Está en la página 1de 2

Lección.

6 Tomo: 2

Tema: Valores Que No Debemos Perder En La Familia Cristiana.

PREGUNTA PARA ROMPER EL HIELO (O INTERACCIÓN) ¿cree usted que el mundo va del mal en
peor? ¿Por qué?

Texto: 2 Timoteo 3:2-4 -- 2 Timoteo 3:12-14

Introducción:

Al observar la realidad de nuestra sociedad nos damos cuenta que somos una sociedad carente de valores
morales y espirituales. Los valores deben ser inculcados primeramente en el seno de una familia, no en la
escuela o en el vecindario.
Si la sociedad está enferma es porque la familia está enferma, esta tambaleante, y queremos que la escuela
inculque en nuestros hijos lo que nosotros no hacemos en casa, pero esto no debe ser así.

¿Qué son los valores? Son todas aquellas actitudes que nos forman como personas, como hombres y
mujeres.

El colegio puede formar un bachiller, la universidad forma un médico, un abogado, un administrador,


pero la familia nos forma como personas y mientras mejores personas seamos mejores hijos de Dios
seremos.
Como cristianos tenemos una gran ventaja, nosotros tenemos una nueva naturaleza espiritual, tenemos la
capacidad de vivir con valores morales de nuestra nueva naturaleza.

Pero antes de enseñar valores a nuestra familia es imprescindible que nosotros primero practiquemos, no
podemos exigir a nuestros hijos que hagan algo que nosotros mismos no vivimos.

Veamos algunos de los valores que como familia cristiana no podemos perder sino que debemos
fomentarlos, para hacer de nuestros hijos personas de bien.

PRIMER VALOR: EL RESPETO (1 PEDRO 2:17)


El respeto es la base de los valores, pues el respeto nos hace aceptar el valor propio y los derechos de las
personas, y nos hace convivir en paz. En casa debemos enseñar el respeto a las personas mayores, el
respeto a las autoridades. En casa debemos enseñar el respeto a los padres, a los pastores. Etc.

SEGUNDO VALOR: EL AGRADECIMIENTO (FILIPENSES 4:6)


Debemos enseñar a nuestros hijos a ser agradecidos en todo aun en la adversidad. No le enseñemos a
nuestros hijos a menospreciar lo que tenemos sino a dar gracias sabiendo que el agradecimiento nos abre
las puertas de la bendición de Dios en nuestra vida.
Si no les inculcamos el agradecimiento ellos no vivirán con contentamiento.

TERCER VALOR: LA RESPONSABILIDAD (ROMANOS 14:12)


Responsabilidad es el cumplimiento de las obligaciones, obligación de responder ante nuestros actos.
Nuestros hijos deben saber que en sus fracasos los principales responsables no somos los padres sino ellos
mismos. No cubramos las irresponsabilidades de nuestros hijos. Enseñémosles a nuestros hijos a cumplir
sus responsabilidades, para que ellos puedan reclamar sus derechos, ya que esta sociedad está
acostumbrándose a reclamar sus derechos, pero no desea cumplir en lo más mínimo sus
responsabilidades.
CUARTO VALOR: LA HONRADEZ (LEVÍTICO 19:13)
Honradez es integridad en el obrar, es aquella persona que a pesar de su necesidad económica hace
prevalecer lo justo y lo recto.
No podemos permitir que nuestros hijos lleven a casa objetos que no sabemos de dónde proceden.
Debemos enseñar a nuestra familia que aunque tengamos muchas necesidades eso no es excusa para
obtener dinero estafando a las personas = por ejemplo: el vuelto en el bus, dejar de pagar lo fiado en la
tienda, o dejar de dar para la obra de Dios. etc.

QUINTO VALOR: LA HONESTIDAD (EZEQUIEL 16:8)


La honestidad es un valor moral que tiene que ver con la verdad, lo puro, un hombre y una mujer honesta
tiene varias cualidades: es decente, decoroso, recatado y respetable. Promovemos la deshonestidad
cuando permitimos que nuestros hijos se vistan de una manera que va en contra de nuestras buenas
costumbres.
¿Pero como podemos exigir a nuestros hijos que sean decorosos si nosotros no los somos? si usamos ropa
deshonesta, si actuamos de una manera deshonesta. Nos convertimos en encubridores de las
deshonestidades de nuestros hijos o hijas.

QUINTO VALOR: EL AMOR (JUAN 13:34)


Debemos enseñarnos a amarnos los unos a los otros dentro de la familia, no a odiarnos, no a
menospreciarnos.
Cuando hay amor hay calma, hay perdón, hay armonía. Pero el principal amor que debe existir es el amor
a nuestro Dios en nuestra familia.

LA TRISTE REALIDAD: LOS VALORES EN DECADENCIA


En 2008, un grupo de investigadores de Estados Unidos pidió a cientos de jóvenes y adultos su opinión
sobre los valores morales. “Lo más deprimente es descubrir lo deficientes que son para reflexionar o
hablar sobre cuestiones de moralidad”, La mayoría veían la violación y el asesinato como algo
simplemente malo, ni siquiera se cuestionaban si cosas como conducir borracho, copiar en los exámenes o
engañar a la pareja serían buenas o malas”.
Como dijo uno de los entrevistados: “La verdad es que no pienso mucho en que algo es bueno o malo”.
Tristemente la mentalidad de muchos es: “Si te parece que está bien, hazlo. Sigue los dictados de tu
corazón”.---- ¿Es sabia esa forma de pensar?

Esta es la realidad, de lo mucho que ha cambiado la moralidad de este mundo, la Biblia nos habla de estos
tiempos y dice: “En los tiempos últimos vendrán días difíciles. Los hombres serán egoístas, amantes del
dinero, orgullosos y vanidosos [...;] serán crueles y enemigos de todo lo bueno [...;] buscarán sus propios
placeres en vez de buscar a Dios” (2 Timoteo 3:1-5,

Conclusión

Los valores han perdido el valor, mientras las familias se hunden en la desgracia de la drogadicción,
prostitución, madres solteras, divorcios, profesan ser cristianos pero niegan la eficacia de la fe. Lo curioso
es que mientras más necesitamos de estos valores más nos alejamos de ellos. Jesucristo no hace el
llamado a volver a los valores bíblicos para que así vivamos en esperanza de su venida.

¿Cómo esta nuestra escala de valores, en su vida, familia e iglesia?


¿Qué valores hemos olvidado para volverlos a tomar?

También podría gustarte