Está en la página 1de 3

a historia de Europa se refiere al conjunto de sucesos relativos al continente

europeo, desde que fue poblado por los primeros seres humanos hasta la actualidad.

El Homo sapiens habría aparecido hace unos 130.000 años en África, según la opinión
científica mayoritaria. La llegada del Homo sapiens al continente de Europa podría
haberse dado desde el Cercano Oriente, donde se asentaron entre 40.000 y 25.000 a.
C. (Paleolítico Superior).12

La Antigüedad clásica está dominada por el influjo de la civilización greco-latina


sobre el resto de Europa. La fragmentación política de Europa y los sucesivos
intentos forzados de unificación sumieron al continente en numerosos conflictos y
guerras durante la Edad Media, como la Guerra de los Cien Años (que duró más de un
siglo).

La Edad Moderna marca para Europa el inicio de procesos que mucho después darán
lugar a la globalización, y es el tiempo en el que los conflictos bélicos se
hicieron cada vez más desastrosos, como la llamada guerra de los Treinta Años. Los
procesos económicos y el desarrollo científico y tecnológico se aceleraron en
desmedro de otros continentes de manera mucho más notoria durante la Edad
Contemporánea, produciendo tensiones por competencias que desencadenaron más
guerras (como las guerras napoleónicas y las guerras mundiales). Hoy los procesos
tendentes a la unificación se procuran pacíficamente, tal es el caso de la
formación de la Unión Europea,3 si bien no exenta de avances y retrocesos.

Índice
1 Antigüedad
1.1 Protohistoria
1.2 Europa grecorromana y Europa bárbara
1.3 Colapso grecorromano y reinos germanorromanos
2 La primera Edad Media
2.1 Las sombras de Roma
2.2 Bizantinos y árabes
2.3 Cristianismo feudal
2.3.1 Imperio carolingio
3 Alto feudalismo
3.1 Una iglesia dividida
3.2 Guerras santas
3.3 Peste Negra
4 Despertar de Europa
4.1 Renacimiento
4.2 Reforma
4.3 Tiempo de guerras
4.4 Descubrimientos
4.5 Ilustración
5 Revolución y Nacionalismos
5.1 Revolución industrial
5.2 Revolución Política
5.3 Fortalecimiento de los nacionalismos
6 Fin de la hegemonía europea
6.1 Guerra Fría
7 Reunificación en Europa y resurgimiento de Rusia
8 Véase también
9 Referencias
9.1 Bibliografía adicional
10 Enlaces externos
Antigüedad
Protohistoria
Artículo principal: Pueblo protoindoeuropeo
Las evidencias arqueológicas y lingüísticas sugieren que durante el III milenio a.
C., contingentes importantes de pueblos que hablaban lenguas indoeuropeas entraron
en Europa, encontrándose con poblaciones preindoeuropeas cuyo origen no es fácil de
precisar. Los diversos pueblos indoeuropeos del II milenio a. C. ya hablaban
lenguas diferentes, en particular en durante el milenio I a. C. ya es posible
distinguir los grupos lingüísticos presentes en la actualidad: pueblos celtas,
pueblos germanos, pueblos baltos y eslavos, pueblos itálicos, pueblos
paleobalcánicos y pueblos helénicos (algunas ramas indoeuropeas como los daco-
albaneses no se testimoniarían hasta más tarde).

No se conoce mucho sobre la lengua o la identidad étnica de los pueblos asentados


en Europa antes de las migraciones indoeuropeas, se conoce que los aquitanos, los
iberos, los taresios y etruccos y retios hablaban lenguas no indoeuropeas que se
conocen muy imperfectamente, al igual que la lengua de los minoicos (eteocretense)
o el eteochipriota.

Europa grecorromana y Europa bárbara

El Partenón en la Acrópolis de Atenas es un símbolo universal de la antigua Grecia


y uno de los principales testimonios la civilización occidental.45

Evolución territorial del Imperio romano:


-República (rojo)
-El Imperio (púrpura)
-El Imperio Occidental (azul)
-El Imperio Oriental (amarillo).
Artículos principales: Antigüedad clásica, Grecia Antigua y Antigua Roma.
Hacia el año 3000 a. C., por influencia de la cultura del Medio Oriente, en la isla
de Creta surgió una civilización que construyó un imperio marítimo que abarcó a
todo el mar Egeo, y que comerció con Egipto y el Levante.

Los griegos se estructuraron políticamente en torno a comunidades autónomas


llamadas polis ("ciudad-estado"). A diferencia de otras culturas, los griegos nunca
formaron un solo gran imperio; cuando fueron unificados, sucedió por obra de
invasores externos (macedonios y romanos), y no por sí mismos.

Por su parte, los griegos emprendieron dos oleadas colonizadoras, a Jonia primero,
y luego por toda la cuenca del mar Mediterráneo y el mar Negro posteriormente,
fundando las ciudades que después serían Marsella, Nápoles, Tarento, Síbaris,
Bizancio, etc. Aunque centrándose en África, los fenicios y cartagineses también
llevaron a cabo labores de fundación de ciudades en Europa, incluyendo a Tartessos
y Cartagena. En el norte de Italia, de manera paralela, surgió la cultura de los
etruscos.

Durante la segunda mitad del Primer Milenio, el Mediterráneo se convirtió en campo


de batalla para distintas potencias políticas. Atenas intentó hacerse con la
hegemonía del Mediterráneo a través de la Liga de Delos, a la vez que vivió un
período de esplendor durante el llamado Siglo de Pericles, pero colapsó después de
su derrota en las Guerras del Peloponeso (431 a. C.-404 a. C.). Siguió un siglo de
inestabilidad en Grecia, hasta que Filipo II la unificó bajo su hegemonía.6
Posteriormente, Alejandro Magno emprendió la conquista del mundo oriental, y aunque
después de su muerte (323 a. C.) las potencias orientales volvieron a ser
independientes, Macedonia permaneció como gran potencia.

En el Occidente, por su parte, empezó a surgir el poderío de la República Romana.


Esta se enfrentó a los etruscos en una larga serie de guerras, que culminaron con
la anexión de las principales ciudades etruscas hacia 250 a. C.. A la vez se
enfrentaron al poderío cartaginés y lo doblegaron en las guerras púnicas (264 a.
C.-146 a. C.). Durante el siglo siguiente, los romanos se extendieron por Grecia y
por Oriente. En Europa, los romanos siguieron extendiendo sus fronteras tierra
adentro, hasta que en la época de Octavio Augusto (31 a. C.-14 d. C.), el Imperio
romano cubría todas las tierras europeas al sur de los ríos Rin y Danubio.

En este proceso de expansión, los romanos destruyeron la cultura de los celtas en


Hispania y en la Galia.[cita requerida] Después, al saltar a Gran Bretaña en el año
43, los romanos destruyeron los núcleos celtas en Inglaterra y Gales.[cita
requerida] Con todo, la cultura druidídica se conservó en Irlanda y Escocia.

Al otro lado del río Rin, por su parte, vivían las tribus de los germanos. No
formaron un reino unificado, sino que eran colecciones de tribus comandadas por un
rey y una aristocracia tribal. Algunas tribus de germanos intentaron cruzar la
frontera y atacar a los romanos, aunque sin éxito (los cimbrios y teutones, por
ejemplo). Durante los cuatro siglos que van desde la época de Julio César hasta la
de Teodosio el Grande, la frontera de los ríos Rin y Danubio fue efectivamente el
límite entre la cultura de los romanos y la de los germanos.

Colapso grecorromano y reinos germanorromanos


Artículos principales: Periodo de las grandes migraciones y Decadencia del Imperio
romano.
En el año 235, el Imperio romano entró en un período de caos y confusión, del cual
salió medio siglo después, pero fuertemente debilitado, y con una economía y
políticas de corte marcadamente más totalitarias; este nuevo régimen se denomina el
Dominado. Durante esta crisis, los bárbaros germanos empezaron a presionar con
mayor fuerza al Imperio romano, e incluso colonizaron (o fueron llamados como
colonos) a varias tierras romanas fronterizas.

En esta época, dentro del Imperio romano, prosperó la religión del cristianismo. En
313, Constantino decretó la tolerancia religiosa hacia los cristianos en el llamado
"Edicto de Milán", mientras que en 395, Teodosio el Grande proclamó al cristianismo
como religión oficial del Imperio. En este período, y en particular desde el
Concilio de Nicea en adelante, el cristianismo desarrolló fuertes estructuras
jerárquicas, además de desarrollar fuertemente la doctrina y los dogmas de fe. En
ese sentido, el cristianismo empezó a desarrollar la fisonomía que presentaría la
Iglesia católica durante la Edad Media.[cita requerida]

En el año 378, en la batalla de Adrianópolis, los germanos infligieron una dura


derrota a los romanos. A partir de entonces la presión de los germanos aumentó aún
más. En 406 cruzaron el Rin, y ante la impotencia de los romanos, se instalaron en
varias tierras del Imperio. En 410, los visigodos saquearon Roma (por primera vez
en siete siglos la ciudad imperial es hollada), y los vándalos repiten esto en 455.
Aunque todavía nominalmente en pie, el Imperio romano se disgrega. En 476, Odoacro
(jefe de la tribu de los hérulos) toma el poder, pero en vez de proclamarse
Emperador, envía las enseñas imperiales a Bizancio, terminando así de iure el
Imperio romano de Occidente.

Los caudillos germánicos se lanzaron entonces, durante los siglos V y VI, a varias
guerras que los debilitaron políticamente. Hacia el año 600 sobrevivían solo los
reinos de los visigodos, los lombardos, los francos y los anglosajones. Estas
monarquías eran verdaderas aristocracias militares, en las que el rey era más un
"primus inter pares" que un verdadero monarca absoluto.

También podría gustarte