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70 SEMILLAS EN PELIGRO

La 970, la ley que llego a Colombia junto con el TLC, que condeno a los
campesinos y tradiciones agrícolas.

Cuando se implanto el tratado de libre comercio entre USA y Colombia, se habló

de oportunidad, prosperidad, miles de empleos nuevos; nos dijeron que era la
oportunidad que el país había estado esperando y ver así el crecimiento
económico que tanto necesitábamos. Pero lo que aguardaba resulto ser todo lo
contrario

Luego de que el Gobierno impusiera la ley 970, ante una condición de USA para
firmar el TLC con Colombia, las tradiciones campesinas y agrónomas se vieron
duramente afectadas, al punto de meter presa a la gente por realizar la actividad
que durante siglos sus ancestros realizaban: seleccionar semilla de su cosecha y
resembrar. Ahora la nueva ley los obliga a comprar semilla “certificada”, producida
a gran escala por mega corporaciones fuertemente financiadas, modificada
genéticamente para que no produzca semillas y solo sea útil una vez, con
cosechas de bajísima calidad, sin garantías en los casos donde no se obtiene
resultado en la cosecha.

Me llama la atención la forma en que el documental expresa la injusticia por la que

pasan los agricultores y de cómo les afecta la medida, nos hace sentir esa
impotencia de ellos al no poder detener ese atropello y ver como el fruto de su
trabajo, que fuera de ser el trabajo y el sudor de alguien es alimento, comida en un
país con regiones donde escasea tanto el recurso; simplemente fue tirado en un
botadero, se siente la rabia y como hierve la sangre por tan miserables actos y no
es solo es el menospreciar la labor y el hambre ajenos, es haber terminado con la
cultura ancestral de todo un país, de seleccionar lo mejor, sembrar y cosechar un
producto de muy alta calidad. Yo recuerdo que alguna vez mi tío (Orgulloso
campesino y agricultor) me decía “es que antes no había tantas plagas y los
cultivos daban más” y resulta que no era eso, sino que las semillas que se ve
obligado a comprar gestan unas plantas que no resisten ni el clima cuando se
pone pesado; pero es lógico la compañía multinacional debe vender sin importar,
incluso ellos venden los químicos para “combatir” esas plagas y si no funciona te
venden nuevas semillas para intentar nuevamente. Me da rabia escucharlo decir
que la cosecha no le dio sirvió porque el precio esta caído, que porque el mismo
TLC importo alimentos extranjeros al país y no pudo reponer lo que invirtió.

El Documental critica fuertemente la ley impuesta y la injusticia que acarreo está

en contra de las tradiciones agrícolas, que incluso criminalizo la reutilización de las
cosechas con la excusa de un control fitosanitario y por el simple hecho de no
tener una marca registrada en Invima. Ahora la persona que siembra un frijol que
él mismo recogió de la planta, es un criminal que se dedica a la piratería de
semillas y debe pagar ante la ley con cárcel o multas inalcanzables para el
pequeño agricultor.

Se nos muestra cómo funciona el sistema corrupto, de cómo se ponen los

intereses de unos pocos adinerados, por encima del bienestar y dignidad de quien
tiene poco, se nos muestran los diferentes aparatos y artimañas que tiene un
estado para poder imponer sin importar nada y de como otros personajes se
prestan para que ese tipo de acciones se lleven a cabo. La directora ganadora del
Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar por este mismo documental, nos
enseña de una manera explícita como, la vida, el trabajo, el esfuerzo, dinero y
inversión de los campesinos y pequeños agricultores no importa y no vale nada, si
se defienden hay aparato policial del estado o campañas de terror por
(judicialización) cargos penales por piratería diciéndolo vulgarmente y lo que
“piratea” simplemente se destruye; solo valen las grandes corporaciones y todo lo
que digan, todos los demás deben hacer caso y acoplarse.