Está en la página 1de 168

UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES


ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE ARQUEOLOGÍA

“EXCAVACIONES EN LOS CONJUNTOS ARQUITECTÓNICOS 5, 46, 48 Y 49:


DEFINIENDO EL BLOQUE ARQUITECTÓNICO 5 Y LAS DIFERENCIAS EN LA
CONFIGURACIÓN DEL ESPACIO ARQUITECTÓNICO EN EL NÚCLEO URBANO
MOCHE DEL COMPLEJO ARQUEOLÓGICO HUACAS DEL SOL Y DE LA LUNA,
DURANTE MOCHE TARDÍO”.

Informe Final de Prácticas Pre-Profesionales de Arqueología

EQUIPO INVESTIGADOR:
Chávez Vásquez, Fernando Antonio
Cruz Rodríguez, Debbie Grissel
Rodríguez Ruiz, Liz Sandy
Rojas Cabanillas, Hoover Miguel
Tantte Rengifo, Fresia Carinela

ASESORES:
Académicos:
Dr. Santiago Uceda Castillo
Ms. Teresa Rosales Tham

De Campo y Gabinete:
Lic. Jorge Meneses Bartra
Ms. Ricardo Tello Alcántara

PROMOCIÓN XXXVI
TRUJILLO – PERÚ
2013
DEDICATORIA

A Dios, a nuestros padres y a todos aquellos que confiaron en nosotros, que con su
apoyo incondicional hicieron posible cada uno de nuestros logros y son nuestros
guías en el camino al éxito profesional.

2
AGRADECIMIENTOS

A Dios, por brindarnos la sabiduría y la fe necesaria para materializar cada uno de nuestros
objetivos personales y profesionales.

Al Dr. Santiago Uceda, co-director del proyecto arqueológico Huacas del Sol y la Luna, por la
asesoría y el apoyo brindado durante este año y de igual manera al Dr. Ricardo Tello que como
residente del proyecto, nos otorgó las facilidades para realizar nuestras prácticas pre-profesionales.

Al equipo de arqueólogos conformado por Jorge Meneses Bartra, Antonio Robles Amaya y
Ronny Vega Azabache, al mismo tiempo agradecemos a los auxiliares de campo, quienes nos brindaron
la confianza y los conocimientos necesarios durante el desarrollo de esta investigación. También
agradecemos a nuestras familias, por su constante respaldo moral, afectivo y profesional.

Finalmente, agradecemos a aquellos que ya no están físicamente con nosotros, quienes fueron un
importante motor y motivación en nuestra formación personal y profesional para el éxito constante, y
en esta ocasión el bachillerato.

Los autores

3
PRESENTACIÓN

Señores miembros del Comité de Evaluación de Prácticas Pre-profesionales de la Escuela


Académico Profesional de Arqueología.

La Escuela Académico Profesional de Arqueología, a principio de este año y como parte de las
actividades académicas del IX y X ciclo, estableció la realización de prácticas pre-profesionales.

En ese sentido, cumpliendo con lo establecido ponemos a vuestra disposición el presente


informe final de prácticas titulado: “EXCAVACIONES EN LOS CONJUNTOS
ARQUITECTÓNICOS 5, 46, 48 Y 49: DEFINIENDO EL BLOQUE ARQUITECTÓNICO 5 Y
LAS DIFERENCIAS EN LA CONFIGURACIÓN DEL ESPACIO ARQUITECTÓNICO EN EL
NÚCLEO URBANO MOCHE DEL COMPLEJO ARQUEOLÓGICO HUACAS DEL SOL Y DE
LA LUNA, DURANTE MOCHE TARDÍO”, el cual es resultado de nuestras excavaciones realizadas
en los conjuntos arquitectónicos 5, 46, 48 y 49 en el sector sur del Núcleo Urbano Moche, de las
Huacas del Sol y de la Luna; así como el análisis de materiales culturales, realizado en el Museo Huacas
de Moche y Laboratorio de Arqueobiología de la Universidad Nacional de Trujillo. Ambas actividades
se enmarcan dentro de las investigaciones, que desde 1991 vienen realizándose en dicho complejo por
parte del Proyecto Arqueológico Huaca de la Luna.

Con la presentación de este informe esperamos cumplir con las expectativas, requisitos y
objetivos planteados, así mismo agradecemos anticipadamente sus observaciones y sugerencias a
nuestra investigación.

Los autores

4
RESUMEN

A partir de la segunda mitad del siglo VII d.C., en el sitio Huacas de Moche, el sistema político-religioso del estado
se abrió paso al gobierno secular, bajo la organización de grupos civiles que trataron de salvaguardar el sistema político e
ideológico mediante mecanismos de integración social, como por ejemplo la celebración de festividades, la dádiva y la
reciprocidad. Las residencias de la ciudad Moche, fueron el contenedor de dichos mecanismos. Considerando que la
configuración del espacio arquitectónico está expresada en el emplazamiento, dimensiones y la distribución funcional de
espacios al interior de un espacio construido, y en base al análisis formal de una muestra de conjuntos arquitectónicos del
núcleo urbano moche, esta investigación propone lo siguiente: La configuración del espacio arquitectónico en la muestra
estudiada presenta diferencias en cuanto a su proximidad a Huaca de la luna y del Sol, expresando una evidente
sectorización de la ciudad. Las excavaciones en los Conjuntos Arquitectónicos 5, 46, 48 y 49 en el sector sur del Núcleo
Urbano Moche, permitieron definir un nuevo Bloque Arquitectónico, el Bloque 5, el cual, fue construido durante el
período en estudio y por las características arquitectónicas que presenta, no refleja pertenecer a una élite. Finalmente, el
estudio de contextos funerarios post moche, hallados durante las excavaciones, demuestra la importancia atribuida por
grupos foráneos y locales al sitio Huacas de Moche tras ser abandonado.

Palabras Claves: Moche Tardío, núcleo urbano Moche, bloque arquitectónico, configuración del
espacio arquitectónico, análisis formal, mecanismos de integración social, contexto funerario.

ABSTRACT

From the second half of the seventh century A.D. Religious political system of the state broke the secular
government, under the organization of civil groups that sought to safeguard the political and ideological system through
mechanisms of social integration. Such as holiday celebrations, the gift and reciprocity. The residences of Moche city were
the container of such mechanisms. Whereas the layout is expressed on the emplacement, size and functional distribution of
spaces within a constructed space, and based on the formal analysis of the sample of architectonical compounds of Nucleo
Urbano Moche, this research proposes the following: Layout in the sample differs in terms of its proximity to Huaca de la
Luna y del Sol, expressing a clear sectorization on the city. Excavation at the Architectural Compounds 5, 46, 48 and
49 allowed to define a new architectural block, The block 5, which was built during the study period and by architectural
features presented, does not reflect belong to an elite. Finally , to the study of post Moche burial contexts founds during the
excavations, shows the importance attached by foreign and local groups of Huacas de Moche after being abandoned.

Keywords: Late Mochica, Nucleo Urbano Moche, architectural block, layout, formal analysis, sectorization, social
integration mechanism, burial context.

5
ÍNDICE

DEDICATORIA .......................................................................................................... 2

AGRADECIMIENTOS ................................................................................................ 3

PRESENTACIÓN ....................................................................................................... 4

RESUMEN .................................................................................................................. 5

ÍNDICE ....................................................................................................................... 6

INTRODUCCIÓN ...................................................................................................... 9

CAPÍTULO I: GENERALIDADES ........................................................................... 12

UBICACIÓN GEOGRÁFICA Y POLÍTICA...................................................................... 12

CONTEXTO ECOLÓGICO ............................................................................................. 13

CARACTERÍSTICAS EDÁFICAS ..................................................................................... 13


FAUNA.................................................................................................................................................... 13
FLORA .................................................................................................................................................... 14

VÍAS DE ACCESO ............................................................................................................ 14

DESCRIPCIÓN DEL ÁREA DE INVESTIGACIÓN ....................................................... 14

CAPÍTULO II: METODOLOGÍA ............................................................................. 15

METODOLOGÍA DE CAMPO ......................................................................................... 15

METODOLOGÍA DE GABINETE .................................................................................. 18

CAPÍTULO III: LAS EXCAVACIONES.................................................................... 25

EXCAVACIÓN POR AMBIENTES .................................................................................. 27

EXCAVACIÓN POR TRINCHERAS ............................................................................... 30

EXCAVACIÓN DE FOGONES ........................................................................................ 31

CAPÍTULO IV: LA ARQUITECTURA ..................................................................... 35

EL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 46 ....................................................................... 37

6
EL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 5 ......................................................................... 40

EL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 48 ....................................................................... 44

EL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 49 ....................................................................... 50

CAPÍTULO V: LA CERÁMICA ................................................................................. 55

LOS FRAGMENTOS ........................................................................................................ 55


LAS FORMAS ......................................................................................................................................... 55
ANÁLISIS GENERAL DE LAS FORMAS ............................................................................................. 64
LOS TIPOS DE COCCIÓN .................................................................................................................... 68

LAS PIEZAS COMPLETAS .............................................................................................. 76


LAS FORMAS ......................................................................................................................................... 78

CAPITULO VI: EL MATERIAL LÍTICO ................................................................ 79

CAPÍTULO VII: LOS METALES .............................................................................. 82

CAPÍTULO VIII: LOS RESTOS MALACOLÓGICOS .............................................. 84

RESTOS MALACOLÓGICOS DEL PISO 1 ...................................................................... 84

Comentarios....................................................................................................................... 90

CAPÍTULO IX: LOS RESTOS ÓSEOS ..................................................................... 92

RESTOS ÓSEOS DEL PISO 1........................................................................................... 92

Comentarios..................................................................................................................... 106

CAPITULO X: LOS RESTOS BOTÁNICOS ........................................................... 109

CAPÍTULO XI: LOS FOGONES............................................................................. 110

FOGÓN DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 46.................................................... 112

FOGÓN DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 48.................................................... 113

FOGÓN DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 49.................................................... 114

Comentarios..................................................................................................................... 115

CAPÍTULO XII: LOS CONTEXTOS FUNERARIOS ............................................ 117

CONTEXTOS FUNERARIOS DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 5 .................. 117


7
CONTEXTOS FUNERARIOS DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 46................. 123

CONTEXTOS FUNERARIOS DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 48................. 126

CAPITULO XIII: SÍNTESIS Y DISCUSIÓN .......................................................... 131

LAS RESIDENCIAS DE LA CIUDAD MOCHE: EL DISEÑO Y LA FORMA............... 132


UN ANÁLISIS FORMAL ...................................................................................................................... 133
UN ANÁLISIS ESPACIAL: CARACTERIZANDO LOS CONJUNTOS ARQUITECTÓNICOS ...... 139

INTERACCIÓN DE LOS CONJUNTOS 5, 48 Y 49: UN NUEVO BLOQUE


ARQUITECTÓNICO ..................................................................................................... 141

LOS CONTEXTOS FUNERARIOS POST MOCHE EN EL BLOQUE


ARQUITECTÓNICO 5 ................................................................................................... 147
LOS ESTILOS DEL HORIZONTE MEDIO IDENTIFICADOS EN LOS CONTEXTOS
FUNERARIOS DEL BLOQUE ARQUITECTÓNICO 5 ..................................................................... 149
RITOS, CONVIVENCIA CON LOS MUERTOS, OFRENDAS DE METAL Y CONCEPCIONES:
ALGUNAS APROXIMACIONES ........................................................................................................ 150

COMENTARIOS FINALES ........................................................................................... 154

CONCLUSIONES ................................................................................................... 155

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ...................................................................... 156

8
INTRODUCCIÓN

El presente informe final de Prácticas Pre-profesionales titulado: “EXCAVACIONES EN LOS


CONJUNTOS ARQUITECTÓNICOS 5, 46, 48 Y 49: DEFINIENDO EL BLOQUE
ARQUITECTÓNICO 5 Y LAS DIFERENCIAS EN LA CONFIGURACIÓN DEL ESPACIO
ARQUITECTÓNICO DEL NÚCLEO URBANO MOCHE, DURANTE EL MOCHE
TARDÍO”, es el resultado de las investigaciones realizadas en el presente año en el Complejo
Arqueológico Huacas del Sol y de la Luna, con el objetivo de identificar las diferencias en la
configuración del espacio entre los conjuntos arquitectónicos de los sectores norte, central y sur del
Núcleo Urbano Moche, durante el Moche Tardío. Además, se ha contribuido al estudio de los
contextos funerarios en el complejo, un hecho que involucra desde la preparación del individuo hasta el
enterramiento mismo (Castillo 2000), a su vez estos individuos se registraron con el cuerpo ligeramente
inclinado, por lo que creemos que se debió a manipulaciones post mortem.
En base a nuestro tema de estudio, la investigación se orientó teniendo en cuenta que en el Núcleo
Urbano Moche se han identificado cambios en el diseño arquitectónico entre los pisos más tempranos
(asociados con cerámica de estilo Moche III y IV) y los más tardíos (asociados con cerámica de estilo
Moche IV) tanto en los sectores norte y central. A grandes rasgos, se asume una mayor complejidad
arquitectónica a través del tiempo, expresada en espacios cada vez más pequeños y aglutinados (Tello
2005).
Cabe resaltar que nuestra investigación no sólo está centrada en estas diferencias. Así mismo, tras
el análisis en gabinete de los componentes arquitectónicos de los conjuntos excavados se ha propuesto
la integración, por primera vez en el sector sur del Núcleo Urbano Moche, de un nuevo Bloque
Arquitectónico integrado por los conjuntos 5 (Chapdelaine et al. 1997; Meneses et al. 2012), 48 y 49.
Por ello nuestro trabajo se basó en determinar el diseño arquitectónico durante la última
ocupación, estableciendo comparaciones con los conjuntos del sector norte (Seoane et al. 2007, 2008;
Zavaleta et al. 2009; Gayoso 2010) y central (Chiguala et al. 2004; Tello et al. 2004) del Núcleo Urbano
Moche, así como con otros sitios contemporáneos al Moche tardío, como Pampa Grande (Shimada
1994) y Galindo (Bawden 1982, 1994b). De acuerdo a esto nos planteamos las siguientes interrogantes:
¿Cuáles son las diferencias arquitectónicas entre los conjuntos arquitectónicos de la parte norte y sur del Núcleo Urbano
Moche, durante el Moche Tardío? y ¿Las diferencias entre los conjuntos del norte y del sur obedecen a la presencia de
diversos barrios durante el Moche Tardío?
En respuesta se ha planteado la siguiente hipótesis: Durante el Moche Tardío las diferencias
arquitectónicas entre los conjuntos arquitectónicos del norte y del sur del Núcleo Urbano Moche están
relacionadas con cambios en la esfera sociopolítica debido a la adaptación a un nuevo modelo de
organización estatal.

9
Como hipótesis particular planteamos: En el sitio Huacas de Moche, el Conjunto Arquitectónico
48 correspondiente al sector sur del Núcleo Urbano Moche, muestra diferencias formales en la
configuración del espacio arquitectónico durante la última ocupación, tales como la reducción en la
dimensión de los ambientes, la compleja distribución espacial al interior del conjunto arquitectónico y, a
nivel urbanístico no se mantiene la trama urbana en relación al sector central y norte del Núcleo
Urbano Moche. Por ello, planteamos la existencia de una planificación urbana asociada al
funcionamiento de conjuntos arquitectónicos integrados a manera de barrios: Barrios de peregrinos
(donde se realizan los festines), barrios productivos-comerciales (donde están los centros de producción
artesanal y plazas asociadas al intercambio de productos), y por último barrios administrativos
relacionados con el control y la administración, que están más emparentados con la Huaca del Sol. Los
habitantes de estos barrios buscaron participar e integrarse a las actividades y rituales practicados al
interior de los palacios y residencias de élite urbana, conllevando a una división social determinada por
la capacidad de acceso a bienes suntuarios y/o mano de obra y, de esta manera se configura, el
crecimiento horizontal del núcleo urbano hasta alcanzar las dimensiones previo a su abandono.
Para contrastar nuestra hipótesis, nos propusimos los siguientes objetivos: (1) definir la
arquitectura del Conjunto Arquitectónico 48; (2) delimitar el Conjunto Arquitectónico 48 y los
ambientes que lo conforman; (3) estudiar los materiales arqueológicos asociados a los ambientes del
Conjunto Arquitectónico 48; (4) identificar el uso de los ambientes y determinar la función del
Conjunto Arquitectónico 48 y (5) comparar y estudiar el Conjunto Arquitectónico 48 en relación a
otros conjuntos arquitectónicos pertenecientes al núcleo urbano Moche, tanto en la sección norte
(Bloque arquitectónico 4), como en el centro (Bloque arquitectónico 2).
El presente informe está estructurado conforme a los requisitos establecidos por el Comité de
prácticas pre-profesionales y consta de los siguientes capítulos:
CAPÍTULO I: GENERALIDADES.- Se detalla toda la información sobre la naturaleza del
proyecto, ubicación política, características geográficas y ambientales, así como las vías de acceso y la
descripción del sitio.
CAPÍTULO II: METODOLOGÍA.- Esta referida a los procedimientos seguidos en el trabajo de
campo y trabajo de gabinete
CAPÍTULO III: LAS EXCAVACIONES.- Se describe al detalle la secuencia de excavaciones en los
ambientes de los Conjuntos Arquitectónicos 5, 46, 48 y 49, detallándose las excavaciones por
ambientes, trincheras y fogones.
CAPÍTULO IV: LA ARQUITECTURA.- En él se describe los componentes arquitectónicos
(ambientes) registrados en los Conjuntos Arquitectónicos 5, 46, 48 y 49.
CAPÍTULO V: LA CERÁMICA.- Contiene el análisis de las formas y la cocción, así como de las
piezas completas del material cerámico.

10
CAPÍTULO VI: EL MATERIAL LÍTICO.- Se detalla el análisis de los objetos líticos recuperados
en esta temporada.
CAPÍTULO VII: LOS METALES.- Contiene el análisis de los objetos de metal recuperados de las
excavaciones.
CAPÍTULO VIII: LOS RESTOS MALACOLÓGICOS.- Contiene el estudio y análisis de las
principales especies
CAPÍTULO IX: LOS RESTOS ÓSEOS.- Contiene el estudio y análisis de los restos óseos de
mamíferos, peces y aves registrados en la temporada.
CAPÍTULO X: LOS RESTOS BOTÁNICOS.- Se detallan el análisis de los restos vegetales
recuperados de las excavaciones.
CAPÍTULO XI: LOS FOGONES.- Se detallan el análisis del material recuperado de las estructuras
de combustión registradas.
CAPÍTULO XII: LOS CONTEXTOS FUNERARIOS.- Está referido a la descripción de las
características físicas de los individuos y las asociaciones de los entierros registrados en la temporada.
CAPÍTULO XIII: SÍNTESIS Y DISCUSIÓN.- Se incluye la interpretación de los resultados
obtenidos en la presente temporada.

11
CAPÍTULO I

GENERALIDADES

1.1. UBICACIÓN GEOGRÁFICA Y POLÍTICA


El complejo arqueológico Huacas del Sol y de La Luna se encuentra ubicado en la cuenca
del río Moche, en la costa norte del Perú, limitando por el norte con la cuenca del río Chicama,
por el sur con la del río Virú, por el este con la del río Marañón y por el oeste con el Océano
Pacífico (Fig. 1).
La cuenca del río Moche se encuentra comprendida entre los 7°46’ y 8°15’ de latitud sur y
entre los meridianos 78°16’ y 76°8’ de longitud al oeste de Greenwich. Altitudinalmente se
extiende desde el nivel del mar hasta la línea de cumbres de la Cordillera Occidental de los
Andes que constituye la divisoria de aguas de esta cuenca con el río Marañón. El Complejo
Arqueológico de las Huacas del Sol y de La Luna se encuentra ubicado en la parte media y baja
del valle de Moche, en la margen izquierda del río del mismo nombre, y en las faldas del Cerro
Blanco, en el departamento de La Libertad, provincia de Trujillo (ONERN, 1973: 11 y sig.).

Fig. 1. Mapa político de la Campiña de Moche (Fuente: Informe Técnico del Proyecto Arqueológico Huaca de la
Luna 2010, Santiago Uceda, y Ricardo Morales, editores)

12
1.2. CONTEXTO ECOLÓGICO
Nuestra zona de estudio se encuentra clasificada por su formación ecológica en la primera
formación desértica pre-montano y comprende desde el litoral hasta 900 msnm y el clima que
presenta es árido y fresco con una temperatura promedio de 20º C. Es aquí donde se encuentra
los mejores suelos agrícolas. Geológicamente este valle está formado por rocas ígneas,
sedimentarias y metamórficas (ONERN 1973).

1.3. CARACTERÍSTICAS EDÁFICAS


El sitio de estudio se encuentra ubicado entre el valle agrícola de la Costa, que en la
cuenca del río Moche consiste de suelos aluviales, franco arenosos y fran co arcillosos,
profundos, de buen drenaje, de relieve plano; y las pampas y colinas pre áridas, de suelos sin
valor agrícola, zona desértica con muy escasa vegetación salvo algunas cactáceas y caparidáceas
en laderas de montañas aisladas. En la campiña de Moche el suelo es por lo general plano y
apto para el cultivo, por ser arcilloso arenoso, lo cual lo hace altamente productivo (ONERN
1973).

1.3.1. FAUNA
Actualmente presenta una importante variedad faunística conformada por mamíferos,
reptiles y aves. Entre los mamíferos tenemos al "zorro de costa"( Lycalopex sechurae ),
también se observa el “ratón de campo” ( Oryzourus sp. ), igualmente a la “muca” o
“hurón” ( Didelphys paraguayensis ) que habita entre los árboles. También se presenta el
"cañán" ( Dicrodon guttulatun ), "iguana" ( Iguana iguana ), "lagartija" ( Tropidurus
peruvianus ). Dentro de esta fauna existen variedades de ofidios "sancarranca" ( Brotrops
barnetti ) y el "saltojo” ( Pyllodactyllus sp. ).
Así mismo debemos considerar a los caracoles terrestres tales como Drymaeus
trujillensis , Scutalus proteus y Scutalus versicolor , que se reproducen en época de
lluvia.
Entre los peces tenemos el “charcoca” ( Lebiasina binaculata ), “life”
( Trichoamyceta sp. ) y lisa ( Mugil sp. ).
Para los componentes avifaunísticos tenemos “gallinazo” ( Cathartes aura ), “halcón”
( Falco sparverius ), “putilla” ( Pyrocepja lusrubinus ), “gorrión americano” ( Zohotri
chiacapensis ), “perdiz” ( Nothopracta sp. ), “chisco” ( Nimus longicaudatus ) y “chucluy”
( Crotophagasul cirostris ).

13
1.3.2. FLORA
Entre las especies identificadas tenemos: “cerraja” ( Sonchoso lenaceus ),“paico”
( Chenopodium ambrosioides ), el “yuyo” ( Amaranthus viridis ), “jaboncillo del campo”
( Cucumis dispsaceus ), “caña brava” ( Gymerium sagittatum ), “carrizo” ( Phragmites
australis ), “pájaro bobo” ( Tessaria integrafolia ), “inea” ( Typha angustifolia ), “sauce”
( Salís chilensis ), “espino”( Acacia macracantha ), “algarrobo”( Prosopis chilensis ) y el
“zapote”( Capparis angulata ).
Las plantas xerofíticas más importantes se puede identificar el “bichayo” ( Capparis
cordata ), “guayabito del gentil” ( Capparis ovalifolia ), “el gigantón” ( Neoraimon
diamacrostibas ) y “cola de zorro” ( Borzicactus decumeus ).
Otras especies como el “pacae” ( Inga feullei ), el “pepino” ( Solanum muricata ), la
“yuca” ( Manihote sculenta ), el “tomate” ( Solanum peruvianun ), el “fréjol macho”
( Canavalia ensiforme ) así también existen cultivos como el “maíz” ( Zea mays ), “camote”
( Ipomaea batatas ) y “pallares” ( Phaseolus lunatus ).

1.4. VÍAS DE ACCESO


A este complejo arqueológico se puede acceder a través de dos vías. La primera por la
Panamericana Sur, tomando el desvío que conduce a la Campiña de Moche llegando al sureste
de la Huaca del Sol y se continúa la vía de acceso hasta la Huaca de La Luna.
La segunda vía de acceso, parte de las Urbanizaciones el Bosque y Santo Domingo,
atravesando la Carretera Industrial y el puente sobre el Río Moche, llegando a la Huaca del Sol.

1.5. DESCRIPCIÓN DEL ÁREA DE INVESTIGACIÓN


El área de investigación se encuentra ubicada en la parte sur del Núcleo Urbano Moche,
perteneciente a las Huacas del Sol y de La Luna, entre los cuadros 3J, 2K, 3K, 2L, 3L, 4L, 5L,
2M, 3M, 4M, 5M, 2N, 3N, abarcando un área total de 3 089 m2. Limita hacia el norte con el
Conjunto arquitectónico 2, por el sur con los Conjuntos Arquitectónico s 46 y 5 y por el este,
con el Conjunto Arquitectónico 3, mientras que por el oeste, con estructuras aún no
estudiadas.

14
CAPÍTULO II

METODOLOGÍA

2.1. METODOLOGÍA DE CAMPO


A continuación se procederá a describir todas las actividades que se realizaron en campo,
como son prospección, cuadriculación, excavación, y descripción del registro arqueológico,
con la finalidad de tener una documentación detallada para realizar un adecuado análisis de
gabinete.

2.1.1. PROSPECCIÓN
Se realizó una prospección superficial de yacimiento a través de transectos,
distribuyéndonos a cada cinco metros. La prospección nos ayudó a elegir el mejor lugar
para comenzar el proceso de excavación siguiendo los muros visibles en superficie, y
recolectándose el material superficial más importante.

2.1.2. CUADRICULACIÓN
La cuadriculación siguió los lineamientos de un sistema de coordenadas cartesianas
pre-establecido por el proyecto. Los cuadros de 20 m por 20 m tuvieron un código
compuesto de una letra mayúscula y un número arábigo que corresponden a las abscisas y
ordenadas respectivamente. Al interior de cada cuadro, la unidad básica de registro
empleada es la cuadricula de 1 m por 1 m.

2.1.3. EXCAVACIÓN
Para alcanzar los objetivos de investigación se realizó una excavación en área por capas
naturales y culturales; y por niveles arbitrarios según la naturaleza de los contextos que iban
apareciendo. El proceso de intervención se dividió en: (1) excavación por ambientes, la cual
siguió los lineamientos del método Tikal (Haviland y Coe 1990), que considera a cada
ambiente como un contexto independiente y con una estratigrafía propia con el objetivo de
ver relaciones espaciales de manera sincrónica; (2) excavación por trincheras, que son
exploratorias; (3) excavación de fogones, que tiene una nueva metodología (Castillo 2012) y que
es descrita en líneas siguientes; y (4) excavación de contextos funerarios, en la que se emplearon
niveles de registro.

15
a. Excavación por ambientes
Durante el desarrollo de las excavaciones se definieron diferentes ambientes que
conforman la arquitectura de los conjuntos intervenidos. Cada ambiente se excavó y se
registró independientemente. En este tipo de excavación se registraron las capas
contenidas hasta alcanzar el piso, y el material arqueológico recuperado fue registrado
de acuerdo al ambiente de procedencia.

b. Excavación por trincheras


Esta excavación es tan amplia como profunda, y mediante el análisis de perfiles
asociado al material arqueológico recuperado fue posible establecer cronologías
relativas, fases o secuencias culturales de acuerdo a los objetivos de investigación
realizados.

c. Excavación de fogones
Para la excavación de fogones, lo primero que se tuvo en cuenta fue definir y
delimitar el área de combustión. A continuación se trazaron dos ejes (“A” y “B”) sobre
la parte más larga y ancha respectivamente en dicha área, de esta manera se obtuvo una
intersección que dividió el fogón en cuatro partes.
Posteriormente el fogón fue excavado cuadro por cuadro, según la división
realizada por la intersección de los ejes “A” y ”B”, pero la selección del cuadrante de
inicio dependió de los criterios y objetivos considerados al excavarlo. Al excavar el
primer cuadro, el material arqueológico fue cuidadosamente cribado (tamizado),
registrado y almacenado para analizarlos posteriormente. Con respecto a la ceniza, se
tomaron muestras para el análisis respectivo, no excediéndose de 50 o 70 gramos, y
depositadas exclusivamente en papel aluminio.
De esta manera, la remoción de un primer cuadro del fogón permitió observar los
perfiles de los cuadros limitantes al excavado, con lo cual se pudo distinguir la
estratigrafía (las capas o niveles) en estos perfiles del fogón. La estratigrafía del fogón
se registró fotográfica y gráficamente en una escala de 1:20 como mínimo, de acuerdo a
los detalles registrados en la estratigrafía.

d. Excavación de contextos funerarios


La excavación de tumbas se efectuó estableciendo niveles de registro, es decir se
excavó de acuerdo al hallazgo de los objetos que conformen el ajuar para determinar
los niveles.

16
2.1.4. REGISTRO
Consistió en la anotación de los datos obtenidos en el campo, como la descripción de
los materiales diagnósticos y el proceso de excavación con sus respectivas estrategias de
intervención.

a. Descriptivo
Consistió en detallar los hallazgos y las actividades realizadas a lo largo del trabajo
de campo. Se utilizaron un diario de campo, fichas de excavación, fichas de registro de
tumba y fichas de hallazgo. Por otra parte, las etiquetas de registro fueron colocadas
dentro de cada bolsa, indicando su naturaleza, procedencia y otros. La numeración de
entierros, fogones, ambientes y muros se realizó de acuerdo a la secuencia de hallazgo
en cada conjunto arquitectónico. Cada uno de los entierros se registró gráfica y
fotográficamente, conforme al desarrollo de su excavación. Tras retirar las osamentas
correspondientes a los entierros, los huesos fueron cubiertos con papel de seda y
embolsados, agrupándolos de acuerdo a cada parte del esqueleto (Cráneo, vértebras,
costillas, huesos planos, huesos largos y falanges).

b. Altimétrico
Mediante la ayuda de un nivel óptico TOPCOM se realizó el registro de las alturas
del área de excavación y unidades estratigráficas. Las alturas tomadas tuvieron como
referencia el Hito 21, ubicado al suroeste del área. Posteriormente, las alturas fueron
convertidas a la equivalencia respectiva en metros sobre el nivel del mar (msnm).

c. Gráfico
El registro gráfico se realizó sobre papel milimetrado, a escalas variadas
dependiendo de la importancia y el tamaño del contexto a regis trar: en 1:5 para tumbas,
1:10 para perfiles y 1:50 para dibujos de planta.

d. Fotográfico
Se realizó con la finalidad de documentar tridimensionalmente cada una de las
estructuras, hallazgos y contextos. Para esto se empleó una cámara fotográfica NIKON
D3000.

17
2.2. METODOLOGÍA DE GABINETE
Se realizó la digitalización de los planos y/o dibujos para el análisis arquitectónico y de la
cerámica correspondiente al Piso 1 en los conjuntos arquitectónicos intervenidos. Además,
también se realizó el análisis del material inorgánico: cerámica, lítico y metales, así como el
material orgánico: restos óseos, restos malacológicos y restos orgánicos.

2.2.1. PREPARACIÓN Y ELABORACIÓN DE PLANOS


Los dibujos realizados en papel milimetrado durante la temporada de campo, a escala
de 1:50 se revisaron y digitalizaron en el programa Auto CAD 2011, con la finalidad de
tener virtual y físicamente nuestros elementos arquitectónicos para su posterior isometría.
Para el registro planimétrico de la arquitectura, hallada durante las excavaciones, se
realizarán proyecciones debido al mal estado de conservación y vestigios de muros que
ayudaron a realizar esta tarea. De acuerdo a esto, nuestra investigación abarcó intervenir
arquitectura hasta ahora registrada como parte de cuatro conjuntos arquitectónicos: los
Conjuntos Arquitectónicos 5, 46, 48 y 49. En el caso de los Conjuntos 5 y 46 fue necesario
unir el registro arquitectónico, para el Piso 1, de temporadas anteriores con la nuestra,
obteniendo como resultado la inclusión de ambientes de nomenclatura diferente a l conjunto
en el que se le ha ubicado en este documento. Realizar esto permite una mejor perspectiva
de los conjuntos arquitectónicos respecto a su configuración y distribución espacial, además
de entender cómo se articulan y comunican espacialmente entre sí.
El esquema utilizado en la descripción de la arquitectura se divide en cinco partes
fundamentales. En la primera parte ubicamos el ambiente al interior del conjunto,
precisando cuadros y cuadrículas. En la segunda, describimos la forma, orientación,
dimensión, área total y límites de cada ambiente. En la tercera parte describimos la altura
del piso y su estado de conservación. En la cuarta, presentamos los muros que definen cada
uno de los ambientes. La quinta parte, corresponde –cuando el caso lo amerite- a la
descripción de estructuras internas, vanos de acceso, banquetas, rampas, fogones y vasijas in
situ.

2.2.2. ANÁLISIS DE MATERIAL INORGÁNICO

a. Cerámica
El análisis del material cerámico tuvo como objetivo determinar la morfología,
características de pastas, técnicas de cocción y decoración del material recuperado, así
como la identificación del estilo.

18
El proceso de análisis de cerámica se
inició con la limpieza del material,
lavando todos los fragmentos, utilizando
bateas y cepillos de dientes para retirar los
restos de arena y tierra adheridos a éstos,
cuidando así aquellos fragmentos que
presenten pintura, guardando el material
completamente limpio y seco en bolsas de
Fig. 2. Materiales empleados para rotular.
diferente tamaño con su respectiva
fragmentos.
etiqueta. Posteriormente se realizó el rotulado de este material, empleando pluma y
tinta china Rotring (Fig. 2), colocándose datos como la procedencia de cada fragmento:
Conjunto Arquitectónico, ambiente, capa (esto varió de acuerdo al contexto en el que
se encontraron determinados fragmentos, como trincheras, fogones o entierros),
cuadro y cuadrícula. Posteriormente se registró cada fragmento enumerand o y
agrupándolos morfológicamente en la ficha de catálogo siguiendo los parámetros de la
categorización del material establecidos por el Proyecto Arqueológico Huacas de
Moche, los cuales posteriormente fueron trasladados a la base de datos. Seguidamente
se completaron las fichas de análisis, considerando las variables de forma, filiación
cultural, pasta y decoración, para finalmente fotografiar y dibujar en papel bond el
material seleccionado, el cual, posteriormente fue calcado en papel canson para su
digitalización.

b. Lítico
Este análisis del material lítico tuvo como objetivo determinar la morfología y función de
cada uno de los elementos recuperados. Primero, se procedió con la limpieza del material; para
ello utilizamos agua, escobilla y/o cepillos dentales dependiendo del tamaño de las piezas, todo
esto con el objetivo de retirar los restos de arena y tierra pegados en la superficie. Después
procedimos a rotular cada uno de los objetos líticos. Para esto se usó una pluma y tinta china
Rotring blanca y negra. Con la finalidad de determinar la forma y función, recurrimos a la ayuda
especializada del Dr. Santiago Uceda. Una vez clasificado el material, se procedió a completar
las fichas de registro correspondientes.
Finalmente se construyó una base de datos en el programa de Excel para transformar esta
información en tablas y gráficos.

19
c. Metales
El material recuperado durante la excavación presenta un regular estado de conservación,
por lo mismo sólo se pudo identificar algunos objetos y fragmentos. Por su forma se
clasificaron en dos grupos: adornos (láminas, diversos), utensilios (piruros, agujas, pinzas).
También se tomó en cuenta el ambiente y la capa estratigráfica correspondiente.

2.2.3. ANÁLISIS DE MATERIAL ORGÁNICO


Este proceso se inició con la limpieza del material orgánico como los restos óseos y
malacológicos, utilizando materiales como cepillos de dentista y finalmente se le colocaba en una
bolsa y papel de seda (restos óseos) y se empaquetaba; el análisis del material se llevó a cabo en el
laboratorio de Arqueobiología de la Universidad Nacional de Trujillo, donde se transportó el
material empacado. El análisis de los restos óseos, malacológico y botánico se realizó bajo el
asesoramiento del Biólogo Víctor Vázquez Sánchez y la Arqueóloga Teresa Rosales Tham.
Los métodos utilizados para la identificación de las especies, son representados según la
taxonomía de cada especie.

a. Restos malacológicos
La identificación de las especies se realizó a través de la identificación taxonómica
mediante el uso de manuales, colecciones, muestras y bibliografía especializada como Alamo y
Valdiviezo (1987), Breure (1978, 1979), Dall (1909), Marincovich (1973), entre otros y
especialistas. Para la cuantificación se realizó
de acuerdo al Número Mínimo de
Individuos (NMI), no se utilizó el NISP (Fig.
3). Para una sistematización adecuada del
material, este se clasificó de acuerdo al
Phyllum, clase, familia, especie; para luego
asociar con su respectivo ambiente y de
acuerdo a las capas, en este caso capa B y C,
también se agrupó de acuerdo al biotopo de
Fig. 3. Clasificación de los restos malacológicos.
las especies ya sea de procedencia arenosa,
rocosa y de lomas.
Las especies de clase Polyplacophora se identificaron a través del análisis de las placas
cefálicas, centrales y anales del molusco, diferenciándose por su morfología.
Para los gasterópodos, se consideraba como un individuo, incluyendo los fragmentos que
pueda existir, ya sea el ápex o el peristoma completo.

20
En los bivalvos el individuo está representado por el número de valvas derechas o
izquierdas que pueda haber en la muestra.

b. Restos óseos
Se han identificado los restos óseos de
anfibios, peces, aves y mamíferos. El análisis
e identificación de las especies se realizó a
través del método de comparación a través
de colecciones de restos óseos pertenecientes
al laboratorio de Arqueobiología y también
utilizando bibliografía especializada.
De igual forma se los clasificó por el
número de especímenes identificados (NISP)
Fig.4. Clasificación de los restos óseos.
para luego agruparlos por ocupaciones,
según sus contextos (Fig. 4).
Para la cuantificación de los restos óseos se hizo utilizando el Número de Especímenes
Identificados (NISP). Para la identificación de los restos óseos de peces, la cuantificación se
realizó según el espécimen presente (vértebras, otolitos y huesos de la cabeza), siendo necesario
para su identificación taxonómica identificar la vértebra en el esqueleto axial del pez. Como el
proceso de cuantificar peces por NMI tiene muchos problemas, y es difícil saber si de un
conjunto de vértebras arqueológicas de una misma taxa, todas pertenezcan a un mismo
individuo o varios, decidimos trabajar sólo con NISP (Vázquez 2005), empleándose
bibliografía especializada como: Allen y Ross (1994), Barreda (1978), entre otros.
Los restos óseos de aves se tuvieron en cuenta la lateralidad, se utilizó colecciones
modernas de restos óseos de aves para su identificación.
En cuanto a la identificación de los restos óseos de mamíferos, se utilizaron colecciones
de un esqueleto de Lama glama “llama” y trabajos especializados como: Wheeler (1982),entre
otros y herramientas bioinformáticas (uso de base de datos de colecciones de fauna neo-
tropical y páginas con información osteológica).

Osteometría
La osteometría se realizó a través de las variables sugeridas por Kent (1982), luego se
procedió con un análisis discriminante.

21
Con respecto a la osteometría utilizada para Camelidae, se estudiaron muestras de
primeras falanges delanteras y traseras. Esta técnica se basa en la utilización de medidas
univariadas para cada elemento óseo y la asociación de técnicas estadísticas, como las
variables discriminantes y coeficientes de clasificación.
Para la medición de las falanges se utilizó un vernier de ±0,05 mm de precisión,
realizando tres veces las medidas para las cinco variables y sacando un promedio aproximado
para cada una de ellas para luego identificar a que resto de camélido pertenece. Las fórmulas
del análisis discriminante fueron puestas en una hoja de cálculo Excel y los datos
osteométricos fueron ingresados a ella y graficados en un diagrama bivariado, empleando para
esta discriminación P1V2 (ancho proximal latero medial) y P1V3 (ancho proximal antero
posterior). La finalidad de este diagrama es notar como se separan mediante estas medidas, el
grupo grande (guanaco y llama) y el grupo pequeño (alpaca y vicuña).

Partes anatómicas
Todos los elementos óseos de los camélidos fueron cuantificados para estimar la
presencia y frecuencia de una parte anatómica en especial. Así para el contexto de entierros se
efectuaron cuadros de distribución de partes anatómicas para tratar de observar patrones en
las ofrendas de los camélidos.

Edad
Para la identificación taxonómica de los restos de Camelidae, se ha procedido mediante
el método cualitativo, es decir teniendo en cuenta la forma de los incisivos y la presencia de
esmalte en ambos lados de los incisivos (tipo guanaco/llama) o esmalte solo en el lado labial
(tipo alpaca/vicuña) (Wheeler 1982) y el método cuantitativo por osteometría de aquellos
huesos o porciones de huesos (en este caso primeras falanges delanteras y traseras) que se
encuentran fusionados y que son variables útiles para el análisis discriminante y los cálculos
de los coeficientes de clasificación sugeridos por Kent (1982).
Las medidas se efectuaron con un vernier digital de ± 0,05 mm de precisión

Tafonomía
Donde se ha tenido en cuenta a los elementos óseos trabajados, con huellas de corte y
quemados, para la industria ósea se ha clasificado teniendo en cuenta la morfología de las
evidencias observables de la parte activa, obteniéndose las siguientes clases: a) instrumentos
con la parte activa puntiaguda y b) piezas indefinidas. Luego se procedió a la identificación
taxonómica de estos restos óseos pero en algunos casos no se ha llegado a identificar a causa

22
de la modificación de la pieza y se ha cuantificado el material. Toda esta información se
presenta en cuadros.

c. Restos botánicos
Las muestras estudiadas corresponden a semillas y corontas de maíz recuperadas del
Conjunto Arquitectónico 48. Estos elementos fueron limpiados para su identificación
taxonómica con la ayuda de un microscopio y con la comparación con los trabajos realizados
anteriormente de taxonomía etnobotánica y arqueobotánica. El material después de ser
analizado se pesó y se cuantifico. Se hizo cuadros estadísticos segregando la muestra por
conjuntos, especies y cantidades.
Este proceso se inició con la limpieza del material orgánico como los restos óseos y
malacológicos, utilizando materiales como cepillos de dentista y finalmente se le colocaba en
una bolsa y papel de seda (restos óseos) y se empaquetaba; el análisis del material se llevó a
cabo en el laboratorio de Arqueobiología de la Universidad Nacional de Trujillo, donde se
transportó el material empacado. El análisis de los restos óseos, malacológico y botánico se
realizó bajo el asesoramiento del Biólogo Víctor Vázquez Sánchez y la Arqueóloga Teresa
Rosales Tham.
Los métodos utilizados para la identificación de las especies, son representados según la
taxonomía de cada especie.

2.2.4. ANÁLISIS DE CONTEXTOS FUNERARIOS


Debido a la posición en la que fueron encontrados los individuos y el ajuar que
acompañaba a cada uno de estos, tratamos de entender las circunstancias durante las que se
dieron los enterramientos. Para ello comenzamos por el análisis de los dibujos y foto grafías
correspondientes a los
individuos durante el
proceso de exhumación.
Una evidencia que
permitió determinar la
orientación principal del
cuerpo inhumado es la
posición de la pelvis,
porque sabemos que al
depositar a un individuo
sentado la única parte Fig.5. Reconstrucción del individuo del entierro 7 del Conjunto Arquitectónico
46.

23
del cuerpo casi inamovible luego de sellar la tumba es precis amente la pelvis, ya que sobre
ésta se concentra gran parte del peso corporal.
Una estrategia para graficar y entender la posición de enterramiento de los individuos
hallados fue dibujar una reconstrucción de éstos al momento de ser inhumados, para lo cual
nos basamos en el registro fotográfico y gráfico de las osamentas (Fig. 5).

24
CAPÍTULO III

LAS EXCAVACIONES

La descripción del proceso de excavación incluye la excavación arqueológica por ambientes,


trincheras, fogones y contextos funerarios. Por otro lado, las excavaciones realizadas tuvieron como objetivo
principal definir los límites del Conjunto Arquitectónico 48, a través de las excavaciones realizadas en
los Conjuntos Arquitectónicos aledaños: 5, 46 y 49, para ello se excavó en área, en una superficie de
aproximadamente 3 089 m2 (Fig. 6). El área propuesta inicialmente para la excavación fue en los
cuadros 2N, 1M, 2M, y posteriormente se amplió en los cuadros 2K, 3K, 2L, 3L, 4L, 5L, 2M, 3M,
4M, 5M, 2N, 3N.

25
Fig.6. Límite del área de excavación.
3.1. EXCAVACIÓN POR AMBIENTES
En esta sección detallamos el proceso y las estrategias seguidas durante la excavación, las cuales se
restringen a espacios delimitados por muros y pisos. Por otra parte, la excavación nos permitió
identificar tres capas principales: la capa A,
compuesta por arena; la capa B, conformada
por sedimento y la capa C, el piso 1. Los
ambientes definidos se distribuyen en grupos
en los cuadros 2K, 3K, 3L, 5L, 3M, 4M, 5M,
2N.
Las excavaciones se iniciaron el 04 de
marzo en el cuadro 2N, siguiendo las
cabeceras de los muros visibles en superficie.
Posteriormente se retiró una capa de arena de
Fig.7. Vista panorámica del Conjunto arquitectónico 48,
tomada de sur a norte. aproximadamente 0,10 m de profundidad
(capa A) y debajo de ésta se encontró una capa compacta de 0,20 m compuesta por arena y arcilla (capa
B); también en algunos lugares hallamos concentraciones de ceniza hasta alcanzar el piso 1 en muy mal
estado de conservación. En este cuadro se definieron los primeros ambientes del conjunto 48 (Fig. 7.).
El ambiente 48-1 ubicado en la parte noroeste del cuadro 2N, tiene planta en forma de “U”.
Sobre el piso se encontró material cultural como fragmentos de cerámica, restos óseos, cuentas,
coprolitos y restos malacológicos. Hacia el sur de este ambiente se definieron los ambientes 48-4 y 48-2,
mientras que al este se definió el 48-3. Debido al mal estado de conservación y a la carencia de
estructuras arquitectónicas, se intervino parcialmente hacia el sur, en el cuadro 3N, alcanzando el piso 1
y una concentración de ceniza a 0,40 m de profundidad. Sin encontrar mayores estructuras
arquitectónicas se decidió ampliar hacia el este, al cuadro 3M, retirando dos capas antes de alcanzar el
piso. La capa A, de consistencia suelta, compuesta por arena, gravilla y tierra, tuvo un espesor de 0,05
m; en esta capa se registraron fragmentos de cerámica, restos malacológicos y restos óseos. La capa B,
de consistencia semi-compacta tuvo un espesor de 0,11 m. A pesar que los muros y pisos se
encontraron destruidos a causa de la actividad antrópica, se pudo definir un segundo grupo de
ambientes: 48-5; 48-6; 48-7; 48-8. La limpieza de algunos pozos de huaquero en el ambiente 48-8
permitió identificar la superposición de hasta tres pisos. Los ambientes 48-5 y 48-6 que se encuentran al
oeste del ambiente 48-8, se caracterizan por tener planta rectangular, mientras que el ambiente 48-7 es
más pequeño y cuadrangular. Sobre el piso se registraron fragmentos de cerámica, restos malacológicos
y restos óseos.
Ante la presencia de las estructuras arquitectónicas definidas en el cuadro 3M, se decidió ampliar
nuevamente hacia el este, al cuadro 3L, donde se definió el tercer grupo de ambientes conformado por
los ambientes 48-9, 48-10, 48-11, 48-12, 48-13, 48-14, 48-15, 48-16, 48-17 y 48-18. En todos los
ambientes se registraron generalmente dos capas: la capa A compuesta de arena con 0,15 m de espesor,
y la capa B compuesta de tierra compacta con 0,20 m de espesor. Ocasionalmente, la limpieza de
algunos pozos de huaquero permitió identificar dos capas más por debajo del piso 1. En este cuadro
comenzamos excavando el ambiente 48-9 ubicado al suroeste del 3M; luego hacia el oeste donde se
definieron los ambientes 48-10, 48-11 y 48-12. Al noroeste del ambiente 48-10 se encontró un entierro
(Entierro 1) de características post-moche, cuya matriz rompía el piso 1, y al noreste se encontró la
matriz de otro entierro (Entierro 2) que rompía el mismo piso, y se trataba de una fosa de forma ovoide
con un relleno de arena y arcilla. Por otro lado, al realizar la limpieza de los pozos de estos ambientes,
nos permitió identificar dos capas más: la capa D compuesta de tierra compacta de unos 0,15 m de
espesor, y la capa E compuesta de arena fina.
Seguido, se excavó el ambiente 48-13 ubicado al noreste del 48-9, donde el hallazgo más
importante fue una banqueta parcialmente destruida de 3,70 m de largo por 1,45 m, adosada a un muro
orientado de este a oeste. También se definieron los ambientes 48-14, 48-15 y 48-16, al norte del
ambiente 48-9. El piso 1 del ambiente 48-14 estaba en un buen estado de conservación; por otro lado
en el ambiente 48-16 se registró un área de combustión (fogón 1). El ambiente 48-17 tiene forma
rectangular, con los muros en mal estado de conservación. El ambiente 48-18, ubicado al norte del
último, se divide en cinco sub ambientes (48-18a, 48-18b, 48-18c, 48-18d y 48-18e) que se caracterizan
por ser estructuras pequeñas y cuadrangulares alineadas de dos en dos; los dos primeros orientados de
este a oeste, y los otros dos orientados de norte a sur, respectivamente. Sobre el piso de estos ambientes
se registró escaso material cultural, que consiste básicamente de fragmentos de cerámica, material lítico,
escoria de metal y restos orgánicos.
Con la presencia de estas estructuras, pero sin encontrar muros anchos que permitan suponer la
presencia de algún límite, se decidió ampliar la excavación hacia el sur, al cuadro 4L, que había sido
parcialmente intervenido en las temporadas 2011 y 2012. En dicha temporada la arquitectura fue
considerada como parte de los Conjuntos Arquitectónico 5 y 46. A este punto, no sabíamos si en
realidad el conjunto 48, era uno solo, o si formaba parte de un mismo conjunto colindante a los
conjuntos 5 y 46.

28
La ampliación incluyó los
cuadros 4M, 5M y 5L, iniciando la
excavación en este último desde el
oeste, donde se hizo una trinchera
(Trinchera 1) que, al hacer la
intervención implicó el difícil retiro
de la maleza (pial), encontrándose
dos muros gruesos orientados de sur
a norte, y otro de este a oeste, que se
excavó hasta alcanzar el piso exterior
a más de 1,50 m de profundidad.
Fig.8. Vista panorámica del conjunto arquitectónico 46, tomada de sur a Hacia el extremo este del muro que
norte.
divide los ambientes 5-4 y 5-5, se
encontró un entierro post-moche (Entierro 21), así como en el ambiente 5-4 que se encontró otro
entierro (Entierro 22) del mismo conjunto y corresponde a una fosa de forma ovoide, con su eje mayor
orientado en sentido norte-sur. Por otro lado se encontraron nuevos ambientes asignados al conjunto
46 (el redefinido 46-2 y el 46-74 (Fig. 8). Rápidamente al retirar la capa A, pudimos distinguir muros y
pisos pertenecientes al ambiente 46-2, que había sido excavado anteriormente, conociendo ahora su
verdadera dimensión. El piso de este ambiente tiene una gran hendidura en la parte central, la cual
permite ascender en dirección norte y descender hacia el sur. Se caracteriza por presentar en la parte sur
una gran estructura de combustión de 3 m por 1,5 m (fogón 14 del Conjunto Arquitectónico 46), y por
encontrarse un entierro (Entierro 7) de características post-moche, cuya fosa rompía parte del grueso
muro orientado de este a oeste. Al mismo tiempo, este entierro está ubicado en la esquina noroeste de
una estructura que aparentó ser una tumba de cámara, razón por la cual se excavó por niveles
arbitrarios hasta alcanzar el piso; sin embargo, la estructura resultó no ser una tumba, por lo que se
consideró como un nuevo ambiente, el ambiente 46-74. En el ambiente 46-4 se halló un entierro
disturbado (Entierro 8) bajo una capa compuesta de arena con un poco de grava de unos 0,8 m de
espesor.
Al finalizar la excavación de los ambientes de los conjuntos del 5 y 46 hicimos otra trinchera
(Trinchera 2) en el cuadro 3L, desde los ambientes del conjunto 48 hacia el este. Sin embargo, a poco
más de diez metros de los últimos ambientes del conjunto 48, se distinguían nuevas estructuras
arquitectónicas, donde la intervención en los cuadros 2K y 3K era inevitable; no obstante, debido a la
lejanía de estas estructuras con los ambientes del Conjunto Arquitectónico 48, fueron consideradas
como parte de un nuevo Conjunto Arquitectónico: el 49 (Fig. 9). La intervención se inició en el cuadro
3K, retirándose la capa A de consistencia suelta compuesta con arena, gravilla y abundante material

29
superficial de un espesor de 0,4 m y la capa B compuesta por tierra compacta, alcanzándose el piso 1.
En el cuadro 2K se registraron concentraciones de ceniza y material cultural.
Luego de definir la arquitectura en el
Conjunto 49 se identificaron catorce
ambientes: 49-1, 49-2, 49-3, 49-4, 49-5,
49-6, 49-7, 49-8, 49-9, 49-10, 49-11, 49-
12, 49-13 y 49-14. En el ambiente 49-2 se
registró un fogón (fogón 1). Con la
intervención en este nuevo conjunto,
esperábamos encontrar contextos con
mayor información que nos ayuden a
cumplir con nuestros objetivos; sin
Fig.9. Vista del conjunto arquitectónico 49, tomada de sur a norte. embargo, la poca profundidad de las
estructuras facilitó la alteración tanto por
causas naturales como culturales. Es así que tampoco logramos identificar los límites del Conjunto
Arquitectónico 49, además que la poca cantidad de material cultural no favorecerá a un estudio
profundo de las actividades de estos espacios.

3.2. EXCAVACIÓN POR TRINCHERAS


Durante el proceso de excavación se hicieron dos trincheras, las que se describen a continuación:

3.2.1. TRINCHERA 1
Se ubica en los cuadros 5L, en las cuadrículas 17-19S/8-16E y 4L en las cuadrículas0S/8-16E,
abarcando parte de los Conjuntos Arquitectónicos 5 y 46. Está orientada de este a oeste, tiene 9 m
de largo por 4 m de ancho y 1,5 m
de profundidad. Se realizó con la
finalidad de definir estructuras
arquitectónicas y alcanzar el piso
exterior de los conjuntos
mencionados. Se encontró hacia el
lado sur la contra base de un muro
orientado de este a oeste y, al
mismo nivel, se encontraron
Fig.10. Vista de la trinchera 1, tomada de sur a norte.
adobes ubicados a 45,5 cm bajo la

30
cabecera del mismo muro.
En la trinchera se registraron 6 capas vistas desde el perfil norte del montículo de formación
natural: la capa A (superficial), la cual se trata de una capa cubierta de vegetación; la capa B de
consistencia suelta y textura fina compuesta por arena y raíces; la capa C, que es una capa orgánica
de color marrón; la capa D de consistencia suelta y textura fina compuesta por arena y raíces; la capa
E de consistencia suelta compuesta por arena, gravilla y material arqueológico; y capa F de
consistencia suelta compuesta por arena (Fig. 10).

3.2.2. TRINCHERA 2
Se ubica en los cuadros 3L en las cuadrículas 0-3S/0-11E, 3K en las cuadrículas 0-3S/0E-19E y
3J en las cuadrículas 0-3 S/17-19 E, se encuentra
orientada de este a oeste. Las dimensiones son: 35 m de
largo por 4 m de ancho, tiene 0,50 m de profundidad
(Fig. 11). Se hizo con la finalidad de encontrar
arquitectura que permita definir el límite este del
conjunto 48.
Esta trinchera desenterró algunos ambientes del
Conjunto Arquitectónico 5 que habían sido excavados
por Chapdelaine en la temporada 1995 (ambientes 5-1 y
5-2), donde el piso 1 se encontraba en regular estado
Fig.11. Vista de la trinchera 2, tomada de este a de conservación; y al este el piso 1 del Conjunto
oeste.
Arquitectónico 49 en mal estado de conservación.
Hacia el extremo este de la trinchera se descubrieron muros –aunque sin piso- en muy mal estado de
conservación, y no se llega a distinguir un muro límite que permita delimitar el área excavada.
En esta trinchera se registraron 3 capas: la capa A de consistencia suelta compuesta por arena
de color beige grisáceo de 0,27 m de espesor; la capa B de consistencia semi-compacta compuesta
de arena y tierra de coloración beige de 0,23 m de espesor; y la capa C de consistencia compacta
compuesta por el piso.

3.3. EXCAVACIÓN DE FOGONES


Durante la excavación se registraron tres áreas de combustión correspondientes a los conjuntos
46, 48 y 49.

31
3.3.1. FOGÓN DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 46

a. Fogón 14
Se trata de una variante del fogón subtipo A4 (Castillo 2012), porque presenta cubeta con
paredes verticales con filas paralelas de adobes a los costados. Está ubicado en el ambiente 46-
2, cuadro 5M, cuadrículas 13-15S/1-4E. Presenta dos partes: La zona de evacuación y la
estructura de combustión propiamente dicha.
La zona de evacuación se
ubica al lado oeste de la fila de
adobes correspondientes al
fogón, tiene forma rectangular
excepto los límites sur y norte que
presentan forma irregular, el eje
mayor se orienta de este a oeste y
se encuentra entre los 33,44 y
33,57 msnm. Sus dimensiones
son: 2,00 m de este a oeste, y de
Fig.12. Vista del fogón 14 del Conjunto Arquitectónico 46. 1,10 m a 1,70 de sur a norte (Fig.
12). El fogón fue excavado por
cuadrantes de acuerdo a nuestra metodología, con la finalidad de tener un registro detallado del
material arqueológico y perfil estratigráfico.
La estructura de combustión está conformada por tres filas paralelas de adobes, orientadas
de sur a norte con una ligera pendiente hacia el lado Sur, que delimitan la cámara de
combustión. La primera fila se ubica al oeste de la cámara de combustión, a 33,53 msnm en el
punto más bajo y 33,5 msnm en el punto más alto, cuenta con seis adobes midiendo en total
1,39 m de largo por 0,20 m de ancho, en donde el primer adobe está dispuesto de soga, el
segundo y tercero de cabeza, mientras que del cuarto al sexto de soga; La segunda y tercera fila
ubicadas al este de la cámara de combustión se encuentran adosadas, midiendo 1,39 m de largo
por 0,32m de ancho. La segunda fila presenta seis adobes dispuestos de cabeza, a 33,49 msnm
en el punto más bajo y 33,58 msnm en el punto más alto. La tercera fila tiene cuatro adobes
dispuestos de soga, a 33,05 msnm en el punto más bajo y 33,40 msnm en el punto más alto.
Todos los adobes estaban termo alterados, por lo que presentaban un color rojizo y color
gris en las paredes de la cubeta. La superficie de la cámara de combustión mide 1,68 m de largo
por 0,49 m de ancho y se encuentra a 33,04 msnm en la parte sur y 33,30 msnm en la parte
norte. La cubeta tiene 0,30m de profundidad.

32
En la excavación del fogón 14 se registraron dos niveles. El Primer nivel está compuesto
por ceniza de color gris mezclada con arena, de textura suelta y 0,12 m de espesor. En este
nivel se encontraron dos adobes termo alterados orientados de sur a norte: El primero sobre el
primer nivel y el segundo en la parte inferior de este nivel, sobre el segundo nivel. El segundo
nivel está conformado por ceniza de color negro, de textura suelta y tiene 0,10 m de espesor.
Además se puede observar que bajo los adobes que delimitan la cámara de combustión hay un
nivel de ceniza con arena de color gris, similar al primer nivel.

3.3.2. FOGÓN DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 48

a. Fogón 1
Se ubica en el cuadro 3L, entre las cuadriculas 11-15S/6-10E. Este fogón corresponde al
subtipo A1 por estar asociado a un muro, presenta una planta de forma semicircular sin
estructura (Ibid.). Se encuentra en el ambiente 48-16 asociado a un muro que se orienta de este-
oeste. Su matriz se halló sobre el piso 1
a 34,23 msnm. El eje mayor de la
estructura de combustión está
orientado de este-oeste, sus
dimensiones son 2,80 m de largo, 1,50
m de ancho y con una profundidad de
0,16 m.
Consiste de un sólo nivel de un
espesor de 0,10 m, compuesto de
Fig.13. Vista del fogón 1 del Conjunto Arquitectónico 48. ceniza, de consistencia suelta a
semicompacta, de textura fina y coloración gris (Fig. 13). Se recuperó material con abundante
presencia de vértebras de pescado, restos malacológicos y poca presencia de fragmentos de
cerámica, algunas cuentas y restos óseos.

33
3.3.3. FOGÓN DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 49

a. Fogón 1
Se encuentra ubicado en la sección noreste del Ambiente 49-2 entre las cuadrículas 16S/5-
6E del cuadro 3K. Es de subtipo A1, se trata de una estructura del tipo cubeta sin arquitectura
asociada (Ibid.). Está asociado al último piso de ocupación (piso 1), que se encuentra a una
altura de 34,73 msnm, cuyo eje mayor está dispuesto en sentido oeste-este. Mide 1 m por 0,70
m y 0,14 m de profundidad. La
cubeta está asentada sobre una capa
de arena eólica rompiendo piso 1.
Se registraron dos niveles. El
primer nivel de 0,06 m de espesor
aproximadamente, está compuesto
por ceniza de consistencia suelta a
semicompacta de textura fina y
coloración gris. Asociado a este
nivel se recuperaron vertebras de
Fig.14. Vista del fogón 1 del Conjunto Arquitectónico 49.
pescado, restos malacológicos y
óseos. El segundo nivel, de 0,03 m de espesor, está compuesto de tierra de color anaranjado de
consistencia semicompacta y textura fina (Fig. 14).

34
CAPÍTULO IV

LA ARQUITECTURA

Las excavaciones de esta temporada nos han permitido distinguir una interesante arquitectura
conformada por ambientes de varias dimensiones, que en algunos casos se integran a espacios
compuestos. Por la ubicación y asociación arquitectónica hemos creído conveniente agrupar los
ambientes de la siguiente manera. Los ambientes 48-1, 48-2a, 482b, 48-3 y 48-4 al Conjunto
Arquitectónico 46 (Meneses et al. 2013); los ambientes 46-1, 46-2, 46-4, 46-74 han sido asignados al
conjunto arquitectónico 5 (Chapdelaine et al. 1997); desde el 48-5 hasta el 48-18 corresponden al
Conjunto Arquitectónico 48; mientras que desde el ambiente 49-1 hasta el 49-12 corresponden al
Conjunto Arquitectónico 49.
De esta manera de los treinta y siete ambientes excavados debemos mencionar que catorce
pertenecen al conjunto 48, doce al conjunto 49, cinco al conjunto 46 y finalmente seis ambientes al
conjunto 5, para piso 1 (Fig. 15).

35
Fig.15. Plano general de los Conjuntos Arquitectónicos 5, 46, 48 y 49.

36
4.1. EL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 46
Los ambientes definidos corresponden a la arquitectura de la última ocupación del conjunto 46.
Sin embargo, no es posible demostrar una conexión directa entre los cinco ambientes de esta
temporada con los descubiertos la temporada anterior, pero por la ubicación de estos ambientes
creemos que podría existir alguna conexión bajo la vegetación que cubre la zona norte y oeste del
conjunto 46. Existe una ausencia total de arquitectura entre ambos grupos de ambientes que limita
cualquier interpretación (Fig. 16).

37
Fig. 16. Plano general del Conjunto Arquitectónico 46.

38
Ambiente 48-1
Se ubica al lado noroeste del área
excavada entre las cuadrículas 13-16S/9-
13E del cuadro 2N. El ambiente presenta
forma cuadrada, mide 2,73 m por 2,55 m,
con un área de 6,87 m2. El piso, con una
altura de 33,10 msnm. Fue registrado en
tres niveles, el cual presenta buen estado
de conservación.
El ambiente presenta pequeños
compartimientos cuadrangulares y Fig.17. Vista panorámica del ambiente 48-1.

ordenados en forma de “U” (Fig. 17). En el centro existe un compartimiento alargado orientado en
sentido sur-norte, a ambos lados de éste existen dos pequeños compartimientos, mientras que al
lado sur existen dos compartimientos más.
El ambiente está delimitado al norte por los muros M12, M13 y M21; al sur por el M17; en
tanto que al este está definido por el M22 y al oeste por el M14. El vano de acceso probablemente
se habría ubicado al sur del ambiente

Ambiente 48-2
Este ambiente está ubicado al sur del ambiente 48-4. Tiene dos sub-ambientes, que son el 48-
2a y el 48-2b.

Ambiente 48-2a
Se ubica al sur del ambiente 48-2B, entre las cuadrículas 2-4S/8–12E del cuadro 2N. El
ambiente presenta forma rectangular, cuyo eje mayor se encuentra en sentido este-oeste, mide
3,59 m por 1,99 m, con un área de 6,48 m². El piso fue registrado a una altura de 33,43 msnm, el
cual no presenta un buen estado de conservación. El ambiente está delimitado al norte por una
sección del M29; al este por el M28; al sur por el M30; en tanto que, al oeste no tenemos
evidencias de muro, no se pudo determinar el vano de acceso, presenta una banqueta rectangular
denominada B1.

Banqueta 1 (B1): se ubica en la esquina sureste del ambiente, orientada de este a oeste. Sus
medidas son: 1,75 m por 0,6 m y 0.20 m de altura.

39
Ambiente 48-2b
Se ubica al sur del ambiente 48-4, entre las cuadrículas 4-9S/8–11E del cuadro 2N. El
ambiente presenta forma rectangular, cuyo eje mayor se encuentra en sentido norte-sur, mide
5,21 m por 2,74 m, con un área de 14,24 m². El piso fue registrado a una altura de 33,44 msnm,
el cual no presenta un buen estado de conservación. El ambiente está delimitado al norte por una
sección del M 24; al este por el M28; al sur, por el M29; en tanto que, al oeste limita por una
sección del muro 26. El vano de acceso se habría localizado hacia el este.

Ambiente 48-3
Se ubica al este de los ambientes 48-4, 48-2b y 48-2a, entre las cuadrículas 0-19S/5–8E del
cuadro 2N. El ambiente presenta forma irregular, cuyo eje mayor se encuentra en sentido sur-norte,
En este caso, al no registrar todos los muros que delimitan este ambiente no se logró definir sus
dimensiones totales. El piso fue registrado a una altura de 33,53 msnm, el cual no presenta un buen
estado de conservación. El ambiente al norte está definido por M10; al este está limitado por el
M36; al oeste por los M22, M23, M28, hacia el lado sur no se encontró muro límite y no se pudo
determinar el vano de acceso de este ambiente.

Ambiente 48-4
Este ambiente se ubica al sur del ambiente 48-1, entre las cuadrículas 10-12S/8-12E del cuadro
2N. El ambiente presenta forma cuadrada, mide 2,9 m por 3,22 m, con un área de 9,23 m². El piso
fue registrado a una altura de 33,52 msnm, el cual no presenta un buen estado de conservación. Este
ambiente está delimitado al norte por M 17; al sur por el M24; en tanto que al este está definido
por el M23 y al oeste por el M14. El vano de acceso probablemente se habría ubicado al sur oeste
del ambiente.

4.2. EL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 5


Este conjunto fue registrado inicialmente por Claude Chapdelaine y colaboradores (Chapdelaine et
al. 1997) y re-excavado en temporadas siguientes (Meneses et al. 2012). Los ambientes definidos y
agrupados en esta temporada para este conjunto arquitectónico corresponden a la arquitectura de la
última ocupación y son seis (5-4, 5-5, 46-2, 46-1, 46-4, 46-74) (Fig. 18).

40
Fig.18. Plano general del Conjunto Arquitectónico 5.

41
Ambiente 5-4
Se ubica al lado este del área intervenida del Conjunto Arquitectónico 46 en esta temporada
entre las cuadrículas 1-4S/7–12E del cuadro 4L. El piso fue registrado a una altura de 33,51 msnm,
el cual no presenta un buen estado de conservación. En este caso, no se pudieron registrar los
muros que delimitan el ambiente por lo que no se ha logrado definir la forma general, ni sus
dimensiones totales. El ambiente está delimitado al norte por M102; al sur por el M109; en tanto
que al este no presenta muro límite y al oeste está definido por el M110. El vano de acceso no está
definido, en este ambiente se encontró dos entierros post-moches E21 y E22.

Ambiente 5-5
Se ubica al norte del ambiente 5-4, entre las cuadrículas 4-9S/8–12E del cuadro 4L. En este
caso, al no registrar todos los muros que delimitan este ambiente no se logró definir ni la forma
general, ni sus dimensiones totales. El piso fue registrado a una altura de 33,50 msnm, el cual
presenta un regular estado de conservación. El ambiente está delimitado al norte por M98; al sur por
el M102; en tanto que al este no presenta muro límite y al oeste está definido por el M97. El vano de
acceso no está definido.

Ambiente 46-2
Este ambiente se ubica en el lado oeste del ambiente 46-1, entre las cuadrículas 12-16S/16-19E
del cuadro 5L; 2-16S/0-5E del cuadro 4L; así como las cuadrículas 17-19S/18-19E del cuadro 5L;
17-19S/0-5E del cuadro 5M; 4-10S/17-
19E del cuadro 4L y las cuadrículas 0-
10S/0-6E del cuadro 4M. Tiene forma
irregular con el eje mayor dispuesto en
sentido sur-norte, mide 18,68 m por 6,74
m, con un área de 137,73 m². El piso fue
registrado a una altura de 34,07 msnm, el
cual presenta un regular estado de
conservación. Así mismo, el ambiente está
Fig.19. Vista panorámica del ambiente 46-2, tomado de sur a delimitado hacia el norte por el M100 y
norte.
M101; hacia el este, por los M104, M107 y
M111, hacia el oeste, por el M106, mientras que hacia el sur por M114. El vano de acceso
probablemente se habría ubicado al sur del ambiente, al sur de este ambiente se registró un gran
fogón denominado Fogón 14 del conjunto 46; así mismo al sur este de este ambiente se registró un
entierro denominado E7 de este Conjunto Arquitectónico (Fig. 19).

42
Ambiente 46-1
Se ubica en la parte central del área excavada esta temporada, entre las cuadrículas 0-4S/17-19E
del cuadro 4L. El ambiente presenta forma rectangular, cuyo eje mayor se encuentra en sentido sur-
norte, mide 4,89 m por 2,34 m, con un área de 10,91 m². El piso fue registrado a una altura de 33,95
msnm, el cual presenta un regular estado de conservación. El ambiente está delimitado al norte por
parte de M105; al este, por el M104; al sur por parte de M108; en tanto que, al oeste está definido
por M107. El vano de acceso probablemente se habría ubicado al noroeste del ambiente.

Ambiente 46-4
Se ubica al lado este del ambiente 46-1 y 46-2, entre las cuadrículas 0-9S/14-17E del cuadro 4L.
El ambiente tiene forma rectangular con el eje mayor dispuesto en sentido sur-norte, mide 8,87 m
por 3,66 m, con un área de 31,99 m². El piso fue registrado a una altura de 34,18 msnm, el cual
presenta un regular estado de conservación. El ambiente está delimitado hacia el norte por parte de
los M95, M96 y M99; hacia el este, por el M97 y M110, hacia el oeste, por el M104, mientras que al
sur está limitado por M109. El vano de acceso probablemente se habría ubicado al norte del
ambiente, al sur de este ambiente se encontró un entierro denominado E8.

Ambiente 46-74
Se ubica al sur del ambiente 46-1, entre
las cuadrículas 17-19S/16-17E del cuadro 5L.
El ambiente Tiene forma rectangular con el eje
mayor dispuesto en sentido sur-norte, mide
2,24 m por 1,21 m, con un área de 2,71 m². El
piso fue registrado a una altura de 33,31
msnm, el cual presenta un regular estado de
conservación. El ambiente está delimitado
hacia el norte por el M108; hacia el este, por el
M112 y hacia el oeste por el M111, mientras Fig.20. Vista panorámica del ambiente 46-74, tomado de
sur a norte.
que al sur está registrado por M113, no se
registró el vano de acceso del ambiente (Fig. 20).

43
4.3. EL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 48
Los ambientes definidos y agrupados para este Conjunto Arquitectónico corresponden a la
arquitectura de la última ocupación y son un total de catorce (Fig. 21).

44
Fig.21. Plano general del Conjunto Arquitectónico 48.

45
Ambiente 48-5
Se localiza al lado sureste del ambiente 48-2a, en las cuadrículas 11-13S/4-6E del cuadro 3M.
El ambiente presenta forma cuadrada, mide 3,05 m por 2,02 m, con un área de 6,10 m². El piso fue
registrado a una altura de 34,28 msnm, el cual no presenta un buen estado de conservación. Este
ambiente está delimitado al norte por M73; al sur por parte del M75; en tanto que al este está
definido por parte del M66 y al oeste por parte del M74. El vano de acceso posiblemente se habría
encontrado al suroeste del ambiente.

Ambiente 48-8
Se localiza al este de los ambiente 48-5,48-6,48-7, en las cuadrículas 11-19S/0-3E del cuadro
3M. El ambiente presenta forma irregular, cuyo eje mayor se encuentra en sentido sur-norte, En este
caso, al no registrar todos los muros que delimitan este ambiente no se logró definir sus
dimensiones totales. El piso fue registrado a una altura de 34,42 msnm, el cual no presenta un buen
estado de conservación. Este ambiente en el lado norte no tiene definido su muro limite; al sur está
delimitado por el M75; al este por el M68; en tanto que al oeste está definido por los M65 y M66. El
vano de acceso probablemente se habría ubicado al sur oeste del ambiente.

Ambiente 48-14
Se ubica al oeste del ambiente 48-13, entre las cuadrículas 15-17S/16-19E del cuadro 3L. El
ambiente presenta forma cuadrada, mide 3,9 m por 2,7 m, con un área de 10,29 m². El piso fue
registrado a una altura de 34,40 msnm, el cual no presenta un buen estado de conservación. . El
ambiente está delimitado al norte por M60; al sur no se definieron muros; en tanto que al este está
definido por el M59, M71 y M77 al oeste por el M68. Los vanos de acceso probablemente se
habrían ubicado al este y al sur del ambiente.

Ambiente 48-9
Se ubica al lado este del ambiente 48-8, entre las cuadrículas 11-14S/16-19E del cuadro 3L. El
ambiente presenta forma cuadrada, mide 3,37 m por 3,44 m, con un área de 10,63 m². El piso fue
registrado a una altura de 34,49 msnm, el cual presenta un regular estado de conservación. . Este
ambiente en el lado norte no presenta muros definidos; al sur por el M76; en tanto que al este por el
M71 y M77, y al oeste por el M68. El vano de acceso posiblemente estuvo en el norte del ambiente.

Ambiente 48-12
Se ubica al norte del ambiente 48-10, entre las cuadrículas 11-14S/9–15E del cuadro 3L. El
ambiente presenta forma rectangular, cuyo eje mayor se encuentra en sentido este-oeste, mide 6,99

46
m por 2,32 m, con un área de 16,48 m². El piso fue registrado a una altura de 34,54 msnm, el cual
no presenta un buen estado de conservación. El ambiente está delimitado al norte por el M69; al
este por el M70; al oeste por los M71 y M77, hacia el lado sur por el M78, el vano de acceso
posiblemente se haya encontrado al oeste del ambiente.

Ambiente 48-13
Se ubica al norte del ambiente 48-12,
entre las cuadrículas 14-18S/11–15E del
cuadro 3L. El ambiente presenta forma
irregular, cuyo eje mayor se encuentra en
sentido este-oeste, mide 5,06 m por 5,84
m, con un área de 29,72 m². El piso fue
registrado a una altura de 34,38 msnm, el
cual presenta un regular estado de
conservación (Fig. 22). Está delimitado al
norte por M55; al sur por el M69; en
tanto que al este está definido por el M56 Fig. 22. Vista panorámica del ambiente 48-13, tomado de sur a
norte.
y al oeste por el M59. Los vanos de
acceso probablemente se habrían ubicado al sur del ambiente. El ambiente tiene una banqueta
rectangular denominado B2.

Banqueta 2 (B2): se ubica en la esquina noreste del ambiente, orientada de este a oeste. Sus
medidas son 3,52 m por 1,27 m y 0.21 de altura.

Ambiente 48-16
Se ubica al lado sureste del ambiente 48-13 y al este del ambiente 48-12, entre las cuadrículas
11-15S/6–10E del cuadro 3L. El ambiente presenta forma irregular, cuyo eje mayor se encuentra en
sentido sur-norte, mide 3,15 m por 4,08m, con un área de 11,69 m². El piso fue registrado a una
altura de 34,41 msnm, el cual no presenta un buen estado de conservación. El ambiente está
delimitado al norte por M71; al sur por parte del M78; en tanto que al este está definido por el M76
y al oeste por el M70. El vano de acceso posiblemente se habría encontrado al oeste del ambiente, se
registró un fogón denominado Fg. 1 del conjunto 48.

47
Ambiente 48-17
Se ubica al norte del ambiente 48-16, entre las cuadrículas 16-19S/6–10E del cuadro 3L. El
ambiente presenta forma irregular, cuyo eje mayor se encuentra en sentido sur-norte. En este caso,
al no registrar todos los muros que delimitan este ambiente no se logró definir sus dimensiones
totales. El piso fue registrado a una altura de 34,45 msnm, el cual no presenta un buen estado de
conservación. El ambiente está delimitado al norte por parte del M69; al sur por el M71; en tanto
que al este está definido por el M76 y al oeste por el M70. El vano de acceso posiblemente haya
estado al sur del ambiente.

Ambiente 48-6
Se localiza al norte del ambiente 48-5, en las cuadrículas 13-17S/4-6E del cuadro 3M. En este
caso, al no registrar todos los muros que delimitan este ambiente no se logró definir ni la forma
general, ni sus dimensiones totales. El piso fue registrado a una altura de 34,23 msnm, el cual no
presenta un buen estado de conservación. Este ambiente está definido al sur por el M73, al este por
el M64 y al oeste por parte del M74; en tanto que al norte no se registró evidencias de algún muro
que lo delimite. El vano de acceso no se pudo determinar.

Ambiente 48-7
Se ubica al este del ambiente 48-6, en las cuadrículas 13-17S/4E del cuadro 3M. El ambiente
presenta forma irregular, cuyo eje mayor se encuentra en sentido sur-norte, mide 3,58 m por 1,11 m,
con un área de 3.36 m². El piso fue registrado a una altura de 34,38 msnm, el cual no presenta un
buen estado de conservación. Este ambiente está delimitado al norte por parte del M63; al sur por el
M73; en tanto que al este está definido por los M65 y M66 y al lado oeste por parte del M64. El
vano de acceso no se pudo definir.

Ambiente 48-10
Se ubica al sureste delos ambientes 48-9
y 48-12, entre las cuadrículas 9-11S/10–12E
del cuadro 3L. El ambiente presenta forma
cuadrada, mide 1,61 m por 1,82 m, con un
área de 2,89 m². El piso fue registrado a una
altura de 34,15 msnm, el cual presenta un
regular estado de conservación (Fig. 23).
Este ambiente está delimitado al norte por
Fig.23. Vista panorámica del ambiente 48-10, tomado de
M78; al sur por el M81; en tanto que al este sur a norte.

48
está definido por el M79 y al oeste por el M82. El vano de acceso no está definido.

Ambiente 48-11
Se ubica al este del ambiente 48-10,
entre las cuadrículas 9-11S/9E del cuadro
3L. El ambiente presenta forma rectangular,
cuyo eje mayor se encuentra en sentido este-
oeste, En este caso, al no registrar todos los
muros que delimitan este ambiente no se
logró definir sus dimensiones totales. El piso
fue registrado a una altura de 34,33 msnm, el
cual presenta un regular estado de
conservación (Fig. 24). Este ambiente está
Fig.24. Vista panorámica del ambiente 48-11, tomado de sur
delimitado al norte por M78; al sur por el a norte.
M81; en tanto que al este no tiene límite; al oeste está limitado por el M79. El vano de acceso no
está definido.

Ambiente 48-15
Se ubica al norte del ambiente 48-14, entre las cuadrículas 18-19S/17–19E del cuadro 3L. El
ambiente presenta forma cuadrada, mide 2,43 m por 1,56 m, con un área de 3,63 m². El piso fue
registrado a una altura de 34,58 msnm, el cual presenta un regular estado de conservación. El
ambiente está delimitado al norte por M55; al sur por el M60; en tanto que al este está definido por
el M59 y al oeste por el M61. El vano de acceso no está definido.

Ambiente 48-18
Se ubica al este del ambiente 48-17, entre las cuadrículas 15-19S/3–6E del cuadro 3L. El
ambiente presenta forma rectangular, cuyo eje mayor se encuentra en sentido sur-norte, mide 4,46
m por 3,32 m, con un área de 13,89 m². El piso fue registrado a una altura de 34,56 msnm, el cual
no presenta un buen estado de conservación. Este ambiente presenta sub-ambientes denominados
48-18a, 48-1b, 48-18c, 48-18d y 48-18e. El ambiente está definido al norte por parte del M70; al sur
por el M75; al este por el M74 y al oeste por el M76. El vano de acceso no se pudo determinar.

49
4.4. EL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 49
Los ambientes definidos y agrupados para este conjunto corresponden a la arquitectura de la
última ocupación y son un total de doce (Fig. 25).

Fig.25. Plano general del Conjunto Arquitectónico 49.

50
Ambiente 49-1
Se ubica al lado suroeste del conjunto, entre las cuadrículas 12-14S/7–10E del cuadro 3K. El
ambiente presenta forma rectangular, cuyo eje mayor se encuentra en sentido este-oeste, En este
caso, al no registrar todos los muros que delimitan este ambiente no se logró definir sus
dimensiones totales. El piso fue registrado a una altura de 34,43 msnm, el cual presenta un regular
estado de conservación. El ambiente está delimitado al norte por el M133; al este por M132; al oeste
por parte del M127, hacia el lado sur no se definió muro limite. El vano de acceso probablemente se
habría ubicado al sur del ambiente.

Ambiente 49-4
Se ubica al norte del ambiente 49-3, entre las cuadrículas 0-2S/4–7E del cuadro 2K. El
ambiente presenta forma irregular, cuyo eje mayor se encuentra en sentido oeste -este, mide 3,23 m
por 2,92 m, con un área de 9,10 m². El piso fue registrado a una altura de 34,64 msnm, el cual no
presenta un buen estado de conservación. El ambiente está delimitado al norte por M139; al sur por
el M137; en tanto que al este está definido por el M136 y al oeste por el M138. El vano de acceso
probablemente se habría ubicado al sur del ambiente.

Ambiente 49-7
Se ubica al lado oeste del ambiente 49-6, entre las cuadrículas 2-7S/10–11E del cuadro 2K. El
ambiente presenta forma rectangular, cuyo eje mayor se encuentra en sentido sur-norte, mide 4,97
m por 0,85 m, con un área de 4,31 m². El piso fue registrado a una altura de 34,64 msnm, el cual no
presenta un buen estado de conservación. El ambiente está delimitado al norte por parte del M146;
al este por M134; al oeste por M142, hacia el lado sur por parte del M143. El vano de acceso
probablemente se habría ubicado al sur del ambiente.

Ambiente 49-10
Se ubica al norte del ambiente 49-9, entre las cuadrículas 10-11S/15–16E del cuadro 2K. En
este caso, al no registrar todos los muros que delimitan este ambiente no se logró definir ni la forma
general, ni sus dimensiones totales. El piso fue registrado a una altura de 34,69 msnm, el cual
presenta un regular estado de conservación. El ambiente está delimitado al norte por M150; al sur
por el M149; en tanto que al este está definido por el M147, al oeste no presenta muro. El vano de
acceso probablemente se habría ubicado al sur del ambiente.

51
Ambiente 49-11
Se ubica al sur de este conjunto y al este del ambiente 49-1, entre las cuadrículas 12-14S/5-6E
del cuadro 3K. El ambiente presenta forma rectangular, cuyo eje mayor se encuentra en sentido sur-
norte, mide 1,79 m por 1,65m, con un área de 2,97 m². El piso fue registrado a una altura de 34,64
msnm, el cual no presenta un buen estado de conservación. El ambiente está delimitado al norte
por parte del M133; al sur por parte del M129; en tanto que al este está definido por el M131 y al
oeste por parte del M132. El vano de acceso probablemente se habría ubicado al lado sureste del
ambiente.

Ambiente 49-12
Se ubica al este del ambiente 49-11, entre las cuadrículas 12-14S/3–5E del cuadro 3K. El
ambiente presenta forma rectangular, cuyo eje mayor se encuentra en sentido sur-norte, mide 2,77
m por 1,65m, con un área de 4,37 m². El piso fue registrado a una altura de 34,68 msnm, el cual no
presenta un buen estado de conservación. El ambiente está delimitado al norte por M133; al sur no
se definieron muros; en tanto que al este está definido por el M130 y al oeste por el M131. El vano
de acceso probablemente se habría ubicado al sur del ambiente.

Ambiente 49-2
Se encuentra al norte de los
ambientes 49-1, 49-11 y 49-12, entre
las cuadrículas 14-17S/0–10E del
cuadro 3K. El ambiente posiblemente
tenga forma de “L” (Fig.26). Su eje
mayor se encuentra en sentido sur-
norte, mide 8,55 m por 10,01 m, con
un área de 49,01 m². El piso fue
registrado a una altura de 34,66 msnm,
el cual no presenta un buen estado de
conservación. Este ambiente está Fig.26. Vista panorámica del ambiente 49-2, tomado de sur a norte.
delimitado al norte por parte de los M139 y M135; al este por el muro M138; al oeste por M134,
hacia el lado sur por M133. El vano de acceso no se definió, en este ambiente se registró un fogón
denominado Fogón 1 del conjunto 49.

52
Ambiente 49-3
Se ubica al sur del ambiente 49-4, entre las cuadrículas 18-19S/4–6E del cuadro 3K. El
ambiente presenta forma rectangular, cuyo eje mayor se encuentra en sentido este-oeste, mide 2,94
m por 1,52 m, con un área de 4,28 m². El piso fue registrado a una altura de 34,75 msnm, el cual no
presenta un buen estado de conservación. El ambiente está delimitado al norte por el M137; al este
por M136; al oeste por el M134, hacia el lado sur por M135. El vano de acceso no se definió.

Ambiente 49-5
Se localiza al este de los ambientes 49-3, 49-4, en las cuadrículas 0-2S/0-3E del cuadro 2K y
18-19S/0-3E del cuadro 3K. En este caso, al no registrar todos los muros que delimitan este
ambiente no se logró definir ni la forma general, ni sus dimensiones totales. El piso fue registrado a
una altura de 34,59 msnm, el cual no presenta un buen estado de conservación. El ambiente está
delimitado al norte por M139; al sur por el M135; en tanto que al este no presenta muro limite y al
oeste está definido por M136. El vano de acceso del ambiente no se definió.

Ambiente 49-6
Se ubica al noroeste del ambiente 49-4 entre las cuadrículas 3S/7–8E del cuadro 2K. En este
caso, al no registrar todos los muros que delimitan este ambiente no se logró definir ni la forma
general, ni sus dimensiones totales. El piso fue registrado a una altura de 34,61 msnm, el cual no
presenta un buen estado de conservación. El ambiente está delimitado al norte por M141; al sur por
el M139; en tanto que al este está definido por el M140 y al oeste no se definió muro limite. El vano
de acceso no está definido.

Ambiente 49-8
Se localiza al oeste del ambiente 49-7, en las
cuadrículas 1-7S/10-14E del cuadro 2K, en este caso,
al no registrar todos los muros que delimitan este
ambiente no se logró definir ni la forma general, ni sus
dimensiones totales. El piso fue registrado a una altura
de 34,48 msnm, el cual no presenta un buen estado de
conservación (Fig. 27). El ambiente en el lado norte
no tiene muro limite; al sur tampoco tiene muro
limite; en tanto que al este está definido por parte del
M142 y al oeste por M145. El vano de acceso no se
Fig.27. Vista panorámica del ambiente 49-8,
definió. tomado de sur a norte.

53
Ambiente 49-9
Se ubica al lado noroeste del
ambiente 48-8, entre las cuadrículas 8-
9S/15–16E del cuadro 2K. En este caso,
al no registrar todos los muros que
delimitan este ambiente no se logró
definir ni la forma general, ni sus
dimensiones totales. El piso fue
registrado a una altura de 34,67 msnm,
el cual no presenta un buen estado de
conservación (Fig. 28). El ambiente
Fig. 28. Vista panorámica del ambiente 49-9, tomado de sur a
está delimitado al norte por M149; al sur norte.

por parte del M148; en tanto que al este está definido por el M147 y al oeste no presenta muro. El
vano de acceso del ambiente no se definió.

54
CAPÍTULO V

LA CERÁMICA

5.1. LOS FRAGMENTOS


El material obtenido de las excavaciones procede de cuatro Conjuntos Arquitectónicos, el
Conjunto 5; 46; 48; y 49, de los cuales el 5 y el 46 ya habían sido excavados en temporadas anteriores
(Chapdelaine et al. 1997; Meneses et al. 2012, 2013), por ello la muestra que presentamos fue
generalmente segregada por Conjuntos Arquitectónicos. En este acápite presentamos cuadros para cada
conjunto, y para el caso de los conjuntos 5 y 46 integramos los datos cuantitativos obtenidos en
aquellas temporadas con los de la presente temporada, esto a la escasez de material cerámico
recuperado durante nuestras excavaciones. De esta manera se pretende obtener un amplio panorama
sobre la cuantificación y distribución de artefactos asociado a relaciones sincrónicas o diacrónicas en los
diferentes espacios materializados.
Al realizar un análisis cuantitativo de la muestra podemos elaborar distribución de frecuencias, de
donde obtenemos la distribución de frecuencias relativas (Hernández et al. 1997).

5.1.1. LAS FORMAS

a. Cerámica del Conjunto Arquitectónico 5


Para una mejor comprensión del estudio del material cerámico se decidió integrar la
información de la temporada anterior junto a la de ésta. La muestra está conformada por 166
fragmentos pertenecientes a piso 1; 35 de la temporada 2013 y 131 de la temporada 2012.
De acuerdo a la asociación arquitectónica, la mayor cantidad de fragmentos se concentran
en los ambientes 46-1 con el 63,25% y 46-2 con el 21,08%.
En relación a la morfología la muestra fue agrupada por vasijas cerradas (39,76%), vasijas
abiertas (8,43%), partes de vasija (43,98%), instrumentos musicales (1,81%), instrumentos de
producción (0,60%), adornos (1,81%) y figurinas (3,61%).
En el grupo de las vasijas cerradas, los cántaros son los más representativos siendo la
forma principal el cántaro de cuello convexo ocupando el 9,64%, En las tinajas, las de borde
simple son las más características con el 3,01%. Para las ollas, el 4,82% lo conforman las de
cuello recto y convexo.

55
En las vasijas abiertas, los floreros son los más abundantes siendo el 5,42%. Para el grupo
de las partes de vasijas, hay mayor cantidad de fragmentos, en donde los cuerpos decorados
ocupan 27,71% y las bases anulares el 3,01% (Cuadro 1).
La presencia de instrumentos musicales, instrumentos de producción, adornos y figurinas
es reducida.
.

56
TOTAL SEGÚN
CATEGORÍAS CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 5 TOTAL SEGÚN FORMAS
CATEGORÍAS
GRUPO FORMA TIPO 46-1 46-2 46-3 46-4 46-5 N° % N° %
Recto 7 1 1 9 5.42
Convexo 12 2 1 1 16 9.64
Cántaro
Evertido 2 2 4 2.41
Expandido 3 2 5 3.01
Simple 5 5 3.01
CERRADAS Tinaja 66 39.76
Reforzado 2 1 1 4 2.41
Recto 7 1 8 4.82
Olla cuello Convexo 7 1 8 4.82
Divergente 2 2 4 2.41
Canchero 2 1 3 1.81
Florero 3 3 3 9 5.42
Cuenco 1 1 0.60
ABIERTAS 14 8.43
VASIJAS Escudilla 1 1 2 1.20
Plato 1 1 2 1.20
Gollete Recto 1 1 0.60
Asa estribo 2 2 4 2.41
Asa lateral tubular 1 1 2 1.20
Agarradera Asa cintada 4 4 2.41
Asa tipo anillo 1 1 0.60
PARTES DE
Diversa 2 1 3 1.81 73 43.98
VASIJAS
Plana 2 2 1.20
Pedestal 1 1 0.60
Base
Anular 2 1 1 1 5 3.01
Trípode 3 1 4 2.41
Cuerpos decorados 27 13 5 1 46 27.71
Sonaja 2 2 1.20
INSTRUMENTOS MUSICALES 3 1.81
Silbato 1 1 0.60
INSTRUMENTOS DE PRODUCCIÓN Molde 1 1 0.60 1 0.60
Cuenta 1 1 0.60
ADORNOS 3 1.81
Arquitectónico 1 1 2 1.20
Hueca 2 1 1 4 2.41
FIGURINAS 6 3.61
Sólida 1 1 2 1.2
N° 105 35 3 15 8 166 100.0 166 100
TOTAL
% 63.25 21.08 1.81 9.04 4.82 100

Cuadro 1. Fragmentos de cerámica del Conjunto Arquitectónico 5 asociados al piso 1, según formas, categorías y ambientes.

57
b. Cerámica del Conjunto Arquitectónico 46
Dentro del estudio de la arquitectura excavada al parecer el Conjunto 46 podría estar
conectado de alguna forma con los ambientes registrados como 48-1, 48-2a, 48-2b, 48-3 y 48-4
en la parte noroeste del conjunto 48, proponiendo que estos ambientes formarían el
subconjunto 4 del conjunto 46. Para ello elaboramos un cuadro en el que se segregó la muestra
por formas y ambientes para este subconjunto. La muestra se conforma por un total de 181
fragmentos, correspondientes a piso 1.
De acuerdo a la asociación arquitectónica, la mayor cantidad de fragmentos se concentran
en los ambientes 48-4 con un 28-73%, 48-2A con un 20,99% y 48-1 con el 18,78%.
En relación a la morfología, la muestra fue agrupada por vasijas cerradas (23,76%),
abiertas (8,29%), partes de vasija (55,25%), instrumentos musicales (6,08%), instrumentos de
producción (0,55%), adornos (1,10%), utensilios (1,10%), figurinas (1,66%) y objetos diversos
(1,10%).
En el grupo de las vasijas cerradas, los cántaros son los más representativos siendo la
forma principal los cántaros de cuello convexo con el 8,84%. En las tinajas, las de borde simple
son las más características con el 1,10%. Para las ollas, el 1,10 % lo conforman las de cuello
convexo.
En las vasijas abiertas la forma que se destaca es el florero con el 6,63%. Para el grupo de
las partes de vasijas, hay mayor cantidad de fragmentos, en donde los cuerpos decorados
ocupan 40,88% y las bases anulares el 5,52%
Los instrumentos musicales están representados por las sonajas con el 2,76%. En los
instrumentos de producción, los moldes conforman el 0,55%. De los adornos sólo figuran
cuentas abarcando el 1,10%. Entre los utensilios aparecen las cucharas y ralladores con el
0,55% respectivamente. Finalmente contamos con las figurinas huecas que comprenden el
1,66% (Cuadro 2).

58
TOTAL SEGÚN
CATEGORIAS SC 4 TOTAL SEGÚN FORMAS
CATEGORÍAS
GRUPO FORMA TIPO 48-1 48-2A 48-2B 48-3 48-4 Nº % Nº %
Botella Diversa 1 1 2 1.10
Recto 2 2 1 4 9 4.97
Convexo 4 3 2 7 16 8.84
Càntaro
Evertido 1 1 0.55
CERRADAS Expandido 2 2 1 4 9 4.97 43 23.76
Simple 1 1 2 1.10
Tinaja
Reforzado 1 1 0.55
Olla Cuello Convexo 2 2 1.10
Canchero 1 1 0.55
Florero 2 4 3 2 1 12 6.63
Cuenco 1 1 0.55
ABIERTAS 15 8.29
VASIJAS Escudilla 1 1 0.55
Plato 1 1 0.55
Borde diverso 1 1 2 1.10 2 1.10
Asa estribo 1 1 0.55
Asa lateral cintada 1 1 0.55
Agarradera
Asa tipo anilo 1 1 0.55
Diversa 4 1 1 6 3.31
PARTES DE
Plana 1 1 1 3 1.66 100 55.25
VASIJAS
Pedestal 1 1 0.55
Base
Anular 2 1 3 2 2 10 5.52
Trípode 1 1 1 3 1.66
Cuerpos decorados 14 10 9 17 24 74 40.88
Sonaja 2 3 5 2.76
Ocarina 1 1 2 1.10
INSTRUMENTOS MUSICALES 11 6.08
Silbato 1 1 2 1.10
Trompeta 2 2 1.10
INSTRUMENTOS DE PRODUCCIÓN Molde 1 1 0.55 1 0.55
ADORNOS Cuenta 1 1 2 1.10 2 1.10
Cuchara 1 1 0.55
UTENSILIOS 2 1.10
Rallador 1 1 0.55
FIGURINAS Hueca 1 2 3 1.66 3 1.66
OBJETOS DIVERSOS No identificado 1 1 2 1.10 2 1.10
Nº 34 38 26 31 52 181 100.0 181 100
TOTAL
% 18.78 20.99 14.36 17.13 28.73 100.0

Cuadro 2. Fragmentos de cerámica del Conjunto Arquitectónico 46 asociados al piso 1, según formas, categorías y ambientes.

59
c. Cerámica del Conjunto Arquitectónico 48
La muestra está conformada por 237 fragmentos recuperados durante las excavaciones en
los ambientes 48-6, 48-8, 48-9, 48-10, 48-11, 48-12, 48-13, 48-14, 48-15, 48-16 y 48-18
correspondientes a piso 1, la cual se ha segregado por grupos de vasijas, de acuerdo a las
formas y a la distribución de estas en los diferentes ambientes donde se halló el material
cerámico.
De acuerdo a la asociación arquitectónica, la mayor cantidad de fragmentos se concentran
en los ambientes 48-8 con el 25,32% y 48-10 con el 23,21%.
En relación a la morfología la muestra fue agrupada por vasijas cerradas (31,22%), abiertas
(10,55%), partes de vasija (48,10%), instrumentos musicales (0,84%), instrumentos de
producción (2,11%), utensilios (2,11%), figurinas (4,64%) y objetos diversos (0,42%).
En el grupo de las vasijas cerradas, los cántaros de cuello convexo son los más abundantes
con el 10,97%, seguido de los de cuello expandido con el 6,33% y los de cuello recto con el
5,06%. En las ollas, las de cuello convexo son las más representativas, ocupando el 2,11%.
En las vasijas abiertas, los floreros son más frecuentes y representan del 3,78%. Para el
grupo partes de vasijas, hay mayor cantidad de fragmentos, en donde los cuerpos decorados
ocupan el 26,16% y las bases anulares equivalen al 5,91%.
Los instrumentos musicales están representados en una mínima cantidad, con el 0,84% en
silbatos. En los instrumentos de producción, los moldes conforman el 2,11%. Los utensilios
están representados por las cucharas, las que equivalen al 2,11%. Finalmente contamos con las
figurinas huecas y sólidas, corresponden al 1,69% y 2,95 % respectivamente (Cuadro 3).

60
TOTAL SEGÚN
CATEGORIAS PISO 1 TOTAL SEGÚN FORMAS
CATEGORÍAS
GRUPO FORMA TIPO 48-6 48-8 48-9 48-10 48-11 48-12 48-13 48-14 48-15 48-16 48-18 Nº % Nº %
Botella Diversa 1 1 0.42
Recto 4 2 1 3 1 1 12 5.06
Convexo 1 3 1 11 1 4 2 2 1 26 10.97
Cántaro Evertido 1 1 0.42
Expandido 1 4 3 5 2 15 6.33
Diverso 1 1 0.42
CERRADAS 74 31.22
Simple 1 1 1 2 5 2.11
Tinaja
Reforzado 1 1 2 0.84
Sin cuello 1 1 0.42
Olla Convexo 1 2 1 1 5 2.11
Cuello
Divergente 1 1 1 3 1.27
Canchero 1 1 2 0.84
Florero 1 3 1 1 1 1 8 3.38
VASIJAS Crisol 1 1 0.42
ABIERTAS Cuenco 1 1 1 1 1 5 2.11 25 10.55
Escudilla 1 1 1 1 3 7 2.95
Plato 1 3 4 1.69
Asa estribo 1 1 0.42
Asa lateral tubular 1 1 0.42
Agarradera
Asa lateral cintada 2 1 1 4 1.69
Diversa 1 2 2 1 6 2.53
PARTES DE Plana 3 2 1 2 8 3.38
114 48.10
VASIJAS Pedestal 6 1 7 2.95
Base
Anular 3 2 3 1 1 1 3 14 5.91
Trípode 2 4 4 10 4.22
Tapa Tipo hongo 1 1 0.42
Cuerpos decorados 7 26 9 6 4 2 3 3 2 62 26.16
INSTRUMENTOS MUSICALES Silbato 1 1 2 0.84 2 0.84
INSTRUMENTOS DE PRODUCCIÓN Molde 3 1 1 5 2.11 5 2.11
UTENSILIOS Cuchara 1 3 1 5 2.11 5 2.11
Hueca 1 2 1 4 1.69
FIGURINAS 11 4.64
Sólida 1 1 2 1 1 1 7 2.95
OBJETOS DIVERSOS No identificado 1 1 0.42 1 0.42
Nº 29 60 22 55 4 6 21 15 13 10 2 237 100.0 237 100.0
TOTAL
% 12.24 25.32 9.28 23.21 1.69 2.53 8.86 6.33 5.49 4.22 0.84 100.0

Cuadro 3. Fragmentos de cerámica del Conjunto Arquitectónico 48 asociados al piso 1, según formas, categorías y ambientes.

61
d. Cerámica del Conjunto Arquitectónico 49
La muestra está conformada por 71 fragmentos recuperados durante las excavaciones en
los ambientes 49-1, 49-2, 49-7, 49-9 y 49-11 que pertenecen al piso 1.
De acuerdo a la asociación arquitectónica, la mayor cantidad de fragmentos se concentran
en el ambiente 49-2 equivalente al 56,34 %. En relación a la morfología la muestra fue agrupada
por vasijas cerradas (16,90%), abiertas (14,08%), partes de vasijas (52,11%), instrumentos
musicales (5,63%), instrumentos de producción (1,41%), utensilios (1,41%) y figurinas (7,04%).
En el grupo de las vasijas cerradas, los cántaros de cuello recto son los más abundantes
con el 4,23%, seguido de los cántaros de cuello convexo y evertido con el 1,41%. En las tinajas,
las de borde simple son las más representativas, ocupando el 4,23%.
En las vasijas abiertas, los floreros son más frecuentes y representan del 7,04%. Para el
grupo partes de vasijas, hay mayor cantidad de fragmentos, en donde los cuerpos decorados
ocupan el 32,39% y las agarraderas diversas equivalen al 7,04%.
Los instrumentos musicales están representados con el 4,23% en sonajas. En los
instrumentos de producción, los piruros conforman el 1,41%. Los utensilios están
representados por las cucharas, las que equivalen al 1,41%. Finalmente contamos con las
figurinas huecas y sólidas, corresponden al 4,23% y 2,82 % respectivamente (Cuadro 4).

62
TOTAL SEGÚN
CATEGORIAS PISO 1 TOTAL SEGÚN FORMAS
CATEGORIAS
GRUPO FORMA TIPO 49-2 49-7 49-9 49-11 Nº % Nº %
Recto 2 3 4.23
Convexo 1 1 1.41
Cántaro
Evertido 1 1 1.41
Expandido 1 1 1.41
CERRADAS 12 16.90
Simple 2 1 3 4.23
Tinaja
Reforzado 1 1 1.41
Convexo 1 1.41
Olla Cuello
Divergente 1 1 1.41
Florero 2 2 5 7.04
VASIJAS
ABIERTAS Crisol 1 1 1.41 10 14.08
Cuenco 1 4 5.63
Borde diverso 1 1 1.41 1 1.41
Estribo 2 2 2.82
Asa
Agarradera Lateral cintada 3 1 4 5.63
Diversa 5 5 7.04
PARTES DE VASIJAS 37 52.11
Base Anular 1 1 1.41
Cuerpos decorados 14 3 2 23 32.39
Aplicaciones 2 2 2.82
Sonaja 2 1 3 4.23
INSTRUMENTOS MUSICALES 4 5.63
Silbato 1 1 1.41
INSTRUMENTOS DE PRODUCCIÓN Piruro 1 1 1.41 1 1.41
UTENSILIOS Cuchara 1 1 1.41 1 1.41
Hueca 1 2 3 4.23
FIGURINAS 5 7.04
Sólida 1 1 2 2.82
Nº 40 10 10 1 71 100.0 71 100
TOTAL
% 56.34 14.08 14.08 1.41 100.0

Cuadro 4. Fragmentos de cerámica del Conjunto Arquitectónico 49 asociados al piso 1, según formas, categorías y ambientes.

63
5.1.2. ANÁLISIS GENERAL DE LAS FORMAS
El análisis general del material cerámico por conjuntos compara las formas y categorías más
representativas en cada uno de estos, con la finalidad de asignarle una funcionalidad a cada uno de
estos conjuntos (Fig. 29, cuadro 5).

40
36.18
35

30 27.63
25.34
25

20

15
10.84
10

0
CA 5 CA 46 CA 48 CA 49

Fig. 29. Porcentaje total de fragmentos por Conjuntos Arquitectónicos.

La muestra se compone de 655 fragmentos que se han


categorizado según los siguientes grupos morfo funcionales: (1)
Vasijas, (2) instrumentos musicales (Fig. 30), (3) instrumentos de
producción, (4) adornos, (5) utensilios, (6) figurinas y (7) objetos
diversos. Al mismo tiempo, el material correspondiente al Piso 1
fue cuantificado por conjuntos arquitectónicos: 25,34 (166
elementos), 27,63% (181 elementos) para el Conjunto 46, 36,18%
(237 elementos) en el Conjunto 48, y el 10,84 % (71 elementos)
perteneciente al conjunto 49.
Dentro de las vasijas cerradas (29,77%), los cántaros de cuello
convexo, expandido y recto se encuentran con mayor frecuencia
en el conjunto 48 (Fig. 31). En los conjuntos 5 y 46 estas formas
son regulares. Mientras que para el Conjunto 49 estas formas son
casi nulas. Las tinajas de borde simple y reforzado se encuentran
en relación de 1:2 en todos los conjuntos arquitectónicos. La
mayor cantidad de tipos de ollas (recto, convexo y divergente) se
ubican en el conjunto 5, mientras que para el resto de conjuntos Fig.30. Silbatos.

64
son realmente escasas. En mínimo porcentaje aparecen los
cancheros en los conjuntos 5, 46 y 48.
En el grupo de las vasijas abiertas, los floreros son los más
comunes reportándose en la totalidad de los conjuntos,
destacadamente el conjunto 46. Sin embargo para el caso de
cuencos, escudillas y platos se observan mayormente en el
conjunto 48 en relación a los demás conjuntos (Fig. 32, 33 y 34).
En el grupo de las partes de vasijas, los cuerpos decorados
han sido la mayor cantidad de la muestra en todos los conjuntos.
Las agarraderas diversas se encuentran presente de forma regular
en los conjuntos 46 y 48, (Fig. 35 y 36) mientras que las asas
estribo y lateral cintada aparecen en el conjunto 5. De las bases las Fig.31. Bordes de cántaros de cuello
convexo.
de tipo plana, pedestal y trípode se encuentran en el conjunto 48 y
las bases anulares en los conjuntos 48 y 46
preferentemente.
En el grupo de los instrumentos
musicales la mayor cantidad de formas se
presentan el conjunto 48. En el grupo de
instrumentos de producción hay una

Fig.32.Borde de florero.
singular cantidad de moldes en el conjunto
48, así como cucharas. Finalmente las figurinas huecas y solidas se encuentran especialmente en el
conjunto 48 (Fig. 37 y 38).

Fig.34. Borde de cuenco.

Fig.33. Bordes de escudilla.

65
Fig.36. Agarraderas diversas.

Fig.35. Cuerpos decorados.

Fig.38. Figurinas sólidas.

Fig.37. Figurinas huecas.

66
Piso 1 TOTAL DE FORMAS TOTAL DE CATEGORIAS
CATEGORIAS

CA 5 CA 46 CA 48 CA 49 N° % N° %
GRUPO FORMA TIPO
Botella Diversa 2 1 3 0.46
Recto 9 9 12 3 33 5.04
Convexo 16 16 26 1 59 9.01
Cántaro Evertido 4 1 1 1 7 1.07
Expandido 5 9 15 1 30 4.58
Diverso 1 1 0.15
CERRADAS Simple 5 2 5 3 15 2.29 195 29.77
Tinaja
Reforzado 4 1 2 1 8 1.22
Sin cuello 1 1 0.15
Recto 8 8 1.22
Olla
Cuello Convexo 8 2 5 1 16 2.44
Divergente 4 3 1 8 1.22
Canchero 3 1 2 6 0.92
Florero 9 12 8 5 34 5.19
Cuenco 1 1 5 4 11 1.68
ABIERTAS Escudilla 2 1 7 10 1.53 64 9.77
VASIJAS
Plato 2 1 4 7 1.07
Crisol 1 1 2 0.31
Borde diverso 2 1 3 0.46 3 0.46
Gollete Recto 1 1 0.15
Asa estribo 4 1 1 2 8 1.22
Asa lateral tubular 2 1 3 0.46
Agarradera Asa lateral cintada 4 1 4 4 13 1.98
Asa tipo anillo 1 1 2 0.31
Diversa 3 6 6 5 20 3.05
PARTES DE
Plana 2 3 8 13 1.98 324 49.47
VASIJAS
Pedestal 1 1 7 9 1.37
Base
Anular 5 10 14 1 30 4.58
Trípode 4 3 10 17 2.60
Tapa tipo hongo 1 1 0.15
Aplicación 2 2 0.31
Cuerpos decorados 46 74 62 23 205 31.30
Trompeta 2 2 0.31
Sonaja 2 5 3 10 1.53
INSTRUMENTOS MUSICALES 20 3.21
Ocarina 2 2 0.31
Silbato 1 2 2 1 6 0.92
Piruro 1 1 0.15
INSTRUMENTOS DE PRODUCCIÓN 8 1.22
Molde 1 1 5 7 1.07
Cuenta 1 2 3 0.46
ADORNOS 5 0.76
Arquitectónico 2 2 0.31
Cuchara 1 5 1 7 1.07
UTENSILIOS 8 1.22
Rallador 1 1 0.15
Hueca 4 3 4 3 14 2.14
FIGURINAS 25 3.82
Sólida 2 7 2 11 1.68
OBJETOS DIVERSOS No identificado 2 1 3 0.46 3 0.46
N° 166 181 237 71 655 100 655 100
TOTAL
% 25.34 27.63 36.18 10.84 100

Cuadro 5. Comparación entre Conjuntos Arquitectónicos del material cerámico asociados al piso 1, según formas y categorías.

67
5.1.3. LOS TIPOS DE COCCIÓN
Para este tipo de análisis el material fue agrupado en tres categorías según el tipo de cocción: (1)
Oxidante, (2) Reductora y (3) Mixta. A continuación describiremos los porcentajes de cada conjunto
arquitectónico con sus respectivos tipos de pastas.

a. Conjunto Arquitectónico 5
La muestra integra el material de la base de datos de las temporadas 2012 y 2013,
considerando el material proveniente sólo del piso 1. Según el análisis del material se ha
identificado la cocción oxidante como la más preponderante con 86 fragmentos que
representan al 52,44% de la muestra, seguida de la del tipo mixta con 46 fragmentos que
equivalen al 28,05% de la muestra, y en menor frecuencia la reductora con 32 fragmentos que
constituyen al 19,51% de la muestra (Fig. 39).
Los más
CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 5
representativos son los
90 cuerpos decorados con 25
80

70 fragmentos de tipo
60
oxidante, 12 elementos para
50

40 las pastas de cocción mixta


30

20
y por último 9 elementos
10
para la de tipo reductora
0

Oxidante Reductora Mixta que suman un total de 46


TIPOS DE COCCIÓN fragmentos equivalentes a
28,05% de la muestra
Fig.39. Porcentaje de tipos de cocción del Conjunto Arquitectónico 5.
(Cuadro 6).

68
CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 5
CATEGORIAS
cocción TOTAL
GRUPO FORMA TIPO
Oxidante Reductora Mixta N° %
Recto 6 3 9 5.49
Convexo 8 2 6 16 9.76
Cántaro
Evertido 2 2 4 2.44
Expandido 2 3 5 3.05
Simple 1 4 5 3.05
CERRADAS Tinaja
Reforzado 1 1 2 4 2.44
Recto 6 2 8 4.88
Olla cuello Convexo 4 2 2 8 4.88
Divergente 1 2 1 4 2.44
Canchero 2 1 3 1.83
Florero 5 4 9 5.49
Cuenco 1 1 0.61
ABIERTAS
VASIJAS Escudilla 2 2 1.22
Plato 1 1 2 1.22
GolleteRecto 1 1 0.61
Asa estribo 1 3 4 2.44
Asa lateral tubular 2 2 1.22
Agarradera Asa cintada 4 4 2.44
Asa tipo anillo 1 1 0.61
PARTES DE
Diversa 2 1 3 1.83
VASIJAS
Plana 1 1 2 1.22
Pedestal 1 1 0.61
Base
Anular 3 1 1 5 3.05
Trípode 3 1 4 2.44
Cuerpos decorados 25 9 12 46 28.05
Sonaja 2 2 1.22
INSTRUMENTOS MUSICALES
Silbato 1 1 0.61
INSTRUMENTOS DE PRODUCCIÓN Molde 1 1 0.61
Arquitectónico 1 1 2 1.22
Hueca 2 1 3 1.83
FIGURINAS
Sólida 2 2 1.22
N° 86 32 46 164 100.00
TOTAL
% 52.44 19.51 28.05 100.00

Cuadro 6. Tipos de cocción del Conjunto Arquitectónico 5 asociado al piso 1, según formas.

69
b. Conjunto Arquitectónico 46
En esta área, el material preponderante, son de tipo de cocción mixta con 86 fragmentos
que representan a 49,71% de la muestra. De otro lado el grupo de cocción oxidante presenta 70
elementos que constituyen a 40,46%, mientras que en el grupo de pasta de tipo reductora, en
menor escala, está compuesto por 17 fragmentos que equivalen a 9.83% del total de la muestra
(Fig.40).

CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 46 Los cuerpos decorados


destacan con 34 fragmentos
90 para el tipo de cocción mixta,
80

70
seguidas las de cocción
60
oxidante con 29 fragmentos
50

40 y, en menor proporción los


30

20 de pasta de tipo reductora


10

0
con 11 fragmentos, haciendo
Oxidante Reductora Mixta un total de 74 fragmentos
TIPOS DE COCCIÓN
distribuidos en los tres tipos
Fig.40. Porcentaje de tipos de cocción del Conjunto Arquitectónico 46. de pasta, representando al
42,77% del total de la
muestra (Cuadro 7).

70
CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 46
CATEGORIAS
cocción TOTAL
GRUPO FORMA TIPO
Oxidante Reductora Mixta N° %
Botella Diversa 1 1 2 1.16
Recto 2 1 5 8 4.62
Convexo 7 8 15 8.67
Cántaro
Evertido 1 1 1 3 1.73
CERRADAS Expandido 4 3 7 4.05
Simple 1 1 2 1.16
Tinaja
Reforzado 1 1 0.58
Olla cuello Convexo 2 2 1.16
Canchero 1 1 0.58
Florero 4 8 12 6.94
Cuenco 1 1 0.58
ABIERTAS
VASIJAS Escudilla 1 1 0.58
Plato 1 1 0.58
Borde diverso 2 2 1.16
Asa estribo 1 1 0.58
Asa cintada 1 1 0.58
Agarradera
Asa tipo anillo 1 1 0.58
Diversa 1 2 2 5 2.89
PARTES DE
Plana 2 1 3 1.73
VASIJAS
Pedestal 1 0.00
Base
Anular 3 7 10 5.78
Trípode 3 3 1.73
Cuerpos decorados 29 11 34 74 42.77
Trompeta 2 2 1.16
Sonaja 2 2 1.16
INSTRUMENTOS MUSICALES
Ocarina 1 1 2 1.16
Silbato 2 2 1.16
INSTRUMENTOS DE PRODUCCIÓN Molde 1 1 0.58
Cuchara 1 1 0.58
UTENSILIOS
Rallador 1 1 0.58
FIGURINAS Hueca 1 2 3 1.73
OBJETO DIVERSO No identificado 2 2 1.16
N° 70 17 86 173 100.00
TOTAL
% 40.46 9.83 49.71 100.00

Cuadro 7. Tipos de cocción del Conjunto Arquitectónico 46 asociados al piso 1, según formas.

71
c. Conjunto Arquitectónico 48
Se ha identificado en la muestra la predominancia del tipo de cocción oxidante con 140
elementos que representan el
CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 48
58,33% de la muestra total,
seguidas de las pastas que
60.00

presentan cocción mixta con 92 50.00

elementos que constituyen el 40.00

38,33% y, por ultimo están las 30.00

20.00
pastas de cocción reductora que
10.00

alcanzaron 08 elementos que 0.00


Oxidante Reductora Mixta
equivalen 3,33% del total (Fig.
TIPOS DE COCCIÓN

41).
Fig.41. Porcentaje de tipos de cocción del Conjunto Arquitectónico
Los más representativos son 48.
los cuerpos decorados con 31
fragmentos en las pastas de cocción oxidante, 28 elementos en cocción mixta y, 8 elementos
para la cocción reductora, haciendo un total de 61 fragmentos que representan a 25,42% del
total de la muestra (Cuadro 8).

72
CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 48
CATEGORIAS TOTAL
cocción
GRUPO FORMA TIPO
Oxidante Reductora Mixta N° %
Botella Diversa 1 1 0.42
Recto 9 2 11 4.58
Convexo 20 10 30 12.50
Cántaro Evertido 1 1 0.42
Expandido 14 4 18 7.50
CERRADAS diverso 1 1 0.42
Simple 2 3 5 2.08
Tinaja
Reforzado 1 1 2 0.83
Convexo 2 3 5 2.08
Olla Cuello
Divergente 1 1 2 0.83
Canchero 2 2 0.83
Florero 8 8 3.33
Cuenco 4 1 5 2.08
VASIJAS ABIERTAS Escudilla 3 1 3 7 2.92
Plato 1 1 0.42
Crisol 1 1 0.42
Asa estribo 1 1 0.42
Asa lateral tubular 1 1 0.42
Agarradera Asa cintada 1 1 0.42
Asa tipo oreja 1 1 0.42
Diversa 5 1 1 7 2.92
PARTES DE
Plana 9 1 10 4.17
VASIJAS
Pedestal 1 5 6 2.50
Base
Anular 11 1 3 15 6.25
Trípode 5 2 3 10 4.17
Tapa tipo hongo 1 1 0.42
Cuerpos decorados 31 2 28 61 25.42
INSTRUMENTOS MUSICALES Silbato 1 1 2 0.83
Tortero 1 1 0.42
INSTRUMENTOS DE PRODUCCIÓN
Molde 2 3 5 2.08
UTENSILIOS Cuchara 3 3 6 2.50
Hueca 3 3 1.25
FIGURINAS
Sólida 2 6 8 3.33
OBJETO DIVERSO No identificado 1 1 0.42
N° 140 8 92 240 100.00
TOTAL
% 58.33 3.33 38.33 100.00

Cuadro 8. Tipos de cocción del Conjunto Arquitectónico 48 asociados al piso 1, según formas.

73
d. Conjunto Arquitectónico 49
La muestra indica que el material de este conjunto arquitectónico predomina la cocción
oxidante con 45 fragmentos que representan 67,16% de la muestra, a diferencia de las pastas
de cocción mixta que se
CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 49 compone de 12 fragmentos
equivalentes a 17,91% y,
45

40 dejando atrás a las pastas de


35
cocción reductora con 10
30

25 fragmentos que constituyen


20

15 el 14,93% de la muestra
10
total (Fig.42).
5

0 Por otro lado, los


Oxidante Reductora Mixta
TIPO DE COCCIÓN
cuerpos decorados son los
más característicos con 15
Fig.42. Porcentaje de tipos de cocción del Conjunto Arquitectónico
49. elementos en el tipo de
pasta de cocción oxidante, seguido de las pastas de cocción mixta con 10 fragmentos y 1
elemento para el grupo de cocción reductora. (Cuadro 9).

74
CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 49
CATEGORIAS TOTAL
cocción
GRUPO
FORMA TIPO
Oxidante Reductora Mixta N° %
Recto 2 2 2.99
Convexo 1 1 1.49
Cántaro
Evertido 1 1 1.49
CERRADAS Expandido 1 1 1.49
Simple 1 1 1 3 4.48
Tinaja
Reforzado 1 1 1.49
Convexo 1 1 1.49
Olla cuello
Divergente 1 1 1.49
Florero 2 3 5 7.46
VASIJAS
ABIERTAS Cuenco 4 4 5.97
Crisol 1 1 1.49
Borde diverso 1 1 1.49
Asa estribo 2 2 2.99
Agarradera Asa cintada 3 1 4 5.97
Diversa 4 1 5 7.46
PARTES DE
Base Anular 1 1 1.49
VASIJAS
tapa plano circular 1 1 1.49
Aplicación 1 1 2 2.99
Cuerpos decorados 15 1 7 23 34.33
Sonaja 1 1 1.49
INSTRMENTOS MUSICALES
Silbato 1 1 1.49
UTENSILIOS Cuchara 1 1 1.49
Hueca 2 1 3 4.48
FIGURINAS
Sólida 1 1 1.49
N° 45 10 12 67 100.00
TOTAL
% 67.16 14.93 17.91 100.00

Cuadro 9. Tipos de cocción del Conjunto Arquitectónico 49 asociados al piso 1, según formas.

75
Comentarios
En términos generales los resultados del material obtenido en los Conjuntos Arquitectónicos 5, 46,
48 y 49, muestran que las pastas de tipo oxidante son preponderantes, en relación a las de cocción
reductora y mixta, tal como se ha registrado en temporadas anteriores (Gayoso 2010). Sin embargo en
el conjunto arquitectónico 46 predominan las pastas de cocción mixta, pero que, no varía mucho en
número en relación al grupo de las pastas de tipo oxidante. Por otro lado, el material de todos los
Conjuntos Arquitectónicos estudiados, los cuerpos decorados son los más resaltantes, mientras que las
otras piezas son realmente escasas.
Según Anders (1981) para la cocción oxidante, el uso de temperantes finos como la arena sirven
para la producción de vasijas de paredes delgadas que mayormente tienen un buen acabado en
superficie, esto demuestra la buena selección de arcilla por su homogeneidad en el grano y un regular
control del horno abierto (Chapdelaine et al. 1998), además porque depende de un buen combustible y
del cuidado de las piezas al acomodarlas dentro del horno, entonces esto sugiere que la predominancia
de la cerámica de buen acabado existentes en todos los sectores del bloque, es propia de una residencia
de élite (Meneses et al. 2010), lo que significa que estas características específicas están vinculadas
directamente al estilo Moche. Sin embargo, con respecto a la cocción de tipo mixta, sugiere una menor
calidad, causada por la mala cocción, que reflejaría una prisa en la elaboración de la cerámica (Seoane et
al. 2008) y problemas en el colocado de las piezas dentro del horno (Chapdelaine et al. 1998).
Por otro lado, Seoane (Ibid) plantea que la cerámica de cocción reductora es propia de personajes
de prestigio; ya que la cerámica hecha en hornos cerrados requiere de invertir más tiempo en la
elaboración para su tratamiento, previo al conocimiento tecnológico especializado (Zavaleta et al. 2011).
Podemos suponer que la cerámica reductora se encuentra en pocas cantidades, ya que ésta se limita a
una zona de acceso socioeconómicamente restringido que advierte la presencia de los personajes de
prestigio para esta sociedad.

5.2. LAS PIEZAS COMPLETAS


Se han recuperado 74 piezas completas, de las cuales 12 piezas (16,22 %) proceden de piso 1 y 62
piezas (83.78%) provienen de entierros (33.78 %), sin ambiente (29,73 %) y pozo de huaquero (20,27
%) (Cuadro 10). Sin embargo, para el análisis no se tomó en cuenta el material disturbado y de otros
contextos menores.

76
CATEGORIAS SIN POZO DE
PISO 1 ENTIERROS N° %
AMBIENTE HUAQUERO
GRUPO FORMA TIPO
Simple Asa lateral 2 2 2.70
Botella
Compuesta 1 1 1.35
Convexo 1 1 1.35
Evertido 4 2 6 8.11
CERRADAS Cántaro De cuello
Expandido 2 2 2.70
VASIJAS Diverso 1 1 1.35
Divergente 5 5 6.76
Olla De cuello
Diverso 2 2 2.70
Escudilla 1 1 1.35
ABIERTAS
Plato 5 5 6.76
Tapa plano circular 1 1 2 2.70
Trompeta 1 1 1.35
INSTRUMENTOS MUSICALES Ocarina 1 1 1.35
Silbato 1 1 1.35
Piruro 4 1 9 5 19 25.68
INSTRUMENTOS DE PRODUCCIÓN Tortero 2 3 5 10 13.51
Molde 1 1 1.35
Colgante 2 2 4 5.41
ADORNOS
Cuenta 5 3 8 10.81
FIGURINA Sólida 1 1 1.35
N° 12 25 22 15 74 100
TOTAL
% 16.22 33.78 29.73 20.27 100

Cuadro 10. Piezas completas según formas y ubicación del material.

77
5.2.1. LAS FORMAS
El análisis consideró al material procedente de piso 1, dividiéndolo de acuerdo a Conjuntos
Arquitectónicos (Cuadro 11). La muestra está conformado por 12 piezas, agrupadas en tres grupos
identificados, vasijas (8.33 %) instrumentos de producción (50 %) y adornos (41, 67 %).
Las vasijas completas están representada únicamente por una tapa plano circular (8.33 %).
Dentro de los instrumentos musicales, los piruros son los más representativos correspondiendo al
33,33 %, seguido de los torteros con el 16,67 %. Para el caso de los adornos, solo se registraron
cuentas que representan el 41,67%.
Es necesario mencionar que la mayor cantidad de material procede del conjunto arquitectónico
48, esto asociado a la cantidad de piruros encontrados, nos estarían indicando una producción a
menor escala, para uso doméstico.

CATEGORIAS PISO 1
N° %
GRUPO FORMA TIPO CA46 CA 48 CA 49
VASIJA Tapa Plano circular 1 1 8,33
Piruro 1 2 1 4 33,33
INSTRUMENTOS DE PRODUCCIÓN
Tortero 2 2 16,67
ADORNOS Cuenta 3 2 5 41,67
N° 4 6 2 12 100
TOTAL
% 33,33 50,00 16,67 100

Cuadro 11. Piezas completas asociadas al piso 1, según formas y Conjuntos Arquitectónicos.

78
CAPITULO VI

EL MATERIAL LÍTICO

El material lítico recuperado en


Material lítico de Piso 1
esta temporada fue escaso, y lo que se
35
recuperó suma un total de 27
30
elementos, obtenidos de los conjuntos
25
arquitectónicos 5, 46, 48 y 49 (Fig. 43);
20

los cuales corresponden al piso 1.


15

Estos fueron agrupados en 5 10

categorías: Debitage (18,52 %), 5

Instrumentos tallados (11,11%), Utensilios 0


Debitage Instrumentos Utensilios pulidos Rocas exóticas Materia prima
pulidos (33,33%), Rocas exóticas tallados

(29,53%), Materia prima (7,41%). Éste Fig. 43. Porcentaje del material lítico de los Conjuntos Arquitectónicos
5, 46, 48 y 49, según categorías.
material ha sido agrupado de acuerdo a su procedencia: conformado por
los ambientes de los Conjuntos Arquitectónico 5, 46, 48 y 49.
Según la distribución porcentual podemos distinguir que son los
utensilios pulidos los que más resaltan (Fig. 44), siendo primordialmente
las cuentas las más preponderantes con 5 elementos que equivalen al
18,52% de la muestra y a la vez 4 de estos objetos se concentran en el
Conjunto Arquitectónico 49 distribuidos en los ambientes 49-1, 49-2 y

Fig.44. Utensilios pulidos del 49-7. Por debajo de esta categoría se encuentra la categoría de rocas
Conjunto Arquitectónico 46. exóticas constituidas por 8 elementos que representan al 29,63%
administrado en los conjuntos arquitectónicos 5, 46, 48 y 49, siendo básicamente en el ambiente 49-2
del Conjunto Arquitectónico 49 donde más se acumula este material
con 6 elementos, dejando atrás el grupo de Debitage del tipo Lascas o
láminas con 5 elementos que representa al 18,52% distribuidos en los
Conjuntos Arquitectónicos 5, 46 y 48, y como última categoría se
encuentra la Materia prima como la menos representativa con 2
elementos administrados entre los Conjuntos Arquitectónicos 48 y 49
que constituyen 7,41% de la muestra total. Fig.45. Piruros del Conjunto
Arquitectónico 48.

79
De manera general, los resultados de los análisis del material lítico,
muestran en mayor cantidad las Rocas exóticas como las más
representativas en el ambiente 49-2 del Conjunto Arquitectónico 49 en
relación a los otros conjuntos. Sin embargo, si hablamos de la categoría
de Utensilios pulidos teniendo en cuenta las sub categorías, las cuentas son
las más resaltantes diferencia de los
Fig.46a. Cuentas y colgantes del piruros y colgantes (Fig. 45, 46a y 46b), pero
Conjunto Arquitectónico 49.
que juntos sobrepasan a la categoría de
Rocas exóticas y, por debajo de éstas, se encuentra el grupo de Instrumentos
tallados donde las Lascas utilizadas o retocadas son las más representativas
en relación al Denticulado simple y, finalmente el grupo de Materia prima
Fig.46b. Cuentas y colgantes del
como las piezas de menor cantidad (Cuadro 12). Conjunto Arquitectónico 49.

80
PISO 1
TOTAL DE FORMAS TOTAL DE CATEGORÍAS
categorias CA 5 CA 46 CA 48 CA 49
46-2 48-2A 48-2B 48-3 48-4 48-9 48-14 48-16 49-1 49-2 49-7 49-8 49-10 N° % N° %
DEBITAGE Lascas o laminas 1 1 1 2 5 18.52 5 18.52
A posteriori lasca utilizada o retocada 1 1 2 7.41
instrumentos tallados utensilios ordinarios 3 11.11
Denticulado simple 1 1 3.70
utensilios piruro 1 1 1 3 11.11
utensilios pulidos elementos terminados cuenta 1 1 2 1 5 18.52 9 33.33
adornos
colgante 1 1 3.70
Rocas exóticas 1 1 6 8 29.63 8 29.63
Materia prima 1 1 2 7.41 2 7.41
N° 1 1 3 1 1 3 1 2 1 8 2 1 2 27 100.00 27 100.00
TOTAL
% 3.70 3.70 11.11 3.70 3.70 11.11 3.70 7.41 3.70 29.63 7.41 3.70 7.41 100.00

Cuadro 12. Material lítico asociado al piso 1, según formas y Conjuntos Arquitectónicos.

81
CAPÍTULO VII

LOS METALES

El análisis de material metálico corresponde al piso 1 y


comprende un total de 12 elementos procedentes de los
conjuntos 5, 48 y 49. Es importante indicar que en el
conjunto 46 no se encontró evidencia de metales debido a
que ya había sido excavada la temporada anterior (2012).
Para el análisis se utilizó el catálogo del proyecto,
agrupándolo en tres categorías identificadas: Adornos
(17,86 %), Utensilios (41,67%) y Objetos diversos Fig.47. Lámina de metal del Conjunto
Arquitectónico 48.
(16,67%).
Entre los adornos destacan las láminas (Fig. 47) con el 33,33 %, siendo la principal forma la lámina
diversa; seguida por las sonajeras con el 8, 33%. Dentro de los utensilios, las más representativas son las
agujas (Fig. 48a y 48b) con el 25 % y otros (clavos y grapas) conformado por el 16,66%. Finalmente los
objetos diversos representan el 16,67 % (Cuadro 13).

Fig.48a. Láminas y agujas de metal del Fig.48b. Láminas, agujas y piruro de metal del
Conjunto Arquitectónico 5. Conjunto Arquitectónico 5.

82
PISO 1 TOTAL
CATEGORÍAS
CA 5 CA 48 CA 49 N° %
Rectangulares 1 1 8,33
Láminas Cuadradas 1 1 8,33
ADORNOS
Diversa 2 2 16,67
Sonajera 1 1 8,33
Agujas 1 2 3 25,00
UTENSILIOS Clavos 1 1 8,33
Grapas 1 1 8,33
OBJETOS DIVERSOS Diverso 2 2 16,67
N° 5 4 3 12 100
TOTAL
% 41,67 33,33 25,00 100

Cuadro 13. Porcentaje de metales según su forma y distribución en los Conjuntos Arquitectónicos.

Comentarios
Lamentablemente es difícil establecer una interpretación de la funcionalidad de los conjuntos
debido al escaso material encontrado. Sin embargo la presencia de metales indica la producción a
menor escala con un fin ritual hacia el Moche Tardío, esto sumado a la presencia de metales
encontrados en algunos entierros, en las manos y pies de los individuos.

83
CAPÍTULO VIII

LOS RESTOS MALACOLÓGICOS

El material recuperado de las excavaciones procede de tres Conjuntos Arquitectónicos, los


conjuntos 46; 48 y 49, formando un total de 5 554 NMI, los que fueron identificados realizando un
análisis especializado, contabilizándose el material de acuerdo al Número Mínimo de Individuos (NMI).
La muestra se ha segregado por Conjuntos Arquitectónicos y capas en la cual se registró el material
malacológico. Las especies pertenecientes al Conjunto Arquitectónico 46 representan el 62,7% de la
muestra total, para el Conjunto Arquitectónico 48 representa un 4,59%, el Conjunto Arquitectónico 49
con el 3,71% y otros contextos conformado por entierros, fogones y pozos de huaquero poseen el 29%
de la muestra total.
Se han identificado 27 especies agrupadas en 20 familias pertenecientes a las clases
Polyplachophora, Gastrópoda y Bivalva que conforman el Phyllum Mollusca y también la clase
Crustácea del Phyllum Arthropoda. El material también se ha asociado a biotopos arenosos, rocosos y
de lomas. En la muestra general obtuvimos que el biotopo arenoso es el más abundante con 96,2 %,
seguido por rocoso 3,56 % y de menor proporción de lomas con 0,24 %.
La muestra más representativa por su cantidad es de la familia Donacidae de la especie Donax
obesulus que tendría un total de 93,1 %, seguido por Prisogaster niger con 1,51%, Tegula atra con 0,70%,
Thais haemastoma con 0,61%, el Polinice uber con 0,59%, Thais Chocolata con 0,58 % de la muestra. La
especie Platyxanthus orbignyi conformaría el 0,59% de la muestra total.

8.1. RESTOS MALACOLÓGICOS DEL PISO 1


La muestra está conformada por un total de 3 687 NMI recuperados del piso 1 y del sedimento
sobre éste. De acuerdo a la distribución del material por conjuntos tenemos que el conjunto 46 posee el
94,4%, mientras que el conjunto 48 el 5,37% y el conjunto 49 el 0,15% (Cuadro 14).

84
PISO 1
CONJUNTO 46 CONJUNTO 48 CONJUNTO 49 TOTAL
BIOTOPO
PHYLLUM CLASE FAMILIA ESPECIE
48-1 48-2a 48-2b 48-3 48-4 48-5 48-8 48-10 48-14 48-15 49-9 49-2 (Fg. 1) # %
A R L
POLYPLACHOPHORA CHITONIDAE Enoplachiton niger X 3 2 2 7 0,19
Fissurella crassa X 2 2 0,05
FISSURELLIDAE Fissurella limbata X 1 1 0,03
Fissullera comingi X 1 1 2 0,05
Acmaea orbingnyi x 1 1 0,03
ACMAEIDAE
Scurria virudola X 2 5 2 9 0,24
TROCHIDAE Tegura atra X 4 4 2 15 25 0,68
TURBINIDAE Prisogaster niger X 10 5 2 17 3 4 41 1,11
LITTORINIDAE Littorina peruviana X 1 1 0,03
GASTROPODA
NATICIADE Polinice uber X 3 3 5 11 0,30
MURICIDAE Concholepas concholepas x 1 1 1 3 0,08
Thais chocoata X 4 3 4 1 1 13 0,35
MOLLUSCA
THAIDIDAE Thais haemastomas X 1 7 1 5 1 2 1 18 0,49
Xanthachorus buxea X 2 3 2 1 8 0,22
NASSARIIDAE Nassarius dentifer X 1 5 2 8 0,22
MARGINELLIDAE Prunum curtum X 1 1 0,03
BULIMIDAE Scutalus proteus X 3 1 4 0,11
Choromytilus chorus X 1 1 2 0,05
MYTILLIDAE Perumytilus purpuratus X 1 1 2 0,05
Semimytilus algosus X 8 8 3 19 0,52
BIVALVA PERTINIDAE Argupecten sp. X 1 1 0,03
CARDIIDAE Thachycardium procerum X 1 1 0,03
DONACIDAE Donax obesulus X 660 47 396 118 2080 124 54 1 4 3484 94,49
PSAMMOBIIDAE Gari solida X 1 1 0,03
ARTHROPODA CRUSTACEA XANTHIDAE Platyxanthus orbignyi X 5 1 5 6 1 1 3 22 0,60
TOTAL 703 57 443 128 2150 131 1 63 1 2 3 5 3687 100
% por ambientes 19,07 1,55 12,02 3,47 58,31 3,55 0,03 1,71 0,03 0,05 0,08 0,14 100
SUB TOTALES 3481 198 8 3687
SUBTOTAL POR CONJUNTOS 94,4 5,37 0,22 100

Cuadro 14. Distribución porcentual según NMI y contextos de los moluscos para el piso 1 de los conjuntos 46, 48 y 49.

85
Distribución de especies malacológicas según biotopos para
el piso 1 de los Conjuntos Arquitectónicos 46,48 y 49

rocoso arenoso lomas

0% 5%

95%

Fig.49. Distribución porcentual según NMI y biotopos de los moluscos de los conjuntos
46, 48 y 49.

Polinice uber 0.3

Thais haemastomas 0.49

Tegura atra 0.68

Prisogaster niger 1.11

Donax obesulus 90.5

0 20 40 60 80 100

Fig.50. Distribución porcentual según NMI de los principales moluscos de los conjuntos 46,
48 y 49

86
Dentro de las especies y sus biotopos tenemos que el biotopo arenoso consta de 95%, el cual tiene
mayor cantidad de elementos, mostrando la preferencia por este; el biotopo rocoso posee 4,85% y el de
lomas con 0,11% (Fig. 49) el cual posee menor cantidad de elementos registrados.
La especie más representativa es la Donax obesulus con 94,5%, seguido por Prisogaster niger con el
1,11%, Tegula atra con el 0,68%, Thais haemastoma posee el 0,49% y Polinices uber con el 0,30% de la
muestra (Fig. 50).

8.1.1. RESTOS MALACOLÓGICOS DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 46


La muestra está representada por 3 481 NMI, recuperados durante las excavaciones, en los
ambientes está distribuida de la siguiente manera: 48-4 (61,8%), 48-1 (20,2%), 48-2b (12,7%), 48-3
(3,68%), 48-2a (1,64%).
El 48-4 es el ambiente con mayor presencia de restos malacológicos con 61,8%, al poseer 25
especies identificadas siendo la Donax obesulus (94,8%) la más abundante, seguido por Prisogaster niger
con el 0,98 %, Tegula atra con el 0,72%, Platyxanthus orbignyi con el 0,49% de la muestra entre otras
especies. (Cuadro 15).

87
PISO 1
CONJUNTO 46 TOTAL
BIOTOPO TOTAL POR CLASE
PHYLLUM CLASE FAMILIA ESPECIE
48-1 48-2a 48-2b 48-3 48-4 NMI %
A R L NMI %
POLYPLACHOPHORA CHITONIDAE Enoplachiton niger X 3 2 2 7 0,20 7 0,20
Fissurella crassa X 2 2 0,06
FISSURELLIDAE Fissurella limbata X 1 1 0,03
Fissullera comingi X 1 1 2 0,06
Acmaea orbingnyi x 1 1 0,03
ACMAEIDAE
Scurria virudola X 2 5 2 9 0,26
TROCHIDAE Tegura atra X 4 4 2 15 25 0,72
TURBINIDAE Prisogaster niger X 10 5 2 17 34 0,98
LITTORINIDAE Littorina peruviana X 1 1 0,03
GASTROPODA NATICIADE Polinice uber X 3 3 5 11 0,32 131 3,76
Concholepas
1 1 0,03
MURICIDAE concholepas x
Thais chocoata X 4 3 4 11 0,32
MOLLUSCA
THAIDIDAE Thais haemastomas X 1 7 1 5 14 0,40
Xanthachorus buxea X 2 3 2 7 0,20
NASSARIIDAE Nassarius dentifer X 1 5 2 8 0,23
MARGINELLIDAE Prunum curtum X 1 1 0,03
BULIMIDAE Scutalus proteus X 3 3 0,09
Choromytilus chorus X 1 1 2 0,06
Perumytilus
MYTILLIDAE 1 1 2 0,06
purpuratus
Semimytilus algosus X 8 8 3 19 0,55
BIVALVA 3326 95,5
PERTINIDAE Argupecten sp. X 1 1 0,03
Thachycardium
1 1 0,03
CARDIIDAE procerum
DONACIDAE Donax obesulus X 660 47 396 118 2080 3301 94,8
ARTHROPODA CRUSTACEA XANTHIDAE Platyxanthus orbignyi X 5 1 5 6 17 0,49 17 0,49
TOTAL 703 57 443 128 2150 3481 100 3481 100,00
% por ambientes 20,2 1,64 12,7 3,68 61,8 100

Cuadro 15. Distribución porcentual según NMI y contextos de los moluscos para el piso 1 del conjuntos 46.

88
PISO 1
CONJUNTO 48 TOTAL
BIOTOPO TOTAL POR CLASE
PHYLLUM CLASE FAMILIA ESPECIE
48-5 48-8 48-10 48-14 48-15 NMI %
A R L NMI %
TURBINIDAE Prisogaster niger X 3 4 7 3,54
MURICIDAE Concholepas concholepas X 1 1 2 1,01
GASTEROPODA Thais chocolata X 1 1 2 1,01
MOLLUSCA THAIDIDAE Thais haemastomas X 1 2 1 4 2,02 196 98,99
Xanthachorus buxea X 1 1 0,51
DONACIDAE Donax obesulus X 124 54 1 179 90,40
BIVALVA
PSAMMOBIIDAE Gari solida X 1 1 0,51
ARTHROPODA CRUSTACEA XANTHIDAE Platyxanthus orbignyi X 1 1 2 1,01 2 1,01
TOTAL 131 1 63 1 2 198 100 198 100
% por ambientes 66,2 0,51 31,8 0,51 1,01 100

Cuadro 16. Distribución porcentual según NMI y contextos de los moluscos para el piso 1 del conjuntos 48.

89
Fig.51. Gasterópodos representativos de los Fig.52. Bivalvos representativos de los
Conjuntos Arquitectónicos 46, 48 y 49. Conjuntos Arquitectónicos 46, 48 y 49.

8.1.2. RESTOS MALACOLÓGICOS DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 48


La muestra lo conforman 8 especies con 198 NMI, los ambientes con la presencia de restos
malacológicos son el 48-5 (66,2%), 48-10 (31,8%), 48-15 (1,01%), 48-8 (0,51%), 48-14 (0,51%). En
el ambiente 48-5 es donde encontramos mayor presencia de restos malacológicos con 66,2%, siendo
la especie más representativa la Donax obesulus con el 90,4%, el Prisogaster niger representa el 3,5% y
Thais haemastoma (Fig. 51) con el 2,02% de la muestra, entre otras especies.(Cuadro 16).

8.1.3. RESTOS MALACOLÓGICOS DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 49


Este conjunto cuenta con una muestra total de 3 especies, representado por 8 elementos
presentes en 2 ambientes: 49-2 (62,5%), 49-9 (37,5%) y es el conjunto donde se ha registrado poca
presencia de restos malacológicos. La especie representativa es la Donax odesulus (50,0%) (Fig. 52)
seguido de Platyxanthus orbignyi (37,5%) y Scutalus proteus, (12,5%), entre otras especies.

Comentarios
Los moluscos formaron un alimento importante en la dieta de los pobladores moche, ya sea por su
valor proteico, abundancia y el grado de acceso a determinadas especies. Como hemos visto en los tres
Conjuntos Arquitectónicos se observa una gran presencia de restos malacológicos en especial de las
Donax obesulus, especie cuya población aumenta en años próximos a eventos ENSO (tanto en épocas
pre, durante y post ENSO), lo que muestra el incremento en la temperatura del agua del mar, que afecta
a su vez el mecanismo de reproducción (Roselló et al. 2001; Vásquez y Rosales 2003 En: Meneses
2012). También la alta presencia en los conjuntos puede ser explicada por su fácil obtención y porque
posee poco contenido de carne lo que conlleva a una mayor recolección, Roselló comenta que esta
especie es fácil de recolectar en gran número con la mano, pescadores especializados pueden obtener
hasta 30 kg en 3 h de trabajo en lugares como Huanchaco (Roselló et al. 2001), esta especie se encuentra
en playas arenosas y en gran cantidad poblacional.

90
La sociedad moche pudo utilizar a esta especie como un complemento en su dieta. Las Donax
obesulus se consumió en el Conjunto Arquitectónico 46, específicamente en el ambiente 48-4, al hallarse
el 94% de la muestra, pero también se encuentra en otros ambientes de los conjuntos 48 y 49 pero en
menor número, estas sigue siendo el molusco más importante cuantitativamente en el Núcleo Urbano
Moche en la mayoría de conjuntos excavados (Rosales y Vásquez 2003; Pozorski 1979; Roselló et al.
2001).
En el biotopo arenoso se encuentra el mayor porcentaje de especies identificadas, pero también se
muestra la presencia de especies de playas rocosas en pocas cantidades, mostrando la recolección de
estos moluscos e incluidas en la dieta, esto indicaría la diversidad de lugares donde los grupos buscaban
recursos alimenticios.
En cuanto a la especie Scutalus proteus, el cual pertenece a biotopo de lomas, se observa poca
presencia de esta especie que indicaría un menor consumo de éste. En los tres conjuntos sólo se
registraron 6 individuos.
Las especies de moluscos identificadas en los Conjuntos Arquitectónicos 46, 48, 49 (Fig. 50 y 51), y
cuya importancia alimenticia ha sido remarcada por los especialistas, son: Fissurella sp. Tegula atra,
Prisogaster niger, Polinices uber, Concholepas concholepas, Thais chocolata, Thais haemastoma, Choromytilus chorus,
Trachycardium procerum, y Donax obesulus, las otras especies no son para consumo (Vásquez y Rosales
2005).
Otra fuente de alimentación marina es la especie crustácea Platyxanthus orbignyi la cual es una
especie característica de la corriente de Humboldt (Chirichigno 1970 y Roselló et al. 2001). Se ha
registrado 22 individuos para el piso 1 en los 3 Conjuntos Arquitectónicos, teniendo mayor presencia el
Conjunto Arquitectónico 46.

91
CAPÍTULO IX

LOS RESTOS ÓSEOS

El material de restos óseos recuperado de las excavaciones fue analizado a través de colecciones de
restos óseos del laboratorio de Arqueobiología y bibliografía especializada, con la finalidad de
identificar las especies. Para la contabilización se usó el Número de Especímenes Identificados (NISP).
Se ha identificado un universo de 3 331 restos óseos con 29 especies y otros no identificados. Así se ha
considerado a los anfibios, peces, aves y mamíferos. Para obtener este total se ha tomado en cuenta los
3 Conjuntos Arquitectónicos (46, 48, 49) y otros ambientes que incluyen los fogones, los entierros y los
pozos de huaquero. El Conjunto Arquitectónico 5 posee el 0,99%, en el Conjunto Arquitectónico 46
hay un total de 8,83%, en el Conjunto Arquitectónico 48 hay un total de 7,99%, el Conjunto
Arquitectónico 49 con el 2,44% y otros contextos con el 79,8% (con mayor porcentaje en entierros y
fogones). Los restos óseos que destacan en general son los de mamíferos con 51,04% seguido por los
peces con 48,12%, las aves con 0,27% y anfibios con el 0,57%.
Los restos óseos asociados al piso 1 se han agrupado por cada ambiente con respecto a los
Conjuntos Arquitectónicos teniendo en cuenta la capa B y la capa C pertenecientes al piso 1, así
tenemos 508 elementos, con respecto a la distribución en los Conjuntos Arquitectónicos, en el
conjunto 46 presenta el 55,9%, el 48 presenta 28% y el conjunto 49 posee el 16,1% de la muestra total.

9.1. RESTOS ÓSEOS DEL PISO 1


La muestra conforma un total de 489 NISP asociado a piso 1, de los cuales corresponde el 47.6%
de la muestra para el Conjunto Arquitectónico 46, para el conjunto 48 conforma el 18,4% de la
muestra, el conjunto 5 posee el 17,2% y el conjunto 49 con 16,8% de la muestra, representando este
último el conjunto que posee menor cantidad de restos óseos (Cuadro 17).
Los vertebrados que predominan en los conjuntos 5, 46, 48 y 49 del piso 1 son los mamíferos con
el 39% sobresaliendo la especie Lama sp. con 32,7 %, seguido por los peces con el 60%, donde resalta la
especie Siaena deliciosa con el 23,5%, Galieichthys peruvianus con el 17,2% Sardinops sagax sagax con el
7,16% y por último las aves con el 1% (Fig. 53 y 54), entre otras especies con menor porcentaje en la
muestra.

9.1.1. RESTOS ÓSEOS DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 5


Se han identificado 51 NISP con 9 especies. Este conjunto posee 2 ambientes donde se registró
restos óseos para piso 1, el ambiente 46-2 (49 %) y el ambiente 46-74 (51%).

92
Presenta 3 especies de peces, la especie Merluccius gayi “merluza” conforma el 5,88 % de la
muestra, Galieichthys peruvianus “bagre” con el 1,96% de la muestra, Sardinops sagax sagax “sardina”
con el 1,96 % de la muestra.
Para las aves presenta una especie en el ambiente 46-74, la Zenaida asiática “cuculi”, con el
3,92% de la muestra.
La especie más representante es el de Lama sp “camélido doméstico” con el 60,8% de la
muestra, seguido por la Cavia porcellus “cuy” con 11,8% y la especie Muridae “ratón de campo” con
9,80% de la muestra.

9.1.2. RESTOS ÓSEOS DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 46


Es donde encontramos una gran presencia de restos óseos a comparación de los otros 2
Conjuntos Arquitectónicos, son 5 ambientes pertenecientes al conjunto 46; el ambiente 48-2b
(41,9%), 48-4 (32,4%), 48-1 (11,6%), 28-3 (7,25%), 48-2a (6,34%). Este conjunto posee una muestra
de 284 elementos identificados pertenecientes a 18 especies y un ave no identificada; así tenemos a
los peces, mamíferos y aves con mayor presencia, los restos óseos de peces, conformado por la gran
presencia de vertebras, otolitos, espinas y huesos del cráneo, se obtuvo la suma total de 173 NISP
con un 60,9% (Cuadro 18).
La especie Siaena deliciosa (lorna) posee el mayor porcentaje con 27,46% siendo la más
abundante y por lo tanto la posible especie preferida para el consumo de los antiguos habitantes que
ocupaban esta área. También tenemos al Galieichthys peruvianus (bagre) con 10.6%, Sardinops sagax
sagax (sardina) con el 9,51% y poca presencia de la especie Merluccius gayi (merlusa) con 5,99% de la
muestra total.
El ambiente 48-2b es el más representativo con una muestra de 41,90%, notando una
abundante cantidad de restos óseos de peces con 89 elementos, resaltando la Sciaena deliciosa (lorna) y
el Galieichthys peruvianus (bagre).
Los mamíferos conforman el 38% de la muestra, en la que se han identificado 3 especies:
Muridae (ratón de campo) con 3,17%, Cavia porcellus (cuy) con el 2,82% y Lama sp. (Camélido
domestico) con 32% siendo éste la especie con mayor abundancia. El “ratón de campo” está
presente en los ambientes 48-1, 48-2a y 48-4, el “cuy” está en los ambientes 48-2b y 48-4 y el
“camélido” está presente en los 5 ambientes de este Conjunto Arquitectónico resaltando el ambiente
48-4 con 35 elementos seguido por el 48-2b con 26 elementos.

93
PISO 1
CONJUNTO ARQUITECTONICO 5 CONJUNTO ARQUITECTONICO 46 CONJUNTO ARQUITECTONICO 48 CONJUNTO ARQUITECTONICO 49 TOTAL TOTAL POR GRUPOS VERTEBRADOS
TAXA 46-2 46-74 48-1 48-2A 48-2B 48-3 48-4 48-5 48-8 48-10 48-11 48-14 48-15 49-1 49-2 49-7 # % # %
FAMILIA TRIAQUIDAE Mustelus sp 1 1 0,20
CARCHARHINIDAE Carcharhinus sp. TIBURON N/I 1 1 0,20
FAMILIA
SPHYRNIDA
E Sphyrna sp. TIBURON MARTILLO 2 1 3 0,61
FAMILIA MYLIOBATIDAE Myliobatis sp. RAYA AGUILA 1 2 3 0,61
FAMILIA ARIIDAE Galieichthys peruvianus BAGRE 1 1 17 12 10 43 84 17,18
FAMILIA CLUPEIDAESardinops sagax sagax SARDINA 1 5 1 16 5 2 5 35 7,16
PECESFAMILIA MERLUCCIDAE Merluccius gayi MERLUZA 3 1 2 6 1,23 292 59,7
FAMILIA MUGILIDAE Mugil cephalus LISA 1 1 0,20
FAMILIA CARANGIDAETrachurus symmetricus JUREL 2 1 1 1 5 1,02
Paralonchurus peruanus SUCO 1 1 1 3 0,61
Sciaena deliciosa LORNA 4 5 46 11 12 3 1 21 10 2 115 23,5
FAMILIA SCIAENIDAE
Stellifer minor MOJARRILLA 1 5 4 10 2,04
Cynoscion sp CACHEMA 1 1 3 5 1 1 12 2,45
FAMILIA SERRANIDAE Paralabrax sp. 1 11 12 2,45
FAMILIA SCOMBRIDAESarda sarda chiliensis BONITO 1 1 0,20
FAMILIA PHALACROCORACIDAE
Phalacrocorax bougainvillii GUANAY 1 1 0,20
FAMILIA COLUMBIDAE Zenaida asiatica CUCULI 2 2 0,41
AVES 6 1,23
FAMILIA ICTERIDAE Dives dives TORDO 1 1 0,20
Ave N/I 1 1 2 0,41
FAMILIA MURIDAE Muridae RATON DE CAMPO 5 1 6 2 14 2,86
FAMILIA CAVIIDAE Cavia porcellus CUY 6 3 5 14 2,86
MAMIFEROS 191 39,1
FAMILIA OTARIIDAE Otaria sp. LOBO MARINO 1 1 1 3 0,61
FAMILIA CAMELIDAE Lama sp. CAMELIDO DOMESTICO 18 13 19 3 26 8 35 8 2 7 3 8 10 160 32,7
total 25 26 33 18 115 22 78 11 9 4 7 4 55 9 61 12 489 100 489 100
% 5,11 5,32 6,75 3,68 23,5 4,50 16,0 2,25 1,84 0,82 1,43 0,82 11,2 1,84 12,5 2,45 100
84 233 90 82 489
17,2 47,6 18,4 16,8 100

Cuadro 17. Distribución porcentual según NISP y contextos de los vertebrados para el piso 1 de los conjuntos 5, 46, 48 y 49

94
Distribución porcentual según NISP de los grupos de vertebrados
para el piso 1 del los Conjuntos Arquitectònicos 5, 46, 48 y 49

PECES AVES MAMÍFEROS

39%

60%

1%

Fig.53. Distribución porcentual según NISP de los grupos de vertebrados


de los conjuntos 5, 46, 48 y 49.

Trachurus symmetricus 1.23

Paralabrax sp. 2.45

Cynoscion sp 2.45

Cavia porcellus 2.86

Muridae 2.86

Sardinops sagax sagax 7.16

Galieichthys peruvianus 17.2

Sciaena deliciosa 23.5

Lama sp. 32.7

0.0 5.0 10.0 15.0 20.0 25.0 30.0 35.0

Fig.54. Distribución porcentual según NISP de las especies de vertebrados de los conjuntos 5,
46, 48 y 49.

95
PISO 1
CONJUNTO ARQUITECTONICO 46 TOTAL
TOTAL POR GRUPOS VERTERADOS
48-1 48-2A 48-2B 48-3 48-4 N° %
TAXA # %

FAMILIA TRIAQUIDAE Mustelus sp 1 1 0,35

FAMILIA SPHYRNIDAE Sphyrna sp. TIBURON MARTILLO


2 1 3 1,06
FAMILIA MYLIOBATIDAE Myliobatis sp. RAYA AGUILA 1 2 3 1,06
FAMILIA ARIIDAE Galieichthys peruvianus BAGRE 1 17 12 30 10,6
FAMILIA CLUPEIDAE Sardinops sagax sagax SARDINA 5 1 16 5 27 9,51
FAMILIA MERLUCCIDAE Merluccius gayi MERLUZA 4 13 17 5,99
S

173 60,9
CE

FAMILIA MUGILIDAE Mugil cephalus LISA 1 1 0,35


PE

FAMILIA CARANGIDAE Trachurus symmetricus JUREL 2 1 1 4 1,41


Paralonchurus peruanus SUCO 1 1 0,35
Sciaena deliciosa LORNA 4 5 46 11 12 78 27,46
FAMILIA SCIAENIDAE
Stellifer minor MOJARRILLA 1 1 0,4
Cynoscion sp CACHEMA 1 1 3 5 1,76
FAMILIA SERRANIDAE Paralabrax sp. 1 1 0,35
FAMILIA SCOMBRIDAE Sarda sarda chiliensis BONITO 1 1 0,35
FAMILIA PHALACROCORACIDAEPhalacrocorax bougainvillii GUANAY 1 1 0,35
ES

FAMILIA ICTERIDAE Dives dives TORDO 1 1 0,35 3 1,06


AV

Ave N/I 1 1 0,35


FAMILIA MURIDAE Muridae RATON DE CAMPO 1 6 2 9 3,17
S
RO

FAMILIA CAVIIDAE 108 38,0


I FE

Cavia porcellus CUY 3 5 8 2,82


AM

FAMILIA CAMELIDAE Lama sp. CAMELIDO DOMESTICO 19 3 26 8 35 91 32,0


M

TOTAL 33 18 119 22 92 284 100 284 100,0


% 11,62 6,34 41,90 7,75 32,39 100

Cuadro 18. Distribución porcentual según NISP y contextos de los vertebrados para el piso 1 del conjunto 46.

96
PISO 1
CONJUNTO ARQUITECTONICO 48 TOTAL
TOTAL POR GRUPOS
TAXA 48-5 48-8 48-10 48-11 48-14 48-15 N° % VERTERADOS
# %
FAMILIA ARIIDAE Galieichthys peruvianus BAGRE 10 10 11,11
FAMILIA CLUPEIDAE Sardinops sagax sagax SARDINA 2 5 7 7,78
FAMILIA MERLUCCIDAE Merluccius gayi MERLUZA 1 1 1,11
FAMILIA CARANGIDAE Trachurus symmetricus JUREL 1 1 1,11
PECES Paralonchurus peruanus SUCO 1 1 1 3 3,33 69 76,7
Sciaena deliciosa LORNA 3 1 21 25 27,8
FAMILIA SCIAENIDAE
Stellifer minor MOJARRILLA 5 5 5,56
Cynoscion sp CACHEMA 5 1 6 6,67
FAMILIA SERRANIDAE Paralabrax sp. 11 11 12,2
FAMILIA OTARIIDAE Otaria sp. LOBO MARINO 1 1 1,11
MAMIFEROS 21 23,3
FAMILIA CAMELIDAE Lama sp. CAMELIDO DOMESTICO 8 2 7 3 20 22,2
TOTAL 11 9 4 7 4 55 90 100 90 100
% 12,2 10,0 4,44 7,78 4,44 61,1 100

Cuadro 19. Distribución porcentual según NISP y contextos de los vertebrados para el piso 1 del conjunto 48.

97
Los restos óseos menos frecuentes en la muestra son los correspondientes a las aves con el
1,06% de la muestra, están presentes 3 especies como el Phalacrocorax bougainvillii (guanay), Dives dives
(tordo) y una especie no identificada. El “guanay” está presente en los ambientes 48-1, 48-2b y 48-3.

9.1.3. RESTOS ÓSEOS DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 48


Para este conjunto se han identificado 14 especies y un ave no identificada, la muestra presenta
un total de 141 NISP distribuidas en 6 ambientes tales como el ambiente 48-15(61,1%), 48-5
(12,2%), 48-8 (10%), 48-11 (7,78%), 48-10 (4,44%), 48-14 (4,44%). Los restos óseos de los peces
son los más abundantes con un 76,7% (Cuadro 19).
En el grupo de los peces encontramos un total 74 NISP de la muestra, están presentes en los
ambientes 48-5, 48-8, 48-10, 48-14, 48-15 siendo este último ambiente el que posee mayor cantidad
de restos óseos de pescado con un total de 55 elementos, la especie de mayor frecuencia es la Sciaena
deliciosa con 27,8%, seguido por el Paralabrax sp. con el 12,2% al igual que el Galieichthys peruvianus con
el 11,1% y Sardinops sagax sagax con el 7,78%.
Los mamíferos representan el 23,3% del total de la muestra, identificándose 2 especies, Otariia
sp. que posee el 1,11% y Lama sp. con el 22,2% del total de la muestra, esta especie es la más
recurrente de la muestra con respeto a los otros mamíferos.
La especie Otoariia sp. está presente en el ambiente 48-10 y la Lama sp. se halló en los ambientes
48-8, 48-10, 48-11, 48-14.

9.1.4. RESTOS ÓSEOS DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 49


Es el conjunto que tienen menor cantidad de restos óseos, posee una muestra de solo 8
especies identificadas, los ambientes correspondientes a este conjunto son el 49-2 (74,4%), 49-7
(14,6%) y 49-1 (11%). Los restos óseos de los peces forman el mayor porcentaje con el 76,83 %.
La especie Galieichthys peruvianus (bagre) conforma el 52,4% seguido por la Sciaena deliciosa (lorna)
con el 14,6% y Stellifer minor (mojarrilla) con el 4,88%. El ambiente con la mayor recurrencia de
restos óseos de peces es el 49-2 con 62 elementos seguido por el 49-7 con 2 elementos.
En el grupo de los mamíferos, conformado por el 23,17%, tenemos dos especies, siendo la de
mayor cantidad Lama sp. con el 22% y la Otaria sp. con el 1,22%.

98
Primeras Falanges Delanteras
Contexto P1V1 P1V2 P1V3 P1V4 P1V5 CCG CCL CCA CCV Taxa Identificado
CA5 Cuadro 4L Cdricula 3-45/11E Nivel 1 E-21/A 70,37 20,52 18,75 17,77 17,9 243,07209 266,19369 264,83508 253,49636 Llama
CA5 Cuadro 4LCdricula 3-45/11E Nivel 1 E-21/B 71,07 20,67 18,78 18,5 18,23 235,95398 264,78837 262,7171 248,315 Llama
CA5 Cuadro 4L Cdricula 3-45/11E Nivel 1 E-21/C 69,57 20,85 19,15 18,08 18,29 233,56286 261,45531 260,102 245,35442 Llama
CA5 Cuadro 4L Cdricula 3-45/11E Nivel 1 E-21/D 69,76 20,51 18,83 17,83 17,94 235,37114 261,02914 260,24126 247,64193 Llama
CA5 Cuadro 4L Cdricula 3-45/11E Nivel 1 E-21/H 60,91 19,85 17,19 16,87 16,46 173,72955 212,34901 217,93579 200,52512 Alpaca
CA5 Cuadro 4L Cdicula 1-2S/12E Nivel 2 E-22/A 70,78 20,02 18,32 16,85 16,14 276,68008 285,05906 281,71355 279,56985 Llama
CA5 Cuadro 4L Cdicula 1-2S/12E Nivel 2 E-22/B 71,67 20,31 18,28 16,8 16,33 291,34288 295,61825 290,85896 289,86816 Llama
CA5 Cuadro 4L Cdicula 1-2S/12E Nivel 2 E-22/C 70,75 20,14 18,78 17,06 16,45 271,2552 282,36599 279,18183 275,28322 Llama
CA5 Cuadro 4L Cdicula 1-2S/12E Nivel 2 E-22/D 63,7 19,3 16,22 15,2 14,76 240,30598 250,7963 253,30232 251,67222 Alpaca
CA5 Cuadro 4L Cdicula 1-2S/12E Nivel 2 E-22/E 63,59 18,4 16,01 15,24 14,29 219,7274 234,99335 240,22223 239,02264 Alpaca
Primeras Falanges Traseras
Contexto P1V1 P1V2 P1V3 P1V4 P1V5 CCG CCL CCA CCV Taxa Identificado
CA5 Cuadro 4L Cdricula 3-45/11E Nivel 1 E-21/E 60,84 19,44 16,97 16,48 15,83 321,43232 332,64451 331,19751 323,48378 Llama
CA5 Cuadro 4L Cdricula 3-45/11E Nivel 1 E-21/F 59,59 19,5 17,67 16,59 14,95 368,3615 374,91765 368,6421 358,3264 Llama
CA5 Cuadro 4L Cdricula 3-45/11E Nivel 1 E-21/G 60,95 19,64 17,34 16,89 16 338,13664 348,65868 345,18431 336,35792 Llama
CA5 Cuadro 4L Cdicula 1-2S/12E Nivel 2 E-22/G 61,82 18,72 16,53 15,08 14,41 324,68214 330,60689 330,38401 326,9107 Llama
CA5 Cuadro 4L Cdicula 1-2S/12E Nivel 2 E-22/F 61,58 18,87 16,29 16,93 15,23 334,87679 344,97872 341,13609 338,92125 Llama
CA5 Cuadro 4L Cdricula 3-45/11E Nivel 2 E-21/A 59,36 19,28 16,91 15,91 13,95 361,08873 365,89955 360,20161 352,77419 Llama
CA5 Cuadro 4L Cdricula 3-45/11E Nivel 2 E-21/B 58,14 18,59 17,07 15,68 13,32 375,87259 369,92031 362,41749 Llama

Cuadro 20. Datos osteométricos de P1 de los camélidos del Conjunto Arquitectónico 5.

21

20,5
P1V3 Ancho Proximal Antero Posterior (mm)

20

19,5

19

18,5

18
15,5 16 16,5 17 17,5 18 18,5 19 19,5
P1V2 Ancho Proximal Latero Medial (mm)

Lama glama Lama pacos

Fig. 55. Diagrama bivariado de P1V3 vs P1V2 de los


camélidos del Conjunto Arquitectónico 5.

99
DESCRIPCIÓN Y ESTIMACIÓN DE EDAD DE ELEMENTOS ÓSEOS DE CAMELIDOS C.A 5
PROCEDENCIA DESCRIPCIÓN DEL ELEMENTO ÓSEO EDAD ESTIMADA TAXA IDENTIFICADA
1 fragmento de mandíbula izquierda
12 años Lama sp.
ENTIERRO 21 con presencia de caninos, incisivos y
2 fragmentos de mandíbula izquierda,
9 años y 6 meses Lama sp.
CUADRO 4L presenta 4 caninos, 4 incisivos, 17
1 fragmento de mandíbúla 24 a 36 meses Lama sp.
CUADRICULA: 3-4 S/11E
1 fragemento de mandibula, presenta
ENTIERRO 22 3 meses Lama glama
esmalte en ambos lados, 2 I 1
CUADRO 4L 2 dientes I 2 esmalte en ambos lados,
9 meses Lama glama
CUADRICULA:1-2S/12E 2 dientes I 3
DESCRIPCIÓN Y ESTIMACIÓN DE EDAD DE ELEMENTOS ÓSEOS DE CAMELIDOS C.A 48
PROCEDENCIA DESCRIPCIÓN DEL ELEMENTO ÓSEO EDAD ESTIMADA TAXA IDENTIFICADA
A-8
CUADRO: 3M 2 fragmentos de mandÍbula izquierda,
3 años 3 mese Lama sp.
CUADRICULA: 17-18S/2E posee Pd3,Pd4, M1
CAPA: B
A -10
CUADRO: 3L 1 mandÍbula izquierda, posee Pd4, M1
9 meses Lama sp.
CUADRICULA: 10-11S/13-14E y rotos
CAPA: B

Cuadro 21. Determinación de la edad de los camélidos de los Conjuntos Arquitectónicos 5 y 48.

100
CANTIDAD DE ELEMENTOS ÓSEOS DE CAMÉLIDO EN
ENTIERROS
CONJUNTO
CONJUNTO ARQUITECTÓNICO ARQUITECÓ
NICO 46
PARTES ANATÓMICAS
Entierro 21 Entierro 22 ENTIERRO 7
3-4 S /11E
IND. A IND. B 1-2S/12E 18-19S/17-18E
Cráneo 1 1 1 1
Hioides 1
Maxilar superior
Mandíbula 3 1 1
Dientes 25 14 28 21
V. cericales
V.toraxicas 1
V. lumbares
V. coxigeas
Sacro
Costillas
Esternebras
Pelvis
Omoplato
Húmero
Radiocúbito 1 2
Metacarpiano 3 2 2
Carpiano 13 1 8 1
Fémur 1
Tibia 1 1
Rotula
Metararsiano 2 2 2
Metapodio 2
Tarsiano 7 5 8
Carlcaneo 2 1 2 2
Astragalo 2 1 2 2
1° Falange 8 4 7 4
2° Falange 9 8 8 8
3° Falange 9 8 8 3
Total 86 49 80 46
Cuadro 22. Distribución de los elementos óseos de los camélidos de los Conjuntos Arquitectónicos 5 y
46.

101
CANTIDADES DE ELEMENTOS ÓSEOS DE CAMÉLIDOS SEGÚN CONTEXTO, CON
HUELLAS DE CORTE, QUEMADOS Y TRABAJADOS DEL CA 5
TAFONOMIA ENTIERRO 21 ENTIERRO 22 TOTAL

CORTE 4 3 7
QUEMADOS
TRABAJADOS 7 7
TOTAL 11 3 14

Cuadro 23. Cantidades de elementos óseos cortados, quemados y trabajados de los


camélidos del Conjunto Arquitectónico 5.

CANTIDADES DE ELEMENTOS ÓSEOS DE CAMÉLIDOS SEGÚN CONTEXTO, CON HUELLAS DE CORTE, QUEMADOS Y TRABAJADOS DEL CA 46

A- 1 A -2a A -2b A3 A-4


TAFONOMIA ENTIERRO 7 FOGÓN 14 TOTAL
C C C B C
CORTE 1 2 3
QUEMADOS 3 4 2 3 7 19
TRABAJADOS 2 2
TOTAL 3 1 6 2 3 2 7 24

Cuadro 24. Cantidades de elementos óseos cortados, quemados y trabajados de los camélidos del
Conjunto Arquitectónico 46.

CANTIDADES DE ELEMENTOS ÓSEOS DE CAMÉLIDOS SEGÚN CONTEXTO,


CON HUELLAS DE CORTE, QUEMADOS Y TRABAJADOS DEL CA 48
TAFONOMIA A-11 FOGÓN 1 TOTAL
B
CORTE
QUEMADOS 34 34
TRABAJADOS 1 1 2
TOTAL 1 35 36

Cuadro 25. Cantidades de elementos óseos cortados, quemados y


trabajados de los camélidos del Conjunto Arquitectónico 5.

102
DESCRIPCIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LA INDUSTRIA ÓSEA DEL CA 5
CLASIFICACIÓN CONTEXTO DESCRIPCIÓN
ornamental
Cuentas E-21 Son 7 cuentas de tipo disco vincular con perforación ciercular central, la materia
CUADRO: 4L prima soporte de hueso, no se puede determinar el element anatómico por estar muy
modificado quedando sin identificar taxonòmicamente como mamifero no
CUADRICULA: 3-4S/11E
identificado. Medidas: a. Grosor: 3mm, Diametro de perforacion: 05 mm. Diametro:
11mm. b)Grosor: 3mm. Perforacion: 5mm, Diametro: 13mm. c) Grosor: 3mm, D.
perforaciòn 5mm, Giametro: 11 mm. d) Grosor: 3mm, D perforaciòn 5 mm, Diametro:
11mm, e) Grosor: 2mm, D.perforaciòn 5mm, Diametro 13 mm
DESCRIPCIÓN Y CLASIFICACIóN DE LA INDUSTRIA ÓSEA DEL CA 48
CLASIFICACIÓN CONTEXTO DESCRIPCIÓN
ornamental
Cuentas A 48-2b 2 cuentas rectangulares con perforación circular central, no es posible
CUADRO: 2N identificar su taxanomia a la que pertenece por estar muy modificado.
CUADRICULA: 7-8S/9-10E Medidas: a) largo: 10mm, ancho: 6mm, grosor: 2mm. B) largo: 11mm, ancho,
CAPA: C 6mm, grosor: 3mm
? A 48-11
CUADRO: 3L 1 frarmento de omóplato derecho (roto e incompleto), se
CUADRICULA: 9-11S/9E encuentratrabajado, presenta un orificio circular en la cavidad glomoidea
CAPA: B
La pieza se presenta incompleta faltando el extremo pròximal. La materia prima base
Parte activa apuntada
corresponde a un fragmento de diáfisis de hueso largo de Lama sp, sòlo se tiene la
punzón FOGÓN 1 parte activa apuntada que muestra huellas de huso. El extremo opuesto presenta
CUADRO: 3L fracturas caracteristicas antiguas. Medidas, L: 47 mm, A M: 16 mm, A MENOR: 5 mm,
CUADRICULA: 13-15S/6-10E P: 1.99 gr

punzón sin contexto


1 fragmento de punzón, se presenta solamente la parte activa, pertenece a
CUADRO: 3L
un hueso largo de Lama sp. Medidas, L: 25 mm, A: 7 mm, P: 0,66 gr.
CUADRICULA: 9-10S/13-14E
CAPA: B

Cuadro 26. Industria ósea de los Conjuntos Arquitectónicos 5, 46 y 48.

103
9.1.5. OSTEOMETRÍA DE CAMÉLIDOS
Para la optometría de los camélidos, se tomó una muestra de 17 primeras falanges tomados de
los contextos funerarios del entierro 21 y 22 del conjunto 5 (Cuadro 20), de las cuales 10 pertenecen
a las primeras falanges delanteras y 7 a las primeras falanges traseras.
Los resultados obtenidos son que 14 primeras falanges son de la especie Llama y 3 perteneces a
la alpaca hallados en esos entierros (Fig. 55).

9.1.6. ESTRUCTURAS DE EDAD


Para analizar la estructura de edad se ha tenido en cuenta la forma de los incisivos y la
presencia de esmalte en ambos lados de los incisivos (tipo guanaco/llama) o esmalte solo en el lado
labial (tipo alpaca/vicuña) (Wheeler 1982). La muestra seleccionada proviene de los entierros 21 y
22 del conjunto 5 y de los ambientes 8 y 10 del conjunto 48 (Cuadro 21).
En el entierro 21 se ha identificado a partir de la presencia de incisivos, caninos y molares,
obteniendo dos edades de 12 años y 9-6 meses de los cuales la taxa identificada es la Lama sp y para
el entierro 22 se ha identificado 2 edades estimadas, de 3 meses y 9 meses, pertenecientes a la taxa
Lama glama.
Con respecto al conjunto 48 para el ambiente 8 se ha identificado una edad estimada de 3 años
3 meses perteneciente a la taxa Lama sp. y en el ambiente 10 se ha identificado una edad estimada de
9 meses perteneciente a la taxa Lama sp.

9.1.7. PARTES ANATÓMICAS


Para estudiar las partes anatómicas de los camélidos, se seleccionó una muestra proveniente de
los entierros 21 y 22 del conjunto 5 y el entierro 7 del 46, para observar que partes se han enterrado
como ajuar funerario (Cuadro 22). Se ha obtenido que sólo hay presencia de la cabeza completa y las
extremidades inferiores y superiores, no encontrándose
completos los camélidos, así tenemos el cráneo, mandíbulas y
dientes al igual que extremidades anteriores como el
radiocúbitos, metacarpianos y carpianos y para las
extremidades posteriores como metatarsianos, tarsianos,
metapodios, calcáneos, astrágalos y las 1ª, 2ª y 3ª falange.

9.1.8. TAFONOMÍA
Se ha tenido en cuenta las cantidades de elementos
óseos cortados, quemados y trabajados de los camélidos, así
Fig.56. Calcáneo y astrágalo con huellas
de corte. Entierro 22 del conjunto 5.

104
tenemos la presencia de estos elementos en los Conjuntos Arquitectónicos 5, 46 y 48.
En el Conjunto Arquitectónico 5 la muestra proviene de los entierros 21 y 22 identificando 7
restos óseos cortados (Fig. 56) y 7 elementos óseos trabajados del entierro 21, los cuales son 7
cuentas de material óseo de taxa no identificado (Cuadro 23).
En el Conjunto Arquitectónico 46 estos elementos óseos se han asociado a los ambientes 48-1,
48-2, 48-3, 48-4 del piso 1, así como también el entierro 7 (2 huesos cortados) y el fogón 14.
Tenemos que los restos óseos cortados conforman un total 3, quemados 19 y trabajados 2 (Cuadro
24).
Por último en el Conjunto Arquitectónico 48 se ha asociado este material al ambiente 11 y el
fogón 1, los resultados obtenidos son que los elementos óseos que poseen quemados conforman un
total de 34 pertenecientes al fogón y los trabajados tenemos 2 elementos pertenecientes al fogón y al
A-11 (Cuadro 25).

9.1.9. INDUSTRIA ÓSEA


La totalidad de la muestra de industria ósea lo
conforman 11 elementos provenientes de diferentes
contextos (Cuadro 26), así tenemos 7 cuentas tipo disco
con perforación circular, se encontraron muy
modificados, quedando sin identificar taxonómicamente,
provenientes del entierro 21 del Conjunto Arquitectónico
5 (Fig. 57).
En el ambiente 48-2b del conjunto 48 en el piso 1 se
Fig.57.Cuentas de restos óseos del entierro registraron 2 cuentas rectangulares con perforaciones
21 del Conjunto Arquitectónico 5.
circulares centrales el cual no es posible identificar su
taxonomía, en el fogón 1 se identificó un punzón elaborado de un fragmento de diáfisis de hueso
largo de Lama sp. el cual muestra huellas de uso, y por último se identificó un fragmento de punzón
que no posee ambiente presentando solamente la parte activa (Fig. 58).

105
Fig.58. Punzón del fogón 1,
punzón sin ambiente del
Conjunto Arquitectónico 48.

Comentarios
La presencia de restos óseos indicaría la gran importancia que tuvo en las costumbres alimenticias
del poblador del sitio, junto con los restos malacológicos. La obtención de los especímenes registrados
reflejan una doble intencionalidad: como fuente de alimento para el consumo del poblador moche,
mediante el aprovechamiento de proteínas y la abundancia de carne; y como materia prima en
actividades de producción, mediante la utilización de piel, huesos y lana.
Los camélidos conforman una gran parte en la muestra analizada de los cuatro conjuntos, para la
utilización de su carne, por el uso como animal de carga o también como parte de las ofrendas rituales
en los contextos funerarios registrados. En ambos casos es evidente que este animal formó parte
importante en la vida de la población moche debido a la notable presencia de éste.
Así, Pozorski (1979) afirma que el sistema de subsistencia en el estado Moche centralizó la
economía en los productos marinos y con mayor importancia la domesticación de camélidos para el
consumo de éstos (Pozorski 1979; Roselló et al. 2001).
En cuanto a los camélidos en contextos funerarios, Goepfert recalca la importancia de la llama
para el consumo en eventos especiales, sobretodo utilizado como comida en las ceremonias funerarias
(Goepfert 2010).
El depósito de las ofrendas se debe al estatus o a una condición especial del difunto. De los
camélidos encontrados en los contextos funerarios, sobresale la presencia de 4 individuos, de los cuales
tres pertenecen al Conjunto Arquitectónico 5 (2 individuos encontrados en el entierro 21 y un sólo
individuo en el entierro 22) y en el conjunto Arquitectónico 46 con la presencia de un individuo en el
entierro 7.
A lo largo del tiempo se ha creído que al enterrar a un personaje con un camélido es para ofrendar,
teniendo un sentido cosmológico en la población, “estas ofrendas tienen una doble función simbólica:
por un lado, una función de psicopompa, mediante la cual el animal ayuda a llevar el alma del difunto al

106
mundo de los muertos, y por otro, hay un simbolismo alimentario que se relaciona con las ofrendas de
tipo vegetal”. (Goepfert 2008: 231, así también lo afirma Browman 1974 y Lecoq 1987).
Si se observa en el cuadro 24, en el listado de las partes anatómicas de los camélidos presentes en
contextos funerarios, podemos ver que la cabeza, las extremidades anteriores y posteriores se
encontraron completas, teniendo en cuenta que estas partes presentan poca carne, entonces ¿Qué se
hizo con el resto de carne sobrante? Para esto muestra la iconografía mochica, donde se haya
numerosas escenas de ofrendas y festines rituales (Arsenault en Goepfert 2008), no considerando el
consumo como algo primario durante el ritual de enterramiento. Las piernas y la cabeza, en el contexto
funerario demuestran la existencia de un ritual y de una intervención mochica sobre los huesos animales
que poseen alguna función simbólica, lo cual nos podría dar a entender que al momento de ser
seccionados y luego enterrados, se intentaría colocar al animal simbolizando estar completo (Ibid.)
La presencia de huellas de corte en los huesos como el calcáneo, astrágalo, carpo radial, un
fragmento de fémur, ubicados en las extremidades inferiores y extremidad anterior (carpo radial)
indicarían el tratamiento de preparación antes de depositar el camélido en la fosa, tratando de
descuartizarlo y también sea para el desmembramiento de la carne antes de ser utilizada para el
consumo.
En el mismo entierro 22 encontramos una ofrenda de un Bufo sp. (sapo) casi completo, lo que
refleja alguna relación y concepción desconocida dentro de los parámetros ideológicos de quienes
colocaron esta ofrenda.
En cuanto a la edad de los camélidos se determinó mediante un estudio del desgaste dentario
(Wheeler 1982), así se pudo identificar el tiempo de vida de este animal, determinando edades que
varían entre juveniles (3 meses), sub-adultos (24-36 meses) y adultos (12 años), Pozorski (1976) indica
la distribución en las estructuras de edad de los animales sacrificados, mostrando que los animales
consumidos por la población moche fueron generalmente adultos procedentes de rebaños, criados
fundamentalmente por su carne.(Rosales et al. 2012).
El estudio de la osteometría, se basó en la medición de las falanges tanto delanteras como traseras,
la muestra obtenida procede de los entierros 21 y 22 del Conjunto Arquitectónico 5, estas reflejan que
la mayoría de falanges son de llamas y otras 2 falanges registradas en él pertenecen a una alpaca.
También se han registrado coprolitos de Lama sp. en el Conjunto Arquitectónico 48 lo cual podría
decir que los animales se criaban en rebaños o por lo menos la vivencia de este animal en esta zona,
utilizados ya sea para la crianza local, utilización de su carne, como medio de carga y transporte y para
rituales (Ibid.).
Otra especie sobresaliente es el Muridae, pero los varios estudios realizados señalarían que este
animal no era consumido en la dieta alimentaria sino que pudo haber llegado hasta esta zona cuando ya

107
estaba deshabitada, construyendo ahí sus madrigueras (Meneses et al. 2012); además hay poca presencia
de Cavia porcellus (cuy) en los contextos.
Las aves en los Conjuntos Arquitectónicos son poco presentes, observando la poca utilización en
el consumo para la sociedad moche en los Conjuntos 48, 46 y 49. Se han registrado especies como el
“guanay”, “gaviota” (aves marinas consumidas hasta la actualidad), “tordo” y “cuculí”.
La gran presencia de las especies de peces nos demuestra que estos, junto con los mamíferos,
formaban un factor importante en la alimentación de esta sociedad por la abundancia de los restos
óseos de peces, de vertebras y algunos huesos de la cabeza.
Debido a la presencia de otolitos, estos podrían evidenciar que los peces eran llevados completos
hacia los asentamientos de estos conjuntos, no en partes, donde ahí se preparaban para el consumo
(Vásquez y Rosales 2003 y 2005), así tenemos lo más representativo a los otolitos de la Sciaena deliciosa.
Para la obtención de este recurso observamos que no necesariamente tuvieron que ser especialistas
en la pesca ya que la mayoría de peces identificados de la muestra se obtiene en la proximidad de la
orilla, haciendo uso de redes y pesas de pescar así como la especie Sciaena deliciosa (Meneses et al. 2011),
no haciendo necesario tener que viajar hasta las profundidades del mar para obtener este recurso como
en el caso de la especie Merluccios gayi (por debajo de 40 m en el mar), siendo necesario para su
obtención el uso de embarcaciones debido a que vive en las profundidades del mar, en cuanto a la
cantidad registrada, se observa poca presencia de “merluza” en los Conjuntos Arquitectónicos.

108
CAPITULO X

LOS RESTOS BOTÁNICOS

Contamos con poca presencia de restos botánicos según la muestra, ya sea por los procesos post-
deposicionales o por los factores antrópicos que afectaron la zona de investigación. Se identificó 3
especies de restos vegetales, así tenemos 1 cotiledón de la especie Nectandra sp., 1 semilla carbonizada de
Zea mays (maiz) y 3 fragmentos de vainas de Prosopis sp. (algarrobo), éste se encuentra fuera de contexto
en la capa A.

10.1. RESTOS BOTÁNICOS DEL PISO 1


En el Conjunto Arquitectónico 48, ambiente 48-1, del total de la muestra se ha obtenido 2 especies
de restos vegetales: Nectandra sp. y Zea mays.

109
CAPÍTULO XI

LOS FOGONES

Durante las excavaciones realizadas en esta temporada, se registraron un total de 3 fogones, el


fogón 14 del Conjunto Arquitectónico 48, el fogón 1 del Conjunto Arquitectónico 48 y el fogón 1 del
Conjunto Arquitectónico 49.
Debido a la naturaleza de los fogones, que es en donde se encuentra diversos materiales asociados,
se han registrado material orgánico e inorgánico como cerámica, lítico, malacológico y óseo. En cuanto
a la cerámica esta ha considerado la categoría de las vasijas cerradas, abiertas, partes de vasija, así
tenemos 93 elementos de la muestra. Para los artefactos líticos se consideró la siguiente categoría:
Debitage, Guijarros y cantos rodados, y elementos terminados, donde se obtuvo una muestra de 2
elementos. Para el caso de los restos malacológicos se clasifico de la siguiente categoría: Phyllum
Mollusca, clase Polyplachophora, Gastropoda, Bivalva y el Phyllum Arthropoda, donde la muestra está
conforma por un total de 1 579 individuos. En cuanto a los restos óseos se ha considerado la categoría
de anfibios, peces, aves y mamíferos; obteniéndose 1 680 elementos de la muestra (Cuadro 27).

110
PISO 1
Fg14 - CA 46 Fg 1- CA 48 Fg 1-CA 49
TIPO DE MATERIAL # % # % # %
Botella 2 2,25
Cántaro 18 20,2
CERRADAS
C Tinaja 2 2,25
E Olla 2 2,25
R VASIJAS Florero 1 1,12
ABIERTAS
A Cuenco 1 1,12
M Agarradera 2 50,0 5 5,62
I PARTES DE VASIJAS Base 8 8,99
C Cuerpos decorados 2 50,0 49 55,1
A UTENSILIOS Cuchara 1 1,12
Total/Fogón 4 89 93
Porcentaje/Fogón 4,30 95,7 100
L Debitage lascas o laminas 2
I
Guijarros y Cántaros Guijarro no Percutor
T
I
elemento terminado
utensilios piruro
C Total/Fogón 2 2
O Porcentaje/Fogón 100 100
TROCHIDAE Tegura atra 2 22,2 10 0,63
TURBINIDAE Prisogaster niger 1 11,1 34 2,15
M NATICIADE Polinice uber 18 1,14
A MURICIDAE Concholepas concholepas 1 0,06
L Thais chocolata 9 0,57
A GASTEROPODA THAIDIDAE Thais haemastomas 9 0,57
C MOLLUSCA Xanthachorus buxea 8 0,51
O NASSARIIDAE Nassarius dentifer 15 0,95
L MARGINELLIDAE Prunum curtum 4 0,25
Ò MITRIDAE Mitra orientalis 1 0,06
G BULIMIDAE Scutalus proteus 3 0,19 1 20,0
I MYTILLIDAE Choromytilus chorus 2 0,13
BIVALVA
C DONACIDAE Donax obesulus 6 66,7 1461 92,4 4 80,0
O ARTHROPODA CRUSTACEA XANTHIDAE Platyxanthus orbignyi 6 0,38
Total/Fogón 9 1581 5 1595
Porcentaje/Fogón 0,56 99,1 0,31 100
Anfibio FAMILIA BUFONIDAE Bufo sp. 1 0,07
FAMILIA TRIAQUIDAE Mustelus sp 1 0,07
FAMILIA ARIIDAE Galieichthys peruvianus BAGRE 188 12,4
FAMILIA ENGRAULIDAE Engraulis ringens ANCHOVETA 736 48,5
Sardinops sagax sagax SARDINA 253 16,7
FAMILIA CLUPEIDAE
Ethmidium maculatum 2 0,13
FAMILIA MERLUCCIDAE Merluccius gayi MERLUZA 9 0,59
PECES
FAMILIA MUGILIDAE Mugil cephalus LISA 2 0,13
FAMILIA BLENNIDAE Scartichthys sp. DONCELLA 11 0,73
Sciaena deliciosa LORNA 58 3,82
Ó FAMILIA SCIAENIDAE
Stellifer minor MOJARRILLA 7 0,46 1 33,3
S FAMILIA SERRANIDAE Paralabrax sp. 13 0,86
E FAMILIA SCOMBRIDAE Sarda sarda chiliensis BONITO 1 0,07
O
AVE
Ave N/I 1 0,07
FAMILIA MURIDAE Muridae RATON DE CAMPO 47 78,3 30 1,98
FAMILIA CAVIIDAE Cavia porcellus CUY 5 0,33
FAMILIA OTARIIDAE Otaria sp. LOBO MARINO 1 0,07
MAMIÍFEROS
FAMILIA CAMELIDAE Lama sp. CAMELIDO DOMESTICO 13 21,7 96 6,33 2 66,67

Mamifero N/I 102 6,72


Total/Fogón 60 1517 100 3 1680
Porcentaje/Fogón 3,57 90,3 0,18 100

Cuadro 27. Distribución del material encontrado en los fogones del piso 1 de los conjuntos 46, 48 y 49.

111
11.1. FOGÓN DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 46

11.1.1. FOGÓN 14
Se trata de una variante del fogón subtipo A4 (Castillo 2012), porque presenta cubeta con
paredes verticales con filas paralelas de adobes a los costados. Está ubicado en el ambiente 46-2,
cuadro 5M, cuadrículas 13-15S/1-4E. Presenta dos partes: La zona de evacuación y la estructura de
combustión propiamente dicha (Fig.59).
La zona de evacuación se
ubica al lado oeste de la fila de
adobes correspondientes al fogón,
tiene forma rectangular excepto los
límites sur y norte que presentan
forma irregular, el eje mayor se
orienta de este a oeste y se
encuentra entre los 33,44 y 33,57
msnm. Sus dimensiones son: 2,00
m de este a oeste, y de 1,10 m a
1,70 de sur a norte. El fogón fue
excavado por cuadrantes de
Fig.59. Dibujo de planta del fogón 14-CA46.
acuerdo a nuestra metodología, con
la finalidad de tener un registro detallado del material arqueológico y perfil estratigráfico.
La estructura de combustión está conformada por tres filas paralelas de adobes, orientadas de
sur a norte con una ligera pendiente hacia el lado sur, que delimitan la cámara de combustión. La
primera fila se ubica al oeste de la cámara de combustión, a 33,53 msnm en el punto más bajo y 33,5
msnm en el punto más alto, cuenta con seis adobes midiendo en total 1,39 m de largo por 0,20 m de
ancho, en donde el primer adobe está dispuesto de soga, el segundo y tercero de cabeza, mientras
que del cuarto al sexto de soga; la segunda y tercera fila ubicadas al este de la cámara de combustión
se encuentran adosadas, midiendo 1,39 m de largo por 0,32m de ancho. La segunda fila presenta seis
adobes dispuestos de cabeza, a 33,49 msnm en el punto más bajo y 33,58 msnm en el punto más
alto. La tercera fila tiene cuatro adobes dispuestos de soga, a 33,05 msnm en el punto más bajo y
33,40 msnm en el punto más alto.
Todos los adobes estaban termo alterados, por lo que presentaban un color rojizo y color gris
en las paredes de la cubeta. La superficie de la cámara de combustión mide 1,68 m de largo por 0,49
m de ancho y se encuentra a 33,04 msnm en la parte sur y 33,30 msnm en la parte norte. La cubeta
tiene 0,30 m de profundidad.

112
En la excavación del fogón 14 se registraron dos niveles. El Primer nivel está compuesto por
ceniza de color gris mezclada con arena, de textura suelta y 0,12 m de espesor. En este nivel se
encontraron dos adobes termo alterados orientados de sur a norte: El primero sobre el primer nivel
y el segundo en la parte inferior de este nivel, sobre el segundo nivel. El segundo nivel está
conformado por ceniza de color negro, de textura suelta y tiene 0,10 m de espesor. Además se
puede observar que bajo los adobes que delimitan la cámara de combustión hay un nivel de ceniza
con arena de color gris, similar al primer nivel.

a. El material del fogón 14


La cerámica correspondiente a este fogón representa el 5,33% de la muestra, así tenemos a
2 agarraderas y 2 bases. En cuanto a los objetos líticos se ha registrado 2 lascas o láminas. Para
el material malacológico, se obtuvo el 2,67 % de la muestra, donde la especie Donax obesulus
obtiene el 66,7% del total de la muestra, seguido por la especie Tegula atra con el 22,2 % y
Prisogaster niger con el 11,1%. Finalmente tenemos los restos óseos que poseen el 80 % de la
muestra, las especies presentes son Muridae con un 78.3 % y Lama sp con el 21.7 %, entre otros.

11.2. FOGÓN DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 48

11.2.1. FOGÓN 1
Se ubica en el cuadro 3L y entre cuadriculas
11-15S/6-10E. Este fogón corresponde al subtipo
A1 por estar asociado a un muro, presenta planta
de forma semicircular sin estructura (Castillo
2012). Se encuentra en el ambiente 48-16 asociado
a un muro que se orienta de este-oeste. Su matriz
se halló sobre el piso 1 a 34,23 msnm. El eje
mayor de la estructura de combustión está
orientado de este-oeste, sus dimensiones son 2,80
m de largo, 1,50 m de ancho y con una
profundidad de 0,16 m (Fig.60).
Consiste de un solo nivel de un espesor de
Fig.60. Dibujo de planta del fogón 1-CA48.
0,10 m, compuesto de ceniza de consistencia suelta

113
a semicompacta, de textura fina y coloración gris. Se recuperó material con abundante presencia de
vértebras de pescado, restos malacológicos y poca presencia de fragmentos de cerámica, algunas
cuentas y restos óseos.

a. El material del fogón 1


Los fragmentos de cerámica corresponden el 2,79% de la muestra total de este fogón, los
más representativos son los cuerpos decorados con el 55,1% seguido de los bordes de cántaro
con el 20,2% y las bases 8,99%, en este fogón no se ha registrado ningún objeto lítico asociado.
El material malacológico corresponde el 49,6% de la muestra, las especies con mayor presencia
son las Donax obesulus con el 92,4%, seguido por el Prisogaster niger con el 2,15% y el Polinice uber
con el 1,14%.
En cuanto a los restos óseos, que posee el 47,6% de la muestra, se identificó una especie
de anfibio, las especies más resaltantes son de los peces identificando 10 especies, los más
representativos es el Engraulis ringens con el 48,5%, Sardinops sagax sagax con el 16,7% y el
Galieichthys peruvianus con el 12,4%; para las aves se registró uno no identificado, en los
mamíferos se identificaron 4 especies donde la Lama sp. posee mayor cantidad con el 6,33%,
seguido por la especie Muridae con el 1,98%.

11.3. FOGÓN DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 49

11.3.1. FOGÓN 1
Se encuentra ubicado en la sección
noreste del Ambiente 49-2 entre las
cuadrículas 16S/5-6E del cuadro 3K. Es
de subtipo A1, se trata de una estructura
del tipo cubeta sin arquitectura asociado
(Ibid). Está asociado al último piso de
ocupación (piso 1), que se encuentra a una
altura de 34,73 msnm, cuyo eje mayor está
dispuesto en sentido oeste-este. Mide 1 m
por 0,70 m y 0,14 m de profundidad. La
cubeta está asentada sobre una capa de
arena eólica rompiendo piso 1 (Fig. 61).
Fig.61. Dibujo de planta del fogón 1- CA48.
Se registraron dos niveles. El primer

114
nivel de 0,06 m de espesor aproximadamente, está compuesto por ceniza de consistencia suelta a
semicompacta de textura fina y coloración gris. Asociado a este nivel se recuperaron vertebras de
pescado, restos malacológicos y óseos. El segundo nivel, de 0,03 m de espesor, está compuesto de
tierra de color anaranjado de consistencia semicompacta y textura fina.

a. El material del fogón 1


Este fogón es donde presenta menos cantidad de material orgánico e inorgánico asociado,
no presenta cerámica, ni lítico, solo se ha registrado material malacológico que corresponde al
62,5%, teniendo solo las especies Donax obesulus y un Scutalus proteus. Por último tenemos a los
restos óseos lo cual representa el 37,5%, la especie Lama sp. presenta 2 elementos y Stellifer
minor con 1 elemento.

Comentarios
Como podemos observar en los tres fogones registrados, vemos que para el fogón 14 del conjunto
46 y el fogón 1 del conjunto 49 hay muy poca presencia de material orgánico e inorgánico asociado a
estos, sólo hay una cantidad mínima de especies malacológico y óseo, también hay poca presencia de
fragmentos de cerámica y lítico, lo contrario pasa para el fogón 1 del conjunto 48 donde se ha
registrado mayor cantidad de restos orgánicos e inorgánicos asociados, tiene el mayor porcentaje de los
3 fogones. Los fragmentos de cerámica cuentan con el 55,1% de la muestra con respecto a los cuerpos
decorados y al 20,2% de la muestra (ver cuadro 29) con respecto a los bordes de cántaros, los cuales tal
vez fueron empleados para el almacenamiento y el transporte de la chicha (Meneses et al. 2011), lo que
nos llevaría a inferir junto con el material asociado que este era un lugar donde se preparaban alimentos
y bebidas destinadas a las actividades rituales realizadas por la gente de élite como parte de la realización
de los festines.
En cuanto al material malacológico vemos la
preferencia de la especie Donax obesulus la cual está
presente en los 3 fogones con mayor y menor
cantidad en éstos, llevándonos a deducir la
importancia cuantitativa que tuvo este bivalvo en la
población (Vásquez y Rosales 2003, Pozorski 1979:
Rosello et al. 2001). Otra especie consumida es el
Prisogaster niger y Polinices uber. Para el fogón 1 del
conjunto 48 se registró la presencia del gasterópodo
Fig.62. Prunum curtum trabajados, Fogón 1-48.
Prunum curtum, (Fig.62) el cual presentaba 2

115
elementos que se encontraron trabajados, estos son de tipo pendiente de la cual se ha efectuado una
perforación ovoide en la parte posterior del cifón para el ingreso del hilo y poder ser suspendido y
utilizado (Rosales, comunicación personal).
En cuanto a los restos faunísticos notamos que se encuentran 2 especies identificadas para el
fogón 14 del conjunto 46, el ratón de campo y el camélido doméstico, para el fogón 1 del conjunto 48
se ha asociado 1 especie de anfibio, para los peces se identificaron 10 especies, 1 ave no identificada y 4
especies de mamíferos. En el fogón 1 del 49 se encontraron escasos restos óseos asociados, además se
identificó solo un mamífero (camélido domestico).
Para el caso de los peces observamos gran presencia en el fogón 1 del Conjunto Arquitectónico
48 de las especies Engraulis ringens con 736 NISP, Sardinops sagax sagax con 253 NISP y Galieichthys
peruvianus con 188 NISP, las primeras dos especies son peces que viven en alta mar y sólo pueden ser
capturados con embarcaciones y redes (Vásquez y Rosales 2005, Roselló et al. 2010), de la cual es
necesario una pesca especializada para poder obtener estos recursos o algún intercambio, pero como
vemos es un alimento importante en el consumo de esta sociedad.
Finalmente para los restos óseos la especie más representativa es la de Lama sp. “camélido
doméstico” de la cual ha sido un importante recurso alimenticio para el poblador moche (Goepfert
2010).

116
CAPÍTULO XII

LOS CONTEXTOS FUNERARIOS

Durante las excavaciones se registraron seis contextos funerarios post-moche, cinco primarios y
uno secundario. Estos entierros se hallaron dos en cada uno de los Conjuntos Arquitectónicos 5, 46 y
48, excepto en el conjunto 49.

12.1. CONTEXTOS FUNERARIOS DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 5

12.1.1. ENTIERRO 21
Se trata de un entierro post-moche de tipo fosa con un solo individuo, se ubica en el cuadro 4L
en las cuadrículas 3-4S/11E. La fosa rompió el muro que separaba los ambientes 5-4 y 5-5. Su
hallazgo se produjo al ampliar las excavaciones hacia al este del conjunto 5. La fosa es de forma
ovalada, con el eje mayor en sentido sur-norte. Sus medidas son 0,80 m de largo por 0,75 m de
ancho. El material de relleno está constituido por arena suelta, y color beige, la matriz tiene una cota
de 33,06 msnm. (Fig. 63 y 64).
El individuo es un adulto en posición sentada con
las extremidades flexionadas, y por la posición de la
columna vertebral podemos decir que la cabeza estaba
orientada hacia el norte. Por el grado de articulación de
la osamenta también podemos decir que se trata de un
entierro primario, es decir que no fue removido o
alterado después de la inhumación.
La parte superior del cuerpo parece haberse
inclinado hacia el suroeste-noreste, por lo que la cabeza
se apoya sobre las extremidades inferiores, con mirada
hacia abajo. La osamenta estaba inclinada hacia delante
con un giro hacia la derecha, esto expresa los cambios
post-mortem que afectaron al cuerpo. Las extremidades
superiores estaban flexionadas y dentro del cuerpo, la

Fig.63. Vista del entierro 21, tomada de sur mano derecha estaba en el pecho del individuo y la
norte. izquierda estaba sobre el abdomen, posiblemente
ambas manos fueron apoyadas al mentón del individuo. Mientras que las extremidades inferiores no

117
estuvieron cruzadas, pero si flexionadas, ambos pies se hallaron juntos. Las asociaciones funerarias
del entierro 21 son cuatro vasijas y restos de camélido,
en dos niveles diferentes.
En el nivel superior, al sur del individuo se
encontró un cántaro de cocción reductora, con
decoración impresa; al norte del individuo, una
escudilla de base trípode pero con engobe rojo y
diseños de serpiente pintados de blanco; hacia el oeste
se encontraron cuatro extremidades y dos cabezas de
camélido. En el nivel inferior, por debajo del
individuo se encontró una escudilla de base trípode
con engobe blanco y decoración en cursiva post-
cocción de color negro y un plato de base anular de
Fig. 64. Dibujo de planta del entierro 21 del cocción oxidante. También se encontraron dos ollas
Conjunto Arquitectónico 5.
fragmentadas.

a. Ajuar funerario
Cerámica: Se recuperaron cuatro vasijas completas y dos fragmentadas. Dentro de las
vasijas completas registramos un cántaro, dos escudillas y un plato de base trípode (Fig. 65).
Dentro de las fragmentadas registramos dos ollas, que posteriormente fueron pegadas en el
laboratorio de conservación.

Fig. 65. Vasijas del entierro 21 del Conjunto Arquitectónico 5.

118
Vasija 1: Se trata de un cántaro de cuerpo de cuello
expandido, cuerpo lenticular y base plana. Cocción
reductora, tratamiento superficial alisado y técnica
decorativa estampado impreso. Presenta pintura de color
rojo en el cuerpo de la vasija, Está decorada en dos
paneles (frontal y posterior) representando al Dios de los
Báculos (Fig. 66).

Vasija 2: Se trata de una escudilla de base trípode,


cocción oxidante, tratamiento superficial pulido y pintura
rojo ocre sobre blanco crema. Está decorada en el interior
Fig. 66. Dibujo de cántaro de y exterior de la vasija. El exterior presenta una franja
cuello expandido del E-21.
horizontal de color rojo y el interior cuatro paneles, dos
representando a una serpiente sonriente pintada de blanco con puntos negros y círculos
blancos alrededor.

Vasija 3: Se trata de una escudilla de base trípode, cocción oxidante, tratamiento


superficial pulido y pintura negativa con aplicaciones. Está decorada en el interior y exterior de
la vasija. El exterior presenta dos aplicaciones de rostro antropomorfo a la altura del borde y el
interior tres paneles con decoración geométrica y estilo cursivo (Fig. 67).

Vasija 4: Se trata de un plato de base anular, cocción


oxidante, tratamiento superficial alisado. No presenta
decoración.

Vasija 5: Se trata de una olla de cuello divergente, asas


tipo anillo, cuerpo globular y base plana. Cocción oxidante,
tratamiento superficial alisado. No presenta decoración.

Vasija 6: Se trata de una olla de cuello diverso (carenado),


asas tipo anillo, cuerpo globular y base plana. Cocción
oxidante, tratamiento superficial alisado. No presenta Fig.67. Dibujo de escudilla
de base trípode del E-21.
decoración.

119
12.1.2. ENTIERRO 22
Se trata de un entierro tipo fosa con un solo individuo, se encuentra ubicado en el
cuadro 4L en las cuadrículas 1-2S/12E, en el ambiente 5-4. La fosa es de forma ovoide, con
su eje mayor orientado en sentido norte-sur. Sus medidas son 0,74 m de largo por 0,65 m
de ancho y 0,51 m de profundidad. El material de relleno estuvo compuesto de arena y
tierra de consistencia semicompacta, y color beige grisáceo. La matriz posee una cota de
32,76 msnm (Fig. 68 y 69).
La osamenta corresponde a un individuo adulto inhumado en posición sentada con las
extremidades flexionadas, el cuerpo se encuentra inclinado hacia el lado derecho como
producto de los procesos post mortem. La osamenta se encontró articulada y en buen estado
de conservación por lo que podemos decir que se
trata de un entierro primario. La excavación y el
registro de este entierro se deben al hallazgo de
una vasija doméstica (olla) dejada como marcador,
la misma que presentaba hollín y fue acomodada
sobre unas rocas al costado de un artefacto lítico.
La cabeza del individuo se encontró boca
abajo, orientada hacia el este, la parte frontal o
cara estaba cubierta por una vasija (plato) de
cocción oxidante, y separadas por una capa de
arcilla a modo de mortero. Además, el cráneo
estaba parcialmente afectado por raíces. Las
extremidades superiores estaban flexionadas y
hacia dentro del cuerpo, la mano izquierda fue
encontrada cerca del pie izquierdo y la mano
Fig.68. Vista del entierro 22, tomada de oeste a
este.
derecha a la altura de la rodilla izquierda.
Las extremidades inferiores estabas
flexionadas, las articulaciones de rodilla se encontraron a muy pocos centímetros por
debajo del cráneo y los pies estaban ligeramente separados.

120
Las asociaciones del entierro 22 están en
tres niveles. En el nivel superior, sobre el
individuo se encontraron cuatro vasijas: un
cántaro de cocción oxidante, una botella y dos
ollas con decoración impresa. En el nivel
intermedio se encontraron cuatro vasijas que
constan de dos cantaros de cocción oxidante y
diseños pintados en blanco y negro, una
pequeña olla con decoración impresa y
finalmente un plato, donde reposaba la cabeza
Fig.69. Dibujo de planta del entierro 22 del del individuo; al mismo nivel corresponden
Conjunto Arquitectónico 5.
los restos de dos extremidades y una cabeza
de camélido dejados al este del individuo, así como dos piruros, uno de cerámica y otro de
metal dentro de la boca. En el nivel inferior, al noreste del individuo se encontró un
pequeño plato de base trípode con engobe exterior blanco y decoració n cursiva pintada de
negro; sobre los huesos del pie izquierdo se encontró también una pequeña placa de metal.

a. Ajuar funerario
Cerámica: Se recuperaron nueve vasijas completas. Dentro de las vasijas registramos
cuatro ollas, tres cántaros, una botella y un plato (Fig. 70).

Fig. 70. Vasijas del entierro 22 del Conjunto Arquitectónico 5.

121
Vasijas 1: Se trata de una olla de cuello divergente, asas tipo anillo, cuerpo globular y base
convexa. Cocción oxidante, tratamiento superficial alisado y técnica decorativa estampado
impreso. Está decorada por olas marinas con escaleras sobre triángulos aserrados.

Vasija 2: Se trata de un cántaro de cuerpo lenticular y base plana. Ausencia de gollete.


Cocción oxidante, tratamiento superficial alisado y técnica decorativa pintura de color blanco
sobre rojo Está decorada por dos bandas horizontales, una en el gollete y otra en la parte media
del cuerpo. En la parte .inferior presenta cuatro patitas de soporte.

Vasija 3: Se trata de una botella simple de cuerpo carenado y de base plana. Ausencia de
gollete y asa lateral tubular. Cocción oxidante, tratamiento superficial pulido y técnica
decorativa pintura. Está decorado en la parte superior del cuerpo por círculos y líneas
ondulantes de color blanco.

Vasija 4: Se trata de una olla de cuello


divergente, asas tipo anillo, cuerpo globular y base
convexa. Cocción oxidante, tratamiento
superficial alisado y técnica decorativa estampado
impreso. Está decorada por doce olas marinas con
escaleras distribuidas horizontalmente alrededor
de la parte superior del cuerpo.

Vasija 5: Se trata de una olla de cuello


diverso (carenado), asas tipo anillo con rostro

Fig.71. Dibujo de planta de cántaro de


antropomorfo, cuerpo globular y base convexa.
cuello evertido del E-22. Cocción oxidante, tratamiento superficial alisado y
técnica decorativa estampado impreso. Está
decorada por ocho olas marinas con escaleras distribuidas horizontalmente alrededor de la
parte superior del cuerpo.

Vasija 6: Se trata de una olla de cuello diverso (carenado), asas tipo anillo con rostro
antropomorfo, cuerpo globular y base convexa. Cocción oxidante, tratamiento superficial
alisado y técnica decorativa estampado impreso. Está decorada por diez olas marinas con
escaleras distribuidas horizontalmente alrededor de la parte superior del cuerpo.

122
Vasija 7: Se trata de un cántaro de cuello evertido,
cuerpo lenticular y base convexa. Cocción oxidante,
tratamiento superficial pulido y técnica decorativa pintura y
aplicación. El gollete está pintado de blanco, decorado por
una banda con diseños geométricos en blanco y negro. El
cuerpo presenta una capa de engobe rojo. Decorado en la
parte superior por dos paneles pintados en blanco y negro,
representando un ave; y dos aplicaciones a la altura del borde
(Fig. 71).

Vasija 8: Se trata de un cántaro de cuello expandido, asa


lateral cintada cuerpo lenticular y base convexa. Cocción Fig.72. Dibujo de plato de base
trípode del E-22.
oxidante, tratamiento superficial pulido y técnica decorativa
pintura. El cuerpo tiene decoración simétrica en la parte superior. Presenta dos paneles
pintados de blanco con líneas ondulantes.

Vasija 9: Se trata de un plato de base trípode, cocción oxidante, tratamiento superficial


pulido y técnica decorativa pintura negro y blanco. El exterior del plato se encuentra pintado de
blanco rodeado por cuatro paneles horizontales (dos grandes y dos pequeños) de color negro a
la altura del borde. Cada panel grande presenta en el interior tres olas marinas. Los paneles
pequeños no presentan decoración (Fig. 72).

12.2. CONTEXTOS FUNERARIOS DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 46

12.2.1. ENTIERRO 7
Se trata de un entierro de fosa post-moche con un solo individuo ubicado en el cuadro 5L con
las cuadrículas 19S/17-18E, en la esquina noroeste del ambiente 46-74. La matriz de la fosa rompe
el muro límite sur del conjunto 46. Las dimensiones de la fosa son: 0,95 m de largo, 0,85 m de
ancho y 0,80 m de profundidad, el material del relleno es arena y arcilla semicompacta de color
marrón obscuro. La matriz se encuentra en la cota 33,25 msnm (Fig. 73 y 74).

123
La osamenta corresponde a un individuo adulto,
inhumado en posición sentada con las extremidades
superiores e inferiores flexionadas. La total articulación
de la osamenta permite considerar a este entierro como
uno primario, sin alteraciones ni manipulaciones
posteriores a la inhumación. La osamenta se encuentra
inclinada hacia adelante y gira hacia la derecha,
probablemente a consecuencia de cambios post mortem.
La parte superior del cuerpo del individuo colapsó
hacia el noreste, apoyándose la cabeza junto al muro.
Este hecho parece haber sido intencional, ya que debajo
de la mandíbula se encontraron algunos fragmentos de
vasijas (domésticas), como si hubieran sido colocadas a
Fig.73. Vista del entierro 7, tomada de este
a oeste. manera de soporte cuando el cuerpo fue inhumado, la
cabeza gira en sentido contrario con respecto al cuerpo. Las extremidades superiores estaban
flexionadas, los brazos se hallaron entre las piernas por delante del tórax, es muy probable que su
posición original hubiera sido con los brazos junto al
tórax pero no se sabe si las manos estuvieron cruzadas o
juntas. Las extremidades inferiores estaban flexionadas, la
pierna derecha se ubica debajo de la pelvis, la pierna
izquierda se encuentra a la altura del maxilar inferior y los
pies se hallaron juntos.
Las asociaciones del entierro fueron registrados en
dos niveles. En el nivel inferior se encontró las
extremidades y parte del cráneo de un camélido, mientras
que en el superior se encontraron seis vasijas: dos platos,
tres cántaros de cocción oxidante y decoración en blanco
y negro y una olla con decoración impresa; también cuatro
láminas de metal envueltas en fibra de algodón, y dos Fig.74. Dibujo de planta del entierro 7 del
Conjunto Arquitectónico 46.
piruros de piedra.

a. Ajuar funerario
Cerámica: Se recuperaron seis vasijas completas. Dentro de las vasijas registramos tres
cántaros, una olla y dos platos (Fig. 75).

124
Fig. 75. Vasijas del entierro 7 del Conjunto Arquitectónico 46.

Vasijas 1: Se trata de un cántaro de cuello convexo, asa lateral cintada, cuerpo lenticular y
base convexa. Cocción oxidante, tratamiento superficial pulido y técnica decorativa pintura
blanca y negra, y aplicación moldeada. Presenta decoración de un rostro zoomorfo a la altura
del gollete. En el cuerpo se observa dos paneles simétricos, con un arco aserrado con líneas
ondulantes y puntos negros que se encuentra sobre un rostro antropomorfo con dos apéndices
a los costados.

Vasija 2: Se trata de una olla de cuello divergente, asas tipo anillo, cuerpo globular y base
convexa. Cocción oxidante, tratamiento superficial alisado y técnica decorativa estampado
impreso. Carece de un asa. Está decorada por once olas marinas con escaleras distribuidas
horizontalmente alrededor de la parte superior del cuerpo.

Vasija 3: Se trata de un cántaro de cuello evertido, asa


lateral cintada, cuerpo carenado y base plana. Cocción
oxidante, tratamiento superficial alisado y técnica
decorativa escultórica y pintura blanca. Está decorada por
un rostro en el gollete y pintado de blanco hasta la parte
media del cuerpo (Fig. 76).

Vasija 4: Se trata de un plato de base anular, cocción


oxidante, tratamiento superficial alisado. Presenta dos
marcas en su superficie interna.
Fig.76. Dibujo de cántaro de cuello
evertido del E-22 (vista lateral).

125
Vasija 5: Se trata de un cántaro de cuello evertido, asa lateral cintada, cuerpo globular y
base convexa. Cocción oxidante, tratamiento superficial alisado y técnica decorativa estampada
impresa y pintura blanco y negro. Se encuentra decorado en el gollete por diseños triangulares
concéntricos con puntos negros, y en el cuerpo por una banda con olas marinas en la parte
superior del cual se desprenden cuatro apéndices formando cuatro paneles. En cada panel se
observa un mamífero con cola y rasgos felinos.

Vasija 6: Se trata de un plato de base anular, cocción oxidante, tratamiento superficial


alisado. Se encuentra incompleto.

12.2.2. ENTIERRO 8
Se trata de un entierro de fosa, se ubica en el
cuadro 4L con cuadrículas 2S/14E en el ambiente 46-
4. Sus medidas son: 0,50 m de largo, 0,35 m de ancho
y 0,52 m de profundidad, orientado al noroeste. Se
encontró bajo una capa compuesta de arena con un
poco de grava de unos 0,80 m de espesor.
Posiblemente se trataría de un entierro secundario
debido a la evidente manipulación post-mortem (Fig. 77).
Se hallaron 2 fémures y un peroné agrupados en
Fig.77. Dibujo de planta del entierro 8 del
una misma posición y debajo se encontraron 2 pies Conjunto Arquitectónico 46.
los cuales estaban articulados; también se registraron
restos óseos como las falanges de la mano fragmentos de costillas, cráneo, vertebras, y otros. No se
encontraron asociaciones.

12.3. CONTEXTOS FUNERARIOS DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO 48

12.3.1. ENTIERRO 1
Se trata de un entierro de fosa post-moche con un solo individuo y se ubica en el cuadro 3L
con cuadrículas 7-8S/15-16E. La fosa es de forma ovoide y sus medidas son: 0,55 m de largo, 0,46
m de ancho y 0,28 m de profundidad. El material de relleno se compone de arena y arcilla, es de
consistencia semicompacta y de color marrón oscuro, mezclado con escasos restos malacológicos y
fragmentos de cerámica. La matriz del entierro se encuentra en la cota 33,36 msnm (Fig. 78 y 79).

126
La osamenta corresponde a un infante de
aproximadamente 6 y 7 años de edad (estimación
de edad por el Dr. John Verano, comunicación
personal) en posición sentada con las
extremidades superiores e inferiores flexionadas,
posiblemente orientada mirando hacia el norte
por la posición de la pelvis y los fémures. El
estado de conservación es malo. La articulación
de la osamenta permite considerar al entierro 1 Fig.78. Vista del entierro 1, tomada de norte a sur.

como primario.
La osamenta se encuentra inclinada hacia delante
y gira hacia la derecha. La excavación del entierro
comenzó retirando los muchos fragmentos del cráneo,
así como de la mandíbula y algunos dientes. Es posible
que la cabeza haya sido parcialmente destruida por
factores culturales o naturales, por encontrarse muy
cerca a la superficie. La columna vertebral fue
registrada articulada con las costillas, así como las
extremidades superiores, los brazos se encontraron
dentro del cuerpo delante del tórax junto a los
fémures, las manos posiblemente estuvieron juntas
Fig.79. Dibujo de planta del entierro 1 del
Conjunto Arquitectónico 48. hacia el centro. La pelvis y las extremidades inferiores,
aunque en mal estado de conservación, se encontraron articuladas pero muy fragmentadas se
hallaron la tibia, peroné y fémur izquierdo. Sobre el fémur izquierdo se encontró una pequeña
lámina de metal. Este entierro no tuvo asociaciones.
Posiblemente el individuo haya sido depositado envuelto en un fardo funerario y durante los
cambios post mortem pudo suceder la desestabilización de la osamenta.

12.3.2. ENTIERRO 2
Se trata de un entierro de fosa post-moche con un solo individuo. Se ubica en el cuadro 3L con
cuadrículas 8S/15E. La fosa de forma ovoide rompe el piso 1, el eje mayor está orientado de norte a
sur y sus dimensiones son: 1,05 m de largo por 0,88 m y de profundidad 1,30 m; el material del
relleno está compuesto principalmente de arena y arcilla, hay presencia de gravilla con pequeñas
piedras, es de consistencia semi-compacta, de color marrón claro, hay una abundante presencia

127
fragmentos de cerámica y restos malacológicos. La matriz del
entierro se encuentra en la cota 33,66 msnm (Fig. 80 y 81).
La osamenta, articulada pero en mal estado de
conservación, corresponde a un adulto masculino
(identificación de edad del Dr. John Verano, comunicación
personal) en posición sentada. El cráneo del individuo se
encontró con los maxilares boca abajo posiblemente
orientado hacia el norte teniendo en cuenta la posición de las
manos y pies. Parte de la columna vertebral estaba doblada
hacia adelante. Las extremidades superiores se encontraron
flexionadas, el brazo derecho estaba dentro del cuerpo sobre
el pie izquierdo y el brazo izquierdo se hallaba fuera del Fig.80. Vista del entierro 2, tomada
cuerpo hacia el oeste del pie derecho. Las extremidades de norte a sur.

inferiores se encontraron flexionadas y cruzadas, las rodillas estaban junto al tórax. Los pies se
hallaban relativamente cerca.
Posiblemente el individuo fue enterrado con
un fardo funerario y las manos estuvieron sobre los
muslos a la altura de la rodilla y producto de los
cambios post mortem una mano quedo dentro y la
otra fuera del cuerpo.
Se asocian a este entierro 3 vasijas de cerámica:
una botella de doble cámara hallada al norte del
individuo por la tibia y peroné izquierdo; una botella
de pasta negra, no presenta decoración y no se
encontró la asa lateral, está asociado con la mano
derecha y el pie izquierdo de la osamenta y un

Fig. 81. Dibujo de planta del entierro 2 del cántaro cara gollete encontrada junto con la vasija 2.
Conjunto Arquitectónico 48.

a. Ajuar funerario
Cerámica: Se recuperaron tres vasijas completas. Dentro de las vasijas registramos dos
botellas y un cántaro (Fig. 82).

128
Fig. 82. Vasijas del entierro 2 del Conjunto Arquitectónico 48.

Vasijas 1: Se trata de una botella de doble cuerpo, gollete recto, asa puente y base plana.
Cocción oxidante, tratamiento superficial pulido y técnica decorativa escultórica y pintura
blanco y negro. Primer cuerpo: Se trata de una botella de gollete recto, cuerpo lenticular y base
plana. El gollete está pintado de blanco, con cuatro bandas horizontales negras. El cuerpo
presenta dos paneles trapezoidales. Cada panel presenta un triángulo central de borde aserrado
rojo, blanco y negro, con círculos blancos.
Segundo cuerpo: Se trata de una vasija escultórica representando a un personaje sentado
en posición de flor de loto, sosteniendo una porra con la mano derecha y otra sobre la rodilla
izquierda. Ojos cerrados y pintura facial. Porta tocado y muñequeras. Cubierto por un manto
decorado en la parte trasera con motivos geométricos a la altura de la cintura (Fig.83).

Vasija 2: Se trata de una botella de gollete


recto, cuerpo carenado y base plana. Perdida de asa
lateral cintada. Cocción reductora, tratamiento
superficial pulido. No tiene decoración.

Vasija 3: Se trata de un cántaro de cuello


evertido, cuerpo lenticular, asa lateral cintada y base
convexa. Cocción oxidante, tratamiento superficial
alisado y técnica decorativa escultórica y pintura
blanca. En el gollete presenta un rostro
Fig.83. Dibujo de botella de doble cuerpo del
antropomorfo con orejeras y tocado pintado de E-2 (vista lateral).

129
blanco con líneas diagonales y puntos negros alrededor del borde. La mitad del cuerpo presenta
una túnica formada por una banda blanca delineada de negro con una línea negra interna. En
el interior se observa una línea ondulante blanca de borde negro, con una línea serpenteante.
Alrededor de esta línea se encuentran círculos blancos con puntos centrales negros.

Comentarios
El hallazgo de estos entierros post moche es materia de estudio para futuras investigaciones sobre
patrones funerarios en el sitio Huacas de Moche. Por el momento informamos que la disposición de los
individuos registrados es con las extremidades flexionadas, los pies ligeramente separados o juntos, y
generalmente, las extremidades superiores se colocan entre el tórax y las extremidades inferiores y al
mismo tiempo con las manos entre las piernas. En algunas ocasiones los cuerpos se hallan inclinados,
como respuesta a una fuerza de empuje por factores exógenos, dentro de los efectos de los procesos
post deposicionales y sin excluir la influencia de los procesos post mortem (Krenzer 2006). Una evidencia
que nos permitió determinar la orientación principal del cuerpo inhumado es la posición de la pelvis,
porque sabemos que al depositar a un individuo sentado la única parte del cuerpo casi inamovible luego
de sellar la tumba es precisamente la pelvis, ya que sobre esta se concentra gran parte del peso corporal.
Con respecto al ajuar funerario, les colocaron láminas de cobre en las manos, en otros casos envueltas
con fibra de algodón.
El estilo de las vasijas de cerámica halladas
(Fig. 84) es similar al de las vasijas nominadas como
Chimú temprano (Early Chimu) por Donnan y
Mackey (1978), y posteriormente como Tanguche
por Chapdelaine y Pimentel (2001) y Bélisle (2008).
En los entierros descubiertos, estas vasijas suelen
rodear el cuerpo, y valga mencionar que entre las
diferentes vasijas halladas, en algunas tumbas hemos
registrado la presencia de por lo menos una pequeña
olla con restos de hollín, lo cual sugiere su uso en un Fig.84. Vasijas de cerámica de los contextos
pequeño festín durante el ritual funerario realizado in funerarios.

situ (Graells 2008).

130
CAPITULO XIII

SÍNTESIS Y DISCUSIÓN

La arquitectura es considerada como contenedor de la acción social, una expresión materializada


del paisaje mental del hombre para organizar, influir e incluso determinar comportamientos. Esta
materialización ocurre en el espacio físico que el hombre necesita para realizar diferentes actividades
domésticas, sociales, políticas, espirituales y cósmicas. Frente a esta situación se han propuesto algunas
herramientas de análisis para el estudio de espacios domésticos como el análisis funcional y simbólico
(Hodder 1994), el análisis formal (Ching 1995) y el análisis sintáctico (Hillier y Hanson 1984). Pero para
definir modelos espaciales de la vida doméstica y las actividades reflejadas en el registro arqueológico,
compete a la Archaeology of Households Activities (Wilk y Rahtje 1982).
Esta investigación está orientada a estudiar la configuración del espacio en algunos conjuntos
arquitectónicos del Núcleo Urbano Moche, en donde están implicadas prácticas sociales y la vida social
como tal (Criado 1999), concibiendo a la arquitectura como la herramienta de construcción de la
realidad social (Mañana et al. 2002). Esto conllevó a concentrar nuestra atención en la organización
tanto del espacio interno de algunas residencias de la ciudad Moche, como de la organización externa
entre residencias o conjuntos arquitectónicos.
Antes de continuar, advertimos de los principios teóricos tomados de la arqueología del paisaje
para entender el espacio. Por ello asumimos la existencia de tres dimensiones que conforman al espacio,
según Criado (1996b): (1) El espacio físico, en donde el hombre realiza sus actividades, (2) El espacio
social, construido por el hombre como escenario de las relaciones entre individuos, y (3) El espacio
pensado, o simbólico mediante el cual entenderemos cómo el hombre se apropia de la naturaleza.
(Criado 1996b: 17; 1999: 6). De esta manera entendemos la arquitectura como el espacio construido, un
lenguaje no hablado y la materialización del paisaje de una o más personas, en donde se reflejan
preceptos sociales, políticos y religiosos. Dentro de esta tendencia, se puede decir que un espacio físico
es generador de una determinada acción social (Shanks y Tilley 1987), y el concepto de espacio
construido se considera como “...un producto humano que utiliza una realidad dada (el espacio físico)
para crear una realidad nueva: el espacio habitacional y, por consiguiente, social, a la que se confiere un
significado simbólico” (Ayán 2003: 18).
En el Núcleo Urbano Moche encontramos diferentes residencias denominadas Conjuntos
Arquitectónicos, que fueron escenario de diferentes encuentros sociales (Bermejo 2009). En estos
espacios construidos la evidencia arqueológica indica que durante más de medio siglo se realizaron
diferentes actividades de carácter doméstico, sociopolítico y ritual. Para el estudio de estas
construcciones, Mañana et al. (2002) plantea necesario, “… definir cómo se han organizado estos

131
volúmenes y qué espacios han sido formados, o bien qué recursos (simbólicos) se han empleado para
crear una determinada escena, ambiente en el que se desenvuelven las relaciones sociales a todos los
niveles, desde las relaciones individuales, familiares hasta los más generales (intergrupales).” (Mañana et
al. 2002: 28).
La investigación realizada fue orientada a identificar diferencias en la configuración del espacio
arquitectónico entre algunos Conjuntos Arquitectónicos del Núcleo Urbano Moche, durante la última
ocupación correspondiente al período Moche Tardío. Durante el análisis del registro planimétrico,
elaborado en la temporada 2013, se han definido cuatro conjuntos arquitectónicos (5; 46, 48 y 49), en
los cuales se identificó algunas diferencias físicas justificadas en factores sociopolíticos, económicos e
ideológicos por vislumbrar.
Las excavaciones de la presente temporada se ampliaron, debido al mal estado de conservación
que la arquitectura presentaba a causa de procesos post deposicionales que con el tiempo transforman y
destruyen yacimientos (Refrew y Bahn 1993; Butzer 2007). Como ya advertía Chapdelaine (2003), la
zona sur del núcleo urbano moche se caracteriza por estar cubierta de arena, lo que hace fácil su
remoción al momento de excavar. A diferencia de la zona central y norte del sitio, en donde existe gran
cantidad de sedimento compacto cubriendo estructuras y dificultando el trabajo para descubrirlas. A
causa del mal estado de conservación, no se cuenta con vanos de acceso definidos, por ello en las líneas
siguientes el lector no encontrará argumentos relacionados a la Space sintax aplicados en los conjuntos
arquitectónicos definidos. Sin embargo, presentamos un estudio arquitectónico en base al proceso de
Análisis formal aplicado al Conjunto Arquitectónico 48 y algunos otros conjuntos para contrastar la
configuración espacial materializada en el espacio construido de éstos, durante el contexto histórico
cultural en el que se formaron. Los Conjuntos Arquitectónicos seleccionados para la muestra
corresponden a aquellos que forman los bloques arquitectónicos 4, 1 y 5 en las secciones norte, centro
y sur, respectivamente, en el Núcleo Urbano Moche. También incluimos el conjunto 46 planteando la
posibilidad de que se trataría de un nuevo bloque arquitectónico, y hasta posteriores excavaciones se
podrá verificar este postulado.

13.1. LAS RESIDENCIAS DE LA CIUDAD MOCHE: EL DISEÑO Y LA FORMA


Estas descripciones permiten tener una idea sobre el diseño y la forma de los Conjuntos
Arquitectónicos, con el objetivo de identificar parámetros sociales e ideológicos practicados en la
construcción de residencias (Conjuntos Arquitectónicos).

132
13.1.1. UN ANÁLISIS FORMAL
En el cuadro 28 presentamos información segregada de acuerdo a la ubicación de algunos
Conjuntos Arquitectónicos en el Núcleo Urbano, es decir, considerando tres sectores: Norte
(Conjuntos Arquitectónicos 39 y 43), Centro (Conjuntos Arquitectónicos 27 y 30) y Sur (46, 48 y
49). En este cuadro mostramos la distribución funcional de espacios al interior de los conjuntos
mencionados, con el objetivo de entender la configuración espacial en los conjuntos arquitectónicos
48 y 49, de esta manera se busca encontrar alguna relación o patrón en dicha distribución.
En la última columna del cuadro se precia la representación de la vista de planta de cada
conjunto arquitectónico analizado, tratando de ilustrar la forma, orientación, y distribución de cada
espacio según la función asignada en las temporadas de investigación precedentes. La abreviación:
“No d.”, se refiere a los espacios funcionalmente no definidos, generalmente debido al estado de
conservación.
Según el criterio empleado en la muestra, observamos que la mayoría de los conjuntos
arquitectónicos localizados desde la sección central del núcleo urbano hacia el norte, tienen una
orientación de este a oeste, mientras que sólo el conjunto 39 tiene un eje mayor de sur a norte. Por
otro lado, en la sección sur todos los conjuntos arquitectónicos de la muestra presentan una
orientación de sur a norte.
Al observar la distribución de espacios al interior de cada conjunto distinguimos que, aunque
esta forma de distribución no fuese intencional al momento de la construcción, en la actualidad se
puede entender bajo un sistema de proporcionalidad aplicado en los Conjuntos Arquitectónicos
edificados. Esta proporcionalidad se ilustra en las celdas del Microsoft Excel, representando las áreas
funcionales al interior de cada conjunto arquitectónico de la muestra, de esta manera identificamos
proporciones de 1:3 y 3:5, es decir, encontramos áreas ocupando de una a tres celdas en el eje más
corto de la residencia, y en el eje más largo encontramos de tres a cinco celdas distribuidas de este a
oeste o de sur a norte, originando el eje mayor del conjunto y la orientación de dicho eje.
Por el momento, esta observación formal es con respecto a los Conjuntos Arquitectónicos de
la muestra, según la sección del Núcleo Urbano en la que se ubiquen. Hasta entonces es visible que
en la sección central casi todos los conjuntos presentan un eje mayor de este a oeste, abarcando el
espacio que existe entre Huaca del Sol y Huaca de la Luna, posiblemente este espacio fue ocupado
de forma estratégica al ubicarse entre dos construcciones importantes para la sociedad y así gozar de
beneficios socioeconómicos.

133
UBICACIÓN ILUSTRACIÓN DE VISTA DE PLANTA
CONJUNTO
SECCIÓN EN EL NUM CONTEXTOS
ARQUITECTÓNICO
1 2 3 4
Sur Este Centro Oeste Norte

COCINA Y ALIMENTACIÓN
X X

DEPÓSITOS-ALMACENAMIENTO CA-D-P 1
X X X

PATIO CA 2
X
39
ÁREA RESIDENCIAL Y DESCANSO D 3

No d. 4

NORTE
COCINA Y ALIMENTACIÓN
X X

DEPÓSITOS-ALMACENAMIENTO CA 1
X X

PATIO AR P P-CA 2
X X
43
ÁREA RESIDENCIAL Y DESCANSO D D 3
X

COCINA Y ALIMENTACIÓN
X X X

DEPÓSITOS-ALMACENAMIENTO CA P D-AR 1
X

27 PATIO CA CA-P 2
X X

ÁREA RESIDENCIAL Y DESCANSO


X

CENTRO
DISTRIBUCIÓN COCINA Y ALIMENTACIÓN
FUNCIONAL DE X
ESPACIOS EN
DEPÓSITOS-ALMACENAMIENTO AR CA D No d. 1
CONJUNTOS X X X
ARQUITECTÓNICOS
DEL NUM (MUESTRA) 30 PATIO D D No d. 2
X

ÁREA RESIDENCIAL Y DESCANSO P No d. 3


X X

COCINA Y ALIMENTACIÓN
X X X

DEPÓSITOS-ALMACENAMIENTO D 1
X X X

PATIO AR AR 2
X

46 ÁREA RESIDENCIAL Y DESCANSO CA CA-P-D-CA 3


X X X X

AR P 4

AR 5

No d.
COCINA Y ALIMENTACIÓN No d. AR 1
X X AR

SUR DEPÓSITOS-ALMACENAMIENTO AR P-CA-D 2


X

PATIO No d. 3
X
48
ÁREA RESIDENCIAL Y DESCANSO
X X X

COCINA Y ALIMENTACIÓN D P 1

DEPÓSITOS-ALMACENAMIENTO AR AR 2
X X
49
PATIO No d. 3
X X

ÁREA RESIDENCIAL Y DESCANSO


X X

Cuadro 28. Distribución de espacios en base a una muestra seleccionada del Núcleo Urbano Moche.
a. Los factores organizativos
Continuando con el análisis formal de los conjuntos arquitectónicos de la muestra, y
empleando los tipos de factores organizativos empleados por Mañana et al. (2002): Modos de
relaciones espaciales, Modos de organización espacial y Principios organizadores adicionales. A
continuación se presentan los factores que se han identificado:

Modos de relaciones espaciales


En los conjuntos arquitectónicos de la muestra, las más frecuentes son:
Espacios contiguos: Se identifican mediante la observación del plano y las unidades
arquitectónicas que comunican los diferentes espacios definidos. De esta manera, en las
residencias del Núcleo Urbano encontramos espacios de diferentes dimensiones espaciales,
pero todos ellos conectados mediante vanos de acceso, y en algunos casos estos vanos se
asocian a rampas como es el caso del conjunto 46 (Meneses et al. 2013) y el 5 (Chapdelaine et
al 1997).
Espacios vinculados por otro en común: Referido a los espacios arquitectónicos que articulan
otros, haciendo necesario circular por estos espacios para acceder al que se pretende ingresar.
En la ilustración funcional de la muestra se aprecian áreas próximas y distantes entre sí.
En cada Conjunto Arquitectónico se pueden identificar espacios vinculados por otro en
común, espacios que se han definido funcionalmente. Las áreas funcionales en común, y a la
vez más frecuentes son dos: Las áreas de Cocina-Alimentación y los Patios. Ambos espacios
generalmente se ubican en la parte central, norte o sur al interior de los conjuntos
arquitectónicos, y a través de ellos es que posiblemente se podía ingresar a los diferentes
ambientes del conjunto arquitectónico al que se ingresaba. Este es el caso del Bloque 4, en la
sección norte del Núcleo Urbano, en donde se determinó que los diferentes espacios que
conformaban el conjunto estaban articulados a través del patio principal (Gayoso 2010 y
Seoane et al. 2010), en años posteriores Meneses et al. (2011) definieron este bloque como una
residencia de élite, en donde se ofrecían festines para ostentar el poder y reforzar vínculos
políticos. En la muestra de conjuntos elegidos para el análisis, los conjuntos presentan
similitud en la configuración del espacio arquitectónico en cuanto a la ubicación del patio y la
cocina, a través del patio y la cocina es que se puede ingresar a los ambientes del bloque
arquitectónico.

135
Modos de organización espacial
Estos ordenan y disponen la forma y los espacios de una edificación (Mañana et al.
2002). Para el caso de los Conjuntos Arquitectónicos analizados, se ha identificado “La
organización agrupada” como el modo de organización más frecuente:
Organización agrupada: Los ambientes de uno o más Conjuntos Arquitectónicos no fueron
empleados para funciones similares, en algunos casos se han definido funciones específicas
(producción, cocción de alimentos, celebraciones, ritual, almacenamiento y vías de
circulación) y espacios flexibles. Estos ambientes conectados por vías de circulación y vanos
de acceso, guardan una relación de proximidad y, de acuerdo a la distribución funcional de
espacios al interior de los conjuntos arquitectónicos, es posible que el rasgo visual común que
compartieron eran el área de preparación de alimentos, los patios y las plazas, a partir de los
cuales se accedía a los ambientes al interior de la residencia, y probablemente estos espacios
fueron los ejes de circulación de los Conjuntos Arquitectónicos estudiados.

Principios organizadores adicionales


Son aquellos que ordenan el espacio arquitectónico, por medio de ellos se transmiten
mensajes acerca de las formas y espacios que conforman una construcción, expresando
unidad y orden.
Eje: En algunas construcciones podemos trazar una línea imaginaria, de un extremo a
otro, uniendo dos puntos en un determinado espacio construido, entre diferentes unidades
arquitectónicas y en algunos casos definiendo la dimensión máxima de la edificación. Esta
línea imaginaria permite tener una idea de la orientación de tal edificación. Los conjuntos
arquitectónicos de la muestra, presentan diferentes dimensiones en la vista de planta, de las
cuales podemos definir dos ejes: X) Este-Oeste y Y) Sur-Norte, el primer eje está presente en
todos los Conjuntos Arquitectónicos de la sección central del Núcleo Urbano Moche, y el
segundo eje es visible en la mayoría de los conjuntos de la sección norte y sur. Estos ejes
permiten distinguir el largo y el ancho máximo de cada conjunto arquitectónico de la muestra,
por ejemplo: en los conjuntos de la sección norte, el conjunto 43 mide 43.04m de sur a norte
y 28.35m de este a oeste, el conjunto 39 mide 39.82m de norte a sur y 20.84m de este a
oeste(Fig. 85.a); en la sección central el conjunto 30 presenta 20.69m de norte a sur y 31.42m
de este a oeste, y en el conjunto 27 el eje norte-sur mide 16.46 y el este-oeste 34.84 (Fig.
85.b); y en la sección sur, el conjunto 46 mide 55.98m de sur a norte y 33.87m de este a oeste,
en esta misma sección encontramos el conjunto 48, el cual presenta 58.39m de sur a norte y
23.91m de este a oeste (Fig. 85.c).

136
Fig. 85a. Ejes de los conjuntos arquitectónicos 39 y 43, ubicados en
la sección norte del Núcleo Urbano Moche.

Fig. 85b. Ejes de los conjuntos arquitectónicos 30 y 27, ubicados en


la sección central del Núcleo Urbano Moche.

137
Y

Fig. 85c. Ejes de los conjuntos arquitectónicos 46 y 48, ubicados en


la sección norte del Núcleo Urbano Moche.

Simetría: Este principio origina un punto central materializado en un espacio


arquitectónico en el que se define el eje principal, ordenando el espacio de manera bilateral.
En el análisis de Conjuntos Arquitectónicos seleccionados para este análisis no se ha
identificado alguna simetría en las residencias Moche.
Jerarquía: De acuerdo a las dimensiones, forma y ubicación de diferentes espacios
construidos, se puede determinar la importancia espacial y simbólica que expresan. Este
principio es el mejor desarrollado y materializado en las residencias de la ciudad Moche, en
base a nuestro análisis y a modo de propuesta planteamos la existencia de jerarquías
arquitectónicas a dos niveles: El primer nivel (Intrínseco) es con respecto a la edificación en sí
misma, la cual se define mediante las diferencias expresadas en las dimensiones y el grado de
acceso restringido al interior de los ambientes que conforman los conjuntos arquitectónicos.
El segundo nivel (Extrínseco), se relaciona con la ubicación de los Conjuntos Arquitectónicos
en el núcleo urbano, específicamente respecto al grado de proximidad al Templo Viejo y
Huaca del Sol, configurando la sección central como una zona privilegiada y el foco de
beneficios socioeconómicos y cósmicos que emanaban de los dos monumentos más
importantes de la ciudad y el Valle. Un ejemplo de esta jerarquía es planteado por Smith

138
(2010), quien considera la idea de un epicentro urbano y una zona peri urbana, y en el
epicentro urbano se encontraría los elementos sociales, económicos, ideológicos y políticos
más importantes de la ciudad, mientras que en la zona peri urbana se concentran los barrios
en donde la sociedad carece de los beneficios del epicentro urbano. Sin embargo, para el
autor, los barrios son los escenarios de mayor interacción y podrían ser los más volubles
frente a cambios en el sistema administrativo, y en ocasiones podrían segregarse por aspectos
religiosos. Otro aporte de Michael Smith, es la propuesta de un modelo de arriba hacia abajo
y de abajo hacia arriba, en los que se determina la influencia sobre los cambios o la aceptación
de los cambios de un lado de la sociedad. Asumiendo la existencia de personas responsables
de la organización social y sustento ideológico, y por otro lado grupos de personas
subordinados a estos, el proceso implica la dirección de los cambios en dicha organización,
debido a que podrían ser determinados por un grupo dirigente o por los subordinados, como
plantea Quilter (2010), la sociedad es independiente y asumir cambios políticos, ideológicos o
religiosos depende de la asimilación y aceptación de estos, de lo contrario pueden ser
abstraídos, pero no practicados.

13.1.2. UN ANÁLISIS ESPACIAL: CARACTERIZANDO LOS CONJUNTOS


ARQUITECTÓNICOS
Presentamos algunas características arquitectónicas de acuerdo a la ubicación de algunos
Conjuntos Arquitectónicos con respecto al Núcleo Urbano, considerando tres sectores: Norte
(Conjuntos Arquitectónicos 39 y 43), Centro (Conjuntos Arquitectónicos 27 y 30) y Sur (46, 48 y
49).

a. La sección Norte
Los Conjuntos Arquitectónicos de la sección norte del Núcleo Urbano Moche han
albergado la realización de festines con la finalidad de establecer alianzas políticas e ideológicas
para obtener supremacía entre uno y otro bloque (Seoane et al. 2007, 2008; Zavaleta et al. 2009;
Gayoso 2010). Más adelante caracterizaremos la distribución funcional de los Conjuntos
Arquitectónicos 39 y 43 (Bloque 4), durante la última ocupación, para entender la
configuración espacial que expresa.
El Conjunto Arquitectónico 39 es el único de la sección norte que tiene una orientación
norte-sur, cuyo vano de acceso principal se encuentra en la esquina suroeste. Este Conjunto fue
dividido en tres áreas de acuerdo con el comportamiento del material: al norte un área de
cocina, donde se encuentra un fogón asociado a un patio; la porción central un área de cocinas

139
y almacenamiento y al sur un área que fue usada como depósitos, en la última ocupación es
ahora convertida en una gran banqueta de trabajo relacionada al parecer con una actividad de
molienda (Seoane et al. 2007: 206). Debido a esto, Seoane (Ibid) propone que la función
principal del CA39 habría sido la preparación de alimentos, íntimamente ligada con las
relaciones sociales tal como propone Gumerman (1997). Además, la presencia abundante de
cántaros y ollas, manos de moler y agujas empleadas para la extracción de la carne de las
conchas de los gasterópodos corrobora con lo planteado.
El Conjunto Arquitectónico 43 tiene orientación este-oeste. Presenta dos vanos de acceso,
uno ubicado al este, directamente desde la Avenida 1 y el otro en la esquina suroeste de los
ambientes anexos. El conjunto presenta una antesala ubicada al este para la recepción de los
participantes a las festividades que se estarían realizando en el patio de la residencia, un área de
consumo de alimentos al sur, pequeños espacios que por sus dimensiones y ubicación hacia el
lado este se tratarían de depósitos para el almacenamiento de productos, un área de
preparación de alimentos (cocina) con depósitos asociados ubicada al noreste del patio, y un
área de descanso al oeste del mismo (Zavaleta et al. 2009). Este diseño arquitectónico en base a
un patio con banquetas rodeado de áreas de servicio se basó en una nueva estrategia de control
y dominio por parte de la élite Moche, que sustentaban las reuniones entre señores con el
objetivo de mantener el poder político y religioso (Zavaleta et al. 2009: 367).

b. La sección Central
La sección central del Núcleo Urbano Moche está conformada por Conjuntos
Arquitectónicos cuya arquitectura está asociada a espacios abiertos denominado plazas, las
cuales estuvieron destinadas a la recepción, almacenamiento, intercambio y distribución de
bienes y materia prima asociadas a talleres (Seoane et al. 2010: 387). A continuación
abarcaremos el estudio de la última ocupación de los Conjuntos Arquitectónicos 27 y 30 que
conforman el Bloque 1 (Chiguala et al. 2005) para entender la distribución de los espacios de
acuerdo a su funcionalidad en estos Conjuntos.
El Conjunto Arquitectónico 27 tiene orientación este-oeste. El Conjunto presenta un
patio principal ubicado en el sur, el cual actúa como un elemento separador entre dos áreas, el
área de preparación de alimentos al oeste y el área de almacenamiento al este, un área de cocina
localizada al noreste, un área de consumo de alimentos ubicada en la parte norcentral del
Conjunto la cual está relacionada con áreas de descanso y pequeños depósitos ubicados al este
de un área de cocina localizada al suroeste (Chiguala et al. 2004).
El Conjunto Arquitectónico 30 presenta orientación este-oeste. El subconjunto 1 del
Conjunto 30 resalta por su carácter público y compleja caracterización arquitectónica (Chiguala

140
et al. 2005), en el cual se encuentra un patio de grandes dimensiones con banquetas, espacio
ordenador de todo el conjunto, en asociación con depósitos pequeños y cocinas hacia el norte.
Estos depósitos estarían relacionados al almacenamiento de bienes e insumos importantes por
hallarse cercanos y controlados desde el patio principal (Seoane et al. 2010: 380).

13.2. INTERACCIÓN DE LOS CONJUNTOS 5, 48 Y 49: UN NUEVO BLOQUE


ARQUITECTÓNICO
Durante las ocupaciones tardías en el Núcleo Urbano Moche, se aprecia la formación de bloques
arquitectónicos, en los que residen grupos corporativos para realizar actividades complementarias al
servicio de un señor principal (Uceda 2005). Por ello proponemos la presencia de un nuevo Bloque
Arquitectónico que agrupa los Conjuntos 5, 48 y 49, además con la presencia de un Patio Principal
(Patio 1) que articula los Conjuntos 5 y 48 (Fig. 86 y 87). No se han podido identificar los vanos de
acceso, pero según la ubicación de los muros más anchos y largos (Chapdelaine 2003) -por lo menos
restos de ellos- se han identificado próximos a los conjuntos intervenidos en temporadas anteriores
(Chapdelaine et al. 1997; Meneses et al. 2012, 2013). Los límites este y norte se han planteado de acuerdo
a la evidencia arqueológica, como por ejemplo improntas de muro y proyecciones de muros
erosionados.

141
Callejón

Fig. 86. Plano del Bloque Arquitectónico 5 y vías de circulación.

En el Conjunto Arquitectónico 5 encontramos un área de preparación de alimentos en el ambiente


46-2, identificada mediante el hallazgo del fogón 46-14, del cual se podía observar la intensidad de uso
debido a la termo-alteración que presentaba las paredes de la cámara y la gran concentración de ceniza
ubicada a los costados. Lamentablemente la cámara del fogón y el área de evacuación se encontraron
disturbadas, de manera que el material depositado fue afectado por la erosión pluvial y el huaqueo,
dejando sólo restos de ceniza y basura removida. El material recuperado fue cuantitativamente
reducido. Anexado al ambiente 46-2, al lado este, ubicamos algunos ambientes (46-1, 46-4, 46-74),
asociados al mismo tiempo con un gran espacio hacia el lado norte, identificado como el Patio Principal
o Patio 1. En los ambientes mencionados se pudo recolectar una considerable cantidad de fragmentos
correspondientes a partes de vasijas, como por ejemplo cántaros y ollas, posiblemente empleadas en las
actividades de cocina y consumo de alimentos. En el lado este del conjunto encontramos ambientes
registrados por Chapdelaine et al. (1997), en donde se encontró un área de combustión y no se definió
alguna función especializada en los ambientes 5-1 y 5-2, por otro lado, los ambientes definidos en esta
temporada tampoco evidencian una función definida. Si bien en la temporada de 1995 el equipo de
investigación dirigido por Chapdelaine, sólo excavaron una parte del lado este del conjunto 5, pero en

142
esta temporada se ha completado el registro planimétrico, permitiendo un mejor entendimiento acerca
de la función de este conjunto, por lo que parece haber funcionado como un área de servicios y
preparación de alimentos. Desde lo ambientes aquí definidos se pudo atender a los asistentes en las
ceremonias realizadas en el Patio 1, existiendo la posibilidad de que para acceder por el lado sur de este
Patio y el Bloque 5 era necesario atravesar el Conjunto 5.

El Patio Principal (Patio 1):


Nominado como el ambiente 46-3 (Meneses et al. 2013), se ubica en la parte oeste y central del
Bloque 5, articulando y al mismo tiempo dividiendo los conjuntos 5 y 48, sin embargo al realizar una
limpieza de extremo a extremo en la mitad y al interior de este, notamos que bajo 0,20 m. de arena
existe una superficie arcillosa y grumosa en muy mal estado de conservación, por lo que se trataría de
una superficie de uso. Este hecho dio sentido a la disposición de los muros que estaban unidos al
Conjunto 48 y se orientaban de norte a sur, demostrando que este ambiente funcionó como un espacio
público y parcialmente cercado, en el que posiblemente se realizaron actividades públicas, encuentros
sociales, en donde se concretaban prácticas económicas y sociales como el intercambio, reciprocidad,
festividades y actos políticos. Esto explicaba la presencia de restos de muros que limitaban esta área,
logrando un parcial acceso restringido a este Patio. Tentativamente proponemos que el Patio 1 pudo
contar con cuatro accesos: (1) por el sur, comunicándose con el Conjunto 5; (2) por el este y el norte
(3), los restos de algunos espacios que conectaban con el Conjunto 48 y un patio (ambiente 48-13); (4)
por el oeste, posiblemente debió funcionar el acceso principal al Patio.
El primer acceso es factible al identificar el área de preparación de alimentos y el fogón en la parte
sur del conjunto, aparentemente el fogón se ubicaba en un espacio abierto y así los vientos
provenientes del sur hacían más efectiva la combustión. Luego de la cocción de alimentos estos se
habrían servido en algunas vasijas para distribuir los alimentos en los diferentes ambientes del conjunto,
y en este caso para atender a los asistentes en el Patio.
El segundo acceso, es arriesgado plantearlo, pero los restos de piso indican una conexión como vía
circulación entre el Patio y la arquitectura ubicada al este del mismo, tal vez como parte del sistema de
estructuración de las relaciones sociales (Bermejo 2009). En este caso significaría una forma de
circulación exclusiva para ciertas personas, aunque sospechamos que sea para quienes tengan el grado
de confianza o afinidad suficiente, en la vivienda y con los residentes, para circular por los espacios del
Conjunto 48, transitando desde la cocina (48-16) o los ambientes anexos, luego atravesar el espacio del
patio (48-13), de modo que para llegar al área residencial del conjunto 48 es necesario ingresar a un
espacio transicional entre este y el patio (ambiente 48-13).

143
Fig.87. Isometría del Bloque Arquitectónico 5.

El tercer acceso, ubicado al norte, y mostrando el uso exclusivo por parte del oferente o el
residente principal, sobre todo cuando este se dirigía al Patio 1 para presidir o presenciar las actividades
realizadas allí. De ser así, quien se disponía a salir de los ambientes ubicados en el área residencial del
Conjunto 48, automáticamente transitaba en dirección sur, una vez en el umbral la orientación del
cuerpo era hacia el sur, y quienes le viesen desde el Patio debían observarlo orientando la mirada hacia
el norte. Este acto, sea inconsciente o intencional es discutible, pero simbólico.
El cuarto acceso, ubicado al oeste, se identificó al observar pequeños restos de media caña y piso
en una parte del muro oeste, por lo que se propone la presencia del acceso principal al Patio 1. Al
contar con el vano de acceso principal en este lado, ubicaría éste frente a frente con el acceso principal
propuesto para el Conjunto 46 (Meneses et al. 2013). Es decir, los conjuntos aledaños al Patio 1, como
por ejemplo el 46, 5, 48 y 49 sugieren una evidente interacción social entre los residentes de cada
conjunto al interior del Bloque 5 y con quienes ingresaban desde la Avenida 4.
Por otro lado, respecto a la configuración del espacio arquitectónico, prestamos atención a la
ubicación del área de servicios del Conjunto 5 ubicada frente al área de servicios del Conjunto 46. Esto
es un caso similar a lo que sucede en los Conjuntos 39 frente al 43 en el Bloque 4, y los Conjuntos 27
igualmente frente al 30, en donde el ingreso a los conjuntos arquitectónicos se realizaba a través del área
de preparación de alimentos, asociado a patios. La presencia del acceso principal ubicado en las áreas de

144
cocina hacía necesario atravesar esta área para llegar al patio principal, lo que se ha venido interpretando
como una forma de ostentación de bienes y prestigio al exhibirlos (Hérskovits 1982; Vaughn 2004;
Chiguala et al. 2004; Seoane et al. 2009, 2010; Meneses et al. 2011, 2012, 2013).
Las plazas y patios del núcleo urbano moche se encuentran dentro de la categoría de espacios
públicos (Klarich 2005), una versión costeña y físicamente estilizada de Kanchas (Herrera 2005), los
cuales funcionaron como escenarios de encuentros sociales (Bermejo 2009), el lugar de celebración de
ceremoniales públicos y rituales (Uceda 2008), y como un espacio liminal hallándose en medio y al
interior del mundo de los vivos y el de los muertos (Herrera 2005). Es en este lugar en donde las
actividades de generosidad e intercambio se expresaban acompañados de comida, música y bebida en
ocasiones festivas. Pero la diferencia entre las plazas y patios no sólo reside en las dimensiones
espaciales que puedan alcanzar, sino en el libre acceso para el caso de las plazas, y acceso restringido en
los patios.
El Conjunto Arquitectónico 48 se ubica al norte del Patio 1, y está conformada por 14 ambientes.
El estado de conservación no permitió obtener límites definidos del conjunto. Sin embargo la evidencia
de escorrentías y sedimento sobre el piso sugiere que los muros límites están ausentes debido a que
colapsaron y en algunos casos fueron erosionados por las lluvias y el material que estas transportan.
Finalmente, el huaqueo terminó de destruir la arquitectura en esta parte del conjunto. A pesar de ello,
en el área se puede observar espacios reducidos, expresando un carácter privado. Aquí encontramos
una serie de muros dividiendo a los ambientes definidos, aunque no es el caso de los vanos de accesos,
estas divisiones complejas del espacio son frecuentes durante moche tardío a diferencia de las
ocupaciones más tempranas (Tello et al. 2003). Aparentemente estos espacios funcionaron como una
zona privada, por donde circulaban las personas admitidas o emparentadas con los residentes.
En esta parte del Conjunto encontramos un patio al que hemos denominado Patio Secundario
(Patio 2), de 5m de largo y 5m de ancho (ambiente 48-13), en el que se halló una banqueta orientada de
este a oeste en la parte norte del mismo. Este Patio 2 articula a los ambientes que le rodean. Por el este
se conecta con ambientes asociados a un área (ambiente 48-16) de combustión (Fogón 1), de donde se
extrajo gran cantidad de material orgánico e inorgánico, sobre todo restos óseos de mamífero y peces, y
en los últimos se destaca la Galieichthys peruvianus (Bagre), Sardinops sagax sagax (Sardina), Sciaena deliciosa
(Lorna) y para los mamíferos la especie Lama sp. Por el oeste limita con ambientes con divisiones no
muy claras, los mismos que conducen hacia el Patio 1. El fogón asociado al Patio 2 sugiere que los
alimentos preparados en esta área pudieron obtenerse mediante intercambio en el Patio 1, como es el
caso de la residencia vecina: El Conjunto 46 (Meneses et al. 2012). Es posible que desde el área de
combustión (ambiente 48-16) los alimentos fuesen distribuidos hacia el Patio 2 y otros ambientes
anexos a este, es así que en esta área se encontraron restos de vasijas empleadas para depositar líquidos
y tal vez alimentos. Entonces, el Patio 2 habría funcionado como un espacio para actividades de

145
carácter privado, tal vez actos familiares, políticos y administrativos, importantes en la organización de
la residencia.
El Conjunto Arquitectónico 49 y los ambientes que presenta, no reflejan una función definida
pero, por las características físicas de la distribución de unidades arquitectónicas, a modo de propuesta
planteamos que estos espacios funcionaban como área residencial y para realización de rituales (Fig. 88)
ocupada por un pequeño grupo. Siguiendo nuestro planteamiento, sugerimos que el vano de acceso al
Conjunto debió encontrarse en el lado este, por medio del cual se ingresaría hacia el ambiente 49-8 por
el norte y el 49-1 por el sur, y a través de los cuales se accedía a dos ambientes espaciosos: el ambiente
49-2 y el 49-13. Sin embargo, en el ambiente 49-13 hay restos de una banqueta (ambiente 49-14)
ubicada en la esquina suroeste, lo que permite inferir el uso de este espacio como un patio empleado
para ocasiones festivas, rituales o administrativas de la residencia.

Fig. 88. Funcionalidad de los Conjuntos Arquitectónicos 5, 48 y 49 del Bloque 5.

Los ambientes anexos a los ambientes 49-2 y 49-13 se podrían categorizar como unidades
espaciales flexibles (Meneses et al. 2012), es decir como espacios empleados para diferentes actividades
o de uso múltiple (Shimada 1994b).
La construcción y la ubicación del Bloque 5 parecen obedecer a la posición del conjunto 46,
ubicándose al este de tal conjunto. Estratigráficamente los conjuntos 48 y 49 sólo presentan dos pisos y

146
los ambientes de los conjuntos 5 y 49 son amplios, es decir no reflejan una complejización del espacio
(Tello et al. 2003), entonces podemos plantear un corto período de uso, debido a la ausencia de espacios
complejos sin posteriores divisiones, un crecimiento horizontal menor respecto al Conjunto 46 y sólo
una remodelación.
Todo esto evidencia que la construcción del Bloque 5 fue posterior a la del Conjunto
Arquitectónico 46, como una ocupación más tardía, y además con un corto período de uso, a diferencia
del Conjunto 46.
Las actividades sociales practicadas en el Bloque 5 fueron dos: Públicas y privadas. Las actividades
públicas se realizaban en el Patio Principal (Patio 1) y, según la ocasión, el acceso debió ser libre para
quienes participaron en la realización de fiestas laborales o cíclicas (Gumerman 2010). Por otro lado, las
actividades de carácter privado en los patios, por sus dimensiones y ubicación en los Conjuntos 48 y 49,
debió ser un espacio de acceso exclusivo para un determinado grupo de personas según la aceptación y
relación establecida con los residentes, introduciéndose así en la vida doméstica de la residencia.
Tras el abandono de las estructuras del Bloque 5 y, en general, del complejo Huacas de Moche, el
área fue utilizada como cementerio. Entre los Conjuntos 5 y 48 por ejemplo, se hallaron en total seis
individuos que fueron inhumados durante tiempos Post moche, proceso para el cual se cavaron fosas
destruyendo partes de la arquitectura, como por ejemplo algunos pisos y muros.

13.3. LOS CONTEXTOS FUNERARIOS POST MOCHE EN EL BLOQUE


ARQUITECTÓNICO 5
Dentro de nuestra sociedad la muerte siempre genera un impacto que perturba y altera el orden
establecido creando conflictos internos, por ello las prácticas mortuorias tienden a compensar de cierta
forma estos efectos a nivel social, político y económico. Estas prácticas no suelen hacerse de manera
fortuita, por el contrario, es un proceso que involucra desde la preparación del individuo hasta el
enterramiento mismo (Castillo 2000). Así mismo están determinadas por el tipo de creencias de una
sociedad; y por tanto reflejan su complejidad a partir de la cultura material (Binford 1971).
Las prácticas funerarias no solo implicaron el proceso de enterramiento, sino que estuvieron
acompañadas de ceremonias rituales que duraban varios días. En estas ceremonias se encontraban
presentes los familiares del difunto, quienes como parte del ritual fúnebre procuraron enterrarlos con
todo el ajuar necesario con la finalidad de tener satisfecho a sus muertos y como parte de un ritual
relacionado con el culto a los ancestros (Zavaleta et al. 2013).
Las excavaciones realizadas durante este año en el sector sur del núcleo urbano Moche han
revelado la presencia de contextos funerarios cerca de áreas residenciales y de servicios, ambas áreas
conectadas por una plaza. Se han registrado en total seis entierros post moche, colocados en fosa

147
simple. Todas estas características permitirán abordar dar un aporte al estudio sobre los patrones
funerarios en el bloque 5.
En relación a la posición de los individuos, se encuentran sentados flexionados, las extremidades
superiores colocadas entre el tórax y las extremidades inferiores, y al mismo tiempo con las manos entre
las piernas. Por la posición posiblemente estuvieron colocados sobre fardos funerarios .Como los
reportados en Huaca China y en algunos sitios del Valle de Santa, que muestran a los individuos en
posición sentado flexionado, con las manos sobre el rostro, así mismo presentan evidencia de
improntas de soguillas de fibra vegetal en el fondo de la fosa (Chapdelaine et al. 2004).
En cuanto al movimiento del cuerpo, en Huaca de la Luna se han reportado entierros con
manipulación post mortem por Belkys Gutiérrez (2008) para la plataforma I y Seoane (2010) en el
conjunto 42 del Núcleo Urbano Moche. La mayoría de individuos exhumados en los Conjuntos que
hemos excavado se encontraron ligeramente inclinados y algunos con ligero grado de desarticulación,
por lo que creemos que pudo darse por procesos post mortem, o simplemente como parte del proceso de
la descomposición de la carne.
En San José de Moro, a partir de un estudio de contextos funerarios realizado por Nelson y
Castillo (1997), se plantea la posibilidad de que algunos individuos inmediatamente después de su
deceso pasaron por un proceso de momificación natural antes de ser transportados a su lugar de origen
o enterrados; este proceso implicó exponer el cuerpo a condiciones naturales, ocasionando que al
momento de la inhumación se desarticularse con facilidad.
Estas prácticas funerarias del traslado de los individuos, se han plasmado en el arte moche, donde
se representa procesiones funerarias, en las que entre más de un personaje sostiene una litera y en ella
trasladan un cadáver envuelto en fardos, para luego ser enterrado. En algunas maquetas Chimú se han
representado rituales funerarios, al cual se lleva envuelto en un fardo sostenido por una litera (Uceda
1997).
Estos entierros vinieron acompañados de ceremonias rituales en la preparación de alimentos y
celebrados en plazas, esto se comprueba con la presencia de la plaza 10 al noroeste del conjunto 5 y así
como gran cantidad de cántaros y la evidencia de restos de hollín en las ollas colocadas en los entierros.
Posiblemente estas ollas eran quemadas no como parte del ritual purificador del individuo. Así la
importancia de ser enterrados en su lugar de origen es por seguir perteneciendo al grupo social que los
vio nacer y crecer y por el culto a sus ancestros.

148
13.3.1. LOS ESTILOS DEL HORIZONTE MEDIO IDENTIFICADOS EN LOS CONTEXTOS
FUNERARIOS DEL BLOQUE ARQUITECTÓNICO 5
El Horizonte Medio, dividido por la épocas 1 (1A, 1B), 2 (2A y 2B), 3 y 4 de acuerdo a los
estilos cerámicos (Menzel 1964, 1968, 1977), constituyó una etapa crucial en los Andes Centrales
que involucró cambios en el patrón funerario, el crecimiento de una serie de asentamientos y el
desarrollo de un sistema ideológico que unificó gran parte del territorio andino con sus respectivos
aportes locales (Ángeles y Pozzi-Escot 2004).
Numerosos sitios de la época destacan por sus estilos cerámicos foráneos, y San José de Moro
no es la excepción. Sin duda SJM, debido a la gran cantidad de cerámica foránea registrada
demostraba que, más que cualquier otro sitio Mochica, había estado incorporado en los procesos
culturales que habían caracterizado al Horizonte Medio (Castillo 2004: 15). Es durante el Horizonte
Medio 1 y 2 (Menzel 1964) que se produce en el sitio una interacción entre los estilos Moche y Wari
caracterizados por las representaciones de motivos típicamente Mochicas en esquemas polícromos;
y motivos Wari o derivados, casi exclusivamente en esquemas polícromos (Castillo 2000).
Cerro Chepén es otro de los centros importantes durante el Horizonte Medio. Este habría sido
el sitio a través del cual se canalizaron todas estas piezas foráneas dentro del valle bajo del
Jequetepeque. Evidentemente, la recurrente asociación de cerámica Wari y Cajamarca dentro de
contextos intrusivos al valle brinda apoyo a la teoría que sostiene que los Wari y Cajamarca, lejos de
enfrentarse, se apoyaron mutuamente en sus empresas expansionistas (Rosas 2007).
Durante el Horizonte Medio (600 dC - 1000 dC) una nueva tradición alfarera aparece para el
valle del Santa, definida como la esfera «Negra-Blanca-Roja», en alusión a los colores empleados
(Wilson 1988: 334, 342-345). Wilson (1988: 9) estableció la fase Tanguche temprano para el valle del
Santa entre el 650 dC y el 900 dC. Dentro de esta fase las botellas no son comunes y no tienen un
pico recto sino cónico. En cambio, existieron otras formas en la tradición Tanguche Temprano: la
olla de cuello corto, el cántaro de cuello ondulado y el cuenco con un borde inclinado por el
interior. En las vasijas pintadas tanguche temprano se usan hasta tres colores de engobe: negro,
blanco y rojo (Bélisle 2008). Generalmente la mayoría de las vasijas registradas en nuestros entierros
tendrían filiación Tanguche por presentar líneas ondulantes con círculos, además de los colores
propuestos por Bélisle para la decoración (rojo, negro y blanco).
Cajamarca es otra de las tradiciones alfareras más estudiadas y documentadas del Horizonte
Medio. Su sistema de gobierno es el más conocido y discutido con mayor frecuencia en términos de
su cerámica, en particular el estilo Cajamarca Cursivo, cuya forma más característica de este estilo es
el depósito de base anular elaborado en caolín y pintado con motivos geométricos principalmente
en líneas cursivas bordeadas de rojo, marrón y pintura negra (Topic 1991: 236). Una de las vasijas

149
registradas en el entierro 5-21 estaría asociada a este estilo, al tratarse de un plato trípode que
presenta paneles con decoración geométrica con pintura negra.

13.3.2. RITOS, CONVIVENCIA CON LOS MUERTOS, OFRENDAS DE METAL Y


CONCEPCIONES: ALGUNAS APROXIMACIONES
En la historia de las reducciones en la Provincia de Quito, durante el Siglo XVI, Francisco de
Figueroa, un misionero-cronista, informa en el año 1661 sobre la misión de Mainas. Este religioso
reporta las costumbres practicadas por la etnia Mayna, advirtiendo que debido a la variedad de estas
y las diferentes formas de expresión, sólo informa de las más representativas y aquellas en común.
En este contexto, Figueroa narra los sucesos durante los ritos fúnebres de los Maynas, escribiendo
lo siguiente:

“A sus difuntos los entierran con sus alhajas en la mismas casas donde todos viven, sin que les
cause horror tenerlos en una posada, ni temor el de dormir inmediatos o encima de sus sepulturas.
… a las últimas boqueadas del enfermo le tapaban la boca, y luego lo ataban doblándolo,
juntándole las rodillas con el pecho…” (Figueroa 1661: Marzal 1994, pág. 75).

En el caso de que alguien estuviera moribundo, la situación podía ser otra. Cuando ya no había
esperanza de vida y la muerte era inevitable, entre gemidos, llanto y alaridos de los familiares del
moribundo, Figueroa expresa lo siguiente:

“A todo esto está el moribundo muy serio y callado, y aunque sea el dolor muy vivo, lo muestra
poco. Estas son las oraciones con que lo ayudan a bien morir y las jaculatorias con que acaba el
miserable. …
En expirando o a las últimas boqueadas, es grande la tristeza con que acuden, unos a cerrarles la
boca, los ojos y echarle encima toda o la más ropa si la tenían, y otras alhajas, amortajando el
cuerpo aún antes que expire, si se puede llamar mortaja el envoltorio que hacen de él, de su ropa,
pullas y otras alhajuelas, para meterlo en la sepultura o tinaja; otros apagan a prisa los fogones,
para que el alma no se quede ni detenga padeciendo en la lumbrera de la casa.
… Si es cacique principal el difunto, le lloran todas las casas o todo el pueblo por ocho y más
días. … Suelen recompensar este llanto con una gran bebida, en que queman algunas alhajas de
las que quedaron del difunto, y las demás las enajenan. Quiebran las ollas y los platos de que
usaban, por no quedar con memoria ni cosa que viéndola se entristezcan. A los principales y
valientes en guerra, les ponen en las cuatro esquinas de las sepulturas o alrededores, lanzas de

150
chontas clavadas, emplumadas con lunmas de varios colores, llautos o guirnaldas delas mismas
plumas, pendientes de las lanzas, y collares de dientes de hombres y brutos, que en vida usan traer
por gala, al modo de valonas grandes.” (Ibid., pág. 76).

De esta manera se describe parte de los actos fúnebres de estas etnias en Maynas, sin embargo
estos rituales esconden concepciones escatológicas que podríamos entender mediante los escritos de
Figueroa acerca de la vida ultraterrena, pero con respecto a la presencia de metales:

“A este modo dicen que en la otra vida tienen mucho contento en comer, beber, cantar bailar, etc.
Y que para sus fiestas cortan cabezas para bailarlas con muchas bebidas, por ser esta la cosa que
tiene de más regocijo en esta vida, y no quieren que les falte en la otra…
le ponían a los tales cuando se estaba muriendo, la achuela, que es un instrumento como cuchilla,
de cobre muy labrado, e la mano, para que entrase en la otra vida de los bosques y o del cielo,
como matador, con aquella insignia, y por tal fuese respetado y estimado. Cuando alguno muere,
si ven volar alguna garza u otra ave, dicen algunos que aquella es alma del difunto que se va al
descanso.”(Ibid., pág. 70-71).

Los escritos presentados corresponden a los inicios del Siglo XVI, tiempo en el que la
extirpación de idolatrías estaba en proceso, para así erradicar las prácticas rituales propias de la
tradición Andina o llamadas “Paganas y demoníacas” por parte de la organización religiosa que se
introducía en el mundo Andino. Si bien es cierto, cronológicamente este contexto sociocultural está
alejado del período en estudio, pero estas prácticas son producto de un desarrollo en el tiempo, tal
vez no practicadas por todas las comunidades, pero sí podemos rescatar las manifestaciones de
ciertas creencias y el significado de las mismas para obtener no una interpretación general aplicable a
cualquier contexto del mundo Andino, pero sí podríamos encontrar aquí una aproximación de
cómo interpretar ciertas prácticas rituales materializadas en el registro arqueológico, en este caso con
respecto a las prácticas funerarias y los conceptos escatológicos concebidos en estas.
En la narración de Figueroa encontramos dos casos de prácticas funerarias, el de los difuntos y
el de los moribundos. El segundo pone en evidencia que la persona era enterrada agonizando, es
decir “viva”.
En ambos casos, se describe el tratamiento del cuerpo antes de ser inhumado, desde la postura
del cuerpo, en posición sentado flexionado, con las rodillas con el pecho, sin especificar la posición
de las manos, hasta la manera de conformar el ajuar que acompañará al individuo a la tumba.
También se entiende cómo estos eran colocados en tinajas o en fosas integrándolas en la
arquitectura de las viviendas, para después de un tiempo exhumar los restos humanos, incluyendo el

151
ajuar, y finalmente inhumarlo en otro lugar. Esto último es verificable mediante los hallazgos
realizados mediante el Proyecto arqueológico Montegrande-Jaen, en donde se registró arquitectura
asociada a urnas, a manera de féretros, conteniendo restos humanos y ofrendas (Olivera Quirino,
Presentado en: SIMPOSIO CAJAMARCA PREHISPÁNICA, Recientes Investigaciones Arqueológicas
de la Región). Sin embargo, al interior de las residencias del núcleo urbano Moche, también se han
registrado individuos sepultados.
Analizando el tratamiento y preparación del cuerpo, inferimos que al atar el cuerpo en la
posición sentado flexionado se obtuvo una postura fija y determinante en la fosa o lugar de entierro.
Sin embargo no se menciona las extremidades superiores, las que podrían haber sido también
flexionadas o no, o sencillamente se adaptaron a la flexión del cuerpo, es decir se pudo haber
acomodado los brazos al interior o exterior de las extremidades inferiores flexionadas, de tal forma
que se fije la postura principal como la proximidad entre rodillas y pecho, de esta manera se evitaría
movimientos post mortem del cuerpo, pero nuevamente reincidimos en que no se menciona alguna
intervención en las extremidades superiores. En el caso de los entierros hallados en esta temporada
de excavaciones, se registraron en una postura similar, por lo que podría tratarse de un tratamiento
similar para fijar los cuerpos en aquella posición sentada flexionada. Además encontramos otra
explicación en las investigaciones realizadas por Nelson y Castillo (1997) en San José de Moro.
En el particular caso de las osamentas que evidencian alteración de la postura original, a
consecuencia de procesos post mortem y medio físico de la fosa, planteamos nominarla como
posición “sobre flexionada”, debido a que además de la postura flexionada sentada, evidencian
flexiones adicionales en una parte de o en toda la estructura ósea, como por ejemplo en la
orientación final de la cabeza, o la torsión abrupta de la columna vertebral o de algunas
extremidades, y en algunos casos la inclinación corpórea a manera de desplazamiento o desplome.
Pero no debemos dejar pasar la manipulación post mortem, como bien está descrito en el relato, los
restos humanos enterrados podían ser exhumados después de un determinado período de tiempo,
para luego ser trasladados a otro lugar como última morada física del personaje, y este hecho puede
explicar la presencia de osamentas desarticuladas e incompletas.
Por otro lado, los relatos de Figueroa transmiten los diferentes elementos simbólicos que
acompañaban a los ritos funerarios. Uno de estos se refiere a los moribundos, indicando que antes
de morir las personas apagan fogones de la casa para evitar que el alma se quede en la casa. De esta
manera podríamos encontrar alguna relación entre la muerte y la actividad de combustión, aunque
antes de morir sestas áreas sean extinguidas.
Es interesante también otro aspecto, referido a la duración diferencial de las exequias, mientras
que para los caciques estas duraban de ocho y hasta más días, para quienes no lo eran no se detalla
pero se infiere que duraban menos, esta diferencia en prolongación de las exequias puede estar

152
asociada a la importancia social o política del personaje fenecido, sino también a implicancias
económicas expresadas en la hospitalidad brindada a los asistentes, nos referimos a la tradición de
dádiva de comida y bebida a un determinado número de personas por más de un día, para lo cual
habría que contar con los medios económicos y humanos necesarios para cumplir con las
tradiciones de dádiva en este tipo de eventos y así dar buena atención a los participantes delos ritos
fúnebres.
Con respecto a los objetos que conforman el ajar funerario, se describe que los familiares del
difunto depositaban las pertenencias de este para evitar quedarse con algo que les haga recordarle y
generar tristeza, o también se rompía la vajilla que este usaba, aunque no sabemos el lugar preciso de
estos actos, tal vez se realizaban en la casa o en el lugar donde sería depositado el cuerpo, esto
podría explicar la presencia de vasijas totalmente fragmentadas e interpretadas como de cerámica
votiva (Isbell 2000).
Otro aspecto simbólico interesante en los entierros Moche y Post Moche, es la presencia de
pequeñas láminas de metal que se colocaron en las manos y la boca de algunos individuos. La
crónica informa acerca de achuelas de metal pertenecientes a personajes de prestigio social, las que
continuarían siendo utilizadas en la otra vida y así mantener el prestigio, estas achuelas de metal
representaban una insignia prestigiosa. Es precisamente la atribución simbólica aquello que nos
permite proponer que las láminas de metal, y algunas envueltas en fibra de algodón, estarían
representando insignias de prestigio y utilidad dentro de una concepción escatológica. La presencia
de metales, en forma de láminas o transformados en bienes suntuarios, es parte del sistema técnico
cultural (Fraresso 2008) de la sociedad Moche al denotar las implicancias sobre la mano de obra para
obtener estos bienes y además, por cierta preferencia frente al color de metales como el cobre, el
oro y la plata. Esta preferencia por los colores llamativos, como los del cobre, oro y plata, es porque
en algunas sociedades Andinas se cree que atraen y concentran energía (Morachimo, Comunicación
Personal). En el caso de las láminas envueltas con fibra de algodón, existe la posibilidad de que se
esté manifestando una dualidad relacionada con dos actividades o el acceso a bienes que de estas
provienen, la metalurgia y la textilería, resumida simbólicamente en la unión de dos pequeños
elementos materiales.
Sobre los procesos post mortem, asociados a la influencia de los procesos de presión física del
relleno de una tumba durante el proceso de descomposición física de un cuerpo, generan ciertos
desplazamientos o movimientos lentos y continuos del mismo. Lo que explica las “sobre flexiones”
registradas en los contextos funerarios de esta temporada depositados en fosas, y adicionalmente en
otros registrados hasta el momento. Con respecto a los objetos que portan los personajes
inhumados, vendrían a ser la materialización de concepciones escatológicas, es decir la creencia en la

153
vida después de la muerte, y muchos de los objetos que conforman el ajuar funerario serían
empleados por el difunto en otra realidad ajena a la del mundo de los vivos.

13.4. COMENTARIOS FINALES


El estado Moche manejaba estrategias y mecanismos de integración social como por ejemplo la
realización de festines, escenario en el que se ofrecía bebida y comida, además de establecer, fortalecer y
renovar alianzas políticas, esto explicaría la construcción de patios como un espacio indispensable en las
residencias. Por otro lado, en la sección sur se ha identificado un período de abandono asociado a
Moche tardío, hecho sustentado en el registro de más de dos metros de arena entre el Piso 1 y 2. Este
abandono se entendería como una respuesta de dispersión frente a conflictos socioeconómicos, tal y
como plantea Oliver Smith (1994) para el mundo Andino.
Durante la última ocupación en la ciudad Moche se registran dos procesos importantes en la
configuración del espacio arquitectónico: 1) El aumento cuantitativo en la cantidad de depósitos, hecho
que si bien puede manifestar el enriquecimiento de la clase urbana y la expresión de un poder secular,
también podría significar una estrategia administrativa para reorganizar el sistema de administración y
redistribución de bienes que pueda cumplir con la demanda social, evitando la crisis frente a los
conflictos socioeconómicos e ideológicos sucedidos hacia finales de Moche ; y 2) la presencia de patios
que articulan el espacio en las residencias respectivas están presentes en casi todos los conjuntos
arquitectónicos. Es posible que la edificación de patios, al interior de las viviendas y en casi todos los
conjuntos arquitectónicos durante la última ocupación Moche, corresponda a una estrategia
socioeconómica desarrollada con el fin de integrarse y participar de las actividades y los exitosos
mecanismos de integración social desarrollados en el epicentro urbano o sección central del núcleo
urbano. Mediante la participación e integración a este sistema de integración social se podían obtener
los beneficios necesarios para reafirmar una identidad sociopolítica e ideológica.
Planteamos la existencia del Bloque arquitectónico 5, ubicado en el sector sur del núcleo urbano
moche, en el que se concentran los conjuntos arquitectónicos 5, 48 y 49. Aquí encontramos el Patio 1 el
cual, por las dimensiones que presenta, refleja una función de espacio público, combinando los
conceptos de plaza y patio por estar conectado al conjunto 48. Esto demuestra un cambio o transición
en la configuración del espacio arquitectónico, respecto a la construcción de áreas de concurrencia
masiva, durante Moche Tardío. Estos espacios servían para la realización de actividades de integración
social, y se pueden observar en otros sitios de ocupación Moche dentro y fuera del valle epónimo,
como por ejemplo en Galindo y Pampa Grande, lo cual pudo generar una competencia cada vez más
difícil de sostener frente a la dispersión de grupos corporativos que buscaban beneficiarse de las
entidades políticas y religiosas.

154
CONCLUSIONES

1. Las diferencias en la configuración del espacio arquitectónico, durante Moche tardío, se


materializan en las jerarquías arquitectónicas a nivel intrínseco y extrínseco. En las intrínsecas, los
conjuntos arquitectónicos de la muestra se diferencian en el diseño, distribución funcional de
espacios y en la orientación definida por el eje mayor. Las diferencias extrínsecas se definen por el
grado de proximidad entre los conjuntos arquitectónicos con el Templo viejo y Huaca del sol,
configurando las tres secciones en el núcleo urbano, en las que la sección central funcionó como
una zona privilegiada socioeconómicamente. Estas diferencias en la configuración del espacio
arquitectónico responden a la adaptación de un nuevo sistema político que marcó la
reorganización social e ideológica hacia el final de Moche.

2. La configuración del espacio arquitectónico, en los conjuntos de la muestra, permite observar que
los patios y las áreas de preparación de alimentos articulan los diferentes espacios al interior de los
conjuntos arquitectónicos, configurándose como espacios primordiales en la vivienda. Estos
resultados permiten proponer la importante función social que desempeñaron el patio y la cocina
hacia fines de Moche, los mismos que eran considerados como un medio de acceso social a la red
del sistema económico que permitan el progreso económico y alcanzar prestigio.

3. Durante Moche tardío sucedió un incremento cuantitativo en el número de depósitos en las


residencias, además, también identificamos la presencia de patios asociadas a áreas de preparación
de chicha y vajilla empleada en estas actividades, demuestra la intensificación del comensalismo en
la ciudad. Ambos procesos forman parte de mecanismos de integración social, que no sólo reflejan
un incremento de poder económico urbano, sino también una estrategia de carácter administrativa
y social como respuesta a los cambios socioeconómicos tras la crisis político-ideológica Moche.

4. Sobre los contextos funerarios, se han registrado tumbas post moche con un patrón claramente
marcado: la posición sentada flexionada, asociados a un ajuar funerario compuesto principalmente
por vasijas con un estilo caracterizado por la combinación y síntesis artística de formas, diseños y
motivos tanto foráneos como locales, expresando un sincretismo cultural. Además, la presencia de
objetos laminares, agujas y piruros que portan estos individuos estaría relacionado con la
materialización de ciertos pensamientos ideológicos adoptados por estos grupos humanos como
parte de su creencia en la vida después de la muerte, es decir el empleo de éstos en una realidad
completamente diferente a la del mundo de los vivos.

155
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ALAMO, V. y VALDIVIEZO V.
1987 Lista sistemática de moluscos marinos del Perú. Boletín del Instituto del Mar. Volumen
Extraordinario. Callao. Perú.

ALLEN, Gerald R. y ROSS R.D.


1994 Fishes of the Tropical Eastern Pacific. University of Hawaii Press, Honolulu.

ANDERS, Martha B.
1981 “Investigation of State Storage Facilities in Pampa Grande, Peru”. Journal of Field
Archaeology 8, (4): 391-404. Cambridge.

ÁNGELES FALCÓN, R. y Denise POZZI-ESCOT


2004 “El Horizonte Medio al Horizonte Tardío en la costa sur central: el caso del Valle de Asia”. En:
Bulletin de l’Institut Français d’Études Andines, 33 (3): 861-886. Lima, IFEA

AYÁN, Xurxo
2003 “Arqueología de la Arquitectura”. Servicio editorial, Universidad del País Vasco.

BARREDA, Mario
1978 Ictiología General. Imprenta La Popular S.A. Lima Perú. pp. 481.

BAWDEN, Garth
1982 “Community Organization Reflected in the Household: A Study of Precolumbian Social
Dynamics”. En: Journal of Field Archaeology 9 (2): 161-185. Boston University.
1994b “Nuevas formas de cerámica Moche V procedentes de Galindo”. En: Moche: propuestas y
perspectivas. Actas del Primer Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 12 al 16 de abril de 1993),
Santiago Uceda y Elías Mujica, editores. Travaux de l’Institute Français d’Etudes Andines 79:
389-412. Lima, Universidad de La Libertad - Trujillo, Instituto Francés de Estudios Andinos y
Asociación Peruana para el Fomento de las Ciencias Sociales.

156
BÉLISLE, Véronique
2008 “El Horizonte Medio en el valle de Santa: continuidad y discontinuidad con los mochicas del
Intermedio Temprano”. En: Arqueología Mochica: Nuevos enfoques. Actas del Primer
Congreso Internacional de Jóvenes Investigadores de la Cultura Mochica Lima, 4 y 5 de
agosto de 2004. EDITORES, Luis Jaime Castillo B., Hélène Bernier, Gregory Lockard y Julio
Rucabado Y., Pág: 17-32. Lima; Fondo Editorial PUCP. Instituto Francés de Estudios
Andinos- Pontificia Universidad Católica del Perú.

BERMEJO, Jesús
2009 “Leyendo los espacios: una aproximación crítica a la sintaxis espacial como herramienta de
análisis arqueológico”. En: Arqueología de la Arquitectura, 6, pp. 47-62.

BINFORD, Lewis
1971 Mortuary Practices: Their Study and Their Potential, En: Approaches to the Social
Dimensions of Mortuary Practices, Memoirs of the Society for American Archaeology. J.
Brown (Ed).

BREURE, A.S.H.
1978 “Notes on and descriptions of Bulimulidae (Mollusca, Gastropoda)”. En: Zoologische
Verhandelingen No. 164. Leiden. pp. 253.

BROWMAN, David L.
1974 “Pastoral Nomadism in the Andes”. En: Current Anthropology, 15 (2), pp. 188-196.

BUTZER, Karl W.

2007 “Arqueología, una ecología del hombre”. Método y teoría para un enfoque contextual.
Traducido por: María José Aubet, del título original: Archaelogy as human ecology. ©Ediciones Bellaterra
S. L.-España.

CASTILLO L. Feren A.
2012 ESTRUCTURAS DE COMBUSTIÓN. Tipología e implicancias en la modelización
del espacio en el Núcleo Urbano Moche. Tesis para optar el título profesional de
licenciado en Arqueología. Escuela Académico profesional de Arqueología, Facultad de
Ciencias Sociales-Universidad Nacional de Trujillo.

157
CASTILLO, Luis Jaime
2000a La presencia de Wari en San José de Moro. En: Boletín de Arqueología de la Pontificia
Universidad Católica del Perú, N° 4, 2000, 143-179.
2000b “Los rituales mochica de la muerte”. En el poder del Dios Águila y del Dios Búho. En: Los
dioses del antiguo Perú. Banco de Crédito del Perú, editor. Págs: 103-135
2004 Programa Arqueológico San José de Moro, temporada 2004. Pontificia Universidad
Católica del Perú.

CHAPDELAINE, C.
1998 “Excavaciones en la zona urbana de Moche durante 1996”. En: Investigaciones en la
Huaca de la Luna. S. Uceda, E. Mujica & R. Morales, eds., págs: 85-115; Trujillo: Facultad
de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de La Libertad.
2003 “La ciudad de Moche: urbanismo y Estado”. En: Moche hacia el final del milenio (Uceda,
S. & Mujica, E., eds.): 2437-285; Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica
del Perú-Universidad Nacional de Trujillo.

CHAPDELAINE, S. UCEDA; M. MOYA; C. JAUREGUI y Ch. UCEDA.


1997 “Los Complejos Arquitectónicos Urbanos de Moche”. En: Investigaciones en la Huaca de
la Luna 1995, Santiago Uceda, y Ricardo Morales, editores, pág: 71 - 92, Trujillo; Universidad
Nacional de Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales.

CHAPDELAINE, Claude y PIMENTEL, Spissu


2001 “La presencia Moche en el valle del Santa, Costa Norte del Perú”. En: Informe del proyecto
arqueológico PSUM (Proyecto Santa de la Universidad de Monteréal). Départament d’
anthropologie Faculté des arts et des sciencies, Université de Monteéal . Monteréal, Quebec,
Canadá.

CHAPDELAINE, Claude; V. PIMENTEL; G. GAGNÉ; J. GAMBOA; D. REGALADO; D.


CHICOINE.
2004 “Nuevos datos sobre Huaca China, Valle de Santa, Perú”. En: Bull. Inst. fr. Études
andines. 33(1): 55-80.

158
CHIGUALA, Jorge; Nadia GAMARRA; Henry GAYOSO; Gabriel PRIETO; Carlos RENGIFO y
Carol ROJAS.
2004 “Dinámica ocupacional del Conjunto Arquitectónico 27 Núcleo urbano del Complejo
Arqueológico Huacas del Sol y La Luna”. En: Informe Técnico 2003, Proyecto
Arqueológico Huaca de La Luna. S. Uceda y R. Morales, editores, págs: 83-152. Trujillo;
Universidad Nacional de Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales.

CHIGUALA, Jorge; María BEZZOLO, Sinthya CUEVA, Ana LINARES, Ana MAURICIO, Rolando
PAREDES y Liana QUIROZ
2005 “Rasgos arquitectónicos formales que definen y delimitan un bloque arquitectónico: el caso de
los conjuntos arquitectónicos 30 y 27”. En: Informe Técnico del Proyecto Arqueológico
Huaca de la Luna 2004, Santiago Uceda, y Ricardo Morales, editores, Trujillo; Universidad
Nacional de Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales.

CHING, Francis
1995 Arquitectura: forma, espacio y orden. México. Gustavo Gili.

CHIRICHIGNO, N.
1970 “Lista de Crustáceos del Perú´ (Decapoda y Stomatopoda) con datos de su distribución
geográfica. IMARPE 36: 1–95

CRIADO, Felipe
1999 “Del terreno al espacio: Planteamientos y perspectivas para la arqueología del paisaje”. En:
CAPA 6, Criterios y convenciones en arqueología del paisaje. Grupo de investigación en
arqueología del paisaje. Universidad de Santiago de Compostela. España.

DALL, William
1909 “Report on a collection of shells from Peru, with a summary of the littoral marine mollusca of
the Peruvian Zoological Province”. Proceedings United States National Museum. Vol. 37
(1704) Washington, D.C. pp.147-294.

DONNAN, Christopher y MACKEY, Carol


1978 “Ancient burial patterns of the Moche valley, Peru”. University of Texas press/Austin &
London.

159
FRARESSO, Carole
2008 “El sistema técnico de la metalurgia de transformación en la cultura mochica : nuevas
perspectivas” En: Arqueología Mochica: nuevos enfoques. Luis Jaime Castillo, Hélène
Bernier, Gregory Lockard y Julio Rucabado editores. Actas del Primer Congreso
Internacional de Jóvenes Investigadores de la Cultura Mochica. Lima, 4 y 5 de agosto de
2004. Primera edición: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú y el
Instituto Francés de Estudios Andinos. Pg. 153-171.

GAYOSO, Henry
2010 “Excavaciones en los CA 39 y 43, o Bloque Arquitectónico 4: un espacio de fiesta en El
Núcleo Urbano de Huacas del Sol y de la Luna”. En: Informe Técnico del Proyecto
Arqueológico Huaca de la Luna 2009, Santiago Uceda, Elías Mújica y Ricardo Morales,
editores, págs. 397-432, Trujillo; Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de La
Libertad.

GOEPFERT, Nicolás
2008 “Ofrendas y sacrificio de animales en la cultura mochica: el ejemplo de la Plataforma
Uhle, Complejo Arqueológico Huacas del Sol y de la Luna”, in Castillo L J , Bernier H ,
Lockard G & Rucabado J.
2010 “The llama and the deer: dietary and symbolic dualism in the central Andes”.
Anthropozoologica 45 (1). Publications Scientifiques du Muséum national d’Histoire
naturelle, Paris.

GRAELLS, I FABREGAT Raimon


2008 “Análisis de las manifestaciones funerarias de Catalunya durante los SS. VII y VI AC.
Sociedad y cultura material: La asimilación de estímulos mediterráneos”. Tesis
Doctoral, Volumen I. Dpt. De Historia, U. de Arqueología, Prehistoria e Historia antigua.
Lelda 2008.

GUTIÉRREZ, Belkys
2008 “Plataforma Uhle: enterrando y desenterrando muertos”. En: Arqueología Mochica:
nuevos enfoques. Luis Jaime Castillo, Hélène Bernier, Gregory Lockard y Julio Rucabado
editores. Actas del Primer Congreso Internacional de Jóvenes Investigadores de la Cultura
Mochica. Lima, 4 y 5 de agosto de 2004. Primera edición: Fondo Editorial de la Pontificia
Universidad Católica del Perú y el Instituto Francés de Estudios Andinos.Pg.245-259

160
GUMERMAN, George IV
1997 “Food and complex societies”. Journal of Archaeological Method and Theory 4 (2): 105-139.
2010 “Big hearths and big pots: Moche feasting on the North Coast of Peru”. En: Inside Ancient
Kitchen: New direction in the study of daily meals and feast. Elizabeth A. Klarish,
editora, págs 111-132. University press of Colorado.

HAVILAND, William y William COE


1990 Tikal reports. Vol. I: Excavation at Great Plaza, North Terrace and North Acropolis at Tikal.
University Museum Monograph 61. Philadelphia. University of Philadelphia.

HERNÁNDEZ S., Roberto; FERNÁNDEZ C., Carlos y BAPTISTA L., Pilar


1997 Metodología de la investigación. Mc GRAW-HILL INTERAMERICANA MEXICO, S.
A. de C. V. Panamericana Formas e Impresos S. A. Colombia.

HERRERA, Alexander
2005 “Las kancha circulares: Espacios de interacción social en la sierra norte del Perú”. En: Boletín
de Arqueología PUCP, N.° 9, 233-255. ISSN 1029-2004. Fondo editorial PCUP. Lima-Perú.

HILLIER. Bill y HANSON, Julienne


1984 The social logic of space. Bartlett School of architecture and Planning-University College
London.

HERSKOVITCH, Mellville
1982 “Antropología Económica: Estudio de economía comparada”. Fondo de cultura
económica México.

HODDER, I.
1994 “Architecture and meaning: The Example of Neolithic Houses and Tombs”. En: Parker
Pearson, M.; Richard, C. (eds). Architecture and Order.Approaches to Social Space: 73-86.
London: Routledge.

ISBELL William H.

2000 “Repensando el horizonte medio: el caso de Conchopata, Ayacucho, Perú”. En: Boletín de
Arqueología Pucp, No 4, 9-68. Fondo editorial PUCP, Lima-Perú.

161
KLARICH, Elizabeth A.
2005 ¿QUIÉNES ERAN LOS INVITADOS? Cambios temporales y funcionales de los espacios
públicos de pukara como reflejo del cambio de las estrategias de liderazgo durante el periodo
formativo tardío”. Boletín de Arqueología N.° 9, 185-206. Fondo Editorial PUCP. ISSN
1029-2004. Lima- Perú.

KENT, Jonathan D.
1982 “The Domestication and exploitation of the south american camelids: Methods of
analysis and their application to circum-lacustrine archaeological sites in Bolivia and
Perú”. PhD. Dissertation, Washington University-St.Louis. University Microfilms. Ann Arbor.

KRENZER, Udo
2006 Compendio de métodos antropológico forenses para la reconstrucción del perfil osteo-
biológico, Tomo VII: Cambios post mortem. Serie de antropología forense 7. Centro de
Análisis y Antropología Forense. Guatemala

LECOQ, Patrice
1987 “Caravanes de lamas, sel et échanges dans une communauté de Potosi, en Bolivie”. En
Bulletin de l’Institut Français d’Études Andines, 16 (3-4), pp. 1-34.

MAÑANA, Patricia
2002 “Arqueotectura 1: bases teórico metodológicas para una arqueología de la
arquitectura”. Laboratorio de Patrimonio, Paleoambiente e Paisaxe. Instituto de
Investigaciones Tecnolóxicas, Universidad de Santiago de Compostela.

MARINCOVICH Jr., Louie


1973 Intertidal mollusks of Iquique, Chile. Natural History Museum. Los Angeles County: Science
Bolletin No. 16 February 20. Los Angeles. pp. 49.

MARZAL, M. Manuel
1994 La utopía posible. Indios y Jesuitas (1549-1767) en la América Colonial. Tomo II. Fondo
editorial Pontificia Universidad Católica de Lima. Perú.

162
MENESES, J., F. CASTILLO, M. FIGUEROA, M. GARCÍA, B. GÓMEZ, J. TORRES, V.
VELÁSQUEZ y L. VILLANUEVA.
2011 “El Bloque Arquitectónico 4: una residencia de élite durante el Moche Tardío del complejo
arqueológico Huacas del Sol y la Luna”. En: Informe Técnico 2010, Proyecto
Arqueológico Huaca de la Luna. Santiago Uceda y Ricardo Morales, editores. Págs: 179 –
284. Trujillo, Universidad Nacional de Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales.

MENESES, Jorge., Feren CASTILLO, Liseth TORRES, José Carlos RÍOS, Vanesa LA ROSA, Sintia
SANTISTEBAN y Vania ZUÑIGA
2012 “Conjunto Arquitectónico 5: definiendo una nueva residencia en la parte sur del Núcleo
Urbano Moche”. En: Informe Técnico 2011, Proyecto Arqueológico Huaca de la Luna.
Santiago Uceda y Ricardo Morales, editores. Págs.: 309 – 392. Trujillo, Universidad Nacional
de Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales.

MENESES Jorge, Víctor VELÁSQUEZ, Antonio ROBLES, Velko MARUSIC, Lourdes RAMÍREZ,
Ray PAREDES, Blanca NIEVES, Lissette ZAVALA
2013 “Excavaciones en el CA 46: modos de vida de la elite urbana tardía, un estudio de áreas de
actividad”. En: Informe Técnico 2012, Proyecto Arqueológico Huaca de la Luna.
Santiago Uceda y Ricardo Morales, editores. Págs.: 406 – 412. Trujillo, Universidad Nacional
de Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales.

MENZEL, Dorothy
1964 Style and Time in the Middle Horizon, Nawpa Pacha 2, 1-105, Berkeley.
1968 La cultura Huari, Las grandes civilizaciones del antiguo Peru, tomo IV, Compañía de
Seguros y Reaseguros Peruano-Suiza, Lima.
1977 The Archaeology of Ancient Peru and the Work of Max Uhle, R. H. Lowie Museum of
Anthropology, University of California, Berkeley.

NELSON, Andrew y Luis Jaime CASTILLO


1997 “Huesos a la deriva: Tafonomía y tratamiento funerario en entierros Mochica Tardío en San José
de Moro”. En: Boletín de Arqueología PUCP, Vol. 1, 1997, Págs. 137-163.

163
ONERN
1973 Inventario, evaluación y uso racional de los recursos naturales de la costa: Cuenca del
Río Moche. Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturales. Oficina de la Presidencia
de la República-Lima. vol 1. Perú.

POZORSKI, Sheila
1976 Prehistoric subsistence patterns and site economies in the Moche valley, Peru. Ph. D. Thesis,
University of Texas at Austin. Ann arbor: University moicrofilms.

POZORSKI, Shelia
1979 “Late prehistoric Llama remains from the Moche Valley, Peru”. En: Annals of Carnegie
Museum pp. 139-1669, Volume 48, Article 9. Carnegie Museum of Natural History.
Pittsburgh, Pennsylvania

QUILTER, Jeffrey
2010 Moche: Arqueología, etnicidad e identidad. Contextos materiales e identidades en la
Arqueología Mochica. En: Boletín del Instituto Francés de Estudios Andinos (Traducido por
Meneses, 2013). Vol. 39(2), Pg. 225-241.

RENFREW Colin y Paul BAHN


1993 “La naturaleza y los propósitos de la Arqueología”. En: Arqueología: Teorías, métodos y
práctica, pp. 243-281. Akal S.A.

ROSAS, Marcos
2007 Nuevas perspectivas acerca del colapso Moche en el bajo Jequetepeque. Resultados
preliminares de la segunda campaña de investigación del proyecto arqueológico Cerro Chepén.
En: Bulletin de l’Institut Français d’Études Andines, 36 (2): 221-240.

ROSELLO, Eufrasia; Víctor VÁSQUEZ; MORALES A. y Teresa ROSALES.


2001 “Marine Resources from an Urban Moche (470–600 AD) Area in the ‘Huacas del Sol y
de la Luna”. En: Archaeological International Journal of Osteoarchaeology.

164
SEOANE, Francisco; Yajaira CUNDIA, Rober CASAS, Alfredo LÓPEZ, Alindor ROJAS, Manuel
TERRONES y Robertson TORRES.
2007 “Investigaciones iniciales en el sector Norte del Núcleo Urbano Moche”. En: Informe
Técnico Proyecto Huaca de la Luna 2006. S. Uceda y R. Morales, editores, Facultad de
Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Trujillo, pp. 157-211.

SEOANE; Francisco; Aldo VÁSQUEZ; Luis MORACHIMO; María RENGIFO; Henrry HIDROGO
Y Alexander FERNANDEZ
2008 “La plaza 4 y sus ambientes anexos en el sector norte del Núcleo Urbano Moche”. En
Proyecto Arqueológico Huaca de la Luna Informe Técnico 2007. Santiago Uceda y
Ricardo Morales, Editores, Págs. 143-201. Trujillo; Universidad Naional de Trujillo, Facultad
de Ciencias Sociales.
SEOANE, Francisco; Víctor CAMPAÑA, Feren CASTILLO, Lucy CHUMBE, Patricia GAMBO y
Jermi MEJÍA
2010 “El Conjunto Arquitectónico Nº 42 y los bloques arquitectónicos en el Núcleo Urbano
Moche”. En: Informe Técnico del Proyecto Arqueológico Huaca de la Luna 2009,
Santiago Uceda, Elías Mújica y Ricardo Morales, editores, págs. 305 -395, Trujillo; Facultad de
Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Trujillo.

SHANKS, M.; TILLEY, C.


1987 Social Theory and Archaeology. Cambridge: Polity Press.

SHIMADA, Izumi
1994 Pampa Grande and the Mochica Culture. Austin, University of Texas Press.

SMITH, Michael E.
2010 “The archaeological study of neighborhoods and districts in ancient cities”. . In: Journal
of Anthropological Archaeology (29): 137–154. School of Human Evolution and Social
Change, Box 872402, Arizona State University, Tempe, AZ 85287, United States.

SMITH, Anthony O.
1994 Perú, 31 de mayo, 1970: Quinientos años de desastre. En: DESASTRES Y SOCIEDAD
enero-Julio 1994 / No.2 / Año 2 Especial: Tragedia, Cambio y Desarrollo Revista Semestral de La Red de
Estudios Sociales En Prevención de Desastres En América Latina. Pág. 1-15.

165
TELLO Ricardo, Francisco SEOANE, Krisna SMITH, Jorge MENESES, Alonso BARRIGA, Jessenia
PALOMINO
2003 “El conjunto arquitectónico n° 35 de las Huacas del Sol y de la Luna”. En: Informe Técnico
2002, Proyecto Arqueológico Huaca de la Luna. Santiago Uceda y Ricardo Morales,
editores. Págs. 83 – 132. Trujillo, Universidad Nacional de Trujillo, Facultad de Ciencias
Sociales.

TELLO, Ricardo; Ronny VEGA, Santos ROMERO, Luis CHUQUIPOMA, Leonardo MURGA y
Santiago ZANELLI.
2004 “Excavaciones en el Conjunto Arquitectónico Nº 35 - 2003, Huacas del Sol y de la Luna”. En:
Informe Técnico del Proyecto Arqueológico Huaca de la Luna 2004, Santiago Uceda, y
Ricardo Morales, editores, Trujillo; Universidad Nacional de Trujillo, Facultad de Ciencias
Sociales.

TELLO, Ricardo
2005 “La ocupación Moche en el conjunto arquitectónico 35 de las Huacas del Sol y de la Luna” En:
Informe Técnico 2004, Proyecto Arqueológico Huaca de la Luna. Santiago Uceda y
Ricardo Morales, editores. Págs: 335-353. Trujillo, Universidad Nacional de Trujillo, Facultad
de Ciencias Sociales.

TOPIC, Teresa Lange


1991 The Middle Horizon in Northern Peru, en: W. H. Isbell y G. F. McEwan (eds.), Huari
Administrative Structure: Prehistoric Monumental Architecture and State Government,
233-246, Dumbarton Oaks, Washington, D.C.

UCEDA, Santiago
1997 “Los talleres alfareros en el centro urbano Moche”. En: Investigaciones en la Huaca de la
Luna 1995, Santiago Uceda, Elías Mujica y Ricardo Morales, editores, Facultad de Ciencias
Sociales de la Universidad Nacional de La Libertad – Trujillo, pp. 93-104.
2005 “Los de arriba y los de abajo: relaciones sociales, políticas y económicas entre el templo y los
habitantes en el núcleo urbano de las huacas de Moche”. En: Informe Técnico 2004,
Proyecto Arqueológico Huaca de la Luna. Santiago Uceda y Ricardo Morales, editores.
Pags: 283 – 317. Trujillo, Universidad Nacional de Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales.

166
2008 “Los contextos urbanos de producción artesanal en el complejo arqueológico de huacas del sol
y la Luna”. En: Informe Técnico 2007, Proyecto Arqueológico Huaca de la Luna.
Santiago Uceda y Ricardo Morales, editores. . Págs.210-310. Universidad Nacional de Trujillo,
Facultad de Ciencias Sociales.

VÁSQUEZ, V y ROSALES, T.
2003 “Análisis zooarqueológico de CA 27, CA 35 y Plaza 3, Zona Urbana Moche - Huaca de
la Luna”. ARQUEOBIOS. Centro de Investigaciones Arqueobiologicas y Paleoecologicas
andinas. Laboratorio de Bioarqueologia Interfacultativo. Facultad de ciencias biológicas y
facultad de ciencias sociales. Universidad Nacional de Trujillo. Perú
2005 Análisis de Restos Orgánicos (Zoológicos y Botánicos) de CA-35 y CA-17, Zona
Urbana Moche - Huaca de la Luna”. ARQUEOBIOS. Centro de Investigaciones
Arqueobiologicas y Paleoecologicas andinas. Laboratorio de Bioarqueologia Interfacultativo.
Facultad de ciencias biológicas y facultad de ciencias sociales. Universidad Nacional de Trujillo.
Perú.

VÁSQUEZ Víctor, Teresa ROSALES, Isabel REY, Gabriel DORADO


2012 “Pruebas zooarqueológicas e isotópicas de crianza local de camélidos en la Zona
Urbana Moche de los complejos arqueológicos Huacas del Sol y la Luna en Trujillo”.
En Revista ARCHAEOBIOS Nº 6, Vol. 1 Diciembre 2012.

VAUGHN, K.
2004 “Households, Crafts, and Feasting in the Ancient Andes: The Village Context of Early Nasca
Craft Consumption”. En: Latin American Antiquity 15(1), pp. 61–88.
WHEELER, Jane
1982 “Aging llamas and alpacas by their teeth”. Llama World 1 Denver, Colorado. pp. 12-17

WILK, Richard y William RAHTJE


1982 “Household Archaeology”. En: American Behavioral Scientist, nº 25, pp. 617-639. New York.

WILSON, David J.
1988 Prehispanic Settlement Patterns in the Lower Santa Valley, Peru: A Regional Perspective
on the Origins and Development of Complex North Coast Society. Washington.D.C.:
Smithsonian Institution Press.

167
ZAVALETA Enrique, Edinson ALVA, Jeanette CASTRO, Dilian LÁZARO, Anaximandro NÚÑEZ y
Mariella PAREDES
2009 “Un nuevo tipo de residencia de élite en el sector norte del núcleo urbano Moche: la
integración de los conjuntos arquitectónicos 39, 43 y ambientes anexos”. En: Informe
Técnico 2008, Proyecto Arqueológico Huaca de la Luna. Santiago Uceda y Ricardo
Morales, editores. Págs.: 309-382. Trujillo, Universidad Nacional de Trujillo, Facultad de
Ciencias Sociales.

ZAVALETA Enrique, Carlos ZAPATA, Gisell AFÁ, Danixa AVILENO, José MONTALVO,
Antonio ROBLES, Claudia ROMÁN, Diana ZAGASTIZÁBAL
2011 “Arquitectura y actividades productivas en el CA 44 durante el Moche Tardío en el Complejo
Arqueológico Huacas del Sol y la Luna, valle de Moche”. En: Informe Técnico 2010,
Proyecto Arqueológico Huaca de la Luna. Santiago Uceda y Ricardo Morales, editores.
Págs.: 285-370. Trujillo, Universidad Nacional de Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales.

ZAVALETA Enrique, Andersson SERNAQUÉ, Diana ZAGASTIZÁBAL, Carmen BARBOZA,


Dayami MARIÑO, July MUÑOZ, Dixie NOVOA, Erika PALOMINO y Doris RODRÍGUEZ.
2013 “Excavaciones en el sector noroeste del núcleo urbano Moche: contextos funerarios y su
relación con las plataformas y la plaza”. En: Proyecto Arqueológico Huaca de la Luna.
Informe Técnico 2012, Santiago Uceda, y Ricardo Morales, editores, Trujillo; Universidad
Nacional de Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales.

168

También podría gustarte