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Como el Covid-19 ha afectado en las

fusiones y adquisiciones y en sus seguros


de cobertura
Cuando parecía que 2020 iba a ser un buen año en la inversión en España,
la pandemia echó por tierra lo previsto.

El Gobierno de España parecía muy tranquilo mientras la pandemia de la Covid-19 estaba


causando estragos en todos los países desarrollados. Obviamente, cuando el virus llegó a
nuestras fronteras ya era tarde y por lo tanto tampoco íbamos a ser menos. La OCDE y
todos los indicadores iban empeorando progresivamente las previsiones en inversión en
España, tanto en términos absolutos (con una caída histórica del PIB de un 18,5% en el
segundo trimestre del año), como en términos más circunstanciales, si nos comparamos
con la situación y previsiones de otros países vecinos. A finales de octubre del 2020, la
OCDE anunció que la economía española se estaba debilitando, y que el país podía quedar
descolgado de la esperada recuperación económica. Una recuperación que en España
costó que llegase más de lo previsto como sí lo hizo en el resto de países desarrollados
(aunque actualmente en 2021 los datos sí han sido más positivos para la inversión en
España). Como a tantos otros sectores, la crisis de la Covid-19 afectó significativamente a
la inversión en España, y en concreto al número y volumen de las operaciones de fusión y
adquisición de empresas (el denominado M&A por sus siglas en inglés Mergers and
Acquisitions).

El sector de fusiones y adquisiciones llevaba alcanzando un crecimiento muy saludable en


los últimos años. La empresa española resulta atractiva para el inversor exxtranjero. Según
los informes de la Asociación Española de Capital Riesgo (ASCRI), en 2019 los inversores
extranjeros realizaron aproximadamente el 80% del volumen de inversión en capital riesgo
en nuestro país. Por tercer año consecutivo se batía entonces un récord histórico en el
volumen de inversión en España.

La crisis derivada por el coronavirus supuso un frenazo brusco en la continuación de ese


récord. El volumen de operaciones de M&A descendió a niveles de hace más de 10 años.
Según publicó el Instituto de Capital Riesgo en julio de 2020, se habían reducido las
inversiones en un 17% en el primer trimestre de la pandemia en comparación a comienzos
de 2019. Por otra parte, el informe trimestral de fusiones y adquisiciones que realiza
Transactional Track Record (TTR), apuntó que el número de operaciones de M&A
descendió en España hasta un 30% en comparación al año anterior. Sin embargo, a finales
de 2020 ya se pudo vislumbrar un repunte considerable en la inversión para la adquisición
de empresas en España, pues los fondos tienen gran liquidez y tras los peores meses de
pandemia estaban impacientes por encontrar oportunidades de negocio.
Las principales entidades están pendientes de cómo se desarrolla esta pandemia y del
mercado, y el anuncio de la OCDE del año pasado en el que se hacía una previsión sobre el
hecho de España podría quedar al margen de una recuperación económica no ayudaba.
Este 2021 se ha demostrado que con unas tasas de contagio inferiores y habiendo
recuperado un poco la normalidad de la actividad económica, sí que han aumentado las
fusiones y adquisiciones. Si se espera, aún así, que esta crisis de la Covid-19 traiga consigo
un aumento relativo del número de seguros de manifestaciones y garantías que se
contratan. Dicho seguro de manifestaciones y garantías (de W&I o de R&W, por sus siglas
en inglés de Warranty & Indemnity Insurance y Reps and Warranties), también conocido
como de fusiones y adquisiciones o de M&A, tiene un origen bastante reciente. Nació en
E.E.U.U. hace 100 años, y por medio de este seguro se traslada a la compañía aseguradora
el riesgo que tiene el comprador (que suele estar normalmente asegurado) ante una posible
falta de veracidad o el incumplimiento del propio vendedor de las manifestaciones y
garantías que realiza en dicho contrato de compraventa de empresa (manifestaciones y
garantías que al fin y al cabo no son otra cosa que las declaraciones que el vendedor
suscribe en el contrato de compraventa sobre el estado en el que se encuentra la empresa
que vende).

En nuestro país, sin embargo, ese seguro se introdujo hace apenas 10 años. Su utilización
ha dado pie a un crecimiento considerable, aunque hoy en día sigue siendo un tipo de
seguro ciertamente desconocido. De hecho, no se emplea a menudo, aún contando con una
serie de ventajas que favorecen la operación de adquisición y que proporcionan al
comprador (y al resto de actores en la transacción) una confianza indudable. Las pólizas de
seguro de fusiones y adquisiciones han venido por lo tanto a sustituir a otras maneras de
otorgar garantía, pues teniendo el comprador cubiertos determinados riesgos derivados de
la adquisición por la compañía de seguros, no necesitará fianzas, prendas o retener parte
del precio para confirmar que queda ileso ante una falsedad del vendedor de sus
manifestaciones. Si necesitas más información de este tipo de seguros, no dudes en
consultar a nuestros expertos en seguros y reaseguros para optimizar tus operaciones de
fusiones y adquisiciones.

Finalmente parece ser que en 2021 se está recuperando el buen camino de las fusiones y
adquisiciones. Podemos observar que la actual situación de crisis provocada por la
pandemia afecta de una manera positiva a los seguros de M&A, de una manera paralela a
la recuperación de la inversión en España. La crisis ha derivado en un aumento en las
reclamaciones derivadas de la adquisición de empresas y también ha servido para que los
inversores se adapten a la situación del mercado para localizar nuevas oportunidades y
cerrar transacciones relacionadas con empresas en crisis o activos de sociedades en
situación concursal. Un entorno de crisis como el de la Covid-19 favorece en última
instancia las inversiones en España, pues a la gran liquidez que tienen los fondos se de
inversión se encuentra la posibilidad de encontrar grandes posibilidades en empresas
españolas. Esto significa un impulso considerable para los seguros de fusiones y
adquisiciones, dada la predisposición que tienen los compradores a asegurar los riesgos
derivados de la adquisición y más para las posibles faltas de garantías que un vendedor de
una empresa en crisis no puede prevenir.

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