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Instituto de Constelaciones Familiares

Brigitte Champetier de Ribes

www.insconsfa.com
info@insconsfa.com

Taller de Nuevas Constelaciones

Impartido por Brigitte Champetier de Ribes


Índice

Antes de constelar ............................................................................................................................... 3

La paradoja .................................................................................................................................... 3

¿Qué es el destino desde el punto de vista de las constelaciones? ........................................ 4

¿Qué constelar? ............................................................................................................................. 4

¿Quién se puede constelar? ......................................................................................................... 6

Desarrollo del taller. ..................................................................................................................... 6

Desarrollo de una Nueva Constelación Familiar ..................................................................... 6

Ser Representante................................................................................................................................ 8

Asistir a una Constelación ........................................................................................................... 8

¿Qué es ser representante? .......................................................................................................... 8

¿Cómo se identifica la representación genuina? ...................................................................... 9

¿Qué sucede cuando soy representante?................................................................................... 9

Representarse a sí mismo ............................................................................................................ 9

¿Qué sucede después de ser representante? ............................................................................. 9

Obstáculo para la representación ............................................................................................. 10

Movimiento sanador para el representante ............................................................................ 10

No hay soluciones individuales ............................................................................................... 10

Después de una Constelación Familiar ......................................................................................... 11

Para los Consteladores...................................................................................................................... 13

Unas palabras de Bert Hellinger .................................................................................................... 14

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Brigitte Champetier de Ribes. Texto actualizado en noviembre de 2019.

Antes de constelar

Las constelaciones son un servicio a la vida.


Nos permiten descubrir la realidad oculta que dirige nuestras decisiones, nuestras emociones
y nuestros destinos.
Por un lado, permiten una apertura de la conciencia que va a empezar a transformar nuestra
vida. Las constelaciones nos ayudan a estar más vivos, en la fuerza y la responsabilidad del
adulto, y a estar centrados en el respeto y en la gratitud. Y con ello nuestras vidas empiezan a
cambiar.
Por otro lado, la herramienta basada en representar a otros, sin saber nada de ellos, desde el
centramiento, solamente empujado por un lento y silencioso movimiento corporal, permite el
brotar del amor retenido, originando una sanación profunda, a menudo sorprendente y rápida
de cualquier sufrimiento de nuestra vida.
Gracias a estos movimientos y tomas de conciencia, somos capaces de reorientar nuestro
quehacer hacia más vida, más salud, más amor. Hacia una mayor realización.

La paradoja

Rechazar algo sólo sirve para que ese algo crezca.


Temer algo es atraer ese algo.
Solamente el asentimiento nos libera de las cargas y permite que se inicie el cambio. La rendi-
ción es la actitud clave…

¿Cómo entender esa paradoja?

Nuestra vida es energía, es movimiento y cambio. Si fluimos con ese movimiento, vamos hacia
más vida. Si nos oponemos a él, el cambio no llega, lo estamos bloqueando.
Sin embargo, una potente influencia sistémica nos empuja a imitar lo ya existente. El senti-
miento de culpa nos impide ser auténticos, ¿cómo voy a atreverme a soltar la tradición?
Además, nuestra mente tiene miedo al cambio: se agarra a lo conocido y lo quiere repetir una
y otra vez. Estamos continuamente frenando la corriente viva de la vida con nuestros miedos,
ilusiones, frustraciones… Nos cuesta reconocer que la vida nos está hablando a través de las
pruebas, problemas, conflictos o accidentes. Cada dificultad es necesaria para que de ella ger-
mine algo nuevo. Pero para que dé sus frutos tenemos que aceptar vivirla…

Para que nuestros problemas nos hablen, primero hemos de aceptarlos. Aceptar todos los lí-
mites que configuran nuestro destino. Sólo entonces la vida se volverá a poner en marcha.
En el problema está la solución, está la vida.

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¿Qué es el destino desde el punto de vista de las constelaciones?

Nuestras vidas están determinadas por nuestro sistema familiar, y los demás sistemas a los
que pertenecemos. Una observación sistémica a la que no nos podemos sustraer es la siguiente:
los más pequeños han de terminar lo que sus mayores no terminaron. Toda emoción sigue un
ciclo que permite acabar en paz y adaptado a un nivel más alto de la realidad. Si un enfrenta-
miento no ha llegado a la reconciliación, si no se ha agradecido un favor, no se ha terminado
de llorar un muerto, un descendiente tendrá que vivir este mismo conflicto, hasta que se re-
suelva. Nuestro destino está marcado por varias fidelidades a ancestros que no acabaron o no
asumieron algo. Y sus conflictos serán nuestros conflictos mientras nos neguemos a asumirlos.
Cada día nuestro destino varía, se hace más llevadero en cuanto asumimos algo y empeora
cuando estamos en el rechazo, la crítica o el victimismo…

Por lo que el primer requisito antes de plantearse una constelación es asentir a lo que nos
toca y responsabilizarnos de la consecuencia de todos nuestros actos, emociones y pensamien-
tos.

¿Qué constelar?

¿Qué es lo esencial para mí hoy, en el momento presente?


En el camino de vida que llevo, ¿qué es lo que realmente necesito?
¿Qué es lo que intento una y otra vez y no consigo?
¿Existe un patrón de repetición en mi vida, mis actitudes, mis elecciones?
¿Algo ha ocurrido, algo que no puedo integrar?
No se trata de interpretar: me pasa esto porque no me relaciono bien con mi madre. Se trata
de identificar donde está mi mayor dolor o limitación hoy…

La constelación no va a ir más allá de lo que uno pone. En el equilibrio entre dar y recibir, la
persona asume y agradece su vida como es, y la vida le regalará un cambio. El cambio será
proporcional a lo que nosotros soltemos por amor.

El constelador no es el sanador, sólo se pone al servicio de tu destino, tu sistema familiar y de


la energía, permitiendo que otras fuerzas (movimiento del espíritu, fuerzas de sanación,
campo cuántico, resonancia, etc.) trabajen haciendo emerger una nueva realidad de tu propia
vida.

Ese movimiento de sanación respeta el libre albedrío de la persona y no irá más allá de lo que
la persona entrega, en cuanto a amor, aceptación y respeto.

Por otra parte, no existe sanación individual, la sanación es de todos. La solución es necesaria-
mente una solución buena para todos. Por lo que nos podemos olvidar de los detalles de lo

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que queremos conseguir. Sólo las fuerzas de sanación saben cuál puede ser la solución buena
para nosotros. Y nuestra apertura a la vida como es permitirá que se desarrolle una solución
totalmente inesperada, buena para todos.

Los que quieren controlar el curso de su vida, lo hacen durante un periodo y luego necesaria-
mente se les escapará y vivirán la polaridad de su control.

El constelador no va a hacer de padre ni de madre, no es un protector, ni es un mago: no puede


cambiar mi destino, ni liberarme de mis responsabilidades o de mis culpas. Tampoco va a
poder transformar mis sueños en realidad. Sólo se va a centrar permitiendo que el cliente se
conecte con su propio centro vacío. Ahí reside toda la sanación.

En la nueva constelación familiar, veremos un doble fenómeno:

Delante del cliente y del constelador se van a manifestar las dinámicas ocultas que gobiernan
la vida del cliente como miembro de distintos sistemas.
Los pequeños están al servicio de los mayores. Los vivos estamos al servicio de los muertos.
En cuanto aceptamos esta jerarquía y este servicio, los muertos se vuelcan en nuestra ayuda,
permitiendo que nuestra vida tome un nuevo rumbo.
Aparecen los desórdenes de los campos1 (la falta de respeto, el no asumir sus responsabilida-
des, el desprecio y exclusión, el desequilibrio en el dar y recibir, el apego a una polaridad o el
rechazo de otra, etc.) a los que el cliente está vinculado.
Y empieza a manifestarse un movimiento de reparación y reconciliación2 entre los ancestros,
hasta dónde la actitud interna del cliente lo permita.
A su vez, este movimiento de reconciliación libera al cliente de su intrincación.

Lo que ocurre entre cliente y ancestros es totalmente circular, sistémico.


El cliente está conectado con el campo energético en el que se desarrolla la constelación. Está
en interacción recíproca con ese campo. Guiado por el constelador, a veces irá haciendo, inter-
namente, afirmaciones sanadoras, reconociendo sin miedo lo que hay (te sigo en la muerte,
pago por ti, etc.) y tomando decisiones conscientes (me despido de ti, dejo la culpa contigo, te
honro, etc.) que actuarán sobre el desarrollo de la constelación, pues el movimiento del espíritu
muestra el camino al cliente, pero no le obliga a tomarlo si él así no lo decide.

Cuando acaba la constelación, el constelador se retira y se olvida, dejando al cliente con toda
su fuerza y su nueva autonomía, totalmente abierto a la vida y a su nueva conciencia.

1
Movimiento del alma.
2
Movimiento del espíritu.

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¿Quién se puede constelar?

Sólo un adulto se puede constelar, sólo el que asume sus responsabilidades, el que es capaz de
reconocer lo que hay y puede tomar decisiones personales y autónomas (como decir sí, despe-
dirse, devolver algo…).

Desarrollo del taller

Estamos aquí en un espacio de entrega a la vida al que nos acercamos con humildad y con el
propósito de alcanzar la realidad tal y como es, cual sea la información que pueda ser revelada.
El secreto profesional del terapeuta se extiende, pues, a todos los participantes. Por lo tanto,
nos comprometemos a respetar de modo absoluto la confidencialidad de este taller.

Desarrollo de una Nueva Constelación Familiar

La persona, muy centrada, elige si quiere trabajar un tema esencial para su vida de hoy, o si
prefiere dejar que el campo haga surgir la dinámica inconsciente que hay que sanar con prio-
ridad hoy.
El terapeuta le dice entonces que elija entre los presentes un representante para sí y otro quizás
para su tema.
Los participantes reciben la consigna de ponerse al servicio de la vida del cliente, abriéndose
a algo más grande y se dejarán empujar hacia la constelación como si estuvieran ya represen-
tando.

Sobre la representación: la constelación no es psicodrama, no es emocional, no hay que repre-


sentar nada. Podríamos decir que es una terapia corporal, se trata de dejarse llevar por algo
que impulse nuestro cuerpo independientemente de nuestras emociones o de nuestro dialogo
interno. Es una meditación activa.

Los participantes se recogen internamente, como para estar en estado de meditación y a partir
de ese momento sólo se dejan guiar por algo que va a empujar sus cuerpos sin que sepan por
qué. Cuanto más lento es su movimiento, más sanador va a ser. La calidad de la constelación
depende mucho de la calidad de la representación: el representante en estado meditativo, sin
pensamiento, se deja llevar por un movimiento involuntario, que acaba siendo, siempre, un
movimiento de reconciliación y de sanación.
Es importante recordar que el representante no tiene NADA que ver con lo que va a represen-
tar. Es tomado por un movimiento del que simplemente se hace el canal, el eco. En profundo
silencio y respeto.

Desde el centro vacío y el asentimiento a todo como es, el grupo de asistentes se pone a dispo-
sición de la sanación de la persona que se constela, dejándose actuar por el campo, en completo

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silencio y sin saber lo que representan la mayoría de las veces. Cuando Brigitte lo siente, la
persona introduce frases sanadoras o se pone en sintonía con algo o con alguien. La dinámica
interna de la familia se va mostrando, la intrincación surge.

A partir de ese momento el constelador sentirá la necesidad de pasar a otro nivel: ver todo,
honrar y agradecer a todos los ancestros, todos los destinos y entregarse ya a la vida, despi-
diendo el pasado con agradecimiento y eligiendo la vida.

Cuando el cliente elige la vida todo empieza a sanarse. Todos, incluyendo los muertos, expe-
rimentan un cambio radical. Lo podemos llamar un salto cuántico o cambio a una nueva reali-
dad que va acompañada de una apertura de la conciencia. Más conciencia para más vida.

La constelación se suele acabar en cuanto el movimiento de sanación ha hecho su aparición,


cuando la persona se siente embargado por la vida y la fuerza. El constelador es el que sabe
cuándo interrumpir una constelación. Recordaremos que el movimiento puesto en marcha se-
guirá en todas las personas representadas aun cuando la constelación se haya interrumpido.

La constelación no es para ser analizada. Pone en marcha un movimiento al que nos entrega-
mos con confianza y agradecimiento.

Los representantes, en la medida en que se han entregado sin poner nada de su parte, total-
mente recogidos y en silencio interno, recibirán sanación a cambio. No se sabe de qué manera,
pero se sentirán distintos, con más fuerza y mayor conciencia.

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Ser Representante

Asistir a una Constelación

El grupo que asiste a una constelación, una vez ordenado, se transforma en un campo de sa-
nación. Cada individuo se pone al servicio de los sistemas mayores, observando con respeto
lo que se desarrolla, entregándose a los sutiles movimientos de sanación que irán embargán-
dole.
Cuando el grupo se pone en sintonía con algo más grande, con el vacío, con el asentimiento a
todo como es, con el servicio a la vida, las personas entran en esta disposición de soltar lo
conocido y dejarse guiar hacia algo nuevo. Hacia algo nuevo siempre bueno para todos.

¿Qué es ser representante?

En ciertos momentos el constelador va a pedir al grupo que se ponga al servicio de la vida de


uno de sus miembros. Ca-da uno se pone a disposición del movimiento sanador: un movi-
miento corporal muy lento e involuntario va a embargar a la persona que a partir de ese mo-
mento se transforma en representante de algún miembro del sistema familiar del constelado,
sin saber de quién se trata.
El representante se entrega al movimiento, sin mente ni emoción, totalmente recogido y en
silencio –silencio interno y externo-. Sólo siente su cuerpo y se deja llevar por él, muy lenta-
mente. Sentado en su silla, algunos sienten que algo les empuja a levantarse o a tumbarse en
el suelo. Otros sienten en su cuerpo una sensación que no existía unos segundos antes, por
ejemplo, frío, calor, picor, dolor; es la señal de que han sido tomados al servicio de la conste-
lación y se han transformado en representante. A partir de ese momento se levantan y se dejan
guiar.
Lo que va a mover el representante es una resonancia con el cliente. Resonancia inconsciente,
desconocida. A cambio de que el representante no ponga nada de su parte, ninguna pena,
ningún deseo, ninguna intención, el campo va a ofrecer una profunda sanación a ambos,
cliente y representante. Este último lo sentirá, en cuanto se vuelva a sentar libre de represen-
tación, podrá percibir algo muy distinto en su interior: alegría, fuerza, vitalidad. Cuando el
constelador lo decide, la constelación termina y cada persona que ha representado, en el ins-
tante vuelve a ser ella misma, sin necesidad de ningún ritual.
Ser representante es vivir una meditación, es llegar a tal grado de recogimiento que otras fuer-
zas nos pueden dirigir. La Energía nos va a dirigir.
El movimiento de los representantes no es emocional ni teatral, es entrar en sintonía con el
cuerpo, es una meditación corporal. El representante se trasforma en la herramienta de otras
fuer-zas al servicio de una sanación de orden mayor.

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¿Cómo se identifica la representación genuina?

• El buen representante tiene movimientos muy lentos, desprovistos de emociones dramá-


ticas. Prácticamente no toca al otro.
• Las emociones que se pueden presentar son silenciosas y muy profundas. Toda expresión
ruidosa o teatral es señal de dramatismo y por tanto de falta de centramiento.
• Estar en silencio, dirigido por el cuerpo. El representante es canal de las fuerzas de sana-
ción, no puede tomar ninguna iniciativa como querer decir algo o decidir hacer algo.
• Si el representante no está lo suficientemente centrado estará manipulando, empujando,
acariciando o agarrando a otro, cortando el fluir de las fuerzas de sanación, lo que suele
provocar un empeoramiento de la situación del constelado y por compensación también
empeorará el representante que haya manipulado, aunque haya sido involuntario.

¿Qué sucede cuando soy representante?

Cuando uno representa va a vivir dos niveles de información. El primero que llega es la infor-
mación emocional del representado y a ese nivel no hay sanación posible. Por lo que la persona
se centra más, deja de lado lo emocional y espera a que algo la empuje, haciéndole perder el
equilibrio. En ese momento se ha entregado totalmente a la energía de sanación, independien-
temente de su voluntad y de sus emociones. Las personas entrenadas llegan muy rápidamente
a ese segundo nivel, pero no todos los representantes son capaces de alcanzar-lo.

Representarse a sí mismo

Cuando la persona se representa a sí mismos, la entrega al vacío tiene que ser mayor todavía
para estar seguro de estar al servicio de la fuerza de sanación y no del propio ego.

¿Qué sucede después de ser representante?

Al final de la constelación el constelador va a preguntar si algún representante tiene una in-


formación importante para el cliente. Importante significa que le dé fuerza al cliente o le per-
mita una toma de conciencia útil para su vida, aunque no sea agradable. Esta entrega de infor-
mación tiene que ser muy respetuosa y centrada. La tentación es hablar en exceso, sin respeto
para con el ancestro representado y el movimiento sanador pierde mucha fuerza.

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Obstáculo para la representación

No todos los presentes en un grupo pue-den representar. Algunos no llegan al recogimiento o


a la madurez necesaria para entregarse únicamente a las fuer-zas de sanación del centro vacío;
no pueden soltar o el ego o el control.
Un obstáculo que puede presentarse en la representación es el de vivir una proyección de
nuestros asuntos. Cuando uno se ofrece a representar debe estar totalmente entregado al ser-
vicio, sin poner nada de sí mismo, aunque algo se parezca. Sabe que la constelación no es para
él, y que la representación es para el sistema familiar de un compañero. Si pusiera algo de sí
mismo, algo de su vi-da, en la representación entonces esta-ría manipulando e interfiriendo.
Y las consecuencias de esa usurpación del movimiento de sanación serán inmediatas.

Movimiento sanador para el representante

En la medida en que el representante se entregue sin análisis ni pensamiento a la representa-


ción, gratuitamente, al servicio del cliente y únicamente al servicio del cliente, la compensación
pondrá en marcha un movimiento de sanación en la vida del representante. Pero es inútil bus-
car o analizar cuál puede ser esta sanación. Al final de la representación devolvemos al cliente
toda su vida, todo su destino. Instantáneamente nos despojamos de todo y sólo nos quedamos
con lo nuestro. Si algo permanece en el representan-te después de la constelación, es un aviso
para él, algo suyo que ha resonado en él gracias a la constelación y necesita ser visto.

No hay soluciones individuales

Toda sanación es precedida de una reconciliación. El movimiento profundo de la constela-


ción es un movimiento de amor. El amor a todo como es produce sanación para todos.
Estamos todos interconectados, y toda solución aparentemente individual es siempre una so-
lución buena para todos.

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Después de una Constelación Familiar

Durante los días que siguen tu constelación estarás en un período de sensibilidad y emotividad
agudizadas, con la memoria y el inconsciente muy abiertos, como si estuvieras energizado o
en un estado alterado de conciencia. Por ese motivo es muy aconsejable durante estos dos días
una terapia energética (sacro craneal, acupuntura, polaridad, etc.), pues el efecto de la conste-
lación y de esa terapia se potenciará mutuamente.

Después, durante varias semanas, incluso varios meses y en algunos casos años, continuarás
procesando la información recibida el día de tu Constelación. En ese período se elaborarán los
cambios sistémicos y energéticos que tendrán lugar en ti, en otros miembros de tu familia y en
las personas que resuenan contigo. Son cambios muy profundos y sutiles: cambios de creen-
cias, cambios de energía, cambios de “guion” que implican que soltarás varias compensaciones
a las que tienes mucho apego, te llegarán nuevas metas.

Algunos se sienten removidos, raros, durante unos días. Como después de cualquier psicote-
rapia, atraviesa la fase de cambios con ilusión, curiosidad, paciencia, sentido del humor. Des-
cubrirás después, a veces en seguida, que te sientes fluir de un modo nuevo lleno de energía y
de amor por ti mismo y los demás.

A veces se produce una resolución físicamente dolorosa, como dolores, gripe, cansancio. Cuí-
date, son etapas normales de “desintoxicación” …

No tomes decisiones precipitadas, gastarías en balde la energía que poco a poco te va a em-
bargar. Las decisiones van a venir solas.

Posteriormente notarás que has emprendido un giro en tu vida y que este giro ha fluido sólo,
porqué ya estás totalmente en el aquí y ahora, sacando provecho y disfrutando de lo que te
queda, rindiendo al máximo de tus posibilidades. Que fluya no significa que viene sólo, viene
gracias a tu entrega, a tu nuevo respeto para con la vida como es, a tus tomas de conciencia, a
tu decisión de asumir tus responsabilidades…

La constelación sigue actuando durante tiempo, es necesario dejarle su espacio. No hay regla
para saber cuándo constelar de nuevo.

Los sistemas a los que pertenecemos enviarán señales en forma de nueva dificultad cuando
necesiten que volvamos a constelar y a veces muy pronto. Piensa que no hay regla. Tu cuerpo,
tus emociones, tu vida te dirán cuándo. Algunos verán la necesidad de trabajar sistémicamente
distintos aspectos de su vida que van surgiendo en lo cotidiano, y aprenderán a hacerlo ellos
solos, haciéndose cada vez más autónomos.

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Mientras tanto, participar en las constelaciones de los demás es muy recomendable, siempre
que lo sientas, que te apetezca. Permite nuevas tomas de conciencia, nuevas liberaciones y
refuerzo del proceso iniciado.

Con el tiempo, en los momentos de estrés, es posible que te observes de nuevo reacciones o
síntomas que la constelación hizo desaparecer. Aparecen nuevas capas de la cebolla, ahora
tienes más experiencia, lo que aún no está liberado del todo se vuelve a manifestar para una
nueva toma de consciencia.

También ten en cuenta que la constelación corta el “motor” sistémico, el origen de nuestros
problemas y nos permite vivir en la energía creativa, pero el cerebro los tiene grabados, estos
viejos problemas y en momentos de cansancio o penuria síquica, el mismo cerebro, buscando
el ahorro energético, recurre a lo viejo conocido, aunque con menos fuerza, aunque ya no tenga
sentido... Entonces nos queda un trabajo de purificación, agradecimiento al campo mórfico
que nos está atrapando con su resonancia de imitación y aceptarnos como somos…

Desde que Hellinger se acercó al amor del espíritu y a su movimiento, la comprensión de las
constelaciones ha cambiado. Nos hemos dado cuenta de que lo importante de una constelación
es el movimiento que se pone en marcha para el cliente, no la imagen final… Incluso uno puede
olvidar completamente su constelación, olvidar las imágenes de su constelación. El movi-
miento interno puesto en marcha en esa persona y en su sistema familiar no necesita de esas
imágenes. Somos movimiento…

Tomo mi vida y mi proceso de evolución con amor y admiración.


Cada uno estamos al servicio de la vida, viviendo la etapa que nos corresponde vivir,
cada uno somos como tenemos que ser,
todos juntos
resonando todos con todos.

Agradezco a todos los que me han permitido llegar a dónde estoy,


ahora sé que todo lo hicieron por amor.
Agradezco la oportunidad de devolver su dignidad y su sitio
a las personas no honradas.
Me alegro por el patrimonio de humanidad
que estoy entregando a las generaciones futuras.

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Para los Consteladores

También para la salud física y económica de los que facilitan constelaciones.

Estos talleres les permitirán aprender a constelar desde la seguridad de las Nuevas Constela-
ciones. Pues las Nuevas Constelaciones, familiares, sistémicas, cuánticas, tienen una eficacia
sorprendente para el cliente, para el grupo y para el mismo constelador.

Hellinger nos avisó de que cuando un constelador “usurpa”, aunque sea sin saberlo, el lugar
del movimiento del espíritu, distintos fracasos y enfermedades le van señalando que va por
mal camino, para que se entregue al centro vacío, se ponga al servicio de algo más grande,
dejando actuar a ese Algo a través de los representantes.

Al participar en un taller de las Nuevas Constelaciones observará cómo dirigir una constela-
ción sin interferir con las fuerzas de sanación, evitando las contra transferencias inconscientes,
dejándose dirigir por el centro vacío y por las informaciones que salgan del campo.

Verán cómo preparar al grupo al centro vacío para que participen en las constelaciones sin las
posibles manipulaciones que pagaría el constelador. Y cómo dirigir el cliente y el grupo en
resonancia con el centro vacío hacia la vida, soltando el pasado y la muerte, con amor, respeto
ya agradecimiento a la vida tal como es, provocando entonces la mayor sanación en todo el
sistema familiar.

Aprenderán a dejarse guiar por el campo y por todas las manifestaciones corporales de los
representantes.

Brigitte dará las explicaciones didácticas que estén en resonancia con la sanación de cada caso
y responderá a las preguntas que se planteen.

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Unas palabras de Bert Hellinger

"Al estar presente en este taller, participas en una gran alma que te abraza si abres tu corazón,
te conectas con tu participación interior y te entregas con respeto a los acontecimientos.

En las Constelaciones puedes sentir el impulso de actuar, de tomar postura o de consolar a


una persona que acaba de constelar. Al actuar así, entras en resonancia con tu historia y te
alivias a ti mismo. Por lo tanto, aunque te parezca difícil, es importante dejar a los demás en
su energía, sin preguntarles, sin animarles, sin felicitarles. De este modo la Constelación de
uno se transformará en la de todos.

Las Constelaciones actúan cuando uno las deja exactamente de la manera en que se las vio. Es
una imagen espacial y atemporal, de las profundidades y tiene su fuerza cuando se la deja tal
cual. Cualquier discusión sobre su contenido destruye la imagen.

Lo mismo sucede cuando uno acaba de trabajar y alguno del grupo se le acerca después a
preguntar: ¿cómo te ha ido?, ¿qué harás ahora? Lo que están haciendo es picotear su alma. Es
fatal invadir de esta manera el alma de otra persona como si tuviéramos el derecho de hacerlo.
Nadie tiene el derecho de hacerlo. Tampoco sirve intentar consolar. La persona es fuerte.
Quien intenta consolar es débil. Éste es en realidad quien no soporta el dolor del otro. Porque
en el fondo no quiere consolar al otro, sino que utiliza al otro para consolarse a sí mismo.

No hay que interferir. Y eso es válido para todo este trabajo.

La persona misma tampoco debe actuar inmediatamente. Así no funciona. La imagen tiene
que descansar en su alma. A veces durante mucho tiempo, quizás medio año o más. Y uno no
hace nada para cambiar. Las imágenes ya actúan, simplemente estando. Y al cabo de un tiempo
en el alma se reúne la fuerza necesaria para hacer lo correcto. Aquello que es correcto y bueno
será diferente de lo que se acaba de ver. El alma de la persona sabe mucho más todavía y al
final uno sigue a su propia alma y así tiene la plena fuerza.

Por tanto, no se sigue ni al terapeuta ni tampoco a esa imagen. Uno sigue a su alma. Pero esta
imagen ha impulsado algo en su alma que posteriormente hará posible el actuar.

Así hay que manejar estas imágenes."

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