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Lección 10 – Derecho Penal


CULPABILIDAD

Su concepto general es la reprochabilidad del injusto al autor. Un injusto, es decir, una conducta
típica y antijurídica, es culpable, cuando al autor le es reprochable la realización de esa conducta
porque no se motivo en la norma siéndole exigible, en las circunstancias en que actuó, que se
motivase en ella. El concepto de culpabilidad es un concepto de carácter normativo, que se funda
en que el sujeto podía hacer algo distinto a lo que hizo y le era exigible en esas circunstancias que
lo hiciese.

En la inculpabilidad, el derecho no puede allí permitir la conducta, sino que únicamente no le


puede exigir al sujeto que no haya hecho lo que hizo, que no haya cometido el injusto. Cuando
media una conducta que solo es inculpable, solo se excluye el reproche del injusto, en relación a la
pena. En la justificación hay una situación conflictiva que el derecho debe resolver dando un
permiso, porque de no hacerlo resultaría perjudicado su objetivo general. En la inculpabilidad hay
una situación en la que solo se excluye el reproche porque al autor no sele puede exigir otra cosa,
pero reconociendo perfectamente que su conducta afecto la finalidad general del orden jurídico.
Es necesario entender que en la culpabilidad de acto se reprocha al hombre en la medida de la
posibilidad de autodeterminación que tuvo en el caso concreto, es decir lo que hizo, no sus
características.

La culpabilidad requiere:

1.La exigibilidad de la posibilidad de comprender la antijuridicidad que falta cuando:

a) el sujeto no tiene capacidad psíquica para ello (primer supuesto de inimputabilidad);

b) cuando se halla en error invencible sobre la antijuridicidad (error de prohibición).

2.Que conforme a la circunstancia de su ámbito de autodeterminación se halle sobre un umbral


mínimo, lo que no sucede cuando:

a) media necesidad disculpante;

b) inexigibilidad de otra conducta motivada en la norma, en los casos contemplados en la parte


especial;

c) no puede dirigir las acciones conforme a la comprensión de la antijuridicidad (segundo supuesto


de inimputabilidad).

La insuficiencias del concepto tradicional de culpabilidad

Una vez superada la originaria concepción de la culpabilidad que veia únicamente la relación
psciologica entre el autor y su acto, diferenciando según se tratase de una relación dolosa o
imprudente (concepción psicológica de la culpabilidad) posteriormente surgió una concepción
normativa que veía en la culpabilidad un reproche que se hacia al autor del delito por haber
actuado en la forma en que actuó, pudiendo actuar en forma distinta. Según esta concepción
actúa culpablemente el que pudo proceder de otra manera. Sin embargo esta concepción es
científicamente insostenible ya que se basa en argumentos indemostrables.
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Aun que hay una posibilidad de entender esa capacidad de un modo puramente vivencial o
fenomenológico, como resultado de nuestra propia experiencia y observación. Por ej; tenemos la
conciencia que en una situación dada somos 'libres' de elegir entre las distintas opciones que se
nos ofrecen. Es decir, existe una acapacidad de eleccion entre varias opciones en cualquier
persona y esa misma capacidad constituye el presupuesto del actuar humano social y
juridicamente relevante. De alli surge que se excluyan las reaccion institivas, inconscientes o
producto de feurza irresistible. Sin embargo este presupuesto es puramente descriptivo e
insuficiente para fundamentar la culpabilidad ya que Si bien siempre se puede elegir no sabemos
cuales son las razones ultimas que impulsan a elegir entre una y otra opcion.

El concepto Dialectico de culpabilidad: culpabilidad y prevención general

Rechazar el concepto tradicional de culpabilidad no significa necesariamente tener que renunciar


al mismo como categoría jurídico-penal, sino la necesidad de buscarle un fundamento distinto.
Para ello hay que empezar por abandonar la vieja concepción individualista que ve en la
culpabilidad un fenómeno individual aislado que sólo afecta al autor de un hecho típico y
antijurídico. Pero realmente no hay una culpabilidad en sí, sino una culpabilidad en referencia a los
demás. La culpabilidad es un fenómeno social. No es una cualidad de la acción sino una
característica que se le atribuye para poder imputársela a alguien como su autor y hacerle
responder por ella. Es, la sociedad o mejor su Estado representante existente en un momento
histórico determinado, quien define los límites de lo culpable y de lo no culpable, de la libertad y
de la no libertad.

De ahí se deriva que el concepto de culpabilidad realmente es la culminacion de un proceso de


elaboración conceptual destinado a explicar por qué y para qué, en un momento histórico
determinado, se recurre a un medio defensivo de la sociedad tan grave como la pena y en qué
medida debe hacerse uso de ese medio.

Así, por ejemplo, la correlación entre culpabilidad y prevención general, es decir, defensa de
determinados intereses por medio de la pena, es evidente. Si en un momento histórico
determinado se consideró, que debían ser declarados exentos de responsabilidad criminal el
menor de cierta edad, o el que, por sufrir una enfermedad mental no pueda comprender la ilicitud
del hecho, ello no se hizo para debilitar la defensa de los intereses de la sociedad frente a esas
personas, sino precisamente por lo contrario, porque el efecto intimidatorio general y la defensa
social se fortalecen al declarar exentos de responsabilidad criminal (es decir, de culpabilidad) a
unas pocas personas que no pueden cumplir las expectativas de conducta contenidas en las
normas penales, confirmando así la necesidad de su cumplimiento por las demás personas que no
se encuentran en esa situación. Visto desde un punto de vista individual es necesario en estos
casos no una pena, sino una medida de curación o educación del sujeto que se encuentra en estas
situaciones.

Evidentemente las razones de prevención general pueden exacerbarse y llevar a exigencias


punitivas desmesuradas, como el castigo de personas realmente «enfermas mentales», etc., Pero,
lo que hay que hacer es criticar la teoría y la praxis jurisprudencial y legislativa que permiten esos
desbordamientos preventivos generales, sin tener en cuenta los límites que también imponen las
finalidades preventivas especiales .
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En un Estado democrático de Derecho, el Estado debe demostrar por qué hace uso de la pena y a
qué personas la aplica, y ello siempre para proteger a una sociedad que, si no es plenamente justa,
tiene en su seno y en su configuración jurídica la posibilidad de llegar a serlo.

Si estos presupuestos no se dan, no se puede hablar de culpabilidad, y exigir el cumplimiento de


los mandatos normativos a las personas que por razones de inmadurez personal, de enfermedad
mental, etc., no están en condiciones de cumplirlos sería una infracción clara de las bases de la
responsabilidad penal en un Estado social y democrático de Derecho.

CONCEPTO MATERIAL DE CULPABILIDAD: La Culpabilidad como teoría del sujeto responsable

El fundamento material que sirve de base a la culpabilidad. Existen numerosos elementos que
forman parte de la teoría general del delito y condicionan en la aplicación de una pena, como es
imposible asignar una categoría de delito nueva para cada elemento se debe reconducirlos de tal
manera que compartan un común denominador (un mismo fundamento material).

Este fundamento material de la culpabilidad hay que buscarlo en la función motivadora de la


norma penal que junto a la función protectora es una función especifica de la norma penal.

La norma penal se dirige a individuos no para que este elija en sus haceres posibles sino que lo
importante es que la norma lo motive con sus mandatos y prohibiciones para que se abstenga de
realizar ciertas acciones prohibidas. Se cree que el fundamento material común a todos es la
facultad que poseen los individuos para vivir en igualdad, pacíficamente organizados, es decir, la
'motivabilidad' la capacidad para reaccionar frente a las exigencias normativas, es la facultad
humanada fundamental que unida a otras permite la atribución de una acción a un sujeto y la
exigencia de la responsabilidad. Cualquier alteración a esa facultad deberá determinar la exclusión
o atenuación de la culpabilidad.

Elementos de la culpabilidad.

Para poder afirmar la culpabilidad de una persona se deben cumplir ciertos requisitos, que el
individuo tenga la capacidad de sentirse motivado por la norma, conoce su contenido y se
encuentra en una situación en la que puede regirse bajo la ley. Si el individuo por falta de madurez
o problema psíquico o por encontrarse en una situación en la que no le era exigible un
comportamiento distinto, faltara culpabilidad y no podrá ser atribuido a su autor.

Los elementos necesarios para iniciar el juicio de atribución implica:

a. La imputabilidad o capacidad de culpabilidad: Aquí se incluye la madurez psíquica y la capacidad


del sujeto para motivarse (edad, enfermedad mental, etc.) si no tiene las capacidades psíquicas
suficientes no puede haber culpabilidad.

b. El conocimiento de la antijurícidad del hecho cometido: La normal penal solo puede motivar al
individuo en la medida en que este pueda conocer mínimamente el contenido de sus
prohibiciones. Si el sujeto no sabe que su hacer esta prohibido, no hay culpabilidad.

c. La exigibilidad de un comportamiento distinto: Normalmente el derecho exige la realizacion de


comportamientos incomodos o difíciles pero no imposibles y mucho menos heroicos, toda norma
tiene un ambito de exigencia fuera del cual no puede exigirse responsabilidad alguna. Cuando la
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obediencia de la norma pone al sujeto fuera de los limites de exigibilidad, faltara ese elemento y
con el, la culpabilidad.

Imputabilidad o capacidad de culpabilidad: La imputabilidad o capacidad de culpabilidad.

La imputabilidad es la capacidad para ser penalmente culpable. Esta capacidad presupone


madurez, salud mental y conciencia, en una medida que habiliten al autor para comprender la
criminalidad el acto (art. 34 inc. 1). Es un criterio bio-psicológico.

Por ende, culpable es aquel que es imputable. El autor debe comprender la criminalidad del acto y
poder dirigir sus acciones. El principio de “Actio Libera in Causa” exige que el autor responda
penalmente si en el momento del acto gozaba de capacidad. Para que exista imputabilidad, deben
concurrir los siguientes presupuestos:

Presupuestos Biológicos

Madurez mental: desenvolvimiento intelectual y volitivo suficiente para comprender la


criminalidad del acto y dirigir sus propias acciones (menores de 16años no la tienen, entre 16 y 18
años se considera que tienen madurez para ciertos casos, a partir de los 18 años se considera
plena madurez mental).

Salud mental: cuando no padece ninguna insuficiencia ni alteración morbosa de sus facultades
mentales. Si las tiene debe comprobarse en el momento del hecho la insuficiencia o alteración que
no lo dejaron comprender. Insuficiencia de las facultades: oligofrenia, idiocia, imbecilidad,
debilidad mental, sordomudez. Alteración morbosa de las facultades: causa de imputabilidad art.
34. Inc. 1C.P.

Presupuesto Psicológico

Conciencia: cualidad psicológica que tiene el individuo de conocer y valorar sus propios estados,
ideas, sentimientos.

El estado de inconciencia constituye una causa de inimputabilidad (sueño, estado de hipnosis, post
hipnosis). En el momento del hecho se debe haber comprendido la criminalidad de él, saberlo que
hace, comprender el significado social de ello, y comprender que el hecho es castigado
penalmente

Causas de exclusión de la capacidad de culpabilidad (causas de inimputabilidad) cabe distinguir


entre:

a. Causas que al excluir la culpabilidad, excluyen asimismo la peligrosidad y por lo tanto la


aplicación de medidas de seguridad;

a. Causas que solo excluyen la culpabilidad, dejando subsistente la peligrosidad y por ende la
imposición de medidas de seguridad. A diferencia de las causas de justificación, donde el hecho
justificado es permitido por el ordenamiento jurídico, y por ende, lícito. En cambio el hecho
exculpado sólo es eximido de castigo por no ser reprochable, pero al no resultar excluida su
ilicitud, subsiste el derecho de la victima al resarcimiento del daño.
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Error de prohibición. Clases Quien actúa típicamente debe conocer la situación típica y saber que
está prohibido, es decir, que el sujeto tenga la posibilidad de conocimiento de la
antijuridicidad del hecho. Cuando falta tal posibilidad se habla de un error de prohibición, que será
vencible o invencible según haya podido o no evitarse con mayor cuidado. Existe el error de
prohibición:

Directo, que recae sobre la propia existencia de la prohibición, sobre la norma misma. Ej.: una
persona que habitualmente cruce un patio ajeno,que no está delimitado, y por tanto en la
creencia errónea de que el mismo no pertenece a nadie y consecuentemente no está violando el
domicilio de nadie;

Indirecto, que recae sobre la existencia o los límites de una causa de justificación. Conoce la
norma prohibitiva pero piensa que se actúa de manera justificante Ej. Persona que mata a otra
porque cree que su vida está en peligro, cuando el que se cree agresor solo le hacía una broma.

Invencible, que impide la infracción de la norma primaria penal, y con ello, se excluye la primera
condición de la culpabilidad, determinándose la impunidad; EJ.: estoy haciendo una broma con
una amigo, fingiendo que le disparo para robarle y él se hace el herido, pero lo que utilizo es un
arma falsa de plástico, otra persona que pasaba por el lugar se asusta al ver el hecho saca un arma
y mata al supuesto agresor. Dicha persona desconocía que se trataba de una broma y que lo que
tenía era un arma de mentira.

Vencible, falta de cuidado del sujeto al no haber advertido la antijuridicidad, determinándose una
atenuación de la responsabilidad criminal. (efecto: atenua la responsabilidad)

Coacción y miedo insuperable: La admisibilidad de la coacción generada en situaciones naturales,


permite incluir en aquella categoría el conflicto de bienes de igual valor (“vida por vida”). El sujeto
coacto debe ser ajeno al mal evitado (grave e inminente) y no tratarse de un peligro que aquél
tenga obligación legal de soportar. Miedo insuperable, prevé la situación de quien sufre la
incidencia de un factor externo que le provoca temor, basado en un mal real o imaginario, que
debe ser insuperable, es decir, que no deje otra posibilidad de actuar. El criterio del supuesto de
miedo insuperable se basa en lo que pueda resistir un hombre medio en esas circunstancia

La minoría de edad: la relativa imputabilidad del menor de 18 y mayor de 16

La madurez mental se alcanza a los 16 años de edad, y nuestro ordenamiento jurídico contempla
que los menores no deben ser castigados como los mayores ni ir a la cárcel como ellos, sino que
han de ser objeto de medidas educativas no penales, sino preventivas. Su fundamento se basa que
antes de cierta edad no concurre imputabilidad y por otro lado, se funda en la idea político
criminal queque, pese a ello, es más adecuado para los menores un tratamiento educativo
específico que el puro castigo

La ley de menores 22.278 (modificada por ley 22803) nos menciona:

Entre 16 y 18 años (Art. 1 de dicha ley)

Es imputable no punible con respecto a: Delitos de acción privada o reprimidos con pena
privativa de la libertad que no exceda de dos (2) años, con multa o con inhabilitación. EL MENOR
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NO ES PUNIBLE Y SE APLICA EL REGIMEN DE LOS MENORES DE 16 AÑOS MAS MEDIDAS DE


SEGURIDAD.

Es Punible respecto a: (Art. 2 de dicha ley) Si fuesen delitos más graves que no sean los
mencionados anteriormente. En este caso la imposición de la pena debe cumplir los siguientes
requisitos: (Art. 4 de dicha ley):

a) Que previamente haya sido declarada su responsabilidad penal y la civil si correspondiere,


conforme a las normas procesales.

b) Que haya cumplido dieciocho (18) años de edad.

c) Que haya sido sometido a un período de tratamiento tutelar no inferior a un (1) año,
prorrogable en caso necesario hasta la mayoría de edad. SE APLICAN MEDIDAS TUTELARES;
CUMPLIENDO 18 AÑOS BAJO LAS MEDIDAS EL JUEZ RECIBE UN INFORME Y DETERMINA SI:

-APLICAR LA PENA POR EL DELITO COMETIDO;

-REDUCIRLE LA PENA EN LA FORMA PREVISTA PARA LA TENTATIVA;

-ABSOLVERLO.

La alteración en la percepción

El inc.1 del art. 34 del CP “No son punibles:1º. El que no haya podido en el momento del hecho…
comprender la criminalidad del acto o dirigir sus acciones” requiere la posibilidad de comprensión
de la antijuridicidad en la expresión “comprensión de la criminalidad”. Criminalidad se refiere
tanto a las circunstancias del tipo objetivo como al conocimiento de la antijuridicidad porque el
conocimiento de todo ello depende el conocimiento de la “criminalidad de un acto”.

Comprensión de la criminalidad es la comprensión de todas las características externas que hacen


delictiva una conducta y no solo la antijuridicidad Compresión supone conocimiento e
internalización.

La ley no exige que efectivamente se conozca la criminalidad, solo exige que se haya podido
comprender.

Requiere dos elementos: Biológico: sordomudez, ceguera. ‘niños lobo' autistas que impida captar
el mundo exterior tal cual es. Este defecto debe haber sido sufrido por el sujeto desde el
nacimiento o infancia, si el sujeto adquirió los conocimientos y posteriormente sufre la alteración
en la percepción, no será aplicable el eximente. Psicológico: que tenga alterada gravemente la
conciencia de la realidad, es decir no es capaz de conocer las pautas de comportamientos y valores
que rigen la sociedad..

Las alteraciones psíquicas y los estados de intoxicación

El sujeto activo goza de salud mental (Art 34 inc. 1 CP) si no está afectado de una “insuficiencia de
sus facultades mentales” o una “alteración morbosa de las mismas”, y para comprender la
criminalidad del acto y posibilidad de dirección de las acciones. Ambas son enfermedades de la
mente.
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La insuficiencia de sus facultades mentales (oligofrenia), es la detención, preferentemente


intelectual, del desarrollo psíquico del individuo (idiocia, imbecilidad, debilidad mental). La
sordomudez puede representar un caso de insuficiencia de las facultades. – Núñez -

Las alteraciones morbosas de las facultades mentales, se hace referencia a las enfermedades
mentales que trastornan las facultades ya desarrolladas. Es preciso que la alteración en sí misma
sea patológica. Lo será cuando consista en una enfermedad, afección o dolencia mental que
importe un deterioro mental sumamente marcado y una desintegración de la personalidad del
sujeto. EJ.: traumatismo de cráneo por accidentes o caídas. La alteración morbosa puede tratarse
de un trastorno mental transitorio

La imputabilidad del drogodependiente: Existen 2 niveles:

a: El primer nivel es el del a exclusión de la culpabilidad, que se da cuando se trata de una


intoxicación plena o cuando se halla bajo la influencia de un síndrome de abstinencia severa.

b: Existe una atenuación de la imputabilidad aun cuando no produzca una alteración importante
de las facultades psíquicas tiene una enorme incidencia en la comisión de delitos para satisfacer la
adicción grave.

LAS CONSECUENCIAS JURÍDICAS

Cuando se tienen que resolver cuestiones relacionadas con la imputabilidad de un acusado en un


proceso penal, generalmente los jueces y tribunales se plantean preguntas como éstas:

¿Qué hacer con los inimputables autores de graves e importantes delitos?

¿Qué hacer con el paranoico o el psicópata que, creyéndose Rambo, dispara contra todo el
mundo, matando a varias personas?

¿Qué hacer con el asesino violador de una niña que actuó en plena psicosis alcohólica? ¿Qué hacer
con el cleptómano que, fascinado por una obra de arte, se apodera impulsivamente de ella?

Sin importar la respuesta aun que exista una imposibilidad de aplicar una pena no supone una
ausencia de control social de estos sujetos.

Respecto a los inimputables:

Se puede exigir una medida de internamiento la cual no podrá exceder el tiempo que habría
durado la pena privativa de libertad por el hecho cometido.

En segundo lugar el tribunal puede imponer otras medidas no privativas de libertad (privación de
conducir etc)

Con respecto a los de imputabilidad disminuida se prevé la aplicación de medidas similares


previstas para los inimputables, la finalidad resocializadora y terapéutica pasa aun primer plano.

Actio libera in causa El autor que – al realizar la conducta o al producirse el resultado delictivo –
estaba en estado de inimputabilidad, responde penalmente si en el momento previo a su
comportamiento gozaba de capacidad de culpabilidad. Se excluirá la causa de inimputabilidad
cuando el propio sujeto activo se haya provocado intencional o imprudentemente una
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perturbación mental transitoria para cometer el hecho concretamente realizado, o cuando


hubiera previsto o debido prever su comisión.

Conocimiento de la antijuricidad y exigibilidad de otra conducta:

El conocimiento de la antijurícidad.

Junto a la capacidad de culpabilidad o imputabilidad, constituye también un elemento de la


culpabilidad el conocimiento de la antijuricidad. Quien realiza dolosamente un tipo penal actúa
con conocimiento de la ilicitud de su hacer.

Basta con que el autor tenga motivos suficientes para saber que el hecho cometido esta
jurídicamente prohibido y que es contrario a las normas mas elementales que rigen la convivencia.
La función motivadora de la norma penal sirve como una función de comunicación y participación
que culmina el proceso de socialización del individuo, solo cuando este proceso se vea alterado
(analfabetismo, subcultura) podrá plantearse el problema del conocimiento de la antijuricidad. Si
el sujeto desconoce la antijuricidad de su hacer, actúa entonces en error de prohibición.

Error de prohibición. Clases Quien actúa típicamente debe conocer la situación típica y saber que
está prohibido, es decir, que el sujeto tenga la posibilidad de conocimiento de la
antijuridicidad del hecho. Cuando falta tal posibilidad se habla de un error de prohibición, que será
vencible o invencible según haya podido o no evitarse con mayor cuidado. Existe el error de
prohibición:

Directo, que recae sobre la propia existencia de la prohibición, sobre la norma misma. Ej.: una
persona que habitualmente cruce un patio ajeno, que no está delimitado, y por tanto en la
creencia errónea de que el mismo no pertenece a nadie y consecuentemente no está violando el
domicilio de nadie;

Indirecto, que recae sobre la existencia o los límites de una causa de justificación. Conoce la
norma prohibitiva pero piensa que se actúa de manera justificante Ej. Persona que mata a otra
porque cree que su vida está en peligro, cuando el que se cree agresor solo le hacía una broma.

Invencible, que impide la infracción de la norma primaria penal, y con ello, se excluye la primera
condición de la culpabilidad, determinándosela impunidad; EJ.: estoy haciendo una broma con una
amigo, fingiendo que le disparo para robarle y él se hace el herido, pero lo utilizo es un arma falsa
de plástico, otra persona que pasaba por el lugar se asusta al ver el hecho saca un arma y mata al
supuesto agresor. Dicha persona desconocía que se trataba de una broma y que lo que tenía era
un arma de mentira.

Vencible, falta de cuidado del sujeto al no haber advertido la antijuridicidad, determinándose una
atenuación de la responsabilidad criminal.

La exigibilidad de otra conducta

El cumplimiento de los mandatos normativos es un deber para todos los ciudadanos. Sin embargo
los niveles de exigencia varían según el comportamiento exigido, circunstancias, intereses, etc.
Mas haya de una exigibilidad normal, el ordenamiento jurídico no puede imponer, salvo en casos
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determinados, el cumplimiento de sus mandatos por ej se castiga la omisión del deber de socorro
siempre que el sujeto que pudiera prestar socorro no se ponga en riesgo propio o a terceros.

Además existe una no exigibilidad subjetiva que se refiere a situaciones en las que no se puede
exigir al autor concreto de un hecho típico que se abstenga de cometerlo, porque ello configuraría
un sacrificio propio.

El Derecho no puede exigir comportamientos heroicos o, en todo caso, no puede imponer una
pena cuando en situaciones extremas alguien prefiere, por ejemplo, realizar un hecho prohibido
por la ley penal, antes que sacrificar su propia vida o su integridad física. En este caso, la no
exigibilidad de un comportamiento distinto en esas situaciones no excluye la antijuricidad (el
hecho no es justificado por el Ordenamiento), sino la culpabilidad (el hecho sigue siendo
antijurídico, pero su autor no es culpable)

A esta idea responden dos exenciones de pena contenidas en el Código penal: el miedo
insuperable y el encubrimiento entre parientes. El estado de necesidad en caso de conflicto entre
bienes de igual valor.

ESTADO DE NECESIDAD

En primer lugar estará el estado de necesidad justificante (disculpante) que salvando un bien
determinado, sacrifica otro de menor valor (se aplica el criterio de ponderación de bienes). (Caso
de la persona que para salvar su integridad física comete un allanamiento de morada). En este
primer supuesto, la acción no sólo no se considera antijurídica, sino que se estima valorada
positivamente por el ordenamiento jurídico.

Por otro lado tendremos el estado de necesidad exculpante que busca salvar un determinado bien
sacrificando otro bien de igual valor. En este caso, la acción no se considera positiva por parte del
Derecho. No obstante, tampoco se cree razonable la existencia de responsabilidad penal (principio
de no exigibilidad de un comportamiento distinto) del sujeto, con lo que la conducta estará
meramente disculpada (excluyendo la culpabilidad pero no la antijuridicidad del hecho), pese al
desvalor existente por el daño de bienes iguales en importancia.

Miedo insuperable

En principio se habla de un estado psíquico que puede llevar, a la inacción, pero aquí nos
enfocamos a aquel miedo que impulsa a realizar una determinada acción típica antijurídica. La
insuperabilidad del miedo es un requisito objetivo.

Por eso cabe apreciar esta eximente y no la de estado de necesidad cuando el sujeto, en una
situación de pánico, lesiona un bien jurídico sin darse cuenta de que había otras formas de
solución del conflicto, o que éste no existía realmente.

Situación de quien sufre la incidencia de un factor externo que le provoca temor, basado en un
mal real o imaginario que debe ser insuperable, es decir, que no deje otra posibilidad de actuar. El
criterio para decidir si un supuesto de miedo es insuperable, se basa en lo que pueda resistir un
hombre medio en esas circunstancias.

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