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En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo

celebrada en 1992 en Río de Janeiro (Brasil) – más conocida como «Cumbre de la


Tierra de Río»– se dieron a conocer tres tratados internacionales. La Convención
Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el Convenio
sobre la Diversidad Biológica (CNUDB) y la Convención de Lucha contra la
Desertificación (CNULD) Los tres se conocen con el nombre de Convenciones de
Río.
Las tres Convenciones de Río están estrechamente relacionadas. Ya que el
cambio climático afecta a la biodiversidad y a la desertificación. Cuanto más
intenso sea el cambio climático y mayor sea su alcance, mayor será la pérdida de
especies vegetales y animales, y las tierras secas y semiáridas en todo el mundo
perderán vegetación y se deteriorarán.
Ahí es donde se reconoció que había un problema Este hecho fue notable para su
época. 
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático entró en
vigor el 21 de marzo de 1994. Hoy en día, tiene una membresía casi universal. Los
197 países que han ratificado la Convención se denominan Partes en la
Convención.
Lograr la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en
la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas en el
sistema climático y en un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se
adapten naturalmente al cambio climático, asegurando que la producción de
alimentos no se vea amenazada y permitiendo que el desarrollo económico
prosiga de manera sostenible.
En la definición de este objetivo es importante destacar dos aspectos:
1. No se determinan los niveles de concentración de los GEI que se
consideran interferencia antropógena peligrosa en el sistema
climático, reconociéndose así que en aquel momento no existía
certeza científica sobre qué se debía entender por niveles no
peligrosos.
2. Se sugiere el hecho de que el cambio del clima es algo ya inevitable
por lo cual, no sólo deben abordarse acciones preventivas (para
frenar el cambio climático), sino también de adaptación a las nuevas
condiciones climáticas.
La responsabilidad debe recaer en los países desarrollados para que lideren
el camino
Dirección de nuevos fondos a las actividades relacionadas con el cambio
climático en los países en desarrollo
Se inicia la consideración formal de la adaptación al cambio climático
Se mantiene el control del problema y de lo que se está haciendo al respecto
Traza el comienzo de un camino para lograr un delicado equilibrio
La CP o COP Conferencia de las Partes (CP, COP en sus siglas en inglés, más
utilizadas incluso en español) es el “órgano supremo” de la Convención, es decir
su máxima autoridad con capacidad de decisión. Es una asociación de todos los
países que son Partes en la Convención.
La CP se encarga de mantener los esfuerzos internacionales por resolver los
problemas del cambio climático. Examina la aplicación de la Convención y los
compromisos de las Partes en función de los objetivos de la Convención, los
nuevos descubrimientos científicos y la experiencia conseguida en la aplicación de
las políticas relativas al cambio climático. Una labor fundamental de la CP es
examinar las comunicaciones nacionales y los inventarios de emisiones
presentados por las Partes. Tomando como base esta información, la CP evalúa
los efectos de las medidas adoptadas por las Partes y los progresos realizados en
el logro del objetivo último de la Convención.
La CP se reúne todos los años desde 1995. La CP se reúne en Bonn, sede de la
Secretaría, salvo cuando una Parte se ofrece como anfitrión de la sesión (lo cual
es lo habitual).
Los medios se refieren normalmente a cada COP como la "Cumbre del Clima".

En diciembre de 2015 se estableció el primer acuerdo global legalmente vinculante


en relación al cambio climático. El mismo, denominado Acuerdo de París
Establece que "ese nivel debería alcanzarse en un plazo suficiente para permitir
que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio climático, asegurar que la
producción de alimentos no se vea amenazada y permitir que el desarrollo
económico prosiga de manera sostenible".

Importancia para Colombia.


Según el ex presidente de la República, Juan Manuel Santos, “En Colombia para
ese objetivo conformamos recientemente el Sistema Nacional de Cambio
Climático para actuar de forma articulada y eficaz en el ámbito nacional y regional.
Nuestro propósito es impulsar una política nacional de cambio climático para
contribuir con la reducción de gases de efecto invernadero y de la deforestación,
en particular en la región amazónica y avanzar en la adaptación de nuestro
territorio”.
Al ser parte del Acuerdo de París, el país se compromete a que cada cinco
años las metas ambientales serán revisadas, lo cual contribuye al
cumplimiento del objetivo.

Colombia es uno de los países que más le afectaría el cambio climático, esto
debido a la ubicación geográfica. Lo anterior, alerta al país sobre la
necesidad de implementar un modelo de vida sostenible, el cual logre
reducir la polución por medio de prácticas de consumo responsables, el
cuidado de los espacios, los recursos naturales y la utilización de medios de
transporte amigables con el planeta, entre otros. El acuerdo de París trae
consigo grandes beneficios para Colombia, entre los cuales se encuentran la
transformación de la economía, la protección de bosques, los recursos
naturales, la reducción de deforestación y el desarrollo de fuentes
alternativas de energía limpia.

Informes de la Nueva Economía del Clima, revelan que es posible para


Colombia aumentar su economía y la competitividad por medio del
fortaleciendo y su capacidad de adaptación. Por ello, es necesario que la
comunidad científica realice investigaciones que permitan obtener un mayor
entendimiento sobre efectos de los fenómenos climáticos y sus
consecuencias. También es importante que los sectores financieros generen
una inversión de carbono eficiente y de gran vigor con el clima.

Las nuevas generaciones también son de gran importancia en este proceso,


ya que de ellas depende la implementación de un cambio de conciencia.
Para lograr esto, los Gobiernos y las autoridades ambientales deben actuar
en materia ecológica y social.

El aumento de la capacidad de adaptación a los ecosistemas, trae una


reducción de  los gases del efecto invernadero, por esta y otras razones, es
vital para el país cumplir con los compromisos que ha realizado durante la
firma de este importante Acuerdo.

La embajadora de Colombia ante las Naciones Unidas, María Emma Mejía, quien
fue la encargada de entregar el documento en la sede de la organización, afirmó
en su cuenta de Twitter que: “Hoy en la ONU depositamos el instrumento de
ratificación del Acuerdo de París, que reitera el compromiso del Presidente Juan
Manuel Santos y de Colombia frente al mundo con el medio ambiente y el cambio
climático para futuras generaciones”.
Las acciones tomadas por el Gobierno Santos, fueron bastante oportunas
para el fortalecimiento del Acuerdo de París y para el progreso económico y
sostenible a nivel ambiental en Colombia. Se espera que durante el mandato
del nuevo presidente de la República, Iván Duque, se continúe trabajando
por la implementación de acciones que permitan generar una mejora para el
país.

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