“El charro negro”

La leyenda mexicana marca que este ente es un ser conocido como “el diablo” y
“ayuda” a las personas que se encuentran en situaciones extremadamente
difíciles. La historia de Juan Carrizales nos demuestra que tan terrífico puede
llegar a ser. Juan Carrizales recién casado vivía en un sueño con la noticia de que
sería papá, pero como cualquier sueño este tiene costo. Al paso de los meses su
esposa le da la bendición de traer a dos hermosos gemelos, Juan debía esforzase
mucho para brindar estabilidad económica a su hogar, pero por más que trabajará
no era suficiente, cuando una noche llegaba tarde a casa cruzó un extenso
bosque pero repentinamente este se llenó de una extensa neblina acompañada
del galope de un caballo que cada vez se podía escuchar más y más cerca, Juan
asustado se quedó hablado al ver que el galope venía acompañado de una silueta
negra con forma de una charro empotrado en su caballo, este se le acercó y Juan
pudo apreciar que tenía una apariencia esquelética, el ente no dijo nada solo algo
su esquelética mano y le entrego una bolsa, Juan con temor y para no ofender a
este ser la agarró. El ente se alejó mientras levantaba su otra mano con la cual
tenía 3 dedos levantados. Desaparece la escalofriante silueta junto con la neblina.
Juan asustado decide ver que había en aquella bolsa, al abrirla sus ojos se llenan
de brillo, voltea a ver a ambos lados y sale corriendo. Pues en esta bolsa había
oro, Juan decidió ocuparlo para brindarles estabilidad a su familia y decide dejar
aquel encuentro como una pesadilla. Un par de años después uno de los gemelos
cae gravemente enfermo y la desesperación lo llenó ya que ningún doctor sabía
que hacer, tanto dinero gasto que faltaba para más tratamiento. Así que decide
visitar aquel bosque… lo mismo se repitió aparece la figura se acerca el entrego
una bolsa más grande de oro y desaparece al alzar su esquelética mano pero
ahora solo tenía 2 dedos alzados. El Niño se cura en un par de semanas y con El
Oro que sobró Juan decide invertir más en sus bienes. Pasa el tiempo y un
huracán arrasa el hogar de Juan dejándolo en la miseria así que decide volver a
buscar al ente. Esta vez, tardo más de lo esperado y alcano de varias horas a
parecer de nuevo. Pero no se acerca, espera que Juan lo haga. Juan toma la
bolsa y la abre, ve que es más oro que la anterior y con sus ojos llenos de avaricia
Voltea a ver al ente esta alza su mano, y con la silueta de un dedo levantado
desaparece. Juan decide enriquecer sus tierras nuevamente. Pero un día en la
espesa noche Juan se levanta y nota que su esposa e hijos no estaban,
desesperado corre hacia la puerta que estaba abierta y una espesa neblina
apreció, a lo lejos pudo observar las tenues siluetas de su esposa y sus hijos
subiendo al caballo junto al charro, desesperado corrió y gritó que no se subieran.
El charro con ojos macabros lo observo y alzó sus 3 dedos con su esquelética
mano y dijo “3 bolsas de oro, 3 almas vendidas”