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Leísmo, laísmo y loísmo

EN QUÉ CONSISTEN

Se trata de unos fenómenos muy conocidos que están en relación con


el morfema de caso y tienen que ver con el uso de los pronombres átonos.
Para expresar el complemento directo y el indirecto a través de
pronombres átonos de tercera persona, se emplean las formas herederas del
acusativo y del dativo latinos respectivamente, según la siguiente
distribución:

CASO GÉNERO FORMA EJEMPLO

Lo acompañé a casa (a
Manuel).
masculino lo, los
La acompañé a casa (a
CD femenino la, las
María).
neutro lo
No lo entiendo (lo que
dice).
Le pedí un favor (a
masculino le, les Manuel).
CI
femenino le, les Les regalé una foto (a
mis amigas).

Sin embargo, los hablantes no siempre los usan de esta manera, ya que
a menudo se confunden las formas, lo que da lugar a los fenómenos
aludidos.

EL LEÍSMO

Se denomina leísmo al uso de las formas de dativo le, les en lugar de


las de acusativo lo/los, la/las, como en Le golpearon o Les contrataron.
Suelen distinguirse tres tipos:
Leísmo de persona masculino. Es el uso del pronombre le/les como
complemento directo referido a sustantivos masculinos de persona:
A Mario le premiaron en el colegio.

Es el más extendido, tanto en el español antiguo como en el moderno


y, aunque es más frecuente en los textos españoles, también se registra en
los americanos.

Este tipo de leísmo no se considera incorrecto en singular (A tu hijo hace


un año que no le veo), si bien se prefiere la variante no leísta (A tu hijo
hace un año que no lo veo). Se recomienda evitar el leísmo en plural (⊗A
tus hijos hace un año que no les veo), opción hoy desprestigiada.

Leísmo de persona femenino. Consiste en el empleo del pronombre le/les


como CD referido a sustantivos femeninos de persona:
A Laura le premiaron en el colegio (por … la premiaron en el colegio).

Está menos extendido, carece de prestigio y se considera incorrecto.


Por tanto, si se hace referencia a mujeres, debe utilizarse la primera opción
en los contrastes siguientes:
La acompañé hasta su casa, y no ⊗Le acompañé hasta su casa;
La conozco bien (a tu hermana), y no ⊗Le conozco bien (a tu hermana).

Leísmo de cosa. Es el uso de le/les como CD referido a sustantivos de cosa:


⊗Te devuelvo el libro porque ya le he leído (por … ya lo he leído).

Es también incorrecto, tanto en singular como en plural. Lo indicado


es, pues,
Vi un lindo vestido y lo compré, y no ⊗Vi un lindo vestido y le compré.
El auto lo dejé en el garaje, y no ⊗El auto le dejé en el garaje.

EL LAÍSMO
Se llama laísmo al empleo de las formas femeninas de acusativo la/las
en lugar de las de dativo. Es especialmente frecuente con verbos como dar,
hacer, decir, pedir…
La hice un regalo; La dije que esperara; La pedí que fuera puntual.

El laísmo, como el leísmo y el loísmo, es el resultado de la evolución


del sistema pronominal en zonas de Castilla, por lo que alcanzó alguna
difusión en los siglos XVII y XVIII, incluso entre escritores de prestigio. Hoy
se registra solo en ciertas regiones de España.
Se distinguen también dos tipos:
• Laísmo de persona: ⊗La dije la verdad (por Le dije la verdad).
• Laísmo de cosa, menos frecuente: ⊗A esa casa hay que pintarla la
fachada (por ...hay que pintarle la fachada).

Se recomienda evitar siempre el laísmo, tanto el de persona como el de


cosa.

EL LOÍSMO

Recibe el nombre de loísmo la utilización de las formas masculinas de


acusativo lo/los en lugar de las de dativo (le/les). También puede hacer
referencia a personas o a cosas:
⊗Los dije que se fueran (por Les dije que se fueran); ⊗A ese tema no hay que darlo más
vueltas (por … no hay que darle más vueltas).

Aunque aparece ocasionalmente en el español clásico, nunca entró de


lleno en la lengua literaria. Hoy se registra solamente en algunas zonas de
Castilla.

El loísmo está fuertemente desprestigiado, por lo que se recomienda


evitarlo en todos los niveles de la lengua.

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