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I.

IMPACTOS
a. Impacto al desarrollo social y económico
A partir de la década de 1940, el Estado logró una mayor eficiencia en la repuesta a
emergencias y la reconstrucción en áreas urbanas, lo que se ve facilitado por la mejora
de las vías de comunicación y la mayor disponibilidad económica. En contraste, las
poblaciones rurales y de los poblados de la sierra y selva no reciben la atención estatal.
Un aspecto destacable es el relativo a las medidas de reducción de riesgo, aunque
asumidas después de un desastre, fue el monitoreo de las lagunas y glaciales en Ancash
después del aluvión que afectó Huaraz en 1,941 o las iniciativas de proyectos de
irrigación como el de Chira-Piura a raíz de la sequía que afectó dicho departamento.
El aluvión generó impacto social destable en los siguientes ámbitos; impacto en el
transporte, desarrollo del turismo, educación, sitios arqueológicos, culto religioso y
psicológico.
Según Ferro (2006) con respecto al transporte, el aluvión interrumpió la carretera
central, en lo más cercano al Río Santa, así mismo todos los puentes entre Huaraz y el
resto del Callejón de Huaylas fueron destruidos, el único que se mantuvo fue el Puente
San Gerónimo de Huaraz, lo que permitió intercomunicación con Casca en la costa.
Así mismo, el turismo y de la mano con los sitios arqueológicos, fueron gravemente
afectados por el aluvión. El Callejón de Huaylas en 1941 era la principal atracción y no
tenía acceso, Kakemarka o también llamado Nueva Florida descubierto por Tello,
debido a la fuerza del gran volumen de agua que llegó, borró el sitio arqueológico. El
agua sobrepasó la colina y descendió a la cuenca del río Auqui, presuntamente el agua
se llevó toda la arquitectura prehispánica.
El impacto social que se dio en la educación arrasó con las escuelas emblemáticas
como; el Colegio Nacional de La Libertad, la Escuela Superior de Educación Pública
‘’Huaraz’’, el Colegio Jorge Basadre Grohmann, la sede central de la Universidad
Nacional de Ancash ‘’Santiago Antúnez de Mayolo’’, todos estos fueron inundados
parcialmente, destruyendo aulas, inmobiliaria y laboratorios.

b. Impacto al medio ambiente y la sostenibilidad


Smith (s.f.) señala que el aluvión representó un impacto temprano de emisiones
antropogénicas de gases de efecto invernadero. Estimamos que el retroceso del glaciar
es completamente atribuible a la tendencia observada en la temperatura, y que el cambio
resultante en la forma de la laguna y del valle ha incrementado substancialmente el
riesgo de aluvión.
Los factores que ocasionan más impacto en el entorno son la rapidez con la que se
producen las crecidas, la velocidad del agua y la elevada carga de sedimentos (Saurí et
al., 1997). Los aluviones destruyen las comunidades ecológicas (vegetación, animales),
bien porque las cubren o porque las arrastran. La fuerza del agua arrastra parte del
sustrato y de la vegetación, así como las semillas poco profundas (Pickup et al., 2003),
lo que puede afectar a la capacidad de rebrotamiento y por tanto de colonización, de las
especies. Otro de los efectos sobre el medio ambiente que pueden tener los aluviones es
la dispersión de contaminantes cuando éstas se producen en zonas en las que hay tales
sustancias. También son importantes los cambios que provocan en los cursos fluviales y
las perturbaciones que se producen en las zonas costeras cercanas a la desembocadura
de los cursos fluviales.
El medio natural se adapta a estas perturbaciones de maneras diversas. Es cuando entran
en juego los métodos de control de estas avenidas cuando los efectos sobre el medio
pueden convertirse en más agresivos. Es por ello que es necesaria una planificación
sostenible del control de las avenidas, crecidas, como sería conservar un espacio libre
para que se pueda inundar con las crecidas periódicas. Esta medida, por un lado, evita el
daño a infraestructuras y/o personas y, por otra, permite el desarrollo de un entorno con
una elevada biodiversidad. De manera ideal, una correcta y sostenible planificación
frente a situaciones de riesgo hídrico debería dar el mismo peso a su función ecológica
como la protección frente al riesgo que suponen (Pickup et al., 2003). En consecuencia,
sería necesario mantener las zonas inundables por la importancia que tienen como
reservorio de biodiversidad, como reguladoras de la velocidad del agua y por tanto de
las avenidas y la erosión y como retención de la carga sedimentaria, recargando los
acuíferos y fertilizando el suelo con la aportación de lodos (Saurí et al., 1997).
Referencias

Ferro, V. (2006). La evaluación del riesgo de desastre en la planificación del desarrollo


de la ciudad de Huaraz, Áncash. ANÁLISIS DEL RIESGO, 145.

Pickup, M.; McDougall, K.; Whelan, R.J., 2003. Fire and flood: Soil-stored seed bank
and germination ecology in the endangered Carrington Falls Grevillea (Grevillea
rivularis, Proteaceae). Austral Ecology num. 28, pag. 128-136

Saurí, D.(Coord.), 1997. Les inundacions. Quaderns d’Ecologia Aplicada. núm 14.
Diputació de Barcelona.

Stuart-Smith, R. F., Roe, G. H., Li, S., & Allen, M. R. El peligro de aluviones ha
aumentado en la laguna Palcacocha debido al retroceso glaciar causado por la actividad
humana.

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