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ValleMartínez

Centroamérica: las ideas de sociedad


e integración en el siglo XIX

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American integration diSc\JSsed in the 19th t=entili:y. The range of
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Los ochenta y cinco años que me- aún, es bastante seguro que lo mismo
diaron entre 1821 y 1906 fueron tes- sucedía en casi todo el territorio de la
tigos de un enmarañamiento perma- provincia de Guatemala. Casi todo
nente de ideas y prácticas sociales, seguía como antes. Sólo la capital
que perseguían delinear una conocía de la firma del Acta de Inde-
Centroamérica en constante creci- pendencia de la Capitanía General
miento económico acompañado de un de Guatemala del gobierno español.
cambio en la calidad de vida. El rol La provincia de Costa Rica situada
de la integración dentro de ese proce- en el extremo sur de las cinco conoció
so fue uno de los ejes del contrapunteo de la noticia de la independencia
constante que se experimentó du- hasta un mes después, aproximada-
rante esas poco más de ocho décadas, mente.
en donde los intereses y fuerzas Las reacciones de las provincias
extrarregionales jugaron un papel no fueron homogéneas, así como tam-
nada despreciable. poco al interior de ellas. Los ejem-
El amanecer del16 de septiembre plos de León y Granada; Cartago,
de 1821 encontró a Centroamérica Heredia, San José y Alajuela; y Te-
prácticamente igual que el día ante- gucigalpa y Comayagua nos ilustran
rior y que algunos años atrás. Más más la falta de coincidencias que de

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Encuentro 42

convergencias regionales y locales.I tico la primera, y en el Pacífico la


Los documentos, textos, artículos y segunda.3
ensayos escritos sobre ese aconteci- Comopodemosobservar,lasitua-
miento prácticamente nada nos di- ción reinante era más de frag-
cen acerca de la existencia de fiestas, mentación y desarticulación que de
entusiasmos exaltados y algarabía unidad y coincidencia.
popular, es decir, pareciera que si lo Ese mismo panorama tenían las
hubo fue la excepción. Al contrario, vías de comunicación intracentro-
lo que se ha recogido hasta hoy deno- americanas y las locales, siendo las
ta reservas, posiciones encontradas mejor dotadas aquellas que unían
y cierto descontento. En otras pala- las capitales con los puertos, tales
bras, falta de consenso provincial y como: Guatemala-Santo Tomás de
local. Castilla y, Omoa; Cartago-Matina;
Hacia fines del siglo XVIII y para León o Granada-Realejo y San Juan
la época de la independencia, los co- del Norte; o Comayagua-Omoa o
merciantes guatemaltecos marcaban Trujillo. Para brindar un pincelazo
la pauta de la vida económica de la de la época diremos que el «correo»
región. Los comerciantes y hacenda- que llevó de Guatemala a Cartago la
dos del resto del reino dependían de noticia de la independencia consu-
aquellos, y no pocas veces intentaron mió, aproximadamente 39,7 días en
zafarse de su dominio.z Los produc-
tores añileros salvadoreños así como
los ganaderos y textileros nicaragüen-
ses, hondureños y costarricenses re- lEsta situación alrededor de la independencia la
abordamos en un ensayo «Los vaivenes de la integración
sentían que los capitalinos monopo- centroamericana ( 1838-1850)>>, en Revista Relaciones
lizaran el comercio exterior y regio- Internacionales No. 37, Escuela de Relaciones Interna-
cionales, Universidad Nacional. Heredia, Costa Rica,
nal, las fuentes de financiamiento a 1991, pp. 27-40.
la producción y mantuvieran un go- 2 Este tema está tratado por Acuña, Víctor en «Ca-
pital Comercial y Comercio Exterior en América Central
biemo marcadamente centralista en durante el siglo XVIll: Una contribución, en Estudios
lo político, económico, burocrático y Sociales Centroamericanos, mayo-agosto 1980, No. 26.
San José, Costa Rica, pp. 71-102; asimismo en Floyd,
militar. Honduras y Nicaragua se Troy S. «Los comerciantes guatemaltecos, el gobierno y
quejaban bastante de la poca asis- los provincianos>>, y en Smith, Robert, «Producción y
comercio del añil en la Guatemala colonial>> en Lecturas
tencia que se les brindaba en cuestio- de Historia de Centroamérica, Luis René Cáceres (edi-
nes de defensa ante las numerosas tor), Publicación del Banco Centroamericano de Integra-
ción Económica (BCIE). EDUCA, San José, Costa Rica,
incursiones de corsarios y piratas 1989, pp. 177-191, y 141-175.
ingleses que tuvieron que enfrentar 3 Ayón, Tomás. Historia de Nicaragua. Colección
Cultural, Banco de América, Tomos ll y ill. Managua,
en los siglos XVII y XVIII en el Atlán- Nicaragua, 1977.

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Marco A. Valle Martínez

recorrer las 397 leguas (990 millas) días avanzando a caballo, lo que da
que separaban ambas capitales. 4 Es 15 millas diarias. 1
decir, recorrió diariamente como 10 Si comparamos los tiempos de
leguas en promedio. 1821, 1842y 1881 queda evidenciado
El21 de octubre de 1842, Rafael que el estado de las vías de comunica-
Carrera le comunico a los ción y el transporte en poco habían
guatemaltecos la noticia del fusila- cambiado en el cenit del siglo XIX,
miento de Francisco Morazán en denotando el constante problema de
Costa Rica, acaecido el 15 de sep- la insuficiente articulación regional
tiembre de ese año.5 Más aún, el 19 no sólo en lo económico, sino en los
de octubre los gobiemos de Guate- otros órdenes de la vida, ya fueran
mala, El Salvador, Nicaragua y Hon- cultural, o político, por ejemplo. Sen-
duras firmaron en Guatemala un siblemente diferente era el cuadro de
Tratado de Defensas contra Morazán las rutas de exportación, principal-
y éste ya había muerto. La noticia mente las que comunicaban los cen-
sobre Morazán tardó en llegar a Gua- tros de las repúblicas con los océanos,
temala, aproximadamente, el mismo entre ellas San Salvador-Acajutla;
tiempo que se dilató en arribar a San José-Puntarenas, o Puerto
Cartago el anuncio de la indepen- Ixabal-Ciudad Guatemala.s El fe-
dencia, o lo que es lo mismo después rrocarril ya había comenzado a des-
de veintiún años el tiempo parecía
congelado, las vías de comunicación
y transporte se mantenían alrededor 4 Los datos sobre distancias, y los cálculos de
del ambiente de 1821. tiempo los hemos realizado basados en Thompson. C.A.
«Narración de una visita oficial a Centroamérica en
Treinta y nueve años más tarde, 1825», en Revista Conservadora del Pensamiento Cen-
en 1881, la profesora inglesa Mary troamericano (RCPCA), No. 93,junio. Managua, Nica-
ragua, 1968.
Lester emprendió un viaje en Hon- 5 Woodward, Ra1ph L. «La política centroamerica-
duras, desde Aceituno frente al Golfo na de Rafael Carrera, 1840-1865» en Anuario de Estu-
dios Centroamericanos. Vol. 9, Instituto de Investiga-
de Fonseca a San Pedro Sula cerca ciones Sociales, Universidad de Costa Rica, San José,
del Océano Atlántico. A caballo y sin Costa Rica, 1983, pp.58-66.
6 Bonilla, José María. Derecho de gentes positivo
haber padecido torrenciales aguace- nicaragüense, Tomo ll, Tipografía y Encuadernación
ros gastó 18 días para transitar las Nacional. Managua, Nicaragua, 1922, pp. 5.
7 Los cálculos fueron realizados en base al relato de
220 millas que separaban ambos lu- ella. en Lester, Mary, Un viaje por Honduras, EDUCA.
San José, Costa Rica, 1982.
gares haciendo más o menos 12.2 8 Gamboa, Francisco. «Diario» en RCPCA, No. 66,
millas diarias. Si al número de días Vol. 14, marzo. Managua, Nicaragua, 1966; y Stephens,
John L. «Incidentes de viaje en Centroamérica, Chiapas
le restamos el tiempo que descansó, y Yucatán», en RCPCA, Nos. 99 y 1000, Vol. 19 y 20,
tenemos que ella consumió como 15 diciembre y enero. Managua, Nicaragua, 1968 y 1969.

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Encuentro 42

da en productos atractivos para las


potencias coloniales, permitió que
una mentalidad más empresarial y
pragmática lograra producir una sín-
tesis «a la costarricense», apoyada en
la producción y comercialización del
café. La administración -no exenta
de sobresaltos- de las relaciones y
conflictos internos , así como una
imbricación más hacia adentro que
hacia afuera con los sectores cafeta-
leros europeos y las élites centroa-
mericanas, dibujaron un tejido de
intereses económicos y sociales que
estimamos permitió enrumbar al país
hacia el diálogo y el consenso nacio-
nal.
La lucha entre los Estados Uni-
dos e Inglaterra por monopolizar la
potencial ruta canalera por Nicara-
gua exacerbó, profundizó y agravó la
fragmentación con que la región arri-
bó a la independencia. Su acción
plazarse dibujando la ruta del café y respondía a sus intereses comercia-
los bananos, «olvidándose» de la les y estratégicos, incrustándose am-
interconexión centroamericana. Los bos en la madeja de contradicciones
países, entonces, veían hacia los océa- que envolvía a los países centroameri-
nos con no poca dificultad entre ellos canos, y desde allí impulsaron una
mismos, y muy poco a su interior. conducta política que perseguía lo-
Costa Rica era quien presentaba grar sus objetivos más que el de los
una mayor articulación interna, y es pueblos del istmo.
casi unánime la opinión de los cronis- Rondando el centro de este com-
tas y viajeros sobre su mejor estado plejo panorama, los diferentes pro-
socioeconómico en relación al resto yectos o ideas de sociedad e integra-
de países. Quizás su ligera herencia ción se debatieron firme y acalora-
colonial y su pesada tradición de irse damente con miras a marcar la pau-
forjando más a sí misma que apoya- ta del futuro.

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1.1 La unión regional y sus con- gobierno central, escribía «la inde-
flictos intrínsecos pendencia de los Altos supone la uni-
dad de Centroamérica, y esta era la
Las experiencias triunfantes del idea del general Morazán. Nada im-
capitalismo en Europa y los Estados porta que Centroamérica, esté dividi-
U nidos fueron recibidas con diferen- da en cinco o diez o en más Estados,
tes grados de optimismo por las élites si estos Estados Unidos forman un
centroamericanas, al mismo tiempo todo llamado al engrandecimiento y
que existían divergencias acerca de al progreso como los Estados Unidos
la asimilación, ritmo y formas de de América» .lo
aplicación de las mismas, así como Bajo esa visión consagró toda su
en la percepción que tenían del pasa- vida a construir los Estados Unidos
do colonial. de Centroamérica, o la República
Lorenzo Montúfar, político Federal de Centroamérica, no conci-
guatemalteco y ardiente unionista, biendo otra ruta de logros y creci-
fue el autor liberal clásico. Para él, miento económico. Consideró la edu-
en la colonia«.. .el pueblo estaba redu- cación y la mano de obra calificada
cido a la nulidad más absoluta. N o se europea ejes fundamentales para
le educaba, ni se le instruía y era el modemizar la agricultura y pobla-
instrumento ciego de la oligarquía ción del área, promoviendo la inmi-
que imperaba en el Palacio de los gración suiza en El Salvador y resto
Capitanes Generales».9 de Centroamérica.
Desde muy joven fue un asiduo Atacó permanentemente a quie-
lector y admirador de las doctrinas nes consideraba «recalcitrantes}},
consignadas por Alejandro Marure «serviles}} o «separatistas}}' como la
en su «Bosquejo Histórico», y de Pe- casa del «ex marqués de Aycinena}} o
dro Molina, prominente liberal de el gobiemo de Rafael Carrera de quien
esos años. Sus viajes a Europa y decía era un «antropófago}}, Según
Estados Unidos en 1859, 1861 y 1862 él, estos formaban un «... círculo que
entre otros, lo impresionaron a tal desprecia todo lo que en Centroa-
grado que llegó a considerar que la mérica existe fuera de las garitas de
vía del desarrollo de Centroamérica la ciudad de Guatemala o mejor di-
estaba trazada por dichos países.
Frente al propósito de independen- 9 Montúfar, Lorenzo. Reseña histórica de
cia de los Altos (Quezaltenango, Centroamérica, Tipografía La Unión, 7 tomos. Guate-
mala, 1878.
Totonicapán y Sololá) en Guatema- 10 Memorias autobiográficas. Primera
la, en 1848, y que fue sofocado por el parte. Tipografía Nacional, Guatemala, 1898, pp. 191.

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1'

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cho, fuera de las principales manza- Tanto su ambiente familiar así


nas que rodean la plaza de la capi- como la educación que recibió en la
tal». u Universidad de San Carlos de Gua-
Montúfar como otros centroame- temala le fueron foijando la idea de
ricanos partían de la premisa que las que todo giraba alrededor de Dios y
diferentes provincias siempre habían que la preocupación principal debía
estado unidas bajo la corona españo- ser salvar al hombre. Creía que el
la, y que lo lógico era que siguieran destino de la sociedad estaba en «los
unidas en el período independiente, caminos de verdad y justicia que Dios
además que valoraba que sólo por ese tiene trazados a todo el género huma-
camino se podían reproducir los éxi- no en los preceptos de su ley santísi-
tos europeos y norteamericanos en ma e inmutable» .13
su tierra. Ahora bien, pareciera que hasta
Es posible que la manera cómo 1829 en que fue expulsado de Guate-
asimiló su conocimiento de los proce- mala por Francisco Morazán tuvo
sos de integración nacional de las una conducta permeable a empujar
excolonias inglesas, así como en Eu- el federalismo en Centroamérica, así
ropa hayan calado y marcado su pen- como a percibir con tímida simpatía
samiento, solidificando su idea de o tolerancia ciertos planteamientos
que el camino hacia el progreso, o liberales pero, su experiencia en Es-
dicho en otras palabras, el estado tados Unidos y los estudios que rea-
final de crecimiento económico y de- lizó para conocer ese proceso
sarrollo social, sólo se alcanzaría cons- integracionista lo llevaron a la con-
truyendo los Estados Unidos de clusión que aquel no se había aplica-
Centroamérica. do bien, sino que se había copiado y
JuanJosédeAycinena, sacerdo- mal; además consideró que el libera-
te y político guatemalteco, impulsó un lismo centroamericano no había ayu-
proyecto que estaba distante del que dado a desarrollar la región. Refi-
defendía Montúfar. El pasado colonial riéndose a la República Federal es-
lo miraba con ojos de comprensión y cribía «los campos en otro tiempo cul-
hasta aprobación, ya que fue «Un siste- tivados, hoy están desiertos y cubier-
ma de administración... , que hablamos
vivido durante tres siglos; que habla
formado nuestras costumbres, engen- 11 Idem., pp. 434.
drado preocupaciones y creado intere- 12 Aycinena, Juan José de. El toro amarillo, Edito-
ses diversos en las diferentes clases que rial José e Pineda !barra. Guatemala, 1980, pp. 122.
13 Chandler, David L. Juan José de Aycinena.
componen la sociedad».I2 CIRMA. Antigua, Guatemala, 1988, pp. 153.

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i i
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tos de malezas. El comercio está arrui- dían, podrían intentar impulsar al-
nado y casi reducido a meras impor- gunas fórmulas integracionistas. Du-
taciones. El que antes era rico ahora rante todo el período de Rafael Ca-
gime en la miseria y se ha transfor- rrera, Aycinena casi siempre -como
mado en rico el que impunemente ha Ministro de Gobiemo- recomendó
robado. En los cuerpos legislativos cautela frente a los intentos
ocupan asientos muchos que carecen, unionistas que otros países del área
no digo de ciencias, pero aún de sen- proclamaban.
tido común... emplear la fuerza ar- Aycinena al igual que Carrera,
mada para hacer elegir diputado u pensaba hacer avanzar su país sin
ocupar el primer puesto y usar de la desconocer «lo antiguo>>, mientras
autoridad para fines privados y a otros se apoyaban más en «lo anti-
veces perversos se han convertido en guo». Creía en las virtudes nortea-
títulos de lu!roísmo».I4 mericanas pero también apreciaba el
Creía que los conceptos de liber- orden, las tradiciones y los valores de
tad, constitución, progreso y reforma la colonia. Su rasgo distintivo fue su
habían sido distorsionados por los no identificación permanente a la
«impíos» o liberales que llamaban idea que Centroamérica debía unirse
progreso «al curso desastroso del des- políticamente para poder salir del
orden y al ejercicio de un poder sin atraso; creía en los beneficios de la
límites, que no respeta derecho algu- integración pero, gradual y simultá-
no y que se complace en destruir lo neamente. Ahora bien, Aycinena
que hicieron los antiguos... (o que buscaba la región guiado más por
han) denominado progreso al desor- intereses de minorías que por el res-
den; ilustración a la impiedad, go- to.
bierno al despotismo más caprichoso, Dentro de quienes creían en la
leyes a las determinaciones más ab- unidad absoluta de la región como
surdas, y regeneración a la insensa- única, y sólo única salida tanto para
tez para destruir todo lo antiguo>>.l5 asemejarse a los países europeos, así
Tal como podemos apreciar, difi- como articularse ventajosamente al
cilmente podía coincidir con los plan- mercado mundial en función de mo-
teamientos unionistas de los libera- dernizar y llevar el progreso a la
les como Montúfar; al contrario, su sociedad, se destacó Justo Rufino
planteamiento era que los estados
debían desenvolverse de manera in-
dependiente y madurar, y posterior- 14 Aycinena, Op. cit., pp. 89.
mente por su libre voluntad y si acce- 15 Chandler, Op. cit., pp. 59.

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Encuentro 42

Barrios, militar guatemalteco, quien Según estos países o sus repre-


intentó unir por la fuerza militar a sentantes, no estaban contra la inte-
las cinco repúblicas, hacer una sola y gración sino contra el método de fuer-
declarar a Guatemala su capital. za, y que posteriormente al derroca-
El 28 de febrero de 1885 Barrios miento de Barrios buscarían reorga-
lanzó su proclama de unión total que nizar la región cuidando establecer
en su artículo 1, decía «el Jefe de la el equilibrio centroamericano, de
República de Guatemala proclama manera que ningún estado tuviera
la unión de Centro América en una preponderancia sobre otro. Barrios1s
sola República... asume el carácter murió combatiendo en Chalchuapa
de Supremo Jefe Militar de Centro el2 de abril de ese año 1885, cuando
América... hasta lograr que se reú- comenzaba a avanzar con su ejército
nan estas secciones en una sola N a- hacia el sur o sea al resto de países
ción y bajo una sola bandera» .1s centroamericanos. El presidente Ra-
En la misma planteaba que los pue- fael Zaldívar, antiguo amigo de él,
blos centroamericanos le habían pedi- fue quien dirigió el ejército que lo
do a él que proclamara y sostuviera la enfrentó.
gran causa de la nación aliada centro- Una figura cercana a la de Ba-
americana y que habían cifrado todas rrios fue José Santos Zelaya, mili-
sus esperanzas de triunfo en su con- tar y presidente en Nicaragua, quien
ducción. Solamente el presidente de también defendió el proyecto de inte-
Honduras, Luis Bogran lo apoyó; el gración a través del convenio de crea-
resto respondió desconociéndolo y lla- ción de la República Mayor de
mándolo «dictador», además de cerrar Centroamérica, el20 de junio de 1895,
filas en función de oponerse a su inten- firmado por Honduras, Nicaragua y
to militar. El 23 de marzo Nicaragua, El Salvador. En relación al tipo de
Costa Rica y El Salvador firmaron un gobierno, el convenio planteaba que
Tratado de Alianza en el cual declara- en tres años, o antes si fuera posible,
ron que se sentían amenazados por la
proclama del28 de febrero y que lucha-
rían contra las <<pretensiones injustas
del Gobernante de Guatemala, Gene-
16 «Proclama de Justo Rufino Barrios>> en Revista
ral Don Justo Rufino Barrios, bien en- de la Academia de Geografia e Historia de Nicaragua,
tendido que esta alianza no terminara (RAGHN), No. 1, Año 11, 1937, Managua, Nicaragua.
l1Jdem, pp.
sin haber derrocado al referido Señor 18 Existe un interesante estudio sobre Barrios en
Barrios de todo poder en Centroa- Burgess, Paul. Justo Rujino Barrios. EDUCA, San José,
Costa Rica, 1972. La obra original fue publicada en
mérica».11 Filadelfia en 1926.

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Marco A. Valle Martínez

la Dieta formaría un proyecto de tica de distanciamiento relativo de


unión definitiva de las repúblicas los intentos unionistas, apreció que
signatarias y efectivamente el 27 de en poco se beneficiaría participando
agosto de 1898 se aprobó en Mana- en un ambiente más de tensiones y
gua, Nicaragua, la Constitución Po- recriminaciones que de coincidencias;
lítica de los Estados Unidos de Cen- y Guatemala gobernada por Manuel
tro América, firmada por los tres Estrada Cabrera, es posible que no
países antes mencionados. viera con buenos ojos casi ningún
Zelaya creía que la unión era im- paso de Zelaya en el área, puesto que
prescindible para romper de una vez lo consideraba un fuerte competidor
y para siempre con «lo antiguo>> y en por lograr la hegemonía política so-
ese empeño trabajó permanentemen- bre el resto de países. Un golpe mili-
te. El 11 de agosto de 1893, recién tar dado por Tomás Regalado en El
triunfante el movimiento armado que Salvador determinó que la Repúbli-
lo llevó al poder decía «el partido ca Mayor se extinguiera al declarar
liberal de Nicaragua mira en la re- que su país, ya no formaba parte de
construcción de la patria centroame- ésta, el 13 de noviembre de 1898.21
ricana uno de sus más bellos ideales, En otro orden de cosas diremos
y sus esfuerzos tenderán siempre a la que, entre 1821 y 1906 se realizaron
realización de un pensamiento que por lo menos trece intentos integra-
entraña para esta hermosa sección cionistas que al final no lograron
del Continente todo un porvenir de estabilizarse, posiblemente debido a
prosperidad y grandeza>>.l9 la falta de una mínima coalición de
Asimismo, a la Constitución apro- intereses hegemónicos, así como por
bada por su gobierno en 1893la esti- las diferentes valoraciones que ha-
maba como el complemento de la cían las élites nacionales sobre la
obra inmortal «iniciada por nuestros utilidad de la unión. En ese marco, la
padres en 1821, nuestra despedida articulación subordinada de la eco-
de la colonia y nuestra carta de intro- nomía de la región al mercado mun-
ducción a la verdadera vida republi- dial en donde Inglaterra, Alemania,
cana>>.2o
La idea de la República Mayor
tuvo corta existencia dado que tanto
19RAGHN, Tomos 14 y 15, No. 1-4, enero 1955 a
al interior de ella como en relación a diciembre 1956, pp. 85.
Costa Rica y Guatemala hubo fisuras 20 ldem, pp. 102.
21 KARNES, Thomas L. Los fracasos de la Unión,
que no lograron superarse. La pri- Instituto Centroamericano de Administración Pública.
mera república manteniendo su polí- San José, Costa Rica, 1982.

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Encuentro 42

Francia y los Estados Unidos juga- de vislumbrar que Costa Rica


ban los papeles protagónicos cree- implementó más que una política de
mos que, incidió significativamente aislamiento, una de distanciamiento
en el desdibujamiento del proceso, en relativo, es decir, estar presente en
la medida que los países estaban más los intentos de unión cuando valora-
de cara a los puertos que a su inte- ba que dicho paso la beneficiaba ple-
rior. Ahora bien, en estos asuntos namente en lo económico, político,
también influyó el rumbo de los inte- internacional o social.
reses locales, las prácticas de resol- El accionar costarricense en 1842-
ver las diferencias por la fuerza tanto 43, 1858 y 1906 puede ilustrar su
en el período colonial como en la política. El27 de julio de 1842 Nica-
Federación, así como el peso de las ragua, El Salvador y Honduras fir-
personalidades que estaban al frente maron el Pacto de Confederación en
de los gobiernos y ejércitos, y las Chinandega, Nicaragua. Guatema-
diferentes formas de asimilar las in- la y Costa Rica que habían sido invi-
fluencias que recibieron. tadas, no llegaron. En el impreso Eco
de la Ley22, encontramos el plantea-
1.2 El distanciamiento relativo miento de Costa Rica.
de Costa Rica El6 de diciembre de 1843, el Mi-
nistro General de ese país, Joaquín
De los trece intentos integra- Bernardo Calvo envió una comunica-
cionistas que, como dijimos más arri- ción a Nicaragua conteniendo la ad-
ba, se realizaron entre 1821 y 1906, hesión al pacto de Chinandega, pero
Costa Rica participó solamente en con reservas. E$tas fueron no menos
siete ocasiones (república federal, de veinte incluyendo cuestiones de
1858, 1876, 1889, 1897' 1902 y 1906) contenido y de forma, subrayando la
y sólo en una ocasión ( 1906) San José necesidad de evitar las ((tendencias
fue la sede inicial del proyecto. A esto ilimitadas» que minaban la sobera-
hay que sumarle que su participa- nía de los Estados, proponiendo deli-
ción en los siete momentos no fueron mitar claramente el ((poder de la con-
todos para animar y acuerpar la idea federación>> y subrayando que los ((pa-
unionista, sino para plantear reser- sos se dieran»... en obsequio de la
vas y preocupaciones sobre la misma
como en la república federal, en 1876
y 1889. 22 Eco de la Ley. León. Diciembre 21 de 1843, pp.
64-66. Imprenta de la Fraternidad. Archivos Nacional
Con esta información y con lo que de Costa Rica (ANCR), Serie Gobernación, No. 10686,
hemos venido diciendo antes, se pue- años 1843 y 1844.

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claridad, de la independencia de los tanto era así que las principales ges-
Estados y de su mayor inteligencia. tiones de Felipe Malina, primer Mi-
José María Castro Madriz, nistro Plenipotenciario, acreditado
Presidente costarricense, en 1843, en el Viejo Continente, «fueron ante
era más explícito en su rechazo al el gobierno inglés porque económica-
pacto, ya que según él, este era insig- mente Costa Rica ya formaba parte
nificante a nivel internacional, y no de su mercado y dependíamos de él» .25
restablecía a «Centro América en el Diferentes fueron las circunstan-
rango que le corresponde y desea cias que rodearon las iniciativas de
como N ación», ya que nadie recono- Juan Rafael Mora en 1858, dado
cía la autoridad surgida de él. Castro que estaba saliendo triunfante de
abogaba por una situación en donde una guerra en donde hubo participa-
«Costa Rica aparezca a la vanguar- ción centroamericana y su figura fue
dia de los estados de Centro América central. En esos años, Costa Rica
promoviendo su nacionalidad por impulsaba no sólo la unión centro-
medio de exitaciones armoniosas».23 americana sino de América Latina a
En estos años el forcejeo Estados través de un tratado continental.
Unidos-Inglaterra por lograr su he- Veamos la idea de Centroamérica
gemonía en el istmo, y concretamen- que tenía el gobierno de Mora «Las
te, en lo comercial y estratégico (ca- cinco repúblicas de la sección central
nal por Nicaragua) estaba al rojo del Continente Americano, tienen tan-
vivo. Guatemala y Costa Rica hicie- tos puntos de contacto y tan ligados
ron suya la posición inglesa, mien- están sus intereses y bienestar, que la
tras El Salvador, Honduras y Nica- suerte de una parece amenazar y de-
ragua se inclinaron a los Estados signar el rumbo de las otras. Estas
Unidos.24
Habría que recordar que Costa
Rica comenzó a colocar su produc-
23 «Carta del secretario del Consejo Consultivo de
ción cafetalera en el mercado inglés la Confederación Centroamericana>>, ANCR, Serie Con-
antes de 1843, y que para ese tiempo greso No. 6497, 1844; y «Memorias del Poder Ejecutivo
presentada a la Asamblea Constituyente, 1843» en Men-
los barcos ingleses hacían la travesía sajes Presidenciales: años 1824-1859, Biblioteca de la
directamente, es decir sin pasar por Academia de Geografía e Historia de Costa Rica; Comp.
Carlos Meléndez Ch. Editorial Texto. Costa Rica, 1981,
Valparaíso. El café envolvía la vida pp. 129-144.
24 Esta trama la desarrollamos en «Los vaivenes»,
del costarricense, y se convirtió en el ver Nota l.
producto que permitía comenzar - 25 Obregón, Clotilde M. " Inicio del comercio
más dinámicamente- a articular e británico en Costa Rica" en Revista de Ciencias Sociales,
Universidad de Costa Rica, octubre, No. 24, San José,
integrar el país, y ligarlo a Europa; Costa Rica, 1982, pp. 68.

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Encuentro 42

repúblicas, unidas en política e insti- 1.3. La búsqueda de alternativas


tuciones por el pacto federal, después
de la gloriosa emancipación, no te- Tal como hemos visto anterior-
i nían sino unas mismas esperanzas y mente, Montúfar, Barrios, Zelaya y
1

un sólo porvenir. (Después) dominó el Mora nos ejemplifican una corriente


espíritu de localidad y la política que estimaba que la ruta del desarro-
aislada».2s llo de la región pasaba -sin dudas-
En este caso, Costa Rica está en el por su unidad absoluta, no aceptan-
origen del intento integracionista, do otra posibilidad más que esa.
busca liderearlo y no solo en la re- Aycinena consideraba que el camino
gión. debía ser primero que las cinco repú-
En cambio cuando el Presidente blicas maduraran y avanzaran en su
Cleto González Víquez instaló en proceso de articulación nacional y
Costa Rica la conferencia de paz cen- social y al mismo tiempo fueran
troamericana el 15 de septiembre de interrelacionándose de tal manera
1906, su papel era más de mediador que cuando ellas lo creyeran posible
que de iniciador de un intento. Esta- desataran un impulso integracionista
dos Unidos y México promovieron la mayor, por su propia voluntad. Las
cita, a la que no asistió el gobiemo políticas de los gobemantes costarri-
nicaragüense debido a la activa pre- censes como Castro Madriz anduvie-
sencia norteamericana. José Santos ron más cerca de este último curso
Zelaya planteaba que « ... las diferen- que del primero.
cias que en lo futuro puedan surgir José Cecilio del Valle, hondu-
entre estos países centroamericanos reño, y posiblemente el primer
serán resueltos indispensablemente y cientifíco social centroamericano,
solamente por tribunales de arbitraje realizó una serie de planteamientos
centroamericanos». 21 alrededor de la independencia y los
Como podemos observar, tenemos proyectos de la Centroamérica poste-
momentos y conductas costarricen- rior, que fueron discutidos y polemi-
ses que nos inclinan a pensar más en zados pero que al fin estuvieron en la
un cierto distanciamiento relativo que base de los argumentos de algunas
en un aislamiento. Este último con-
cepto expele no participación, pasivi-
dad o repliegue en los asuntos cen-
troamericanos, lo cual no coincide 26 Memoria del Ministro de Relaciones Exteriores
e Instrucción Pública, ANCR, Serie Congreso, 5157.
con la política centroamericana de 1857.
los gobiemos costarricenses. 27---.1907. pp. 21.

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- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - Marco A. Valle Manínez

élites a lo largo del siglo XIX, aunque ocho años formuló un cambio de rum-
éste viviera apenas trece años más bo.
después de 1821. Entusiasmado con el triunfo de la
Reflexionó constantemente sobre razón y el capitalismo, creía -al igual
el camino transitado, buscando que muchos de sus contemporáneos-
develar lo que él creía favorable o que la experiencia norteamericana
desfavorable para el área y al final se podría aplicar casi directamente
recomendar lo que pensaba más con- en Centroamérica. Así mismo consi-
veniente. En su Manifiesto del Go- deraba también que la región estuvo
biemo Supremo de los Estados del unida en la Colonia, más que
Centro de América redactado en 1824, administrativamente.
sintetiza cristalinamente su visión Depués de ocho años de
dinámica de los fenómenos sociales federalismo, en 1832 caviló alrede-
expresando «No hay, en las combina- dor de las virtudes y debilidades de
ciones de poderes que producen las dicho proyecto concluyendo que gran
diversas formas de gobierno, una sola parte de la responsabilidad de los
que considerada en buen aspecto, no fracasos se debía a la constitución, la
presente bienes, y meditada en otro, que hacía sentir su influencia «daño-
no pronostique males. Tocf,as las obras sa o benéfica», así como la asimila-
del hombre tienen este sello y los go- ción y aplicación directa de otras vi-
biernos son entre los que salen de sus vencias. En ese orden señalaba «vein-
manos, las menos per{ectas».2s tidós años pasados desde 1810, digo
Nada de absolutismos, sino todo yo de la América, mi patria, han sido
lo contrario. Valle nos invita al ba- 22 años de equivocaciones, sangre y
lance y la ponderación, y eso apenas lágrimas. Eramos súbditos del go-
comenzando la experiencia de la Re- biemo español en una de las provin-
pública Federal, la cual apoyó no sin cias menos adelantadas de América,
antes advertir los riesgos que y de repente, sin aprendizajes prepa-
entrañaba su proclamación si no ele- ratorios, subimos al trono de los le-
gían a los hombres capaces, dentro gisladores para organizar repúbli-
de elecciones sin intrigas y «seduc- cas, formar estados y dictar leyes
ción>>. Al momento de la independen- fundamentales» .29
cia, y estando en el centro de la discu-
sión trató de mantener una actitud
más apegada a la realidad que a los 28 José Cecilia del Valle, selección de Carlos
Meléndez Ch. Asociación Libro Libre. San José, Costa
sueños; en 1824 apoyó el proyecto de Rica, 1988, pp. 129.
la república Federal, y después de 29 ldem, pp. 137.

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Encuentro 42

Es importante destacar la expre- expresaba «No buscamos el Bello re-


sión de Valle «sin aprendizajes pre- lativo; no aspiramos a aquel Perfecto
paratorios>> ya que denota su preocu- proporcional a nuestro ser. El entu-
pación por esas voluntades centro- siasmo del patriotismo no quiso pen-
americanas que creían que era posi- sar en la humildad de nuestras apti-
ble repetir o calcar las sociedades tudes. Voló a un Bello ideal, a un
europeas o norteamericanas en sus Hermoso imaginario, a un Perfecto
tierras. Insiste en ese punto cuando de que no somos capaces».3o
En otro orden de cosas y para
finalizar diremos que, a lo largo de
los tratados que firmaron los países
centroamericanos se nota tanto un
acento en la unión política como un
comenzar a subrayar lo económico,
principalmente después de 1870.
También se vislumbra un esfuerzo
por ensayar cierta gradualidad en el
proceso así como el declinamiento
del protagonismo inglés y el surgí-
miento del poder norteamericano, el
que fue totalmente explícito en 1906.
El papel de esta última potencia en la
búsqueda de la estabilidad de la re-
gión para lograr la consolidación de
su presencia activa, fue crucial en el
diseño de nuevas alternativas de so-
ciedad e integración. O

30Jdem.

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