Técnicas de

entrevista
Las siguientes son los tipos de preguntas que te recomendamos
implementar en tu entrevista.

Preguntas introductorias
Busca estimular a la persona entrevistada para que hable,
por tanto, debe formularse de forma tal que produzca
una reacción favorable.

Ejemplo: “Hemos analizado tu hoja de vida, tienes

una trayectoria interesante. Nos encantaría que nos comentaras
un poco más a cerca de tu experiencia profesional”.

Preguntas abiertas
Busca conocer la percepción que tiene la persona
entrevistada, acerca de un hecho o de sí mismo, todavía sin
querer puntualizar en un elemento concreto.
Ejemplo: “Háblame de tu experiencia laboral más satisfactoria”.

Preguntas de dos pasos

Se usa cuando se requiere identificar y precisar un dato,
pero a la vez, conocer la opinión o sentimiento que tiene
la persona entrevistada ante el hecho.

Ejemplo: “¿Para ti el trabajo debe implicar retos?, ¿por

qué es importante esto?”.

Pregunta directa
Se utiliza con el objetivo de precisar una información
particular. Se debe evitar hacerla al comenzar la entrevista,
ya que induce la respuesta monosilábica.

Ejemplo: “¿Cuál consideras que es tu mayor habilidad

en el ámbito laboral?”.

Preguntas de elección múltiple

Tiene como finalidad precisar entre varias alternativas
o puntos de vista y comprender, cuál es el más importante
para la persona entrevistada.

Ejemplo: “A lo largo de esta conversación hemos evidenciado

que tienes habilidad para la planeación, la priorización
y el relacionamiento con otros, ¿con cuál de estas habilidades
te sientes más cómodo?”.
Pregunta de doble alternancia
Se usa cuando se quiere precisar la información y conocer
qué hecho o situación de la persona entrevistada, son más
importantes o atractivos.

Ejemplo: “Si tuvieras la oportunidad de escoger tu modalidad

de trabajo, ¿te sentirías más cómodo en teletrabajo o de
manera presencial?”.

Debes tener en cuenta que:

En la entrevista, las preguntas se deben formular
en un lenguaje claro y sencillo, que sea comprensible
para el personal entrevistado, es decir, ajustar el lenguaje
a las características de la persona.
Se deben evitar las preguntas dobles, negativas
o que induzcan respuestas obvias.
En el desarrollo de las diferentes preguntas podremos
conocer las competencias individuales de la persona
entrevistada.

Se buscan respuestas específicas, enfocadas

en la resolución de problemas concretos, como por ejemplo:

“¿Qué acciones tomaste en alguna situación donde

el cliente no estaba satisfecho con el servicio?”. Aquí
el propósito es conocer cómo la persona entrevistada
ha enfrentado situaciones en el pasado y cuál ha sido
el resultado final.