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Introducción
Las riquezas minerales del territorio boliviano constituyen una de las fuentes de desarrollo más
importantes, alrededor de la cuales gira la dinámica económica, social, política, cultural e histórica del
país desde pre-colonia, durante los más de 190 años de vida republicana y con seguridad en el
presente siglo.
La crisis de la minería de mediados de los años ochenta marca el inicio de una nueva etapa en el
desarrollo de esta actividad en Bolivia. La recuperación del precio del oro y otros metales, incentivó a
realizar una intensiva exploración en el país, con el nuevo objetivo de una minería diversificada y
masiva (de baja ley y altos tonelajes) de oro, zinc, plata, plomo y de otros metales; como complemento
a la minería tradicional vetiforme (de alta ley y bajos tonelajes). Contemporáneamente, se produce el
crecimiento de la minería privada, adaptándose a las nuevas condiciones tecnológicas.
Entre 2003 y 2014, período denominado como “Superciclo de las Commodities” o de las materias
primas, se produce un importante incremento de los precios internacionales de los metales y minerales,
debido en primera instancia, a la urgente demanda de materias primas por los países industrializados,
en especial por los emergentes asiáticos como China, con el objetivo de satisfacer la demanda
tecnológica mundial; y en una segunda, a la incertidumbre sobre una posible escasez de determinadas
commodities a mediano y largo plazo.
Durante el mencionado Superciclo, ocurre en el mundo un auge excepcional de las inversiones, entre
otros, en el rubro minero que resultó aparte de distintos logros, como el gran desarrollo de esta
industria, en el descubrimiento de algo más de 500 nuevos yacimientos metalíferos de metales
preciosos, no ferrosos y estratégicos (o “críticos”) a escala global, lo que produjo el despegue
económico de muchos países como China, India, Brasil, México Perú, Chile y México, con lo cual una
gigantesca cantidad de personas tiene ahora acceso a mercados y productos de todo el mundo.
No obstante este importante avance, Bolivia no logra insertarse a la corriente mundial de desarrollo
económico-científico-industrial minero, debido a varios factores, entre los que se destacan la ausencia
de una política que incentive el desarrollo minero, desde la prospección hasta la industrialización; a la
inseguridad jurídica; altos impuestos; deficiente infraestructura; desinterés en la inversión extranjera, y
desincentivo a las capacidades nacionales profesionales y falta de apoyo a la investigación, desarrollo
tecnológico e innovación.
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* PhD.; Dr. Ing.; Persona Calificada, Asociación Profesional de Geocientistas de Canadá (PGO) -
Instrumento Nacional NI 43-101, Fellow-Académico de la Sociedad de Geólogos Economistas (SEG).
EJES CENTRALES
El fortalecimiento del sistema institucional minero está basado en las políticas, estrategias y acciones
que promuevan el desarrollo permanente y sustentable del sector minero estatal, que incluye la
planificación integral de acciones emprendidas hacia el logro de metas y objetivos de desarrollo
institucional, orientándolo hacia un desempeño eficaz, eficiente y racional en cuanto al uso de los
recursos del Estado, así como la promulgación, fiscalización y cumplimiento de leyes, reglamentos y
normas que favorecen al sector y a sus empresas.
Por otra parte, las empresas e instituciones estatales mineras serán sujeto a evaluaciones y auditorías
técnicas, económicas y sociales periódicas, con el objetivo de calificar sus actividades, logros y
rendimientos. Aquellas deficitarias deberían ser objeto de un re-direccionamiento y reprogramación de
sus actividades, aplicando soluciones y decisiones técnico-sustentables que no sean susceptibles de
presiones políticas o sindicales.
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2.0 CONTRIBUCIÓN DE LA MINERÍA AL DESARROLLO SOSTENIBLE
“El Desarrollo Sostenible implica la utilización de un enfoque integrador del desarrollo humano, que
considera a la vez objetivos sociales, económicos, ambientales y de gobernabilidad”. Siendo los
minerales un recurso que no se renueva, el concepto de Minería Sostenible genera debate: por una
parte, se niega esta posibilidad a la minería, argumentando la naturaleza no renovable del recurso y los
impactos ambientales y sociales que esta actividad genera. Por otra, se asume que la minería puede
ser sostenible en la medida que incorpore tres variables de sustentabilidad: crecimiento económico;
protección ambiental; y equidad o justicia social (Carrera, 2000; Cendra y Stahel, 2006).
Ambientales: gestión consecuente con el Medio Ambiente; controlando las emisiones; mitigando
y remediando los impactos negativos y acentuando los positivos;
Los principales ejes para impulsar la competitividad y la productividad (Agénor et al., 2012; BID, 2018;
Concytec, 2016) son:
5. Ciencia, Tecnología e Innovación. Para que las ganancias de productividad sean sostenibles,
debe existir una transformación del sector productivo mediante el fortalecimiento de las
capacidades científicas-tecnológicas y de innovación que permitan incrementar los niveles de
productividad empresarial, y avanzar hacia una economía basada en el conocimiento.
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al sistema financiero y la formalización. De otro lado, la mejora del entorno institucional garantiza
un marco de predictibilidad y un entorno de mayor seguridad para el desarrollo de las
inversiones.
7. Ambiente de Negocios. Un buen clima para hacer negocios debe garantizar la predictibilidad y
transparencia en la regulación y gestión del Estado que permitan disminuir costos, pasos y
tiempos que generan barreras a la entrada y sobrecostos a lo largo del ciclo de vida de las
empresas mineras. Asimismo, un ambiente empresarial idóneo debe favorecer el desarrollo del
sector empresarial y productivo a través de la generación de empleo formal y valor agregado en
la economía.
Una de las premisas para sustentar la Política Ambiental Minera de Bolivia incluye el compromiso de
la minería con el desarrollo sostenible, el desarrollo de una actividad minera ambientalmente
responsable.
Las medidas necesarias en una gestión ambiental adecuada son listadas a continuación:
Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta en los tiempos presentes y futuros es la
gestión del agua en minería. Frente a preocupaciones de las comunidades sobre la disponibilidad
de agua, las comunidades y los grupos ecologistas están centrando su atención en las industrias
con uso intensivo del agua, incluida la minería.
Se espera que cada vez más la administración ética del agua emerja como una ventaja competitiva
para aquellos operadores que lo realizan. Para aquellos que no lo hacen, su capacidad para
mantener su licencia social para operar puede ser cuestionada.
Para reducir las necesidades de agua dulce, las compañías mineras ya están invirtiendo en
procesos de innovación, reciclaje de aguas residuales y monitoreo digital. Están colaborando con
proveedores de tecnología comercial para diseñar soluciones para el almacenamiento y manejo de
relaves, técnicas de supresión de polvo y plantas de desalinización de agua de mar.
También colaboran cada vez más con los gobiernos y otros actores de la industria para diseñar un
enfoque de uso compartido del agua para los recursos hídricos disponibles.
La industria minera demanda gran cantidad de energía, tanto térmica como eléctrica. Las acciones
para mejorar la eficiencia energética apuntan a reducir por tanto el consumo de combustibles o de
electricidad. El nivel de consumo varía según se trate de minería a tajo abierto o subterránea.
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1) Eficiencia en el uso de la electricidad. La concentración representa el principal consumo de
electricidad seguido por la refinación electrolítica y la extracción del mineral.
2) Utilización de baterías de litio. La utilización de litio metálico como ánodo en baterías
primarias (pilas no recargables) presenta un rápido crecimiento en la minería mundial.
3) Eficiencia en el uso de energía térmica. El uso eficiente de la energía está vinculado a la
introducción de oxígeno en los hornos; reemplazo de los hornos de reverbero por convertidores
tendiendo a una fusión autógena; introducción de concentrados secos; reducción de las
pérdidas térmicas en reverberos y convertidores; y en la utilización del calor residual de los
hornos en calderas de recuperación para producir electricidad.
4) Medidas generales de eficiencia energética. Hay una serie de aspectos que son aplicables a
la minería y a otros aspectos que influyen en el uso eficiente de la energía. Dentro de éstas
pueden mencionarse la introducción de condensadores rotatorios cerca de los motores de gran
tamaño; la dimensión de los conductores en función de la eficiencia eléctrica y no de la
seguridad de la operación; el aislamiento de los hornos; la planificación de la operación de los
equipos en función de la demanda de tal manera que, en lo posible, trabajen cerca de su
potencia nominal; la utilización por ejemplo de luminarias baillast eficientes.
2.3 Social
La existencia de un yacimiento mineral económicamente explotable debería ser interpretada por todos
los actores mineros que incluye las comunidades, como un privilegio y una oportunidad de progreso y
no así como perjuicio y amenaza futura a la vida. Para que ello suceda, el Estado debe coadyuvar a
reducir las desigualdades de las poblaciones, con la contribución económica del proyecto minero
(impuestos), y realizando mejoras tangibles (infraestructura, empleo, educación y salud) en las
comunidades. Si este mensaje es emitido oportunamente y percibido positivamente por las
comunidades y todos los involucrados, el descontento que acelera los conflictos se reducirá
sustantivamente.
Consiguientemente, un proyecto minero para ser viable debe tener en cuenta lo siguiente:
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Suscribir convenios bilaterales y multilaterales de asistencia y cooperación técnica y
financiera destinados a nuevos proyectos mineros y ambientales.
Fomentar la participación del suministro de bienes y servicios de la industria nacional en
proyectos de inversión minera, como forma de impulsar su crecimiento y permitirle
desarrollar su potencial exportados.
Se propone un país con un potente clúster minero conformado por minas, fundidoras, grandes
empresas globales de tecnología, pymes, subcontratistas y organizaciones que ofrecen capacitación,
investigación y desarrollo de proyectos, acompañados por un nuevo modelo educativo.
Es necesario, asimismo, reducir el impacto ambiental a través del desarrollo de nuevas tecnologías.
Igualmente, son necesarios nuevos enfoques en la gestión de agua y la tecnología para este
elemento; estrategias para el manejo óptimo de desmontes, relaves y estéril, así como ofrecer
soluciones para mejorar la eficiencia energética y seguridad y compromiso de utilizar cada vez menos
las energías fósiles y generar energías limpias para no afectar la calidad de vida de la población.
La visión generalizada es incrementar el valor de los minerales que se ofrece a los diferentes
mercados.
Se deben generar las políticas necesarias para que el valor agregado no sea simplemente vía
tasas impositivas, sino la creación de las estrategias necesarias para agregarle valor a los
recursos minerales que se explotan en el país.
Se deben industrializar los minerales en el país por lo que en una primera etapa se deberían
suscribir asociaciones estratégicas con:
Bolivia posee aproximadamente el 40% de las reservas mundiales de litio a nivel global.
Consiguientemente, es muy importante formar parte del mercado mundial del litio, lo que nos
permitirá
acercarnos a la actividad de uno de los mercados en términos de su comercialización, y también de
las características que posee su procesamiento industrial y tecnológico. Asimismo, nos admitirá
conocer acerca de la dinámica actual y futura, con regiones, productos y tendencias que indican la
consolidación de nuevos esquemas geopolíticos y bloques económicos.
Ser parte de las dinámicas comerciales, tanto en la importación y exportación del litio como de las
células de energía, junto con patrones de producción de baterías, investigación de su tecnología y
consumo de sus productos, permitirá tener una mirada amplia sobre la geopolítica global de este
elemento.
La industria siderúrgica es vital para el desarrollo de los países, compatible con el desarrollo
sustentable y la actividad humana, debido a sus características de resistencia, plasticidad y
versatilidad.
Tiene una aplicabilidad diversa, así en la construcción, se utiliza para hormigón, reforzamiento de
cimientos, en la automoción.
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Es una industria consumidora de energía eléctrica, gas natural, entre otros combustibles.
Adicionalmente, contribuye al medio ambiente, sirviendo como insumo para la generación de
energía eólica o hidroeléctrica, además de que usa la chatarra como materia prima, lo que significa
una fuerte aportación a la mitigación de contaminantes al suelo y el agua.
Cuanto mayor sea el consumo per cápita de acero en un país, mayor será el desarrollo, esto porque
hay una estrecha correlación entre el consumo per cápita de acero y el desarrollo económico.
Esto se puede apreciar en países desarrollados como: Japón, Alemania, Estados Unidos, Canadá,
Italia, Finlandia, Suecia, Noruega, entre otros. Por tanto, si el aumento del consumo per cápita de
acero, aumenta el crecimiento económico; y si el acero es producido en nuestro país, el crecimiento
será mucho mayor.
Es vital disponer en el país como país minero, de una mayor cantidad de plantas pirometalúrgicas,
principalmente de zinc, plomo, plata y wólfram, adicionalmente a la de estaño y antimonio que se
cuenta, con el objetivo de producir y comercializar una mayor cantidad y calidad de metales con
valor agregado.
Sin embargo, es importante construir plantas que tengan aseguradas la materia prima o
concentrados de minerales, al menos por una década, y así no se construyan nuevos “elefantes
blancos”.
Consiguientemente, las nuevas plantas pirometalúrgicas deberán cumplir los siguientes requisitos:
Como referencia, se podría mencionar la Fundidora de zinc de Cajamarquilla en Perú que trata
320.000 toneladas de concentrados por año.
De acuerdo a los datos estadísticos del MMM, la producción de concentrados de zinc en Bolivia
alcanza aproximadamente a 480.000 toneladas por año, por lo que por ejemplo una planta de
capacidad de tratamiento de 200.000 toneladas/año, sólo tendría una vida útil muy corta.
Por otra parte, una estimación de los recursos de zinc en el país realizadas por el autor con la teoría
de clusters, los indicados/inferidos alcanzan a aproximadamente 32 Mt Zn, con lo que justificaría
construir una planta de la mencionada capacidad, aunque previa confirmación de los recursos de
zinc medidos o positivizados mediante una intensiva exploración, y posterior explotación de los
mismos en operaciones existentes y nuevas. Para otros metales, se debería seguir los mismos
lineamientos.
La inversión general en I&D minera en Bolivia debe estar relacionada con proyectos de investigación
y las necesidades de la industria. Asimismo, el país debe formar parte de las actividades de
investigación e innovación que llevan adelante muchos servicios geológicos, instituciones de
investigación, e incluso empresas mineras.
La Innovación Tecnológica es, sin duda, un componente estratégico para mejorar la productividad e
incrementar el valor neto de los productos mineros en el mercado.
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El análisis del Sistema de I+D para la Innovación Tecnológica y Social (ITS) en el Sector Minero
comprende necesariamente la evaluación y puesta en marcha de lo siguiente:
Bolivia cuenta con variados recursos minerales. Su territorio es conocido como una región con gran
densidad de ocurrencias minerales y de atractivas oportunidades de inversión minera.
En Bolivia convergen varias de las más importantes provincias metalogenéticas de los Andes
Centrales, con yacimientos hidrotermales polimetálicos de plata, estaño, wólfram, antimonio, plomo,
zinc, bismuto, cobre, cadmio y oro. En su región oriental, participa con extensos afloramientos del
Escudo Precámbrico Brasilero, con depósitos minerales y prospectos similares a varios yacimientos
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que se encuentran en actual explotación en Brasil, Sudáfrica y Canadá. El país tiene un buen
potencial de oro y estaño aluviales, probablemente uno de los mejores de Sudamérica, y finalmente
cuenta con enormes depósitos evaporíticos.
Tanto en el occidente como en el oriente del país existen oportunidades para el desarrollo de una
minería no tradicional basada en recursos de minerales industriales y no metálicos. En el occidente
de Bolivia dichos recursos están relacionados mayormente con más de 200 lagunas saladas alcalinas
y salares que ocurren en el Altiplano como remanentes de grandes lagos cuaternarios. Los recursos
de minerales industriales y no metálicos comprenden una gran variedad de depósitos tales como
arcillas, gravas y arenas, diatomitas, rocas calcáreas, sulfatos y carbonatos, rocas fosfatadas,
borateras, salmueras con litio, boro, potasio, sodio y magnesio; y una gran variedad de sales solubles.
Existen además, tanto en el oriente como en el occidente, depósitos de piedras ornamentales, piedras
preciosas y semipreciosas, abrasivos, tierras raras y otros minerales cuyo potencial está aún por ser
desarrollado.
La exploración minera es una terea fundamental del negocio minero, ya que sustenta la producción
minera a través del descubrimiento de nuevos yacimientos y permite renovar los futuros recursos y
reservas minerales en el mercado. En cuanto a la distribución del presupuesto mundial por regiones,
América Latina sigue liderando, con seis países concentrando el 91% de este gasto: Chile, Perú,
México, Brasil, Argentina y Colombia. Lamentablemente, Bolivia no participa de las inversiones, no
obstante su gran potencial geológico-minero.
El atractivo para invertir en exploración en Bolivia no es solo está relacionado con su buen potencial
geológico, sino, está relacionado con la estabilidad política del país, la seguridad jurídica y un clima
de negocios favorable para desarrollar proyectos, que las empresas quieren confirmar antes de
invertir.
Una industria minera próspera es un elemento clave en la consecución de las metas de desarrollo con
una economía diversificada y saludable, que proporcione a todas las regiones y las comunidades
muchas oportunidades y alternativas.
En términos de competitividad, el potencial geológico - minero de Bolivia está clasificado dentro los
diez mayores del mundo. El mismo puede ser analizado en base a cuatro indicadores, que analizados
en términos cualitativos y cuantitativos permitan establecer la posición competitiva de nuestro país a
nivel internacional. Los cuatro indicadores se definen a continuación:
Este indicador se soporta en el concepto de metalogénesis definido en sus tres elementos básicos
(subindicadores); Tiempo (época metalogénica), Espacio (terreno geológico) y Mineralización (tipo
de depósito). Se toma como base el MEDC –2000, en el cual, cada tipo de depósito y minerales
asociados, es evaluado y priorizado de acuerdo a su ubicación en la faja metalogénica y tendencias
del mercado mundial. Consiguientemente, las fajas polimetálicas más relevantes de la Cordillera de
los Andes son la Estannífera, Polimetálica de la Cordillera Occidental y Altiplano, Oro Orogénico,
Relacionada con Plutones; y en el Precámbrico, la Faja polimetálica Sunsás, y Faja Aurífera (Mn)
del Cratón de Paraguá.
De acuerdo con la evaluación realizada, los depósitos que presentan un mayor nivel de
competitividad a nivel global que ocurren en el país, son los siguientes:
Pórfidos de estaño, Sn
Polimetálicos de tipo Boliviano, Sn- Ag - Zn – Pb – (In- Cd – Ga)
Epitermales, Au - Ag - Pb - Zn - Pb
Oro (antimonio) orogénico, Au – Sb (W)
Depósitos relacionados con plutones, Sn-W- Au
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Cobre en estratos rojos (red-bed), Cu (Ag-Pb-Zn-U)
Sulfuros masivos (VMS) Cu- Zn – Au
EGP asociados con intrusiones máficas/ultramáficas
Hierro (Mn) sedimentario
Aluvionales y fluvio-glaciales de Au
Trabajos de campo de mapeo geológico, geofísica, riesgos geológicos, son imprescindibles, los
cuales en la actualidad se han automatizado en parte mediante la utilización de drones en base a
sensores para la captura de imágenes, cámaras fotograméticas RGB, térmicas o multiespectrales,
sensores LIDAR, radiactivos, etc., con lo que se acelera ostensiblemente el trabajo. Se requiere una
mayor utilización de mediciones de reflectancia de minerales de alteración con espectrómetros
PIMA/SP. Asimismo, imágenes de sensores multiespectrales en plataformas satelitales, con rangos
en el espectro electromagnético que detecten anomalías en base a la reflexión de ciertos minerales.
Finalmente, la utilización conexa de técnicas geoquímicas, ý geofísicas magnetométricas-
radiométricas avanzadas de alta resolución, y por supuesto una intensiva perforación de sondajes a
diamantina y circulación reversa.
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