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Investigaciones que han explorado las Zonas de Sacrificio desde esa mirada, las
contextualizan en Latinoamérica en un marco particular de planificación territorial
caracterizada como planificación territorial neoliberal (v.g. Tellez, Name y Veríssimo,
2017; Bolados, 2016; Espinoza, 2015; Shade, 2015), es decir, una planificación diseñada
desde lógicas de liberación de mercados que busca acentuar procesos masivos de
industrialización del capital basado en una narrativa de aprovechamiento de las ventajas
comparativas del país (Piñera, 2018; Bachelet, 2014)
Bajo este punto de vista, la promoción del sistema económico neoliberal ha llevado a un aumento
en la demanda de bienes de consumo interno o de exportación así como de la explotación de
aquellos recursos naturales y de energía necesaria para su producción, si bien la denominación zona
de sacrifico apunta directamente a aquellos
Luego de que fuese dada la aprobación para la construcción de la hidroeléctrica Pangue por
parte de ENDESA, se hizo necesaria la investigación sociológica, antropológica y el
involucramiento de diversos académicos y pobladores para la manifestación formal de las
inquietudes y problemáticas reales, narradas desde el territorio que eran acarreadas desde
este mega proyecto en medio de la altura cordillerana. Esta manifestación desde el territorio
ponía en pauta un punto de vista hasta ese momento subestimado, las faenas y las
expectativas desarrollistas y empresariales miraban hacia un futuro energético próspero,
ignorando sin embargo los impactos medioambientales y humanos que pudiesen causar. Al
hablar de territorio, occidental, capitalista y mercantilmente, se habla de aprovechamiento,
de productividad y de negocio, algo diametralmente opuesto al territorio comprendido por
los pobladores y comunidades ancestrales, que ven en el territorio la cuna de sus
tradiciones, el lugar de sus ceremonias y la tierra que los provee de alimento y abundancia.
Partiendo por estas abismantes diferencias se puede comprender la enorme disociación
entre las experiencias humano-empresariales. El distanciamiento cognitivo entre
mandamases, directores, financistas y empleados y el pueblo Pehuenche ubicaba la
problemática fue de los horizontes de ENDESA y fuera de los horizontes de derecho a
réplica por parte de la comunidad.
Existían al menos dos líneas marcadas en torno a la situación que vivía por ese entonces el
Alto Biobío, el conocimiento técnico de cómo construir una represa por parte de Ingenieros
allí presentes y un desconocimiento profundo del cómo vivían las comunidades pehuenches.
Y en el otro sentido, el relevante era la poca o por decir nula información que poseían las
comunidades pehuenche del Alto BioBío. (Gonzales 1996, p.10)
Gonzales (1996) señala aquí la brecha de desinformación sufrida por los miembros de la
comunidad que los victimiza ya no solo materialmente con la perdida de sus territorios sino
con la invasión de faenas completas, trabajadores y máquinas que decidirían desde ese
momento el futuro y tratamiento de los terrenos para acabar con una represa capaz de
producir cerca de 450 MW de electricidad, todo esto en un marco de incomunicación, sin
dialogo ni derecho a manifestar interrogantes y disconformidades. En palabras de uno de
los Lonco del LTO, Manuel Neucuman: “es como si nos hubiesen pegado con un palo en la
cabeza” (p.11) En el proceso de faena era irrespetado por completo y continuamente los
protocolos y condiciones de las comunidades, como si se desconociera en su totalidad la
pertenencia y “propiedad” de aquellos que han vivido allí por generaciones completas. Es
bajo todo este contexto que La Corporación Financiera Internacional (IFC) convoca a
Theodore Downing para indagar en las acciones cometidas por ENDESA Y LA Fundación
Pehuén frente a las irregularidades a partir de la construcción de la represa. Downing
encontró en el curso de su investigación, una lista de malas prácticas por parte de ambas
entidades, donde la segunda, se proponía como una defensora de la sustentabilidad y
protección hacia la comunidad en dirección a un mejoramiento de las condiciones de vida
de las seis comunidades del Alto, pero el informe arrojó el incumplimiento de casi la
totalidad de los acuerdos de protección hacia las comunidades, y cuatro de cinco fueron
violados:
Que la fundación lograse ser el instrumento capaz de otorgar beneficios a largo plazo y
con sustentabilidad y capacidad de desarrollo (…) b) capacitación a las comunidades
afectadas al concluir la construcción del proyecto. C) preservar la identidad cultural de
los pehuenche y d) extender el suministro eléctrico a las comunidades. (Gonzales, 1996,
p.11)
Todos estos cinco puntos apuntaban a amortiguar el golpe ineludible que recibirían las
comunidades con la marcha de este proyecto, es decir, aun con estos acuerdos siendo
respetados a cabalidad, las comunidades sufrirían un impacto irreversible en sus vidas y
realidades. Estos cinco puntos no eran más que planteamientos de respeto básicos a las
comunidades. Sin embargo, fueron ignorados aún así. Y como señala Gonzales (1996) la
ENDESA tomó un pequeño e insuficiente rol “asistencialista” con retribuciones menores y
nulamente paliativas a la problemática real. Además Downing sufrió una censura al no
poder enseñar su investigación a las comunidades y en seguida La Comisión de Derechos
Humanos de la Asociación Americana de Antropología declaró que las comunidades
estaban siendo víctimas de violación a los derechos humanos a raíz de la construcción de la
represa Pangue. Así Downing junto a parte de la comunidad y la colaboración de demás
académicos, con el apoyo de la Asociación formalizaron mediante el informe las afecciones
de los pehuenche y en 1997 el Banco Mundial paralizó las inversiones para las etapas
próximas del proyecto (Downing, 1996,p.12)
Desde el inicio del proyecto los pehuenches no han sido participantes informados de las
acciones tomadas por Pangue y la CFI que afectarían en forma significativa su futuro. Los
integrantes pehuenches del Directorio tenían muy poco conocimiento de los objetivos
estatutarios y finanzas de la Fundación, de sus derechos y obligaciones jurídicas y
fiduciarias como integrantes del Directorio o de los sueldos o prestaciones del personal.
Muchos dirigentes no estaban seguros de que la Fundación seguiría (Downing, 1996 p.17)
Si no se mantienen una relación intima con el territorio tratado es imposible que el proyecto
tenga resultados positivos, ya que, si el modelo de cultura pehuenche que tienen en la
fundación Pehuén no coincide con su realidad, sus objetivos irán de manera a opuesta a las
verdaderas necesidades, y también se pasa a llevar las creencias culturales de la propia
cultura, como por ejemplo el vínculo que mantienen los pehuenches con el ecosistema. Por
esta misma razón Pehuén no dimensionó (o ignoró) el daño que podría provocarles a la
cultura pehuenche la instalación del proyecto. “La deforestación está aumentando el
empobrecimiento de las comunidades y, a menos que se la detenga, representa una amenaza
para la supervivencia física de la población y de su identidad cultural. La cultura,
subsistencia, salud y economía pehuenche están basadas en el uso sostenible del bosque
como recurso natural renovable.” (Downing, 1996, p.20)
Estos puntos me parecen esenciales para el buen desarrollo de la fundación Pehuén para el
real apoyo a la comunidad pehuenche, y no solamente pensando el beneficio económico de
sus recursos naturales.
Conclusión
En definitiva, la idea de una fundación que ayude a una comunidad olvidada socialmente
no es mala si se considerase las problemáticas reales de la población, entablando
comunicaciones y vínculos estrechos con los pobladores. Las distintas actividades de los
entes que actúan en este territorio han acelerado el ritmo de transformación sociocultural de
una zona prácticamente aislado de Chile, pero esto no ha sido suficiente, ya que, aún el
umbral de pobreza es muy alto. El futuro de la comunidad depende del compromiso
político que exista en el país con el desarrollo de esta comunidad, porque si no existe un
real apoyo a estas comunidades y solo se acercan a ellas por un tema económico, esto no
traerá más que el surgimiento de nuevas problemáticas y la estigmatización de estas
comunidades ancestrales.
Bibliografía: