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O. D.

Carcía

La unidad de la persona humana y corresponde con el conocimiento biomédico


su fundamentación neurológica: el actuaL De lo anterior se derivan las más
sustento de una nueva racionalidad importantes implicaciones bioéticas.
para la comprensión de la muerte y La literatura al respecto refleja lo impe-
de otros problemas bioéticos. rioso de un diálogo que metodológicamente
proceda según dos pasos sucesivos. En pri-
mer lugar, se requiere partir del hecho, del
Orlando David García fenómeno observado y descrito con la mayor
claridad y precisión posibles desde el hori-
zonte de la biomedicina, y en particular de la
1. INTRODUCCION
neurología; para, en segundo término, elabo-
El concepto de persona es una categoría
rar y ponderar todas aquellas preguntas que
fundamental para la toma de críticas decisio-
traspasan dichos límites y que requieren por
nes médicas y los expertos coinciden de
tanto la aportación de un conjunto de espe-
forma unánime en su valor axiológico, por lo
cialidades [1]. Resalta la fundamental impor-
tanto se requiere una comprensión precisa de
tancia de evitar imprecisiones en la primera
su fundamentación en un contexto biomédi-
etapa de dicho proceso. Sin dudas, las cien-
co [1]. Los estados "vegetativos" y las
cias neurológicas ocupan un privilegiado
demencias son complejos cuadros neurológi-
lugar y de ahí su particular responsabilidad
cos que imponen una profunda reflexión que
en el diálogo con otras disciplinas.
se origina en el campo de la neurología y se
Antes de delinear los conceptos biomédi-
extiende a la filosofía, la bioética y a otras
cos más fundamentales, pasemos breve
disciplinas. Estos y otros estados guardan
revista a una tradición de pensamiento filo-
estrecha relación con problemas tales como el sófica y teológica en occidente a través de la
de la definición de la muerte, tan discutido cual se elaboró históricamente, con enorme
en el debate bioético actuaL lucidez, la concepción unitaria de la persona,
Ahora bien, ¿qué se requiere para una y luego veremos como esta tradición se arti-
formulación precisa de la muerte, y para el cula con una fundamentación neurológica
tratamiento de un conjunto de problemas afi- del concepto de persona como unidad, de
nes? Considero que el aspecto más funda- manera que surge una racionalidad integra-
mental consiste en el reconocimiento del dora [2-5] de relevante significación en la ela-
carácter unitario de la persona humana, y boración de un conjunto de fundamentales
por tanto de la inseparabilidad de conceptos problemas bioéticos.
tales como los de ser humano y persona [1].
Así, por ejemplo, no existe una disociación 11. BREVE RECUENTO HISTORICO
entre la muerte biológica y la muerte del La palabra alma ha sido utilizada con múlti-
individuo. De manera que una formulación ples significados a lo largo de la historia de
de la muerte debe captar con claridad y pre- nuestra civilización. Espíritu, aliento, fuerza
cisión lo que ha estado implícito en la tradi- vital, vida, criatura, razón, intelecto, pensa-
ción y en la historia y clarificar si esto se miento, voluntad, la naturaleza moral ó emo-

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La unidad de la persona y su fundamentación ncurológica

cional en los seres humanos, la totalidad del sólo por los filósofos sino también por los
ser personal, son algunos de los atributos anatomistas. Notablemente, el tratado médi-
que la misma recoge [6]. El estudio de su sig- co hipocrático "De la Enfermedad Sagrada"
nificado lleva a los términos con los que se afirma enfáticamente que el cerebro "dice a
vincula desde los orígenes mismos de la cul- los miembros como actuar" y que además el
tura occidental: basar, nefesh, ruah y leb cerebro "es el mensajero de la conciencia
(hebreo), sarx, psyje, pneuma, kardia (grie- diciéndole que es lo que ocurre" [11]. Tam-
go), y por último los vocablos latinos caro, bién se describe el cerebro como el intérprete
anima, spiritus y cor ó mens. [7-9] Volvere- de la conciencia.
mos a estos términos más adelante.
Una larga tradición pre-aristotélica ubica- El pensamiento platónico
ba el asiento del alma en el diafragma, mús- Para Platón el alma pertenece al dominio
culo que separa el tórax del abdomen [6]. El de las formas o ideas [12]. Su concepto de la
hígado, el corazón y por último el cerebro mente consta de tres componentes: razón,
fueron considerados en distintas épocas y apetitos, energía. La noción del cuerpo como
culturas como el hábitat corporal del alma prisión del alma, la contraposición entre
[6]. En Homero y en la tradición materialista espíritu y materia, caracteriza tanto la con-
de los pensadores griegos prearistotélicos, el cepción del hombre como la cosmología pla-
alma era considerada como un aliento o tónica. Las relaciones entre cuerpo y alma se
envoltura del cuerpo, una suerte de fuerza, conciben de forma antagónica ó casi hostil: el
vapor o espectro, una esencia material más cuerpo se percibe como "prisión del alma".
sutil. El aire, el fuego, o los átomos del alma El símil platónico de la mente como el piloto
constituían diferentes elementos considera- del cuerpo no tiene una connotación biológi-
dos esenciales por distintos pensadores en ca, como sí es posible observar en el concep-
esta línea. De acuerdo con Popper [10] aún to del alma aristotélico que más adelante
estos materialistas sostenían un dualismo consideraremos. Con la muerte ocurre una
donde el alma o la mente eran consideradas liberación de lo inmaterial-trascendente en el
como la esencia del cuerpo. En realidad exis- ser humano. Lo que ya existía queda así, libre
tían dos nociones acerca de dicha esencia, de la esclavitud de la materia. Con este trán-
una corporal y otra incorpórea. Esta última sito no ocurre una transformación sino una
posición la asumieron Pitágoras y los pitagó- supervivencia de lo incorpóreo e ideal que ya
ricos quienes consideraban la esencia de las existe en el hombre. La muerte afecta sólo al
cosas como algo abstracto, un número o "cuerpo". Se trata de una concepción de la
armonía. relación mente-cuerpo dualista-interaccio-
nista, por tanto implica una antropología
El cerebro como órgano rector también dualista. A diferencia del pensa-
La idea del cerebro como "locus" del miento platónico, el pensamiento aristotélico
alma recorre los siglos, y las localizaciones desarrolla un concepto unitario de gran tras-
más variadas dentro de dicho órgano fueron cendencia.
consideradas como el asiento del alma no

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La concepción aristotélica cambio en el estado anímico produce un


Según Aristóteles [13] sus predecesores cambio en la forma del cuerpo y, a la inversa,
caracterizaban el alma por tres atributos: un cambio en la forma del cuerpo produce
"por el movimiento, por la sensación y por la un cambio en el estado del alma" [16]. Pop-
incorporalidad" [14]. De acuerdo con estos per [10] ha comentado que "las esencias o
conceptos el movimiento constituye una de almas irracionales de Aristóteles son antici-
las propiedades diferenciales entre las cosas paciones de la moderna teoría de los genes:
vivas y las inanimadas. No sólo el movi- como el DNA planifican las acciones del
miento en su manifestación externa sino organismo y lo guían a su telos, a su perfec-
otros cambios inmanentes tales como el cre- ción." Resumiendo, su sistema considera al
cimiento, los cambios de forma, etc. Su filo- hombre como unidad, y el alma es no sólo el
sofía basada en la relación forma-materia aspecto consciente sino también el principio
lleva implícito un sentido fisiológico. Según, vital integrador.
había apuntado anteriormente, el símil plató-
nico del alma como piloto del cuerpo Dos cosmologías diferentes: dos ejem-
encuentra en Aristóteles un desarrollo que plos ilustrativos en la historia del arte
acoge tanto en un sentido biológico como La evolución en el arte ilustra muy fina-
metafísico el concepto del alma como princi- mente el tipo de afinidad entre el pensa-
pio integrador y unificador del organismo y miento teológico y los sistemas filosóficos
también como el origen de la conciencia. El desarrollados por los pensadores griegos. La
concepto de forma substancial se refiere al cosmología platónica entiende el universo
principio vital que se expresa en la organiza- como algo terminado. Las ideas platónicas
ción de la materia constituyente como un penetraron profundamente en el curso poste-
organismo o unidad funcional. Esta organi- rior del pensamiento, en la filosofía y las
zación implica una disposición relacional artes de occidente. El arte basado en motivos
entre las partes que constituyen una unidad cristianos reflejó esta influencia. Un ejemplo
y totalidad que no es posible reducir a la de esto se encuentra en el arte románico: para
mera suma de los componentes. sus filósofos, lo material, visible y tangible,
La vida, de acuerdo con la concepción no es sino una ilusión de los sentidos. Lo real
aristotélica, es de una triple naturaleza: las y auténtico, lo espiritual en el hombre, y
plantas se nutren, crecen y se producen, los Dios, deberán ser percibidos tras esa ilusión.
animales sienten y se mueven, y el hombre Surge un arte que busca una expresión sim-
razona, recuerda, sabe que existe y tiene bólica de los motivos, y que evita la imitación
conocimiento de su muerte. En el hombre se y el naturalismo en su representación de las
da una síntesis de tres aspectos: el alma vege- personas y de las cosas. Acaso dicho trasfon-
tativa, el alma sensitiva y el alma intelectual. do explique, por ejemplo, el inmovilismo en
Se le deben a Aristóteles los términos de psí- la pintura y escultura románicas.
quico, psicología, psicofísico y psicosomático La teología, sin perder su tipicidad,
[15]. Decía, "pienso que el alma y el cuerpo encontró en el pensamiento aristotélico una
reaccionan uno sobre otro por simpatía. Un base más apropiada para elaborar algunas de

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La ullidad de la persona y su fUlldamcntación /Icurológica

sus doctrinas más fundamentales acerca de que, para ser, no tiene necesidad de ningún
la persona humana. El arte gótico se desarro- lugar ni depende de ninguna cosa material"
lló a partir de un conjunto de circunstancias [19]. Ahora bien, si las interrelaciones y toda
que no es de interés reseñar aquí. Una de causación en el mundo físico tienen lugar por
esas circunstancias, sin embargo, la confor- presiones o empujes, sólo es posible la inte-
mó el paso de una mentalidad platónica - racción alma-cuerpo de un modo similar.
marcada por el simbolismo y la abstracción y Siendo un dualista interaccionista, a partir de
por un distanciamiento de la realidad mate- estas premisas, desarrolla una teoría mecani-
rial-, a una concepción más aristotélica del cista de la relación mente-cuerpo [10].
universo. El mundo fue entendido entonces En relación con el tema de la muerte, con-
como creación de Dios que merecía ser inves- viene señalar que para Descartes la relación
tigado, admirado, imitado ... el hombre, en del alma inextensa se da, sin embargo, a tra-
sus manifestaciones tangibles, fue revaloriza- vés de una estructura extensa: la glándula
do. Las grandes dimensiones verticales del pineal. Para los neocartesianos como Pen-
arte gótico encontraron una contrapartida en field [20] ó para Eccles [21], dicha relación
el naturalismo y la humanización de las for- ocurriría a través del llamado "centroencéfa-
mas; un símbolo de la unidad de las dimen- lo" o mediante las estructuras vinculadas al
siones "vertical" y "horizontal" que constitu- lenguaje en el hemisferio cerebral izquierdo,
yen al ser humano, y de su integración respectivamente. De acuerdo con el concepto
esencial con el cosmos. de Penfield, probablemente se requeriría la
muerte de la mayor parte del encéfalo para
Descartes considerar que ha ocurrido la "desanima-
La frase de Gilbert Ryle [17] respecto al ción" del cuerpo; en tanto que según el crite-
hombre como "el fantasma en la máquina" rio propuesto por Eccles, dicho cambio ocu-
resume el dualismo mecanicista de Descartes rriría con la destrucción de una restringida
[18]. El cuerpo humano es considerado como región del encéfalo.
un autómata dotado, sin embargo, de movi- El concepto del alma como una entidad
mientos voluntarios. El pensador francés vaporosa, sombra, o espectro -su entificación
consideraba la extensión como la esencia de o reificación- crea las bases que conducen a
la corporeidad o materialidad y en esto se una desestimación del substrato biológico y
asemejaba a la teoría aristotélica de la mate- postula una concepción del alma como enti-
ria prima ó a los conceptos platónicos acerca dad separable y en relación de yuxtaposición
del espacio. Por otra parte sustentaba, junto a con el organismo. Desde un punto de vista
una tradición de pensamiento anterior, la práctico esta perspectiva dualista-mecanicis-
teoría según la cual la mente es incorpórea. ta conduce al requerimiento de que cada una
Al asumir la extensión como esencia de la de las partes del organismo deba dejar de
materia se veía obligado a postular que la funcionar antes de que pueda determinarse
substancia incorpórea, el alma, era inextensa, la muerte, ó a una selección arbitraria de cua-
en palabra de Descartes: "una sustancia cuya les sean las porciones que permiten la vincu-
esencia ó naturaleza total no es sino pensar y lación de ambas entidades [22].

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El mundo mecánico de Descartes y su Resulta de la mayor importancia resaltar que


problemático dualismo interaccionista, el Papa concebía la desintegración como
según el cual la relación mente-cuerpo se da equivalente a la muerte de la persona, "aún
como yuxtaposición extrínseca, crea la posi- si ciertos órganos continúan funcionando"
bilidad para una disociación entre el momen- [26]. Estas afirmaciones del Papa Pío XII pre-
to en que el "espíritu" abandona la "máqui- suponen el hecho de la unidad esencial de la
na" y la destrucción ó el cese del persona humana. La integridad de la perso-
funcionamiento de la "máquina" misma. En na tiene un fundamento biológico intrínseco.
otras palabras la "desanimación" del cuerpo La muerte del individuo, es decir, la desinte-
queda como un problema especulativo más gración de la persona es inseparable de su
allá del campo de la medicina [22]. Esto con- desintegración biológica. Ahora bien, ¿qué
duce a una separación entre las bases bioló- claves teológicas fundamentales se encuen-
gicas del fenómeno de la muerte y su signifi- tran tras estas afirmaciones?
cado filosófico y teológico. Por tanto, de El hombre es la cúspide de la creación,
acuerdo con esta posición, la presencia ó no reúne en sí mismo la unidad de lo material y
del alma en el cuerpo es irrelevante desde el lo espiritual [27]. En palabras de Santo Tomás
punto de vista fisiológico. Se comprende así el hombre es "el horizonte de lo creado, en el
el origen filosófico de planteamientos que cual se unen los cielos y la tierra; como vín-
implican una aparente separación entre el culo entre el tiempo y la eternidad; como sín-
concepto de persona y el funcionamiento tesis de la creación" [28]. La Constitución
biológico del organismo. De hecho, las dife- Gaudium et spes lo expresa así: "en la uni-
rentes definiciones de la muerte centradas en dad de cuerpo y alma, el hombre, por su
la conciencia [23-25] rinden tributo, explícita- misma condición corporal, es una síntesis del
mente ó no, a dicho fundamento filosófico y universo material" [29].
antropológico. La situación del hombre en el mundo no
es un mero accidente sino que forma parte de
III. LA PERSPECTIVA TEOLOGICA DE su realidad esencial [30]. "Dios formó al
LA MUERTE: CLAVES PARA UNA hombre con el polvo del suelo e insufló en
INTERPRETACION sus narices aliento de vida y resultó el hom-
Los pronunciamientos del Papa Pío XII bre un ser viviente" (Gn. 2,7). Este pasaje
en sus "Respuestas a algunas importantes bíblico expresa la constitución del hombre
preguntas concernientes a la reanimación" el dada por dos ca-principios (materia y espíri-
año 1957 son una pauta muy significativa en tu), así como su unidad esencial con el resto
el desarrollo de los conceptos sobre la muer- de la creación. El hombre por su constitución
te [26]. Su Santidad estableció en aquella oca- biológica es un ser carencial, sin embargo, su
sión que era "competencia de los médicos, y inserción en el mundo crea un entorno espe-
particularmente de los anestesistas, ofrecer cíficamente humano, cultural, y su empresa
una definición clara y precisa de la "muerte" tecnológica constituye una poderosa herra-
y del "momento de la muerte" cuando el mienta. En relación con los otros hombres
paciente moría estando inconsciente" [26]. desarrolla una dimensión sociosicológica, sin

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La unidad de la pcrsona y su fundamentación 11curo/ógica

embargo no sólo trasciende el mundo físico rencia a los seres humanos como unidad con-
de esta manera sino que permanece abierto a siderada desde distintos ángulos. Estos son
lo infinito y trascendente y se presenta ante el cuatro términos esenciales: basar, nefesh,
un proyecto de colaboración con el Creador. ruah y leb (griego: sarx, psyje, pneuma, kar-
En su esencia relacional-imagen de Dios- dia, y latín: caro, anima, spiritus, cor o mens)
el hombre, en unidad con el mundo, y [7-9]. Los mismos indican aspectos y compo-
"mayordomo" de la creación, trasciende sus nentes diferenciados relacionados con la
condicionamientos biológicos y sociológicos, totalidad del ser humano. Basar: El hombre-
en una búsqueda que tiene su más natural carne (en griego: sarx) [8,9] enfatiza la rela-
horizonte en Dios mismo [8,9]. El hombre ser ción del hombre con el mundo material, su
finito y capaz de Dios, y querido en sí mismo mortalidad, el hombre reducido a su existen-
yen su totalidad por Dios, se encuentra dota- cia empírica terrena. El hombre no tiene un
do de capacidad para la libertad y la espon- cuerpo, él es un cuerpo. Es el hombre bioló-
taneidad, tiende hacia el ser total [29]. En su gico expuesto al sufrimiento y a la enferme-
búsqueda realiza siempre nuevas síntesis dad, a la tentación y al pecado. El hombre en
[30]. La unidad de la persona humana es teo- tanto que vive en una dimensión egocéntrica,
lógicamente axiomática, sobre la base de ella en una cerrazón con respecto al prójimo y a
se da la posibilidad en el hombre de una rea- Dios. El hombre-cuerpo (en griego soma)
lización en el mundo de lo creado y en su [8,9] el hombre entero, en sus relaciones con
relación con el Creador [9,29]. El fundamen- los demás, en muchas ocasiones traducible
to teológico de esta comprensión no puede como "yo", afín a nuestro concepto de perso-
ser otro que la Cristología: "sólo Cristo reve- nalidad. Nefesh: El hombre-alma (griego:
la el hombre al hombre mismo ... " [29]. El psyjé) [8,9] hace referencia a la identidad
hombre reconoce allí su estatuto antropológi- consciente: "Yo", al hombre completo como
co, su libertad, su dignidad y su destino ser viviente. El hombre no "tiene" vida sino
sobrena tural. que él "es" vida. La participación en el deve-
nir de los asuntos humanos, en la historia, su
La antropología semítica dimensión social, y su responsabilidad al res-
Si volvemos nuestra mirada hacia la tra- pecto. Ruah: El hombre-espíritu (griego:
dición judeocristiana encontramos una com- pneuma) [8,9] expresa la diferencia con el
prensión del ser humano coherente con los mundo material, la afinidad y tendencia
datos que, en la actualidad, ofrecen las cien- hacia Dios. La realización de su capacidad de
cias que estudian al hombre. A los ojos del relación y comunión con la totalidad de lo
hombre moderno el cuadro que presentan las creado y con el Creador. El hombre-cuerpo-
Escrituras aparece con un marcado realismo. alma así redimensionalizado. Leb: La síntesis
El mismo capta la pluralidad y complejidad de emoción y razón, de lo físico y lo espiri-
de sus dimensiones constitutivas tanto como tual, la interpenetración de las diferentes
la unidad de la persona humana. dimensiones que le constituyen [8,9]. Con
Pasemos breve revista a los términos frecuencia la palabra "alma" en las traduc-
antropológicos que en la Biblia hacen refe- ciones al español es intercambiable por la

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O. D. Carda

palabra "vida" (ej. Mr. 8:36, Lc. 12:20, etc.). cepto mismo de cuerpo debe ser reconsidera-
La antropología bíblica capta al ser do como algo que no es separable del alma
humano como una unidad: enteramente sino que es parte esencial y constitutiva de
cuerpo, alma, espíritu; no obstante, esto no esta. Si es así -según veremos desde otro
implica unicidad ni uniformidad [8,9,29]. Se ángulo más adelante-- esto implica que tam-
presentan ante él dos opciones existenciales: bién el alma participa de la transformación
como hombre-carne se cierra hacia los demás que es la muerte. La predicación cristiana
y hacia Dios; contrariamente como hombre- encuentra su centro en la inmortalidad de la
espíritu, se abre a Dios quien le ofrece la exis- persona humana total y no únicamente de
tencia, la plenitud y la inmortalidad [8]. una parte de ella. La expresión definitiva de
la redención humana en la resurrección no
Los eventos centrales de la fe cristiana implica el abandono del cuerpo sino su com-
La muerte y la resurrección de Cristo, sin pleta asunción y liberación en Dios y para
lugar a dudas, los eventos centrales de la fe Dios [8]. San Pablo habla de un "cuerpo espi-
cristiana, se articulan según las coordenadas ritual" lo cual resulta -sólo en apariencia-
de interpretación que ofrece la antropología contradictorio. La contraposición se da entre
semítica [8,9,31]. La redención y la expresión espíritu y "carne" y no entre espíritu y cuer-
de la persona "como un todo" a través de la po.
resurrección constituyó la novedad antropo- El hombre alcanza su meta al ser lleno de
lógica y el centro del mensaje cristiano y no la realidad divina y superar todas sus aliena-
la inmortalidad del alma en el sentido plató- ciones. Es la entrada definitiva del hombre,
nico [8]. Este último desconoce la dignidad en su plenitud, en el reino de Dios. Esto es lo
del cuerpo. La predicación de los apóstoles, que -en un escrutinio más detallado- se
sin embargo, reconoce el cuerpo como "tem- encuentra implícito en la palabra alma cuan-
plo del Espíritu". (1 Co. 3:16) La definición do esta se utiliza para hacer notar el principio
clásica de la muerte como separación del dinámico en el hombre que lo hace dirigirse
alma y del cuerpo según la influencia plató- en una búsqueda insaciable hacia lo infinito
nica -si bien reconoce una dimensión espiri- de forma que en la muerte se transforma y
tual trascendente en el ser humano, y de hay cristaliza lo esencial-trascendente en la per-
su valor- no capta, sin embargo, toda la sona humana [8]. En virtud de la apertura
riqueza revelada en el hecho de la resurrec- que le confiere su dimensión espiritual, el ser
ción, y se presenta por tanto como antropoló- humano puede transcender el dominio de lo
gicamente incompleta. La misma implica que puramente físico para alcanzar una nueva
la muerte afecta solamente al cuerpo en tanto morada, un cuerpo transformado. Recono-
que el alma permanece intacta. El hombre ciendo esto, el mensaje cristiano introduce,
abandonaría una parte de su estatuto antro- sin embargo, una dimensión más abarcadora
pológico, su "corporalidad". [8,9,29]. La resurrección no concierne sola-
La resurrección de Cristo indica que la mente al hombre en su aspecto personal más
muerte implica a la totalidad del hombre y nuclear sino que en la consumación del
no únicamente a su "cuerpo" [8,9,31]. El con- mundo toda la creación será redimida, su

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La u11idad dc la pcrsona y su fundamcntación Ilcllrológica

patria, el cosmos, será transformada para vista ético y de lo que es el camino del hom-
que Dios sea todo en todas las cosas. La uni- bre en el plano de la creación y de la salva-
dad del hombre con el universo tendrá una ción cristiana" [32]. En cuanto al segundo
consumación (Ro 8: 21). aspecto, Santo Tomás retoma y elabora la fór-
Una vez considerados, a manera de resu- mula de Boecio. La persona es "individua
men, estos aspectos fundamentales en la tra- substancia rationalis natura" (sustancia indi-
dición hebrea y en los eventos centrales de la vidual de naturaleza racional). En síntesis:
fe cristiana, veremos cómo se articula el prin- [33] La substancialdad indica el substrato
cipio teológico y antropológico de la unidad ontológico de la persona, la persona como un
de la persona humana con la tradición tomis- todo es superior a la suma extrínseca de las
ta. Por último resultará evidente, en su rela- partes y su identidad subsiste como superior
ción con el tema de la muerte, cómo estos a la expresión de sus actos, con independen-
aspectos conforman un todo coherente con cia de cuales sean estos. La individualidad
los datos aportados por las ciencias antropo- señala la distinción de cada hombre como ser
lógicas actuales, en particular por el conoci- viviente único e irrepetible, el estatuto bioló-
miento biomédico. gico y corporal, su distinción como unidad y
totalidad. La racionalidad se refiere a un atri-
IV. LA TRADICION TOMISTA buto esencial del hombre con independencia
Santo Tomás de Aquino retomó y trans- de su capacidad de expresión en un momen-
formó las categorías de la filosofía aristotéli- to o circunstancias determinados. Se es per-
ca, la relación entre materia y forma (Hile- sona en virtud de la constitución propia de
morfismo, del griego "hilo" materia y los seres humanos, no en virtud de los actos
"morfe" forma), y desarrolló una concepción de la persona. Los dos aspectos señalados, la
que explicita la unidad plural de la persona doctrina de la naturaleza humana como uni-
humana. Con su doctrina del alma como dad y la doctrina de la persona, tienen valor
forma substancial del cuerpo, Santo Tomás, axiológico para el debate bioético actual.
"resolvió el arduo problema de una relación
que salvara por una parte la distinción de los Significación del tomismo para la com-
componentes y por otra la unidad del ser prensión de la unidad de la persona, y por
personal del hombre" [32]. La concepción así tanto de la muerte y de otros problemas bio-
desarrollada pasó a ser parte del patrimonio éticos.
de la fe cristiana al encontrarse en consonan- Consideraremos ahora cómo la tradición
cia con el modelo bíblico. tomista aporta una serie de fundamentos de
En la antropología de Santo Tomás, se carácter filosófico y teológico de la mayor
han hecho notar dos aspectos fundamenta- importancia para una comprensión de la
les: "La doctrina de la naturaleza humana muerte que supere el reduccionismo y el
como unidad de "alma y cuerpo" que expli- mecanicismo, y que nos acerque a una con-
ca la inteligibilidad del ser humano y de su cepción unitaria, integradora. El valor de la
historia" y "la doctrina de la persona que nos concepción tomista, en tal sentido, radica en
orienta de modo especial desde el punto de que consigue articularse con la dimensión

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biológica en el ser humano abarcando desde cuerpo. El cuerpo es realización y expresión


lo biológico hasta lo espiritual. Considere- del espíritu.
mos sus aspectos fundamentales: (a) La com- Diferentes autores [35], entre ellos Shew-
prensión de la persona humana como unidad mon [34] han hecho notar la afinidad exis-
de dimensiones diferenciadas, del alma - tente entre los conceptos actuales de la biolo-
forma substancial del cuerpo-- no sólo como gía y la comprensión aristotélico-tomista del
sustento de la vida autoconsciente sino como alma como forma substancial del cuerpo.
principio vital, integrador y unificador del Este concepto se ve respaldado por la biolo-
organismo; (b) El reconocimiento del carácter gía actual en varios sentidos. En los organis-
crítico de la extremidad cefálica en cuanto a mos vivos existe un recambio dinámico y
la unidad y vida de la persona [34]; (c) La constante de los átomos y moléculas compo-
comprensión de los cambios substanciales nentes que incluye a todos los tejidos del
como transiciones instantáneas [34]; (d) La organismo, incluyendo los más estáticos en
muerte como un cambio substancial que apariencia (ej. el tejido óseo y el tejido ner-
implica la disolución -en sus coordenadas vioso). En un período de tiempo determina-
terrenas- de los tres aspectos esenciales que do los átomos y moléculas componentes son
definen a la persona humana como una uni- sustituidos por otros. Sin embargo, el orga-
dad: substancialidad, individualidad y racio- nismo continúa siendo el mismo debido a
nalidad. una conservación de las relaciones en el nivel
biológico, molecular y atómico. Esto implica
El alma como forma substancial del una permanencia en el tiempo de la forma
cuerpo, el ser humano como unidad del organismo la cual constituye un aspecto
Según la tradición aristotélica el hombre esencial o substancial. Shewmon [34] ha
es una síntesis de tres aspectos: la vida vege- hecho notar la coincidencia de la concepción
tativa, el alma sensitiva y el alma intelectual. aristotélico-tomista con determinados análi-
Santo Tomás con gran lucidez desarrolla una sis físico-matemáticos de los procesos vitales.
doctrina unitaria y clarifica el hecho de que Así, dicho autor cita a Varela [36] quien desa-
aunque existen tres niveles de funcionamien- rrolló el concepto de "autopoiesis" o "meca-
to conceptualmente diferenciables existe un nismo autopoiético" para describir la esencia
alma y no tres. La unidad y totalidad del de los organismos vivos. Según Varela, "una
cuerpo es superior a la suma de los compo- máquina autopoiética genera y especifica
nentes. En el nivel ontológico de la persona continuamente su propia organización a tra-
convergen y se armonizan dichos tres nive- vés de su operación como un sistema de pro-
les. El alma humana abarca desde lo biológi- ducción de sus propios componentes, y reali-
co hasta lo espiritual. El hombre no está cons- za esto en un interminable recambio de
tituido por la suma de dos esencias dispares, componentes bajo condiciones de continua
a saber, cuerpo y alma, sino que espíritu y perturbación y compensación de las pertur-
materia son -más exactamente- los dos co- baciones. Por lo tanto una máquina auto-
principios que constituyen al hombre uno y poiética es un sistema homeostático (o más
entero. El alma es la forma substancial del bien un sistema relaciones-estático) que tiene

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La unidad de la persona y su fundamentacióll Ilcurológica

su propia organización (definiendo redes de cial la cual especifica la substancia o esencia


relaciones) como la invariante fundamental." del objeto, fenómeno o entidad. Los acciden-
[36] Considerado desde un punto de vista tes o propiedades caracterizan al objeto en su
biológico, esta descripción y el principio condición de tal. Los cambios substanciales
organizativo global que implica se observa ocurren a partir de una sucesión crítica de
una gran similitud con lo que Aristóteles y cambios accidentales. Los cambios substan-
Santo Tomás definieran como "forma subs- ciales son instantáneos en tanto que los cam-
tancial". El tema de la unidad del ser huma- bios accidentales son continuos.
no se articula a continuación con el concepto La perspectiva aristotélica-tomista es per-
de la extremidad cefálica como el componen- fectamente coherente con lo que hemos con-
te esencial para dicha unidad. siderado previamente. Se hace inteligible la
concepción del alma como principio organi-
La cabeza como el substrato biológico zador y unificador -forma substancial del
que determina la unidad de la persona cuerpo- que guarda relación con el cuerpo
Santo Tomás consideró la cabeza como la "como un todo" incluyendo la conciencia.
porción crítica en el ser humano [34]. Según Además, se pone en claro por qué el alma
él, ella es "el asiento de la conciencia", pero abarca a todo el cuerpo y sin embargo, la des-
además, "ninguna otra porción externa se trucción de sólo una parte esencial del cuer-
vincula a la integridad del organismo de la po hace que este deje de ser sostén y expre-
misma forma que la cabeza" [37]. así, la esen- sión de la forma substancial que lo definía
cia del cuerpo como materia animada, la como tal. Como consecuencia lógica se deri-
unión cuerpo-alma cesa con la ausencia de la va la imposibilidad de una entificación y
respiración, "no porque este sea el medio de objetivización de "alma" y "cuerpo" como
unión sino por la remoción de aquella dispo- dos entidades separables.
sición en virtud de la cual el cuerpo es condi- La concepción de Tomás de Aquino
cionado por esa unión" [38]. así, las faculta- acoge el misterio del hombre como ser bioló-
des espirituales en el hombre incluyen el gico, psicológico y espiritual, esencialmente
intelecto y la voluntad y, aunque son esen- unitario. Su antropología "une siempre estre-
cialmente inmateriales, requieren de un fun- chamente la consideración de la naturaleza y
cionamiento cerebral apropiado. de la persona, de tal modo que la naturaleza
fundamenta los valores objetivos de la perso-
La muerte como cambio substancial na, y esta da un significado concreto a los
La muerte como evento o transición [39] valores universales de la naturaleza" [32]. La
establece una separación entre dos procesos: perspectiva así alcanzada logra una síntesis
el proceso de morir y el proceso de desinte- que supera las concepciones reduccionistas y
gración [40]. mecanicistas para presentar una visión inte-
Según la tradición aristotélica-tomista, gradora, que además se abre a una interpre-
todas las cosas que existen toman su existen- tación metafísica de la muerte como fenóme-
cia en virtud de dos principios: la materia no singularísimo y unitario. Se requiere tanto
como pura potencialidad y la forma substan- un fundamento neurológico preciso como un

Cuadernos de Bioétiea 1998/2" 357


O. D. Carda

enfoque filosófico consecuente, segun vere- dora y precisa de la muerte humana. Dicha
mos más adelante, para la trascendente com- racionalidad se fundamenta en la definición,
prensión de la muerte como un evento o con un grado de precisión necesario y sufi-
transición. ciente, del sistema encefálico para el cual se
propone el término descriptivo de concien-
V. LA UNIDAD DE LA PERSONA: SU cia-organismo-como-un-todo [4-5] de acuer-
FUNDAMENTACION DESDE UNA do con su función y nivel jerárquico. A partir
PERSPECTIVA BIOMEDICA de dicha definición y de la capacidad para la
Los errores y simplificaciones no han sido meta-función que determina la criticalidad
infrecuentes en el tratamiento de los temas del sistema se ilumina no sólo la racionalidad
que venimos considerando, los más impor- que subyace a la consideración de la "muer-
tantes en este sentido son [1-5]: (a) El trata- te encefálica" como equivalente a la muerte
miento unívoco ó impreciso de los niveles del individuo, sino también el fundamento
jerárquicos en el organismo humano. (b) La neurológico sobre el cual se sustenta el esta-
inadecuada especificación en cuanto a que tuto unitario de la persona humana [2].
función o funciones indican la criticalidad El sistema proporciona la capacidad para
del encéfalo en relación con la categoría de realizar integradamente las funciones esen-
persona. (c) La atribución de todo "conteni- ciales del encéfalo y del organismo y esta
do" de la conciencia exclusivamente a la neo- compuesto por los siguientes subsistemas:
corteza cerebral. (d) La desestimación del 1- Estructuras del (sub)sistema reticular acti-
proceso de encefalización de los mecanismos vador ascendente: Poblaciones neuronales
de la vigilia (arousal) en el ser humano, así inespecíficas localizadas en el tegmento de la
como la riqueza de sus componentes, y por protuberancia rostral y del mesencéfalo, así
tanto, su contribución al contenido de la con- como los núcleos intralaminares y reticulares
ciencia -y el significado médico y filosófico del tálamo y el hipotálamo posterior;
de este hecho. (e) La consideración de que la 2- Estructuras del (sub)sistema límbico: el
integración y regulación "no cognoscitivas" hipotálamo, la amígdala, el complejo hipo-
o "vegetativas," en el ser humano, encuen- cámpico, el cíngulo y la corteza cingulada, la
tran su centro en el tronco encefálico. (f) paleocorteza orbitofrontal y temporal, la
Como consecuencia de (c) y (e), la dicotomi- región septal, el núcleo basal de Meynert y
zación conciencia (neocorteza cerebral) /inte- núcleos reticulares del mesencéfalo y la pro-
gración autonómica (tallo cerebral). (g) el tuberancia rostral. También el núcleo pedun-
pasar por alto la integración "como un todo" culopontino, los núcleos del rafe rostral, la
de dichas funciones. (h) Por último, como sustancia gris periacueductal y el núcleo
resultado de todo lo anterior, el fracaso en locus ceruleus;
reconocer y explicitar un hecho de carácter 3- La corteza cerebral conjuntamente con el
fundamental: la esencial unidad de la perso- tálamo y los núcleos basales.
na humana. Convergen y se interpenetran en este
En otro lugar se propone [2] una nueva substrato ana tomo-funcional las dimensio-
racionalidad para una reformulación integra- nes diferenciadas que conforman a la perso-

358 Cuadernos de Bioética 1998/2"


La unidad de la persona y Sil fundamentación llcurológica

na humana como unidad bio-psico-socio- Se ofrece así, una fundamentación neuro-


espiritual. Las funciones de dicho sistema lógica precisa, una compresión explícita de
incluyen la capacidad para: por qué el encéfalo es el órgano crítico, de
(a) Generar la conciencia; manera que sustenta una compresión filosó-
(b) Integrar y regular los sistemas de fica y antropológica no dualista. El carácter
comunicación del organismo (nervioso, hor- biológico de los componentes cerebrales, su
monal, inmunológico); organicidad, no constituyen un mero aspecto
(c) Regular, procesar, e integrar el flujo accidental reproducible por algún artificio de
aferente y las respuestas eferentes desde y inteligencia artificial futura. El metabolismo
hacia todo el organismo, respectivamente; cerebral constante, el continuo intercambio
(d) Interactuar adaptativa y conductual- de moléculas, la remodelación incesante de
mente con el medio externo; cada una de las estructuras celulares, los sis-
(e) Integrar y regular los mecanismos que temas de neurotrasmisores, el grado inimagi-
controlan la homeostasis del medio interno; nable de complejidad de los módulos cere-
(f) Proporcionar la más intima interrela- brales y de las interconexiones horizontales y
ción entre los procesos fisiológicos y menta- verticales en el encéfalo, la posibilidad de
les; funcionamiento concertado y de automodifi-
(g) Una metafunción que integra "como cación adaptativa constituyen parte esencial
un todo" cada una de las funciones prece- de la capacidad del cerebro humano para la
dentes. Dicha metafunción es irreductible a integración y el control "inteligente" del
cualquiera de las funciones más especificas organismo así como para el despliegue de las
del sistema y define el más elevado nivel facultades intelectuales [34]. Esta increíble
jerárquico en el organismo humano [2]. disposición codificada en los genes de los
Se conforma a partir de estos datos una gametos originales es sólo posible en virtud
racionalidad integradora que permite enten- de un inmanente dinamismo en el más com-
der el carácter unitario de la persona humana, plejo de los organismos biológicos que cono-
cuestionado en la actualidad por algunas ten- cemos. Tal potencialidad y dinamismo carac-
dencias. Este concepto se fundamenta en los teriza al ser humano desde su desarrollo
datos aportados por las neurociencias y per- intrauterino y le hace merecedor de respecto
tenece al ámbito de la biomedicina. Al mismo y protección.
tiempo, el mismo permanece abierto y suge- La pérdida del estatuto de persona equi-
rente para quienes consideran la existencia de vale a la desintegración, empíricamente
una substancialidad transcendente a partir de demostrable, del individuo; ocurre con la
la cual la unidad de la persona humana se destrucción del sistema en cuestión (ó de
articula como tal con una dimensión metafísi- aquel substrato biológico que lleva en sí un
ca. Aún cuando por razones metodológicas se inmanente potencial para su desarrollo
prescinda de esta última consideración, la durante la vida intrauterina); y es coinciden-
fundamentación considerada indica la intrín- te con el momento de la muerte [1]. Se ofrece
seca unidad de la persona humana a partir de un marco conceptual idóneo para abordar y
su configuración biológica. elaborar con mayor claridad y precisión una

Cuadernos de Bioética 1998/2" 359


o. D. Carda

serie de problemas fundamentales como el que existen poderosas razones biomédicas,


de la identidad, la individualidad, el princi- sociales, legales, religiosas y filosóficas que
pio de totalidad ("el todo" es superior a la exigen la posibilidad de poder identificar el
yuxtaposición extrínseca ó a la suma de las momento que representa la transición hacia
partes, ó de los actos), etc. Se diferencia, a el proceso de desintegración. Como veremos,
partir de una adecuada racionalidad, la pér- es posible fundamentar dicha concepción no
dida del estatuto de persona -según el crite- sólo a partir de sólidos argumentos neuroló-
rio arriba mencionado- de lo que esta con- gicos, sino también filosóficos y teológicos.
cepción demarca como "síndromes límites y La nueva concepción aporta una funda-
cuasi-límites" [1]: los llamados estados mentación lógica sobre la cual es posible
"vegetativos", los estados avanzados de entender el problema de la integración den-
demencias, las encefalopatías severas y la tro del encéfalo de forma adecuada y precisa
muerte primaria del tallo cerebral. [4,5]. La solución de dicho problema funda-
Esta concepción capta y explicita desde el mental es determinante para poder compren-
punto de vista neurológico el fundamento de der la muerte como un evento o transición a
la percepción intuitiva por parte de la socie- diferencia de los que proponen considerarla
dad en cuanto a que tales individuos no como un proceso. La destrucción del sistema
deben ser categorizados ni como muertos ni crítico es el criterio determinante. Una fun-
como "no-personas". Por lo tanto, el análisis ción es significativa -en cuanto a la vida en
de problemas bioéticos fundamentales debe- el nivel ontológico de la persona- sólo cuan-
rá fundamentarse en otras consideraciones do existe interrelación entre al menos dos de
legítimas, pero no en tal descalificación. Se los tres subcomponentes del mismo. En la
entiende por qué no es posible una disocia- casi totalidad de los pacientes que sobrevi-
ción entre el estatuto de persona, las funcio- ven después de daños encefálicos extremos
nes generadoras de los procesos de la con- -si no en todos- se preserva la interrela-
ciencia, y la capacidad del organismo para ción entre los tres subsistemas que lo compo-
funcionar como una uni-totalidad. No es nen. Esta es la situación de los pacientes en:
posible separar la muerte del individuo -al (a) estado "vegetativo" (estado crónico, rela-
mismo tiempo ser humano y persona- de la tivamente estable, debido a un daño parcial y
muerte del organismo. muy severo del sistema crítico); (b) muerte
primaria del tronco encefálico (estructuras
La muerte como evento o transición vs la supratronculares indemnes), estos paciente
muerte como proceso representan un claro ejemplo de lesión
Consideraré el problema de forma resu- aguda, parcial, del sistema crítico de pronós-
mida. Esta controversia se remonta al famoso tico fatal a muy corto plazo, y sin embargo no
debate entre León Kass [39] y Roberto Mori- equivale aún a la muerte; y, (c) estados de
son [41] en 1971, en que el primero sostenía la severa demenciación (deterioro crónico, len-
consideración de la muerte como un evento tamente progresivo del sistema).
en tanto que el segundo la consideraba como La muerte se entiende más adecuada y
un proceso. Considero, junto con Kass [39], precisamente como un evento o transición

360 Cuadernos de Bioética 1998/2"


La unidad de la persona y su fundamentación Ilellyológica

entre el proceso de morir y el proceso de poner el asunto en su perspectiva neurológi-


desintegración [39,40] La concepción que ca y filosófica. La ciencia moderna, en parti-
venimos considerando permite una com- cular el conocimiento del comportamiento de
prensión más exacta de esta afirmación. sistemas dinámicos no lineales, ha arrojado
Como es posible inferir de lo hasta aquí con- luz sobre el hecho de que cambios graduales
siderado, tal comprensión requiere la consi- en determinados parámetros críticos pueden
deración del fenómeno singular de la muerte determinar cambios transicionales instantá-
en la relación de las partes con la totalidad. neos y discontinuos que modifican la natura-
Por ejemplo, la relación del sistema que leza misma, es decir, las invariantes funda-
representa el nivel de organización jerárqui- mentales del sistema [42]. Es concebible la
ca más elevada en el organismo y de su meta- existencia de analogías en tal sentido con res-
función crítica con la persona "como un pecto al dinamismo en los procesos de desin-
todo", así como la relación de los componen- tegración de sistemas biológicos [22]. Desde
tes de dicho sistema entre sí. Requiere tam- un punto de vista filosófico es de validez uni-
bién un entendimiento del proceso de cam- versal el concepto de que cambios cuantitati-
bio (proceso fisiopatológico de morir) y los vos graduales pueden conducir a saltos que
factores que actúan en la mediación de dicho determinan cambios cualitativos en los dis-
proceso). Deberán considerarse, además, el tintos niveles de organización de la materia,
desarrollo, las peculiaridades y la interrela- en términos de desarrollo ó de desintegra-
ción contradictoria de unos procesos que ción. Uno de los resultados de definir con
tienden a la protección, adaptación y recupe- precisión el sistema crítico y su integración es
ración (en oposición al proceso destructivo la posibilidad de entender la muerte como
de morir) y otros que conducen, en definiti- un evento ó transición que ocurre cuando la
va, a la desintegración. Todo lo anterior pre- suma de los cambios cuantitativos alcanza
supone una adecuada identificación de las un punto en que ocurre la destrucción del
partes, del tipo de relación entre las mismas sistema.
y de las funciones que estas desarrollan, así Quizás, sobre la base de unos conoci-
como de aspectos cualitativamente esencia- mientos fisiopatológicos aún más detallados,
les que desaparecen al perderse, permanen- al alcance de la tecnología futura, será posi-
temente, tales relaciones. De particular ble diseñar modelos bio-físico-matemáticos
importancia, vale enfatizar, es la diferencia- que permitan una aproximación cada vez
ción de niveles jerárquicos cualitativamente más cercana al momento exacto en que tal
diferenciados en el organismo y que no pue- transición ó salto cualitativo se produce.
den ser tratados unívocamente sin caer en Estos conceptos armonizan completa-
posiciones gravemente reduccionistas con- mente con la concepción que venimos consi-
ducentes a posiciones mecanicistas e incluso derando. Así, la muerte como cambio subs-
posiciones vitalistas y extremas. tancial puede entenderse como la
Una vez hechas las anteriores considera- destrucción del sistema que representa el
ciones de carácter general es posible ilustrar nivel cualitativo superior -y que determina
aspectos medulares indispensables para el nivel ontológico definitorio de la intrínse-

Cuadernos de Bioética 1998/2" 361


O. D. GarCÍll

ca unida del individuo y por tanto pertinen- la persona adulta. Tal capacidad, constituye
te al problema de la muerte. El deterioro pre- una propiedad que obedece a un dinamismo
vio del sistema -el proceso de morir- se inmanente y real que el embrión ya posee.
entiende como una secuencia de accidentes Aquí los autores se dividen en función de sus
que modifican propiedades del sistema aun- posiciones filosóficas y antropológicas entre
que aún no su naturaleza, hasta que el daño quienes consideran tal capacidad como una
alcanza un nivel supracrítico que causa, mera posibilidad futura y quienes ven en la
como una transición instantánea, la desinte- misma una realidad merecedora de todo el
gración del individuo. Por último, a partir de respeto y salvaguarda dignos de la persona
ese momento continúa el proceso de desinte- humana. La concepción aquí considerada no
gración del resto de los sistemas del organis- es excluyente en cuanto a ninguno de los
mo. estadios del desarrollo ontológico humano
sino que lleva implícito el reconocimiento de
VI. CONSIDERACIONES BIOETICAS la vida humana como un continuo, en tal
A partir de la racionalidad anteriormente sentido debe entenderse la importancia del
considerada se define la muerte como "la termino capacidad también en su dimensión
pérdida permanente de la conciencia (consi- temporal, es decir en función de la coordena-
derando sus tres componentes anatómicos y da que representa al desarrollo desde la
fisiológicos) y, de forma inherente e insepara- etapa embrionaria hasta la adultez. Estos
ble, la pérdida de la capacidad del organismo conceptos están en consonancia con un prin-
para funcionar como un todo". Esta es una cipio bioético fundamental: la vida constitu-
manera de decir, enfatizando la unidad e ye un valor fundamental [44].
inseparabilidad de los aspectos considera- En la actualidad el estatuto de persona es
dos, que la muerte es la pérdida permanente condicionado y devaluado en relación con
de la capacidad para la meta función crítica criterios meramente funcionales. Así la per-
del organismo humano. El término capaci- sona queda reducida a sus actos y la noción
dad [43] es de suma importancia. El mismo de trascendencia como destino último de la
implica en primer lugar, la relación de vida humana queda eliminada. Como conse-
dependencia determinante entre el substrato cuencia se plantea una paradoja de expan-
ana tomo-funcional y la meta función crítica, sión y al mismo tiempo reducción del con-
y por tanto va más allá de un concepto fun- cepto de persona [33]. En el extremo
cionalista. De forma más general, es posible restrictivo de tal paradoja, la condición de
referir la capacidad para la metafunción críti- persona es negada a un gran número de seres
ca a una dimensión temporal, aplicable a humanos cuyas vidas se encuentran limita-
aquellos estados -como el de la vida intraute- das por diversas situaciones, de manera defi-
rina- en que existe tanto una unidad integra- nitiva ó transitoria: los fetos, los neonatos, los
dora como una tendencia innata e inmanente pacientes con enfermedades terminales, los
dirigida hacia el desarrollo y la expresión de retrasados mentales severos, los encefalópa-
las dimensiones diferenciadas que constitu- tas, los dementes, etc. En su vertiente expan-
yen como unidad, totalidad y continuidad a siva el término se le atribuye a criaturas no

362 Cuadernos de Bioética 1998/2"


La unidad de la persona y su jU11dal1lcl1tación I1cllrológica

humanas como determinados animales. Por de manera central e indispensable, una fun-
ejemplo, el loro gris de Gabón es capaz de damentación centrada en la información bio-
retener cientos de palabras, más que un niño médica más actual. La confusión existente en
de varios años de edad [45], y seguramente las discusiones actuales conduce con fre-
sería considerado en la lista, al igual que los cuencia a una difuminación de las fronteras
mamíferos más desarrollados. Esta paradoja entre categorías como "la muerte" y "el dejar
de expansión y reducción conduce al absur- morir". En este contexto resulta claro que un
do de conceder el estatuto de persona a enraizamiento más preciso en el conocimien-
robots o a dispositivos de "inteligencia" arti- to biomédico es indispensable no sólo en
ficial. Ahora bien, cuando se considera la función de un consentimiento válido sino
unidad, interpenetración, inseparabilidad y para una clara diferenciación de estas catego-
riqueza de las dimensiones que conforman a rías, y consiguientemente para un mejor ejer-
la persona humana tal reducción resulta cicio del principio bioético personalista de
totalmente injustificada [46]. Los argumentos libertad y responsabilidad [44].
aquí considerados hablan fehacientemente El tema de la muerte humana es parte de
en contra de tal concepción reduccionista, y un candente debate actual. El público desea y
aún absurda, del concepto de persona. debe participar activamente en estos debates
La persona es más que un montaje socio- así como aquellos que llegan al mismo desde
psico-fisiológico. Cualquier concepción rea- otras disciplinas. La complejidad y sutileza
lista de la vida y la muerte humanas debe ser de los asuntos a considerar y de su funda-
formulada armonizando la totalidad de la mentación neurológica es fuente de confu-
vida biológica, psicológica y espiritual [46]. sión y de error. Son indispensables enfoques
El todo es cualitativamente mayor que la que de forma comprensible presenten u¡;¡a
suma cuantitativa de las partes. Por tanto, las fundamentación biomédica rigurosa junto a
intervenciones sobre cualquiera de las partes una compresión integradora para alcanzar
requieren la consideración del todo. La for- soluciones viables y precisas que faciliten un
mulación que he propuesto fundamenta, bio- mayor grado de consenso.
lógicamente, el principio bioético de totali- Los aspectos filosóficos, teológicos y bio-
dad o terapeútico [44] entendible solamente éticos considerados indican que la concep-
a la luz del concepto de unidad de la persona ción unitaria de la persona aquí expuesta,
y del significado ontológico de su fundamen- con todas sus implicaciones en cuanto al
tación neurológica. replanteamiento de problemas bioéticos fun-
Las discusiones sobre la muerte, y otros damentales, cumple con los requisitos más
problemas bioéticos no pueden desarrollarse exigentes que cabe esperar satisfaga una con-
sobre un vacío filosófico y biomédico. Es cepción de valor axiológico: en primer lugar,
indispensable una integración multidiscipli- su sustentación conceptual, nítida y coheren-
naria para fundamentar decisiones bioéticas te, en los datos empíricamente verificables de
calificadas. La extensa gama de problemas las ciencias biológicas; y en segundo término,
bioéticos del final de la vida, los llamados una aportación específica -desde el horizonte
problemas "omega" de la bioética requieren, de las ciencias biológicas- que fundamente el

Cuadernos de Bioética 1998/2" 363


O. D. Carcía

entendimiento consistente y coherente de la médica, a partir de la definición del sistema


persona humana como unidad y totalidad, y encefálico que constituye el más elevado
de la muerte como un singular evento ó tran- nivel jerárquico en el organismo, y de su
sición caracterizado por la disolución de metafunción crítica. Esta concepción se arti-
dicha unidad. Considero que tal concepción, cula con aquella tradición histórica del pen-
no debe estar estructuralmente cerrada, sino samiento en occidente, arriba mencionada, y
que debe permanecer abierta a una interpre- proporciona una visión que hace inteligible,
tación metafísica. De la primera condición desde una posición pluridimensional e inte-
arriba considerada deriva la posibilidad de gradora, un conjunto de problemas bioéticos,
que su núcleo conceptual pueda ser asumido entre ellos muy centralmente, el fenómeno
por los expositores de posiciones filosóficas singularísimo de la muerte humana.
diversas. De hecho, la concepción que hemos
venido considerando, ofrece el fundamento
neurológico más preciso tanto para quienes
consideran como relevante únicamente el Bibliografía
aspecto de la conciencia en sus posiciones,
1- Garda, OO. El concepto de persona y su funda-
como para quienes, asumen como funda-
mentación neurológica. Rev Neurol 1998; (en imprenta,
mento racional la capacidad del organismo aparecerá en el número correspondiente al mes de junio).
para su integración somática, sin una consi-
2- Garda, OO. Una reformulación completa y precisa
deración precisa y explícita de la conciencia.
de la muerte humana. Rev Neurol 1998; (en imprenta,
Sin embargo esta fundamentación indica, aparecerá en el número correspondiente al mes de junio).
tanto a unos como a otros, el carácter reduc-
3- Garda, 00: A new formulation of death and its
cionista de tales posiciones, aún cuando el
impact on medicallaw. Medicine and Law. (en imprenta).
análisis se limite al plano estrictamente bio-
lógico. 4- Garda, 00: Whole brain? Higher brain? A new
formulation of death. En: Machado C. (Ed.), Brain death.
Elsevier, Amsterdam, 1995.
VII. CONCLUSION
La comprensión del concepto de persona 5- Garda, 00: Reformulating death: overcoming
como unidad y totalidad tiene no poca whole-brain inconsistencies. En:Machado C. (Ed.), Brain
death. Elsevier, Amsterdam, 1995.
importancia para entender la vida humana, y
tanto la muerte y un conjunto de otros pro- 6- Brown, HM: The habitat of the sou!. Annals of
blemas bioéticos. Una tradición de pensa- medica! history 1923; 5(1): 1-22.

miento filosófico y teológico confluye en la 7- Kittel, G.(Ed.) Theological dictionary of the New
afirmación del principio antropológico que Testament. Vm. B. Eerdmans Publishing Co. Grand
capta al ser humano como unidad plural de Rapids, Michigan; 1965.

dimensiones diferenciadas e inseparables 8- Boff, L., La resurrección de cristo nuestra resurrec-


que sin embargo no implican uniformidad ni ción en la muerte., SAL TERRAE-Santander,1980.
unicidad. La nueva racionalidad aquí consi-
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derada fundamenta dicho concepto de la Actas de la quinta conferencia internacional: La mente
persona humana desde una perspectiva bio- humana. Oolentium Hominum, 1991; 16:18-20.

364 Cuadernos de Bioética 1998/2"


La unidad de la persona 1j su fundamentació1l neurológica

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366 Cuadernos de Bioética 1998/2"

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