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Madurez

La madurez resulta ser un concepto bastante abstracto para mí. Es de esas


palabras que la mayoría de las personas no entienden como alguien se queda
atascado al intentar comprenderlas si es tan sencillo, ‘’Es dejar las cosas infantiles
de lado para crecer’’, fin. Pero yo me niego a digerir todo demasiado rápido, así
que esta palabra está en mi lista de conceptos por revisar meticulosamente para
entenderme.
Para mí la madurez es relativa, pues, aunque yo crea algo establecido de ella
personalmente, está psicológicamente comprobado que cada persona a la que
conocemos, tiene una versión diferente de nosotros en sus cabezas, pues cada
persona conoce una parte de mí dependiendo del lazo que nos une, pero ese es
otro tema. El punto es que mientras algunas personas dicen que soy demasiado
madura para mi edad, hay otras pensando que suelo ser infantil y aniñada. Pero
por eso estoy segura de que no soy madura, ya que otra característica de la
madurez es poder mostrarse de una forma íntegra en todo aspecto y área de mi
vida. Confuso.
Hay muchos quienes piensan que madurez es sinónimo de amargura, pero
madurar no es dejar de ser feliz. Para la mayoría de conocidos de mi edad, la
madurez es su ideal, ellos quieren aparentar ser grandes e intelectuales y con
mucha experiencia, pero no lo es para mí, no estoy diciendo que quiera tener 40 y
comportarme como si tuviera 14 años aun, pero me invade este inexplicable deseo
de apegarme e incluso absorber mi pasada niñez, tal vez sea producto del
problema de muchas personas alrededor del mundo, la nostalgia. El mayor
argumento para romper la base de ese miedo a madurar, sería repetirme ‘’Crecer
no es olvidar, solo es avanzar o evolucionar’’, pero lo olvido todo el tiempo. Me
entristece saber que inevitablemente estoy siguiendo ese proceso necesario del
desarrollo humano para finalmente convertirme en una adulta. Leí una vez que la
adolescencia es ese momento en el que estamos vulnerables, pues no sabemos
exactamente en qué punto estamos, somos demasiados grandes para
estupideces y muy pequeños para hacer lo que queremos. Tal vez esa sea la
razón de porque no entiendo que es exactamente madurar, estoy pasando por la
adolescencia…se que este no es el tema de este texto ni viene al caso, pero
necesito decirlo, ¿no les parece que los adultos hablan de la adolescencia como
una enfermedad? Yo sí, lo pienso todo el tiempo. Cuando los jóvenes hacemos
preguntas a los mayores, ellos dicen cosas como ‘’Solía tener ese tipo de
preguntas en mi cabeza a tu edad…’’ ‘’Lo entenderás después, estos son
interrogantes que llegan cuando eres adolescente’’. La culpa la tiene la
adolescencia, debería existir un libro con este nombre, sería interesante porque no
podemos enfadarnos o llorar porque los adultos empiezan a hablar de hormonas.
En todo caso y olvidando el tema de la adolescencia, no sé lo que quiero, deseo
crecer y ser mejor pero también quiero permanecer teniendo las cualidades de esa
niña de 6 años de hace tiempo atrás y la mayoría de gente grande si confunde ser
amargado con ser maduro y para estar conectado con nuestro niño interior esto no
es aceptable.
Todas estas son las razones por las cuales no entiendo la madurez.

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