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MINUTA EXPLICATIVA PLAN DE RECUPERACIÓN, CONSERVACIÓN Y GESTIÓN DE LOS

GRUÑIDORES DE LA ZONA CENTRAL

1. PLANES DE RECUPERACIÓN, CONSERVACIÓN Y GESTIÓN DE ESPECIES (Decreto


Supremo N° 1/2014 del Ministerio del Medio Ambiente)

Chile cuenta con una larga experiencia en la elaboración de planes de conservación de


especies. La Corporación Nacional Forestal (CONAF) fue pionera en esta materia, ya que
1999 estableció su Programa para la Conservación de Flora y Fauna Silvestre Amenazada en
Chile. Al alero de dicho instrumento ha generado planes de conservación que han guido las
gestiones de conservación dentro de sus unidades. Otras instituciones también han
utilizado esta herramienta de protección para especies de su interés, es así como el Servicio
Agrícola y Ganadero (SAG) elaboró el Plan de Conservación del Puma y la Subsecretaría de
Pesca y Acuicultura (SUBPESCA) cuenta con dos iniciativas el Plan de Acción Nacional para
la Conservación de Tiburones y el Plan de Acción Nacional para Aves Marinas. La Comisión
Nacional del Medio Ambiente participó en la co-edición de tres de estos planes.

Estos planes han servido como instrumentos de gestión para la conservación de las
especies, a pesar de que al momento de ser desarrollados no existía un procedimiento
normalizado para estos fines, así como tampoco un proceso de revisión, actualización o
análisis de su efectividad, respecto de los objetivos expresados en cada uno de ellos. Solo
en 2010, la Ley 20.417 crea la figura de Planes de Recuperación, Conservación y Gestión de
Especies (Planes RECOGE), para aquellas especies clasificadas por el Reglamento para la
Clasificación de Especies Silvestres y le confiere al Ministerio del Medio Ambiente,
facultades para ejecutar programas de investigación, protección y conservación de la
biodiversidad.

El procedimiento para la elaboración de estos planes está establecido y descrito en el


reglamento para la elaboración de los planes de recuperación, conservación y gestión de
especies (Decreto Supremo N° 1 de 2014 del Ministerio del Medio Ambiente). Con la
promulgación del decreto se dio inicio formal al procedimiento para la elaboración de los
planes de recuperación, conservación y gestión de especies.

De acuerdo con este reglamento, los planes RECOGE se constituyen en Chile como
instrumentos administrativos y de gestión que contienen el conjunto de acciones, medidas
y procedimientos que deberán ejecutarse para recuperar, conservar y manejar especies
clasificadas por el Reglamento para la Clasificación de Especies Silvestres según Estado de
Conservación. Estos planes podrán ser elaborados para una especie en particular o para un
grupo de especies, cuando éstas presenten características similares en términos de su
biología, amenazas o distribución.
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La elaboración de los planes se rige por principios donde destaca su carácter participativo y
colaborativo, es decir, consideran a los diferentes actores relevantes, incluyendo
instituciones del Estado, comunidad científica, académica, social y sector productivo en la
elaboración e implementación de los planes. Por otro lado, debido a que este mecanismo
genera un único tipo de plan, cuyo enfoque principal es el control de las amenazas e
incorpora dentro del proceso de elaboración la participación ciudadana para aportar
antecedentes de la o las especies sujetas a un plan y posteriormente para entregar
sugerencias o comentarios a la propuesta de plan elaborado por el grupo de elaboración.

En definitiva, la puesta en marcha de este reglamento, a través de la elaboración e


implementación de los planes RECOGE, tiene como objetivo mejorar el estado de
conservación de las especies nativas de Chile, mejorar la coordinación de las distintas
instituciones del Estado para lograr una gestión eficaz en la conservación de las especies
nativas, involucrar al sector privado y la sociedad civil en la conservación de la biodiversidad
y aportar al desarrollo sustentable.

El Reglamento de Planes prevé dos vías de elaboración, una de ellas donde el Ministerio
convoca y dirige la formulación y otra, donde un tercero somete una propuesta de Plan
previamente elaborada (esta última forma la hemos denominado vía abreviada). En ambos
casos deben respetarse principios mínimos de participación y contenidos.

Los Planes de Recuperación, Conservación y Gestión de especies se enmarcan en el Plan


Estratégico para la Diversidad Biológica del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD) y
contribuye especialmente al cumplimiento de la meta Aichi número 12, la cual establece
que “para 2020, se habrá evitado la extinción de especies en peligro identificadas y su
estado de conservación se habrá mejorado y sostenido, especialmente para las especies en
mayor declive”. Además, en concordancia con lo anterior, la Ley N° 19.300 en su artículo 37
establece la obligación de aprobar planes de recuperación, conservación y gestión para
especies clasificadas según el Reglamento para la Clasificación de Especies (MMA DS
N°29/2011). En la Estrategia Nacional de Biodiversidad se han establecido metas
relacionadas con elaborar este tipo de planes para las especies clasificadas como
amenazadas al año 2016. De esta manera para el 2018 el 10% de las especies en esa
condición debiesen tener un plan RECOGE (68 especies); para el 2020 el 15% (104 especies)
y el 2030 el 50% (344 especies). Actualmente, con los cinco planes ya oficializados, (Plan
RECOGE del Ruil, Plan RECOGE de Lucumillo, Plan RECOGE de Flora Costera del Norte, Plan
RECOGE de la Chinchilla de Cola Corta y Plan RECOGE del Canquén Colorado1) ya se
encuentran 96 especies bajo este instrumento de gestión.

1El DS N° 22/2020 del Plan RECOGE del Canquén Colorado será publicado el 9 de junio de 2021 en el
Diario Oficial

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2. PLAN DE RECUPERACIÓN, CONSERVACIÓN Y GESTIÓN DE LOS GRUÑIDORES DE
LAZONA CENTRAL

El Comité de Planes priorizó la elaboración del Plan de Recuperación, Conservación y


Gestión para tres especies de lagartos gruñidores: Gruñidor de Álvaro (Pristidactylus
alvaroi), Gruñidor de Valeria (P. valeriae) y Gruñidor del Volcán (P. volcanensis), tres
especies de reptiles endémicos de la zona central de Chile, que están declarados En Peligro
Crítico (DS N°38/2015 del Ministerio del Medio Ambiente), de acuerdo al Reglamento para
la Clasificación de Especies Silvestres según Estado de Conservación.

Para la elaboración del plan, el reglamento considera la conformación de un Grupo de


Elaboración para cada plan, compuesto por actores con conocimientos y competencias en
el uso o en la conservación de la especie, o que realicen actividades que influyan sobre la
permanencia de sus poblaciones. Las funciones del Grupo de Elaboración incluyen además
de la responsabilidad de elaborar el plan, nombrar al Grupo de Seguimiento del Plan,
encargado de velar por el cumplimiento de las acciones del plan y colaborar su gestión en
la etapa de implementación.

Para el Plan de Recuperación, Conservación y Gestión de los Gruñidores de la Zona Central,


de acuerdo a la Resolución Exenta N°1.125 de 20 de noviembre de 2018, el Grupo de
Elaboración estuvo conformado por representantes del Consejo de Monumentos Naturales,
de CONAF, de SAG, del Ministerio de Energía, del Ministerio de Minería, del Ministerio de
Obras Públicas, del Ministerio de Vivienda y Urbanismos a través del Zoológico Nacional,
del Ministerio del Medio Ambiente, de Municipalidades (Tiltil y Alhué), de Santuarios de la
Naturaleza (Horcón de Piedra, Cerros de Cantillana, San Juan de Piche y El Roble), de ONGs
(CODECIAM, Vida Nativa y Red Chilena de Herpetología), del Buin Zoo, de la Comunidad de
Baños Morles, investigadores independientes y de Minera Florida.

El análisis realizado por el Grupo de Elaboración, mediante la metodología de estándares


abiertos, permitió identificar una serie de amenazas y calificarlas según los criterios de
alcance, gravedad e irreversibilidad, a modo de determinar el efecto global de cada
amenaza sobre este grupo de especies, concluyendo que las principales amenazas que las
afectan son: incendios forestales, escasez hídrica, proyectos de inversión con y sin
evaluación ambiental, reemplazo de bosque nativo por plantaciones agrícolas (actividades
silvoagropecuarias sin consideraciones ambientales), caminos públicos, subdivisión predial
con fines residenciales, presencia de ganado, extracción de tierra de hojas, presencia de
gatos y perros y captura de ejemplares.

El Grupo de Elaboración entregó la propuesta de Plan en febrero de 2020, la que luego de


ser revisada y aprobada por el Comité de Planes (Oikonos, WCS, UNAB, SAG, CONAF,

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SUBPESCA, SERNAPESCA, MNHN, MMA), fue sometida a consulta pública por un plazo de
30 días hábiles, desde el 19 de noviembre de 2020 hasta el 6 de enero de 2021. Las
observaciones recibidas se analizaron y fueron incluidas aquellas que el Grupo de
Elaboración consideró como apropiadas.
El Grupo de Elaboración estableció como meta del plan que “a 10 años de la ejecución del
plan se habrá aumentado la distribución y abundancia de las especies de Gruñidores”, y
como alcance territorial del mismo “el territorio que incluye la distribución actual y
potencial de las tres especies de Gruñidores de la zona central”.

Para abordar esta meta se establecieron una serie de líneas de acción, agrupadas en dos
objetivos, las que apuntan a disminuir las amenazas que afectan a los gruñidores, así como
aumentar su protección.

Las líneas de acción contemplan la implementación de un programa de protección contra


incendios forestales para resguardar el hábitat de los Gruñidores, fortalecimiento de la
evaluación ambiental en áreas con presencia de gruñidores, promover el uso eficiente del
recurso hídrico, consideraciones en construcción y mantención de caminos, promover
buenas prácticas agrícolas, forestales, ganaderas y prediales para la conservación de los
Gruñidores y su hábitat, desincentivar el uso de tierra de hoja, implementar de un programa
de manejo de perros y gatos, fortalecer la protección legal de los Gruñidores y su hábitat,
evaluar creación de áreas protegidas u otros instrumentos basados en la protección de
áreas, promover restauración en áreas con distribución actual o potencial de Gruñidores,
desarrollar educación para la conservación, promover la investigación y monitoreo para la
gestión de los gruñidores y, implementar un programa de conservación ex situ.

Se definió que el Grupo de Seguimiento, cuya función es realizar seguimiento a la


implementación del Plan, esté conformado por representantes de CONAF, SAG, Zoológico
Nacional, MMA, tres ONGs y 5 investigadores independientes.

El costo estimado para la implementación del plan es de US$ 2.105.816. Esta estimación de
costos calcula el valor presente neto para cada una de las acciones definidas por el plan (47
Acciones), considerando una tasa de inversión social del 6% definida por el Ministerio de
Desarrollo Social para proyectos sociales y un periodo variable dependiendo de los plazos
definidos para cada acción que van desde 1 año hasta 10.

Los costos presentados en este Plan corresponden a una evaluación de todas las acciones
descritas en el mismo, pudiéndose valorar monetariamente 63 acciones, que corresponden
al 82,89% de las consideradas (76). La estimación fue realizada por el Departamento de
Economía Ambiental del MMA.

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