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ARTÍCULOS

La buena enseñanza a partir de las


narrativas de los alumnos 1

Luis Porta *

Este artículo presenta algunas categorías de análisis a partir de las narraciones de los
alumnos del profesorado de inglés en torno a lo que, la nueva agenda de la didáctica deno­
mina "buena enseñanza". La investigación se llevó adelante en la Universidad Nacional de
Mar del Plata a partir de una selección de "buenos alum nos" a quienes se les administró un
cuestionario semiestructurado en el que debían narrar buenas clases de sus profesores. La
interpretación de estos datos ha generado categorías significativas en torno a las prácticas
de los docentes y a lo que denominamos sus "apuestas" en el aula universitaria.

Form ación de Profesores - Narración - Calidad de la enseñanza

This paper presents some analytical categories derived from EFL student narratives
concerning "good teaching", as defined by the new agenda fo r didactics. The research was
carried out at the EFL Teacher Education Program at M ar del Plata State University, A rg en ­
tina. The sam pled population was a selection o f "good students" who answ ered a se m i­
structured questionnaire that required them to narrate good classes. Data interpretation
has generated m eaningful categories for the study o f instructors' practices and their "stakes"
in university classrooms.

Training o f trainers - N arration - Teaching quality

1 El presente trabajo e s parte de la investigación que se llevó adelante en el m arco del proyecto: "Buenas
prácticas y Form ación del p rofesorado en inglés: Ap ortes a la nueva agenda de la didáctica". Sobre este tema:
S A R A S A ; P O R T A , 2 0 0 5 y PO R TA , 20 04.
* Doctor en Pedagogía. Docente e investigador de la U niversidad Nacional de Mar del Plata. D irector de
la M aestría en D ocencia U niversitaria, U niversid ad N acion al de M ar del Plata, B u e n os A ires, A rg e n ­
tina. E-m ail: lu p o rta @ c o p e fa ro .co m .ar

Lycato^oj da^ oacía' A ñ o V, N ° 10, o c tu b re 2007. Pág . 9 -1 9 9


»
La buena enseñanza a p artir de las narrativas de los alum nos

"me quedé lleno de dudas y preguntas luego de la clase"


De un estudiante cuando se le preguntó sobre una clase memorable en su carrera.

"[es necesario] proceder a una revisión de los saberes enseñados con el propósito
de reforzar su coherencia y unidad (...) tom ar como objeto constante de reflexión la
relación nueva que puede y debe ser instaurada entre lo que es necesario
m antener del pasado y la adaptación no m enos necesaria a l futuro"

- BOURDIEU, 1997:131 citado en NOSEI, 2004:54 -

Introducción La form ación p rofesional: entre la


tradicional y la nueva agenda de la
El trab ajo que p re sentam os es una
didáctica
aproxim ación a la definición de las catego­
rías teóricas del proyecto de investigación Sarason retomando a John Dewey con­
radicado en la Universidad Nacional de Mar firma que, sobre fines del siglo XIX se ha­
del Plata en torno al impacto de las buenas blaba de los docentes como "com andan­
prácticas docentes en los "buenos" alum ­ tes" ya que esto subrayaba la sim ilitud en ­
nos de la carrera de inglés de la misma tre el entrenam iento m ilitar y lo que o b ­
universidad. La manera en que los profe­ servaba en las aulas y, por extensión, el
sores enseñan y aprenden a enseñar es un carácter contraproducente de los conteni­
aspecto básico dentro de la labor de la for­ dos, los m étodos y la teoría pedagógica que
mación de los docentes. Sin embargo, sólo los docentes aprendían y absorbían. "Los
en las últim as décadas las investigaciones m aestros buscaban co n tro la r y no c o m ­
han dedicado sus esfuerzos a estudiar sis­ prender, instruir y no estimular, enseñar a
tem áticam ente este campo. La atención se grupos y no a individuos. La existencia y
ha concentrado m ayoritariam ente en lo que las realidades de la individualidad no in fo r­
los estudiantes deben saber y cóm o fo r­ maban la pedagogía. Era com o s i existie­
marlos. Listón y Zeichner (1997:165) sos­ ran dos teorías del aprendizaje: una a d e ­
tienen que la investigación educativa de­ cuada para los adultos y otra adecuada para
pendiente de la universidad debe desem ­ los niños. Estas eran una especie aparte;
peñar un papel educativo en relación con no era preciso com prenderlos sino m oldear­
la práctica en la enseñanza y la form ación los, a sí com o el alfarero m oldea la arcilla".
(2002:69). La postura de Sarason es inte­
del profesorado.
resante ya que plantea no tener una pos­
Hem os tom ado como base para d e ­ tura hipercrítica hacia los program as de
m arcar estas definiciones, el análisis de preparación docente de entonces por dos
aquellas investigaciones que destacan la razones: la prim era es que eran prisione­
pertinencia de los estudios sobre la ense­ ros de su tiempo; la segunda es que la en­
ñanza en la educación su p e rio r y en la señanza no se consideraba una profesión,
redefinición de la agenda tradicional de la en tanto no tenía un código ético, ni una
didáctica (Cfr. CAMILLONI, 1999; DÍAZ BA­ base de conocim ientos probados ni el com ­
RRIGA, 2002). promiso de buscar nuevos conocim ientos,

10 ‘Pedaqóy¿a>&. A ñ o V, N ° 10, o c tu b re 2007. Pág . 9-19


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y sus miembros tam poco podían determ i­ sideradas necesarias para afectar a su au­
nar las condiciones en las que prestaban ditorio de determ inadas maneras y, en ri­
servicio. En el mejor de los casos, la ense­ gor, satisfacer sus expectativas sobre cómo
ñanza se veía como arte. debía ser un docente y cómo había que res­
ponderle (SARASON, 2002:74). Los escri­
Ya a mediados del siglo XIX se inicia un
tos de Dewey cambiaron la retórica sobre
proceso que hacia fines de siglo significó un
el rol del docente, los contenidos y la orga­
marcado cambio en las concepciones sobre
nización del currículo, la importancia de to ­
el carácter y los propósitos de la enseñan­
mar en cuenta la individualidad de los alum ­
za. Esas concepciones se basaban ahora en
nos y los propósitos de la escolaridad; pero
las capacidades de los niños y la obligación
el cambio fue en su mayor parte retórico.
de los docentes de comprenderlas y fom en­
tarlas. "La enseñanza ya no era una tarea Litwin (2004:10) afirma que "hoy p o ­
prosaica; la nece sid ad de com p ren d e r y demos reconocer tres orientaciones distin­
responder a los niños como individuos -de tivas que fueron, en las últim as tres déca­
captar su modo de pensar y sentir- signifi­ das inspiradoras de los estudios didácticos
caba que los m aestros debían se r capaces y desde las que los docentes pudim os cons­
de reconocer e identificar sus sentim ientos truir perspectivas diferentes: pensar la cla­
y procesos m entales" (SARASON, 2002:70). se anticipadam ente, reflexionar en torno a
ella una vez concluida y actuar en ella con
Esta concepción fue sostenida por teó­
sabiduría".
ricos de la educación que intentaban dar
respuesta a la insatisfacción producida por La primera es la que pone énfasis en
el funcionamiento de las escuelas. Algunos el planeam iento, en la program ación, y es
siguen ejerciendo una influencia im portan­ de corte em inentem ente prescriptiva. Éste
te, tal es el caso de John Dewey. Es im posi­ es el eje desde el cual se apoyó la agenda
ble resumir la obra de Dewey, pero m en­ clásica de la didáctica. Esta agenda fue re­
cionaremos los siguientes puntos: batida a partir de fuertes críticas y contro­
versias en torno a las im plicancias de la
- El aula debe ser un lugar donde se reco­
form ulación de los objetivos, el currículo
nozcan y respeten las ca ra cte rística s
subyacente a la selección de los conteni­
constructivas de los niños.
dos, la evaluación. Es decir, pensar la cla ­
- Las escuelas no son una preparación para se, diseñar anticipadam ente las estrategias,
la vida; son la vida misma. estudiar las m ejores propuestas, planear
los ciclos com pletos, se constituyen en los
- Los docentes no deben ser "com andan­
"buenos reaseguros de la tarea docen te"
tes" que acaparen los poderes ejecutivo,
(LITWIN, 2004:11).
legislativo y judicial del gobierno del aula.

- El rol del docente consiste en preparar, La segunda corriente desplaza el énfa­


manejar y disponer el medio de aprendi­ sis en la planeación y ubica la reflexión en
zaje. el eje de debate. El lugar del docente re­
flexivo, esto es, la reflexión en torno a la
- Una escuela y un sistema escolar existen práctica puso en el centro del estudio y de­
dentro de una comunidad. bate el pensar la clase una vez acontecida,
en tanto favorecía el mejoramiento de las
Aunque Dewey nunca lo expresó en
clases siguientes.
estos términos, es evidente que veía al do­
cente como un intérprete, alguien que asu­ El tercer enfoque para el estudio de la
mía o manifestaba las características con­ didáctica se refiere al estudio de las clases

'Pedaqáq¿ca&. A ñ o V, N ° 10, o c tu b re 2007. Pág . 9 -1 9 11


*
La buena enseñanza a p artir de las narrativas de los alum nos

en su transcurrir, las acciones rápidas o es­ to s y los in t e r r o g a n t e s q u e p la n te a n


pontáneas o la toma de decisiones de los (grounded theory) (Cfr. NUNAN, 1994). En
docentes cuando una pregunta, una inter­ una primera etapa realizamos un muestreo
vención o cualquier acontecimiento im pre­ teórico de los buenos alumnos avanzados
visto corta el discurso o la actividad planea­ com o in form antes acerca de las buenas
da del estudiante. Intuición, sabiduría prác­ prácticas (Cfr. VALLES, 1999). Los buenos
tica, acciones espontáneas constituyen un alumnos son aquéllos que no sólo tienen un
nuevo marco de pensamiento para el estu­ promedio general satisfactorio sino también
dio de las p rácticas de ense ñan za (Cfr. actitudes de aprendizaje positivas detecta­
LITWIN, 2004:12). das en el aula. En este sentido, el buen alum­
no proporciona una base de análisis im por­
Pueden delinearse cambiantes tenden­
tante en la form ación profesional. Schón
cias en las investigaciones sobre los proce­
(1983:11) indica que "hay que describir lo
sos de enseñanza y de aprendizaje en los
que caracteriza a las prácticas cuando las
ámbitos escolares naturales. En este senti­
cosas funcionan b ien " e identificar "cuáles
do, encontraríam os tres corrientes diferen­
son las prácticas que son dignas de que se
tes, representadas por estudios sobre: los
las tenga como modelo". Para Schulman, el
estilos de enseñanza, las oportunidades de
buen alumno es aquél que ha desarrollado
aprendizaje y las tareas en el aula. Aunque
estrategias m etacognitivas. Justamente, las
las tres corrientes com parten el objetivo
buenas disposiciones que sobre el buen
común del mejoramiento de la práctica en
alumno se detectan en clase remiten al he­
el aula, difieren en su perspectiva teórica y
cho de que, al sentirse confundido, trata a
en sus supuestos sobre la enseñanza y el
su desconcierto como algo problemático e
aprendizaje.
intenta buscar ayuda inmediatamente. Eso
Pensar la d id áctica desde un lu g ar hace que realice preguntas, muestre inte­
ético y a la vez político fue el desafío de rés, s o lic ite b ib lio g ra fía y, en ge n e ra l,
la década de 1990. En el siglo XXI, la di­ interactúe con el docente. Por el contrario,
dáctica se plantea reconocer tam bién las el alumno de más bajo rendimiento no con­
intuiciones de los docentes, la sabiduría sidera a la desorientación como un obstá­
práctica, las acciones espontáneas, el re­ culo, ya que sería un estado cognltivo habi­
flejo de la pericia en la profesión. Esto tual en él (Cfr. SCHULMAN, 1989:42). El buen
significó "aventurarse a p en sar en la clase alumno también parece estar en sintonía con
como espacio creativo, reconocer las h u e­ el docente, al percibir la instrucción ju sta­
lla s de la s in t e r v e n c io n e s d o c e n t e s " mente del modo en que este último la plan­
(LITWIN, 2004:11). La narración es cen­ tea. Por último, la buena enseñanza necesi­
tral en este sentido. ta del buen aprendizaje (Cfr. WITTROCK,
1997:564).

El cuestionario recoge información bá­


¿Cóm o a n a liza re m o s los d atos? O
sica sobre los alumnos: edad, año de inicio
h a cia la c o n s tr u c c ió n d el m a rc o
de la carrera, núm ero de finales aproba­
m etodológico
dos, promedio general; luego, se pregunta
Este estudio se enmarca en el paradig­ sobre los cursos que más habían contribui­
ma exploratorio, con un enfoque etnográfico do a su formación, explicando su elección.
(Cfr. PRUZZO, 2002). La investigación co­ Seguidamente, se identifican los docentes
mienza con la definición de las categorías, cuyas prácticas eran ejemplo de buena en­
la recolección de los datos y las preguntas señanza, y se justifica también su opción.
e hipótesis surgen de la interacción con és­ Finalmente, se debe narrar la mejor clase

12 “Dtci&Moú A ñ o V, N ° 10, o ctu b re 2007. Pág. 9-19


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que hubieran presenciado. Los buenos alum ­ Mercer (1997:81) toma al crítico lite­
nos que respondieron al cuestionario fue­ rario ruso Bakhtin para dar cuenta de esto:
ron dieciséis.2 "no aprendem os las palabras de los diccio­
narios sino de la boca de las personas, y
La narrativa en la investigación educa­
estas palabras siem pre llevan consigo a l­
tiva permite generar y reconstruir significa­
gunos de los significados de sus prim eros
dos. En tanto forma de representación, la
usuarios. En el aula este traslado de sig n i­
narrativa (re)construye, cuenta, argum en­
ficados es vital para el aprendizaje de los
ta y explica (Cfr. HERNÁNDEZ SAMPIERI,
estudiantes". La ajustada narración de una
2000; McEWAN; EGAN, 1998). Es situada y
clase ayuda a definir la form a que tienen
"densa", y refleja los hechos construidos por
las p e rson as para im p licase pro fu nd a y
sus participantes. Nosei (2004:51) afirma
productivam ene en el aprendizaje de otras
que "la trama del relato confiere sentido a
personas. A este proceso, B runer3 le llama
la existencia y coherencia a la experiencia
andam iaje y lo define como los pasos que
y en ese m arco se hace posible un orden
se dan para reducir los grados de libertad
social que vincula a los sujetos entre sí, vin­
cuando se lleva a cabo algún tipo de tarea,
culación que habla de com plem entariedad
de manera que el estudiante se pueda con­
en virtud de que cada uno construye su iden­
centrar en la difícil habilidd que está adqui­
tidad y la de los otros".
riendo. En el sentido en que Bruner utiliza
Jackson (2002) en uno de sus traba­ el térm ino andamiaje, representa algo que
jos, analiza el lugar de la narración en la parece la esencia de la buena enseñanza.
enseñanza. Sostiene que vivim os rod ea­ Por supuesto existen otras form as efecti­
dos de historias y de las historias de los vas que pueden ayudar a las personas a
otros. Analiza básicam ente dos funciones aprender adem ás de la de un profesor que
que cum plen las historias. Una, epistem o­ guía a un alum no a lo largo de una activi­
lógica, que refiere a los conocim ientos que dad, pero es la que a nosotros especial­
las o los alum nos deben poseer para ser m ente nos interesa. El concepto de anda­
partícipes de una cultura. Por otra parte, m iaje p re se n ta al p o fe so r y al alum no
contar historias tiene también otro propó­ como participantes actios en la construc­
sito: cam biar puntos de vista, generar nue­ c ió n del c o n o c im ie n to (C fr. M ERCER,
vas p e rsp e ctiv a s, tra n sfo rm a rn o s y ser 1997:86).
tran sfig u rad os por las historias que nos
c u e n ta n y c o n ta m o s . A e sta fu n c ió n , Es de esperar que los profesores ayu­
Jackson la denom ina "transformativa". Nos den a sus estudiantes a desarrollar formas
generan una suerte de incertidum bre res­ de conversación, escritura y pensam iento
pecto de cuáles son las historias que valen que les permitan hacer viajes intelectuales
la pena ser contadas y, otra vez, paradóji­ más amplios, comprendiendo a otros m iem ­
cam ente las necesitam os contar siem pre bros de com unidades de discurso educativo
porque su im pronta se suele perder (Cfr. más am plidas y a la vez siendo com prendi­
LITWIN, 1998:165). dos por ellas: pero los profesores tienen que

2 Las a sign atu ras avan zad as cuentan con unos cua ren ta alum nos.
3 C itad o en M ERCER, 1997. Para Bru ner el an d am ia je d escrib e una cla se p a rticu lar de apoyo cog n itivo
que un adulto puede proporcionar a través del diálogo, de m anera que el estudiante pueda dar sentido
a una tarea difícil. Andam iaje es un concepto atractivo tanto para la psicología com o para la educación
porque ofrece una m etáfora clara de la im plicación activa y sensible de un profesor en el aprendizaje de
un estud iante.

'D táío^ ot 'PedaqóytcoG.. A ñ o V, N ° 10, o ctu b re 2007. P ág . 9 -1 9 13

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La buena enseñanza a p artir de las narrativas de los alum nos

empezar desde donde están los estudian­ Las narraciones de los estudiantes
tes para utilizar lo que ya saben, y ayudar­
B uscarem os en las narraciones alg u ­
les a ir de un lado a otro del puente que
nas categorías que aparecen asociadas a
lleva del discurso cotidiano al discurso edu­
la "buena enseñanza", aquéllas que inten­
cado. Allí adquiere un lugar central el uso
tan acciones docentes capaces de provo­
de la narración en el aula.
car acciones y cam bios en los estudiantes
En la investigación educativa, la narra­ con un sentido moral, lo que vale la pena
tiva perm ite generar y reconstru ir sig n ifi­ enseñar.
cados. En tanto form a de representación
A partir del análisis de las encuestas
situada, la narrativa (re)construye, cu e n ­
de los alum nos, definim os categorías cen­
ta, argum enta y explica (Cfr. H ERNÁNDEZ trales que aparecen a modo de "a p u e s­
SAMPIERI, 2000; MCEW AN; EGAN, 1998). tas" que los docentes han puesto en juego
Se considera que la narrativa es ap rop ia­ en sus clases y que han quedado en los
da para la especificidad y com p lejidad de estudiantes com o "m em orables" en su pro­
los con textos educativos. En este e s tu ­ ceso de form ación. En este sentido, de fi­
dio, los datos extraídos de las narrativas nimos siete apuestas centrales que nos lle ­
constituyen el núcleo del análisis. Se u ti­ van a definir la categoría de "buena en se­
lizaron procedim ientos m anuales que co ­ ñanza" para los alum nos del profesorado
dificaron las categorías conce ptu ale s d e ­ de inglés:
rivadas de los relatos (Cfr. KRIPPENDORF,
1990).
Apuesta al sentido m oral de la en ­
La presente in vestigació n adopta un
seña n za
enfoque interpretativo, en un intento por
evitar la inexactitud de las d icotom ías en ­ El tratamiento de la buena enseñanza
tre los llam ados m étod os cu a lita tiv o s y parte de la definición de Fensterm acher
cuantitativos (Cfr. ERICKSO N, 19 97:195­ ( 1 9 8 9 :1 5 8 ), El p rim e r té rm in o de su
199; 222-223). La in te rp re ta ció n es un disquisición indica: " Preguntar qué es buena
proceso de com prensión de los sig n ifica ­ enseñanza en el sentido moral es preguntar
dos cercanos y u rgentes de los propios qué acciones docentes pueden justificarse
actores. Im plica tam bién la construcción basándose en principios morales". En este
de una lectura de esos sig nificados, ju ­ sentido, las respuestas que siguen más aba­
gando entre lo general y lo particular, los jo dan cuenta de esta definición:
detalles inm ediatos y la teoría relevada.
- "fueron capaces de guiar sin influir" (E-14);
El diseño de la investigación es de corte
naturalista y se realiza en los propios con ­ - "mantuvieron m i atención haciéndome re ­
textos donde se plantean las cuestiones flexionar, criticar, analizar y aprender a
a dilucidar. utilizar debidamente el cerebro" (E-13);

- "Estas clases dejaron en m í un deseo de


El proyecto continúa en una segunda
seguir aprendiendo y es p o r eso que las
etapa, con entrevistas a los docentes se­
considero un ejem plo de buena enseñan­
leccionados como "buenos docentes" por
z a " ( E - ll) ;
parte de los alumnos. En este caso, sólo
presentarem os algunas m iradas pre lim i­ - "el profesor se preocupó por desarrollar en
nares a las narraciones sobre las que los los alumnos el pensamiento crítico" (E-10);
alum nos se apoyaron para definir las "b u e ­ - "el profesor se preocupó de desarrollar
nas prácticas". en los alum nos la capacidad de reflexio­

14 DúUoqoj 'Ptdoyotftcoj. Año V, N° 10, octubre 2007. Pág. 9-19

¡ mm a r
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nar sobre los textos sin limitarse al análi­ enam orado de un cam po del con ocim ien ­
sis lineal y sim plista realizado en otras to, profundam ente m ovilizado p o r las c u e s­
m aterias" (E-10); tiones e ideas que representan un desafío
para nuestro m undo, atraído p o r los d ile ­
- "me quedé lleno de dudas y preguntas
m as y el p oten cial de los jó v e n e s que a c u ­
luego de la clase" (E-9);
den a clase cada día (...) o fascinado p o r
- "sus conclusiones a l finalizar la clase m e­ todas estas cosas. Un docente apasionado
recen reconocimiento. Esto habla de su es el que rom pe el aislam iento del aula y
m agnifico estilo de negociación de signi­ se niega a dejarse dom inar p o r la apatía o
ficados que genera y ¡a calidad de su tra­ el cinism o (...) Los docentes sólo pueden
tamiento de los contenidos en forma p ro ­ d isip a r las tin ieblas del acatam iento p a s i­
funda y crítica" (E-7). vo o el desinterés activo que envuelven a
m uchos alum nos cuando llevan a su tra­
bajo cotidiano la p asión que sienten p o r el
Apuesta a la pasión por la enseñanza
aprendizaje y la vida. Creo que todos te­
- "Siente una gran pasión p o r su materia y nem os la volu ntad in te rio r de se r d ocen ­
sabe como llegar a los alum nos" (E-9); tes apasionados, y que ninguna otra cosa
servirá del to d o " (FRIED, 1995 citado en
- "la pasión que dem uestra p o r su campo
SARASON, 2002:76).
disciplinario" (E-8).

Sus respuestas hablan del sentido de


responsabilidad de los docentes y del estilo Apuesta al contenido
de negociación que ponen en juego en su
La clave de la enseñanza apoyada en
clase, dan cuenta de que lo que se enseña
los recursos y estrategias didácticas pone
es racionalmente justificable, digno de que
de manifiesto lo que Litwin (1998:94; 158­
el estudiante lo conozca, lo crea o lo en­
159) relaciona con la buena enseñanza a
tienda de manera "profunda y crítica". Ade­
partir de "la manera particular que desplie­
más, acompañan este recorrido con su pa­
ga el docente para favorecer los procesos
sión por la enseñanza. Sarason (2002:23)
de construcción del conocimiento". En este
recupera esta cuestión cuando afirma que
sentido encontram os en los alum nos las si­
los docentes que le llegaron, fueron aque­
guientes definiciones:
llos que "respetaron su individualidad", "los
que me comprendían, que querían com pren­ - "conexión entre los contenidos de una cla­
derme". Un docente apasionado es aquél se y de otra" (E-13);
que transmite una emoción, una situación
- "amplitud de criterio relacionando los con ­
o imagen que resulte significativa y esti­
tenidos con los ya analizados en otras
mulante para un auditorio. "Esto implica un
clases, entrelazándolos con los tem as tra­
com prom iso sostenido, basado en pensa­
tados en otras m aterias" (E-13);
mientos, aprendizaje, actitudes y sentim ien­
tos, y la meta de esa mezcla indisoluble es - "la profesora logró m ostrarnos cómo la
experim entar la calidez y el entusiasmo del teoría se llevaba a la práctica" (E-9);
c a m b io y e l c r e c im ie n t o " (S A R A S O N , - "importancia de ir conectando desde di­
2002:24). ferentes perspectivas, basándose en dis­
R o b e r t F rie d en T h e p a s s io n a t e tintos m arcos teóricos y conectando a la
teacher (1995) en su prólogo define qué vez con otros textos es una forma exce­
es ser un docente apasionado: "es estar lente de trabajar" (E-5).

¿scofoijoj ‘P e ^ ay ó q ú M . A ñ o V, N ° 10, o c tu b re 2007. Pág. 9-19 15


La buena enseñanza a p a rtir de las narrativas de los alum nos

Apuesta al saber pedagógico de los Para Jackson (2002:34) la buena en­


contenidos (recursos, estrategias y señanza "no implica una única manera de
m otivación ) actuar, sino muchas". Los m otivos de las
elecciones de estrategias, modos de expli­
- "El tema fue abordado desde las pelícu­
cación, tipos de respuestas, metáforas ex­
las y los libros" (E-15);
plicativas, o casos paradigmáticos, siguen
- "se com p aró y contrastó a esta obra planteando interrogantes en el análisis de
(M acbeth) con otras obras que habían las prácticas. Favorecer los procesos de
sido a n a liz a d a s en clases a n te rio re s " construcción del conocimiento implica una
(E -U ); compleja elaboración por parte del docente
- "Se abordaron los textos de una manera para abordar y recortar los contenidos de
profunda, sin limitarse al típico análisis su campo disciplinar, conectarlos con la se­
de personajes o a la secuencia de even­ cuencia curricular y a la vez diseñar recur­
tos de una historia" (E-10); sos y estrategias didácticas que permitan
un abordaje en la clase que tienda a desa­
- "Lo m as llam ativo de toda la clase fue rrollar un proceso de com prensión en los
que en la m itad de la clase, para poner alumnos.
un corte, nos hizo levantar y con música
nos dio una clase de relajación" (E-9); Es importante destacar la aparición de
algunos aspectos ligados a la motivación de
- "la efectividad de la clase se notó p o r el
los estudiantes por parte de los docentes.
nivel de participación del grupo" (E-8);
La motivación ligada a desarrollar redes que
- "Dio las fuentes de dichos artículos con permitan com prender un recorte. El "poner­
el propósito de am pliar nuestra pe rspe c­ se en el lugar de estudiante", la experim en­
tiva" (E-7); tación y análisis de los temas, la "clara guía
de los docentes" dan cuenta del andamiaje
- "se aseguró que todos entiendan para se ­
que construye el docente para enseñar. An-
guir la clase" (E-7);
damios que en algún momento de la form a­
- "llevó un mapa para apoyar visualmente ción profesional de los estudiantes deben
la teoría" (E-7); "sacarse" para que puedan avanzar solita­
- "en todos los casos preparan las clases riamente en la construcción de sentido del
de una manera meticulosa, dándóle una conocimiento.
estructura que nos ayuda a aprovechar­ Aquellas apuestas relacionadas con la
la s" (E-6); motivación de los alumnos, a su vez des­
- Sobre dos clases donde se analizaron la plegadas por el docente en la utilización de
métrica en Macbeth y el lenguaje y las recursos y estrategias didácticas que favo­
ideas del Manifiesto Comunista: "creo que recen la comprensión, han sido las situacio­
estas clases tienen en común la relevan­ nes más narradas por los estudiantes. Es la
cia e interés del tema y la metodología situación práctica resuelta en el aula, sin una
en el sentido de ir descubriendo el sig ni­ mirada que vaya a la apuesta moral por la
ficado de un texto a m edida que uno enseñanza.
avanza sobre é l" (E-5);

- "Variaciones en la forma de explicar un


Apuesta al lugar del alum no
m ism o tema (...). Predisposición del d o ­
cente para evacuar las dudas, la atm ós­ - "Aquellas en las que los alumnos hemos sido
fera no debe ser tensa" (E-12). responsables de dictar una clase" (E-16);

16 “D iáloyo j, T'edaqóqúM-. A ñ o V, N ° 10, o c tu b re 2007. Pág. 9 -1 9


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- "Los alum nos hem os sido responsables que le otorgan significado a una formación
de diseñar actividades para enseñar el docente que tienda a la profesionalización.
m aterial en clase" (E-16);
La narración, el relato, constituye la ma­
- "Para mí, las clases mas m em orables son teria misma de la enseñanza, el paisaje en
las aquellas en las que los alum nos dan el que vivimos como docentes e investiga­
presentaciones orales. (...) Me pongo en dores y dentro del cual el trabajo de los pro­
el lugar del profesor" (E-6). fesores y las profesoras tiene sentido. Re­
cuperar las narraciones de los alumnos nos
En este apartado, se pone centralm en­ pone frente a los "m odelos" de profesor que
te en juego el lugar asignado al alumno en
los estudiantes tienen en su proceso de for­
el proceso de enseñanza y aprendizaje. La mación, los que, sin dudas, marcarán su
responsabilidad de ponerse "en el lugar de",
biografía profesional.
diseñar actividades didácticas genera en los
estudiantes la posibilidad de sentir ser pro­ El estudio de los relatos y las narrati­
fesor, de autogenerarse los mecanismos ne­ vas nos lleva directam ente al corazón del
cesarios para com enzar a vivenciar la pro­ saber sobre los contenidos, con toda su va­
fesión en su período de formación inicial. riedad y su riqueza. Ese estudio debe con­
En la apuesta del docente deben generarse centrarse en las cuatro dim ensiones de las
las estrategias suficientes para que estas narrativas: la experiencia práctica, la inter­
clases sean una comunidad de comprensión, pretación, la reflexión y la transformación
mas allá de quién dicte la clase. (Cfr. GUDMUNDSDOTTIR, 1998:60). Form a­
rá parte de la segunda etapa de esta inves­
En este avance, mostramos lo que en
tigación.
las narraciones de los alumnos aparecieron
como las categorías que tenían un correlato
con la denominada "matriz de buena ense­
ñanza". La posibilidad de comparabilidad con
O riginal recibido: 15-06-2006
las definiciones de los docentes brindará un
O riginal aceptado: 26-03-2007
cam po propicio para indagar en prácticas

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