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Producción discursiva en la comunicación oral. Un estudio basado en el francés.

Elisabeth Gülich y Thomas Kotschi

(“Discurse Production in Oral Communication. A Study Based on French”*. En Quasthoff, U.


M. (Ed.), Aspects of Oral Communication, Walter de Gruyter, Berlín- New York, 1995.)

Traducción interna para la cátedra de Socio y Psicolingüística, FHyA, UNR – Año 2011.
Prof. Lucía Romanini

1. Una aproximación lingüística a las actividades de producción discursiva


1.1 Investigación lingüística anterior

En la aproximación al análisis de la comunicación oral que se presentará en este artículo


nos centraremos en las actividades que los hablantes realizan en el proceso de producción
discursiva. En particular, trataremos acerca de las actividades de formulación, i.e., actividades
de las que el hablante se hace responsable y de las que un interlocutor puede, a su vez,
considerarlo responsable. Asumiendo que los enunciados [utterances] producidos en la
comunicación oral son el resultado de tales actividades de formulación, una parte importante
de nuestro trabajo consistirá en observar los rasgos característicos de los enunciados orales
[spoken utterances] –tal como han sido descriptos para el inglés, francés, alemán y muchas
otras lenguas– desde el punto de vista de algunas consideraciones teóricas acerca de los
fenómenos de la producción discursiva. Estudiar estos rasgos desde la perspectiva de esta
aproximación puede permitirnos reinterpretarlos en alguna medida, para proporcionar una
nueva, y tal vez mejor, descripción sistemática de estos rasgos, y relacionarlos con otros
aspectos de la comunicación oral.
Focalizar el concepto de producción discursiva y, en particular, las actividades de
formulación, en el análisis de enunciados de la comunicación oral significa al mismo tiempo
dedicar especial atención al proceso por el cual estos enunciados llegan a existir. Durante
mucho tiempo los estudios lingüísticos, incluso los de la lingüística textual, acerca del
lenguaje hablado, se centraron en el resultado, i. e., en los enunciados o en los textos, e
ignoraron ampliamente el proceso por el cual surgen. Los estudios de la producción discursiva
fueron considerados como pertenecientes al dominio de los psicolingüistas. A diferencia de
esos estudios psicolingüísticos, en la perspectiva que este artículo toma sobre las actividades
de producción discursiva, no se enfatizarán los aspectos cognitivos; por el contrario,
centraremos nuestra atención en los fenómenos que son directamente observables en el
discurso1. Asumimos que, cuando surgen problemas o hay obstáculos que deben ser

*
Este artículo se remonta a un borrador originalmente escrito en alemán. La presente versión [en inglés] se basa
en una traducción hecha por Gisela Baumann.
1
Esta perspectiva la sostienen una serie de autores en las colecciones de Antos/Krings (1989) y Krings/Antos
(1992). Antos (1989) da una visión extensiva de las diferentes aproximaciones a la investigación acerca de la
producción discursiva. Levelt (1989) es representativo del trabajo psicolinguistico reciente. El contraste entre
fenómenos “cognitivos” y “directamente observables” es por supuesto una simplificación. Levelt en particular

1
superados, el trabajo de producción discursiva de un hablante deja rastros [traces] en sus
enunciados lingüísticos, que son accesibles al análisis lingüístico2.
Aquí discutimos entonces las actividades de producción discursiva en el proceso de
interacción conversacional. Analizaremos cómo el trabajo de producción discursiva se realiza
bajo las condiciones de la comunicación oral espontánea u “oralidad concepcional”
[“conceptional orality”] (término empleado por Koch/Oesterreicher 1990).
Hablaremos de los procedimientos que los co-participantes emplean para producir
enunciados lingüísticos. Algunos de esos procedimientos fueron descriptos en nuestros
trabajos anteriores (e. g. Gülich/Kotschi 1987 a y b; Gülich 1986 a y b; Kotschi 1986, 1990).
En este artículo pondremos el acento en las reflexiones tanto acerca del estatuto teórico de
tales procedimientos como en la manera en que se relacionan unos con otros. Es posible por
lo tanto que estemos en condiciones de contribuir a una teoría de las actividades de
producción discursiva, que deberá ser desarrollada, con la expectativa de que sea posible
situarla en el contexto de otras aproximaciones propuestas en torno al análisis de la
comunicación oral.
Aunque la investigación lingüística anterior acerca de la comunicación oral no prestó
particular atención a la producción discursiva, puede resultar productivo tomarla en
consideración y construir sobre la base de sus resultados. En nuestra aproximación al análisis
de la comunicación oral combinamos, en particular, dos líneas de investigación: la
investigación del lenguaje hablado, por un lado, y, por el otro, la lingüística textual y la
pragmática.
El estudio del lenguaje hablado tiene una larga tradición, que se remonta a una época en la
que no había un interés específico en los aspectos comunicativos; el énfasis recaía, en cambio,
en las diferencias entre el lenguaje escrito y el hablado y, por lo tanto, en los rasgos típicos del
lenguaje hablado, con especial consideración a los problemas de la norma lingüística. Sólo en
relación con la lingüística textual se observaron rasgos discursivos más complejos. Los
marcadores de estructura [structuring markers], por ejemplo, han sido considerados durante
mucho tiempo como típicos del lenguaje hablado, pero –como ahora puede verse– sus
funciones con respecto a la comunicación oral sólo pueden ser adecuadamente descriptas en
relación con el contexto discursivo (cf. Gülich 1970). En nuestro trabajo sobre las actividades
de producción discursiva, también nosotros partimos de ciertos fenómenos individuales de la
comunicación oral, como los marcadores parafrásticos (Gülich/Kotschi 1983 a y b), y luego
lentamente desplazamos nuestra atención, primero hacia los procedimientos de reformulación,
y luego hacia las actividades de producción discursiva en general.
Los estudios del lenguaje hablado generalmente indican que el interés en las cuestiones de
la comunicación oral y la producción discursiva se ha incrementado considerablemente. El

muestra también un interés en las “estructuras de superficie”; la diferencia reside en los puntos de partida:
mientras que Levelt procede “ de la intención a la articulación”, en la aproximación que presentamos aquí es el
discurso articulado lo elegido como punto de partida.
2
“La formulación como resolución de problemas” es la idea básica de Antos (1982; cf. especialmente, cap. 4),
que nosotros adoptamos en Gülich/Kotschi (1987 a y b), desarrollándola más haciendo referencia a ejemplos
tomados de la comunicación oral en francés.

2
estudio extensivo más reciente del francés hablado, por ejemplo –Blanche Benveniste (1990)–
expresa claramente esta tendencia:

Estudiar el francés hablado es estudiar un discurso generalmente no preparado de


antemano. Cuando producimos discurso no preparado, lo construimos en el curso
de su producción, dejando rastros de esta producción (17; traducción del francés).

Koch/Oesterreicher (1990) argumentan en un sentido similar cuando plantean que algunos


rasgos del lenguaje hablado son universales porque “puede describirse cómo derivan de
condiciones de comunicación y estrategias de verbalización universales (50; traducción del
alemán); de algunos fenómenos sintácticos se dice explícitamente que son “reflejos
[reflections] del proceso de producción discursiva en la estructura sintáctica” (83).
El desarrollo de la investigación sobre el lenguaje hablado exhibe por tanto una clara
tendencia hacia la consideración del lenguaje hablado como un campo independiente que
sigue sus propias reglas y regulaciones, en lugar de un análisis que lo oponga al lenguaje
hablado. Esta tendencia es ya evidente en la reseña que realiza Betten (1977/78), en la que
trata extensivamente la influencia de la pragmática y el análisis de la conversación en la
investigación sobre el lenguaje hablado (cf. también Schank/ Schienthak 1976 1983).
De modo que el objeto de investigación no sólo se expandió de unidades más pequeñas a
otras más complejas (macrosintaxis), sino que también sufrió un cambio cualitativo: nuevos
fenómenos aparecieron a la vista –al punto que los rasgos “clásicos” del code parlé,
usualmente contrastados con un code écrit, perdieron su particular relevancia (cf. el estudio
comprehensivo del fraçais parlé de Blanche-Benveniste, en el que los rasgos morfológicos
típicos, así como otras características, son intencionalmente dejados de lado; ver 1990: 14)
Nuestro trabajo de investigación debe considerarse, por un lado, en el contexto de los
estudios sobre el lenguaje hablado; por otra parte, ha sido fuertemente influenciado por la
investigación en pragmática y lingüística textual que se ha desarrollado en los últimos 25
años. La importancia de los estudios tempranos en lingüística textual, por ejemplo, se
manifiesta en el hecho de que la textualidad del signo lingüístico (Hartman 1971) y la
interpretación sistemática de los fenómenos lingüísticos desde la perspectiva del contexto y
la situación comunicativa [speech situation] (demostrada por Weinreich (1964) para el
ejemplo del tiempo [tense]) podrían también ser estudiados con respecto a los enunciados de
la comunicación oral. La lingüística textual, que previamente estuvo orientada en particular
hacia los textos escritos, podría entonces ejercer cierta influencia en el desarrollo de nuevas
aproximaciones en análisis del discurso (de las que nosotros participamos). Con respecto a la
pragmática, la especial consideración otorgada a la teoría de los actos de habla y a la teoría de
la acción verbal en general, tuvo también un impacto importante: en Gülich/Kotschi (1987 a)
tomamos la distinción propuesta por Motsch/Pasch (1987) entre varios tipos de acciones
verbales, para diferenciar las estructuras de actividades de producción discursiva de las otras
acciones verbales. Al mismo tiempo, con respecto a la descripción de los procedimientos
individuales de reformulación, nos orientamos por las propuestas del Análisis de la
Conversación desde el enfoque etnometodológico. Esto resultó en una interés creciente por
los fenómenos interactivos. De nuevo, los desarrollos realizados en esta tradición de

3
investigación resultan en modificaciones tanto en la calidad como en la extensión cuantitativa
del objeto de investigación: texto, acción e interacción3, parecen ser temas de investigación
harto diferentes.
Nuestra aproximación puede, por lo tanto, ser considerada como una contribución al
análisis del discurso hablado interactivo que continúa la investigación sobre el lenguaje
hablado, pero desplaza el foco metodológico al tomar como objeto de estudio los
procedimientos de producción discursiva, en vez de los fenómenos lingüísticos individuales.
Estos procedimientos aparecen señalados por fenómenos lingüísticos específicos, observables
en el discurso hablado.

1.2 Consideraciones metodológicas

En nuestro análisis de estos fenómenos nos guiamos en este momento por las
consideraciones metodológicas propuestas en el marco de los estudios que se vinculan
principalmente con dos aproximaciones: 1) el Análisis de la Conversación desde la
etnometodología, desarrollado por Sacks, Schegloff, Jefferson y otros4 y 2) el tipo de análisis
del discurso desarrollado en Ginebra por Roulet y otros, que está basado en el diálogo, la
teoría de los actos de habla y la teoría de la argumentación5.
Hay, por lo tanto, tres principios centrales que determinan nuestro análisis de las
actividades de producción discursiva:
- Enfatizamos los aspectos secuenciales de los enunciados verbales: las actividades
de producción discursiva se consideran procesos en el curso de los cuales las
formulaciones son producidas, consideradas insatisfactorias y reformuladas de una
manera tal que puede observarse un logro progresivo en los enunciados.
- acentuamos el carácter interactivo de la producción discursiva y tratamos los
enunciados verbales como el resultado de una “construcción interactiva”
(Goodwin 1979 y en este volumen) o –como lo presenta Schegloff (1982)– un
“logro interaccional”:

La producción de una cadena de habla por un hablante es algo que involucra la


colaboración con las otras partes presentes; esa colaboración es de carácter
interactivo, y está enlazada a través del discurso, esto es, se trata de un logro en
curso más que de un pacto firmado al comienzo, luego del cual el discurso se
produciría enteramente como un esfuerzo individual (1982: 73).

3
El rol que juega el concepto de interacción en todo el desarrollo reciente de la lingüística es rastreado en detalle
oir Kerbrat-Orecchioni (1990). Véase también Heritage, en este volumen.
4
Para una visión de conjunto, cf. Sudnow (1972), Schenkein (1978), Pastas (1979) y Atkinson/Heritage (1984),
así como Kallmeyer/Schütze (1976), Bergman (1981), Streeck (1983) (para su recepción en Alemania) y
Bachmann/Lindenfeld/Simonin (1981), Bange (1983), Coulon (1987), Gülich (1991) (para su recepción en
Francia). Véase también Heritage, en este volumen.
5
La versión más temprana fue publicada en Cahiers de linguistique française 1/1980. Roulet et al. (1985) puede
considerarse representativo de la fase temprana del desarrollo de este modelo. Roulet (1989) y Moeschler (1990)
brindan un sumario del desarrollo, en tanto que Roulet (1991) y el nº 13/1992 de Cahiers de linguistique
française, ed. por Moeschler, provee información sobre desarrollos más recientes.

4
Como un paso lógico, observamos también todo enunciado monológico como
potencialmente dialógico (Cf. Kerbrat- Orecchioni 1990:14).
- Tenemos en cuenta la función específica que ciertos grupos de marcadores
cumplen al crear y especificar relaciones entre constituyentes del discurso en
varios niveles jerárquicos. Sometiendo algunos de estos marcadores a un análisis
semántico y estructural, pueden realizarse distinciones y clasificaciones más
adecuadas de las actividades de producción discursiva. Algunos de estos
marcadores (especialmente los conectores) combinan producción discursiva y
funciones argumentativas (cf. Roulet 1987); en la medida en que los estudios de
producción discursiva recurran a estos análisis de marcadores, pueden surgir
nuevas perspectivas para la descripción de la estructura de la argumentación
conversacional.

Los primeros dos principios están tomados del análisis de la Conversación; el tercero se
deriva del análisis de las conversaciones en francés desarrollado sobre la base del “modelo de
Ginebra” para el análisis del discurso6.

2. Tres tipos de rastros de la producción discursiva


2.0 Consideraciones preliminares

Planteamos más arriba que el trabajo de producción discursiva de los hablantes deja
rastros en los enunciados que producen, y que son estos rastros los que resultan accesibles al
análisis lingüístico. Sobre la base de los análisis que realizamos acerca de corpora de discurso
hablado, y de nuestro trabajo anterior sobre procedimientos de reformulación, hemos
distinguido tres tipos de rastros y los hemos relacionado con diferentes aspectos del trabajo de
producción discursiva.
El primer tipo incluye todos los fenómenos usualmente considerados típicos de la “parole”
o “performance”: fenómenos de hesitación, enunciados incompletos, falsos comienzos,
palabras o sílabas repetidas, etc. Son, sin duda, parte de lo que constituye la “oralidad
conceptual” y tienen ciertamente sus propias estructuras y orden. Los interpretamos como
marcadores que señalan procedimientos de verbalización, tales como autocorrecciones [self-
reparing], completamientos, etc.
En el segundo tipo de rastros incluimos los fenómenos con estructuras más complejas; es
característico de estos fenómenos que se refieran a un segmento precedente mediante un
nuevo enunciado, que, de alguna manera, cambia, modifica, reformula o expande el
enunciado anterior. En otras palabras, el hablante ejerce algún tipo de tratamiento sobre un
enunciado que ya ha sido producido. Nos referiremos por lo tanto a este tipo de rastros como
procedimientos de tratamiento. Entre los procedimientos de tratamiento más conocidos se

6
La posibilidad de comparar el “análisis de la conversación (basado en la etnometodología)” y el “análisis del
discurso (basado en la teoría de los actos de habla)” ha sido el tema de un debate de larga data que ha rastreado
Brassac (1992) (cf. también Searle et al. 1992)

5
incluyen paráfrasis, repeticiones, correcciones o explicaciones. En francés, son marcadores
típicos de estos procedimientos expresiones como c’est-à-dire, en fin, donc, etc.
Finalmente, el tercer tipo consiste en procedimientos metadiscursivos de evaluación y
comentario explícitos, de los que sirven como marcadores expresiones como comment dirais-
je, entre guillemets, comme on dit. Con tales enunciados, un hablante se refiere, en un nivel
metadiscursivo, a diferentes tipos de problemas en la producción discursiva. En contraste con
los procedimientos de tratamiento, estos enunciados tienden a señalar ciertos problemas de
comunicación, más que a resolverlos. Estos procedimientos son, de alguna manera, una
manifestación explícita del constante monitoreo cognitivo del hablante sobre su producción
discursiva. Con respecto a este tercer tipo de rastros hablaremos de procedimientos de
calificación.
Estos tres tipos de rastros se refieren a diferentes actividades de producción discursiva,
i.e., verbalización, tratamiento y calificación. La verbalización es la actividad fundamental
entre las mencionadas, en la medida en la que tiene lugar cada vez que se producen
enunciados lingüísticos, en tanto que el tratamiento y la calificación de enunciados ya
proferidos son actividades adicionales, aunque muy comunes en el discurso hablado
espontáneo.
La Tabla 1 resume las distinciones que hemos señalado. Muestra las diferentes actividades
de producción discursiva (verbalización, tratamiento y calificación) y los rastros que dejan en
el discurso. Tomamos estos rastros como punto de partida, porque el análisis de los rastros
hace posible inferir diferentes tipos de actividades. Además del marcador en sí, (e.g., la
expresión c’est-à-dire o un fenómeno de hesitación como una pausa rellena) el procedimiento
respectivo que especifica (e.g., paráfrasis o autocorrección) es también considerado como un
rastro de las actividades de producción discursiva.

VERBALIZACIÓN TRATAMIENTO
marcadores procedimientos
marcadores procedimientos

CALIFICACIÓN

marcadores procedimientos

Tabla 1

Los varios tipos de rastros serán discutidos en mayor detalle en la sección que sigue, a
partir de ejemplos del francés. Su análisis nos dará un mejor acceso a varios rasgos, diferentes
pero siempre centrales, de la producción discursiva.

2.1 Procedimientos de verbalización


2.1.1 Características generales

Los marcadores de procedimientos de verbalización aparecen prácticamente en todo


fragmento de habla espontánea. El ejemplo que sigue puede servir como ilustración. Está

6
tomado de una conversación entre dos jóvenes franceses que hablan acerca de los
procedimientos para acceder a un bachillerato externo y tienen dificultades para nombrar los
documentos necesarios.

(1)
1 C: (forte) bon prEmièrement pour=eh pour avoir la listE, pour qu’ça soit Eux.
2 qui définissent la liste des=œuvres à travailler’ – et qui à p/ à partir de là’
3 euh : t’envoient des : des COURSs’ .. euh (en)fin des devOIRs . sur sur ces
4 œuvres-là
5A: . mh
6 C : pour ta prépatration, j(e) CROIs qu’c’est possib(le) ça
7A : …(dudando)
8 OUI non mais ça c’est euh :: j/ . (en)fin c’est c(e) que j(e) j’t’avais :
9 c’est le : les :: les papiers qu(e) j’avais euh : . que le cned m’avait envoyés :
‘là au début
10 C : (jugando con un encendedor)
11A: de l’année’
12 C: .mhm
13 A: (en)fin en semptEMbre ou: *
14 C : ou, ouais, *
15 A :. AOUT(E), +
16 C : mh
[Lettre au rectorat]

Con sólo centrarse en las líneas 8 y 9 se pueden encontrar no menos de seis marcadores de
procedimientos de verbalización en una corta cadena de habla: una pausa rellena (euh::), un
falso comienzo (j/), un marcador de corrección ((en)fin), un nuevo comienzo luego de un
enunciado inacabado (c’est c(e) que), una vocal alargada hacia el final de una palabra
(j’t’avai:s); finalmente, hay dos casos de combinación sintagmática de dos elementos que
pertenecen al mismo paradigma morfológico (le: les:: y les:: les papiers). (Tales
combinaciones están generalmente marcadas prosódicamente –aquí, por medio de un
alargamiento vocálico).
Estos marcadores son relativamente bien conocidos porque han sido descriptos una y otra
vez como rasgos típicos de la producción discursiva espontánea. Sin embargo, los
procedimientos que señalan estos marcadores, en sí mismos, han sido poco estudiados –la
autocorrección es una de las pocas explicaciones que se han brindado. Algunos otros
candidatos para una tipología de estos procedimientos son los cambios de construcciones
sintácticas, los completamientos (interactivos) progresivos (cf. Gülich 1986 a) o el llamado
“trabajo de denominación”, que recientemente ha sido descripto de manera intensiva por
Blanche-Benveniste (1990) (cf. 2.1.2 más abajo).
Es un rasgo general de los procedimientos de verbalización y sus marcadores que
“interrumpen” la sucesión lineal de los constituyentes de la estructura sintáctica de superficie.
En los registros escritos de enunciados orales (como ocurre normalmente en las versiones
escritas de las entrevistas), con frecuencia son borrados, con lo que se obtiene una estructura
que, por regla general, corresponde a lo que el interlocutor ha entendido y guarda en su
memoria a corto plazo. Por ejemplo, alguien que oyera el extracto (1) comprendería parte de

7
las líneas 8 y 9 del diálogo más o menos así: “c’est [o: ce sont] les papiers que le cned
m’avait envoyés”, aunque la forma realmente enunciada es:

(1a) c’est le: les:: les papiers qu(e) j’avais ‘euh : . que le cned m’avait envoyés :’

Para los propósitos de nuestro estudio es particularmente útil contar con una descripción
de los procedimientos de verbalización que asegure que la secuencia real de constituyentes del
enunciado permanezca claramente visible, y que, al mismo tiempo, los propios
procedimientos sean registrados en todos sus detalles. Estos requerimientos se alcanzan
mediante el sistema de transcripción sugerido por Blanche-Benveniste (1990); en él se ubican
todos los procedimientos de verbalización a lo largo del eje de las relaciones paradigmáticas,
de modo que sólo las relaciones sintagmáticas queden expuestas en el eje “horizontal”. La
transcripción (1a) se transforma entonces en:

(1a’) c’est le:


les::
les papiers que(e) j’avais
euh: . que le cned m’avait envoyés

Una tal disposición de la transcripción, en la que los números de las líneas y las iniciales
de los hablantes se han omitido, revela inmediatamente la estructura lingüística de
procedimientos como la autocorrección y el completamiento progresivo.

2.1.2 Ocurrencias en varios niveles

En general, los problemas de verbalización indicados por los marcadores mencionados


arriba pueden ocurrir en varios niveles.
(i) En el nivel de la realización fonética: la falsa posición de un fonema puede constituir
un problema de verbalización, que se resuelve interrumpiendo el enunciado y empezando de
nuevo, como en el ejemplo que sigue (tomado de un registro diferente):

(2) c’est tout à fait une astuce qu’on appelle une légende jur/
urbaine
[bouillon de culture]

(ii) En el nivel morfo-léxico: un problema de verbalización puede ocurrir cuando un


hablante produce o memoriza una palabra compleja o una forma particularmente inusual, e.
g., por propósitos estilísticos. Insertar una pausa rellena (o algo similar) puede contribuir a su
resolución:

(3) même si un
un disons
quelqu’un euh disons
un français de souche
[Elsaß]

8
(iii) En el nivel léxico-semántico: los problemas de verbalización que aparecen en este
nivel pueden resolverse por el llamado “trabajo de denominación” (cf. Blanche-Benveniste
1990), que el hablante puede realizar: intenta encontrar una palabra para expresar un cierto
concepto y, para ello, o bien une sintagmáticamente dos o más expresiones lingüísticas
paradigmáticamente relacionadas, o bien provee “listas”; véase, por ejemplo, otro extracto de
(1):
(1b) là au début de l’année’
(en)fin en septEMbre
ou AOUT(E).+

Es notable que los procedimientos de verbalización, en particular en el nivel léxico-


semántico, tienen con frecuencia forma interactiva. El fragmento que sigue es un ejemplo
claro: tanto el hablante como el interlocutor participan del “trabajo de denominación”
(incluyendo el uso de expresiones metadiscursivas, véase 2.3 más abajo):

(4) 1 T: […] j’ai dit ma fille il faut absolument que . que tu sortes de ta coquille . et :
2 et bien l’attitude dan les mêmes maisons l’attitude des gens n’est plus du
3 tout la même
4 MB : mhm mhm
5 T: i f/ i faut .. comment vous dirais-je : …i faut pas avoir
6 l’air de. d’hésiter il faut je (ne)sait pas il faut s’créer une personnalité
7 MB : oui
8 oui
9 T: avoir l’air
10 MB : s’imposer
11 T : s’impo/ pas euh
12 MB : non
13 T : s’imposer tout en
14 s’imposant pas
15 MB : c’est ça oui naturellement alors
[Orléans 53]

Para las líneas 5 a 14 de este ejemplo las convenciones de transcripción sugeridas por
Blanche-Benveniste brindan el siguiente esquema7:

(4’) i faut
i faut
i faut
c. vous dirais-je .. i faut pas avoir l’air de d’hésiter
il faut
je (ne) sais pas il
il faut s’créer une personnalité
oui oui avoir l’air
s’imposer
s’impo/
pas euh non s’imposer tout
tout en s’imposant pas

7
En el contexto del presente argumento es completamente legítimo omitir los marcadores para la designación de
hablantes individuales. Esta omisión incluso permite ilustrar más claramente el carácter interactivo de la
actividad de producción discursiva que tiene lugar.

9
En este ejemplo, los interlocutores participan en un proceso de negociación
conversacional que termina cuando acuerdan en un concepto. Sin embargo, no expresa
adecuadamente ese concepto, por sí sola, ninguna de las expresiones que han avanzado. En el
curso de este proceso los interlocutores constituyen un nuevo “significado social” (cf.
Kallmeyer 1981:90)

(iv) roblemas que surgen cuando un hablante debe elegir una estructura sintáctica que
tiene que ser “la correcta” (con respecto al “estado de cosas” que debe ser identificado o a la
inserción en el co-texto), también pueden considerarse problemas de verbalización. En el
ejemplo (1a’) la selección de la forma verbal envoyés hace necesario cambiar la estructura
sintáctica que se había comenzado a enunciar.8 Todavía con respecto a este nivel, se puede
observar el procedimiento de completamiento interactivo mencionado más arriba, como lo
ilustra el siguiente ejemplo:

(5) 1 A: s(i) tu vas à Lyon c(e)t après-midi moi je te conseille um truc’ c’est d’aller
2 C: ouais
3 A : euh ::
4 C : au Flammarion’
5 A: . ben ou tu VEUx mais en tout cas’ de de de t(e)
6 TROUVER des . des=annales du bac de français’
[Lettre au rectorat]

En cierto momento del turno de habla de A, el hablante C selecciona una de las varias
posibles continuaciones sintácticas (específicamente, al “ofrecer” una frase preposicional, au
Flammarion, en la línea 3, en lugar de una construcción alternativa no finita, que aparece
luego, bajo la forma de trouver, etc.)

(v) Finalmente, es necesario considerar el nivel pragmático, ya que toda verbalización


supone estructurar el texto, “empaquetándolo” en unidades de información (cf. Brown/Yule
1983; Chafe 1987). Una de las tareas que el hablante tiene que realizar es la de especificar el
tamaño y la estructura interna de las unidades de información. Por lo tanto, los lugares de
transición entre dos unidades de información exhiben con frecuencia marcadores de
procedimientos de verbalización, tales como pausas, fenómenos de hesitación, modificaciones
en la melodía del habla, u otras variaciones prosódicas, cf.:

(6) 1 W3: oui mais quand même justement’ les bouquins de Queneau ou de Vian ou :
2 euh bon . quoi si on prend ces exemples-là
[Norm 304]

El ou : alargado, el euh, y también la breve pausa entre bon y quoi pueden considerarse en
este caso como marcadores de procedimientos de verbalización. El uso de bon y quoi muestra

8
Es especialmente a causa de tales quiebres estructurales que el concepto de oración [sentence] fue abandonado
en el estudio de las características gramaticales del francés hablado (cf. Blanche-Benveniste 1991, Deulofeu
1989 y, para mayor discusión, Kotschi 1991). En su lugar, las unidades que pertenecen a la estructura de la
información se desplazaron hacia el centro del análisis y la descripción.

10
que los marcadores aquí discutidos pueden co-ocurrir con los llamados marcadores de
estructura. Las ocurrencias de estos últimos (al menos en algunos de sus usos) pueden tener
funciones muy similares a las de los marcadores de procedimientos de verbalización.

2.2 Procedimientos de tratamiento


2.2.1 Características generales

Un segundo tipo de rastros de producción discursiva aparece cuando un hablante delimita


un segmento anterior de habla, producido por él/ella mismo/a o por otro interlocutor,
estableciendo una referencia hacia atrás con una nueva expresión, “trabajándolo” o
“tratándolo” de alguna manera. Hablamos por lo tanto de procedimientos de tratamiento. Los
ejemplos (7) y (8) muestran cómo un hablante trata como insuficiente una expresión
precedente, que podemos llamar expresión de referencia, al sugerir una alternativa: la
expresión de tratamiento.

(7) 1 C: moi j’l’ai passé [i.e. le bac] j’t’ai dit’ . dans des conditions complètement euh ::
2 normales (suavemente) enfin bon euh :+ après une première’ quoi
[Lettre au rectorat]

(8) 1 C: donc tu tombes avec un examinateur mais tu sais pas :s qui : avant’ . (respira)
2 et euh : il regarde ta liste’ et pis i(l) choisit alors il/ parfois i(l) te demande ton
3 avIs’ c’(est)-à-dire sur quoi tu préfères travailler’ mais c’est relativement rAre
[Lettre au rectorat]

La actividad del hablante en estos ejemplos consiste en caracterizar retrospectivamente


una expresión antes pronunciada (dans des conditions complètement euh ::normales y parfois
i(l) te demande ton avIs’, respectivamente) como insuficiente y por lo tanto meramente
preliminar (la fuente del problema [trouble source], para usar un término del análisis de la
conversación). Para resolver los problemas indicados, el hablante tiene a su disposición
procedimientos (o “métodos”, en el sentido etnometodológico de la palabra (véase Heritage,
en este volumen)), que le permiten modificar, enunciar con más precisión, explicar o corregir
el segmento de habla que es, por lo tanto, identificado como “expresión de referencia”. Estos
procedimientos de tratamiento se denominan reformulaciones.

expresión de referencia marcador expresión de


tratamiento
ejemplo (7) dans des conditions
complètement euh::
normales
enfin bon
euh ::
après une première
quoi
ejemplo (8) i(l) te demande ton avIs

c’(est)-à-dire
sur quoi tu préfères
travailler
Tabla 2

11
La estructura típica de las reformulaciones contiene una o más expresiones que funcionan
específicamente como marcadores; la estructura tripartita que resulta de ello (y que se
describe en detalle en Gülich/Kotschi 1987 a y 1987 b) aparece ilustrada en la Tabla 2.
Estructuras similares pueden aparecer con otros procedimientos. En esos casos, sin
embargo, la motivación para el tratamiento parece originarse menos en alguna fuente de
problemas que en metas discursivas más globales, e. g., ciertas estrategias argumentativas.
Esto se aplica, por ejemplo, a las generalizaciones (cf. (9)) o ejemplificaciones (cf. (10)):

(9) 1 E: vous l’alimentez comment ce compte […] comment vous l’alimentez . parce
2 que . un compte de non-résident’ . il faut qu’il soit alimenté eu ::h .. […]
[A la banque]

(10)1 E: l’alimentation du compte’ .. il faut que . qu’elle réponde à des normes précises
2 j(e) vous dis’ . + un travail effectué en France’ . ou bien le cas d’un marinier’
3 par exemple, qui fait un transport pour eu : h . un français’ . à ce moment-là il lui
4 faut la : .. facture’ . il faut des . des preuves’
[A la banque]

En (9) el hablante, un empleado bancario, se dirige a una estudiante alemana y le plantea


la pregunta acerca de cómo ella, como extranjera, va a asegurar que el dinero será depositado
regularmente en la cuenta que pretende abrir (vous l’alimentez comment ce compte).
Seguidamente, formula una regla general: un compte de non-résident il faut qu’il soit
alimenté. El extracto (10) ilustra el procedimiento contrario: primero el hablante ofrece la
regla general (l’alimentation du compte il faut qu’elle réponde à des normes précises), y
luego lo ilustra por una secuencia de ejemplos (que comprende varios pasos), presentando,
entre otros, el caso de un marinero (j(e) vous dis un travail […] il faut des preuves) En
ambos ejemplos, una expresión ya existente se transforma en la expresión de referencia de un
procedimiento de tratamiento; pero la relación entre la referencia y la expresión de
tratamiento es obviamente más compleja en este caso que en los ejemplos (7) y (8). A los
procedimientos tales como las generalizaciones y las ejemplificaciones los llamaremos por lo
tanto procedimientos de tratamiento no reformulativos.
La comparación entre los procedimientos de tratamiento reformulativos y no
reformulativos muestra que los marcadores ocurren con menos frecuencia junto a los
procedimientos no reformulativos que junto a los reformulativos. Aunque las
ejemplificaciones se realizan frecuentemente con marcadores como par exemple (véase e.g.
(10)), con respecto a las generalizaciones no puede decirse que se emplee comúnmente un
elemento de un subgrupo específico de marcadores9 (cf. Drescher 1992).
Los dos aspectos que siguen deben resaltarse en relación tanto con los procedimientos
reformulativos como con los no reformulativos:

- la relación semántica entre la expresión de referencia y la expresión de tratamiento


y el rol de los marcadores que señalan esta relación (cf. 2.2.2);

9
El marcador parce que que aparece en (9) no puede considerarse miembro de un tal subgrupo. En este contexto
tiene una función mucho más general (cf. Moescler 1989).

12
- posibles clasificaciones de procedimientos de tratamiento reformulativos y no
reformulativos cf. 2.2.3).

2.2.2 Relaciones semánticas y sus marcadores

La relación semántica entre la expresión de referencia y la expresión de tratamiento puede


siempre ser caracterizada a partir de dos perspectivas opuestas. Por un lado, encontramos
usualmente una relación de equivalencia, aunque sólo sea en sentido amplio, relación que, o
bien aparece puesta de manifiesto por los rasgos de las dos expresiones respectivas, o bien
está indicada por un marcador especial (para el rol central que los marcadores desempeñan en
tales procedimientos, ver también 2.2.3, más abajo). Por otro lado, tiene que haber una
relación de “diferencia” entre las expresiones de referencia y de tratamiento –de lo contrario
no habría nada que pudiera ser denominado propiamente procedimiento de “tratamiento”.
Ambas relaciones pueden estar presentes en diferentes grados; la manera en la que se
combinan es probablemente un rasgo central de los diferentes tipos de procedimientos de
tratamiento.
(i) En el presente contexto, la relación de equivalencia debe entenderse en un sentido
bastante extenso, ya que incluye un amplio rango de graduaciones. En línea con Viehweger
(1977: 260 y ss.), este concepto amplio incluye también relaciones entre expresiones que
comparten sólo una base semántica limitada y que por lo tanto sólo puede considerarse
equivalente en un “sentido parcialmente denotativo (i.e. mixto denotativo-referencial)” (261).
Para las funciones centrales en el discurso, esta equivalencia débil es, sin embargo, suficiente;
en relación con dos constituyentes, X e Y, permite una “repetición referencial identificativa”
(Hölker 198: 78 y ss.), lo que quiere decir que un hablante puede referir con Y al mismo
referente al cual ya había referido con X, con el requerimiento adicional de que el referente se
identifica (o debe identificarse) tanto con X como con Y. La expresión de equivalencia sirve
entonces no sólo para establecer coherencia entre las diferentes partes de un texto (como es el
caso de la sustitución pronominal), sino también para realizar una doble identificación,
evitable en principio, que se logra usualmente por diferentes medios.
En la medida en que las formas específicas de este tipo de equivalencia normalmente
pueden encontrarse en un corpus lo suficientemente grande, podría parecer que la relación
entre la expresión de referencia y la expresión de tratamiento estuviera basada en esta relación
de equivalencia. Sin embargo, al observar más de cerca el rol que desempeñan los diferentes
marcadores pragmáticos en el establecimiento de las relaciones de tratamiento, resulta
evidente cómo en algunos casos el mero uso de ciertos marcadores (un buen ejemplo es c’est-
à-dire), es la causa de que la presencia simultánea de dos expresiones dadas se comprenda
como una relación de equivalencia. El marcador puede, por lo tanto, ser interpretado como
una instrucción para que el oyente relacione dos expresiones.
(ii) El segundo aspecto relevante para la descripción de las relaciones entre la expresión
de referencia y la expresión de tratamiento se refiere al tipo específico de “diferencia” que
expresa un procedimiento de tratamiento: toda expresión de tratamiento contiene algo nuevo,
un elemento de cambio, de “progresión” comunicativa. Por regla general, algún tipo de

13
“variación” está, al menos, sugerida. Incluso en el caso límite de identidad sintáctica y léxica
entre la expresión de referencia y la expresión de tratamiento, i.e., en el caso de la repetición o
“paráfrasis” [rephrasing], el segmento repetido puede recibir un significado modificado por
algún tipo de desviación entonacional. La diferencia consiste, al menos, en el hecho de que –
simplemente a causa de su posición– la expresión de tratamiento tiene una “historia
discursiva” diferente, más amplia, en comparación con la expresión de referencia. De hecho,
el carácter de procedimiento que tiene la conversación (cf. Franck 1980: 49, véase también
Heritage, en este volumen) requiere una atención especial: como todo segmento de discurso
debe ser interpretado a la luz de los precedentes (cf. e.g. Brown/Yule 1983), no puede haber
repetición “pura”, que no tenga un “incremento” de rasgos semánticos (motivo por el cual el
término paráfrasis es preferible a repetición).
Estos aspectos de contenido que establecen la diferencia entre expresión de referencia y
expresión de tratamiento son los que determinan el tipo particular de procedimiento de
tratamiento del que se trata: una clase específica de variación entre dos expresiones puede
lograrse e.g. parafraseando, corrigiendo, ejemplificando o generalizando (véase más abajo
2.2.3).
(iii) Un rasgo estructural dominante de los procedimientos de tratamiento es el uso de
expresiones que funcionan específicamente como marcadores, tales como c’est-à-dire, en fin,
bon, quoi, de toute façon, en général, par exemple y muchas otras. Su uso representa el caso
estándar porque tales marcadores, llamados alternativamente conectores, aparecen en la
mayoría de las instancias de los procedimientos de tratamiento “prototípicos” (véase más
abajo 2.2.3). Están ausentes en muy pocos casos, e incluso entonces se puede asumir sobre la
base de los casos individuales –todavía no hay estudios sistemáticos– que las funciones que
normalmente realizan los marcadores están realizadas por medios entonacionales o
paralingüísticos. Una explicación de la frecuente ocurrencia de los marcadores podría ser que
son ellos los que contribuyen de manera significativa a la creación de una relación entre la
expresión de referencia y la expresión de tratamiento. Porque parece ser que con frecuencia
los rasgos semánticos y estructurales de la relación entre la expresión de referencia y la
expresión de tratamiento no son suficientes para determinar la naturaleza específica del tipo
de tratamiento del que se trata; en tales casos esa tarea la cumple exclusivamente el marcador.
Es probablemente debido al estatus prominente de los marcadores que la ocurrencia y la
función de varios de ellos fueron analizadas antes de que se estudiaran los procedimientos que
estos marcadores señalan (cf Kohler-Chesney 1981; Schelling 1982; Gülich/Kotschi 1983 a y
1983 b; Höelker 1988). Especialmente los marcadores de paráfrasis (como c’est-à-dire, c’est
qu, je veux dire, autrement dit, en d’autres termes) fueron estudiados desde varios puntos de
vista (Kohler-Chesney 1981; Gülich/Kotschi 1983 a y b; Authier-Revuz 1987; Murat/Cartier-
Bresson 1987; Tamba 1987 y especialmente Kotschi 1990).
No podemos desarrollar las implicaciones de un análisis exhaustivo de algunos de estos
marcadores en mayor detalle, pero nos gustaría poner el énfasis en este punto en el hecho de
que una descripción detallada de los marcadores constituye una preparación importante para
el desarrollo de una tipología de los procedimientos de tratamiento. Puede, por lo tanto,

14
asumirse sin riesgos que toda descripción de las ocurrencias y funciones de un marcador
individual ayudará a completar la tipología de los marcadores.

2.2.3 Tipología

Todo intento de clasificar los procedimientos de tratamiento debe tener en cuenta al


menos los siguientes aspectos:
(i) Procedimientos de tratamiento reformulativos versus no reformulativos. – Una
primera distinción, brevemente mencionada en la sección 2.2.1, concierne a los
procedimientos de tratamiento reformulativos y no reformulativos. La necesidad de esta
distinción surge de la siguiente observación: los procedimientos por los cuales el hablante
caracteriza retrospectivamente un enunciado como insuficiente, y por lo tanto lo reconoce
como la fuente del problema, no constituyen la única clase que forma parte de este grupo;
también existen procedimientos en los que la motivación para trabajar sobre una expresión
precedente parece derivar menos de una fuente de problemas que de metas discursivas
independientes (como lo son ciertas estrategias retóricas o argumentativas). En ambos casos,
motivación por una fuente de problemas o por otros medios, se puede, sin embargo, hablar de
tratamiento. Esto es porque el segundo tipo también constituye un procedimiento en el que
una cierta expresión refiere a una expresión precedente de tal manera que se establece entre
ambas una relación caracterizada por la equivalencia y la diferencia. Llamaremos entonces
procedimientos de tratamiento reformulativos a todos aquellos procedimientos motivados por
una fuente de problemas, y nos referiremos a todos los demás como procedimientos de
tratamiento no-reformulativos. Ejemplos típicos del último grupo son las generalizaciones
(cf. ej. (9)); Drescher (1992) provee un estudio detallado de este procedimiento) y las
ejemplificaciones (cf. ej. (10)).10
(ii) Reformulaciones parafrásticas versus no-parafrásticas. – Es posible diferenciar las
reformulaciones parafrásticas de las no parafrásticas (cf. Roulet 1987 y Rossari 1993). Esta
propuesta ofrece una interesante manera de subdividir la clase de los procedimientos de
tratamiento reformulativos. La distinción se sostiene sobre el hecho de que se asume que los
marcadores como de toute façon, en somme, en un mot, toute compte fait, somme toute, après
tout, en tout cas, en fait, de fait, au fond, tienen un rasgo particular en común: indican algo
que no estaría expresado por la estructura discursiva sola (i.e. sin la presencia de alguno de
estos marcadores), en particular, el “cambio en la perspectiva del enunciado”, que, al mismo
tiempo, indica un cierto grado de distancia con la perspectiva contenida en la expresión de
referencia. Dado que el máximo grado de distancia puede incluso igualar la “invalidación”

10
La distinción entre procedimientos de tratamiento reformulativos y no-reformulativos –establecida en relación
con el criterio de fuente de problemas– podría ser criticada porque a primera vista parece ser aplicable sólo a los
casos de auto-tratamiento: de hecho, las repeticiones de otros [other-repetitions] y las paráfrasis de otros
[other-paraphrases], por ejemplo, con frecuencia funcionan en los diálogos como confirmación o acuerdo (cf.
Krüger 1992); se podría preguntar si estos casos están en línea con el planteo acerca de que estos procedimientos
de tratamiento deben estar motivados por la existencia de una fuente de problemas. Parece adecuado, sin
embargo, asumir que las funciones de confirmación y acuerdo son funciones secundarias que, bajo ciertas
condiciones, se tornan centrales, sin negar la existencia de una fuente de problemas. De manera que puede
entenderse que los casos de “tratamiento de otros” también cumplen con este criterio.

15
(indicada e.g. por enfin), se puede asumir que esta clase también comprende el lugar
sistemático que ocuparán las correcciones. –La Figura 1 incorpora las distinciones entre
procedimientos mencionadas hasta aquí así como las que se dan entre los procedimientos que
discutiremos en (iii) y (iv).

Figura 1

(iii) Repeticiones versus paráfrasis. – La distinción entre a) repeticiones y b) paráfrasis


surge de las particularidades respecto de sus características estructurales y sus funciones.
a) Hablamos de repeticiones (rephrasages, cf. Gülich/Kotschi 1987 b; répétitions, cf.
Arditty 1987) si la expresión de referencia y la expresión de tratamiento son idénticas con
respecto a su estructura léxica y sintáctica, y asumimos que éste es también el caso cuando los
pronombres, morfemas verbales, etc. de la expresión de referencia son sustituidos en la
expresión de tratamiento para adaptar la deixis personal y temporal a los requerimientos de la
situación comunicativa. Por lo tanto, distinguimos entre repeticiones literales y no-literales.
Esta distinción, sin embargo, se aplica sólo a las repeticiones de otros, ya que las auto-
repeticiones son siempre literales: si ocurren cambios morfológicos del tipo de los
mencionados, se debe hablar de paráfrasis, “disociaciones” o correcciones. El siguiente
extracto (11) contiene un ejemplo de repetición literal y uno de repetición no literal:

(11)1 W2 […] quand je reçois une lettre de quelqu’un […]je fais attention (… ?) tiens
2 y a une faute tiens y a une faute tiens y a une faute (suavemente) tiens y a une
3 faute+
4 A mhmh et ça te choque
5 W2 quand je re/ ouais quand enfin ça me choque bon : tout est
6 relatif […]
[Norm]

En tanto que las tres repeticiones de tiens y a une faute son un dispositivo estilístico que
representa, a la manera de un ícono, el hecho reportado de que el hablante repetidamente
encontró otro error, la repetición de ça te choque como ça me choque tiene una función muy
diferente. Cuando el hablante W2 enuncia ça me choque –luego de haber interrumpido dos

16
veces su enunciado– , está haciendo dos cosas: por un lado, cita el ça te choque de A (el
cambio de te a me no tiene relevancia interpretativa aquí) y así logra –luego de haber
producido el marcador de corrección enfin– su nuevo comienzo con una expresión que
establece coherencia (ça […]choque – ça […]choque) y que a continuación convierte en el
objeto de un comentario. Por otro lado, presenta el ça me choque (y ahora el cambio en el
pronombre personal es en efecto relevante) como un enunciado cuya responsabilidad asume,
pero cuya validez está restringida mediante bon: tout est relatif, en la medida en que se puede
entender como sigue: ça me choque es válido, siempre que el significado de choquer sea
calificado.
Esta forma dual de una expresión de tratamiento como ça me choque en el ejemplo (11)
ha sido denominada “diafonía explícita” [“explicit diaphony”] (cf. Roulet et al. 1985: 77 y
ss.). Estas expresiones diafónicas ocurren preferentemente, aunque no exclusivamente, en
conexión con repeticiones no literales. Aunque es probable que no estén completamente
ausentes de las repeticiones literales, la sustitución de pronombres (u otros morfemas), que es
típica de las repeticiones no-literales, parece en efecto favorecer una interpretación diafónica.

Figura 2

Figura 3

La tipología de las repeticiones también debería dar cuenta de la diferencia entre las
repeticiones completas y las parciales, especialmente en relación con las repeticiones de
otros. El ejemplo (11) contiene repeticiones completas. La expresión de tratamiento de las

17
repeticiones parciales con frecuencia consiste en un solo lexema, sintagma, o alguna otra
estructura parcial de la expresión de referencia. Las repeticiones parciales frecuentemente
funcionan como una instrucción dirigida al interlocutor para que repita un elemento de su
enunciado que se desvía de las expectativas del oyente en términos de claridad acústica,
coherencia o conformidad con la norma. Las repeticiones completas, por su parte, también
pueden servir para expresar acuerdo con el punto de vista que el interlocutor presentó al
enunciar la expresión de referencia; pueden incluso fomentar la continuación del turno o
(diafónicamente) incorporar una expresión que asegure la coherencia como punto de partida
para tomar la palabra (cf. Arditty 1987: 62, Krüger 1992:76 y ss.). La ocurrencia de
repeticiones parciales y totales puede presentar una manifestación particularmente clara de la
producción discursiva lograda a través de la interacción, especialmente cuando la expresión
de referencia constituye, en mayor o menor medida, una “expresión fija” (cf. Tannen 1987)
Llegamos de esta manera a la tipología de repeticiones que se muestra en la Figura 2.

b) Una tipología de las paráfrasis fue sugerida en Gülich/Kotschi (1987 a: 239 y ss),
donde se distinguen los elementos que aparecen en la Figura 3.
La expansiones son casos en los que la expresión de tratamiento tiene una extensión más
larga que la expresión de referencia, de manera que un semema (o varios sememas) de la
expresión de referencia resulta desmontado, de manera más o menos arbitraria, en rasgos
individuales, que están representados por unidades lingüísticas independientes en la expresión
de tratamiento (cf. Viehweger 1977:257). En el extracto (12) esto se aplica a las dos
expresiones en negrita, ya que la expresión de tratamiento (avec une sorte ...) explica
componentes del semema de rhizomateux.11

(12)1 M : […] ces iris comme ça qui sont rhizomateux c’est-à-dire avec une sorte de .
2 de grosse racine une . un gros tubercule allongé c’est bien ÇA’
3 O: oui oui oui
[MJ, Iris sauvages]

Las reducciones revierten el proceso, caracterizando una expansión; los rasgos semánticos
de una unidad semántica anteriormente más larga aparecen “reunidos” y “condensados” en el
semema (o los sememas) de la expresión de tratamiento, cf.:

(13)1 M : […] ces tubercules faut pratiquement les laisser à la SURface du sol’ […]
2 O : et ne pas trop les : enterrer alors,
[MJ, Iris sauvages]

Las variaciones no exhiben ni las características de las expansiones ni las de las


reducciones; por regla general, se pueden reconocer por la presencia de aproximadamente las

11
Hay que tener en mente que la expresión de tratamiento –a pesar de su mayor extensión – con frecuencia
contiene no más sino menos rasgos denotativamente relevantes que la expresión de referencia. Esto también se
aplica a las dos expresiones que aparecen en el ejemplo (12): algunos de los rasgos de rhizomateux no están
contenidos en avec une sorte de. de grosse racine une . un gros tubercule allongé (no todos los bulbos raíces
largos son rizomas). No obstante, es posible que la palabra rhizomateux sea poco conocida o incluso desconocida
para algún interlocutor. En este caso la expresión de reformulación tiene un número mayor de rasgos semánticos
para esta persona.

18
mismas palabras, pero con una disposición secuencial diferente. El siguiente ejemplo muestra
este fenómeno:

(14)1 MC : […] donc il a un pouvoir énorme sur le terrain quoi, faut pas exagérer […]
2 mais sur la politique générale […] c’est quand même énorme comme
3 pouvoir hein,
[Assemblée générale]

Entre las paráfrasis que corresponden a este tipo se encuentran también aquellas que sólo
pueden reconocerse como tales si las relaciones referenciales de la expresión de referencia y
la expresión de tratamiento son conocidas.
Es necesario subdividir aun más las paráfrasis: el tipo de paráfrasis que se produce por
expansión se desglosa en especificación y explicación, en tanto que las que se producen por
reducción se subdividen en resumen y denominación. Esto da cuenta de los casos en los que
las paráfrasis son usadas para introducir nuevos aspectos, para definir un concepto abstracto,
para hacer un resumen o para encontrar una expresión que conceptualice algún asunto
complejo (para más detalles véase Gülich/Kotschi 1987 a: 241 y ss.).

(iv) Disociaciones versus correcciones. – La diferenciación entre a) disociaciones y b)


correcciones como tipos de procedimientos de tratamiento de reformulación no-parafrásticos
se sostiene sobre el criterio de “invalidación”: la validez de la expresión de referencia está
parcial o completamente “anulada” (cf. Gülich/Kotschi 1987 a: 243) en la instancia de una
corrección, lo cual no se aplica a las “disociaciones”.

Figura 4

a) Podemos distinguir tres tipos de disociación: recapitulaciones, reconsideraciones e


instancias de distanciamiento (cf. Figura 4)
Los marcadores de recapitulaciones (i.e., disociaciones “débiles”) son en somme, en un
mot, bref. Las reconsideraciones (disociaciones “medias”) están indicadas por tout compte
fait, somme toute, après tout, en fin de compte, finalement, en définitive y las instancias de
distanciamiento (disociaciones “fuertes”) están indicadas por en tout cas, de toute façon/
manière, en fait, de fait, en réalité, au fond (sobre el potencial semántico-pragmático de
marcadores individuales, cf. Roulet 1987 y 1990; Rossari 1993). Un hablante que realiza un
procedimiento de “disociación” no puede sin pérdida omitir los marcadores arriba
mencionados; estos procedimientos sólo pueden realizarse (y reconocerse) si están presentes
19
los marcadores correspondientes. Lo que la presencia del marcador especifica no se puede
inferir de la estructura discursiva estando el marcador ausente. De manera que es necesaria la
selección de una expresión particular para determinar la cualidad específica de la relación
entre la expresión de referencia y las expresiones de tratamiento.12
Para algunos de estos conectores no es necesario que la expresión de referencia se
corresponda con un constituyente discursivo efectivamente realizado; puede permanecer
implícito, i.e. como información a ser recuperada de la memoria discursiva. Para après tout
esto se sostiene incluso en la mayoría de los casos, cf.

(15)1 MC : […] et aujourd’hui comment considérez-vous c(e) moment-là : et com-


2 ment pourriez-vous être marxiste’ ou avoir=encore en vous une pEtite graine
3 de Marx, ..
4 L: mais . la GRAINE de Marx que j’ai gardée’ très certainement’ c’est
5 euh c’est certaines pensées d(e) philosophie’ de Marx=après tout : euh Marx a
6 été . un . GRAND spécialiste de c’que nous app(e)lons les sciences sociales
7 et humaines’ et : […]
[Chancel/Lèvi-Strauss]

La “expresión” de referencia de après tout, en este ejemplo, no es un constituyente


discursivo anterior, sino cierta información accesible a todos los interlocutores, referida a los
puntos de vista sobre el Marxismo, posibles argumentos que refutan una declarada creencia en
el Marxismo al momento del diálogo (aujourd’hui), etc. Esta información está asociada con
una perspectiva y contrastada con un nuevo punto de vista, más apropiado, que manifiesta la
expresión de tratamiento Marx a été un grand spécialiste de ce que nous appelons les
sciences sociales et humaines. Sin embargo, –y ésta es la función específica de après tout– L
expresa desde la primera perspectiva una disociación sólo limitada y tan sólo “instruye” a C
para que no mantenga todas las asunciones asociadas con la “expresión” de referencia que
tiene en su memoria discursiva.13
Si se considera (15) como un ejemplo de procedimiento de tratamiento –que es lo que
hemos sugerido– se debe necesariamente presuponer una interpretación del concepto de
“tratamiento” que permita todos los casos en los que las relaciones entre una X y una Y
típicas de un procedimiento de “tratamiento” puedan ser establecidas por el hablante (y
comprendidas por el interlocutor), incluso si la X remite a información que no está expresada
explícitamente. Pueden avanzarse al menos dos argumentos a favor de esta concepción:
Primero: Generalmente se aplica a todo constituyente discursivo el hecho de que sea
necesario interpretarlo no sólo a partir de la información contenida en los constituyentes
precedentes sino también a la luz de la información que se puede inferir de ellos o del
contexto y el conocimiento general. En la medida en la que estos dos tipos de información
(información expresada explícitamente e información inferible) tienen un estatus similar a

12
Esto se aplica a los procedimientos de recapitulación de la misma manera que a los otros dos tipos, motivo por
el cual deben ser considerados “disociaciones” –a pesar de su estrecha relación con las paráfrasis (y
especialmente con las reducciones).
13
Podría parecer que el marcador après tout tuviera una función argumentativa e identificara el constituyente
que introduce como el argumento para el constituyente precedente. Como lo hizo notar Roulet (1990) en su
estudio detallado de este marcador, la relación argumentativa existe independientemente del après tout (aunque
es posible una reinterpretación argumentativa de este indicador en un segundo nivel de significado).

20
este respecto, se puede provisoriamente ubicarlos en el mismo nivel cuando se trata de
especificar elementos constitutivos de procedimientos de tratamiento.
Segundo: Estudios recientes de varios tipos de marcadores pragmáticos (cf. e.g. las
contribuciones en Cahiers de linguistique 11 (1990), “Marcage linguistique, inférence et
interprétation dans le discours”) muestran claramente que una descripción adecuada de los
logros particulares de estos marcadores debe tener en cuenta la información implícita y los
mecanismos para inferirla, mucho más de lo que se lo ha hecho en el pasado (cf. Moeschler
1992: 22).
b) Finalmente, las correcciones. Aceptamos la sugerencia de Hölker (1988: 81 y ss.) y
distinguimos entre correcciones de forma, correcciones de formulación y correcciones de
contenido.
Son de especial interés las correcciones de contenido, que pueden dividirse en genuinas y
no-genuinas (cf. Hölker 1988: 57 y 81 y ss.). El objeto que se pretende de referencia sigue
siendo el mismo en las correcciones de contenido no-genuinas, a pesar del cambio de la
expresión de referencia a la expresión de tratamiento; en tanto que las correcciones de
contenido genuinas siempre contienen un cambio en el objeto que se pretende de referencia.
El ejemplo (16), que ha sido construido para este fin, puede ilustrar el caso:

(16) (a) Maintenant tu tournes à droite, en fin à guche, quoi.


(b) Maintenant tu tournes à droite, enfin non, à gauche.

(16a) es proferido en una situación en la que desde el comienzo del enunciado el hablante
se refiere a la dirección que supone cruzar la calle; à droite puede considerarse un simple
lapsus [slip of the tongue]. (16b), en cambio, podría ser enunciado en una situación en la que
el hablante cambia de opinión en el curso del enunciado y se refiere a una dirección en lugar
de la otra. El uso de quoi sólo es posible en el primer caso, i.e. en una corrección no-genuina;
en otras palabras: en lugar de una corrección de contenido, quoi indica una corrección no
genuina.
Esto nos da la tipología indicada en la Figura 5.

Figura 5

21
(v) Resumen. – Pueden destacarse dos conclusiones al final de esta discusión acerca de
los procedimientos de tratamiento reformulativos.
Primero, resultó notorio que la secuencia repetición-paráfrasis-disociación-corrección
está caracterizada por una restricción ascendente de la validez. En tanto que las repeticiones
expresan ausencia de “distancia”, o sólo expresan “distancia” ante las condiciones particulares
de la diafonía, se puede decir de las paráfrasis que generalmente expresan “distancia”, aunque
considerablemente débil. Las disociaciones contienen varios grados de distancia, (“débil”,
“media” o “fuerte”) pero esa distancia siempre permanece por debajo del nivel de la
invalidación, que está reservada a las correcciones.
En segundo lugar, encontramos que los cuatro tipos de procedimientos de tratamiento
reformulativos difieren de manera característica en sus marcadores. Las repeticiones
generalmente ocurren sin ningún marcador segmental. Aunque expresiones tales como ah,
oui, c’est vrai, etc. aparecen en su cercanía, éstas no marcan, por su cuenta, el procedimiento
como una repetición, sino que cumplen funciones independientes, aunque a veces paralelas.
Para las paráfrasis existe una serie bien caracterizada de marcadores; éstos no son, sin
embargo, indispensables en el señalamiento y la interpretación de un procedimiento como
paráfrasis. Esto ocurre, en cambio, con los marcadores de procedimientos de disociación. Una
constelación de constituyentes discursivos no puede ser marcado como disociación sin su
presencia. Las correcciones, finalmente, presentan un cuadro difuso. Los marcadores
segmentales se emplean con frecuencia, pero no siempre, y los marcadores empleados
difieren en cuanto a su estatus. Además de los marcadores de corrección típicos como en fin
hay también marcadores con un uso primario diferente (e.g. c’est-à-dire).

2.3 Procedimientos de calificación

Una tercera clase de rastros de la producción textual está indicada por un amplio grupo de
expresiones de tipo metalingüístico o metadiscursivo (más o menos explícito); los hablantes
las emplean para evaluar o comentar expresiones (o secuencias de expresiones) que forman
parte del discurso que se está desarrollando y, al hacerlo, señalan ciertos problemas de
verbalización o de comunicación.

2.3.1 Característica generales

En francés estas expresiones incluyen tu vois/ vous voyez, si vous voulez, entre guillemets,
comment dirais-je, disons le mot. Aparecen en los dos extractos que siguen:

(17) 1 W1 : alors toute conversation qui n’est pas habituelle t’obligE à utiliser unE norme
2 W2 : ben oui (… ?) ( ?ça)
3 W1 : justement qui est unE norme qui est vachement stéréotypée to vois qui est
4 A: ouais
5 W1 : imposée par euh par euh les instances supérieures et euh […]
[Norm]

(18) 1 C : un peintre de talent, qui n’a jamais pu se : … s’exprimer enfin euh … sortir si

22
2 vous voulez entre guillemets voilà, […] et d’autre part c’était un homme qui
3 n’avait pas LE comment dirais-je … le le culot disons le mot le culot pour
4 s’affirmer
5
[Claude]

En (17) el hablante W1 usa tu vois para referirse al precedente stéréotypée y lo marca


como una expresión que merece la atención particular del oyente –probablemente porque se
trata de una palabra extranjera.14 En (18) nos encontramos con una cadena de discurso en la
que un hablante elige sus palabras con mucho cuidado. Primero reemplaza la expresión
s’exprimer por sortir –empleando el marcador de corrección enfin (seguido por un marcador
de procedimiento de verbalización, a saber, una pausa rellena (euh)). El hablante comienza
entonces por realizar un procedimiento de tratamiento, vinculado a un procedimiento de
verbalización. Luego expresa sus reservas con respecto a la expresión de tratamiento de su
procedimiento (sortir); para ello emplea las expresiones si vous voulez y entre guillemets.
Este esquema se repite para culot: el hablante se refiere al término con el comment dirais-je
que lo precede, por un lado (el cual aparece en la cercanía de un marcador de procedimiento
de verbalización, “artículo repetido + pausa”) y, por otro lado, con el disons le mot que
aparece pospuesto. Los ejemplos (19) y (29) presentan un cuadro similar:

(19) 1 C : il faut qu’elle soit la femme compréhensibl’et


2 D: oui.
3 C: et puis d’un caractère doux
4 qu’elle soit pas. j’aime pas les gens … méchants v(ous) voyez ou euh fff je
5 n’sais pas . renfermés
[Claude]

(20) 1 A: et ça te choque
2 W2 : quand je re/ ouais quand enfin ça me choque bos : tout est relatif
[Norm, cf. ejemplo (11) arriba]

En (19) la hablante C usa je n(e)ais para señalar su inseguridad respecto de que renfermés
sea la descripción adecuada en el contexto de su enunciado –donde renfermés es ya una
reformulación de la palabra méchants, que, a su vez, aparece calificada por v(ous) voyez. El
rasgo esencial del extracto (20) parece ser el punto en que la hablante con su hiperbólico tout
est relatif, cuestiona la adecuación absoluta de cualquier expresión lingüística, incluyendo así
el verbo choquer al que refiere esta expresión de carácter metadiscursivo.
Referimos a los rastros de actividades conversacionales indicados por estas expresiones de
evaluación metadiscursiva y comentamos los procedimientos de calificación (cf. Gülich/
Kotschi 1987 a y b, Kotschi 1986 y Gülich 1986 b).

2.3.2 Descripción estructural y semántica

14
Expresiones como tu vois ya han sido estudiadas en conexión con otras preguntas (cf. Gülich 1970). Settekorn
(1977) las considera “construcciones argumentativas mínimas”, Davoine (1980) habla de “connecteurs
phatiques”, Lutazzi (1985) investiga su función en la estructuración del discurso y Auchlin (1981) los subsume
de manera similar bajo el nombre de “marqueurs de structuration de la conversation”. Tu vois/ vous voyez tienen
claramente un marcado carácter multifuncional.

23
Las propiedades estructurales de los procedimientos de calificación están esencialmente
determinadas por el hecho de que la expresión de calificación puede tanto preceder (cf. (a))
como seguir (cf. (b)) a la expresión a la que califica:

(a) je n(e) sais pas renfermés (ejemplo (19))


(b) stéréotypée tu vois (ejemplo (17))
ça me choque […] tout est relatif (ejemplo (20))

Como se observa en los ejemplos, nuestro corpus contiene instancias de dos (o más)
expresiones de calificación en co-ocurrencia, tanto con ambas en posposición (cf. (c)) como
combinando una expresión en posición inicial y una en posición final (cf. (d)):15

(c) sortir si vous voulez entre guillemets (ejemplo (18))


(d) comment dirais-je le le culot disons le mot (id.)

Incluso en el caso de dos (o más) expresiones de calificación co-ocurrentes, sigue


aplicándose el hecho de que cada expresión se refiere individualmente a la expresión evaluada
o comentada. Nos encontramos, por lo tanto, con una estructura de dos partes –muy diferente
de los procedimientos de tratamiento, que se forman con tres constituyentes (expresión de
referencia- marcador- expresión de tratamiento, cf. tabla 3).

PROCEDIMIENTOS DE expresión de marcador expresión de


TRATAMIENTO referencia tratamiento
PROCEDIMIENTOS DE expresión expresión de
CALIFICACIÓN calificada calificación
Tabla 3

La expresión de calificación tiene cierta similaridad con el marcador de los


“procedimientos de tratamiento”, ya que ambos pueden ubicarse en el nivel metadiscursivo,
en tanto ambos interrumpen el flujo discursivo y contienen información sobre propiedades de
constituyentes discursivos que se encuentran dentro de su alcance. También se corresponden
en un segundo sentido: las expresiones de calificación, al igual que los marcadores, exhiben
una escala de realizaciones que van de expresiones largas formadas de manera relativamente
libre (del tipo de c’est un mot un peu con o j’avais dit tout à l’heure), a expresiones cortas
que tienen el carácter de frases fijas, tales como comment dirais-je o c’est-à-direm e incluso
meros marcadores entonacionales.
La diferencia crucial, sin embargo, entre marcadores de procedimientos de tratamiento y
expresión de calificación tiene sus raíces en el hecho de que un marcador de tratamiento es un
conector, que marca (o crea) una relación entre dos constituyentes discursivos, en tanto que
una expresión de calificación funciona como un operador. Un hablante usa este operador –y
15
En principio, una expresión de calificación puede por supuesto ser incorporada a una expresión sobre la que se
realiza un comentario o evaluación. Este, sin embargo, no es el caso con (18), donde comment dirais-je está
precedido por un artículo del SN le culot, que luego se repite. Tenemos aquí la combinación de un procedimiento
de verbalización y un procedimiento de calificación (ver más abajo 2.2.3); por lo tanto, la expresión calificada en
su totalidad aparece a la derecha de la expresión de calificación.

24
en este sentido se puede comparar con los llamados operadores argumentativos como même,
presque, trop, etc. (cf. Ducrot 1983; Moeschler (1985))– para dar una opinión específica, que
deberá asignarse a algún aspecto de una sola expresión dada (o una serie de expresiones que
debe considerarse como una sola unidad) que es identificable en la estructura discursiva. Son
sobre todo estas funciones diferentes de los marcadores de tratamiento (como conectores), por
un lado, y de las expresiones de calificación (como operadores), por el otro, lo que justifica
la distinción trazada entre procedimientos de tratamiento y procedimientos de calificación
como dos clases fundamentalmente diferentes de rastros de actividades discursivas (como se
muestra en las tablas 1 y 3).
Con respecto a los rasgos semánticos y estructurales individuales de los procedimientos de
calificación, podemos referir a Kotschi (1986) y limitarnos aquí a una breve discusión de
algunos aspectos.
Las expresiones calificadas pueden variar en tamaño en la misma medida que las
expresiones de referencia de los procedimientos de tratamiento; y como ellas (o, hablando con
propiedad, como las expresiones de referencia de los procedimientos de tratamiento
reformulativos), las expresiones a las que los hablantes se refieren a través de un
procedimiento de calificación son caracterizadas generalmente como una fuente de
problemas. Esta caracterización como fuente de problemas concierne a la forma, el contenido
o las condiciones de uso de las respectivas expresiones calificadas y, con frecuencia, a más de
un aspecto a la vez16. Este tipo particular de calificación –puede ser una evaluación, o más
bien un comentario– está determinado por los rasgos específicos de la expresión de
calificación.
Como se mencionó más arriba, la expresión de calificación puede consistir no sólo en
frases fijas breves (cf. comment dirais-je y las otras expresiones en los ejemplos (17) a (20)),
sino también de sintagmas o constituyentes discursivos más largos formados de manera
relativamente libre. El ejemplo (21) es un caso claro:

(21) 1 M : ils sont d’un carctère un petit peu dominaTEUR’ il faut essayer de dominer
2 au moins quelque chose’
3J: . oui’ mais dominer quelqu’un . (riéndose) ça
4 c’est’ +
5M: oui’ enfin’ dominEr’, moi j’aime pas ce mot-là par ce qu’il fai peur
6 un peu c’ (es)t un peu : euh
7J: oui’
[“Hallo Macha”]

En este extracto la expresión de calificación consiste en una oración compleja seguida de


una continuación que queda incompleta; esta última incluso sirve como apertura para un

16
De la clase de las expresiones de calificación excluimos, por lo tanto, los constituyentes discursivos
metacomunicativos que se emplean para evaluar o comentar sobre la estructura y función del discurso como
totalidad o de alguno de sus constituyentes (ya sea un evento de habla [speech event], una secuencia, un
intercambios, una “intervención” o un acto de habla, cf. Roulet et al. (1985) y Kerbrat-Orecchioni (1990). Estos
enunciados fueron considerados, por ejemplo, por Morel (1985); también en el “modelo de Ginebra” tienen un
estatus estructural y funcional específico (e.g. como constituyentes discursivos con una función interactiva ritual,
cf. Drescher/Kotschi (1988)). Podemos hacer referencia, además, al reciente estudio de la “aceptación de apoyo”
en los actos de habla, de Techtmeier (1994).

25
procedimiento de tratamiento reformulativo (lo cual subraya su carácter de formación
sintáctica libre).
Del análisis de un amplio corpus resultó que las expresiones de calificación pueden
adscribirse a tres grupos:
- Un primer subgrupo contiene las formas constituidas por dos elementos: primero
una expresión anafórica con la estructura X(Y)Z –donde X es la parte de la
expresión sobre la que se realiza el tratamiento que se recupera, Y un elemento
anafórico (e.g. un pronombre o adverbio) y Z una expresión metalingüística– y
luego una expresión de evaluación; una expresión de evaluación típicamente
contiene una expresión predicativa que cumple aproximadamente los criterios
mencionados por Milner (1978: capítulo 7). Esta primera subclase incluye
expresiones como ça n’est pas péjoratif de dire X, X est presque péjoratif là, c’est
jolie votre expression así como la expresión compleja moi j’aime pas ce mot-là
parce qu’il fait peur un peu/ c’(es)t un peu : euh en (21).
- Una segunda subclase contiene expresiones de calificación que tienen al menos un
elemento metalingüístico como constituyente principal, e.g., dire, mot, guillemets
(cf. las expresiones entre guillemets, comment dirais-je, disons le mot del ejemplo
(18)), o appeler, reprendre y métaphore (cf. las expresiones ce qu’on appelle y
pour reprende une métaphore que aparecen en otros ejemplos). Además, las
expresiones de calificación de esta subclase también contienen un elemento
anafórico (o catafórico), aunque no siempre está expresado explícitamente (como
en ce qu’on appelle y disons le mot) sino que con frecuencia puede simplemente
estar presente de forma más o menos implícita (en relación con una escala de
diferentes grados de explicitud cf. Kotschi 1986: 217 y Kotschi 1990: 4 y s.).
- Las expresiones de calificación de la tercera subclase, que son todas más o menos
estandarizadas, no contienen ni una expresión evaluativa ni una expresión
metalingüística. Se corresponden con los llamados “rodeos” [“hedges”] (Lakoff
1975). Entre ellos se cuentan las expresiones tu vois/vous voyez, si vous voulez y
j’en sais pas de los ejemplos (17) a (19), así como las formas del tipo de une
espèce de, en quelque sorte.

Asumimos que las expresiones de la primera subclase contienen una evaluación, las de la
segunda subclase un comentario, (una evaluación con frecuencia puede contener elementos de
un comentario y un comentario puede ser deducido de una evaluación); para las expresiones
“de rodeo” de la tercera subclase se sostiene que hacen referencia a la vaguedad o
indeterminación de la expresión calificada de una manera más general –debido a las reservas
con respecto a la aplicación de una extensión señalada por ellas– y por lo tanto no permiten en
absoluto una distinción entre evaluación y comentario.

26
2.3.3 Funciones

Las funciones generales de los procedimientos de calificación están estrechamente


vinculadas con el hecho de que estos procedimientos con frecuencia aparecen inmediatamente
adyacentes a los procedimientos de verbalización y/o tratamiento. Para ilustrar este punto
podemos recurrir nuevamente a dos ejemplos citados arriba:

(22) 1 C : […] et d’autre part c’était un homme qui n’avait pas LE comment dirais-je …
2 le le culot disons le mot le culot pour s’affirmer
[Claude, cf. ejemplo (18) arriba]

(23) 1 C : j’aime pas les gens … méchants v(ous) voyez ou euh fff je n’sais pas .
2 renfermés
[Claude, cf. ejemplo (19) arriba]

El ejemplo (22) nos permite estudiar la ocurrencia de dos expresiones de calificación


(comment diras-je y disons le mot) inmediatamente conectadas con un procedimiento de
verbalización (repetición del artículo le y del SN completo le culot). El último consiste en un
“completamiento progresivo” que pudo haber derivado del hecho de que la búsqueda de una
palabra adecuada constituye un problema de comunicación. Luego de que culot ha sido
enunciado como sugerencia, es a este término que refieren las dos expresiones del
procedimiento de calificación: comment dirais-je marca el punto de partida del procedimiento
en sí mismo y disons le mot lo especifica de manera más limitada. En este caso, la expresión
tratada por el procedimiento de calificación no es un constituyente aleatorio del texto, sino
una expresión que es el tema del procedimiento de verbalización. El procedimiento de
calificación refiere al procedimiento de verbalización y debe, por lo tanto, ser ubicado en un
lugar diferente de la estructura textual.
Podemos interpretar el ejemplo (23) de manera similar. Las dos expresiones de
calificación v(ous) voyez y je n(e) sais pas refieren a la expresión de referencia (méchants) y
la expresión de tratamiento (renfermés) del procedimiento de reformulación, respectivamente,
de manera que el procedimiento de calificación y el procedimiento de tratamiento están
estrechamente vinculados entre sí. En este caso también entran en juego diferentes niveles de
la estructura textual. Esta particular relación entre los procedimientos de calificación y los
procedimientos de tratamiento puede caracterizarse de dos maneras: por un lado, los primeros
refieren a los segundos; por otro lado, puede decirse que lo que aparece marcado por el uso de
la primera expresión de calificación da lugar al inicio del procedimiento de tratamiento
reformulativo o de alguna manera lo “gatilla”; el hablante expresa sus reservas con respecto al
uso de la palabra méchants, i.e. deja claro que el uso de otra palabra podría ser más apropiado.
Esto sirve para preparar el siguiente paso, en el que se sugiere una palabra que parece más
apropiada para el contexto. Este paso se realiza, en el ejemplo que analizamos, bajo la forma
de un procedimiento de tratamiento reformulativo con el marcador ou y la expresión de
tratamiento renfermés (y ésta, a su vez, se enuncia con reservas, como lo indica el je n(e) sais
pas precedente). Cada vez que un hablante emplea una expresión de calificación –y ésta es
posiblemente la manera en que se puede especificar la función general de los procedimientos

27
respectivos (cf. Kotschi 1986)– ese hablante manifiesta tener conciencia respecto de una
cierta norma lingüística e indica a) que –aunque sea sólo en un grado menor– se desvía de ella
o se ve llevado a desviarse de ella y b) que pide ser disculpado por ese desvío. Toda vez que
un hablante se refiere a una norma mediante la calificación de una expresión lingüística,
evoca una formulación alternativa más adecuada a esa norma. Esto parece sugerir que el
hablante irá con frecuencia más allá de la mera evocación de una formulación alternativa, que
podría dejar implícita, e intentará, en cambio, hacerla explícita, mediante un procedimiento de
tratamiento reformulativo (aunque sólo sea de una manera preliminar).
Hemos ilustrado arriba cómo los hablantes combinan los procedimientos de verbalización
y los procedimientos de tratamiento, por un lado y, por el otro, los procedimientos de
calificación. Para describir las funciones de estos procedimientos en tanto se vuelven
evidentes en este proceso, es importante destacar también sus diferentes estatus. Señalamos
arriba, especialmente en 2.3.2, que nos estamos ocupando aquí de tipos fundamentalmente
diferentes de rastros de actividades discursivas. Además de ello, nos gustaría enfatizar otros
dos aspectos.
Una diferencia notoria se manifiesta en la naturaleza de los marcadores de los diferentes
tipos de rastros. En tanto que los marcadores de los procedimientos de verbalización tienen
una suerte de cualidad “para-morfemática” debido a su forma (pausas puras, pausas rellenas,
alargamientos, enunciados incompletos, reduplicaciones, etc.), los marcadores de los
procedimientos de tratamiento y los procedimientos de calificación típicamente se realizan
como morfemas o combinaciones de morfemas (o pueden, al menos, ser reemplazados por
ellos, siempre que consistan en propiedades de la estructura proposicional de las expresiones
respectivas, como es con frecuencia el caso con los procedimientos de tratamiento no-
reformulativos). Los marcadores de los procedimientos de tratamiento y los procedimientos
de calificación, a su vez, se distinguen por el hecho de que los primeros tienen el estatus de
conectores y los segundos tienen el estatus de operadores, cf. figura 6.

Figura 6

Estos contrastes se corresponden con la manera en que los tres procedimientos se asignan
a las diferentes capas de la estructura textual. Si asumimos que el dominio pragmático de la
estructura textual incluye al menos una estructura suplementaria, además de la estructura del

28
acto de habla, a saber, la estructura de la información (para una discusión actual sobre este
asunto, véase e.g. Brandt/Rosegren 1992)17, pueden darse buenas razones para asumir las
siguientes interrelaciones. Los procedimientos de verbalización y los procedimientos de
tratamiento deben ser asignados a la estructura de la información, aunque con diferentes
implicaciones. En tanto que (los marcadores de) los procedimientos de verbalización con
frecuencia se encuentran en los límites entre unidades de la estructura de la información
(sobre todo unidades básicas, aunque a veces también unidades de niveles jerárquicamente
superiores, que ayudan a delimitar), los procedimientos de tratamiento operan sobre estas
unidades, por ejemplo, al constituir relaciones entre ellas o entre partes o combinaciones de
ellas, respectivamente. Los procedimientos de calificación, por otro lado, no operan
inmediatamente sobre unidades de la estructura de la información. En vista del hecho de que
son manifestaciones más explícitas del control cognitivo que el hablante ejerce sobre sus
actividades discursivas, puede ser preferible asignarlas a la estructura del acto de habla (cf,
Kotschi 1994)18.

2.4 Resultados y perspectivas

Finalmente, vamos a combinar los tipos de actividades de producción discursiva (véase


también Herrman & Grabowski, en este volumen), por un lado, y los rastros lingüísticos, por
el otro, en un diagrama de cierre. Tomaremos el diagrama de la sección 2.0 y agregaremos
ejemplos típicos de los rastros lingüísticos discutidos en las secciones precedentes, cf. tabla 4.
Las categorizaciones representadas en la tabla se basan en el supuesto de que los
diferentes tipos de rastros lingüísticos indican diferentes tipos de actividades discursivas, a
saber, por un lado, la actividad fundamental que consiste en verbalizar el contenido cognitivo
y, por otro lado, las actividades que refieren a las expresiones que ya han sido verbalizadas.
“Referir a una expresión” significa, o bien realizar un tratamiento de la expresión, o bien
expresar una actitud -ya sea hacia una expresión previamente producida, ya hacia una que será
producida- y realizar así alguna forma de “calificación” de esa expresión.
La disposición del diagrama (verbalización a la izquierda, tratamiento y calificación a la
derecha) pone de manifiesto que la verbalización es fundamental respecto de las otras dos
actividades: incluso cuando el hablante trata o califica expresiones ya existentes, está a la vez
verbalizando la expresión de tratamiento o calificación; en otras palabras, éstas son siempre
también el resultado de la verbalización. Como consecuencia, los rastros de las actividades de
verbalización también aparecen en el contexto de expresiones de tratamiento y/o calificación.
Por el contrario, se pueden encontrar rastros de actividades de verbalización que no estén

17
Estudios recientes parecen sugerir que en la estructura pragmática del discurso debería asumirse al menos otro
“módudo estructural”, además de la estructura del acto de habla y la estructura de la información, un módulo al
que se podría referir como estructura jerárquica o estructura de los constituyentes del discurso (cf. Kotschi
1994).
18
La perspectiva según la cual las evaluaciones y comentarios metacomunicativos (i.e. calificaciones) tienen el
estatus de un tipo especial de acciones ha guiado ya las consideraciones presentadas en Gülich/Kotschi (1987a).
(Fue, sin embargo, rápidamente extendida a las reformulaciones, i.e. un tipo de procedimientos de tratamiento).
La cuestión requiere ser examinada mejor. Una discusión reciente de cuestiones relacionadas parece en
Techrmeier (1994).

29
seguidos por un tratamiento o calificación posterior de la expresión producida. La distinción
entre estas actividades toma en cuenta no sólo las diferentes condiciones bajo las que se
producen, sino también sus distintos efectos sobre la estructura discursiva.
Si decimos que los diferentes tipos de actividades de producción discursiva pueden
reconocerse por los rastros que dejan en el discurso, nuestra interpretación de la noción de
“rastro” presupone la distinción entre marcadores y procedimientos: los marcadores son
rasgos típicos del lenguaje hablado y aparecen, por lo tanto, con frecuencia; ya han sido
descriptos desde varios enfoques lingüísticos. El supuesto de que estos marcadores señalan
procedimientos de producción discursiva que los hablantes emplean para solucionar
problemas de producción ha sido fundamental para nuestro análisis de las actividades de
formulación. Dado que el marcador desempeña un rol central en la interpretación y
clasificación de los procedimientos individuales, le otorgamos gran importancia a la
descripción detallada de los marcadores individuales –ya que, al emplear cierto marcador, un
hablante puede establecer un vínculo conversacional entre dos expresiones, y así presentarlas
o definirlas como paráfrasis, corrección, etc. Aunque marcadores y procedimientos se
consideran rastros de actividades de producción discursiva en la comunicación oral (antes que
características del francés hablado, por ejemplo, como en los estudios mencionados en la
sección 1), su realización específica y el funcionamiento de los marcadores y procedimientos
individuales sólo puede, por supuesto, ser analizado en relación con una lengua en particular.
En este artículo el análisis detallado, necesario para la discusión de los marcadores y los
correspondientes procedimientos sólo pudo presentarse de una manera sumaria, ya que los
problemas específicos de la lengua francesa no son aquí nuestra principal preocupación.

VERBALIZACIÓN TRATAMIENTO

marcadores procedimientos marcadores procedimientos


pausas completamientos c’est-à-dire (sobre el enunciado propio
fenómenos de progresivos (interactivos) donc o de otro):
hesitación autocorrecciones en d’autres termes paráfrasis
falsos comienzos trabajo de “denominación” enfin correcciones
enunciados cambio de construcción quoi repeticiones
interrumpidos sintáctica après tout disociaciones
. bref
. .
. .
.
par exemple ejemplificación
.
.
.
generalización
en général
.
.
.

30
CALIFICACIÓN

marcadores procedimientos
c’est joli votre expression evaluación
.
.
.
comentario
comment dirais-je
comme on dit
ce qu’on appelle
.
.
.
si vous voulez “rodeo”
en quelque sorte
une espèce de
.
.
.

Tabla 4

Parece ser que rara vez se da una relación uno a uno entre marcadores y procedimientos.
En particular, los marcadores prosódicos del primer grupo (pausas, fenómenos de hesitación,
etc.) y los marcadores verbales como et bien, bon, alors, etc. en francés son polifuncionales
respecto de los procedimientos. Los marcadores del segundo grupo, e.g. c’est-à-dire, que
típicamente indica procedimientos de paráfrasis, o enfin, que con frecuencia señala
procedimientos de corrección, tienen lazos estrechos con un procedimiento particular, pero
incluso en estos casos la relación no es exclusiva. Nuestro material indica que los marcadores
tan claros como par exemple para las ejemplificaciones o en général para las generalizaciones
son más bien infrecuentes. Parece ser que hay una serie amplia de procedimientos lingüísticos
para iniciar estos procedimientos. Los marcadores del tercer grupo, sin embargo, pueden ser
asociados más fácilmente con procedimientos individuales. De allí que en la tabla 4
especifiquemos la relación entre marcadores individuales y procedimientos sólo para el
último grupo, en tanto que en los otros casos tan sólo asociamos grupos de marcadores con
grupos de procedimientos.
No hay una línea divisoria clara entre los varios tipos de actividades o entre los diferentes
tipos de rastros, i.e. no presentamos una categorización rígida de acuerdo con criterios
claramente definidos; de igual modo, tampoco los diferentes fenómenos pueden separarse
fácilmente en el análisis de los datos conversacionales. Los rastros de las actividades de
producción discursiva con frecuencia aparecen juntos. Así, los rastros de las actividades de
verbalización (a la izquierda del diagrama) pueden aparecer junto con todos los rastros de las
actividades que refieren a enunciados ya producidos, i.e., procedimientos de tratamiento y
calificación (en la columna de la derecha). Esto es así no sólo porque las expresiones de
tratamiento y calificación son ellas mismas verbalizadas, sino también porque los
procedimientos de tratamiento y calificación se emplean con frecuencia luego de que se haya
señalado la existencia de un problema a través de rastros de actividades de verbalización. Los
31
problemas generalmente no se resuelven en un solo intento, pero una primera expresión
tentativa puede a su vez ser sometida a nuevos tratamientos. Ocasionalmente, esos nuevos
tratamientos no resuelven el problema y los hablantes se contentan con señalar su existencia
agregando una expresión de calificación.
Los rastros de las actividades de tratamiento y de calificación (sección superior e inferior
de la columna de la derecha) también suelen aparecer juntos. Cuando un hablante usa una
expresión de calificación para señalar que una expresión es insatisfactoria o requiere una
reformulación, a ello frecuentemente siguen intentos de reformular esa expresión, o viceversa:
a veces el tratamiento es comentado a posteriori.

3. Conclusión

En el presente artículo hemos intentado brindar una descripción sistemática, basada en


análisis detallados de extractos del discurso hablado, de varios fenómenos lingüísticos
diferentes, típicos de la comunicación oral; con este propósito hemos introducido algunas
distinciones teóricas. Sin embargo, ello no equivale a decir que se pueden trazar límites claros
y definidos en todos los casos. Se puede hablar de transiciones más que de límites, tanto entre
los tipos de actividades de producción discursiva como entre los tipos de marcadores y
procedimientos. Nuestro objetivo fue describir el uso que los hablantes hacen en situaciones
naturales del inventario lingüístico que tienen a su disposición; i.e. los “métodos” en los que
pueden confiar cuando realizan el trabajo de producción discursiva. De este modo, especificar
la función de un marcador requiere un detallado análisis secuencial, que describa, paso a paso,
el contexto local específico del marcador y reconstruya el procedimiento que éste señala.
Es también imprescindible considerar las actividades de ambos participantes de la
conversación ya que ambos pueden estar involucrados en la producción del discurso: un
procedimiento puede, como en el caso de las reformulaciones de otros, operar sobre
enunciados de ambos, y lograrse, por lo tanto, de manera interactiva; otras formas de logro
interactivo ocurren cuando un interlocutor inicia un procedimiento para el otro, e.g. en el caso
de autocorrección iniciada por otros, o cuando un participante ratifica los pasos del otro en el
procedimiento.
Así, los principios del análisis secuencial orientado hacia la interacción resultan ser
fundamentales para una teoría adecuada de las actividades de producción discursiva. Al
trabajar con estos principios, se hace posible describir no sólo los fenómenos lingüísticos
individuales sino también los procedimientos que los hablantes emplean en el trabajo de
producción discursiva. Al poner el énfasis en las actividades del hablante, los estudios
lingüísticos de la comunicación oral pueden ayudar a configurar una perspectiva del rango
total de los “métodos” que los participantes usan en la producción discursiva oral espontánea.

Sistema de transcripción

El sistema de transcripción empleado en este artículo ha sido desarrollado por U.


Dausendschön-Gay/ F.Gülich/ U. Krafft, un grupo de investigación de la Universidad de

32
Bielefeld. En general, sigue las convenciones ortográficas ordinarias, pero las marcas de
puntuación no desempeñan su función normal. Cuando se han tomado ejemplos de otro
corpus, la notación ha sido adaptada.

. .. ... pausas cortas (el número de puntos refleja la


extensión de la pausa)
& comienzo inmediato del siguiente enunciado
‘ e.g. à partir de là’ entonación ascendente
, e.g. je sais pas, entonación descendente
E e.g. unE pronunciación de la “e” final
MAYÚSCULAS e.g. c’est Eux acento más fuerte
: :: ::: e.g. le: euh:: alargamiento de sonidos (el número de puntos
refleja el grado del alargamiento)
(x) e.g. peut-êt(re) pronunciación relajada
= e.g. pas=évident enlace fonético inusual
( ?x) e.g. ( ?devoir) transcripción dudosa
(… ?) pasaje incomprensible
/ e.g. s’impo/ auto interrupción del hablante
(despacio), (risa), etc comentario del trancriptor sobre características del
discurso o fenómenos no verbales
+ fin de la validez de los comentarios
en septembre ou * enunciados simultáneos o superpuestos
ouais ouais* [overlapping] (*= fin del overlapping)

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