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Traducción interna para la cátedra de Socio y Psicolingüística, FHyA, UNR – Año 2011.
Prof. Lucía Romanini
*
Este artículo se remonta a un borrador originalmente escrito en alemán. La presente versión [en inglés] se basa
en una traducción hecha por Gisela Baumann.
1
Esta perspectiva la sostienen una serie de autores en las colecciones de Antos/Krings (1989) y Krings/Antos
(1992). Antos (1989) da una visión extensiva de las diferentes aproximaciones a la investigación acerca de la
producción discursiva. Levelt (1989) es representativo del trabajo psicolinguistico reciente. El contraste entre
fenómenos “cognitivos” y “directamente observables” es por supuesto una simplificación. Levelt en particular
1
superados, el trabajo de producción discursiva de un hablante deja rastros [traces] en sus
enunciados lingüísticos, que son accesibles al análisis lingüístico2.
Aquí discutimos entonces las actividades de producción discursiva en el proceso de
interacción conversacional. Analizaremos cómo el trabajo de producción discursiva se realiza
bajo las condiciones de la comunicación oral espontánea u “oralidad concepcional”
[“conceptional orality”] (término empleado por Koch/Oesterreicher 1990).
Hablaremos de los procedimientos que los co-participantes emplean para producir
enunciados lingüísticos. Algunos de esos procedimientos fueron descriptos en nuestros
trabajos anteriores (e. g. Gülich/Kotschi 1987 a y b; Gülich 1986 a y b; Kotschi 1986, 1990).
En este artículo pondremos el acento en las reflexiones tanto acerca del estatuto teórico de
tales procedimientos como en la manera en que se relacionan unos con otros. Es posible por
lo tanto que estemos en condiciones de contribuir a una teoría de las actividades de
producción discursiva, que deberá ser desarrollada, con la expectativa de que sea posible
situarla en el contexto de otras aproximaciones propuestas en torno al análisis de la
comunicación oral.
Aunque la investigación lingüística anterior acerca de la comunicación oral no prestó
particular atención a la producción discursiva, puede resultar productivo tomarla en
consideración y construir sobre la base de sus resultados. En nuestra aproximación al análisis
de la comunicación oral combinamos, en particular, dos líneas de investigación: la
investigación del lenguaje hablado, por un lado, y, por el otro, la lingüística textual y la
pragmática.
El estudio del lenguaje hablado tiene una larga tradición, que se remonta a una época en la
que no había un interés específico en los aspectos comunicativos; el énfasis recaía, en cambio,
en las diferencias entre el lenguaje escrito y el hablado y, por lo tanto, en los rasgos típicos del
lenguaje hablado, con especial consideración a los problemas de la norma lingüística. Sólo en
relación con la lingüística textual se observaron rasgos discursivos más complejos. Los
marcadores de estructura [structuring markers], por ejemplo, han sido considerados durante
mucho tiempo como típicos del lenguaje hablado, pero –como ahora puede verse– sus
funciones con respecto a la comunicación oral sólo pueden ser adecuadamente descriptas en
relación con el contexto discursivo (cf. Gülich 1970). En nuestro trabajo sobre las actividades
de producción discursiva, también nosotros partimos de ciertos fenómenos individuales de la
comunicación oral, como los marcadores parafrásticos (Gülich/Kotschi 1983 a y b), y luego
lentamente desplazamos nuestra atención, primero hacia los procedimientos de reformulación,
y luego hacia las actividades de producción discursiva en general.
Los estudios del lenguaje hablado generalmente indican que el interés en las cuestiones de
la comunicación oral y la producción discursiva se ha incrementado considerablemente. El
muestra también un interés en las “estructuras de superficie”; la diferencia reside en los puntos de partida:
mientras que Levelt procede “ de la intención a la articulación”, en la aproximación que presentamos aquí es el
discurso articulado lo elegido como punto de partida.
2
“La formulación como resolución de problemas” es la idea básica de Antos (1982; cf. especialmente, cap. 4),
que nosotros adoptamos en Gülich/Kotschi (1987 a y b), desarrollándola más haciendo referencia a ejemplos
tomados de la comunicación oral en francés.
2
estudio extensivo más reciente del francés hablado, por ejemplo –Blanche Benveniste (1990)–
expresa claramente esta tendencia:
3
investigación resultan en modificaciones tanto en la calidad como en la extensión cuantitativa
del objeto de investigación: texto, acción e interacción3, parecen ser temas de investigación
harto diferentes.
Nuestra aproximación puede, por lo tanto, ser considerada como una contribución al
análisis del discurso hablado interactivo que continúa la investigación sobre el lenguaje
hablado, pero desplaza el foco metodológico al tomar como objeto de estudio los
procedimientos de producción discursiva, en vez de los fenómenos lingüísticos individuales.
Estos procedimientos aparecen señalados por fenómenos lingüísticos específicos, observables
en el discurso hablado.
En nuestro análisis de estos fenómenos nos guiamos en este momento por las
consideraciones metodológicas propuestas en el marco de los estudios que se vinculan
principalmente con dos aproximaciones: 1) el Análisis de la Conversación desde la
etnometodología, desarrollado por Sacks, Schegloff, Jefferson y otros4 y 2) el tipo de análisis
del discurso desarrollado en Ginebra por Roulet y otros, que está basado en el diálogo, la
teoría de los actos de habla y la teoría de la argumentación5.
Hay, por lo tanto, tres principios centrales que determinan nuestro análisis de las
actividades de producción discursiva:
- Enfatizamos los aspectos secuenciales de los enunciados verbales: las actividades
de producción discursiva se consideran procesos en el curso de los cuales las
formulaciones son producidas, consideradas insatisfactorias y reformuladas de una
manera tal que puede observarse un logro progresivo en los enunciados.
- acentuamos el carácter interactivo de la producción discursiva y tratamos los
enunciados verbales como el resultado de una “construcción interactiva”
(Goodwin 1979 y en este volumen) o –como lo presenta Schegloff (1982)– un
“logro interaccional”:
3
El rol que juega el concepto de interacción en todo el desarrollo reciente de la lingüística es rastreado en detalle
oir Kerbrat-Orecchioni (1990). Véase también Heritage, en este volumen.
4
Para una visión de conjunto, cf. Sudnow (1972), Schenkein (1978), Pastas (1979) y Atkinson/Heritage (1984),
así como Kallmeyer/Schütze (1976), Bergman (1981), Streeck (1983) (para su recepción en Alemania) y
Bachmann/Lindenfeld/Simonin (1981), Bange (1983), Coulon (1987), Gülich (1991) (para su recepción en
Francia). Véase también Heritage, en este volumen.
5
La versión más temprana fue publicada en Cahiers de linguistique française 1/1980. Roulet et al. (1985) puede
considerarse representativo de la fase temprana del desarrollo de este modelo. Roulet (1989) y Moeschler (1990)
brindan un sumario del desarrollo, en tanto que Roulet (1991) y el nº 13/1992 de Cahiers de linguistique
française, ed. por Moeschler, provee información sobre desarrollos más recientes.
4
Como un paso lógico, observamos también todo enunciado monológico como
potencialmente dialógico (Cf. Kerbrat- Orecchioni 1990:14).
- Tenemos en cuenta la función específica que ciertos grupos de marcadores
cumplen al crear y especificar relaciones entre constituyentes del discurso en
varios niveles jerárquicos. Sometiendo algunos de estos marcadores a un análisis
semántico y estructural, pueden realizarse distinciones y clasificaciones más
adecuadas de las actividades de producción discursiva. Algunos de estos
marcadores (especialmente los conectores) combinan producción discursiva y
funciones argumentativas (cf. Roulet 1987); en la medida en que los estudios de
producción discursiva recurran a estos análisis de marcadores, pueden surgir
nuevas perspectivas para la descripción de la estructura de la argumentación
conversacional.
Los primeros dos principios están tomados del análisis de la Conversación; el tercero se
deriva del análisis de las conversaciones en francés desarrollado sobre la base del “modelo de
Ginebra” para el análisis del discurso6.
Planteamos más arriba que el trabajo de producción discursiva de los hablantes deja
rastros en los enunciados que producen, y que son estos rastros los que resultan accesibles al
análisis lingüístico. Sobre la base de los análisis que realizamos acerca de corpora de discurso
hablado, y de nuestro trabajo anterior sobre procedimientos de reformulación, hemos
distinguido tres tipos de rastros y los hemos relacionado con diferentes aspectos del trabajo de
producción discursiva.
El primer tipo incluye todos los fenómenos usualmente considerados típicos de la “parole”
o “performance”: fenómenos de hesitación, enunciados incompletos, falsos comienzos,
palabras o sílabas repetidas, etc. Son, sin duda, parte de lo que constituye la “oralidad
conceptual” y tienen ciertamente sus propias estructuras y orden. Los interpretamos como
marcadores que señalan procedimientos de verbalización, tales como autocorrecciones [self-
reparing], completamientos, etc.
En el segundo tipo de rastros incluimos los fenómenos con estructuras más complejas; es
característico de estos fenómenos que se refieran a un segmento precedente mediante un
nuevo enunciado, que, de alguna manera, cambia, modifica, reformula o expande el
enunciado anterior. En otras palabras, el hablante ejerce algún tipo de tratamiento sobre un
enunciado que ya ha sido producido. Nos referiremos por lo tanto a este tipo de rastros como
procedimientos de tratamiento. Entre los procedimientos de tratamiento más conocidos se
6
La posibilidad de comparar el “análisis de la conversación (basado en la etnometodología)” y el “análisis del
discurso (basado en la teoría de los actos de habla)” ha sido el tema de un debate de larga data que ha rastreado
Brassac (1992) (cf. también Searle et al. 1992)
5
incluyen paráfrasis, repeticiones, correcciones o explicaciones. En francés, son marcadores
típicos de estos procedimientos expresiones como c’est-à-dire, en fin, donc, etc.
Finalmente, el tercer tipo consiste en procedimientos metadiscursivos de evaluación y
comentario explícitos, de los que sirven como marcadores expresiones como comment dirais-
je, entre guillemets, comme on dit. Con tales enunciados, un hablante se refiere, en un nivel
metadiscursivo, a diferentes tipos de problemas en la producción discursiva. En contraste con
los procedimientos de tratamiento, estos enunciados tienden a señalar ciertos problemas de
comunicación, más que a resolverlos. Estos procedimientos son, de alguna manera, una
manifestación explícita del constante monitoreo cognitivo del hablante sobre su producción
discursiva. Con respecto a este tercer tipo de rastros hablaremos de procedimientos de
calificación.
Estos tres tipos de rastros se refieren a diferentes actividades de producción discursiva,
i.e., verbalización, tratamiento y calificación. La verbalización es la actividad fundamental
entre las mencionadas, en la medida en la que tiene lugar cada vez que se producen
enunciados lingüísticos, en tanto que el tratamiento y la calificación de enunciados ya
proferidos son actividades adicionales, aunque muy comunes en el discurso hablado
espontáneo.
La Tabla 1 resume las distinciones que hemos señalado. Muestra las diferentes actividades
de producción discursiva (verbalización, tratamiento y calificación) y los rastros que dejan en
el discurso. Tomamos estos rastros como punto de partida, porque el análisis de los rastros
hace posible inferir diferentes tipos de actividades. Además del marcador en sí, (e.g., la
expresión c’est-à-dire o un fenómeno de hesitación como una pausa rellena) el procedimiento
respectivo que especifica (e.g., paráfrasis o autocorrección) es también considerado como un
rastro de las actividades de producción discursiva.
VERBALIZACIÓN TRATAMIENTO
marcadores procedimientos
marcadores procedimientos
CALIFICACIÓN
marcadores procedimientos
Tabla 1
Los varios tipos de rastros serán discutidos en mayor detalle en la sección que sigue, a
partir de ejemplos del francés. Su análisis nos dará un mejor acceso a varios rasgos, diferentes
pero siempre centrales, de la producción discursiva.
6
tomado de una conversación entre dos jóvenes franceses que hablan acerca de los
procedimientos para acceder a un bachillerato externo y tienen dificultades para nombrar los
documentos necesarios.
(1)
1 C: (forte) bon prEmièrement pour=eh pour avoir la listE, pour qu’ça soit Eux.
2 qui définissent la liste des=œuvres à travailler’ – et qui à p/ à partir de là’
3 euh : t’envoient des : des COURSs’ .. euh (en)fin des devOIRs . sur sur ces
4 œuvres-là
5A: . mh
6 C : pour ta prépatration, j(e) CROIs qu’c’est possib(le) ça
7A : …(dudando)
8 OUI non mais ça c’est euh :: j/ . (en)fin c’est c(e) que j(e) j’t’avais :
9 c’est le : les :: les papiers qu(e) j’avais euh : . que le cned m’avait envoyés :
‘là au début
10 C : (jugando con un encendedor)
11A: de l’année’
12 C: .mhm
13 A: (en)fin en semptEMbre ou: *
14 C : ou, ouais, *
15 A :. AOUT(E), +
16 C : mh
[Lettre au rectorat]
Con sólo centrarse en las líneas 8 y 9 se pueden encontrar no menos de seis marcadores de
procedimientos de verbalización en una corta cadena de habla: una pausa rellena (euh::), un
falso comienzo (j/), un marcador de corrección ((en)fin), un nuevo comienzo luego de un
enunciado inacabado (c’est c(e) que), una vocal alargada hacia el final de una palabra
(j’t’avai:s); finalmente, hay dos casos de combinación sintagmática de dos elementos que
pertenecen al mismo paradigma morfológico (le: les:: y les:: les papiers). (Tales
combinaciones están generalmente marcadas prosódicamente –aquí, por medio de un
alargamiento vocálico).
Estos marcadores son relativamente bien conocidos porque han sido descriptos una y otra
vez como rasgos típicos de la producción discursiva espontánea. Sin embargo, los
procedimientos que señalan estos marcadores, en sí mismos, han sido poco estudiados –la
autocorrección es una de las pocas explicaciones que se han brindado. Algunos otros
candidatos para una tipología de estos procedimientos son los cambios de construcciones
sintácticas, los completamientos (interactivos) progresivos (cf. Gülich 1986 a) o el llamado
“trabajo de denominación”, que recientemente ha sido descripto de manera intensiva por
Blanche-Benveniste (1990) (cf. 2.1.2 más abajo).
Es un rasgo general de los procedimientos de verbalización y sus marcadores que
“interrumpen” la sucesión lineal de los constituyentes de la estructura sintáctica de superficie.
En los registros escritos de enunciados orales (como ocurre normalmente en las versiones
escritas de las entrevistas), con frecuencia son borrados, con lo que se obtiene una estructura
que, por regla general, corresponde a lo que el interlocutor ha entendido y guarda en su
memoria a corto plazo. Por ejemplo, alguien que oyera el extracto (1) comprendería parte de
7
las líneas 8 y 9 del diálogo más o menos así: “c’est [o: ce sont] les papiers que le cned
m’avait envoyés”, aunque la forma realmente enunciada es:
(1a) c’est le: les:: les papiers qu(e) j’avais ‘euh : . que le cned m’avait envoyés :’
Para los propósitos de nuestro estudio es particularmente útil contar con una descripción
de los procedimientos de verbalización que asegure que la secuencia real de constituyentes del
enunciado permanezca claramente visible, y que, al mismo tiempo, los propios
procedimientos sean registrados en todos sus detalles. Estos requerimientos se alcanzan
mediante el sistema de transcripción sugerido por Blanche-Benveniste (1990); en él se ubican
todos los procedimientos de verbalización a lo largo del eje de las relaciones paradigmáticas,
de modo que sólo las relaciones sintagmáticas queden expuestas en el eje “horizontal”. La
transcripción (1a) se transforma entonces en:
Una tal disposición de la transcripción, en la que los números de las líneas y las iniciales
de los hablantes se han omitido, revela inmediatamente la estructura lingüística de
procedimientos como la autocorrección y el completamiento progresivo.
(2) c’est tout à fait une astuce qu’on appelle une légende jur/
urbaine
[bouillon de culture]
(3) même si un
un disons
quelqu’un euh disons
un français de souche
[Elsaß]
8
(iii) En el nivel léxico-semántico: los problemas de verbalización que aparecen en este
nivel pueden resolverse por el llamado “trabajo de denominación” (cf. Blanche-Benveniste
1990), que el hablante puede realizar: intenta encontrar una palabra para expresar un cierto
concepto y, para ello, o bien une sintagmáticamente dos o más expresiones lingüísticas
paradigmáticamente relacionadas, o bien provee “listas”; véase, por ejemplo, otro extracto de
(1):
(1b) là au début de l’année’
(en)fin en septEMbre
ou AOUT(E).+
(4) 1 T: […] j’ai dit ma fille il faut absolument que . que tu sortes de ta coquille . et :
2 et bien l’attitude dan les mêmes maisons l’attitude des gens n’est plus du
3 tout la même
4 MB : mhm mhm
5 T: i f/ i faut .. comment vous dirais-je : …i faut pas avoir
6 l’air de. d’hésiter il faut je (ne)sait pas il faut s’créer une personnalité
7 MB : oui
8 oui
9 T: avoir l’air
10 MB : s’imposer
11 T : s’impo/ pas euh
12 MB : non
13 T : s’imposer tout en
14 s’imposant pas
15 MB : c’est ça oui naturellement alors
[Orléans 53]
Para las líneas 5 a 14 de este ejemplo las convenciones de transcripción sugeridas por
Blanche-Benveniste brindan el siguiente esquema7:
(4’) i faut
i faut
i faut
c. vous dirais-je .. i faut pas avoir l’air de d’hésiter
il faut
je (ne) sais pas il
il faut s’créer une personnalité
oui oui avoir l’air
s’imposer
s’impo/
pas euh non s’imposer tout
tout en s’imposant pas
7
En el contexto del presente argumento es completamente legítimo omitir los marcadores para la designación de
hablantes individuales. Esta omisión incluso permite ilustrar más claramente el carácter interactivo de la
actividad de producción discursiva que tiene lugar.
9
En este ejemplo, los interlocutores participan en un proceso de negociación
conversacional que termina cuando acuerdan en un concepto. Sin embargo, no expresa
adecuadamente ese concepto, por sí sola, ninguna de las expresiones que han avanzado. En el
curso de este proceso los interlocutores constituyen un nuevo “significado social” (cf.
Kallmeyer 1981:90)
(iv) roblemas que surgen cuando un hablante debe elegir una estructura sintáctica que
tiene que ser “la correcta” (con respecto al “estado de cosas” que debe ser identificado o a la
inserción en el co-texto), también pueden considerarse problemas de verbalización. En el
ejemplo (1a’) la selección de la forma verbal envoyés hace necesario cambiar la estructura
sintáctica que se había comenzado a enunciar.8 Todavía con respecto a este nivel, se puede
observar el procedimiento de completamiento interactivo mencionado más arriba, como lo
ilustra el siguiente ejemplo:
(5) 1 A: s(i) tu vas à Lyon c(e)t après-midi moi je te conseille um truc’ c’est d’aller
2 C: ouais
3 A : euh ::
4 C : au Flammarion’
5 A: . ben ou tu VEUx mais en tout cas’ de de de t(e)
6 TROUVER des . des=annales du bac de français’
[Lettre au rectorat]
En cierto momento del turno de habla de A, el hablante C selecciona una de las varias
posibles continuaciones sintácticas (específicamente, al “ofrecer” una frase preposicional, au
Flammarion, en la línea 3, en lugar de una construcción alternativa no finita, que aparece
luego, bajo la forma de trouver, etc.)
(6) 1 W3: oui mais quand même justement’ les bouquins de Queneau ou de Vian ou :
2 euh bon . quoi si on prend ces exemples-là
[Norm 304]
El ou : alargado, el euh, y también la breve pausa entre bon y quoi pueden considerarse en
este caso como marcadores de procedimientos de verbalización. El uso de bon y quoi muestra
8
Es especialmente a causa de tales quiebres estructurales que el concepto de oración [sentence] fue abandonado
en el estudio de las características gramaticales del francés hablado (cf. Blanche-Benveniste 1991, Deulofeu
1989 y, para mayor discusión, Kotschi 1991). En su lugar, las unidades que pertenecen a la estructura de la
información se desplazaron hacia el centro del análisis y la descripción.
10
que los marcadores aquí discutidos pueden co-ocurrir con los llamados marcadores de
estructura. Las ocurrencias de estos últimos (al menos en algunos de sus usos) pueden tener
funciones muy similares a las de los marcadores de procedimientos de verbalización.
(7) 1 C: moi j’l’ai passé [i.e. le bac] j’t’ai dit’ . dans des conditions complètement euh ::
2 normales (suavemente) enfin bon euh :+ après une première’ quoi
[Lettre au rectorat]
(8) 1 C: donc tu tombes avec un examinateur mais tu sais pas :s qui : avant’ . (respira)
2 et euh : il regarde ta liste’ et pis i(l) choisit alors il/ parfois i(l) te demande ton
3 avIs’ c’(est)-à-dire sur quoi tu préfères travailler’ mais c’est relativement rAre
[Lettre au rectorat]
c’(est)-à-dire
sur quoi tu préfères
travailler
Tabla 2
11
La estructura típica de las reformulaciones contiene una o más expresiones que funcionan
específicamente como marcadores; la estructura tripartita que resulta de ello (y que se
describe en detalle en Gülich/Kotschi 1987 a y 1987 b) aparece ilustrada en la Tabla 2.
Estructuras similares pueden aparecer con otros procedimientos. En esos casos, sin
embargo, la motivación para el tratamiento parece originarse menos en alguna fuente de
problemas que en metas discursivas más globales, e. g., ciertas estrategias argumentativas.
Esto se aplica, por ejemplo, a las generalizaciones (cf. (9)) o ejemplificaciones (cf. (10)):
(9) 1 E: vous l’alimentez comment ce compte […] comment vous l’alimentez . parce
2 que . un compte de non-résident’ . il faut qu’il soit alimenté eu ::h .. […]
[A la banque]
(10)1 E: l’alimentation du compte’ .. il faut que . qu’elle réponde à des normes précises
2 j(e) vous dis’ . + un travail effectué en France’ . ou bien le cas d’un marinier’
3 par exemple, qui fait un transport pour eu : h . un français’ . à ce moment-là il lui
4 faut la : .. facture’ . il faut des . des preuves’
[A la banque]
9
El marcador parce que que aparece en (9) no puede considerarse miembro de un tal subgrupo. En este contexto
tiene una función mucho más general (cf. Moescler 1989).
12
- posibles clasificaciones de procedimientos de tratamiento reformulativos y no
reformulativos cf. 2.2.3).
13
“variación” está, al menos, sugerida. Incluso en el caso límite de identidad sintáctica y léxica
entre la expresión de referencia y la expresión de tratamiento, i.e., en el caso de la repetición o
“paráfrasis” [rephrasing], el segmento repetido puede recibir un significado modificado por
algún tipo de desviación entonacional. La diferencia consiste, al menos, en el hecho de que –
simplemente a causa de su posición– la expresión de tratamiento tiene una “historia
discursiva” diferente, más amplia, en comparación con la expresión de referencia. De hecho,
el carácter de procedimiento que tiene la conversación (cf. Franck 1980: 49, véase también
Heritage, en este volumen) requiere una atención especial: como todo segmento de discurso
debe ser interpretado a la luz de los precedentes (cf. e.g. Brown/Yule 1983), no puede haber
repetición “pura”, que no tenga un “incremento” de rasgos semánticos (motivo por el cual el
término paráfrasis es preferible a repetición).
Estos aspectos de contenido que establecen la diferencia entre expresión de referencia y
expresión de tratamiento son los que determinan el tipo particular de procedimiento de
tratamiento del que se trata: una clase específica de variación entre dos expresiones puede
lograrse e.g. parafraseando, corrigiendo, ejemplificando o generalizando (véase más abajo
2.2.3).
(iii) Un rasgo estructural dominante de los procedimientos de tratamiento es el uso de
expresiones que funcionan específicamente como marcadores, tales como c’est-à-dire, en fin,
bon, quoi, de toute façon, en général, par exemple y muchas otras. Su uso representa el caso
estándar porque tales marcadores, llamados alternativamente conectores, aparecen en la
mayoría de las instancias de los procedimientos de tratamiento “prototípicos” (véase más
abajo 2.2.3). Están ausentes en muy pocos casos, e incluso entonces se puede asumir sobre la
base de los casos individuales –todavía no hay estudios sistemáticos– que las funciones que
normalmente realizan los marcadores están realizadas por medios entonacionales o
paralingüísticos. Una explicación de la frecuente ocurrencia de los marcadores podría ser que
son ellos los que contribuyen de manera significativa a la creación de una relación entre la
expresión de referencia y la expresión de tratamiento. Porque parece ser que con frecuencia
los rasgos semánticos y estructurales de la relación entre la expresión de referencia y la
expresión de tratamiento no son suficientes para determinar la naturaleza específica del tipo
de tratamiento del que se trata; en tales casos esa tarea la cumple exclusivamente el marcador.
Es probablemente debido al estatus prominente de los marcadores que la ocurrencia y la
función de varios de ellos fueron analizadas antes de que se estudiaran los procedimientos que
estos marcadores señalan (cf Kohler-Chesney 1981; Schelling 1982; Gülich/Kotschi 1983 a y
1983 b; Höelker 1988). Especialmente los marcadores de paráfrasis (como c’est-à-dire, c’est
qu, je veux dire, autrement dit, en d’autres termes) fueron estudiados desde varios puntos de
vista (Kohler-Chesney 1981; Gülich/Kotschi 1983 a y b; Authier-Revuz 1987; Murat/Cartier-
Bresson 1987; Tamba 1987 y especialmente Kotschi 1990).
No podemos desarrollar las implicaciones de un análisis exhaustivo de algunos de estos
marcadores en mayor detalle, pero nos gustaría poner el énfasis en este punto en el hecho de
que una descripción detallada de los marcadores constituye una preparación importante para
el desarrollo de una tipología de los procedimientos de tratamiento. Puede, por lo tanto,
14
asumirse sin riesgos que toda descripción de las ocurrencias y funciones de un marcador
individual ayudará a completar la tipología de los marcadores.
2.2.3 Tipología
10
La distinción entre procedimientos de tratamiento reformulativos y no-reformulativos –establecida en relación
con el criterio de fuente de problemas– podría ser criticada porque a primera vista parece ser aplicable sólo a los
casos de auto-tratamiento: de hecho, las repeticiones de otros [other-repetitions] y las paráfrasis de otros
[other-paraphrases], por ejemplo, con frecuencia funcionan en los diálogos como confirmación o acuerdo (cf.
Krüger 1992); se podría preguntar si estos casos están en línea con el planteo acerca de que estos procedimientos
de tratamiento deben estar motivados por la existencia de una fuente de problemas. Parece adecuado, sin
embargo, asumir que las funciones de confirmación y acuerdo son funciones secundarias que, bajo ciertas
condiciones, se tornan centrales, sin negar la existencia de una fuente de problemas. De manera que puede
entenderse que los casos de “tratamiento de otros” también cumplen con este criterio.
15
(indicada e.g. por enfin), se puede asumir que esta clase también comprende el lugar
sistemático que ocuparán las correcciones. –La Figura 1 incorpora las distinciones entre
procedimientos mencionadas hasta aquí así como las que se dan entre los procedimientos que
discutiremos en (iii) y (iv).
Figura 1
(11)1 W2 […] quand je reçois une lettre de quelqu’un […]je fais attention (… ?) tiens
2 y a une faute tiens y a une faute tiens y a une faute (suavemente) tiens y a une
3 faute+
4 A mhmh et ça te choque
5 W2 quand je re/ ouais quand enfin ça me choque bon : tout est
6 relatif […]
[Norm]
En tanto que las tres repeticiones de tiens y a une faute son un dispositivo estilístico que
representa, a la manera de un ícono, el hecho reportado de que el hablante repetidamente
encontró otro error, la repetición de ça te choque como ça me choque tiene una función muy
diferente. Cuando el hablante W2 enuncia ça me choque –luego de haber interrumpido dos
16
veces su enunciado– , está haciendo dos cosas: por un lado, cita el ça te choque de A (el
cambio de te a me no tiene relevancia interpretativa aquí) y así logra –luego de haber
producido el marcador de corrección enfin– su nuevo comienzo con una expresión que
establece coherencia (ça […]choque – ça […]choque) y que a continuación convierte en el
objeto de un comentario. Por otro lado, presenta el ça me choque (y ahora el cambio en el
pronombre personal es en efecto relevante) como un enunciado cuya responsabilidad asume,
pero cuya validez está restringida mediante bon: tout est relatif, en la medida en que se puede
entender como sigue: ça me choque es válido, siempre que el significado de choquer sea
calificado.
Esta forma dual de una expresión de tratamiento como ça me choque en el ejemplo (11)
ha sido denominada “diafonía explícita” [“explicit diaphony”] (cf. Roulet et al. 1985: 77 y
ss.). Estas expresiones diafónicas ocurren preferentemente, aunque no exclusivamente, en
conexión con repeticiones no literales. Aunque es probable que no estén completamente
ausentes de las repeticiones literales, la sustitución de pronombres (u otros morfemas), que es
típica de las repeticiones no-literales, parece en efecto favorecer una interpretación diafónica.
Figura 2
Figura 3
La tipología de las repeticiones también debería dar cuenta de la diferencia entre las
repeticiones completas y las parciales, especialmente en relación con las repeticiones de
otros. El ejemplo (11) contiene repeticiones completas. La expresión de tratamiento de las
17
repeticiones parciales con frecuencia consiste en un solo lexema, sintagma, o alguna otra
estructura parcial de la expresión de referencia. Las repeticiones parciales frecuentemente
funcionan como una instrucción dirigida al interlocutor para que repita un elemento de su
enunciado que se desvía de las expectativas del oyente en términos de claridad acústica,
coherencia o conformidad con la norma. Las repeticiones completas, por su parte, también
pueden servir para expresar acuerdo con el punto de vista que el interlocutor presentó al
enunciar la expresión de referencia; pueden incluso fomentar la continuación del turno o
(diafónicamente) incorporar una expresión que asegure la coherencia como punto de partida
para tomar la palabra (cf. Arditty 1987: 62, Krüger 1992:76 y ss.). La ocurrencia de
repeticiones parciales y totales puede presentar una manifestación particularmente clara de la
producción discursiva lograda a través de la interacción, especialmente cuando la expresión
de referencia constituye, en mayor o menor medida, una “expresión fija” (cf. Tannen 1987)
Llegamos de esta manera a la tipología de repeticiones que se muestra en la Figura 2.
b) Una tipología de las paráfrasis fue sugerida en Gülich/Kotschi (1987 a: 239 y ss),
donde se distinguen los elementos que aparecen en la Figura 3.
La expansiones son casos en los que la expresión de tratamiento tiene una extensión más
larga que la expresión de referencia, de manera que un semema (o varios sememas) de la
expresión de referencia resulta desmontado, de manera más o menos arbitraria, en rasgos
individuales, que están representados por unidades lingüísticas independientes en la expresión
de tratamiento (cf. Viehweger 1977:257). En el extracto (12) esto se aplica a las dos
expresiones en negrita, ya que la expresión de tratamiento (avec une sorte ...) explica
componentes del semema de rhizomateux.11
(12)1 M : […] ces iris comme ça qui sont rhizomateux c’est-à-dire avec une sorte de .
2 de grosse racine une . un gros tubercule allongé c’est bien ÇA’
3 O: oui oui oui
[MJ, Iris sauvages]
Las reducciones revierten el proceso, caracterizando una expansión; los rasgos semánticos
de una unidad semántica anteriormente más larga aparecen “reunidos” y “condensados” en el
semema (o los sememas) de la expresión de tratamiento, cf.:
(13)1 M : […] ces tubercules faut pratiquement les laisser à la SURface du sol’ […]
2 O : et ne pas trop les : enterrer alors,
[MJ, Iris sauvages]
11
Hay que tener en mente que la expresión de tratamiento –a pesar de su mayor extensión – con frecuencia
contiene no más sino menos rasgos denotativamente relevantes que la expresión de referencia. Esto también se
aplica a las dos expresiones que aparecen en el ejemplo (12): algunos de los rasgos de rhizomateux no están
contenidos en avec une sorte de. de grosse racine une . un gros tubercule allongé (no todos los bulbos raíces
largos son rizomas). No obstante, es posible que la palabra rhizomateux sea poco conocida o incluso desconocida
para algún interlocutor. En este caso la expresión de reformulación tiene un número mayor de rasgos semánticos
para esta persona.
18
mismas palabras, pero con una disposición secuencial diferente. El siguiente ejemplo muestra
este fenómeno:
(14)1 MC : […] donc il a un pouvoir énorme sur le terrain quoi, faut pas exagérer […]
2 mais sur la politique générale […] c’est quand même énorme comme
3 pouvoir hein,
[Assemblée générale]
Entre las paráfrasis que corresponden a este tipo se encuentran también aquellas que sólo
pueden reconocerse como tales si las relaciones referenciales de la expresión de referencia y
la expresión de tratamiento son conocidas.
Es necesario subdividir aun más las paráfrasis: el tipo de paráfrasis que se produce por
expansión se desglosa en especificación y explicación, en tanto que las que se producen por
reducción se subdividen en resumen y denominación. Esto da cuenta de los casos en los que
las paráfrasis son usadas para introducir nuevos aspectos, para definir un concepto abstracto,
para hacer un resumen o para encontrar una expresión que conceptualice algún asunto
complejo (para más detalles véase Gülich/Kotschi 1987 a: 241 y ss.).
Figura 4
12
Esto se aplica a los procedimientos de recapitulación de la misma manera que a los otros dos tipos, motivo por
el cual deben ser considerados “disociaciones” –a pesar de su estrecha relación con las paráfrasis (y
especialmente con las reducciones).
13
Podría parecer que el marcador après tout tuviera una función argumentativa e identificara el constituyente
que introduce como el argumento para el constituyente precedente. Como lo hizo notar Roulet (1990) en su
estudio detallado de este marcador, la relación argumentativa existe independientemente del après tout (aunque
es posible una reinterpretación argumentativa de este indicador en un segundo nivel de significado).
20
este respecto, se puede provisoriamente ubicarlos en el mismo nivel cuando se trata de
especificar elementos constitutivos de procedimientos de tratamiento.
Segundo: Estudios recientes de varios tipos de marcadores pragmáticos (cf. e.g. las
contribuciones en Cahiers de linguistique 11 (1990), “Marcage linguistique, inférence et
interprétation dans le discours”) muestran claramente que una descripción adecuada de los
logros particulares de estos marcadores debe tener en cuenta la información implícita y los
mecanismos para inferirla, mucho más de lo que se lo ha hecho en el pasado (cf. Moeschler
1992: 22).
b) Finalmente, las correcciones. Aceptamos la sugerencia de Hölker (1988: 81 y ss.) y
distinguimos entre correcciones de forma, correcciones de formulación y correcciones de
contenido.
Son de especial interés las correcciones de contenido, que pueden dividirse en genuinas y
no-genuinas (cf. Hölker 1988: 57 y 81 y ss.). El objeto que se pretende de referencia sigue
siendo el mismo en las correcciones de contenido no-genuinas, a pesar del cambio de la
expresión de referencia a la expresión de tratamiento; en tanto que las correcciones de
contenido genuinas siempre contienen un cambio en el objeto que se pretende de referencia.
El ejemplo (16), que ha sido construido para este fin, puede ilustrar el caso:
(16a) es proferido en una situación en la que desde el comienzo del enunciado el hablante
se refiere a la dirección que supone cruzar la calle; à droite puede considerarse un simple
lapsus [slip of the tongue]. (16b), en cambio, podría ser enunciado en una situación en la que
el hablante cambia de opinión en el curso del enunciado y se refiere a una dirección en lugar
de la otra. El uso de quoi sólo es posible en el primer caso, i.e. en una corrección no-genuina;
en otras palabras: en lugar de una corrección de contenido, quoi indica una corrección no
genuina.
Esto nos da la tipología indicada en la Figura 5.
Figura 5
21
(v) Resumen. – Pueden destacarse dos conclusiones al final de esta discusión acerca de
los procedimientos de tratamiento reformulativos.
Primero, resultó notorio que la secuencia repetición-paráfrasis-disociación-corrección
está caracterizada por una restricción ascendente de la validez. En tanto que las repeticiones
expresan ausencia de “distancia”, o sólo expresan “distancia” ante las condiciones particulares
de la diafonía, se puede decir de las paráfrasis que generalmente expresan “distancia”, aunque
considerablemente débil. Las disociaciones contienen varios grados de distancia, (“débil”,
“media” o “fuerte”) pero esa distancia siempre permanece por debajo del nivel de la
invalidación, que está reservada a las correcciones.
En segundo lugar, encontramos que los cuatro tipos de procedimientos de tratamiento
reformulativos difieren de manera característica en sus marcadores. Las repeticiones
generalmente ocurren sin ningún marcador segmental. Aunque expresiones tales como ah,
oui, c’est vrai, etc. aparecen en su cercanía, éstas no marcan, por su cuenta, el procedimiento
como una repetición, sino que cumplen funciones independientes, aunque a veces paralelas.
Para las paráfrasis existe una serie bien caracterizada de marcadores; éstos no son, sin
embargo, indispensables en el señalamiento y la interpretación de un procedimiento como
paráfrasis. Esto ocurre, en cambio, con los marcadores de procedimientos de disociación. Una
constelación de constituyentes discursivos no puede ser marcado como disociación sin su
presencia. Las correcciones, finalmente, presentan un cuadro difuso. Los marcadores
segmentales se emplean con frecuencia, pero no siempre, y los marcadores empleados
difieren en cuanto a su estatus. Además de los marcadores de corrección típicos como en fin
hay también marcadores con un uso primario diferente (e.g. c’est-à-dire).
Una tercera clase de rastros de la producción textual está indicada por un amplio grupo de
expresiones de tipo metalingüístico o metadiscursivo (más o menos explícito); los hablantes
las emplean para evaluar o comentar expresiones (o secuencias de expresiones) que forman
parte del discurso que se está desarrollando y, al hacerlo, señalan ciertos problemas de
verbalización o de comunicación.
En francés estas expresiones incluyen tu vois/ vous voyez, si vous voulez, entre guillemets,
comment dirais-je, disons le mot. Aparecen en los dos extractos que siguen:
(17) 1 W1 : alors toute conversation qui n’est pas habituelle t’obligE à utiliser unE norme
2 W2 : ben oui (… ?) ( ?ça)
3 W1 : justement qui est unE norme qui est vachement stéréotypée to vois qui est
4 A: ouais
5 W1 : imposée par euh par euh les instances supérieures et euh […]
[Norm]
(18) 1 C : un peintre de talent, qui n’a jamais pu se : … s’exprimer enfin euh … sortir si
22
2 vous voulez entre guillemets voilà, […] et d’autre part c’était un homme qui
3 n’avait pas LE comment dirais-je … le le culot disons le mot le culot pour
4 s’affirmer
5
[Claude]
(20) 1 A: et ça te choque
2 W2 : quand je re/ ouais quand enfin ça me choque bos : tout est relatif
[Norm, cf. ejemplo (11) arriba]
En (19) la hablante C usa je n(e)ais para señalar su inseguridad respecto de que renfermés
sea la descripción adecuada en el contexto de su enunciado –donde renfermés es ya una
reformulación de la palabra méchants, que, a su vez, aparece calificada por v(ous) voyez. El
rasgo esencial del extracto (20) parece ser el punto en que la hablante con su hiperbólico tout
est relatif, cuestiona la adecuación absoluta de cualquier expresión lingüística, incluyendo así
el verbo choquer al que refiere esta expresión de carácter metadiscursivo.
Referimos a los rastros de actividades conversacionales indicados por estas expresiones de
evaluación metadiscursiva y comentamos los procedimientos de calificación (cf. Gülich/
Kotschi 1987 a y b, Kotschi 1986 y Gülich 1986 b).
14
Expresiones como tu vois ya han sido estudiadas en conexión con otras preguntas (cf. Gülich 1970). Settekorn
(1977) las considera “construcciones argumentativas mínimas”, Davoine (1980) habla de “connecteurs
phatiques”, Lutazzi (1985) investiga su función en la estructuración del discurso y Auchlin (1981) los subsume
de manera similar bajo el nombre de “marqueurs de structuration de la conversation”. Tu vois/ vous voyez tienen
claramente un marcado carácter multifuncional.
23
Las propiedades estructurales de los procedimientos de calificación están esencialmente
determinadas por el hecho de que la expresión de calificación puede tanto preceder (cf. (a))
como seguir (cf. (b)) a la expresión a la que califica:
Como se observa en los ejemplos, nuestro corpus contiene instancias de dos (o más)
expresiones de calificación en co-ocurrencia, tanto con ambas en posposición (cf. (c)) como
combinando una expresión en posición inicial y una en posición final (cf. (d)):15
24
en este sentido se puede comparar con los llamados operadores argumentativos como même,
presque, trop, etc. (cf. Ducrot 1983; Moeschler (1985))– para dar una opinión específica, que
deberá asignarse a algún aspecto de una sola expresión dada (o una serie de expresiones que
debe considerarse como una sola unidad) que es identificable en la estructura discursiva. Son
sobre todo estas funciones diferentes de los marcadores de tratamiento (como conectores), por
un lado, y de las expresiones de calificación (como operadores), por el otro, lo que justifica
la distinción trazada entre procedimientos de tratamiento y procedimientos de calificación
como dos clases fundamentalmente diferentes de rastros de actividades discursivas (como se
muestra en las tablas 1 y 3).
Con respecto a los rasgos semánticos y estructurales individuales de los procedimientos de
calificación, podemos referir a Kotschi (1986) y limitarnos aquí a una breve discusión de
algunos aspectos.
Las expresiones calificadas pueden variar en tamaño en la misma medida que las
expresiones de referencia de los procedimientos de tratamiento; y como ellas (o, hablando con
propiedad, como las expresiones de referencia de los procedimientos de tratamiento
reformulativos), las expresiones a las que los hablantes se refieren a través de un
procedimiento de calificación son caracterizadas generalmente como una fuente de
problemas. Esta caracterización como fuente de problemas concierne a la forma, el contenido
o las condiciones de uso de las respectivas expresiones calificadas y, con frecuencia, a más de
un aspecto a la vez16. Este tipo particular de calificación –puede ser una evaluación, o más
bien un comentario– está determinado por los rasgos específicos de la expresión de
calificación.
Como se mencionó más arriba, la expresión de calificación puede consistir no sólo en
frases fijas breves (cf. comment dirais-je y las otras expresiones en los ejemplos (17) a (20)),
sino también de sintagmas o constituyentes discursivos más largos formados de manera
relativamente libre. El ejemplo (21) es un caso claro:
(21) 1 M : ils sont d’un carctère un petit peu dominaTEUR’ il faut essayer de dominer
2 au moins quelque chose’
3J: . oui’ mais dominer quelqu’un . (riéndose) ça
4 c’est’ +
5M: oui’ enfin’ dominEr’, moi j’aime pas ce mot-là par ce qu’il fai peur
6 un peu c’ (es)t un peu : euh
7J: oui’
[“Hallo Macha”]
16
De la clase de las expresiones de calificación excluimos, por lo tanto, los constituyentes discursivos
metacomunicativos que se emplean para evaluar o comentar sobre la estructura y función del discurso como
totalidad o de alguno de sus constituyentes (ya sea un evento de habla [speech event], una secuencia, un
intercambios, una “intervención” o un acto de habla, cf. Roulet et al. (1985) y Kerbrat-Orecchioni (1990). Estos
enunciados fueron considerados, por ejemplo, por Morel (1985); también en el “modelo de Ginebra” tienen un
estatus estructural y funcional específico (e.g. como constituyentes discursivos con una función interactiva ritual,
cf. Drescher/Kotschi (1988)). Podemos hacer referencia, además, al reciente estudio de la “aceptación de apoyo”
en los actos de habla, de Techtmeier (1994).
25
procedimiento de tratamiento reformulativo (lo cual subraya su carácter de formación
sintáctica libre).
Del análisis de un amplio corpus resultó que las expresiones de calificación pueden
adscribirse a tres grupos:
- Un primer subgrupo contiene las formas constituidas por dos elementos: primero
una expresión anafórica con la estructura X(Y)Z –donde X es la parte de la
expresión sobre la que se realiza el tratamiento que se recupera, Y un elemento
anafórico (e.g. un pronombre o adverbio) y Z una expresión metalingüística– y
luego una expresión de evaluación; una expresión de evaluación típicamente
contiene una expresión predicativa que cumple aproximadamente los criterios
mencionados por Milner (1978: capítulo 7). Esta primera subclase incluye
expresiones como ça n’est pas péjoratif de dire X, X est presque péjoratif là, c’est
jolie votre expression así como la expresión compleja moi j’aime pas ce mot-là
parce qu’il fait peur un peu/ c’(es)t un peu : euh en (21).
- Una segunda subclase contiene expresiones de calificación que tienen al menos un
elemento metalingüístico como constituyente principal, e.g., dire, mot, guillemets
(cf. las expresiones entre guillemets, comment dirais-je, disons le mot del ejemplo
(18)), o appeler, reprendre y métaphore (cf. las expresiones ce qu’on appelle y
pour reprende une métaphore que aparecen en otros ejemplos). Además, las
expresiones de calificación de esta subclase también contienen un elemento
anafórico (o catafórico), aunque no siempre está expresado explícitamente (como
en ce qu’on appelle y disons le mot) sino que con frecuencia puede simplemente
estar presente de forma más o menos implícita (en relación con una escala de
diferentes grados de explicitud cf. Kotschi 1986: 217 y Kotschi 1990: 4 y s.).
- Las expresiones de calificación de la tercera subclase, que son todas más o menos
estandarizadas, no contienen ni una expresión evaluativa ni una expresión
metalingüística. Se corresponden con los llamados “rodeos” [“hedges”] (Lakoff
1975). Entre ellos se cuentan las expresiones tu vois/vous voyez, si vous voulez y
j’en sais pas de los ejemplos (17) a (19), así como las formas del tipo de une
espèce de, en quelque sorte.
Asumimos que las expresiones de la primera subclase contienen una evaluación, las de la
segunda subclase un comentario, (una evaluación con frecuencia puede contener elementos de
un comentario y un comentario puede ser deducido de una evaluación); para las expresiones
“de rodeo” de la tercera subclase se sostiene que hacen referencia a la vaguedad o
indeterminación de la expresión calificada de una manera más general –debido a las reservas
con respecto a la aplicación de una extensión señalada por ellas– y por lo tanto no permiten en
absoluto una distinción entre evaluación y comentario.
26
2.3.3 Funciones
(22) 1 C : […] et d’autre part c’était un homme qui n’avait pas LE comment dirais-je …
2 le le culot disons le mot le culot pour s’affirmer
[Claude, cf. ejemplo (18) arriba]
(23) 1 C : j’aime pas les gens … méchants v(ous) voyez ou euh fff je n’sais pas .
2 renfermés
[Claude, cf. ejemplo (19) arriba]
27
respectivos (cf. Kotschi 1986)– ese hablante manifiesta tener conciencia respecto de una
cierta norma lingüística e indica a) que –aunque sea sólo en un grado menor– se desvía de ella
o se ve llevado a desviarse de ella y b) que pide ser disculpado por ese desvío. Toda vez que
un hablante se refiere a una norma mediante la calificación de una expresión lingüística,
evoca una formulación alternativa más adecuada a esa norma. Esto parece sugerir que el
hablante irá con frecuencia más allá de la mera evocación de una formulación alternativa, que
podría dejar implícita, e intentará, en cambio, hacerla explícita, mediante un procedimiento de
tratamiento reformulativo (aunque sólo sea de una manera preliminar).
Hemos ilustrado arriba cómo los hablantes combinan los procedimientos de verbalización
y los procedimientos de tratamiento, por un lado y, por el otro, los procedimientos de
calificación. Para describir las funciones de estos procedimientos en tanto se vuelven
evidentes en este proceso, es importante destacar también sus diferentes estatus. Señalamos
arriba, especialmente en 2.3.2, que nos estamos ocupando aquí de tipos fundamentalmente
diferentes de rastros de actividades discursivas. Además de ello, nos gustaría enfatizar otros
dos aspectos.
Una diferencia notoria se manifiesta en la naturaleza de los marcadores de los diferentes
tipos de rastros. En tanto que los marcadores de los procedimientos de verbalización tienen
una suerte de cualidad “para-morfemática” debido a su forma (pausas puras, pausas rellenas,
alargamientos, enunciados incompletos, reduplicaciones, etc.), los marcadores de los
procedimientos de tratamiento y los procedimientos de calificación típicamente se realizan
como morfemas o combinaciones de morfemas (o pueden, al menos, ser reemplazados por
ellos, siempre que consistan en propiedades de la estructura proposicional de las expresiones
respectivas, como es con frecuencia el caso con los procedimientos de tratamiento no-
reformulativos). Los marcadores de los procedimientos de tratamiento y los procedimientos
de calificación, a su vez, se distinguen por el hecho de que los primeros tienen el estatus de
conectores y los segundos tienen el estatus de operadores, cf. figura 6.
Figura 6
Estos contrastes se corresponden con la manera en que los tres procedimientos se asignan
a las diferentes capas de la estructura textual. Si asumimos que el dominio pragmático de la
estructura textual incluye al menos una estructura suplementaria, además de la estructura del
28
acto de habla, a saber, la estructura de la información (para una discusión actual sobre este
asunto, véase e.g. Brandt/Rosegren 1992)17, pueden darse buenas razones para asumir las
siguientes interrelaciones. Los procedimientos de verbalización y los procedimientos de
tratamiento deben ser asignados a la estructura de la información, aunque con diferentes
implicaciones. En tanto que (los marcadores de) los procedimientos de verbalización con
frecuencia se encuentran en los límites entre unidades de la estructura de la información
(sobre todo unidades básicas, aunque a veces también unidades de niveles jerárquicamente
superiores, que ayudan a delimitar), los procedimientos de tratamiento operan sobre estas
unidades, por ejemplo, al constituir relaciones entre ellas o entre partes o combinaciones de
ellas, respectivamente. Los procedimientos de calificación, por otro lado, no operan
inmediatamente sobre unidades de la estructura de la información. En vista del hecho de que
son manifestaciones más explícitas del control cognitivo que el hablante ejerce sobre sus
actividades discursivas, puede ser preferible asignarlas a la estructura del acto de habla (cf,
Kotschi 1994)18.
17
Estudios recientes parecen sugerir que en la estructura pragmática del discurso debería asumirse al menos otro
“módudo estructural”, además de la estructura del acto de habla y la estructura de la información, un módulo al
que se podría referir como estructura jerárquica o estructura de los constituyentes del discurso (cf. Kotschi
1994).
18
La perspectiva según la cual las evaluaciones y comentarios metacomunicativos (i.e. calificaciones) tienen el
estatus de un tipo especial de acciones ha guiado ya las consideraciones presentadas en Gülich/Kotschi (1987a).
(Fue, sin embargo, rápidamente extendida a las reformulaciones, i.e. un tipo de procedimientos de tratamiento).
La cuestión requiere ser examinada mejor. Una discusión reciente de cuestiones relacionadas parece en
Techrmeier (1994).
29
seguidos por un tratamiento o calificación posterior de la expresión producida. La distinción
entre estas actividades toma en cuenta no sólo las diferentes condiciones bajo las que se
producen, sino también sus distintos efectos sobre la estructura discursiva.
Si decimos que los diferentes tipos de actividades de producción discursiva pueden
reconocerse por los rastros que dejan en el discurso, nuestra interpretación de la noción de
“rastro” presupone la distinción entre marcadores y procedimientos: los marcadores son
rasgos típicos del lenguaje hablado y aparecen, por lo tanto, con frecuencia; ya han sido
descriptos desde varios enfoques lingüísticos. El supuesto de que estos marcadores señalan
procedimientos de producción discursiva que los hablantes emplean para solucionar
problemas de producción ha sido fundamental para nuestro análisis de las actividades de
formulación. Dado que el marcador desempeña un rol central en la interpretación y
clasificación de los procedimientos individuales, le otorgamos gran importancia a la
descripción detallada de los marcadores individuales –ya que, al emplear cierto marcador, un
hablante puede establecer un vínculo conversacional entre dos expresiones, y así presentarlas
o definirlas como paráfrasis, corrección, etc. Aunque marcadores y procedimientos se
consideran rastros de actividades de producción discursiva en la comunicación oral (antes que
características del francés hablado, por ejemplo, como en los estudios mencionados en la
sección 1), su realización específica y el funcionamiento de los marcadores y procedimientos
individuales sólo puede, por supuesto, ser analizado en relación con una lengua en particular.
En este artículo el análisis detallado, necesario para la discusión de los marcadores y los
correspondientes procedimientos sólo pudo presentarse de una manera sumaria, ya que los
problemas específicos de la lengua francesa no son aquí nuestra principal preocupación.
VERBALIZACIÓN TRATAMIENTO
30
CALIFICACIÓN
marcadores procedimientos
c’est joli votre expression evaluación
.
.
.
comentario
comment dirais-je
comme on dit
ce qu’on appelle
.
.
.
si vous voulez “rodeo”
en quelque sorte
une espèce de
.
.
.
Tabla 4
Parece ser que rara vez se da una relación uno a uno entre marcadores y procedimientos.
En particular, los marcadores prosódicos del primer grupo (pausas, fenómenos de hesitación,
etc.) y los marcadores verbales como et bien, bon, alors, etc. en francés son polifuncionales
respecto de los procedimientos. Los marcadores del segundo grupo, e.g. c’est-à-dire, que
típicamente indica procedimientos de paráfrasis, o enfin, que con frecuencia señala
procedimientos de corrección, tienen lazos estrechos con un procedimiento particular, pero
incluso en estos casos la relación no es exclusiva. Nuestro material indica que los marcadores
tan claros como par exemple para las ejemplificaciones o en général para las generalizaciones
son más bien infrecuentes. Parece ser que hay una serie amplia de procedimientos lingüísticos
para iniciar estos procedimientos. Los marcadores del tercer grupo, sin embargo, pueden ser
asociados más fácilmente con procedimientos individuales. De allí que en la tabla 4
especifiquemos la relación entre marcadores individuales y procedimientos sólo para el
último grupo, en tanto que en los otros casos tan sólo asociamos grupos de marcadores con
grupos de procedimientos.
No hay una línea divisoria clara entre los varios tipos de actividades o entre los diferentes
tipos de rastros, i.e. no presentamos una categorización rígida de acuerdo con criterios
claramente definidos; de igual modo, tampoco los diferentes fenómenos pueden separarse
fácilmente en el análisis de los datos conversacionales. Los rastros de las actividades de
producción discursiva con frecuencia aparecen juntos. Así, los rastros de las actividades de
verbalización (a la izquierda del diagrama) pueden aparecer junto con todos los rastros de las
actividades que refieren a enunciados ya producidos, i.e., procedimientos de tratamiento y
calificación (en la columna de la derecha). Esto es así no sólo porque las expresiones de
tratamiento y calificación son ellas mismas verbalizadas, sino también porque los
procedimientos de tratamiento y calificación se emplean con frecuencia luego de que se haya
señalado la existencia de un problema a través de rastros de actividades de verbalización. Los
31
problemas generalmente no se resuelven en un solo intento, pero una primera expresión
tentativa puede a su vez ser sometida a nuevos tratamientos. Ocasionalmente, esos nuevos
tratamientos no resuelven el problema y los hablantes se contentan con señalar su existencia
agregando una expresión de calificación.
Los rastros de las actividades de tratamiento y de calificación (sección superior e inferior
de la columna de la derecha) también suelen aparecer juntos. Cuando un hablante usa una
expresión de calificación para señalar que una expresión es insatisfactoria o requiere una
reformulación, a ello frecuentemente siguen intentos de reformular esa expresión, o viceversa:
a veces el tratamiento es comentado a posteriori.
3. Conclusión
Sistema de transcripción
32
Bielefeld. En general, sigue las convenciones ortográficas ordinarias, pero las marcas de
puntuación no desempeñan su función normal. Cuando se han tomado ejemplos de otro
corpus, la notación ha sido adaptada.
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