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Agosto 19, 1908

El alma debe sembrar el bien con todo su ser.


Habiendo hecho la meditación acerca de que
quien siembra el bien cosechará el bien, y quien
siembra vicios cosechará males, estaba
pensando en cuál sería el bien que yo podría
sembrar estando en mi posición, miseria e
inhabilidad mías. En este momento me he
sentido recogida y oía decirme en mi interior:
“Con todo, con todo su ser el alma debe
sembrar el bien; el alma tiene una inteligencia
mental, y ésta la debe aplicar a comprender a
Dios, a pensar siempre en el bien, jamás dejar
entrar en la mente alguna mala semilla, y esto
es sembrar bien con la mente; así de la boca,
jamás sembrar semillas malas, esto es, palabras
malas, indignas de un cristiano, sino siempre
decir palabras santas, útiles, buenas, esto es
sembrar bien con la boca; así con el corazón,
amar sólo a Dios, desear, palpitar, tender a
Dios, esto es sembrar bien con el corazón; con
las manos hacer obras santas; con los pies
caminar tras los ejemplos de Nuestro Señor, y
he aquí otra semilla buena.”
Yo al oír esto pensaba entre mí: “Así que en mi
posición puedo también yo sembrar bien a pesar
de mi extrema miseria.” Pero lo pensaba con
cierto temor por las cuentas que el dueño del
campo me pedirá si he sembrado bien o no; y en
mi interior me han repetido:
“Mi bondad es tan grande que hace muy mal
quien me da a conocer como severo y muy
exigente, rigorista, ¡oh! qué afrenta hacen a mi
amor, Yo no pediré otra cuenta que del
pequeño terreno que les he dado, y no por
otra cosa pediré las cuentas sino para darles
el fruto de sus cosechas, dando a la
inteligencia, por cuanto más me haya
comprendido en vida, otro tanto de más me
comprenderá en el Cielo, y por cuanto más me
comprenderá, con tanto más de gozo y
bienaventuranza será inundada; dando a la boca
el fruto de los varios gustos divinos,
armonizando su voz sobre todos los otros
bienaventurados; a sus obras dándoles la
cosecha de mis dones, y así de todo lo demás”
Libro de Cielo. Agosto 19, 1908 Volumen 8
“Hágase Tu Voluntad En la Tierra Como En El
Cielo”

“Hija mía, mi Vida sobre la tierra no fue otra cosa


que semilla sembrada, donde mis hijos cosecharán
siempre que se estén en el terreno donde he
sembrado esta semilla, y según su actitud de
cosechar, mi semilla reproducirá su fruto. Ahora,
esta semilla son mis obras, palabras, pensamientos,
también mis respiros, etc.; entonces si el alma las
cosecha todas, haciéndolas suyas, se enriquecerá de
tal manera que podrá comprar el reino de los
Cielos, pero si no, esta semilla le servirá de
condena.”
Octubre 28, 1915 Vol. 11

“He aquí por qué quiero al alma viviendo en mi


Querer, no sólo para sembrar, sino para hacer que
mi siembra no se pierda, haciéndome Yo mismo el
cultivador para poder producir las más variadas
bellezas.” Mayo 17, 1938 , Vol. 36

“Tú debes saber que el alma es mi campo donde Yo


trabajo, siembro y cosecho, pero mi campo
predilecto es el alma que vive en mi Voluntad, en
este campo mi trabajo es deleitable, no me ensucio
al sembrar, porque mi Voluntad la ha convertido
en campo de luz, su terreno es virgen, puro y
celestial, y Yo me divierto mucho al sembrar en él
pequeñas luces, casi como un rocío que forma el Sol
de mi Voluntad.”
Octubre 20, 1923 Vol. 16

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