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Caso El Abuelo
Caso El Abuelo
CURSO:
CIUDADANIA Y REFLEXION ETICA
PROFESOR:
ROXANA RUTH REGGIARDO ROMERO
TEMA:
CASO -EL ABUELO
INTEGRANTES:
UNIVERSIDAD
TECNOLOGICA DEL
PERÚ
Analiza y responde a las siguientes preguntas
Mayo, de 13, dijo: yo quiero cosechar naranjas y así habrá vitaminas para todos;
pese a que no me gusta cosechar y detesto las naranjas.
Este hermano tomó una actitud altruista se puso en los zapatos de sus demás
hermanos comprendiendo las dificultades por las que están pasando juntos y el hecho
fortuito que fue perder a sus padres hizo que ayude genuinamente. Como podemos leer
líneas arriba Mayo, de 13 se ofreció a ayudar cosechando naranjas ofreciendo su
tiempo, siendo empático para poder ayudar, proteger, entregar y compartir el beneficio
de las vitaminas de la naranja con todos sus hermanos, pese a que no le gusta
cosechar y detesta las naranjas. Pensando primero en sus hermanos por sobre su
propio beneficio o felicidad.
Abril, de 14, dijo: yo quiero hacer algo para mí y no para los demás, por tanto, yo
cazaré y comeré de mi trabajo, no necesito de nadie y nadie necesita de mí.
Abril, de 14 tuvo una actitud egoísta, poco propenso a compartir con sus hermanos
dejando claro que va solo por su cuenta e invierte su tiempo en cosas que le
beneficiaran nada más que a él, pensando solo en lo que el desea, buscando su
felicidad sin importarle el bienestar de sus otros hermanos. Deja claro que no es
empático y sus actos rigen de acuerdo con su absoluta conveniencia.
Febrero, de 16 tomó una actitud egoísta, buscando su propia felicidad haciendo lo que
le gusta, sin importarle sus otros hermanos prefiriendo realizar actividades que de
alguna manera no ayudaría en las necesidades primarias que tienen y lo que se debería
de buscar en esta situación es ayudarse para el beneficio mutuo al fin y al cabo es algo
que hará que se sienta bien consigo mismo.
Marzo, de 15, dijo: yo quiero hacer algo –porque me aburro fácilmente‒ pero no
puedo hacer nada ya que tengo los dedos derechos quemados por culpa de la
leña ardiente que mi padre me ordenó encender.
Enero, de 17, dijo: yo quiero hacer las reglas de la familia, juzgar a quién se las
aplica y ejecutar su aplicación y, les comunico que detesto las truchas y las
naranjas.
El hermano mayor tuvo una actitud mixta, al querer poner reglas para una buena
convivencia, pero también el decir que detesta la trucha y las naranjas de alguna
manera menospreciando el trabajo de sus hermanos que buscan su propia felicidad.
Julio, de 11, dijo: yo tengo habilidad para pescar ‒me encanta hacerlo‒ y así
traeré truchas para todos.
El hermano menor Julio, de 11 tuvo una actitud mixta, ya que busca la ayuda común y
beneficio de todos sus hermanos al momento de traer truchas para que se alimenten,
pero esto lo hace únicamente porque tiene habilidades para pescar y le encanta hacerlo
así que lo hace porque eso lo hace feliz.
Junio, de 12, dijo: yo traeré leña seca –me encanta cortarla y soy muy hábil en
ello‒ y así cocinaremos para todos.
Junio, de 12 tomó una actitud mixta, aprovechando su habilidad para cortar leña para
que puedan cocinar, pero también se ve que realizar eso lo hace feliz y de alguna u otra
manera busca su propio bien al invertir su tiempo y su fuerza en hacer lo que le
encanta.
“Las éticas de máximos intentan mostrar caminos de cómo ser feliz, desde
concepciones globales del ser humano y de su realización en la vida social.
Todas estas concepciones de vida buena, que conviven en una sociedad
pluralista, se superponen entre sí definiendo una zona de intersección que es la
que define, precisamente, una ética de mínimos comunes. La ética de mínimos
no tiene como prioridad pronunciarse sobre cuestiones de felicidad y de sentido
de la vida, sino sobre cuestiones de justicia, lo que puede exigirse moralmente
como mínimo a todos los ciudadanos.” (Merino 2010: 177)
Mientras la felicidad supone una “invitación” (nadie puede exigir a nadie que viva de
acuerdo con un modelo de felicidad), los mínimos de justicia y respeto de la ética cívica
son “exigencias” para los ciudadanos. (Cortina 2000: 167)
Tiene que existir una comunicación asertiva entre los hermanos para que se puedan
poner de acuerdo en lo que tienen que hacer; es por eso que Roca (2014) menciona:
“para definirla como una actitud de autoafirmación y defensa de nuestros derechos
personales (...)” (p.9). Los hermanos tienen que expresar sus sentimientos,
preferencias, necesidades y decir sus opiniones; es decir, debe haber respeto entre
ellos mismos.
Todas las personas tienen habilidades diferentes, es por esta razón que cada hermano
realizará lo que mejor saben hacer para que se puedan mantener juntos como
hermanos. Como hemos visto, cada hermano tiene una habilidad distinta al otro y esa
habilidad es única; es por eso que cada hermano se ocupará de poder realizarla lo
mejor que puedan. Es por ello que Roca (2014) menciona lo siguiente: “las habilidades
sociales (…) son una serie de conductas observables (…) pensamientos y emociones,
que nos ayudan a mantener relaciones interpersonales satisfactorias, y a procurar que
los demás respeten nuestros derechos y no nos impidan lograr nuestros objetivos” (p.7).
Estas habilidades que tienen cada uno de los hermanos sirve para que logren los
objetivos que quieren lograr.
Como a cada hermano le gusta realizar algo distinto entonces ellos se encargarán de
las tareas que van de acuerdo con sus competencias. Según Margot (2007): “Cada uno
de nosotros será justo y hará lo que le compete, cuando cada una de las partes hagan
lo suyo” (p.60) Entonces, ellos al realizar lo que les haga feliz van a conseguir la
felicidad absoluta. Según Margot (2007): “La felicidad consiste en vivir en plena
conformidad con el orden enteramente racional del mundo”. (p.61)
LA FELICIDAD EN EL TIEMPO:
Cada hijo expresa su forma de vivir la felicidad de distintas maneras: a uno le gusta
mandar, cosechar, cazar, contemplar plantas, ordenar; entre otros. Es decir, cada uno
busca su felicidad de manera diferenciada. Según Margot (2007): “Este carácter
temporal permite distinguir entre felicidad y placer”. (p.58). Por eso, se dice que la
felicidad no será instantánea, sino que se dará con el transcurso de los días; cada
hermano hace lo que le gusta y de esta forma puedan ser útiles para los demás.
3. Elabora 4 reglas que favorezcan a la justicia en la comunidad de los
hermanos Pazonki.
Cortina (2013) nos menciona “(…) las ultimas claves para conseguir llevar una vida
plena, para ser justos y felices. En primer lugar, ser justos supone dar a cada uno lo
que le corresponde, esto implica exigirnos mutuamente que todas y cada una de las
personas respetaremos nuestros derechos.” (p.161)
Por lo tanto, las reglas más relevantes a comparación de las de la felicidad y las de
la justicia. Son las de la justicia porque en un mundo en la que no hay una justicia
con reglas definidas que permita la libertad de todos manteniendo así una igualdad
para todos entonces no existiría la felicidad. Además, sin justicia no habría
consecuencia de los malos actos de las personas debido a que no habría un tipo de
entidad que partiría la justicia de manera adecuada entonces cualquier tipo de
injusticia que sea cometida no podría radicarse causando infelicidad. Por otro lado,
la felicidad se basa en la autorrealización de uno mismo, en el conseguir los logros
que uno desea. Por ende, la felicidad es subjetiva, el camino que lleva a la felicidad
de uno no es el mismo camino que lleva la felicidad del otro, no ponemos
encuadrarlo en reglas porque lo que le funciona a uno no le va a funcionar al otro.
Las reglas limitan y permiten. En la felicidad no existe un límite tan definido. Por ello,
considero que las reglas más relevantes son las de la justicia porque si no tenemos
reglas que lleve a lo justo, entonces considero que nadie puede ser feliz.