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2-La Filosofía Del Arte Hegeliana Como Modelo de Análisis Estético Institucionalista
2-La Filosofía Del Arte Hegeliana Como Modelo de Análisis Estético Institucionalista
El idealismo objetivo de Hegel coloca, ciertamente, el contenido social e histórico del arte
en el centro de sus investigaciones.
Georg Lukács, Contribuciones a la historia de la estética
derecho impartidos por Hegel en Heidelberg y Berlín entre 1818 y 1831. Esta es actualmente
la base sine qua non para todo estudioso a profundidad del pensamiento político hegeliano.
Asimismo, Birger Priddat, precisamente sobre la base de la obra de Ilting publicó en 1990,
un estudio sobre las ideas económicas de Hegel, mismo que se encuentra enmarcado dentro
de un proyecto global de pensamiento que apunta a la defensa de una tercera vía en cuanto
a los paradigmas económicos, con respecto al liberalismo y al comunismo. Además, teóricos
sociales de la llamada escuela comunitarista como Charles Taylor, Amitai Etzioni y Schlomo
Avineri, en la segunda mitad del siglo XX, se han ocupado directamente del pensamiento
hegeliano, en torno al tema general de la relación de lo político, con lo social y lo económico.
revolucionarios o de la ampliación de la vigencia de ideas democráticas y republicanas, como las que llevaron
a la Revolución Francesa. Como parte de este intento de preservar el status quo de la Restauración, se dieron
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y hasta protototalitario (La sociedad abierta y sus enemigos de Popper, cuenta a la fecha,
establecer un marco sólido de estudios estéticos (esto es, de estudios sobre el arte), sobre la
base de un conjunto de categorías de análisis que podrían servir para estudiar el arte, de todas
las épocas y de todos los tipos. Así, nos proponemos, para decirlo de modo claro y abierto,
servirnos como modelo de análisis para obras de arte, incluso en nuestros propios días. Como
veremos a lo largo de la exposición, efectivamente, las categorías de análisis estético podrán
ser integradas con categorías ontológicas, políticas, económicas, sociales, históricas, etc.
Entonces, nuestro trabajo habrá de constar de dos momentos: en primer lugar,
habremos de abordar la cuestión de las instituciones o la institucionalidad a partir de Hegel,
y en segundo lugar habremos de vincular este tema social, económico y político, con la
cuestión estética
núcleo teórico.
I
En el título de esta presentación hemos colocado el anexo institucionalista a la noción de
análisis estético. En efecto, a lo que apuntamos con ello es a resaltar la centralidad de la
académica y política, tuvo que adaptar los contenidos de su texto de imprenta, a efectos de no llamar la atención
de las autoridades inquisitorias, reservando para el marco de cátedra, la exposición libre y extensa, de sus ideas
sociales y políticas.
5 El “otro Hegel” vendría a ser un Hegel, si bien no del todo liberal, sí por lo menos crítico ante las instancias
institucionales de todo Estado moderno que son incompatibles o restrictivas de la libertad subjetiva y de la
libertad política. Este otro Hegel vendría a ser así, un agudo crítico del Estado prusiano como realmente existía
este hacia 1820. Igualmente, el tema ha llevado a plantear la cuestión de un “Hegel de izquierda” o un Hegel
cercano a ideas democráticas. Cfr. Stefan Gandler, Fragmentos de Frankfurt.
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cuestión institución dentro del pensamiento hegeliano en general, pero igualmente en la parte
estética de este. Cabe apuntar, entonces, siquiera de modo sumario, la noción hegeliana de
institución.
realidad (Wirklichkeit) del todo libre yace por ello en las instituciones de la libertad de la
persona y de la propiedad, leyes públicas, tribunales arbitrados […] además en la montura
de las ramas particulares de la sociedad civil”.6 A partir de este pequeño fragmento podemos
entender a las instituciones, como “garantía y realidad del todo libre”. Naturalmente este
por todos).
En la concepción hegeliana esto solamente puede darse de modo pleno y adecuado en
un Estado, y en un Estado que funcione como organismo7 y no como mero agregado atómico
de partes conjuntadas por vínculos contractuales y/o de coerción (como en un Estado à la
Hobbes). Luego, partiendo del entendido de que las instituciones son la garantía y realidad
de una totalidad ética (estatal por excelencia, en Hegel), cabe retomar la segunda parte del
6 Friedrich Hegel,
, p. 271.
7 F. Hegel, vol. IV, p. 644.
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Estas instituciones [como el matrimonio y las de la sociedad civil, como pueden ser policía,
corporación y administración de la justicia] forman la constitución (Verfassung), esto es, la
racionalidad desarrollada y realizada, en lo particular
los pilares fundamentales de la libertad pública, puesto que en ellas la libertad particular está
realizada (realisiert) y racionalmente a la mano, de modo que en ellas mismas se encuentra
igualmente en sí (an sich), la unión de libertad y necesidad .8
se comportan en entera sumisión. Estas leyes no necesitan corresponder a la propia voluntad”. Así, de acuerdo
a Hegel, el concepto de libertad tiene dos componentes constitutivos, a saber, el subjetivo, que implica los
sustancial, que
implica la patencia de arreglos institucionales (estatales, por excelencia), o de instancias organizativas (como
la familia, organizaciones de la sociedad civil como fábricas y corporaciones, etc.), que integran al individuo
dentro de un determinado grupo, lo que requiere que el individuo, en tanto particular, adapte su voluntad
individual a las exigencias universales de sostenimiento funcional de estos elementos grupales. A partir de
Hegel, se puede hablar con toda propiedad de libertad subjetiva y libertad sustancial, en este sentido.
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garantía efectiva y operativa de la libertad subjetiva y la libertad sustancial.
este hilo argumentativo con el así llamado, actualmente, institucionalismo,10 mismo que
implicaría en términos muy generales la apuesta por la mirada a las instituciones como
Las instituciones son las reglas del juego en una sociedad, o más formalmente, son las
ellas estructuran incentivos para el intercambio humano, ya sea político, social o económico.
10 Cfr. Adolfo Eslava Gómez, Hernán Orozco Guayara y Germán Valencia Agudelo, “Los nuevos
institucionalismos como riqueza metodológica para el estudio de la política”, p. 6. Los autores hablan, en
efecto, de “nuevos institucionalistas” que han “retomado el programa de investigación del institucionalismo
clásico y le han incorporado los desarrollos metodológicos del conductismo y de la elección racional, así como
aportes de diversas disciplinas como la sociología, la historia, la economía y otras ciencias sociales. Con ello se
la ciudadanía y los partidos políticos, entre otros) pueden encontrar explicaciones más coherentes y completas.”
Así, el nuevo institucionalismo estaría caracterizado, en primer lugar, por la continuación
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II
Es momento de marcar la transición hacia la parte propiamente estética de nuestro trabajo,
sin olvidar, por supuesto, la estructural vinculación que existe en el pensamiento hegeliano
(Dasein objetiva
para la intuición y representación. Lo bello en y para sí es objeto del arte, no la imitación de
la naturaleza […] La estética considera las formas concomitantes a esta presentación bella.14
por Hegel para sus estudiantes preparatorianos de Nürnberg) nos da todos los elementos que
necesitamos a efectos de esta exposición.
del “espíritu” para la “intuición y representación” (sensible podemos agregar, aunque ello
sobre el vocablo espíritu cabe la sucinta aclaración, primero, de que es posible entenderlo en
relación de sinonimia con otros términos hegelianos como la Idea, lo racional, lo ético, lo
verdadero, lo sustancial, lo humano, la verdad en y para sí, etc. Para agregar un ulterior anexo
del derecho de Hegel para explicitar el tema del espíritu o la Idea: “El objeto de la ciencia
(Verwirklichung)”15 y “La idea del derecho es la libertad, y para ser verdaderamente captada,
debe reconocerse la Idea en su concepto y en su existencia”.16 Consideramos que una síntesis
(hasta traducción, si se quiere) de estas ideas redunda en el planteamiento: el objeto de la
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fundamentalmente en categorías jurídicas, morales, económicas y políticas, mismas que a su
vez, no están desvinculadas de nociones ontológicas y (piénsese en universalidad,
realidad, existencia, necesidad
(lo cual veremos en breve). El espíritu, o el concepto de espíritu (en Hegel la realidad y la
conceptuación son temas concomitantes e inseparables) entonces equivale a un entramado
conceptual, integrativo de todas las esferas de la experiencia del hombre llevadas a un plano
jerárquico que establece una arquitectónica de temáticas de la acción humana (desde lo
volitivo y sensitivo hasta lo artístico, religioso y teorético).
dimensión histórica (el siguiente aspecto que vamos a considerar, por cierto) se den distintos
modos de plasmación, por así decirlo del contenido espiritual en la forma sensible, lo que
17 Ya sea que se les elabore en un sentido político como en Lukács y en Adorno, o que se les abandone
conscientemente por motivos fenomenológicos, como en el caso de Heidegger.
18 F. Hegel, , p. 128.
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redunda, en la historia del arte, entendida, a partir de Hegel, como despliegue progresivo de
la adecuada captación de lo espiritual y su plasmación en lo sensible.
Precisamente el tema, en el fragmento citado sobre las “formas concomitantes” a
la “presentación bella” incide en esta cuestión de la historicidad del arte. En efecto, Hegel
19 Ibidem, p. 575.
20 Cfr. Katerina Deligiorgi, “Modernity with pictures: Hegel and Géricault”, en , pp.
La balsa de la Medusa de Géricault, explorando
elementos de contenido histórico y político, y de construcción formal de la imagen y en el lienzo.
21 F. Hegel, Ästhetik III, p. 320.
22 F. Hegel, p. 658.
21
A partir de estos dos fragmentos tomados de las lecciones sobre estética hegelianas
(en la edición de Hotho) deseamos esbozar el armazón teórico de la metodología de análisis
estético institucionalista que nos proponemos acuñar. A su vez, este armazón teórico servirá
para apuntar, aunque sea de modo sucinto, las líneas generales de examinación sobre un caso
estético concreto, como lo es el Wilhelm Meister de Goethe.
seguro, de la sociedad civil y del Estado”, “la policía”, “los tribunales”, “la armada”, “el
gobierno estatal”, son nada más y nada menos que aquellas instituciones apuntadas al inicio
de este trabajo y caracterizadas como “garantía y realidad del todo libre”. Lo son, en la
dimensión histórica, puesto que ellas marcan la transición del mundo feudal (Hegel habla en
esos términos) al mundo moderno
la patencia y operatividad del principio de libertad (individual y sustancial). Entonces, para
23 Cfr. Peter Szondi, An Essay on the Tragic. El tema, notoriamente tiene estrechamente relación con la
llamada, a partir de los estudios de Szondi, .
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en la concepción hegeliana, se valen del mismo aparato teórico de análisis, a saber, el de la
forma, manera y vigencia en que la instancia de “todo libre” se presenta, ya sea en el discurso
historia (y en este caso, a las instituciones y al arte) de manera “neutral”, o “sin prejuicios” o
“sin conceptos”, se acerca con la mirada del lente de la razón: “El convencimiento y visión de
que la razón gobierna el mundo es un requisito en la consideración de la historia como tal, en
general”.24
hegeliana, la Fenomenología del espíritu.
Finalmente, a partir de este desarrollo previo, podemos establecer que el análisis
institucionalista de la literatura (en este caso) se propone rastrear y explicitar las estructuras
institucionales y los comportamientos en los individuos, que se encuentran presentados o
plasmados en el discurso literario. Se propone evidenciar cómo instancias jurídicas, morales,
económicas y políticas (entre otras espirituales, igualmente) se encuentran en el discurso
literario, encarnadas en caracteres y acciones concretas que muestran el despliegue de “lo
humano”25 en toda su dimensión y dinamismo ético, de manera inmediata al receptor, y
investigador de lo espiritual).
En el caso del Wilhelm Meister de Goethe, para asentarlo aunque sea a manera de
basto esbozo, a lo largo del decurso de narración se presentan las instancias del deseo de
sustraerse de la “enmohecida vida burguesa”,26 de la espiritualidad de los “negocios” y lo
aplaudible del “comercio”,27 de la honorabilidad tanto del aristócrata ilustrado, como del
“burgués” laborioso,28 de la deseabilidad del ahorro o economía a efectos de no malemplear
el “capital”,29 de “valor” económico y de “verdades económicas”,30 de la deseabilidad (y
hasta carácter terapéutico) de “vivir según las costumbres de un buen número de personas”,31
de “derechos”, concesiones de tierras o prerrogativas, repartición de “rentas” y conciliación
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de intereses entre terratenientes y “campesinos”,32 de la diversidad de los “modos de vida” de
las “diferentes clases sociales”33
egoísta”34 que espera a quien no ha nacido en una familia privilegiada en lo social y en lo
económico. Nos parece que todos estos elementos rondan con el tema esbozado a lo largo de
esta exposición de la presentación sensible (en este caso para la imaginación poética, por así
decirlo) de instancias jurídicas, morales, sociales, económicas y políticas. El propio juicio de
Hegel sobre el tema es el siguiente:
empero, no son en el mundo moderno sino los años de aprendizaje, la educación del individuo
de aprendizaje consiste en que el sujeto después de sus correrías juveniles alcance prudencia
y circunspección, en que con sus deseos y opiniones se aleccione en las relaciones existentes
y la racionalidad de las mismas, en que entre en la concatenación del mundo y en que alcance
en él un punto de vista adecuado.35
Bibliografía citada
Büssem, Eberhard, Die Karlsbader Beschlüsse von 1819, die endgültige Stabilisierung der
,
Gerstenberg, Hildesheim, 1974.
32 Ibidem, p. 511.
33 Ibidem, p. 542.
34 Ibidem. p. 565.
35 F. Hegel, , p. 659.
36 Ibidem, p. 667.
24
Deligiorgi, Katerina, “Modernity with pictures: Hegel and Géricault”, en
modernity
Eslava Gómez, Adolfo, Hernán Orozco Guayara y Germán Valencia Agudelo, “Los nuevos
institucionalismos como riqueza metodológica para el estudio de la política”, en
Revista Opera,
Gandler, Stefan, Fragmentos de Frankfurt, Ciudad de México, Siglo XXI, 2009.
Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister, Madrid, Cátedra,
2000.
, Leipzig, Reclam, 1977.
___________, Ästhetik III, Leipzig, Reclam, 2003.
___________, Die Philosophie des Rechts, Die Mitschriften Wannenmann (Heidelberg
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