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(en adelante, PC), de breve existencia, y en 1936 a la Unión de Profesores de Chile (en
IV.- PROPUESTA DE INVESTIGACIÓN. Explique el tema y/o el ámbito historiográfico que desea
explorar durante sus estudios de doctorado. Señale sus referencias historiográficas para tal efecto, así como adelante, UPCH), que unificó a diversas y pequeñas organizaciones docentes, algunas de
la contribución a la disciplina de la investigación que usted efectuará. Límite máximo de 3000 palabras,
letra Times New Roman 12, espacio 1,5. ellas ligadas al Partido Socialista (en adelante PS), transformándose a la larga en
TEMA: “LA UNIDAD EN LA DIVERSISDAD”. HETEROGENEIDAD Y CULTURA POLÍTICA EN LA FEDERACION DE representativa del magisterio primario.
EDUCADORES DE CHILE (1944-1971)
Hacia la década del cuarenta tanto SONAP como UPCH agrupaban a una porción
A comienzos de 1944 nace la Federación de Educadores de Chile (FEDECH) fruto mayoritaria del Magisterio organizado, pero no eran las únicas, junto a ellas también
de un proceso de unidad que llevaron acabo diferentes organizaciones docentes. Dicha existían de manera paralela organizaciones de menor tamaño que agruparon a franjas de la
unidad se construyó sobre un áspero derrotero de diferencias en cuanto a sus perfiles, docencia según sectores educativos, por ejemplo: del sector normalista, específicamente la
reivindicaciones y militancias1 que desarrollaron cada una de manera separada y Sociedad de Profesores de Escuelas Normalistas (SENCH), o del sector técnico-industrial,
unitariamente. representado por la Asociación de Profesores de la Enseñanza Técnica y Comercial
En este sentido la Sociedad Nacional de Profesores (SONAP) creada en 1909, con (ASTECO) y la Asociación de Profesores de la Enseñanza Industrial y Minera (ASEIM).
una amplia presencia de militantes del Partido Radical (en adelante, PR) y una fuerte También existieron organizaciones que respondían a intereses de profesores jubilados o
presencia en el profesorado secundario, adoptó en un comienzo un perfil mutualista. De que ejercían en contexto de educación para adultos. Este panorama heterogéneo mostraba
manera excepcional la SONAP puso énfasis también en discutir la necesidad de reformas una tendencia que fue caracterizada por Iván Núñez como parcelación4.
educativas, tanto por la necesidad de la cobertura escolar como el contenido curricular. En 1943 esta heterogeneidad de organizaciones docentes desarrolló un proceso de
Solo a partir de la década de los cuarenta la SONAP comenzó a perfilarse como una convergencia que dio frutos en 1944 con la creación de la Federación de Educadores de
organización sindical de cariz reivindicativa. Chile (en adelante, FEDECH). Esta convergencia de organizaciones no fue inmune a los
Otras organizaciones desarrollaron un cariz sindical más notorio, cercano a las conflictos internos entre organizaciones generados por el choque entre las aspiraciones
agrupaciones obreras y con hegemonía del pensamiento libertario2. Ese fue el caso de la sindicales-gremiales centrados en reivindicaciones economías (salariales y de estabilidad
Asociación General de Profesores (AGP) fundada a fines de 1922, la que además laboral) y profesionales que amalgamó tanto el reconocimiento de un estatus social como
desarrolló de manera general un proyecto pedagógico alternativo3. A inicios de la década su lugar al interior del aparato estatal en tanto funcionario público.
de los treinta, las divisiones internas se agitaron y quebraron la organización, dando paso Este conflicto entre las diferentes organizaciones agrupadas por FEDECH estuvo
en 1932 a la creación de la Federación de Maestros de Chile, ligada al Partido Comunista determinado por la formación pedagógica (universitaria, normalista, etc.), los niveles y
ámbitos de enseñanza escolar que poseían disímiles regímenes laborales y salariales, lo
1
Sobre la relación entre partidos y sindicatos en Chile véase Alan Angell, Partidos políticos y movimiento cual terminó por darle cierta continuidad a la parcelación de la organización docente.
obrero en Chile. De los orígenes hasta el triunfo de la Unidad Popular (México: ERA, 1972).
2
Leonora Reyes Jedlicki, La escuela en nuestras manos. Experiencias educativas de la Asociación General
de Educadores y la Federación Obrera de Chile (1921-1932). (Santiago, Quimantú, 2014), 66-67.
3 4
Jacqueline Roddick, The radical Teachers. The ideology and political behaviour of a salaried «Middle Iván Núñez, Los Gremios del Magisterio. Setenta años de historia 1900-1970 (Santiago: PIIE, 1986), 99-
Class» sector in Chile 1920-1935 (Tesis doctoral, Universidad de Sussex, 1977), 101-121. 100.
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Este fenómeno nos que permite pensar la imposibilidad de caracterizar a la FEDECH modelo de sustitución de importaciones, junto con la inserción institucional de nuevos
como una organización monolítica, más aún cuando a esta parcelación se superpusieron las sujetos (clase trabajadora y clase media) y sus partidos políticos tanto en el aparato estatal
tensiones entre los partidos políticos que conducían las organizaciones al interior de la como en gobiernos locales y el parlamento.
FEDECH. Tensiones que también se reflejaron en la inserción de algunos dirigentes en el La trayectoria de la FEDECH (1944-1971) significó la consolidación de una
MINEDUC5 como funcionarios y también en la filiación a la Confederación de estructura organizativa unitaria pero diferenciada internamente, pues no fundió en su
Trabajadores de Chile (CTCH), que permanecía dividida entre comunistas y socialistas interior a las organizaciones de base, más bien motivó su coexistencia y ciertos grados de
hasta la fundación de la Central Única de Trabajadores (CUT) en 1953, donde la FEDECH autonomía. Esto impidió que las diferencias entre los diferentes problemas de cada área
tuvo un rol cuantitativo importante durante toda su trayectoria6. educativa, el origen profesional y sus reivindicaciones se transformaran en un quiebre o
Una de las principales condiciones que permitió el florecimiento de la FEDECH fue fractura insalvable en la unidad del magisterio organizado.
la expansión del Estado, específicamente la expansión y diversificación de la escolaridad En otras palabras, la Federación logró compatibilizar los intereses particulares de
bajo diferentes modalidades de enseñanza (educación científico humanista, vespertina, cada organización en su interior al canalizarlos en reivindicaciones comunes como el
técnica, adultos, alfabetización, etc.), junto a la formación inicial de docentes (institutos, aumento salarial, estabilidad laboral o mayor apertura de plazas, etc. Otro elemento que no
7
universidades y escuelas normales) . El Estado se perfiló, en lo que diversos autores han debe ser desestimado en la construcción de esta compatibilidad, fue la capacidad de sortear
sostenido, como un “Estado social”8, Estado proveedor”9 o “Estado desarrollista y social- las tensiones por parte de los partidos políticos que las conducían. Por su nivel de
benefactor”10 que se tradujo en una ampliación del gasto social en educación y otros presencia, parece necesario profundizar con más detalle este proceso, analizar las
ámbitos, junto a un rol de conducción en el ámbito económico para el desarrollo de un contradicciones de su proceso de unidad, y también la capacidad de representación que
tuvo la FEDECH para el magisterio frente a sus organizaciones más inmediatas (SONAP,
5
Iván Núñez, «Profesores y Estado: formación docente, condición funcionaria y consolidación del gremio
como actor político» en Historia de la educación en Chile (1810-2010). Tomo III: Democracia, exclusión y
UPCH, etc.).
crisis (1930-1964), ed. por Sol Serrano Et. al (Santiago: Taurus, 2019), 255-302. Véase también Christián De acuerdo a las investigaciones sobre el tema11, la FEDECH desarrolló su
Matamoros, «La renovación en las aulas. Cambios y resistencias en los profesores socialistas chilenos. 1979-
1993» en Sindicalismo Docente. Política y Organizaciones de Izquierda Sudamericana, ed. por Christián conflictividad muy aparejada a ciclos inflacionarios, los que en términos generales
Matamoros (Santiago: Editorial Escaparate, 2019), 101-166.
6
Augusto Samaniego, Unidad sindical desde la base. La Central Única de Trabajadores de Chile 1953-1973 disminuyeron el valor de los salarios reales de toda la clase trabajadora, y que se tradujo en
(Santiago: Ariadna Ediciones, 2016), 29. Para un relato pormenorizado tanto de militancias políticas como
sindicales de los dirigentes de la CUT en sus primeros dieciocho años de la CUT véase Jorge Barria Serón, presiones gremiales por un reajuste. Sin embargo, no solo FEDECH tuvo ciclos de huelgas
Historia de la CUT (Santiago: Editorial Prensa Latinoamericana, 1972).
7
Cristián Cox y Jacqueline Gysling, La formación del profesorado en Chile, 1842- 1987 (Santiago: CIDE,
1990).
8
Rodrigo Henríquez Vásquez, En Estado Sólido: Políticas y Politización en la Construcción Estatal, Chile
1920-1950. (Santiago: Ediciones UC, 2014), 135-162.
9
Sofia Correa et al., Historia del siglo XX chileno: Balance Paradojal (Chile: Random House Mondadori,
2001), 149-152.
10 11
Gabriel Salazar y Julio Pinto, Historia contemporánea de Chile. Tomo 1: Estado, legitimidad y ciudadanía. Iván Núñez, Los Gremios del Magisterio... Véase también Iván Núñez, Reformas educaciones e identidad
(Santiago: Lom ediciones, 1999), 47. Otra opción critica es Tomas Moulian, Contradicciones del desarrollo de los docentes. Chile 1960-1973 (Santiago: PIIE, 1990) e Iván Ljubetic Vargas, Historia del Magisterio
político chileno 1939-1990 (Santiago: Lom ediciones, 2009), 27-46. Chileno (Santiago: Ediciones Colegio de Profesores, 2003).
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a comienzos de la década del cincuenta y fines de la década del sesenta, sino también la sobre las organizaciones docentes está en gran medida centrada en el Colegio de
12
UPCH y SONAP llevaron adelante conflictos y huelgas , lo cual abre interrogantes sobre Profesores, enfocadas en el desarrollo de ella como organización social, y también en su
la representatividad de la FEDECH sobre estas movilizaciones, o los niveles de relación con la Asociación Gremial de Educadores de Chile (AGECH). El autor constata
conflictividad de cada organización en su interior. que el otro objeto de investigación ha sido la AGP, y en un lugar muy secundario se
Cabe destacar que no solo la falta de un reajuste generaba malestar en el magisterio encuentra la FEDECH.
organizado. También lo hacia la poca participación en las reformas educativas o el Sin embargo, existen al menos dos autores clásicos que han abordado a esta
reconocimiento del Estado sobre la labor docente, y la ausencia de una legislación propia, organización: Iván Núñez Prieto14 e Iván Ljubetic15. Ambos investigaron sobre las
como un Estatuto Profesional. Este último aspecto fue discutido en diversos congresos organizaciones docentes de manera general, y en ese contexto la FEDECH ocupa capítulos
regulares tanto de FEDECH como de SONAP y UPCH, sin llegar a prosperar. o apartados importantes, siendo caracterizada como una organización fundamental para el
Por otro lado, resulta abrumadora la hegemonía de lo sindical en cuanto al perfil de magisterio, capaz de aunar diferentes criterios y construir unidad desde la heterogeneidad.
cada organización docente mencionada (SONAP, UPCH, AGP, FEDECH, etc.). Pero las Por un lado, el enfoque de Núñez toma a la FEDECH como una organización que a
organizaciones no se limitaron exclusivamente a dicho perfil, pues en su propia identidad pesar de sus contradicciones supo contener las diferencias en función de objetivos
era posible visualizar otros elementos como el pedagógico-curricular y el profesional, comunes. El autor se concentra en el análisis ante coyunturas especificas (huelgas)
haciendo el análisis algo más complejo y menos homologable al resto del sindicalismo intentando dilucidar la relación entre el Estado y las organizaciones docentes como
chileno bajo el “Estado social”. FEDECH, SONAP y UPCH, ante sus reivindicaciones más sentidas, y también el
Por lo tanto, surgen interrogantes sobre la naturaleza de esta organización docente: acercamiento hacia los principales problemas y reformas educacionales. Uno de los puntos
¿Habrán estado estos ámbitos subordinados a lo sindical o tuvieron un desarrollo paralelo débiles del trabajo de Núñez, reside en que no esclarece el rol o la relación con los partidos
en las discusiones internas de la FEDECH? ¿La hegemonía del aspecto sindical respondía políticos y las diferentes organizaciones docentes, ni mucho menos las disputas o
a la agenda y/o la voluntad de los partidos que operaban al interior de la FEDECH? desacuerdos entre ellas. Aun así, cabe destacar que, dentro del trazado general de la
La necesidad de estas preguntas obedece principalmente a la carencia de historia de la FEDECH, el autor se da el tiempo para mencionar y describir brevemente
investigaciones que tomen a la FEDECH como objeto de investigación. Tal como ha sobre organizaciones fugaces o de tendencia en su interior, como el caso de la Asociación
13
planteado Matamoros , la producción historiográfica (y también de las ciencias sociales) de Profesores de Estado.
Por su lado, Ljubetic realiza una descripción profusa sobre los congresos y

12
conferencias donde sistematiza la militancia tanto de dirigentes como de asistentes de
Iván Núñez, Los Gremios del Magisterio... 178-179; 196-202. Jorge Sanhueza Ochoa, «El paso de la
Federación de Educadores de Chile al Sindicato Único de Trabajadores de la Educación» (Tesis de FEDECH, SONAP y UPCH, donde un mínimo ejercicio analítico permite dibujar
licenciatura, Universidad de Chile, 2017), 23-32. Iván Ljubetic Vargas, Historia del Magisterio… 139-145,
151-160.
13
Matamoros, Christian «La investigación sobre el sindicalismo docente en Chile: avances y vacíos en su
14
consolidación», Revista Divergencia n° 14, año 9, enero-junio 2020, 83-114. Núñez, Los Gremios…
15
http://www.revistadivergencia.cl/wp-content/uploads/2020/09/Div_14-09_Christian_Matamoros.pdf Ljubetic Vargas, Historia….
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trayectorias al interior de estas organizaciones. Al igual que Núñez, Ljubetic entrega una el periodo en cuestión, la cual tuvo una relación contradictoria con el Estado, signada tanto
descripción de diversas huelgas con algunos pormenores que dan indicios sobre la relación por su integración como exclusión a este.
estrecha entre partidos y las organizaciones docentes. Su principal debilidad reside en que
la interpretación que propone cae regularmente en un relato heroico (en la victoria y en la En términos teóricos la investigación se inscribe en la historia social, debido a su
derrota) sobre la lucha de las organizaciones docentes y los partidos que las condujeron, potencialidad para establecer un marco interpretativo para las organizaciones sociales
con énfasis en los de izquierda (PC y PS) sin profundizar en sus contradicciones y atendiendo su entramado interno y su relación con la institucionalidad gubernamental y los
debilidades. partidos políticos. Si bien, ciertos autores como Gabriel Salazar18 y Mario Garcés19 optan
En el último tiempo, se han realizados estudios que abordan de manera parcial la por interpretar la relación de lo social con lo político de manera antagónica e incluso
FEDECH, pues su objeto de investigación es más amplio. En este caso encontramos la irreconciliable. Esta interpretación de Salazar y Garcés no es univoca de la historia social,
16
investigación de Jorge Sanhueza , que aborda el último lustro de la FEDECH centrándose en este sentido esta investigación se optará por concebir dicha relación como
en los principales hitos de esta organización como las huelgas de 1968 y 1969, junto al contradictoria donde coexisten tanto elementos de consenso como de conflictividad, de esa
proceso de discusión y convergencia que dio pie a la conformación del Sindicato Único de forma podemos enriquecer y optimizar analíticamente, tal como ha planteado Sergio
Trabajadores de la Educación (SUTE) en 1971. Grez20, ciertamente algunas claves anteriores a este debate pueden rastrearse en algunos
17
Una investigación diferente es la de Valentina Orellana , quien si bien tiene el foco textos de autores anglosajones que poseían cierta empresa critica con respecto al marxismo
de su investigación sobre la persecución del magisterio comunista entre 1947-1949, aborda europeo estructuralista21.
algunos aspectos de la naciente FEDECH de manera tangencial, pero su investigación
18
Véase los siguientes textos de Gabriel Salazar, Movimientos sociales en Chile. Trayectoria histórica y
tiene otro objetivo, analizar las modalidades represivas y de control hacia el magisterio proyección política (Santiago: Editorial UQBAR, 2012). El poder nuestro de cada día. Pobladores. Historia.
Acción popular constituyente (Santiago: LOM ediciones, 2016). Acción constituyente. Un texto ciudadano y
comunista y el discurso que se construyó para legitimar dichas prácticas. dos ensayos históricos (Santiago: Tajamar Ediciones, 2020).
19
En este marco, La FEDECH como entidad de mayor representatividad de los Mario Garces, Tomando su sitio. El movimiento de pobladores 1957-1970 (Santiago, Lom ediciones, 2002).
Véase también ensayos coyunturales como El despertar de la sociedad. Los movimientos sociales de América
docentes se presenta como un objeto de estudio de primer orden para comprender la Latina y Chile (Santiago: Lom ediciones, 2012) y Estallido social y una nueva constitución para Chile
(Santiago: Lom ediciones, 2020).
cultura política del magisterio no exento de conflictos internos o ajenos a procesos de 20
Sergio Grez Toso «Escribir la historia de los sectores populares ¿con o sin la política incluida? A propósito
de dos miradas a la historia social (Chile, siglo XIX)» en Política. Revista de Ciencia Política, n° 44 (2005):
“integración” al sistema político chileno desde 1938 en adelante. El estudio del 17-31.
21
La base de ese debate ha sido el texto de E. P. Thompson, La pobreza de la teoría (Barcelona: Editorial
profesorado y sus organizaciones puede entregar importantes antecedentes para Critica, 1981), texto fecundo para la Nueva Historia Social y para ciertos marxistas anglosajones que retoman
comprender la participación política de las clases trabajadoras y las capas medias durante su posta critica, pero con matices hacia sus planteamientos, para ello véase los tres primeros capítulos del
libro de Ellen Meiksins-Wood, Democracia contra capitalismo (México: Siglo XXI editores, 2000), 25-126.
De la misma forma nótese la crítica contra hacia Nicos Poulantzas que elabora la autora en ¿Una política sin
clases? El post-marxismo y su legado (Buenos Aires: Razón y Revolución editores, 2013), 113-190. Véase
16
Jorge Sanhueza Ochoa, «El paso de la Federación de Educadores…». también Perry Anderson, Tras las huellas del materialismo histórico (Buenos Aires: Siglo XXI editores,
17
Valentina Orellana Guarello, «“Profesores Rojos” Y “Amenaza Soviética” El Alineamiento De La 2004), 34-65. Del mismo autor Teoría, política e historia. Un debate con E. P. Thompson (Buenos Aires:
Educación Y La Depuración De Las Escuelas Durante La “Guerra Contra El Comunismo” En Chile. 1947- Siglo XXI editores, 2012), 65-110. Anderson plantea una perspectiva critica tanto hacia la tradición
1949» (Tesis de magíster, Pontificia Universidad Católica de Chile, 2015). estructuralista como hacia Thompson, marcando un contrapunto interesante.
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De manera específica, las organizaciones docentes como objeto de investigación han las instituciones hacia sus funcionarios, al igual que desde partidos hacia sus militantes o
tenido un desarrollo más bien tangencial desde las ciencias sociales (centralmente, de dirigentes hacia su base social24.
22
antropología y sociología) , por lo cual se hace necesario extender un dialogo crítico con Sin embargo, otros enfoques desde la antropología como el de Clifford Geertz25
ellas. El diálogo se extiende también sobre miradas que entienden de manera mecánica la entienden la cultura política no como una imposición vertical, más bien como un
relación entre los docentes y su organización social desde la perspectiva de la entramado que contiene una cosmovisión y matrices explicativas sobre cómo y porqué los
estructuración de clase en Chile23. Esta posición sostiene que la docencia al definirse como grupos humanos se comportan de determinada forma. En otras palabras, Geertz pone
una profesión asume tanto una posición de clase como pautas de comportamiento de las énfasis en la indagación de los sistemas de valores, las representaciones simbólicas e
clases medias (nivel de consumo, militancia, repertorio de movilización, etc.), basándose imaginarios colectivos.
en una categoría ahistórica de empleo, sin ver su desarrollo histórico o los contenidos Desde la historiografía también existen aportes que sostienen que la cultura política
específicos en cada época, salvo en términos salariales. Es necesario discutir con estas no se restringe la definición de lo político solo a una perspectiva global de la sociedad, o la
posiciones, desde una propuesta provisoria en términos teóricos (a modo de una hipótesis declaración de principios de un determinado partido, más bien se considera como aquello
exploratoria) de establecer que el Magisterio y sus organizaciones, y de manera específica que constituye la comunidad política, más allá del ejercicio del poder, con todas sus
el caso de FEDECH, es un objeto de investigación diferenciable internamente, ateniéndose contradicciones, aporías y antinomias, para comprender los conflictos y las
a las especificidades de cada organización (formación, prácticas pedagógicas, militancia, contradicciones que experimenta el objeto de estudio26.
repertorio de movilización) que integró la Federación. En síntesis, la categoría de cultura política es útil para analizar una forma de
Una de las herramientas teóricas que nos permitiría analizar la enrevesada representar el mundo a partir de la construcción colectiva de un proyecto que dota de
diferenciación interna de la FEDECH es la categoría de cultura política. Desde la identidad y prácticas a un colectivo en un determinado momento histórico. Y para el caso
sociología y la antropología, la utilización de esta categoría suele venir acompañada de un de la FEDECH, SONAP, UPCH, etc. aplica a una definición amplia que involucra
análisis normativo de cariz funcionalista, que explica los comportamientos políticos como
una caja de resonancia que opera verticalmente desde lo macro a lo micro, que baja desde
24
Una síntesis de esta crítica puede encontrarse en Cecilia Schneider y Karen Avenburg, «Cultura política: un
concepto atravesado por dos enfoques», Revista Posdata vol. 20, n°1 (2015): 109-131. Véase también Norbert
Lechner, Cultura política y democratización (Santiago: CLACSO-FLACSO-ICI, 1987). Y el clásico estudio
de Larissa Adler y Ana Melnick, La cultura política chilena y los partidos de centro. Una explicación
antropológica (Santiago: Fondo de Cultura Económica, 1998).
25
Clifford Geertz, La interpretación de las culturas (Barcelona: Gedisa, 2003), 19-40; 339-372.
22 26
En caso de la antropología Larissa Adler y Ana Melnick, Neoliberalismo y clase media. El caso de los Algunos textos representativos de esta nueva apuesta son Coutiño, Fabiola y Luengas, José Luis,
profesores de Chile (Santiago: DIBAM-CIBA, 1998). Desde el punto de vista de la sociología véase Ricardo «Identificación de un área de estudio importante para la investigación en ciencias sociales: introducción a la
Donaire, Los docentes en el siglo XXI. ¿Empobrecidos o proletarizados? (Buenos Aires: Siglo XXI, 2012); cultura política», en Perspectivas teóricas y metodológicas de la cultura política en México, ed. por Fabiola
Ricardo Donaire, «Algunos problemas en torno a la caracterización de los docentes como “clase media”. Coutiño (México: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2002), 15-42. Y Pablo Castro Domingo,
Reflexiones a partir de una investigación empírica» en Polifonías vol. 6 nº10 (2017): 68-91. «Cultura política: una propuesta socio-antropológica de la construcción de sentido en la política», en Región y
23
Giorgio Boccardo y Carlos Ruiz Encina, Los chilenos bajo el neoliberalismo. Clases y conflicto social sociedad 20, n°.50 (2011), 215-247. Desde la historiografía podemos encontrar el texto de Rolando Álvarez
(Santiago: Fundación Nodo XXI, 2020), 26-28, 139-147. Véase también Emilio Tenti, Sociología de la Vallejos, Arriba pobres del mundo. Imaginario y cultura política del partido comunista 1963-1990 (Santiago:
Educación (Buenos Aires, Universidad Nacional de Quilmes, 1999), 83-102. LOM, 2011).
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dimensiones tales como formativa, profesional, pedagógica, sindical, género, geográfica, “Frente” perteneciente al Partido Radical. Publicaciones donde el magisterio militante
moral, política, etc. En función de no desbordar nuestro objeto de estudio hemos escogido debatía sobre temas sindicales, pero también pedagógicos y profesionales, creando
las dimensiones rectoras de la cultura política de las organizaciones docentes amparadas en propuestas, jerarquizando temáticas y reivindicaciones tanto en momentos críticos como
la FEDECH, en base a la literatura revisada. Estas dimensiones son: sindical, pedagógica y de repliegue del magisterio, de esa forma también explorar su propia visión sobre la
política. educación y del lugar del profesor dentro de la sociedad, como también de su propio
En términos generales, se plantea como hipótesis que las organizaciones docentes proyecto político de sociedad.
agrupadas en la FEDECH desarrollaron una cultura política caracterizada por al menos tres Para la construcción del contexto y marcar las coyunturas principales donde las
elementos: profesional, sindical-gremial y político donde este último fue el hegemónico organizaciones de las y los docentes tuvieron protagonismo se consultará prensa de
frente a los otros, no sin contradicciones y conflictos. Esto se tradujo en una diversidad de circulación nacional como “El Siglo” y “La Nación”.
prácticas sindicales, repertorios de movilización e identidades profesionales que
alimentaron una cultura política compleja, así como también la confrontación de cada
Referencias bibliográficas principales
organización al interior de la Federación.
Adler, Larissa y Melnick, Ana. Neoliberalismo y clase media. El caso de los profesores de
Para analizar la cultura política y sus diferentes elementos se propone una
Chile. Santiago: DIBAM-CIBA, 1998.
metodología cualitativa, que apunta a la recopilación y utilización exhaustiva y
sistemática de técnicas de análisis documental, en función del arco temporal escogido Adler, Larissa y Melnick, Ana. La cultura política chilena y los partidos de centro. Una
(1944-1971). Inicialmente, se plantea abordar mediante el análisis de prensa las explicación antropológica. Santiago: Fondo de Cultura Económica, 1998.
dimensiones sindicales-gremiales y profesionales de la cultura política. Para ello fueron Álvarez Vallejos, Rolando. Arriba pobres del mundo. Imaginario y cultura política del
considerados aspectos como la caracterización y composición interna de las diferentes partido comunista 1963-1990. Santiago: LOM, 2011.
organizaciones y sus dinámicas internas. Para ello se utilizarán publicaciones periódicas de
Angell, Alan. Partidos políticos y movimiento obrero en Chile. De los orígenes hasta el
las organizaciones de docentes (FEDECH, SONAP, UPCH, ASTECO, entre otras) como
triunfo de la Unidad Popular. México: ERA, 1972.
“Unidad”, “Boletín de Federación de Educadores de Chile”, “El Educador”, “Magisterio”,
“Ariete” junto a las actas y síntesis de congresos o plenos nacionales (regularmente Barria Serón, Jorge. Historia de la CUT. Santiago: Editorial Prensa Latinoamericana,

publicadas en periódicos docentes o en formato libro). Muchas de estas publicaciones 1972.

tuvieron diferentes duraciones (ninguna de ellas tuvo más de quince años de duración), Boccardo, Giorgio y Ruiz Encina, Carlos. Los chilenos bajo el neoliberalismo. Clases y

perfiles y alcances territoriales. conflicto social. Santiago: Fundación Nodo XXI, 2020.

Por otra parte, se utilizarán publicaciones periódicas como “Educadores del Mundo”, Castro Domingo, Pablo. «Cultura política: una propuesta socio-antropológica de la
ligada al magisterio comunista, “Antorcha”, ligada al magisterio democratacristiano, o construcción de sentido en la política». Región y sociedad n°.50 (2011), 215-247.
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En este sentido, mis estudios posteriores en el Diplomado de Historia y Política


V.- CARTA DE PRESENTACIÓN E INTENCIÓN. Explique propósitos e intereses para realizar un Contemporánea impartido por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y mi
doctorado en Historia. Límite máximo de 2.000 palabras, letra Times New Roman 12, espacio 1,5.
incorporación en la investigación de posdoctorado ANID conducida por Christian
Estimada comisión académica Matamoros, ambos durante el 2021, han ratificado mi interés por la historia y por
Doctorado en Historia, profundizar en torno a las organizaciones docentes, sus reivindicaciones, identidades
Pontificia Universidad Católica de Chile. profesionales, propuestas pedagógicas, procesos de lucha y disputas políticas internas
junto a sus diferencias y contradicciones.
Junto con saludar, tengo el agrado de dirigirme a ustedes con el objeto de expresar mi Sostengo que este programa de Doctorado es la mejor opción tanto para desarrollar y
interés en ingresar al Doctorado en Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile. producir académicamente entorno a mi objeto de investigación como para aportar al
Para ello expondré brevemente mi trayectoria en esta disciplina, así como mi objeto de estudio de la historia de la educación, y también para continuar mi aprendizaje como
estudio. Posteriormente, expondré mis expectativas e intereses con respecto al doctorado. investigador y docente.
Para comenzar me gustaría resaltar que mi trayectoria como investigador se remonta a mi A continuación, desarrollaré tres ejes relevantes para mi elección de este programa de
formación inicial como profesor de filosofía en la UMCE, donde tuve la inquietud de la doctorado en Historia. En primer lugar, me entusiasma la calidad académica que ofrece la
conceptualización sobre los movimientos sociales ligados a la educación durante el PUC y el programa de doctorado. Esta calidad se ve reflejada tanto en la vocación de
periodo 2012-2013. Las explicaciones del estructuralismo marxista y la contingencia difusión de conocimientos (a través de publicaciones o actividades de difusión), como
descriptiva de ciertos pensadores posmodernos me ofrecían más limitaciones que certezas, también en la variedad de temáticas de estudio y temporalidades que son manejadas por su
por lo cual preferí buscar respuestas en otras disciplinas. Durante el 2014-2015 completé planta académica. Esta amplitud es para mí un elemento capital en cuanto entrega
estudios de Sociología en el magíster de la Universidad de Chile, donde acoté mi objeto de condiciones investigativas que permiten enriquecer la investigación no solo a través del
estudio hacia la docencia organizada. Este breve paso por las ciencias sociales, que por contraste de fuentes, sino también mediante la discusión de enfoques e hipótesis.
razones de fuerza mayor no pude dar cierre, me permitió construir un marco teórico y Más específicamente, al interior de su planta docente hay académicos y académicas que
aprender herramientas cuantitativas que fueron la base tanto para una publicación, como han sido inspiradores para mi formación, con quienes quisiera tomar asignaturas y trabajar
también para el proyecto con el que fui aceptado en el magíster de Historia en la USACH en la construcción de mi proyecto de tesis doctoral. Entre ellos, para mi perspectiva son
durante el 2018-2019, y donde profundicé mi interés por el sindicalismo docente ceñido a especialmente relevantes Jorge Rojas Flores, Macarena Ponce de León y Sol Serrano,
los dirigentes demócrata cristianos en el Colegio de Profesores en el arco histórico 1985- quienes han liderado o han participado de investigaciones colectivas cuyas temáticas me
1995. En esta ocasión, descubrí y profundicé en la categoría de cultura política, la cual me son afines, como la historia de la educación, la trayectoria de organizaciones sindicales y
abrió posibilidades analíticas para otorgarle densidad e inteligibilidad a mi estudio sobre el docentes en la historia de Chile, centralmente del siglo XX.
sindicalismo del profesorado en Chile. En la misma línea, me resultan llamativas las posibilidades que ofrece el programa para la
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE
INSTITUTO DE HISTORIA INSTITUTO DE HISTORIA
PROGRAMA DE DOCTORADO PROGRAMA DE DOCTORADO

formación docente universitaria, tales como pasantías en el extranjero, el desarrollo académico que existe sobre las organizaciones docentes anteriores al Colegio de
intensivo de habilidades idiomáticas (no solo acotadas al inglés) y la heterogeneidad de Profesores, en cuanto a su trayectoria social y política, y al impacto que tuvieron sobre el
cursos que presenta su catálogo. Estos elementos me brindarían una oportunidad tanto para ámbito educacional en el país. De esta forma, considero necesario rescatar el trabajo de
expandir los alcances de la investigación como para proyectarme laboralmente luego de Valentina Orellana y de Leonora Reyes, pues fueron inspiradores acerca las posibilidades
adquirir el grado de Doctor. y rendimientos de estas organizaciones en el contexto previo a la Unidad Popular,
En segundo lugar, tengo un interés académico y personal en torno a la docencia como eje confirmando mi interés en el vínculo político del sindicalismo docente, tanto en sus
principal. Tanto en mi trayectoria laboral como docente, en mi faceta como trabajador victorias como en sus derrotas.
sindicalizado, pero especialmente en mis estudios en el magister en Historia en la Otro aspecto que me gustaría desarrollar en el programa doctoral es la posibilidad de
Universidad de Santiago, la historia y el desarrollo de las organizaciones docentes me han diálogo con otras disciplinas, en especial con las ciencias sociales, pues en ello veo una
resultado un objeto de investigación atractivo e intrigante. posibilidad de fortalecimiento y complementación de lecturas sobre las diferentes
Al respecto, me gustaría aportar al campo de diversos investigadores dedicados al dimensiones que deben ser consideradas para hacer inteligible el objeto de estudio que me
sindicalismo docente en América Latina como los argentinos Ricardo Donaire y Adriana propongo abordar. Es decir, conversar críticamente sobre la posición en la estructura social
Migliavacca los brasileños Julián Gindin, Marcia Ondina, Cássio Diniz o Carlos Bauer, e de la docencia, pero más aún de sus consecuencias, en la misma línea discutir en torno a
incluso investigadores radicados en Estados Unidos como Jonna Perrillo, Jon Shelton y los procesos de proletarización y profesionalización de la docencia chilena.
Clarence Taylor. Los trabajos de estos investigadores e investigadoras han estimulado mi En tercer lugar, creo que este programa es idóneo para avanzar en mis intereses
interés por explorar dimensiones que van mucho más allá de compilar hechos profesionales e investigativos. En el ámbito profesional deseo llegar a ser docente
cronológicamente, pues problematizan de diferentes maneras los encuentros y universitario y, como he señalado anteriormente, la malla curricular del programa de
desencuentros entre las organizaciones docentes y los partidos políticos, la relevancia del doctorado proporciona herramientas para mi formación en ese sentido. En cuanto a mis
género y la raza, la dualidad entre la institucionalidad estatal y sindical de sus dirigentes, metas investigativas, espero adquirir herramientas teóricas y metodológicas para contribuir
los repertorios de movilización, las relaciones con otros sindicatos o centrales sindicales y en nuevos proyectos de investigación interdisciplinarios como los que estoy desarrollando
las transformaciones laborales tecnológicas de la docencia durante el siglo XX. Aunque en el Centro de Investigación Político Social del Trabajo (del cual formo parte) y en el
estoy consciente de que no puedo abarcar todas estas dimensiones, estar en conocimiento posdoctorado ANID en el cual soy colaborador.
de ellas me permiten una aproximación más comprensiva y profunda a la complejidad de Finalmente, quiero hacer patente mi compromiso de trabajar de manera metódica y
las organizaciones docentes, y me dan la seguridad de que el campo de estudios está lejos disciplinada en las actividades curriculares del doctorado, tanto en las asignaturas como en
de agotarse, especialmente en Chile. los espacios de debate e intercambios de ideas en clases, y de participar en talleres y
En este mismo sentido, durante la investigación y recolección de material bibliográfico seminarios que permitan mejorar mis competencias académicas. Sobre todo, espero
para mi tesis de Magíster, llamó poderosamente mi atención el escueto desarrollo mostrar mis capacidades mediante el desarrollo de un proyecto de tesis de interés
ENSAYO ADMISION PROGRAMA DE DOCTORADO EN HISTORIA DE LA desarrollaré en este ensayo, tales como: ¿debe la historia social cernirse a los parámetros de
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE Salazar sobre la política y lo político de Salazar como un canon posible? ¿Cuáles son los
límites del rupturismo de Salazar a partir de su definición de lo político y la política?
En este sentido, sostengo que la relevancia del texto La historia desde abajo y desde
“La historia desde abajo y desde adentro”: un viaje personal hacia aspectos teóricos
dentro de Gabriel Salazar plantea, más bien adelanta, posicionamientos en torno a lo social,
de Gabriel Salazar y la nueva historia social
la política y lo político. Son elementos que conforman un eje problemático para el autor y
que impregna la mayoría de su obra posterior. Lo último es relevante para mi formación junto
con la forma de escribir y hacer historia desde el profesorado. De esta forma, el objetivo del
Rodrigo Reyes Aliaga
ensayo es exponer y analizar ciertas coordenadas teóricas de Gabriel Salazar sobre la relación
I entre la política y lo social que están presente en algunos de sus capítulos.

Para este escrito utilizaré el texto La historia desde abajo y desde adentro1 de Gabriel Salazar En términos metodológicos no usaré La historia desde abajo y desde adentro
Vergara por una motivación personal y académica. He decidido hacer este ensayo con un completamente. Excluiré ciertos capítulos cuyo eje central no son asuntos teóricos, si no que
texto poco utilizado, con capítulos con una fuerte carga teórica y política que resultan útiles son transcripciones de seminarios representativos de la génesis de la NHS, o bien, atienden
para desarrollar ciertos aspectos de su corriente historiográfica. temáticas relevantes sobre memoria histórica y Derechos Humanos. Por tanto, para los
objetivos de este ensayo no representan utilidad. Los capítulos escogidos2 se conciben como
En términos personales, la primera vez que me topé con este libro fue en el 2005.
un conjunto coherente, privilegiando exponer sobre las temáticas que unifican temáticamente
Influido por mi profesora de historia del colegio, lo compré en aquel espacio que tuvo LOM
los textos y sus problemas referidos en el objetivo del ensayo, más que ir exponiendo uno a
en la Biblioteca Nacional pues el primer y segundo tomo de Historia contemporánea de Chile
uno para luego compararlos.
no estaban a mi alcance. Tardé casi un año en leerlo, sin comprender bien el objetivo de sus
capítulos y algunos de sus giros. Intenté escudriñar para encontrar algo que me permitiera
entender mi realidad, la de mi entorno en Puente Alto y su historia.
II
Académicamente, retomé su lectura posteriormente a mis estudios de filosofía y mi
Tal como expresa el historiador Julio Pinto existen tres elementos que constituyen la NHS:
incursión en la sociología, durante el periodo 2015-2016. Momento en el que comencé a
La derrota, el exilio y la autocrítica3. Estos elementos marcan la trayectoria personal de
analizar el profesorado como sujeto. En esta nueva lectura, pude canalizar ciertas inquietudes
Salazar de manera vital, primero como académico y militante que padeció el golpe de Estado
que los pensadores estructuralistas o de la totalidad social no pudieron resolver
de 1973. Lo anterior se materializó en el fracaso del proyecto de la Unidad Popular y la
satisfactoriamente. Así, el estudio de la historia reciente de Chile resultó ser buen puerto para
prisión política. Luego, en su exilió en Inglaterra durante la década de los ochenta donde
mis inquietudes, y un lugar fértil para desarrollarlas, entregando herramientas para su mejor
realiza una autocrítica rupturista con su militancia en el MIR y los partidos de izquierda4. En
comprensión. La cual se desarrolló durante mi paso por el magíster de Historia en la
esta trayectoria de casi una década, Salazar realiza un importante análisis que sintetizó tanto
Universidad de Santiago.
Pero lejos de dar por finalizado o ultimar el texto de Salazar, este abre diversas
interrogantes sobre mi objeto de estudio que me parecen relevantes ¿A qué se debe el
2
Gabriel Salazar, La historia… Op. Cit. «Historia popular, Chile, Siglo XIX: una experiencia teórica y
derrotero del profesorado organizado? ¿Es la presencia permanente de los partidos políticos metodológica» (9-28), «Historiografía y dictadura en Chile: búsqueda, identidad y dispersión» (97-144), «Chile,
en sus organizaciones masivas lo que ha frenado su propio desarrollo? ¿Por qué el historia y “bajo pueblo”: de la irracionalidad y la violencia» (145-158), «La historia como ciencia popular:
profesorado no ha podido construir una apuesta pedagógica-curricular sólida? O incluso, en despertando a los “Weupifes”» (159-208), «De la participación ciudadana: capital social constante y capital
social variable (conciencia histórica y senderos trans-liberales», 267-318 y «La nueva historia y los nuevos
un plano más teórico aun años después, continúan resonando preguntas que son las que movimientos sociales» (415-432).
3
Julio Pinto La historiografía chilena durante el siglo XX. Cien años de propuestas y combates (Santiago,
Editorial Nuestra América, 2016), 85. Esto es mencionado de manera general por Gabriel Salazar en
1
Gabriel Salazar, La historia desde abajo y desde adentro (Santiago: Universidad de Chile, 2004). Quiero «Historiografía y dictadura…» 135-143.
4
aclarar que no utilizaré el texto editado por Taurus en el 2017, pues excluye ciertos artículos para incluir algunos Un texto redactado por Salazar en 1980 y que plasma de manera explícita y casi reveladora esta autocritica y
nuevos cuya motivación e interés son la coyuntura constituyente abierta durante el segundo gobierno de la necesidad de un giro en la teórico y estratégico de la izquierda a partir del golpe de Estado de 1973, véase
Michelle Bachelet (2014-2018). Gabriel Salazar, El Tranco del pueblo (Santiago, Proyección, 2015).
su derrotero académico (intelectual de izquierda) como político, pero también su propia senda minoritario —pero altamente organizado y consciente de sus intereses—, defiende un
vital. proyecto de sociedad que sustenta y reproduce sus privilegios, dándole la espalda a las
grandes mayorías8.
Esta trayectoria repercute biográfica, política y teóricamente a Salazar sellando su
posición crítica y/o reticente ante las élites, pero también a los partidos políticos que operan Junto con constituirse este grupo dominante, aparece desde lo social, por
al interior de la institucionalidad estatal, parlamentaria y al sistema de mediaciones antonomasia, un grupo excluido: un conglomerado de diferentes grupos, clases y sujetos
representativas del poder. Junto a este posicionamiento crítico se conjugó la resignificación heterogéneos cultural, religioso y económicamente. Estos serían cualitativa y
de la categoría de sujeto histórico, desmarcándose de corrientes como la historiografía cuantitativamente representativos de lo social, que se encarnaría históricamente en la figura
conservadora y ampliando la categoría central de la historiografía marxista clásica5. En otras del pueblo. Para Salazar el elemento común, la esencia que logra identificar a este grupo
palabras, el sujeto histórico ya no sería la imagen del obrero industrial o las masas anómicas, heterogéneo, es su situación de exclusión en términos políticos, económicos e incluso
sino más bien todos aquellos habitualmente marginados social, económica y políticamente6. culturales9. En este sentido, el pueblo —como categoría que sustenta Salazar— lo es en
cuanto a sus expresiones como atributo, lo popular, como fracción particular de la estructura
Esta nueva forma de concebir a los nuevos sujetos es posible verla desplegada en sus
social, clases populares, y como formas organizadas o expresiones políticas, movimiento
obras iniciales como Labradores, peones y proletarios y Violencia política popular en las
popular10. Por tanto, la constitución de lo social es la constitución de una profunda dicotomía
“Grandes Alamedas”, siendo esta ultima una aventura teórica cuyo aparato conceptual
entre los sectores populares (también denominado como lo popular o el bajo pueblo) y los
innovador no tuvo buen puerto ni en la NHS ni en su obra posterior. Esta primera oleada de
grupos dominantes.
textos se cierra con la publicación de los cinco volúmenes de la Historia contemporánea de
Chile, junto con la irrupción bibliográfica de La historia desde abajo y desde adentro a modo Por otra parte, la política, en un primer momento, es un espacio autocontenido
de compilado que sistematiza las inquietudes y urgencias de Salazar al reconciliar el ejercicio estando espacial y metafóricamente por encima y por fuera de los sujetos populares,
historiográfico con este sujeto desplazado, subsumido o ignorado por las escuelas estructurándose como una red de dominación que mezcla el sistema económico (capitalismo
historiográficas conservadora y marxista clásica. Esta crítica y posicionamiento hace rentista, industrial, extractivista, etc.) junto a la institucionalidad (Estado, parlamento,
inteligible —desde su trayectoria personal, política y académica— esta polémica relación sistema judicial, partidos políticos e instituciones representativas de las clases dominantes)11.
entre lo social y la política. Esta definición de la política asume una perspectiva sistemática y normativa: exige asumirlo
como la forma, y actuar bajo sus términos. Por tanto, la política pasa de ser un campo de
disputa intrínseco a un ámbito dominado por un grupo en particular, un territorio donde lo
III popular solo terminaría subsumido12.
Antes de establecer la problemática relación entre los conceptos, definamos a partir del texto. En este sentido, el pueblo no es sujeto de la política13, pues su participación o
cualquier pretensión de protagonismo consolida la contradicción entre la política y lo social.
Por una parte, para Salazar lo social engloba diversos sectores de la población, de
Esto se debe centralmente a que ambos ámbitos se constituyen y se desarrollan de manera
diferentes clases sociales con diferentes grados de integración y exclusión tanto del sistema
económico y político. Lo previamente mencionado no se encuentra como una totalidad
autocontenida7, sino más bien diferenciada, escindida o no reconciliada, pues un grupo pueblo” …», 150-153. Planteamientos similares, de manera embrionaria, puede encontrarse en Gabriel Salazar,
Labradores peones y proletarios (Santiago, Lom Ediciones, 2000), 11-15.
8
«Historiografía y dictadura…», 117-129, «De la participación ciudadana…», 274-286
9
Si bien Salazar asume que si bien el marxismo trazó de manera general a los sujetos populares: sujetos
5
«La nueva historia…», 415-418 y «La historia como ciencia popular …», 135-143. Véase también Pinto La sometidos a la explotación y a la represión política y policial, y sujetos capaces de realizar los cambios
historiografía …, 85-87. fundamentales para la transformación social y/o toma del poder. Pero este trazo general es criticado por Salazar
6
«Historia popular, Chile, siglo XIX…», 18-23. como un reduccionismo de la multiplicidad-concreta, que entrega al proletariado, una fracción del pueblo, un
7
Salazar impugna a la historiografía conservadora tener una concepción monista de pueblo, entendiendo por rol metafísico para la realización de su propia liberación. Véase «Chile, historia y “bajo pueblo”», 155-158.
monista, siguiendo a Leibniz, a una unidad autocontenida, homogénea e indivisible. Esto permite a Salazar 10
«La historia como ciencia popular …», 159-170; «Chile, historia y “bajo pueblo” …», 153-155.
profundizar su crítica y establecer que la historiografía conservadora enajena la idea de pueblo en la idea de 11
«De la participación ciudadana …», 267-271.
12
nación. A contrapelo de esto, Salazar contrapone nación y pueblo, definiendo la primera como un colectivo «La historia como ciencia popular…», 172-178. Esto incluso es reafirmado como uno de los principales
social que poseedor de una conciencia y un sentimiento de identidad que se distribuye homogéneamente sobre aportes de Salazar a la NHS por otros historiadores, véase Igor Goicovic, Sujetos, mentalidades y movimientos
los individuos, y que alude a un proceso histórico ya concluido, en cambio la segunda, el pueblo es un colectivo sociales en Chile (Viña del Mar: CIDPA ediciones, 1998), 221-222.
social diferenciado que se desprende de las ataduras, pues se encuentra de cara al futuro, poseedor de un caudal 13
Salazar «Historiografía y dictadura…», 130, «La historia como ciencia popular», 167-170; «De la
histórico que le permite transformar y hacerse cargo de las situaciones heredadas. «Chile, historia y “bajo participación ciudadana…», 274-277. Véase también Salazar, Violencia política…, 10-21.
diferenciada, pues lo social tiende a incluir de manera más abierta a los colectivos humanos potencial, pues la diferenciación analítico-conceptual es la clave para entender las
más amplios teniendo como norte producir y reproducir un cierto tejido social capaz de consecuencias de los planteamientos de los textos del historiador y premio nacional.
formar identidad y proyecto. En cambio, la política se impone como una abstracción
Es importante esta diferencia necesaria entre la política y lo político. Para una larga
globalizante de la totalidad, escindida de lo social, encarnándose en programas, modelos y
y variada tradición filosófica, lo político es el ámbito de la totalidad social en que esta se
tácticas discontinuas, que subordinan a lo social, sometiéndolo a sus reglas. Lo anterior es
constituye en tanto proyecto como sociedad y un orden instituyente previo a lo legal (su
posible visualizarlo incluso cuando las expresiones políticas o sociales del pueblo se ven
propia teleología17) y los elementos medulares que la posibilitan. En cambio, la política está
incapaces de desarrollar un proyecto por sí mismas, debido al elitismo y cierre de la política
referida a la arena de disputa de las relaciones de poder, ya instituidas, que la constituirían
hacia los sectores populares y su participación efectiva. La política, entonces, crea un relato
una serie de instituciones tanto “desde arriba”, como “desde abajo”, y que mediarían estas
que constriñe de plano todo desarrollo o potencia de lo social14.
relaciones.
Esto es decidor, pues para Salazar la tendencia general es que el pueblo se realiza
De esto se desprende, en términos teóricos, una ampliación de la definición de la
políticamente desde un afuera de la política, desbordando sus límites o rompiendo los
política, al considerarla no como un mero entramado institucional o parlamentario, de
márgenes de la institucionalidad sin ánimos de proyectarse en ellos. He aquí el fundamento
relaciones, ni tampoco como un campo simplemente armado por vanguardias “desde un
para la insistente propuesta del autor de una asamblea constituyente, como un ejercicio de
afuera”, sino también desde adentro de los sectores populares. Por tanto, una política de los
soberanía y disrupción de los sectores populares.
sectores populares puede nacer desde ellos mismos y no solo desde “un afuera” o “desde
arriba”. Lo previamente expuesto es libre de un cierto “pecado originario” al ponerse como
objetivo de la disputa política, incluso en lo institucional.
IV
De esto se deduce que los sectores populares producen política, consciente o
Este planteamiento de Salazar sobre la diferenciación entre la política, lo político y lo social,
inconscientemente, estando insertos en un sistema político que los domina, ante el cual se
lejos de establecer o clausurar un debate teórico abre ciertas interrogantes y debates que, si
manifiestan de diversas maneras (con tácticas y/o estrategias) para mejorar su condición.
bien se han planteado, nunca se han podido desarrollar a través de un dialogo académico a
Ante esto vale la pena agregar que el encuentro en lo social y la política puede tener una
pesar de su necesidad, lo cual nos habla de un rasgo conservador de esta historiografía.
relación de ruptura (procesos revolucionarios), pero también de pliegue o subsunción. Un
Pero sorteando este escollo académico, ¿cuáles son las problemáticas que abre el ejemplo es el caso de apoyo popular a conflictos armados como la guerra del Pacífico, o,
conjunto de texto escogidos de La historia desde abajo y desde adentro? Una de las más también, a los procesos de establecimiento de redes políticas clientelares, como la formación
importantes, e ineludibles, es la desarrollada por Sergio Grez y Tomás Moulian en la cual la de gobiernos locales de las municipalidades, en Chile, durante la dictadura.
forma en que Salazar concibe la política, pobremente definida, intenta construir una imagen
Junto con la necesidad de establecer la distinción entre la política y lo político, otra
ahistórica del pueblo, ya que su ejercicio historiográfico le desprovee representaciones
clave está referida a que las diferentes expresiones de lo social deben ser estudiadas en sus
políticas e incluso participación en actos políticos que pudieran contradecir su esencia15.
desencuentros con lo político y la política. Es decir, que la necesidad de plantear sus
De esta manera, la problemática que abren Grez y Moulian orienta el encuentros en diferentes ámbitos, o bien, en función de comprender la especificidad de su
desmenuzamiento de los textos de Salazar al ir al grano con su principal problema: concibe propia experiencia y construcción de tradiciones propias, da cuenta de la manera en cómo los
la política sin diferenciarla de lo político como si fueran lo mismo, siendo para este ultimo sectores populares —por medio de sus propias reivindicaciones, procesos de lucha,
la unidad de la esfera global y de los aspectos de gestión, relación y disputa de poder, que organizaciones y proyectos políticos— muchas veces están cruzados por la política. Esto
deviene en un espacio permanente de exclusión de “los de abajo”16. Este argumento tiene amerita una consideración, pues no solo podemos escribir una historia de los sectores
populares solo frente a sus momentos de “pureza” o de “autonomía” frente a la política y lo
político, ya que constriñen más que amplían la inteligibilidad sobre la complejidad de sus
relaciones.
14
Salazar, «Historiografía y dictadura en Chile…», 132-134; «De La participación…», 275-278.
15
Grez Toso Escribir la historia…, 70. Vale la pena destacar que el sociólogo Tomas Moulian también hace
hincapié en este punto en su comentario al libro “Labradores, peones y proletarios” de Salazar. Véase Tomas 17
Teleología en un sentido de Spinoza y Hegel, es decir como finalidad no necesaria ni determinada, es decir
Moulian, «¿Historicismo o esencialismo?», Proposiciones N°20 (1991), 287-290. finalidad puesta como tensión esencial para la constitución del sujeto, pero que no está previamente escrita o
16
Grez, Escribir la historia…, 81-82. anteriormente fijada a la cual necesariamente deben recorrer para realizarse.
Asumir la perspectiva teórica de Salazar presenta dificultades para historizar sujetos
populares que hayan sido incorporados a la institucionalidad, o que fueron objeto de
V
cooptación o de disputa política, como lo es el caso del movimiento sindical desde la década
¿Cómo podríamos evaluar la relación entre la política y lo social desde Gabriel Salazar a del treinta, o tal como lo fueron el movimiento de pobladores y el movimiento estudiantil a
partir de sus textos seleccionados? ¿Cuáles son los rendimientos que lo hacen relevante para partir de la década de los sesenta. La dificultad reside en que teóricamente se construye un
el desarrollo de mi investigación histórica? sesgo que determina negativamente todo resultado investigativo si dicho movimiento tuvo
contacto con las instituciones políticas. En este sentido, el planteamiento de Salazar apuesta,
En términos filosóficos y políticos, podemos definir que el objetivo de Salazar es de
tácitamente, a eludir la complejidad de la relación tensa y convergente de las diferentes
crear un programa de investigación. Esto en su selección esta referida a las diferentes etapas
expresiones organizadas de los sectores populares con la institucionalidad, lo cual resulta en
y determinaciones de una investigación, pero con un claro acento teórico que no se disocia
un error desafortunado, pues para bien o para mal es la forma en que los sectores populares
de la necesidad de la historización de todo proceso intelectual. En este sentido, Salazar no
han hecho política en el último siglo.
puede encasillarse como un marxista o neomarxista, más bien su lugar está en la izquierda
debido a su claro posicionamiento de clase, referido a los sectores populares, que aboga por Finalmente, cabe destacar que —a pesar de mis críticas teóricas— la principal lección
un proyecto popular, ciertamente, utópico y esencialista. Un proyecto que ignora u omite una que me han entregado los textos de Salazar es la de abrazar la complejidad que se abre cada
serie de determinaciones e imbricaciones que hacen complejas tanto lo político como la día con los avances de las ciencias sociales e históricas. A su vez, ser capaces de diferenciar
política y su relación con lo social. y caracterizar los distintos niveles y ámbitos de operación que tiene el Estado, pues son parte
de la política. Estudiar y profundizar sobre estos aspectos se torna un deber tanto con nuestras
Dichas omisiones tienen como consecuencia lo siguiente. Primero, que Salazar, si
futuras investigaciones como con los sujetos populares que en los últimos años se han ganado
bien establece una idea de poder en tanto relaciones sociales, excluye la dimensión de disputa
su espacio en nuestra historia.
del poder, su inteligibilidad histórica y teórica de su problematización, pues el ejercicio del
poder tanto como una fase de confrontación abierta, o soterrada como constituyente, seria
privativo para los sectores populares, a menos que sea de manera autónoma.
BIBLIOGRAFÍA
Segundo, consiguientemente Salazar concibe la autonomía de lo social en tanto
Gabriel Salazar, El Tranco del pueblo (Santiago, Proyección, 2015).
aislamiento de la contaminación y articulación de la política, como si fuera posible disputar
un proyecto país sin enfrentarse a las estructuras de poder, o como si la dualidad de poderes Gabriel Salazar, La historia desde abajo y desde adentro (Santiago: Universidad de Chile,
(entendida como una situación ideal)18, representase la totalidad que disputan la hegemonía 2004).
sin entrar nunca en la arena política.
Gabriel Salazar, Labradores, peones y proletarios (Santiago: LOM Ediciones, 2000).
Tercero, la concepción de la política separada de lo social: esta dicotomía es posible
Gabriel Salazar y Julio Pinto, Historia contemporánea de Chile I: Estado, legitimidad y
graficarla con el dicho popular alemán “se vacía la tina con el agua sucia y con el bebé
ciudadanía (Santiago: LOM Ediciones, 1999).
limpio”. Es decir, junto con “desterrar” la política destierra, también, las experiencias del
movimiento popular vinculadas o articuladas políticamente. Por tanto, se sacrifica la lección Igor Goicovic, Sujetos, mentalidades y movimientos sociales en Chile (Viña del Mar: CIDPA
histórica en una búsqueda de pureza social, reduciendo lo social a un corolario de buenos ediciones, 1998).
valores e ideales, donde lo agraz es la intromisión de la política y sus representaciones más
Julio Pinto La historiografía chilena durante el siglo XX. Cien años de propuestas y combates
factuales, que empañarían su esencia.
(Santiago, Editorial Nuestra América, 2016).
León Trotsky, Historia de la Revolución Rusa, Vol. 1 (Madrid: Fundación Federico Engels,
18
2007)
La idea de la dualidad de poderes es popularizada por el político ruso León Trotsky y menciona un momento
del proceso revolucionario ruso en 1917 donde el poder de los soviets (organizaciones de base compuestas tanto Sergio Grez, «Escribir la historia de los sectores populares ¿Con o sin la política incluida? A
por civiles como por militares) logran crear y reproducir política y socialmente las funciones del Estado, en una
clara situación de crisis terminal del Estado y la monarquía frente a un escenario interno convulso y una guerra propósito de dos miradas a la historia social», Política, Revista de Ciencia Política, N° 44
mundial. Véase León Trotsky, Historia de la Revolución Rusa, Vol. 1 (Madrid: Fundación Federico Engels, (2005), 17-31.
2007), 183-191.

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