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las antiguas tradiciones
alfareras de la región del Cuzco
Brian S. Bauer
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Este estudio presenta una nueva secuencia alfarera para
la región del Cuzco. en los Andes sur-centrales del Perú.
La investigación se ba~ó en colecciones de superficie y
cateos realizados en dicha región entre 1984 y l 987. La
prospección arqueológica cubrió más de 600 ki lómetros
cuadrados y registró la ubicación de aproximadamente 250
yacimientos que conlénían un total de 450 componentes
culturales. En las conclusio nes del estudio se propone una
nueva cronología alfarera para la tierra natal de los incas.
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Pre.facio y agradecimientos
Esta obra explora las antiguas tradiciones alf~ras de la región del Cuzco en el
Perú. l .os esmdios alfareros son una herramienta crucial para elaborar modelos de
desarrollos culturales prehistóricos e históricos. Sin ellos es relativamente poca la
investigación arqueológica que puede llevarse a cabo. La primera secuencia alfnrem
para la región del Cuzco fue propuesra por Jobn H. Rowe en 1956. Esta secuencia
general dividió el periodo prehispánico de la región en seis amplias dasificuciones
temporales-alfareras. En 40 aílos no ha habido un im.emo serio por acrualizarla. Si
bien buena1>arte de las actuales investigaciones arqueológicas eo la región del Cuzco
se han concentrado en la descripción y el análisis de sus culmras preincaicas, son
pocos los nuevos estilos alfareros que se han propuesto formalmente. La ausencia
de descripciones e ilustraciones de los estilos cenímicos cuzqueños ha impedido el
desnrrollo de la investig81.:ión arqueológica en los Andes del sur peruaDO.
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Lru lll'lllgua.s rrad/(iOIU!s aljaruos de In rcgiún del Ceyo
cerámkadel CUu:o recién comienza, e.~ claro que ella incluye una norablecombinación
de centros productivos locales y complejas redes de intercambio regional. Sin duda
otras investigaciones permitirán redefinir los distintos e~1ilos alfareros y tal ve1.ínch1so
sugerir distinta.~ secuencias evolutivas.
Los miembros de los equipos de prospección fueron Melissa Baker, Tamara Bray,
Silva López Aranguri. Manina M= ~·. Leslie Ranken, Nilo Torres Poblete, \Vilbert
Torres Poblete y Wilbert Vera Robles. c dmundo de la Vega y Wilben TorresPoblete
ayudaron a dirigir los cateos y Fliana Gamarra Carrillo y Marlene Piñares supervisaron
el procesamiento de las colecciones de ar1efactos en el Cuzco. Agradez.co a Michael
Malpass. Oean R. Amóld, Ma¡y Glowacki, Frances Hayashída y Charles SIJlllish
por sus lecturas criticas del manuscrito. Varios capítulos fueron asimismo leídos por
Karen Mohr·Chávez., Chad Gifforo, Pnul Goldstcin. Sara Lunl y M.arana Munsters.
Agradezco de corazón sus críticas y sugerencias. Desearía también e~presarle mi
sincera gi:aritnd a Javier Flores Espinoza, cuyo especial talento fue necesario para
traducir este libro al castellano.
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Los permisos para el proyec10 fueron concedidos por el Instituto Nacional de C'ulrura
(lNC), Lima y Cuzco. Los fondos ye! respaldo provinieron de In LJ. Skaggs y Mary
C. Skaggs Founda1ion, el Fulbrigh1-llays FeUowship Comittee, la Organización de
Estados Americanos, el lnsriiute for New World Archaeology y el Universrty of
C'hicago Housing System. Agradezco a todos ellos ~u ayuda.
Es1e libro apare<:i6 primero en inglé..~ con ei tirulo The Earl~• Cer(lmics of thi! fllea
Heanla,1d (Bauer 1999), La .-.:rsión española ha sido actualizada y se han añadido
nuevas fotografías.
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1
A comieozos de la década del cuarenta John Rowe dio inicio al estudfo arqueológico
sistemático de la región, con cateas efectuados en diversos lugares en la ciudad del
Olxco o cerca de ella y visitas de e¡¡ploración a otros lugares de la región. A partir
de este trabajo y de la información procedente de excavaciones realizadas en el
Cuzco por el arqueólogo Manuel Chávez. Ballón, Rowe comenzó a preparar una
secuencia cerámica precolombina para la región en 1956, que incluyó siete grandes
clasificaciones temporal-alfareras: inca clásico, killke, wari (huari) y estilos regionales
contemporáneos, buaro, cbanapata derivado, chanapata y marcavolle (Fig. 1-1 ).
El término "rcc,6n del Cuzco" está definido como el ár0:1 con w, radio de 60 Jan •ér""" mcdiciQO• pa,w
de la dudad d<I m,"""' nombre {Bou« 1992A, 1996).
IS
Las amiguas tradiciones alfareras de la región dél Cuzco
A lo largo de los últimos cuarenta años, varios investigadores han llevado a cabo
proyectos de exploración a gran escala, pros¡>eeci('}O.es y excavaciones en la región
del Cuzco. Estos proyectos han mejorado nuestra comprensión de los tipos alfareros
conoc idos y han recuperado evidencias adicionales de varios estilos cerámicos
nuevos. Además se ha recupei:ado una s.erie de fechados radiocarbónicos que son
cruciales para la actualización de la secuencia alfarerd. E l objetivo del presente
trabajo es establecer una cronología cerámica para la provincia de Paruro (en el
departamento del Cuzco) y usarla conjuntamente con los resultados de otros proyectos
recientemente acabados para así revisar la secuencía alfarera de la tierra natal de
los incas.
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Las amiguas tradírifm~s alfareras de wrcgió11 del Cuzm
Figura t. t. ui s ~ cer.fmica
quice y Pacariqtambo. El río Paruro se
tradicional para el valle del Cuzco encuentra al escc del Molle Molle y se
J8
Los ina,s del Cuzco
urie al Apurímac cerca de la aldea de Cusibamba (2 775 msnm). El valle del (ÍO
Paruro es más amplio que el del Molle Molle y contiene las tierras agrícolas más
productivas de la provincia. Al igual q ue en la antigüedad. el valledeParuro tiene la
concentración más alta de población de la provincia.
UCAYALI
N
A
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APURIMAC
O 10 20 30 40 50Km.
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lLts antigUIJS iradidon~s alfareras de la r,,g/6n dl:I C11zco
;& cuzco
Capi/81 de depar.amento e
Comunidad •
Umites de provincia
Zona de inveSligación e:= SANTO TOMAS
O 5 10 20 km.
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/.;.>s ü«·as del Cuzco
L<>s dos tercios sureños de la provincia están divididos en dos por el río Velille. El
aislado distrito de Ceapi se encuentra al $Ur del Apurímac y al oe.sic del Velille. Emre
ambos ríos se hallan los discricos de Colcha, Act'ha, Pillpinto y el distrito sureño de
Omacha. La comunidad más grande de los dos tercios sureños de la provincia es
Accha.
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[,1.1s <J1lliguas tradiciones a/fareras de la región del ( ·uzm
Cobertura regional
La prospección fue diseñada para que t:ubriese toda el área de estudio. Al igual que en
el ttabajo de Parsons y Hastings ( l 977: 1J) en la zona del alto Mantaro, esta prospección
de la provincia de Paruro cubrió en forma sistemática la parte baja y las laderas io.feriores
de los valles, las cadenas de mootafias y sus cumbres y cuestas superiores adyacentes,
así como las laderas de poca pendiente o medianamente empinadas. No se examinaron
sistemáticamente las laderas extremadamente empinadas que resultaba peligroso cruzar,
salvo cuando se podía acceder a ella.~ me-0iante algn.nos se.nderos. La exclusión d~
dichas zonas del trabajo de c¡unpo probablemente no iJJ(r(lducirá un sesgo significativo
en la re.colección de información, pues lo empinado de las laderas que desalemó el
trabajo de prospección, también habría limitado las actividades u ocupaciones prt~históricas.
22
Los inC(lS del Cuzm
23
Lns antiguas tradiá:mes alfareras de /.a regúS11 del Cuzco
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Mapa 1.4. La región al sur del Cuzco
24
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Ú>.'í uu . Cuzco
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o 'º 20 60
25
J.a.r muíg,ms tradlcfr111cs alfareras dr la rrgión dd Cu;:co
Otra d1íicuhad para lograr realmente cubrir el LOO% de la zona examinada fue la
prc~encia de varios poblados relaúvameme grandes y varias pequeñas aldeas. En
comunidades solamente se pudo ex o.minar 7.onas limitadas debido al uso moderno
elita\
de Id w:rr.1 y n las construcciones. Pana apunwlar la ,obertura limitnda de estos
lug¡ir~. !,C llevaron a cabo entrevistas sobre los hallazgos arqueológicos hechos en
e.ida eomunitlacl En algunos de los pueblos, ('Orno Accha, y en varuis de las aldeas
pequeñas, como Ccoipa, se de1ectaron sitios arqueológicos y se hicieron colecciones
de superficie, aunque sus dimensiones exactas resultaron difíciles de.- precisar.
Dado t¡ur las 7.0nas cubiertas por los actuales poblados de la región represcnian 1an
~ólo unu purte muy pequeña de toda el área investigada y dado que en In mayoría de
ellas se realizaron prospecciones de sup,:rfide limitadas, su presenda no afecta
seriamente la base de datos global de la región.
Coleccione"S de cerámica
Se recogieron muestras de cerámica t'n cada siúo y se las anali7.ó luego paro ~ter-
minnr ,us fases de ocupación. Durante el proceso de recoleccíón, el equipo de mvcs-
ligadón recorrió la superficie del Jugar me16dkamen1e en líneas paralcl:ls, nproximooa-
mcocc o cinco me.tros de dista ncia entrt'. sí. En ca.~o deencootrarse unidades arquitc-t6-
nil·as o separadores de campo en el sitio, se haoían colecciones especfficijs én ,nda
unidad. llstas fueron Juego examinadas en el lugar. Se rerovie.ron los fragmentos
diagnósticos. mientras que los que no lo eran se dejaron allí. Esta closifical.'ión
preliminar era necesaria debido a la lejanía de la 7.ona invesúgada y a las dificultades
e.~istl•ntcs para transportar la colección a caballo hasta la c-.arretem más <."Crcana y.
po~tcñom1cnte, en camión a la ciudad dtl Cuzco. Se hizo excepciones en sitios que
arrojaron un número relativamente pequeño de fragmentos superficiales. En e~tos
casos todos los tiestos fueron retenidos. Al finalizar el proyecto todos los tll'lrÍOl'tos
fueron dc.positudos en el !NC de Cuz,.·o p.ini ~er guardados pe:nnancmemcntt.
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Los inras del Cuzw
Excavaciones
Análisis de la cerámica
2 Los nti1ncros juntó .il nombre de un lugíll' se rCfíeren al número de los sitios., ~eg'Ún estos fueran
catatogados durante la prospección regional.
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Uu· an1iguas rra,liciQnt·s ulfarerus tle. la región del l-uzco
N
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0'l02D 60
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Los i11cus del Cuzco
El estilo alfarero más conocido de la región del Cuzco es el inca clásico (también
llamado inca, inca tardío e inca del Cuzco). Aunque dicho estilo está mal fechado,
por lo general se piensa que su producción comenzó alrededor de l 400 d .C. y que
ésta continuó hasca poco después de la conquista española ( 1532 d .C.). Rowe ( 1946:
246-247) sugiere que la producción de cerámica inca clásica tenía lugar en el valJe
del Cuzcq. El centro de producción más p robable se encuentra emre las actuales
comunidades de San Sebastián y San Jerónimo, en las zonas comiguas de Larapa y
Sanyo (arcilla)' . Las fucnccs de archi vo respaldan esta sugerencia al indicar que en
esta parte del val Je había a.~encamientos de ..ol )eros" (Archivo General de la Nación,
Ard1 ivo Agrario, Miscelánea: Hacienda Larapa, 1596).
Vrufos de los principales museos del mundo obtu vieron coleccjones s ustanciales de
cerámica inca clásica en e l siglo XIX (Seler 1893; Valencia 7..egarca 1979; Bauer y
Stanish J990). Sin embargo. el reporte y el aná.lisis Sistem,íticos de dicho esti lo alfarero
comenzaron con las expediciones arqueológicas más tempranas reali~adas en la
sierra sur cenera] del Perú, a comienzos del siglo XX. La colección más fan10sa es
posible.menee la que fuera reu.oida durru1te los trabajos reali zados por Hiram Binghrun
en Machu Picchu. Usando materiales recuperados e n numerosos entie rros e n las
cue.vas que rodeaban a este Jugar y e n menor medida los hallazgos recuperados
durante sus. excavaciones, Bingham ( 1915) preparó una cipología de vasijas que
actualmente sigue siendo amplian1ente usada. Georgc.f.aton (1916: lámina~-V-XJV),
el médico de la expedición de Bin~ham. asimismo preselltó un gran número de
ilustraciones de mate riales procedentes de este lugar. lgUalmente 1enemos otros
reportes tempranos de cerámica incll clásica hallada en el valle del Cuzco. Por
ejemplo, Luis E. Valcárcel (1934, 1935) analizó la alfarería de d ic ho estilo rec11per.1da
en Sacsahuarmm y Luis A. Pardo ( 1938, 1939, 1957) describió varias piezas de
museo. Además, el trascendental estudio de Rowe sobre la arqueología del Cuzco
contiene un examen detallado de la cerdffiica inca clásico, inéluyendo una clasificación
de los distintos subestilos (Rowe 1944: 47-49).
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l,ir M tiguas rra,ticio11es aljarer,is de la t egió11 del Cu~co
Los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial vieron un mírnero cada vez mayor
de referenci as a la cerámica inca clásic;¡. hechas por investigadores que trabajaban
en la región del Cuzco. Esto no sorprende porque la alfarería de ese estilo se encuentra
en la mayoría de los lugares de la región. Entre los recientes infom1es, que incluyen
desn i¡x:iones e ílustraciones significativas de dicho estilo. tenel)los los csn1dios que
, Ann Kendall (1976) hiciera en el valle bajo del Urubamba. Suobrn ( 1974, 1985: 37),
a$imisrno, produjo uno de los pocos fechados radiocarbónicos publicados para el
estilo inca clásico en el á.rea del Cuzco (véase el Ap6ndicé l ). Las excavaciones que
ella realizara en el sitio de Ancasmarca hallaron cerámica incaica en un contexto
que databade482 ± 9 1 ([BM 930] 1468 ± 9 1 d.C.). El estudio que Saral.unc( 1984,
1987, 1988) hiciera de la cr.rámica inca y killke de esta misma regi6n presentó el
primer examen detallado de las tardías pastas prehistóricas de la región del Cuzco.
Las excavaciones de Dean Arnold en (Jata Casallacta en J 972-1973 (Liu, Riley y
C'oleman 1986: l 08), en una repisa montañosa cerca de la ciudad del Cuzco, rindieron
muestras de la cerámica inca clásico, así como un fechado radiocarbónico de, 370 ±
80 A.P. (íISGS 545] 1580 ± 80 d.C.), Un infonne de Alcina Franch y sus colegas
sobre las excavaciones en el gran yacimiento incaico de Chinchero. al norte del
(.\1zco, trae varias ilustraciones de dicho estilo (Alcina Franch et al. 1976). Heffernan
( 1989) brinda numero.sos i;-jemplos del estilo inca clásico bal.lados en la zona de
Lirnatambo, al oesre del Cu;¡co. Desafortunadall)ente, una muestra de carbón
recuperada con ese estilo cerca de este lugar arrojó un fechado radiocarbónico de
200 ± 80 A.P. ([ANU 5838] 1750 ± 80 d.C.) y otras dos muestras ( ANU 5839 y
.ANU 5840) provenientes del relleno de una terraza inca.ica en la misma zona dieron
fochas igualmente inútiles (Heffeman 1989: 539). Por último, Lisbet Bengtsson ( 1998:
102) reporta haber encontrado cerámica incaica en el transcurso de sus excavaciones
en Ollantaytambo y en la cantern vecina de Kachiqhata. Sus fechados van dc-sde
una fecba tan tardía como 1630 d.C., a otra tan temprana como 1250 d.C. (AA·
1530, AA-1407B, AA-2215, Ua-170, Ua-1710)'.
•t Asimismo hay ut\ nümcror,tda w;¿ nmyor,k, fet'h::idos radiol'...irMni<.'OS. ():lfacdilkadoncs inca tcn1p1;111u
e im:ri clásico en la región del Cu1..co (véá'>ó el Apéndkc 1)
JO
Los incas del Cu:co
Sabemos que o.tros estilos alfareros fueron importados a la región del (.'uzco durante
el periodo del gobierno imperial inca. Se ha encontrado fina cerámica negra chimú
en las excavaciones realizadas en Sacsahuamán (Valcárcel 1946: 181) y Qotakalli
(P. Lyon, com. pers .. 1992), y en la misma ciudad de Cuzco (Carmen rarfán Delgado,
com. pers., 1994). Es más, en el transcurso de sus excavaciones en Machu Picchu,
Bingham recuperó úna vasija no inca.ica que, debido a su a~a estrfüo, pareciera
haber sido importada de la costa norte (Eaton 1916: lámina XN, figura 1). No sorprende
que ea el Cuzco se haya recuperado materiales procedentes de esra región, pues los
i.nca5 controlaron dicha zona durante varias generaciones.
Otras partes de los dominios incas están asimismo representadas en las colecciones
de ~'Uperficie de Paruro, sobre todo la región del lago Titicaca. En varios lugares se
recuperaron fragmentos de cerámica sillustani (Tschopik 1946), urcusuyu (Rowc
1944: 49; Tscho¡iik 1946) y pacajes (Rydén 1957; Albarracín-Jordan y Matbews
1990). Sillustani está compuesta por una pasta blanca llamada "caolín" y füe fabricada
en el departamento de Puno, en la cuenca del hrgo Titicaca (fotograffa 1.1 ) . .Se cree
que las vasijas urcusuyu, idemificadas por sus brillantes diseños anaraujados, rojos,
negros y blancos, fueron hechas en la misma región (fotografía 1.2). La cerámica
pacajes, conocida por su fondo rojo oscuro cubierto con una matriz de Llamas negras,
fue preparada en la región de1íwanaku, en el ex cremo sur del lago Ti ticaca (fotografía
3l
/At a111ig11as 1radirwnrr ulfarcms de la r~gión tkl Cux.m
13). Ko cabe duda de que otros estilos importados procedences de oiras parres del
tmpcrio inca habrán de recuperarse a medida que se realicen in vestigaciones
adicionales en otros lugares de esta región.
Hsta investigación dl· la cerámica prtincaica en la tierra nota! de los incas está
dividida en seis capítulos. Los cuatro primeros describen, por periodos, los distintos
estilos alfareros hallados en la provincia de Pamro. El capítulo 2 dl~scribe lo~ e.~ti los
killke y colcha del Periodo lmennedio 'Tardío (1000-1400 d.C.). En el capítulo 3 se
preseman los esijlos proc-cdentes del Horizonte Medjo (600-1000 d.C.), incluyendo a
wari, de estilo wari, arahuay y ccoipa. Los estilos del Peóodo lnlt'rmedio Temprano
(200 a.C.-()()() d.C.). entre ellos qotakalli, muyu orco e incensarios incisos son
presentados en el capítulo 4 y los del Horizonte Temprano (140().200 a.C.) en el
cap(tulo 5. La cronología de periodos-usada en el presente estudio está basada en la
que fuera desarrollada por Rowe (1967). Para que sea de uso práctico en la región
cuzqueña. las fechas de los pcñodos, desarrolladas inicialmente para lns ocupaciones
prehispánicas del valle de lea, han sido alteradas ligeramente.
32
los im:as del Cu:co
---
amplios periodos sobre los cuales com:amoscon poca informru:ión. El examen cólico
de lus e.~1ilos de ceramica y la secuencia alfarera aquí presentada dará lugur a una
clasificación mejor defmida poro la tierra natal de Tos incas y permitirá a los arqueólogos
comprender mejor el desarrollo de las sociedades complejas en esta importante zona
de los Andes.
33
2
CERÁMICA DEL
PERIODO
INTERMEDIO TARDÍO
(1000-1400 D.C.)
E1 desarrollo dcl temprano Estado inca en el "alle del Cuzco t:S gencralml'ntl'
asociado con el desarrollo de la cerámica killke. Dicho estilo cubre el lupso que
med ia entre 1000 y 1400 d.C., lo que podemos llamar el Periodo lncé:rmcdio Ta.dío.
A pesar de la importancia que el estilo ki llke tiene para la historia cultural de la
reg.ión del Cu1,co, son poca5 las descripciones o ilustraciones de.talladas que han sido
publicadas del mismo. Las colecdones de supc.rficie y los catCQS hechos en ta
provincia de Paruro brindan una mina de nueva información sobré ese estilo. Las
investigaciones hechas en esta zona asi,njsmo hao documemado la difundida pr=c:ia
de un nuevo estilo emparentado con killke, llamado colcha.
Cerámica killke
37
las a111igut1s rradici<mes alfitrera.,· de la región del Cm:,co
En 1941 Rowe inició una prospección del valle del C.'uzco e hizo varios careos.
Miemras que en la región las investigaciones anteriores se habían concen.rrado en la
exploración y de:scripción de sitios, su trabajo representó el primer proyecto sistemático
de investigación arqueológica dentro del departamenro del Cuzco. Uno de los objetivos
dela investigación era la identificación y descripción de la secuencia alfarera preúicaica
de la región cuzqueña (Rowe 1944: 61 ). Las excavaciones de prueba hechas en un
patio del convento de Santo Domiogo, ·~ rea del "1emplo del Sol incaico" (Coricancha).
revelaron un pequeño depósiro no perrurbado con materiales alfareros similares a los
anteriormente hallados por Uhle y Jijón y Caamaño (Rowe 1944: 61 -62) 1• Las
colecciones de superficie posteriormente recogidas por Rowe ese mismo año, en
diversas localidades arqueológicas cuzqueñas, mostraron que ese nuevo estilo alfarero
no sólo estaba presente dentro de la ciudad del Cuzco, sino también ampliamente
diseminado portQ!lo el valle.
Durante l 942 y 1943 Rowe efectuó cateos en y alrededor de esta ciudad para
investigar aún más el nuevo estilo, que para ese enronces había sido denominado
,;killke-" 1. La recolección de una gran cantidad de cerámica killke en Sacsahuamán,
justo al none de la ciudad del Cuz.co, rl'.sultó especialmente importante para dicha
investigación. Usando los materiales de esa última excavación, Rowe logró desarrollar
una amplia úpologíaestilística.para lo que llamó la "seriekillke" (1944: 60-62). Aunque
no habí.a encontrado depósitos superpuestos killke e inca, basándose en sus
colecciones de superficie dedujo que en el valle del Cuzco la cerámica killke era el
antecedente de la alfarería incaica (Rowe 1944: 61 ).
Exca,,acioncs adicionales rca.Hz.:.\das p0r Barreda Murillo (com. pcrs.... 1992; Lyacb 1973: 24J ) y püt
V::ilenda Zegarra (com. pcrs.. 1993) han roofirmadc> la p,:esencia de cerámica killkc en el Corlcancha.
2 EJ estilo alfarero que Ro\\·e enco.nt(Jse durante sus excavaciones en cJ convento de Santo Domingo fue
denominado primero "cani:hón" (Rowe 1944: 46). Después de.sus trabajos de r.ampo de l 942~1 943 lo
rebautizó como "'k.iilke", por una localidad en las afueras de IQ. ciudad (Rowc 1944: 6().61).
38
Cerámica del Periodo Intermedio Tan/fo
Jorge Muelle dirigió una expedición a la provincia de Paruro al poco. tiempo que
Rowe lograse identificar formalmente el estilo killke. Allí, cerca de la hacienda de
Ayusbamba. en el distrito de Parariqtambo, logró identificar tres sitios con una cerámica
similar a los materiales killke hallados por Rowe en el valle de~ Cuzco (Muelle 1945).
Es1e hallazgo, realizado fuera de los Iínútes inmediatos de este valle, sugería que
dich9 estilo estaba distribuido por todo el espacio cuzqueño. No obstante, a pesar de
este descubrimiento y de su inmediata aceptación académica como el estilú inca
temprano del Cuzco, pa¡;arían otros veinte. años antes de que se efecruase un estudio
exienso de este estílo alfarero.
En ere l 966 y l 968 Edward Dywer excavó en tres lugares de la región del Cuzco:
Minas Paia, en la cuenca de Lucre; Pucárá Pantillijlla, cerca de Písac. y Sacsahuamán.
La fo1alidad de estas excavaciones fue desarrollar aún más la serie killkc, tal y como
la definiese Rowe. De los tréS sitios elegidos para excavar, Sacsahuaruán nuevamente
proporcionó la mues1ra más grande de ceránúca de dicho estilo y la rnues1ra de
carbón extraída de un fogón en un tontexto killke dio un fechado radiocarbónico de
770 ± 140 A.P. ([GAK 2958] ll80± 140 d.C.). Con esta fecha Dwyer (1971 : 140)
situó el inicio de la producción de cerámica killke ligeramente antes que Rowe,
afinnando que esta cul!Ura "probablemente dominó el valle del Cuzco desde alrededor
de I 100 d.C. y hasta el establecimiento del imperio incaico".
Desde el trabajo inicial de Rowe ( 1944) y el detallado estudio que Dwyer (1971)
hiciera de la cerámica kiUke, otros investigadores han señalado la presencia de esta
alfarería y estilos afines en la zona del Cuzco. Rivera Dorado (1971a, 1971 b, 1972,
1973}. por eJcmplo, describe estos dos tipos de materiales recuperados en las
39
Las amiguas rradiciones a/fareras de la regióll del Cuzco
Descripción
.Bauer y Stanish ( 1990, 1992) han esbozado los criterios básic<>s de la pasta, los
:e::,ec;os del diseño y el tratamie.nto <.l e la superficie usados para identificar la
e-=-~ lillkc. A continuación se presentan estas características definidoras,
~ . a panir de las descripciones anteriores hechas, entre otros investigadores,
. . - ~ •1944), Dwyer(J97 I ), Kendall ( 1976) y Lunt (l987, 1988), conjuntamente
a.izr..-yinformación sobre las formas de las vasijas y composiciones de diseños
~ !.As característica~ definidoras de dicho estilo son entonces comparadas con
~ :olcha un estilo que le es afín, procedente de la provincia de Pauca,tambo.
- r.3.5'<3
L ..:l:cim1ca kilJke está compuesta por una textura medianamente tosca que contiene
_c:nridad moderada de inclusiones no plásticas, cuyo tamafi<l va de 1.01 mm a
40
Cerámica del Periqdo /nurmedia 1'artlío
0.25 mm. Estas inclusiones varían en color,. desde un blanco cenizo hasta un gris
opaco y oscuro. Parecie(llll tener bastante foJdespato, aunque tambiét1 se ha observado
la presencia de cuarzo y de calcedonia, así como de andesita, anfíbol, arcosa y
sienira (Lunt. com. pers., 1987). La limpia mairiz de arcilla sugfore que ésta era
lavada y la distribución bimodal del tamaño de los granos de las inclusiones no plásticas
sugiere que se añadía temperanie {Lunt, coro. pers., 1989}. La pasta es medianamente
dura y la superficie de la vasija frecuentemente ha sido cocida hasta alcanzar un
color pardo o salmón.
De la gran vari.edad de motivos utilizados en los diseños de este estilo, los que se usan
con mayodi:ecuencia son las anchas bandas rojas u ocasionalmence negras delineadas
por entre una a tres líneas negras angostas. Otros motivos incluyen triángulos concén-
tricos que frecuentemente al.teman su color de rojo a negro; óvalos entrelazados con
puntos centrales; rectángulos entrelazados con óvalos rellenados en su interior; grandes
zonas cubiertas con reticulado de color negro; rombos reticulados e hileras colgantes
de triángulos rellenos o entrelazados (dibujos 2-l, 2-2)_
41
las anrig,ws trailícioncs alfareras de la regi<>n del Cilzco
~~~~~~~~~
que tal vez se deba a una ligera absorción de los pigmentos finos por la superficie de
la vasija (Lum, coro. pers., 1988). También hay lo que Rowe llama un cierto ''descuido
característico en la ejecución", en comparación con la cerámica inca clásico que
muy probablemente se desarrolló a partir de este estilo (Rowe 1944: 49). Esto se ve
con mayor nitidez en los gruesos y aparentemente rápidos trazos de la brocha en los
diseños de las vasijas, los cuales a menudo dejan bandas ondulantes, así como en la
frecuente superposición de diseños adyacentes.
42
C,mímka dd Paiodo Intermedio Tcurlío
La pane externa de los iazones rara vez está decorada. Sin embargo. sí son comunes
las decoraciones ea el borde. La mús frecuente de éstas es unn banda negra simple
que cubre el borde y el borde inmediato, o una banda similar que contiene urui serie
de pequeños lriángulos colgantes.
Hay un gran número y una amplia gama de diseños internos de los tazones. Uno de los
más comunes. sobre todo en los UlZOJlCS de paredes rectaS de las colecciones de
Paroro, son cuatro grandes triángulos colgantes dispuestos uniformemente alrededor
del borde interno.Los Indos de los triángulos por lo general están definidos por líneas
gruesas, en wuoque su inreriorcstá adornado coa diversos diseños gt'Oméuicos hechos
con lineas más finas. Los grandes triángulos a menudo tienen un diseño reticulado
(fotografías 2,-3, 2-4. dibujos 2-3). Ocasionalmente, unos círculos cuelgan del ápice de
estos triángulos reticulados (dibujo 2-3E). En otras muestras, los triángulos están
rellenados con un diseilo reáculado hecho con grupos de ires a cuatro líneas (dibujos 2-
4). Los grandes motivos de triángulos en los tazones tnmbiéa pueden contener entre
dos y ocho üneas delgadas que se intersccan en el ápice del triángulo. Ocasionalmente
incluyen líneas cun•as (dibujo 2-5B-C) u óvalosentrelazados(dibujo 2-6).
Un motivo de diseño distinto hallado en los tazones killke consta de dos a treS bandas
paralelas de color rojo que corren diagonalmente dentro de la vasija. Las bandas
es1án delineadas con delgadas lfnéas neo.,ras. Sobre las bnndas o entre ellas se pintaron
líneas negras curvas (dibujo 2-7).
l Ot.rn:. C'Oloc."rioncs muc,um que. ha lOfl~ cnu~eJ boddc y 1a h.tntb ruj;a dd.i:nc:ad) puedcesw-ttllClUlda cun
un rct.lculodo o C'"OCI tri4nguJos concénui-cos ·(Ri\•cr::i Dorado 1971b).
las illlliguas 1radicion1:s alfareras de la regió11 del Cuzco
con una o dos bandas rojas paralelas delineadas en negro, las que corren desde el
borde al fondo del tazón y continúan hasta el borde qpuesto. El espacio a cada lado
de estas bandas está adornado con diseños geométricos fonnados por delgadas líneas
negras que usualmente rellenan contamos triangulares con er reticulado o diversas
combinaciones de líneas negras delgadas y bandas más anchas" (Dwyer 1971: 89).
Esms bandas centrales, un motivo asimismo común en la cerámica inca clásico y las
piezas de lrdllsición entre inca y killke (dibujo 2-1 O), so.o a menudo una e.xtensión del
diseño del borde (dibujo 2-9E).
44
Cutimica del Pt-riodo lntcm u:din Tunllo
se encuentra una linea gruesa y oscura. o una serie de uiángulos colgantes. El cuello
supcriore)(temo de las vasijas está frecuentemente pintado con unos diseños simples,
rojos o negros.caracte rísticos de otros motivos geométricos hallados en la cerámica
killke(véase aDwyer 1971: figs. 74-110).
45
las antiguas tradiciones alfareras de la regúín del Cuzco
- Jarras con ,:uellos cónicos y una sola asa. Este :subtipo de jarra está representado
j)()r especímenes con cuellos entre rectos y ligeramente convexos a los lados; los
cuellos se u1clioan hacia adentro desde la garganta al borde. Estos se abren hacia
afuera y.el asa e.stá fijada a la pieza justo encima de la línea media y el borde. Sólo
unos cuantos ejemplares de este tipo de jarra fueron identificados en las colecciones
de Paruro, pero se conoce.n ejemplares completos en colecciones de museos (Bauer
y Stanish l990, 1992).
Fechado
El advenimiento del fechado radiocarbónico nos brinda ahora un método con el cual
fechar la producción alfarera de dicho estilo independientemente de la información
que aparece en las crónicas hispanas. Actualmente contarnos con cuatro fechados
radiocarhónicos provenientes de contextos ldllkes confiables en la región del Cuzco:
una muestra tomada del trabajo realizado por Dwyer (l 97 l) en Sacsahuamán, dos
46
Cerámica del Period" lntcrmedu, Tardío
------
muestras procedentes de las excavaciones efecruadas por Kendall ( 1974, J 985, 1996)
en los yacimiemos de Ancacsmarca y Huilca Raccay, y una muestra de las
excavaciones hechas por Bauer ( J990, l992a) en Tejahuasi. Además, Kendall ( 1996:
153) publicó el fechado de uo hueso recuperado en un entierro del Periodo Intermedio
Tardío en Llactallacayoc: 915 ± 50 AP ([Q3090J 1035 ± 50 d.C.). Los fechados de
todas estas muestras de carbón caen entre 1010 :t 140 d.C. y 1290 ± 60 d.C. (véase
el Apéndice J ).
Cerámica colcha
Descripción
El nuevo estilo cerámico está definid() como uno emparentado con killke pues comparte
muchas similirudes e.stilísticascon éste. Sin embargo, se lo puede distinguir de él por
( 1) una composición más tosca de la pasta; (2) el uso amplio de un engobe muy
blanco y yesoso y, en menor medida, (3) el uso de motivos de diseño que no han sido
47
La.< anliguas tradiciones (1/fararas de la rcgi611 del Ctrt.ro
• Pasta
La cer.ímica killke fue descrita señalando que estaba compuesta por una textura
medianamente tosca con inclusiones no plástiC3S. cuyo ro.maño varía entre O.O I mm
y 025 mm. La cerámica colcha tiene una pas111 complctameme disúnta, con una
iextura tosca y una gran cantidad de inclusiones no plás1kas. Las más ftt>.cuentes
son las inclusiones graníticas. que pueden variar bastante en tamaño de 0.01 mm a
2.0 mm. La pasta de In cenímica colcha es de moderada dureza y contiene granos
ruspersos y solos de mica blanca y negra, además de cuarzo, feldespato y biotita
libres. Muchos moldes han sido alterados y unas bolitas de arcilla están presentes
(Lunt, com. per.s., 1989). I.a superficie de la vasija frecuentemente fue cocida hasta
alcanzar un color rojo o anaranjado.
48
Cerdmka del Prrioda fnrermnfio Tardli>
Uno de los d iseños observados con mayorfrecuenci:a en los tazones colcha es parecido,
aunque por lo general no tan bien ejecutado, como uno que encontramos en los
tazones killke. F.ste incluye a cuacro grandes rriángulos colgantes gue están dispuestos
unifom1ementeen tomo al interior de la vasija.J,o:s lados colgantes de los triángulos
están formados con líneas relativamente gruesas y su interior puede tener una serie
de delgadas líneas secu ndarias que corren paralelamente a sus lados y se imersernn
en el ápice (dibujo 2-23). Ocasionalmente se pintan líneas onduladas dentro o entre
estos triángulos. Cuando éstas se dan en parejas están, por lo general, ejecutadas en
rojo y marrón (dibujos 2-24 A-C y 2-25). Los grandes moü,•os de triángulos de los
tazones pueden estar rellenos con reticulados {dibujo 2-24E-P).
Otra decoración frecuenteme.nte hallada en los tazones colchas, pero que no está
muy difund ida e ntre los ejemplos puhlicados de su contraparte killke, consiste e n un
borde pintado seguido por una o dos líneas ondulantes, a men udo pintadas en rojo y
marrón. Debajo de ellas hay una delgada banda marrón que corre paralelamente al
borde. Debajo de la banda hay una serie de grandes rombos entrelazados. Sus lados
están hechos con líneas relativamente gruesas, en tanto qu~ su interior está adomado
con un rcticulado delgado. Una segunda y delgada banda marrón, que corre en
paralelo, parece haber sido dibujada debajo de los romhos entrelazados (dihujo 2-
26). En otros tazon<.>.s puede encontrnrse un dís·e ño similar de banda y rombos
entrelazados, pero en lugar de correr paralelamente al borde de la vasija, aquí c ruzan
de un borde al otro a través del centro del tazón.
Los puntos. un elemento de diseño rara vez encontrado en la cer.\mica killke, son un
componente importante del repertorio de diseños co lchas. Ona única hilera de pumos
o, con mayor frecue ncia, línea~ dobles de puntos aparecen corriendo paralelamcme
al borde pintado de ciertos cazones (fotografía 2-12, dibujo 2-27 A, E-F). También se
puede ve r líneas dobles que descienden hacia el centro del tazón (dibujo 2-27B y 2-
28) o usadas como re.lleno (dibujo 2-27C-D).
50
Cerámica del Pnriud(l lnrt:rmcdi11 Tardí11
Jarras grandes
En el tranSCUrso de las investigaciones en la pro,'111cil'l de Paruro se recuperaron
,•arios bordes de jarrones colchas. AJ igual que en los kilkc. los bordes internos de las
,·asijas colchas &ecueniemente lucen una gruesa línea oscura o una serie de pequeños
triángulos colgantcS. El borocextemo de las vasija~ está urualmente pintado con uno.
gruesa línea oscura y los cuellos c.stán cubien os con diversos diseños geométricos.
incluyendo rombos reúculados, triángulos rellenos de líneas rojas y negras alternantes,
óvalos con puntos en el centro y orros diseños {dibujo 2-29).
Fechado
Acroalmente comamos con dos fechas para la cer..hnica colcha. Una muestra proviene
del sitio de C'corpina, cecea de la confluencia de los ríos Apurimac y Velilk. Las
e.iccavacion~ efectuadas en una e.structuÍ4 doméstica recuperaron carbón de un
nivel de piso que cootcnia cer.unica colcha y que dio ullll fecha de 640 ± 50 AP
([AA 350051 1310±50<1.C.). Lacenímicacolchatambién ha sido hallada mcz.clada
con ceramios killke en el sitio de Tejawasi. en un contexto fechado en 1040 ± 140
d.C.
51
las amiguas tradiciones alfareras de la re:gi<Sn del Cu~co
Las relaciones temporales y espaciales existentes entre ambos estilos del?en ser
examinadas para establecer si ambos conforman una secuencia evolutiva o si son
dos estilos alfareros producidos durante e l mismo periodo. Cualq\liera de escas dos
relaciones posibles puede tenet importantes implicaciones para las investigaciones
arqueológic.a s en la zona del Cuzco. De encontrarse que la cerámica colcha precede
a la killke, podrían presentarse nuevas evidencia.~ para una secuencia del desarrollo
cerámico de este estilo. A Sll vez, el descubrimiento al sur del Cuzco de un precedente
de la alfarería k.illke podría respaldar las lecturas literales de las crónicas que sostienen
q ue los antepasados de 1.o s incas migraron al valle del Cuzco desde la provincia de
Paruro (Brundage 1963: 15-18). También es posi.ble que la ceránúca colcha se haya
desarrollado después de la ki Jll(e y que constituya una tradición alfarera relativamente
tardía de la prehistoria de la región del Cuzco, que ful vez coincidió con la p roducción
de la cerámica incaica.
Una explicación alternativa sería que ambos estilos no conforman una secuencia
evolutiva, sino más bien son contemporáneos. Durante largo tiempo la cerámica
killke ha estado asociada con e.J valle del Cuzco y se ha asumido qoe fue producida
allí. F!S posible que la cerámica colcha re.presente una tradición alfarera sureña,
producida en la provinéia de Paruro al mismo tiempo que la killke. La identificación
de un segundo centro productor de cerámica en la región del Cuzco en el periodo
Killke, pero fuera del valle, permitiría entender mejor la producción y distribución de
los estilos alfareros regiooales en este periodo y podría ser usada para responder a
preguntas vinculadas a la relación entre los incas y otros grupos étnicos regionales,
durante el pe.riodo de formación del Estado.
52
Caámica deJ Periodl> J111ennedio Tardí.o
La evidencia más concluyente ace rca de la relación en.tre las cerámicas killke y
colcha fue encontrada durante los cateas hechos en Tejahuasi. Este lugar es propiedad
del ayllu de Cucuchiray que tiene su centro en Paruro y se e ncuentra a una altura de
3 200 rnsnm, en una cadena montañosa larga y angosta, inmediatame nte al este del
pueblo de Paruro. Si bien en la supe.rficie no hay restos estructurales visibles, sus
laderas están c ubiertas con densas concentrn.ciones de cénímica.
Una serie de cate(>S, cada uno de los cuales medía 2 por 4 m, fue reafü,ada a lo largo
del lado occidental de.l lugar. La.~ excavaciones pasaron por una zona de arado de 20
c m de profundidad y e ntraron Juego a un depó sito de tie rra compacta, de
aproximadamente 30 cm de p rofundidad. En una de la~ unidades de prueba se
eocontrnron los restos de una pared de piedra y arcilla de baja altura, a una profundidad
de 56 cm. En el lado norte de los cimientos de la pared se identificó un piso de tierra
compacta, pequeños guijarros y piedras planas. Debajo de éste y encima del subsuelo
narural de la cadena se halló un depósito de tierrd compacta de color marrón oscuro,
de 30 cm de profundidad, que contenía cerámica killke y colcha. Una muestra de
carbón de esta capa de suelo compacto marrón oscuro dio un fechado radiocárbónico
de 940 A.P. o 1010 ± 140 d.C., una fecha similar a la q ue Dwyer obtuvo durante su
excavación de materiales killke en .Sacsahuamán, cerca ()el Cuzco.
S3
las antiguas tradkio11es alfaraas de la tegüín del Cuzm
4 Esta c.:t)m,·Jusión qucd!l rC$JJ!lldada pur la r«·ha de 13 10 ± 50 d.C'. p;.U"a ta ctJ·:iJllit~a .:ütl'h3 r~ur>erada eél
el ~itio di;. Ctoq,ina.
54
Cerámica Mf Prriodo fntmnalio Tarrllr,
(figuras 2-1 y 2-2}'. Las observaciones número del sitio-distancia para killkc y colcha
fueron entonces comparadas matemáticamente con lt1 prueba Kolmogorov-Smimliv,
pW11 determinar si en lll provincia de Paruro estos esti los presentan parrones de
di~tribución similares o no. Los resultados descartaron la hipótesis nula (es10 es que
no hay una diferencia significativa entre ambas muestras) con un nivel de confianza
de 0.05. En otras palabras, esta prueba encontró una difl'tenda significativa enuc
los patrones de distribución de ambos estilos. Este hallazgo respalda lasugl'renc1a de
que e~tos estilos soo el producto de dos centros distintos de producción alfarera.
5 D:.do que. varios de tus si1ios dcJ periodo killkc:. de la provinci.11 de P11rurn son pequeños y rindieron
colcct"ioncs. limitad:is de deseo$ de superticic. docidí US:lf aquí un.u mcdid:1. de: ambos tipos «r:1mic05 en
término$ de su "prescnci.úaU!lendia", en luwir de discutir los montos rc1ati\'Os: ( o los 1tributos c:sparffi,~,~)
de. c::itvj 1:¡,os en rad4 &lila. Por lo l!'lnto, estos rcsuluidos deben J.ict considerados como provisionoles
mientt:is no se cmprcndun 1nvcstig;;icloncs adidonu.le~ en lo re¡ión. que int·Ju>·~n un progr-runa de
cx,·1\"M'iun~ o g&'l.Q ese:al11 en v;u-io~ ~itlus distin,os y un progi'.1mo cxp¡3n.dfdo de rcc:oJección dcsupcrfk,c
6 fil roe:ficte.nt-c d.: c-orrchu;ión <R> de~ mUC$tJll es de 0.4.
55
las antiguas tradidones alfareras de la regián del Cu:co
entre la densidad de los sitios con dicha ce rámica y su distancia del Cuzco implica
que aquel valle puede realmente habe r sido su centro de producción y d istribución.
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Figura 2.3. Densidad de los sitios con cerámica killke y su distancia del Cuzco
57
Las antiguas 1rodirla11.s alfareras de la región del Cuz.co
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un "tnñn de. Ctr:tm1c:. redondo y )in plnlllr. con una...a sut1WDcn~ pequcft:s. que :solamente es fabricado
•• i. comunid~ de 1\rllypallpa y se: us• a..do más en °"""'ID y en c:-arn:,vlllco" ( 1984: 293), Al p<cgimur
por qui' •e lo ll•m•b• "chlllquc" (o "ch'ellqe") se le dijo que "porqu,o fue bccbotn Aroyp>Dpo" t 1984.
46~)
58
Cerámica del Period.a lmennedio Tardío
aldea fue un centro reg ional productor de cerámica amptiameme reconocido hasta
mediados del siglo XX, respalda la ~-ugerencia de que también puede haber sido un
importante centro productor de alfarería e n un pasado más distante.
En la ley de los Yngas se ordenaua para ser rrey, Capa<: Apo Ynga.
Yltga no quiere dezirdezir [sic] rrey sino que ynga ay gente uaja como
Chilque ynga ollero; Acos y11ga enbustcro. Uarocynga l/ulla Uaroc
mentiroso(...) (Guamán Poma: deAyala 1980[1615:1 17-118]: 96).
Resumen y discusión
59
Las a111iguas tradicwnes alfareras de la región del Cuzco
Los sitios con cerámica killke e.stán concentrados en los confines norteños de la
zona estudiada cerca al Cuzco y su número disminuye a medida que uno pasa hacia
el sur. No obstante, se ha encontrado cerámica killke en 1erritorio chillque, cerca de
la comunidad de Araypallpa, así como en los límites sureños de la zona estudiada, en
la zona de Accha. También se na observado que la p resencia de la cerámica colcha
disminuye al crecer la distancia de la aldea deAraypallpa. Con todo, se identificaron
muestras de dicho estilo en varias col'ecc.iones de superficie de Jugares tan al norte
como el vaJJe del rfo Yaurisque y en los confines sureños del áre.a estudiada, en la
comunidad de Accba 'º· Así, a panir de los datos procedemes de la prospección
arqueológica presentados en este capítulo, e~ posible concluir que la cerámica killke
puede haber sido producida en el valle del Cuzco y basándose en datos arqueológicos,
etnográficos e, históricos, parece probable que la colcha fuese fabricada por los
miembros del grupo émico chiUque, en la región de Araypallpa. Sin embargo, los
mecanismos sociales mediante los cuales la cerámie.a y/o los alfareros mismos e ran
trocados o intercambiados quedan por ser investigados. una vez que más
investigaciones arqueológicas e históricas hayan sido completadas en la región.
9 P..ara información adicional sobre la c:cr6mi<.·a killke y los gropos étnicos regionales. asi como el
surgimiento del Estado im.:a. véa.sc a Bauer (1992.a. 1996).
10 Luis Barreda rvtucillo (com. pets., J990) recuperó dos vasijas c.oJc:has c-asi coroplc1as durante lai:
cxeav.:iciones en \VimpiUa)~en las afueras de la ciud¡¡d del Cuz.co.
60
C'crtínzica del Periodo J,uermed iu Tardío
- -- - - - -
Las evidencias históricas sugieren queel valle del Cuzco y la región inmediat11Jnente
al $ Uf estuvieron poblados por cuatro _grupos étnicos distintos. cuando menos. Los
incas controlaban el extremo norte del valle del Cuzco, mientras que los chillques
vivían en la región al sur del ño Apurímac, cerca de las actuales comunidades de
Araypallpa y Colcha, y ral vez controlaron partes de Paruro y Ccochirhuay. Los
mascas y tambos estovi·eron ubicados en las zonas de Yaurisque y Pacariqtambo,
entre los chillques al sur y los incas por el norte. Los primeros estuvieron concentrados
alrededor de Yaurisque y tal vez dominaron áreas tan al sur de Paruro y al oeste
como Huanoguite, mientras que los tambos parecen haber tenido su centro en y
alrededor de la zona de Pacariqtambo (Bauer 1992a, 1996). Los cbillques, mascas y
tambos simplemente eran tres de los muchos grupos que rodeaban a la capital incaica,
a los cuales se puede dar el nombre colectivo de incas de privilegio.
61
Las amiguas rradiciones alfareras de Úl región del Cuzco
uno de ellos parece haber ingresado en la.zona productiva opuesta co menor medida.
El hallazg<i de ambos estilos eo los territorios de los cuatro grupos émicos que vivieron
en el Cuzco e inmediacamence al sur, implica que las fronteras de dichos grupos nó
fueron características decisivas parn su distribución; en términos arqueológicos, los
estilos alfareros de la región del Cuzco no parecen reflejar elementos a partir de los
cuales podrfa inferirse una ident.idad émica.
Los estilos alfareros del periodo Ki.llke y el surgimiento del Estado incaico
Si bien la distribución al sur del Cuzco de los es:tilós cenúnicos .killke y afmes no
puede ser usada para identificar las fronteras de los distintos grupos de incas de
privilegio, sus patrones de distribución y métodos de fabricación pueden proporcionar
importantes percepciones de la cronología y el modo en que apareció el Estado en la
región del Cuzco. El uso de elementos de diseño y motivos casi idénticos en la
cerámica ldJJke y afines, como la colcha, sugiere que un fuerte contac.10 social exist.íó
eotre los diversos centros productores de cerámica. Aden1.ás, la supecposición de las
redes de distribución de ambos tipos de cerámica implica que durante el periodo
Killke un aleo nivel de comercio e intercambio existió entre los diversos grupos de
incas de privilegio. A partir de estos patrones superpuestos de distribución alfarera y
sus líneas de comunicación asociadas, puede proponerse tentativamente que en la
región del Cuzco el periodo Killke escuvp tipificado por la armonía y el intercambio
regional. Esta image.n de armonía regioóa\ se contrapone a la generalmente aceptada
de un periodo preincaico o.Killke signado por los coofüctos y la competencia regional
y requiere de mayores investigaciones.
62
Cerámica del Periodo lntemu:dio Tardío
Los patrones de distribución cerámica al surde! Cuzco durante el periodo K.illke muestran
tal vez aún más evidencias de relaciones de intercambio regionales que indicarían la
unificación de la región bajo una única autoridad política, coo base en el Cuzco. Las
prospecciones regionales sistemáticas efectuadas en Accha, a 52 km por vía aérea del
Cuzco, revelaron una ligera presencia de la cerámica killke. Cuatro días de trabajo de
prospección en la zona más sureña de Omacha, a aproximadamente 70 km por vía
aérea del Cuzco, no encontraron ninguna evidencia de ella, lo que sugiere que el espacio
entre ambas localidades marca la frontera de la distribución de la cerámica killke al sur
del Cuzco. Las crónicas sugieren que esta misma región también constituyó el límite
extremo de los incas de privilegio. La aparente correlación entre la distribución de. la
cerámica killke y la distribución de los gropos asimilados al imperio incaico como incas
de privilegio indica que tal vez durame la fase de desarrollo del Estado unas redes
distnbutivas Cuzco-céntricas unieron a este lugar con los grupos étnicos ci.= vecinos.
63
Las a,u;guas tradki;J11es alfareras dt: /u regití11 del Cuzco.
------
la zona, es entonces posible que su alto estatus s:e reflejara en los distintos diseños
alfareros que los incas produjeron. Hay evidencias provisionales·que sugieren que
esto podría haberse dado. F..n la tradición cerámicak:illke, una figura altamente estilizada
es frecuememente mtratada en las jarras de una sola asa (fotografía 2-8, dibujo 2-
13). Ella puede ser identificada púr una serie de motivos estandarizados, que
comprenden: (1) un tocado (chu.llo) representado a través de una serie de bandas
anchas dispuestas a distancias iguales, delineadas a cada lado por dos o tr~.s lín~.as
angostas. que se encuentra en el borde de la vasij a y en la parte del borde superior;
(2) un motivo de vlncha que aparece con mayor frecuencia como una hilera de
triángulos concéntricos y (3) una serie de rombos o triángulos entrelazados en las
mejillas de la figura. La cond.ición humana de ésta contrasta con el panteón de figur.i.s
mítico-rel ig iosas retratadas en las tradiciones alfareras más tempranas que se han
encontrado en el Cuzco, como wari (McEwan 1987). El tocado estandarizado, la
vincha compleja y las mejillas pintadas sugieren emblemas de poder y autoridad. La
aparición de esta figura estili7.ada durante el periodo Killke y la conspicua ausencia
de otras figuras en las vasijas de dicho estilo sugieren que tal vez sea una represema-
ción simbólica de un gobernante o gropo de elite institucionalizad(>. Su aparición en la
cerámica que se piensa fue manufacturada dentro del valle del Cuzco, insinúa la
posibilidad de que la institución del "Inca" como gobernante supremo o una clase
social dominante hubiese comenzado a cristalizar ya para este periodo. Si bien es
cierto que resulta extremadamente especulativo sugerir que ciertos diseños alfareros
pueden de algún modo reflej.a r e·l orden sociopolítico que los produjo, la aparición en
la cerámica killke de esta figura que pareciera ser un rey, du(ante d periodo de la
temprana formación estatal, sí coincide con otras conclus:iones preliminares extraídas
de los datos de distribución cerámica.
En el modelo tradicional de la fonnación del F.stado en la región del Cuico, que las
c rónicas españolas presentan y varios etnohistor:iadores y arqueólogos aceptan, .el
periodo Killke queda caracterizado como uno de feroces conflictos regionales, un
mundo volátil de incursiones, formaciones políticas competidoras y fragmentación
política. Este modelo tradic.ional sugiere que ern esta región la un.idad política y
económica fue alcanzada sólo después de la victo.ria de Pachacuti Inca Yupanqui en
la mito-histórica guerra con los chancas. Sin e.mbargú, las e videncias arqueológicas
presentadas e n este capítulo, relacionadas a la producción de cerámica en la provincia
64
Cerámira del Periodo Int,•mredio Tardío
65
3
CERÁMICA DEL
HORIZONTE MEDIO
(550-1000 D. C.)
E1 Horizon1eMedio cubre un gran periodo en el cual buena parte- de la sielTll ccnlilll
y sur-ccmrnl cayó bajo el con1tol de dos grandes estados. Wari y Tiwanaku. Las
investigaciones actuales sugieren que Wuri comen7.ó a expandirse desde su base de
poder tradicional en la región dtl Ayacucho. Perú, alrededor de 550 d.C. Las
excavaciones en los si1ios waris fuera de dicha región indícan que esa expansión
estaw.l prosiguió hasta por lo menos 850 d.C., después de lo cual el Estado parece
haber colapsado. Se sabe menos del desarrollo de Tiwanaku, sin embargo parece
que para JOOd.C. laciudad del mismo nombre, situndacercade la orillu !.Uduec1dem:nl
del lago ºliticaca. en Bolivia, tenía una importancia considerable. La expan,ión de
Tiwanaku podría haberse iniciado altedcdor de 500 d.C. y haberse agotado, al igual
que Wari, hacia el final del primer milenio (Kolata 1993: 85-86).
Hace 1iempo que los investigadores han notado la presencia de materiales dr esti lo
wari en In región cuzqueña y por lo genero! se acepta que Wari controló el valle del
Cuzco durant,· varios siglos {McEwan 1987, 1989, 1991). F.o; má.<, cuando Rowe
estableció la primera secuencia alfarera parn el Cuico en 1956 se dio cu~DUI de que
las culturas lot.-ales de la región debieron b.iber producido cerámica durante la
ocupación wari y que algunos de estos CSlilos deben haber sido influidos por las
lntdiciones alfareras waris. Uno de estos estilos locales afín a wari fue identifkado
y llamado .;lucre" por Chávez Bailón (Rowe 1956: 142; McEwan 1989: 55). Dicho
e_stilil sigue mal comprendido y sólo se han publicado unos cuantos ejemplos dcl
mismo (McEwan 1984: 13, 15; 1987: 58. 102-104)1• La cerámica de In províncíu de
D<bc :rclWMsc que mmo Chlhv Ballóa .,...., Bonc<Lt Murmo Uomaroo •1uc1c- • 4uún11,s Cilllo<
69
Utr amiguas rradit·ione.< llifllrera.< de la región del Cuzco
Paruro ha ayudado a definir otros estilos que fueron manufacturados en la región del
Cuzco dltmnte el Horizonte Medio, enrre ellos arahuay, qotakalli' y ccoipa.
La-influencia wari en la región del Cuzco fue sugerida por vez primera por Toeodore
D. McCown y Rowe a comienzos de la década de 1940 (Rowe 1944: 53). Ella fue
confirmada por Chávez Bailón y Rowe a comienzos de los años cincuenta en el
1ranscurso de su revisión de colecciones procedentes de excavaciones y de superficie
de varios yacimientos arqueológicos ubicados al este de la ciudad del Cuz.co (Rowe
1956; 142). La infomiación más importante provino de Batán Orco, una pequeña
70
Ce.rdmi.ca ·de/ l/01iwn1c Medio
c<¡lina que se adentra en el valle del río Vilcanota, cerca del pueblo de Huaro {Reichlen
l 954; Rowe 1956: 142). El descubrimiento, e n 1952 por parte de unos saqueadores,
de una tumba de e.lite en este lagar a trajo la atención de los funcionarios c uzqueños
y del público e n general (Comercio l 952a-k: Reichlen 1954). Chávez BaJ16n (com.
pers., 1990) excavó allí ese mismo año pero sus colecciones fueron destmiclas antes
de que pud iera completar sus análisis. Barreda Murillo ( 1973) efectuó otras
excavaciones en Batán Orco en 1952, en tanto que Panerson y Rowe hideron
colecciones de superficie allí en la década de 1960 (Pa tterson 1967). Los hallazgos
hechos en Batán Orco fueron inicialmente clasificado~ como emparentados con
Tiwanaku (Reic hlen 1954). No obstante, un e xamen más detenido de los mate riales,
por parte de Chávez Bailón y Rowe, sugirió una relación más estrecha con Wañ -el
Estado ayacuchano- q ue con 1íwanaku. Esta conclusión queda respaldada por las
re.cientes investigaciones de Zapata en Batán Orco (1997), que. descubrieron un
cementerio de elite con numerosas vasijas e mparentadas con wa.ri .
El saqueo del lugar a comien2os de la década de 1920 hizo que se descubrieran dos
depósitos de figurillas de turquesa que han sido el tema de un reciente estudio dé
Anita Cook (I 992). Varias personas han investigado el Íugar, incluyendo a llarth-
Terré (1959), iianders ( 1973) y Barreda Murillo (1973, 1991) . Las rt'cientes
investigaciones realizadas por McEwan (1983, 1984, I98i, 1991) en PikiUacta se
3 Tao10 Ci~ c-0mo Squier ilamaron t•~1uyna" n Piklllacta. Squic:r { 1877: J 19-422) lJtUTió «P:iqojlh,t~ti'l"
a l:i portada inc.aic.a del \<'illlc dc.1 Cu.u-o ~c;tu'11'mcnte denominado "·Rum( (,~olea". ('ie1.a { 1976: 2Q 1
[ 1551. la Pte., C:ip. 9·¡¡) menciona cst::i port.1d-<A pero no <l.:t su nombre
71
Las anliguas lta(liciOJJt:S alfatt:ra.t de la región ,ltd Cutcu
-~~~~~~~~~~~~~~~~~
ban plasmado en un plano del lugar. Según él, éste muy probablemente fue el centro
administrativo provincial sureño del imperio wari y fue mamenido por comunidades
satéliles de la <alenca de Lucre. Sus excavaciones· eo Pikillacta y en los basureros
fuera de los macizos muros de la ciudad indican que sus ocupantes usa(On distintos
tipos de ceramios waris, de estilo wari y emparentados con él (Knobloch 1991: 253;
Glowacki J996), a~í como unas cuantas vasijas exóticas imponadas desde Nazca y
Cajamarca (l'v!cEwan 1990; Glowacki 1996). Sin embargo, la mayoría de las vasijas
decoradas de este lugar pueden ser caracterizadas e.orno de estilo O<ToS, el cual se
distingue por un engobe anaranjado claro (Knobloch 1991: 25.,; Glowacki 1996).
Piki llacta noes el ilnico Jugaren la región del Cuzco donde se han hallado materiales
wati y de dicho estilo. Chokepuquio, u.nos 2 km al .oeste de Píkillacta, contiene Wta
serie de estructuras macizas y cerámica de estilo wari (Gihaja Oviedo 1973, 1983:
McEwan 1983, 1984, 1987). McEwan (1984, 1987) también halló una serie de
pequei\os sitios en la cuenca de Lucre con cerámica wari y de eslilo wati. Otros
investigadores reportan baber encontrad() materiales de este esti lo en otras partes
de la región del Cuzco. Entre ellos se encuentran los de Batán Orcú, a 12 km al
sudeste de Pikillacra, y Ccotococoyoc, cerca de U reos. Hay otros lugares con estos
materiales en los vecinos valles de Andahuaylillas y Huaru (Zapata 1997). Es más,
la cerán1ica de e~tilo wari ha sido encontrada cerca de la ciudad del Cuzco, en
Coripata (Zapata, com. pers., 1991), Arahuay (Torres Poblete 1989), Aqomoqo,
Qotakalli y Wimpillay (Espinoza Martínez 1983), al oeste del Cuzco, en la pampa de
Anta4 y al sur en la provincia de Paruro (Bauer J992a. 1996) .
..: En 19921.i Casa de G:.uc.ik1so tcní;i en exhibic;ión varios f¡ag;inentos de cCr:imica wari recogidos en la.
pmtp~ de Anta. ·
72
Cerámica del Horizonte Medw
También se han reportado materiales wari y de estilo wari en otras partes del
departamento del Cuzco. Rowe y sus colegas encontraron cer.l.mica de este estilo
en varios lugares cerca de Sicuani (Rowe 1956: 142- 144). Sergio (1lávez ()985.
1987) reporta una colección compleja de 14.1 objetos de metal de eslilo wari en la
zona de Pomacanchi. Dentro de esia colección había dos vasijas de cerámica, una
de las cuales fue clasificada por S. Chávez (1987: 8) como chakipampa B; la otra
parece ser de un estilo local. Las excavaciones realizadas :por Wilbert San Román
(,una (1979, 1983) en K'ullupata, en Pomacanchi, dieron varios artefactos de estilo
wari. Otros hallazgos aislados de este estilo fueron recuperados aún más al sudeste
del Cuzco por S. Chávez (1987, J988) y Lantaron Pfoccori (1988) en la provincia de
Chumbivílcas y en la de Espinar por Meddens (1989).
73
Las amiguas 1radicio11es alfareras de la re¡:frín del Cuzco
Descripción
• Pasta
La pasta de la cerámica de estilo ocros recuperada e n Muyo Roqo es de textura fina
e inclu ye uoa cantidad moderada de diminutas inclusiones que cambian de color,
desde blanco a gris oscuro. La pasta varía de un anaranjado claro a un rojo ladrillo
oscuro, o a veces es un negro opaco debido a su cocción en una atmósfera reducidora
de oxígeno,
Como se discutirá luego con mayor detenimiento, las piezas pintadas de estilo ocros
procedentes de Paruro mue.s tran un número limitado de elementos y motivos de
5 Vé::ise en Glowacki ( 1996) una compar3ción de la et.rámica muyu roqo con Jade Pik:iUacta.
74
Cerámica del llorizome Medio
diseño y los primeros, así como las formas de las vasijas en la colección, son uniformes.
Los elementos más comunes en los vasos son las bandas horizontales que pueden
estar pintadas o bien con un color sólido o contener una retícula que usualmente es
blanca. Los tazones, de orto lado, están frecuentemente decorados con rectángulos
colgantes de diversos colores, diseños enlazados o triángulos dependientes reticnlados.
Una amplia gama de colores fue usada en estos materiales, incluyendo crema (o
blanco), amarillo (o anaranjado), gris y marrón. También se usó el negro, pero sólo
en líneas delgadas que o bien delinean las bandas y elementos colgantes, o pasan (en
los tazones) a través del centro de los rectángulos colgante-~.
6 En esta cuenta se incluyen ·todos tos fragmencos de hueso idc más de 2 cm dé l.ugo.
75
la.s a111ig11as r,a,fici0/1es. alfareras de. la. región del Cuzco
------
Las formas de las vasijas identificadas en el inventario muyu roqo son limitadas. Se
halló un pequeño número de razones de paredes convergentes, hechos con pasta
naranja o negra (dibujo 3-1), así como los restos de algunas jarras domésticas. El
resto de las vasijas que se podía reconstruir eran razones<; de paredes rectas divergentes
y altas copas, estas últimas estaban o bien pintadas o si no incisas.
Los tazones de paredes divergentes y rectas de Muyu Roqo tien<;-.n base plana. El
ángulo del borde es bastante constante y tiene labios finamente redondeados pero
ligeramente.adelgazados. Ellos ocasionalmente están aplanados en lo que parecieran
ser grandes tazones. La parte externa de los mismos no está decorada, fuera de
estar pintados ocasionalmente de anaranjado. El interior luce una variedad de diseños.
Los más comunes son to.s rectángulos colgantes, delineados en negro,. que pueden
tener una única línea negra curva o re.eta que pasa por su centro. Los rectángulos
colgantes generalmente son de color blanco o amarillo (o anaranjado), aunque
ocasionalmente se usó el negro y.el gris. Si bien la mayoría de. los elementos colgantes
son monocromos, también se han observado ejemplos de elementos bi y policromos
(fotografías 3-1, 3-2, dibujos 3-2 a 3-4).
Además de los tazones de paredes divergentes y rectas, los trabajos en Muyu Roqo
hallaron otro tipo de vasija en gran número, que no ha sido descrita en ningún otro
lugar. Se trata de copas de por lo meoos 15 cm de altura, con bordes ligeramente
divergentes. Los bordes de esta.~ va~ijas son a veces angostos en su cima y están
redondeados. Su base es plana y las pare.des tienden a ser ligeramente cóncavas. La
superficie exterior siempre está engobada, así como la pane superior de su interior.
Las copas recuperadas en Muyu Roqo fueron divididas en dos categorías generales
de pasta: anaranjada y negra. Las dos terceras partes superiores de las vasijas
anaranjadas están decoradas con diseños geométricos. Si bien se observó una gran
76
Cerámica del llorizo,ue Medio
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Las vasijas negras son de forma parecida a las anaranjadas, aunque sus bordes
parecieran ser ligeramente más divergentes (dibujos 3-9 al 3-11). El uso del espacio
decorátivo en las copas negras y anánlI!jadas es similar; las dos terceras pártés
superiores están decoradas, en tanto que el tercio inferior queda sin modificar. La
palie externa de las copas negras está incisa con líneas finas. Estas copas muestran
una ancha banda horizontal a. 1-2 cm del borde. Ella contiene una serie de círculos
incisos, círculos concéntricos, semicírculos, triángulos y puntos (fotografías 3-7, 3-8
y 3-9). la composición de esta banda varía. Una banda angosta se encuentra debajo
de la dominante. Ella puede estar sin decorar o tener una serie adicional de diseños.
En unos cuantos casos, la banda dominante de esta~ vasijas está decorada de blanco
con el mismo diseño de X-y-puntos que las copas anaranjadas (dibujo 3-12). En
otros casos aún m~ raros, la banda dominante está en realidad levantada de la
superficie de la vasija (dibujo 3-9B).
La colección efe cerámica muyu roqo sugiere que el lugar podría habenenido una
función inusual. La proporción de vasijas más finas (esto es, anaranjadas y negras)
con respecto a las domésticas es distinta de la de.la mayoría de los sitios domésticos,
en donde estas últimas superan en número a las primeras. En Muyu Roqo apenas el
16% de los tiestos son domésticos, en tanto que el 84% restante se divide entre las
más finas vasijas naranjas (60%) y las negras (24%). Es más, los tazones y copas
dominan las fonnas de las vasijas más finas. De éstas, el 19% de los fragmemos
podía atribuirse a cazones y 49% a copas. El restante 32% comprendía piezas que o
bien eran demasiado pequeñas como para que se pudiera determioar la forma original
de la vasija o eran otras formas, como los tazones de paredes convergentes. El
77
IA.r w1tigUllS 1rcuii<'iones alfareros de. ÚJ región dd Cuzco
~~~~~~~~~-
mayor porcentaje de vasijas finas en Muyu Roqo sugiere que ésre no fue un sitio
doméstico. El elevado porcemaje de razones y copas implica que aquí tuvieron lugar
extensas actividades de comida y bebida. Esta interpretación queda reforzada por el
gran número de huesos de mamíferos grandes recuperados eo el lugar. En suma. si
bien la nacuraleza exacta de Muyu Roqo no podrá ser determinada en ramo no se
efectúen excavaciones adicionales, las e vide ncias actuales s ugieren que el lugar fue
usado para actividades rituales durante el Horizonte Medio.
Fechad o
Actualmeme contamos con una fecha de Muyu R.oqo: 1135 ± 50 AP ([AA 35003]
815 ± 50 d.C.). Los trabajos de McEwan (1987. 1996) en Pikillactabrindaron unas
diez muestras radiocarbónicas adicionales con las cuales fechar la ocupación w-.i.ri
del valle del Cuzco. Dos muest.raS de In~ nivele.s inferiores de las excavacioncs de
Pikillactadieroo fechados de 1430±90 A.P. ([TX 4751 J520 ±90d.C.) y 1350± 60
A.P. ([TI( 47S0J 600 ± 90 d.C.). Como senalasen Knobloch (1991: 253) y Glowacki
( 1996). estas excavaciones asimismo pro<luj,•ron muestras de cerámica de es1ilo
ocros. Tres muestras adicionales procedenrcs de Jiaoas dentro de la n¡.atriz de los
muros dieron fechados radiocarbónicos de 1140 :t 60 AJ'. ([TI( 4247] 8 10 :t 90
d.C.). 1100 ±60 A.P. ([TI{ 3996] 850 :t 60) y 1060 ± 50 AP ([Beta43233 890 ± SO
d.C.I). Estas fechas sugieren que la ocupación inicial de Pi:ldllacta podña haber
tenido lugar entre 550 y 650 d..C.. y que In conStrUcción prosiguió basta por lo menos
800 o 850 d.C. McEwan (1987: 80) cree que ella fue abandonada en fecha tan
tardía como 1000d.C.7 En consccuoncin. en 1nnto no se disponga de más fechados.
et periodo de.influencia wari en la región del Cuzco queda establecido tentativameme
en 550-1000 d..C.
Distribución
Sólo nueve sitios de la zona explorada rindieron cerámica de estilo oc ros y todos. con
la excepción M.Muyu Roqo, arroja.ron un número extremadamente pequeño de estos
78
Cerámiéa del Horiwnte Medio
fragmentos (mapa 3-1 ). Ello no obstante, el patrón de distribución de sitios con esta5
alfarerías es distinto del de cualquier otro estilo cerámico de la provincia de Paruro.
Seis de los n11eve sitios están ubicados en el valle de Paruro, en tanto que los otros
eres se encuentran al sur del río Apurírnac.
79
L,,s antiguas tradicilmes alfareras de Ju regwn del Cuzto
N
/A
01020 60
so
Cerámica del Horitorite Medio
Cerámica arahuay
La cerámica arahuay toma su denominación del sitio del mismo nombre, ubicado a
aproximadamente 2 kilómetros al sur del Cuzco, en las laderas del valle. Este lugar
fue exc.avado por Nilo Torres Poblete en 1989 y el e.stilo fue definido eo su tesis de
licenciatura (dibujo 3-13)'. Otros ejemplos de cerámica arahuay han sido ideorificados
en las colecciones de alfarería de Pikillact.a (McEwan 1990; Glowacki 1996)? y por
7.apara (1997) en las rumbas con materiales relacionados con Wari de Batán Orco.
Si bien es cierto que se requiere de más investigaciones para definir mejor este
nuevo estilo, sabemos yak, suficiente como para concluir que hay una ligera presencia
del mismo en la proviocia de Paruro'º·
Tanto la composición de los diseños, como las formas de las vasijas arahuay, recuerdan
a las de la cerámica de estilo ocros, en particular las de los tazones de paredes
divergente rectas. También hay ciertas similitudes entré la cerámica arahuay y la
killke. Una de las más notables características de esta última es la ancha banda roja
8 Las cxcavacione$ en Tatawi. cerca dc.Arahuay, fue-roo cfcc:tuad.a.c: por Rowe )' 1.yon en 1 975 (K. Cl:iá\'CJ.
1980: 215: Lync~ 1975: 230).
9 Glowacki ( 1996) prefiere denominar ar.thu::iy/w;unang::i a dk:ho estilo.
l O Toda la c:;cr:í.mic:a :n:lhuay mosuada en f::is fotogtaffas del presente infofme pro,•iene de las oolect:iones
héX.·ha$ en el valte de.J Cuzco.
81
Las amiguas tradiciones alfareras de la región ,le/ Cuzc-,
delineada con negro. Este mismo rasgo parece ser una característica distintiva de la
cerámica arahuay. Las bandas delineadas se encuentran tanto en las jarras como en
los tazones arahuay. Al igual que sus contrapartes entre las vá.5ijas killke, estas
bandas corren horizontal y venicalmente, y a veces se las usa para definir paneles
rel lenos de motivos geométricos.
Fechado
Distribución
82
. deJ Horízc>nte '\folio
Cerún11ca
N
A
O 10 20 60
L
-----:----:::;--;, ··n de
Map.i 3.~. La di$tribuc10
<> ·,;As con cera·mica arahuay
Stuv
83
Las <'J1.tiguas tradiciones alfareras de la región del Cuzm
---
Cerámica ccoipa
Ccoipa es otro posible estilo alfarero del Horizonte Medio. Esta cerámica fue
identificada por vez primera en un lugar inmediatamente al sur de la aldea del mismo
nombre, en el distrito de Pacariqtambo, del que tomó su nombre (Bauer 1989). El
sitio tipo de Ccoipa (312) se encuentra situado en una cadeoa montañosa al sur de la
iglesia del pueblo. Esta pequeña localidad, que mide menos de 2 500 rol, está cortada
por Ja única carretera que pasa a través de la aldea. La ladera norte de la cadena
montañosa se eleva desde el borde mismo del pueblo. Esta ladera, que actualmente
está cultivada, fue la mejor zona para las colecciones de superficie realizadas durante
las temporadas de campo de 1984-1985 en la región. La cima de la cadena está
cubierta con césped y árboles de eucalipto. Estas zonas rindieron pocos fragmentos.
Descripción
84
Cerámica de./ Horizonte Medio
• Pasta
La cerámica ccoipa está compuesta por una textura medianamente tosca que contiene
algunas inclus.iones no plásticas entre finas y medianas ( <1-0 mm). La mayor parte
de ellas consiste·en granos blancos o crema, aunque también están presemes orros
de color negro, rojo mate o lustrosos. así como mica. Se han observado grande-s
ejemplares ocasionales de e.stos granos, que no superan los 2.0 mm. Et color de la
pasta oxidada generalmente es un amarillo rojizo.
Sólo tres colores aparecen en la cerámica ccoipa: rojo, negro y blanco. De estos el
rojo y el ne.gro son considerablemente más importantes que el blanco. Hay también
una variedad limitada de diseños. Los más comunes son grupos de rectángulos
concéntricos que alternan en color entre el rojo y el negro. Dentro del rectángulo
más interno hay un punto rojo {dibujos 3-I5A-B y 3-16A-B). Este diseño a veces
está rotado en 900, formando grupos de rombos (dibujos 3- l6B, 3-I 7D, 3-20B y 3-
2JE e I). Los diseños de los tazones parecieran ser má.s variados que los dé las
copas (dibujo 3-1 9).
Los labios de las vasijas ccoipas·están p<)r lo general pintados con una línea roja o
negra, y en la parte externa unos triángulús inverúdos negros pueden colgar del
borde (dibujos 3- 17Ay C, y 3- 18A-C). En algunas de las vasijas mejor hechas, la
base-de los triángulos negros invertidos está delineada en blanco (dibujos 3-15B y 3-
1?C). En algunos ejemplares, una banda roja, que varia enormemente de ancho, se
encuentra en el borde interno dela vasija (dibujos 3-!5A, 3-I 6C, 3- 17C y 3-18E), en
tanto que en otros casos toda la supetficíe interna está pintada de rojo.
85
Lt,s a111ig11as tradicione$ alfarems de la región del Cu«·o
Aunque los diseños no lineales son raros, ellos sí se dan (dibujo 3-16C). Los motivos
animales son asimismo raros, sin embargo se ha recuperado una copa con animales
semejantes a llamas de color rojo y negro que rodean la base, y unas aves negras
(¿cóndores?) encima de ellas (dibujo 3- l 6D).
- Rokeccasa
Este lugar se encuentra hacia el final de una pequeña y empinada cadena montañosa
al oeste del pueblo de Paruro. Allí hay una zona aterrazada que mide aproximada-
mente 20 x 8 ro, cerca de la cima en la ladera norte. Se hicieron colecciones de
superncie en el lugar en 1985 y 1987. Estas colecciones comprendieron unos cuan-
tos fragmentos i1tca y killke, así como numerosas muestras (más de 60) de cerámica
ccoipa.
S6
Cerámica dd Horho11te Medio
También se hizo dos cateos cerca del centro de la zona aterrazada de Rokeccasa.
pues este parecía serel lugar más probable en donde encontrar restos arquitectónicos.
Una de escas excavaciones·. de 2 x 2 m, rindió información significativa. Los primeros
40 cm no mostraron ningún anefacto cultural. Sin embargo, se hallaron fragmentos
de cerámica dispersos a una profundidad de 41-42 cm y a ni veles ligeramente más
profundos comenzaron a aparecer las partes superiores de. varias piedras. A 50 cm
de profundidad era claro que eJ cuad(ame nordeste <le la excavación contenía los
cimiencos de un muro. El cateo fue luego ampliado I m hacia el norte y otro al este.
. Ccorpina
Esta localidad se encuentra en una empinada cadena montañosa que baja al río
Apurímac,justo al oeste de la comunidad de San Lorenzo. Ella contiene los cimientos
de baja altura de varias estructuras circulares y una densa dispersión de cerámica.
Las colecciones de superficie efectuadas en el lugar en 1987 produjeron fragmentos
de alfarería inca, killke, colcha y ccoipa. Ese mismo año se excavó aUí. Las
11 Se cnc.ontró un pozo no muy ¡nofundo aproximn.damen1e il 10 <:m por debajo de este nivc1 del piso. La
fos~i:contcnia parte de un.;1 pelvis humano y una m:tno dececba anjculada. a.,:;f como dos pies artkulados
(el i-zquicnio,ooloc.ldoe:ncima del derecho). Estos restos p;J.Tccicran representar un cnl'icrro más r.empfMo
que fue JY.i.rc:ialmehte destruido al consu:ui'l'se la cs.tructur-a oval.cncin1a de él.
87
Las amiguas tradiáones alfa,-eros de la región del Cuzco
Fechado
Distribución
88
Cerámica del Horiwnte Medw
01020 60
S9
Las amiguas tradiciones alfareras de la región del Cuzco
La parre externa de las copas está pulida e incisa (dibujo 3-23 a 3-25). En unos raros
ca5os se pueden ver restos de un pigmento blanco a lo largo del borde (dibujo 3-
24A). Los centímetros superiores de la superficie interna están pulidos, en tanto que
la parte inferior no lo está. Las paredes de las vasijas tie.nden a ser rectas o lige.rameme
divcrgcntes,-sin embargo se han recuperado algunos ejemplares en forma de lira
(dibujo 3-24D). Los bordes por lo general son ligeramente más divergentes que las
paredes de las vasijas. Ellos usualmente están engrosados, aunque se. han encontrado
algunos ejeropkrs más rectos. Es característica la banda horizomal incisa relativamente
profunda de la vasija, a 2-3 cm del labio. La parte externa puede tener una banda
incisa similar, aunque no necesariameme en el mismo ni ve! que la incisión anterior.
Aunque el cuerpo externo de la vasija podía quedar sin decorar, es más común que
esté cubierto c-on \!Da serie de líneas horizontales incisas. Estas incisiones tienden a
ser casi paralelas y su número y calidad varían de vasija en vasija. Algunas de esta~
copas tienen incisiones que apenas si son ligeramente más profundas que el pulido, en
tanto que otras las tienen de varios milímetros de profundidad. La pasta parece ser
similar a la ccoipa. l,.os ejemplos de copas horizontalmente incisas fueron recuperados
en 15 .localidades distribuidas por wda la provincia de Paruro (mapa 3-4).
90
Cm1m,ra tkJ Hori:.onu Medio
N
A
01020 60
91
Las an1iguas tradiciones alfareras de la. tegión deJ Cuzco
Resumen y discusión
Se ere.e que varios estilos alíarerns distinios de la región del Cuzco datan del Horizonte
Medi.o y la complejidad de sus relaciones temporales recién comienza a ser tratada
(véase a Glowacki 1996).Los estilos alfareros del Horizoote Medio recuperados en
la provincia de Paruro incluyen a qotakalli y ccoipa. La primera está relativamente
bien manufacturada. Las piezas más finas de este estilo se reconocen por su engobe
blanco y complejas decoraciones geométricas. Se ha encon!rado ejemplos del estilo
qotakalli en numerosos lugares de la región del Cuzco, incluyendo a Pikillacra y
Batán Orco. Las actuales evidencias sugieren que la producción de esta cerámica
comenzó en el tardío Periodo Intermedio Temprano y prosiguió durante todo el
Borizonte Medio (véase el capítulo 4). Las investigaciones regionales en Paruro
asimismo identificaron un difundido estilo alfarero denominado ccoipa, que también
pareciera haber sido producido en el Horiz.onte Medio. Su fechado es actualmente
probleinático, aunque podría haber sido producido en el Horizonte Medio y en el
temprano Periodo Intermedio Tardío.
14 La cerámica ocros (e.n particul;ir los tazones de p:ircdes divetgentes rcrms) se encuentra en u.o gran
númcco <le lugates dcl 1nismo silio de \\fati (Brewste.r-\Vtay J990) y las vasijns de estilo ocios han sido
,ocupcr.idas en numcros.os lugares por todos lu.s Andes ( Knobtoc.h 199 1~ {jlo\vacki t996).
92
Cerárrúca del -¡.fo,i~onte Medio
cuenca de Lucre. A panir de estos datos concluyo que la influe.ncia wari era
sustancialmente menor al sur de Pikillacta de lo que lo era al este y oeste.
93
4
CERÁMICA DEL
PERIODO
INTERMEDIO
TEMPRANO
97
ú1y a1uigut4r tr,uliciones (.1ljflrerns de lt: regirin del (ºuzco
Cerámica qotakalli
Los estudios actuales sugieren que la cerámica qotakalli e.ra la tradición alfarera
dominante en el ,•alle del Cuzco euando los wari llegaron por vez primera y que ella
sigui<Í siendo producida mucho después de ello. En cuanto ml, qotakall i constituye un
estiro nativo que fue fabricado desde el tardío Periodo Inrenuedio Temprano hasta
algún momenro en el Horizonte Medio.
La ccrárnicaqotakalli, otro estilo alfarero del Horiwnte Medio, fue identificada por
vez primera por Lyon y Rowe (l 9i8). El sitio tipo está ubicado al sur del moderno
aeropuerto, cruzando el río HuatanaycUna descripción de esta cerámica fue publicada
por Barreda Murillo en 1982. Desde ese entonces, este cipo de cerámica ha sido
encontrada en vs1rios lugares de la región del Cuzco (F.spinoza Ma:rtínez 1983: Valencia
Zegarra 1984; McEwan 1984: 12; 1987: 19, 58, 98, 99, 1990; Torres Poblete 1989:
56-59, 92-93, Fig. 14; Zapata 1997; Glowacki 1996).
Desi:ripción
- Pasta
La pa.~ta de la cerámica qotakalli se caracteriza por estar compuesta por una textura
fina con diminutas inclusiones blancas y grises. La fina pasta es medianamente dura
y al quemarse frecuentemente da un color anaranjado claro o rosado.
98
Certlmira dtl Parindo Intermedio Te111pra110
El exlerior de l¡¡s vasijas qotakalli más comúnmente visto tiene un engobe crema o
blanco y está bien pulido. El engobe brinda una superficie plana en la cual se pintan
las decoraciones y asegura contrastes de tono-color relativamente fuertes, Si bien el
color del pigmento negro no difiere mucho de un fragmento a otro. el del pigmento
rojo varía de rosado a rojo y a un anaranjado oscuro, Las 1ínea~ usadas para form.ar
los diseños pueden ser hasta de 0.5 cm de ancho, pero por lo comiÍn Lienen 0.2-03
cm de ancho. En general, las muestras bícromas tienden a tener líneas más delgadas
que las monocromas y están pulidas más extensamente. Varios de los diseños de la
cerámica qotakalli están ejecutados con un cuidado considerable y hay poca
superposición de líneas o motivos de los diseños.
99
Las antiguas rradi<'iones alfareras de la región del Cuzéo
Los bordes de los tazones pueden prolongar la suave pendie.nte ex1erna de la pared
de la vasija o inclinarse marcadamente. Los labios generalmente terminan en una
punta fina, al igual que los de la mayoría de las vasijas qotakalU. El exterior de los
tazones dt-paredes fuertemente inclinadas tiende a estar cubierta con decoraciones
(dibujos 4-6 y 4-7). Los bordes internos f recuememente están decorados con triángulos
concéntricos o reticulados que p ueden alternar su colo r ( fotograf'ia 4-4). Es más raro
que toda la superficie interna de estos tazones esté cubierta con diseños geomébÍNS.
Otra fom1a común de tazón tiene c ue rpo de calabaz.a, con pared es recras a
convergentes y una base pequeña y p lana o ligeramente c urva (dibujo 4-3A). La
parte externa de este tipo de razón está frecuentemente decorada en su mitad superior,
eo tanto que la interna no lo está.
Los inventarios de cerámica qotakalli también pueden incluir grandes vasijas con
ras.gos humanoides mode lados o aplicados, pintados d e dos colores con líneas rectas
11 curvas (Barreda Murillo 1982: 21). La pasta de esras otras vasijas tiende a ser más
tosca que la de las demás piezas qotakalli. Es más, estas vasijas mode lada.,; por lo
general no están cubiertas con uo e ngobe c rema o blanco.
}'echado
100
Cerámica del Periodo Intermedio Tempr<11111
- - - --
Distribución
101
Las antiguas rradiciones alfareras de la región del Cuzco
N
A
01020 60
102
Cerámica del Pericd<> Intermedio Tempra,zo
Descripción
El sitio de Muyu Orco (536) se encuentra entre las aldeas de Yaurisque y Pumate,
en la cima de un prominente cerro redondo 1. El lugar se encuentra a aproximadamente
30 minutos a pie al norte de Yaurisque, a lo largo del camino real del Cnntisuyu, en
dirección del Cuzco. Se ha preparado una definición de la cerámica muyu orco a
partir de los mate riales recogidos e n la superficie y en los caieos realizados en el
lugar.
• Pasta
La composición de la cerámica muyu orco es · similar a la de la cco ipa, aunque
liger;m1ente más fina Está compuesta por una iextura medianamente tosca que
contiene algunas inclusiones no plásticas. Al igual que en la alfarería cc()ipa, estas
inclusiones constan <ie graoos blancos a crema, de dimensiones fina.o¡ a medianas
(<1.0 mm). Ocasionalmente,-sin embargo, hay ejemplos de granos grandes que no
superan los 2.0 m.m. Y al igual que en la cenl.rnica ccoipa, ocasionalmente también
103
Las anliguas trad.ido11es alfareras de la región del Cuzco
están presentes inclusione.s finas de granos negros, rojo mate o lustrosos y mica. Al
cocerse la pasta generalme:nte alcanza un color rojo oscuro.
Se recuperó una serie de complejos fragmentos muyu orco que merecen ser descátos
individuamente. Uno de ellos, el resto de una copa de paredes rectas, es especialmente
interesante porque tiene un motivo con el de un dios, con el rostro en posición frontal
(dibujo 4-1 O). La nariz del rostro ha sido levantada aproximadamente I cm ¡xirencima
de la superficie de la vasija, en tanto que los ojos fueron levantados aproximad.unente
a 3 mm. Un pigmento rojo oscuro cubre las supei:ficies externa e interna de la vasija.
Gruesas líneas negras dividen eJ frente de la vasija en paneles los cuales fueron
pintados con rectángulos concéntricos anaranjados y blancos. La vasija probablemente
se paraba sobre las tres o cuatro patas de un pedestal, pero sólo una de ellas sobre.vive.
Una segunda copa muyu orco que resulta interesante tiene una banda horizontal
convexa, varios centímetros debajo del b()rde (dibujo4-I I ). La banda está delineada
por una serie de líneas negras, blancas y anaranjadas. y se dobla en un complejo
diseño en zigzag. El resto de la pane externa de la vasija es de color rojo oscuro, en
tanto que el interior está libre de pintura.
104
Ccrámiro dtl Periodo tmumuf/q Temprano
También se halló cantidad de cerámica muyu orco en Marcapata (624), una pequeña
cadena montañosa al sur del río Apurimac. cerca de la alden de Araypallpa. Las
colecciones de superficie hechas en este lugar descubrieron muestras de materiale.s
IOS
las antiguas tradiciones alfareras de la región de./ Cuzco
Fechado
Dado que no se recuperó ningún resio de carbón adecuado para ser fechado, la
datación tentativa de muyu orco debe hacerse a partir de su posición estratigráfica y
de su similitud con otros estilos alfareros. Las excavaciones en el sitio de Muyu
Orco produjeron cerámica del mismo nombre mez.dadacon alfarería qotakalli, encima
de un nivel formativo y debajo de una zona de· arado que contenía restos incas y
killkc.. Las excavaciones hechas en Marcapata descubrieron cerámica muyu orco
mezclada con materiales qotakalli y ccoipa. Sin embargo, debe subrayarse que las
muestras de cerámica de ambos lugare.s provienen dé unidades de excavación sin
ningún contexto cultural claro y por lo tanto tienen un valor limitado para fechar este
estilo. A pesar de ello. los resultados ak.anz.ados sugieren que 1.a alfarería muyu orce
fue producida durante el Periodo Intermedio Temprano o el Horizonte Medio.
Actualmente me parece que la cerámica muyu or;co documenta una relación entre el
Cuzco y el Altiplano, que terminó al arribar los wari al valle.
Tres excavaciones hechas en la región del Cuzc:o encontraron Jo que parecen ser
fragmentos de cerámica muyu o rco. 7,apata recuperó vasijas de este estilo en los
entierros de Batán Orco (com. pees., 1994 ). Torres Poblete ( 1989: 59-61, 93-94, Fig.
15) sostiene haber recuperado un nuevú estilo alfarero y por sus ilustraciones parecería
ser muyo orco. Las vasijas encontradas por Torres Poblete incluyen una copa con
una banda horizontal convexa y un tazón de paredes rectas con scallops. Él clasifica
estos fragmentos como ..araway- 5" o "wari de Araway", sugiriendo así una relación
con la ocupación wari del valle del Cuzco.
106
Cerámica del Periodo /111en11cdio Trmprono
adicionales podrían probar que Espinoza Martínez y Torres Poblece escán en lo cierto
al clasificar a muyu orco como un escilo emparentado con wari, en las conclusiones
del presente artículo se propondrá que en realidad lo está con el Altiplano presence
en el Cuzco en época pre-wari.
Distribución
La distribución de los catorce sitiO!; con cei:ámi.ca muyu orco en la zona de investigación
está señalada en el mapa 4-2. Hay uno cerca del límite sur de la zona estudiada,
cerca de PilJpinco, así como ocro en el límite norte, cerca a Yaurisque. Asimismo hay
hace.5 de sitios muyu orcos cerca de Colcba, Paruro y Pacariqrnmbo. En otras palabras,
esta cerámica no se limita a o se concentra alrededor de un área dada de la zona de
investigación y los estudios efectuados por ocros investigadores hallaron vasijas
similares en el valle del Cuzco.
- Incensarios incisos
La cerámica muyu orco no es la primera relacionada con el Altiplano en ser
idemificada en la región del Cuzco. K. Chávez ( 1985) ha señalado la gran dispersión
de los fragmentos de incensarios incisos en lugares entre el valle del Cuzco y el lago
Titicaca2• Sus rrabajos también documencan lo q ue parec.ie;a ser la influencia del
Altiplano en la región cuzqueña.
'2 Para una cxtcns.1 dcs<.:ripción de esrns v:1sijas véase a K Cháve:,; ( 1985}.
3 K. Chávcz ( 198.S) rc¡x,rm haber bailado dos frog,ncntns do iru:cns:,ri0$ ceremoniales <Jl Tcjuhuaci (496)
107
l.as a111íguas /rodicumes alfareras de lo. región dd Cuzco
N
A
o 'º 20 6-0
108
Cut1111ica del Peri@ Intermedio Tempra1111
N
A
O ,o 20 60
109
Las atlliguas tradiriones 11/farert'1s de la regi<in del Cuzw
Los diseños en los incensarios incisos tienden a ser geométricos (fotografía 4-9).
Los círculos fueron hechos con una herramienta hueca, la cual dejó un área levantada
y sólida en su centro (K. Chávez 1985: 138). Las líneas fueron hechas arrastrando
uoa her(amienm en forma de U a través de la superficie de la vasija. El exterior está
toscamente pulido, en tanto que el interior simplemente fue alisado. Dos de los
fragmentos parecieran ser scallops de bordes (dibujo 4-14F-G), uno de los cuales
está decorado con un.a sede de círculos (dibujo 4-14G), en tanto que otro tiene los
restos de un motivo de purna tiwanaku (dibujo 4-l4f). Un tercero es un fragmento
de borde con una serie de pequeños cfrcukls (dibujo 4-14A). l.<lS res1antes ejemplos
lucen una compleja serie de círculos, líneas y puntos (dibujo 4- l 4B-E). Durante las
excavaciones efecmadas en el valle de.l Cuzco en 1999 encontré una serie de.
fragmentos adicionales, que nos ayudarán a definir mejor este esttlo (fotografías 4-
10 y 4- 11).
K. Chávez ( J985) sugiere que los incensarios incisos fueron producidos durante el
periodo del desarrollo temprano de tiwanaku (o 1)wanaku III [ 100-400 elC. J; Kolata
1993: 78). Ella afirma que los fragmentos que recuperó - similares a los que fueran
encootrados durante la prospección y excavación de la proviocia de Paruro- están
relacionados con Tiwanaku. No obstante, sob.re la base de su esto.dio de las pastas,
formas y moti vos de las vasijas, K. Chávez concluye que estas piezas no son
importaciones de Tiwanaku, sin<> que más bien reflejan una influencia estilística sobre
la producción alfarera que viajó al norte desde la región del lago Titicaca.
11 0
Cerámica del Periodo Intermedio Temprano
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~-
que pueden variar entre rojo oscuro y marrón o negro. Los diseños decorativos,
trazados con pigmentos delgados. han sido absorbidos por la superficie de las vasijas.
Unos cuaneos de los fragmentos parecen tener un engobe blanco, aunque la mayoría
no cuentan con él. Hay un bajo contraste tonal entre los pigmentos y las superficies
de los fragmentos ~in engobe. Aunque la profundidad a la cual la mayor parte de los
tiestos fueron recuperados sugiere que son de considerable antigüedad, no es posible
ofrecer ninguna fecha confiable.
111
l.as anrig«11s tftldidcmes alfareras de la rrgi/$11 d•I C:r,zco
----
N
A
O ,o 20 60
11 2
5
CERÁA1ICA DEL
HORIZONTE
TEMPRANO
La cenímicachanapata fue ident ificada por vez primera por Rowe ( l 943, 1944: I0-
23) durante sus investigaciones en el Cuzco a comienzos de la década de 1940. El
estilo recibió su nombre por Chanapara, un lugar ubicado justo al norte del Cuzco, en
el suburbio de Sama Ana. en donde Rowe excavase en l 942. Durante sus primeras
investigaciones l."11 el Cuzco ball6 muestr.is de ccr',umca chanapaw en ouos treS lugares,
dos de ellos en el va.lle del ('uico (Picrhu y Límpillay [Wimp1Uuy)) y otro cerca de la
comunidad de Maras (Pacallamocco), a 30 kil6me1ms del ('u7co por vía aétea.
El uabajo que Rowc hiciese en Chanapata en 1942 fue notable porque definió el
primer tipo cerámico pre incaico de la región del Cuzco. Las excava.cione.~ recuperaron
una gran muestra de materiales chanapara. Rowe anotó:
En 1anto que uno de los sit.ios más tempranos del valle del Cuzco, Chaoapata, ha
recibido considerable atención arqueológica. En I 960 Chávez Bailón excavó allí con
m.iembros de la Expedición Científica a los Andes de la Universidad de Tokio. F.studios
adicionales fueron llevados a cabo por Jorge Yábar Moreno ( 1959, 1972, 1982),
Frederic Engel, Barreda Murillo y otros profesores y alumnos de la Universidad San
Antooio Abad del Cuzco. El sitio fue destruido por la expansión urbana del Cuzco.
116
Cerámi<'a del Horizonte Tempra,w
frecuencia de vasijas rojas finas que negras. Estos hallazgos le hicieron revisar su
información de Chanapata y allí encontró que la frecuencia de las vasijas negras
pulidas disminuía desde la cima hacia e l fondo de las excavaciones. Rowe ( 1956:
143) dice: ·'E.sta situación sugiere que los lugares únicamente con vasijas cocidas
rojas son posteriores a la ocupación principal de C..1tanapata. A esta fase roja recie:'n
identificada la hemos llamado "chanapata derivado" [ . .. J'. Los fechados
radiocarbónicos de Chanapata y Marcavalle respaldan la propuesta de que en la
secuencia chanapata hubo un cambio de vasijas negras a otras rojas. Sin embargo, a
pesar de este cambio varias de las fom1as de vasijas de "chanapata derivado" son
similares a las chanapata. Patterson (1967: 143) halló una importante e xcepción a
este enunciado; él señala que la característica.tal vez más típica de las colecciones
de chanapata derivado "son bordes engrosados en vas(jas cerradas y groesos l'¡ordes
biselados o planos en los platos abiertos y tazones.".
Gracias a que el infonne inicial de Rowe sohre la arqueología del Cu zc-0 incluía una
extensa descripción y numerosos dibujos de la cerámica cbanapata, comprendemos
eSte esti lo relativamente bien, además que se le ha hallado en diversos Jugares de !a
región cuzqueña. Esta cerámica ha sid(l identificada por Chávez Bailón (com. pers.,
1992), Barreda Murrillo (com. pers., 1992) y Zapata (com. pers., 1992) en sus
res¡>e{:tivas excavaciones e n Batán Urco, y por Dwyer ( 1972) en Minas Pata. Los
trabajos realizados en Marcavalle por Chávez Bailón, Barreda Murrillo y Lyon e n
1963, y por K. Chávez entre 1966 y 1968, también produjeron numerosos ejemplos
de cerámica chanapata y ''chanapata derivado". Dichos estilos fueron asimismo
encontrados en Wimpillay (Valencia ?..egarra. com. pers., 1992), Písac (Gibaja Oviedo,
com. pers., 1992), en la pampa de Anta y en Paeallamol'.CO (Zapata, com. pers.,
1992), a~í como en otros lugares de la región de Cusichaca (Kendall 1976., 1982:
Hey 1984; LunL 1984) y dela cuenca de Lucre (McEwan 1987: 9-21)1 .
117
Las a111igüas tradiciones alfareras de la región del Cuzco
Hay dos fechados disponibles para materiales "chanapata derivad o" de las
excavaciones que K. Chávez (1980: 24) hiciera en Marcavalle (Lawn 1971 : 373).
La primera de ellas e.s 2131 ± 55 A.P. ([P 1560) 181 ± 55 a.C.) y la segunda 2096 ±
51 A.P. ([P 1561] 146 ± 5 1 a.C.). Zapata (1998: 333) dio un fechado adicional de
2073 A.P. ([Hd 17619-17089} 105 ± 35 a.C.) procedente de Batán Urco.
Cerámica marcavalle
l 18
Cttámi<'u del lli>riwntc Ttmpumo
Las primeras excavaciones en el lugar fueron dirigidas por Barreda Murillo y Lyon
en 1963 y J964. Los resultados preliminares de estos 1r.1bajos fut'.ron presentados
por Barreda Murillo ( 1973), conjuntamente con la primera. descripción e.le la cerámica
del lugar. K. Chávt'-Z. (1980: 2 13) informa que otras colecdones de 511perficie y
excavaciones fueron realizadas en el lugar durante las décadas de 1960 y l 970 por
miembros de la comunidad académica cuzqueña, incluyen do a Leandro Zans Candia,
Jorge Yábar Moreno, María Luisa Núñez del Prado de Guzmán y otros profesionales
como Edward P. Lanning, John Rowe, Tom Pattcrson y Frt'.deric Engel. A pesar de
su posición singular en la historia culwral dela región del Cw;co, el yacimiento ahora
está destruido casi por completo. Valencia Zegarra y Gibaja Oviedo (1991) han
documenlBdo su destrucx:ión y han abogado por su preservación.
El eswdio más grande de Mnrcavalle fue supervisado por K. Chávez emre 1966 y
196S. Sus invesugaciones es1án documentadas en una serie de publicaciones (K.
Chávez. 1977, 1980, 198 la, 1982). K. Chávez a partir de su extenso esrudio de los
atributos de la cerámica de este lugar definió diez formas principales de vasijas
(ollas, tazones, tazones cuadrados,jarras, tazones poco profundos, tazones carenados,
tazones ovales. tazones de paredes convergentes y tazc,nes dobles) y dividió las
colecciones de Marcavallc en cuatro fases (de la A a la D). Asími~mo describió
ocho acabados de la superficie, dieciséis grupos de pasta-temperante y numerosas
técnicas decorativas.
3 K. Oi.ivcz. ( 1980; 214) r<pOl'l:l que Engcl oblu,-o dos íecmdos od.ñollAlt.s (1 3093 e 1· 3094) en CSlC
lug;,r cn 1966.
119
Las antiguas tradiciones (!/fareras de la región del Cuzco
Descripción
• Pasta
La cerámica formativa de paruro tiene una textura tosca con una eantidad sustancia:!
de inclusiones - no plásticas- blancas, que .varían en tamaño entre 0.01 y 0.30 cm.
Hay una presencia considernble de oro y mica neb'Ta, así como de numerosas
inclusiones mates y negras. La pasta es medianamente suave en su dureza y al
bornearse alcanza un color anaranjado, rojo o, más raramente, negro.
120
Cerámica del Horizonie Temprano
- - - --
en unas cuantas piezas adicionales. Unas finas incisiones y otras tallas apanxen en
el excerior de la~ vasijas y en algunos casos se observaron pu neos.a lo largo del cuello
de las jarras.
En las colecciones de alfarería formativa de paruro también hay una gran variedad
' de tazones con pare.des verticales o divergentes (dibujo 5-7). El interior de algunos
D
de ellos están incisos (dibujo 5-7B-C) o tallados (dibujo 5-7E), y otros tienen bandas
protuberantes (dibujo 5-7A). Los labios de varios tazones ~scán recubiertos con
impresiones ovales {dibujo 5-7D) y algunos tienen asas incisas con lúieas paralela~
cortas (dil:iujo 5-8A-B).
Las figurillas planas en losas, hace tiempo observadas en las colecciones de chanapata
de la región del Cuzco (Dwyer 1972; Yábar Moreno 1982), asimismo han sido halladas
12 1
l~s (lntiguas trlUliciones alfareras de la regü~n del Cuz.1.'o
~~~~~~~~~~~~
en la región de Paruro (dibujo 5-8C). Es más, se encontró que algunas vasijas con
cue.llo tie.nen rosrros humanos modelados con ojos semejantes a granos de café, y los
ojos y nariz son prominentes (dibujos 5-9 y 5-10).
Distribución y fecbado
122
• · d~J Pmodo
Cerunuca , ¡ntermed,n
. "(t1nprnn"
N
!A
o 'º 21) 60
L
~ ~~ ~~ ~·~s,••
Mapa 11r. oor.~tribucidnde
• sitios con cer.fmica formabva
123
6
UNA SECUENCIA
ALFARERA REVISADA
DE LA REGIÓN DEL
Cuzco
Las cronologías de cerámica son una herramienta decisiva que los arqueólogos
usan al examinar los desarrollos culturales prehistóricos e históricos. Relativamente
_p<)cos estudios arqueológicos pueden llevarse a cabo sin ellas. La primera de estas
secuent:ias para la región del Cuzco fue propuesta en 1956 por Rowe y esta secuencia
general dividió el periodo prehispánico de la región e.o siete amplias clasificaciones
temporal-alfareras. Si bien buena pane de las actuales investigaciones arqueológicas
en la región del Cu7.,co se han concentrado en la descrip¡;ión y el análisis de sus
culturas preincaicas, son pocos los nuevos estilos alfareros que han sido propuestos
formalmente. La falm de descripciones e ilustraciones de varios de los estilos
rnzqueños limitan las investigaciones arqueológicas en la región. Dado que hay pocas
fueote.s publicadas de alfarería cuzqueña, cada invesligador debe comenzar
nuevamente la identificación, definición y descripción de los estilos de esta región.
El estilo alfarero más temprano hasta ahora i<kntificitdo es marca valle, que ha sido
hallado en un solo lugar del valle del Cuzco. Los fechados radiocarbóoicos indican
que esta cerámica fue producida entre J 000 y 700 a.c. Mayores investigaciones en
este valle tal vez remonten hacia atrás el origen de esta alfarería o descubrirán a su
predecesor.
127
l.as antiguas tradiciones uljarcrus de la región del Cuzc<>
A pesar de la larga presencia wari e11 la región del Cuzco, la mitología incaica sugiere
que los incas se asociaban a sí mismos más con Tiwanaku que con Wari. En los
mitos incaicos las ruinas de la ciudad de este mismo nombre son mencionadas
específicamente corno un lugar de importancia primaria y el lago Titicaca es identificado
como el lugar de origen del sol y la luna. Esta aparemc "afiliación altip Jánü:a" resulta
algo problemática, pues hay poca.~ evidencias - a diferencia de lo que sucede con
Wari- de que dicha formación púlítica lacustre haya influido en la reg:ión del Cuzco.
Sin embargo, se hace cada vez más e.Jaro que podría haber existido algún tipo de
contacto entre Cuzco y el Altiplano durante el Periodo Intermedio Temprano. Por
ejemplo, se hallaron incensarios incisos entre e l lago Titicaca y el Cuzco. Las
investigaciones en la provincia de Paruro recuperaron fragmentos de estos a menos
de 15 l<ilómetros del Cuzco por vía aérea. Es más, un nuevo esti lo alfarero llamado
muyu orco fue identificado en la provincia de Paruro y materiales similares han sido
encontrados en e.J valle del Cuzco. Este e.~tilo está caracterizado por unas brillantes
figuras negras, blancas y anaranjadas pintadas sobre un fondo rojo oscuro; dichos
colores están tradicionalmente asociados con la cerámica pucará y tiwanaku. Diversas
formas y atribucos de las vasijas halladas en la~ colecciones de alfarería muyu orco
asimismo sugieren vínculos con el Altiplano antes que con Wari . Habiendo recuperado
la cerámica muyu orco en la región del Cuzco, podemos proponer qu.c la iofluencia
procedente del área del Títicaca debe haber proseguido hasta la ocupación wari.
128
Una secuencia alfarera revisada de la regMn del Ci,zco
Durante el Horizonte Medio dos fomiaciones políticas, tal ve-l com¡x~tidoras entre sí,
controlaron las sierras del centrn y sur de los Andes. El Estádo wari se. e.~pandió
desde. Ayacucho entre 550 y 900 d.C. La formación política tiwanaku, ton su centro
en la región del lago Ti ti caca, comenzó a expandirse alrededor de 500 d.C. y colapsó
aprnximadamente al mismo momento que Wari. Durante este periodo de desarrollo
estatal en los Andes, 1a región del Cuzco experimentó un florecimiento de la cerámi,a
imponada y aquella producida localmente. El Cuzco fue ocupado por Wari desde
aproximadamente 600 d.C. hasta el colapso del imperio. Pikillacta, uno de los más
grandes sitios de la sierra sur, fue construida por los waris en la cuenca de Lucre, a
unos 35 km al sudeste del Cuzco. La conStrucción de este lugar constituyó una
enorme inversión de tiempo y trabajo para ello&, Se cree que este fue el centro
admin.istraúvo de la región sur de su reino. No obstante, aún quedan por esnidi.arsc
los efe.ctos que los siglos de ocupación wari tuvieron en las poblaciones locale.5
a~ntadas en el Cuzco, así como Ja naturaleza y el grado de control wari en la región.
129
Las a11tig¡,as tradiciones alfareras de la región del Cuzco
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600
11•
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N
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·e
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J:
700
800
900
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~
~
:E
•
•
1000 aC
·HT :Hoñzonte Tardío
130
Una secuencia alfarera revisada de la rtgió11 tkl Cu~ro
Ccoipaes un escilo alfarero relativamente cose-o que tiene diseños geonll'!tricos simples
sobre pintura roja y Mgra, alternante. Tal vez un estilo autóctono; ccoipa pareci.-ra
haber sido producido en la región de Paruto dorante el mismo periodo que qotakalU o
tal vet algo más carde.
13 1
Las antiguas tradit:iones a/fareras de la región del Cuzco
Otros estilos alfareros fuerou producidos en la región del Cu,:co durante el Periodo
Intermedio 1ardío. La cerámica colcha. manufacturada al sur-del río Apurímac, en
la zona del río Araypallpa, constiwye uno de estos esci los. Esca cerámica ha sido
c lasificada como afín a kilke porque ambas comparten una serie de atributos,
incluyendo e lementos geómecricos de diseño y formas de vasijas. Se e:spera que
otros estilos relacionados con killke serán identificados a medida que prosigan las
investigaciones e n esta región.
Debe señalarse que las relaciones crono lógicas propuestas eotre varios de los estilos
alfareros aquí presentados son especulativas y re<¡u iere.n de más investigaciones.
Algunos de ellos, comochanapata, marcavalle y de estilo ocros (wari cuzqueño) han
sido techados con varias muestras radiocarbónicas. Las datacio nes de otros, como
killke, colcha, qotakalli, ccoipa y "chanapata derivado" se basan en apenas eres
muestras o menos. Arahuay fue fechado estratigráficamente en las e xcavaciones
de los yacimientos waris de P ikillacta y Batán Orco. Las fechas de o tro~ materiales
<:erámicos más, como muyu orco, siguen estando mal comprendidas, aunque se puede
inferir su edad a partir del estilo.
Fuwras investigaciones tal vez hagan necesario redefinir los estilos aquí descritos.
Para evaluar las afiliaciones temporales propuestas son especialmente importantes
la excavación de sitios estratificados y la recuperación de fechados radiocarbónjcos
adicionales. Dado que e l ritmo de las investigaciones arqueológicas c rece
gradualmente en la región del Cuzco, no cabe duda de que se habrán de hacer
nuevas observaciones y que nuevos estilos alfarero!> serán identificados en el
transcurso de la década siguiente. Est0s avances son necesarios para que podamos
comenzar a comprender la historia cultural de la región y los procesos que llevaron al
desarrollo de uno de los más grandes imperios del Nuevo Mundo.
132
ANEXO:
F OTOGRAFIAS
1.U
Capítu!CJ 1
CAPÍTUU) 1
l.l 6
Capítulo }.
C APÍTULO 2
IJ7
~ uad1n,me.< a/;arcmr de la región del ( kco
1.1 &
C<1pl111/" :?
139
las ,u111guaj !l'tulicünu:s alfcu·eras de la región del Cu::cu
140
('opír¡tlo 2
141
Í.d., ,uui,f!,tu1s tr(J(lici<>lt('S a(fo,,·1<1.)' d,/ U1 región tic! ('uzco
...
• •
'
142
(.( ;pitulo
.: CAPÍTULO 3
14J
l.as a,11iguas 1radido11es alfareras de la región del Cuzco
..
144
(.'apí1uln 3
145
<
l .d:.' mHigutL\' trtuli rion(ls t.újáreras tÜ• li~rt'git~n tirl Cuz.ro
14(,
C'1Jf1Ítul1> ¡
14 7
!:as a11tigru1.,· Jradh·i<)lzes aljatrras de fa re~üJ,r del (."u:ca
l 41(
<~apítulo
149
í
/.as antigtt(l.'f ;rad;ciones alf(ireras de la ragián del ('uz t·o
150
Capít1ti<1 3
a:
Foto 3. 1 Cerámica ccoipa
15 ]
fos ""liguas rnuiiciu11es tl/jlJrt'ras de la tegión del Cuzco
).
'
152
Cap,1ulo 4
C,4PÍTULO 4
J 5.l
! ..as antiguas trtulü:i(nu~s a lfurc.ras dt· la región del (~uzct,
154
C11pí111/a .¡
155
/.(~5 an1iguas rrtutU.·ioues a1ft::r'er1.tr de Id re.~h.ín <le/ ( ·uzco
15ó
( ·apitula 4
157
Las antf.'tu.as tradiciortCs alfarera,f de fa regU511 del c·uzco
158
C11p1111/i, .'i
CAPÍTULO 5
159
ÚIS t11ll/.~11t1r m1d/(/011~s a/jllr~ra.r de la región del ( ·u;:, 11
l60
DIBUJOS
16 1
Capirulo !
CAP!Tl!L02
A B
E F
• Negro
[fil Rojo
ló3
Las amiguas tradicio11es a/fareras de lo región del Cu::co
A B
e o
--~--
O 'i 2 3 4 5CM
~
Negro
Rojo
164
Capírulo 2
A
)
B
---~
O 1 2 3 .4 SCM
• Negro
®! Rojo
Dibujo 2.3. Cerámica killke: tazones
165
Las antig/,/aS tradiciones alfareras de la región del Cuzc.o
._.._..._
O 1 2 3 4 5CM
•
~
Negro
Rojo
166
Capítulo 2
• Negro
mi Rojo
Dibujo 2.5. Cerámica killke: tazones
167
l.as omiguas tradiciones alfareras de ·la región del Cu::,·o
A ·r:p¡
B
O 1 '2 3 ,¿ SCM
~ .... • Negro
168
t·apitulo 2
----
• Negro
O 1 2 3 4 5a,
..-..--..;¡ rmJ Rojo
169
l,as antiguas tradiciOnéS alfareras de la región del C.kco
• Negro
012345CM
~ ~ Rojo
!70
Capihtlol
O 1
'-'-
2
- -
3J J CU
•
Rojo
171
Las antiguas tradiciones alfareras de la región del Cuzc°'
~~~~~~~~~
• Negro
____
O 2 3-..;¡
1 4 S CM
fm Rojo
172
Capitulol
A 1 •
8 l .
• Negro
ffill Roj"o
17J
ú1.r anriguas cradiáones alfareras de la regió n del Cuzco
A
,. e, t
w
B 1
Q
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'4jj D \
D
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E
F
J
O 1 2 3 4 5C'.1
• Negro
.---s.1 ~ Rojo
174
l'apítu/,J 2
uu
- --~ 5 CM
•
~
Negro
Rojo
• Negro
~ Rojo
! 75
Lns antiguas tradiciones alfareras de la región del C11zco
- - - - -- -
~ªl
B
u~ 2 3 4 50,1
• Negro
ffl1 Rojo
Dibujo 2. 15. Cerámica ki/lke: jarros cuello-cara
176
Ccpitui,, 2
.... '
----...
O 1 2 3 4 SCM
•
ffl
Negro
Rojo
177
,
O 1 2 3 4 SCM
• Negro
~ !iJ Rojo
Dibujo 2. 17. Cerámica ki//ke: jarras cuello-cara
178
Capi1ulo 1
...
A
o ·11
~
B
F
I
~---
O 1 2 3 4 5CM
11 Negro o marrón
00 Rojo
Dibujo 2. 18. Cerámica colcha
179
IAs QJttiguas tradiriones alfarera., de la n,gi6n del Cu:co
B \ =·, ~ 7
e U 81
o
V'~
E O'e77'
F
r;;7
O 1 2 3 4 5 CM • Negro o marrón
~ fm Rojo
Dibujo 2. 19. Cerámica colcha
ISO
Capitulo 2
A
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D
0[~7
E
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F
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-- ...
O 1 2 3 < SCIA •
Íffi
181
Las u111iguas tradiciont!f alfa,·1,ra., de la rcgióll del Cuzco
----
B • 1
I •
,... ~ J'
e
~
D
- .......
• Negro o marrón
~ 2 3 4 5CM
~ Rojo
182
7
B
• Negro o marrón
~ Rojo
183
las antiguas rrad,ciones alfareras de la región del Cuzro
--------
U \J7
B
• Negro o nwrón
(3 Rojo
184
Ct1pirulo J
o '11
~ ' .•
-~w
L.r2
-~
~
3 • 5CM
• Negro o mamln
!fill Rojo
Dibujo 2.24. Cerámica colcho
185
[,as antiguas tradiciones alfareras de la región del Cuzco
O ~ 4 S CM
11 Negro o marrón
-:mm.¡¡ ~ Rojo
186
Capúulo 2
• Negro o marrón
!iID Rojo
Dibujo 2.26. Cctámica colcha
IS7
Las 11mig11as rradiliones alfareras de la región del Cuzcu
~~~~~~~~~~~~
A
(J ry7
B
t:J'D/
e
• Negro o marrón
!fJJ Rojo
Dibujo 2.27. Cerámica colcha
188
C(lpítu!o 2
~ !ffl Rojo
Díbujo 2.28: Cerámica colcha
189
l,as antiguas lradiciones alfareras de la. región del Cuzco
I
D
-----
1 2 3 4 5 CM
ti Rojo
190
Ci1pirulo 2
A
,J
• Negro o marrón
~ CM
iJ Rojo
Dibujo 2.30. Cerámica colcha
191
CapihdoJ
CAPTTUL03
193
Las antiguas tradiciones alfareras de la ragián del Cuzco
~~~~~~~~~~~~
llllO Amarillo/anaranjado
0 1 2 3 4 5CM O Blanco • Negro
194
B
-\
:;.
"•;,:,'
l
_.,,.,,
111111 Amarillo/anaranjado
o
~
1 2 3 4 SCM
D Blanco
mi Gris •m Negro
Rojo/anaranjado
195
[,as a!lliguas tradiciolles alfareras de la región del Cuzco
!JIIII Amarillo/anaranjado
'-ir---
o 1 2 3 4 scr.1
O
j)J!
Blanco
Gris
•
§!l
Negro
Rojo/anaranjado
196
Capitulo 3
~,.,,- ·' ..
.•..
...
lllllJ Amarillo/anaranjado
w&
2 3 j;jCM O Blanco
El Gris
• Negro
mJ Rojo/anaranjado
DibLJío 3.5 Cerámica de Muyv Roqo: tazones d9 poro<ics rectas
197
I,as antiguas tradici<>ne$ alfareras de la región ,te/ Cu:co
~~~~~~~~~~~
F
I
!llill Amarillo/anaranjado
~--
O 1 2 3 4 So.1
O
1§1
Blanco
Gris
• Negro
lfill Rojo/anaranjado
Dibujo 3.6. Vasijas anaranjadas de Muyu Roqo
198
Cupitu](I J
uno Amarillofanaran¡ado
O Blanco • Negro
rm Gris ¡g Rojo/anaranjado
Dibujo 3.7. Vasijas anaranjadas de Muyu Roqo
199
Las a11tig11us tr<1didmr~ a/fareros de la región del Crcco
llBB Amaril1olanaranj:ido
0 Blanco • Negro
200
C'ap/tu[t) J
0
o
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~--
u '- 3 • SCM
O
12:'J
Blanco
Incisa
201
las anliguas rradieiones alfareras de la región del Cu=,·n
O t 2 3 4 S CM
~ IZI Incisa
Dibujo 3.10. Vasijas negras con incisos de Muyu Roqo
202
Capitulo .1
~ D
B
~ D
~
e
V
o
203
las a,1rlguas rradldonas alfareras di!. la región del Crc:co
I
'
'•
••
IIDll AmarUlofanaranjado
O 1 2 3 4 5CM O Blanco • Negro
204
Capituio 3
• Negro
~ Rojo
205
Las antiguas //'(l(/1('/ones alfareras de la región dél Cuzco
I
o
Q "J
E
• Negro
[i) Rojo
206
Capítulo 3
• Negro
~CM
ifill Rojo
O Blanco
Dib.ujo 3. 15: Cerámica ccoipa: copas con paredes rectas
207
Las antiguas tradiáones alfareras de. In región del Cu:xo
------
··-····
• Negro
lli]j Rojo
208
Capitut,, J
uu
- -~
4 SCM
• Negro
GiJ Rojo
Dibvjo 3.17 Cerámict1 ccoipa: copas con paredes rec111s
20'l
!.as a111iguas Y-adiriones atfarr,,ra.• de la n·g,ún ,le/ Creen
1
B
• Negro
[ } Rojo
210
Capitulo 3
• Negro
0 1 ?. 3 4 S CM
21 1
LO$ antl'guas tradiciones alfareras de la región del C¡aco
~~~~~~~~~~~~
O 1 2 3 4 5CM
• Negro
~ !ffll Rojo
Dibujo 3.20. Cerámica ccoipa
2 12
Capítufo 3
ª~O
, ~ (1 ,.¡ D
·tiff ·~o
"f D
G
-----
O 1 2 3' 4 5CM
213
Das antiguas tradiciones alfareras de la región del Cuzc<>
'""","',,
\
\ ..
'•i
'
/J
0 1 2 l 4 5 CM
~
Dibujo 3.22. Cerámica ccQipa: tazón
214
Capítulo 3
O 1 2 3 4 5CM
~
Dibujo 3. 23. Copas horizontalmente incisas
2.15
(.a.t antigua,- trrJdlri<Jnes alfanmJ.S de /u n,gión del Cu:UJ
·<
: ..,. }
216
Capit,úo ]
e
I
(
e
2 17
Capítulo 1
CAPITUL04
...-.-..
O 1 2 3 4 5CM • Negro
00 Rojo
Dibujo 4. 1. Cerámica qofaka/li
219
Las ar.ng-.ias tradiciones alfareras de la región del Cuzco
• Negro
0 1 2 3 4 5 CM
¡..-_-.;¡¡ @m Rojo
220
Capiri,/o 4
-----
O 1 2 3 4 5CM
•
Rojo
221
La.r antiguas tradidcfll!.f alfanr0$ de la rogión del Cu::co
• Negro
~ CM
i:'ffi Rojo
Dibujo 4.4. Cerámica qótaka/11: monocroma
222
Capi111/o 4
223
l.as nntlgr<as tradidanl!S alfareras de la reglón del Cr,;co
~~~~~~~~~~-
A L
• Negro
O 1 2 3 • so.,
'-*'-~ iifil Rojo
Dibujo 4.6. Cerámica qotakaHi: bordes
l24
Capítulo 4
D
'
E
• Negro
O 1 2 3 ~ SCM
líííí*- -..J 1m Rojo
Dibujo 4.7. Cerámica .qotakalli: bordes
22:i
Las antigua.< tradicione.< alfareras de la regioll de[ Cuzco
~
e
'
o
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'
F
• o . • .
.
llllO Anaranjado
-----
1 2 3 4 S CM
o Blanco
mJ Gris •
~
Negro
Rojo
226
Capítulo 4
' fj
1
OJlD Anaranjado
O Blanco • Negro
mJ Gris lffl Rojo
Dibujo 4.9. Cerámica muyu orco
227
Las amiguas tradiciones alfareras de la región del Cuzco
IIIJD Anaranjado
- --
0 1 2 3 4 5 CM O Blanco
!im Gris
Dibujo 4.10. Cerámica mu-yu orco
• Negro
ffi1 Rojo
IIllll Anaranjado
0 1 2 3 4 5CM
O Blanco • Negro
22&
Capitulo 4
,.
.....,:::·'
Ul!D Anaran¡ado
O 1 2 3 4 5 CM O Blanco • Negro
~ IID Gris ~ Rojo
. '
Ul!D Anaranjado
O Blanco • Negro
229
Las antiguas 1radicio11cs alfareras de la región del Cuzco
A ~
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B
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O 1 2 3 4 5CM
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Dibujo 4. 14. incensarios incisos
230
Capitulo 4
A .• ~!J~
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• Negro o marrón
iiJ Rojo •
231
Las antiguas tradiciones ll/fareras de la región del Cuzco
~ '(1))
A
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B
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''
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-----
1 2 3 4 ~ CM
• Negro o marrón
2J2
Cap/rulo J
CAPTTUL05
\
e
,
o
r
I
F
ll3
!.as antiguas tradil'iones alfareras·de la región del Cuxco
(
e
0 1 2 3 4 S CM
'-l"*--.;¡j.]
Dibujo 5. 2. Cerámica formativa de Paruro
234
CapÍIIJo 5
235
Las anriguas tr aditi<Jnes alfareras de la región del Cu::co
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~-
236
Capítulo 5
• , .
'
• , '
.
o
,
E '
G,
,
'
Dibujo 5,5, Cerámica formativa de Paruro
237
l,as antiguas tradiciones alfareras de /a. región del Cuzc{>
O i 2 3 4 SCM
~
238
Capitulo S
B
'
J
e
2J9
[,as antiguas tr.adiciones alfareras de la región del Cuzco
-------
B
.,., .....
...
·-. .~
..,:pt
-..~' .,D
. ,,
·,·.·~
~~--
0 1 2 3 4 5CM
240
Capitulo 5
012345CM
~
Dibujo 5.9. Cerámica formatíva·de Paruro
241
Las antiguas tradiciones alfareras de la región del Cuzco
~~~~~~~~~~~
242
APÉNDICE
24 3
Fechas radiocorbó11icas de IRregión d e Cu~co
1 1 1
Cerán1lcu 1 F•cho, Fechas cultnd:1rios
Sitio No.deLab aso<luda rndiocarb6nlcay (no callbrói Fuente
p-
KaclnqhAtn Ua,l711 n.inguno"* 4&5:t60 BP AD l465:t60 Ueng,$son 1998:102 ~
Kacl11qhma u•. 1110 Inca•• 4&5:t60 BP AD 1465±60 Hengtsson l 998: t02
Palacio de S.iyri Tupac (nea** 500:tlOO AD !450:t!OO Gibaja l 982:90 8
lntihu~tana Sl6989 ninguno'*"' 5 !5:t50 BP AD !435:tSO lfollow~U l987
Ollanlnyt3nlbo f\A-22 15 lnC'n*· 540:49 BP AD !494:t49 Ben¡;tsson 1998: 102
Kachtclun::i SI 6990 ninguno~• 640±55' BP AD 1310:tS5 Hollowel! l9S7
Pu1niun::u-c:1 SJ 6988(l ninguno• • 645:t45 BP AD 1305±45 Hol!owell .987
Ci.:Ot¡Hllíl AA 35005 Colcha' 640±50 BP AD r31°"50 8:iuer. this \•olui:na
Pun1a1n:irca SJ 6988A ning\ 1110•* 660±50 llP AD 1290±50 Hollowcll 1987
1\ ncits n'i nrcri B UCLA 1676M Kil!ke' 660,:60 BP AD 1190"60 Kcndnll 19&5·347
Ch1,qucpuquio DM 9'.?•1 :unguno*• 695,:59 BP AD l255:t59 KcndnU 1985:347
l<ac!nqluna ua.J 709 tnCrl** 700-lí5 BP AD 12iox64 Bcngmon 1998: 101
y
.. BIBLIOGRAFÍA
249
Las alltiguas tradiciones alfareras de la reg;ón del Cu¿co
250
Hibliog,afw
251
Lax muiguas rradiciones alfareras de la región del Cuzco
252
B ibliografía
------
253
Las at11ig11as tradiciones alfareras de la región del Cu«·o
254
Bib/iografia
--------
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" Dos nuevas estatuas de estilo ~ucará Sabloff y C.C. Lamberg-KarloYsky cds.,
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Cambridge Unive.rsity Press, 1980. Potrery Analysis: A Source Book. Chicag<):
Univcrsity of Chicago Press, 1987.
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"Hacia una nueva clas ificación de la RIVERA DORADO, M.
ccntmica cozqueiia del antiguo irnper.io de "La cerámica Killke y la arqueología del
los incas, Perú". Revista del h1stitut1) Cuzco.". Revistu E<pañola de A1llropolo-
Arqueológic(Jdel Cum> 3 (4-5), 1938: 1-22. gíaAmericana, 6, 197 la: 85-123.
255
las antiguas tradi<:úmes alfareras de /<2 región del Cuzco
256
Bihliogrll/ia
2S7
,.
,,
•.
INDICE
Prefacio y agradecimienlos 9
Apéndice 243
Bihliogr.úia 249
Índice de figuras
Figura 1.1. La sucesión cerámica tradicional para el Valle del Cuzco 18
Figura2.1. Distancia del Cuzco de ~itios con cerámica killke 56
Figur.12.2, Distancia del C'1m:o de sitios con cei:ámica colcha 56
Figura 2.J . Densidad de los sitios con cerámica killke y
• su discanc,a del Cuzco 57
Figura2.4. Densidad de los siúos con ceránúca colcha y
su distancia del AraypaUpa 5S
Figura 6.1. La sucesión ~·C'.!ámica actualiwda pa.r-.i <.'I valle del C'uzco J lO
259
!,as a111igum 1nulkia11es alfareras d.e la re.güín del Cuzco
Índice de mapas
Mapa J. J. El imperio de los Incas, 1531 l7
Mapa 1.2. De.partamento de Cuzco 19
Mapa 1.3. Provincia de Parur<J 20
Mapa IA. La región al sur del Cuzco 24
Mapa 1.5. La zona de prnspección r_)
Mapa 1.6. Sitio de e.xcavación 28
Mapa 3.1. Distribución de sitios con cerámica estilo wari cuzqueño 80
Mapa 3.2. Distribución de sitios con cerámica arahuay 83
Mapa 3.3. Distribución de sitios con cerámica ccoipa 89
Mapa 3.4. Distribución de sitios con copas horizontal.mente incisas 91
Mapa 4.1. Distribución de sitios con cerámica qotakalli 102
Mapa 4.2. Distribución de sitios con cerámica muyu orco 108
Mapa 4.3. Distribución de sitios con incensarios incisos 109
Mapa 4.4. Distri bución de sitios con tazones poco profundos 112
Mapa 5. 1. Distribución de sitios con cerámica formativa 123
Índice de fotografías
Foto 1.1 . Ceti'unica sillustani 135
Foto 1.2. Cerámica urcusuyo 135
Foto 1.3. Cerámica pacajes 136
Foto 2.1 . Cer:tmica lucre 137
Foto2.2. Cerámica lucre 137
Foto 2.3. Cerámica kíllke: tazones 138
.Poto 2.4. Cerámica killke: tazones 138
Foto2.5. Cerámica killke: tazones de paredes convergentes 139
Foto2.6. Cerámica killke: jarras cuello-cara 139
Foto2.7. Cerámica killke: jarras cuello-carn 140
Foto2.8. Cerámica killke: jarras cuello-cam 140
Foto 2.9. Cerámica colcha: tazones 141
Fom2. JO. Cerámica colcha: tazones 141
Foto 2.11. Cerámica colcha: razones 142
Foto 2.12. Cerámica colcha: tazones 142
2()0
Foto 3.1. Tazones de pacedes di.vcrgeoies y reclas de Muyu Roqo 143
Foto 3.2. Tazones de paredes divergentes y rectas de Muyu Roqo 143
Foto :l.3. Vasijas.anaranjadas de Muyu Roqo 144
Foto 3.4. Vasijas anaranjadas de Muyu Roqo 144
Foto 3.5. Vasijas anaranjadas de Muyu Roqo 145
Foto 3.6. Vasijas anaranjadas de Muyu Roqo 145
Foto 3.7. Vasijas negras con inciso~ de Muyu Roqo 146
Foto 3.3. Vasijas ne.gras con incisos de Muyu Roqo 146
Foto 3.9. Va~ijas negras con incisos de Muyu Roqo 147
, Foto 3. JO. Cerámica arahuay 147
Foto 3.11. Cerámica arahuay 148
foto 3.12. Cerámica arahuay 14.~
Poto:i.U. Cerámica arahuay 149
Foto 3.14. Cerámica arahuay 149
Foto 3.15. Cerámica arahuay 150
Fmo3.16. Copas (cco.ipa) con paredes rectas 150
Foto3 ..17. Cerámica ccoipa 151
Folo3.1S. Cerámka ccoipa 15 1
Foto3 .l9. Copas horizontalmente incisas 152
Foto 4.1. Cerámica qotakall i 153
Foto4.2. Cerámica ciotakall i 153
Foto4.3. Cerámica qotakalli 154
Foto4.4. Cer.ímica gotakalli: tazones de paredes fuertemente inclinadas 154
Poto4.5. Cerámica muyu orco 155
Foto4.6. Cerámica muyu orco 155
Foto4.7. Cerámica muyu orco 156
Foto4.8. Cerámica muyu or~o 156
Foto4.9. Incensarios incisos de Paruro 157
roto4.IO. Incensarios incisos del valle del Cuzco 157
Foto4. J l. Incensarios incisos del valle del Co.zco· 15S
Poto4.12. Tazones poco profundos 158
Foto 5.1. Cerámica fonnativa de. Paruro 159
Foto5.2. Cerámica fommtiva dú l'aruro 159
Foto 53. Cerámica fonnativa de Paruro 160
261
Las mmg!lll.J rn:dicuJ1U!S aljat,·ras de· la regi<ín t!t·I ('uzco
262
D ibujo 3.4. Cerámica de Muyu Roqo: tazones de paredes rectas 196
Dibujo 3.5. Cerámica de Mu yu Roqo: tazones de paredes rectas 197
Dibujo 3.6. Vasijas anaranjadas de Muyu Rogo 198
Dibujo3.7. Vasijas anaranjadas de Muyu Roqo 199
Dibujo 3.8. Vasijas anaranjadas de Muyu Rogo 20()
Dibujo 3.9 . Vasijas negras con incisos de Muyu Roqo 201
Dibujo 3.10. Vasijas negras con incisos de Muyu Roqo 202
Dibu.io 3.11. Vasijas negras con incisos de Muyu Roqo 20.,
Dibujo.l.12. Vasija~ negra5 deMuyu Roqo 204
Dibujo 3. U . Cerámica arahuay 205
Dibujo .,.14. Cerámka arahuay 206
Dfüujo3.15. Cerámica ccoipa: copas con paredes rectas 207
Dibujo 3.16. Cerámica ccoipa: copas con paredes rectas 208
Dibujo3.17. Cerámica céoipa: copas con paredes rectas 209
Dibuj n 3 .18. Cerámica ccoipa: copas con paredes recras 210
Dibujo 3.19. Cerámica ccoipa: cazones 21 1
Dibujo 3.20. Cerámica ccoipa 212
Dibujo 3.21. Cerámica ccoipa 213
Dibujo 3.22. Cerámica ccoipa: tazón 214
Dibujo 3.2:,. Copas horizontahúente incisas 215
Dibujo.3.24. Copas horizontalmence incisas 2 16
Dibujo 3.25. Copas horizontalmente incisas 217
Dibtijo 4. 1. Cerámica qotakalli 219
Dibujo 4.2. Cerámica qotakalli 220
Dibujo 4.3. Cerámica qotakalli: monoc roma 221
Dibuj o 4.4. Cerámica qotakalli: monocroma 222
Dibujo 4.5. Cerámica qotakalli: hase.s 223
Dibt1jo 4.6. Cerámicaqotakalli: bordes 224
Dibujo4.7. Cerámicaqotakalli: b<mles 225
Dibujo4.8. Cerámica muyu orco 226
Dibujo4.9. Cerámica muyu orco 227
Dibujo4. IO. Cerámica muyu orco ??8
Dibujo 4.1 l. Cerámica muyu orco 228
Dibujo4.12. Cerámica muyu orco 229
263
Las amiguas tradiciones alfareras de la región del Cuzcn
264
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