Centralia

¡Centralia era una ciudad abandonada! Pero hace poco, un grupo de gente llegó a vivir en
los viejos departamentos, sin saber que compartirían sitio con antiguos inquilinos que los
recibieron muy contentos ¡La comida de los humanos es apetitosa!

No es fácil acceder a la comida. Estas criaturas son más pequeñas, están abajo en la cadena
alimenticia. No tienen garras mortales, ni colmillos, o un tamaño imponente. Solo cuentan con su
astucia. Tienen para comer, pero ahora se van a esforzar mucho por obtener lo que puedan de la
rica comida de los humanos, compitiendo entre ellos.

Pero, en otras ocasiones olvidan que están compitiendo y hacen picnics juntos con el botín,
aunque sea pequeño ¡Así vale la pena pasarlo bien!

Erizo Cucurucho:

El veloz erizo Cucurucho tiene una despensa interesante. La casa de la despensa tiene comida,
herramientas y objetos estrafalarios que no se ven todos los días. No sé si han visto una mañana
de sol encerrado en un frasco de colonia.
La gran virtud del Erizo Cucurucho es la generosidad. Siempre que tiene comida, aparta un pedazo
para sus vecinos, los grillos del ritmo. Especialmente en invierno.

Paloma Gertrudis:

Gertrudis vivie en el techo, su centro de control. Desde ahí, vigila persistentemente. Nada pasa en
la ciudad sin que Gertrudis se entere. Así sabe cuando hay comida disponible. A veces se distrae
con tonterías, como una camisa estridente …alguien se cayó…y pierde de vista sus objetivos
alimenticios. La virtud destacada de Gertrudis es la paciencia. Sabe que mientras más rato pase en
el techo, más información tendrá para actuar mejor. Y es genial ver como el cielo cambia de
colores.

Loro Emilio: A Emilio le gusta desarrollar inventos domésticos., así que sus inventos suelen salirle
mal. Vive en la copa Pero, es muy desordenado de un álamo que queda en el jardín del edificio.
Ocasionalmente tiene ataques de mal genio y lanza insultos. Solía colarse por las ventanas del
edificio para retirar comida, pero fracasaba en su intento porque cuando lograba su meta, en vez
de largarse con lo obtenido, se quedaba a insultar y terminaba siendo perseguido con raid. Ahora
practica la amabilidad así que le dan trocitos de pan y pedazos de fruta.

La virtud destacada de Emilio es la libertad. Se atreve a ser quién es y seguir su sueño de ser un
inventor exitoso, aunque esto ocasionalmente despierte las burlas del barrio.
El conejo Arturo:

Arturo vive en el sótano del edificio, pero pasa más tiempo afuera. Le gusta jugar en el jardín con
sus numerosos primos y hermanos, porque tiene la comida al alcance del hocico. Le hace bromas a
todo el mundo.

La virtud destacada de Clavicordio es el coraje. Entre conejos y animalejos del departamento, es el

único que no huye despavorido si un humano aparece. Nunca le ha pasado nada a excepción de
que lo tomen en brazos, pero cuando él está ahí, inmóvil, cree que tiene todas las oportunidades
del mundo contra su adversario. No lo ataca porque quiere darle una oportunidad de diálogo.