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10 inventos de la evolución

1. EL ORIGEN DE LA VIDA
Si viajáramos 3.800 millones de años atrás, nos encontraríamos un planeta desgarrado que gira a toda máquina escupiendo
borbotones de magma entre sus grietas. El día duraba cinco horas y la atmósfera está cubierta de una niebla espesa  sin oxígeno.
En estas condiciones tan poco halagüeñas surgió la vida. No se sabe cómo empezó, pero sí que se trató de un  affaire  químico
entre átomos y moléculas que se atraían y repelían. La primera pista del origen de la vida se obtuvo en 1970, cuando se
observaron columnas de agua hirviente que brotaban de la falla de las islas Galápagos. 
El océano alquimista. Siete años más tarde, una expedición norteamericana descubrió una riqueza animal brutal tras aquellas
columnas, así como chimeneas hidrotermales de las que emanaban sulfuros metálicos en ebullición. El agua de mar se filtraba
por las fumarolas y se cargaba de minerales y gases, a partir de los que algunas bacterias, capaces de vivir a más de 100 ºC,
extraían hidrógeno, lo unían al CO 2 y formaban materia orgánica. Así podían prosperar sin luz solar. Quizás, pues, el primer
organismo vivo no fue una célula libre formada en una sopa de elementos, como propuso Darwin, sino que se gestó en un
laberinto rocoso de células minerales en las entrañas de la Tierra. 

2. LA CÉLULA COMPLEJA
Las bacterias y tal vez las arqueas -otros seres unicelulares- fueron las únicas gobernantas del planeta durante 3.000 millones de
años. Cuesta entender cómo estos seres simplones o procariotasdieron pie a las células complejas -los eucariotas- que forman
los animales y las plantas. Precisamente es el núcleo, donde se almacena el ADN, lo que las distingue de las bacterias. Pero hay
más diferencias entre ellas: por ejemplo, las eucariotas son entre 10.000 y 100.000 veces más grandes que las bacterias -la
mayor es el huevo de avestruz-, tienen orgánulos -compartimentos con funciones concretas- y son capaces de engullir otras
células. 
Echar chispas. Las hipótesis más consesuadas sobre el paso de procariota a eucariota apuntan en una dirección: los procesos
simbiogenéticos, esto es, el intercambio de material genético entre diferentes bacterias con distintas habilidades. Para el
microbiólogo Carl Woese, los eucariotas nacieron por la fusión de arqueas y bacterias. Y para Nick Lane, la clave está en
las mitocondrias, orgánulos celulares que tienen su origen en bacterias devoradoras de oxígeno. Las mitocondrias son las
centrales energéticas de la célula y no parecen ser el mejor lugar para almacenar genes -¡generan descargas eléctricas!-,
aunque tiene los suyos a buen recaudo. Por eso, se cree que las eucariotas inventaron el núcleo, donde guardan celosamente su
molécula de la herencia. De este modo, además, quedaba garantizado el suministro de energía celular. 
3. EL CÓDIGO GENÉTICO
En 1953, el biofísico británico Francis Crick y su compañero, el biólogo James Watson, hicieron el descubrimiento más
importante en la historia de la biología desde la teoría de Darwin: dieron con la estructura de doble hélice del ácido
desoxirribonucleico o ADN. El hallazgo fue el acelerante para descifrar cómo funciona la llamada hebra de la vida. Esta sigue un
código que establece las normas para traducir la información contenida en un gen y fabricar la proteína respectiva. Se creía que
el ADN era el origen del código, pero recientes trabajos apuntan que fue concebido por el ARN, más corto que el ADN y de una
sola hebra. 
Don ARN. Las instrucciones para el funcionamiento de un organismo están en el ADN celular, que es el portador de los genes.
Cuando una célula necesita llevar a cabo una acción, que se resume en la sintesis de una proteína, el ADN copia la secuencia
del gen que la codifica en una molécula de ARN mensajero. Este abandona el núcleo y viaja hasta los ribosomas, las fábricas de
proteínas. Por otro lado, para que el ADN se copie y pase a la siguiente generación, necesita proteínas específicas. Estas no
pueden evolucionar sin ADN y el ADN tampoco puede hacerlo sin ellas. Es el dilema del huevo o la gallina: ¿qué fue primero, el
ADN o la proteína? Esta disyuntiva se resolvió en la década de los ochenta, cuando se descubrió que el  ARN era capaz de
asumir el papel del ADN y el de las proteínas. El hallazgo sugería que el código genético podía haber surgido de la interacción
del ARN y las proteínas, sin intermediación de ADN. La siguiente cuestión es evidente: ¿De dónde salió el ARN? 
Las últimas teorías en bioquímica apuntan que las chimeneas hidrotermales -posibles testigos del nacimiento de la vida- podrían
haber dispuesto las condiciones necesarias para que se formaran los primeros nucleótidos, las piezas que constituyen el ARN y
el ADN. Este último, que resistía más las mutaciones, era un almacén de genes mucho más fiable que el ARN. Sólo había que
transformar ARN en ADN para iniciar el ciclo de la vida. Para ello se necesitaba una enzima, que es la misma que utilizan los
retrovirus modernos para copiar su material genético en la célula huésped y replicarse. Por eso, "puede que la vida comenzara
con un ciclo de vida retrovírico", afirma Lane. 
4. LA FOTOSÍNTESIS
Que nuestro planeta sea verde se lo debemos al pigmento que tiñe las hojas de los vegetales, la clorofila. Este pigmento es
imprescindible para que se produzca la fotosíntesis, un proceso que, con ayuda del sol, transforma la materia inorgánica -CO 2- en
orgánica -glucosa- y libera el oxígeno que hace posible la vida en la Tierra. La  clorofila absorbe la radiación solar, que utiliza para
romper moléculas de agua y, de paso, liberar electrones de su estructura. Si disparamos unas cuantas de estas partículas
negativas sobre el CO2 fijado en las hojas de las plantas, obtenemos glucosa. La extracción de esos electrones tiene lugar en los
cloroplastos, estructuras de las células vegetales que contienen la clorofila y otros pigmentos fotosintéticos. 
Partiendo el agua. Los antepasados de los cloroplastos fueron las cianobacterias. Hace 3.000 millones de años, estas rompían el
agua mediante una única sustancia fotosintética, para obtener energía y alimento. El gen que regulaba la síntesis del pigmento
se duplicó y originó dos fotosistemas -centros con moléculas fotosintéticas- que la selección natural fue separando. Las
cianobacterias utilizaban uno de esos dos sistemas, pero nunca ambos a la vez. Sin embargo, las plantas y algas actuales
emplean dos grupos de clorofilas distintas. ¿Cuándo empezaron a combinarse?  Oxigenados. Según Lane, las cianobacterias se
toparon con un problema: en el segundo fotosistema se producía una sobrecarga de electrones que lo inutilizaba. Sus células
utilizaban manganeso para protegerse de las radiaciones ultravioletas. Cuando un átomo de manganeso absorbía luz ultravioleta,
liberaba un electrón que era engullido por la clorofila en el segundo fotosistema, y el proceso se atascaba. La solución fue que
ambos sistemas funcionaran a la vez. Así, los electrones liberados salían del manganeso, atravesaban los dos fotosistemas y
llegaban al CO2; se unían a él y producían un desecho valiosísimo para el planeta: el oxígeno. 
5. LA VISTA
Los primeros ojos del registro fósil son de hace 540 millones de años, muy próximos a la llamada explosión del Cámbrico, una
época en la que repentinamente y sin que los científicos sepan explicar por qué, la Tierra se llenó de una gran variedad de
organismos complejos. Por eso, los científicos creen que o bien el invento de la vista provocó este cambio evolutivo, o bien ya
existía antes y por alguna razón no fosilizó. Hay más de una forma de fabricar ojos. Los de los trilobites eran de calcita. Los
camarones, las vieiras y las langostas emplearon cristales de guanina, mientras que los mamíferos optamos por los cristalinos
proteicos. Todos tenían en común un fotorreceptor, la rodopsina. 
Los ojos del alga. La rodopsina cumple dos funciones biológicas: posibilita la visión y regula el ritmo circadiano de los seres vivos.
Los científicos creen que antaño hubo células fotosensibles que contenían rodopsina. Sus hijas evolucionaron en dos
direcciones: unas trazaron el camino de la visión; y las otras, el del control circadiano. Por razones desconocidas, los vertebrados
e invertebrados escogieron células diferentes para realizar esas tareas.  ¿Pero cuál fue el primer ser vivo con ojos? Posiblemente
un alga que utilizaba pigmentos -entre ellos, rodopsina- para registrar la intensidad de la luz. Esos pigmentos también se hallan
en las membranas de los cloroplastos, responsables de la fotosíntesis, cuyos antepasados hace mil millones de años eran las
cianobacterias. Por eso Lane postula que estas ya debían ser capaces de detectar los cambios lumínicos del entorno. 
6. EL SEXO
El origen -y el mantenimiento- del sexo es uno de los mayores galimatías de la biología moderna. A priori, la  reproducción
asexuales más cómoda: todo el mundo puede generar descendencia partiéndose en dos y no hace falta gastar energía en buscar
un partenaire.  Pisotear al compañero. La reproducción sexual es una coctelera en la que se mezclan genes aleatoriamente. Un
espermatozoide se une a un óvulo para formar una nueva célula, y a partir de ahí comienzan el proceso de duplicación del  ADNy
la meiosis, un baile de cromosomas en el que estos se mezclan para generar otros nuevos. Y este es el verdadero meollo de la
cuestión, porque, además, hay genes tramposos que intentan a toda costa pasar a la descendencia, aunque para eso tengan que
pisotear a los otros. Visto así, no parece que el sexo sea la mejor forma para perpetuarse, aunque, si está presente en casi todos
los organismos eucariotas, por algo será. Y es que para estos el celibato es peor, porque conduce inevitablemente a la extinción. 
Ya en 1094, el biólogo alemán August Weismann alegó que el sexo beneficia a las poblaciones, pues agrupa combinaciones de
genes positivos, que mejoran la progenie; y de negativos, que borran del mapa a sus portadores. Seguramente sucedió así en
sus orígenes: un puñado de células comenzó a mezclar sus materiales genéticos en lugar de clonarse, como hacían las
bacterias. Aquel feliz accidente otorgaba una enorme ventaja a la descendencia, que empezó a acumular buenas mutaciones.  
7. EL MOVIMIENTO
La posibilidad de moverse de los primeros organismos "ha dictado el paso de la evolución, el ritmo al que genes y especies
cambian a lo largo de la historia", afirma Lane. Al final del pérmico, hace 250 millones de años, aparecieron los  músculos,
máquinas capaces de transformar la energía química en mecánica. Están formados por bandas regulares de fibras que se
contraen o se relajan en función de dos moléculas, la actina y la miosina. También hay una segunda familia de proteínas
motoras, las kinesinas, que participan en los movimientos de entes celulares, como el de los cromosomas durante la división
celular. Todas ellas -miosinas, actinas y kinesinas, tienen su antepasado en las bacterias. 
Que la fuerza te acompañe. Las bacterias móviles de la actualidad -no todas lo son-, se desplazan deslizándose, contrayéndose
o mediante flagelos. Lo que sigue siendo un misterio es cómo desarrolló su motilidad la célula eucariota, si fue a partir de genes
que ya estaban en ella o gracias a la cooperación entre células, como sostiene la bióloga Lynn Margulis. Lo que sí se sabe es
que el antepasado de los organismos eucariotas era móvil, porque sin la capacidad de producir fuerza para desplazarse se
habría extinguido. 
8. LA SANGRE CALIENTE
La sangre caliente es un invento bastante reciente que confiere muchas ventajas. Un ave, de sangre caliente, es capaz de
generar 10 o 15 veces más calor que una tortuga de tamaño similar, de sangre fría, que necesita ponerse al sol para mantener su
temperatura corporal. Una lagartija huye mucho más veloz que un mamífero, pero después del sprint debe detenerse a
descansar exhausta durante unas horas. 
Calientes y resistentes. Gracias a la respiración anaeróbica, los animales de sangre fría -ectotermos- generan energía muy
rápidamente, aunque no pueden mantenerla mucho tiempo debido a su metabolismo lento. En cambio, el rápido metabolismo de
los animales de sangre caliente -homeotermos- consume mucho oxígeno y calorías, pero les permite mejorar su rendimiento. Si
bien tener sangre caliente supone llevar una vida más corta marcada por el hambre, conlleva recompensas, como energía,
resistencia y un cerebro voluminoso. 
¿Cuándo se caldeó? Los antepasados de los mamíferos y las aves -de sangre caliente- y de los cocodrilos -de sangre fría- se
localizan en el periodo Triásico, que comenzó hace 250 millones de años, muy cerca de la extinción pérmica que acabó con el
95% de las especies. 
Según Nick Lane, si no fuera por los hervíboros quizás nunca hubiéramos desarrollado la homeotermia -pocos lagartos actuales
comen plantas-. Y puede que esa relación entre la dieta vegetariana y la sangre caliente tenga que ver con el nitrógeno. Los
vegetales, al contrario que la carne, son bajos en este compuesto químico, que resulta esencial para que los organismos
fabriquen proteínas. Para conseguir la cantidad necesaria de nitrógeno, los hervíboros debían atiborrarse de plantas. Y eso
hacían. Pero les generaba un problema: un exceso de carbono, abundante en los vegetales, del que tenían que librarse. ¿Cómo?
Quemándolo. Y nada mejor que un metabolismo rápido, que es propio de los animales de sangre caliente, para consumir esos
residuos carbónicos. 
9. LA CONSCIENCIA
Antes del primer año, los bebés se reconocen en el espejo. Esta capacidad que llamamos consciencia plantea numerosos
interrogantes. El cerebro físico es un producto de la evolución, ¿pero la mente, que es inmaterial, de dónde surgió? Los
neurocientíficos distinguen entre dos formas de consciencia estrechamente relacionadas. La primariat iene que ver con las
emociones y las percepciones, y se nutre de la información que llega al cerebro de los sentidos. La consciencia extendida está
relacionada con la cultura y la representación abstracta del mundo. 
Atlas emocional. Para el neurólogo portugués Antonio Damasio, el cerebro procesa los estímulos que vienen de los sentidos y
elabora un mapa neuronal con las emociones. Por ejemplo, ver a un hijo genera una respuesta emocional en el cerebro. "La
consciencia es el conocimiento de los objetos del mundo que alteran el yo y cambian esos mapas neuronales", afirma Lane. 
Nuestro cerebro está dotado de una maraña de fibras nerviosas que conectan sus zonas. Los genes dibujan el circuito general, y
la experiencia, el cableado de los detalles. Cuando percibimos algo, diferentes regiones del cerebro se activan en sincronía y
deben actuar al unísono tanto para captarlo como para revivirlo. Así funciona: la consciencia primaria recoge percepciones y
reconstruye el presente, mientras que la extendida une memoria y lenguaje, dota de significado emocional a cada percepción y le
añade pasado y futuro. 
10. LA MUERTE
La muerte tiene beneficios evolutivos. Hace 3.000 millones de años, las cianobacterias que poblaban la Tierra contenían una
maquinaria suicida de enzimas que desmantelaban la célula desde dentro. Esta decisión de quitarse de en medio
o apoptosis puede tener su origen en la especialización celular. Las poblaciones de cianobacterias estaban formadas por trillones
de células que empezaron a realizar funciones distintas para adaptarse al entorno. Las suicidas apoyaron con su muerte a las de
la línea principal, que se perpetuó. Del mismo modo, para que se formen las manos en el embrión humano, las células que unen
los dedos con una membrana tienen que inmolarse. 
Viejas dudas. Sólo la muerte hace posible la vida multicelular, pero una cosa es morir y otra hacerse viejos. En los 50 se creía
que envejecíamos a causa de los radicales libres, que atacaban el ADN y las proteínas, pero ahora se sabe que estas moléculas
optimizan la respiración celular. La alimentación tiene mucho que ver con la longevidad. Estudios con ratas han demostrado que
una restricción calórica alarga la vida y hace que padezcan menos enfermedades asociadas al envejecimiento. Eso sí, el castigo
por vivir más años es la infertilidad. 
Condiciones del ensayo

 Debe ser escrito a mano.


 Debe tener mínimo 4 páginas a parte de la portada.
 Debe tener 3 cm de margen en la parte de superior e inferior y 2.5 cm de margen parte izquierda y derecha.
 Debe ser realizado en hojas de máquina. Si lo realiza en otro tipo de hoja no será recibido por el docente. ( puede ser en
hojas de reciclaje en buen estado)
 Será entregado el día indicado por el docente, luego de ese día no será recibido.
 Será realizado en pareja.

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