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YO VIVO EN UN PAIS SOCIALISTA, SUECIA.

Luis Deza (*):

Aquí la palabra comunista o izquierdista no despierta nerviosismo porque se sabe lo que


significa. Suecia está cerca de Rusia. La diferencia con un país como Perú es que aquí en
Suecia, el estado tiene control de la economía de todos sus ciudadanos.

O sea, si ganas mucho dinero tienes que pagar más impuestos y si tu sueldo no te alcanza para
ti y tus hijos, el estado te completa lo que te falta para que vivas decentemente y no tengas
que robar o mendigar. Aquí no existen mendigos o niños viviendo en la calle. Todos,
absolutamente todos pagan impuestos en relación con sus ingresos.

La educación en todas las escuelas y universidades es gratis. La asistencia médica es gratis,


aunque sea al más alto nivel. Digo gratis, pero viene de los impuestos que hemos pagado y
debidamente usados. Si no tienes trabajo, la oficina de empleos te ayuda económicamente
hasta que consigas uno, mientras tanto la misma oficina te busca un empleo. Y así hay
cantidad de beneficios que está dando este tipo de economía social. El mercado es libre y
cualquier persona extranjera o nacional puede hacer inversiones, pero controladas por el
estado para el pago de impuestos.

El estándar de vida es alto en relación con otros países europeos. Según he leído, el profesor
Castillo está invitando a la inversión privada nacional y extranjera, pero con reglas controladas
por el estado. También hace hincapié en el pago de impuestos. Exactamente lo que hace
Suecia.

En el Perú, el estado es el problema porque no hace su trabajo de control del bienestar


ciudadano y esos impuestos se fugan o algún burócrata se lo embolsica. En el Perú, los
ladrones con corbata se han apoderado de ese estado para robar y las consecuencias se ven
hace muchísimos años.

Claro, en el Perú el método que usa ese estado al servicio de los poderosos, de los cuellos
blancos es tener a la población con trabajo informal, siempre ajustada e ignorante de sus
derechos. Mientras que en Suecia se quiere que cada ciudadano tenga un nivel de educación
que pueda competir a nivel internacional.

Personalmente no votaría jamás por Keiko y su cúpula mete miedo, porque sé que me saltará
al cuello en cuanto suba al poder. Un animal casi nunca cae dos veces en la misma trampa.
Dejemos de caer en la misma trampa, generación tras generación.

Castillo es un desconocido y no tiene sentencias en su contra y ofrece un cambio frente a este


dominio casi permanente de lo más retrogrado de la derecha peruana. Optemos por el cambio
y seamos parte de la historia y no simples testigos.

(*) NE: he realizado algunas correcciones y reescrito los dos últimos párrafos
GRACIAS PEDRO, PERDÓN PEDRO...
Gracias Maestro Pedro, por aparecer de pronto y mostrarnos ese otro Perú valioso pero
muy olvidado, ese Perú que los medios, las series, los viajes ni las redes nos muestran.
Perdón Pedro, porque tu aparición fue lacerada con insultos, calumnia, difamación e
improperios, porque lejos de mirarte y mirara tu familia, se dedicaron a buscar tus
defectos y puntos más débiles, cómo si ellos hubieran transitado tú mismo camino o
tenido tus propias oportunidades.
Gracias Pedro, por no perder la sonrisa, por no amargarte la vida, por no agachar la
cabeza, por demostrarnos que ser pobre es compatible con ser digno, que ser humilde no
está reñido con ser valiente.
Perdón Pedro, porque muchos no quieren que tú seas el profesor de sus hijos, pensando
que lo único que tienes por enseñar es lenguaje o la tabla de multiplicar, y no entienden
que lo que necesitan los niños con urgencia en este mundo es aprender la humildad, el
valor del trabajo, la empatía y jamás renunciar a los sueños por más lejos que estos
parezcan estar.
Perdón Pedro, porque tu familia debe haber sufrido mucho al ver las redes, los medios y
escuchar a muchos peruanos hablar mal de ti, vilipendiarte con encono injustificable
porque solo eras candidato que antes fue maestro, y no un prontuariado delincuente de
mala familia que vive de la política o un despiadado líder de una organización delictiva.
Gracias Pedro, por tus marchas y contra marchas, por tus metidas de pata, por tus sumas
y restas, gracias por ser tan espontaneo y natural, porque supiste sumar humanidad e
imperfección a una política llena de cálculo, disfraz y mentira artera.
Perdón Pedro, porque algunos que migraron a la gran ciudad y vieron cómo te
estropeaban, no recordaron sus raíces, porque no te defendieron, porque no conversaron
con sus hijos para contarles que, así como Puña es también su pueblo, y que surgir en un
país con tantas brechas no es para olvidarnos de dónde venimos, sino al contrario.
Gracias Pedro, por haber sido profesor de muchos niños y jóvenes allí donde pocos
peruanos estarían dispuestos a hacerlo, allí donde los padres de esos niños si te
agradecen ser su profesor, allí donde sueñan con salir adelante y esperan tener
oportunidades aun sin conocerlas o saber cómo obtenerlas.
Perdón Pedro, porque los medios no procuraron mostrar tu vida de profesor, no
buscaron a tus alumnos, no nos mostraron a tu esposa y a tus padres o a tus hijos, solo
nos mostraron aquello que distaba de tu humanidad, aquello que servía para la crítica,
para el desuelle, para la sorna.
Gracias Pedro, por emocionar a la gente, por dar la pelea contra gigantes paneles
luminosos, futbolistas famosos, televisión basura, carteles y bambalinas, caravanas de
reparto de alimentos, empresarios y jefes que amenazan a sus empleados, cantantes,
empresas que especulan, banqueros que atemorizan, ciudadanos que insultan y
ningunean, psicosociales que acaban con vidas o traen piedras para endilgártela, compra
de conciencias, periódicos, canales y radios, y contra todo lo que todos los peruanos
hemos visto, la mitad de ellos con beneplácito y aplausos, con complicidad a pesar de
saber lo sucio y ruin que fueron voz.
Perdón Pedro, por tener una patria en la que tu candidatura no ha sido una experiencia
política normal, sino prácticamente una extirpación de idolatrías de la santa inquisición.
Es sin duda, hoy como en 1821, una oportunidad perdida para ser libres de verdad, y no
tener cargando toda la matriz colonial que en tres meses hemos visto, con personajes
modernos de una vieja historia, de un “remake” que se vive desde hace 200 y más años.
Te escribo estas líneas porque estás a punto de darnos el mejor regalo al Perú del
Bicentenario. Te escribo para agradecerte por darle vida a la parábola de David y Goliat,
ten por seguro que millones de peruanos supimos leer tu mente y estoicamente
soportamos todo el lodazal al no aceptar morir traicionando a un peruano tan parecido a
nuestros padres, a nuestros ancestros.
Tengo mucho que criticarte Pedro, pero también mucho que felicitarte, pues allí donde
muchos veían defectos, siempre hubo un mensaje, soñar no es suficiente, atreverse es el
paso definitivo para dejar que los sueños y los deseos se cumplan. Con ese mensaje me
quedo, por ese mensaje te agradezco.
Siéntete bien Pedro, Dios te proteja gran Maestro.
Carlos Alarcón.

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