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ValleMartínez
Los ochenta y cinco años que me- aún, es bastante seguro que lo mismo
diaron entre 1821 y 1906 fueron tes- sucedía en casi todo el territorio de la
tigos de un enmarañamiento perma- provincia de Guatemala. Casi todo
nente de ideas y prácticas sociales, seguía como antes. Sólo la capital
que perseguían delinear una conocía de la firma del Acta de Inde-
Centroamérica en constante creci- pendencia de la Capitanía General
miento económico acompañado de un de Guatemala del gobierno español.
cambio en la calidad de vida. El rol La provincia de Costa Rica situada
de la integración dentro de ese proce- en el extremo sur de las cinco conoció
so fue uno de los ejes del contrapunteo de la noticia de la independencia
constante que se experimentó du- hasta un mes después, aproximada-
rante esas poco más de ocho décadas, mente.
en donde los intereses y fuerzas Las reacciones de las provincias
extrarregionales jugaron un papel no fueron homogéneas, así como tam-
nada despreciable. poco al interior de ellas. Los ejem-
El amanecer del16 de septiembre plos de León y Granada; Cartago,
de 1821 encontró a Centroamérica Heredia, San José y Alajuela; y Te-
prácticamente igual que el día ante- gucigalpa y Comayagua nos ilustran
rior y que algunos años atrás. Más más la falta de coincidencias que de
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recorrer las 397 leguas (990 millas) días avanzando a caballo, lo que da
que separaban ambas capitales. 4 Es 15 millas diarias. 1
decir, recorrió diariamente como 10 Si comparamos los tiempos de
leguas en promedio. 1821, 1842y 1881 queda evidenciado
El21 de octubre de 1842, Rafael que el estado de las vías de comunica-
Carrera le comunico a los ción y el transporte en poco habían
guatemaltecos la noticia del fusila- cambiado en el cenit del siglo XIX,
miento de Francisco Morazán en denotando el constante problema de
Costa Rica, acaecido el 15 de sep- la insuficiente articulación regional
tiembre de ese año.5 Más aún, el 19 no sólo en lo económico, sino en los
de octubre los gobiemos de Guate- otros órdenes de la vida, ya fueran
mala, El Salvador, Nicaragua y Hon- cultural, o político, por ejemplo. Sen-
duras firmaron en Guatemala un siblemente diferente era el cuadro de
Tratado de Defensas contra Morazán las rutas de exportación, principal-
y éste ya había muerto. La noticia mente las que comunicaban los cen-
sobre Morazán tardó en llegar a Gua- tros de las repúblicas con los océanos,
temala, aproximadamente, el mismo entre ellas San Salvador-Acajutla;
tiempo que se dilató en arribar a San José-Puntarenas, o Puerto
Cartago el anuncio de la indepen- Ixabal-Ciudad Guatemala.s El fe-
dencia, o lo que es lo mismo después rrocarril ya había comenzado a des-
de veintiún años el tiempo parecía
congelado, las vías de comunicación
y transporte se mantenían alrededor 4 Los datos sobre distancias, y los cálculos de
del ambiente de 1821. tiempo los hemos realizado basados en Thompson. C.A.
«Narración de una visita oficial a Centroamérica en
Treinta y nueve años más tarde, 1825», en Revista Conservadora del Pensamiento Cen-
en 1881, la profesora inglesa Mary troamericano (RCPCA), No. 93,junio. Managua, Nica-
ragua, 1968.
Lester emprendió un viaje en Hon- 5 Woodward, Ra1ph L. «La política centroamerica-
duras, desde Aceituno frente al Golfo na de Rafael Carrera, 1840-1865» en Anuario de Estu-
dios Centroamericanos. Vol. 9, Instituto de Investiga-
de Fonseca a San Pedro Sula cerca ciones Sociales, Universidad de Costa Rica, San José,
del Océano Atlántico. A caballo y sin Costa Rica, 1983, pp.58-66.
6 Bonilla, José María. Derecho de gentes positivo
haber padecido torrenciales aguace- nicaragüense, Tomo ll, Tipografía y Encuadernación
ros gastó 18 días para transitar las Nacional. Managua, Nicaragua, 1922, pp. 5.
7 Los cálculos fueron realizados en base al relato de
220 millas que separaban ambos lu- ella. en Lester, Mary, Un viaje por Honduras, EDUCA.
San José, Costa Rica, 1982.
gares haciendo más o menos 12.2 8 Gamboa, Francisco. «Diario» en RCPCA, No. 66,
millas diarias. Si al número de días Vol. 14, marzo. Managua, Nicaragua, 1966; y Stephens,
John L. «Incidentes de viaje en Centroamérica, Chiapas
le restamos el tiempo que descansó, y Yucatán», en RCPCA, Nos. 99 y 1000, Vol. 19 y 20,
tenemos que ella consumió como 15 diciembre y enero. Managua, Nicaragua, 1968 y 1969.
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1.1 La unión regional y sus con- gobierno central, escribía «la inde-
flictos intrínsecos pendencia de los Altos supone la uni-
dad de Centroamérica, y esta era la
Las experiencias triunfantes del idea del general Morazán. Nada im-
capitalismo en Europa y los Estados porta que Centroamérica, esté dividi-
U nidos fueron recibidas con diferen- da en cinco o diez o en más Estados,
tes grados de optimismo por las élites si estos Estados Unidos forman un
centroamericanas, al mismo tiempo todo llamado al engrandecimiento y
que existían divergencias acerca de al progreso como los Estados Unidos
la asimilación, ritmo y formas de de América» .lo
aplicación de las mismas, así como Bajo esa visión consagró toda su
en la percepción que tenían del pasa- vida a construir los Estados Unidos
do colonial. de Centroamérica, o la República
Lorenzo Montúfar, político Federal de Centroamérica, no conci-
guatemalteco y ardiente unionista, biendo otra ruta de logros y creci-
fue el autor liberal clásico. Para él, miento económico. Consideró la edu-
en la colonia«.. .el pueblo estaba redu- cación y la mano de obra calificada
cido a la nulidad más absoluta. N o se europea ejes fundamentales para
le educaba, ni se le instruía y era el modemizar la agricultura y pobla-
instrumento ciego de la oligarquía ción del área, promoviendo la inmi-
que imperaba en el Palacio de los gración suiza en El Salvador y resto
Capitanes Generales».9 de Centroamérica.
Desde muy joven fue un asiduo Atacó permanentemente a quie-
lector y admirador de las doctrinas nes consideraba «recalcitrantes}},
consignadas por Alejandro Marure «serviles}} o «separatistas}}' como la
en su «Bosquejo Histórico», y de Pe- casa del «ex marqués de Aycinena}} o
dro Molina, prominente liberal de el gobiemo de Rafael Carrera de quien
esos años. Sus viajes a Europa y decía era un «antropófago}}, Según
Estados Unidos en 1859, 1861 y 1862 él, estos formaban un «... círculo que
entre otros, lo impresionaron a tal desprecia todo lo que en Centroa-
grado que llegó a considerar que la mérica existe fuera de las garitas de
vía del desarrollo de Centroamérica la ciudad de Guatemala o mejor di-
estaba trazada por dichos países.
Frente al propósito de independen- 9 Montúfar, Lorenzo. Reseña histórica de
cia de los Altos (Quezaltenango, Centroamérica, Tipografía La Unión, 7 tomos. Guate-
mala, 1878.
Totonicapán y Sololá) en Guatema- 10 Memorias autobiográficas. Primera
la, en 1848, y que fue sofocado por el parte. Tipografía Nacional, Guatemala, 1898, pp. 191.
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tos de malezas. El comercio está arrui- dían, podrían intentar impulsar al-
nado y casi reducido a meras impor- gunas fórmulas integracionistas. Du-
taciones. El que antes era rico ahora rante todo el período de Rafael Ca-
gime en la miseria y se ha transfor- rrera, Aycinena casi siempre -como
mado en rico el que impunemente ha Ministro de Gobiemo- recomendó
robado. En los cuerpos legislativos cautela frente a los intentos
ocupan asientos muchos que carecen, unionistas que otros países del área
no digo de ciencias, pero aún de sen- proclamaban.
tido común... emplear la fuerza ar- Aycinena al igual que Carrera,
mada para hacer elegir diputado u pensaba hacer avanzar su país sin
ocupar el primer puesto y usar de la desconocer «lo antiguo>>, mientras
autoridad para fines privados y a otros se apoyaban más en «lo anti-
veces perversos se han convertido en guo». Creía en las virtudes nortea-
títulos de lu!roísmo».I4 mericanas pero también apreciaba el
Creía que los conceptos de liber- orden, las tradiciones y los valores de
tad, constitución, progreso y reforma la colonia. Su rasgo distintivo fue su
habían sido distorsionados por los no identificación permanente a la
«impíos» o liberales que llamaban idea que Centroamérica debía unirse
progreso «al curso desastroso del des- políticamente para poder salir del
orden y al ejercicio de un poder sin atraso; creía en los beneficios de la
límites, que no respeta derecho algu- integración pero, gradual y simultá-
no y que se complace en destruir lo neamente. Ahora bien, Aycinena
que hicieron los antiguos... (o que buscaba la región guiado más por
han) denominado progreso al desor- intereses de minorías que por el res-
den; ilustración a la impiedad, go- to.
bierno al despotismo más caprichoso, Dentro de quienes creían en la
leyes a las determinaciones más ab- unidad absoluta de la región como
surdas, y regeneración a la insensa- única, y sólo única salida tanto para
tez para destruir todo lo antiguo>>.l5 asemejarse a los países europeos, así
Tal como podemos apreciar, difi- como articularse ventajosamente al
cilmente podía coincidir con los plan- mercado mundial en función de mo-
teamientos unionistas de los libera- dernizar y llevar el progreso a la
les como Montúfar; al contrario, su sociedad, se destacó Justo Rufino
planteamiento era que los estados
debían desenvolverse de manera in-
dependiente y madurar, y posterior- 14 Aycinena, Op. cit., pp. 89.
mente por su libre voluntad y si acce- 15 Chandler, Op. cit., pp. 59.
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claridad, de la independencia de los tanto era así que las principales ges-
Estados y de su mayor inteligencia. tiones de Felipe Malina, primer Mi-
José María Castro Madriz, nistro Plenipotenciario, acreditado
Presidente costarricense, en 1843, en el Viejo Continente, «fueron ante
era más explícito en su rechazo al el gobierno inglés porque económica-
pacto, ya que según él, este era insig- mente Costa Rica ya formaba parte
nificante a nivel internacional, y no de su mercado y dependíamos de él» .25
restablecía a «Centro América en el Diferentes fueron las circunstan-
rango que le corresponde y desea cias que rodearon las iniciativas de
como N ación», ya que nadie recono- Juan Rafael Mora en 1858, dado
cía la autoridad surgida de él. Castro que estaba saliendo triunfante de
abogaba por una situación en donde una guerra en donde hubo participa-
«Costa Rica aparezca a la vanguar- ción centroamericana y su figura fue
dia de los estados de Centro América central. En esos años, Costa Rica
promoviendo su nacionalidad por impulsaba no sólo la unión centro-
medio de exitaciones armoniosas».23 americana sino de América Latina a
En estos años el forcejeo Estados través de un tratado continental.
Unidos-Inglaterra por lograr su he- Veamos la idea de Centroamérica
gemonía en el istmo, y concretamen- que tenía el gobierno de Mora «Las
te, en lo comercial y estratégico (ca- cinco repúblicas de la sección central
nal por Nicaragua) estaba al rojo del Continente Americano, tienen tan-
vivo. Guatemala y Costa Rica hicie- tos puntos de contacto y tan ligados
ron suya la posición inglesa, mien- están sus intereses y bienestar, que la
tras El Salvador, Honduras y Nica- suerte de una parece amenazar y de-
ragua se inclinaron a los Estados signar el rumbo de las otras. Estas
Unidos.24
Habría que recordar que Costa
Rica comenzó a colocar su produc-
23 «Carta del secretario del Consejo Consultivo de
ción cafetalera en el mercado inglés la Confederación Centroamericana>>, ANCR, Serie Con-
antes de 1843, y que para ese tiempo greso No. 6497, 1844; y «Memorias del Poder Ejecutivo
presentada a la Asamblea Constituyente, 1843» en Men-
los barcos ingleses hacían la travesía sajes Presidenciales: años 1824-1859, Biblioteca de la
directamente, es decir sin pasar por Academia de Geografía e Historia de Costa Rica; Comp.
Carlos Meléndez Ch. Editorial Texto. Costa Rica, 1981,
Valparaíso. El café envolvía la vida pp. 129-144.
24 Esta trama la desarrollamos en «Los vaivenes»,
del costarricense, y se convirtió en el ver Nota l.
producto que permitía comenzar - 25 Obregón, Clotilde M. " Inicio del comercio
más dinámicamente- a articular e británico en Costa Rica" en Revista de Ciencias Sociales,
Universidad de Costa Rica, octubre, No. 24, San José,
integrar el país, y ligarlo a Europa; Costa Rica, 1982, pp. 68.
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élites a lo largo del siglo XIX, aunque ocho años formuló un cambio de rum-
éste viviera apenas trece años más bo.
después de 1821. Entusiasmado con el triunfo de la
Reflexionó constantemente sobre razón y el capitalismo, creía -al igual
el camino transitado, buscando que muchos de sus contemporáneos-
develar lo que él creía favorable o que la experiencia norteamericana
desfavorable para el área y al final se podría aplicar casi directamente
recomendar lo que pensaba más con- en Centroamérica. Así mismo consi-
veniente. En su Manifiesto del Go- deraba también que la región estuvo
biemo Supremo de los Estados del unida en la Colonia, más que
Centro de América redactado en 1824, administrativamente.
sintetiza cristalinamente su visión Depués de ocho años de
dinámica de los fenómenos sociales federalismo, en 1832 caviló alrede-
expresando «No hay, en las combina- dor de las virtudes y debilidades de
ciones de poderes que producen las dicho proyecto concluyendo que gran
diversas formas de gobierno, una sola parte de la responsabilidad de los
que considerada en buen aspecto, no fracasos se debía a la constitución, la
presente bienes, y meditada en otro, que hacía sentir su influencia «daño-
no pronostique males. Tocf,as las obras sa o benéfica», así como la asimila-
del hombre tienen este sello y los go- ción y aplicación directa de otras vi-
biernos son entre los que salen de sus vencias. En ese orden señalaba «vein-
manos, las menos per{ectas».2s tidós años pasados desde 1810, digo
Nada de absolutismos, sino todo yo de la América, mi patria, han sido
lo contrario. Valle nos invita al ba- 22 años de equivocaciones, sangre y
lance y la ponderación, y eso apenas lágrimas. Eramos súbditos del go-
comenzando la experiencia de la Re- biemo español en una de las provin-
pública Federal, la cual apoyó no sin cias menos adelantadas de América,
antes advertir los riesgos que y de repente, sin aprendizajes prepa-
entrañaba su proclamación si no ele- ratorios, subimos al trono de los le-
gían a los hombres capaces, dentro gisladores para organizar repúbli-
de elecciones sin intrigas y «seduc- cas, formar estados y dictar leyes
ción>>. Al momento de la independen- fundamentales» .29
cia, y estando en el centro de la discu-
sión trató de mantener una actitud
más apegada a la realidad que a los 28 José Cecilia del Valle, selección de Carlos
Meléndez Ch. Asociación Libro Libre. San José, Costa
sueños; en 1824 apoyó el proyecto de Rica, 1988, pp. 129.
la república Federal, y después de 29 ldem, pp. 137.
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