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CULTURA JURÍDICA

En los últimos 40 años el concepto de “cultura jurídica” ha ganado mucha importancia en


diversos ámbitos de estudios, como en sociología del derecho, teoría del derecho y derecho
comparado. Esto se debe a la necesidad de conectar una noción formal como conjunto de
normas con las concretas actividades de los operadores jurídicos, profesionales y profanos,
en un contexto social. En esta entrada, intento identificar algunos rasgos básicos del
concepto de cultura jurídica a partir de las contribuciones de Lawrence Friedman y Giovanni
Tarello.

Se ha sostenido de manera generalizada la idea de que el derecho puede


ser entendido como un conjunto de normas dotado de cierta estructura 1 . Pero esta
idea, por sí sola, no considera directamente la ubicación en un contexto específico
de tales normas, en el que dicho conjunto o sistema tiene una “existencia” social.
Sin embargo, los criterios por los que se individualizan las normas y los conjuntos de
normas relevantes jurídicamente sí parecen depender de prácticas sociales
concretas 2 .

En tiempos recientes la noción de cultura jurídica ha tenido auge importante


en varias discusiones de teoría y sociología del derecho, tomándose como puente
entre los conjuntos de normas, en su sentido más formal, y las prácticas sociales, en
su sentido más antropológico 3 . Si el sistema jurídico rige en un contexto social o
entorno particular, se ha argüido, su existencia afectará y se verá afectada por la
concreta cultura jurídica de dicho contexto o entorno. Siendo esto así, la necesidad
de entender este concepto asume particular relevancia para la teoría del derecho.

Se podría decir que la


cultura jurídica es un proceso social que se manifiesta en el uso de conceptos
específicamente jurídicos. Con lo cual, la diferencia específica de esta noción
dependería de su segundo componente: el concepto de derecho. Por razón de
espacio, no me detendré en los conocidos problemas que afectan a este segundo
elemento. Me centraré en cambio en el uso formal de la expresión “cultura jurídica”
por Lawrence Friedman (1964; 1975), quien pretendía “explicar” el funcionamiento
del sistema jurídico sirviéndose del lenguaje sociológico (i.e., su uso reiterado de la
noción de legal impact aparece como un rango de medida de la conducta de las
personas como respuesta a las normas jurídicas).

Friedman asume una idea muy general de cultura en términos de estados y


actitudes intencionales de los miembros de un grupo social. Sin embargo, él traza
una distinción entre una cultura jurídica “interna” y una “externa” (Friedman, 1975:
223): la cultura jurídica “externa” es “el conjunto de las ideas, valores, opiniones,
expectativas y creencias que las personas en sociedad mantienen frente al sistema
jurídico y sus diversos componentes”; la cultura jurídica “interna” es “aquella que es
propia de los miembros de la sociedad que realizan actividades jurídicas
especializadas” 6 .

Las anteriores definiciones encontraron acogida entre muchos sociólogos


con interés por el derecho, pero fueron recibidas con cautela por los teóricos del
derecho 7 . No faltaron críticas muy duras: para algunos autores tales definiciones
eran inservibles porque imprecisas 8 , para otros necesitaban reformulación 9 . Los
intentos de reformulación pasan por revisar la interconexión entre los elementos del
aparato de la teoría sociológica de Friedman diseñando una red conceptual distinta
que permita desarrollar teorías capaces de subrayar los diferentes roles
significativos de los factores culturales a través de un enfoque interpretativo y no
explicativo (Nelken, 2004).
Sin embargo, es posible también hablar de cultura jurídica entendida no
como cultura (general) respecto al derecho, sino como cultura en el derecho. En los
términos de la definición operativa anteriormente propuesta, la cultura (externa,
general) respecto al derecho consistiría en un uso “lego” de los conceptos jurídicos:
diversamente de la cultura (interna) en el derecho, carecería de los criterios técnicos
de determinación del contenido de cada ordenamiento jurídico que los juristas
adquieren mediante estudios teóricos y prácticas profesionales.
La diferencia entre cultura jurídica interna y externa es la que funda la
distinción entre una sociología del derecho y una sociología en el derecho. La
llamada “sociología en el derecho” (o meta-jurisprudencia descriptiva) tiene como
elemento clave la noción de cultura jurídica (interna), mediante la cual se pretende
comprender la noción de derecho positivo a través de las actividades prácticas
aplicadas para determinar los contenidos del sistema 10 . Para Tarello (1988: 24)
“cultura jurídica” indica el “conjunto de actitudes, modos de expresarse, maneras de
argumentar propio de los operadores jurídicos”. Esta noción expresa entonces el conocimiento tanto
práctico como teórico de las técnicas expositivas e
interpretativas de quienes se ocupan del derecho y el conjunto de ideologías que se
refieren a la función que tales operadores sobrentienden.

La noción de Cultura Jurídica se ha desarrollado como herramienta conceptual para la comprensión


del Derecho como fenómeno social, esto es, como proceso actualmente operante en el interior de la
sociedad.
Dentro de esta concepción de “Cultura Jurídica”, se entiende el Derecho como un fenómeno cultural,
no como un conjunto de prescripciones o reglas de conducta particulares.
Bajo el cristal de la “Cultura Jurídica” , el Derecho es un conjunto de creencias y presupuestos acerca
de la forma y carácter de cada comunidad en particular. Éste opera como marco de significación desde
el que interpretar nuestro mundo social y a nosotros mismos dentro de él.

Uno de los primeros autores que se ocupó de la cultura jurídica fue Lawrence Friedman (1969), quién
distinguió en el sistema legal:

-Sus componentes estructurales: las instituciones jurídicas, su estructura y el modo en que proceden,
-Sus componentes sustantivos: las normas jurídicas, generales o particulares, que el sistema produce
como resultado frente a las demandas de la sociedad, y
-Sus componentes culturales: entendiendo por estos las actitudes y los valores que con respecto al
derecho prevalecen en una sociedad en un cierto momento histórico.

La red de actitudes, valoraciones y creencias compartidas es lo que conforma la cultura jurídica.


Podemos distinguir entre dos tipos, Cultura Jurídica Interna y Cultura Jurídica Externa:

 Cultura Jurídica Interna, las actitudes, valores y creencias son compartidas por quienes se
relacionan profesionalmente con el Derecho.

 Cultura Jurídica Externa, cuando dichas actitudes, valores y creencias son compartidos por
las personas que se relacionan sólo esporádica y ocasionalmente con el sistema legal, el público.

Ámbitos de incidencia
Es posible distinguir tres ámbitos en que la cultura jurídica interna incide en la configuración del saber
relativo al derecho:

1. La definición del rol de jurista, la caracterización de aquello que corresponde al desempeño


correcto de esa actividad, de acuerdo a las expectativas de la comunidad.

2. La definición de aquello que deba entenderse que sea el derecho, de los criterios de validez y de
las relaciones entre ellos, a partir de ideas y creencias compartidas por la comunidad de
profesionales del derecho.

3. La determinación de la estructura del discurso jurídico, a través de la definición de las técnicas


interpretativas, expositivas y argumentativas y de los sistemas conceptuales aceptados en esa
comunidad.
Los tres factores que expresan la relación entre el saber relativo al derecho y una cierta cultura jurídica
forman la matriz disciplinaría; este concepto fue desarrollado por Thomas Kuhn, a propósito de la
historia de las ciencias naturales, para describir aquella posesión común de quienes practican una
disciplina particular, que explica la fluidez de su comunicación profesional y la relativa unanimidad de
sus juicios profesionales. La matriz disciplinaria comprende el conjunto de elementos cuya posesión
común define a quienes los comparten como una comunidad científica y fundamenta la coherencia de
una tradición de investigación, al predefinir la clase de problemas o preguntas que son estimados como
relevantes y las formas legítimas de darles solución.3
El concepto de Cultura Jurídica ha sido elaborado sobre todo por
sociólogos del derecho, en ese ámbito, un nombre prominente es el del
profesor Lawrence Friedman, quién la definió como “una interpretación del
derecho (oficial, popular o mixto) y sus instituciones ” (Friedman, 1969 en
Narváez, 2010: 7), él se apoya
en una noción análoga que existe en la ciencia política, es decir, cultura
política o cultura cívica que también tiene que ver con esta convicción a
favor de ciertos valores de democracia de participación.

De las ideas del doctor Friedman, encuentro que el sistema jurídico tiene
tres grandes elementos

1ro: Las normas, es decir las estructuras; aquello que sostiene el edificio
jurídico

2do: Los roles profesionales del derecho, en los que recalca la figura de
los jueces, los abogados, los fiscales y;

3ro. el tercero, lo atribuye a la cultura jurídica, entendiéndola como el


conjunto de percepciones, actitudes, opiniones e ideas que tienen que ver
con el derecho y el uso del derecho (Narváez, 2010).

Por ejemplo, si tenemos una cultura litigiosa, eso significa que las
personas van a acudir regularmente a los tribunales, o bien, puede haber
una cultura jurídica de desconfianza, entonces los ciudadanos no
fácilmente se van a acercar a las instituciones, para solucionar algún
conflicto.

En otro ejemplo, es oportuno precisar un concepto que se utiliza


cada vez más en la vida cotidiana: el de cultura de la legalidad, por tal se
entiende el hecho de que los ciudadanos y las autoridades tengan una
convicción de que es importante
respetar las leyes, apegarse a las normas y que, si esa convicción existe,
estamos generando una cultura de la legalidad.

Entonces, la ocupación de autoridades y ciudadanos es avanzar en una nueva


noción de cultura de la legalidad y su respeto como forma de regir la conducta de las personas en la
sociedad y, en las instituciones. Será la lucha tanto de instituciones públicas, privadas y sociales, como
de la ciudadanía misma.
LOZANO MERAZ, Cecilia. Guía de Estudio de Sociología Jurídica. México, Ed. Ángel, 2004.

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