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Es incuestionable que con la llegada de las nuevas Tecnologías de la Información y la

Comunicación se ha producido un profundo cambio en el paradigma de aprendizaje de


idiomas, pasando de un pensamiento lineal, estructurado y procesual de las
generaciones anteriores al pensamiento plástico, radial y conectivo de la generación de
nativos digitales actual (Elorza, 2014).

Así pues, podemos llegar a la conclusión de que no se aprende un idioma a través de la


memorización ni de la repetición de contenidos, sino a través de la realización práctica y
del despertar, incluyendo siempre las emociones y los objetivos de los aprendientes. La
neurociencia demuestra que la atención del ser humano es funcional durante un máximo
de 20 minutos (Benavídez y Flores, 2019).

Con el uso de las nuevas tecnologías y de los diversos recursos audiovisuales el rol del
docente ha cambiado, pasando a tener ahora un papel de mediador, facilitador y
constructor de procesos de aprendizaje, dando mayor protagonismo al alumno en la
construcción de dicho proceso, ya que es el receptor final del mismo, convirtiéndolo en
un sujeto activo.

En lugar de desdeñar el uso de las tecnologías y los audiovisuales en clase, los docentes
de idiomas deben afrontar el reto de ser capaces de entender el rol de estas en la vida
cotidiana de los aprendientes y transformarlas en herramientas pedagógicas capaces de
proveer el aprendizaje y la construcción de conocimiento en los alumnos.

El uso de los diferentes recursos audiovisuales en la enseñanza de segundas lenguas nos


adentra en un tema muy discutido en este ámbito educativo. Es indiscutible que todos
los profesores y pedagogos se han planteado la dicotomía de incluir o no la tecnología y
las herramientas audiovisuales en las aulas y en el proceso de enseñanza, pero a la vez
no se ha llegado a una conclusión certera de cómo hacerlo.

Además, actualmente aún prima el uso de las herramientas educativas tradicionales


frente a las ofrecidas por las nuevas tecnologías. La pedagogía educativa debería utilizar
las TIC y los diversos recursos audiovisuales que existen en vez de penalizarlos. Se
debería animar al alumnado a hacer un uso constructivo de sus herramientas
tecnológicas para usar recursos audiovisuales, tales como los teléfonos móviles, las
tablets, el uso de plataformas como YouTube, el cine, la música e, incluso, haciendo uso
de las redes sociales más extendida en estas generaciones como puedan ser Instagram o
Tik Tok. ¿Por qué no usar YouTube para escuchar una canción aprender vocabulario y
en vez de usar un diálogo al uso al cual los estudiantes ya están tan acostumbrados que
les resulta aburrido? ¿Por qué no proponer la realización de un cortometraje acerca de
una obra literaria adaptada y publicarlo en los stories de Instagram para que el resto de
sus compañeros lo vean?

Por otra parte, habría que plantear un discurso que abarque mucho más del uso de la
tecnología como herramienta al servicio de la educación, habría que redefinir el
concepto mismo de educación y encaminarlo hacia la forma en que los estudiantes
entienden y asumen las nuevas estructuras sociales y comunicativas, conectando así su
educación con su forma de interpretar la realidad. Es una verdad incontestable que no
puede separarse la tecnología de la sociedad actual, puesto que esta tecnología surge de
sus propias necesidades. Este es el motivo por el que los profesores necesitan
tecnologías relevantes para aplicar en la situación de enseñanza-aprendizaje de un
idioma.

Afortunadamente, en los últimos años se ha extendido la tendencia hacia el uso de la


tecnología y su integración en el currículo docente. Especialmente el uso del vídeo
como material audiovisual en la enseñanza de lenguas extranjeras ha ido creciendo
gracias al énfasis en el enfoque comunicativo y resulta obvio que el uso del vídeo es de
gran ayuda para los profesores de idiomas para estimular y facilitar dicho enfoque.

Wrigh (1976) afirma que todos los materiales audiovisuales contribuyen positivamente
al aprendizaje de segundas lenguas, si se utilizan en el momento y en el lugar
adecuados. En el proceso de enseñanza y aprendizaje de idiomas, el alumno utiliza tanto
sus ojos como sus oídos, pero sus ojos resultan básicos para aprender. Por su parte,
Según River (1981), el uso de diversos materiales audiovisuales contribuye claramente
a la comprensión de otra cultura, proporcionando un contacto mucho más cercano con
los hablantes de este idioma.

El uso de materiales audiovisuales, como se ha apuntado, puede ser muy diverso. Desde
reproducir programas, series, películas… hasta usar nuestros teléfonos móviles para
grabar vídeos sobre diferentes actividades o los logros alcanzados por los aprendientes
de un idioma. Es bien sabido que los materiales audiovisuales son una herramienta
fundamental para presentar la lengua meta de una forma natural.

A menudo los profesores de idiomas nos encontramos con el problema de que los
aprendientes de idiomas a través de formas tradicionales presentan dificultades a la hora
de usar la lengua meta y comprender cómo es usada por los hablantes en diferentes
situaciones, ya sean estas orales o escritas. Este problema no viene dado por la
metodología de enseñanza en sí misma, sino por resultar una metodología incompleta.

Es una tarea primordial de los profesores de segundas lenguas tener en cuenta los actos
comunicativos de la lengua impartida para solventar, en la medida de lo posible, estas
dificultades de uso en nuestros estudiantes.

Una de las grandes ventajas que proporcionan los materiales audiovisuales es que
proporcionan un input real y auténtico. Las series, las películas, los programas, etc. se
hacen para hablantes nativos, por lo que los aprendientes están recibiendo un input
comprensible y además un poco más avanzado de su nivel (concepto de Krashen de
(i+1)).

Los materiales audiovisuales se prestan a ser usados de forma muy práctica en cualquier
aula de idiomas. Tiene la ventaja de que el profesor puede intervenir en el proceso
cuando así lo crea necesario, pausando, repitiendo o ralentizando el vídeo o la secuencia
seleccionada para prestarle atención a los hechos que sean pertinentes.

Por su parte, el alumno puede concentrarse de forma detallada en los hechos relevantes
e interpretarlos con más facilidad. Estos hechos relevantes pueden ser múltiples, desde
el significado de las palabras, pasando por el lenguaje no verbal, los gestos o el entorno
en el que se desarrolla la acción. Utilizar un material visual para dar pistas sobre el
significado y así mejorar el aprendizaje de un idioma es una de las grandes ventajas que
tiene incorporar materiales audiovisuales a la práctica metodológica de la enseñanza de
lenguas extranjeras.

Otro gran beneficio es precisamente el hecho de que el alumno tenga en los materiales
audiovisuales un gran apoyo a la hora de interpretar la actitud de los hablantes, hecho
este que resulta de máxima dificultad para los aprendientes, dado que normalmente
estos enfocan su atención mayormente hacia el mensaje verbal. El uso de materiales
audiovisuales proporciona a los estudiantes un refuerzo a la hora de entender todo el
lenguaje no verbal relacionado con la estructura del mensaje.

Por último, cabe resaltar que los aprendientes, mediante el uso de recursos
audiovisuales, adquieren una idea de la cultura de la lengua meta.

Actividad Guiada 2, Nargués Aghazadeh.


BIBLIOGRAFÍA

Benavidez, V. and Flores, R., 2019. La importancia de las emociones para la


neurodidáctica. Wimblu, Rev. Estud. de Psicología UCR, (14(1), 25-53.

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búsqueda del desarrollo humano. La educación, Revista Digital, (143), 1-14.

Carvajal, C. (2013). Creatividad e intuición en la praxis metodológica, reflexión a la luz


de la neurociencia cognitiva. Revista TELOS. 15 (1), 77-90.

Castro, L.A. (2018): La enseñanza-aprendizaje del español a angloamericanos


mediante un enfoque comunicativo interactivo. Tesis doctoral, Universidad
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Colás Bravo, M. P., de Pablos Pons, J., & Ballesta Pagán, J. (2018). Incidencia de las
TIC en la enseñanza en el sistema educativo español: una revisión de la
investigación. Revista De Educación a Distancia (RED), (18(56). Recuperado de
https://revistas.um.es/red/article/view/321471

Krashen, S. D. (1987). Principles and Practice in Second Language Acquisition.


Recuperado de http://www.sdkrashen.com/content/books/principles_and_practice.pdf

Medina, A. y Ballano, S. (2015). Retos y problemáticas de la introducción de la


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Rivers, W.M. (1981). Teaching Foreign-Language Skills. The University of Chicago


Press: Chicago.

TEDx Talks. (29 de julio de 2014). Actualicemos el concepto de educación y


reiniciemos la escuela. [Vídeo].

https://www.youtube.com/watch?v=Iv3HaTkzAmk

Wrigth, A. (1984). Visual materials for the language teacher. Harlow, England:
Longman Publishing Group.

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