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Esto concluye un reciente atlas editado por la Red Amazónica de Información Socio ambiental (Raisg), titulado
Amazonia, bajo presión.
La publicación muestra que entre el 2000 y el 2010 se talaron 240.000 kilómetros cuadrados de selva, extensión
equivalente a todo el territorio del Reino Unido.
Se evidencia además un arco de deforestación que se extiende desde Brasil hasta Bolivia y una zona de presión
hídrica y explotación petrolera en la Amazonía andina (Colombia y Perú).
Otras amenazas son la construcción de carreteras, los proyectos petroleros y de gas, las hidroeléctricas, la minería
y los focos de calor producto del cambio climático.
"Si los intereses económicos que avanzan sobre la selva húmeda tropical más grande del mundo se concretan
(zona que además cobija al río Amazonas), esta se convertirá en una sabana con islas de bosque", dice el
documento.
Y perder árboles no es solo un daño ecológico o paisajístico. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (Pnuma) indica que si la pérdida de cobertura vegetal continúa, en 20 años tendríamos solo el 45 por
ciento del bosque amazónico, y la reducción del agua potable y de los caudales de los ríos del continente sería más
intensa.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) ha dicho que con el Amazonas destruido, el régimen de lluvias en toda
Suramérica cambiaría.
De acuerdo con Martín von Hildebrand, director de la Fundación Gaia Amazonas, "la visión que tenemos es
altamente preocupante para el futuro de la Amazonía. Si cruzamos esta situación con las proyecciones de los
modelos que estudian el impacto del cambio climático, vemos que es imperativo tomar decisiones más allá de los
intereses de cada país, para salvaguardar, de manera conjunta, este gran ecosistema del cual depende el futuro
del planeta".
Según Milton Romero, asesor de la Fundación Gaia Amazonas y coordinador del Sistema de Información
Geográfica (SIG), la idea es que con base en este documento se tomen decisiones y se definan proyectos más allá
de los límites fronterizos. La jungla tropical más valiosa del universo es compartida por Bolivia, Perú, Brasil,
Colombia, Ecuador, Guyana, Guayana Francesa, Surinam y Venezuela. Abarca 6'250.000 kilómetros cuadrados.