Está en la página 1de 11

UNIVERSIDAD DE VIÑA DEL MAR

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

DEPATAMENTO DE PSICOLOGIA

ORIENTACION VOCACIONAL

PARA SER PRESENTADO EN LA ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES

DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA

CATEDRA:

SEMINARIO DE EDUCACION Y PSICOLOGIA

POR

CAROLINA MARAMBIO

VERONICA VIAL

DOCENTE

PAULINA MERCADAL

VIÑA DEL MAR, CHILE

MAYO 2010
Introducción
“Orientación Vocacional”

Al referirse a la orientación Vocacional, es relevante considerar sus aspectos históricos y


como se ha desarrollado, considerando a su vez las tendencias de ésta.

El surgimiento de la Orientación Vocacional se aproxima a finales del siglo XIX,


donde se destaca el período de la Primera Guerra Mundial, como respuesta a los altos
niveles de desempleo en algunas profesiones y escasez de profesionales en otras áreas.
Posteriormente en 1913 se funda, en Grand Rapids, la Asociación Nacional de Orientación
Vocacional, en la que se pautan las condiciones de formación del orientador.
Por otro lado la expresión como tal de “Orientación Vocacional” se acerca al año
1937, cuando la Asociación Norteamericana de Orientación Vocacional de acuerdo con una
cita recogida por Crites en su Psicología Vocacional afirma que es “El proceso por el cual
se ayuda a alguna persona a elegir una ocupación, a preparase para ella, ingresar y
progresar en ella”, aludiendo a un proceso sistemático.
Posteriormente se edita la primera Historia de la Orientación Vocacional, redactada por el
psicólogo John Brewer año 1942.

En América Latina según Rubén Ardila (1986) el desarrollo ha estado guiado por dos
orientaciones básicas. La primera centrada en la estrategia clínica, que tiene en R.
Bohoslavsky a su más típico exponente (1970) y otra, «moderna y global», procuradora de
un enfoque más integrativo que el de Bohoslavsky (basado en el psicoanálisis casi
exclusivamente) y bien representada en la propuesta de A. Mansilla (1973). Ardila combina
elementos clínicos comportamentales, psicometría y estrategias de adaptación del
counseling "personal-social" a la atmósfera social sudamericana, destacando que la
trascendencia que los organismos estatales otorgan a la orientación (académica, vocacional-
ocupacional, profesional y personal) se refleja en publicaciones importantes como La
orientación educativa y profesional en Chile, Guatemala, Panamá y Venezuela (1967), por
parte de la O. E. A. y en eventos como el Congreso Latinoamericano de Orientación, cuyas
Memorias han sido publicadas por la Asociación Internacional de Orientación (1971).
Orientación Vocacional

Para comenzar es preciso señalar a Álvarez (1992: 19) quién realiza una aproximación al
concepto, el cual considera la orientación vocacional como una necesidad esencialmente
humana, de contenido educativo, a través de la cual se decide un proyecto de vida
formativo o profesional, realizado por medio de una secuencia de opciones o elecciones que
se van planteando ante la necesidad de interpretar las cuestiones fundamentales de la vida,
y todo ello enmarcado en los contextos familiar y ambiental. Además (Álvarez e Isús 1998:
234) propone las características comunes del término definido por distintos autores: “
proceso de ayuda, con carácter mediador y sentido cooperativo, dirigido a todas las
personas en período formativo, de desarrollo profesional y de tiempo libre -ciclo vital-, con
la finalidad de desarrollar en ellos aquellas conductas vocacionales -tareas vocacionales-
que le preparen para la vida adulta en general y activa en particular -preparación
para la vida-; mediante una intervención continuada, sistemática, técnica y profesional,
basada en los principios de prevención, desarrollo e intervención social; con la implicación
de agentes educativos y socio-profesionales, es decir, la orientación profesional asume
como meta o finalidad última el desarrollo de la carrera del individuo a lo largo de toda la
vida”.
Al ser entendido a su vez como un proceso es relevante destacar que todo proceso el de
elección es direccional, pudiendo acelerarse, detenerse e inclusive prolongarse (López
Bonelli, 1992). En tanto tiene un carácter procesual, es decir, supone dar pasos diferentes
en la etapa en la cual se desenvuelva, como menciona Guizberg:

1. Elección de la Fantasía, correspondientes de 6 a 12 años.


2. Etapa de Tanteo, 12 a 17 años.
3. Etapa Realista, considerada a partir de los 18 años.

Destacando siempre la finalidad de alcanzar un alto índice de madurez vocacional.

Por otro lado, la vocación como inclinación a la carrera se perfila a lo largo de un proceso
madurativo que supone recorrer itinerarios en los que dar diferentes pasos a lo largo de las
distintas etapas de la formación del ser humano; a lo largo de toda la vida. Las opciones se
irán reforzando desde un mayor conocimiento de las propias posibilidades y de las
posibilidades del entorno con las que el individuo tiene que interactuar.

En este sentido, la madurez vocacional va a estar significativamente influida por los


contextos socioculturales que generan expectativas sobre los sistemas de formación y sobre
los individuos, a la vez que les ofrece una amplia gama de posibilidades de integración
social desde el desarrollo de la carrera, lo que hará especialmente importante la oferta
orientadora encaminada a optimizar las elecciones de los individuos en consonancia con los
intereses, las capacidades y el rendimiento personales.

La orientación vocacional se ha ido convirtiendo en uno de los objetivos prioritarios de un


sistema educativo que apuesta por la diversidad y que ofrece importantes cauces de
atención individualizada en el desarrollo de los procesos educativos e impregna los
currículos de elementos tendentes a facilitar la orientación vocacional. Así se propone una
variedad importante de asignaturas optativas entre las que tendrá que haber al menos una de
iniciación profesional.

Además, el desarrollo de la orientación vocacional según Watts (1979) plantea que " la vida
profesional puede subdividirse en estadios relacionados con la evolución personal y sería la
integración de intereses, capacidades y valores la que podría jugar un papel concurrente en
el desarrollo vocacional". Mientras que Gosálbez (1990) propone un consejo de orientación
de estudios basado en el equilibrio que debe darse entre las aptitudes, los intereses y el
rendimiento escolar, dependiendo de dicho equilibrio el acierto en las elecciones. A mayor
consonancia entre las tres variables, mayor probabilidad de éxito académico. Propone un
modelo triangular para facilitar el consejo orientador.
A continuación se expone una breve reseña de cada dimensión descrita.

• Interés

Conjunto de metas deseadas por el individuo en los distintos ámbitos de su desarrollo:


personal, académico, vocacional, profesional, etc. El interés va a suponer inclinación hacia
el desarrollo de determinadas tareas o actividades que se orientarán a su consecución.

Los intereses tienen un carácter motivador importante al constituirse en metas a alcanzar.


Su formación está determinada por las experiencias vividas por el sujeto en distintos
ámbitos e influidos por componentes socioculturales. Para medir los intereses se utilizan
diversos cuestionarios: inventarios de Strong, registro de preferencias vocacionales de
Kuder, cuestionario de intereses de Thurstone, temario vocacional de García Yagüe,
Cuestionario de intereses profesionales de García Mediavilla ; Cuestionario de intereses
profesionales de Fernández y Andrade.

• Aptitud

Condición o serie de características consideradas como síntomas de capacidad de un


individuo para adquirir, con un entrenamiento adecuado, algún conocimiento, habilidad o
serie de reacciones, como la capacidad de aprender un idioma, componer música, etc.”
(Definición propuesta por Binghmam en el diccionario de psicología de Warren (en
Bennet,1992:8-9).

Las aptitudes tienen un componente genético y un componente de desarrollo en interacción


con el medio. Hacen referencia a la capacidad de un sujeto para desarrollar determinadas
conductas. Se diferencian dos tipos de aptitudes: psicológicas como la inteligencia general
y los factores que la integran; y las pragmáticas que se refieren a las capacidades
(habilidades) que se dan para realizar con eficacia estudios o profesiones. Algunas de las
pruebas que miden las aptitudes son las siguientes: Test de inteligencia de Kaufman; Wais
de Wechsler; Beta de Kellog y Morton; D-48 de Pichot; d-70 de Kowrousky y Rennes;
Factor "g" de Cattell y Cattell; Raven -matrices progresivas, escalas CPM color, SPM
general y APM superior; DAT de Bennet, Seashore y Wesman.
• Rendimiento

Es alcanzar la máxima eficiencia en el nivel educativo donde el alumno puede demostrar


sus capacidades cognitivas, conceptuales, aptitudinales, procedimentales centrado en las
horas reales de dedicación semanal en el desarrollo de las actividades académicas propias
de un determinado nivel usando la técnica de estudio adecuada. (Retana Bonilla Oscar,
2004)

Una de prueba que mide los hábitos y las técnicas de estudio es el Cuestionario de hábitos y
técnicas de estudio de Álvarez y Fernández.

Rol del Psicólogo en la Orientación Vocacional

Tal como se señaló anteriormente son diversas las áreas donde debe prestarse atención a la
hora de trabajar con la Orientación Vocacional. De ésta manera la forma en cómo sean
abarcadas dichas temáticas dependerán del apoyo que reciban los jóvenes para una elección
satisfactoria de una determinada carrera.

La Psicología Vocacional trabaja especialmente con la conducta vocacional de jóvenes


escolares (sujetos en período de formación: educación escolar) y tiene presente que "no hay
momentos críticos" para la intervención (contrariamente a lo que se ha propalado desde la
llamada Orientación profesional en nuestro país). Puede haber, y las hay, situaciones de
elección que, puntualmente, obligan a todos a cumplir determinados requisitos; como por
ejemplo, tener que elegir unas asignaturas, optar por algún tipo de compromiso con
determinadas agrupaciones de materias, algún itinerario, al final de la educación
secundaria.

Así mismo es relevante destacar la labor profesional que desarrollan los psicólogos en esta
área. Los cuales principalmente realizan tareas enfatizadas en promover y participar en la
organización, planificación, desarrollo y evaluación de los procesos de orientación y
asesoramiento vocacional, profesional y ocupacional para así colaborar en el desarrollo de
las competencias de las personas y en la clarificación de sus proyectos.

Específicamente la elaboración de métodos de ayuda para la elección de una carrera, como


también métodos de aprendizaje de toma de decisión Vocacional. Por lo tanto un mejor
conocimiento de los intereses permite descubrir campos de actividad no imaginados y
posibilita la elección de aquellos que se adecuen mejor con sus capacidades y le
proporcionen satisfacción y estabilidad en el trabajo posterior.

En la consolidación del rol del psicólogo educativo han confluido tres grandes líneas de
actuación:

• Una proveniente de un enfoque sociolaboral , que pretende la inserción eficaz y


madura del alumno en la vida activa (funciones de orientación profesional,
asesoramiento vocacional).
• Otra línea de actuación psicológico-pedagógica que apunta a mejorar la vida
escolar. (funciones de asesoramiento, de apoyo, e inforación).
• Una tercera línea puede ser caracterizada como de orientación terapéutica.

A la vez, desempeñar una labor de acompañante al joven en sus reflexiones, conflictos y


anticipaciones sobre su futuro, intentando la elaboración de un proyecto personal, que
incluya una mayor conciencia de sí mismo, de la realidad socio- económica, cultural y
laboral, que lo ayude a elegir una carrera u ocupación y prepararse para desempeñarlo. De
ésta manera en caso de realizarse una psicoterapia individual o grupal, generalmente se
realizan en base a tres variables involucradas:

• Autoconocimiento
• Oferta educacional
• Situación del mercado respecto de esa oferta
Con respecto a la Ética en el desarrollo profesional de ésta área, es importante destacar que
el psicólogo debe intervenir guiado por el objetivo de promover la autonomía y la
competencia personal, la creatividad, la cooperación, el respeto a los demás y la disciplina
en los alumnos para que sean capaces de llevar adelante su educación.

Conclusiones

Sin duda la temática abordada ha mostrado a lo largo de la historia grandes avances y no


solo en relación al apoyo individual que reciben de los profesionales, sino también los
avances que ha logrado en materias laborales.

Por lo mismo, es de gran importancia el rol del psicólogo en el ámbito de la vocación y de


la asesoría que este cumple, como se mencionó anteriormente mediante una intervención
apropiada, se puede ser capaz de explorar junto a la persona que solicite la ayuda técnica,
las tendencias que esta posea de acuerdo a sus intereses, y de esta manera sacar a relucir la
vocación, mediante un asesoramiento apropiado.

La finalidad de la orientación es poder llegar a colaborar al sujeto en su elección


vocacional, ya que si dentro del asesoramiento el estudiante en este caso, recibe
información representativa y significativa sobre los diferentes grupos vocacionales, podrá
tener mayor poder de decisión al respecto de su futuro.

Por otro lado la orientación profesional pretende entonces promover el desarrollo de ésta, y
generar cambios en la conducta vocacional del joven. Para ello hay que tener en
consideración los contextos del individuo ya que el desarrollo varia de persona en persona,
por ende es importante considerar en la persona su contexto familiar, las expectativas de la
familia, el sistema educativo en el cual está inserto, el estatus socio económico, etc. ya que
esto no quiere decir una predisposición o una condición determinante para la orientación
vocacional, solo es importante de considerar al momento de intervenir en la orientación, ya
que las expectativas y la situación de cada persona es diferente.
Acercando en cierta manera el tema abordado a la propia experiencia, se pueden obtener
diferentes versiones de este proceso, las cuales se obtienen de una conversación sostenida
con personas que ya han pasado por ello, y de acuerdo al contexto al que se refiere
anteriormente, esto puede desencadenar de diferentes maneras.

En primera instancia es importante considerar al sistema educativo en el cual se esta


inserto, ya que existen algunos establecimiento escolares que potencian la indagación de la
vocación de sus estudiantes, pero esta muchas veces se hace de manera demasiado
estandarizada y deja de lado los detalles de cada persona, ya que se ven reflejados en test
vocacionales muy amplios y en pocas ocasiones son complementados con ayuda técnica
personalizada.

Por otro lado, también asignando responsabilidad al establecimiento educativo, no en todos


los establecimientos se cuenta con Psicólogo o con una persona idónea para poder asesorar
a los estudiantes en cuanto a su vocación, ya que en algunos establecimientos existen
orientadores o algún equivalente a él, y como ya se mencionaba, no siempre cuentan con
las herramientas apropiadas para poder abordar plenamente el tema de la vocación con los
estudiantes.

De esta manera se considera apropiado poder contar con el cuerpo técnico apropiado, para
abordar este tema, ya que puede ser un gran clarificador para los alumnos si se realiza de
manera óptima.

Así mismo promover un ambiente vocacional donde poder establecer las estrategias básicas
para facilitar el autoconocimiento de los mismos, el cual a la vez, actuará como apoyo al
proceso de decisión y ejecución de la labor personal que implica obtener decisiones para el
resto de la vida. A su vez, es relevante destacar la actitud positiva que mantengan los
jóvenes que reciben dicho apoyo, es decir, una disposición que promueva el trabajo
individual como profesional, en el caso del psicólogo.

Aunque actualmente el trabajo de Orientación Vocacional en la realidad se vea solo


realizado en aspectos de información, es relevante no perder el rumbo profesional que tuvo
desde sus inicios, es decir, prolongar la presencia de la práctica psicológica en su ámbito,
desarrollando de ésta manera en actividades de autoconocimiento que complementen y
faciliten las funciones de la información que es entregada a los jóvenes en su período de
decisión.

De ésta manera integrar la profesión, actualizándola a los nuevos contextos.

A su vez, es relevante proponer que no sólo se realice un trabajo exhaustivo con quienes
tienen sus dificultades vocacionales, sino también con quienes ya han tomado la decisión de
sus vidas. Así asegurar y enriquecer más la decisión tomada.
Bibliografía

Coll Cesar, (1988) Conocimiento psicológico y práctica educativa. Introducción a las


relaciones entre psicología y educación.

http://www.psico-mujer.com.ar/articulos/articulosintgeneral/elegirunacarrera.htm

http://www.cop.es/colegiados/M-02744/#Orientaci%C3%B3n

Cristina Di Doménico; Alberto Vilanova; Orientac. soc. v.2 La Plata 2000; Orientación
Vocacional: origen, evolución y estado actual.

G. Watts; Orientación. Social. v.1 La Plata ene./dic. 1999; Orientación Vocacional: una
perspectiva internacional.

http://www.psicolink.com/educac_vocac.asp

También podría gustarte