Está en la página 1de 2

¿Sabes?

Soy optimista con respecto a cómo va a resultar esa crisis que va a venir después de
que acabe el confinamiento por la pandemia del Covid 19 y el mundo comience a moverse de
nuevo.

En el año 2009 perdí mi trabajo, prácticamente un año después de que el 15 de septiembre de


2008 sucediera la quiebra de Lehman Brothers y comenzara de forma oficial la crisis financiera
que nos acompañó prácticamente hasta el 2016.

He contado muchas veces esta historia, pero la resumiré diciendo que tenía 46 años, no
conseguí volver a trabajar en ninguna empresa y tuve que reinventarme. A finales del 2009
invertí parte de mi indemnización en un curso de Coaching ejecutivo y en 2010 me puse a
ejercer como tal.

Tras un 2010 de lanzamiento y de darme a conocer, los siguientes años, hasta el 2014, fueron
de los mejores que he tenido a nivel profesional en esta última década.

Durante la crisis trabajé haciendo coaching y formación en muchas empresas, conseguí


clientes de coaching particulares, puse en marcha varios proyectos y mi paradigma mental de
hacer negocios cambió completamente. De la prospección comercial clásica al networking y a
LinkedIN, del marketing y comunicación tradicional a las redes sociales y a la marca personal y
del trabajo vis a vis a la comunicación online y el trabajo colaborativo en remoto.

En este tiempo he hecho cosas que eran simplemente impensables para mi a principios de los
2000, poner en marcha una web profesional, escribir regularmente artículos en un blog,
publicar un libro, dar conferencias (incluso un TedX) y conocer y tratar con magníficos
profesionales de todos los ámbitos (hasta gente famosa, y todo). Aquel ingeniero del sector
eléctrico ni se hubiera imaginado que eso pudiera llegar a suceder.

Obviamente no todo ha sido un camino de rosas. Hubo periodos de tiempo muy duros, de
travesía permanente en el desierto, de picar piedra de la más dura sin resultados, de sembrar y
sembrar sin cosecha. Pero en plena crisis, en los tiempos más adversos, pude reinventarme y
hacerlo con éxito.

Y además pude hacerlo varias veces, porque la vida volvió a ponerme a prueba a finales de
2017, cuando me dejó 4 meses sin poderme mover, ni dormir, ni sentarme, ni ponerme de pie
por una hernia discal que al final pudieron operarme en 2018 y luego una recuperación lenta y
dura hasta casi finales de ese año.

He aprendido mucho durante la anterior crisis. De mis errores sobre todo, pero también de
mis aciertos y sobre todo de cómo afrontar la incertidumbre. Y ten por seguro que se puede
perfectamente hacerlo.

Llega un momento en el cual cumples aquel objetivo de vivir casi cómodamente en la


incertidumbre. En el que la cualidad tan apreciada de la resiliencia ya es una forma más de
adaptarse al día a día. Ahora tiene sentido la frase que en mis inicios escuché en una
conferencia de Alex Rovira “Superar una crisis no es volver a tener, sino conseguir SER”. Yo he
vuelto a SER.

Y yo sé que cualquiera puede. Que, poniendo actitud, ese pegamento que une las buenas ideas
con el trabajo y con el poner foco, se puede.. Pensarás que existe la suerte, pero la suerte solo
es eso. Tus ideas, el estar enfocado y tu trabajo, unido todo con tu actitud y disposición. Tu
puedes. Ya se que lo has oído a muchos gurús. Pero es que es la pura verdad. Puedes. Sabes
que es verdad.

Cree en ti. Y si flaqueas no pasa nada. Estamos los profesionales del desarrollo personal para
ayudarte. Para que encuentres de nuevo el camino por más veces que te pierdas. Empieza a
pintar la vida de nuevo del color de la esperanza, porque siempre se sale, aun de lo peor,
cuando se quiere salir.

Prepárate para hacerlo, aunque ahora oigas y veas mensajes apocalípticos de todo tipo. La vida
sigue. Y tú eres el actor, o la actriz principal de la misma. Y tienes el poder de crearla como tu
desees. Con trabajo, con foco, con actitud. Eres una persona única, extraordinaria y el mundo
necesita oírte, saber de ti, interactuar contigo. Necesita que le grites que estás ahí. Tienes la
oportunidad, aprovéchala.

También podría gustarte