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DOCTORADO EN DESARROLLO CURRICULAR

UNIDAD: ZITÁCUARO
SEGUNDO CUATRIMESTRE

MÓDULO: DISEÑO DE MODELOS PEDAGÓGICOS


DEL SIGLO XXI

ASESOR DR. JUAN FERNANDO PÉREZ URBINA

ALUMNO ANTONIO ALFREDO POSADAS AYALA

NOVIEMBRE DE 2020
"El cerebro no teje de la nada el nuevo conocimiento o las ideas
creativas. Buena parte de lo que hacemos, tal vez la mayor
parte de lo que hacemos, se modela en mayor o menor grado
sobre información adquirida con anterioridad, incluso cuando se
trata de la innovación más original y de los más sobresalientes
actos de creatividad." Elkhonon Goldberg

APORTACIÓN PERSONAL AL TEMA

En la actualidad, es fundamental un nuevo enfoque en los planteamientos de los


modelos pedagógicos existentes, a raíz de la diversificación en el mundo de la
enseñanza se ha dado un giro completamente radical, dejando de lado las escuelas
y sus espacios físicos pasando a los espacios virtuales, esto debido en gran parte
a la contingencia sanitaria que estamos viviendo.

Representa un cambio significativo en el aprendizaje del alumno y la labor del


docente, formando nuevos retos en ambos lados educativos, un foro acerca de los
modelos pedagógicos de esta nueva modernidad es un factor interesante y muy
relevante para el replanteamiento de dichos enfoques educativos.

Pero a pesar de ello, también estoy convencido de que esa información, que esa
adquisición de contenidos no solo es importante, sino que es imprescindible. Mar
Romera afirma que la escuela del siglo XXI que quiere es la que se ocupa del Ser y
no del Saber.

Entiendo lo que quiere decir y sé que ese tipo de afirmaciones son titulares muy
llamativos y provocadores, pero la escuela del siglo XXI no tiene que elegir entre lo
uno y lo otro, sino que debe proporcionar los conocimientos que se conviertan en
mejores personas. Además, es un lugar privilegiado para que aprendan a hacer
cosas con los conocimientos adquiridos y para que aprendan a compartirlos y a
convivir con los demás. La escuela del siglo XXI es la escuela del Saber, del Ser,
del Hacer y del Convivir.
¿Podemos aplicar modelos pedagógicos del siglo XXI?

La escuela debería ser un lugar privilegiado para proporcionar una formación que
permita participar plenamente en la vida ciudadana y democrática, pero podemos
percibir hoy que existe una contradicción entre el tipo de educación que se
proporciona en las escuelas, y el modelo de sociedad al que formalmente se aspira.
Lo que tendríamos que conseguir es constituir escuelas que sean democráticas y
que preparen a los individuos para actuar como auténticos ciudadanos, y no como
súbditos. ¿Cómo se hace?, ¿cómo podemos llegar hacia una escuela que cumpla
esas funciones?, ¿qué tendríamos que hacer en las escuelas para poder
encaminarnos hacia la formación de individuos que tengan este tipo de
características? Si optamos por fomentar la existencia de individuos felices y
autónomos hay que comenzar por emprender una serie de reformas.

¿Qué pasa con nuestros modelos pedagógicos?

Uno de los modelos educativos que mayor popularidad ha alcanzado en los últimos
tiempos es el denominado flipped classroom o aula invertida. Ideado por los
profesores de química Jon Bergmann y Aaron Sams hace casi una década,
empezaron a grabar sus clases en vídeo y a enviárselas a sus alumnos para que
pudieran verlas detenidamente en casa, y así dedicar las clases para resolver dudas
y hacer otro tipo de actividades -mucho más prácticas y con una participación más
activa por parte del alumnado que en las clases teóricas tradicionales- para afianzar
los conocimientos adquiridos. Hemos podido disfrutar de ellos en España en Flipcon
Spain ’16 y volveremos a contar con su presencia el próximo mes de marzo en
Flipcon Spain ’17.

No obstante, no es la única alternativa contra las clases teóricas tradicionales. Con


la entrada del nuevo curso, son varios los métodos que los docentes pueden poner
en práctica para optimizar sus clases:
Resolución de problemas. Está basado en un método en el cual se plantea al
alumno un problema -abierto, poco claro- que consiga tomar un cariz interdisciplinar,
y cuya resolución no se vea limitada al ámbito de una única asignatura, sino que
tenga que utilizar varias.

Proyectos. A diferencia del anterior modelo, el proyecto plantea una problemática


concreta y real para que los alumnos desarrollen -individualmente o en grupo- una
solución pragmática y que resuelva ese problema en cuestión con la mayor eficacia
posible, recurriendo a la convergencia de varias disciplinas o áreas del
conocimiento.

Cooperación. Como su propio nombre indica, consiste en organizar por grupos a los
alumnos, de modo que tengan que resolver los problemas que se les plantee
uniendo fuerzas. El resultado de aprendizaje es que cada alumno aprende de sus
compañeros -por cómo actúan, por cómo piensan-, de modo que todos aprenden
de todos.

Design thinking. Sigue la metodología -o esquemas mentales- que pudiera utilizar


un diseñador a la hora de trabajar; empatiza, define, idea, prototipa y testea. Los
mapas mentales o esquemas son algunas de las herramientas de mayor potencial
que ostenta este modelo.

Gamificación. Este modelo se guía por la dinámica propia de los videojuegos;


establecer diferentes niveles, dificultades, objetivos… de modo que el alumno vea
la actividad en cuestión como una experiencia o aventura donde él es el
protagonista.

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