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El ejemplo ético de Job para el

Joven Postmoderno.
INTRODUCCIÓN.

Job era un hombre de la época de Abraham o incluso anterior, pero que tenía
una ética impecable.

En este discurso que comprende (Job 29:1-31:40) sale al paso de las


calumnias de sus tres amigos. La fórmula de sus amigos era: "algo muy grave
has hecho, porque sino es imposible que Dios trate así a una persona".
Mientras que Job, sin pretender ser puro como Dios, sin embargo, defiende su
moralidad.

El recuerda cómo era su vida antes de que le vinieran estas pruebas tan
intensas. Vivía una vida que a muchos que tenemos la luz del Nuevo
Testamento nos gustaría imitar.

Es un capítulo que sirve de resumen de toda la vida de un siervo de Dios.


Recordemos también (Hc 20: 17-38) que es otro resumen de la vida de otro
siervo, Pablo.

Nos sirve perfectamente de una expresión práctica de todo lo que hemos


estudiado de ética, porque lo que hemos visto no es una utopía, sino algo real
a lo que todos nosotros hemos de aspirar por el poder del Espíritu Santo.

(Job 31:1-4,9-12) ETICA SEXUAL.

"Hice pacto con mis ojos; ¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?
Porque ¿qué galardón me daría de arriba Dios, y qué heredad el Omnipotente
desde las alturas? ¿No hay quebrantamiento para el impío, y extrañamiento
para los que hacen iniquidad? ¿No ve él mis caminos, y cuenta todos mis
pasos?... Si fue mi corazón engañado acerca de mujer, y si estuve acechando
a la puerta de mi prójimo, muela para otro mi mujer, y sobre ella otros se
encorven. Porque es maldad e iniquidad que han de castigar los jueces.
Porque es fuego que devoraría hasta el Abadón, y consumiría toda mi
hacienda".

Los primeros cuatro versículos tiene que ver con las vírgenes, mientras que el
resto es sobre cualquier mujer.

Anticipa el Sermón del Monte, no sólo lo que se hace con el cuerpo físico (Mt
5:28) y Job lo anticipa, "ni mirar".

"Es fuego", es una cosa muy solemne, grave y seria, no como el mundo la
presenta, el amor libre, intercambios de parejas...
La poligamia que se observó en algunos reyes de Israel no era propio de los
verdaderos creyentes piadosos. Aquí no hay poligamia.

(Job 31:5-6) LA MENTIRA.

"Si anduve con mentira, y si mi pie se apresuró a engaño, péseme Dios en


balanzas de justicia, y conocerá mi integridad".

Las acusaciones de los amigos de Job eran una enmienda a la totalidad de su


vida y Job se está defendiendo, sin el propósito de alabarse.

El padre de mentira es el mismísimo diablo y cuando mentimos le estamos


haciendo el juego al mismo Satanás.

No existen esas distinciones que se han hecho en la casuística católica de


mentira piadosa, mentira grande, pequeña.

En la ética cristiana la limpieza de la lengua es primordial. (Proverbios) (Stg


3:1-12) y otros versículos diseminados por toda la Biblia, hacen un énfasis
gigantesto en la lengua.

En nuestras iglesias, que no vamos armados con pistolas, ni palos, los


problemas vienen en la mayoría de los casos por la lengua.

(Job 31:7-8) EL FRAUDE.

"Si mis pasos se apartaron del camino, si mi corazón se fue tras mis ojos, y si
algo se pegó a mis manos, siembre yo, y otro coma, y sea arrancada mi
siembra".

"Si algo se pegó a mis manos" . Aquí vemos el engaño o fraude de personas
que trabajan en puestos donde se maneja mucho dinero.

(Job 31:13-23) LA JUSTICIA SOCIAL.

"Si hubiera tenido en poco el derecho de mi siervo y de mi sierva, cuando ellos


contendían conmigo, ¿qué haría yo cuando Dios se levantase? Y cuando él
preguntara, ¿qué le respondería yo? El que en el vientre me hizo a mí, ¿no lo
hizo a él? ¿y no nos dispuso uno mismo en la matriz? Si estorbé el contento de
los pobres, e hice desfallecer los ojos de la viuda; si comí mi bocado solo, y no
comió de él el huérfano (porque desde mi juventud creció conmigo como con
un padre, y desde el vientre de mi madre fui guía de la viuda); si he visto que
pereciera alguno sin vestido, y al menesteroso sin abrigo; si no me bendijeron
sus lomos, y de vellón de mis ovejas se calentaron; si alcé contra el huérfano
mi mano, aunque viese que me ayudaran en la puerta; mi espalda se caiga de
mi hombro, y el hueso de mi braza sea quebrado. Porque temí el castigo de
Dios, contra cuya majestad yo no tendría poder".

"El que en el vientre me hizo a mí, ¿no lo hizo a él?". Expresa la igualdad
humana y el origen común del amo y el esclavo. Partía de la base de la igual
dignidad del hombre hecho a la imagen y semejanza de Dios. No venía de
conceptos sensibleros, sino de un profundo conocimiento de dónde venimos.

El huérfano y la viuda aparecen con frecuencia en la Biblia como personas


desprotegidas. El Señor se presenta como el defensor de ellos (Sl 68:5-6) (Sl
146:9) (Dt 10:18-19), incluso del "extranjero que habita dentro de tus puertas"
(Ex 22:21-24) (Ex 23:9) (Lv 19:34) (Dt 24:17) (Jer 22:3).

(Job 31:31) "Si mis siervos no decían: ¿Quién no se ha saciado de su carne".

Todos se saciaban de la carne de sus animales. No todo era reinvertido en su


propio negocio, sino que tenía interés en sus siervos.

(Job 31:38-40) "Si mi tierra clama contra mí, y lloran todos sus surcos; si comí
su sustancia sin dinero, o afligí el alma de sus dueños, en lugar de trigo me
nazcan abrojos, y espinos en lugar de cebada".

Había hacendados muy poderosos que tenían fincas que ellos no trabajaban,
tenían arrendada la tierra a un pobre que luego le tenía que dar del fruto de ella
una cantidad desmedida, y así mientras el terrateniente se enriquecía y el
pobre trabajador tenía lo mínimo para subsistir. Esta ha sido la causa de
muchas revoluciones muy violentas bajo el lema "la tierra para el que la
trabaja".

Job no hacía esto, él dejaba lo suficiente, e incluso en algunos casos pagaba a


los que trabajaban aquellas tierras; "Si comí su sustancia sin dinero".

(Job 29:12-17) "Porque yo libraba al pobre que clamaba, y al huérfano que


carecía de ayudador. La bendición del que se iba a perder venía sobre mí, y al
corazón de la viuda yo daba alegría. Me vestía de justicia, y ella me cubría;
como manto y diadema era mi rectitud. Yo era ojos al ciego, y pies al cojo. A
los menesterosos era padre, y de la causa que no entendía me informaba con
diligencia, y quebrantaba los colmillos del inicuo, y de sus dientes hacía soltar
la presa".

Dedica un espacio muy amplio al tema de la justicia social.

(Job 31:24-25) LA CODICIA.

"Si puse en el oro mi esperanza, y dije al oro: Mi confianza eres tú; si me alegré
de que mis riquezas se multiplicasen, y de que mi mano hallase mucho".

Dice (Pv 1:19) que "la codicia quita la vida de sus poseedores".

Job era un hombre rico, pero su esperanza no estaba puesta en el dinero.


Algunos han comentado que la frase en (1 Tim 6:10) "porque raíz de todos los
males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos fueron traspasados de
muchos dolores", no dice que el dinero es la raíz de todos los males, sino el
amor al dinero. Porque puede haber un peón que sólo tiene una casucha en
alquiler, pero que tenga mucha más codicia que la de un rico, esperando
siempre que le toque las quinielas y hablando constantemente de ello. También
hay ricos que sólo piensan en acumular más, diversificando sus bienes para
que no les venga una desgracia por ningún lado, obsesionados por estas
cosas.

Job ya sabía estas cosas, pero aunque era rico lo tenía como una materia
instrumental, para cuidar las tierras, para que funcionaria la explotación, pero
sin poner en ello sus metas, su esperanza, su razón de vivir: "Si puse en el oro
mi esperanza, y dije al oro: mi esperanza eres tú...". Tomando de aquello que
tenía sólo lo que necesitaba. Practicaba una ética empresarial correcta.

(Job 31:26-28) LA IDOLATRIA.

"Si he mirado al sol cuando resplandecía, o a la luna cuando iba hermosa, y mi


corazón se engañó en secreto, y mi boca besó mi mano; esto también sería
maldad juzgada; porque habría negado al Dios soberano".

"Habría negado al Dios soberano". Esta es la clave.

Estaba extendido en los pueblos antiguos la adoración al sol y los astros. Job
no seguía la idolatría de su tiempo.

"Y mi boca besó mi mano". Quería decir que enviaban besos al sol con la
mano.

(Job 31:29-30) BENDECIR AL ENEMIGO.

"Si me alegré en el quebrantamiento del que me aborrecía, y me regocijé


cuando le halló el mal (ni aun entregué al pecado mi lengua, pidiendo maldición
para su alma)".

Está anticipando el Sermón del Monte: (Mt 5:38-48) "Bendecid a los que os
persiguen".

Esto aparece también en Proverbios (Pv 24:17-18) "Cuando cayere tu enemigo


no te regocijes...". En (Lv 19:18,34) "amarás a tu prójimo como a ti mismo" y
luego también al extranjero. Hay mucha gente que está equivocada con el
espíritu del Antiguo Testamento.

(Job 31:32) LA HOSPITALIDAD.

"El forastero no pasaba fuera la noche; mis puertas abría al caminante".

(Job 31:33-34) LA HIPOCRESIA.

"Si encubrí como hombre mis transgresiones, escondiendo en mi seno mi


iniquidad, porque tuve temor de la gran multitud, y el menosprecio de las
familias me atemorizó, y callé y no salí de mi puerta...".
Aquí tenemos la cuestión de la imagen, de la apariencia. Los fariseos tenían
que mantener la imagen, el prestigio, pero a Job, dice que no le importaba que
le tomaran como era, y se presentaba con total sencillez y sinceridad.

Debemos ser naturales, no obsesos con guardar una imagen. Sin pecar de
falsa modestia pretendiendo ser muy humildes y exagerando, o pecar de falta
de humildad.

Job se guardaba de la hipocresía, "no encubrí mis transgresiones", se


presentaba como era.

Nuevamente se anticipa mucho de lo que el Señor tuvo que decirles a los


fariseos (Mt 23).

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