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1.- EL DESARROLLO HUMANO.

“El verdadero desarrollo es el paso,


para todos para cada uno. De unas
condiciones de vida menos humanas
a condiciones más humanas”
Pablo Sexto

El enfoque del desarrollo humano como una nueva forma de mirar el desarrollo ha ido
tomando cuerpo y ganando adeptos a partir de los informes del PNUD (Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo) desde 1990 y de los aportes a Amartya Sen.

Se define al desarrollo humano como el proceso que permite la ampliación de las


oportunidades de las personas para elegir su propio modo de vida; oportunidades que
dependen de las capacidades y libertades que puedan disponer. En este sentido, los
aumentos en el ingreso permitan ampliar las oportunidades, por tanto son un medio y no
un fin y aquí precisamente radica la diferencia con los otros enfoques.

Desde el desarrollo humano la persona es un fin en sí misma, por tanto el desarrollo debe
ser:

- de las personas (ampliación de sus capacidades y oportunidades)

- por las personas (hecho por ellas mismas)

- para las personas (ya que ellas son el objetivo principal)

El desarrollo humano se mide a través del Índice de Desarrollo Humano – IDH. Este índice
busca medir el logro promedio de un país en tres dimensiones básicas: una vida larga y
saludable, el acceso a educación, conocimientos y el nivel de disfrute de una vida decente.

Las variables del IDH son:

Salud : esperanza de vida al nacer

Educación : logro educacional (alfabetización de adultos y tasa bruta de matrícula


primaria, secundaria y terciaria)

Ingreso : PBI real per cápita expresado en paridad de poder adquisitivo en dólares.

2.- EL CAPITAL HUMANO, SALUD Y EDUCACIÓN.

Actualmente se postula que el crecimiento –a diferencia de décadas anteriores- no debe


basarse en la acumulación de factores productivos, sino que es preciso seguir la senda de
los países desarrollados.
Esto significa la necesidad de marchar hacia un crecimiento endógeno, orientado hacia el
aumento sostenido de la productividad económica.

El crecimiento endógeno es un proceso que se sustenta en el desarrollo del capital


humano y la participación competitiva en el comercio internacional. La inversión en
capital humano genere conocimiento y tecnología, que una vez consolidados viabilizan y
aceleran el tránsito hacia las economías de escala.

La relación entre crecimiento, capital humano y tecnología es un proceso acumulado


orientado hacia el aumento sostenido de la productividad económica. Crecer va más allá
de la acumulación de maquinaria e infraestructura, es conocimiento y por tanto se pone
énfasis en la educación. Se asume que si hay crecimiento, entonces habrán fondos para
invertir en una mayor educación, esto a su vez hará que la gente sea capaz de producir e
innovar tecnología, dando como consecuencia una mayor productividad y; si la
productividad aumenta entonces hay crecimiento y por tanto mayores recursos para
invertir en educación generándose pues un círculo virtuoso.

Pero para que una persona pueda ser productiva, no solamente se trata de dotarle de
servicios de educación, sino también de salud. Una persona sana y con buena educación,
es una persona que puede elevar su productividad, que en estas condiciones de
posicionarse bien en el mercado laboral y por tanto de aumentar sus ingresos y su nivel y
calidad de vida.

A pesar de todo este avance, creo que el gran problema es que el tema de salud y
educación –componentes básicos del desarrollo humano- se trabajan todavía de manera
desarticulada, había que verlos como un binomio.

Al hablar de salud, además de la prevención, no habría que olvidar dos aspectos


fundamentales: por un lado, la nutrición y la seguridad alimentaria y por otro lado, la
salubridad, donde el tema del saneamiento ambiental es crucial.

A manera de reflexión traigo a colocación una historia de vida que ilustra la situación de
muchísimos niños de nuestra ciudad.

En la mañana me levanto muy temprano para vender dulces, mi


desayuno es mate con un pan, cuando mi mamá tiene plata tomamos
ponche de habas en agua. A la 1 regreso para ir a la escuela, almuerzo
rápido, hoy día comí sopa de cabello de ángel con cebollitas y arroz a la
jardinera. A las 3 me muero de sueño, el profesor me grita para que no
me duerma, ¡no sé por qué esta mi cabeza no le entiende al profesor!.
Salgo de la escuela y tomamos mate de cebada, hago mis tareas, ahora
el dueño de casa nos ha cortado la luz porque no hemos pagado,
felizmente en el patio hay un foco prendido. Como peleamos mucho con
mis hermanas por usar la mesa para hacer tareas me he acostumbrado a
escribir en mis rodillas y después me voy a jugar trompo o tiros con mis
amigos.
En mi casa viven 4 familias, hay un solo baño para todos y una pila al
centro del patio.
Cuando tenemos ganas de orinar en la noche yo salgo al balcón, porque
hay un solo bacín para mi mamá, mi papá (por eso él también sale al
balcón) mis 3 hermanitas y mi abuelita. Yo duermo en la misma cama
con mi abuelita y mis tres hermanitas juntas en otra cama. A veces mi
papá le pega a mi mamá porque se va a tomar chicha a lado, pero no
siempre.
Mi amigo me ha contagiado ticti (verruga) y a mi hermana menor le
decimos la sarnosa. Yo estoy bien gordito, mira mi barriguita está bien
panzona.
También tenemos un perro.

Esta historia ilustra una situación sumamente difícil. Por un lado pretendemos exigir más a
los niños, ya se señaló que el Perú es uno de los países donde menos horas por año se
estudia y donde además los rendimientos escolares son muy bajos, por tanto hay que
incidir más en la educación.

Pero hasta qué punto es posible exigir rendimiento a una criatura o a un trabajador mal
nutrido y de hambre y con la barriguita bien gordita porque está llena de lombrices? a un
niño que no tiene las condiciones mínimas en cuanto a acceso a servicios de agua potable
y desagüe?

El capital humano no solo es inversión en educación y en prevención de enfermedades vía


vacunas u otras campañas similares, es también un tema de salubridad y saneamiento
ambiental, se trata de crear las condiciones adecuadas para llevar una vida digna.

Habría que invertir más en salud pública, no solo a nivel de prevención de lesiones y
enfermedades infecciosas y no infecciosas, sino de fomento de la vitalidad y la salud
integral, o en todo caso ampliar el significado de prevención atacando las causas de
muchas enfermedades y entonces entramos a los temas de saneamiento ambiental y
nutrición y seguridad alimentaria.

Se nos acusa de brutos, pero se olvida que el cerebro y la capacidad intelectual de la gente
se forman en los primeros meses de gestación. La mayoría de nuestras madres gestantes
son mal nutridas. Entonces ya entendemos por qué nuestros coeficientes mentales son
bajos, porque no resistimos jornadas largas de trabajo sin bostezar.

Con todo esto queremos recordar que las estrategias de lucha contra la pobreza no
solamente tienen que ver con la generación de ingresos, que vendría a ser la ruta directa;
sino también con la llamada ruta indirecta, es decir con la provisión directa de bienes y
servicios sociales básicos (educación, salud, vivienda).
Para terminar recordemos que estos temas olvidados en el siglo XX y retomados en estos
últimos años ya se trataban en la India hace 3,000 años antes de nuestra era. Muchas
ciudades indias habían desarrollado programas de higiene y salud ambiental como la
provisión de baños públicos y sistemas de desagüe subterráneos. Los aspectos esenciales
de la salud estaban incorporados a las actividades de la vida diaria, entre ellos, la higiene
personal, la educación sanitaria, el ejercicio físico, los códigos de conducta y
autodisciplina, las prácticas dietéticas, la sanidad ambiental y alimenticia y el tratamiento
de enfermedades y dolencias menores.

Toda esta tradición del mundo antiguo quedó relegada en el siglo XX debido a los grandes
avances realizados en la prevención y tratamiento de la enfermedad. Recién en los últimos
años ha resurgido el interés por la salud integral y el bienestar.

3.- EL INFORME DEL DESARROLLO HUMANO EN EL PERÚ AL 2019.

El informe del índice de desarrollo humano (IDH), del 2019, revela que el Perú aumentó
en este campo 60.2 % entre el 2003 y el 2019. El significativo crecimiento promedio anual
de cerca del 3 % también nos recuerda que debemos trabajar para lograr un aumento más
equitativo.

El IDH es un indicador en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),


que surge como una respuesta al uso del producto bruto per cápita (PBI), que solo mide el
crecimiento económica de un país, más no el bienestar de la población.

Tres son las variables principales que componen el IDH:

La Primera, de ellas, la esperanza de vida al nacer, que se mide con el promedio de vida
de las personas fallecidas en el año de análisis. Este dato nos revela el nivel de atención de
salud con que cuenta el país.

La Segunda, se refiere a la educación y se determina por el nivel conseguido por


alfabetización adulta, así como por los años de estudios alcanzados.

Y por último, se calcula el PBI per cápita, que evalúa el acceso a recursos y servicios
económicos necesarios para que una persona tenga una vida decente. El IDH es
comparativo entre los países.

A diferencia de ediciones anteriores, el informe 2019, presentado por el PNUD, destaca el


tema de las desigualdades, que también está presente en naciones de la región que
enfrentan una serie de protestas.
La principal conclusión del informe revela que el Perú ha mantenido un crecimiento
significativo en términos de desarrollo humano, pero que detrás de ese progreso
subsisten diferencias territoriales no resueltas, así como importantes desigualdades en
diversas regiones.

Precisa por ejemplo, que Lima, Arequipa y La Libertad son las regiones con mayor IDH,
pero también las que enfrentan la mayor desigualdad. Mientras que las regiones con
menor IDH se caracterizan por ser más homogéneas.

Otro dato es que la ubicación geográfica se correlaciona en forma inversa con el IDH.
Mientras se vive en pisos altitudinales más altos, menor será el IDH. Por eso la costa,
sierra y selva baja, tienen mejor índice que sus respectivas zonas altas.

El documento de PNUD recoge, además, el Índice de Densidad del Estado (IDE), que
analiza el acceso de la población a los servicios básicos para el desarrollo. Entre los
indicadores incluidos figuran el porcentaje de habitantes documentados, alumnos de
secundaria, viviendas con electricidad, medico por 100,00 habitantes y agua potable.

La buena noticia es que el informe señala que la acción estatal comprende las zonas
geográficas altas, pero todavía falta descender a la selva baja. La explicación es que el
estado tiene problemas para llegar a las zonas distantes, las cuales debe superar.

Lograr el desarrollo significa crecer, crecer económicamente, pero de manera equitativa,


inclusiva, con una visión social y, cerrar brechas, (manifestación del presidente Martin
Vizcarra).

Añadió que tenemos que pensar en el país como un solo territorio, donde se valore a los
ciudadanos, independientemente de su cultura, ubicación geográfica, credo o condición
social.

Sin duda como lo sugiere el PNUD, esta brecha deberá cerrarse con el trabajo articulado y
concertado del Estado, las empresas privadas y la sociedad civil organizada.

El informe concluye que Lima, Arequipa y La Libertad son las regiones con mayor IDH, pero
también las que enfrentan la mayor desigualdad.

Mientras que las regiones con menor IDH se caracterizan por ser más homogéneas.
4.- ¿CÓMO SE MIDE EL INFORME DE DESARROLLO HUMANO (IDH) EN EL PERÚ?

El IDH en el Perú se basa en cuatro indicadores:

- Esperanza de vida al nacer.


- Población con educación secundaria completa.
- Años de educación.
- Ingreso familiar per cápita.

5.- ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EL ÍNDICE DE DESARROLLO HUMANO?

Es importante, porque está calculado científicamente por especialistas de todo el mundo.


Desde hace más de 20 años, el Índice de Desarrollo Humano, evalúa más de 30 variables
en cada país del mundo, para saber su evaluación y el lugar que ocupa comparativamente.

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