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ANEP - CODICEN

Consejo de Formación en Educación

IFD de Pando

Análisis Pedagógico de la Práctica Docente

Artículo académico:

Familia-Escuela

¿Instituciones desencontradas?
2 de diciembre de 2021

Nombre del estudiante: Mathías Martínez

C.I. 5.188.197-0

Grupo: 4to.A Magisterio

Nombre de la docente: Miriam Márquez


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Resumen

El presente artículo analiza cómo se producen las convocatorias por parte de la


escuela considerando especialmente el vínculo, la relevancia y las consecuencias que se
producen con la familia por medio del alumno. En cuanto a la metodología a utilizar, será a
través del método cualitativo, considerando fundamentalmente la observación participante y
la entrevista informal, que acompañarán el análisis de la información en conjunto con la
reflexión de las diferentes experiencias vividas. Es necesario destacar qué se entiende tanto
por el término familia como por escuela. En este sentido, el papel de la familia, como una
institución inserta dentro de la sociedad, permite que se conozca la realidad que los rodea,
siendo partícipes de diferentes ámbitos, entre ellos el educativo. Por otra parte, la escuela es
considerada como lugar de encuentro de los diferentes grupos sociales, por ende, se convierte
en una institución compleja, en la que debe tener en cuenta necesidades y demandas sociales
para realizar diversas convocatorias que promuevan la participación activa de las familias.

Palabras clave:

Familia, escuela, institución, educación, convocatorias y vínculos.


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Introducción

El presente artículo académico tiene como tema las convocatorias que realiza la
escuela hacia las familias, se considera su trascendencia y la relevancia que genera en ellas.
Se destaca el papel que tiene la escuela a la hora de convocar a las familias, los intereses de
ellas y la finalidad de las mismas.

En cuanto a la metodología a utilizar, se realiza por medio del método cualitativo, a su


vez se considera pertinente la utilización de la observación participante, al igual que la
entrevista informal, como herramientas de reflexión sobre la temática que permiten conocer e
identificar las características de las convocatorias.

La elección del tema surge porque se ha observado que las familias asisten con muy
poca frecuencia a las actividades propuestas por parte de la escuela; frente a ello me he
preguntado porqué ocurre. Algunas de las interrogantes que me han surgido al respecto: ¿es
que se produce un desencuentro entre ambas instituciones?, ¿qué iniciativas se llevan
adelante desde la escuela para mejorar el vínculo?, ¿existe una relación colaborativa entre la
familia y la escuela? Por consiguiente, este trabajo tiene como objetivo, por un lado,
reconocer qué tipo de vínculo se produce entre la familia y la escuela y por otro, identificar
las características de las convocatorias realizadas por parte de la escuela.

Desde mi experiencia como estudiante, he tenido la posibilidad de observar y


participar de instancias en las cuales se convoca a las familias en distintas oportunidades,
tales como, actos en fechas patrias, actividades recreativas, o con motivo de realizar
actividades comunitarias en la escuela. Muchas veces se los convoca para informarles acerca
del rendimiento escolar de sus hijos, sobrinos o nietos; en el caso de que su aplicación y/o
conducta no sea lo esperado por parte de la escuela, se convoca a las familias para buscar
soluciones frente a la situación en la que se encuentra, ya sea a través de nuevas estrategias
más eficaces, apoyo familiar o de otros especialistas. En contraposición, no se los convoca ya
que se cree, por parte de los docentes, que no es necesario manifestar el rendimiento si este es
acorde a lo que se espera.

En referencia a lo anterior, cabe señalar que se consideran algunas interrogantes que


van a ser guías para el desarrollo del presente artículo, por ejemplo: ¿para qué y cuándo
convoca la escuela a las familias?, ¿qué toma en cuenta la escuela a la hora de realizar las
distintas convocatorias hacia las familias?, ¿qué espera la escuela con la asistencia de las
familias? En este sentido, pude identificar diversas convocatorias visualizadas desde mi
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experiencia, logrando percibir distintas formas de realizarlas en donde algunas de ellas se


encontraban destinadas a distintos fines, por ejemplo, kermesse, talleres con padres,
actividades comunitarias, entre otras.

A modo de conclusión, se establece la importancia de la participación de las familias


en las diferentes convocatorias realizadas por parte de la escuela. A su vez, es necesario
destacar qué conclusiones y reflexiones fueron obtenidas al respecto.

Las estrategias metodológicas

Se utiliza el método cualitativo debido a que, tomando en cuenta la temática a


desarrollar, es pertinente llevar a cabo el enfoque mencionado que implique, según los
aportes teóricos de Hernández Sampieri et ál. “la recolección de datos sin medición numérica
para descubrir o afinar preguntas de investigación en el proceso de interpretación” (2006, p.
8). Por ende, se pretende describir y comprender el tema elegido desde la propia observación
participante de las distintas convocatorias realizadas y visualizadas, tanto desde la práctica
docente como desde la experiencia escolar.

Considerando las herramientas metodológicas, se lleva a cabo la observación


participante al igual que la entrevista informal. Considerando los aportes teóricos de Taylor y
Bogdan (1987), se establece que:

Los observadores participantes entran en el campo con la esperanza de establecer


relaciones abiertas con los informantes. Se comportan de un modo tal que llegan a ser
una parte no intrusiva de la escena, personas cuya posición los participantes dan por
sobreentendida. (p. 50)

La observación es otra forma de contribuir en la recolección de datos, favoreciendo


la descripción de situaciones y distintos factores que podrían incidir en las convocatorias
que se realizan por parte de la escuela. Es una de las técnicas que se realiza registrando los
aspectos más significativos para comprender el tema en cuestión, además permite la
recolección de datos asegurando la mayor fidelidad sobre los hechos.

Por otra parte, es importante destacar los aportes de Benny y Hughes (1970,
citados por Taylor y Bogdan, 1987) los cuales señalan que la entrevista es una herramienta
que permite “excavar” debido a que brinda conocimientos acerca de la vida social, de
modo que se convierte en una forma de recabar información a través de la flexibilidad. Por
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eso, en este trabajo se realiza una entrevista informal, que se desarrolló de una manera
dinámica y abierta con una docente adscriptora, con el objetivo de tomar en consideración
su perspectiva acerca de las características de las convocatorias que realiza la escuela a la
cual pertenece.

Partiendo de la experiencia

Al considerar mi experiencia como estudiante magisterial, dentro de las prácticas


desarrolladas tanto en escuelas urbanas como en la pasantía de la escuela rural, me permitió
contraponer diferentes puntos de vista en relación a las convocatorias que realiza la escuela.
Es necesario resaltar que las mismas fueron realizadas por la escuela en la cual acudí, estaban
vinculadas al desarrollo de actividades en días de festividades patrias nacionales y entrega de
calificaciones finales.

En relación a la experiencia educativa, es necesario tener en cuenta los aportes de


Contreras y Pérez de Lara (2010) los cuales establecen que es necesario situarse en la
educación, por consiguiente, se deben tomar en consideración los acontecimientos que se
encuentran en el tiempo que se vive. A su vez, hacen que se encuentren en determinados
momentos, lugares y además de situarse en un cuerpo sexuado permitiendo obtener una
perspectiva subjetiva.

Por otra parte, transcurrido el tiempo y continuando con la vivencia educativa, hoy
como estudiante magisterial logro apreciar que las convocatorias se han diversificado, a tal
punto que el desarrollo de actos patrios en las escuelas ha disminuido de manera notoria, ya
que se realizan solamente los de carácter protocolar. En las diferentes instituciones se llevan
adelante convocatorias para realizar talleres de clases abiertas, para el mejoramiento del
edificio escolar, entrega de equipos de Plan Ceibal, reuniones informativas para plantear
dificultades que comprometen la promoción de grado y reuniones finales de cierre de cursos.

Por último, es importante destacar otra experiencia referida a la escuela rural y a las
convocatorias. Allí se visualizó una integración por parte de la maestra directora con la
comunidad, la comunicación era de manera directa, teniendo como beneficio la poca
matrícula estudiantil, se construyó un vínculo que le permitió encontrar estrategias entre los
distintos participantes para la búsqueda de alternativas con el fin de realizar una salida
didáctica, además de la interacción a partir de propuestas por parte de las familias para el
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arreglo del predio escolar, por ejemplo, plantar flores, regar el invernáculo, arreglar el camino
de ingreso, entre otras.

En este aspecto, Bordoli (2006), establece que:

En este marco el vínculo de la escuela con el medio socio histórico se plantea a dos
niveles: como parte y alteridad. En otros términos, la escuela emerge del contexto, al
tiempo que es condicionada por éste, pero a su vez la escuela -desde su especificidad
y diferencia- “se vuelve” al medio para interactuar con él y coadyuvar a su
modificación, a su alteración. (p. 106)

Por ende, a partir de lo que establece la autora, es necesario tener en cuenta la


interacción que se produce entre ambas instituciones para determinar los resultados que
emergen del propio contexto en el que se encuentra la institución escolar.

La institución familia

Cuando nacemos, ¿quién se encarga de nosotros?, ¿quién nos da nuestro primer


alimento? La familia no es algo estructurado, no importa la cantidad de integrantes que la
conforman; se la concibe como la unión de individuos ligado por un conjunto de diversos
sentimientos que determinan el vínculo familiar. Hoy en día, la concepción del presente
concepto ha cambiado en relación a algunas décadas atrás, donde predominaba el estereotipo
conformado por padre, madre e hijos, actualmente encontramos diversas significaciones
respecto al concepto de familia.

Considerando los aportes de Jelin (1998) en relación al concepto, establece lo


siguiente:

Unidad familiar no es un conjunto indiferenciado de individuos. Es una organización,


un microcosmos de relaciones de producción, de reproducción y de distribución, con
una estructura de poder y con fuertes componentes ideológicos y afectivos que
comentan esa organización y ayudan a su persistencia y reproducción, pero donde
también hay bases estructurales de conflicto y lucha. Al mismo tiempo que existen
tareas e intereses colectivos, los miembros tienen intereses propios, anclados en su
propia ubicación en la estructura social. (p. 31)

Por otra parte, Morandé (1999) define a la familia como una comunidad de
pertenencia, donde se construye la identidad personal y en la que se desarrollan fuertes
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vínculos socioafectivos. También, se la describe como una comunidad educativa ya que


forma a las personas a lo largo de toda su vida, potenciando su desarrollo integral.

Uno de los aspectos que se mencionó anteriormente, hace referencia a los cambios
que ha sufrido la concepción de familia, fundamentalmente en los últimos años; cabe señalar
que en los últimos tiempos han sufrido alteraciones como consecuencia de transformaciones
socioculturales. Esto ha generado el aumento de hogares unipersonales, la postergación del
matrimonio y maternidad, mayor jefatura femenina en el hogar, la fragmentación e
inestabilidad de las configuraciones, la disminución del tiempo real que los adultos pasan con
sus hijos, ha provocado que ese tiempo sea ocupado por otras instituciones, o que esté
mayormente expuesto a medios de comunicación, especialmente a la televisión e internet.

Tal como plantea Tenti Fanfani (2002), los medios de comunicación se convierten en
agentes socializadores, transmitiendo valores que a veces no coinciden con los de la familia o
escuela. En ella se forma la identidad de los individuos, se satisfacen necesidades básicas, se
brinda amor, protección, se adquieren hábitos, se socializan normas, valores, entre otras
cuestiones. Es preciso reconocer que no todas esas funciones son llevadas a cabo actualmente
por la familia.

En relación al ritmo cambiante, dinámico y acelerado que vivimos hoy en día, la


familia enfrenta complejidades, en donde cada vez se torna más complejo compatibilizar con
el trabajo. En cuanto a las particularidades del grupo familiar, el lugar donde se desarrollan,
el entorno social cercano, define grupos con significados que varían, por lo que la
socialización primaria no siempre se da de la misma manera.

En referencia a lo anterior, el cambio al cual se está aludiendo, afecta directamente al


trabajo en la educación; ya no podemos hablar de “la familia” sino de diferentes procesos de
las diversas estructuras familiares, las cuales generan que coexistan diversos tipos.

En contraposición a lo anterior, es necesario destacar los aportes de Palacios (2015) la


cual hace referencia a lo siguiente:

Pero quizás el dilema de las familias (que al mismo tiempo redunda en la relación
familia-escuela) no esté en tratar de taxonomizar la forma sino en preguntarnos ¿cómo
se organizan hoy los seres humanos para garantizar su continuidad y su felicidad?,
¿cómo hacer ambas cosas por fuera del idilio amoroso y el amor recíproco como
condición privilegiada? Una nueva manera de pensar los vínculos dará origen a una
nueva familiaridad, a otra experiencia emocional y personal de familia. (p. 62)
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En este sentido, la autora mencionada establece la importancia de la organización de


la sociedad para poder pensar y reflexionar acerca de los diferentes vínculos que se
establecen dentro del ámbito educativo. Es necesario considerar los cambios ocurridos tanto
en la comunidad como en las estructuras familiares, que generan el surgimiento de diferentes
cuestiones e interrogantes que son necesarias establecer para mejorar el vínculo entre las
instituciones. Frente a ello, es importante destacar lo establecido en el Perfil de Egreso del
Profesional Docente (2008) en donde, en referencia a la temática, se plantea que el docente
debe encontrarse como un “sujeto situado”, tomando en consideración las diversas
complejidades que se presentan en la sociedad en un determinado tiempo y espacio.

La escuela como lugar de encuentro

En primera instancia, cabe destacar los aportes referidos al rol de la escuela


establecido por Rosbaco (2000) la cual plantea que: “La escuela, como primer organizador
social, puede cumplir una función estructurante e identificante, que si se ejerce
adecuadamente, contribuye a la construcción de un pensamiento que puja por ser autónomo”
(p. 73).

Como ya se ha establecido, acerca de la variabilidad de las conformaciones de las


familias y sus diferentes significados que se enlazan entre sí, cabe destacar que el lugar en
donde confluyen el resultado de las distintas familias es en la escuela; los agentes que
conforman a la institución educativa solventan las diferentes ideas, nociones y estructuras
replicadas en la sociedad. Desde la mirada docente, la familia es quien debe apoyar el
proceso de escolarización vinculado al desarrollo de la identidad crítica, a través de la
progresión de los valores éticos y morales que le permitirán adaptarse a nuevos entornos,
pero, ¿eso se lleva a cabo?, ¿o es una utopía?

Muchas veces ocurre, que por parte de las instituciones educativas se le adjudican
responsabilidades a las familias que son propias de la profesión docente, por ende, es
necesario empatizar y dar cuenta de actividades abocadas a todos los ámbitos de la sociedad,
para trabajar con hábitos y costumbres que propicien un desarrollo cognitivo y moral.

Por parte de las familias, en su mayoría aspiran a que sus hijos vayan a la escuela para
desarrollar las distintas capacidades relacionadas a aspectos cognitivos para integrar y
potenciar nuevos aprendizajes significativos, asociado a las prácticas de socialización entre
pares, tanto con el docente como con los compañeros.
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En relación al encuentro entre las familias y las instituciones educativas, es


importante que se produzca a través de un encadenamiento, ya que es necesaria la unión de
los distintos eslabones (familia-niño-escuela) con el objetivo de potenciar el desarrollo de
aptitudes morales y éticas correspondientes a la sociedad en la que convive.

Tomando en consideración el aporte teórico de Tedesco (2003) y a su vez los cambios


y el rol que la escuela debe asumir en este nuevo contexto social, es necesario diferenciar
conceptualmente demandas y necesidades. En los últimos años, se ha establecido que la
educación debe responder a las nuevas demandas, pero, a su vez, la educación debe satisfacer
también necesidades, aunque muchas de ellas no se expresan como demandas. El autor
mencionado, manifiesta que hay varios sectores, fundamentalmente los más excluidos, que
tienen necesidades, pero estos no poseen la capacidad de transformar esa necesidad en una
demanda y de expresarla como tal.

Por otra parte, es necesario señalar qué implica convocar, para ello se toma en cuenta
los aportes de Cardoso (2016) el cual establece que convocar hace alusión a la capacidad de
poder movilizar; informar, sensibilizar y persuadir, ya que se considera un desafío, una
aventura de la que suele desconocerse el final. A su vez, plantea que convocar hace referencia
a estar abiertos a la comunidad, de esta manera es necesario estar dispuestos al desafío del
encuentro entre ambas instituciones. Por ello, el acompañamiento por parte de los adultos
referentes resulta crucial, ya que se logra fomentar el aprendizaje integral de los niños dentro
del proceso de escolarización.

Asimismo, es fundamental considerar el concepto de participación establecido en la


Ley de Educación N° 18.437 en donde se plantea en el Artículo 9 que:

La participación es un principio fundamental de la educación, en tanto el educando


debe ser sujeto activo en el proceso educativo para apropiarse en forma crítica,
responsable y creativa de los saberes. Las metodologías que se apliquen deben
favorecer la formación ciudadana y la autonomía de las personas. (2009)

En este sentido, es importante destacar el papel que presentan las políticas educativas
uruguayas, las cuales deben fortalecer no solo a las familias sino también a los diversos
entornos que acompañan el proceso del niño dentro de su educación.

De acuerdo al Plan de Desarrollo Educativo 2020-2024, se plantea como uno de los


ejes orientadores, la centralidad del niño partiendo de políticas inclusivas que tomen en
consideración la diversidad. En referencia a ello, se hace mención al papel fundamental de las
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familias tanto como sostén como un factor fundamental en el desarrollo y en la escolaridad de


los niños; considerando lo mencionado, se hace necesario una educación que sea
efectivamente inclusiva con puertas abiertas para todos por igual.

En referencia a las estrategias para llevar a cabo dicho eje, es fundamental realizar
diversas estrategias educativas; una de ellas establece el “Desarrollo de planes de acción que
prioricen el vínculo entre los centros educativos, las familias y la comunidad, a través de
proyectos que potencien intervenciones socioeducativas desde una perspectiva multisectorial”
(Plan de Desarrollo Educativo, 2020-2024, p. 129).

Asimismo, ¿son las familias quienes eligen las escuelas? A partir de esta interrogante,
surge el análisis de cómo se produce de antemano la elección de una escuela para el mejor
desarrollo de la escolarización de su hijo/a, por ende, entran en juego un conjunto de
opciones a tener en cuenta para establecer qué institución garantizará ese cometido. En
relación a lo establecido, las familias jerarquizan las opciones a considerar respecto a la
cercanía, lo laboral, transporte, referencias familiares respecto a la institución, entre otras. Al
hacer referencia a la educación de hoy en día, el sentido de ella se ha ido modificando y
reconfigurando lo cual genera el surgimiento de nuevas maneras de aprender y de enseñar.
Por consiguiente, se persiguen diversos intereses y necesidades que se vinculan con las
nuevas demandas y los cambios producidos, a raíz de los nuevos paradigmas educativos.

¿Qué vínculo se desarrolla entre la familia y la escuela?

Es necesario remitirnos al significado de vínculo tomando en consideración los


aportes teóricos de Tizio (2005) la cual establece el origen etimológico del término vínculo,
derivado de vinculum que significa “atadura”, además de contar con el significado vinclo que
se relaciona a una joya que utilizaban los niños. En relación a la autora mencionada, hace
referencia y afirma que el vínculo que se produce en la educación “ata” al individuo a ser un
sujeto de la cultura y del lenguaje.

Por otra parte, conviene subrayar que cuando se alude al término “vínculo” es
probable que se asocie con otro término como lo es “relación”, generando así una confusión
entre ambos. Tomando en consideración lo planteado por Tizio, es importante plantear que
este último término, “relación”, hace referencia a la manifestación de un vínculo que se
produce entre los sujetos y que, posteriormente, se exterioriza; por ende, se puede afirmar que
ambos términos poseen diferente significado.
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Asimismo, tomando en cuenta a la educación como un proceso de formación que


pretende desarrollar y potenciar diferentes capacidades y habilidades, es que se puede pensar,
inmediatamente, en el encuentro entre personas con diferentes intereses y necesidades que se
encuentran inmersas dentro de un tiempo y espacio determinado, pero que, a la vez, es
compartido. Estos elementos generan, de manera inconsciente, la interacción entre sujetos
que, posteriormente, presentarán intencionalidades variadas de acuerdo al desempeño de su
respectivo rol.

Por otra parte, otro autor que conceptualiza el significado de vínculo es Riviére (1980)
el cual establece que el vínculo se produce entre al menos dos sujetos, siendo este una
estructura compleja en el que incluye como principales procesos la comunicación y el
aprendizaje. Tras conocer el origen etimológico, y sus diferentes significados, es necesario
plantear la siguiente interrogante ¿qué tipo de vínculo se establece entre la familia y la
escuela? Considerando la responsabilidad que se produce entre ambas instituciones, la familia
es quien cuenta con la voluntad y la obligación de llevar a su hijo o hija a la escuela, ya que
es un derecho que tiene el niño a recibir una escolarización de calidad desde los tres años
hasta culminar sexto grado.

Frente a ello, cabe destacar los aportes de Frigerio, Poggi y Tiramonti (1992) las
cuales establecen que las instituciones se encuentran bajo permanentes exigencias sociales,
que surgen a partir de nuevas instituciones que toman necesidades propias de la sociedad y
establecen nuevos contratos y acuerdos que se encuentran referidos a determinadas funciones
y ámbitos. Generalmente, suele identificarse a la educación ligada a la escuela, por lo tanto,
no se tiene presente el rol que cumple la institución familiar en lo que respecta a la educación
del sujeto, que, evidentemente, no comienza en la institución escolar, sino que previamente se
encuentra incorporado a diversos contextos sociales que le brindan diferentes insumos, con el
objetivo de incorporarlo a la sociedad.

En relación a ello, y considerando las políticas educativas vigentes de nuestro país, la


educación del siglo XXI debe responder frente al nuevo modelo social que está instaurado
hoy en día; en este sentido se debe considerar como prioridad el vínculo entre la familia y la
escuela.

Por último, no existe la educación transformadora, si no se considera a la misma como


un todo, hablamos de la familia y de la escuela, agentes que fomentan desde diferentes
lugares los distintos aprendizajes que se manejan hoy en día, desde el paradigma crítico y
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analista de la realidad que lo rodea. Los vínculos deben de romper con los estereotipos
relacionados a las clases sociales, a los rendimientos escolares y a los prejuicios que se tiene
desde ambas partes, ya que nada de ello sería posible si ambas instituciones, familia y
escuela, no discuten en conjunto y proyectan desde el interés nuevas instancias que los
acerquen aún más.

¿De qué manera influye en el niño su entorno familiar y su manifestación en el centro


escolar?

Es importante destacar cuál es el interés de la institución escolar en relación a lo que


esperan los niños en el desarrollo de las diferentes actividades y propuestas que incluyan a la
familia y sus intereses personales. En este sentido, surge una interrogante fundamental: ¿Se
ha perdido el interés de parte de los estudiantes y de las familias?

Frente a ello, Sosa (2014 [1950]), establece que la escuela se ha olvidado de los
intereses y de las necesidades de ambos actores. En este aspecto, el autor hace referencia a
que el desinterés surge a partir de que la institución escolar cuenta con un lineamiento
estrecho y rígido que no permite apreciar otros aspectos y/o asuntos que permitan desarrollar
las conciencia y el interés actual, por medio de la construcción a los diferentes aspectos que
son de necesidad en el presente.

En relación a lo anterior, Dabas (2003) manifiesta que:

La escuela plantea una norma, un parámetro que los que asisten a ella deben cumplir,
por tanto el fracaso escolar se instaura cuando alguien no puede adaptarse a los
requerimientos que esta demanda. Esto no pone solo en evidencia las carencias de los
alumnos sino las de las mismas instituciones para abordar la diversidad de situaciones
que los que aprenden plantean. (p. 67)

Al centrar el análisis hacia la escuela y continuando con el sustento teórico de la


autora mencionada, se hace referencia a que dicha institución plantea la transmisión de
valores tanto sociales como culturales mediante diversos contenidos que se encuentran
previamente predeterminados. En este aspecto, si la educación se centra en lo establecido
dentro de un tiempo específico, podría desencadenar en que los niños manifiesten dificultades
para poder aprender, así como su interés dentro de la escuela.
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Cabe señalar, que el aprendizaje requiere de una interacción con el medio,


incorporando, mediante este, información de acuerdo a sus propias necesidades e intereses.
En este sentido, el aprendizaje creativo necesitará de la capacidad crítica, con el objetivo de
establecer fuertes lazos entre la comunidad y la escuela. A su vez, la autora en cuestión,
sostiene que es fundamental el intercambio dinámico entre los diferentes integrantes del
colectivo, posibilitando la potencialización de los recursos que poseen y la creación de
diversas alternativas para la solución de problemas o la satisfacción de necesidades que
surjan por parte de la comunidad.

Es fundamental conocer bien el entorno en donde el docente actúa, para poder


reconocer las problemáticas, planificando los medios y estrategias de comunicación, así como
los recursos a utilizar con el objetivo de fomentar vínculos y consolidar soluciones de forma
conjunta.

De esta manera, resulta indispensable que ambas instituciones aumenten sus esfuerzos
y actúen de manera conjunta, formando así una alianza de trabajo, que presente como
objetivo común la formación integral del niño. En este sentido, las familias deben participar
de la vida cotidiana de la escuela y, a su vez, sentirse parte de ella.

A su vez, la institución educativa, mediante los espacios de apertura que genere y las
actividades planificadas, debe intentar integrar a todas las familias por igual. Por lo tanto,
cabe señalar que participar es un aspecto que se debe aprender, y para ello es necesario
participar activamente.

Por otra parte, Sosa (2014 [1950]), establece lo siguiente a partir de la experiencia en
la escuela rural de Canteras del Riachuelo, Colonia, Uruguay.

Sí, yo entendía perfectamente que la escuela, mediante el concepto que transmite,


«modela», ha ido «modelando» los sentimientos y la razón del individuo de acuerdo
con las apetencias de su sociedad, en todos los tiempos. Sobre ello una copiosa
documentación, en especial materialista, tenía la última palabra. Pero si bien es cierto
que la escuela ha vivido subordinada al concepto político social en todos los tiempos,
ha sido su reflejo social, en lo que se relaciona con la unidad a que aludimos al
principio (el ser y el hacer, el concepto y la actividad misma), existió y sigue
existiendo, en general, una contradicción constante que por momentos hasta crea el
divorcio entre los dos términos. (p. 40)
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A partir de lo anteriormente expuesto por Sosa, cabe señalar que el sentido de la


educación ha ido variando y con ello se perciben nuevas maneras de aprender, ya que las
comunidades de aprendizaje que persiguen intereses comunes, se relacionan en base a aquello
que quieren conocer, mediados por los recursos que hacen que el modelo de escolarización
vigente requiera importantes cambios.

Reflexiones finales

A modo de reflexiones finales, cabe señalar que frente al desencuentro que se


presenta, en algunas ocasiones con las instituciones educativas, se plantea que la escuela
entra en crisis o ineficacia. En este sentido, Frigerio et ál. (1992) plantean varias preguntas al
respecto: “¿podemos resignificar el contrato?”, “¿podemos darle un nuevo contenido?” Lo
mencionado, es considerado un desafío ya que se trata de reestructurar las relaciones entre
ambas partes, se trata de generar una construcción general, la cual no puede ser abordada solo
por la escuela, sino también por parte de la familia.

Por ello, el docente debe desarrollar estrategias que permitan un mayor contacto con
los referentes adultos de los alumnos. En este sentido, las entrevistas, reuniones, talleres,
proyectos, son algunas de las formas que pueden fomentar diferentes acercamientos,
permitiendo, de esta manera, la profundización del conocimiento sobre el entorno más
próximo de los alumnos. La importancia del contexto escolar es trascendental, aunque
muchas veces es adverso; cabe mencionar que el entorno es determinante, es quien
caracteriza a la institución como tal.

En cuanto a los resultados obtenidos en la observación, pude establecer que la


participación de las familias depende de las distintas convocatorias realizadas por el colectivo
escolar. Se puede afirmar, que existen diferentes lineamientos a tener en cuenta, por parte de
la escuela a la hora de realizar las convocatorias a las familias, ya que en su mayoría se
debería considerar, el horario escolar, miembros de la familia, disponibilidad horaria, los
medios por el cual se convoca y los diversos intereses que se desprendan de ellas. Es
importante señalar, que en algunos casos particulares las familias no pueden participar de
determinadas convocatorias ya que, si bien existe un interés de asistir, no se puede llevar a
cabo producto de la lejanía con el centro escolar y/o superposición con otras actividades, que,
por lo general es el trabajo.
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De acuerdo a lo mencionado, es importante que la familia también sea partícipe,


establecer que detrás de cada maestro hay una concepción que establece qué lugar se le da a
la familia, respecto a qué cosas puede hacer y qué no. Es fundamental, por parte de la
escuela, valorar el rol familiar por lo cual es primordial diseñar estrategias eficaces
vinculadas a iniciativas diferenciadas a partir del contexto social en donde se encuentren
ambas instituciones. Esta forma de trabajo, generará un mayor interés y a su vez la escuela
podrá identificar problemáticas y necesidades que se encuentren presentes en ellas. Se hace
necesario planificar e incorporar actividades dentro del horario escolar, con el principal
propósito de hacer partícipe a las diversas familias y así fortalecer el vínculo entre ambas.

Es necesario, que la familia reconozca su rol e importancia en la comunidad escolar,


ya que son partícipes directos de las decisiones que también se llevan a cabo en la escuela;
ahora bien, es fundamental como docentes promover el conocimiento de su relevancia tanto
frente a los alumnos como a las familias. Considerando lo que ocurre con los niños más
pequeños y la participación de sus referentes, son quienes asisten con mayor frecuencia en
comparación a la de los alumnos de los grados más grandes, ya que la autonomía generada
por el estudiante hace que las mismas se desliguen en algunas oportunidades.

Por último, es necesario destacar que, si no existe un conocimiento sobre el interés


social, las convocatorias y específicamente, el vínculo entre ambas instituciones no será
eficaz debido a que es esencial generar y fortalecer el nexo entre ellas. El aspecto familiar, es
uno de los ámbitos capaces de enriquecer el trabajo educativo, lo que hace que la escuela se
impregne y aprenda diariamente sobre la cultura de las diversas familias que componen la
institución escolar. En definitiva, es pertinente que se produzca una relación dialéctica entre
ambas instituciones, considerando que ellas son capaces de mejorar y favorecer
significativamente el éxito educativo de los alumnos.
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