siste ma
de miradas:
Secu enci a dividida en tres esce nas:
. Los hom bres v~n a Julia (com o en secu enci as ante riore s) y ella
a) Al viaja r en tren , Julia abre una vent ana. desc ubre con la mira da al hom bre que le
inte resa (qui en a su vez 1 ¡

y mira da de la cáma-
Meta.ficción: imag en de tren dent ro del tren cont rasta nte) .
1 '·
1.

la desc ubre a ella) (ves tida en colo r rojo, '


ra dirigida a la mirada de Julia. os: Pura s ílusi.ones, Amo r perdido.
ite dirigir una mi- Nom bres de algu nos barc
Met áfor a: el viaje abre una vent ana que perm Nom bre del remolcadero: Me ves y sufre s (adv erten cia de lo inmi-
con vier te en cine de
rada a cosa nuev as: El cine de pers onaj es se nent e).
miradas. as): reconocimien- Hom bres : actu ar con objetivos específicos.
Mirada: anagnórisis (nom bre del carrito de palet Mujeres: actu ar disfrutando de la expe rienc
ia.
to de la identidad. ·
El viaje en el cine mod erno : pers onaj e extra ordi nario en una si- y luminosa duda.
Danzón: pers onaj e ordi- Ama r es una angustia, una pregunta/Una suspensa fin saberlo.
tuac ión dolo rosa men te ordi nari a El viaje en Es un querer saber todo lo tuyo /Y a la vez teme
r al
y gozosa con pers onaj es
nario que crea una situa ción extra ordi naria Ama r es escuchar ~bre tu pech o/El rumo r de tu sangre y la marea.
igua lmen te ordi nario s o invada nues-
muj er baña ndo a un P~ro ama r es tambien cerrar los ojos/Dejar que el sueñ
b) Al baja r del tren , Julia observa a una tros OJOS.
dirig iend o la aten ción
niño. La cám ara inici a esta secu enci a musical Como un río de olvido y de tiniebla/Y navegar sin
rumbo a la deriva.
tos de baile (metáfora: el
a los pies de Julia, que trae pues tos los zapa . Porque amar es al fin una indolencia.
viaje es un baile). ino) (2 min 58 seg)
universo de las mu- 4. Bail e al aire h1>re (Jul ia sedu ce al mar
La cámara subjetiva observa la sensualidad del 1:3~·0/Música Dan zón Telé fono a larg a distancia.
bajo el sol): esto hace eco
jeres (un niño semidesnudo reCl'be un baño Ub1 cac1 on en el cont exto inm edia to (Cu
ltur a de Ja Sens ua-
cia el tono sensual de
de la sensualidad de la prim era secuencia y anun lida d).
de Julia y de la cámara.
otras secuencias, a part ir de la mirada sensual
o en la mús ica, pues
e) Al cruz ar la calle, hay un cam bio de ritm i) Niña en prim er plan o (ino cenc ia de Julia
) sola como Julia
observada por los otros. '
cambia el sentido de la escena: ahor a Julia es sin pare ja de baile .
'
ima a la expe rien-
. !, Aquí la cám ara cons erva una pers pect iva próx ii) Parejas de niño s (sobre la tarim a).
mien tras la vem os cru-
'il cia de Julia: la cám ara se ubica detrá s de ella i.ii) Parejas de adultos (sob re la pista de
baile ).
J zar la calle, alejándose de la cámara. tv) G~po de músi_cos (con texto de seducción).
l).
ento s del cine clásico ~) Julia y -~u pareJ_a de baile (inicio del ritua
En el cine posm odem o se yuxt apon en elem VI) Seduccton mus ical (com posi ción en prof undi dad de campo).
ológico) con elem ento s
(cám ara fija, secu enci alida d del tiem po cron Serenata, trom peta al oído.
o de las imágenes).
mod erno s (metaficcionalidad, sentido metafóric

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
102 Cap. 3. Humor, sutura y el sistema de miradas

vii) Baile de seducción de Julia (anuncio de la siguiente se-


cuencia).

En resumen: en esta secuencia se pasa de la ino~eca de ~U al


contexto social propicio al ritual erótico, donde la musica es ~as

4
Im-
portante que la pareja (que apare.ce en se~ndo pla~o), Y el Impulso
de Julia es más importante que SI su pareJa sabe bailar.
5. Después de hacer el a.mor (Julia permanece d~spierta)
(2 min 50 seg) 1:25:40-1:28:30/M úsica: Azul de Agustín Lara.
Plano-secuencia
Mirada de la cámara: mirada de una mujer erotizada Y deseante.
secuencia articulada incorporando el empleo de colores (azul Y
Paseos por la semiótica
rojo).
del cine
i) Julia acaricia al hombre mientras él duerme (sonido del ven-
tilador).
ii) La cámara muestra el cuerpo del hombre.
iii) Ella fuma sentada a su lado.
iv) La cámara recorre el cuerp? del h~r:e. .. CINE, EPISTEMOLOGi A
v) Toma de transición al ventilador (m1c10 de cancmn en off).
Y TEORÍA DEL DISCURSO
Diversas tomas.
vi) Tomas en exteriores, con manchas azules. .
víí) Toma final del trasero y el torso de un hombre (color TOJO).
La semiología como teoría de la cultura

El debate académico sobre el método utilizado por los diferentes


Cuando yo sentí de cerca tu mirar
modelos de análisis del discurso -independientemen te de su objeto de
De color de cielo, de color de mar
análisis particular- exige replantear el problema del estatuto científico
Mi paisaje triste se vistió de azul
de la semiología.
Con ese azul que ti.enes tú
En la tradición teórica iniciada por Ferdinand de Saussure, la se-
Era un nomeolvides convertí.do en flor
miología deberla formar parte de la psicología social (Saussure [1914),
Era un día nublado que olvidara el sol
1980:43). Sin embargo, al estudiar el desarrollo actual de la teoría de
Azul como una ojera de mujer
los signos, es posible considerar a la semiología como una teoría de la
Como un listón azul, azul de amanecer
cultura (Eco, 1975:49), es decir, como aquella disciplina que podría
incorporar en su proyecto no solamente a la lingüística, sino también,
6. Secuencia final: Julia regresa al salón de baile.
eventualmente, algunas áreas de las otras ciencias sociales, en tanto
Ella es diferente y tiene una azalea en el pelo.
que ciencias de la comunicación y la significación (Tudela, 1968:163).
La banda dedica un danzón a Julia Solórzano.
La relación entre el análisis del discurso y la semiología se puede
Carmelo la reconoce y pide bailar con ella.
problematizar en términos semejantes a aquellos en que Ronald Bar-
Julia y Carmelo bailan y se miran directamente.
thes invirtió la relación de inclusión que existía entre la semiología y
¡...:;I• lingüística (Barthes, 1971:13). Ello es así porque el primer objeto de
estudio del análisis del discurso es la semiología, y a su vez, la teoría
,

~
.

.
103
PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
Cine, epistemología y teoría del discurso 105
104 Cap. 4. Paseos por la semiótica del cine
~nald Barthes, es un acto de apropiación conceptual del objeto de estu-
T
del discurso puede ser considerada como una parte de la semiología, ¡-.
incluyendo aquellos modelos de análisis altamente formalizados (Pe- dio, co~. el ~n ~ ~roduci una interpretación. Más que un problema de 1·

reduc~on hn~1stca, se trata de la posibilidad de traducir o interpretar 1::'I


tofi Van Dijk, Montague, etc.). cualquier fenorneno cultural corno parte de un sistema discursivo el
'Este trabajo se inicia con una breve revisión de algunos proble-
cual, a su vez, puede formar parte de un sistema formal. '
mas metodológícos implícitos en la creación de una semiología cen- i}. --

Lo anterior plantea la pertinencia de referirse a la "discursividadn


trada en el análisis del discurso.
A continuación, se comentan algunos de los resultados más rele- de productos !1º textuales, corno es el caso del cine o las artes plásti-
cas, y en particular aquellas producciones que carecen de un código
vantes de la aplicación de las herami~ts del anális~ ~el _discurso ~l como el diseño (Llovet, 1979:117). '
estudio de la discursividad cinematografica, desde disc1phnas tan di- :'
versas como la sociología, la filosofia de la ciencia, el psicoanálisis y la E~ estos casos, puede hablarse de "discursividad" ideológica, o bien
estudiarse el aspecto narrativo (cine), sintáctico (artes plásticas) o se-
antropología. . . . . . miótico (diseño gráfico) de estos productos.
Finalmente, se trata de mostrar cómo el estudio de la disc1:~-
dad cinematográfica parece dar la razón a Barthes: toda narrac1on ci- .. En tod_o caso, la teoria de las ideologías y, en general, la teoria del su-
jeto, co~stiuyen la ga~ntí de una explicitación de la filiación ideológica
nematográfica pasa por el tamiz de la palabra, y en pa~c1:r por las
de un <;tiscurso cualqmera, gracias a la aplicación de conceptos tales como
estructuras del discurso literario, a pesar de la espec1fic1dad de los
el de form~ción histórica y f~rmación discursiva Ccf. Pecheux, 1975).
procesos analógicos de la secuencialidad sintagmática (cf. Barthes,
Es aqu1 donde una teona estructural del sujeto, como la propues-
1983:27). ta por el psicoanálisis lacaniano, contríbuye a la creación de una teo-
ría materialista de la discursividad.
En parte, la diversidad de proposiciones metodológicas para re-
Epistemología y teoría del discurso
. _ solver estos problemas, así como las posibilidades de desarrollo de la
El problema central de la epistemología de las ciencias sociale~, ·. .i_;i · aplicación de cada una de ellas (como es el caso del discurso político)
y por tanto de una teoría del discurso, es el del estatuto de su propia ·~. - se deben a que la discursividad es un problema común a diversas
cientificid;d (Miller y Herbert, 1979:35). A diferencia de las ciencias ·~F- e
disciplinas sociales como la historia, la economía política, ia antro-
exactas, que cuentan con lo que Clau~e Lévi-Strauss l~m plan ~ . Pol?~ª social, etc.),~ª la vez, a diversas disciplinas exactas (como
réference, en las ciencias sociales no existe un pro~a um~o Y um: la lo~ca, las rnat~cs y otros sistemas formales), así como -en
versalmente aceptado que determine lo que debera ser mvestigado, m pa~culr- a las c1enc1as de la comunicación (antropología cognitiva,
el método que deberá ser empleado para obtener resultados razona- __ soc10logía del conocimiento, psicoanálisis, etc.).
blemente satisfactorios para el conjunto de la comunidad científica. Por ello, una semiología de la cultura apoyada en la teoría del
Esta dificultad conlleva implícitamente la exigencia de un com- discurso es, necesariamente, un proyecto interdisciplinario. Sin em-
promiso ideológico. En este contexto, la teoría (estructural) del discur- bargo, este interdisciplinariedad está condicionada por las necesida-
so se ofrece únicamente como una contnbución técnica a la solución des ideológicas que sobredeterminan la producción de la discursivi-
de estos planteamientos, y no como su solución definitiva (Jameson, dad científica.
1980). La gran diversidad de sus apl~cioes y de los métodos em-
pleados en este campo parecen surgir precisamente, de las caracte-
Cine y semiología
rísticas del lenguaje mismo (Katz, 1975). . . .
Si bien la elección o creación de un modelo teónco Stgnifica la elec-
ción de una determinada interpretación del objeto de estudio (Bourdieu, ~a extrapolación de los conceptos saussureanos de selección pa-
radigmática y combinación sintagmática permite considerar a las
1975:51) la elección del modelo lingüístico se apoya en el supuesto de
producciones sígnicas no textuales como sistemas ªlingüísticosn o se-
que to~ actividad cultural, por ser inteligible, significativa e interpreta-
miológicos.
ble, pasa por la palabra. Por ello, la actividad estructural, como ha dicho

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
106 Cap. 4. Paseos por la semiótica del eme Cine, epistemología y teoría del discurso 107
Ello ha permitido mostrar cómo es que "el inconsciente está es- Sin embargo, ha sido en el terreno de la filosofía de las ciencias v
tructurado como un lenguaje" (Lacan), y referirse a ciertas produc- de la sociología donde se han realizado los avances más significativo.s
ciones sígnicas como otros tantos discursos: arquitectónico, musical, para contribuir al desarrollo de una teoría de la cultura moderna al
o~jetual, artístico, etcétera. estudiar los fenómenos cinematográficos con herramientas del a~á­
Ahora bien, en el caso del cine, esta extrapolación ha producido lisis del discurso.
trabajos muy diferentes entre sí, que sin embargo consideran a su ob- Por una parte, Will Wright, en Sixguns and Society (University of
jeto de estudio como un lenguaje. California Press, 1975) diseñó un modelo de análisis de la estructura
En primer lugar, habría que mencionar a Christian Metz, quien mitológica de las películas socioeconómicamente más importantes de
ha desarrollado, a partir del punto donde Jean Mitry concluyó su in- un determinado género popular (el western).
vestigación, una teoría del lenguaje cinematográfico, teniendo como Al aplicar el modelo formal de V1adimir Propp, logró, entre otras
modelo la teoría psicoanalítica estructural. Su interés, como el de J. F. cosas, desmentir la afirmación de Claude Lévi-Strauss (afirmación ne-
Lyotard en el caso de las artes plásticas, parece estar centrado en los tamente perteneciente a la semiología de la cultura) de que la lógica
mecanismos de desplazamiento (metonimia) y condensación (metá- discu!Siva de una sociedad moderna no genera mitos que tengan la
fora); y las posibilidades expresivas que ambos mecanismos retóricos misma importancia social que en las culturas uahistóricas".
permiten, así como las funciones de las diégesis (relación entre rea- Wright demostró que estas películas sí cumplen una función es-
lidad y ficción), de la relación imaginaria entre espectador y proyec- tructuradora de la conducta social de los consumidores de tales mitos
ción, y de la usintagmática" del cine. (o, al menos, que existe una correspondencia mutua entre los cam-
Otros autores, como G. Bettetini, U. Eco, P. P. Pasolini, se han bios en la estructura narrativa de los mitos y la estructura social).
interesado por problemas de verosimilitud, de la existencia de una Además, mientras los mitos de las sociedades con pensamiento
tercera articulación cinemática (a diferencia de la doble articulación "salvaje" permiten interpretar los fenómenos naturales en función de
fonemática y monemática de los lenguajes naturales), de la rela- necesidades sociales (culturales), en cambio mitos en las sociedades
ción entre lengua (sistema) y habla (uso) o incluso la oposición entre modernas permiten interpretar los fenómenos del pasado histórico
cine de poesía (montaje) y cine de prosa (plano-secuencia), con sus emitologizado) en función de las necesidades de una normatividad
respectivas diferencias ideológicas. social para el presente.
La profundización de la investigación sobre estas diferencias me- Por otra parte, Ozséb Horányi, en un trabajo titulado "Culture and
todológicas e ideológicas ha sido realizada, en diversos campos, por Metasemiotics in Filmn, publicado en la revista holandesa Semiotica
Franco Pecori y Jean-Patrick Lébel, al mostrar, respectivamente, que ofrece un modelo (peirciano) para la formalización de una metas~
el código cinematográfico puede reinventarse con cada película, y miótica de la cultura, i. e., un modelo formal para la interpretación
que puede ser más importante modificar este código que ofrecer con- del cine "moderno", en particular, del cine que él mismo clasifica en
tenidos subversivos en formas precodificables. "cine de cine" y "cine sobre cine", esto es, el cine autorreferente
Por otra parte, y sin salir del ámbito psicoanalítico, Felix Guattari (Todo en venta, A. Wajda, 1968; Recuerdos, W. Allen, 1982) y el cine
ha dirigido una crítica a las limitaciones de la institución psicoanalíti- autoconsciente de las convenciones cinematográficas, aquel que es
ca, al considerar que el cine puede modificar los agenciamientos del un tanto épico y teatral (en el sentido brechtiano) (El aficionado, J.
deseo, pues sus mitos se modifican permanentemente, mientras el Kieszlowski, 1980; Bodas de sangre, C. Saura, 1983).
. i
psicoanálisis conserva los mismos arquetipos (Edipo, Electra, Narciso, Ambos trabajos se apoyan en algunos elementos de la teoría del
,.,,' etc.), y por tanto, puede llegar a osificar su discurso. Christian Zim- cine y del análisis del discurso (como la lógica, el formalismo ruso y
'I
1 mer, a su vez, enfatiza el valor proteico del deseo, precisamente en el el análisis estructural de los mitos) al contnbuir al desarrollo de una
proceso de decodificación del producto cinematográfico. semiología (o metasemiótica) de la cultura, precisando en este proce-
Todos estos trabajos contribuyen indirectamente al desarrollo de so los conceptos socíoantropológicos de cultura, cultura popular, cul-
una semiología de la cultura, al estudiar el fenómeno cinematográfi- tura de masas y cultura moderna.
co como un sistema sígnico.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
·;
If.

Cine, epistemología y teoría del discu


rso 109
10 8 l
discurso cinematográfico
teri or desarrollo del análisis del a que no debe con fu d" -en o que
Cin e y dis cur so lite rar io tien e de mit·opo étic o- (en est a áre n irse con una
o de la rev isió n de la bibliogra- · 1 · com o pro bab lem ent e del resto de Jas
De lo exp ues to has ta aquí, así com ~em10 ogia ~nteJ del cine), así
e .
los discurso de end
pue de afir ma r que son esc aso s areas de aphcac1on del análisis del
fia sob re sem ióti ca del cin e, se spe ctiv a disc ipli - del análisis del discurso liter~o pes de~n feª1n lml ada,
ediad
trabajos que act ual me nte privileg
ian una úni ca per
ría del ?~sarol ' • a am
s (psicoanálisis, lingüística, teo "poetican.
nar ia par a estu dia r estos fen óm eno ). anística ha favorec. d 1d
literaria, sociología, antropología
, etc. Si bien una prestigiosa tradición hum
semiología del cin e ado pta n la ace
p-
d~ l~ teoría literaria, incluyteend o pre cisa me nte a la s~ilo:
Por otr a par te, los aná lisi s de
i- ~ol que son precisamente las formas
curso" como un signo con det erm 1 era na, e ~ tenerse mu y preysen
ció n semiológica del térm ino "dis o gra fía 1os que par tici . .
ar de su ace pci ón sociológica, com
Y los con ten ido s de la nov ela la cin em ato pan
nad a est ruc tur a nar rati va en lug · al ad fen óm enos sociales
ina da formación discursiva. en ma s to ~ o que los de las otra s arte s de los
un signo per ten eci ent e a det erm inte rna del ión de las interacciones ent re am
bos d" •
lizan la es~ructa por lo que la mvestigac 1scursos
Por ello, en estos trabajos se ana
gen era tiva de dic ha estr uct ura ,
si e¡;tá pre ñad a de significación.
rela to cinematográfico y la lógica del
car la relación con la estr uct ura
bie n esta per spe ctiv a per mit e ubi
a.
contexto social que la condicion lite- Bib liog ra.f ia
Ahora bie n, en la con flue nci a de la teo ría del cin e y la teoría
, com o,
_,·- as abiertas a la investigación
raria podrían señ ala rse algunas áre
,•

can ism os cin em ato grá fico s en el &miología


por eje mp lo, la apr opi aci ón de me me ca-
a), o la mo del iza ció n de los
dis cur so lite rari o (sin tax is lite rari iología, Comunicación 1971
Roland Barthes, Elementos de sem, 1983.
cur so lite rari o, llev ado s a cabo por ' ·
nis mo s de inte rpr eta ció n del dis - , El grano de la voz, Sigl o XXI
en, 1981) (pr agm átic a cin em ato -
Um ber to Eco (Lector in fabula, Lum Jan M. Brockman, El estructurali
smo, Herder, 1974.
estructura aus ente Lum en 1972
gráfica). Umberto Eco, La
antropología y la sociología del Aka l 1980
Por su par te, la confluencia de la gía Fer dina nd de Saussure, Curso de
li~ístcaenr
análisis del dis cur so y la semiolo esos de < - ~ : l . n c i s ' Ed" "1
.,,.. ,.......,wn, tCO , 1980.
cin e pla nte a, en rela ció n con el Fer nan do Tudela, Arq uite ctur a y
proc
r una tipología sistemátic a de las
del cultura, la posibilidad de dis eña ura s soc ia-
s a determinadas estruct Epistemología
estructuras mitológicas, correlativa disc ursi vo-
n a diversas formaciones
les, las cuales, a su vez, per ten ece ~ modelo. Bases para una epistemología mat
erialis-
ideológicas. Alain Badiou, El co~t
ño de una tipología (y no una - . ta de las matemattcas, Siglo XXI "ól
, 1978.
Por supuesto, el adentrarse en el dise s, El ~ - : 1 . - ~ -temolóm N•s, s1•-
a diversas dificultades (obstáculo rdie u et al estos em."
Pie:rre Bou º'"'" " w;; soez ogo. Presupu
me ra taxonomía discursiva) pla nte
6~
·' r~
g1o XXI , 1975.
temológico.
diría Bachelard) de car áct er epis Interdiscipli.nari&:lad, UAM Azcapo XXI Í96 8 .
tzalco 1982
"sintagmáticos" y no sol am ent e ~berto ~ori,
Al con sid era r al cine en térm ino s - J laud e LéVI-Strauss, Elogio de la antropologí a Siglo
ría que estudiar la filiación ideológi sociaks· iáe" i , .
"sígnicos• (Barthes, 1983:26), hab es nar rati vas , acq ues Alain-Miller y Tho mas Her bert , Cie~ · o og¡a Y conocz-
lemas y otra s uni dad
ca de det erm ina dos mitemas, esti ursi vas " (Va n miento, Siglo XXI, 1979.
cro estr uct ura s disc
así como la detección de ciertas ªma
ina dos géneros, per iod os y contextos
Dijk) per ten eci ent es a det erm ina dos subcódi-
ección y clasificación de det erm
¡ ¡ sociales, i. e., la detes de producción y circulación. miotics in Filme• SemM<-~ l l

:¡ gos y sus condicion O. Horanyi, ªCulture and Me tase ...,,......,., vo. 5, núm . 3,
ntrada en los mitos) como una , 1975.
Si consideramos a la etnopoética (ce al
en los mé tod os del análisis form : ~=atrick Lébel, Cine e ideología, Granica,
1973".
ram a de la antropología apoyada gra n par te del ul- Y cine, Planeta, 1973.
clusión de que an Metz, Lengua je
.X
de la literatura, llegaremos a la con ·

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
11 O Cap 4. Paseos por la semiótica del cine Hacic una semiología del discurso cinematográfico 111
__ , Psicoanálisis y cine, Gustavo Gili, 1979. neamen te al estudio de los sistemas , los procesos y los producto s de
Jean Mitry, Estética y psicología del cine (2 vol.) Siglo XXI, 1978. significa ción, es decir, simultá neamen te, a aquello que podríam os
Franco Pccori, Cine, fonna y método, Gustavo Gili, 1977. llamar procesos semionarrativos, así como a las reglas generativas de
Will Wright, Si.Yguns and Society. A Strnctural Study of the Western, Universit y
las estructu ras de enunciación, tanto por parte del sujeto de esta enun-
of California Press, 1975. ciación como de su eventua l intérpre te o lector. 3
Christian Zimmer, Cine y política, Sígueme, 1975.
Se trata, pues, de una perspec tiva epistem ológica que habrá de
Discurso
reconoc er no sólo las marcas de exterior idad de todo discurso , y las
condicio nes de producc ión, distnbuc ión y consum o de estructu ras
Teun van Dijk, Estrueturas y funciones del discurso, Siglo XXI. significativas, sino también la relación dialéctica que existe entre és-
Umberto Eco, Lector in fabula, Lumen, 1981. tas y los sujetos que estructu ran y desestru cturan tales procesos. 4
Michel Foucault, Las palabras y las cosas. Una arqueología de las ciencias hu- Esta búsqued a de lo que podríam os llamar la compete ncia ideo-
manas, Siglo XXI, 1968. lógica de la enuncia ción (que, entonce s, no sólo atañe al enuncia do
Julia Kristeva, El texto de la novela, Lumen, 1974. sino también a sus condicio nes de posibilidad y a sus condiciones de
Michel Pecheux, Les vériteés de la palice. Linguistique, sémantique; philosophie, interpre tación) debe conside rar una dimensi ón sintagm ática y una
Maspero, 1975. dimensi ón paradigmática en todo proceso de significación.
Janos Petófi, Lingüística textual y critica literaria, Comunic ación.
La última de estas dimensi ones puede ser definida como aquella
Vladimir Propp, Morfología del cuento, Fundame ntos, 1977.
Alicia Yllera, Estilística, poética y semiótica literaria, Alianza Universi dad,
en la que operan los principio s de jerarquiz ación, clasificación y eva-
luación, y que están presente s en todo proceso de comunic ación y
1974.
expresió n humana . 5
Por otra parte, la dimensi ón sintagmá tica puede ser estudiad a en
términos de los actantes y las finalidades que la integran en cada caso.
HACIA UNA SEMIOL OGÍA
Ciertam ente, tales categorías (eje sintagmá tico de combina ción/
DEL DISCUR SO CINEM ATOGR ÁFICO eje paradigm ático de sustituci ón o selección) tienen una inscripc ión
lingüística, en cuyo discurso están, a su vez, lexicalizadas técnicam en-
E/ cine es la continuaci6n de la polílica de los medios.
te, de tal manera que es posible asociarlas, respectivamente, con otros
ANDRZEJ MUNK 1 principios binarios de oposición estructural, tales como metáfora /me-
tonimia, condens ación/de splazam iento y procesos primario s/proce-
sos de secundarización, los cuales tienen, claramente, una inscripción
Discurs o y comuni cación: psicoanalítica.
conside racione s general es Ahora bien, un estudio integral de la comunicación social en tér-
minos discursiv os deberá reconoc er las determin aciones señalada s
En el contexto de la actividad académi ca interesad a por los proce- por la economía política, aspecto que, integrado al de las disciplinas ya
sos de la comunic ación social, el concepto de discurso amenaza con mencionadas, y para el estudio del discurso cinematográfico, está to-
volverse inutilizable, debido precisamente a la creciente polisemia que davía por hacerse. 6
ha adquirido sucesivamente, de manera similar a lo que ocurre con el
concepto de sentido en la semánti ca contemp oránea. 2
3 Esta
preocupación por Jos sujetos del proceso proviene de los planteamientos epistemo-
lógicos de Pierre Bourdieu. Cf. El oficio de sociólogo, Siglo XXI, México, 1975 y La distinction,
En este trabajo, el término será emplead o para referirse simultá- Critique sociale du jugement, Editions du Minuit, París, 1979.
4 Sobre las marcas
de exterioridad, cf. Michel Foucault, El orden del discun>o, Tusqucts,
Barcelona, 1973.
'Cit. por Christian Zimmer, en Cine y política, Sígueme, Salamanca, 1975'. p. 164: . .
5 Philippe
Hamon, Tcxt et idiologie, Presses Universitaires Franci~,
'Cf. Las acepciones registradas por A. J. Greimas y J. Courtes en su Semwru:a. Diccwnano 6 Christian Metz,
París, 1984.
"The Cinematic Apparatus as Social Jnstitution -An Jntervicw with
razonado de la re.orla del lenguaje, Credos, Madrid, 1984. Christian Metz•, en Díseourse, Univesity ofCalifornia Press, 1979, pp. 6-37.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA

112 Cap. 4. Paseos por la semiótica del cine Hacia una semiología del discurso cinematográ6co 113
.., te a otros sistema s discursivos, cuyas unidade s mínima s de significa-
Existen , por supues to, campo s de la produc ción discurs iva que .

han recibido una mayor atenció n, como es el caso de las formaciones ción pueden ser determ inados estruct uralme nte?
discursivas, el discurs o político y el discurso literario .: To~ lo anteri~, y muchos problem as más, lo han llevado a pro-
En este punto, convien e señalar la enorme distancia que aún exis- blematiz~ categon as prove1:in~ del psicoanálisis, la lingüística, la
te entre el desarrollo del análisis de las estructu ras literaria s (poética narratologia y el concept o anstote hco de verosimilitud (más cercano a
a la tradició n épica, que a la mimesi s
generativa, teoría de la recepci ón, etc.). Asimismo, convien e señalar la diégesis, a la present ación,
8

dramát ica) y sus relacio nes con l~


la pertine ncia de extrapo lar categor ías proven ientes del análisis del a la represe ntación , a la tradició n
de que lo imposi ble verosím il
discurs o literari o a otros campos , como es el caso de los concep tos ~asible. Así, por ejemplo , del hecho
nio la perman encia de cier-
bajtinia nos de interdis curso, interco dicidad y la natural eza dialógica tiene un mayor valor retórico dan testimo
del discurso. 9 tas fórmula s genéricas.
Finalm ente, es bien sabido que, en este contexto macros emiótic o A pesar de sus aportac iones para constru ir una teoría del discur-
de análisis, el concep to de "ideología" es definid o como "sistem a de so cinematográfico, los trabajos de- Christia n Metz han recibido una
valores•, empleando aquí el término "valor" en un sentido estructu ral, con~iderabl atenció n critica, precisa mente para cuestio nar el alcan-
derivad o de la lingüística saussur eana.
10
ce de tales aportac iones. Las princip ales criticas a su obra se centran
e~ señalar la pertine ncia de los problem as formulados en sus trabajos
(siempr e como parte de una teoría del discurso filmico), y la dificultad
Caract erizac ión del discur so cinem atográ fico de o~ecr.na respues ta satisfac toria a todos ellos en una primer a
aprox1macion.
Con toda seguridad, el autor que ha ejercido la mayor influen cia ~sí, a pesar.d e q1!e po~ria relativi zarse el valor de su trabajo al
mteres estricta mente filosófico o incluso taxonómico
en el estudio semiológico del discurso cinematográfico ha sido Chris- conside rarlo de
muy cera~o aún a la_pro~ción fenomenológica de Jean Mitry, 1~
tian Metz. 11
Algunas de sus preocup aciones centrale s han sido: determ inar la pero a13considerable distancia de las teorías surgidas en Cahiers du Ci-
·d
diferencia entre las formas de percepc ión y las formas de articulación nema, •
su ob ra h a tem o como consec uencia despert ar la atenció n
discursiva, junto a otros problem as que operan en el especta dor de sobre aspectos tales como las categorias del punto de vista narrativo 14
cine, tales como los mecani smos de "seducción" diegética que ejerce de~vo de las teorías del "architexto• que subyac e a todo texto, y de
la imagen cinematográfica sobre los proceso s de secund ariedad rela- los tipos ~ndametls de los que se derivan todos los géneros. is
tiva; la utilidad de estable cer una gran sintagm ática filmica (es decir, En realida d, toda la activid ad teórica posteri or al estruct uralis-
una especia de código taxonómico que reconozca los segmen tos autó- mo de Metz, acerca del discurso filmico, ha contrib uido a reformu -
lar.las pregun tas ~echas o~alment por él o por sus seguido res,
nomos del discurso filmico en general), así como la discusión del es-
tatuto semiológico del cine: ¿es el cine una lengua o un lenguaj e, es quienes han trabaJado, casi siempr e, siguien do los modelo s semió-
ticos de Peirce.
decir, es un sistema de reglas generativas con autonomía relativa fren-
En Inglaterra, Peter Wollen ha propue sto estudia r la evolución
16

ro-
Jean Mioy, Estética Y psicología del cine, Siglo XXI, 1977, y Christian Metz •current
12
Genette,
'Michel Pecheux, Análisis automatü:o del discurso, Madrid, Gredos, 1978; Gérard b
of film theory: Mitry's L'Esthetique et Psychologie du Cinéma' vol. 1r ' e~ Bill
Niciiols
Narrative Diseourse, Blackwell, Oxford, 1972; Mario Monteforte Toledo, El discurso
político, Nue- ~es '
MoVleS and MetJwds, University of California Press.
va Imagen, México, 1980; Gilberto Giménez, Poder, Estado, di8curso, UNAM, ~éxico,_
1~8.
lúcida, Gus-
13
Algunas de las más important es criticas a Metz se encuentra n en James
Roy MacBean
ªJ. Martin Batbero, Discurso y poder, Ciespal, 1976; Roland Barthes, Cámara Fil
" ti m and &voluticn, In~ia University Press, 1975; véase también: Ruth McCormick: •Chns:
tavo Gili, Madrid, 1982. Sem10Jogy Fad". en Cineaste, vol. VI, Núm. 4, 1975, pp. 23-25 y Brian Hen-
9Mijaíl Bajtín, Estética de la creaci6n verbal. Siglo XXI, México, 1982; y Julia
Kristeva, &, dan Metz an~_the
erson, A Critique ofFt1m Theory, Dutton Pn=, 1980.
miótica, Fundamentos, Madrid, 1978. in
'ºFerdínan d de Saussure, C'urso de lingüfstica general, Akal, Madrid, 1980, ll8
ss. e '.• Edward Branlgan, Point of View in the Cinema. A Theory of Narration and Subjetivity
11 Están traducidos a1 español, Lenguaje y cine, Planeta, Barcelona, 1973; Estudios sobre la
~I Film, Mouton, 1984.
3is y cine, Gusta· uGérard Genette,• Introduction a l'architexte' Ed. du Seuil • 1979•
significación en el cine, Tiempo Contempo ráneo, Buenos Aires, 1972; .Psicoaná1i
Peter Wollen, Signs and Meaning in the Cinema, Viking, J 972.
16
vo Gili, Barcelona, 1977.

L. PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
114 Cap. 4. Paseos por la semiótica del cine Hacia una semiología del discurso cinematográfico 115
del lenguaje filmico desde la perspectiva de considerar que toda pe- como una defensa del expresionismo, al sostener que dos imágenes
lícula tiende a enfatizar un aspecto determinado del modelo peirceano: sucesivas forman una proposición. Así, habló del montaje rítmico, mu-
sea el indicial (cine realista, incluyendo el cine educativo y científico, sical, metafisico, alegórico, intelectual, subjetivo, formal, etcétera.
el cine etnográfico, el documental político, cultural, noticioso, etc.), el Por su parte, Pudovkin habló de un montaje simbólico y direccio-
icónico (cine de ficción, es decir, el cine diegético convencional, pro- nal ("No rodar, sino construir"), apoyado en el "principio de continui-
ducido para ser exhibido en los circuitos comerciales) o el simbo1ico dad" (el sentido de la imagen es una proposición que continúa el sen-
(cine experimental, que exige del espectador la elaboración de pro- tido de lo anterior, y así sucesivamente ). 21
cesos de identificación secundaria, en el sentido psicoanalítico de la Y Eisenstein, al tomarse la libertad de no respetar la relación cau-
expresión). sa-efecto, desarrolló el "principio de colisión», cuya lógica es similar
A continuación, mencionaré algunos de los modelos analíticos del a la de la pintura cubista o la escritura japonesa (la suma de dos tomas
discurso cinematográfico que han sido propuestos hasta la .fecha. es diferente a la suma del sentido de cada una de ellas). 22
El semiólogo italiano Umberto Eco 17 presentó en el Festival de La discusión sobre las relaciones entre montaje e ideología ha sido
Pesaro de 1970 una ponencia sobre la tercera articulación cinemato- retomada recientemente en Francia (Comolli, Lébel, etc.) 23 y en Ita-
gráfica, siendo las otras dos, como se sabe, comunes a todo código: lia (Della Volpe, Pecori, etc.), 24 y ha sido paralela a la discusión entre
la constituida por elementos con un valor diferencial, posicional u posturas realistas y formalistas (desde Arheim y Krakauer hasta An-
oposicional, y aquella otra, constituida por significantes que deno- dre Bazin y los teóricos contemporáne os). 25
tan o connotan un sentido. Otros problemas teóricos explorados por los teóricos contempo-
Según esta proposición, el código cinematográfico se apoya en la ráneos en los últimos años han sido el de la impresión de realidad
e
cinésica (gestos), la proxémica distancias y otros códigos culturales) (Baudry: "sujeto trascendental" ; Oudart: "efectos de lo real" y "efec-
y en los encuadres, signos y sernas icónicos (objetos), que, al ser ar- tos de realidad"), 26 la poética generativa del montaje simbólico (Zhol-
ticulados en los niveles sincrónico y diacrónico, producen "figuras kovskii), z7 y el valor cultural de los mitos filmicos frente a la relativa
icónicas", independiente mente de la palabra y el sonido, esto es, del pobreza de los mitos freudianos (Guattari). 26
mensaje.
Esta propuesta, todavía cercana a Metz, estaba, en cierto sentido,
en oposición a Pasolini, 18 cuya teoría no buscaba las unidades míni- Posibilidade s de análisis
mas de significación, sino las diferentes consecuencias político-ideo- del discurso filmico
lógicas y estéticas de privilegiar el montaje dentro del encuadre el e
plano-secuencia) sobre el corte directo. Si la semiótica se ocupa del estudio del significado, ni la ideología
A esto, Pasolini lo llamó "cine de poesía", contra el más conven- ni la organización social le son ajenos.
cional "cine de prosa", defendido por los directores franceses de la Todo modelo que intente dar cuenta de los procesos de significa-
"nueva ola". 19 -.-
Esta discusión acerca del montaje como elemento central del dis- 21 Jay Leyda Kino, Historill del film ruso y soviético, Eudeba, 1965, Karel Reisz y Gavin Mil-

curso filmico ha sido la discusión medular en la historia de la teoría del lar, The Technique of Film Editing, Focal Press, 1953; Lincoln F. Johnson, Film. Spa~. Time,
Light arul Sourul, Holt, Rinehart and Winston, 1974.
cine (en gran medida). Béla Balázs, 20 por ejemplo, clasificó las formas 22 Sergei M. Eisenstein, El S6Tltido del cine, Siglo XXI, 1972: ed. or. 1942.
de montaje del cine mudo según el "principio de atracción", en parte 23 Jean Patrick Lébel,
Cine e ideologúl, Granica, 1973.
,. Franco Pecori, Cine, forma y método, Gustavo Gili, 1977.
:is Siegfried Kracauer, Theory of Film. The Redemprion ofPhysic/ll Reality, Oxford University
Press, 1960; Andre Bazin, ¿Qué es el cinc?, Rialp, 1966; James Dudley Andrew, Las principales
17
Umbeno Eco, "Sobre la articulación del código Cinematográfico•, en Problemas del nuevo teorías cinematográficas, Gustavo Gilí, 1978.
cine, Alíanza Editorial 295, 1971, pp. 77-108. 26 J. Collet et al., Lec!Ure.s
du film, Albatros, 1976.
18
Pier Paolo Pasolini y Eric Rohmer, Cine de poesía contra cine de prOSIZ (Anagrama, "Z1 Aleksandr Zholkovskii, "La poética generativa en los trabajos de S.M. Eisenstein", en
1970).
Semiología del teatro, Planeta, 1975, pp.295-329.
'ºJames Monaco, The New Wave, Oxford, University Press, 1976. :ia Felix Guattari, "El cine, el psicoanálisis y lo imaginario social", en La cultura en México,
20
Béla Balázs, El film. Evolución y esencia de un arte nuevo, Gustavo Gilí, 1978. núm. 729, 26 de enero de 1976.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
116 Cap. 4. Paseos por la semiótica del cine
Hacia una semiología del discurso cinematográfico 117
í.
~ las car~esti del posible-deseado alocutor, sus competencias sus
ción de las imágenes habrá de inscnbirse en esa tradición teórica en -

la que se ha discutido la referencialidad o la autonomía de los signos


.,.. presuo1c~, _s_u "enciclopedia" de referencia semántica, sus hábi-

29 tos~ ~muca10n audiovisual, su predisposición a aceptar el "juego•
icónicos. Ya Ludwig Wittgenstein, en su Philosophische Unterschugen, sem10tico organizado por el mismo film y a participar en él.33
se preguntaba si lo que hombre pinta es la imagen de un hombre o el
hombre que la imagen representa. De la misma manera, el director Como puede ~p:eciars, el campo de investigación en esta área es
francés Jean-Luc Godard, se ha preguntado: •¿Esta es la imagen de una ~nor:iem.t fertil. Por ello mismo, se han abierto otras líneas de
bella mujer o es una bella imagen de mujer?" 3º mvestigac10n. Mar~o Ka~dn ha mostrado, en su tesis doctoral presen-
La formulación de estos problemas exige estudiar no sólo el sen- tada e_n Brown f!mvers1ty, la existencia de un mecanismo retórico
tido derivado del uso, sino los mecanismos de lo que podríamos lla- ~spec1fio del discurso filmico, al estudiar la •estructura de poder"
mar una "retórica de la lectura" de las imágenes, los procesos cultura- mstaurada por lo qu_e ella llama •metáfora del espectáculo".
les de decodificación de los procesos de dialogismo presentes en todo . Esta figura consiste en la presencia simultánea de tres persona-
proceso discursivo. Jes qu: cumplen la~ funciones respectivas de un espectador dentro de
Si bien en la teoría literaria existe una cada vez más compleja ten- la
dencia teórica ocupada en estos problemas (Wayne Booth, Wolfang actpebcula,triz de un director , que observa y coordina la acc'o' d
l n, y e un : l.i
or .º ac qµe actu~ b.ajo su mirada. El modelo clásico de esta ·/ '~
Iser, Umberto Eco, Normand Holland), y que en ocasiones toma sus especia de estruc~a parodica es la cinta Dr. Mabuse, jugador, de Fritz
ejemplos del cine (Seymour Chatman, Lisa Block), no hay aún una Lang (1923), ~o mismo que el cine de Hitchcock, Welles Godard Ch _
teoría igualmente satisfactoria de la lectura de la imagen filmica. brol y Resnais. 34 • , a
En este sentido, es importante señalar el trabajo de la semiología En ~ tradición académica, los semiólogos de la Europa Orien-
europea: Lorenzo Vilches, apoyado en modelos actanciales y hjelms- t~l- continuan trabajando en los problemas planteados desde la crea-
lesvianos,31 y Gianfranco Bettetini, quien estudia al cine como un apa- c1?n de la Escuela ~ :artu, por Jurij Lotman, 35 como parte de una
rato de enunciación que produce un tiempo diegético: 32 a la vez el tiem- b usqueda de la sem1ot1ca de la cultura.
po de un modelo y el modelo de un tiempo, distinguiendo así entre el _E~tán, pue~ l~s ya cl~ios trabajos del mismo Lotman sobre la
tiempo del enunciado y el tiempo de la enunciación filmica. estetica y serruotica del eme (escritos en la URSS) 3& y que co 1·d
Así, por ejemplo, este último autor, al emplear la noción de "tex- ran e~ problem_a de la modernidad cultural, de ma~er parle1: 1:~
to", explora la significación de la temporalidad filmica distinguiendo trabajos de Noel Carroll acerca del cine de la alusión en Hoollywood
diversos niveles de interacción macrotextual: el de la lógica del rela- du~nte los setentas37 o incluso los de A. Weinrichter sobre la refonnu-
to (o de la sucesión), el de la verosimilitud (o de los hechos), el de la
inducción semántica y el de las implicaciones situacionales.
l ac1on del concepto de género. 38
. ~n !iungria, ~zséb Hor~nyi ha trabajado en el diseño de modelos
De esta manera, al estudiar los problemas de la temporalización s~tio Y func1onal-semanticos que den cuenta en un nivel meta-
diegética del film, distingue respectivamente los niveles sintagmáti- hngu1stico de los procesos de la metasemiótica del film, aplicando
co, propiamente diegético, semántico y pragmático.
Y llevando aún más lejos las extrapolaciones lingüísticas, puede Bettetini, op. cit., en nota 32, p. 126-127. Sobre la teoria de la
as~. .• . .
decirse, entonces, que si los tres primeros niveles constituyen el dic- ~or m/~·
de Umberto Eco, Lumen, 1981; Wolfang Iser The ltterana, cf., Jmpl~C:.
e
tum (lo dicho), el último corresponde al modus el modo de la enun-
~ing,
ns Uruvemty Press, 1974¡ Seymour Chatman Sto
Booth, The Rhetorics of Fü:tion Chica U .
0
.•
d ' . 'Johns Hop-
ry an Discourse, Cornell, 1978; wayne
fisa :i~3rzl!92;
ciación), y está definido en función de Yale University Press' 1975 . :=;;n S Readers Ho~and,
os pr~mientos
de la lecnmz literaria, Siglo XXÍ, 1984. . F'u11C1Dnes del lector y
Brown Margo Kasdan,
Univen;ity, The Metaphor of Sp«tade as a 1 t
1976. · Model m
n n eipn:tatwe · Narrative
Cinema,
"'Ludwig Wittgenstein, PhilosOphic:al lnvesrigations, Blackwell, 1958, p. 141..e (f518).

auroll
:ioCit. en L. V'tlches, Lectura de la imagen, Paidós, 1983, p. 27, infra. : JuñJ Lotman y Escuela de Tanu, Semiótica de la cultura Cátedra 1977
••op. cit., nota 30. Cf. también, Louis Hjelmslev, Prolegómenos a una teOl'Í/J del lenguaje, Yun M Lotman
.,Noel Estética
"'IÍte F ·, · del eme,
y sc;nwttca_ · Gustavo Gili,
' señe Punto
' ·y Línea, 1979.
Octob:, núm. 20, ~g pp. ~1;.
2
0
Gredas, 1969; A. J. Greimas, Semántica esrrucruml. Gredas, 1971. · AlJUSton: Hoolywood in th~ Seventies and Beyond", en
32 Gianfranco Bettetini, Tiempo de la ~esi6n cinematográfica, Fondo de Cultura Eoon6mi·
Alfredo Wemnchter, El nuevo cine americano, zero zyx, 1979.
ca, Breviario 357, 1984.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
118 Cap. 4. Paseos por la semiótica del cine 119
para ello las categorías analíticas pertenecien tes a la tradición inte- El cine etnográfic o:
lectual eslava: Jakobson, Tarski, Hjelmslev, Géidel. 39 su valor científico y educativo
En París, y con la evidente influencia del mayo francés, el psico-
análisis estructural y el marxismo gramsciano, Noel Burch ha investi- La investigación sobre el sentido ideológico del discurso cinema-
gado, respectivamente, los procesos discursivos de la découpage (des- tográfico es no sólo el aspecto medular de la semiología filmica, sino
composición en planos y secuencias) en argumentos de ficción y no que además desde esa perspectiva se pretende integrar el estudio de
ficción, así como la utilidad de entender las manifestaci ones de la problemas que, metodológicamente, han sido analizados desde dis-
cultura popular para comprende r la raigambre social de una tradi- tintas perspectivas.
ción fílmica como la del cine japonés. 40 Si bien casi todos los estudios sobre el discurso cinematográfico se
Tal vez el trabajo más ambicioso hasta la fecha en cuanto a la inten- han ocupado de los códigos filmicos y sus respectivos mecanismos de
ción de mostrar la relación entre cambios en la estructura narrativa decodificación, debe recordarse que en ambos casos están en juego
filmica y cambios en la estructura social, es el del sociólogo estado- también los códigos sobre lo que es o debe ser objeto de filmación. El
unidense Will Wright, 41 quien ha logrado no sólo demostrar la posibi- privilegio histórico del cine cuyo objeto es construido en términos de
lidad de estudiar un fenómeno de comunicación social con herramien- no ficción no ha determinado, sin embargo que fuera ésta la modali-
tas antropológicas (Lévi-Strauss) y narrativas (Propp, Frye), sino que dad discursiva dominante hasta nuestros días.
ha reformulado el concepto mismo de mitologema, al utilizarlo para Desde el momento en el que Sir Baldwin Spencer filmó en Aus-
el estudio de una sociedad moderna (el estudio diacrónico de las mi- tralia una ceremonia totémica (1901 ), el cine etnográfico ha mostra-
tologías del cine de western). 42 do su valor educativo al explorar esa paradoja que consiste en nutrir
También se deben mencionar las investigacio nes de Christian nuestra imaginación a la vez que intenta respetar la verdad de la
Zimmer, 43 quien ha dinamitado prácticame nté todos los conceptos comunidad con la que trabaja.
que adoquinaba n el sentido común con anterioridad a la revolución Sin embargo, el sentido de toda explicación etnográfica, cuando
burguesa de 1968 en París, y ha mostrado el carácter político de todo pretende ser científica, corre el riesgo de caer en ideologías etnocén-
fenómeno cinematográfico, señalando cómo siempre está en juego el tricas, o incluso en el relativismo extremo, deslizándose sobre el eje
deseo del espectador y su capacidad de recrear los mecanismo s del de lo literal y lo metafórico.
simulacro creado por la espectacularidad. Una manera relativamen te confiable de neutralizar este riesgo,
Por su parte, Gilles Deleuze ha iniciado una exploración teórica como se ha demostrado en la práctica de todas las ciencias sociales, 45
sobre la imagen-movimiento y la imagen-tiempo, que constituyen la es precisamen te hacerlo explícito o, mejor aún, evidenciarl o tácita-
dureébergsoniana, psicológica, de la imagen fílmica. Se trata, pues, de mente, en ese registro igualmente dificil, que oscila entre lo manifies-
una lectura de la filosofia de Bergson y una relectura de la semiótica to y lo latente o, más exactamente, "entre la ansiedad y el métod~, es
de Peirce, a la luz del cine clásico y del cine moderno.'" decir, al recurrir a los mecanismos de distorsión y de contratransferen-
cia con el fin de objetivar la perspectiva del mismo observador. 46
Así, el cine etnográfico es no sólo una puesta en escena de los tipos
de explicación científica, sino también, en los mejores casos (Jean
Rouch, Frederick Wiseman, Robert Flaherty), una búsqueda de ele-
J90zséb Horányi, •culture and MetaSemiotics ín Film", en Semiolica 15:3, pp. 265-284.
•ºNoel Burch, Proxis del cine, Fundamentos, 1979; To a Distant Observer, Fonn ami Mean· mentos narrativos universalm ente válidos, y que en su forma "pura"
ing in the /apanese Cinema, Uníversity ofCalifomia, Berkeley, 1979. . . no requieren de ningún mecanismo de mediación entre las imágenes
•1 Will Wright, ~ns and Society. A Stnu;tural Study of the Western, UniverSJty of Califor-
nia Press, 1975.
audiovisuales y el espectador.47
"Un comentario más detallado sobre el libro de W. Wright puede encontrarse en: Lauro
Zavala, •oe Lévi-Strauss a Butch Cassldy: el vaquero desenfunda siempre con la derecha", en •sGeorge Deveraux, Dt: la ansiedad al método en las ciencias del comportmnümto, Siglo XXI, 1977.
Nexos, núm. 24, diciembre 1979. ""Cf. Jean Rouch, •¿El cine del futuro?", en J. Rornaguera y H. Al~ina, Fuentes y documen·
ºChristian Zímmer, Cine y política, Sígueme, 1976. tos de cine, Gustavo Gili, 1980, pp. 48-156.
44 Gilles Deleuze, La imagen-movimie "Bill Nichols, "The Documentary Film and The Principies of Exposition•, •Frederick
nto, Paidós, 1985.

1
1;
PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
121
120 Cap. 4. Paseos por la semiótica del cine
CINE Y ESPECTACULARIDAD:
Habrá de reconocerse, entonces, que el cine documental, además UN MODELO DE ANÁLISIS
de su valor referencial, tiene un enorme potencial educativo, es decir,
un valor que es a la vez ético y poético, y por ello mismo, profunda- .:;
Un movimiento de cámara no es una cuesti6n de técnica sino
una cuesli6n de moral.
mente político.
)EAN-Luc GooARo

Conclusión , Al confr~ta algunas experiencias del llamado Nuevo Cine Ale-


n:1~ -es~cmnt el trabajo de Peter Handke- con la interpreta-
El cine, como parte de una tradición de espectacularidad (y tam- ~i? sem1olgi~ qt1;~ ha~ Pasolini sobre el plano-secuencia, puede
bién, como ya se ha visto, de especularidad, es decir, de funcionar iniciarse una discus1on sistemática sobre la importancia comunicati-
como un speculum o espejo del mundo, del autor o del espectador) es va (es~atégi, ide~lg'?1) de privilegiar la utilización del plano-se-
capaz de aludir en gran medida a los códigos que median entre su cu~nia, , n e i b ~ r a g ~ l i v n p la integración de varios planos discretos
propio discurso y la realidad que refiere a través de tales códigos. -por medio del montaJe- en una secuencia.
Se trata, pues, de un discurso acerca de la realidad (su realidad, En rigor, sería más preciso afirmar que esta discusión sería la
una realidad) donde en ocasiones importan más los silencios, los ba- continuación . . del debate iniciado hace más de 20 años por A n dre, Ba_
ches, las metáforas. zm, para qmen era preferible seguir aquello que tiene algún interés
El analista se encuentra, en ocasiones, tras esos palimpsestos que y comentarlo dentro del cuadro, por medio de la profundidad de
llamamos intratextualidad, intertextualidad o intercodicidad. cam~o, en lugar de ~realo por medio del montaje.
La semiosis, como ya lo señaló Peirce, es ilimitada, y toda referen- . Sm e?1b~o, el eme contemporáneo -asimilando los avances téc-
cia extensional, como la que se ha ensayado aquí, implica una cuali- nicos mas recientes y heredero escéptico de la Nueva Ola France-
:
ficación y una glosa. s~- ~arec co~plejizar la disyuntiva anterior, al definir como •rea- r
Existen, por supuesto, otros materiales de trabajo y líneas de in- lista no precisamente a un cine con ciertos recursos formales l·
vestigación sobre el discurso fílmico, lo mismo en clave semiológica (como el découpage o desglose de escenas, casi imperceptible para el
a un cine que "trata sobre lo real", y cuyo mensaje
t
que psicoanalítica o sociológica.
Nuestro interés ha sido reconocer las aproximaciones que se asu-
es~ctador),
exige un tratamiento especifico, diferente para cada película.
sin~
[
men como parte de un proceso de interpretación que intenta dar Pero, a pesar de lo que podría creerse, es posible -y aun útil- dis-
cuenta de los mecanismos ideológicos que operan en la enunciación :·
~nguir aquellas pel~c1:as que, de una u otra manera, y dependiendo
fílmica y que surgen y dan forma a maneras de decir, hacer, vivir siempre de las condicmnes que sufre su propia condición de mercan-
y jugar. cía, privilegian una u otra forma de "realismo".
En resumen, podría hablarse de películas que reducen cualquier
aspecto de la ~eida a un mero espectáculo, y películas que escapan
a este reduCCiomsmo, o que al menos tienen esta intención.
Trataré de ejemplificar lo anterior, considerando varios casos en
~os que evidentemente se privilegia una u otra forma de articular la
imagen y el sonido. Para ello tal vez resulte conveniente distinguir
e~ :ficció_n y no ficción espectacular y "no espectacular" (para no
utilizar el termino "realista").
Las características generales de cada categoría -sin considerar la
utilización de diferentes planos, iluminación, composición, argumen-
Wiseman's Documentarles: Theory and Structure•, •nocumentary, Criticism, and the Ethno- to, sonido y puesta en escena- serían las siguientes:
graphic Film", en Jmage and the Idoology, Indiana University Press, 1981, pp. 170-292.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
122 Cap. 4. Paseos por la semiótica del cine Cine y espectacularidad: un modelo de análisis 123
Ficción espectacular. Énfasis en el montaje. El sentido surge de la articulación cinematográfica. Ello exige rechazar las convenciones, y
relación entre audio y video, al interior de la pantalla. En ese sentido, reinventar un código específico en cada película, vale decir, reinven-
es un cine autónomo y autorreferente. Es autónomo en tanto que ge- tar el cine en cada película.
rtera sus propias mitologías, y se alimenta de ellas, aunque no exclusi- Este proceso semiótico de construcción-deconstrucción de códi'-
vamente. Es autorreferente en tanto que toda cinta de ficción especta- gos puede plantearse en términos de un montaje propio al interior del
cular exige al espectador cierta familiaridad con las convenciones del encuadre. Este montaje puede ser simplemente teatral (Mijalovski en
lenguaje cinematográfico (una disolvencia significa una elipsis tempo- Pieza inconclusa para un piano mecánico), ausente (Straub en Moses
ral) o con los clichés del género (los malos siempre visten de negro). and Aaron), transparente (Peter Handke en La mujer zurda) o estar
Extrapolando el término de intertextualidad (presencia de un contenido en el objetivo (Godard: travelling lateral en Tout va Bien,
producto -un texto- en el interior de otro) al campo del cine, po- Antonioni: zoom in al final de El pasajero, Straub: Anna Magdalena
dria decirse que la intertextualidad cinematográfica consistiría en Bach, etc.).
la presencia implícita de: a) otros discursos cinematográficos, o bien En este último aspecto, los movimientos de cámara no agotan el
b) discursos extracinematográficos en el interior de un producto catálogo de recursos. Resulta interesante descubrir que un recurso de
específico. montaje al interior de un encuadre ha añadido el doble objetivo simul-
El primer caso de intertextualidad incluye el cine sobre el cine (8 táneo (el regreso de la caceria en El francotirador) precisamente en
lh, Cascabel, etc.) y las referencias a la memoria cinematográfica del una película paradigmáticamente espectacular.
espectador (Woody Allen parodiando a Eisenstein en La última noche No ficción espectacular (reportaje). Énfasis en el plano-secuencia.
de Boris Grushenko, recreando el mito de Bogart en Play it Again, Sam, Caracteristico de la TV informativa. El sentido de la información sur-
superando a Bergman en Interiores o ironizando el documental bio- ge del discurso del comentarista, que por lo general es asincrónico con
gráfico en Robó, huyó y lo pescaron). También induye todo el neowes- respecto a la imagen: ya sea un texto leído en off o bien el comentario
tern, que aprovecha y comenta los clichés del género, para utilizarlo sobre un plano-secuencia o una serie de ellos. Piénsese, por ejemplo,
y tratar de criticarlo o entremezclarlo con otro género, etcétera. en la filmación al hilo del incendio de una embajada secuestrada por
El segundo caso de intertextualidad remite al espectador a su cul- terroristas. La reacción ante este hecho puede arrastrar a un comen-
tura extracinematográfica: literatura, música, tradición oral, costum- tarista a emitir juicios de condenación que explicitan los intereses que
bres y, por supuesto, todas las formas de la cultura visual contempo- éste representa en un determinado canal de TV.
ránea (historietas, fotografia, diseño, pintura, grafittis, etc.). Cuanto Por otro lado, el material grabado directamente -el audio y video
más codificados estén los sistemas extracinematográficos, más fácil- de un videocasete-, con independencia del comentario que lo puede
mente serán incorporados al cine como forma narrativa espectacular. acompañar, constituye siempre un documento testimonial, sujeto a las
Pero fuera de estas formas de intertextualidad, el cine de ficción reglas de la espectacularidad televisiva.
espectacular está ampliamente codificado (piénsese tan sólo en los No ficción no espectacular (documental). Énfasis en el montaje. El
géneros). sentido surge del montaje mismo, y se ve reforzado por la relación
Ficción no espectacular. Énfasis en el plano-secuencia. El sentido entre la imagen audiovisual y el comentario -generalmente en off-
no existe al interior de la pantalla, sino que sólo puede surgir de la que se efectúa al interior de la pantalla sobre esta imagen. Este mate-
relación que establece el espectador con la imagen audiovisual pro- rial constituye siempre un documento didáctico e incluye al cine con
yectada sobre la pantalla. Por tanto, apela a la participación del fines precisamente académicos, pero también al cine de propaganda
mismo, en un proceso de reconstrucción (o deconstrucción) similar política y algunas formas de publicidad audiovisual.
al proceso de búsqueda del director. El cine -la pantalla- se convier- Este esquema tiene, por supuesto, un carácter puramente instru-
!~ e11 un espejo, en ese reflejo de lo real que intenta despojarse de una mental, es decir, teórico, lo cual significa que puede ser rebasado en
m,~.ncioald previamente codificada. la práctica por la producción y el análisis de productos concretos.
-:1.~'Etaegorí cinematográfica incluye al producto de todos aque- Así, por ejemplo, tanto El coraje del pueblo como Canoa presentan
llos directores que consideran que no existe un lenguaje universal de problemas específicos de diégesis (relación entre la realidad y su ima-

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
124 Cap. 4. Paseos por la semiótica del cine

en) y de verosimilitud (el sentido que el espectador da a esta rela- }


~ión) que difícilmente permiten e~casilro en alguna de las catego-
rías anteriores ... al menos exclusivamente.

1
Así, aunque las características de cada categoría son más bien hi-
potéticas, sin embargo pueden se~r com~ punto_ de apoyo p~ra de-
terminar la especificidad de cada cmta. As1, por eJemplo, el ~me do-
cumental puede llegar a serlo basándose e~ planos-~cue1 (Jean
Rouch 0 el reciente cinéma-veri.té estadoumdense). S~ embargo, lo ..
son precisamente al subvertir la posible espct~uland de la :ela-
ción audio/video, como mediatizadora entre la rmagen y la realtdad
que ésta pretende mostrar. . . . . . ,La'i.sedu~on;·l cine-
En síntesis, toda posible subversión a estos ~?digos_ de articulación .e'··<: . ~ ·--· ·.dÓcu~entI
audio ~r video es tan sólo una confirmac1on -as1 sea por reduc- ·~-.

entre J • d. t
ción al absurdo- del siguiente sistema de ecuaciones ivergen es:

1. Ficción-espectacularidad-montaje
(audio/video) .
2. Ficción-no espectacularidad-plano-secuencia LOS DOCUMENTALES SOBRE
(espectador/pantalla) · . LA VIDA EN LOS DESIERTOS
3. No ficción-espectacularidad-plano-secuencia
(audio/video) . . El objetivo de estas notas es mostrar cuáles son los mecanismos
4. No ficción-no espectaculandad-monta3e formales que se ponen en práctica en algunos documentales sobre la
(espectador/pantalla) vida en los desiertos, de tal manera que llegan a lograr un efecto tan
espectacular como el que se logra al ver una película de ficción. An-
tes de entrar en materia conviene detenerse un momento a señalar
la situación general de los estudios sobre cine en la región hispano-
americana, y sobre la presencia de los desiertos en el cine regional.

Los estudios sobre cine

La cultura contemporánea es una cultura de las imágenes. Y en


ese contexto, la cultura latinoamericana cuenta con un antecedente
espectacular, que es la tradic~ de los códices. A pesar de todo ello,
en la región todavía no contamo5'con una tradición teórica propia en
los estudios sobre el lenguaje audiovisual.
De manera paralela a esta notable ausencia, tampoco contamos
con una red de videotecas públicas que contnbuyan -de manera simi-
lar al objetivo que tienen las bibliotecas públicas- a la alfabetización

125 1
¡:
ij'
PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
126 Cap. 5. La seducción del cine documental Espectacularidad en el documental clásico 127
audiovisual de los públicos en la región. Todo ello ocurre a pesar de and Billy the Kid. También en Parras se filmaron un par de película s
las posibilidades que ofrece la existencia de los nuevos medios digita- dirigidas por Alfonso Arau, ampliam ente conocid as fuera del país:
les de reproducción audiovisual. Como agua para chocolate y Picking Up the Pieces (esta última con la
Una iniciativa que puede propicia r la creación de esta tradición participación de Woody Allen y Sharon Stone).
es el proyecto de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónom a Otras películas importan tes filmadas en el estado de Coahuila
Metropolitana (UAM-X), en la Ciudad de México, donde ya está en son: El_tesoro de la Sierra Madre (John Huston); El mariachi ; Despera-
marcha el proceso institucional para crear la primera Maestría en dos y Erase una vez en México (dirigidas por Robert Rodríguez); No
Teoría y Análisis Cinematográfico que habrá en la región latinoa- Country for Old Men (dirigida por los hermano s Coen y acreedor a al
merican a. Otra iniciativa importan te es el proyecto para la creación Osear de la Academia); All the Pretty Horses (dirigida por Billy Bob
del Museo Nacional del Cine, que forma parte de las actividades del Thomto n), y Propiedad ajena (a partir de la novela de Enrique Berru-
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) .. ga Filoy).
De manera paralela a estas iniciativas, en febrero de 2008 un gru-
po de investigadores universitarios creó el Seminar io Permane nte de
Análisis Cinematográfico (SEPANCINE), que es una asociación civil Especta cularid ad en el
formada por académicos de diversas universi dades del país, y que en docum ental clásico
el año 2008 organizó el Cuarto Congres o Internac ional de Análisis
Cinematográfico. El cine docume ntal nació con el cine mismo. Durante este
Es posible que estas y otras iniciativas académi cas en el país y en tiempo ha cumplid o funcione s tan diversas como propaga nda gu-
la región latinoam ericana contribu yan a la creación de una tradición bername ntal, enseñan za didáctica, explorac ión etnográf ica, testi-
de estudios sobre el cine, que llegue a tener la misma importancia que monio periodístico, denunci a social y difusión turística . 1
tienen otros terrenos de la investigación humanís tica, como la filoso- Sin embargo , ha sido hasta los primero s años del siglo xxi, gra-
fía, la literatura o la arquitec tura. cias a los docume ntales militant es de Michael Moore, que este cine
ha empezad o a recibir una atención inusitad a por parte del público
masivo, hasta el grado de ocupar un espacio antes sólo reservad o
El cine y los desierto s al cine de ficción.
Este hecho coincide con el notable crecimie nto de los canales
La presencia de los desiertos en el cine de ficción es suficiente como de televisió n por cable dedicado s a mostrar diversos fenómen os de
para organiza r un congreso dedicado exclusiv amente a la materia. la naturale za. Entre éstos, destacan en el plano internac ional los
Veamos breveme nte algunos ejemplos de esta presencia para mostrar del grupo Discove ry y los de Nationa l Geographic, así como mu-
su importan cia en la historia del cine. chos otros, de producc ión indepen diente, que han atraído la aten-
Tal vez la película más represen tativa de la presenci a del de- ción de millones de espectad ores en todo el mundo.
sierto en el cine de ficción es Lawrence of Arabia (David Lean, La razón principa l que explica este interés es la naturale za si-
1967). En la frontera de México con los Estados Unidos es necesari o multáne amente didáctic a y espectac ular de estos docume ntales.
señalar películas como La sal de la tierra (Herber t Biberman, 1954); De esta manera, estos docume ntales cumplen con el dictum de
El jardín del edén (María Novaro, 1998), y más reciente mente, Los Cervant es para todas las formas de arte, cuyo objetivo, decía él,
tres entierros de Melquiades Estrada (Tommy Lee Jones, 2005), entre debe ser enseñar deleitando. A la naturale za simultán eamente di·
otras. <láctica y entreten ida del cine docume ntal la llamo espectaculari-
Existe también una importa nte tradición de película s de ficción dad didáctica.
producidas en el desierto de Coahuila. Precisam ente en Parras se fil-
maron tres conocidas películas de Sam Peckinpah: La pandilla salvaje 1 Este desarrollo
se puede observar, por ejemplo, en el trabajo de Bill Nichols, Introduction
(The Wild Bunch); Tráiganm e la cabeza de Alfredo García y Pat Garret to Documentary, Princeton University Press, 2004.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
Especracularidad en el documental clásico 129
128 Cap. 5. La seducción del cine documental
Al estudiar los documentales seleccionados, es posible identifi-
En este trabajo señalo algunas estrategias de espectacularidad didácti-
car un par de recursos de espectacularidad didáctica en el empleo de
ca puestas en práctica por los recientes documentales sobre la vida en
la imagen:
los desiertos producidos por la BBC (British Broadcasting Company) de
Londres. El objetivo es mostrar cómo los recursos audiovisuales del cine
Imagen paradójica: Consiste en la presentación de imágenes que
documental producen un efecto espectacular de manera didáctica.
Para ello voy a estudiar un par de documentales de naturaleza parecen refutar el sentido común. El ejemplo más interesante es la
imag~n de los camellos bactrianos en el desierto de Gobi, que deben
espectacular (sobre el desierto), y señalar cómo se construye el carác-
masticar trozos ~e ~iev pa.i:a tener acceso a alguna forma de agua
ter didáctico y espectacular de estos materiales al emplear cada uno
durante el largo mv1emo, y sm lo cual no podrían sobrevivir al extre-
de los cinco elementos formales básicos del lenguaje cinematográfico:2
mo frío seco, sin la menor lluvia.
l. imagen; 2. sonido; 3. edición; 4. puesta en escena, y 5. narración.
Alto contraste térmico. Consiste en la utilización de recursos de alta
Para los fines de este trabajo, entiendo por espectacularidad el
tecnología para mostrar efectos naturales que de otra manera serían
efecto producido en el espectador al presenciar un fenómeno que
tiene un carácter simultáneamente ritual (alejado de lo cotidiano) y imp~rcetbls a ~imple vista. El ejemplo más claro es el de las imáge-
nes que son solanzadas en color, de tal manera que permiten mostrar
lúdico (que permite recrear la visión sobre un aspecto específico_ del
zonas de calor en el cuerpo del canguro, en Australia, en el momento
mundo).3 A partir de esta definición, considero como espectaculandad
en el que éste se refresca pasando su lengua por diversas áreas de su
didáctica a la consecuencia de poner la espectacularidad en el marco
propio cuerpo, con el fin de disminuir unos grados la temperatura.
de un proceso educativo (es decir, aquel en el que se integran las di-
-
.. mensiones ritual y lúdica).
Los documentales estudiados son Planet Earth: Deserts (BBC, 2006,
Este recurso técnico cumple una función claramente espectacular para
el espectador, pues le permite visualizar aquello que sería imposible
reconocer a simple vista para un observador.
28 min) y WildAfrica: Deserts (BBC, 2001, 28 min). En los documen-
Por otra parte, el estudio de estos documentales permite recono-
tales seleccionados señalo las estrategias de espectacularidad didácti-
cer un claro recurso de espectacularidad didáctica en el empleo del
ca que se presentan al mostrar diversos aspectos sobre la vida animal
y vegetal en 10 desiertos de Asia, África, Australia y América. Son
sonido:
los desiertos de Gobi (Mongolia); Atacama (Chile); Sonora (México);
Sincronización dramática. Consiste en la creación de un fondo mu-
Australia; Utah y el Valle ~e la Muerte (Estados Unidos); Namibia,
sical que permite al espectador poner mayor atención en el sentido
K.aroo, K.alahari y Sabara (Africa). dr~mático de la secuencia. Esto se logra por medio de un acompaña-
m1en~o sonoro compuesto especialmente para el efecto. Los ejemplos
Análisis de componentes cinematográficos
e
son diversos: cada vez que un lagarto plano multicolor en el desier-
to de Sudáfrica) atrapa una de las moscas que lo sobrevuelan junto a
las caídas de agua, escuchamos el sonido expresivo y lúdico de una
A continuación señalo cuáles son las estrategias específicas que
nota de violín.
se utilizan en estos documentales al emplear cada uno de los cinco
. También escuchamos un sonido dramático cada vez que una hor-
componentes esenciales del lenguaje cinematográfico (imagen, soni-
nuga es atrapada en la guarida que construye la araña del desierto de
do, montaje, puesta en escena y narración). Karoo, en África. Al no haber ramas en las cuales se puede sostener
una telaraña, esta araña construye una especie de sábana formada por
zAl seleccionar estoS cinco elementos estoy siguiendo, entre michos otros, a Jacques numerosos granos de arena. De esta manera no sólo se protege de los
Aumont y Michel Marie Análisis del film, Paidós, Barcelona, 1998 (1994); David Bordwell, BI rayos del sol, sino que disimula su presencia, y es en esa trampa don-
arte cinematográfico, PaicÍóS, Madrid, 2000 (1998); Marcel Martín, Los elementos del lenguaje ci·
nematográjico, Gedisa, Barcelona, 2008 (1952). de cae la hormiga. Cada hormiga atrapada es expuesta al sol, donde
3 Esta idea se desarrolla extensamente en mi Antimanual del museólogo. Hacía una museo- se hornea hasta quedar lista para ser comida por la araña.
logía de la vida coridiana, Universidad Autónoma Metropolitana/Instituto Nacional de Antropo-
logía e Historia, México (en prensa).
Un tercer ejemplo es el de la araña rodante. Al enfrentarse a la

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
130 Cap. 5. :a seducción del cine documemal Especracularidad en el documental clásico 131
avispa, llega un momento en el que decide que no podrá vencerla, garganta de rocas, y las pinturas rupestres de la región, en el desier-
pues la avispa es más rápida y grande, y cuenta con un aguijón y otras to del Sabara, la voz en off presenta esta secuencia llamándola Paso
armas. En ese momento, la araña escapa cuesta abajo por la arena, del Tiempo, de tal manera que estos animales son presentados como
rodando al quedar convertida en una pelota sin aristas. Rueda hasta sobi-evívíentes.
25 veces por segundo, y en esta escena es acompañada por una mú- Un ejemplo aún más espectacular
,
es la presentación del laoar-
::.
sica de xilófonos sin percusión, enfatizando así el sentido un poco to del desierto de Namibia, en Africa. Debido al calor calcinante
juguetón de esta escapada. este lagarto ha aprendido a sostenerse simultáneamente sólo co~
En estos documentales sobre la vida en los desiertos, se encuen- dos de sus patas, mientras deja las otras dos en el aire. A esta espe-
tra una estrategia de espectacularidad didáctica en el empleo del cie de ritual de supervivencia, la voz en off lo llama la Danza de
montaje: Namibia.
En estos documentales se puede observar un recurso de espec-
Aceleración digi.tal. Consiste en la filmación en cámara rápida de tacularidad didáctica en la estructura de la narración:
procesos que de otra manera sería imposible apreciar en pocos se-
gundos y de manera natural. En todos los casos se trata de un sorpren- Secuencíalídad narrativa. Consiste en el claro establecimiento de
dente recurso con cámaras digitales, que consiste en la mostración relaciones cronológicas de causa y efecto en las secuencias audiovi-
en unos cuantos segundos de procesos que pueden tardar varias horas suales, aunque éstas sean puestas en evidencia por el trabajo de edi-
o incluso días o semanas. Así observamos cómo cierta zona del de- ción y la explicación en off. Por ejemplo, después de observar a los
sierto de Karoo se convierte ante nuestros ojos en lo que la voz en off antílopes del desierto de Kalahari pastando tranquilamente, vemos
llama el Jardín de África, pues, al menos durante unas horas al año, al guepardo acechándolos detrás de unos arbustos. Estas imágenes
se cubre completamente de flores, y produce ·en el espectador una nos preparan para esperar el momento en el que estos antílopes es-
sensación de pasmo. capan con elegantes y muy grandes saltos para sobrevivir a este ata-
Algo similar ocurre precisamente en el Valle de la Muerte, en el que inesperado.
suroeste de los Estados Unidos, donde observamos cómo esta región, Otro ejemplo de secuencialidad narrativa se construye al mostrar
espedalmente árida y seca, durante unas horas sufre un sorprenden- las relaciones que existen entre el macho alfa y las hembras en la ma-
te proceso de floración. Y un caso similar es el del desierto de Sonora, nada de íbices en el desierto de Utah, Estados Unidos. Esta secuencia
en el noroeste de México, donde los saguaros (una especie de cactos en particular puede causar polémica por sus posibles connotaciones
enormes, característicos del western clásico) se hinchan de agua al sexistas. Sin embargo, si se observan cuidadosamente todos estos re-
absorber la humedad de una niebla matinal. Algo similar ocurre cuan- cursos de espectacularidad didáctica, se llega a la conclusión de que
do vemos cómo los bancos de niebla que se forman en la costa son el posible subtexto que subyace a todos ellos es la idea de que nada es
llevados por el viento hasta el desierto de Atacama, en el norte de gratuito en la naturaleza, de tal manera que cada acción realizada por
Chile, y esa humedad es aprovechada por todas las formas de vida una especie (animal o vegetal) o por un elemento natural (como el
que existen en el desierto, como parte de una cadena ecológica pro- viento, la niebla o, por supuesto, el sol) afecta a los demás en una
pia de la región. cadena que se autorregula constantemente.
Este es el recurso más importante de espectacularidad didáctica
en la construcción de la puesta en escena:
Conclusiones
Enmarcamiento nominal. Consiste en mostrar algún fenómeno
particular o un concepto general, otorgándole un nombre distinti- La espectacularidad didáctica explica el interés que puede desper-
vo para provocar determinadas expectativas por parte del espectador. tar el cine documental, produciendo un efecto similar al que produce
Por ejemplo, al mostrar de manera sucesiva un camaleón en primer el llamado cine de ficción. Las estrategias de espectacularidad didácti-
plano, después un enorme grupo de camellos bebiendo agua en una ca se apoyan en el empleo distintivo de los recursos fundamentales

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
Planreamienco 133
132 Cap. 5. La seducción del cine documental
atogr áfico, Gedisa, Barcelona,
sonido, pue sta en esce na, Martín, Marcel, Los elementos del lenguaje cinem
de la ficción cine mato gráf ica, i. e., imag en, 2008 (1952).
ctac ular idad didá ctica in- ceton University Press, 2004.
edic ión y narr ació n. Las estra tegi as de espe Nichols, Bill, Introduction to Documentary, Prin
icas, alto con tras te térm ico, áfico, UAM Xochimilco, Méxi-
cluy en, entr e otra s: imá gen es parac;lój J Zavala, Lauro, Elementos del discurso cinematogr
al, enm arca mie nto nom i-
sinc roni zaci ón dram ática , acel erac ión digit -, - ~
co, 2005.
nal y secu enci alid ad narr ativ a.
orta ntes para prod ucir el
Tod os los elem ento s son igua lme nte imp
tal vez el más cruc ial es la
efec to de espe ctac ular idad didáctica, pero EL DO CUM ENT AL COM O
la mús ica com pue sta espe -
sincronización dramática en el emp leo de CIN E DE FIC CIÓ N
cial men te para cada secu enci a.
ideologia que sust enta la o el docu men tal expo-
Por últim o, si fuer a nece sari o seña lar la El objetivo de esta secc ión es mos trar cóm
espe ctac ular idad didáctica, efec tos del cine de ficción.
utilización de los recu rsos seña lado s de sitivo de viajes pued e llegar a tene r los
cuya inte nció n es mos trar es son los efectos de cada
diría mos que es una ideologia ecológica, Para mos trarl o es nece sario prec isar cuál
, y de las espe cies con su en cada una de ellas los prin-
la inte rrela ción de las espe cies entr e ellas enci a y el apar ea- una cíe esta s formas de cine, y disti ngui r
la supe rviv ntal es o de vanguardia.
hábi tat natu ral, siem pre en térm inos de de docu men tale s cipios canó nico s y las vari ante s expe rime
trad ició n
mie nto. Estos mat eria les se sum an a la en los desi erto s).
e la vida
sobr e la natu rale za (y en part icul ar, sobr orfis mo que los
e antr opom
Pero lo hace n med iatiz ando el inevitabl otra s espe cies . Y Pla nte ami ent o
rvar a las
sere s hum ano s pon emo s en jueg o al obse didá ctica y es-
ltán eam ente pend ient e dirigido en
esta med iatiz ació n es de natu rale za simu Un beso a esta tierra es un docu men tal inde experiencia de via-
pect acul ar. berg acer ca de la
lcul able s con secu enci as 1995 por el mexicano Daniel Gold
Es por esta senc illa razó n (per o de inca je de los inm igra ntes judíos que llega ron al país en las décadas de 1920
la espe ctac ular idad didá ctica
para la sobr eviv enci a del plan eta) que y 1930, prov enie ntes de Turq uía, Polo
nia, Siria y Ucrania.
ción de esto s ciclos natu rale s, trabajo en el cont exto del cine
es el recu rso más efectivo de pres enta Para prec isar el luga r que tien e este
la trad ició n de los doc ume ntal es el cine en gene ral (y en el
y es una con tnbu ción sust anci al a docu men tal es nece sario reco rdar que en
sobr e la vida en la natu rale za. ntra r cuat ro tipos de pe-
cine de viaj es en part icul ar) se pue den enco
ntal expo sitiv o (es decir, el
lícu las bien dife renc iado s: 1. El doc ume
rime ntal o de vang uard ia
docu men tal clásico); 2. El docu men tal expe
de ficción tradicional (es
Film ogr afía (es decir, el docu men tal moderno); 3. El cine
cine de ficción vang uard ista
ey. Editor: Dave Pearce. Music decir, el cine de ficción clásico), y 4. El
Planet Earth: Deserts. Producer: Huw Cord o expe rime ntal (es decir, el cine de ficci
ón moderno).
2006.
composed by George Fenton, BBC, 28 min, En este trabajo prop ongo cons ider ar Un beso a esta ti.erra (199 5),
W11d A{ric a: Deserts. Writer and Prod
ucer: Patrick Mortis. Photography: de viaje trad icio nal (es de-
n, Music composed by Christopher Gunning
, BBC, 28 de Dan iel Goldberg, como un docu men tal
Alastair MacEwe paña das por una explicación
cir, aqué l dond e las imág enes está n acom
min, 2001. el espe ctad or el efec to que
en la ban da sono ra) que logra prod ucir en
ón (es decir, la identifica-
trad icio nalm ente ha logrado el cine de ficci
y que tam bién logr a aque llo
ción con la narr ació n del prot agon ista) ,
Bib liog rafi a exp erim enta l (es deci r, sus-
que busc a el cine de ficción de cará cter
a part icul ar), y lo que logra
film, Paidós, Barcelona, 1998, pen der las convicciones acer ca de un tem
Aumont, Jacques y Michel Marie, Análisis del r, un efec to poét ico o brec h-
(1994). el cine docu men tal expe rime ntal (es deci
BordweU, David, El arte cinematográfico, Paid
ós, Madrid, 2000 (1998). tian o en su espectador). '

1~·
PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
134 Cap. 5. La seducción del cine documental
Planteamiento 135
Para precisar en qué consisten estos efectos es necesario respon- las muy difundidas series de exploración submarina en la década de
der una serie de preguntas de carácter teórico, que podrían ser apli- 1960 Hasta los materiales contemporáne os producidos por National
cables a cualquier otra película: Geographic, Discovery Channel, Animal Planet, los materiales pro-
ducidos para el sistema IMAX o las series dirigidas a los visitantes de
• ¿Cuáles son los tipos de cine documental (de viaje) que existen? algún lugar remoto.
• ¿Qué distingue al documental expositivo de las otras formas Esta clase de documental es el más conocido por los espectadores
de documental? de todo el mundo. Es lo que podríamos considerar como documental
• ¿Cómo puede un documental expositivo lograr los efectos de clásico, es decir, canónico y tradicional. Todos los demás tipos de do-
las otras formas de documental? cumental se alejan deliberadamen te de lo que constituye la columna
• ¿Qué distingue al cine documental (de viaje) del cine de ficción vertebral del documental expositivo, que es la línea narrativa o argu-
y del cine experimental? mentativa.
• ¿Cómo puede el cine documental lograr los efectos del cine Un beso a esta ti.en-a pertenece a este tipo de documental, pero
de ficción y del cine experimental? debido.ª los efectos que produce en el espectador, fácilmente rebasa
esta categoría (como se verá más adelante).
b) El documental refiexivo se produce al confrontar la perspec-
Aproximació n tipológica tiva del documentalist a y la del espectador. La tematización del he-
cho de que existe un camarógrafo se puede observar en la tradición
Con el fin de responder a estas preguntas es necesario empezar brechtiana iniciada por El hombre de la cámara (Dziga Vertov, 1929)
por establecer cuáles son los tipos de cine documental que existen, y continuada por un sinnúmero de documentales , entre los que se
y qué características tiene, en cada uno de ellos, el cine documental podría mencionar el reciente caso de Un videohome para Selena (Lour-
de viaje. des Portillo, 1999). Esta tematización es uno de los más efectivos
De acuerdo con Bill Nichols en su Introduction to Documentary recursos de metaficción, lo cual permite reconsiderar las fronteras
(2001 ), es posible distinguir al menos seis tradiciones específicas en la entre la realidad y la construcción del discurso audiovisual.
historia del género. Esta tradiciones son las del documental exposi- En el terreno del documental de viajes pertenecen a esta catego-
tivo, el documental reflexivo, el documental poético (surgidos todos ría las series producidas a partir de la década de 1990 en la televisión
ellos en la década de 1920), el documental de observación, el docu- educativa, como es el caso de México desconocido, Mochila al hombro
mental performativo (surgidos en la década de 1930) y el documen- y La ruta del sabor. Un beso a esta tierra logra esta tematización por
tal participativo (surgido en la década de 1960). Veamos brevemente medio de un recurso muy sencillo, que consiste en tener a los entre-
cada uno de ellos. vistados mirando a la cámara de frente.
e) El documental poético, de carácter metafórico, es aquel en el
a) El documental expositivo, de naturaleza argumentativa , es que se organizan las imágenes de la realidad para producir una expe-
aquel en el que se presentan las imágenes documentales acompaña- riencia estética con total autonomía formal en relación con el mundo
das por los comentarios didácticos de una voz omnisciente. El ejem- externo. Aquí encontrarnos casi todo el cine de cortometraje experi-
plo más conocido es Nanook el esquimal (1922) de Robert Flaherty, que mental, en cuya tradición se encuentran antecedentes tan ilustres
es el referente obligado en la tradición de la etnografia audiovisual, como Un perro andaluz (Luis Buñuel y Salvador Dalí, 1928), Lluvia (Jo-
y con el cual se inició la discusión polémica acerca del compromiso ris Ivens, 1929) y los cortometrajes musicales de Norman McLaren y
moral que tiene el documentalist a al tomar las decisiones de la inevi- sus seguidores.
table puesta en escena, la puesta en cuadro y la puesta en serie. Un documental poético perteneciente al terreno del documental
En su variante de viajes, la tradición del documental argumenta- de viaje es el cortometraje Pacific 231 (Jean Mitry, 1944), en el que se
tivo y didáctico, de naturaleza expositiva, puede encontrarse en los acompaña con imágenes la composición musical de Martín Honegger
reportajes culturales elaborados para la televisión educativa, desde construida a partir de los sonidos de una locomotora.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
137
136 Cap. 5. La seducción del cine documental
ralez a pr~tendia­ Los mat eria les expo sitiv os
d) El docu men tal de obse rvac ión, de natu
na es orga nizad a por ha prop uesto el cine
men te objet iva, es aque l dond e la pues ta en esce Al estud iar la dive rsida d de estra tegia s que
obse rvaci ón impe r-
el cama rógra fo para dar la sensa ción de una mera docu ment al en su evolu ción gené rica resul ta sorp rend ente recon ocer
ativo o el poéti co. Esta todo s los casos de
sona l, dejan do de lado el trata mien to argu ment que la mate ria prim a sigue siend o la mism a para
cono cido es El triun - men tal y otro ~cm­
es la tradi ción del cine directo, cuyo ejem plo más t~l man~ª que la difer encia entre un tipo de docu
fo de la voluntad (1936) de Leni Riefe nstah l. en la _maner? q:im o estos mate riale s son organi-
los docu ment ales de s1ste, bastc~en,
El docu ment al de observación en el terre no de zados. Es decrr, que las difer encia s entre el docu ment al clásico y to-
déca da de 1930 en 1'.-le- estru ctura y
viaje se encu entra en las crónicas filmadas en la das las form as del docu men tal mod erno depe nden de la
s al aire libre, y espec1al-
mani a en los que se most raban las actividade no de la forma.
de las juven tudes nazis.
men t: en las excu rsion es a los Alpes, por parte Est~ re~so bási~o son, para el caso del docu men tal de viaje,
en la convicción de
e) El docu men tal perf orma tivo se suste nta los te~oms_ de los viaje ros, los mate riale s de archi vo y la
recon s-
tado de una coartd~ ntari o
que la persp ectiv a impe rsona l siem pre es resul tru?c1on actua lizad a, a su vez acom paña dos todo s por un come
subje ti¡a Y_ contexual~­ a.
ideológica, prop one una visión explí citam ente expli cativ o y diver sos tipos de músi ca, gene ralm ente de époc
expe nene ta de la ~eah­ de estos recur sos
zada, enfat izand o la dime nsión afectiva de toda Veam os brev emen te la natu ralez a de cada uno
es como Tres cancwnes
dad. Aquí enco ntram os mate riale s tan impo rtant prop ios del cine docu ment al de viaje s.
~e mues tra ~l du~lo del pueb lo
para Lenin (Dziga Vertov, 1934), ~onde de los cam-
testtm oruo las entre vista s a los so-
ruso el dia que muri ó Lenin, y el impr esion ante el que l. Test imon ios de viaje prese ntad os en
Resnais, 1955 ), en ios son prese ntad os al
pos de conc entra ción de Noche y niebla (.Alain de los brev ivien tes de la inmi graci ón. Estos testi mon
por los s e ~ t c i f o nte a la cáma ra en
se prese ntan mate riale s que fuero n filmados mos trar a los entre vista dos habl ando direc tame
ra Mun dial.
camp os de conc entra ción dura nte la Segu nda Guer respu~ a ~reguntas que no son escu chad as por el espe ctado r.' Es-
men tal parti cipa tivo, surgi do de una inter acció n di- tivo que da al mate rial una pers-
f) El docu tos t~simo son el suste nto narra
rva, form a parte de la hubi era sido
recta entr e el obse rvad or y aque llo que obse pecti va moral, polít ica e ideológica a lo que de otro modo
ica de un verano (Jean
tradi ción inici ada por el cinéma verité con la Crón una mera crono logía (B. Nich ols, 1991 , 67).
por los do~umentals
Rouc h, 1962), y cont inua do más recie ntem ente Al pres enta r al mism o entre vista do al princ
ipio y al final de Un
de reco nstru cció n histó rica, com o The Sorro
w and the Pity (Mar cel r pued e acom paña rlo en su narra ción
biográfic:'1 en la que beso a esta tierra, el espe ctado
Ophu ls, 1970) o docu ment ales de recon struc ción sobre la expe rienc ia de viaje .
b (I'er ry Zwtgoff, 1994) os de los testim o-
parti cipan los sujet os estud iados , como Crum 2. Mate riale s de arch ivo que acom paña n algun
Splendor (Har vey Peka ry Joyc e Grab ner, 2004). En Méxi- tene r una pers pect iva más com-
0 American nios y que perm iten al espe ctad or
ticas de Felip e Caza ls en s mate riale s
co enco ntram os las reco nstru ccion es analí ~leta de la expe rienc ia narra da por el entre vista do. Esto
últim o alien to (2004).
Los motivos de Luz (1985 ) y Digna. Hasta el el espe c- inclu yen fotografías y secu encia s cinem atogr
áfica s en blan co y sepia
n explí citas ante dura nte las déca das de
En esta clase de docu men tales se hace de las ciuda des de México, Vera cruz y Oaxa ca
o docu ment alista . El es- de los archi vos perso -
tado r las decis iones que debe toma r el mism 1920 y193 0, así como otros mate riale s toma dos
de decis iones , y ñ ~ p m o c a
pecta dor parti cipa en el proc eso de toma nales de los entre vista dos.
lleva n a la orga mza-
al equi po de prod ucció n en las discu sione s que En el docu ment al estud iado acom paña rnos al
entre vista do más de
ción mism a del docu ment al como cuan edo se discu te frent e a la cáma -
60 años desp ués de la expe rienc ia origi nal para
que parti cipe en una
decis ión conc eptu al pued e haga una refle xión fren-
ra o desd e la voz come ntati va cómo una recre ación de aque lla expe rienc ia, y para que
ment al). de habe r sabid o lo que
afect ar los costo s de prod ucció n del docu te a la cáma ra sobre lo que podr ía habe r hech o
lar que Un beso a
A parti r de esta tipol ogía gene ral se pued e seña le ~sperai. De hech o, es de ahí de dond e prov iene el títul
o de la
za un tono poéti co
esta tierra es un docu ment al expo sitivo que alcan pehc ula, pues el entre vista do decla ra que, de
habe rlo sabid se ha-
o
testim onio s direc tos de los inmi - esta Herra".
bría incli nado sobre el suelo y "le habr ía dado un beso a
debid o a la calid ad hum ana de los
·¡
gran tes entre vista dos.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
138 Cap. 5.14l seducción del cine documental
Planteamiento 139
3. Reconstrucción actualizada de algunos acontecimientos es- identificar el espectador, es producto de la investigación de campo
pecialmente representativos de la experiencia de viaje. La cámara y de una mirada que permite reconocer la importancia de semjant~
acompaña a algunos entrevistados durante su recorrido por algunas entrevistado.
calles de la Ciudad de México y por el puerto de Veracruz, y especial- De los 150 inmigrantes entrevistados en la versión final se inclu-
mente en una nueva visita al árbol del Tule en Oaxaca. Esto último yen sólo siete, es decir, 5 % del total. Y de éstos hay uno con cuyo
tiene un sentido simbólico especial, por haber sido mencionado por testimonio se inicia y se cierra el documental, y su perspectiva no
los maestros de educación elemental en Europa como una de las ma- sólo incorpora lo dicho por las otras voces y da consistencia narrativa
ravillas más e:ll."traordinarias del mundo, aun antes de que los futuros al proyecto, sino que termina por lograr que se rebase el mero regis-
inmigrantes pudieran ubicar el lugar preciso donde se encuentra Méxi- tro o la mera recreación del proceso de inmigración (Carlos Bonfil,
co en el mapa del mundo. 1999, 56).
4. Música de época alusiva al tema de cada secuencia. La mayor La importancia que tiene el testimonio de Zelig Schñadower para
parte son tonadas populares de música regional mexicana interpreta· construir la identidad documental de Un beso a esta tierra es equiva-
das en guitarra o con acompañamiento de violines. Este acompaña- lente. a la importancia que tiene la actuación de Vivían Leigh para
miento cumple una función fundamental en el transcurso de la cró- construir la identidad cinematográfica de Lo que el viento se llevó.
nica para crear la atmósfera adecuada en cada secuencia. También
se incluyen algunas de las canciones francesas que se escuchaban en
París cuando algunos inmigrantes viajaron desde allí al puerto de Ve- Aproximación genérica.
racruz, y algunas canciones características de la tradición yiddish
entonadas por los sobrevivientes en la casa de retiro de la Ciudad de ¿Qué distingue al cine documental (de viaje) del cine de ficción
México o cantos festivos de bodas propios de la tradición judía. (ya sea clásico o moderno)?
En este reportaje se alcanza un tono poético que rebasa el mero El cine documental ofrece al espectador información y opiniones
registro o la mera recreación de la experiencia, y se logra con creces acerca de la realidad, y lo hace a través del registro. Es un cine indi-
el objetivo último, que consiste en "dar a conocer el rostro humano y cial, que logra sus objetivos al seleccionar y organizar sus materiales
entrañableH del proceso de la inmigración judía al país. en los planos sintáctico y semántico.
En lo que sigue retomo las preguntas planteadas al inicio del tra- Por su parte, el cine de ficción clásico ofrece al espectador la po-
bajo para ofrecer una breve respuesta a cada una de ellas, especial- sibilidad de identificarse con el protagonista de la narración a través
mente en el caso de Un beso a esta tierra. de una organización causal, metonímica, es decir, en el plano narra-
tivo, de la sintaxis. Es un cine apoyado en un sistema de códigos y
convenciones narrativas.
Un reportaje poético A su vez, el cine de ficción moderno ofrece al espectador la posi·
bilidad de suspender las convenciones en las que se apoya su visión
¿Cómo puede un documental expositivo lograr los efectos poéti- de la realidad, y lo logra a través de la metaforización. Es un cine
cos o brechtianos de las otras formas de documental? simbólico, que logra sus objetivos al seleccionar y sustituir los ele-
La distinción entre un tipo y otro de cine documental depende de mentos disponibles en el plano semántico.
la combinación de los materiales originales (registro de las entrevistas, ¿Cómo puede el cine documental lograr el efecto que logra el cine
reconstrucción actualizada, etc.). Un beso a esta tierra es claramente de ficción clásico o el efecto que tiene el cine experimental?
expositivo y didáctico. Pero logra en el espectador los efectos de los Lo primero lo logra al presentar un sujeto (individual o colectivo)
otros tipos de documental gracias a la selección del material incluido. con cuya narración el espectador se puede identificar. En el caso de
Esto lo logra a través de la presentación de un sujeto cuya narra- Un beso a esta tierra este es el entrevistado principal. Y lo segundo se
ción produce los efectos del cine de ficción clásico y del cine de ficción logra al presentar registros (materiales de archivo, entrevistas o re-
moderno. La selección de este sujeto, con cuya narración se puede
construcciones) que sean sorprendentes para el espectador. En Un

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
.L ""tU 1.....ap. ¡). Léj seuu1.uu11 Ut:I 1.IUt:: UU\.UUlCU\41

..
beso a esta tterra esta
fu
nc1
.ón la cumplen las declaraciones de los di·
La sección final del reportaje llega hasta la década de 1990, cuando
la mayor parte de los inmigrantes cuentan con más de 80 años de
l
versos entrevistados edad, mostrando cómo muchos de ellos tienen hijos, nietos y bisnie·
tos nacidos en México.
Esta conclusión es similar a la del reportaje de Los niños de More- 1
Los efectos en el espectador lia, en donde los exiliados españoles que llegaron al internado carde·
. ·ón general del reportaje sigue la secuencia natural nista en 1937 declaran, en el año 2003, que aunque nacieron en Espa·
La orgamzaci ori ·nal el viaje mismo, la ña, su verdadera patria siempre ha sido México.
del viaje de los inm~tªespl ;~c ad:tación y la evaluación
llegada al nuevo tem o ' .
. . arte de sus protagonistas.
genra~ ~e l~ e~!itado es presentada con una fotografía La dimensión política ¡ i

La istona . tomada en el momento de su viaje, y con los datos


en blanco y sepia
d
de su lugar e ongen d
· y el año de nac1m1ento.
. . Este documental ha sido ignorado en los recuentos del cine docu· l
. .
'

p rt de lo que hace e es e
t material tan atractivo es la inserción mental producidos en México después de su estreno (C. Mendoza, i. ;
de a1:U:as declaraciones poco esperadas pero memorables, como 1as 1998; 2005), tal vez debido a que en esta película no se enfatiza la di.:. • 1 '
mensión política de esta experiencia generacional. Esta dimensión
siguientes: política, sin embargo, es inevitable, y aparece claramente en cuatro
. . ía me decía: "No te estés mirando en el espe· momentos durante las entrevistas a los sobrevivientes de la inmigra·
Mi mama, en ~rdqeu vi~;e" y terminé viajando hasta la Ciudad de ción: cuando se menciona la fuerte violencia antisemita europea como
jo porque te vas a ir ~ ·
México. la causa de la inmigración; cuando se menciona la cancelación de
·
··. visas en Estados Unidos, lo que a su vez causó que los inmigrantes
(...) d frir los pogroms en Polonia, teníamos el sue· ~ buscaran otros países para viajar; cuando se menciona el costo acce·
Frente al temor e su
ño de huir de Europa. '. ible que tenían las visas mexicanas (11 dólares); y cuando semen·
h.)urantelibvariosUañosdíavisitaba la biblioteca de la Casa Judía en M:éxi~
en lugar de encontrar un libro encontre a rm
. ciona que la noticia del Holocausto significó la cancelación definitiva
·. del posible regreso de los inmigrantes a sus países de origen.
Para buscar 1 ros. nunca n , . .
más volví a la biblioteca.
Como ilustración general, conviene ver el momento en el que se
futura esposa, YYa .reconstruye la llegada de los inmigrantes a Veracruz en 1928, con
( ....) h tenido intereses muy definidos. Por ejemplo, después de ·duración de casi tres minutos (25 min 15 seg·27 min 45 seg), así
viaj:;e~= U~ani .para vivir en México descubrí que me gustan mu· :~com la secuencia siguiente, cuando se visita el árbol del Tule, del
· al habló en Polonia el profesor a los niños que serían los futuros
cho los tacos de maciza. . ·grantes.
(... ) 1 sibil.1dad de regresar a nuestro lugar de '~ Al concluir el documental, Zelig Schñadower declara:
¡ Después del Holocausto, a po ·;
origen se perdió para siempre. -
Si quisiera hablar por todos los inmigrantes de mi generación, diría
''
'' l\ (...) .
Era unaepo ca d1'fícil • pero llena de oportunidades. que el hecho de haber tenido el valor de despedirnos de todas las tradi·
clones, abandonar a propios y ajenos en Europa y haber venido a buscar
(....) . . 'L.~,_ar por todos los inmigrantes de mi generación, diria :~ una nueva vida ya nos coloca en un grupo de gentes de singular valor.
51 qms1era uaui . arrib ;..
¡
l que h emos tt:ansitado por la vida mirando hacia a. e
·:.
Así que no me considero un héroe, pero sí una persona que buscó y sigue
.: buscando mejores caminos para mejorar su condición humana. Creo que
. .
Estas declaraciones perrruten espec
al tadorJ·ugar con la memoria,

:
n los ::
~ . hemos transitado por la vida mirando hacia arnba ..
con el humor y con las posibilidades de establecer empa a co ·: -
entrevistados. ·

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
142 Por una semiótica del cine documental 143
Conclusión Rouch, Jean y Edgar Morin, Chronique d'un été (Crónica de
Blanco y negro, Francia, 1960, 90 min un verano), VHS,
El valor de Un beso a esta tierra como crónica reconstructiva con- Vertov, Dziga, Chelovek s kinoapparatom .(EJ hombre d 1 cá
Unión Soviética, 1929, 103 min. e a mara), VHS,
siste en que, al utilizar los recursos más tradicionales del documental
Zwigoff, Terry, Crumb, VHS, Estados Unidos 1994 119 .
expositivo, logra en el espectador los efectos buscados por las distin- , , m1n.
tas formas que ha tenido en su evolución el cine de viaje, dentro y
fuera de la tradición documental. Bibliografia
Un beso a esta tierra es un documental de formato clásico, es decir,
un documental expositivo y didáctico, pero que logra de manera sor- Barnouw, Eric, Documentary. A History of the Non-Fiction Fil U . .
Press Oxford, 1974. m, mvers1ty
prendente los efectos en el espectador que tiene el cine documental
de carácter experimental, así como los efectos que puede lograr el Bon.fil, Carlos, "Un beso a esta tierra" en M,;~A - ·
· ' """"" intimo Y profundo Gin do-
cine de ficción tradicional y el cine de ficción más moderno. De esta cumental mexicano contemporáneo Festival de Cine d H 1 · e_
1999, 56-57. ' e ue va, Espana,
manera integra de manera equilibrada, en una relectura posmoderna .
Breschard, Jean, El documental. La otra cara del cine Paidó .
de las estrategias señaladas, las dimensiones del documental y del Cinéma, Barceloi:ia, 2004 (2002). • s, Sene Cah1ers du
cine de ficción que comúnmente están aisladas. Grau Rebollo, Jorge, Antropología audiovisual Funda •.
En síntesis, en Un beso a esta tierra confluyen el registro testimo- dológicos en la inserción del audiovisual,,,,, '.:1.-_ - mde~tos teoncos y meto-
. . "'" ui.:>enos znvestiº'"acion · · z
nial y la reconstrucción interpretativa, la presentación didáctica y las E dtc1ones Bellaterra, Barcelona, 2002. socia '
variantes del reportaje audiovisual, integrando de manera equilibra- Mendoza, Carlos, El ojo con memoria. Apuntes para un método de . do
da la dimensión narrativa, la dimensión informativa y la dimensión tal: ~UEC (Centro Universitario de Estudios Cinematográf~=) (;menAM-
poética del cine de viajes. Mexico, 1999. ' '
--, (ed.), Documental: Memoria y realidad Núm .
vista Estudios Cinematnar: ~"- • ' ero monografico de la re-
-o. a1 ....os, num. 24, CUEC (Ce tr u · · ·
de Estudios Cinematográficos) UNAM M. . 2 n o mvers1tano
Filmografía Nº h 1 · , , exico, 004
IC o s, Btll, lntroduction to Documentary Bloomingt r' d' . .
Press, 2001. ' on, n iana Untvers1ty
Buñuel, Luis y Salvador Dalí, Un chien andalou (Un perro andaluz), VHS,
Francia, Blanco y negro, 1928, 16 min. --, "Modalidades documentales de representación•, e n La representación .-
de la
rea
lidad e .
· uestzones Y conceptos sobre el docu . .
Butler, George, The Eruiurance. Shakleton's Legendary Antarcic Expedition, mental, Pa1dos, Barce-
lona, 1997 (1991), p. 65-l1 4 .
DVD Morgan Stanley, Estados Unidos, 2003, 97 min.
Cazals, Felipe, Digna. Hasta el último aliento, DVD Conaculta, Color, 2004, ;:;:-:-' :!;loJ:JJ and th~ lmage, Bloomington, Indiana University Press 1981
México, 116 min. ~utn ª'. Angel, Fábulas de lo visible. El cine como creador de ecd~
Flaherty, Robert, Nanook ofthe North (Nanook el esquimal), DVD Edivisa, Acantilado, Barcelona, 2003. r; '

Blanco y negro, Estados Unidos, 2004 (1922), 79 min.


Giddins y David Clark, Galápagos, DVD IMAX, 1999, Estados Unidos, 39 min.
Goldberg, Daniel, Un beso a esta tierra, VHS, Color, México, 1995, 93 min. POR UNA SEMIÓTICA DEL
Moore, Michael, Bowling for Columbine (Masacre en Columbine), DVD, Uni- CINE DOCUMENTAL
ted Artists, Color, Estados Unidos, 2002, 119 min.
- · Fahrenheit 9111, DVD LGF, Color, Estados Unidos, 2004, 116 min. La publicación del primer hbro de Karla Pan.
Ophuls, Marcel, La Chagrin et le Pitié, VHS Conaculta, Francia, 1970, 260 min. lebrado por al menos tres razones: iagua merece ser ce-
Pekar, Harvey y Joyce Grasner, American Splendor (Esplendor Americano),
DVD Wamer Brothers, Color, Estados Unidos, 2004, 102 min. 1. Este es el. primer estudio sistemático sobre etnografia audio .
Quintero, Enrique, Los niños de Morelia, VHS, Canal Once, México, 2003, sualhipubhcado ~n México, y uno de los primeros en el conte~
27 min. to spanoamencan o.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
-
las _c~rateísi del doc ume ntal pos mod ern o (cuyo para
s can óni cas de la trad ició n t~mbién Rouch), de natu -
2. El libro trat a sobre las tres pelí cula digma es c:~m de un verano, Francia, 1962, de Jea n
ntal (Na noo k el esqui-
etnográfica en la hist oria del cine doc ume ral~z part1c1pat1va y en el que se inco rpo ran
reconstrucciones ficcio-
de un verano).
mal , El hombre de 1a cám ara y Crónica nah zad as de la mis ma filmación.
l se realiza, en este libro, análisis del cine documen-
3. La apr oxi mac ión al cine doc um enta El modelo utilizado en este libro par a el
audiovisual, lo cua l es lqu ier otro material etnográ-
util izan do las her ram ien tas del aná lisis tal pue de ser utilizado par a estu diar cua
poco frecuente en nue stro medio, incluso
en el estu dio del cine los doc ume ntal es más polémi- !
fico, des de Bar aka y Powaqqatsi has ta ¡
o Una verd ad incómoda.
de ficción. cos y pers ona les, com o La cosechadora
pon e en el tape te de dis-
ceptual, el libro está acom- ~n todos lo~ casos la agenda del análisis
Además de estos méritos de cará cter con os ejemplares: la dim ens ión
seleccionó algu nos fragmen- cus10n lo estu diad o en estos tres ejercici re realidad y rep re-
pañ ado por un disco en el que la auto ra mor al ~el leng uaje audi.ovisual, las fron tera s ent
lo hac e un imprescindible ma- al espectador im-
tos de las 3 películas estudiadas, y ello sentac1on, y las estrategias de ape laci ón
tem atiz ada
doc ume ntal .
teri al didáctico par a el estu dio del cine plícito.
oam éric a toda vía no con- en bre ve, el pro gra ma temá-
Aquí es nec esar io señ alar que en His pan . El libr o de Karla Pan iagu a anu ncia ,
Audiovisual, y lo más pró xim o , esp eram os, será el terr eno
tam os con un Posgrado en Etnografia tico y la acti tud met odo lógi ca de lo que
ume ntal , que ofre ce la Uni- fia audiovisual en el país: ·
es la Ma estr ía en Producción de Cine Doc pró xim o de los estu dio s sob re etno gra
gentina).
ver sida d del Cine, en Buenos Aires (Ar
Kar la Pan iagu a es una contri- como crisol. Análisis de tres clási-
Ant e este pan ora ma, el trab ajo de Karla Paniagua Ramírez, El documental
una trad ició n aca dém ica de gen, Pub lica cion es de la Cas a Cha ta
buc ión imp orta nte par a la cre ació n de cos par a una antropología de la ima
Estu dios Sup erio res en Antroplgí~
estu dio s sobre cine doc ume ntal . CIESAS (Ce ntro de Inve stig acio nes y
.,., s del libro es la disc usió n 496-550-8. Incl uye DVD.
Uno de los elem ento s más inte resa nte Social), México, 2007, 114 pp. ISBN 968- ¡.;.::-.
en relación con la real idad
ace rca del compromiso mor al del cineasta
con las her ram ient as del len-
hum ana que inevitablemente construye
de Flaherty sigue sien do un
guaje cinematográfico. Sin duda, el caso
n sobre el pap el de la pues-
refe ren te obligado par a inic iar la discusió
ta en esc ena en el cine etnográfico.
fi.zación de la ciud ad en la
Por su parte, la deli bera da antropomor
.e

as audiovisuales creado por ,


película de Vertov, y el sistema de metáfor ;
do a las form as de metafic-
su dire ctor a trav és del mon taje , está liga .·
-~

ción que señ ala el análisis de la autora.


con stru ir un test imo nio
Por últi mo, la tem atiz ació n del acto de
ch anu ncia el inic io del docu-
aud iov isua l en el trab ajo de Jea n Rou
a des arro llad o en pelí cula s
me nta l pos mod emo , com o des pué s serí
las que se bor ra o se pon e en
como Cru mb o Esplendor americano, en
stra da y la real idad recons-
evid enc ia la frontera ent re la real idad regi '··
iovisual.
trui da con estrategias de la ficción aud diar las características del -;~
En síntesis, en este libro pod emo s estu
ivo y didáctico (cuyo paradig- ~­
doc ume ntal clásico, de cará cter exposit
de Rob ert Fla her ty); así com o -~
ma es Nan ook el esquimal, EUA, 192 2,
der no ecuy o par adig ma es El. .··.-
las cara cter ístic as del doc um enta l mo ;:
hombre de la cámara, Rusia, 1929, Dzi
ga Vertov), de cará cter reflexivo
ar las imá gen es filmadas; y ·
y en el que se tem atiz a el acto de obs erv

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
Las fronteras de Ja
investqacó~.

LA FRONTERA INTERIOR EN
EL CINE FRONTERIZO

La frontera entre México y Estados Unidos ha tenido


una presen-
cia ininte rrump ida, abund ante y diversa en el cine produ
cido en
ambos países. En el estudio del historiador Emilio García
Riera sobre
la imag en de los mexi canos en el cine extra njero se regist
ran 4627
películas de largometraje producidas entre 1906 y 1988,
de las cuales
aprox imada mente 80 % perte necen al cine estad ounid ense 1
.
Simu ltáne amen te al trabajo de García Riera, la antropólog
a Nor-
ma Iglesias estud ió las películas mexi canas en las que la
histor ia se
sitúa en la frontera, para lo cual obser vó casi 500 títulos
producidos
entre 1933 y198 8. 2
En este trabajo presento algunos casos, en películas de origen
es-
tadounidense producidas duran te 4 años, de 2004 a 2007,
de perso-
najes en los que se manifiesta la existencia de una fronte
ra interior.
Aquí entien do por frontera interior una escisión entre el
lenguaje, el
•Emilio García Riera, Mt!;rico visto por el cine extranjero,
6 vols, vol. 1: 1894-1940; vol. 2:
1906-1940: Filmografía; vol. 3: 1941-1969; vol. 4: 1941-19
69; vol. 5: 1970-1988; ~ol. 6: 1970-1988:
Filmografía, 223 p. Ediciones Era/Ce ntro de Investigaciones
y Estudio s Cinemato~,
Universidad de Guadalajara, México, 1990. .
zNonna Iglesias, Entre yerba y polvo. Lo frontenzo Vl8tO. . . .> · ,..·
Tijuana, El Colegio de Ja Fronter a Norte, vol. 2, •Directo por el~· 1~9, 2 vols. ·
rio de pelfculas fronten zas • · >

147

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
La rromera mtenor en el eme tronterizo 14~

comportamiento, los rituales y/ o el proyecto de vida que pueden Walkout (Edward James Olmos, 2007).
ser asociados respectivamente, de manera convencional, con la iden-
tidad de los mexicanos o de los estadounidenses. Esta escisión se En 1968, los estudia~ de bachillerato en el estado de California
puede observar (en estas películas) en manifestaciones aparente- ~uyos padres eran de ongen mexicano tenían prohibido hablar es a-
mente triviales pero sintomáticas, como en una conversación, un nol en clase. Fue entonces cuando la estudiante Paula Crisóto~
gesto o una mirada. Pero sus· implicaciones y consecuencias pueden ~n apoy~ de su maestro Sal Castro, organiza un paro (walkout e~
ser intensamente dramáticas. Lmcoln H1gh School, en el este de la ciudad de Los Angeles A )
La frontera interior se puede observar con claridad precisamente de los encarcelamiento s y la represión policiaca al t · d' pesar
paro tuvo el 'bl. d
en las películas que forman parte de lo que se puede llamar cine fron- . apoyo pu ico e ~os padres de familia,' y seercer ia este
volvió noticia
terizo, es decir, aquel cuyas historias muestran diversas formas de mi- de pnmera plana de alcance mternacional
gración, ya sea legal o ilegal, y que ocurren en la frontera, entre ambos p~sé ~ ~er considerado este caso a~te la corte estatal la ro-
países, es decir, en alguno de los estados de la frontera. h~1co lm~1stica fue eliminada, así como muchas otras de fo~a
Al observar el cine producido durante cuatro años (2004 a 2007) d1Sci:rnmac10n ~ducativ. En consecuencia, el número de estudiantes
en Estados Unidos, es posible reconocer diversas formas de la fron- ~exicano-ms admitidos en la UCLA (Universidad de Califor-
tera interior en películas como Real Women Have Curoes (Patricia rua en Los Angeles) aumentó drásticamente en 1969 de 40 cada a-·
Cardoso, 2004); Tortilla Soup (Maria Ripoll, 2004); Espanglish (Ja- más de 12~0 c?n _elb~?efico de nuevas leyes estat;les de protec~i
mes L. Brooks, 2005); The Three Buri.als of Melquiades Estrada contra la d1scnmmac1on. Y en las preparatorias del este de Los A
(Tommy Lee Janes, 2005); Quinceañera (Ann Clements, 2006); Ángel les en las.~ue s~ hicieron otros paros durante los siguientes dos a~­
Rodriguez (Jim McKay, 2007); Bordertown (Gregory Nava, 2007); Gone la pobl~c10n chicana aumentó de 2 a 25 % ' lo cual es un indicador d~
Baby Gone (Ben Affleck, 2007); G. I. Jesús (Carl Colpaert, 2007), y la densidad de la población chicana en la región.
Walkout (Edward James Olmos, 2007). d Una breve escena casi al principio de la recreación ficcionalizada
e estosp hparos bl muestra
···· tigo - cómo un par de estudiantes recibe i n como cas-
or a ar espano1en clase un par de nalgadas cada uno, im arti-
Las fronteras simbólicas das por su maestro con una raqueta de tennis. P
Aunque es dificil imaginar hoy día semejante conducta institucio-
En nueve de las 10 películas señaladas, la historia ocurre en el nal, Walkout nos recuerda que hace apenas 40 años est
estado de California, por ser ahí donde vive la mayor cantidad de tado com · o era acep-
o normativo en 1os Estados Unidos, donde los chicanos ocu-
migrantes de origen mexicano en el mundo, mientras que en Los tres paron el lugar que pocos años antes había ocupado la minon'a d
entierros de Melquiades Estrada la historia ocurre en el estado de color. e
Texas.
Hay numerosas películas que también podrían ser consideradas Quinceañera (Ann Clements, 2006).
como fronterizas, aunque la acción no transcurra en esa región geo-
gráfica. Por ejemplo, Bella, de Alejandro Gómez Monteverde (2007), En O}-'inceañera, la protagonista que vive en Los Angeles cum le
cuya acción ocurre en la ciudad de Nueva York y donde el protago- con un nto cultural ~ue
es propio de la tradición mexicana, y para ~lo

=
nista es un chef de origen mexicano que se relaciona con una madre se prepara de~ vanos meses antes, mientras sus padres invierten en
l soltera de origen estadounidense. esta celb~a1ón los ahorros (Y deudas) de toda una vida.
En lo que sigue me detendré a comentar una escena específica
t

¡. En algun momento de la historia, el video casero que se elabora


l
de cuatro de las películas mencionadas, en las que se puede observar, con~emra la ocasión es comentado por ella misma con sus
como en un microcosmos, el lugar que ocupa el lenguaje como indi- gas mas .cercanas, antes de que nos enteremos de su inesperado
cador estratégico de la situación de los protagonistas. embarazo. Sm embargo, lo que más sorprende a un espectador mexi-
cano no es este embarazo precoz, sino observar a un grupo de adoles-

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
15O Cap. 6. Las fronteras de la investigación
La frontera interior en el cine fronterizo 151
centes (cuyos padres son de origen mexicano) comentando condesen- do, al contar no sólo la. historia de la contratación de una mul)·er q ue
fado en inglés las imágenes kitsch de la cultura vemacular. cruza l a frantera con visa de turista, sino también el enfrentamient
Los comentarios de sus amigas, por otra parte, reflejan el lugar de la hija adolescente con su madre soltera. De hecho, la historia es~
que tiene el ritual de una quinceañera en el interior de la comunidad e?1:~rcad des~ la pers~iva de la hija, quien escribe un ensayo
chicana, exactamente como ocurre en las zonas más populares de la d~ngio al com1te de a_dm1s10n de la universidad, en el que narra la
provincia mexicana. h1stona que estamos viendo en pantalla, y que así cumple la función
de un comentario de la hija (en la frontera de la edad adulta) acerca de
Tortilla Soup (María Ripoll, 2004). la historia des~ madre (en Ja fro~tea de la cultura estadounidense).
La secuencia final de esta pehcula muestra precisamente el mo-
El cine fronterizo pone en escena, de manera inevitable, diversas mento en el que se enfrentan la madre y la hija, pues esta última quie-
formas de identidad cultural. Y tal vez el patrimonio inmaterial más re quedarse a vivir con la familia que ha contratado a su madre para
distintivo y difundido de la cultura de origen mexicano se encuentra hacerse car~o de l~s quehaceres domésticos, y así tener la oportuni-
en el arte culinario. Esto último es central en Bella, donde el protago- dad de seguir estudiando en una escuela privada. En cambio su madre
nista es un chef profesional de comida mexicana en algún elegante ha decidido buscar trabajo con otra familia, y que su hija ~studie en
restaurant estadounidense. Pero es en Tortilla Soup donde la comida una escuela pública:
ocupa el lugar central, y adquiere un nivel de sensualidad excepcio- El momento más agudo de este enfrentamiento ocurre cuando
nal en el contexto de la historia del cine universal (en oposición, por madre e hija discuten mientras caminan hacia la parada del autobús
ejemplo, a la sobriedad y la extrema frialdad de El festín de Babette). urbano. En el momento en que la madre trata de abrazar a su hija en
Las tres hijas de un chef de origen mexicano i;e encuentran en un un gesto de reconciliación, escuchamos en offla voz de la hija comen-
momento crucial en sus vidas. Y es el padre, que también está por to- tando esta situación:
mar importantes decisiones personales, el sorprendido testigo de sus
decisiones, como ocurría en la película china de Ang Lee, Comer, beber _ . El breve camino hasta la parada de autobús ha sido el momento
y amar (1994). mas largo de mi vida. Insulté a mi madre y ella nunca reaccionó. y
En Tortilla Soup, las espectaculares secuencias en la cocina crean fue en ese preciso momento, al ver que ella trató de acercarse a mí
un ritmo casi musical en esta memorable película. Pero es en el diálo- cuando dije la típica frase americana: '
go entre la hija más joven y un estudiante brasileño donde se puede
observar el contraste entre la identidad cultural mexicana, de origen -No ahora. Necesito mi espacio.
católico y culpígeno, con la sensualidad y el sentido de la aventura (A lo que ella responde inmediatamente, acercando su cara
que tradicionalmente se ha asociado con la cultura brasileña. hasta tocar la de su hija.)
-¡No hay espacio entre nosotras!
Espanglish (James L. Brooks, 2005). ~urante la confrontación, ella mantuvo la calma y actuó con
clandad. Y entonces me dirigió la pregunta más importante de
Una de las películas sobr~ inmigrantes legales más conocidas en mi vida, al menos a mi corta edad:
los años recientes es Espanglish (2005), que debe su éxito a la notable
presencia de Paz Vega y a una historia cocinada con todos los com- -¿Es eso lo que quieres para ti? ¿Convertirte en una persona
ponentes del cine hollywoodense: una parábola global acerca de la tan diferente de mí?
unidad familiar, una historia secundaria de naturaleza romántica, un
montaje con ritmo espectacular, música discreta pero didáctica, diá- (Esta secuencia concluye mientras escuchamos en off el fragmen~
logos edificantes y moralizantes, y un relativamente inesperado fi- to final de la carta de motivos que escnbe la hija para solicitar su in-
nal feliz. greso a la universidad, mientras observamos a madre e hija abraza.das
Puede decirse que esta película es fronteriza en más de un sentí- en el asiento del autobús):

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
...•,.::.
~

Ha sido para mí muy dificil decidir que deseo ingresar a su uni- cuando se nace y se vive en el extranjero se incrementa la necesi-
versidad, considerando las opciones que tengo disponibles para obte- dad ~e entender y preservar la identidad a través de las tradiciones
ner una beca. Sin embargo, lo que espero que este ensayo muestre, en mexicanas.
caso de que me acepten, no es mi decisión sino el hecho de que mi
identidad descansa firme y felizmente en un único e indiscutible he-
cho: Yo soy la hija de mi madre.
LA INVESTIGACIÓN DEL
CINE EN MÉXICO
Esta conclusión revela la reconciliación de la protagonista con sus
raíces identitarias en el contexto de varias fronteras: lingüística, cul- . El -~bjeto de_ estas ~ota_ es ofrecer algunas reflexiones acerca de la
tural, geográfica, familiar y de edad, es decir, en la dificil transición s1tuac1on ~e la mvestigac1on del cine en nuestro país. Esta actividad
entre la niñez y la edad adulta. que debena ~star conectada con la enseñanza en función de un diá~
logo p_rodu?~1v
Es~ s~tuac10.n
para ambas, ha tenido un desarrollo independiente.
ha llevado incluso a la adopción de actitudes de recelo
1i
Comentarios generales entre i?vest1gadores, profesores y quienes están ligados de manera .! :
l 1
exclusiva a la producción cinematográfica. La reflexión sobre estos
En todas las películas observadas, es crucial el lugar que ocupa el problemas puede contribuir al establecimiento de un diálogo que pue-
de ser productivo no sólo para productores e investigadores sino in-
:1
empleo de expresiones en lengua española, además de los caracterís-
ticos rituales de paso, las convenciones incorporadas sobre la distan- cluso para el público no especializado. ' J
cia proxémica, la ubicua comida típica y la inevitable influencia re-
i i
ligiosa.
Todos estos elementos forman parte de la identidad cultural, y se Una historia cuyo protagonista
' ~
integran como parte del patrimonio inmaterial de la herencia mexica- está ausente "1
na. Sin embargo, al observar las películas fronterizas producidas antes
de 1990, tanto en México como en Estados Unidos, es de notarse Desde sus_ orígenes hasta nuestros días, la investigación del cine
i"·1
i;
¡... '
que estos elementos no siempre han ocupado el lugar central que que se ha ~eal1zdo en_el país se ha visto reducida, en su mayor parte, •'
~. ~

tienen en las películas más recientes. a perspectivas p~ovemnts ~el periodismo y de la historia, y en mu-
Tal vez esto se debe a que las películas fronterizas han transitado cho men?r ~ed1a, de la soc10logía, la psicología o la crítica literaria.
por al menos tres etapas bien diferenciadas. La etapa de denuncia Ello _ha ~igmfcad dejar de lado completamente todo interés por la
ideológica y militancia política corresponde al periodo de 1930 a 1960, teona cmematográfica y por los métodos especializados de análisis.
con películas canónicas como La sal de la tierra (Herbert Biberman, Po~ su parte, la enseñanza en las escuelas de cine está orientada
1954). Pocos años después, la reivindicación de los derechos civiles es exclusivamnt~ la producción (Fernández Violante, 1988), mientras
evidente en el periodo de 1960a1990, periodo en el que se producen los ~rso sobre eme que se imparten en las escuelas de comunicación
películas como la espectacular Fiebre latina (Zoot Suit, de Luis Valdez, soc10logía, psicoanálisis, literatura o historia utilizap al cine como ref~
1982). A partir de los años noventa se inicia una etapa de afirmación re~t para tratar sobre problemas específicos de sus respectivas disci-
de la identidad cultural específica de la comunidad chicana, donde es plinas (De la Vega y Sánchez Ruiz, 1994) sin que exista aún una tradi-
e
esencial que los personajes hablen inglés con algunos términos en ~ón de refl~ón acerca de los proble~ específicos de la teoría del
español), pues se trata de una generación que ha nacido y se ha for- eme, la cual tiende a ser, por su propia naturaleza, interdisci.plinaria.
mado en territorio estadounidense. En lo que sigue haré algunas observaciones acerca de lo que me
Por todo ello, será necesario confrontar estas miradas con las de parece es_el elemento neurálgíco de esta situación en México, que es
los directores que cuentan las historias desde el lado mexicano. Mien- l~ ª?-senc1a de una tradición en la formación de·investigadores espe-
tras tanto, es evidente que para quienes tienen ancestros mexicanos, cializados en la teoría y el análisis del cine.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
154 Cap. 6. Las fronteras de la invesógación
La invesógación del cine en México 155
Si un estudiante de posgrado tiene interés en iniciar su carrera de
se da por supues to que el hecho de que un individ uo sea escrito r no
investigación o de docenc ia en alguna área relacio nada con el cine,
garantiza que estemo s ante un investi gador univer sitario . Tampo co
es necesario que se especialice en alguna de las disciplinas mencio na-
se piensa necesa riamen te que si alguien se dedica a la investigación
das. Esto se debe a que sus asesor es no suelen tener una formac ión
literari a sólo puede hacerl o como histori ador de la literatu ra. De he-
especializada en teoría del cine, y por tanto su visión está necesa ria-
cho, ocurre más bien lo contra rio, pues aunqu e la histori a de una
mente sesgada hacia su disciplina de origen. Este problema es com-
disciplina suele ser el punto de partida de una tradici ón académica,
partido por numerosos estudia ntes de maestr ía y doctorado que deci-
rarame nte se reduce a ese ámbito. Afortu nadam ente contam os en el
den explorar otros terreno s de la investigación interdisciplinaria, como
país con varios progra mas de maestr ía y doctor ado en literat ura ge-
es el caso de la producción editorial, la teoría museológica o los estu-
neral, literat ura mexica na, literat ura hispán ica y teoría literari a. Sin
dios culturales. embargo, aún no contam os con una licenci atura en cine.
A la ausencia de expert os con experi encia en la investi gación y
Otra razón para que no exista en México una tradici ón de inves-
la formación de investigadores en teoría y análisis del cine se suman
tigación no historiográfica o periodística del cine es precisa mente el
otros problemas, también compartidos incluso por las instituciones de
lugar margin al que el mismo cine ocupa en el panora ma de la cultu-
investigación especializada en otros campos. Entre los princip ales es
ra oficial. Pero tambié n la lógica de las institu ciones universitarias
imprescindible menci onar la ausenc ia de revista s especi alizada s de
parece reprod ucir ésta indifer encia ante la import ancia del cine
investigación cinematográfica, la ausenc ia de una agrupa ción nacio-
corno fenóm eno cultura l. El razona miento institu cional parece ser el
nal o incluso region al o sector ial de profes ores e invest igador es de
siguiente: si nuestr o cine es una de las indust rias cultura les más ra-
cine, la ausencia de bibliotecas y hemer otecas actualizadas en lo re-
quíticas del mundo , ¿para qué crear y mante ner un centro de inves-
lativo a la teoría y el análisis cinematográfico (in_cluyendo la suscrip
- tigaciones cinematográficas?
ción a las cerca de 250 revista s univer sitaria s dedicadas a la investi
- A esta pregun ta se le podría opone r otra, igualm ente pertine nte:
gación cinematográfica public adas en el extran jero), la ausenc ia de
¿Cuál es la lógica que determ ina que en el país existan varios insti-
un instituto de investigaciones cinematográficas y la ausenc ia de una
tutos de investi gacion es filosóficas, estétic as o literarias, mientr as la
video~ca que pueda compe tir con los acervo s para la investi gación propor ción de person as que asisten al cine, ven películ as por televi-
existen tes en otros países. sión o rentan películ as en video es inconr nensur ablem ente más im-
Una posible estrategia para enfren tar este problema es la creació n
portan te que la de quiene s asisten a una exposi ción plástic a o leen
de departamentos y progra mas de posgrado especializados en cine, y
libros de literatu ra y filosofia?
no solame nte la creación de diplomados o cursos aislados, que gene-
Tal vez la razón que explica por qué las univer sidade s mexicanas
ralmen te tienen un caráct er optativ o y compl ementa rio en la forma-
han otorgado mayor atenció n al estudio de la palabr a escrita (ya sea
ción profesional de divers as carrera s, pues aún no se ha recono cido
filosófica, literar ia o de la crítica del arte, que es a lo que se ha redu-
institucionalmente la especificidad de la figura del profesor y del in-
cido a la estética) por sobre las imágen es audiovisuales se encuen tra,
vestigador de cine. paradójicamente, en la importancia que en nuestro s países se ha dado
a la tradición oral. Esto es así porque la presencia de la palabra habla-
da se multiplica y se legitima instan táneam ente cuando un escritor,
Una trama con nume rosos antec edent es
un crítico o un periodista aparec en en los medios de comunicación y
sustitu yen a la opinió n del experto.
Las posibles razones para esta situación son múltiples. Cuando se
piensa, en México, en un expert o en cine se piensa en un profesional Veamo s este fenóm eno más deteni damen te durant e un mome n-
ligado a la producción cinema tográfi ca (ya sea en el país o en el ex- to. En la tradici ón latinoa merica na -corno herenc ia mutila da de la
tradici ón surgid a en algunos países europe os con raíces igualm ente
tranjer o) o en un histori ador del cine mexicano. Esta situaci ón es
muy distinta en otros campo s culturales. Por ejemplo, en la literatu ra latinas - se suele confundir el trabajo del crítico con el trabajo del in-
vestiga dor hasta el grado de sustitu ir y prefer ir el juicio del primer o
no se confunde al investi gador o al crítico literario con el escritor, y
sobre el trabajo del segundo. A su vez, esto último se debe, en parte,

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
.li:JO L.ap. o. us rronteras oe Ja mvesugaaon
l~ situ~cón es similar al caso de México, en términos de su propio
a la existencia de una tradición en la que se exige al escritor y al pe- a1slam1ento.
riodista un compromiso social que los convierte en figuras públicas E~ Europa, como es bien conocido, la situación es diferente. En
que parecen estar autorizadas para emitir una opinión acerca de prác- Fra~1 hay ~na gran riquez~ Y_ diversidad en la tradición teórica y
ticamente cualquier cosa, en el momento en el que un tema es con- a~htic, s~rg1da _desde _el nac1m1ento mismo del cine. En ese país sur- ·~
vertido en noticia. giera~, ~as1 al ~smo tiempo que sus primeras películas, los prime-
En este contexto, en nuestros países se considera al investigador ~º teonc?s y filosofas del cine (Aumont et al., 1996). y durante las
como un experto que sólo puede opinar acerca de un campo muy par- u~mas, ~ecads se han hecho consistentes aportaciones a esta tradi-
ticular del conocimiento. De hecho, la figura misma del investigador c10!1. t~oca, Y se ha? producido diversos modelos y métodos para el
en el imaginario colectivo es relativamente reciente, y tal vez coin- a~ál1s cme~tograº.' en ocasiones desde perspectivas disciplina-
cide con la creación del Sistema Nacional de Investigadores en 1986 na~ como el p~1coanáls, la semiología, la historiografia, la narrato-
(donde hay muy pocos investigadores de cine) y con la celebración logi~ o la teona de las :el~cions en1:1"e imagen y sonido (Aumont y
del Congreso de la Universidad Nacional en 1989. Precisamente con- Man~, 199?)· Este cr~1mento se ha mtensificado a partir de las últi-
tamos con muy pocas películas donde la imagen del investigador sea ma:i _tr_es decadas, articulando la producción de teorías y métodos de 1
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explorada consistentemente , mientras la imagen del periodista ha anál1s1s con la formación de cineastas.
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· .. 1

sido mitificada en exceso (Laviana, 1996). ~n España existe lo que podríamos llamar una tradición encil~­
Por otra parte, también es interesante observar que no existe aún ped1~ta, marcada por la producción de enciclopedias especializadas
un estudio sistemático acerca de los métodos utilizados por los inves- e~ drecto~s y películas, términos técnicos, música compuesta para
tigadores de la historia del cine en el país. Esta ausencia de investiga- eme, colecc10nes de videos ?historias ilustradas del cine, publicadas
ción acerca de la investigación, y la ausencia de investigación acerca todas ellas en forma de fasc1culos que permiten una difusión masiva
de la enseñanza del cine en México es paraiela a la ausencia de en- a un costo accesible para el público no especializado.
cuentros entre profesores e investigadores de cine en el país, y de . Lo anterior, aunado a la existencia de revistas coleccionables sur-
éstos con profesores e investigadores del extranjero. -- gidas desde los a~os set~na, de alta calidad editorial y elaboradas por
expertos, genero un clrma que ha propiciado la situación actual
pu_es_ es en Madrid y en Barcelona donde se publican las colein~
Otros ámbitos, otras voces ~as importantes en lengua española de teoría, crítica e historia del
eme, mu~has de ellas en traducción directa del inglés o del francés
Todo lo anterior nos lleva a proponer algunas observaciones gene- (en espc1~ en l~s editoriales Paidós y Cátedra), y algunas produci-
rales acerca del futuro inmediato de la enseñanza y la investigación das por los investigadores españoles.
del cine en México. Si hasta este momento la investigación cinemato- Es importante señalar la naturaleza colectiva de varios de estos
gráfica realizada en el país ha sido casi exclusivamente historiográfica proyectos, como la Historia del Cine de la editorial Cátedra o los tra- ·1
o periodística, esta situación podrá cambiar cuando el conjunto de los bajos de análisis cinematográfico publicados por la Universidad Com-
investigadores de la historia del cine mexicano alcance una masa crí- plute~s. (González Requ~na, 1995). _Este crecimiento cualitativo y
tica que provoque una saturación del campo. Sin embargo, estamos ~tiavo de la. producc1o_n de trabajos de investigación ha sido pro-
lejos de que eso ocurra, pues mientras la mayor parte de los investi- p~iado ~mr la cahdad de su mdustria editorial, el impulso a la produc-
gadores están inmersos en diversos proyectos de investigación histo- Cion umversitaria y las condiciones culturales de la sociedad española
riográfica, el resto de los investigadores son expertos en disciplinas durante estas últimas décadas.
ajenas a la propia teoría del cine, y en ocasiones se asoman a los fe-
nómenos cinematográficos con una curiosidad no siempre exenta de
condescendencia.
Observemos ahora por unos momentos la situación de la inves-
tigación del cine en otros contextos. En el resto de América Latina

ii.:: ; PEDAGOGIUM DIDÁCTICA


~'
158
159
En donde las comparaciones Instrucciones para la invención
son odiosas del protagonista
En Estados Unidos y Canadá se ha institucionalizado el estudio del Concluyo estas reflexiones señalando precisamente el Jugar estra-
cine con la creación de numerosos departamentos de estudios cinema- tégico que ocupan las publicaciones especializadas en el proceso de
tográficos a partir de la década de 1970. En ese momento los progra- creación de una tradición en la formación de investigadores. Un in-
mas de estudios cinematográficos surgieron de los depanamentos de dicador de que nos estaremos aproximando al momento en que la
literatura, por lo que se encontraban muy próximos al estudio de los investigación cinematográfica en México produzca métodos y mode-
géneros narrativos en el cine clásico, las formas de cine experimental los de análisis y estrategias de interpretación para la investigación con
v la historiosrrafía
- o
cinematográfica (Grant, 1983). Actualmente, en mu- una diversidad y riqueza similares a ]as que se producen en otros con-
chos de estos programas se ofrece al estudiante la posibilidad de tener textos, consistirá sin duda en una mejoría en la situación de nuestra
contacto con la producción, así como también la posibilidad de formar- producción editorial especializada.
se como investigador. Esta posibilidad está completamente ausente en Ent:e tanto, estamos muy lejos de un final feliz, pues todavía con-
nuestro país, excepto, de manera tangencial, en el caso de algunas es- tamos con la existencia de muy pocas traducciones de materiales pro-
cuelas de comunicación. ducidos fuera del país, con numerosas dificultades arancelarias y de .
Actualmente en Estados Unidos hay una diversidad de aproxima- otro tipo, que hacen de los libros importados un objeto de lujo (en el
ciones teóricas y metodológicas que se refleja en la existencia de caso de que un investigador quiera estar al día en su campo), y con la
más de 60 revistas universitarias especializadas en investigación ci- escasa iniciativa de instancias editoriales que publiquen colecciones
nematográfica, las cuales, al generar campos de investigación con de libros sobre cine, con la muy notable excepción de las coleccio-
sus propias metodologías de trabajo, se articulan con espacios de la nes que desde hace varios años sostienen la Universidad de Guada-
investigación interdisciplinarios, como la semiología, los estudios cul- lajara y la Filmoteca de la Universidad Nacional.
turales o los estudios de género (Ray, 1993). Cuando éstos y otros problemas ya mencionados sean resueltos
En este punto puede ser útil establecer una distinción en el uso podremos pensar en la creación de revistas especializadas y en la
de la expresión Film Criticism y la llamada Crítica de Cine. Mientras elaboración de libros de texto orientados precisamente a la formación
la expresión Film Criticism se refiere al trabajo sistemático de carác- de investigadores. Mientras tanto, nos encontramos en medio de una
ter analítico e interpretativo (Bywater y Sobchack, 1989), es decir, historia cuyo desenlace está aún muy lejano, pero en el cual podemos
derivado de mecanismos de segmentación y generalización (asociados participar, en dístintos momentos, como guionistas, protagonistas y
con la teoría del cine), en México entendemos por Crítica de Cine un espectadores.
trabajo periodístico de naturaleza descriptiva, sintética y principal-
mente evaluativa, es decir, apoyada en mecanismos de construcción
nominativa y en juicios de valor. Bibliografia
Esta diferencia nominal refleja diferentes formas de entender la
actividad del experto en cine. Así, mientras los expertos en México se Allen, Robert C. y Douglas Gomery, Teoría y práctica de la historia del cine
dirigen a un público no especializado, en otros países un sector im- Paidós, Barcelona, 1995 (1985). '
portante de los expertos en cine se dirigen principalmente a los otros Aumont, Jacques y M. Marie, Análisis del film, Paidós, Barcelona, 1990 (1988).
expertos (Bordwell, 1989). Esta tradíción, que es de naturaleza polé- - , Alain Bergala, Michel Marie, Marc Vemet, •suplemento bibliográfico
mica, aún no existe en nuestro país, pues se nutre precisamente con (1983-1994)", en Estética del cine. Espacio fil.mico, na"ación, lenguaje, Pai-
la existencia de revistas especializadas, redes electrónicas de discu- dós, Barcelona, Nueva edición revisada y ampliada, 1996, 307-329.
sión y congresos nacionales e internacionales realizados con regula- Bordwell, David, Making Meaning: Inference and Rhetoric in the Interpretatlon
ridad. o{Cinema, Cambridge, Harvard University Press, 1989. (Hayt.J:aducción
al español, El significado del filme, Paidós, Barcelona,·1996). · · .·

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
El futuro de la investigación cinematogr.ifica 161
160 Cap. 6. l.as fronteras de la investigación
nar nu-
Criticism, Major Criti- hacer una mala pelícu la de cienc ia ficción, propo ngo imagi
Bywater, Tim y Thom as Sobchack, Introduction to Film mero sos futuros.
1989.
cal Appro aches to Narrative Film, Longm an, Nueva York, n que
ez Ruiz (comp s.), Bye Bye Lu- Mi propu esta consiste en hacer un ejercicio de imaginació
De la Vega Alfaro, Eduardo y Enriq ue Sánch cada ima-
miere, Investigación sobre cine en México , Unive rsidad de Guada lajara, funcione como un sistem a de espejos múltiples, en los que en
como
Guadalajara, 1994. gen se refleja desde distintos ángulos en las otras imágenes,
s, 1948) .
Femá ndez Violante, Marcela (coord.), La docencia y el fenóm
eno filmico, Me- la secue ncia final de The Lady from Shanghai (Orso n Welle
propo ngo
moria de los XV años del CUEC, 1963-8 8, UNAM , Méxic o, 1988. De esta mane ra, en lugar de prono sticar futuros concretos
ir el futu-
González Requena, Jesús (comp .), El anális is cinema tográfi co. Model os teóricos, imagi nar varios posibles escenarios en los que podrí a ocurr
e, Madri 1995. uno de estos
ro de la investigación cinem atogr áfica en el pais. Cada
d,
metodologías, ejercicios de análisis, Editorial Complutens
Curriculum, Mod- guion es de
escen arios, por supue sto, pued e dar lugar a nume rosos
te
Grant , Barry Keith (ed.), Film Study in the Undergradua
narra tivas de-
ero Language Association, Nueva York, 1983.
e Image n, Madrid, carác ter más o meno s espectacular, cuyas posibilidades
Historia general del cine, 12 volúm enes, Cáted ra, Signo pend en de nuest ra imaginación.
es im-
1995.
, Madrid, 1996. El cine es un arte compartido por varios especialistas, pues
Laviana, Juan Carlos, Los chicos de la prensa, Nickel Odeón posible para un solo individuo hacer una película profe siona l. De ma-
la Enseñ anza y la Investiga-
Progra ma del Prime r Encue ntro Nacional sobre áfica tamb ién
Xochi milco, 1996. nera simil ar, el futur o de la inves tigaci ón cinem atogr
ción del Cine en México, UAM por la comu ni- ·
Ray, Rober t B., "Film Studie s/Cris is/Exp erirne ntatio
nn, Fi1m Criticism, puede ser el produ cto de múlti ples mirad as dirigidas
preci same nte como
vol. XVII, núm. 2-3, 1993, 56-78. dad de investigadores(as) hacia su propia imagen,
::,- pelícu la de
ocurr e a la prota gonis ta de Persona (1966), la magn ífica
Ingm ar Bergman.
nar el fu-
A continuación propongo algunos escenarios para imagi
EL FUT URO DE LA INVE STIG ACIÓ N sistem ática sobre
turo, como invitación para iniciar una discusión más
CINE MAT OGR ÁFIC A ón y la enseñ an-
las condiciones, los métodos, la pertinencia, la difusi
El futuro siempre es un asunt o riesgoso. Y escribir acerc
a del fu- za de la investigación cinematográfica.
equivocarse
turo es.aún más riesgoso, no sólo por las posibilidades de
o habla-
sino también porque, como en el cine de ciencia ficción, cuand
prese nte y Cóm o dispa rar a la dam a de Shan ghai:
mos sobre el futuro en realidad estam os hablando sobre el
sobre nuest ras expectativas acerc a de lo que el prese nte
podría dejar una imag en que se mult iplic a
de ser. ón cine-
A continuación propongo algunos escenarios para pensa r
en térmi- En prime r lugar, es necesario reconocer que la investigaci
ocida por las instit ucion es
fica. matográfica no está sufici entem ente recon
nos cinematográficos el futuro de la investigación cinematográ de una activi dad profe-
educa tivas del país, en parte porqu e se trata
as institu-
siona l escas amen te pract icada y estim ulada por las mism
cione s de educa ción super ior.
Más allá del Sínd rome de Casa ndra : A partir de este hecho es posible imagi nar los siguientes
escena-
muti plica r el futur o rios futuros:
m, 1995)
Al principio de la película Twelve Monkeys (Terr y Gillia Esce nario 1: La imag en del inves tigad or. Inves tigaci
ón cine-
á afect ivam ente al prota gonis ta en
la inves tigad ora que acom pañar matog ráfica realizada en un clima cultu ral en el cual la imag en del
una confe renci a magis tral acerc a del Sín-
su viaje al futuro impar te inves tigad or de cine existe en la conci encia social .
consi ste en el temo r al futuro porqu e éste
drom e de Casandra, que Este escenario podria crear se a travé s de la producción de
pelícu-
riesgo, es
ya se conoce antes de que ocurr a. Para no caer en este las cuyos protagonistas sean inves tigado res de cine. Podri amos itna-
tiemp o no
decir, para escap ar al Síndr ome de Casan dra y al mism o

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
162 Cap. 6. Las fronteras de Ja investigación '·
,_\'

El futuro de la investigación cinematográfica 163


ginar a Bruce Willis o Susa n Saran don en el pape
l de cuaI_qierd~ gació n esté regis trada como parte de disciplinas ya
los inves tigad ores mexi cano s y estad ounid enses establecidas, como
que están part1c1- la historiografia, la sociología o la antro polog ía.
pand o esta maña na en este Encu entro Binacional
de Inves tigad ores Actu alme nte el Cona cyt sólo otorg a beca s para
de Cine. inves tigar cine
Esce nario 2: El cine como mate ria oblig atori a. cuan do el proye cto se prese nta como un trabajo de
Inves tigac ión comu nicac ión con
cinematográfica produ cida en un conte xto nacio nal un ~esgo hacia. algun as de las disci plina s menc ionad as. Por
en el que lama - su parte ,
teria de Comunicación Cinematográfica (e su equiv el Siste ma Nac10nal de Inves tigad ores no recon oce
alent e) es parte de la categoría de in-
los programas oficiales de las escue las de educ ación vestigador cinematográfico, por lo que todos los inves
básic a, secun da- tigadores de cine
del país debe mos regis trarn os bajo la inefa ble categ
ria y preun ivers itaria . oría de Otros.
Al respe cto es perti nente recor dar la expe rienc ia de Esce nario 5: Agru~ación profe siona l de inves tigad ores. In-
paí~es co~? vesti gació n cinem atogr áfica sufic iente para conta
Japón, donde a parti r del final de la Segunda Guer r con una agrup a-
ra Mund ial se im- ción profe siona l.
ció un programa perm anen te de proye cción de cine
japon~s Y extra n- La utilidad de contar en el país con una APIC
jero en las escue las públi cas, como parte de una estra (Asociación de Profe-
tegia para en- sores e Investigadores de Cine) consiste en la posib
tende r mejor a los paíse s aliados y enem igos duran ilidad de mant ener
te la guerr a, Ypara u~a red de infoacó~ que conen cte a la comunidad de investigadores,
lo cual se proye ctaro n mate riales subtitulados, lo cual
pr?ic~ que ~os asi como crear colecc10nes de libros para la enseñ
espectadores adop ten una actitu d toler ante ante anza universitaria
la diver sidad lin- propi ciar la organización de congresos académicos entre
güística y cultu ral prov enien te de otros espacios. especialistas, ;
Esce nario 3: La inve stiga ción com o prio ridad todas las otras actividades que son consuetudinaria
naci onal . s en las disciplinas
Investigación cinem atogr áfica de alta calidad produ más convencionales de las ciencias sociales y las huma
cida de mane ra nidades.
sistem ática inde pend iente ment e de las cond icion Esce nario 6: Arch ivos actua lizad os. Inves tigac ión
es de la prod uc- cinem atogr á-
fica realiz ada con el apoy o de archi vos funci onale
ción cinematográfica por las que atrav iesa el país. s, de fácil acceso y
Algunas instit ucion es oficiales han soste nido que no . en diver sos sopo rtes (acetato, video, láser, CD-ROM,
es nece sano DVD).
apoyar la investigación cinematográfica porqu e, preci El empl eo de nuev as tecno logía s facilita la conse rvaci
same nte, la pro- ón, trasmi-
duéc ión de cine en el país es casi nula y sin calid ad sión y estud io de mate riales audiovisuales, lo cual
de expo rtació n. a largo plazo resul-
Al respe cto tan sólo es neces ario recor dar, una vez ta más cofiable y meno s costoso.
más, la situa ción Esce nario 7: Bibli oteca s espe ciali zada s. Inves tigac
privilegiada que duran te much as décad as han tenid ión cinem a-
o otros camp os ~e tográfica en la que se cuen ta con biblio tecas actua
la investigación cultu ral, como la litera tura y la filoso lizadas sobre lo pu-
fia. La profec1a blica do acerc a de teoría , histo ria y análi sis del cine
que se cump le a sí mism a cons iste en proic~ produ cido en el
un buen ~tm de país y en el extra njero .
inves tigac ión de alta calid ad, para así comp etir con
otros amb1tos Existen varias universidades en el extranjero que cuen
inter nacio nales de la inves tigac ión cinem atogr áfica tan con más
, en parte como de 120 000 volúm enes sobre cine (NYU, Columbia,
un mercado potencial para el intercambio académico UCLA, San Diego),
de nuest ros me- lo que equiv ale a todo el acerv o de unive rsida des
jores investigadores. como la Ibero ame-
Esce nario 4: Auto nom ía profe siona l. Inves tigac rican a, cada una de las unida des de la UAM o el acerv
ión cinem ato- o prom edio de
gráfi ca con el recon ocim iento como una activ idad los instit utos de ciencia, tecno logía y huma nidad es
profe siona l tan de la UNAM.
legíti ma como cualq uier otra, con sus propi as cond Esce nario 8: Cond icion es profe siona les. Reco nocim
icion es epist emo- iento pro-
fesio nal e instit ucion al a la inves tigac ión en gene
lógicas y sus tradic iones metodológicas. ral simil ar al que
En este escen ario no sólo pode mos imag inar a algui existe en otras comu nidad es de investigadores en diver
en escnb ien- sos lugares del
do en su pasap orte: Profesión: Investigador de Cine, mund o.
sino que tamb ién El recon ocim iento profe siona l debe inclu ir la posib
pode mos imag inar que recib a apoy o instit ucion al ilidad de rea-
como beca s y pre- lizar el traba jo de inves tigac ión bajo mejo res cond
mios acadé mico s preci same nte por la utiliz ación de icion es técni cas y
los méto dos es- econó mica s, de mane ra simil ar a lo que ocurr e en cualq
pecíficos de la investigación cinematográfica, y no uier otra área
porqu e su investí- de la investigación especializada.

.i.
PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
.... El futuro de la investigación cinematográfica 165
164 Cap. 6. Las fronteras de la investigación
asociaciones
cinema- mátic o y perm anent e. Sin embargo, ahí donde existe n
Esce nario 9: Inves tigac ión de front era. Investigación profesionales tambi én existe n redes de distnb ución de textos y, lo que
poco aten-
tográfica con una tradic ión sólida en áreas relati vame nte es igual ment e útil, existe n estrat regias de inform ación sobre las no-
ria de los
didas hasta ahora , como la arque ologí a del cine, la histo vedades bibliográficas y de revist as espec ializa das acerc a de lo publi-
apoyo de pe-
públicos, la enseñ anza de mater ias tradicionales con el cado en el país y en el extran jero.
lícula s o la didáctica de la investigación cinematográfica. Escen ario 13: Revis tas espec ializa das. Investigación
cinema-
terren o
En cada una de éstas y otras áreas de la inves tigaci ón el tográfica cuya comu nidad cuent a con varias revist as acadé micas es-
rsitar ios y de
está abier to para la elaboración de libros de texto unive pecializadas sobre teoría , anális is y enseñ anza del cine.
recien tes ya
pregrado. Aquí podem os señal ar cómo duran te los años Hasta la fecha la única revist a unive rsitar ia dedic ada exclu
siva-
s áreas de
se han integ rado a todos los niveles de la enseñ anza nueva ment e a los estud ios sobre cine es la que publi ca el CUEC (Cent ro
l y los estu-
la formación básica, como es el caso de la educación sexua Univ ersita rio de Estud ios Cinem atogr áficos ), preci same
nte con el
n.apr ovech ar
dios sobre el medio ambiente. En este contexto se puede nomb re Estudios Cinematográficos. Esta revist a fue cread
a en 1995 y
en impa rtir
recur sos tecnológicos como el CD-ROM, o bien se pued está orientada principalmente a los problemas ligados a la
producción.
ria) a partir
curso s más tradic ional es (como Ética, Sociología o Histo Sin embargo, la mayo r parte de los mater iales publicados
en sus pá-
as de an-
del come ntario sobre un cente nar de películas seleccionad ginas son tradu ccion es del inglés, debido preci same nte
a la todavía.
ibles a tra-
teman o, familiares para los estud iantes o fácilm ente asequ incip iente tradición de investigación especializada en el
país y en el
vés de los sistem as de distnb ución de video. resto de Hispanoamérica. Esta tradición podría estim ularse
al existir
ón cine-
Escen ario 10: Anál isis cinem atogr áfico . Investigaci otras revistas especializadas orien tadas a difere ntes áreas
de la inves-
les integ ran en
matográfica en la que cada una de las disciplinas socia tigación cinematográfica.
del lengu aje
su trabajo, como suste nto funda ment al, elem entos Escen ario 14: Inves tigac ión para la enseñ anza. Inves
tigación
cinem atogr áfico . la ense-
ca in- cinematográfica diseñ ada para explorar las estrategias para
Este escen ario parec e surgi r del sentid o comú n y tal parez ñanza del cine.
tigaci ones rea-
necesario señalarlo. Sin embargo, al estud iar las inves Esta área de la investigación tiene diversos camp os espec
íficos,
icas, sociol ógi-
lizadas en nuest ro país desde perspectivas historiográf pues se requi eren estrategias muy distin tas para la enseñ
anza de la
relación con
cas, antropológicas o psicológicas (y aun semiológicas) en producción cinematográfica, la formación de comunicólo
gos, la his-
relati vo al lenguaje
el cine, se puede observar una total ausencia de lo toriografia del cine y los cursos eleme ntales de lenguaje cinem atográ -
los alcan ces de sus
cinematográfico, lo cual limita considerablemente fico impar tidos en los nivel es básico y preuniversitario.
En este mo-
respectivas investigaciones. ment o es evide nte que todos los profesores que impar timos
cualquier
ato-
Escen ario 11: Difus ión de result .ados . Investigación cinem mater ia relacionada con el cine tenem os una forma ción pedag ógica
de difusi ón de sus re-
gráfica que cuent a con espacios perm anent es neces ariam ente autodidacta.
ionale s, como progr a-
sultad os en los medio s de comunicación tradic Escen ario 15: Posg rados en cine. Investigación cinem
atográfi-
los result ados de la
mas de radio y televisión en los que se difun den ca cuyos practicantes se forman en programas espec ializa dos de maes-
rciales.
investigación, o cortometrajes proyectados en las salas come tría y doctorado en estudios cinematográficos, cread os y sosten idos
cine sólo ha estad o
La tradic ión de progr amas televisivos sobre en las universidades del país.
las de estre no y rara-
centr ada en el come ntario y la crític a a pelícu El inicio de estos posgrados, como ha ocurrido con otras
especia-
tigaci ón sobre cine que se
ment e se conoc en los proye ctos de inves lidades, se organizará conta ndo con los inves tigad ores activo s en el
están realizando en el país y en el extran jero. con otros progr amas
atográ- país, y con el apoyo de proyectos de intercambio
Escen ario 12: Rede s biblio gráfic as. Investigación cinem académicos en el extranjero, los cuale s pued en enriq uecer el diseñ o
ncion ales (los bbros ) tienen
fica cuyos resultados más naturales y conve de los nuevos programas debido a su larga tradic ión en la forma ción de
tecas educa tivas del país.
una distnbución regular en todas las biblio profesores e investigadores de cine.
de los li-
Es sabido por todos los involucrados que la distnb ución
un conge stiona rnient o siste-
bros universitarios en nuestro país sufre

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
:1

166
l.·,
Replicantes y d.Oppelgangers:
¿el futuro como réplica del presente?

Los escenarios presentados hasta aquí pueden ser agrupados en


cuatro áreas: reconocimiento social de la profesión de investigador
cinematográfico; colaboración interdisciplinaria orga~d ~lre­
dor del conocimiento común del lenguaje cinemato~f; dif?s~on
de los resultados de la investigación entre la comunidad acadermca ¡i '
y en el resto de la sociedad civil, y formación especializada de profe- ·l, 1

sores e investigadores de cine. . . ,


El desarrollo de uno o varios de los escenanos descntos sera una
contnbución para la muy necesaria profesionalización ~el campo de
la investigación cinematográfica en el país, el cual todavia se encuen-
tra en una etapa de formación.
A fin de cuentas 1 tal vez todo trabajo de investigación tiene como
objetivo, además de la producción de nuevos con~imets, ~ante­
ner viva nuestra capacidad para imaginar otras reahdades posible~·
lo que es más importante aún, la capacidad para imaginar otras posi-
bilidades para la realidad.
El doctor Warren Buckland es uno de los investigadores más
destacados de la teoría cinematográfica contemporánea. Desde hace
varios años trabaja en la Universidad de Oxford y es director de la
·., Revista de Estudios sobre Cine y Televisión (Review of Film and Te-
levision Studies), en Inglaterra. La conversación que sigue se realizó
durante la visita que realizó a México durante el Cuarto Congreso
Internacional de Análisis Cinematográfico, realizado en octubre de
2008, donde fue invitado por la Asociación Mexicana de Teoría y
Análisis Cinematográfico como ponente inaugural.

LAURo ZAvALA: Doctor Warren Buckland, nos da mucho gusto


que esté con nosotros.
En Estudios sobre el cine estadounidense contemporáneo1 usted es-
tableció una relación entre varias teorías del cine y métodos especí-
ficos de análisis, un enfoque general que puede aplicarse a cualquier
teoría. ¿Considera que esta relación es aplicable también a los prime-
ros teóricos, corno Rudolph Arnheim, Béla Bálasz y posteriormente
André Bazin? ¿Cuál es su punto de vista en general?
WARREN BucKLAND: Considero que la teoría ha sido autónoma res-
pecto del análisis. No hay necesariamente una relación entre la teoría
1
Thomas Elsaesser y Warren Buckland, Studying Contempormy·American Film. A Guidt: to
Movie Analysis, Arnold/Nueva York, Oxford Uníversity Press, loruion, 2002, 310 pp.

! 167
,_ ·*
PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
Conversación con Warren Bucl<land 169
168 Conversación con Warren Buckland
minante de las teorias continen tales, una conjunc ión de todos sus
y el análisis. Creo que algunas teorías se enfocan en el cine, el fenóme-
element os para demostr ar lo que eran capaces de hacer esas teorías.
no del cine. En Estudios sobre el cine estadounidense contemporáneo sen-
Pero lo que ocurrió, por el contrario , fue que un filósofo de la escue-
tí la necesida d de e:i...'1:raer métodos de análisis de estas teorías, pero las
la analítica , Noell Carro11, escribió una reseña de cien páginas, des-
teorías por sí mismas no brindan métodos de análisis, porque en cierto
montand o el líbro línea por línea y demostr ando que sus enunciad os
sentido ese no es el propósito de las teorías del cine. La teoria del apa-
carecen de sentido, son puras analogías, es puramen te metafórico, y
rato cinematográfico de Jean-Louis Baudry, por ejemplo, se refiere al
que esa tradición no tiene ningún contenid o. A partir de los ochentas
cine en general, no aborda el análisis de películas individuales. Pode-
se desarroll ó la escuela analítica, en particula r alrededo r de Noel
mos mencion ar otras teorías, en particula r la de Christian Metz que
Carroll y David Bordwell, y culminó con su libro de 1996, "Post Teo-
habla del fenómen o del cine. Lo que yo intento es extraer métodos de
ría», cuyo título quería decir "post teoria continen tal• y en el que
estas teorías, aunque no las brinden por sí mismas. Creo que esto se
tratan de establec er una teoría más analítica y cognitiv a del cine.
3
aplica a todas las teorías. El propósit o de las teorias del cine no es sim-
LZ: Esta mañana usted planteó interesa ntes criticas a las afirma-
plement e brindar un método para analizar películas individuales; eso
ciones de David Bordwell sobre el cine clásico y posclásico. ¿Podría
es un propósito adicional que podemos atribuir a las teorías y a mí me
resumir sus planteam ientos?
parece un atributo muy productivo de una teoria. Cuando escnbí el li-
WB: David Bordwell trabaja desde una perspect iva más inducti-
bro fui muy criticado por extraer métodos de estas teorías porque a
va. Su principa l critica a la teoria continen tal es que le parece deduc-
algunas personas les pareció reduccio nista valerse de las teorias para la
tiva, por cuanto aplica enunciad os muy abstracto s al cine en su con-
actividad banal y mundan a de analizar películas. Creo que ahí surge la
junto, de modo que esa teoría resulta inflexible. La principa l crítica de
tensión al usar teorias para analizar películas. El análisis de películas
David Bordwel l a la teoría continen tal es, entonce s, que impone al
tiene que justifica r todo el tiempo su recurso a las teorías.
cine un marco preestab lecido. En el artículo de David Bordwell "Film
LZ: En sus participa ciones de ayer y esta mañana usted dijo que
Features " identifiq ué que él hace lo mismo: tiene la idea de que todo
pertenec e a una tradición general en el Reino Unido. ¿Hay un con-
el cine es clásico, así que incluso al abordar una cinta tan radicalm en-
flicto entre la llamada tradición analítica y la teoría continen tal?
te posclásic a como Memento, trata de hacerla encajar en su marco
4
WB: Creo que eso quedó en evidenci a en los años ochenta del
deductiv o preestab lecido, para decir: "Esta película sigue siendo clá-
siglo pasado, cuando algunos estudios os del cine estadoun idenses y
sica si la vemos de esta manera."
algunos británico s decidier on no desarrol lar las teorías continen tales
Al hacer eso, Bordwell ignora los element os clave de una pelícu-
del cine que recurren a la semiótic a, el psicoanálisis, etc. Esa tensión
la como Memento, como por ejemplo el hecho de que la narració n de
resultó patente en los años ochenta, cuando filósofos de la escuela
la cinta va al revés. Él afirma que la estructu ra de la película es clá-
analítica ingresar on a los estudios de cine y comenza ron a analizar
sica, y quizá lo sea, pero el hecho es que la narració n distorsio na ese
los enunciad os de las teorias continen tales sobre el cine y a descon-
clasicism o en la manera de presenta r la trama. Me parece que Bord-
truirlos. Cuando digo teorias continen tales incluyo las de algunos
well cae en el mismo problem a que él detecta en la teoría continen -
académi cos estadoun idenses influenc iados por las teorías continen ·
tal, es decir que es demasia do deductiv a, demasia do vertical. Esa es
tales, así como académi cos británico s agrupado s en torno a la revista
mi principa l critica al artículo de Bordwell.
Screen, como Stephen Heath y Laura Mulvey, fuerteme nte influen-
LZ: En su líbro Teach Yourself Fi1m Studies, de 1998, usted señala
5
ciados por las posicion es continen tales. Cuando académi cos como
cinco elemento s para el análisis cinematográfico: imagen, sonido, edi-
David Bordwell y Noell Carroll desarrol laron sus teorías, rechazar on
ción, puesta en escena y narració n, aparte del género y la ideología.
de manera tajante las actividades basadas en las teorías continen ta-
les. El moment o clave, me parece, fue una reseña que escnbió Noel 3 David Bordwell & Noel Carroll (e&.), Post-Theory. Reconstnu;ting l'Um Studies, The Univer-
Carroll en 1982, una reseña de cien páginas sobre el libro de Stephen sity ofWisconsi n Press, Madison, 1996, 564 pp.
Heath, Cuestiones del cine. 2 Cuestiones del cine debía ser el punto cul- •christopher Nolan, Memento, Estados Unidos, 2000. (En México se conoce como .Amnesia.)
oks,
swarren Buck1and. Teach Yourselfl'Um Studies, Hodder & Staughton. Teach YourselfBo
Londres, 1998 (2a. ed., 2003; 3a. ed., 2008, 200 pp.).
•stephen Heath, Quesrions ofCinema, Macmillan, Londres, 1981.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
170 Conversación con Warren Buckland Conversación con Warren Buckland 171
¿Considera que estos elementos son siempre necesarios en cualquier otro. Para mí lo_ importante es que la semiótica del cine, como paradig-
tipo de análisis? ma, nunca llego a su fin. La gente la abandonó debido a la política aca-
WB: No querría sugerir que cualquier analista de películas tenga démica, cuando los nuevos académicos quisieron desplazarse a teorías
que emplear esos conceptos. Sería más pragmático y diría que el analis- más radicales y no querían identificarse con la semiótica. En Semiótica
ta de películas debe considerarse lo que los franceses llaman un brico- cognitiva del cine intento ampliar el trabajo de la semiótica el cine. La
leur: simplemente tomas la teoría que necesites para explicar y analizar semiótica del cine tiene su propia agenda y creo que es posible ampliar-
la secuencia de tomas que esté a discusión. Algo que detesto es ver títu- la, combinándola con la teoría cognitiva. La semiótica cognitiva si bien
los de articulos del tipo de "Un análisis ideológico de ... n o "Un análisis suena conflictiva, es de hecho un desarrollo natural de la semiÓtica.
psicoanalítico de ... ". Lo que importa es privilegiar la película, y emplear Desarrollar la noción de los códigos y decir que éstos están en la
cualquier concepto que juzgues útil para decir algo más acerca de la mente es una progresión de la teoría misma. La semiótica tradicio-
secuencia en cuestión. No es necesario prepararse durante años como nal dice que los códigos existen en el texto; la semiótica cognitiva del
psicoanalista para poder hacer una lectura psicoanalítica de una pelícu- cine dice que los códigos están ubicados ahora en la mente del espec- 'I,
!'
la; basta con entender los conceptos básicos y aplicarlos después a una tador, en la mente del cineasta. Me parece una progresión natural no
película, en el momento apropiado. Lo que importa no es ser un ideólcr veo un conflicto en combinar la semiótica y la teoría cognitiva. ' ,¡
go y colocarte en un campo determinado. Creo que siempre debemos LZ: En su reciente hbro sobre Steven SpielbergB usted se refiere
;; 1

•'
privilegiar la película, no la teoría, y tomar los conceptos teóricos que al punto de vista del espectador en general. ¿Cómo se relaciona esto i:

nos parezcan de provecho. Si la lista que usted mencionó es útil para con el punto de vista del cineasta? ¡I
analizar una película en particular, entonces úsela por supuesto, pero WB: En mi libro sobre Spielberg sentí la necesidad de que el analista j¡, .
no se limite diciendo: ''Tengo que usar estos conceptos para hacer la de películas piense como un director de cine. Para entender cómo se "
crítica de esta secuencia." Dicho de otro modo, me parece que la pelícu- hace una película, es necesario asimilar el conocimiento técnico del di- ¡j:
la misma le dirá qué conceptos son necesarios. Como analistas, debe- rector. El analista ideal debe pensar como un director de cine, porque el tf
mos ser sensibles a la película y emplear la teoría de manera sensible; director de cine sabe cuándo mover la cámara, cuándo cortar la toma \!
en vez de hacer afirmaciones huecas acerca de la secuencia que anali- cómo editar una secuencia para crear un flujo específico de imágenes, ; ¡'I
zamos, debe permitirnos comprender esa secuencia con mayor detalle. creo que un analista cinematográfico puede beneficiarse de esa manera 1;

Para mí, la teoría es un medio para un fin, está ahí para ayudarme a de pensar; una vez que sabe cómo piensa un director, puede aplicarlo a . lil::
decir algo más sobre la película y comprenderla. En mi análisis de In- sus películas. Yo lo apliqué a las películas de Steven Spielberg. Vi cómo ,
land Empi.re,6 por ejemplo, echo mano de la teoría cognitiva y la teoría toma decisiones al dirigir sus películas tan taquilleras y expliqué en parte i
psicoanalítica, están una al lado de la otra en mi análisis; uso la teoría el gran éxito de sus cintas a partir de ese proceso de toma de decisiones.
psicoanalítica en ciertas secuencias porque es relevante y la teoría cog- LZ: Por último, ¿cuál es su opinión sobre la relevancia de los es-
nitiva en otras secuencias porque en ellas es relevante. La destreza del tudios sobre cine en la actualidad?
análisis cinematográfic o radica en saber cuándo aplicar el concepto ati- WB: Sí, terminemos con una fácil. Vivimos en una sociedad satu-
nado en el momento apropiado. rada de medios. Creo que beneficiamos mucho a los estudiantes con
LZ: El titulo de su libro Semiótica cognitiva del cine es muy intere- esta "alfabetización mediática•, porque si no, todos acabaremos sien·
sante.7 Parece ofrecer la posibilidad de una síntesis de estas teorías. do consumidores de esa cultura del video. Considero que los estudios
¿Puede hablarnos del título y del libro? sobre cine pueden volvernos más críticos como consumidores y per-
WB: Sí, creo que suele considerarse a la teoría cognitiva y la semió- mitirnos distanciarnos de esa sociedad saturada de medios.
tica como contradictorias, dos paradigmas que operan uno contra el
(Traducción del inglés por Alfredo Gurza.)

6David Lynch, Inland Empire, Estados Unidos, 2006. (En México se conoce como Im~.)
7
Warren Buck1and, 71ie Cogniti11e SemiotiCS ofFilm, Gambridge University Press, Cambnd- ewarren Buckland, Diret:tm by Steven Spielberg. Poetics ofthe Contemporary Hollywood Block·
ge, 2000, 174 pp. buster, Continuum, Nueva York, Londres, 2006, 242 pp.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
,, :: -

Análisis cinematogr áfico. Actividad profesional en la que se ponen en


práctica estrategias para el estudio de elementos específicos de una pe-
lícula, con el fin de reconocer algún subtexto. El análisis cinematográfi-
co se distingue de la crítica en que esta última es de carácter valorativo
y sintético (M. Aumont y M. Michel; F. Casetti, M. Chion).
~

'
Bloqueo simbólico. Efecto de corresponden cia entre la micro y la macroes-
tructura de una película, característica del cine clásico. También llama-
do Efecto de eco o Efecto de espejo, y según el cual cada elemento anuncia
otro, que lo arrastra, lo desdobla y lo redistnbuye en el reflejo de la fic-
ción (R Bellour).
Borradura derrideana. Todo discurso racional deja tras de sí las huellas
de sus orígenes, pero es el objeto de un análisis deconstructi vo borrar
esta pretensión de legitimidad, consecuenci a de la metafisica de la pre-
sencia. El cine contemporán eo hace esta borradura en el mismo proceso
de sutura (Brunette).
Cine clásico. Conjunto de convencione s visuales, dramáticas y estructura-
les cristalizadas alrededor de los años 1935-1955 en el cine estadouni-
dense, y que dieron lugar a los cánones genéricos y a las estrategias más
convencionales de recepción (S. Kaminsky; D. Bordwell et al.).
Cine de la alusión. Categoría utilizada para hacer referencia al cine surgi-
do a partir de la década de 1980, especialmen te en Estados Unidos, en el
que se utl.1izan de manera generalizada y explícita diversas alusiones a
películas del cine clásico (October).
Cine moderno. Conjunto de recursos estéticos característicos de los •nue-
vos cinesD surgidos entre 1955 y 1970 en Europa, en los que se subvier-
ten y a la vez se alude a las convencione s del cine clásico. Se distingue
por su oposición al realismo narrativo, especialmen te a través del distan-
1, ciamiento brechtiano y otros recursos críticos (J. L. Monterde et al.).
!
¡
1 173
.. t PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
LJ
.
174 Glosario para el estudio de la teoría cinematográfica
Glosario para el estudio de la teoría cinematográfica 175
Cine posmoderno. Categoría utilizada para hacer referencia al cine surgido matográfico (emplazamiento, movimiento . . ..
a partir de la década de 1960, en el que se superponen elementos del cine la cámara y de las lente ) ~ Y grado de pan1c1pacmn de
clásico y del cine moderno, lo cual da lugar a la presencia simultánea de nido, sino también por :afo~rqesnt
d . ..
1
!1'
te (mtra o extradiegética) del so-
os recursos adquieren en 1
collage genérico, autorreferencialidad, hiperrealismo y otras estrategias ceso e 1a ed1c1on (Communications 38). e pro-
igualmente paradójicas, que a la vez utilizan y ponen en evidencia las Espectador salvaje. Aquel que está familiarizad
convenciones de la representación clásica (S. Connor, L. Hutcheon). en el que fue creada la película Y que es c o con el ~texo cultural
Códigos narrativos. Códigos propuestos por Roland Barthes en SIZ a pro- perspectiva de su propia recepción e a~z de relatn•rzarlo desde la

l
pósito de la narrativa realista, propia del cine clásico. Estos códigos son una interpretación autónoma y com~r=nd Es el espctad~r que crea
los siguientes: cultural (voz de la ciencia), hermenéutico (voz de la ver- ral (A. J. Pérez). e a con su comunidad cultu-
dad), proarético (voz de lo empírico), semántico (voz de la persona) y Espejo acústico. El sonido, desde la pers ectiva d . .
simbólico (voz del símbolo). nia~s, es masculino porque penetra ~l oído ~;:inas fe?1m1stas laca-
.i

Competencias, teoría de las. Propuesta teórica en la que se propone que men~ porque es pasiva y se deja poseer. , tras la imagen es fe-
el disfrute de una película está en función directa de la proporción entre En el eme sonoro, el espectador inte a a b . .¡1.·1¡
el capital cultural cinematográfico que ha sido incorporado por el espec- "espejo acústico" que refleja aquello ~ -~ os registros, creando un
tador y el capital cultural que presupone la película en su espectador todo, escuchar (K. Silverman). q e e (o ella) desea ver y, sobre
implícito (F. Casetti). Fenomenología. Corriente de la teoría cinematográfica (G D 1
Construcción de género. Estrategias puestas en práctica en el cine clásico d~ews) que concibe al cine como un proceso conti . e euze, D. A~­
en lo relativo a la presentación de las diferencias sexuales no sólo en las btdo en el tiempo del espectador a partir d d ngent_e, que es perc1-
.. d 1 e una eterrnmada combina
características de los personajes, sino especialmente en el punto de vis- . cton e a puesta en escena y el montaje (A. Westlake -
ta cinematográfico (L. Mulvey). Fi~. El_ uso contemporáneo del lenguaje audiovisual ~ un us fi al
Constructivismo epistemológico. Perspectiva teórica según la cual se con- etemunado por el deseo Y el azar Genera un tiem o gur ,
sidera que toda verdad es una construcción que responde a un contexto al ~ulsar constantemente el ~ ó t o b televisivo) y ' n ª e " z t : ~ h / (':imo
determinado, y por tanto es susceptible de ser relativizada al adoptar un tonamente la narrativa cinematográfica con las co . ª. tcu ar ea-
contexto diferente. Esta teoría subyace al estudio de la interpretación personal del espectador). Este uso se aparta de la ~1geas d~ la vida
filmica, lo mismo en el plano del análisis que del goce (P. Watzlawick, ei: ~acionl Y.coherente (S. Lash, L. Zavala). gica tscurs1va, que
G. Bateson). Func1on narrativa. En la tradición formalista rusa V . . ..
Contrato simbólico. Asunción implícita, al iniciarse la proyección, de la puesta de reconocer las func· • · Propp m1c10 la pro-
10nes narrativas (acciones cod"fi d
suspensión de incredulidad por parte del espectador. Este contrato in- combinación con diversos actantes) en estructu . t ca as en
cluye, en ocasiones, un contrato genérico, en función de las expectati- En algunos géneros filmicos, a ciertas a v ~ ! : c u r t s e canói~. .¡'
vas del género narrativo o de la modalidad genérica de la película. determinadas estructuras narrativas y míticas (W W . hs correspon en
Critica de Cine. Actividad profesional cuyo objetivo principal, en algunos Frase herm · tica. El ementos estructurales del relat · ng t).
eneu fil .
contextos, se reduce a ofrecer información sobre el director, la trama nen el programa narrativo y que detennin l o mico que defi-
y an as estrategias de frenado
y las actuaciones, especialmente con el fin de emitir juicios de valor BarthsuspenJso que serán puestas en marcha a lo largo de la narración (R
;.•,

(T. Sobchack y T. Bywater). es, . Aumont).


Diferancia filmica. El proceso de diferir la conclusión del sentido de un Goce. La experiencia de ver y disfrutar una película pr d
texto de manera indefinida es característico de la narrativa filmica, es- coexiste con el deseo filmico (de ver Y sab . o uce un goce que
·• er que va a ocurrir a conti
pecialmente en las estrategias de suspenso del relato clásico (W. Brunet- ~on), y a~bos se integran al placer de ver cine. Éste inclu e las nua-
te y D. Wills; V. Leitch).
:~a(sl ~ ekstraNteBgias de a~ropicón y recreación Xe la e=~:
Deseo mimético. El también llamado deseo de desear consiste en desear lo • . · xze , . raunstem).
que otro desea. La novela moderna y el cine clásico están construidos a Her;meneutica. Las estrategias de interpretación de la . . .
partir de esta estrategia narrativa. En el cine clásico se manifiesta a tra- ~cluyen el comentario informal, la crónica la critC:~ ~mica
vés de la mirada de los personajes o del punto de vista de la cámara (R. na y la docencia universitaria. Toda estra~gi h , é . ISIS, a teo-
Girard, M. A. Doane). una dimensión ética y estética Y está ligada ern~ utica comporta
Enunciación cinematográfica. Definida no sólo por el punto de vista cine- poder (F. K.ermode, D. BordweÍI). a mecanismos de deseo y

•• 1

liJL. PEDAGOGIUM DIDÁCTICA


Glosario para el esrudio de la teoña cinematográfica 177
176 Glosario para el esrudio de la teoría cinematográfica

Horizonte de expectativas. Para la estética de la recepción cinematográ- proyección, un subgénero o cualquier otro producto cultural adquiere
fica el horiwnte de expectativas está conformado por los elementos de determinado prestigio ante determinada comunidad interpretativa (P.
en r~lcin c~ la Bourdieu, S. Fish).
ord~n social que el espectador potencial ~xperinta
película, antes de haberla visto: comentanos, cnticas, prestigio sunbohco Meta.ficción. Narrativa autoreferencial. La metaficción pone en evidencia las
~nvecios que sostienen la construcción de toda ficción, y en esa me-
de la sala de proyección, etc. (H. R. Jauss). .
dida, de todo producto cultural. La metaficción fílmica es característica
Horizonte de experiencia. Todo aquello que el espec:ador pot~ncal expe-
rimenta en el terreno individual antes de haber visto la pehcula Y que del. cine mode~ y se intensifica en el cine contemporáneo (R. Stam).
determina su experiencia de verla: memoria cinematográfica personal, Modalidades genencas. De acuerdo con la tradición narratológica clásica
(a la que responde el cine realista), las modalidades que puede adoptar
estado de ánimo, inconsciente fílmico, etcétera. . . .
toda narrativa son la trágico-heroica, la melodramática-moralizante y la
I · nioo. Plano denotativo de las imágenes. Definido por la mtenno opens. Se
00 cómico-irónica.
complementa con el plano diegético, correspondiente a la ficción narra-
Mujer en.~Ugro ~quetipo de la nai::ativa clásica, en la que está en juego
tiva (S. Chatman). . · . . una vts1on trad1c1onal de las relaciones entre los géneros se>.."Uales (A.
Iconográfico. Plano contextual de las imágenes. Definido por la dimensión
Kuhn).
ideológica, cultural, del discurso cinematográfico (~. Panofs~y). .
NeÓbarroco. La estética del neobarroco es característica de la cultura con-
Iconológico. Plano connotativo de las imágen.es. Definido por la mtentto lec-
temporánea y muy especialmente del cine posmoderno. La estética
toris y el contexto diegético del relato filmico (U. Eco). .
Identificación primaria· Identificación del espectador con el punto de vis- neobarroca pone en juego estrategias de significación que permiten in-
y menos cons- tegrar elementos clásicos y modernos. Entre esas estrategias se encuen-
ta de la cámara. Es psicológicamente más detrmina~
. tran los laberintos, los excesos, las asimetrias, los fractales y las series
ciente que la identificación secundaria (S. Zunzunegin). (O. Calabrese).
Identificación secundaria. Identificación del espectador con ~o que la ca~­
Parodia. Imitación irónica de un modelo artístico. La parodia es un recurso
ra muestra, es decir, en el cine de ficción, con los personajes, sus funcio-
característico del cine moderno. En el cine contemporáneo, la parodia
nes, apariencia o ideología (J. Aumont). . . . . . ha dejado de ser la excepción para convertirse, de manera paradójica,
Intentio Zectoris. Para Umberto Eco hay tres mtenc1o~s o mtenna en ~a in- ¡·
en una norma inadvertida (QRFV, L. Hutcheon).
terpretación estética: intentio a~o (hipe!bol;zada por la teona _de
autor y la critica periodística), int~o op~ns (a1s~ en los es~d1.,-_ Pastiche. Imitación estilística sin intención irónica. Estrategia característi- Í:
formalistas y estructurales) e intentto lectons. Esta ultima es el objeto de
ca del cine contemporáneo, que da lugar a los estilos y géneros narrati- i
1
vos de carácter híbrido y a diversas formas de intercodicidad fragmen-
la hermenéutica, la fenomenología, la dialógica, la estética de la recep-
taria, como un modelo para armar por cada espectador (H. Beristáin, F.
ción y las teorías del cine contemporáneo (U. Eco). . .
Jameson).
1ntercodicidad. El cine y el video han rebasado las estrategias de mtertex- '¡.
Punctum. Elemento que hiere la subjetividad de un espectador. Literalmen-
tualidad propias de los otros lenguaj~ artísi~o, al ~cula diverso~
te, daga (en latín). Término utilizado por primera vez por Roland Barthes
códigos extracinematográficos en un discurso mtercód1~. La mtercodi- ··
para referirse a la fotografia (R. Barthes).
cidad propicia la sincresis, el dialogismo y la heteroglos1a (C. Metz, M.
Realismo. Conjunto de convenciones del cine clásico. Opuesto al cine expe-
Bajtín, G. S. Morson). . rimental (avant-garde).
1ntertextualiclad. Presencia de signos fílmicos provenientes de otras pe-
e~tragi Recepción. Término utilizado para hacer referencia a los procesos interpre-
lículas en una película cualquiera. Entre las princal~s _de
tativos del espectador de cine. Se distingue del concepto economicista del
intertextualidad fílmica se encuentran las sigUientes: c1tac1ón, alus10n,
consumo, que tradicionalmente connota una mera aproximación esta-
parodia, pastiche, collage, remake, retake, revival, secuelas, precuelas,
dística. La estética de la recepción literaria nació como parte de la histo-
metaficción, metalepsis y toda clase de subtextos, paratextos Y pa- .
• ria de la cultura (S. Suleiman e l. Crosman, D. Rall).
limpsestos (R Stam, J. Kristeva). . ;· S1D1ulacro posmodemo. Reproducción que carece de un original. En la
Intriga de predestinación. Elementos audiovisuales presentes al in~c10 de 7
-~ teoría filmica, el cine posmodemo y el videorrock son simulacros hipe-
algunas películas del cine clásico, que permiten prever la conclusión d~l
rrealistas que llegan a implotar la realidad externa al acto de verlos. En
relato aun antes de que se inicie narrativamente. La.intriga de predesti- ·~
virtud de ello, forman parte de un espacio icónico que es más real que
nación puede ser explícita, implícita o alusiva (R. Ba~es, J.Aumont). ::
la realidad contingente (J. Baudrillard).
Mercado simbólico. Contexto social en el cual una pehcula, una sala de :

~.<': i
PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
~-¡
178 Glosario para el estudio de la teoría cmematográfica
i.·
Sociología d~l gusto. Parte de la sociología del conocimiento, y derivada de
la sociología reflexiva de Pierre Bourclieu. La sociología del gusto filmi-
co estudia el capital cultural, el mercado simbólico, las estrategias de
prestigio y otros elementos que forman parte del horizonte de expecta-
tivas del espectador de cine (P. Bourdieu).
Sorpresa. Estructura narrativa en la que la instancia narrativa manipula de-
terminada información a expensas del espectador (M. Chion).
Suspensión de incredulidad. En el momento en que se apagan las luces
de la sala de proyección, el espectador suspende su incredulidad, nece-
.Anexo;
sariamente racionalista, ante la ficción narrativa que se le ofrece sobre
la pantalla y reconoce las reglas de lo imaginario.
Suspenso. Estructura narrativa en la que el narrador y el espectador com-
. ~fláis 9fállCO y·tot9qrá ~ "'~\i¡
parten un conocimiento cómplice, a expensas del protagonista (S. Heath, !::·"
SIZ).
Sutura. Relación del espectador con su propio discurso, a través de la articu-
lación de las relaciones imaginarias de una imagen con la siguiente. Gra- ANÁLISIS DE DISEÑO GRÁFICO
cias a la sutura, el espectador es el gozne capaz de articular el sentido
entre dos planos (S. Heath, K. Silverrnan). Planteamiento
Teoría de autor. Teoría de la critica cinematográfica propuesta por los
colaboradores de Cahiers du Cinéma en la década de 1950, en la que se 1. Problema original.
considera que todo el sentido de una película depende de las intenciones 2. Solución gráfica.
y la trayectoria profesional del director. A pesar de ser una teoría funda-
mentalista y teleológica, sigue siendo la más utilizada por la critica pe-
riodística (D. Westlake). Descripción micropragmática
Teoría del cine. Actividad profesional cuyo fin es reflexionar de manera-
. sistemática sobre la naturaleza de la comunicación cinematográfica. En- 3. Nivel textual (síntesis del ideograma): plano verbal .
tre las principales corrientes en la actual teoría del cine están las siguien- 4. Nivel icónico (enumerar elementos intextuales): descripción de
tes: marxista, psicoanalítica, fenomenológica, desconstructiva, dialógica, imágenes visuales.
feminista, narratológica, sociológica, historiográfica y teoría de la recep- 5. Nivel iconológico (iconograma: connotaciones del enunciado
ción filmica. visual).
Verosimilitud. Estrategias de representación de la realidad a partir de las 6. Nivel entimemático (relaciones entre iconograma e ideograma):
convenciones de la narrativa del cine clásico (C. Metz). implícitos ideológicos.

Análisis micropragmático

7. Nivel tópico (técnicas-visuales).


8. Nivel tropológico (figuras de retórica visual).

Macropragmática

9. Posibilidades de resemantización (polisemia).


10. Contexto de lectura (semanticidad latente): otros discursos
presentes.

179
PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
180 Anexo: Análisis gráfico y fotográfico

11. Contexto de producción (nivel iconográfico): dimensión sociohis-


tórica.
12. Conclusión general (convención, ruptura de convenciones o jue-
go paradójico) (a quién/desde dónde/cómo/eficacia).

Referencias técnicas.
-~

ANÁLISIS FOTOGRÁFICO
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7
--·.... ·.~-, ....·'· · . ¡
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Referencias generales
Autor, fecha, nacionalidad, fuente

Perspectiva interpretativa
Formalista/estilística/técnic a/intencionalista GUÍA BIBLIOGiÁFICA SOBRE
comparativa/ arquetípica/psicoanalítica TEORÍA Y ANÁLISIS CINEMATOGRÁFICO
marxista/ semiótica/biográfica/ feminista
A co~tinuaó se presenta una guía bibliográfica acerca de dos
Contextos grandes _areas e? los est~dio cinematográficos: la investigación so-
Interno (objetual, medial, formal)
bre teon~ _d~l c:ine (93 ti~los publicados en inglés y en español) y
Externo (situacional)/original (artístico)
sobre anál1s1s cmematografico (65 títulos publicados exclusivamente
en español). A su vez, la primera sección está dividida en varios apar-
Evaluación
~dos: antologías_ y estudi~ panorámicos; semiótica del cine; otras teo-
Criterios: realismo/ expresionismo/forrnalismo/ instrumentalismo
1:~ genra~; eme y sociedad¡ cine y narrativa¡ psicología, psicoaná-
Otros criterios: originalidad/ composición/técriica ~1s ~ femrmsI?o; y el cine y su espectador. En todos los casos he
mclu1do exclusivamente títulos de libros.
Ejemplo: Análisis formalista E~ lo que sigue propongo entender como teoría del cine a toda
reflxi~n general ac~r d~ la espc~ida del discurso cinematográ-
a) Iluminación fico, mientras el analisis cmematogrdfico consiste en el diseño de un
Intensidad/dirección/naturaleza modelo (o su aplicación) para el examen sistemático de uno 0 varios
Textura (sensibilidad de película y lente, apertura de la lente) fragmentos de una película en particular. Es necesario señalar que
ninguna de estas bibliografías pretende ser exhaustiva.
b) Encuadre
Emplazamiento: proporciones/perspectiva/ angulación
Líneas: posición/dirección/longitud/ implícitas o explícitas
Bibliografia sobre
Formas: verosimilitud/ abstracción/retórica
Límites: extensión/ claridad teoría del cine
Las diferentes teorías cinematográficas están más relacionadas
e) Dinamismo visual
rutmo/ distorsión/ dominante/velocidad/ contrastes
~on o~as teorías (en particular las filosóficas, científicas, artísticas y
hteranas) que con el análisis y el disfrute de las películas mismas. Esta

181
PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
1 ¡

182 Bibliografía Bibliografía sobre teoría del cine 183


bibliografia, entonces, tiene interés especia! para los filósofos, y sobre l~s e~ricos_upant los estudios sobre el P. V. (punto de vista narra-
todo para los epistemólogos. tivo e 1deologico p~oduci por la posición de la cámara) y sobre las
En este terreno hay tres aproximaci ones generales. En primer estructuras narrat1vas, que en el cine clásico siguen estando ligadas
lugar encontramo s los estudios del cine a partir de los intereses de a estructuras míticas subyacentes.
una disciplina humanístic a (especialmente la historia, pero también Durante la última década del primer siglo del cine se desarrolla- ,'<

la sociología, el psicoanálisis, la filoso.tia, la ética, etc.). En segundo ron co~ gran fuerza tres grandes tendencias teóricas: el cognitivismo
lugar se hallan los estudios acerca de lo específicam ente cinemato- de David B?rdwell, el feminismo de corte psicoanalítico (con el con-
gráfico (como el caso de los estudios sobre la estética cinematográfica, ce~t ~acmno de sutr~ en una posición central) y las estrategias de ;,, !'
es decir, sobre la experiencia particular de cada individuo al ver una anáhsts posmoderno. El mterés común a estas propuestas teóricas es
película en un contexto histórico específico). Y por último, las aproxi- sin duda, la experiencia estética de los espectador es de cine. y lo~
maciones sobre las teorías del cine (modelos metateórico s que pro- estudios de recepción cinematográfica están a su vez ligados a los es-
tudios de recepción en otros campos de la producción simbólica como
•,'
ponen agrupar los modelos teóricos a partir de lógicas taxonómicas y
tipológicas). la literatura, la música, el diseño urbano, los museos ... y la ar~uitec­
Si durante estos primeros 110 años el cine, como todas las formas tura de las salas de proyección.
culturales, ha evolucionado de estrategias clásicas a la subsecuent e Por supuesto, las fronteras de la teoría cinematográfica están en
ruptura de las vanguardias modernas, para más adelante reconocer el estudio de las nuevas tecnologías audiovisuales, si bien éstas des-
las posibilidades de la fragmentac ión y la recomposic ión del cine de de el video casero hasta los sistemas DVD y la simulación de reaÍidad
la alusión, en la evolución de las teorías del cine también es posible virtual plantean problemas teóricos específicos, no necesariam ente
observar estas etapas. El paradigma clásico de las teorías del cine es compartido s por la teoría cinematográfica.
e
aquel en el que se buscaba la especificid ad de lo filmico como al Esta bibliografía es sólo una guía inicial para avanzar en esa atrac-
..
.¡ '

pensarlo como una redención de la realidad fisica, como lo llamó tiva jungla de modelos, taxonomías y tipologías de origen filosófico.
Krakauer). La modernidad de la teoría cinematográfica está marcada Algunos de estos materiales, sin embargo, están más próximos a las
pc;>r las discusiones producidas por la semiótica del cine, precisamen ; estrategias de análisis que a sus fuentes filosóficas originales. Entre
te en el momento en el que surgían las nuevas olas cinematográficas los mapas para aventurarse en tales terrenos me atrevo a sugerir el
y culturales. Aquí es inevitable señalar la aparición de las propues- estudio sobre las tendencias teóricas de Francesco Casetti, quien pro-
tas de Christian Metz hacia fines de los años sesenta, en pleno auge pone pensar en tres grandes tendencias teóricas que él llama, res- ; '¡
de la ola estructuralista en Europa y Estados Unidos, y como una pectiv~n, teorías ontológicas (sobre la realidad, lo imaginario y el '~
exploración semiótica próxima a la lingüística jakobsonian a y al psi- lengua~), metodológic.as (sociológicas, psicológicas, semióticas, psi- 1
coanálisis lacaniano. ~an1tics) Y_ de campo (sobre la ideología, la representac ión, la
La virtualidad posmoderna en las teorías del cine está marcada por identidad d~ genero y sob~e
Lo que sigue es un registro general de algunas aproximaciones a
el cine como testigo de la historia). •. ·¡
una multiplicación de los paradigmas, cada uno de los cuales se halla
fragmentado en numerosas propuestas, tendencias y objetos de estu- las principales teorías del cine, como feminismo, psicoanálisis semió- 1

dio. Tan sólo los estudios de recepción cinematográfica tienen un es- tica, recepción (cognitivismo, fenomenología, intertextualidad neofor-
deconstrucción), nar~tolgi, \
pectro suficientem ente amplio para abarcar la propuesta inclasifica- mal~o, audiov~ón, h~rmenéutica,
ble de Gilles Deleuze (a medio camino entre la filosofía del instante retónca y genologta (teona de los géneros narrativos). Otros metamo- f
de Bergson y la semiótica conjetural de Peirce), la narratología de los del~s, como el de ~udl?y Andrew o el glosario de Robert Stam y su
géneros clásicos en recomposición permanente y los rigurosos mode- equ1p~, _pr~on ui~tf conceptos estratégicos tales como repre- ,I
los apoyados en la ecología de la mente o una fenomenología atrave- + sentacwn, identificacw n e interpretaci ón. Y otros más, como Warren
sada por la teoría de la metáfora de Paul Ricoeur (en Dudley Andrew), ~uckley, proponen distinguir entre las estéticas formalistas y las rea-
entre muchos otros. listas, y a partir de ahí repensar términos comunes , como estructura ,
Habría que señalar el lugar fundamental que en todos estos mode- autor, género y recepción.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
Bibliografía sobre teoría del cine 185
184 Bibliografía

96 títulos (52 en inglés, 44 en español). Algunos de Allegheny College, Meadville, Pennsylvania, número especial de la re-
Aquí r~gisto
vista Film Criticism, 17:2-3, invierno-primavera de 1993.
ellos también podrían ser incorporados a la bibliografía sobre análisis Montiel, Alejandro, Teorías del cine. Un balance histórico, Montesinos, Biblio-
cinematográfico, pues proponen un modelo o ejercicios de análisis: teca de Divulgación Temática, núm. 60, Barcelona, 1992.
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188 189
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Münsterberg, Hugo, The Film: A Psychological Study, Dover, Nueva York, ~ine (Kracauer; Bazii:t, Metz, etc.), y también los diccionarios especia-
1970. hza~os y o~s matenales.de consulta sobre cine (directores, glosarios,
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_ (ed.), The Fright of Real Tears: The Uses and Misuses of Lacan in Film · s1~d de Guadalajara y algunas otras en lengua inglesa). También he
Theory, Indiana University Press. Bloomington, 2001. dejado a un lado las colecciones de crítica cinematográfic a y la mayor .i
p~rte de los estudios sociológicos, psicoanalíticos , pedagógicos, filo-
soficos o desde cualquier otra disciplina particular en relación con el
Cine y espectador cine, con excepción de algunos títulos que pueden servir como punto
de partida para la realización del análisis cinematográfic o. Cada una de
Allen, Richard, Projecting nlusion. Ft1m Spectatorship and the Impression of e~as b~l!ogras ocuparía una extensión similar a ésta, o aun mayor
Real.ity, Cambridge University Press, 1995. s1 tambten se i_ncluyeran los materiales en inglés, que es la lengua en
Anderson, Joseph D., The Reality of.lllusion. An Ecological Approach to Cogni- la que se publica la mayor parte de la investigación cinematográfic a
tive Film Theory, Southem Illinois University Press, Catbondale, 1997.
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utilizados según el interés particular de cada espectador. A continua-
Buckland, warren, The Film Spectator. From Sign to Mind, Amsterdam Univer-
ción señalo las principales áreas del análisis cinematográfic o y los co~ .. '
sity Press, 1995. ceptos desarrollados de manera sistemática en los textos incluidoS;e:rl;'.c;f :; ·
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PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
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PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
11,. .•
194 Bibliografía
Llbros sobre cine en México 195
7. Traducciones y obras publicadas originalmente en el extran- gran mayoría presenta un acercamiento histórico, y que hay aún en
jero (19 títulos). México muy pocos estudios de teoría y análisis cinematográfico.
8. Libros sobre cine mexicano publicados en el extranjero. Al consultar la obra de Elena Almoina, Hacia una bibliografia en
9. Ficciones sobre cine, CD-ROM y DVD. castellano del cine (SEP /INAH/UNAM, 1988), se puede observar que
10. Folletos y números monográficos de revistas. los títulos ahí registrados (poco más de 2500 publicados entre 1920 y
1985) están distribuidos de la siguiente manera: 68 % fueron publica-
Las primeras dos secciones contienen más de la mitad de los tí- dos en España; 16 % en Argentina; 10 % en México; 3 % en Uruguay, !
tulos registrados. Y aunque las últimas tres no forman parte propia- y el resto (3 % ) está distnbuido entre Colombia, Cuba, Uruguay y la
!

mente de la bibliografia, las hemos incluido al considerar que estos UNESCO. Esta proporción seguramente se mantiene en la actualidad,
materiales son de interés para el estudio del cine, y complementan el de tal manera que de cada 1Otítulos publicados en español, 7 provie-
panorama bibliográfico. nen de España, y los otros 3 de México y los demás países hispano-
Considerando las dificultades para conseguir obras sobre cine americanos.
en el país, es evidente que esta bibliografia no es exhaustiva. Para Los libros españoles sobre cine, mejor editados y distnbuidos que
elaborarla recurrimos a nuestras bibliotecas personales, y también a los mexicanos, tienen la ventaja adicional de que suelen tratar sobre
algunas librerías de viejo. Existen en el país algunos acervos públi- temas generales. En cambio, los mexicanos tienen una distnbución
cos especializados, como los del Centro de Investigaciones y Estu- restringida, y más de la mitad tratan sobre el cine local. Esto último
dios Cinematográficos de la Universidad de Guadalajara, la Filmote- no tendría por qué ser una limitación, pero ocurre que las películas
ca de la UNAM y la Cineteea Nacional, que contienen algunos de que se estudian difícilmente están disponibles para los lectores, y esto
estos libros. afecta en alguna medida la lectura de los libros sobre cine producidos
En la elaboración de esta bibliografia hemos considerado como un en el país. Por otra parte, es evidente que no son las editoriales, sino
solo título las obras publicadas en varios volúmenes (corno los traba- las escuelas, las que forman lectores. Mientras no exista una política
jos de Emilio García Riera, el equipo de Juan Felipe Leal y otros). En educativa que incorpore al cine como una materia de estudio desde
caso de haber dos o más ediciones de algún libro, sólo incluimos la más la educación básica hasta el posgrado, 2 la producción de materiales
reciente. También hay que advertir que no se incluyen las publicacio- bibliográficos publicados en el país seguirá naufragando en la marea
nes producidas por la industria cinematográfica, ni informes oficia- de libros producidos en España, Estados Unidos, Inglaterra y Francia,
les, anuarios y tesis. y las bibliotecas públicas y privadas seguirán nutriéndose de manera
Hemos utilizado las siglas de las instituciones que con mayor fre- mayoritaria con materiales provenientes del extranjero. Aunque la
cuencia publican hbros sobre cine: Universidad Nacional Autónoma de producción de libros sobre cine se ha incrementado paulatinamente
México (UNAM), Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Fondo en México (en la década de 1990 se publicó un promedio de 15 libros
de Cultura Económica (FCE), Instituto Mexicano de Cinematografia anualmente, y en el año 2005 aparecieron 35 títulos), es una cantidad
(lmcine) y Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta). muy poco significativa comparada con la de los países mencionados.
Alrededor de 70 % de los libros publicados en el periodo estudia- En Estados Unidos, por ejemplo, se imprimen cada año más libros
do aparecieron bajo el sello de éstas y otras dependencias del sector sobre cine que todos los incluidos en esta bibliografia. 3
público, como la Universidad de Guadalajara y la Cineteca Nacional.
Al tener entre sus objetivos el apoyo a la creación y difusión del co-
nocimiento, a estas instituciones se debe la publicación de los mate- 2
Actualmente sólo existe en el país una Maestría en F.Btudios Cinematográficos. Este pos-
riales de consulta, así como los de carácter más especializado. En cam- grado se impane en la Universidad de Guadalajara, y cuenta con dos especialidades: Guión e
Investigación.
bio, las editoriales privadas han publicado numerosos libros acerca de 'En 2005 se publicaron 545 tftulos sobre cine en Estados Unidos. Véase Ja bibliografia
las estrellas del cine mexicano y algunos títulos de carácter técnico o incluida regularmente en la revista de la Sociedad para Estudios del Cine (Society for Cinema
aproximaciones a la apreciación cinematográfica. Studies), la trimestral Cinema Joumal (publicada por la Universidad de Texas en Austin). Tam-
bién véanse los números monográficos dedicados a reseñar estris títulos en Film Qµarter!y (pu-
Una mirada al conjunto de los títulos aquí incluidos revela que la blicada por la Universidad de Berkeley).

í
PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
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Se incluye una docena de memorias de diversos congresos de es-
Durán, Ign~cio, Iván Trujillo y Mónica Verea (coordinadores), Mbaco-Esta-
pecialistas, orientadas a varios temas centrales: la investigación y la
do~ f.!nidos: encuentros y desencuentros en el cine, UNAM/Imcine/Cisan
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annadonal del Nuevo Cine Latinoamericano, UNAM, México, 1987. ticos (todos los cuales se agrupan más abajo).
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IX Fes- El caso de Pedro Infante es notable, pues su vida también ha sido
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i
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Toscano, Salvador, Correspondencia (1900-1911), UNAM, México, 1996.
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Yehya, Naief, Los sueños mecánic os de las ovejas electrónicas. El ciberpun k en
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- - · Margarethe von Trotta. Una retrospectiva, Goethe-Institut, México,
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__ , Volker Schlórrdorff. Una retrospectiva, Goethe-Institut, México, 1997.
Varios, Memoria del Festival •La memoria restaurada•, UNAM, México, 1996.
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Estudios Fronterizos, del Norte de México, Tijuana, 1985. Varios, Gabriel Figueroa y la pintura mexican a, catálogo, Museo de Arte Con-
temporá neo Alvar y Carmen T. de Carrillo Gil, México, 1996.
Jiménez Cara, Roberto, Bibliogr afia de tesis sobre cine, Cinetec a Nacional,
Varios, Georges Me1iés, UNAM, México, 1982.
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Luna, Andrés de, Proust y el cine. El proyecto imposible, separata de la revista
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Veyre, Gabriel, Cartas a su madre, UNAM, México, 1.996.
Maza, Maximiliano, 100 años de cine mexican o, Instituto Tecnoló gico y de
Estudio s Superio res de Monter rey/Mu seo de Arte Contem poráneo
de Monterr ey, Monterr ey, 1996. /

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
222
Números monográficos

Durante los últimos 25 años han existido en México una diver-


sidad de revistas dedicadas al cine, ya sea ligadas a la cartelera co-
mercial (Premiere, Cinemanía, 24 por Segundo), independientes de la
cartelera (Cine, Intolerancia, Dicine, Primer Plano, Nitrato de Plata)
o dedicadas a la divulgación técnica (Estudios Cinematográficos). Algu-
nas revistas culturales y académicas no dedicadas al cine han publi- '?-:-
cado números monográficos (o la mayor parte de un número) sobre
el cine mexicano y extranjero. Se enlistan aquí algunos de ellos.

Acta Poetica, núm. 11 (1990). Número monográfico sobre Cine y narración,


coordinado por Jorge Alcázar.
Artes de México, núm. 10 (1990). Número ilustrado dedicado a una Revisión
del cine mexicano (3a. ed., 2001 ). -~. l .
Textual, núm. 27 (1991). Número dedicado al Cine mexicano hoy. Adoum, J. E., 52 Berman, S., 74
Semiosis, núm. 30-31 (enero-diciembre 1993). Número monográfico dedica- Aflleck, B., 148 Berruga Filoy, E., 127
do a la Semiótica del cine, coordinado por Renato Prada Oropeza. Agustín, J., 52 Benolucci, B., 51
El Acordeón, núm. 17 (mayo-agosto 1996). Dossier sobre Cien años de cine en Allain-Miller, J., 81, 104 Bettetini, G., 106, 116-117n
México. Allen, W., 68-69c, l07, 122, 127 Biberman, H., 126, 152
El Acordeón, núm. 21 (septiembre-diciembre 1997). Dossier sobre Cine, e.du- Almodóvar, P., 68-69c, 83c, 101 Blanco, J. J., 55
Alsina, H., 119n · Block, L., 116-117n
cación y crítica.
Andrew, J. D., 115n Bogan, H., 122
Versión. Estudios de Comunicación y Política, núm. 8 (1998). Número mono- Antonioni, M., 51, 123
gráfico dedicado a El cine y la memoria: ficción e historia, coordinado por Bonfil, c., 139
Arau, A., 127 Booth, W., 116-II7n
. Carmen de la Peza, Margarita Zires y Lauro Zavala. Arenas, R, 52 Bordwell, D., 17n, 36, 128n, 158, 168-
Premiere, núm. 100 Gunio 2002). Número fotográfico dedicado al cine mexi- Arnheim, R, 167 169 "
cano. Aumont, J., 17n, 19, 128n, 157 Borges, J. L., 51, 65n
Letras Libres, núm. 61 (enero 2004). Número dedicado al Cine sin limites. Aviña, R, 75 Bourdíeu, P., 104, llln
Ayala Blanco, J., 77 Brachet; M., 44
Breakwell, l., 44
Bajtín, M., 112n Breuei; R, 65n
Balázs, B., 114, 167 Brooke-Rose, C., 65n
Barbero, J. M., 112n Brooks, J. L., 148, 150
Barth, J., 54 Brown, R H., 16n
Barthelme, D., 54 Brushwood, J., 52n
Barthes, R, 19, 54, 63n, 103-105, 108, Buck:Jand, W., 9, 167, 169-17In
112n, 174 Buñuel, L., 135
Bateson, G., 65n Burch, N., 118
Baudry, J., 168 Bustíllo Oro, J., 73
Bazin, A., 115, 121, 167 Bywatet; T., 158
Beckett, S., 51, 65n
Bell, D., son Cabrera lnfunte, G., 52
Bellinghausen, H., 55 Cain, W. E., 46
Benveniste, É., 63n Calabrese, 9., 60
. Bergman, l., 122, 161 Campion, J., 101

L PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
223
Índice onomástico 225
224 Índice onomástico
lser, W., l16-117n Metz, C., 106, llln-114 , 168
Cantinflas. Véase Moreno, M.
Foucaul t, M., 111 n
Ivens, J., 135 Miquel, Á, 193
Frank, J., 64
Cardoso , P., 148 Mijalovs ki, 123 .•.
Carpent ier, A., 52 Frye, 118
Jacobs, B., 54 Millar, G., 115n
Fuentes , C., 52, 55
Carroll, L., 63n Jakobso n, R. 118 Mitry, J., 106, 113, 135
Carroll, N., 117, 168-169 Johnson , L. F., 115n Monaco , J., 114n
Castella nos, R., 52 Gabbard , G., 2ln
Jones, T. L., 126, 148 Monsivá is, C., 55
Gabbard , K., 2ln
Cazals, F., 136 Joyce, J., 51 Monsrea l, A., 54
Cerda, M., 54 Garcés, M., 75
Montefo rte Tuledo, M., 112n
Chatma n, s., 116-117n García Márquez , G., 52
Kasdan, M., 117 Monterd e, J. E., 17n, 51n
García Riera, E., 147
Chéjov, A., 64 Kieszlowski, E., 107 Montero , R., 74
Clemen ts, A., 148-149 Gardner , M., 63n
Krakaue r, S., 115n Monterr oso, A., 52, 55, 71
Coen,he nnanos, 68, 127 Genette , G., 63n, 112n-113n
Kristeva , J., 112n Moore, M., 127
Gilliam, T., 85-86, 160
Coletti, T., 55n Moreno, M., 73-75, 77
Giméne z, G., 112n
Collet, J., 115n Lang, F., 117 Mulvey, L., 168
Giovano lli, R., 55n
Colpaer t, C., 148 Lara, H., 54 Munk, A., 110
Godard, J.- L., 51, 64, 116-117, 121, 123
Conrad, J., 50 Laviana , J. C., 156
Contrera s, M., 77 Godel, 118
Lean, D., 126 Nabokov, V., 51
Goldber g, D., 133
Corrigan , T., 36 Lébel, J., 106, 115n Nava, G., 148
Cortázar , J., 52, 63n Golwarz , S., 52
Leduc, P., 82 Negrete , J., 75
Gómez Monteve rde, A., 148
Cortés, B., 68-69c Lee, A., 150 Nichols, B., 113n, 119n, 127n, 134, 137
Cortés, M., 75-76 Gonzále z, E., 73
Gonzále z lñárritu , A., 69c, 71 Leigh, v., 139 Notan, C., 169n
Courtes, J., non Lelouch , C., 56 Novaro, M., 68-69c, 71, 88, 126
Gonzále z Requena , J., 157
Cuarón, A., 74 León, L., 54
Grabner , J., 136
Culler, J., 65n Lef!age, J., 19n Odin, R., 44
Grant, B. K., 36, 158
Lévi-Str auss, C., 104, 107, 118 Olmos, E. J., 148-149
Dalí, S., 135 Greenaw ay, P., 68-69c
Leyda, J., 115n Ophuls, M., 136
Greímas , A. J., llOn, 116n
Dayan, D., 81 Loaeza, G., 55 Oudart, J., 81, 115
De la Vega Alfaro, E., 153, 193n Guattari , F., 40, 106, 115n
Guglielm i, N., 55n Lombard o, l., 193n
Del Paso, F., 52 Lotman, J., 117 Pacheco , C., 54
Del Río, D., 76 Lucy, N., 59n Pacheco , J. E., 52
Hammo nd, P., 44, 111
Deleuze , G., 118 Luna, B., 68 Palillo. Véase Martine z, J.
Handke , P., 121, 123
Derrida, J., 54 Lynch, D., 68-69c, 94, 101, 170n Paniagu a Ramírez , K., 143-145
Deverau x, G., ll 9n Hassan, l., 67
Lyotard, J., 53, 106 Pardavé , J., 73-75, 78
Heat, S., 21 n, 168
Duras, M., 51, 82 Pasolini , P. P., 106, 114, 121
Henders on, B., 19n, 113n
Marie, M., 128n, 157 Paz, O., 59
Eco, U., 41, 49, 6ln, 65n, 103, 106, 108, Herl>ert, T., 104
Martin, M., 128n Pecheux , M., 105, 112n
114, 116-117n, 176 Hiriart, H., 55
Martínez ,.A., 73, 75 Pecori, F., 106, 115n
Hitchco ck, A., 20, 83c, 85-86, 95, 117
Eisenste in, S. M., 115 Martine z, J., 75 Peirce, 113, 118, 120
Elsaesse r, T., 167n Hjelmsl ev, L., 116n, 118
Martine z Solares, G., 73 Pekar, H., 136
Holland , N., 116-117n
Estrada, L., 74 Mayne, J., 44 Pérez, A. J., 23n
Honegge r, M., 135
McBean ,J. R., 113n Pérez Cruz, E., 54-55
Horányí , O., 107, 117-118n
Fassbind er, W. R., 56 McCorm ick, R., 113n PetCifi, J., 104
Fay, B., 44 Huston, J., 127
McKay, J., 148 Picó, J., 49
Fellini, F., 56 Hutcheo n, L., 53n, 55, 59n
McLaren , N., 135 Pinal, S., 76
Fernánd ez Violante , M., 82, 153 Medel, M., 75 Piporro. Véase Goll7.ález, E. .¡
lbargüen goitia, J., 52
Femand o, J., 74 Mendoz a, C., 141 Pitol, s., 55
Flaherty , R., 119, 134, 144 Iglesias, N., 147
Menna, F., 63n Portillo, L., 135.
Foster, H., 49, 60n
India Maria. Véase Velasco, M. E.

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
226 Indice onomástico

Potter. S., 101 Tuibo II, Paco Ignacio, 54


Propp , V., 107, 118 Turan tino, Q., 68-69c, 71
Turdan, l., 74
Quen eau, R., 51 Tarski, 118
Quin tana, R., 76 Thih er, A., 64n
Thor nton, B. B., 127
Ray, R. B., 158 Tin 'llln. Véase Valdés, G.
Reisz, K., 115n 1brre iro, C., l 7n, 5ln .... '.~-;¿:fi/°tI{z
Resnais, A., 51, 85, 117, 136
Resortes. Véase Mart ínez, A.
Riam bau, E., 17n, 51n
'Ihlff aut, F., 20, 51
Tudela, F., 103
'!Ykwer, T., 82
;.· .· ",.· . . ·7~;:F-ífi.<l
'.- ~7'_,-;!:.>·
ic0::ana11t1co;.
··<. .- ~-_;> ~-
Riefe nstah l, L., 136 ·.;-r<'., ••
'-'"-""?._
,,,.._ ...
Ripoll, M., 148, 150 Ulmer, G., 60n
Rípstein, A., 68-69c Updike, J., 18
Robbe-Grillet, A., 51, 82
Rodríguez, R., 127 Valdés, G., 73, 75, 78
Rohmer, E., 114n Valdez, L., 152
Roma guera , J., 119n Van Dijk, T., 104, 108
Rorty, R., 62n, 65n Vega, P., 150 Abso rción temp oral, 21
Rosellini, R., 83 velas co, M. E., 75 Antip rogra ma, 19
.Aceleración digital, 130 Arch ivos actua lizad os, 163
Rose nau, P. M., 67 Vertov, D., 135-136, 144 Anál isis Artic ulaci ón, 31
Rossi, A., 54 Vilches, L., 116 cinem atogr áfico , 5-6, 164
Rouc h, J., 119, 124, 136, 144-145 Villoro, J., 54,,71 Asoc iació n de Profe sores e
conc lusió n del, 36
Rube rt de Ventós, X., 22n Vtñas, M., 74-75 Inves tigad ores de Cine
defin ición , 6, 173, 181
Vitola, 76 (APIC), 163
elem entos de, 29, 169 Atrac ción, princ ipio de, 114
Sadoff, D., 46 Volpi, J., 71 en el salón de clases, 36
Sáinz , G., 55 Audi ovisi ón
dime nsión modu lar del, 41 autor refer encia l, 84c-85
Samp erio, G., 54, 96 Wajda, A., 107 escri tura del, 43 diegé tica, 84c-85
Sánc hez, F., 75-76 Watzlawick, P., 65n estra tegia s de traba jo del, 42
Sánc hez Ruiz, E., 160 Wein richte r, A., 56n, 117 Auto ridad narra toria} , 95, 98
guía de, 24-25
Saran don, S., 162 Welles, o., 20, 117, 161 funci ones, 41-42
Sariñ ana, F., 74 Wend ers, W., 20, 56, 68-69c, 94, 101 Bibli oteca s espec ializa das en cine, 163
mode lo(s) de Bricol.eur, 170
Saura , C., 107 Willis, B., 162 de Eco, 114
Sauss ure, F. de, 103, 112n Wise man, F., 119 natu raleu inter disci plina ria Cám ara, 98
Schñ adow er, Z., 139, 141 Wittg enste in, L., 116
del, 44 uso de la, 97
Scola, E., 56 Wollen, P., 113n objet ivos del, 42 Carte lera, 14
Scors ese, M., 68 Wright W., lSn, 107, 118 para qué enseñ ar, 45
Serra no, A., 74 Carto semi ótica , 61
Semi nario Perm anen te de Cine
Sneid er, R., 74 Zavala, L., 10, 54n, 118n, 167, 193
(SEPANCINE), 126 alem án, nuev o, 121
Sobc hack, T., 158 Zholkovskii, A., 115n Tuor ia y, maes tria en, 126
Spen cer, B., Sir, 119 Zilnm er, c.. 16, 106, 110, 118 y critic a cinem atogr áfica ,
clásico, 22, 26c-27c
Spielberg, S., 69c, 171 Zunz uneg ui, S., 17n defin ición , 173
difer encia s entre , 6 elem entos , 28
Stam , R., 40 Zwigoff, T., 136 de comp onen tes cinem atogr áfico s,
Stone , O., 68-69c, 94, 101 cómi co mexi cano , comp onen tes
128 form ales del, 80c
Stone , S., 127 de diseñ o gráfico, 179
Strau b, 123 como mate ria de estud io obligatoria,
del discu rso, 103-104
162
mode lo lingü ístico para, 104 comp etenc ia del, frent e a otros
fotográfico, 180 medi os, 14

L 227
PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
228 índice analítico
índice analítico 229.
contemporáneo, 16-17 Découpage, 118, 121 Escena, 31 Ficción, 61, 65
estrategias narrativas en el, 27c-28 Deseo, 85, 93, 106 Escepticismo radical, 68 espectacular, 121-122
paradigmas del, 27c de desear. Véase Deseo mimético Escuela analítica, 168-169 no. Véase Reportaje
de gángsters, 15 mimético, 174 Espacio, 63 no espectacular; 121-122
de poesía, 114 objeto del, 92, 96, 99 textualización del, 64 no. Véase Documental
de viajes, 133 Diégesis, 106, 123 Espectacularidad posmoderna, 54
documental, 125, 127, 131 Dimensión definición, 128 uso de desiertos en el cine de, 126
tipos, 133-134 comunicativa, 99 didáctica, 127-128 Figuras icónicas, 114
y cine de ficción, diferencias discursiva, 99 estrategias de, 131-132 Film
entre, 139 ideológica, 99 Espectador; 43 Criticism, 158
en México, investigación del, 153 subtextual, 99 efectos del cine en el, 28 noir, 15-16, 51, 56, 70
etnográfico, 119 Directores perversos, 94 de viaje, 140 elementos visuales e ideológicos
experiencia individual de ver; 25 Discursividad ideológica, 105 itinerario del, 13 del, 34
experto en, 154, 158 Discurso, 108 ocasional, 24 Fórmulas narrativas, 33
fronterizo, 147 cinematográfico, caracterización del, posicionamiento del, 99 Fragmentación, 18
definición, 148 112 · que torna nota de las reacciones del Frontera(s)
historia del, 86 definición, 11O público,23 interior, 147-148
moderno, 26c-27c Documental, 123 salvaje, 23 simbólicas, 148
definición, 173 como cine de ficción, 133 definición, 175 Función narrativa, 175
elementos, 28 de observación, 136 sustrato mítico del, 14
Museo Nacional de, 126 dimensión política del, 141 y pantalla, comunicación entre, 44 Género, 80c
posgrado en, 165 expositivo, 134 Estética construcción de, 174
posrnoderno, 26c-27c, 98 participat.fvo, 136 clásica, 62 Genología, 80c
definición, 174 peñormativo, 136 definición, 67 Goce, 41
elementos, 28 poético, 135 hiperviolenta, 69c
ética y estética en el, 66, 69c reflexivo, 135 itinerante, 68 Hermenéutica, 175
programas televisivos de, 164 tipos, 133 laberíntica, 69c Héroe, 17
Código(s) Documento testimonial, 123 moderna, 62 Hipotaxis, 89
cinematográfico, 114, 120 neobarroca, 60 Historia, 45
construcción y deconstrucción Edición, 31, 80c, 98 posmoderna, 62 Horizontes de expectativas, 29, 45
del, 123 causal, 83 elementos de la, 58 Humor
narrativos, 174 formas de, 78 Estilo visual, 78, 80c corporal, 77
Colisión, principio de, 115 sincrónica, 83 Estrategias estéticas, 66c en el cine mexicano, 73
Composición visual, 98 Efecto Estructura narrativa
Comunicación Cinematográfica, de espejo, 173 ejemplo, 97 Identidad, 96-97, 99
materia de, 162 de extrañamiento, 28 elementos de la, 32~ Identificación, 96-97
Contextos, 61, 79 de lo real, 63n realista, 20 primaria, 17
Continuidad, principio de, 115 de realidad, 28 Estudios Ideologia,35,40,43, 79-81,99,112
Contraste(s) de virtualidad, 28 Cinematogrdficos, 165. Véase también Imagen(es), 30
irónicos, 78 Emoción expectante, 18 Revistas de cine paradójica, 129
térmico, alto, 129 Enmarcamiento nominal, 130 culturales, 45 relación secuencial entre. Véase
Créditos, 20 Enunciación Ética, 67 Edición
presentación, 30 competencia ideológica de la, 111 escéptica, 69c Inconsciente cinematográfico, 14

J
Crítica de cine, l 58 lugar de, 99 propositiva, 68-69c Interpretación, 45
definición, 174 Epifanía(s) : e Etnografia, 44 contexto de, 29
lector de, 24 r
Cuento en México, 52, 54
ritual, 98
textuales, lógica de, 64 .
'1 del acto de ir al cine, 15-16
Etnología del inconsciente colectivo, 15
estrategias de, 6-7c
Intertextuapdad, 34, 84, 95, 122, 176 ~
Culpa, transferencia de, 20 Época de Oro del cine mexicano, 73-74 Etnopoética, 108
In"""'°"ci6n cinomatagdfloa

PEDAGOGIUM DIDÁCTICA
230 índice analítico fndice analítico 231
como prioridad nacional, 162 Narrativa, 80c Recepción. estética de la, 45 Suspenso narrativo, 20, 33, 64
de frontera, 164 cinematográfica, evolución de la, 26c Redes bibliográficas sobre cine, 164 barroco, 82-83c
difusión de resultados en, 164 clásica, 63 Reglas genológicas, 76-77 del cine clásico, 82-83c
moderna, 63 Religión del espectáculo, 16 estrategias de, 33
futuro de la, 160
ontológica, 82 Reportaje, 123 y edición, 83c
para la enseñara.a, 165
posmoderna, 66 poético, 138 Sutura, 21, 40, 81-82, 178
Investigador(es) de cine, 163
agrupación profesional de, 163 Novela mexicana, 55 Representación, 62 función de la, 81
autonomía profesional del, 162 institucional, modo de. Véase Cine inconsciente, 81-82
condiciones profesionales del, 163 Objeto(s) clásico narrativa, 81-82
de carácter posmodemo, 59 Retórica, 45 preconsciente, 81-82
imagen del, 161
lrrepetibilidad, 25 de deseo, 92 de Ja lectura de las imágenes, 116
de filmación, 119 Revistas de cine, 165 Tundencia, 67
Ola francesa, nueva, 121 Ruptura, tradición de, 59 hiperviolenta, 70
Jitanjáfora, 77
Juegos narrativos, 27c laberintica, 70
Paisaje, 78 Sala cinematográfica, elección de la, 14 Teoría(s)
Película Secuencialidad narrativa, 131 del cine, 167-168, 178
Laberintos, 61
elección genérica de una, 15 Seducción continentales, 168-169
Lectura(s)
condiciones de. Véase Interpretación, final de la, 30, 35 diegética, mecanismos de, 112 definición, 181
contexto de inicio de la, 29 narrativa, estrategias de, 33 del discurso, 104
titulo de la, 14, 29 Semiología, 44, 103-104 narrativa, 86
posmodemas, 66
ver una, elementos que influyen en del cine, 171 Tustimonios de viaje, 137
Lenguaje
la decisión de, 14 Significación, lll Tiempo, 63
analítico, 24
cinematográfico, 40, 164 visión del mundo que propone la. Sincronización dramática, 129 espacialización del, 64
Lógicas narrativas, 27c, 78 véase Ideología Sintagmática fílmica, 112 Thma final, 36
Personajes, cine de, 92 Sintaxis literaria, 108
Materiales expositivos, 137 Placer; 37 Sistema Vestido y peinado, 32
Metaficción, 100, 177 Plano de miradas, 88-92 Violencia, 16, 56
audiovisual, 89-91 -secuencia, 121-123 ejemplo de, 101 estilización de la, 68
historiográfica, 52, 57 pragmático, 81 Nacional de Investigadores, 156, 163
en el cine europeo, 56 semántico, 81 Sociología, 44 Western, 15, 56, 107, 118
sintáctico, 81 Sonido. 30, 129
Metáfora, 100, 106
del espectáculo, 117 Posmodernidad, 49-50, 53 Sorpresa,20, 33 Yuxtaposición posmodema, 59
Metalepsis, 35 escéptica, 68
Metanarrativas, 27 rasgos de, 69
Metonimia, 106 propositíva, 68
Mirada Véase también Sistema de miradas rasgos de, 69
analógica, 100 Pragmática cinematográfica, 108
por géneros, 89 Predestinación, intriga de, 19-20,
Mitologerna, 118 30
Modalidades genéricas, 34 Previsión del final, formas de, 19
Modernidad, 53 Proceso nominativo, 37-38
Montaje, 115, 121-123, 130 Prosaica, 45
Música, 79-80c, 97 Proxémica, 32
de época, 138 Psicoanálisis, 44
Psicología social, 45
Narración(es), 32, 131 Puesta en escena, 130 .
paradigmáticarnente posmodemas, Punto de Vista (P. V.), 99
60

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