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SEMANA 27
PROPÓSITO
Descubrir que las enseñanzas de Jesucristo sirven a nuestros santos como un camino para que todos alcancemos la
santidad, realizando una oración por los vivos y difuntos.
ACTIVIDAD Redactan una oración a Dios por los vivos y difuntos
I. INTRODUCCIÓN:
Jesús el Hijo de Dios, vino a la tierra para llevarnos al cielo y dijo a todos que tenemos
que ser Santos.
Ser Santo es el mayor ideal que puede proponerse un hombre o mujer. Ser Santo es
pasar por la tierra haciendo el bien a imitación de Jesucristo, colaborando con EL en la
salvación del mundo.
Todos los cristianos están llamados a la Santidad. Dios quiere que cada uno luche por
ser Santo, en el lugar que ocupe en el mundo, viviendo con amor y alegría, sirviendo a
Dios y a los demás.
El 1 de noviembre, en que celebramos a todos los Santos, nos alegramos por quienes ya
están en el cielo junto a Dios.
El 2 de noviembre, recordamos a los Fieles Difuntos. Todos los hombres tenemos que
morir, Nadie escapa de la muerte. Pero, el cristiano debe ser optimista ante la muerte,
pues significa el encuentro definitivo con Cristo.
REFLEXIÓN: Se tiene, con frecuencia, una idea bastante equivocada acerca de la Santidad. Se imagina que los
Santos han sido seres extraordinarios, muy distintos de las personas normales, y que en su vida solo existen milagros,
visiones del cielo, etc. Es cierto que en la vida de los Santos se han dado hechos sorprendentes, de carácter
sobrenatural, pero ello no constituye la esencia de la Santidad. Los Santos son aquellos que han asumido fielmente el
Evangelio, imitando a Jesucristo como supremo ideal de vida y que ya están con EL en la gloria del Padre. Son ejemplo,
por sus virtudes, para los demás cristianos.
V. ¿QUÉ ES UN SANTO?
Los Santos son modelos que nos llevan a la Santidad y que nos muestran el camino de perfección para alcanzar a Dios. Una
vez un catequista pregunto a un niño: ¿Qué era un Santo? El niño, antes, estando un día en la Iglesia, pregunto a su mamá
¿qué eran aquellas figuras que veía en los vitrales de la Iglesia y que brillaban tanto cuando salía el sol? Su mamá le había
contestado que eran Santos. Y ahora el niño contesto al catequista con rapidez y precisión: Un Santo es un hombre por donde
pasa la luz. Preciosa definición. Eso son los Santos: seres transparentes, espejos de la luz de Dios, que se purifican y
perfeccionan constantemente, son los grandes amigos de Dios.
REFLEXIÓN:
La muerte de un ser querido nos aflige y congoja,
pero por medio de Cristo Resucitado obtenemos,
vida, él es mediador y dador de vida. El que cree
en Cristo Jesús, aunque primero muera, vivirá. El
Señor no murió en vano, su mensaje ha llegado
a nuestros días y tenemos la oportunidad de
alcanzar la salvación.
VIII. VIDA EN CRISTO:
Los cristianos creemos que al final de los tiempos todos resucitaremos. Así
como Cristo resucitó de entre los muertos y vive para siempre, los justos
después de la muerte vivirán para siempre con Cristo resucitado.
Creer en la resurrección de los muertos ha sido desde sus comienzos un
elemento esencial de la fe cristiana (como se anuncia en el Artículo Nº 11
del Credo). Si no hay resurrección de los muertos, tampoco Cristo ha
resucitado. Si Cristo no ha resucitado, inútil es nuestra fe.
La muerte es sólo el final de la vida terrenal, pero no el final de la vida.
Tenemos un alma inmortal creada por Dios que no muere con la muerte
sino que pervive en una vida eterna.
El ser humano es una unidad. Alma y cuerpo a la vez; el cuerpo muere, pero
el "alma" vive eternamente. Por eso, la Iglesia siguiendo el consejo de la
Escritura (2 Macabeos 12,46) siempre se rezó por los difuntos.
ACTIVIDAD
Redactan una oración a Dios por los vivos y difuntos, debes tener en
cuenta que tu trabajo se evaluará con los siguientes criterios:
La oración está dirigida por los vivos y difuntos
Considera seis líneas.
Respeta las normas de ortografía.
Presentación del trabajo (Limpieza y orden)