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Opinión sobre el tema de los derechos humanos en este mundo post

pandémico.
Trabajo para la semana del 22 al 24.
Fecha limite Viernes 26

DERECHOS HUMANOS Y PANDEMIA

A partir de este tiempo del “Corona virus” el mundo ya no será el mismo y los
derechos humanos serán apreciados de una manera distinta. Se viene dando con una
particular intensidad en estos tiempos una lucha titánica entre los principios del derecho
natural y la apertura a una nueva realidad planetaria de conculcación de los mismos, con
argumentos pragmáticos de salubridad y doctrina de la seguridad.

En esta nueva etapa de la humanidad -comparable a las Segunda Guerra


Mundial, a la depresión económica del 29 o a los acontecimientos del 11 de
septiembre-, los hombres nos hemos hermanado en el principio de la amistad,
colaborando heroicamente en algunos casos con aquellos más frágiles de la humanidad
y descubriendo en ellos personas con el mismo valor sin distinción.

Esta enfermedad ha sido, paradójicamente, el ébola1 de los ricos y pobres. A


diferencia de muchas pandemias ocultas entre los más pobres y no percibidas por el
mundo, hoy ha tocado a toda la humanidad. Se ha dado por ello el principio de la
amistad de los pueblos más allá de sus fronteras. Hemos visto la manera cómo muchas
naciones se ayudan entre sí para sobrellevar esta pandemia y, a la vez, se ha creado una
conciencia, la de que lo que haga un país o deje de hacerlo traerá consecuencias
irreversibles para todos los pueblos. Las Naciones Unidas por intermedio de la OMS ha
dado directrices universales (no con toda la eficiencia) ante algo que era inimaginable.
Es interesante la colaboración mundial, especialmente en el mundo científico en la
búsqueda de medicinas y vacunas (con sus bemoles de las patentes e inversiones para la
investigación) o las brigadas de médicos que han salido en la ayuda de lugares más
frágiles. El Papa Francisco también destacaba que, además de la labor encomiable del

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El virus se detectó por vez primera en 1976 en dos brotes simultáneos ocurridos en Nzara (hoy Sudán
del Sur) y Yambuku (República Democrática del Congo). La aldea en que se produjo el segundo de ellos
está situada cerca del río Ebola, que da nombre al virus.
personal de salud, han sido importantes los gestos heroicos de sacerdotes que han
entregado sus vidas por cumplir con su ministerio.

Hemos apreciado, a la vez, dos aspectos que traerán consecuencias en el futuro,


que son el aislamiento de las naciones y las técnicas de control invasivas.

Muchos de los países han cerrado sus fronteras. Incluso comunidades asociadas
de países han clausurado sus límites y se han vuelto tremendamente celosos en la
entrada a sus países de personas distintas a sus conciudadanos. Espacios territoriales de
países han sido consideradas como “zonas rojas” y se ha impedido el tránsito interno
nacional. Se ha dado una especie de desprecio racial a aquellos que no correspondían a
esos países o zonas. Las medidas de aislamiento no han sido malas por ser fruto de una
necesidad. Pero, a pesar de ello, traerán consecuencias en la nueva geopolítica
planetaria.

Muchos gobiernos se han vuelto autoritarios (algunos con legalidad y otros sin
ella), capaces de irrespetar muchos derechos individuales en aras del “bien colectivo”.
En la actual circunstancia hay que tener cuidado de no acercarnos a la teoría del “Gran
Hermano”. Los gobiernos, con tal de controlar a las personas infectadas, han
implementado herramientas vetadas de vigilancia social. Se están utilizando
instrumentos que identifican a la persona de acuerdo a la complexión y forma de
caminar, la identificación facial o el reconocimiento biométrico. Se ha dado igualmente
una invasión controlista por intermedio de los móviles o celulares con los GPS para
identificar donde y en qué situación están las personas. En algunos países, a toda
persona llegada del extranjero se le ponía un chip (al estilo de los presos con arresto
domiciliario) para poder seguirlos e identificarlos. Se han implementado mapas
satelitales que analizan las conglomeraciones. Incluso en algunos países se ha creado
una especie de espionaje para con los infectados.

Regresando al Derecho Natural. Se ha abierto -pienso yo- por la actual crisis, sin
ningún tipo de restricción, una puerta que difícilmente se cierre en donde la persona
humana y la familia pierdan su intimidad y que puedan ejercer el más preciado de sus
derechos humanos que es el de la libertad.
Se han roto las cadenas de producción y se ha entrado en algunos lugares en un
replanteo de necesidades, creándose la posibilidad de la auto subsistencia. Muchos
sectores importantes de la economía no sobrevivirán a la crisis. El desempleo ha
adquirido dimensiones galopantes, con la consecuencia del aumento de la pobreza. Se
tendrá -en estas circunstancias terribles- que ser más creativo para vivir de acuerdo al
planteamiento del Derecho Natural de la solidaridad y amistad. Además, se tendrán que
dar mecanismos de defensa por la violación de esos derechos inscritos en el orden
natural. Como sosteníamos precedentemente siempre hay un “eterno retorno” del
derecho natural. Ante las “situaciones límite”, como la falta de ventiladores quirúrgicos,
salas de cuidados intensivos y comida, se han tenido que hacer reflexiones bioéticas
basadas en los derechos naturales.

Surgirán problemas aún por venir: ¿Cuándo se descubran las medicinas


adecuadas, a quién se les aplicarán? ¿Qué costos tendrán las vacunas en los mercados?
¿Qué sucederá con el desempleo? ¿Qué pasará con los migrantes? ¿Cuál será la
situación de la religión, que será desautorizada para el culto, para evitar
aglomeraciones? ¿Qué sucederá con la natural tendencia a la sociabilidad humana y el
amor caritativo? ¿Cuál será la situación de los países subdesarrollados que serán
afectados por falta de compras, turismo y ausencia de ayuda internacional? ¿Cuál será la
situación de los adultos mayores, descartados por la sociedad y que han sido las
principales victimas de la pandemia? ¿Cómo se manejará la nueva realidad de supuestos
ancianos con edades de 60 o 65 años? ¿Qué sucederá laboralmente con los
supuestamente vulnerables? ¿Cómo serán las nuevas hegemonías globales?

Precisamente en estos momentos en donde la humanidad se hace preguntas, es


cuando hay que contestarlas recurriendo a valores y al derecho natural.

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