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El tercer Sector
1.1 Características de las asociaciones del tercer sector
el Tercer Sector puede ser definido, residualmente, como aquellas actividades en que el principio dominante no
es ni la coerción formal ni el intercambio lucrativo de bienes y servicios, sino que se basa en actividades
voluntarias en el doble sentido de estar libres de coerción y de los constreñimientos económicos de la
ganancia1.
en un documento-informe elaborado por el Observatorio del Tercer Sector, y que reúne las opiniones de los
miembros de sus Consejos Asesores, se afirma que los principales retos del Tercer Sector son los cinco
siguientes: identificar los rasgos comunes y los valores compartidos para la elaboración de un discurso
colectivo, recoger la diversidad del sector, reforzar su estructuración, potenciar el trabajo en red y promover el
intercambio de conocimiento entre las entidades que lo integran 2.
1 Ariño, A. (2008). Articulación del Tercer Sector en España. Revista española del tercer sector, N.° 10,
págs. 107-132.
https://www.researchgate.net/publication/28245414_Articulacion_del_Tercer_Sector_en_Espana/citation/download
consultado el 12 de junio 2020. página 111.
2 Idem página 114-115
3 Ariño, op.cit., 2008. págs. 112-115.
servicio, en tanto que abarca la totalidad del mundo asociativo no lucrativo y de los movimientos
sociales, por lo que mantienen objetivos heterogéneos y grados muy variables de implicación social y
política.
2. Reducida autonomía
Sobre este aspecto, el tercer sector en España mantiene un alto grado de dependencia financiera con
respecto al sector público producto de que trabajan bajo un modelo de cooperación económica. En el
caso concreto de las asociaciones sociales, la mayoría de las entidades dependen para la ejecución de
sus programas de las aportaciones de la Administración. Las entidades sin fines de lucro no sólo tienen
una base económica muy endeble, sino que la creación de cuerpos de profesionales para gestionar la
prestación de servicios específicos les obliga a adoptar posturas políticas de neutralidad ideológica
para no perturbar la captación y regularidad de las subvenciones.
En el ejemplo particular de las Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo (ONGD)
españolas, el autor Ruiz Olabuénaga citado por Ariño, comenta que éstas iniciaron con un enfoque
religioso y asistencial, desarrollándose en función a un modelo mediático, de base económica y no de
base social, lo que dificulta su relación con el conjunto de la sociedad y genera una fuerte
dependencia de los gobiernos y fuentes públicas de financiación.4.
3. Débil articulación interna de las entidades que lo componen
Esta tercera característica representa una limitación importante porque se refiere a la dificultad que
hay entre las organizaciones que componen el sector para trabajar en conjunto, en gran medida
producto de la diversidad interna en cuanto a capacidad económica, cultura, estilos de trabajo y
dimensión organizativa. Asimismo, esta pluralidad se refleja en la fragmentación como grupo que se
traduce en una escasa capacidad de interlocución política y social, y la más importante que es la
posibilidad de absorción por parte de grandes entidades públicas o privadas (partidos o iglesias, entre
otros).
En definitiva, las características mencionadas con anterioridad son un claro reflejo de las deficiencias
en la articulación entre entidades, que no sólo deja claro la complejidad de cada una producto de la
heterogeneidad presente, sino que esta diversidad lejos de ser una fortaleza, se convierte en una
debilidad que será superada a medida que el sector vaya madurando y modernizándose, a medida
que vayan asumiento la importancia de la integración y cooperación estratégica que deben tener,
mediante la conquista de cuotas de autonomía e independencia en relación con el mercado y el
Estado.
En este contexto, las organizaciones del tercer sector en la actualidad deben llevar a cabo un ejercicio
de reflexión estratégica sobre los cambios globales que se presentarán desde la perspectiva de los
financiadores y de los usuarios, de allí que se puedan mencionar 4 grandes retos que deberán afrontar
para estar preparados en relación a las oportunidades de crecimiento y desarrollo que se le presenten.
El primer reto que encontramos es el estratégico, que abarca las exigencias que tendrá el tercer sector
ante los cambios de la demanda social, dado que deberá anticiparse por medio de la planificación
En el área mediterránea, el desarrollo de este tipo de organización ha sido más tardío que en otras
áreas de Europa, como consecuencia de una escasa secularización y la presencia de regímenes
autoritarios que han dado lugar a una desconfianza generalizada en las asociaciones civiles. Por ello,
en España a pesar de que han existido potencialidades para su expansión, también ha habido
obstáculos en su desarrollo, de allí que muestran un significativo crecimiento a mediados de los años
6 Alberich, T. Marzo 2007. Revista de estudios de juventud. N.° 76. 71-89. Asociaciones y Movimientos Sociales en
España: Cuatro Décadas de Cambios. Página 75.
noventa del siglo pasado, adoptando diferentes formas jurídicas y expandiéndose en múltiples
campos, como por ejemplo asociaciones de tipo profesional, sindical o cooperativistas.
En lo que respecta a la financiación, este tipo de asociación presenta una significativa dependencia del
Estado, no siendo muy altas las donaciones ni la venta de servicios. La importancia religiosa ha sido
crucial en la formación del asociacionismo, de clara vocación católica y donde apenas ha existido
convivencia con otro tipo de religiones. Sin embargo, existen aún barreras estructurales y culturales
que frenan una auténtica explosión de estas formas sociales7.
En España la principal fuente de ingresos de las asociaciones lo constituyen las cuotas y el cobro por
los servicios prestados, en el caso del porcentaje de ingresos procedentes del sector público o del
Estado es significativamente menor que el proveniente de cuotas privadas, pero supera con creces el
porcentaje de ingresos por donativos privados. En este sentido, en comparación con el resto de países
europeos, el apoyo a las asociaciones sociales por parte del Estado es menor (40,1% en la media global
y 32,1% en España) en comparación con las donaciones que representan una menor cantidad a nivel
global que en España (10,5% globalmente y 18,8% en España), por lo que en los otros países se ha ido
perfilando un modelo diferente de cooperación entre las asociaciones sociales y el Estado, a diferencia
del caso español que ha tenido un desarrollo tardío del estado de bienestar 8.
7 Herrera Gómez, Manuel, y Luis Ayuso Sánchez. «Las asociaciones sociales, una realidad a la búsqueda
de conceptuación y visualización.» Revista Española de Investigaciones Sociológicas, n.º 126 (2009): 51.
8 CODENAF. Módulo I. Tercer Sector. 2018. Formación e intervención social desde la perspectiva del
voluntariado.
Estas entidades sociales han sido las promotoras de la mayoría de las empresas de inserción social,
aportando este bagaje y estas formas de hacer en un contexto de producción empresarial 9.
9 Lázaro Blanco, Emilio, y Miguel Angel Martínez Polo. 2013. «El tránsito Al Empleo De Las Personas más
Desfavorecidas a través De Las Empresas De inserción». Cuadernos De Trabajo Social 26 (2), 467-78.
https://doi.org/10.5209/rev_CUTS.2013.v26.n2.40228. Consultado el 13 de junio 2020. Página 460.