Instituto de Constelaciones Familiares

Brigitte Champetier de Ribes

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Incertidumbre, cuántica y salto cuántico

Curso perteneciente a la

Formación a Especialista en Nuevas Constelaciones Familiares de INSCONSFA

DEVOLUCIÓN de las tomas de conciencia vividas en este curso (curso por videoconferencia: 1000 pa-

labras, cursos presenciales: 2000 palabras, como archivo Word o PDF, enviadas por correo electrónico

al facilitador).

La devolución escrita es obligatoria para los que estén interesados en obtener el diploma de Especialista

en Nuevas Constelaciones Familiares.

Ver todos los requisitos en www.insconsfa.com

 Índice

1. El principio de incertidumbre ....................................................................................................... 3

2. El yo cuántico ................................................................................................................................... 5

3. Las polaridades y salto evolutivo van de la mano. ................................................................... 7

4. Los campos de polaridades ............................................................................................................ 8

5. Los descubrimientos científicos sobre el ADN holográfico ................................................... 9

6. Consecuencias en constelación y en la vida ............................................................................. 15

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Brigitte Champetier de Ribes, 2020

1. El principio de incertidumbre

El principio de incertidumbre, indeterminación o imprevisibilidad fue enunciado en 1927 por

Heisenberg: en lo microscópico no se puede saber a la vez la posición y la velocidad de una

partícula, es decir que no se puede prever donde va a estar esta partícula en un momento dado.

Conocer uno de los dos datos del espacio/tiempo (lugar y velocidad) conlleva errores en la

predicción del segundo.

Lo que se pudo establecer con seguridad es que el hecho de observar un elemento supone

modificarlo. El observador crea una nueva realidad solamente por observar. Su actitud de

observador promueve cambios imprevisibles sobre el destino de la partícula observada. Crea

una nueva unidad: él y la partícula, ambos cambian.

Sólo podremos acercarnos a probabilidades, que incluyen también la posibilidad de un cam-

bio radical (toda partícula conocida es pareada con una onda que la hace totalmente imprevi-

sible). Las probabilidades son o de nuevas posibilidades o de repetición de probabilidades

pasadas.

A nivel macroscópico, hace más de quince años (estamos en 2021) que fue demostrado que la

física cuántica se aplica a los objetos macroscópicos: el cosmos, la vida humana. Somos onda

y partícula y el devenir de nuestro destino individual es imprevisible. Según nuestras antenas

(nuestras células tienen estructura de antena) estén orientadas al “espacio” o no, tendremos

probabilidades de onda o de partícula: materializar una de las ondas de nuevas posibilidades

que pueblan el campo fuente o vivir probabilidades de repetición del pasado.

No existe observador neutro como aprendimos con el antiguo paradigma. Donde está nuestra

mirada ahí está nuestra energía. Nuestros pensamientos y vibraciones interactúan con lo que

observamos, lo observado y nosotros nos modificamos mutuamente.

Todo es participación e interacción. Somos uno.

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Entregarnos a la incertidumbre es una característica del adulto. Es aceptar el presente cómo

se presenta, sabiendo que la previsión y el control no son posibles, sobre todo, son inútiles.

Son frenos, son resistencias a la creatividad de la vida que nos guía a todos hacia la evolución

del destino colectivo. La incertidumbre nos permite entregarnos al servicio de la vida, asu-

miendo nuestra responsabilidad, sin control de lo demás. Sólo podemos intuir el próximo

paso, si estamos en concordancia con el presente.

Lo que sí sabemos es que todo está como tiene que ser, en movimiento al servicio de la evolu-

ción.

La Fuerza del Amor de compensación del dar y recibir está permanentemente en acción, a

nivel individual como colectivo, haciendo absolutamente imprevisible lo que será el mañana.

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 2. El yo cuántico

Llamo “Yo cuántico” a una faceta del Estado Adulto. El adulto por definición vive el presente,

acepta e integra el pasado como fue. No decide, fluye con la vida, actuando.

Es responsable de sus pensamientos y, por tanto, de su futuro.

El “Yo cuántico” es esta parte del adulto que observa todo con respeto y gratitud, integrando

todo, el pasado, el presente y el futuro y todas las polaridades. Lo unifica todo. Es una fuerza

de asentimiento y unión, una fuerza de reconciliación y creación que transforma lo dual en no

dual. Y al hacerlo provoca un salto evolutivo o cuántico, un salto a una nueva posibilidad, a

veces la apertura a otra dimensión.

Pasar de lo dual al uno crea una nueva energía, algo nuevo surge, la vida se transforma.

El yo cuántico es una fuerza espiritual. Está en concordancia con todo, es reconciliación, y por

lo tanto es una fuerza sanadora.

El Estado Adulto es espiritual, es decir que nos conecta con el Amor a todo, hace vivir en

nosotros algo mayor, y nos une a todo lo que existe.

Bert Hellinger1 explicaba que la esencia del movimiento sanador de las constelaciones viene

de que dos que antes estaban separados se juntan. Si hay reconciliación, hay sanación. Lo esen-

cial de las constelaciones está en el Yo cuántico.

Vemos aquí el Amor en acción, reuniendo lo que fue separado2.

Estar en el Yo cuántico significa haber renunciado a la repetición del pasado en nuestras vidas,

soltando el dramatismo de nuestro “niño interior” del pasado o la soberbia de la imitación de

alguna persona mayor de nuestra infancia. Ahí se esconde nuestro ego, en los pliegues del

dramatismo y de la soberbia. El adulto, y su yo cuántico, sólo se guían por el presente, fluyen

con la realidad presente, realidad visible e invisible; en ese fluir el ego no consigue hacer presa

en la persona, el ego es ajeno al presente, sólo existe en las resistencias al aquí ahora.

1Leer Revista Hellinger, septiembre 2008 La vida ¡Oh vida! ¿De dónde vienes? ¿A dónde vas? “Existe un movimiento funda-
mental de la vida, que lleva a juntar lo que estaba separado”.

2Entrenamiento Internacional Hellinger Sciencia, México, marzo 2009 “El movimiento del espíritu vuelve a unir lo que estaba
separado”.

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La actitud cuántica
La actitud cuántica se resume en lo siguiente:

- Decido observar todo con compasión, sin juicio, sin análisis, tal como es. Todo vuelve

a pertenecer gracias a mi mirada. Pertenezco a todo. Reincluyo a todos los excluidos,

olvidados y rechazados. Me abro a su amor. Asumo el pasado.

Agradezco todo como fue.

Me despido de todo. Todo ha terminado.

- Elijo estar en la vida, elijo el presente, mi presente tal como es, con todo lo que me toca.

Mi mirada suelta el pasado y se abre a la vida. Miro mi vida presente tal como es, le

digo sí, le agradezco ser como es. Sin intención. Y esta decisión de soltar el pasado es

continua, suelto cada nuevo instante pasado…

En ese momento me conecto con el vacío, con el gran campo, campo fuente, etc. donde

surgen y mueren fugazmente y sin cesar las ondas de otras posibilidades. Me entrego

al vacío creador.

- Creo mi futuro, responsabilizándome de mis pensamientos y emociones. Por resonan-

cia atraigo lo que siento y lo que pienso.

Por un lado, nuestra mirada de observador neutro, que lo ve todo con amor, con agradeci-

miento y respeto, cambia lo que ve y a la vez es transformado por lo que ve. La sanación se

transforma en un bucle de resonancia sin fin, una espiral de sanación.

Por otro lado, sabemos que somos energía y que todo es a la vez partícula y onda. Junto a cada

partícula o realidad materializada (desplegada) existe un océano implícito, un océano de otras

probabilidades. El salto de la partícula a otra onda de probabilidad se da cuando el observador

deja de mirar la partícula y no sabe qué va a pasar; se da cuando su mente está vacía. Cuando

se entrega a no saber.

En nuestra vida, las cosas cambian cuando dejamos de mirar el problema, cuando lo acepta-

mos plenamente, para después soltarlo, dejando de pensar en él, abriéndonos a la vida como

es, desde la aceptación incondicional, el agradecimiento y el respeto. El problema se trans-

forma en otra posibilidad, siempre mejor para todos que la anterior.

Cuando estamos en sintonía con lo esencial podemos hacer crecer nuestra misión con un deseo

que esté en sintonía con lo esencial.

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 3. Las polaridades y salto evolutivo van de la mano.

Lo que tiene un opuesto, un complemento, una antítesis, una consecuencia o una causa, nece-

sita completarse con ese elemento, para llegar a la plenitud de su realidad, para culminar el

fenómeno del que es parte. Cuando un fenómeno es vivido en su totalidad, su energía es tal

que crea un salto evolutivo en la vida de los involucrados y de los que resuenan con ellos.

Es la misión de la Fuerza que equilibra el dar y recibir: busca permanentemente el equilibrio

entre las polaridades y, fundamentalmente, la reconciliación entre los opuestos.

Cada fusión de opuestos crea un salto cualitativo en nuestras vidas, a un nivel más alto de

vibración, donde deja de existir la secuencia anterior de polaridades, y algo nuevo surge, algo

que transciende los dos opuestos anteriores. En ese nuevo nivel, al cabo de un tiempo, apare-

cerá una nueva propuesta de polaridades que nos permitirá experimentar una nueva purifica-

ción, es decir un nuevo salto hacia más vida y más amor.

Es importante resaltar que, en el presente, es decir en el adulto, no ha lugar para polaridades,

sólo para los fenómenos completos y, por tanto, para saltos evolutivos continuos.

Cada vez que nos entregamos a una polaridad hemos dimitido del adulto y renunciado al aquí

ahora.

A nivel energético, sabemos que la energía no es una corriente continua, sino que fluye de

quantum en quantum. Se crea un quantum de energía cada vez que una fase de un signo es

completada por una fase de signo opuesto. Mientras uno vive únicamente una fase, que sea

positiva o negativa, está sin energía. La energía acude a su vida en cuanto decide abrazar la

fase opuesta. La energía se manifiesta entonces en forma de “salto cuántico”: cambio cualita-

tivo y cuantitativo en su vida, nueva comprensión, nueva expansión de la conciencia.

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 4. Los campos de polaridades

Estos han sido estudiados en profundidad por Rupert Sheldrake3 y Vadim Zeland4, campos a

los que Sheldrake llama campos de resonancia mórfica y Zeland llama péndulos.

Necesitamos tener claro que estos campos fueron creados por individuos que se repetían a sí

mismos o se sumaban a algo ya existente, dejándose arrastrar por la fuerza de la imitación y

la lucha contra la otra polaridad. Al final están atrapados por el sentimiento de pertenencia y

el sentimiento de culpa cada vez que quieren abrirse al polo opuesto.

De la misma manera que el individuo crea las polaridades, es el individuo el que podrá trans-

formar las polaridades en una reconciliación: viendo (viendo todo, lo opuesto también), res-

petando (todo es necesario al servicio del destino colectivo) y agradeciendo (gratitud a la po-

laridad que le permitió superar algo en un principio y que ahora le permite abrirse a una nueva

dimensión).

Salir de una polaridad, abrazar la contraria es un acto adulto; junto con la rendición a todo

como es, es la máxima manifestación de amor. Su fruto es abrirnos al vacío creador, conectán-

donos con el Campo Fuente5, viviendo un salto cuántico.

3Leer en www.insconsfa.com/Otros: “SHELDRAKE, Rupert: Campos morfogenéticos y resonancia mórfica, Birmingham

2008”.
43 Vadim ZELAND, autor ruso, ingeniero informático y cuántico: www.transurfing.es Leer sus libros Transurfing, editados
en Obelisco.
5Según el investigador David WILCOCK, autor de «El Campo Fuente» (Ed. Arkano Books), el Campo Fuente “es una fuerza
energética viviente, que sustenta el Cosmos y guía cuidadosamente nuestro destino. Es la llave maestra, es una energía con
características de fluido que, en último extremo, produce el espacio, el tiempo, la materia, la energía, la biología y la cons-
ciencia”. Se asimila al campo cuántico de todos los posibles y a los órdenes implicados de David Bohm. La representación de
ese Campo Fuente es de una gran potencia transformadora en las constelaciones.

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 5. Los descubrimientos científicos sobre el ADN holográfico

Los descubrimientos de científicos físicos y biólogos, en especial del ruso Piotr Gariaev, en

los años 90, dan una nueva luz a nuestra realidad humana y a su posibilidad de florecimiento.

Pueden ver los documentos adjuntos sobre el ADN en www.insconsfa.com para comprender

mejor su importancia.

Gariaev descubre que una parte del ADN es no dual: Una parte del ADN es partícula, molé-

cula, otra parte es onda. También descubre que los genes tienen estructura de antena: están

compuestos de cristal líquido, que orientan el gen hacia el cosmos (dixit Gariaev).

Otros aspectos de los descubrimientos de Gariaev son la organización fractal de la vida, la

lingüística del ADN y la presencia de los agujeros de gusano que nos permiten comunicarnos

instantáneamente fuera del espacio/tiempo.

Ahora volvamos a estos descubrimientos y las consecuencias que conllevan en nuestra reali-

dad, nuestra filosofía y práctica de las constelaciones familiares.

- El ADN holográfico u ondulatorio

El ADN molecular, el 1,3%, fue estudiado en el marco de la investigación internacional sobre

el Genoma Humano (USA 1990), como responsable de la codificación de proteínas y enzimas

que son los que determinan la vida concreta de cada individuo.

El 98,7% restante, que fue tachado de ADN basura, es la parte “ondulatoria” o cuántica, que

crea la información, recibe la de su entorno , la transforma y la transmite tanto a los genes

“proteinocodificantes” como a su entorno. Es el famoso campo morfogenético de Rupert Shel-

drake.

Este ADN ondulatorio hecho de fotones emite luz que pudieron captar, descubriendo que el

ADN se proyecta en un holograma en y alrededor del cuerpo. Holograma significa que cada

parte del individuo emite la información completa, es decir la imagen de la totalidad de este

individuo.

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Por ejemplo, el huevo de una salamandra emite la imagen de la salamandra adulta, el embrión

humano proyecta la imagen del futuro individuo adulto realizado, aunque no viva más de

unos meses.

Cada célula tiene su holograma. Cada proceso evolutivo emite un holograma.

El holograma es el doble energético que dirige la evolución de un elemento hacia su realiza-

ción plena al servicio de la vida. El holograma genético precede a la persona de carne y hueso,

la informa de cómo llegar a su realización. El holograma es exactamente lo que describió Shel-

drake como campo morfogenético, el campo que orienta a cada uno hacia su desarrollo. El

holograma de cada célula informa a la célula sobre cómo llegar a su diseño adulto, como llegar

a su misión al servicio del organismo de la persona.

En las constelaciones podemos observar que el holograma (imagen del ser realizado) se puede

dividir en dos subcampos, en dos representantes, uno detrás de la persona, informando e in-

tegrando todo, y otro delante de la persona, como atractor hacia la realización.

Nuestro guía celular, o muscular, tiene la misión de orientarnos y reorientarnos hacia nuestro

holograma hacia lo que nuestro sistema familiar necesita de nosotros.

El holograma no es tridimensional, no le afecta la dimensión tiempo, es presente permanente.

Esto tiene un significado transcendente: el holograma pertenece a otra dimensión, su vibración

es más sutil que lo que nuestros órganos de percepción pueden captar. Forma parte de un

“espacio” que penetra y baña nuestro universo tridimensional.

Existe un intercambio incesante entre el individuo y su holograma: a cada segundo, el holo-

grama asimila todo lo que vive la persona6, a la vez que le sigue informando de cuál es el

camino de su realización.

El ADN holográfico del ser humano contiene toda su historia: su sistema familiar con la

fuerza de los hologramas de todos los ancestros que poco a poco van culminando su tránsito

en la muerte, a la vez que todas las tragedias y dramas no integrados, con todos los excluidos,

fidelidades sistémicas, intrincaciones, reemplazos o identificaciones que a esa persona le haya

tocado. Incluye la infancia vivida con sus mandatos, promesas precoces y decisiones de guion.

Incorpora toda la herencia de esta persona y todo lo vivido por ella conforme pasa el tiempo.

6 Nuestro ADN emite y recibe varios millones de informaciones en cada segundo.

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Y lo metaboliza todo, por grave u horroroso que sea, a través de las Fuerzas del Amor. Lo vive

todo, el dolor, el miedo, la ira y lo asimila todo.

Yo me preguntaba de donde manaran las Fuerzas del Amor. Ahora ya lo sabemos, viven en

nuestro ADN cuántico, son su motor. Cuando conectamos con nuestro holograma, las Fuerzas

del Amor nos inundan.

El holograma lo ve todo como es, permanece en el asentimiento y la rendición, es Fuerza de

Vida, abarcando todo con compasión.

El ADN contiene toda la información de los ancestros desde los principios de la vida, y no

tiene final: ,el ADN es inmortal...

Se transmite de una generación a otra, enriqueciéndose a cada generación y creciendo por la

información que intercambia de modo cuántico, es decir más allá de las dimensiones del

tiempo y del espacio.

Informa a la persona. Sin embargo, no es su guía, el guía interno es otra energía que veremos

un poco más adelante. El ADN ondulatorio informa a la persona de cómo vivir las situaciones

desde las Fuerzas del Amor, como estar en el sí a todo con compasión, cómo llegar a su reali-

zación adulta, pase lo que pase.

Cuando estamos en el adulto, en la rendición, en la gratitud, nos fundimos con nuestra ima-

gen holográfica. Y ahí recibimos su extraordinaria fuerza compasiva.

Sin embargo, no lo podemos percibir, porque no estamos en las mismas dimensiones, salvo en

las situaciones en las que asentimos a algo más grande.

Podemos presentir que se trata de algo mayor, de otra dimensión, individualizado en cada ser

humano. Que se trata de la gran conciencia creadora, del vacío creador, personificados en cada

individuo tridimensional y presente a través del holograma bidimensional.

Estos descubrimientos nos acercan a algo increíble: podríamos ser la gran conciencia creadora;

podríamos ser un fragmento, individualizado, de ella, proyectado en ese universo espaciotem-

poral.

En el momento de la muerte, el ADN se transmite hasta donde pudo llegar el fallecido. Si

estaba en armonía con su vida, tocara lo que tocara, el ADN cuántico se transmitirá a los des-

cendientes en toda su magnificencia, todo regalo y beneficio. Por el contrario, si la persona

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muere con algo importante sin integrar, lo que pesará sobre los descendientes será el ADN

molecular (el 1,3% proteinocodificante) y la situación en la que no se respetó una de las Fuerzas

del Amor7. Hasta que un descendiente permita, con su amor, que el muerto termine de morir

y descanse en paz. A partir de ese momento, el ADN holográfico del muerto retoma todo su

resplandor y su fuerza compasiva, deviniendo en patrimonio de los descendientes.

Una noción interesante para las constelaciones es la siguiente: puede ocurrir que se nos junte

temporalmente el ADN fantasma de un ancestro excluido. Es la causa de las intrincaciones:

nos entrelazamos con un muerto incompleto,

somos uno con él. Nos dice “Tú por mí”, o, le decimos “Yo por ti”.

- Los genes tienen estructura de antena

Los genes tienen estructura de antena, antena que orienta el gen hacia el cosmos. El cosmos,

como nosotros en constelaciones lo podemos experimentar es todo lo que existe, el destino

colectivo, la evolución de lo que existe, el Campo Fuente o campo cuántico, otras dimensiones

y algo más grande.

El Campo Fuente sería el doble, previo o generador, de todo lo que existe, el inmenso campo

de todas las ondas de posibilidades, el campo de los órdenes implicados de David Bohm, ór-

denes que guían el orden explicito, la realidad materializada en la dimensión espaciotemporal.

Hablan de la “espuma cuántica” para describir el Campo Fuente y el movimiento de las ondas

de posibilidades que surgen y desaparecen, hasta que puedan colapsar8 y hacerse realidad.

Ondas de nuevas posibilidades, creando un nuevo presente, u ondas de probabilidades de

repetición del pasado.

La antena orienta el ADN cuántico o hacia lo nuevo o hacia el pasado, es decir hacia las nuevas

posibilidades o hacia las probabilidades de repetición.

7Gariaev habla de ADN fantasma, nosotros podemos hacer esta analogía, el excluido pesa sobre el ADN del vivo como un
ADN fantasma que desaparece en cuanto el vivo elige la vida.
8 Cuando una onda se colapsa, pasa de onda a partícula, se materializa, perteneciendo a partir de ahora a la vida de la persona.

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Cuando la persona está en el presente, en el Sí o en la reconciliación, es decir en concordancia

con su holograma ondulatorio, la antena se orienta hacia lo nuevo, hacia las ondas de posibi-

lidad; más exactamente, hacia el campo de nuevas posibilidades que le corresponde a esa per-

sona dentro del Campo Fuente de todas las posibilidades.

Cuando la persona no está en el adulto, ni en el sí, cuando sigue una polaridad, su antena se

orienta hacia el pasado, hacia el campo de las ondas de probabilidad de repetición que le co-

rresponde dentro del Campo Fuente hasta dar con una de esas ondas de probabilidad y colap-

sarla.

Unos experimentos en neurobiología, realizados en 2002, Pensilvania, revelan que a los tres

segundos de tener un pensamiento incoherente o deshonesto9, el cerebro enciende unas zonas

de estrés que a la larga son fuentes de enfermedades físicas. Aquí nos hablan de otra manera

de esta misma antena y de lo que nosotros llamamos guía interno, o señal celular: antes de

ponerse a hablar o a hacer algo que no es coherente para la persona (aunque pueda ser cohe-

rente para el entorno), cuando todavía se trata sólo de intención o pensamiento, el organismo

reacciona y avisa a la persona con señales de estrés y malestar que está tomando un camino

equivocado.

Nuestro guía interno, es decir nuestra antena, es binario. Nos avisa fisiológicamente si vamos

o no en la dirección que nuestro holograma desea para nosotros. Pensamiento coherente o

incoherente con nuestro destino o nuestra misión.

Es interesante tener en cuenta esta otra observación del estudio de Pensilvania: cuando una

persona se acostumbra a ser incoherente consigo misma, las señales de estrés son cada vez más

débiles, hasta que desaparecen del todo. He aquí una posible explicación de porque la mayoría

de las personas no perciben su guía interno.

Bert ya nos habló de esa antena, nos dijo que en la vida sólo existen dos movimientos, hacia

la vida o hacia la muerte10. Se trata del mismo movimiento de la antena de nuestros genes

9 Se trataba de un estudio sobre la mentira, sobre el pensamiento deshonesto o incoherente. La referencia era un pensamiento
o intención contraria a la ética de la persona, es decir que lo que se estudiaba
era la reacción de la persona relativa a su propia coherencia.
10 Leer in www.insconsfa.com, textos de Bert HELLINGER: El corte entre hacer y dejar hacer, Barcelona 4 de septiembre
de 2009. “En realidad, sólo se trata de dos movimientos: uno que va con la vida y el otro que va hacia la muerte. El movimiento
hacia la muerte es el más cómodo”.
Milán, 27 de enero de 2010: “En el fondo se trata sólo de dos movimientos, uno hacia más vida, una vida más grande y plena,
u otro hacia menos vida”.

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provocado por nuestras decisiones, pensamientos y actitudes, hacia el campo del pasado y de

la muerte, o hacia el campo del presente, de la vida y de lo nuevo.

El ADN holográfico acepta y asume, con paciencia y compasión, la postura de la persona,

rindiéndose a las consecuencias de su actitud. Observamos en las constelaciones como este

holograma sigue conectado con la vida y las Fuerzas del Amor, a la espera de que la persona

rectifique y se abra a la compasión. El holograma espera con amor a la persona, espera su darse

cuenta y le da su tiempo. A veces veremos como la persona ha ido demasiado lejos en su r

chazo a la vida y no tiene fuerza para soltar el ego y cambiar de orientación. Entonces serán

sus descendientes los encargados de compensar, con su amor a la vida como es, lo inconcluso

del ancestro.

La existencia de esta antena en cada gen nos habla del libre albedrio, de la decisión personal

de cada uno de orientarnos hacia una dirección u otra.

Simultáneamente nos habla de la compasión tanto de algo más grande, como del holograma

genético, que acepta que todo sea como es, esperando a cada uno en el nivel de amor en el que

se encuentre.

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 6. Consecuencias en constelación y en la vida

Asentir a la incertidumbre, a la imprevisibilidad del futuro, va de la mano con la confianza

en algo mayor, con el asentimiento y la veneración a todo como es y con nuestra entrega al

servicio del destino colectivo. Como lo afirma Bert (2009) y lo comprobamos día a día, es de

donde surgen los milagros.

El empirismo de Bert Hellinger, totalmente entregado a las revelaciones de la fenomenología,

se ve confirmado poco a poco desde lo cuántico: somos guiados por otra dimensión, donde

sólo existe el amor.

Introduciendo esta nueva información en las constelaciones y en nuestra vida cotidiana, inten-

sificamos los cambios y los saltos cuánticos, la resonancia del amor se expande más, entrega-

dos a esos hologramas, el nuestro, el familiar, el del país, el del destino colectivo, en los que

podemos experimentar la misma presencia de algo más grande y el acercamiento a otras di-

mensiones.

La presencia de una nueva comprensión11

Una nueva comprensión produce algo nuevo.

Tal como el campo mórfico se fue manifestando en las constelaciones a partir del momento en

que tuve conocimiento de esta hipótesis, ahora podemos observar la presencia del holograma

en muchas constelaciones, desde que asimilé este conocimiento. El holograma se manifiesta

como un representante con los brazos abiertos, junto al representante del cliente.

También podemos observar la presencia de un “atractor” que surge desde la vida, con los

brazos abiertos, atrayendo al cliente hacia la vida con sonrisa y mirada amorosa.

Algo extraordinario se está manifestando desde un poco después de la muerte de Bert: en

varias constelaciones, un representante se siente abarcado por su presencia y tiene un papel

destacado en la sanación de intrincaciones graves. El representante de Bert siente una presen-

cia tan impresionante que relata que es como si hubiera sido llevado a otro nivel.

11
Bert HELLINGER, Revista Hellinger marzo 2009, Nuestros padres integrados en un movimiento del espíritu. “Una nueva
comprensión actúa en el instante en que surge, teniendo quizá un largo futuro, pero actuando en seguida.” En www.ins-
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El constelador introduce representantes de estas nuevas realidades

El constelador puede recibir la información de que utilice un representante para el yo cuántico

o para el holograma de una persona o para el Campo Fuente.

Podemos observar que la representación del holograma de una persona enferma, sobre todo

de un niño, de un excluido, o incluso de un ancestro, da mucha fuerza de sanación.

El holograma, como ser realizado, muestra lo fundamental que la persona no ve o no acepta.

A veces él mismo guía la constelación. Cuando el representante del cliente mira a los ojos a su

holograma, algo importante le está llegando y la constelación se transforma.

La representación del Campo Fuente, es decir la presencia de las ondas de posibilidad, acerca

las condiciones de un salto a otro nivel, dando una enorme energía de transformación a las

constelaciones más difíciles.

Les invito a vivir estas nuevas comprensiones en sus vidas, en movimientos sistémicos y en

sus constelaciones. El campo sigue avanzando y nos abre a dimensiones inesperadas que nos

conmocionan y nos transforman. Nos entregamos humildes y agradecidos a esta nueva visión

de la vida, llenos de veneración para con la incertidumbre.

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