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UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

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Universidad de Guadalajara
Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades
División de Estudios Históricos y Humanos
Departamento de Historia
Licenciatura en Antropología

El movimiento gnóstico contemporáneo en la Zona


Metropolitana de Guadalajara

Tesis que para obtener el grado de


Licenciado en Antropología
Presenta:

Enrique Yeragzmel Barragán Barbosa

Directora: Dra. María de los Ángeles Gallegos Ramírez

Guadalajara, Jal., julio de 2016.

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Agradecimientos

Agradezco a mis padres y hermanos por su cariño y amor incondicional, por su


apoyo e impulso para seguir adelante y alcanzar mis anhelos.

A mi amiga y maestra Ángeles por su guía, pero, sobre todo, por su paciencia en
el proceso que implicó la investigación que hoy cristaliza en esta tesis.

A mis amigos por sus consejos y por compartir sus experiencias conmigo, lo que
me permitió reflexionar y encontrar posibles respuestas que fueron importantes
para el desarrollo de mis ideas.

A Valeria por estar ahí dándome ánimo en mis momentos de duda, lo que la
convierte en un apoyo invaluable.

A todos ustedes por ser una parte importante de mi vida, ¡gracias!

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Índice

Introducción…………………………………………………………………………………...6
Cap. I Historia de la Gnosis de Samael Aun Weor
1. Notas preliminares………………………………………………………………….11
2. La Gnosis…………………………………………………………………………….12
2.1 Apuntes sobre la gnosis clásica…………………………………………...12
2.2. La gnosis contemporánea de Samael Aun Weor………………………..15
2.3 La gnosis de los primeros tiempos y la contemporánea………………...19
3. El proceso de institucionalización de la gnosis
de Samael Aun Weor……………………………………………………………….20
3.1 ¿Por qué Samael Aun Weor?.....................................................................20
4. Historia de una asociación………………………………………………………………24
4.1. Las primeras asociaciones gnósticas contemporáneas…………………..24
4.2 La llegada a México…………………………………………………………….28
4.3 El Primer Congreso Gnóstico Internacional de Antropología……………..30
5. Los Nuevos Maestros y el surgimiento de nuevas asociaciones…………………..32

Cap. II La Asociación Gnóstica de Estudios de Antropología


y Ciencias, Asociación Civil (A.G.E.A.C.A.C.)
1. La Doctrina y la Institución…………………………………………………..…….35
2. La A.G.E.A.C.A.C. ……………………………...................................................35
3. El conocimiento Gnóstico………………………………………………………….46
3.1. Buscando un conocimiento integral……………………………………..46
3.2. Hombres y Maestros……………………………………………………….47
3.3. Conciencia y Ego…………………………………………………………..49
3.4. El fuego y el sexo…………………………………………………………..51
3.5. Blanco y Negro……………………………………………………………..53
4. Nota final…………………………………………………………………………….57

Capítulo III La necesidad de lo divino


1. Nota preliminar………………………………………………………………………58
2. Hacia la definición de lo que es la A.G.E.A.C.A.C. ……………………………..58
3. El surgimiento de una nueva religión……………………………………………63
4. El trabajo “pastoral” de A.G.E.A.C.A.C. ………………………………………….64
4.1. La llegada a la asociación…………………………………………………65
4.2. La relación del misionero con A.G.E.A.C.A.C.
y su vínculo con las casas asociación…………………………………....68
4.3. Los misioneros y su reposicionamiento ante la vida social…………….69
5. Abriendo una Asociación…………………………………………………………....70
6. En la Asociación……………………………………………………………………...73
6.1 Iniciando las conferencias……………………………………………………...73
6.2 Los asistentes y el comienzo del proceso de conversión………………......77
6.3 Prácticas y Rituales…………………………………………………………......82
6.4 Deserciones……………………………………………………………………...85
7. Nota final………………………………………………………………………………87

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Capítulo IV Reflexiones finales: años gnósticos
1. Notas preliminares…………………………………………………………………..88
2. Pluralidad religiosa………………………………………………………………….89
2.1 Nuevas Sensibilidades……………………………………………….........89
2.2 Mercados religiosos………………………………………………………...95
3. Una revolución conservadora……………………………………………………...98
4. ¿Una nueva herencia cultural? …………………………………………………..99

Bibliografía………………………………………………………………………...101
Entrevistados……………………………………………………………………...105

5
Introducción

Es innegable que la religión ha desempeñado en la historia humana un papel


fundamental, de allí que no resulte extraño que surjan organizaciones religiosas
que estructuran e institucionalizan la forma en que debe ser percibido el mundo y
el sentido y dirección que la vida debe tener; instituciones que pugnan entre sí por
el saber último y que buscan imponerse sobre el resto. En el mundo social, que es
un espacio de lucha, sin duda, siempre surgen una serie de alternativas religiosas
cuyas ideas y conceptos pueden ser vistos como innovadores, no obstante que
retomen contenidos y/o prácticas de viejo cuño. La suerte que corren estas nuevas
agrupaciones es diversa, ya que muchas fracasan porque no logran ofrecer un
esquema de explicación de la realidad que se ajuste a las necesidades presentes
y su impacto llega a ser muy limitado. Otras, en cambio, se arraigan
paulatinamente y entran en competencia con aquéllas que mantienen una posición
predominante o hegemónica. En este sentido, es que podemos hablar de que en
la vida social existe siempre una verdadera competencia entre religiones.
Una gran parte de los estudios sobre religión muestran especial interés por
comprender las razones por las que surgen y logran ser aceptados nuevos
movimientos religiosos, analizando el contexto socio-histórico en el que aparecen
y la dinámica de conversión y creación de una nueva identidad religiosa. Es a
partir de ello que surgió mi inclinación por realizar una análisis, desde una
perspectiva antropológica, del proceso formación, conversión y desarrollo como un
grupo sólidamente estructurado y jerarquizado, y su posterior expansión dentro y
fuera de la Zona Metropolitana de Guadalajara, me refiero al Movimiento Gnóstico
de Samael Aun Weor (nombre esotérico de Víctor Manuel Gómez Rodríguez quien
a partir de la segunda mitad del siglo XX lo funda y se encarga de expandirlo por
Latinoamérica).
Debido a su amplitud y a la multiplicidad de asociaciones con las que
cuenta, resultantes, entre otras, de la imposibilidad de acceder a todas ellas,
seleccioné para mi trabajo a la Asociación Gnóstica de Estudios Antropológicos y

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Ciencias A.C. (A.G.E.A.C.A.C.). Lo anterior respondió al hecho de que la
A.G.E.A.C.A.C. es la primera organización arraigada en México, creada por el
fundador del movimiento y establecida legalmente por éste, de la cual se fueron
desprendiendo las distintas asociaciones existentes, generadas en su mayoría por
disidencias entre sus miembros. Tal hecho me llevó a suponer que ella ha
mantenido una relación más o menos directa con el devenir histórico del
movimiento, lo que me permitió observar de forma más detenida su proceso de
desarrollo e interpretar el papel que tiene en la sociedad regional contemporánea.
Para comprender el movimiento gnóstico contemporáneo fue necesario
realizar un recuento histórico que me permitiera explicar sus orígenes y desarrollo,
así como el contexto en el que se han dado. Sin embargo, para mi investigación
fue fundamental observación directa en diversas asociaciones adscritas a la
A.G.E.A.C.A.C., con el fin de discutir el posible papel que tiene en la actualidad,
así como su funcionamiento, contenidos, el tipo de prácticas que se realizan y su
situación.
A pesar de que tuve acercamientos previos al movimiento, fue entre los
años 2011 y 2014 cuando realicé de forma más sistemática mis acercamientos a
él. Durante ese tiempo hice entrevistas a distintos miembros gnósticos, en
especial conversé con los misioneros, dado que son los más instruidos en la
doctrina y también quienes dirigen y administran las asociaciones en donde se
realizan las conferencias y prácticas. Dentro de los miembros de la asociación
gnóstica me acerqué también, al grupo denominado Segunda Cámara, ya que son
ellos quienes han adoptado, junto con el misionero, la identidad de gnóstico o
estudiante de la gnosis. Desde luego que hice visitas a las conferencias de los
grupos más jóvenes, pues me interesaba comprender cuáles son los motivos por
los que una vez que ingresaron, permanecen en el movimiento o no. Incluso,
hablé con algunos que asistieron a las conferencias de iniciación y dejaron de ir
para conocer sus razones, lo cual me permitió entender los límites que el
movimiento tiene y sobre qué realidades trabaja.
En cuanto a la posibilidad de conocer y comprender el discurso y la
cosmovisión del movimiento gnóstico contemporáneo, hice uso del material

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bibliográfico escrito por Samael Aun Weor, pues desde su fundación y hasta el día
de hoy, sus libros son una lectura obligatoria para aquel que quiera acercarse a
analizarlo o convertirse a la gnosis. De hecho, todos los temas que sus trabajos
incluyen, son estudiados en las conferencias que dan quienes están a cargo de
realizar el trabajo apostólico.
Como discutiré en este trabajo, a pesar de que este movimiento retoma
elementos religiosos provenientes de diversas tradiciones religiosas, dado que
surgió en América Latina, posee en esencia raíces propias y fundamentos
característicos de la cultura de Occidente, derivadas de su fuerte visión cristiana.
Así, con una restructuración en la cosmovisión religiosa y práctica, la gnosis se
presenta con una dinámica cuyo eje central es el individuo, pues es él quien con
su constante práctica, dotará de un nuevo significado y lógica aquello que
acontece en su vida diaria. La gnosis se estructura en dos áreas fundamentales: la
grupal y la individual. Ambas se complementan tanto en términos del conocimiento
teórico adquirido, como en la traducción de éste en una forma de colocarse ante la
realidad y proceder en el mundo, pues desde su perspectiva filosófica, no puede
desligarse una de la otra: la persona tiene que acudir al centro o casa de la
asociación para poder adquirir las nociones teóricas; al mismo tiempo que debe
regresar a su vida cotidiana y obtener experiencia sobre cómo y de qué forma
llevar a cabo dicho conocimiento que lo integra y definen como gnóstico. A partir
del trabajo “individual”, la gnosis pretende ofrecer a sus integrantes una forma
para adaptarse a la sociedad contemporánea, buscando mantener su integridad
como asociación de carácter religioso y, al mismo tiempo, relacionándose con la
vida y el mundo actual.
A pesar de la presencia que tiene el movimiento gnóstico en el presente,
llama la atención que su análisis ha pasado casi desapercibido en el ámbito
académico; razón por la que es escasa la literatura sobre el tema. Esta carencia
de trabajos previos, me resultó de sumo interés, no obstante la dificultad que
implica para tratar de definirlo y explicarlo, tanto en términos de su concepción
religiosa, como del papel que desempeña en la vida social. A partir de su estudio,
en este documento discuto la forma cómo surge, las necesidades sociales a las

8
que responde y las razones que le permiten su arraigo en la sociedad
contemporánea; así como interpretar la resignificación de aspectos religiosos y
culturales vigentes en la sociedad.
Para comprender cuál es su relación con el proceso sociales más amplios,
que me permitieran ahondar en el significado que tiene en la sociedad, fue muy
importante la información que obtuve en mis acercamientos a las diferentes casas
existentes en el área metropolitana de Guadalajara; así como en su sede,
localizada en Ixtlahuacán de los Membrillos, pues es en ella donde se realizan y
organizan varias actividades en la región, y el lugar donde se instruyen a sus
nuevos misioneros, tanto nacionales como internacionales. La información
adquirida a lo largo de mi trabajo de investigación la organicé en cuatro apartados:
en el primer capítulo, analizo el origen del movimiento gnóstico contemporáneo,
así como su devenir histórico; examino de manera general, la posible relación que
tiene con la gnosis de los primeros siglos del cristianismo, intentando ver en qué
aspectos son congruentes y en cuáles difieren y por qué. Muy importante resultó
también conocer la vida de su fundador, Samael Aun Weor, pues ella está
intrínsecamente relacionada con su obra, y tiene un peso fundamental sobre la
manera como debe ser entendida su filosofía. Para, por último, discutir cómo a
partir del fallecimiento de su fundador, se dan distintas escisiones y se forman
diferentes asociaciones por parte de sus discípulos y descendientes, entre las que
se encuentra la A.G.E.A.C.A.C., objeto del presente estudio.
En el segundo apartado, procedo a describir a la A.G.E.A.C.A.C. tanto a
nivel institucional como doctrinal. Explico la forma como está organizada, las
normas y reglas bajo las que se rige, así como las actividades que realizan sus
miembros para identificarse a sí mismos como gnósticos. En cuanto a su
cosmovisión, detallo su visión de lo sagrado y cómo se organizan con base en
ella, así como analizo las figuras importantes que conforman su panteón teológico,
sus bases filosóficas y psicológicas.
En el tercer capítulo abordo el proceso de reestructuración y conversión, a
partir de la información obtenida en mis entrevistas y conversaciones con los
miembros encargados de dirigir la casa asociación, así como con otros miembros

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y ex-integrantes de la gnosis. Todo lo anterior con el objeto de comprender cómo
viven la gnosis tanto al interior de la asociación, como en su vida social, pues un
aspecto central de la gnosis es la manera como el individuo se adapta al mundo. A
pesar de que pudiera parecer el trabajo gira en torno al individuo, lo cierto es que
la visión personal, me dio las pautas para ampliar la problematización del proceso
religioso que conlleva, pues entender los elementos que la conforman me permite
situar de forma coherente el papel que juega en el contexto de pluralidad religiosa
actual; qué es lo que ha favorecido no sólo su permanencia sino su crecimiento y
convertirse en una opción viable para resolver la crisis de sentido existentes, no
únicamente en el palo personal sino social.
Para, por último, presentar en el cuarto apartado, la interpretación que hago
de la relación que tiene el movimiento con su entorno social y a partir de ella,
buscar comprender por qué es que este movimiento ha permanecido por más de
30 años en una sociedad como la nuestra. Además de analizar cómo su existencia
no se ha visto amenazada por los diferentes acontecimientos sociales y
económicos que se han sucedido a lo largo de estos años. También intento dar
una respuesta respecto de a qué tipo de necesidades responde un movimiento
que entiende la experiencia directa de lo sagrado como la forma más básica de la
religión.
Confío en que mi trabajo ofrezca elementos para comprender el papel que
la religión tiene en la sociedad actual y cuáles son las necesidades a las que
responde.

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Capítulo I
Historia de la Gnosis de Samael Aun Weor

1. Notas preliminares
A lo largo del presente capítulo analizo el desarrollo histórico que ha tenido el
Movimiento Gnóstico hasta la actualidad. Parto de la discrepancia que hay entre la
gnosis clásica y la del movimiento gnóstico contemporáneo para contextualizar a
este último dentro de su marco latinoamericano; lo que me ayudó, en buena parte,
a delinear su propia identidad. Como demuestro más adelante, reconocer la
distancia que existe entre la gnosis clásica y la actual que aquí me ocupa, hace
que su estudio se entienda con bases en sus propias dimensiones y lógica. Así, el
análisis de esta expresión se apoyó en tres aspectos: entender el movimiento
gnóstico en sí mismo; comprender el papel que desempeña en la dinámica
sociocultural que lo enmarca; y, discernir cuál ha sido su proceso de desarrollo
que le ha permitido erigirse en una alternativa religiosa más.
Para entender el movimiento gnóstico en sí mismo, tomo como punto de
partida la figura de Víctor Manuel Gómez Rodríguez, quien como gnóstico adopta
el nombre de Samael Aun Weor, ya que tiene un enorme reconocimiento dentro
de la comunidad gnóstica como figura de líder carismático; además de ser su
fundador. Personaje que engloba muchos aspectos de la identidad gnóstica
vigente hasta la actualidad. Sin importar de qué asociación gnóstica se trate, la
figura de Samael Aun Weor y su legado son recuperados a partir del estudio de
los numerosos libros que publicó y que constituyen la base de la liturgia gnóstica.
Su vida marca una etapa de la gnosis que va desde finales de la década de los 40
hasta su muerte, acaecida en diciembre de 1977.
La primera etapa del movimiento se divide en dos periodos que van de la
fundación de la gnosis en la Sierra de Santa Marta, en Colombia, hasta su
emigración a México a mediados de los años 50, para darle paso a la segunda,
que comienza con su llegada a este país; momento en el que funda la Asociación
Gnóstica de México. No obstante que el inicio formal de este movimiento, empieza
11
con el Primer Congreso Internacional Gnóstico en Guadalajara, Jalisco, realizado
en 1976. Este periodo se va a caracterizar entre otras cosas, por la articulación de
toda la comunidad gnóstica en torno a la figura carismática de Samael Aun Weor,
lo que produce una relativa homogeneidad en torno a las normas bajo las que se
rigen y el tipo de prácticas que realizan, como son las clausuras de los cursos de
misioneros, los congresos y los rituales ejecutados en determinadas fechas del
año. Dicha articulación bajo la misma administración llega a su fin en el año de
1977, con el fallecimiento del fundador, de manera que simultáneamente a la
consolidación e institucionalización del movimiento, se da una fisura de la unidad
gnóstica, pues se empiezan a formar numerosas instituciones que se siguen
guiando bajo los preceptos dejados por Samael Aun Weor.
La última etapa de este movimiento inicia en 1978, caracterizada por su
fuerte institucionalización y una organización más rígida. Es en este periodo
cuando el movimiento finalmente, se consolida. Con éxito numerosas asociaciones
crecen no solo a nivel regional, sino que avanzan incluso fuera de México y del
continente americano, llegando a países de Europa, África y Asia; sin embargo,
sigue siendo en América Latina donde más predominan.

2. La Gnosis
2.1 Apuntes sobre la gnosis clásica
Entre los estudios realizados sobre el gnosticismo de los primeros siglos del
cristianismo sobresale el trabajo de Hans Jonas (2000), quien elabora de forma
concisa su historia. El término gnóstico viene de la palabra griega “Gnosis” que
suele traducirse por conocimiento, con la particularidad de que no se trata de un
conocimiento racional. La lengua griega establece una diferencia entre
conocimiento científico o reflexivo y el conocimiento a través de la observación o
experiencia, que es la gnosis. Tal como la utilizan los gnósticos podríamos
traducirla por “intuición”, porque gnosis entraña un proceso intuitivo de conocerse
a sí mismo, y este conocimiento, decían, es conocer la naturaleza y el destino
humano (Pagels, 1991: 18). Por lo que engloba un significado marcadamente
religioso.

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La palabra “gnosticismo” ha servido a multitud de doctrinas que hicieron su
aparición dentro y alrededor del cristianismo durante los primeros siglos de su
existencia. El énfasis puesto como medio de obtener la salvación, incluso como
forma redentora, y la pretensión de que ese conocimiento se encuentra en la
doctrina, son rasgos comunes de las numerosas agrupaciones en las que
históricamente se expresó el movimiento gnóstico. En realidad, grupos poco
numerosos se hicieron llamar gnósticos, pues fue mediante trabajos escritos de
cristianos, como el de Ireneo (Jonas, 2000: 66), que se utilizó el término gnóstico
para referirse a todos los grupos o sectas que compartían ese énfasis en el
conocimiento. Es en este sentido que se puede hablar de escuelas, sectas y cultos
gnósticos; de escritos y enseñanzas gnósticas; de mitos y de especulaciones
gnósticos; e, incluso, de una religión gnóstica (Jonas, 2000: 66).
Así, durante mucho tiempo, antes de los descubrimientos de la biblioteca
NagHammandi en 1945, la mayor parte de los conocimientos que se tenían del
gnosticismo provenían de fuentes católicas, las cuales a menudo lo consideraban
una herejía cristiana que de alguna manera adoptaron la figura de Cristo a una
enseñanza heterogénea y sincrética.
La diversidad que presenta la doctrina gnóstica de ese tiempo y sus
expositores, ha generado más de un debate en cuanto a su origen se refiere. Los
primeros padres de la Iglesia pusieron énfasis en la influencia de Platón y la
filosofía helénica, sobre un pensamiento cristiano que todavía no estaba
consolidado. Así, gnosis significaba conocimiento de Dios que es por naturaleza
incognoscible y, por tanto, se trata de una condición no natural y su objeto incluye
todo lo que pertenece al reino divino del ser; es decir, el orden y la historia de los
mundos superiores y lo que deriva de éstos: la salvación del hombre.
Comprometido con la salvación del hombre, el conocimiento gnóstico se
forma para cambiar la condición humana y para crear los medios para alcanzarla.
De tal forma, el conocimiento gnóstico presenta un aspecto eminentemente
práctico. El objeto último de la Gnosis es Dios: su efecto en el alma transforma al
propio conocedor, haciéndole compartir la existencia divina (Jonas, 2000: 68 y 69).

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El triunfo de la Iglesia Católica sobre estos grupos, redujo
considerablemente el número de fuentes históricas con las cuales se ha intentado
revivir para su conocimiento dicha doctrina. La lucha contra ellos ocupó gran parte
de la literatura de comienzos del cristianismo y los escritos dedicados a su
refutación constituyen, por la discusión que plantean, la fuente de información más
importante de la que se dispone.
La teología gnóstica tiene la característica fundamental de establecer una
relación dual de Dios con el mundo. La deidad es absolutamente transmundana y
su naturaleza completamente distinta a la del universo, que no creó ni gobernó y
del cual es su antítesis: al reino divino de la “Luz”, contenido en sí mismo y
remoto, el cosmos se le opone como reino de la oscuridad. El mundo es obra de
poderes inferiores que, si bien podrían descender mediatamente de Él, no
conocen al verdadero Dios y lo obstaculizan. El mismo Dios trascendente se
oculta de todas las criaturas y no puede ser conocido por medio de conceptos
naturales. Su conocimiento requiere una relación y una iluminación sobrenatural,
pero ni siquiera así, puede ser expresado salvo por medio de términos negativos
(Jonas, 2000: 76 y 77).
En su cosmovisión, el universo es el dominio de los arcontes1, quienes
gobiernan el cosmos. Son dioses planetarios que los gnósticos toman prestados
del panteón babilonio. Gobiernan colectivamente el mundo y cada uno de ellos, de
forma individual, es en su esfera, un guardián de la prisión cósmica (Jonas, 2000:
78). Es como una prisión cuya celda más profunda es la Tierra; el escenario en el
que se desarrolla la vida, y en torno a esta prisión se encuentran las diferentes
esferas cósmicas que la circundan como cortezas concéntricas. Esta arquitectura
religiosa se basa en la idea de que todo lo que media entre el aquí y el más allá,
separa al hombre de Dios a través de una fuerza demoniaca. De esta forma, la
vastedad y la multiplicidad del sistema cósmico expresan el grado de separación
entre Dios y el hombre.

1 Arconte se define en el diccionario como Magistrado encargado de las funciones de gobierno en


diversas ciudades griegas, especialmente en Atenas (Diccionario Larousse ilustrado 2015:100). En
la cosmología gnóstica el término Arconte se usa de una forma similar para designar a seres
encargados de mantener el orden del cosmos.

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2.2. La gnosis contemporánea de Samael Aun Weor
El pensamiento gnóstico actual tiene sus raíces en la labor dentro de esoterismo
de su fundador, Samael Aun Weor, pues durante su juventud fue miembro de una
asociación Rosacruz, lo que le permitió acceder a distintos trabajos de autores
dedicados al esoterismo, tales como Helena Blavastky (fundadora de la sociedad
teosófica y cuya obra más importante es una colección de libros titulada Isis sin
velo), y George Gurdjieff, esotérico de origen armenio, quien a través de lo que él
denomina el cuarto camino, se puede alcanzar un despertar; este camino
denominado como el recuerdo de sí y cuyo sistema influye mucho en la visión de
Samael Aun Weor. No obstante, que el pensamiento de Samael va en busca de
un autoconocimiento de parte del practicante gnóstico para el despertar, existe
una gran diferencia entre ambos, pues mientras Gurdjieff ve el cuarto camino
como la manera en que el ser humano puede alcanzar un despertar, Samael Aun
Weor lo ve como parte de un procedimiento más complejo: es importante el
recuerdo de sí, que consiste en que el practicante debe estar centrado en su
actuar y su sentir a lo largo de sus acciones diarias, y entender así los
procedimientos mentales y físicos que se desarrollan a lo largo de las diferentes
circunstancias para ver qué aspectos conforma su naturaleza biológica, filosófica y
psicológica, y comprender las reglas en las que se desenvuelve. Lo anterior es los
que le permitirá llegar a una comprensión de sí mismo.
Otro autor que influye notablemente en la visión gnóstica de Samael fue
SwamiSivananda, nacido en la India, quien realizó varios trabajos sobre yoga,
recalcando la importancia de la meditación, pero sobre todo de la práctica. Ponía
especial énfasis en que es a partir de la puesta en acción y no tanto la teoría,
como puede trascender el ser humano. Para el contexto americano, Samael Aun
Weor sigue muy de cerca los trabajos realizados por ArnoldKrumm-Heller,
conocido en el mundo esotérico como el Maestro Huiracocha. De hecho, Samael
lo reconoce por ese nombre en sus libros. ArnoldKrumm-Heller es tenido como un
militar mexicano de origen alemán que participo en la Revolución Mexicana. Sus
estudios sobre esoterismo, en especial sus publicaciones de Rosa Esotérica y La
Iglesia Gnóstica, se vuelven centrales para la cosmovisión del movimiento

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gnóstico actual, subrayando el pasado prehispánico de México y el esoterismo que
para él tiene.
Los cuatro pensadores esotéricos mencionados, son quienes permiten al
fundador de la gnosis orientar su propio trabajo. Todos ellos pueden ser tenidos
como escritores de Occidente, pues incluso SwamiSivananda fue pionero en llevar
las prácticas del yoga y la meditación a Occidente. Cada uno aporta elementos
que se ven dentro de la gnosis: Blavatsky y los misterios de Isis; Gurdjieff y el
recuerdo de sí; SwamiSivananda, las practicas orientales y la importancia de la
acción; y, Krum-Heller y el rescate del pasado prehispánico de México. Este último
ayuda a darle un toque cultural particular a la doctrina, lo que genera una mayor
familiaridad para quienes se acercan en la región a estos estudios.
A pesar de que a lo largo de sus libros aparecen elementos que pertenecen
a tradiciones egipcias, hinduistas, budistas y de la Cábala judía, todos ellos
constituyen una herramienta con la cual Samael da su mensaje. Así, definirá su
doctrina como una síntesis de lo esotérico para la búsqueda del despertar. Tal
postura le permite crear un sincretismo bajo la idea de que al final todas las
tradiciones tienen un mismo objetivo, una misma finalidad, solo que la expresan de
formas diferentes por los factores históricos y culturales en que surgen: es el
contexto sociocultural lo que condiciona el mensaje y la forma en cómo se
manifiesta a la población. Aunque su postura es resultado de un fuerte
sincretismo, la base sigue teniendo características propias de Occidente, pues en
su visión gnóstica se pueden observar varios elementos propios del cristianismo,
como discutiré más a detalle cuando analice a fondo su cosmovisión; e, incluso,
aspectos recuperados de oriente se incorporan bajo la mirada de Occidente.
En el gnosticismo de Samael, impreso en sus libros, existe una diversidad
de temas que permite que la gnosis en cada casa asociación sea diferente, pues
cada misionero elabora las conferencias de acuerdo al temario que escoge y el
orden que decide. No obstante que todos los temas hayan sido desarrollados por
el fundador, dicha multiplicidad favorece que cada misionero se especialice en
unos u otros.

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Cada libro escrito por Samael Aun Weor aborda temáticas distintas.
Trabajos como La Gran Rebelión, Psicología Revolucionaria, Educación
Fundamental y El Cristo Social se especializan en temas de carácter psicológico y
social; mientras que títulos como El Matrimonio Perfecto, Las tres montañas y
Curso esotérico de Kábala hacen referencia al lado esotérico; y otros, como La
Revolucion de Bel y El Pistis Sophia revelado exponen la importancia de la
sexualidad y el papel que desempeña en el camino del autoconocimiento. Más de
70 libros fueron escritos por Samael, y no obstante que un tema puede ser visto
en varios libros, lo cierto es que en ellos se encuentra las bases ideológicas,
cosmológicas y prácticas que deben aprender aquel que estudie la gnosis y la
lleve a sus actividades diarias.
Es en el libro Si hay Infierno, Si hay diablo, Si hay Karma donde deja
plasmada de forma explícita, la importancia que la tradición cristiana tiene en su
pensamiento. En él hace una descripción detallada del infierno y la función que
tiene. Para explicar cómo se organiza el infierno recurre a la obra del poeta
florentino Dante Alighieri de La Divina Comedia, estableciendo una relación entre
los círculos dantescos y los pecados capitales del cristianismo. Dichos pecados
tienen especial importancia en la construcción de la antítesis de la conciencia, en
este caso denominado Ego, pues son la base de aquello que le impide al ser
humano trascender al espacio sagrado, amarrándolo a lo mundano. El Ego
personal constituye la medida para definir y localizar aquello que es profano, que
se sitúa dentro de la misma persona y se constituye como el enemigo a vencer.
La dicotomía entre lo sagrado y lo profano, tal como la entiende Eliade
(1981), existe en el pensamiento de Samael y tiene gran relevancia, pero a pesar
de ser dos aspectos contrapuestos que no pueden coexistir simultáneamente ni en
el tiempo ni en el espacio, en su pensamiento ambos se encuentran dentro del
individuo, y son sus acciones las que lo harán merecedor o no, de ingresar a los
mundos superiores y experimentar directamente las verdades del cosmos.
Así como existe un infierno, también existe un cielo con sus respectivos
moradores. El humano se encuentra en un estado intermedio donde con sus
acciones, puede trascender a un estado divino o descender a un estado

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demoniaco. Samael hace uso de nombres tanto angélicos como demoniacos,
tomados del panteón cristiano, por lo que es común observar ritos a arcángeles
tales como Gabriel, Rafael, Uriel, entre otros, y ver aparecer nombres tales como
Lilith, Lucifer, Belcebú en los planos infernales. Para referirse a los planos divinos
o demoniacos es común que los miembros gnósticos usen de forma coloquial los
términos de mundos superiores y mundos inferiores que constituyen el cosmos.
Otros trabajos que influyeron al momento de sentar las bases del
pensamiento gnóstico, son los del filósofo Friedrich Nietzsche, en particular la idea
del superhombre (Úbermenschen), plasmada en su oba Así Habló Zaratustra, que
al lado de su noción de “Voluntad de Poder”, se convierte en los ideales de
trascendencia que el hombre debe experimentar y dominar para alcanzar un
estado divino permanente.
Del Hinduismo la idea de la reencarnación y las 108 existencias que tiene
el ser humano para llegar a un estado iluminado, esto se entiende más bien bajo
la perspectiva del eterno retorno de Nietzsche, en donde todo se repite, pues el
humano común se encuentra condenado a vivir y revivir situaciones iguales o
similares, mientras no alcance el estado de conciencia objetiva. Es a través de
dicho estado que el hombre puede liberarse de estas recurrencias, pues necesita
aprender ya de ellas y puede pasar a otro estado de conciencia en el que debe
vivir nuevas experiencias que le permiten aprender y desarrollar su estado interior,
denominado nivel del ser. Existe una base que sirve de medida y comparación
para definir el nivel del ser que viene de los sephirotes que se encuentran dentro
del árbol de la vida de la Cábala judía, y sirven también para describir la división
del cosmos; conocidos como los mundos superiores donde se encuentran
morando los seres sagrados que ayudan al hombre a ingresar y morar en esos
planos.
Otras figuras mencionadas por Samael que son parte del pensamiento
occidental, son los filósofos griegos Sócrates y Platón, cuyos conocimientos se
encuentran de forma implícita en su obra, pero la figura de Jesús de Nazareth es
central, pues lo tiene como el máximo maestro. Para él, Jesús fue un ser humano
excepcional que logro alcanzar y perfeccionar el estado consiente y divino, y

18
cuyas enseñanzas son tomadas como verdaderas cátedras esotéricas para el
estudiante de la gnosis. Jesús es visto como el humano más perfecto dentro de
los seres humanos. El hecho de que sea visto como hombre que alcanzó e
interiorizó lo sagrado y divino, es un punto de quiebre respecto del cristianismo en
sus diversas expresiones históricas, pero se asemeja a algunas escuelas
cristianas primitivas de los siglos I y II de nuestra era, pues en el cristianismo
actual predominante, se reconoce la figura histórica de Cristo pero como dios que
se hizo hombre.

2.3 La gnosis de los primeros tiempos y la contemporánea


Como he mencionado antes, la palabra gnosis se refiere en general al
conocimiento, en este caso tanto la gnosis clásica como la contemporánea dan
especial importancia al autoconocimiento basado en la experiencia de vida y de
carácter religioso para alcanzar un estado de trascendencia. Sin embargo, existen
más elementos que las alejan tanto en su desenvolvimiento histórico como en su
doctrina.
La gnosis clásica cuenta con una serie de mitos que le permiten ejemplificar
y dar a conocer la lógica con que ve el mundo, tal como es el caso del mito de
Simón el Mago2. Estos mitos son tomados con otro sentido para la gnosis de
Samael Aun Weor, puesto que mientras para los primeros gnósticos la
conformación del cosmos era visto como algo maligno que encierra al hombre, de
allí justo la necesidad de éste de trascenderlo, para la gnosis contemporánea no
es así. De hecho, ambas poseen una visión del mundo terrenal y del cosmos
opuestos: para la gnosis de los primeros siglos del cristianismo, el mundo y el
cosmos son un obstáculo que impide el desarrollo espiritual que asemeja más una
prisión; en la gnosis de Samael Aun Weor es en este plano donde el hombre

2 Simón el Mago aparece tanto en los textos gnósticos como en la Biblia católica, en ambas su
historia sirve para condenar la simonía que es el acto o intención de negociar con cosas
espirituales o sagradas, en la parte católica como es la venta de sacramentos. En la gnosis de
Samael Aun Weor, el personaje es tomado también con connotaciones negativas, pues ejemplifica
una forma como el adepto puede caer al estado de un Mago negro, como aparece en este texto
suyo: “La magia negra de Simón el Mago consiste en que se quedó mirando al pasado y no quiso
aceptar al Cristo ni a la nueva corriente crística. Éste es una rebelión contra las jerarquías divinas y
de hecho quedó colocado Simón el Mago en los mundos de la magia negra” (Samael Aun Weor:
124).

19
puede desarrollarse, incluso lo necesita, pues aquí es donde pone a prueba todo
lo aprendido teóricamente para desarrollar la experiencia que le permitirá alcanzar
la maestría y, así, experimentar lo que le está velado a quien no se encuentre
preparado.
La gnosis que trato tiene una fuerte influencia de la tradición egipcia,
hinduista, judía y del México prehispánico, pues personajes como Horus, Krishna y
Quetzalcóatl sirven para ejemplificar el estado de trascendencia que debe
experimentar el gnóstico; así como elementos tales como la Cábala, Karma y
Dharma y el eterno retorno, ayudan a explicar la lógica que impera en el contexto
que se habita. Dada las diferencias, así como las bases doctrinales que están
separadas por el contexto histórico en que se desenvolvieron cada una de estas
expresiones gnósticas, es difícil establecer una relación directa entre ellas. Y
aunque sin duda, Samael Aun Weor tenía cierto conocimiento de la gnosis de los
siglos I y II, su propuesta y enseñanzas deben entenderse y analizarse aparte de
la gnosis clásica. De hecho, los elementos de esta última existentes en su
pensamiento se encuentran subordinados a los que retoma de otras tradiciones.

3. El proceso de institucionalización de la gnosis de Samael Aun Weor


Establecida en términos generales la diferencia existente entre ambas expresiones
gnósticas, resulta indispensable hablar del desarrollo histórico del movimiento
gnóstico actual y la importancia que tiene la figura de Samael Aun Weor en él.

3.1 ¿Por qué Samael Aun Weor?


Todo proceso de institucionalización religioso inicia como resultado de un evento
natural específico (un terremoto, por ejemplo), de una determinada circunstancia
histórica (una guerra), de la intención consciente de una persona e, incluso, en
contextos donde se conjugarán algunos o todos los elementos anteriores, y servirá
de catalizador para dar una respuesta colectiva en dicha coyuntura. En el caso del
movimiento gnóstico, nos encontramos con la voluntad consciente de un hombre
que no solo tomó elementos de tradiciones diferentes que estaban siendo
recuperadas en diversos espacios de reproducción cultural (piénsese en la

20
relectura de las tradiciones orientales a finales del siglo XIX y principios del XX en
la literatura o la filosofía, por ejemplo), sino que lo impulsó a tal grado que logró
convocar a otros individuos que compartían sus creencias y siguieron sus
enseñanzas. Sin duda, serán las acciones de Samael Aun Weor no sólo las que
crearon sino que en gran medida, definieron el desarrollo y la estrategia en lo
social y espiritual de la gnosis contemporánea. Su personalidad e influencia han
sido uno de los ejes más importantes que tiene la gnosis para la creación de su
identidad, aun cuando el movimiento se fraccionó después de su muerte en
múltiples instituciones.
La figura de su fundador y sus enseñanzas se ha mantenido presentes a lo
largo del desarrollo del movimiento gnóstico en la actualidad, ya que están
imbuidas de un valor tanto social e histórico, como sagrado. Tan es así que todo
aquel estudiante de la gnosis reconoce en él al Gran Maestro y es a través de la
práctica de sus enseñanzas que el individuo se define como gnóstico, sin importar
de qué asociación sea. De allí que considero necesario, para entender cabalmente
al movimiento gnóstico, analizar quién fue y en qué creía Samael Aun Weor.
El estudio de dicho personaje se debe abordar desde dos perspectivas
fundamentales: la social y la espiritual; entendiendo a esta última en torno de su
rol en la cosmovisión gnóstica. Si bien cada una de ellas es diferente, ninguna es
menos importante que la otra, ya que son dos lados de un mismo sujeto que
conforman su identidad y, por el papel que simbólicamente tiene dentro del
movimiento, la definición de la identidad de aquellos que se autodenominan
gnósticos o estudiantes de la gnosis. De momento, me centraré de manera
particular en el aspecto social, pues su historia personal se amarra con la historia
misma del movimiento. La dimensión espiritual, la discutiré más adelante, cuando
analice de manera detenida a la A.G.E.A.C.A.C.
Cabe decir que el conocimiento de su vida y su obra es central para
quienes ingresan a la gnosis: Patriarca, Maestro y Gurú son títulos que recibe de
parte de todos los gnósticos, sean éstos estudiantes, miembros de Segunda
Cámara o Misioneros –funciones a las que volveré en el siguiente capítulo. Su
vida personal es importante porque sirve hasta hoy, como punto de referencia y

21
comparación para que los misioneros estudien, expliquen y enfaticen distintos
aspectos de sus escritos, pues será su vida, pero sobre todo su obra escrita, lo
que realmente da sentido y estructura todo el temario gnóstico que se estudia
dentro del movimiento. Contenidos que delinean la forma de vida de sus
miembros.
Víctor Manuel Gómez Rodríguez nace el 6 de Marzo de 1917 en Bogotá,
Colombia, personaje a quien después se le conocerá como Aun Weor y después
Samael Aun Weor. Sus primeras etapas de vida no son de mayor interés para el
gnóstico, pues puede decirse que llevo una vida normal como miembro
perteneciente a la clase media trabajadora. Será en la adolescencia cuando
desarrolle un especial interés por los estudios esotéricos; razón por la que a la
edad de 19 años se inscribe en una escuela Rosacruz dirigida por el profesor
Israel Rojas.
Como Rosacruz tiene acceso a libros de carácter espiritual y esotérico,
siendo uno de los más influyentes la obra de La Iglesia Gnóstica de ArnoldKrumm-
Heller, más conocido en como el Maestro Huiracocha, célebre ocultista alemán de
principios del siglo XX, quien al lado de otros, dejaría en Víctor Manuel Gómez
Rodríguez una fuerte huella, y cuyas enseñanzas serán fundamentales en la labor
posterior de este estudiante del esoterismo, como dije antes. Va a ser en este
periodo cuando conozca a Julio Medina Vizcaíno, un joven contemporáneo suyo,
el cual posteriormente será su discípulo y uno de los personajes clave para la
creación del movimiento gnóstico; y a Rafael Romero Cortez, estudiante de
Derecho quien contaba “que a él personalmente le había llamado mucho la
atención las características psicológicas del joven Gómez en su época de
Rosacruz, hasta el extremo que un día cualquiera en esa época le había dicho: ‘te
voy a llevar donde un compañero y amigo de Riohacha, astrologo profesional,
para hacerte un estudio astrológico’. Efectivamente lo llevó a su amigo, el cual le
hizo el estudio astrológico y me contaba el Doctor Romero sobre la sorpresa del
astrologo con el joven Gómez. Le hizo dos veces el mismo estudio con idénticos
resultados, manifestándole Romero Cortez, lo siguiente: ‘Es el caso más raro que
he tenido en mi vida, o se trata de un Arcángel o de un Dios inefable’, ya que las

22
cifras cabalísticas le mostraban al astrologo dicho resultado. El Dr. Romero al oír
eso, le dijo a mi amigo Gómez: ‘Óigame amigo, el día que usted despierte
internamente, le ruego que me busque de inmediato para yo seguirlo’. Después de
la visita al astrólogo cada cual tomó su camino y volvió cada uno a su vida normal”
(Medina Vizcaíno, 1981: 7). Lo anterior hace ver a Samael como un ser divino que
no requiere de una parte humana, lo cual tiene mucho sentido en la cosmovisión
gnóstica. También, sirve para ejemplificar la íntima relación que para el gnóstico
existe entre la vida cotidiana y la vida religiosa o sacra, donde una y otra no son
excluyentes.
No obstante que dentro del esquema de creencias y saberes del
Movimiento Gnóstico, es tomado como alguien sacralizado, pensar en Samael
Aun Weor como un ser atemporal y fuera de la vida social, como un símbolo mítico
cuya existencia se ubica en un tiempo fuera del tiempo, ciertamente sería un error,
ya que si bien su vida como gnóstico tiene una fuerte connotación religiosa, es su
carácter humano y social lo que le da valor como un expositor que se muestra
coherente con una visión de la sacralidad humanizada. Así, se constituye como
una opción bastante novedosa en la sociedad latinoamericana, lugar donde
pueden rastrearse las raíces de esta gnosis moderna en la que se centra el
presente trabajo.
La vida de Samael Aun Weor permite comprender las razones por las
cuales los gnósticos le dan gran valor a la vida humilde y errante, pues él nunca
fue miembro de una elite social (aspecto que, por otra parte facilita su
acercamiento con las personas de clase media, las cuales forman el grueso de la
gnosis en la actualidad). El trabajo interno que Samael Aun Weor realizó es para
el estudiante gnóstico no sólo una forma de vida que lo lleva a estar en armonía
con lo trascendental, sino la manera en que él mismo se vuelve un individuo
trascendente. De allí que Samael Aun Weor lleve el título de Maestro y Gurú de
gnósticos, pues a partir de aplicar sus enseñanzas y forma de vida se busca que
surjan nuevos maestros, que florezcan personas auto-realizadas y trascendidas.
Así, su figura puede ser vista como un ser de rectitud y salvaguarda de los valores
morales y éticos de los gnósticos.

23
No obstante que su figura es muy respetada, sus orígenes no son
reivindicados como los de alguien que siempre tuvo ese halo de hombre santo que
se le da a muchos líderes espirituales; muy por el contrario, se presenta como una
persona normal antes de dedicarse de lleno a la gnosis. Tuvo su vida como
cualquier otro y fueron sus aspiraciones espirituales lo que lo llevaron a trabajar y
dedicarse a estudiar a profundidad el esoterismo para trascender, y después de
haberlo hecho, pasó ese conocimiento a las nuevas generaciones para que
también pudieran alcanzar esa sublimidad de la existencia humana. La
continuidad que se presenta en el trabajo esotérico de la gnosis, en la que no
existe una separación tajante en lo social y terrenal y lo divino y espiritual, como
discutiré con posterioridad, le da a la figura de Samael Aun Weor coherencia con
una meta que está al alcance de todos y que solo se puede conseguir con un
trabajo interno arduo.
A pesar de que él es el guía espiritual y el Patriarca de la gnosis, para
alcanzar el grado de maestría que él representa, se requiere de una labor personal
intensa para construirse a sí mismo en un ser trascendente. Explicar su figura es
pues una manera de obtener referentes para comprender la identidad del gnóstico,
ya que da unidad a la comunidad, doctrinalmente hablando.

4. Historia de una asociación


4.1. Las primeras asociaciones gnósticas contemporáneas
Las primeras asociaciones gnósticas se van a caracterizar por la unidad del
movimiento. De hecho se puede decir que mientras el fundador vivía, se hablaba
de una sola asociación con forma más simple en su organización, pues giraba en
torno a un solo individuo, el cual exponía y daba conferencias acerca de los
planteamientos gnósticos. Una vez terminado su ciclo de conferencias, les
encargaba a sus estudiantes abrir otras casas asociación en diferentes zonas;
aunque frecuentemente se reunían para realizar prácticas y recibir nuevas
conferencias que se añadían a lo ya aprendido. Esta etapa temprana de la gnosis
era local, pues apenas se preparaba el primer grupo que ayudarían a extender e
internacionalizar el movimiento. Algunos dirigentes de otras asociaciones ajenas a

24
A.G.E.A.C.A.C. se encontraban dentro de los primeros grupos. El método como se
imparte la gnosis actualmente no ha variado, pues el modelo de impartir el
conocimiento a través de conferencias sigue vigente.
A pesar de que para entonces ya existía un grupo de estudiantes o
personas interesadas en la gnosis, se puede tomar como el inicio “oficial” del
movimiento, la publicación del primer libro de Samael titulado El matrimonio
perfecto o puerta de entrada a la iniciación, pues en él se establecen las bases
dogmáticas con las cuales se rige el movimiento. Este texto es un libro básico de
lectura para ir comprendiendo los diferentes temas que se desarrollan en etapas
posteriores de la formación gnóstica.
Varios de los miembros que conformaron el primer grupo gnóstico, fueron
personas a quienes el fundador conoció en su tiempo de estudiante esotérico,
como en el movimiento Rosacruz de Colombia; individuos que tenían una noción
similar de lo espiritual a la de su fundador, o que les interesaba su punto de vista.
Todos ellos sentaron las bases para que se institucionalizara el movimiento y se
consolidara, al tal grado de que ya para la década de los 70 del siglo XX, después
del fallecimiento de Samael, no sólo se expandiera e internacionalizara, sino que
también se fracturara, fundándose distintas asociaciones.
El primer núcleo de estudiosos se formó con los campesinos de la Sierra
Nevada de Santa Martha, municipio de Ciénaga, perteneciente al departamento de
Magdalena, Colombia, antiguo poblado de San Andrés, en donde se le da el
nombre al grupo de Movimiento Gnóstico Cristiano Universal (MGCU). Según su
fundador, se escoge el término de movimiento “porque es una acción en
movimiento…como un tren en marcha, va hacia una meta igual que un tren” (Aun
Weor, 1981: 27). Así, se enfatiza el carácter dinámico que caracterizará la gnosis
heredera de él.
Es en el año de 1953 cuando este grupo crea el emblema y la bandera
distintivos, dos elementos simbólicos que delinearán su ideología e identidad. El
primer emblema está dividido en tres partes: en la parte superior derecha un cielo
tachonado de estrellas de cinco puntas de gules sobre azur; el cuadro superior

25
izquierdo representa un cielo azur sin estrellas; y, en la parte inferior un león en
posición de ataque que simboliza la ley sobre azur.

Primer emblema de la gnosis


Fuente: http://www.linajegnostico.org/emblemas.htm

Su importancia radica en que la heráldica es un escudo, un blasón que


define y da identidad a un grupo en específico, relacionado a los individuos por
múltiples factores, ya sean consanguíneos o de metas comunes: En el caso de la
gnosis fue un símbolo que en su momento sirvió para dar cara e identidad al
movimiento.
El emblema ha caído en desuso a través de las generaciones y
organizaciones, posteriores mientras que la bandera se ha mantenido intacta
hasta nuestros días. Desde la perspectiva de los propios integrantes del
movimiento, tales cambios se explican porque mientras el emblema nació para
representar únicamente al MGCU, la bandera simboliza a la Nueva Era de
Acuario, la cual juega un papel importante dentro de las creencias gnósticas. De
tal manera que el emblema estaba sujeto a la institución que posteriormente se
transformará y dividirá; en tanto que la bandera se elaboró a partir de un enfoque

26
más trascendental y espiritual al tratarse del nacimiento de una nueva era, la de
Acuario.
La bandera tiene los colores rojo y blanco, en donde el rojo significa la
guerra y el blanco la paz, así como el rojo representa la sangre del Cristo y el blanco
pureza, castidad. Para los gnósticos la guerra refiere a la lucha psicológica que el
individuo tiene que realizar sobre sí mismo para poder llegar a un estado
trascendente de paz. Al centro tiene una cruz dorada que representa la unión
entre el mundo terrenal (conocido como horizontal) y el mundo espiritual (el
vertical). Es en la unión de estos dos mundos situados en el presente, donde el
estudiante debe ubicar su conciencia y su razonamiento para vivir y experimentar
el trabajo gnóstico. El asta es una caña de bambú de 7 nudos y en lo alto una cruz
de hierro pequeña, de la que penden 2 cintas una blanca y otra negra que
representan la dualidad, las dos fuerzas positivas y negativas.

Bandera de acuario
Fuente: http://www.linajegnostico.org/emblemas.htm

27
Aunque el movimiento recién fundado en Colombia funcionaba de acuerdo
a lo estipulado inicialmente por su fundador, pronto surgieron una serie de
conflictos internos que originó varias separaciones entre sus miembros; algunos
integrándose a diversas escuelas esotéricas y otros fundando sus propias
organizaciones, varias de las cuales no prosperaron. En este ambiente Samael
Aun Weor decide iniciar su viaje hacia el Norte del continente americano, y junto a
su mujer e hijos llegó inicialmente a Panamá, en mayo de 1954, para
posteriormente avanzar lentamente por el resto de las naciones centroamericanas
hasta llegar a México, hospedándose en la ciudad de Toluca y después en la
actual Ciudad de México. La llegada a México va a ser de suma importancia para
el movimiento, pues es aquí donde se va a dar su consolidación institucional e
iniciará su expansión tanto dentro como fuera de América. Además, en años
posteriores, será aquí donde se establezca el centro de capacitación de América
Latina y su sede internacional.

4.2 La llegada a México


El crecimiento del movimiento gnóstico fue notorio en Sudamérica, ya que a
principios de los años 50 contaba con más de 300 aulas de estudio donde se
impartían las conferencias, muchas de ellas en Colombia. Allí se incorporan varios
de los estudiantes que ayudarían a su expansión en la región. Mientras algunos no
se alejaron de la zona, otros se dirigieron a Centroamérica para abrir nuevos
centros de estudio y así formar a nuevas generaciones de gnósticos que
continuaron con la labor de llevar las enseñanzas del maestro.
La selección de México como nueva sede del movimiento gnóstico no fue
una decisión aleatoria, pues es un país con una gran riqueza cultural, heredada
del mundo prehispánico, en especial de las culturas azteca y maya. Desde la
cosmología gnóstica hay un factor que convierte a México en un punto esotérico
muy fuerte:
cuando ocurrió la tragedia de la Atlántida que el continente de la Atlántida
se hundió en las aguas del océano con el mismo nombre quedaron como
parte de un pie de raza, gentes que se salvaron, unos fueron al Tíbet, otros
a la India, otros a Egipto y otros más aquí a México porque originalmente y
más o menos en asociación con méritos esotéricos y con posición
28
geográfica; Egipto, Tíbet e India y México son los tres puntales esotéricos
de todo el mundo, de todo el universo. Se debe precisamente, a una ley
esotérica que indica que si hay una causa tiene que haber un efecto, si se
produjo por ejemplo esa cuestión del hundimiento de la Atlántida en el
océano y que hubo sobrevivientes que fueron llevados unos a un lado y a
otros a otros lados del mundo, el magnetismo que se tiene en determinadas
partes del mundo, ese magnetismo hace posible la conjunción de las leyes.
La ley de retorno, es decir que los que ya habían estado ahí y en otras
existencias volvieran a ese lugar, y el otro fenómeno que se espera de
recurrencia indica que seres que ya habían sido dotados de vida y por algo
preservados de la catástrofe que hubo para que la raza Atlántida
desapareciera, entonces México, Tíbet e India además de Egipto, tienen
una razón esotérica muy poderosa –afirma Jairo, Guadalajara, 20133.

Los gnósticos miden el tiempo con base en el ciclo de humanidades, cada planeta
tiene una ronda en las que habitan 7 humanidades, después de las cuales el ciclo
se cierra y el planeta muere; dichos ciclos duran miles de millones de años.
Actualmente se cuenta esta humanidad como la quinta que lleva su nombre como
raza Aria, y de las cuales ya le antecedieron 4: la primera que fue la
Protoplasmática, seguida de la Hiperbórea y la Lémur y Atlante, sucesivamente.
Es así que a mediados de los años 50 se opta por mandar a estudiantes a
instalarse en el país para abrir asociaciones, sobre todo en zonas del altiplano
central, como la ciudad de Toluca y el Distrito Federal, para preparar la llegada de
Samael Aun Weor e institucionalizar formalmente la gnosis. Samael llega a México
en el año de 1958 concentrándose en la escritura de libros y en dar conferencias.
Su trabajo era enviado a los diferentes países donde la gnosis tenía presencia. En
vista de que cada país tiene sus propias normas y leyes, el movimiento gnóstico
se adaptó a las condiciones socioculturales en donde se hizo presente,
provocando que aparezca bajo denominaciones diferentes que tenían su sede
patriarcal en México y desde aquí se administraba las acciones de la gnosis en el
resto del mundo donde está presente.
Víctor Manuel Chávez Caballero, quien fue alumno de Samael Aun Weor y,
posteriormente, el primer presidente de la A.G.E.A.C.A.C., ayuda a sentar las
bases legales para consolidar el movimiento como una asociación civil. Su

3
Todas las entrevistas las realicé a lo largo de mi trabajo de campo entre los años 2011 y 2014, en
diferentes casas asociación de la Zona Metropolitana de Guadalajara.

29
conformación en asociación civil tiene como función una coordinación más
administrativa que doctrinal. Entre sus atribuciones está el resolver los asuntos
legales que puedan surgir en distintos países donde tiene presencia; coordinar la
ubicación donde se encuentran misioneros y los destinos a los que se les mandan,
ya sea para seguir en una asociación establecida o para abrir una nueva. La
A.G.E.A.C.A.C. cobija institucionalmente a los diferentes grupos gnósticos tanto
dentro del país como fuera de éste, convirtiéndose en una asociación no sólo
regional, sino internacional. Desde sus inicios la A.G.E.A.C.A.C. se ha ocupado de
impulsar y mantener el crecimiento de las gnosis, llegando a tener presencia en
países tan alejados como Mongolia.
A lo largo de su historia, el movimiento gnóstico tuvo un congreso
ecuménico en la ciudad de San Salvador, en la República de El Salvador, el 27 de
diciembre de 1972 y un “Encuentro Internacional de Cultura Hermética” en 1975,
donde se dieron conferencias sobre temas de la gnosis. Sin embargo, es en el año
de 1976, entre los días 26 de Octubre y el 3 de Noviembre, que se celebra en la
ciudad de Guadalajara el “Primer Congreso Gnóstico Internacional de
Antropología”, que es considerado por muchos uno de los eventos más
importantes de la gnosis en general.

4.3 El Primer Congreso Gnóstico Internacional de Antropología


Antes de la celebración del congreso, ya había en Guadalajara asociaciones
gnósticas. La misión de arribar a la ciudad estuvo encomendada al Señor Joaquín
Enrique Amórtegui Valbuena, quien llega en el año de 1975. Él organiza el centro
de capacitación actual, conocido como Centro de Formación de Misioneros
Gnósticos Internacional, el cual contó en sus primeras generaciones con varios
estudiantes extranjeros provenientes de América del Sur. Su ubicación se
encontraba en el cruce de las calles de Justo Sierra y Gabriel Ramos Millán, en la
zona centro de la ciudad. Era una casa con aproximadamente 14 cuartos en los
cuales se hospedaban sus estudiantes. En aquel entonces el curso completo tenía
un valor de alrededor de 380 dólares, que se utilizaban para el mantenimiento del
lugar y la manutención de sus habitantes. Al igual que hoy, el curso tenía una

30
duración de 4 meses, donde se discutían los temas, las formas de exponerlos,
como organizar una asociación y las prácticas que se pueden realizar; y una vez
aprendido lo anterior, se concluía con un evento de clausura donde se les
otorgaba el título de misionero y se designaba al graduado a una zona
determinada para comenzar la labor de difusión; sitio en que debía permanecer
hasta que las autoridades lo enviarán a otro lugar.
Unos años después, la asociación consiguió un terreno cerca de una
urbanización campestre llamada “Agua Escondida” y construyó ahí lo que
actualmente es el monasterio y el nuevo centro de capacitación, ubicado en el
municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos. No obstante que en la actualidad
existen tres centros en los países de Estados Unidos y España, será el de Jalisco
el más importante de todos, pues comparte terreno con el monasterio, el cual se
considera el templo principal de la gnosis. A este centro de capacitación se le
conoce coloquialmente, como “la casa de la estrella”, por la estrella de 5 puntas
que adorna la construcción. En dicho espacio se realizan periódicamente muchas
ceremonias y eventos de A.G.E.A.C.A.C. como lo son conferencias, retiros,
rituales y el curso de capacitación de misioneros gnósticos. Para los gnósticos es
un punto de reunión a donde acuden miembros de diferentes partes del país y del
extranjero, y donde los misioneros pueden convivir e intercambiar sus puntos de
vista sobre la forma como administran las asociaciones de las que son
responsables y la manera como imparten el conocimiento gnóstico. Gracias a la
labor de Joaquín Enrique Amórtegui Valbuena, conocido entre los gnósticos como
el Venerable Maestro Rabolú, se orgniza el primer congreso internacional que es
tenido como un hito, como un antes y un después de la gnosis.
El Primer Congreso Gnóstico Internacional de Antropología cuyo lema fue
“Rumbo a la Conquista del Ser”, se realizó en el aquel entonces Hotel Marriot de
Guadalajara, hoy Hotel Misión Carlton, al cual acudieron delegados de los distintos
países en los que la gnosis tenía presencia. El 27 de Octubre en el salón Xalixtlico
se procedió a la inauguración oficial del evento y contó con la presencia de Mario
Fortino Alfonso Moreno Reyes, mejor conocido como “Cantinflas”. Paralelo al
evento se llevó a cabo la Primera Asamblea Internacional de Damas Gnósticas.

31
Durante el evento hubo conferencias, danzas y música de la orquesta sinfónica de
Guadalajara. En ellas se habló sobre los planes de extender la gnosis a Canadá y
Europa, lo que eventualmente se logró. El evento tuvo dos facetas, una pública
con conferencias y otra interna, en la que se establecieron los lineamientos a
seguir en la doctrina gnóstica sobre las conferencias, las prácticas y los rituales,
cuyos resultados siguen vigentes en la mayoría de las asociaciones actuales.

Mario Moreno “Cantinflas” y Samael Aun Weor en el Primer Congreso Internacional de


Antropología,
Fuente: http://www.gnosishoy.com/samael_aun_weor/cantinflas.jpg

5. Los Nuevos Maestros y el surgimiento de nuevas asociaciones


Mientras Samael Aun Weor vivía, todas las asociaciones estaban auspiciadas
jurídicamente bajo una misma institución que las coordinaba y dirigía, resolviendo
sus conflictos legales y administrativos. Tal situación cambió después del 24 de
Diciembre de 1977, fecha en que fallece.
Dentro de la gnosis un Maestro se define como una persona que ha
trabajado intensamente sobre sí mismo, tanto en lo psicológico como en lo

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espiritual, ya que ambos van de la mano, y ha adquirido así, un grado esotérico
que lo lleva a alcanzar el despertar de la conciencia. Es su trabajo interno lo que lo
define e identifica, tiene conciencia objetiva de todo lo que acontece a su
alrededor y es desde el punto de vista de gnóstico, un humano que se ha vuelto
un hombre auténtico y ha trascendido la barrera que divide lo sagrado del mundo
meramente terrenal.
Muchos de los primeros integrantes del movimiento alcanzaron el grado
esotérico de Maestro y fueron reconocidos por el mismo Samael Aun Weor.
También ellos han escrito diferentes libros que buscan de alguna manera extender
el conocimiento gnóstico del fundador y otros sólo se han enfocado a impartir la
enseñanza basándose en sus obras. Será de este grupo de iniciados de donde
provendrá la ruptura al interior del movimiento, pues unos fundaran nuevas
asociaciones bajo la bandera de la gnosis, pero ya no responderán
administrativamente a la misma agrupación.
A raíz del fallecimiento de Samael Aun Weor, la A.G.E.A.C.A.C.
experimentará diferentes separaciones de gnósticos, quienes fundarían sus
propias instituciones. Mientras estaba con vida el fundador presentó a las tres
personas quienes se harían cargo de la asociación: Su hija menor Hypatia Goméz
Garro, quien fungiría como Coordinadora de Misioneros, Víctor Manuel Chávez
Caballero sería el presidente internacional y el Sr. Federico su secretario; salvo el
presidente quien fallece en el año 2010 y fue sucedido por el Ing. Guillermo Corpi
Lara, el resto sigue en funciones.
Como dije antes, el surgimiento de nuevas asociaciones deberá ser
entendido más en términos administrativos que doctrinales, pues incluso la
A.G.E.A.C.A.C. reconoce que varias poseen los principios gnósticos, pero no se
responsabiliza de lo que ellas hacen y cómo lo hacen. Entre las asociaciones que
han sobrevivido a lo largo del tiempo se encuantra la propia A.G.E.A.C.A.C., el
Instituto Gnóstico de Antropología (I.G.A.), el Movimiento Gnóstico Cristiano
Universal (M.G.C.U.) y el Instituto Quetzalcóatl. Con excepción del I.G.A., el resto
tienen presencia en la zona metropolitana de Guadalajara; sin contar además, a

33
los misioneros libres quienes se hacen cargo personalmente de su asociación y no
están ligados a ninguna institución en especial.
Como he mencionado, la A.G.E.A.C.A.C. cuenta con una larga trayectoria y
entenderla y analizarla ayuda a comprender de forma más profunda el
desenvolvimiento que la gnosis ha tenido y el papel que juega en la sociedad
actual, aspectos que desarrollaré en los siguientes capítulos.

34
Capítulo II
La Asociación Gnóstica de Estudios de Antropología y Ciencias,
Asociación Civil (A.G.E.A.C.A.C.)

1. La Doctrina y la Institución
En el capítulo anterior, señalo que la Asociación Gnóstica de Estudios de
Antropología y Ciencias, A.C. (A.G.E.A.C.A.C.) inició sus actividades en México
en los primeros años de los 70 del siglo pasado, impulsada por el propio fundador
del movimiento gnóstico contemporáneo Samael Aun Weor y sus colaboradores
más cercanos. También indico el papel que aquel personaje tiene como figura
central para la definición e identidad del movimiento. Ahora, me centraré en
describir la organización misma de la asociación y los elementos doctrinarios
centrales que la soportan y delinean el ser gnóstico. Todo lo anterior con el objeto
de comprender a qué pudo responder su establecimiento y arraigamiento en la
sociedad actual, como discutiré más ampliamente en los próximos capítulos.
En el movimiento gnóstico de la A.G.E.A.C.A.C tanto la doctrina como la
institución constituyen partes fundamentales en su composición, razón por la que
enseguida explicaré los elementos que la conforman. Cabe decir que el espacio,
entendido más allá del sitio geográfico en el que se ubica, es el ambiente en
donde los estudiantes gnósticos vienen a aprender, convivir y trazar su propia
definición de qué es la gnosis y la forma como debe determinar su diario vivir. Sin
duda, todo ello está enmarcado en la doctrina, pues es su cosmovisión el eje
central de las dinámicas que se generan no sólo en lo colectivo, sino en lo
personal, y también no únicamente dentro de las casas asociación, sino en la
misma sociedad donde vive el gnóstico.

2. La A.G.E.A.C.A.C.
La A.G.E.A.C.A.C. tiene dos sedes o, mejor dicho, dispone de dos lugares en
donde se hayan establecidas sus autoridades: en la Ciudad de México, lugar en el

35
que se encuentra la Coordinadora y el Secretario, y en Guadalajara en la que se
localiza el Presidente del movimiento. Por su parte, el centro de capacitación que
se localiza en país está ubicado en el municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos,
en el Estado de Jalisco; el cual en palabras de los gnósticos de la institución, es el
corazón espiritual de la gnosis a nivel mundial. El resto de los centros de
capacitación existentes se hallan en España y Estados Unidos, de manera que en
México se localizan los espacios institucionales más importantes de la asociación.
Por razones estratégicas, la organización se divide en diferentes casas o
asociaciones menores a lo largo del país y el resto de América, Europa, África y
Asia; en estos dos últimos existen asociaciones más pequeñas respecto de
América y Europa. De hecho, dentro de la Zona Metropolitana de Guadalajara
existen alrededor de nueve o diez asociaciones aproximadamente, entre las que
se pueden contar aquellas que se ubican en la Calzada Independencia y frente a
la estación de Mexicaltzingo, en el municipio de Guadalajara, en el centro de
Zapopan, en Tlaquepaque y Tonalá.
Respecto de su organización interna la A.G.E.A.C.A.C. está estructurada de
la siguiente manera:
 Fundador.
 Las autoridades.
a) Presidente.
b) Secretario.
c) Coordinadora.
 Centros de capacitación
a) Abad.
b) Abadesa.
 Casas de la asociación dispersas tanto en México como en varios
países.
a) Misioneros
b) Miembros de Segunda Cámara.
c) Miembros de Fase b.
d) Miembros de Cámara Pública.

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 Fundador, Samael Aun Weor
Como señalo en el capítulo anterior, el fundador y primer dirigente del movimiento
gnóstico fue Samael Aun Weor. Su persona fue en vida un elemento clave en el
sentido social y espiritual de la gnosis, y aún después de fallecido, su relevancia
no se ha visto disminuida con el paso del tiempo. Los libros que escribió en vida
dieron forma al marco teológico de la gnosis, además de las conferencias que
impartió donde explicaba y ejemplificaba lo escrito en ellos. Tanto los libros como
las conferencias se siguen empleando con la misma validez que hace más de 40
años. Él fue también quien establece la estructura institucional del movimiento,
obtiene el título de Gran Patriarca de la Gnosis y a pesar de las divisiones y
escisiones que ha sufrido, sus miembros, todos sin excepción, lo reconocen como
tal. Así sucede con los adeptos de la A.G.E.A.C.A.C., del instituto Gnóstico de
Antropología (IGA), del Instituto Quetzalcóatl e incluso con practicantes
independientes. Razón por la que en la actualidad su figura se encuentra
íntimamente ligada a la doctrina gnóstica y a la misma identidad como gnóstico, y
es el punto neurálgico que articula al resto de las partes que conforman a la
institución.

 Las autoridades de la A.G.E.A.C.A.C.


Mientras Samael Aun Weor vivía su persona mantenía al movimiento gnóstico
bajo una sola dirección, la suya. Él asumía la responsabilidad y determinaba lo
que debía hacerse en los diferentes países, por lo que es posible hablar de un
solo grupo o, más bien, de una sola jerarquía. Desde luego que el movimiento no
estaba exento de tensiones, pues al tratarse de un organismo internacional,
existían diferencias culturales entre las asociaciones de distintos países y las
formas tan variadas como los misioneros las dirigían. Aunque existía una sola
dirección representada en la presencia del Patriarca y el papel que jugaba,
administrativamente empezaron a surgir indicios de una eventual separación. Si
bien era en México donde se hallaba el centro de capacitación para volverse
misioneros, al momento de regresar a sus países se subordinaban a las

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administraciones que regulaban las actividades regionales, asumiendo prácticas
diversas en cada una de ellas.
A su muerte, en el año de 1977, el movimiento se divide en diferentes
organismos institucionales, los cuales para intentar llenar el hueco administrativo,
dejado por el fundador, deciden que el poder quede dividido en un triunvirato: el
Presidente, la Coordinadora y el Secretario.

a) Presidente
En la historia de la A.G.E.A.C.A.C. solo ha habido dos presidentes, el Antropólogo
Víctor Manuel Chávez Caballero y el Ingeniero Guillermo Corpi. El primero de
carácter vitalicio y el segundo por un periodo de 6 años. Entre las tres figuras más
importantes la del presidente parece tener mayor autoridad. Como representante
oficial, entre sus deberes está dirigir junto a los otros dos representantes, las
acciones del movimiento dentro y fuera del país, por lo que es común que
constantemente se encuentre viajando.
Resulta interesante el hecho de la existencia de los dos presidentes, esto
se explica porque dentro de la gnosis la institución tiene una parte religiosa que
cuenta con su propia jerarquía: Gran Patriarca, Maestros, Obispos y Sacerdotes.
En el caso de Víctor Manuel Chávez Caballero, él ha sido el único reconocido
como Obispo dentro de la A.G.E.A.C.A.C., ya que hasta el día de hoy no existe
alguien que ostente ese cargo, por lo que en su persona se conjuntan dos
funciones fundamentales: la de Obispo y Presidente. En tanto que el actual
presidente solo ocupa el puesto administrativo de la organización en su aspecto
social. En la asociación está contemplado el hecho de que cuando el presidente
deje de ser competente para el puesto, puede llegar a ser destituido o darse de
baja por su propia voluntad; no obstante, hasta ahora no ha llegado a suceder ni
una, ni otra situación.

b) Coordinadora
La persona que se encuentra en esta posición es la Doctora Hypatía Gómez, hija
de Samael Aun Weor, por lo que a la vista de los gnósticos de la A.G.E.A.C.A.C.

38
es la heredera de la labor de su padre; aunque ella no sea la presidenta, su cargo
como coordinadora es de carácter vitalicio. Así, se da una continuidad en la
historia de la gnosis: mientras Samael Aun Weor fue el dirigente y fundador, su
hija, junto con el presidente y el secretario, le suceden para hacerse cargo de la
organización. Como coordinadora, su papel es el de organizar a los misioneros y
colocarlos en las asociaciones donde que se requieran. Asimismo, como heredera
del legado de su padre, debe acudir a todos los eventos oficiales para legitimarlos
y darles mayor relevancia.

c) Secretario
Las funciones del secretario están muy fuertemente vinculadas a las del
presidente, ya que es quien se encarga de los asuntos legales de la
A.G.E.A.C.A.C., tanto a nivel nacional como internacional.

 Centros de capacitación
En los centros de capacitación se ofrecen los cursos que les permiten a aquellos
miembros de Segunda Cámara ascender al grado de misionero. El curso para
llegar a ser misionero tiene una duración de tres meses de lunes a sábado, y el
domingo es el día de descanso, en el que los estudiantes pueden salir del centro y
realizar diversas actividades de índole personal. Cabe destacar que el lapso
comprendido de lunes a sábado, los estudiantes comen y duermen en el centro y
dedican los días a estudiar y exponer los temas gnósticos que conforman toda la
ideología, como si de un colegio se tratase. Pasados los tres meses se realiza una
clausura a modo de festejo donde asisten miembros de diferentes lugares para
presenciar el acto de asignación; por lo regular se realiza en un casino o salón de
eventos. Es en el festejo en donde se informa a todos los asistentes a qué lugar
del mundo se dirigirán los egresados a impartir los cursos de la gnosis y en qué
calidad van, ya sea que estén destinados a fundar una nueva asociación menor,
sustituir a un misionero que previamente ha sido transferido a otro lugar, o como
apoyo a un misionero. En este último caso, normalmente es cuando a pesar de
que el egresado hizo todo el curso, consideran que aún no está listo o le falta más

39
madurez, por lo que lo envían con otro misionero con la finalidad tanto de apoyarlo
como para que adquiera experiencia.
A lo largo del año solo ser realizan dos cursos con un total de 6 meses,
para que en el tiempo restante el abad puedan prepararse en lo material, ya que si
bien el curso tiene un costo aproximado de $ 4,000 pesos por persona, en donde
se incluye la comida, el hospedaje y el material didáctico, no todos los gastos
pueden ser cubiertos con la cuota y es necesario recibir apoyo de otros miembros
del movimiento.
Los responsables del centro de capacitación son generalmente un
matrimonio de misioneros con bastante tiempo enseñando la gnosis, a ellos se les
da el título de abad y abadesa. Su posición les otorga responsabilidad, mas no
autoridad hacía los otros misioneros, aunque sí se les ve con respeto por parte de
sus colegas, el cual se expresa con muestras de solidaridad al momento de
realizar tareas que ellos por sí mismos no pueden resolver, como es el caso del
mantenimiento y/o remodelación del centro de trabajo. El cargo dura seis años,
periodo en el que realizan un total de 12 cursos. Si el abad no cumple o falla en
sus deberes, las autoridades son las encargadas de remplazarlo.

 Asociaciones menores
Todas las asociaciones menores presentan cierta autonomía en la manera en
como manejan sus asuntos y actividades, aunque mantienen también fidelidad
hacia la A.G.E.A.C.A.C, lo que evita que cada asociación se separe o se aislé
completamente de la organización. En ocasiones los misioneros acuerdan entre sí
hacer excursiones, convivencias o diversas actividades para fomentar los lazos
entre los miembros y evitar la sensación de que se pertenece a un centro aislado y
ajeno. Por sí sola cada asociación presenta una estructura interna que impide las
escisiones entre grupos y al interior de la misma. Así cada asociación menor se
organiza de la siguiente manera:

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a) El misionero o misioneros
Siempre se busca que sean varios los encargados de cada asociación para dividir
los deberes; de preferencia es deseable que se trate de un matrimonio, como dije
antes. Lo anterior tiene su explicación en el mismo marco teológico de la gnosis,
como explicaré con posterioridad, en el cual el papel del matrimonio constituye
una pieza clave en el sistema de creencias. Entre sus deberes están la
administración del lugar y la planeación de las actividades a realizarse, la
exposición de conferencias en todas las cámaras y la organización de tareas que
complementen los temas expuestos en los cursos o talleres. Además, en la vida
cotidiana, el misionero debe de trabajar para mantener a su familia (en caso de
tener) y a él mismo, como hace cualquier persona. Estando a la cabeza, su
función es hacerse responsable del grupo en general para poder mantener el
orden. Es su figura quien conecta a la asociación menor con el resto de la
institución y, aunque su permanencia sea siempre temporal, es él quien decide el
modo de hacer las cosas; así como también designa los horarios en que cada
grupo debe ir a la asociación. El periodo en que el misionero pasa en cada lugar
es variable, puede permanecer un año o más, de hecho existen misioneros que
han pasado ocho años en una asociación para después durar solo un año en la
siguiente, según consideren necesario las autoridades centrales, en especial la
coordinadora.
A pesar de que al frente de cada asociación menor esté o pueda estar un
matrimonio, es normalmente el hombre quien realiza la mayoría de las actividades:
dar conferencias, organizar al grupo, etcétera. Mientras que la mujer tiene una
posición más pasiva en cuanto a la asociación se refiere, jugando un papel de
apoyo en los preparativos para realizar las actividades. En cuanto a la vida diaria
puede tomar un rol más activo para solventar las necesidades económicas o de
cualquier tipo, pero es muy raro que sea ella la única responsable de hacerlo,
pues en la mayoría de los casos, el hombre debe trabajar porque es frecuente que
la asociación se ubique en una casa rentada.
Quien desee ser misionero debe pasar más del año en Segunda Cámara
para que sea visto como alguien maduro capaz de afrontar cualquier adversidad

41
que se le presente, como por ejemplo: el interesado debe entender que
prácticamente se está por su cuenta, pues al ser una asociación civil, los centros
de capacitación se mantienen solo a través de los recursos que sus miembros
aportan. La A.G.E.A.C.A.C. no posee una infraestructura económica que permita
garantizar una ayuda regular a cada asociación que tiene. Esto ha permitido una
parcial independencia en cada una de las asociaciones, ya que son sus miembros
y el misionero los encargados de manejar los asuntos internos, evitando así una
centralización del poder en la institución. Aspecto que le da cierto grado de libertad
al instructor para decidir la forma como ha de llevar a cabo las actividades en su
asociación. Sin embargo, también es cierto que los directivos de la A.G.E.A.C.A.C.
tienen como una de sus funciones primarias regular las actividades de sus
misioneros para que las diferencias no se acentúen y deriven en escisiones que
dividan a la comunidad gnóstica.
La relativa libertad que goza el misionero para manejar los asuntos de su
asociación, le permite un amplio campo de acción, sin duda, pero lo cierto es que
presenta el inconveniente de que tiene que ser él y el resto de los miembros,
quienes tienen que resolver los problemas y solventar las necesidades y
carencias. Sus actividades requieren de una dedicación del 100% a la asociación
por lo que se ve obligado a dividir su tiempo en el trabajo, la familia y preparar las
conferencias para los distintos grupos, ya que tiene que supervisar el desarrollo no
sólo de la Segunda Cámara sino también de la Cámara Pública y la Fase B.
La resolución de las exigencias financieras a cuenta de su persona, será
una constante, pues si es trasladado de un lugar a otro tiene que reiniciar de
nuevo para adaptarse al nuevo lugar y corre por su parte solventar los gastos
tanto de traslado, como del espacio que habitará en él.
En los casos donde existe abad y abadesa, es común que el hombre sea
quien se encargue de las conferencias y tratar directamente con los grupos,
mientras que la mujer se encarga del mantenimiento del lugar y la administración
de los recursos, participando sólo ocasionalmente en las conferencias. Cuando el
misionero es soletero, debido a que la administración del lugar puede resultar
agobiante para una sola persona, la institución busca que se le designe un

42
compañero para auxiliarlo en las tareas; es entonces cuando se designa a alguien
que recién se ha vuelto misionero. De esta forma, el nuevo misionero no sólo
apoya sino que también adquiere experiencia para cuando sea su turno de
hacerse cargo de una asociación menor.

b) Segunda Cámara
En el desarrollo del lugar, el misionero cuenta con el apoyo de los miembros de
Segunda Cámara quienes algunas veces se encargan de pintar y remodelar y, en
otras, apoyar financieramente los trabajos que requieren el oficio de un
especialista; o también apoyan con la renta.
En lo religioso, los integrantes de la Segunda Cámara son quienes
realmente conforman el grueso de la A.G.E.A.C.A.C. y participan en los trabajos
más importantes que determinan y fortalecen la identidad de un gnóstico. Del
grupo salen quienes van a ser los futuros misioneros, una decisión que casi
siempre es de carácter personal, pero en la que existe una fuerte influencia de la
comunidad. Son ellos quienes asumen la responsabilidad y el compromiso de que
la gnosis se afiance en un lugar y de que se expanda a nuevos territorios. El pase
a la Segunda Cámara se da después de haber asistido al ciclo de conferencias
tanto de Primera Cámara o Pública como de Fase B, que normalmente va del año
al año y medio de duración. Una vez cubierto todo el ciclo, son evaluados por el
misionero para ver si son aptos o no, si tienen la madurez y el conocimiento
suficiente en el sistema doctrinario o necesitan repasar los tema; de no ser así se
reincorporan al nuevo grupo de Fase B hasta la siguiente evaluación, pero si ya
están listos, se realiza un ritual de paso en donde acuden miembros de otras
asociaciones para que el nuevo miembro pueda escoger a un padrino que fungirá
como su asesor o guía.
Todos los miembros de los diferentes grupos pueden asistir o no a voluntad,
siendo la responsabilidad social y personal lo que hace que acudan en caso de
dudas, y si éstas no se resuelven o se agrandan, la persona se retira, en varias
ocasiones de manera definitiva. Para evitar que eso ocurra, es necesaria la
intervención del misionero, quien determina el nivel de comprensión y dominio de

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los temas por parte del estudiante. Una vez dominada el área teórica, se puede
ingresar a la Segunda Cámara en donde se profundizan más los temas estudiados
en las Cámara anterior.

c) Fase B
Es parte de la Cámara Pública pero con más especialización en los temas, en
comparación con quienes apenas comienzan. Solo los integrantes de la Fase B
son quienes pueden pasar a la Segunda Cámara, una vez aprobada su respectiva
evaluación. Es normal que sea en esta fase donde se vean las mayores
deserciones, por lo que solo integran la Segunda Cámara contadas personas.
La duración estimada de esta fase es de tres a seis meses, esperando que
cuando concluya, el nuevo miembro de la asociación ya tenga una idea clara de lo
que es la gnosis y cuáles son sus metas. En general no comparten los deberes
que tienen los miembros de Segunda Cámara y solo se requiere su ayuda cuando
los integrantes del grupo no pueden o resultan ser insuficientes, como es el caso
del mantenimiento del lugar y/o repartir volantes para la apertura de un nuevo
curso.

d) Cámara Pública
Se trata de aquellos que recién comienzan; es decir, personas interesadas o que
les llama la atención la gnosis. Su única obligación es ir a las conferencias.
Mientras se está en esta cámara, son casi ajenos a la asociación y solo hay
contacto con el resto de los miembros del movimiento, cuando una persona de
este grupo tiene relación con algún miembro de Fase B o Segunda Cámara (un
familiar, un amigo, etc.). Si la persona deja de asistir en este punto, se toma más
como una salida que como una deserción, ya que para él la gnosis todavía le es
extraña y desconocida, pues los temas expuestos son de más de dominio público
y no se entra aún de lleno en la cosmovisión gnóstica; cosa que sucede hasta la
Fase B. No es lo mismo para la asociación una persona que se sale y que aún
desconoce la mayor parte de la doctrina, a uno que ya tiene un amplio
conocimiento acerca de lo qué es el movimiento.

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Por otra parte, como señalé ya, al tratarse de una asociación civil, los
miembros son quienes se encargan de mantener en funcionamiento a la
organización. Una forma de asegurar que así sea está relacionada con su propia
estructura de división en asociaciones menores o casas, que son semi-
independientes; es decir, los miembros de la casa ubicada en la Calzada
Independencia poco o casi nada tienen que ver con las responsabilidades de la
asociación de Mexicaltzingo, y solo intervienen en ayudas voluntarias o cuando los
miembros de esta última no pueden por sí solos resolver algún problema,
haciendo que surja un sentido de cooperación y compromiso. Todo ello genera un
ambiente autónomo entre los miembros de las asociaciones menores, lo que hace
que las responsabilidades que tienen hacia su propia casa quede exclusivamente
en sus manos; de ellos depende casi por completo la manutención, desarrollo y
crecimiento del grupo.

i. Manutención
Va desde conseguir los materiales: pintura, muebles, materia prima, dinero para
costear o realizar el mantenimiento del lugar. Normalmente son los misioneros
quienes se encargan de ello, pero hay una participación activa de los integrantes
de la Segunda Cámara.

ii. Desarrollo
Dentro de cada asociación hay diferentes actividades que se realizan y que
forman parte de la identidad gnóstica, tanto de la institución como de sus
miembros, sobre todo para los de Segunda Cámara, estas actividades van desde
conferencias, meditaciones y rituales (de estos últimos hablo más adelante).

iii. Crecimiento
Cada cierto tiempo se abren cursos que va de acuerdo a un ciclo de conferencias
para los que pertenecen a la Cámara Pública, y como en muchas asociaciones
ocurre que los recurso para cubrir los gastos son insuficientes y no pueden ser
completamente cubiertos por los misioneros únicamente, los miembros de

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Segunda Cámara con frecuencia participan en la creación y distribución de la
publicidad. Estos curso son importantes, pues es a partir de ellos que se abren
nuevos grupos con nuevos interesados, a ellos llegan personas que,
tentativamente, más adelante pasarán a ser miembros de Segunda Cámara.
Para que la autonomía de la que gozan las asociaciones menores no
terminen en casos de aislamiento y, posteriormente, en una separación o escisión,
como sucedió cuando murió su fundador, momento en que los grupos más
alejados llegaron a organizarse en pequeños conjuntos regionales,
frecuentemente se realizan retiros y otras actividades que involucran a los
miembros de todas las cámaras o asociaciones menores. Actividades que
refuerzan en ellos su identidad como integrantes de la A.G.E.A.C.A.C. y que
generan lazos y conexiones que mantienen la estructura espiritual y social, al
mismo tiempo que consolidan y validan a la asociación.
El interesado entra cuando inicia un nuevo ciclo de conferencias, ya que si
el temario del instructor va muy avanzado, tiene que esperarse a la apertura de un
nuevo grupo. Por lo que no puede acudir a una conferencia al azar y en la fecha
que desee. La decisión de abrir un nuevo ciclo de conferencias se toma cuando en
un determinado momento, el misionero considera que es oportuno arrancar con un
nuevo grupo, así se informa a los miembros de Segunda Cámara, quienes
comparten la tarea de preparar y repartir la propaganda; la forma más empleada
es a través de uso de volantes y, en ocasiones, por medio de anuncios en
periódicos o en la radio. Es común que quienes acuden sean personas que, salvo
porque comparten la curiosidad de ir a ver de qué es de lo que se trata, poca o
ninguna relación tienen entre sí.

3. El conocimiento Gnóstico
3.1 Buscando un conocimiento integral
En una entrevista que realicé al señor Jairo quien es un misionero veterano,
comentó sobre sus compañeros: “son muy folclóricos cada quien es un caso
diferente” (Guadalajara, 2011), haciendo referencia al modo como ellos dan las
conferencias y se manejan en las asociaciones; así como en la lectura que hacen

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de los libros gnósticos y en la especialización que tienen en alguno de los temas.
Aunque existen metas comunes para todo gnóstico, la forma como se encaminan
las acciones, presentan ciertas variantes dependiendo de los temas y prácticas
que se quieren estudiar. Por ello es importante también explicar cuáles son los
elementos dogmáticos que constituyen la idiosincrasia del movimiento y cuál es su
finalidad.

3.2 Hombres y Maestros


La finalidad última del conocimiento gnóstico se puede resumir en una palabra:
“apoteosis”; es decir, una glorificación del individuo quien ha logrado trascender a
un estado superior de conciencia. Si bien se puede tomar como algo de fácil
comprensión en principio, debo de especificar bajo que lógica se entiende:
primero, el ser humano no es considerado dentro de la categoría de Hombre, sino
como un animal que posee intelecto. Surge así la primera pregunta para el
gnóstico: ¿Qué es un Hombre? “Hombres es aquel que ha muerto sobre sí mismo,
que ha trabajado incesantemente en la eliminación de los agregados
psicológicos”. Conlleva una perspectiva inicial de la psicología del individuo que lo
hace incapaz de adquirir ese grado de identidad, y aunque pueda parecer algo
meramente psicológico, en realidad la clave para la trascendencia se encuentra en
la misma sociedad y la cultura en donde se vive. Pero ¿qué no es un Hombre? o
¿Qué impide que un individuo sea llamado Hombre? Para responder esto hay que
entender qué es un agregado psicológico y de qué manera impide el avance
existencial.
Un agregado psicológico es aquella conducta que es parte de la
personalidad del individuo y que se manifiesta en una situación determinada y lo
hace reaccionar de una forma que le es negativa, siempre del mismo modo ante
circunstancias similares, sumiéndolo en una visión de la realidad condicionada y
reaccionaria a los factores externos. El cúmulo de agregados psicológicos recibe
el nombre de Ego. Dentro de la visión cristiana se puede decir que está ligado a
los siete pecados capitales, pues cada agregado posee una semejanza con uno
de ellos; aunque las prácticas para su eliminación están basadas en las culturas

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de Oriente. El Ego es la antítesis del Hombre y en cada ser humano hay un poco
de conciencia, que es divinal, sagrada y que se puede ir incrementando en la
medida en que se busque un autoconocimiento de sí mismo.
Para el gnóstico llegar a ser un Hombre es una meta, pues el verdadero
Hombre es un ser sagrado por naturaleza que ha dominado su propia psique, y
logra una Conciencia objetiva sin parcialidades de ningún tipo, producto del Ego.
Bajo la lógica de una dualidad de opuestos y contrarios, bien-mal, mientras más
conciencia objetiva se desarrolle, mayor será el grado de divinidad que se
obtenga, haciendo del practicante un ser divino; si, por el contrario, se desarrolla el
Ego, adquiere un matiz demoniaco. Todo ello genera un trabajo individual, ya que
la esfera de acción es interna y la lógica opera en este mismo campo de acción,
pero el grado de conciencia se sí alcanzado, se demuestra en las acciones que se
llevan a cabo en la vida del día a día; es decir, en el entorno social.
Si el Hombre es un ser sagrado por naturaleza y participa de una forma
relativamente activa en este plano, un Maestro es un ser superior, pues ha logrado
imponer su conciencia y ha eliminado el Ego. Mientras más se combate el Ego,
mayor será su grado de acción en la cosmovisión gnóstica. Dicho grado está
basado en el árbol de la vida de la Cábala judía, donde cada Sephirote 4 es
entendido de la siguiente manera:

4 Para la gnosis de Samael Aun Weor el término sephirote puede definirse como semilla divina,
cuerpo, dimensión, cielo y estado de conciencia. Tanto en lo interno como en el cosmos, son 10
los Sephirote y se encuentran intrínsecamente relacionados con el ser humano, pues internamente
se corresponden con los cuerpos internos esotéricos a la vez que con las distintas dimensiones del
universo.

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SEPHIROTE NOMBRE NOMBRE ATRIBUTOS CUERPOS
CABALÍSTICO CRISTIANO
Kether Hajoth ha Serafines Corona Padre
kadosh Suprema
Chokma Ophanim Querubín Sabiduría Hijo
Binah Aralim Tronos Inteligencia Espíritu
Chesed Hasmalim Dominaciones Amor Intimo
Geburah Seraphim Potestades Justicia Alma Divina
Tiphereth Malachim Virtudes Belleza Alma Humana
Netsah Elohim Principados Victoria Cuerpo mental
Hod Beni Elohim Arcángeles Esplendor Cuerpo Astral
Jesod Cherubim Ángeles Fundamento Cuerpo Vital
Malchut Ischim Iniciados El reino Cuerpo Físico

Fuente: http://www.bibliotecagnostica.org/tarot-y-kabala/tercera-parte/los-sephirotes

En el cuadro anterior se ve cómo se adoptan elementos ya existentes de la


tradición judeocristiana y se le entiende bajo una perspectiva interna e individual;
estructurando así, la jerarquía religiosa de la persona, donde cada Sephirote
representa el grado espiritual donde ésta se encuentra. Conforme se avance, el
Hombre entra en contacto directo con lo sagrado, y entre más elimine el Ego, más
sagrado se vuelve. Pasando Malchut se comienza a adquirir la maestría, pues
éste representa el nivel más elemental del estado interno. El objetivo de la gnosis
es llegar al primer nivel que representa la conexión completa con Dios, lo que es
absoluto y total, no antropomorfo sino como un estado omnipresente de todo.

3.3 Conciencia y Ego


Como se puede apreciar, la visión gnóstica está vinculada al estado psicológico
del individuo, y es el estado de su psique lo que le permite relacionarse con
aquello que se toma como sagrado. Su “salvación” no depende tanto de su fe, si
no de su propio autoconocimiento. Así, es normal escuchar entre los gnósticos la

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siguiente frase: “Hombre conócete a ti mismo y conocerás el universo y a los
dioses”. Aquí existe una semejanza con el planteamiento de la salvación por
medio del conocimiento de sí mismo de la gnosis tradicional, pero como se puede
ver en la constitución de los mundos superiores e internos, que son entendidos a
través de los Sephirotes de la Cábala judía, también hay diferencias importantes.
La búsqueda de la deificación se realiza a través de las acciones que se
realizan en la vida diaria y no solo por medio de las distintas prácticas que se
hacen en las asociaciones. De hecho, éstas se ven más como auxiliares del
verdadero trabajo, guiando al practicante y orientándolo en los juicios de valor que
adquieren los eventos que ante él acontecen, ya que la clave se encuentra en su
entorno.
La Conciencia puede entenderse como la apreciación objetiva de la
realidad, aquello que no está sujeto a posturas ideológicas y culturales de un
contexto determinado. Atemporal por naturaleza, se manifiesta siempre en el
presente de instante en instante. Es un estado psicológico continuo atento a los
acontecimientos que se le van presentando, sin identificarse con ellos; esto es,
son vistos desde una postura crítica y reflexiva, basada en los hechos y las
consecuencias que su conducta ante ellos acarrea.
Para llegar a este estado de conciencia, se toman como clave dos posturas
de auto-observación: el recuerdo de sí y la auto-observación psicológica. El
primero comprende la ubicación espacio temporal del individuo que vive un evento
y se desprende de tres posicionamientos: sujeto, objeto y lugar. El sujeto es el
practicante que realiza una acción, qué hace, por qué y en dónde. La auto-
observación psicológica consiste en qué piensa, qué siente y por qué; éstas son
cuestiones que debe analizar, pues para el gnóstico es en ambas observaciones
donde su perfil sale a relucir tanto en lo social como en lo individual. Sin ambas
prácticas se desconoce el “nivel del Ser” en cual se encuentra y carece de material
para realizar sus prácticas diarias con plena conciencia, quedando estancado en
su Autorrealización íntima que, como he comentado, es la meta que tiene aquel
que estudie la gnosis. Sin trabajo interno no hay despertar de Conciencia y, sin
ella, no se puede experimentar lo Sagrado, lo que es real a la vez que sublime.

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Como dice el libro del Kybalión “tal como es arriba es abajo”, la sociedad es el
espejo de los mundos superiores y es a través de ella como que se aprende con
qué se debe de trabajar.
La psicología del individuo esotéricamente se sitúa en dos polos: la
conciencia y el Ego. El primero debe de trabajarse para aumentarlo y el segundo
se debe de eliminar. Lo anterior permite conocer bajo qué reglas y lógica actúa el
individuo, mientras más se centre en sí mismo, mayor será el grado de conciencia
que adquiere; pero si se fascina por lo que acontece a su alrededor, pierde esa
autoconciencia y queda determinado por su contexto, lo que permite que crezca el
ego.
He hablado de un despertar de la conciencia y no de un crear, pues para
los gnósticos la conciencia es algo inmanente de la naturaleza humana. Cada
persona tiene en sí misma los medios para trascender su estado humano y
potencialmente puede llegar a ser un Ser sagrado, una chispa divinal que debe
crecer y desarrollarse, y para que esto se logre, una vez encontrado el agregado
psicológico y definidas las condiciones recurrentes en las que se manifiesta, se
debe de proceder según las prácticas que enseguida analizo.

3.4 El fuego y el sexo


Basado en las costumbres orientales, el término de Kundalini es utilizado en la
gnosis, tanto en las prácticas como en su fundamento teológico. Samael Aun
Weor lo definen como la “serpiente ígnea de nuestros mágicos poderes”, pero
también le da el calificativo de “Nuestra Divina Madre”. Cabe aclarar que los
términos Madre y Padre son vitales en su cosmovisión.
La Madre es esotéricamente, el fuego que permite adquirir la capacidad de
experimentar los mundos superiores, y el Padre es el Dios único particular de cada
quién. Mujer y Hombre son importantes porque representan el polo negativo y
positivo, respectivamente; dualidad interna y externa, pues no obstante que cada
persona posee ambos, dependiendo de si es varón o mujer existe un predominio
de alguno de los polos sobre el otro, para practicar lo que llaman la alquimia
sexual. Esta alquimia solo es posible a través de una pareja heterosexual. La

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Madre dentro de la cosmovisión cristiana está identificada con la Virgen María, el
padre con Dios y Jesús representa el Hombre Auto-realizado, nacido hombre pero
convertido en ser divino por el fuego del sexo, y éste se da en la unión de ambos
polos.
Hombre y Mujer son iguales dentro de los gnósticos ya que ambos pueden
llegar al grado de Maestros en las mismas circunstancias. Sin embargo, también
son diferentes, pero necesitan de esa diferencia para sacralizarse. Ambos tienen
roles que los separan, pero al momento del trabajo de Magia Sexual o Gran
Arcano, como también se le conoce, se juntan, ya que son complementarios y es
de tal importancia ese trabajo con la sexualidad, que Samael Aun Weor lo expone
así:
Alguna vez, no importa la fecha ni la hora, hallándome fuera del Cuerpo
Físico me encontré con mi Madre Sagrada en el interior de un precioso
recinto…
Después de los consabidos abrazos de hijo y madre, Ella se sentó en un
cómodo sillón frente a mí; oportunidad que aproveche para hacer preguntas
muy necesarias.
“¿Voy bien ahora, Madre mía?”
“Sí, hijo mío, vaís bien.”
“¿Todavía necesito practicar Magia Sexual?”
“Sí, todavía necesitas.”
“¿Es posible que allá, en el mundo físico, haya alguien que pueda auto
realizarse sin necesidad de la Magia Sexual?
La respuesta a esta última pregunta fue tremenda:
“Imposible, hijo mío, eso no es posible” (1999: 72 y 73).

Cabe señalar que esta postura ante la sexualidad los hace mostrarse reacios ante
otras formas de pensamiento sobre cómo vivir y practicarla, y de cómo entender el
género, pues manejan una igualdad reflejada a través de la diferencia. También
debo decir que la Magia Sexual solo es posible con una pareja dentro del
matrimonio, ya que la función de éste se basa en el principio de la trascendencia.
Sin importar la frecuencia de las prácticas, si ellas no se realizan en una relación
de esposo y esposa, resulta imposible la trascendencia.

52
3.5 Blanco y Negro
La visión dualista de la realidad y de cómo comprenderse a uno mismo, define el
actuar del gnóstico practicante, pues su esquema moral se basa en la relación
causa y efecto. Lo que implica que toda acción por mínima que sea, tenga una
explicación en términos de su desarrollo personal y el punto intermedio solo es
aplicable a la Conciencia objetiva. La importancia de esta dualidad puede
ejemplificarse mejor con la siguiente cita: “La humanidad es una matriz donde se
gestan Ángeles o Diablos… de la humanidad no sale, sino eso, Ángeles o Diablos”
(Samael Aun Weor, 1999, 23).
El punto intermedio entre ambos es efímero, pues día a día el individuo va
definiéndose a sí mismo con su propio actuar, la medida con la que se ven las
acciones se pueden entender a través de lo que llaman “Los Tres Factores de la
Revolución de la Conciencia”, los cuales son:

A) Morir
B) Nacer
C) Sacrificio por la humanidad

La clave apoteósica se encuentra resumida en los tres puntos anteriores, en


ellos se explica la relación entre lo interno y externo del hombre, lo que le es
propio y lo que pertenece a todos. Quien dirija sus acciones al polo contrario, en
este caso el Ego, no se vuelve profano ni queda estancado en la condición
humana, sino que ingresa a las esferas inferiores, demoniaco en comparación con
el Sephirote. Para el miembro de Segunda Cámara le es dado a entender que no
existe retorno y que las acciones que realice siempre serán explicadas bajo esa
lógica.

A) Morir
Morir no se refiere a la muerte física sino la psicológica, la cual está vinculada con
el Ego; es decir, a todos aquellos agregados psicológicos que tienen su base en
los siete pecados capitales del catolicismo, cuya interrelación le impiden al

53
individuo hacer una apreciación objetiva y mística de su realidad, y lo encierran en
una perspectiva limitada y banal de la vida. Un profano ante lo sagrado,
impidiendo la oportunidad de trascender y ser partícipe de las cuestiones sagradas
que rigen la realidad en sus distintos planos. Solo a través de la muerte del Ego, el
hombre puede adquirir el verdadero conocimiento y desempeñar su rol sagrado.
Muerte psicológica que implica una introspección profunda de sí mismo en
distintas fases o áreas de la ética, la moral, la cultura, la ideología, la
espiritualidad, la filosofía, la ciencia y la religiosidad.
Para realizar la muerte del Ego es necesario un trabajo de auto-observación
y autoanálisis constante, ya que cada acción o evento de la vida social debe ser
visto, comparado y realizado desde la perspectiva gnóstica. Es mediante la muerte
psicológica como el integrante combina lo social y lo individual, ya que mientras el
nacer se refiere más a lo subjetivo y el sacrificio por la humanidad denota
claramente lo colectivo, el morir incluye en su práctica a ambos para poderse
realizar. Es tal su importancia que incluso Samael Aun Weor explica que cada
práctica encaminada al despertar de la conciencia que no incluya la muerte del
Ego es una pérdida de tiempo.
Dentro de la creencia gnóstica cuando un Ego muere se libera un
porcentaje de la conciencia objetiva de uno mismo: mientras más ego sea
eliminado más conciencia se adquiere. Desde luego que sería falso suponer que
en esto consistiría todo el trabajo gnóstico, pues al morir le sigue el nacer y así
renovado, el sacrificio por la humanidad.

B) Nacer
El segundo factor de la revolución de la conciencia se enfoca también en lo interno
del individuo, aunque no por eso es del todo personal. Su aspecto individual se da
en lo que a la vivencia de la práctica se refiere. Si el morir se enfoca en la
psicología, el nacer abarca el asunto de lo esotérico, la parte mágica y que se
encuentra más conectada al mundo divinal de la gnosis. Con la muerte psicológica
se libera la esencia objetiva, pero está en sí misma no es la finalidad última, solo
podría decirse que es el aspecto inicial con la que debe trabajar el gnóstico. Es la

54
esencia la que debe alcanzar la Maestría si el adepto busca auto-realizarse. Para
ello está el factor de Nacer y, dentro de la gnosis, nacer se traduce en la
fabricación de “cuerpos” esotéricos que están íntimamente ligados con el árbol de
la vida de la de la Cábala Judía. Cada Sephirote representa un cuerpo que el
adepto debe crear y dominar para poder avanzar y trabajar en el siguiente
Sephirote del árbol. Mientras más se avanza por el árbol de la vida, más divino se
va volviendo el iniciado, ya que se va acercando más a Dios (entendido como lo
absoluto de la existencia y la realidad); cuanto más cerca está de él, más
conciencia se va adquiriendo de éste y de sí mismo, y el rol dentro de las
cuestiones sagradas va cobrando mayor importancia.
El procedimiento para Nacer se puede resumir de la siguiente manera;
primero tiene que eliminarse el Ego para que se vaya liberando conciencia, para
luego trabajar esa esencia a través de la transmutación de la energía que tiene su
raíz en la sexualidad. Una vez transmutada, se procede a realizar prácticas
esotéricas para la creación de dichos cuerpos. Un trabajo que recibe el nombre de
Alquimia Sexual. Desde luego que el esfuerzo por Nacer, una vez que ha muerto
el Ego, se puede realizar en solitario, pero es preferible que este trabajo se realice
entre el hombre y la mujer, pues es más potente. Es por ello que los misioneros
hacen hincapié en el matrimonio si se busca alcanzar y entrar en el aspecto
sagrado de la existencia.
Tanto para el morir como para el nacer debe de haber una conducta sexual
apropiada, aspecto en el que el gnóstico hace mucho énfasis. Conducta que se
denomina actitud de castidad en el sexo. La castidad de la que hablan los
gnósticos es diferente al celibato, aquí la práctica sexual es de suma importancia
ya que es de hecho, la base de toda la labor gnóstica. Para lograr la castidad se
deben seguir dos reglas: primero, no debe derramarse el esperma, pues es la
semilla de donde va a crearse todo el proceso de sacralización propia (esta regla
aplica igual para la mujer); y, segundo, todo trabajo sexual debe realizarse solo o
con una pareja institucionalmente reconocida. Así, los gnósticos hablan de la
trasmutación del líquido seminal en energía divina, crística, y su desperdicio o
derrame dirige al individuo a su polo contrario, lo demoniaco.

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A) Sacrificio por la humanidad
Mientras que los factores anteriores son marcadamente internos, el sacrificio por
la humanidad no lo es. Para el estudiante gnóstico de nada sirve adquirir
cualidades y experiencias que lo acerquen con la divinidad si no se emplean en la
vida social, con sus semejantes. Algunos gnósticos lo aplican en su labor de
misioneros, mientras que otros lo proyectan en su vida diaria. Pero ¿qué se
entiende por Sacrificio por la Humanidad? Es la obligación ética y religiosa que
tiene el individuo de tomar una postura más activa en las dinámicas sociales en
las que se ve envuelto; para ellos las pruebas a superar no se encuentran en una
actitud anacoreta sino en una socialmente activa. El gnóstico necesita para su
crecimiento íntimo del crecimiento colectivo, una búsqueda de bienestar social,
colectivo. Tal trabajo se realiza en sus relaciones inmediatas, ya que para ellos
sus mejores pruebas se encuentran en el ámbito de su vida cotidiana. Es a través
de las circunstancias que vive y las condiciones de su entorno como puede
observar su conducta, su forma de pensar y de sentir. Será en el ámbito social
donde puede enfrentar circunstancias diversas que no puede experimentar en
ningún otro espacio. En esta dicotomía simbiótica, la gnosis encuentra su
pragmatismo, pues la teoría debe reflejarse en el actuar de sus miembros.
Como hemos visto hasta ahora, es posible entender que el movimiento
gnóstico está íntimamente relacionado con el entorno del individuo. A nivel
personal da una explicación coherente y práctica al individuo, otorgando una
nueva valoración de los eventos que le acontecen en sus diferentes ámbitos de la
vida cotidiana, dotándola, además, de un valor simbólico y religioso que dura
como la vida misma. Bajo un concepto de superación constante, el practicante se
ve retado a seguir un estilo de vida cuyo resultado se traduce en un cambio
profundo en su propia percepción y manera de actuar en el mundo; concibiéndolo
como alguien que puede experimentar y ser activo en el plano sagrado dentro de
la vida terrenal misma. De hecho, lo social se presenta como un reforzador de
éste, pues lo necesita como vehículo para alcanzar el conocimiento y la
conciencia, a la vez que es en la acción social donde puede medir los resultados
de su trabajo.

56
4. Nota final
A lo largo de este capítulo me he enfocado en describir y explicar la estructura de
A.G.E.A.C.A.C., tanto en lo social como en la visión cosmológica que la sustenta.
Lo anterior con el objeto de contextualizar el espacio en el que se desenvuelve y
los elementos que pone al alcance para retroalimentar y apoyar al practicante
cuando intenta aplicar los principios gnósticos en su vida personal. La naturaleza
de su Ser y la dirección a donde debe encauzar sus actividades, aparecen
desglosados a lo largo de las conferencias y libros de la gnosis, creando una
explicación coherente donde cada punto visto cumple una función para dar sentido
discursivo a la explicación que sobre su condición y el mundo debe tener. Es en
este marco explicativo que adquieren sentido las vivencias que como gnóstico se
tienen. Aspecto que abordo en el siguiente capítulo.

57
Capítulo III
La necesidad de lo divino

1. Nota preliminar
En la práctica se vive la teoría, de poco o nada sirve saber los fundamentos de la
gnosis si no se llevan a cabo. Si de verdad se quiere vivir la gnosis, el estudiante
debe ser pragmático, pues solo así será capaz de interiorizar el conocimiento
adquirido en su preparación.
En los dos capítulos anteriores describí la historia del movimiento gnóstico y
la organización de la A.G.E.A.C.A.C., para entender el espacio en el que se
encuentra inmerso el gnóstico y las reglas y normas bajo las cuales se rige. A lo
largo éste, trataré el proceso de conversión e interiorización de los contenidos
gnósticos en quien se va a definir así mismo, como gnóstico o estudiante de la
gnosis, y su traducción en acciones específicas en su vida diaria, en su ámbito
social. Lo anterior para dar cuenta de cómo a cada suceso le da un significado que
le es coherente y verdadero al practicante. Así, podré mostrar cómo el sentimiento
religioso existente en el individuo no muere al acercarse y convertirse a la gnosis,
sino que se manifiesta a través de la incorporación de nuevos argumentos, con
una visión religiosa que buscan acercar y explicar lo sagrado dentro de sus
espacios de vida cotidiana.
No obstante, para poder llegar a este análisis, es necesario examinar lo que
es la A.G.E.A.C.A.C. y en qué sentido es que hablo de ella como una nueva
propuesta religiosa que implica al mismo tiempo que la recuperación de
contenidos viejos de diversas tradiciones, especialmente la cristiana occidental,
una modificación radical de la explicación del mundo y de la vida en el sujeto
gnóstico.

2. Hacia la definición de lo que es la A.G.E.A.C.A.C.


El termino New Age (en español Nueva Era), se ha empleado de manera indistinta
para describir a todos aquellos movimientos que retoman tradiciones religiosas de
diversas culturas, siendo de especial relevancia las orientales; también se utiliza

58
para referirse a un acercamiento más místico o espiritual a la naturaleza. Muchos
de estos movimientos religiosos aparecen como especies de “extensiones” o
variaciones de la religión oficial o hegemónica, del catolicismo, por ejemplo, para
el caso de nuestra sociedad.
En el Movimiento Gnóstico es común escuchar en su discurso que se habla
de la Era de Acuario como un referente a un nuevo período de tiempo, donde su
principal característica será la proliferación de los Hombres, entendidos como
seres que han muerto y renacido a través del conocimiento y la conciencia, como
expliqué en el capítulo anterior. ¿Bastaría esto para definir el movimiento gnóstico
como una mera expresión religiosa al estilo New Age?, y ¿si lo entendemos como
una especie de ampliación de la religión oficial católica, entonces sólo viene a
reafirmarla de otra manera? En la gnosis, sobre todo para los miembros de
Segunda Cámara, no se trata de una confirmación de las creencias previas sino
de una transformación y resignificación de las creencias religiosas aprendidas:
personajes, símbolos, leyendas, jerarquías, en fin de toda una cosmovisión que
agregará y acotará sus contenidos de acuerdo a su lectura particular. Así, nos
encontramos con una expresión religiosa distinta y original que se revela en la
práctica a nivel individual y social del sujeto gnóstico.
Desde mi punto de vista y a partir del esquema propio del movimiento
gnóstico, éste no se incluye del todo dentro de lo que se conoce como New Age:
primero, porque el término Nueva Era o Era de Acuario no se utiliza para definir
una corriente religiosa en particular, sino para englobar a toda una serie de
movimientos y expresiones religiosas nacidas a partir de la primera mitad del siglo
XX, pero que tomaron fuerza de la década de los 60 en adelante. Expresiones que
por su enorme sincretismo y múltiples puntos de coincidencia, han sido difíciles de
clasificar y distinguir. De allí lo problemático de definir con claridad a qué nos
referimos cuando hablamos de New Age. El empleo de este término es bastante
confuso, pues no tiene límites y patrones claros, algo parecido a lo que ocurre con
el concepto de paganismo. Entonces si es tan confuso delimitar lo que es el New
Age, ¿cómo se incluye cualquier movimiento dentro de él? La tendencia ha sido
partir solo de ciertas características compartidas, en especial, la reminiscencia a la

59
Era de Acuario como un punto de inflexión en el desarrollo social y espiritual de la
humanidad, y el uso de conceptos de origen asiáticos, tales como Samsara o
Kundalini, incluidos en la cosmovisión gnóstica, pero que no engloban en sí
mismos lo fundamental del pensamiento gnóstico actual.
Segundo, porque a pesar de que retoman los elementos anteriores,
aparece más como una especie de cristianismo esotérico, prueba de ello es, por
ejemplo, la triple connotación del término Cristo: Cristo histórico, Cristo íntimo y
Cristo cósmico. Así, encontramos que no hay una ruptura total con los orígenes
religiosos y culturales de su fundador e integrantes. De lo contrario, es muy
probable que le hubiera sido muy difícil crecer y sobrevivir. No obstante los
elementos que toma del cristianismo, tampoco podemos entenderlo como una
forma o medio de complementar o reforzar a la religión inicial, en este caso la
católica, ya que existe una clara distancia dogmática e institucional entre ambos,
como puede apreciarse por lo analizado en el capítulo anterior.
Y, tercero, porque tiene características que nos llevan a pensarlo más como
una nueva religión, pues siguiendo el pensamiento de Durkheim (1990), quien la
define en términos de su capacidad para organizar las cosas reales e imaginadas
en dos órdenes contrapuestos, lo sagrado y lo profano, más allá del esquema de
creencias que la soporta. La gnosis reconoce que dentro de la sacralidad hay
niveles, cosas más sagradas que otras, que se explican en el concepto de mundos
superiores (relacionado con los sefirots o sephirotes del Árbol de la vida de la
Cábala que explican esa jerarquía de niveles trascendentes). Pero si hay
diferencias entre las cosas sacras, las hay también en su naturaleza: lo sagrado
trascendente y divino, y lo sagrado involucionarte o demoniaco, cuya función es
perjudicar al hombre en lo físico, psicológico y/o espiritual, o invitándolo a formar
parte activa de esa forma de sacralidad negativa. Estas dos formar antagónicas
sirven para explicar el lado espiritual y psicológico dentro de la gnosis.
Ahora bien, así como existe aquello de naturaleza sagrada, también existe
su contrario, lo profano. Sin embargo, aquí radica un tema central dada la visión
animista que maneja la gnosis: cada ser vivo posee un principio espiritual que le
da vitalidad y razón de ser. Lo material es visto entonces, como una manifestación

60
cristalizada de lo superior, divino, por lo que lo terrenal no es entendido como
radicalmente opuesto a lo sagrado, sino que tiene su valor como una extensión de
lo de arriba y, bajo el principio de que lo sagrado y lo profano tienen espacios y
temporalidades diferentes, ya que no pueden coexistir simultáneamente, a pesar
de su complementariedad, tendíamos que preguntarnos ¿qué es finalmente, lo
profano para la gnosis?, y ¿dónde se encuentra? Para la gnosis la respuesta se
da a través del concepto de Ego, palabra que engloba una compleja explicación
tanto a lo que es, como de dónde se halla y cuál es su dinámica. Dicho de otra
manera, se refiere a los agregados psicológicos que se crean en las distintas
circunstancias ocurridas a lo largo de la existencia del hombre, tanto en la vida
presente como en las pasadas, pues también sostiene la creencia del retorno o
reencarnación del budismo. Es pues el Ego lo profano, aquello absolutamente
incompatible con cualquier cosa divina, sagrada, y motor fundamental de lo
negativo y demoniaco. Lo sagrado representa la objetividad existencial plena sin
limitación de ningún tipo, es lo que es llanamente. El Ego, por su parte, es la
subjetividad caracterizada por la parcialidad del enfoque hacia distintos aspectos
existenciales que limita y dogmatiza lo que es verdadero y real. Aunque lo sagrado
en lo profano se entienden como contrarios que no pueden ocupar el mismo
espacio y al mismo tiempo dentro de la psique de la persona estas conviven como
polos contrarios y es el discernimiento del individuo lo que hace que una
prevalezca sobre la otra al momento de realizar una acción.
Por otra parte, si como Berger y Luckman(1969) explican, toda religión
debe otorgar un sentido existencial, el movimiento gnóstico da un sentido a la
existencia y a la realidad, y da una explicación trascendental para lo espiritual.
Gracias a su sincretismo cultural, también le permite adaptarse fácilmente a la
dinámica de la vida contemporánea actual; su crítica podría deberse a aspectos
sociales más que litúrgicos o doctrinales, aunque sin duda, tiene una visión
conservadora, piénsese por ejemplo, en lo referente a la sexualidad. La
incorporación de distintas religiones en el pensamiento gnóstico, donde es
preponderante el cristianismo, le da un carácter bastante flexible y le permite
adaptarse sin mayor conflicto a las exigencias y demandas sociales actuales. Tal

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flexibilidad le ha permitido responder a cuestiones que la religión hegemónica no
contesta o lo hacía de manera parcial, como discutiré más delante de acuerdo a la
apreciación de los propios gnósticos. Sin embargo, tampoco se trata de una
“religión a la carta”, como propone Mardones (1996), ya que si bien plantea la
necesidad de un cambio a nivel del individuo, éste se debe dar siguiendo una serie
de reglas establecidas en su propio esquema dogmático. El individuo gnóstico no
toma lo que más le gusta y deja de lado lo que no le resulta conveniente, lo que no
significa que pueda especializarse como misionero en algún tema. Su posible
trasmutación, como le llama la gnosis, queda subordinada a la nueva doctrina.
Si he de definir lo que es la A.G.E.A.C.A.C., además de que por su
esquema doctrinal puede ser considerado el movimiento gnóstico como una nueva
religión, en términos de sus prácticas y por su capacidad de convocatoria, pienso
más en ella como una iglesia; de hecho, sus mismos integrantes la denominan
Iglesia gnóstica. Las razones para llamarla así son las siguientes:
a) Posee un cuerpo de especialistas.
b) Cuenta con una estructura jerárquica en la que están perfectamente
establecidos los roles de acuerdo a los valores religiosos que su doctrina tiene y el
papel que sus miembros desempeñan en sus rituales y trabajos ordinarios.
c) Dispone de un cuerpo doctrinal y litúrgico expuesto a través de
escritos muy importantes para la práctica gnóstica.
d) Conlleva todo un sistema de valores morales y éticos claramente
establecidos.
e) Tiene espacios específicos para realizar sus actividades rituales y
cultos, lo que se conoce comúnmente como templos o “lumisial”.
f) Establece un calendario oficial para llevar sus celebraciones, en el
que ciertas fechas son fundamentales como el 27 de octubre, día en que se logra
la Cristificación de Samael Aun Weor; es decir, cuando se convierte en un ser
Auto-realizado y por ende un Maestro de alta Jerarquía.
La gnosis se presenta como una institución religiosa específica y autónoma.
No es una expresión o una manifestación de una religión a la carta, cuyo sentido
tiene que ver con la reafirmación de una explicación religiosa dada con

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anticipación, sino que responde a una idea propia de la condición dada de la
existencia humana y se rige bajo sus parámetros y normas particulares.

3. El surgimiento de una nueva religión


¿Pero a qué responde su surgimiento cuando en la sociedad actual existen
múltiples alternativas e instituciones religiosas que tienen una larga influencia y
proveen a sus miembros de explicaciones viables sobre la realidad y su relación
con lo trascendente? Desde mi perspectiva puede decirse que la chispa que da
origen a la reconstrucción constante de la visión religiosa, ya sea para actualizarse
o modificarse, hasta el punto de que surja una nueva corriente de pensamiento,
es, sin duda, la pérdida de la hegemonía de las instituciones religiosas existentes.
Tal situación favorece el surgimiento de alternativas que diversifican el campo
religioso y crean una pluralidad de sentidos; de hecho, desde el punto de vista de
Berger y Luckman (1969), será esa pluralidad la que siente las bases para la
aparición de una crisis de sentido. Así, en la actualidad se puede apreciar la
aparición de múltiples movimientos religiosos que paulatinamente han ido
tomando fuerza, mermando la hegemonía de las llamadas religiones oficiales.
Estos movimientos son tan diversos que no es posible clasificarlos como un grupo
homogéneo. Ellos van desde la confirmación y el apuntalamiento de la concepción
obtenida de las religiones oficiales, hasta la generación de una nueva identidad
religiosa completamente distinta. Lo anterior nos permite hablar de la existencia de
una crisis de las instituciones religiosas oficiales, mas no así de una crisis de
religiosidad.
Aunado a lo anterior, en la sociedad actual las personas se ven sometidas a
un cúmulo de información ofrecida por distintos medios. Por ejemplo, el despliegue
y desarrollo de los medios electrónicos de comunicación e información han puesto
a disposición de capas amplias de la sociedad actual, un conocimiento e
información que tiene significados diversos. Tales significados son examinados y
comparados con el modelo vigente y cuestionan la explicación que sobre la
realidad y la vida ofrecen la religión oficial, por ejemplo. En ocasiones las
respuestas dadas por la religión hegemónica son insuficientes para sus creyentes,

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quienes se ven impulsados a buscar nuevas soluciones. Es así que la crisis de
sentido, producto de las relaciones sociales, siente las bases de una búsqueda de
un nuevo sentido personal en el ámbito social y espiritual. Es aquí donde ganan
terreno aquellas instituciones que fortalecen la experiencia individual para obtener
roles más activos en el mundo, convirtiéndose en verdaderos movimientos
religiosos autónomos; aun cuando sus creencias tienen elementos provenientes
de las religiones oficiales.
La proliferación de esquemas de significados de corte más individual, o
mejor dicho, que enfatizan al sujeto y no a la comunidad, como ocurre por ejemplo
con el esquema católico, ha sido una característica de nuestra sociedad actual.
Las personas buscan respuestas a sus inquietudes más existenciales y le dan un
matiz propio y personal. Esquemas que, en concordancia con las exigencias
actuales, se promueven como una forma de alcanzar el éxito personal y social.
Entre las expresiones religiosas que se ajustan a ello, pero que enfatizan también
la dimensión colectiva, se encuentra el movimiento gnóstico fundado por Samael
Aun Weor. Como discutí antes, éste incentiva la labor individual, pero sin dejar de
lado la cuestión social. Así, se presenta como un punto intermedio entre la nulidad
del sujeto y la exaltación total de éste.

4. El trabajo “pastoral” de A.G.E.A.C.A.C.


Un elemento vital para el desarrollo de la gnosis es el papel que juegan los
misioneros o encargados de las asociaciones. A pesar de que ya expliqué en qué
consiste su labor y qué lugar ocupan dentro de la organización, entender su
función me permitirá comprender cómo se da también el proceso de conversión a
esta nueva expresión religiosa.
La figura del misionero instructor es además, un factor de cohesión en los
grupos gnósticos, ya que gracias a él las dinámicas no sólo se mantienen, sino
que se recrean y adaptan a las exigencias de los diferentes entornos
socioculturales en que se desarrolla el movimiento. Para explicar bien la figura del
misionero y su papel es necesario analizar cuatro momentos fundamentales,
según explican ellos mismos:

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a) Antes de ser misionero.
b) Su relación con la A.G.E.A.C.A.C.
c) Su vínculo con las casas asociación.
d) Su reposicionamiento ante su vida social.

Cada uno de ellos nos ayuda a comprender cómo se ve a sí mismo el


sujeto gnóstico, pues lo llevan a entenderse de una forma diferente y a
relacionarse también distinto; diferencias que resignifican su identidad y sentido de
pertenencia.
Los motivos por los cuales un estudiante decide hacer el curso para recibir
el grado de misionero-instructor son muy variados y ciertamente individuales y
subjetivos. Sin embargo, existen ciertas similitudes en el proceso que influyen en
la decisión de tomar o no dicho curso: para empezar, quien lo desea hacer, debe
de durar por lo menos un año en Segunda Cámara, ya que así se tiene un
conocimiento cabal de los temas. Por lo general, quienes deciden volverse
misioneros llevan de 3 a 5 años en la gnosis, y aunque existen sus excepciones,
son los que más han afianzado su identidad gracias al estudio constante de las
conferencias y de los libros. Su maestría en el conocimiento gnóstico los posibilita
a afrontar y explicar su vida en términos de su nueva visión y, desde allí, dar a
conocer y expandir la gnosis.
A pesar de que existen otros momentos claves en el proceso de conversión
del gnóstico, que van desde su llegada y su paso por las diferentes cámaras, el
volverse misionero es el culmen de quien dedicará su vida a la gnosis. De él
dependerá el crecimiento del movimiento y su expansión por el mundo, pues serán
los responsables de iniciar a otros en el conocimiento gnóstico y de abrir nuevas
casas asociación en diferentes lugares.

4.1 La llegada a la asociación


El llegar por primera vez a la gnosis es resultado de múltiples causas que se
encuentran ligados con la situación particular de cada individuo. Cada miembro
tiene su propia historia y las razones del primer contacto poco tienen que ver con

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las de sus compañeros. Algunos llegan por su cuenta, como Raúl, quien “Iba
caminando cuando vi el letrero de meditación que está afuera de la asociación.
Resulta que la primera vez que fui por curiosidad (Guadalajara, 2011), otros
porque según afirman, tienen ya cierta inquietud y les recomiendan que asistan:
“Me metí por curiosidad hacia la meditación, buscaba algo parecido a la
meditación y Raúl me comentó de esto” (Gabriel Arturo, Guadalajara, 2011).
Alguien más se acerca por razones muy dispares a la búsqueda de algún tipo de
conocimiento espiritual, como señala Jairo:
Bueno, yo la gnosis la conocí a los 29 años, quisiera contarle que durante
ese primer contacto de la gnosis lo hice de una manera, dijéramos fortuita.
Estaba yo preparando un trabajo para maestría en la que estaba yo en la
misma universidad en la que enseñaba y alguien me dijo que si quería ir a
un buffet vegetariano. Me tomó simpática la invitación y dije vamos, y me
encontré además del buffet vegetariano, muy delicioso por cierto, que había
una obra de teatro llamada “La liberación del títere”, y ahí se hablaba de
como el hombre puede zafarse o liberarse mejor, de esas cadenas egoístas
que lo aprisionan, le ponen, le quitan mucha libertad de operación, lo hacen
pensar y recibir de cierta manera, pero aunque se ha liberado de mente su
criterio sigue siendo atrapado por cuestiones de meras circunstancias. A mí
me pareció un mensaje muy positivo y de inmediato yo intenté contactarme
en el mismo día (Guadalajara, 2013).

Como señalé, en cada casa asociación se organizan ciclos de conferencias que


siguen un orden determinado y se exponen temas que conforme se avance en el
conocimiento de la gnosis, cada vez se estudiarán con mayor profundidad. El
recién llegado formará parte de la Primera Cámara en la que se le dará una
introducción al pensamiento gnóstico.
La Primera Cámara incluye también la Fase B, momento en que se han
visto ya una gran cantidad de temas del ciclo de conferencias, dejando un
momento para hacer prácticas de meditación durante una hora. Posteriormente, si
su interés persiste, pasará a la Segunda Cámara en la que durará al menos 6
meses si es que el estudiante quiere volverse misionero, aunque por lo general
muchos deciden esperar un año o más para decidir tomar el curso de misionero.
Entonces se verá en la necesidad de renunciar a su situación de vida para
dedicarse exclusivamente a la gnosis, como podemos constatarlo en el siguiente
testimonio: “renuncie a mi trabajo y ya, renuncie y juntar para el curso, trabajé en

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un colegio y ya le dije a la directora que ya no regresaba (Luz Lucrecia del Toro
Rueda, Guadalajara, 2013).
En las casas asociación constantemente se ofrece el curso para misionero,
pues la expansión a nuevos lugares es uno de los fines que tiene la institución; no
obstante, quien desee tomar el curso debe tener el aval del misionero encargado.
Si él lo considera apto, le otorga una carta de recomendación; en caso contrario, lo
persuade de seguir estudiando dentro de la asociación. Esto con el fin de evitar
que a la larga desista de su tarea.
El estudiantado por su parte, ve la vida de misionero como una forma para
llevar la vida de gnóstico al plano social, dado que en sus enseñanzas se sitúa el
día a día como lo que realmente tiene valor. Sin embargo, muchos permanecen en
calidad de estudiantes años o incluso toda su vida, como miembros de Segunda
Cámara. Sin embargo, cuando se toma la decisión de cursar los tres meses de
capacitación para ser misionero gnóstico, el conferencista encargado de la
asociación donde el estudiante va, debe determinar el nivel de madurez del
interesado y su capacidad para poder llevar al cabo su labor, pues se requiere de
un fuerte compromiso debido a las exigencias que conlleva.
Si no tienes carta de recomendación no puedes hacer el curso, ya que ahí
el misionero da a conocer al abad que sí cooperas, que sí vas y que sí
estás listo, pero me he enterado por ahí que x abad si dejaba pasar sin
carta de recomendación, pero las cosas caen por su propio peso, es decir
no duran los misioneros, la carta es tu propio pase –afirma Luz Lucrecia del
Toro Rueda, Guadalajara, 2013.

Una vez acabado los tres meses se hace una ceremonia de clausura donde
acuden diferentes integrantes de las asociaciones de A.G.E.A.C.A.C., tanto los
encargados como los estudiantes, así como las autoridades. En la ceremonia se
escuchan los himnos, se presencian bailables de que tienen influencia de corte
prehispánico, se procede a dar el reconocimiento a los egresados del curso y se
les hace saber a dónde serán enviados; por lo regular se les asignan lugares
dentro de México, aunque en ocasiones el destino de misión puede ser en el
extranjero, pues A.G.E.A.C.A.C. tiene presencia en diferentes países.

67
4.2 La relación del misionero con A.G.E.A.C.A.C. y su vínculo con las
casas asociación
A pesar de que el misionero se encuentra subordinado a las autoridades, cuenta
también con cierta independencia, sobre todo en México donde la institución no
está del todo centralizada. En este país se puede ver una organización más
federativa, pues cada asociación goza de ciertas libertades. Como administrar una
asociación exige una dedicación de tiempo completo, los miembros de Segunda
Cámara suelen apoyar al misionero de acuerdo a las necesidades y exigencias
que tiene cada asociación menor (mantenimiento, material didáctico, renta y apoyo
para impartir las conferencias cuando el misionero está impedido para hacerlo).
De esta manera se aminora el trabajo, más no la responsabilidad, ya que además
de su labor de misionero, está su labor gnóstica individual, pues debe de seguir
practicando la gnosis como todo miembro de Segunda Cámara. Visto así, ser
misionero es una forma muy importante de llevar la gnosis al plano social:
desenvolverse en lo colectivo, pero sin dejar de lado el aspecto interno del
individuo, es una tarea importante para la gnosis.
Parte del servicio que ofrece el misionero es el de ser una guía en los
temas a tratar en las conferencias. Con su supervisión se busca evitar posturas
que tergiversen el contenido místico de la gnosis, derivadas de la interpretación
libre y la combinación con otras doctrinas; tal y como lo hacen de vez en cuando
los estudiantes. A ellos los orienta en sus dudas a través de la bibliografía que
tiene, funge como coordinador de las actividades y temas que verán; así como
administrador de la asociación que está bajo su cuidado, intentando estabilizarla y
fortalecerla para que crezca en número de miembros, tanto de Segunda Cámara
como de futuros misioneros.

Primero que se mantenga la asociación en pie y los estudiantes que estén


al corriente de todos los pagos. Abrir curso para acrecentar el grupo de
segunda que es el más fuerte. Antes que todo eso entregar la enseñanza.
Frente a los alumnos ser un ejemplo, tener congruencia, ayudarlos en sus
situaciones siempre que nos busquen y nos permitan eso, no nos metemos;
mantener la armonía en el grupo y obvio entregarles la enseñanza. Y
también motivarlos a que se comprometan con la asociación, que tienen
compromiso con la asociación para resolver las fricciones primero sin
identificarnos, luego comprendiendo… hablando con ellos de forma general

68
y muy pocas veces de forma personal, respetando su libre albedrío porque
cada quien tiene diferentes niveles de comprensión –sostiene Luz Lucrecia
del Toro Rueda, Guadalajara, 2013.

A pesar de que el misionero tiene la obligación de estar siempre disponible y


dispuesto a realizar su labor en los lugares donde la Asociación lo considere
necesario, cuando tiene hijos y están estudiando, las autoridades lo consideran
para evitar perjudicar su desarrollo académico. Incluso en el caso de ser
imprescindible su cambio, se elige un destino cercano a la misma localidad para
evitar que los hijos cambien de escuela. Los padres misioneros tienen prohibido
obligar a sus hijos a ser gnósticos, ya que atenta con la libertad de decisión
individual, central en el desarrollo esotérico y religioso. Aspecto que, por lo mismo,
va en contra de la concepción de lo que es la gnosis. Así, en el caso de que el hijo
decida no ser miembro o practicante de la gnosis, se debe respetar su decisión.
Existen ocasiones en las que el joven o la joven, deciden vivir de manera diferente
a sus padres. El caso más representativo de todos, es el del mismo fundador
Samael Aun Weor, quien no intervino cuando uno de sus hijos no quiso seguir sus
enseñanzas, pues consideraba que hacerlo era más dañino, ya que en la gnosis el
primer paso es el interés individual y subjetivo, todo lo demás viene por añadidura.
Finalmente, los misioneros tienen un control sobre la forma en que debe
entenderse la gnosis. Es común que la institución organice congresos, retiros y
conferencias a nivel nacional e internacional, para evitar disidencias que a la larga
lleven a posibles rupturas entre sus miembros.

4.3 Los misioneros y su reposicionamiento ante la vida social


La búsqueda del trabajo espiritual interno y su traducción en un cambio en las
prácticas a nivel colectivo, se vuelve el fin de las acciones del gnóstico, para ellos
todo lo que es habitual, trabajo, familia y vida social, se tornan medios para
alcanzar la vida gnóstica. El compromiso para los misioneros es mayor, ya que no
sólo se ocupan de ellos mismos, sino de los grupos que dan vida a la asociación,
evitando que se desvíen de la enseñanza; subsanando cualquier diferencia para
que no caigan en disputas internas que terminen fraccionando al grupo;

69
manteniendo el espacio donde se realizan las conferencias y las prácticas para
dar a conocer la gnosis; pero sobre todo, para vivirla de momento a momento. Lo
anterior, significa una serie de esfuerzos para enfrentar circunstancias adversas
que los ponen a prueba, desde su emotividad y pensamiento, hasta lo religioso y
económico; todo esto es visto como una forma de intensificar el trabajo espiritual,
forjar templanza ante la vida y ante sí mismo. Así es como viven las pruebas de su
perfeccionamiento en el trabajo esotérico.
Respecto de la vida ordinaria del misionero, éste la organiza de acuerdo a
sus necesidades y obligaciones que tiene dentro de la asociación, por ejemplo:
cuando trata de conseguir empleo, busca una actividad donde la jornada laboral
no afecte sus tareas como encargado de una asociación menor, tanto para la
preparación de temas, la realización de conferencias y las practicas gnósticas. Su
trabajo de misionero es de por vida, no existe jubilación.

5. Abriendo una Asociación


El desarrollo de la gnosis tiene que ver con la capacidad de fundar asociaciones
menores en diversas partes del país y/o del mundo. Éstas dependen del número
de misioneros que egresan de los cursos y con su designación a un sitio en
específico. El lugar seleccionado lo determinan las autoridades de A.G.E.A.C.A.C.,
como señalé antes, pero el espacio de residencia exacto es elegido por el
misionero y, a no ser que exista una asociación previa, es su deber encargarse
tanto de la selección como del acondicionamiento de éste. La mayor parte del
tiempo se trabaja en función de los recursos con los que cuenta el propio
misionero, motivo por el cual no se puede hablar de un patrón común en la
fundación de las casas asociación, pues se tienen que adaptar a las
circunstancias y las posibilidades existentes. Desde la perspectiva de los
misioneros, la elección del lugar para fundar una casa asociación es una tarea
compleja:

fundar es lo más difícil porque presenta más desafíos que llegar a algo que
ya tiene. A nosotros nos tocó porque la doctora Hypatia nos encomendó
hacernos cargo de una asociación y fundar en Valparaíso y Sauces. Fundar

70
una Segunda Cámara es pesado y se tiene que pagar tanto de nuestra
parte como, si pueden, de los estudiantes –Sostiene Luz Lucrecia del Toro
Rueda, Guadalajara, 2013.

Además, hay ocasiones que a pesar de que ya exista una casa asociación, a la
cual llegar, no es garantía de estabilidad, pues también se tienen que adaptar a la
situación circuncidante del espacio donde se pretende impartir la gnosis.

Bueno, nos asignaron a la asociación de Chihuahua, Chihuahua; eso fue en


el primer semestre de 1979. Fuimos a Chihuahua y encontramos que ya no
había instructores, todo mandado al garete […] le echamos y nos pusimos a
partir del mes de Agosto, llegamos en Marzo, pero nos estábamos
moviendo. Empezamos a abrir sobre de eso, fuimos a Juárez y empezamos
a dar la enseñanza semanalmente, aprovechando el tiempo de los días
domingos en los cuales no había actividad en Justo Sierra, que era el
domicilio del monasterio… gente que querían entrar en los estudios
gnósticos pero en diferentes localidades, como por ejemplo, llegaba gente
como de Saucillo, Nalca, etc. El apoyo venía de las cuotas que los alumnos
de Segunda y la Primera cámara aportaba. Por cierto que la mayoría de los
estudiantes gnósticos eran gente de empresa, estaban recibiendo
enseñanza educatoria [sic], enseñanza profesional, algunos de la
Universidad Autónoma de Chihuahua.
[…]
Bueno lo más importante es que logramos que tuviéramos una aceptación
con gentes extrañas en un lugar, en que era una obra épica abrir una
asociación. Me refiero de esto en Chihuahua. Allí la gente son muy propias,
no aceptan mucho a la gente de afuera; inclusive había broncas entre
ejidatarios mexicanos y gentes del culto llamado menonitas, y empezamos
a abrir en un lugar que antes se llamaba colonia Anáhuac, ahí estaba la
empresa… En la colonia Anáhuac. Había unos misioneros de aquí de
Ameca, Jalisco. Después de hacer el año pues, no se logró mucho porque
prácticamente había 4 en Segunda cámara… en los siguientes pueblos
que voy a citar en Ciudad Jiménez y Parral, Chihuahua, de ahí se abrieron
primero en Parral y luego en Ciudad Jiménez como centros de instrucción
gnóstica con Segunda Cámara –comenta Jairo, Guadalajara, 2013.

Como se puede apreciar en el testimonio anterior, la apertura de una nueva casa


asociación está en relación con los recursos de los que disponen; luego, deben
escoger un espacio accesible al público en general, a quien se pretende llevar el
mensaje gnóstico, preferentemente eligen un lugar de fácil acceso; y, por último, si
el misionero planea habitar en la casa (existen casos donde tiene una casa
propia), tiene que acondicionar el espacio a sus necesidades personales y/o

71
familiares, y organizar allí mismo los salones para dar las conferencias y realizar
las actividades de la gnosis.
Todo aquel que elige la función de misionero sabe que tienen que seguir,
en gran medida, por su propia cuenta y con sus propios medios. Para él todo se
convierte en circunstancias que debe de trascender y, una vez que las sobre pasa,
éstas le darán más experiencia y aprendizaje en la forma de percibir la realidad,
tanto en lo social como en lo individual; es decir, todo son retos para alcanzar un
nivel superior de conocimiento y conciencia.
Es habitual que quienes se hacen cargo de una casa asociación sean una
pareja, aunque no siempre sucede así, como discutí en el capítulo anterior. En
ocasiones, las parejas responsables de las asociaciones menores, se conforman
por compañeros gnósticos, dada la afinidad de ideas y objetivos; lo que, por su
parte, tampoco es garantía de que la relación funcione. Si bien no es extraño que
surjan relaciones de pareja dentro de la comunidad gnóstica, también se escucha
que se divorcian compañeros gnósticos. Lo anterior no obstante que el matrimonio
sea algo sagrado en su cosmovisión. Al respecto, es importante señalar que al
tener la gnosis como regla central no influir, ni intervenir en la vida de otros, la
decisión de separarse no tiene ninguna repercusión al interior de la organización
de la asociación. Incluso en los casos en los que la ex-pareja quiere seguir dentro
de la gnosis como misionero, sólo se destinan a lugares diferentes.
Otro aspecto importante respecto del establecimiento de nuevas casas
asociación, es que cuando algún misionero recién llega a un lugar donde ya existe
otra asociación o asociaciones, es práctica común que establezca una relación de
inmediato con los compañeros misioneros radicados allí. El contacto se establece
con el fin de intercambiar ideas, experiencias y opiniones, que los orienten en la
administración y los ayuden a adaptarse más rápidamente al espacio sociocultural
al que arriban; creándose así lazos entre ellos que perduran aún cuando son
reasignados a otros sitios.
Como señalé, la A.G.E.A.C.A.C. cuenta con su propia jerarquía a la cual
está subordinado el misionero, por lo que serán sus superiores quienes decidan
en qué momento éste debe de cambiar de asociación para hacerse cargo de

72
alguna otra. Igualmente, tiene que ajustarse al cuerpo doctrinario que la rige, ya
que no puede cuando organiza las conferencias y las imparte, cambiar a su antojo
los temas que da, aunque tenga cierta libertad de qué es lo que va a enseñar, sin
salirse del temario y metas establecidas. Además, parte de sus obligaciones es
asistir a los eventos formales que se realizan, como por ejemplo: las clausuras,
pues es ahí en donde se da la bienvenida a los nuevos misioneros que terminaron
el curso de capacitación. Cabe señalar que dentro de la Asociación es
considerada una falta grave el cambiar el temario o desobedecer directamente las
indicaciones dadas por las autoridades; hecho que puede significar incluso su
expulsión.

6. En la Asociación
6.1 Iniciando las conferencias
El punto medular para la conversión como gnósticos son las conferencias, pues es
a través de ellas como se va adquiriendo el conocimiento de lo que la gnosis es. Si
a simple vista pudiera creerse que quien acude a ellas, asume una actitud pasiva
frente al conferencista, lo cierto es que no es así: el asistente mantiene una actitud
de cuestionamiento frecuente. Cierto es que lo que escucha no le es del todo
ajeno, tiene alguna noción aunque sea de manera incipiente, ya que son
conceptos con los que en general se encuentra familiarizado, como es la
meditación. Lo que podría decirse que es nuevo para él, es la forma como se
aborda y es precisamente esto, lo que provoca que se interrogue constantemente
al conferencista. De allí que quien está al frente como instructor (misionero) debe
tener un conocimiento cabal de los fundamentos gnósticos y del contexto
sociocultural en que se encuentra, para poderlos explicar los temas de acuerdo a
éste. El misionero tiene que estudiar los libros de Samael Aun Weor y contrastar
dicho conocimiento con el mundo que existe fuera de la gnosis. Esto no solo lo
provee de información para poder dar respuesta a los cuestionamientos de su
audiencia, sino para adquirir bases más sólidas que fomenten su propia identidad
como misionero gnóstico; por lo que el estudio constante es parte central de su
labor.

73
Quienes van por primera vez, acuden con la intención de escuchar una
conferencia de algo que ya más o menos saben y les llama la atención o los
inquieta de forma particular. Como lo constata el siguiente testimonio:

Fueron muy importantes para mí [las conferencias], porque el hecho de que


yo buscara la gnosis es porque yo tenía un problema, digámoslo, de
emociones, y quería comprenderlo. No nomás me gustaba sufrir el
problema, quería comprender él por qué. Cuando fui a las primeras
conferencias, que habrá sido como la quinta conferencia, hablaron acerca
de los defectos, los yoes, comprendí bien de dónde salía mi causa y deje de
sufrir -dice Raúl Casián Huerta, Guadalajara, 2010.

La conformación de la identidad como gnósticos pasa por un proceso gradual que


inicia con su acceso a la primera conferencia en la Cámara Pública, luego cuando
deciden seguir en su formación en Fase B y, finalmente, en la Segunda Cámara. A
través de estas tres cámaras se genera y otorga un nuevo sentido a la vida y una
nueva conciencia del mundo, de su persona y de su relación con lo trascendente,
con lo sagrado; es decir, una nueva concepción de explicación de la realidad en lo
social, lo material y lo espiritual. Una nueva orientación para definirse como
humano al ser consciente de su propia existencia y realidad. Por ello, aunque la
construcción de la identidad gnóstica se da a nivel del individuo, necesita
forzosamente de lo colectivo, de la actividad social, de su interrelación con los
demás compañeros gnósticos con los cuales se identificará. Será a través de
dicha interrelación como se genera y concreta su nueva identidad. No obstante,
cabe decir, que éste es un proceso que no termina, pues necesita de un
reforzamiento y actualización continua porque la realidad inmediata de los
individuos va cambiando constantemente y, con ella, sus intereses, necesidades y
búsquedas.
Quien determina cuándo se debe abrir un nuevo curso, es el misionero del
lugar, no existe una fecha especial y todo depende de lo avanzado que van los
cursos anteriores. Así en un año puede haber 5 a 9 aperturas aproximadamente.
Cuando inicia un nuevo ciclo de conferencias, las personas que asisten, motivadas
por razones diversas, son entre 7 a 15, aproximadamente. Número que conforme
74
avanza el ciclo, irá disminuyendo de manera significativa, pues por lo regular, a
Segunda Cámara solo pasarán de 4 a 5 en promedio: “[Cuando entramos] éramos
10 o 12. De ese grupo pasé nomás yo, pero luego nos juntaron con otro más
adelante, porque en el pase pasamos 5” -Luz Lucrecia del Toro Rueda,
Guadalajara, 2013.
Cuando uno asiste a escuchar las conferencias, lo primero que se puede
notar (además de la decoración del lugar que tiene imágenes de otras religiones o
culturas, como la maya, azteca, budista o egipcia), es la forma como se organizan
las actividades: el instructor se coloca frente al público asistente y comienza a dar
su clase; una explicación de un tema que vaya de acuerdo al programa
establecido por el encargado. Los asistentes escuchan por alrededor de una hora
y al final, externan sus opiniones, dudas o comentarios. Sin duda, frente a esta
dinámica que parece ser bastante pasiva, podríamos preguntarnos ¿cómo se lleva
a cabo el proceso de conversión?, ¿qué ocurre para que la persona decida
permanecer y paulatinamente reconstruir su identidad hasta definirse como
gnóstico? Lo cierto es que como todo proceso de conversión, se trata de una
cuestión lenta y paulatina, a través de la cual el individuo va aceptando los valores
gnósticos y re-significando su vida de acuerdo a esta nueva cosmovisión. Pero
para comprender de qué se trata, tiene que prestar atención a los planteamientos
doctrinarios que el conferencista hace, pues aunque cada conferencista tiene su
propio estilo, parte de bases comunes, de valores inflexibles, sin importar el
interés del misionero. Dichos fundamentos son la base en la que se cimienta este
proceso gradual de conversión, cuya duración va de 6 meses de conferencias, 3
días a la semana, hasta un año y medio o dos años, en algunos casos. En todo
este lapso, se va generando una dinámica donde varios aspectos de la vida
cotidiana y de la manera de interpretarla, adquieren una nueva valorización social
y religiosa.
Como la gnosis consiste en elaborar una re-significación de la percepción
del mundo y su significado, el discurso del que se valen quienes dan conferencias
se ajusta a la realidad y el contexto sociocultural del público asistente. Lo anterior,
con el objeto de facilitar su asimilación y aceptación; así, no se presenta como

75
algo totalmente ajeno y desconocido, sino que, de manera breve e incluso vaga,
hay cierta idea o noción de lo que se habla. Desde luego que cuando se acude por
primera vez al ciclo de conferencias de la gnosis, la gente no asiste con la idea de
cambiar de religión, en ocasiones los motivos son más por curiosidad o por la
invitación de un tercero, quien con anterioridad le había hablado de las cosas que
la gnosis plantea y pudieran ser de su interés. En especial, asisten personas que
tienen una idea general sobre algunos temas, tales como la meditación, las salidas
en astral, el recuerdo de sí, etcétera. Temas que les son familiares y no son
exclusivos de la gnosis.
Por lo regular, quienes invitan a las conferencias son miembros de la
gnosis, en especial, miembros de Segunda cámara. Es muy frecuente que la
persona que invita sea un familiar, vecino o amigo; es decir, gente que es parte del
círculo social de quien pudiera estar interesado en acudir. Lo anterior, a pesar de
que existe toda una estrategia publicitaria para convocar a las conferencias, como
por ejemplo a través de volantes. Son escasos los casos en que la invitación la
haga un desconocido. El interesado sólo puede asistir cuando se abre un nuevo
ciclo de conferencias o cuando el nuevo curso tiene poco de haber iniciado, ya
que si el trabajo va muy avanzado tiene que esperarse a la apertura de un nuevo
grupo. No se puede acudir a una conferencia al azar y en la fecha que se desee,
pues existe un orden en cuanto a los temas y la profundidad en que se abordan.
Como señalé ya, los grupos de iniciación se conforman de personas que
poco tienen que ver entre sí, salvo en los casos en que hay una relación de
amistad o familiaridad entre ellos, pero son generalmente una pequeña parte del
grupo en general, por lo que no es posible verlos como un grupo homogéneo; sin
embargo, comparten algunas características en común, como un interés por el
tema del que se hablará.

En ese tiempo estaba buscando algo de meditación o algo referente a la


meditación y, este, bueno tenía cierta atracción sobre la cultura oriental y
estaba buscando algo de meditación pues, y supe que un amigo estaba ahí
[…] se me hizo interesante que tomaran como parte de muchas culturas
pues, sobre todo las orientales pues, referente a este como se llama a

76
China e India pues, entra el Hinduismo y el Budismo –comenta Gabriel,
Guadadalajara, 2016.

Como bien lo representa este fragmento de la entrevista a Gabriel, la fascinación


que se tiene hacia los temas orientales y sus prácticas, refuerzan en no pocos
casos, el interés hacia la gnosis. Lo oriental implica un sentimiento de
personalización en la búsqueda de lo espiritual, y a través de ello se trata de
eliminar o resolver la incertidumbre que genera el saberse miembro de una
sociedad con una pluralidad de opiniones y objetivos diversos que, en no pocas
ocasiones, resultan ajenos, sin que por ello se tenga que huir de ésta. Así,
conforme se avanza en el conocimiento gnóstico, se van modificando sus formas
de ver el mundo y actuar en él.
Me dio un sentido de espiritualidad más amplio pues, me introdujo a
conceptos… a algunas experiencias, al menos… supo explicarme algunas
experiencias y, como se llama, amplió mi conocimiento sobre las religiones,
pues en verdad fue una parte, la considero una parte importante de mi vida
- Gabriel, Guadalajara, 2016.
Mientras más se asiste a las conferencias el conocimiento adquirido se va
volviendo más específico, los temas y los significados no rompen con la
idiosincrasia, ni con los valores heredados, pero sí son interpretados desde un
punto de vista particular; así que el individuo puede ir a celebraciones y
festividades religiosas diversas y tomar parte de ellas, pero para él la concepción
de cómo entenderlas cambia e, incluso, le sirve para reafirmar su postura
gnóstica. Lo heredado es replanteado y vivido de una forma nueva.

6.2 Los asistentes y el comienzo del proceso de conversión


¿Quiénes van? En la mayoría de los casos los asistentes pertenecen a lo que en
términos socioeconómicos, podríamos denominar clase media; por lo que no es
casual que las asociaciones busquen situarse en espacios geográficos cuyas
características cubran ciertos requisitos: espacios de fácil acceso que cuenten con
todos los servicios, por ejemplo. Además, según la propia apreciación de los
misioneros gnósticos, la asociación no ha tenido repercusiones importantes en
sectores marginados o de clase alta. ¿A qué se debe?, para los gnósticos esto es
un fenómeno que no les es raro, pues en palabras de ellos, ambos extremos del

77
mundo económico son conservadores a su manera, aunque hay varios casos
donde los asistentes forman parte de uno u otro nivel económico, el grueso de los
miembros se sitúan en el punto intermedio. Parece ser que la clase media es más
susceptible a adoptar estas nuevas corrientes de pensamiento para aplicarla a su
vida cotidiana. Como lo puede constatar el siguiente testimonio:

Sí hay gente que tiene cierta economía fuerte y que converge en la gnosis
y, por el contrario, gente que le ha tocado tener una economía muy débil y
estar en la gnosis. Sin embargo, si es mayoría la gente de clase media y
creo yo, que se debe por qué la gente de clase media puede ver los dos
mundos; puede tener amigos que estén en una sociedad alta como puede
tener amigos que estén en una sociedad de mucha escases, entonces de
alguna manera, puede ver con claridad los dos mundos y tal vez no puede
pensar que sólo existe ese mundo y para él es más fácil tal vez no
atraparse tanto desde una sola panorámica […] Generalmente las personas
que gozan de mucha economía pues ven el mundo de acuerdo a eso creen
que… por ejemplo, una persona que tiene arreglado sus problemas
económicos, pues creen que la vida es así generalmente. No lo digo por
todos, pero generalmente creen que la vida ya está resuelta, ya tienes lo
que tienes, vas y tomas lo que necesitas. Una persona que generalmente
ve la vida de trabajar y trabajar, cree que la vida es trabajar y trabajar y que
la vida hay que vérsela dura y siempre se le ve dura; y una persona que
puede sacar lo mejor de ambos mundos, puede decidir que tomar y que no
tomar, porque conoce los dos mundos, es más fácil que busque un
equilibrio –afirma Raúl Casián Huerta, Guadalajara, 2016).

Como la A.G.E.A.C.A.C. ha tenido mayor aceptación en los sectores medios, de


allí que encontremos entre los miembros de Segunda Cámara a una variedad de
personas con diversas profesiones y estilos de vida, y que además cuentan con
recursos suficientes para apoyar a la asociación; entre ellos tiende a haber
abogados, maestros, ingenieros, matemáticos, arquitectos, por ejemplo.
Según la apreciación de las personas con las que tuve oportunidad de
conversar a lo largo de mi trabajo, en los sectores más populares y marginados
socialmente existe una resistencia a romper con sus esquemas de explicación del
mundo más tradicionales, aunque no necesariamente apegados rigurosamente a
la institución religiosa oficial, como ejemplo se tienen a las expresiones de
religiosidad popular que no están tan rígidamente ligadas a la ortodoxia
institucional; mientras que las clases altas o mejor acomodadas económicamente,

78
se muestran renuentes a aceptar temas como el de la muerte psicológica y el
factor del sacrificio por la humanidad, ya que esto afecta directamente la forma de
percibir las relaciones sociales entre las personas y la forma en que se viven sus
experiencias, y atenta contra la concepción de que nos realizamos de manera
individual, sin importan el ámbito social, lo que llevaría a cuestionar los privilegios
ganados en la sociedad y las razones por las que ellos existen.
Por otra parte, debo destacar que en la sociedad actual, en específico en la
ciudad de Guadalajara, existen múltiples expresiones religiosas relativamente
novedosas que convergen o rivalizan con aquellas tradicionalmente consideradas
hegemónicas o predominantes. En el libro Una ciudad donde habitan muchos
dioses: cartografía religiosa de Guadalajara de Castro, De la Torre y Guitierrez
(2011), puede notarse como dicha pluralidad se ha generalizado. Lo anterior habla
de la aparición de múltiples esquemas para explicar la realidad y el significado que
a ésta se le da. No obstante, aunque también existen corrientes que pugnan por
una desacralización del mundo, lo cierto es que no han logrado un consenso
mayoritario, aunque pueden influir en el individuo al cuestionar el valor y la verdad
de sus dogmas, despertando en él una reflexión crítica consciente o inconsciente
de sí mismo y sus creencias (Mardones, 1996: 50). Si bien este proceso de
autoanálisis y reflexión no es nuevo, puesto que ocurre cuando dos o más
corrientes de explicación de la realidad confluyen, sus particularidades lo
distinguen de otros procesos previos. Entre ellas se cuenta una accesibilidad más
amplia y plural de la información a través de los medios de comunicación masivos
y electrónicos. Otra característica de la época actual es que enfatiza la
individualidad; la conciencia subjetiva se vuelve preponderante en la relación
hecho y significado de la vida cotidiana; la moral se construye con la persona
como protagonista principal y pondera sus propios criterios, y si bien existen
momentos en que los valores sociales se sobreponen a los individuales, los
sentidos oficiales y/o colectivos entran en segundo plano cuando se trata de
resolver dudas existenciales. Lo anterior conlleva a una crisis, que se articula con
el hecho de que el marco de significación hegemónico carece de validez total o
absoluta siempre. No obstante, es interesante comprender cómo las respuestas

79
que el individuo busca, se hallan también dentro de la misma sociedad que genera
sus preguntas. La persona no necesita, ni puede salirse del mundo, para encontrar
una cosmogonía nueva, sino que en su diario vivir se encuentra en contacto con la
pluralidad y puede encontrar una explicación coherente con su vida y realidad
histórica y social. A lo largo de las entrevistas percibí que la crisis de sentido que
explican Berger y Luckman (1997), está en la base de las primeras etapas del
proceso de conversión.
Los integrantes de la gnosis cuentan con una historia de vida previa distinta
respecto a la del otro, pero las razones por las que asistieron y se convirtieron, son
muy similares. Habrá que entender que las personas que van por primera vez a la
gnosis, no acuden con la idea de encontrar allí un dogma nuevo y radicalmente
distinto a lo que creen, sino que van en busca de información que les ayude a
completar o comprender aquellas cosas de su vida que no sienten completamente
resueltas desde su visión tradicional. Esto expone al individuo más abiertamente a
la pluralidad de sentido existente en la actualidad y lo coloca en una posición más
receptiva para aprehender y valorar ideas nuevas sobre él mismo, su realidad, la
vida y su vínculo con lo sagrado.
Para algunos es importante que un conocido suyo haya acudido primero o
lleve tiempo en el grupo, ya que incrementa su confianza y disminuye el temor de
que pueda estar involucrándose en un ambiente nocivo y contraproducente. Para
otros, el contacto se da sin intermediarios, es el mismo individuo quien ve en la
gnosis una opción, ya sea porque vive cerca de una casa asociación o recibe un
folleto sobre el inicio de cursos. Quien así lo hace, normalmente tiene un
conocimiento previo bastante extenso sobre algunos conceptos que se emplean
en los diferentes temas de las conferencias. El individuo que hace su contacto con
la gnosis por cuenta propia, parece tener una finalidad o meta un poco más clara,
por lo que es frecuente que en las conferencias sean los asistentes que más
preguntas realicen.
Muy importante para comprender el proceso de conversión de los adscritos
al movimiento gnóstico es analizar cómo el individuo vive sus primeros
acercamientos a la casa asociación, durante las conferencias y su relación con el

80
grupo, así como sus puntos de vista sobre los temas que allí se analizan, pues
esos momentos son cruciales para que el individuo adopte o no la gnosis como un
nuevo estilo de vida, o decida optar por otra opción religiosa.
Cabe decir que no todas las opciones de cambio que se ofertan, van en
contra de la explicación sagrada que el individuo hereda de su cultura tradicional,
y aunque se manifiestan de formas completamente nuevas, los valores que
sustentan pueden seguir la misma dirección, solo que toman una diferente vía. En
otras ocasiones, se encuentra con contenidos más o menos cercanos, pero con
lecturas y prácticas radicalmente opuestas, y por consiguiente con una forma de
explicar la realidad y de traducir tal explicación modificando por completo su estar
y ser en el mundo. De hecho, existen expresiones religiosas nuevas que surgen
como una forma de resistencia a los cambios, como una manera de conservar
valores que frente a la pluralidad contemporánea, se ven seriamente desvirtuados
o abandonados.
Para quien asiste por primera vez a las conferencias, las cuales por lo
común se ofrecen al atardecer, alrededor de las 7 p.m., encuentra que hay un
espacio de reflexión abierto y gratuito, en el que, además, puede socializar con
diversas personas que muestran cierta coincidencia en cuanto a las dudas e
inquietudes que tiene. Desde luego que si conoce a alguna persona del grupo o de
los asistentes, le será más fácil socializar y discutir los temas tanto con el
expositor como con sus compañeros. La socialización es muy importante para el
fortalecimiento del grupo, ya que mientras más interactúen entre sí sus miembros
y más analicen los temas, mayor interés mostrarán para permanecer en él.
En este primero momento se ponen a discusión temas generales y se
omiten explicaciones que solo pueden ser entendidas desde una perspectiva más
profunda de la gnosis. La dinámica de las conferencias se parece a la de un salón
de clase donde además de escuchar al expositor y discutir e intercambiar puntos
de vista, se realizan prácticas de meditación y donde se cantan mantras. Entonces
tenemos que la Cámara Pública se caracteriza por ser el espacio de introducción y
comienzo del proceso de conversión como gnóstico, tanto por el temario como por
el tipo de relación que se establece con los compañeros y con la asociación. Esta

81
Cámara termina cuando las actividades planeadas concluyen y se abre un nuevo
ciclo de conferencias en las que se profundizará más en la visión gnóstica; esto
es, se pasa a la Fase B, que si bien está dentro de la Cámara Pública sirve para
distinguir al grupo que ya tiene una idea general de la gnosis. Es en este momento
cuando más personas desisten. Por su parte, quienes a estas alturas permanecen,
tiene en sí menos recelos ante la nueva visión de las cosas y la lectura que la
gnosis da que la que tenía cuando llegaron por primera vez. Así, paulatinamente,
irán pasando de una cámara a otra, y conforme avancen se irá afianzando en ellos
toda la visión gnóstica.
Sin duda, cuando se busca una nueva explicación sobre la realidad y la
vida, ésta tiene que parecer más verdadera y legítima que cualquier otra, por lo
que el movimiento gnóstico, tanto en su estructura como en su discurso, pretende
convencer a sus adeptos de que será a través del conocimiento que allí adquieren
y de su traducción en acciones prácticas en la vida diaria, como se van a ir
experimentando vivencias diferentes que, finalmente, irán acercando a los
individuos a la verdad; legitimándose así la propia cosmovisión que sustenta y la
existencia de la institución, así como la adquisición de una nueva manera de
definirse a sí mismo; esto es, de construir su identidad como gnóstico.

6.3 Prácticas y Rituales


Para los miembros de la Segunda Cámara la esencia misma de esta y que la
diferencia de la Primera Cámara son las prácticas que se realizan y que les
enseñan pues tiene una visión que aboga por la práctica por lo que es normal que
estas tengan un papel importante dentro de las actividades de los gnósticos, un
estudiante que no se entregue a estas actividades no es un buen estudiante pues
le falta el conocimiento y experiencia que proviene de lo empírico, para ello estas
acciones son las que refuerzan su permanencia en la asociación pues son
experimentadas individualmente, al igual que están enfocadas sobre el individuo y
como lo narra el siguiente testimonio el fin último es la autorrealización personal:

Las prácticas que se realizan son con la intención de que precisamente la


teoría deje de ser algo dogmático algo creído nomás porque si…la misma
82
enseñanza busca que se vivan las cosas…el objetivo es vivir directamente
lo que se enseña ahí, no creer nada nomás por que se dice si no
comprobarlo, por ello considero que en cuanto se vea un tema lo mejor es
tratar de hacerlo práctico (Entrevista a Raúl Casián Huerta 2016).

El conocimiento vivido es una forma de comprender y adquirir sabiduría de su vida


y evitar con ello caer en un conocimiento meramente dogmático el cual puede
devenir en fanatismo, sin embargo es algo que ocurre entre sus individuos y si
surge sus compañeros tienden a guardar silencio pues consideran al conocimiento
a través de la experiencia como la única forma de salir de un pensamiento
meramente teórico:
La gnosis tiene sus dos polos si uno la práctica bien va comprobando,
experimentando, uno va cambiando por sí mismo sin que nadie te
diga…pero su polo negativo es la mitomanía o el fanatismo, tengo algunos
amigos que se han hecho fanáticos que no practican, que no se han
dedicado a experimentar la parapsicología pero si se han dedicado a estar
creyendo…el nada más creer y no practicar te lleva al polo negativo de la
gnosis (Ulises Chávez Ruiz, miembro gnóstico, 2011).

Las prácticas tienen como objetivo ser una enseñanza para el individuo, lo mismo
los rituales que se llevan a cabo considerados como cátedras para la conciencia,
pues si bien son una representación de cómo se organiza el espacio sagrado el
mensaje debe ser tomado como una lección particular: “hay practicas más bien
para digamos desarrollar cierta sensibilidad pero a mí, lo que siento que más nos
motiva a vivir esto son las practicas que te ayudan a explorar tu psicología”
(Entrevista a Raúl Casián Huerta 2016).
A lo anterior hay que agregar que existen tres tipos de prácticas esotéricas:
las que están enfocadas a la psicología es decir aquellas que buscan encontrar los
engranajes con los cuales funciona su raciocinio y su manera de actuar en
distintas circunstancias determinadas para así descubrir que yoes o agregados
psicológicos que conforman el Ego domina más en uno mismo para así eliminarlo,
el procedimiento se hace a través de una retro inspección del comportamiento
para observar y analizar la o que ocurre dentro del sujeto que lo lleva a actuar de
determinada manera, y una vez descubierto que parte de la psicología impulsa a
la persona a actuar de una forma donde domina el Ego se procede a eliminarlo,

83
rogando a la Madre Divina que le ayude a eliminarlo para así liberar la Conciencia,
para que el procedimiento funcione se debe tener una castidad pues la energía
proviene de la sexualidad y un mal uso de ella hace del individuo un ser débil y la
práctica no tendrá una fuerte repercusión en la psique. El segundo tipo son
aquellas prácticas esotéricas cuyo fin es incrementar las experiencias
extrasensoriales como lo son los viajes astrales, los sueños lucidos, el uso del
tarot y la Cábala, transmutación que es la sublimación de la energía sexual a
través del uso de mantras y por ultimo tenemos los trabajos de Segunda Cámara
que se realizan generalmente los días sábados y los 27 de cada mes. Los
primeros dos aunque se hacen en la asociación también pueden realizarse
individualmente pues no son representaciones del cosmos como en los mundos
internos como sí lo son los trabajos sabatinos y se enfocan en el desarrollo
personal, entre los integrantes se puede decir que la forma de realizarlos está a
disposición y criterio del estudiante como se puede ver a continuación:

Claro que hay divergencia eso va a ser siempre de acuerdo a las


necesidades que traiga cada individuo, ahí hay compañeros que como lo
mencionaba lo que le gusta es sensibilizarse, les gusta tener un momento
de relajación al hacer una práctica, en sí cada compañero encuentra lo que
necesita (Entrevista a Raúl Casián Huerta 2016).

No obstante, el tercer tipo de práctica necesita de varios individuos para


realizarse, es en ella donde radica el corazón de la asociación pues el simbolismo
y significado esotérico que es particular de la gnosis se transmite a los individuos,
se realiza en un espacio dentro de la asociación específicamente seleccionada
para ese fin tiende a durar en promedio hora y media pero es necesario estar
media hora antes para hacer una meditación con el fin de purificarse de
pensamientos e ideas que lo distraigan durante la ceremonia lo que es una causa
de porque se realiza en la mañana o por la noche. Los gnósticos los definen a los
rituales como cátedras para conciencia pues son representaciones de lo Interno y
lo Sagrado, son cíclicos pues se componen de 7 rituales que tienen un orden
establecido, en ellos los gnósticos ven el corazón de la Segunda Cámara y el
punto principal que la diferencia la Primera. Por petición de los miembros omitiré la

84
descripción y narración de cada uno de ellos por el sentimiento Sagrado que para
ellos posee.
Sin dejar de lado los ritos de paso dentro de la Gnosis hay uno que es muy
importante y es el pase a Segunda Cámara, una vez terminado el ciclo de
conferencias o cuando se está a punto de terminar se les hace saber a los
asistentes que pasaran a la Segunda Cámara, cuando se llega a este punto
generalmente se trata de grupos muy reducidos pues la mayoría ha optado por
seguir acudiendo. El pase tiene muchos elementos relacionados con la muerte,
sobre todo la de carácter psicológica, pues indica el estado de transición entre un
asistente a las conferencias para ser parte de la comunidad gnóstica como un
miembro más y con responsabilidades tanto para sí dentro de la cosmovisión
como para su asociación. Es en verdad importante este rito pues da evidencia de
la estabilidad que se tiene pues al ser asociación civil cada casa donde se instala
depende de sus miembros. Es común que al pase acudan miembros de otras
asociaciones, misioneros y miembros de Segunda únicamente para apoyar el
evento que culmina en una fiesta o convivio donde se da la bienvenida a los
nuevos integrantes, quienes acudirán al horario de conferencias para ese grupo,
aunque no impide que acudan a escuchas las pláticas de la Primera Cámara.

6.4. Deserciones
Como he mencionado anteriormente no todos los asistentes hacen el rito de pase
y en Segunda Cámara e incluso casos de misioneros hay quienes optan por dejar
de acudir a la asociación, en lo que he visto en el trabajo de campo esto
generalmente se debe a tres causas; disposición del tiempo, diferencias
ideológicas o como interpretar la obras del fundador y por ultimo desilusión de la
institución.
El primer caso es el más frecuente de los tres, ya sea por el trabajo o la
escuela hacen que no acudan a las conferencias o a los trabajos, el resultado de
ello hace que los miembros sean intermitentes con sus asistencias al grupo, en
varias ocasiones el individuo se adapta al ritmo de vida y aunque no acude a diario
en las fechas programadas sigue viéndose a sí mismo como gnóstico y va cada

85
que le es posible intentando adaptar su vida cotidiana con la asociación, e incluso
cuando las exigencias del trabajo le alejan de su lugar de residencia para
trasladarse a otro lugar hay quienes buscan asociaciones cercanas para seguir
asistiendo a las asociaciones o volverse un practicante individual. Después tuve
que trabajar pues y ya no tuve tiempo, normalmente en mis trabajos o salía a esa
hora o entraba a esa hora, hasta que ya no asistí hasta que de plano deje de
asistir (Entrevista a Gabriel 2016).
Aunque como se puede observar en el ejemplo anterior no acudir de forma
consistente hace perder ese sentido de pertenencia al grupo y de forma de
paulatina dejar de asistir hasta separarse completamente de la institución. Las
diferencias ideológicas y la desilusión de lo que se esperaba y lo que se recibe en
la institución normalmente van de la mano, hay ocasiones en que cada uno es una
razón a parte que impulsa al estudiante a salirse, algunos miembros de la
asociación lo entienden de la siguiente manera:

Por ejemplo, el último conflicto que hubo entre algunos miembros pues
hablan directamente con ellos para ver que necesidades tienen, que
inquietudes tienen, pues ya se les explica su papel porque también como
estudiantes deben tener su papel de estudiantes no pueden irse más allá,
por ejemplo querer dirigir la asociación entonces se le explica su papel se
toman en cuenta sus sugerencias, si no quieren pues adentrarse al papel, si
no quieren aceptar alguna sugerencia y quieren hacer todo a su manera
pues simplemente se les da la opción de salirse si ellos así le gustan, a mí
no me ha tocado ver que corran a alguien pero si se les explica que están
haciendo ahí (Entrevista a Raúl Casián Huerta 2016).

Pueden haber divergencias sobre cómo interpretar lo escrito por el fundador y de


hecho es algo común y que es visto como algo natural de la enseñanza mientras
no afecte a las dinámicas del grupo ni intente imponer su postura, pero cuando las
divergencias provocan roces es labor del conferencista mediar en el asunto. Ha
habido miembros que se han salido puesto que están en desacuerdo en como el
misionero lleva las acciones del grupo o los temas que expone pues tienen su
propio ideal de lo que debe ser la gnosis. Como institución la gnosis de
A.G.E.A.C.A.C. tiene su propia organización y los temas que deben de tomarse
para su estudio, algunas prácticas como las danzas se han dejado de lado y las

86
que quedan están con controles que las condicionan a usarse en determinadas
fechas o eventos, que hasta el momento solo se dan en la clausura y congresos.
Este tipo de restricciones se alejan de lo que puede esperar el integrante acerca
de cómo debe ser la gnosis o su espiritualidad y opta por retirarse de la institución.
Cuando la disidencia se vuelve demasiado grande al punto de ruptura y es
compartida por varios miembros una gran parte del grupo se separa llegando a
formar sus propias asociaciones o casas de estudio dando lugar a misioneros que
dan la gnosis pero no pertenecen a ninguna asociación en particular, formándose
grupos independientes de gnósticos.
A lo anterior no pude llegar a contactarme con este tipo de misioneros o
asociaciones, por lo que no en este presente trabajo me limitare a nombrarlos
solamente.

7. Nota final
A lo largo de este capítulo he puesto especial énfasis en el proceso de difusión y
el papel que juegan en él los misioneros, así como en el de conversión para tratar
de comprender cómo es que el movimiento gnóstico, a través de la
A.G.E.A.C.A.C., se erige como una nueva expresión religiosa en una sociedad
como la de la Zona Metropolitana de Guadalajara. Para desde aquí, interpretar
qué es lo que en el plano social representa. Como he mencionado, la vida del
gnóstico gira en esferas de acción específicas, tanto a nivel individual como
colectivo, pero sin duda, una religiosidad carente de una institución sólida,
difícilmente puede prosperar o ir más allá de un reducido número de personas,
que con el pasar del tiempo, la abandonan y construyen otras formas de
interrelación que las coloque ante su realidad y aquello que consideran
trascendente, pues carecerá de los elementos de cohesión suficientes que le
permita reproducirse día a día.

87
Capítulo IV
Reflexiones finales: años gnósticos

1. Notas preliminares
En los capítulos anteriores me he dedicado a detallar y describir la historia,
constitución y lógica del movimiento Gnóstico para entender sus dinámicas
internas, así como el proceso de conversión que se da entre sus integrantes;
quienes modifican sus esquemas de explicación de la vida y el mundo, y sus
formas de situarse ante la realidad. Ahora me enfocaré en analizar el vínculo que
tiene el arraigamiento de esta expresión religiosa con la dinámica sociocultural le
sirve de base, con el objeto de comprender las razones por las que ha
permanecido por más de 30 años en una sociedad como la nuestra. Asimismo,
discutiré por qué su existencia no se ha visto amenazada por los diferentes
acontecimientos sociales y económicos que se han sucedido a lo largo de los
años. También intentaré dar una respuesta respecto de a qué tipo de necesidades
responde un movimiento que entiende la experiencia directa con lo sagrado como
la forma más básica de la religión (Mardones, 1996).
Debo hacer notar que buena parte del éxito se debe a su propia naturaleza
para comprender las circunstancias particulares de los diferentes contextos en
donde se ha afianzado el movimiento gnóstico contemporáneo, pues si bien, es
cierto que no todas las casas asociación prosperaron; otras, por el contrario,
llevan décadas funcionando; mientras que algunas más se han tenido que
trasladar de un lugar a otro, sin que por ello sus miembros hayan perdido su
identidad como gnósticos.
Por otra parte, abordaré diferentes aspectos que desde mi perspectiva,
influye para que el movimiento gnóstico se torne en una alternativa que da
respuesta y significado al contexto actual que pone en competencia a diferentes
marcos de sentido y propaga nuevas formas de pensar, impulsados en gran
medida, por los medios masivos de comunicación e información: Medios que los
miembros del movimiento han sabido utilizar para difundir sus ideas y organizar
sus eventos, llegando a un sector cada vez más amplio de la población.

88
2. Pluralidad religiosa
2.1 Nuevas Sensibilidades
En su libro ¿A dónde va la religión?, Mardones sostiene que en la actualidad se
vive una situación donde el monopolio de lo religioso, en este caso el de la religión
cristiana, y para nuestra sociedad la católica, se está resquebrajando. Lo anterior
ha obligado a diversas instituciones religiosas a hacer uso de sus capacidades de
integración y adaptación para aprender sobre las nuevas sensibilidades de lo
sagrado, por lo que el eclecticismo y el sincretismo dominantes, deben ser vistos y
analizados bajo una mirada crítica (1996: 7 y 8). Si bien, lo anterior nos llevaría a
pensar en la existencia de una crisis de sentido, no así de una crisis religiosa,
pues lo que se pone en duda no es la religiosidad propiamente dicha, sino el cómo
se experimenta y entiende.
En general, el sentir religioso poco se ha visto afectado por corrientes de
pensamientos materialistas o francamente ateas, pues la experimentación de la
vida como un fenómeno trascendental, más allá de lo meramente terrenal, ha
estado implícita en casi todas las culturas. Lo que las diferencia entre sí, es el tipo
de respuestas que dan a la experiencia vivida, la manera como debe de
interpretarse y bajo qué parámetros tendría que impactar la vida social o colectiva.
Así, las religiones institucionales hegemónicas pueden y deben permitirse ciertas
libertades y flexibilidades sobre la forma de vivir de sus creyentes, para poder
sentar las bases dogmáticas sobre el sentimiento de religiosidad; al mismo tiempo
que se abren para captar nuevos grupos o comunidades y poder expandirse,
garantizando su arraigo y continuidad. No obstante, cuando surgen más de una
manera de asimilar la experiencia religiosa y alternativas de interpretar la realidad,
frente a las posturas más radicales de las instituciones religiosas hegemónicas,
aparecen oposiciones que hace frente a los dogmas establecidos. De allí que sea
común ver a lo largo de la historia de todas las sociedades, a diferentes
instituciones religiosas luchar a través de sus liturgias por tener el monopolio de la
verdad; incluso cuando se centran en un mismo cuerpo doctrinario, piénsese en el
caso del cristianismo para la cultura occidental.

89
En algunas ocasiones, el éxito de una nueva corriente religiosa se debe al
hecho de que complementa ciertos dogmas establecidos, sin tener que dejar de
lado el cuerpo doctrinario de la religión tradicional dominante. De esta manera, va
desarrollándose una nueva corriente que a través del tiempo se instituye y
conforma una nueva iglesia o movimiento religioso, cuyo discernimiento se da en
función de los parámetros institucionales y/o de los deseos de los creyentes, pero
que implicará una posible ruptura total, aunque como dije antes, no con el cuerpo
doctrinario en sí. No obstante, no necesariamente toda manera particular de
interiorizar los dogmas e interpretar lo religioso conllevará siempre la posibilidad
de un quiebre al interior de las instituciones religiosas, pues la subjetivación de lo
religioso es una realidad constante que no por fuerza conlleva rupturas radicales,
pues en los procesos de interiorización de lo religioso cada quien interpreta lo
sagrado o a la divinidad, de forma personal. De lo que sí se puede hablar, es de
las formas y modos de subjetivar y de cómo éstas a pesar de estar delineadas
colectivamente, también conllevan una especie de relativismo de la fe. De tal
manera que, como sostiene Mardones, podríamos sostener que
de una tendencia individualista que acentúa los derechos y acreditaciones
individuales por encima de cualquier instancia institucional y no solo
religiosa sino en ocasiones estatales.
[…]
Hay sed de experiencia del Misterio, donde la oferta religiosa pierda el
anonimato de la masa y se transforme en don para cada individuo. De ahí el
acento más interiorista, afectivo e individual-grupal que tiene esta
sensibilidad mística, neo-esotérica, ecléctica y nebulosa de nuestro tiempo.
[…]
La religión se presenta hoy, no tanto como una herencia cultural que se
recibe, cuanto como el resultado de una búsqueda, de un encuentro o de
una elaboración personal. La religión se individualiza y subjetiviza […]
donde el acento recae claramente sobre el aspecto experiencial y subjetivo
del creyente (1996, 21-50).

En tal dirección, podría sostenerse que tal es la dinámica religiosa contemporánea


que subyace al surgimiento de nuevos movimientos religiosos. No obstante, difiero
con el autor en el sentido de que pareciera que la causa principal de dicha
aparición, y la propagación de toda religión, se basara sólo en los intereses
particulares de los individuos, y al ser éstos subjetivos y múltiples, cambiantes de

90
acuerdo a las exigencias del presente, difícilmente pudieran generar una situación
que dure lo suficiente para evolucionar en un movimiento estructurado y
organizado, que derive en una institución religiosa capaz de mediar entre dichos
intereses divergentes, conjuntándolos y estableciendo metas comunes. Si no
existiera una estructura o base sólida que ayude a los creyentes a hacer frente a
las exigencias actuales o a aquellas que vayan surgiendo con el devenir del
tiempo, es probable que la corriente religiosa quede, como se dice vulgarmente,
en una “llamarada de petate”; pues si algo puede ser efímero, son los intereses
individuales siempre tan susceptibles a los cambios que se dan en otros órdenes
de la vida social. Además, sabemos que en el caso de las instituciones religiosas,
éstas hacen converger a miembros de la sociedad con posturas socioeconómicas
y culturales diferenciadas, de allí que sostengo que debe existir un elemento que
no sólo afiance y de cabida a las dudas individuales, sino que ofrezca respuestas
colectivas.
Si bien es cierto que en la sociedad contemporánea el discurso
individualista ha tenido mucho éxito en distintas asociaciones y organizaciones
religiosas, donde va íntimamente ligado con la superación personal del sujeto, en
ellas se presenta más como un recurso que como un fin, pues para validar dicha
superación, debe de haber una aprobación colectiva que reafirme tal logro. Lo
anterior, sin duda, al mismo tiempo que legitima al individuo y lo hace acreedor de
un nuevo status, legitima a la institución que hace viable dicho logro.
En algunos de estos casos también se busca reconciliar o integrar el
discurso religioso con la razón científica, que es objetiva y no se encuentra
condicionada a interpretaciones meramente individuales, por medio de la
experimentación y a través de un proceso debidamente institucionalizado. De esta
forma, lo religioso da una respuesta a la realidad que no entra en conflicto con las
que provee la ciencia; muy por el contrario, incluso la apuntala (Mardones, 1996:
54). Siguiendo esta línea argumental podríamos preguntarnos si no es el colectivo
y sus prácticas lo que hacen del individuo un ser anónimo perdido entre sus
compañeros, y por ello, si la respuesta dada por la institución, al ser dirigida a la
sociedad, le resulte extraña y/o relativamente ajena a él. Si fuera así, resultaría

91
difícil que el individuo encontrara respuestas a su realidad individual, produciendo
un sentimiento de desapego de esta lógica religiosa porque se dirige más a una
dimensión meramente sociológica, que a las crisis existenciales particulares. Es
por tal razón que las nuevas manifestaciones religiosas son tomadas como
religiosidad de conciencia que hace uso del colectivo para desarrollar un
conocimiento racional del mundo. No hablamos ya de una religiosidad afectiva,
sino de una analizada y escrutada, empírica, tanto teórica como pragmática; una
religión que entremezcla de formas variadas y complejas, misticismo y
razonamiento.
Bajo las bases anteriores surgen nuevas creencias que intentan alejarse de
la servidumbre de las dicotomías tradicionales sobre la moral y lo inmoral, lo
sagrado y lo profano, más ligados a la concepción nietzscheniana de la voluntad
de poder, en la que es el individuo el único responsable de su liberación y plenitud.
¿Acaso esta nueva sacralización se adapta y refuerza la idiosincrasia dominante
de una cultura determinada? No necesariamente, pues si bien genera una
identidad que no rompe con la herencia histórica y cultural, sí pone en entredicho
el pensamiento y el sentido hegemónico, generando un conflicto que llega a
derivar en una crisis sobre la manera en que debe ser entendida y significada la
vida, y la organización y la estructura que la sociedad tiene. Por eso, aunque se
conserven algunos preceptos, éstos son reinterpretados y reinsertados en un
nuevo modelo epistémico.
Tales maneras novedosas de situarse ante la realidad se van esparciendo
en la sociedad actual gracias al auge de los medios masivos de comunicación,
sobre todo con el uso del internet. La información llega a espacios que antes eran
de difícil acceso, trascendiendo las fronteras demográficas, políticas, culturales y
sociales, y abonan al ahondamiento de las disensiones al introducir esquemas
comparativos entre las diferentes corrientes de pensamiento.

Uno de los elementos ligados a la religión y que va a experimentar el


impacto de la globalización es la tradición. No es que las tradiciones
desaparezcan, pero sí que se ven profundamente afectadas; lo que antes
era considerado como algo absoluto e indiscutible de generación en
generación, se ve ahora cuestionado y relativizado.

92
No desaparecen pero sí son reinterpretadas, reformuladas, sometidas a una
justificación (Mardones, 1996: 109).

Al entrar en competencia estos nuevos esquemas con los existentes previamente,


desplazándolos y/o incorporándolos con contenidos o matices novedosos, se
provoca que proliferen múltiples movimientos.
En el caso específico del movimiento gnóstico que me ocupa, su
característica reside en la ruptura completa con las instituciones religiosas
dominantes, pues al poseer su propia estructura, organización y marco de
creencias, el miembro es parte de un colectivo que es completamente
independiente y autónomo a otras instituciones religiosas; generando con ello, un
nuevo sentido de pertenencia y una forma de entendimiento de la realidad
aprendida en la gnosis. Por lo tanto, se reconstruye su identidad.
Lo cierto es que la identidad debe ser analizada y contextualizada por parte
del mismo creyente, pues se puede correr el peligro de que una asimilación sin
escrutinio de todo lo que converge en el mundo del mismo, genere contradicciones
y falta de propósitos claros, dejando al sujeto en un estado emocional vulnerable
al menor de los cambios. No basta con solo actuar, sino que se debe repensar la
identidad para dotarla de una visión que permita encaminar la acción a metas que
le son propias al sujeto gnóstico y que implican e impactan en el aspecto social.
En el caso del movimiento gnóstico, el sentido de pertenencia se adquiere a
través del estudio y la experimentación, más que de cuestiones exclusivamente
emocionales. No es la experiencia del éxtasis lo que se busca, sino el
conocimiento de la realidad y que la manera de actuar sea congruente con la
forma como se entiende el mundo y la vida. Incluso, sus rituales tienen más las
características de cátedras para el aprendizaje, que de experiencia e interacción
directa con lo trascendente. Una persona que desee ingresar a la gnosis debe
estudiar los libros; de hecho, un requisito para el ritual de paso, se basa en la
asistencia continua a las conferencias, y ya en Segunda Cámara, éstas seguirán
siendo parte importante del programa de la asociación. Lo que se busca es
trasmitir toda una cultura intelectual y la constante práctica y análisis de lo que se
vive a través de un método de prueba y error.

93
Al aproximarnos a las obras de Samael Aun Weor podemos apreciar el
constante desdén por la mera teoría y el énfasis que pone en lo pragmático, pero
un pragmatismo intelectualizado, no basado en la emotividad que provoca la
interacción exacerbada con los otros, a través de otro tipo de prácticas lúdicas o
de catarsis colectivas, por ejemplo; o incluso, las que otro tipo de rituales
colectivos pudieran generar, como las lúdicas. Experiencia vívida pero significada
con base en cánones pre-establecidos.
En el mundo contemporáneo han surgido posturas sobre diversos temas
sobre cómo debe entenderse y concebirse la vida humana en lo referente a la
sexualidad, la familia, la religiosidad; en pocas palabras, el lugar que ocupa en el
mundo el sujeto y la dirección que debe de tener su vida, que se contraponen a lo
tradicionalmente dado por hecho y aceptado. Esta contraposición entre ambas
visiones genera dudas que al no ser respondidas o aclaradas, crean un sentido de
pérdida de la verdad. De esta forma se ponen en cuestionamiento marcos de
creencia heredados en la tradición y los creyentes pierden la fe en ellos, dando
lugar a una sensación de vacío. Tal vacío conlleva a la búsqueda de una
respuesta que explique y esquematice las experiencias y necesidades para darles
sentido y propósito; es decir, coherencia y dirección a la vida de la persona.
El vacío que deja la pérdida de relevancia social de los signos y símbolos
de las religiones oficiales, busca ser llenado con nuevas explicaciones de la
realidad que puedan ser traducidas a acciones concretas. Es cierto que en el caso
del movimiento gnóstico contemporáneo, nos encontramos con un esquema de
significación que presenta un gran eclecticismo. Tal eclecticismo puede llevarnos a
suponer que movimientos religiosos como éste, se caracterizan por lo difuso de
sus contenidos, pues su interconexión con diversas corrientes de pensamiento
esotérico y científico, y la recuperación de elementos de distintas culturas
(occidentales y orientales, sobre todo), generan un mimetismo cultural que dificulta
establecer con claridad sus límites. No obstante, cuando se analiza de forma
detenida y se disciernen sus componentes específicos, surgen contornos claros,
como demostré a lo largo de este trabajo.

94
Por otra parte, nos encontramos también con que el movimiento tiene como
una de sus características centrales, la exaltación del individuo, como una forma
de llegar a la trascendencia, y del éxito personal como una forma de superación
humana. En este sentido, puedo sostener que este movimiento se caracteriza por
ser una nueva religiosidad que busca:
Un pragmatismo experimentable por sus miembros en su vida cotidiana,
para que su salvación se haga palpable para el individuo en el aquí y ahora.
Una conciencia de determinados problemas de nuestro mundo y de nuestra
sociedad, desde la ecología hasta las cuestiones nacionales, sociales o
científicas (Mardones, 1996: 197 y 198).

Todo lo anterior, sin embargo, sin perder de vista el interés colectivo. Aspecto que
me lleva a reflexionar y me plantea algunos cuestionamientos respecto de las
explicaciones de tipo socioeconómicas que se han dado como la base
fundamental para el surgimiento de estas nuevas dinámicas religiosas.

2.2 Mercados religiosos


Podríamos describir a la sociedad como un fenómeno nacido como producto
humano, pero que reacciona constantemente sobre su productor (Berger, 1969:
13). Visión que se asemeja a la noción del inconsciente colectivo que menciona
Durkheim en su trabajo Las formas elementales de la vida religiosa, por la relación
dialéctica que existe entre la subjetividad del individuo y su realidad objetiva,
representada por la sociedad. Se internalizan al mismo tiempo que se externan,
los patrones culturales y sociales, donde se incluyen los aspectos religiosos,
haciendo a la vez a la persona producto de su realidad con códigos de conducta
claramente establecidos. Este papel de creador y reproductor de la cultura y el
orden social, no es estático sino dinámico, y abre siempre la posibilidad de que se
generen visiones y prácticas alternativas a las establecidas por la tradición y/o las
instituciones oficiales. Tales alternativas se presentan como un reto al sistema
tradicionalista u oficial, y aunque no siempre generan negaciones abiertas, sí
ponen en entre dicho lo establecido como verdadero. Además, cuando las
posiciones hegemónicas no pueden dar respuesta a necesidades específicas que
surgen en función del contexto socio histórico particular, se agudiza la diversidad

95
existente y, como he mencionado antes, se establecen nuevas instituciones que
llenen el espacio de significación vacío. No obstante, estas nuevas alternativas
son heterogéneas y a menudo se contraponen entre sí, pues su visión busca dar
una explicación de la realidad, asegurando tener la verdad en sus creencias. Su
orientación y fines también son muy diversos, pues aunque hay una inclinación a
asimilar otros esquemas de pensamientos provenientes de espacios y contextos
diferentes, como es en el caso estudiado, el uso de las tradiciones de Oriente y
África, sobre todo de la cultura Egipcia.
Ya sea de carácter progresivo o conservador, se gesta una competencia
sobre la posibilidad dar una respuesta fehaciente que enmarque las nuevas
concepciones ideológicas y prácticas del mundo contemporáneo; presentándose,
para el individuo que discrepa de las instituciones tradicionales, como una oferta
variada de la que puede seleccionar para responder a sus inquietudes, y aunque
su elección no es garantía de entrar o vivir un proceso de conversión, lo cierto es
que le genera nuevos parámetros de comparación y afecta en su cosmovisión, al
tiempo que incrementa la discrepancia y la crisis de sentido a la que se ve
sometido.
Por otra parte, tendríamos que preguntarnos si es correcto hablar de la
existencia de un mercado religioso y en qué sentido lo entenderíamos. Si partimos
de la idea de que la estabilidad y el desarrollo social se encuentran ligados a la
lógica de oferta y demanda, y en donde la oferta nace de las opciones que se
generan en el seno social mismo. En el caso de lo religioso, tal oferta implica una
multiplicidad de formas alternativas de explicar la realidad y vincularse con lo
trascendente, y donde la demanda depende de la capacidad de elección
consciente de los creyentes que optan por una u otra. Pero en qué sentido y
medida es factible hablar de una elección consciente cuando lo que está
involucrado es el sentido último de la vida. Como vimos en las entrevistas
recuperadas en el capítulo anterior, quienes se acercaron a la gnosis por primera
vez, no estaban tan claros de qué era exactamente lo que iban buscando, algunos
lo hicieron sólo por mera curiosidad; sin embargo, no sólo permanecieron sino que
modificaron de forma sustancial su visión y conducta.

96
La dinámica de la vida social misma, genera sus vacíos de sentido, pero de
igual forma, ofrece las soluciones y alternativas para cubrirlos; dichas alternancias
producen una nueva manera de definirse a sí mismos en los individuos, lo que en
última instancia termina afectándola, dándose un proceso de significación y re-
significación.
El mantenimiento y la continuidad del orden social depende de que ese
mundo siga siendo plausible para sus integrantes, para que su conciencia genere
criterios de valor que les sirvan para responder a las preguntas que se hacen de lo
que viven, y experimentar una realidad que es compartida con el resto de los
miembros de su sociedad. En palabras de Berger:
La propia vida del individuo aparece como objetivamente real, para él
mismo y para los otros, solo en cuanto está ubicada dentro de un mundo
social que posee el carácter de una realidad objetiva.
Al representar roles, el individuo llega a representar las objetividades
institucionales de una manera que es aprehendida, por sí mismo y por
otros, como separada de los meros accidentes de su existencia individual
(1969: 27 y 28).

Aunque la idea de homogeneidad es ilusoria, pues hay visiones separadas y


contrapuestas que convergen, incluso dentro de un mismo marco de creencias, lo
cierto es que deben existir elementos compartidos porque, como afirma Berger
(1969: 32), el peligro supremo de la separación es el de la ausencia de significado.
Así, la religión aparece significativamente como un organismo que alinea las
inquietudes surgidas de la disidencia y las pone bajo el marco de significados que
le es propio, aunque tome elementos de tradiciones diversas, como sucede con el
movimiento gnóstico. Tales elementos pasan por un filtro y un proceso de re-
significación cuyo resultado derivará en la conformación de una institución
alternativa que puede hacer converger a aquellos miembros que no encontraban
respuestas satisfactorias y explicaciones plausibles de sus situaciones de vida en
las instituciones establecidas; convirtiéndose en adepto de este nuevo marco de
creencias.
En todo proceso de conversión se encuentra un engranaje de ritos y
sacrificios que condicionan e identifican a la persona como miembro de una
comunidad que lo dota de responsabilidades y obligaciones tanto hacia los otros
97
con los que está relacionado, como para sí mismos. Por lo que “personalizar” la
religión como una forma de entender el surgimiento de estos nuevos grupos
resulta, a mi parecer, insuficiente, pues no es un movimiento creado a la medida
de los intereses del individuo. Desde luego que tienen que existir aspectos que le
interesan y que ejercen en él una atracción fuerte que lo impulsa a acercarse a
ellos, pero dista de adaptarlos a gusto propio. Pues como discutí antes, al igual
que toda institución religiosa, el movimiento gnóstico reproduce en el grupo
dinámicas que se condicionan y adaptan a la corriente del sentir religioso que
posee el grupo; sea de forma consciente o inconsciente, repercute y se manifiesta
en las acciones del grupo.
El movimiento gnóstico posee parámetros fijos, normas de acción claras. Lo
que es esencial para su supervivencia y desarrollo es la organización y cohesión
del grupo, pues es la estabilidad de los individuos lo que lo potencializa y permite
atraer a futuros practicantes.

3. Una revolución conservadora


Cuando toda institución se valida y ampara con base en el consenso de los
miembros que la conforman, puede decirse que su desarrollo no se verá
interrumpido ni amenazado por las demandas de grupos minoritarios, por más
coherentes y prácticas que éstas sean. Sólo cuando falta el apoyo incondicional
de los individuos que la fortalecen, surge entonces una crisis que puede poner en
peligro el status quo. No se puede decir que exista un momento en que una
institución u organización hegemónica no haya tenido y tenga que enfrentar
posturas o acciones diferentes y/o contrarias a su política; hasta cierto punto
puede tomarse como algo inherente a la naturaleza institucional, pues siempre
surgen expresiones que difieren a la praxis del momento y buscan plantear nuevos
paradigmas teóricos o pragmáticos que construyan una perspectiva diferente.
En un mundo múltiple y diverso como el de ahora, constantemente van
surgiendo nuevas realidades y visiones sobre el mundo, cada una tan distinta
entre sí, que es muy difícil intentar calificar bajo un denominador común. Lo que
de esto derive, puede ser algo de corto alcance; mientras que en otras, como ha

98
sucedido con el movimiento gnóstico, se logra formular un marco lo
suficientemente coherente que paulatinamente, toma fuerza y se arraiga en la vida
social y se expande. Pues la interpretación religiosa se encuentra sometida al
principio de coherencia (Weber, 1999: 49). Así, las instituciones hegemónicas se
ven pues, inmersas en una batalla de varios frentes y en varios niveles, pues estos
nuevos fenómenos se dan desde espacios geográficamente determinados o
regionales, hasta puntos nacionales e internacionales. Si la verdad que defienden
dichas instituciones no se adecua a las necesidades que tienen sus miembros, o si
dicha verdad resulta inferior al nuevo planteamiento, esta misma verdad puede
dejar de ser funcional y al compararse se cuestiona sus bases, su cosmovisión.
La búsqueda de las instituciones religiosas es la búsqueda de la Verdad, y
mientras más pragmática sea, si las experiencias vividas por los individuos pueden
explicarse bajo su lógica religiosa y social, de forma que signifique y simbolice la
vida individual y colectiva, mayor impacto genera y su arraigo en el grupo se
vuelve más profundo. Es esto precisamente lo que el movimiento gnóstico ha
logrado significar para sus adeptos.

4. ¿Una nueva herencia cultural?


En un mundo convulso y dinámico como el que se vive en este siglo XXI, surgen
constantemente nuevas posturas que buscan crear nuevos mundos, pero no todos
esos ellos son necesariamente progresivos. Hablar de cambios así es ver una
cara de la moneda, pues se negaría la otra realidad, que muchas de las nuevas
posturas no solo no buscan modificar el orden existente, sino que optan por hacer
frente a las tendencias progresivas, en el caso de la gnosis descalificándolas,
pues por su visión de la vida es más bien conservadora.
El movimiento gnóstico, como mostré, revalora principios tradicionales,
como la familia o la sexualidad, entre otros, al dotarlos de un aura sagrada. En su
esquema su valor se apoya en las liturgias de las diferentes tradiciones religiosas,
las cuales, según su propia concepción, los ven como verdades universales e
inherentes del ser humano. De manera que si como sostenía su fundador, Samael
Aun Weor, el movimiento gnóstico es la síntesis de todas las religiones y mientras

99
eso le signifique al individuo gnóstico y lo pueda traducir en una forma específica
de vivir su vida en el ámbito social, entonces aún quedan varios años gnósticos
por delante.

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Entrevistas
Jairo León Pizano Ramírez. Misionero y uno de los miembros más antiguos que radica en
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Raúl Casián Huerta. Miembro de la gnosis, vecino de Guadalajara.

Gabriel Arturo Ortiz Rsmirez. Ex miembro del movimiento gnóstico, habitante de


Guadalajara.

Aldo Benjamín Ramírez Hermosillo. Ex miembro del movimiento gnóstico, también


vecino de Guadalajara.

Luz Lucrecia del Toro Rueda. Misionera del movimiento gnóstico, radicada en
Guadalajara.

Ulises Chávez Ramírez. Miembro perteneciente a la gnosis de una asociación distinta a la


A.G.E.A.C.A.C.

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