Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
PRENSA
La Escuela + América
Agenda
Noches de la • 2017 • 2011 • 2006
Escuela + • 2016 • 2010 • 2005
• 2014 • 2009 • 2004
Textos
• 2013 • 2008 • 2003
presentados
• 2012 • 2007 • 1999
Seminarios
diurnos
Revista Ñ | Jueves 26 de abril de 2012
El Pase + IDEAS
El cartel Jorge Alemán: "Una de las maneras de sustraerse a la técnica, es la política"
Biblioteca +
Por Pablo Chacón
Librería
Publicaciones Psicoanalista, poeta y agregado cultural de la embajada argentina en Madrid, exiliado en la
península en 1976, está en Buenos Aires participando del VIII Congreso Internacional de la
+
Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP). El próximo 3 de mayo presentará su nuevo libro
Prensa + Soledad: Común. Políticas en Lacan, en la Biblioteca Nacional.
Audio &
video
Jornadas y
eventos +
Congresos y
encuentros +
La Red
Pausa
Acerca de la
AMP +
Las Escuelas Más Lacan, para descifrar el psicoanálisis.
Institutos del En su último libro, Soledad: Común. Políticas en Lacan (editorial Capital Intelectual), el
Campo psicoanalista argentino Jorge Alemán aborda los efectos de la técnica sobre la sociabilidad
Freudiano + contemporánea, los sujetos y las naciones, diferenciando los escenarios europeos,
norteamericanos, asiáticos y latinoamericanos, en una perspectiva que jamás pierde de vista tanto
la obra de Lacan como la de Heidegger. Esta es la conversación con Ñ digital.
- En su opinión, el colapso financiero europeo y sus desinencias hacia otras zonas del
globo, ¿es una crisis socioeconómica o una mutación epocal?
- El orden simbólico en el siglo XXI (título del Congreso al que asiste) cambió notoriamente en los
últimos 20 años. Por eso, creo que es importante introducir un matiz sobre la palabra crisis. En
general, se tienden a pensar las crisis -de cualquier clase- como dislocaciones que se producen en
algún momento y que luego, por diversas razones, remitiendo. Es decir: de una crisis se espera
que termine y que se restablezca un momento anterior. En el caso de la situación actual, yo pienso
que no va a haber un restablecimiento sino que lo que se está configurando es un nuevo modelo de
acumulación del capital que ahora se estabiliza tal como (Karl) Marx lo había formulado bajo la
epifanía de que todo lo sólido se iba a desvanecer en el aire. Eso por un lado.
- ¿Y por el otro?
- Acompañando, es un momento de constitución de un orden inédito, donde la dimensión de la
técnica, según el análisis que hizo (Martin) Heidegger, ha logrado constituir una estructura de
emplazamiento que organiza a los pueblos, a las naciones y a los sujetos bajo una serie de
dispositivos que ya no se pueden comprender según las lógicas simbólicas tradicionales. Son
dispositivos de control donde funcionan protocolos de evaluación, objetivación, planificación,
producción biopolítica (de los sujetos), etcétera. En Europa no parece existir ninguna posibilidad de
interrumpir ese circuito. No surgen experiencias, que tendrían que ser experiencias políticas, que
puedan interrumpir el circuito entre esos dispositivos de control y los sujetos bajo control.
- ¿Y entonces?
- Y entonces hay que preguntarse si en este escenario hay lugar para un relato emancipatorio. Es
decir, frente a esta situación, es imprescindible pensar cuáles serían las modalidades actuales, y
bajo qué vías atravesar esta situación. Y para eso, creo, habría que redefinir la experiencia política.
- ¿Cómo es eso?
- En mi último libro desarrollo la cuestión a fondo. A mi juicio, la redefinición de la experiencia
política exige implicar al sujeto, establecer una nueva lógica de la relación política-sujeto. No creo
que hoy haya un sujeto histórico que por su propio movimiento teleológico y de manera endógena,
a través de la lucha de clases, sea susceptible de transformar la situación, tal como se definía en el
marxismo clásico. Tampoco creo, como lo formula la filosofía italiana, con Toni Negri a la cabeza,
que esta estructura tardocapitalista esté generando lo que ellos llaman un “general intellect”, que
consistiría en una experiencia de lo común, de producción de subjetividad que lograría, en un
momento dado, sustraerse a los dispositivos tecnocráticos y a los del capital. En esa lectura
inmanentista, creo que subsiste la creencia de que el propio movimiento interno del capitalismo
producirá su atravesamiento, lo que volvería a la política (que incluye la gestión) innecesaria. No
creo en eso.
Notas
* Fuente: Revista Ñ