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martes, 1 de enero de 2008

LEY GENERAL DE ARBITRAJE DEL PERU


LEY GENERAL DE ARBITRAJE DEL PERU FERNANDO CANTUARIAS SALAVERRY - Perú
SUMARIO: I. Arbitraje Nacional, Internacional y Extranjero.- II. Materia Arbitrable.- III. Convenio
Arbitral.- 3.1. Forma del Convenio Arbitral.- 3.2. Capacidad de las Partes.- 3.3. Ejecució n del Convenio
Arbitral.- 3.4. excepció n de Convenio Arbitral.- 3.5. Autonomía del Convenio Arbitral y Competencia de
los Arbitros.- IV. Arbitros.- 4.1. Nú mero.- 4.2. Requisitos.- 4.3. Procedimiento de Designació n.- 4.4.
Recusació n.- 4.5. Sustitució n.- V. Proceso Arbitral.- VI. Laudo Arbitral.- VII. Recursos Contra los Laudos
Arbitrales.- VIII. Medidas Cautelares.- IX. Ejecució n de los Laudos Arbitrales.- X. Reconocimiento y
Ejecució n de Laudos Arbitrales Extranjeros.- XI. Intervenció n del Estado Peruano en Arbitrajes.
La Ley General de Arbitraje1 (en adelante simplemente LGA) regula todo lo concerniente al arbitraje a
desarrollarse dentro del territorio del Perú . La LGA norma también el reconocimiento y ejecució n en el
Perú de laudos arbitrales extranjeros, así como el arbitraje entre el Estado peruano y particulares
nacionales o extranjeros.
Las instituciones arbitrales má s importantes en el Perú son: El Centro de Conciliació n y Arbitraje
Nacional e Internacional de la Cá mara de Comercio de Lima, el Instituto Nacional de Derecho de
Minería, Petró leo y Electricidad, el Centro de Arbitraje y Conciliació n de la Construcció n y el Centro de
Arbitraje y Conciliació n (Cearco).

I. ARBITRAJE NACIONAL, INTERNACIONAL Y EXTRANJERO

La LGA regula tres tipos de Arbitraje: Arbitraje Nacional (Secció n Primera, artículos 1 al 87), Arbitraje
Internacional (Secció n Segunda, artículos 88 al 126) y Arbitraje Extranjero (artículos 127 al 131).
Se aplicará n las normas correspondientes al Arbitraje Nacional o al Arbitraje Internacional, cuando el
arbitraje tenga como sede el Perú .
Para saber cuá l Secció n de la LGA se aplicará a un arbitraje con sede en el Perú , habrá que apelar a lo
que dispone el artículo 91 de la LGA. De conformidad con esta norma, un arbitraje con sede en el Perú
será Internacional, cuando al momento de la celebració n del convenio arbitral, las partes tengan sus
domicilios en Estados diferentes (ej. uno domicilia en el Perú y el otro en Colombia), o ambas partes
domicilien en el mismo Estado pero fuera del Perú (ej. ambos domicilian en Argentina) o ambas partes
domicilien en el Perú , pero el cumplimiento de una parte sustancial de las obligaciones emanadas de la
relació n jurídica se ejecutará en otro Estado (ej. dos empresas domiciliadas en el Perú que ejecutará n
una obra en Chile). Si alguna de las partes tiene má s de un domicilio, el domicilio será el que guarde una
relació n má s estrecha con el convenio arbitral; si una parte no tiene domicilio, se tomará en cuenta su
residencia habitual.
De esta manera, cuando un arbitraje con sede en el Perú se realice entre dos partes domiciliadas en má s
de un Estado (diversidad de domicilios) o entre dos partes domiciliadas en un mismo Estado pero
distinto al Perú , o entre dos domiciliados en el Perú pero que el cumplimiento de una parte sustancial
de la relació n jurídica se ejecutará fuera del país, las normas aplicables a dicho arbitraje será n las
contenidas en la Secció n Segunda de la LGA.
En cambio, un arbitraje con sede en el Perú será Nacional y, por tanto, se le aplicará n las disposiciones
de la Secció n Primera de la LGA, cuando ambas partes domicilien en el Perú y el cumplimiento de una
parte sustancial de las obligaciones emanadas de la relació n jurídica se ejecuten en el país.
Por otro lado, cuando la sede del arbitraje esté localizada fuera del Perú (independientemente de
cualquier otro factor de conexió n como podría ser la nacionalidad o el domicilio de las partes, la
materia controvertida, etc), este arbitraje será considerado por la LGA como Arbitraje Extranjero. En
este caso, la LGA dispone de un capítulo especial referido al Reconocimiento y Ejecució n de los laudos
arbitrales (Capítulo Octavo de la Secció n Segunda de la LGA). Las normas contenidas en los artículos
127 al 131 de la LGA, só lo establecen el trá mite de reconocimiento y ejecució n de los laudos arbitrales
Extranjeros, ya que las cuestiones sustantivas se encuentran reguladas en la Convenció n sobre
Reconocimiento y Ejecució n de las Sentencias Arbitrales Extranjeras, má s conocida como la Convenció n
de Nueva York de 1958.2
Si bien las normas de la LGA tratan en forma general de la misma manera a los arbitrajes nacionales e
internacionales,3 existen algunas diferencias que será n destacadas a lo largo del presente trabajo.

II. MATERIA ARBITRABLE

Las partes pueden convenir en someter a arbitraje las controversias respecto de las cuales tengan
facultad de libre disposició n, que hayan surgido o puedan surgir entre ellas respecto de una
determinada relació n jurídica contractual o no contractual, sean o no materia de un proceso judicial. Es
así que, cuestiones familiares o asuntos de interés pú blico no son susceptibles de ser sometidas a
arbitraje. Dentro de los asuntos de interés pú blico que no pueden ser sometidos a arbitraje destacan, a
manera de ejemplo, los conflictos referidos a la validez de la propiedad industrial, cuestiones
relacionadas a restructuració n patrimonial, aquellas que versen sobre el estado o la capacidad civil de
las personas, que interesen al orden pú blico o que se refieran a delitos o faltas. En el régimen laboral, la
integració n de los pactos colectivos podrá n someterse a arbitraje en aplicació n de un régimen
especial4.

III. CONVENIO ARBITRAL


Siguiendo lo dispuesto por la Ley Modelo de UNCITRAL y la Convenció n de Nueva York de 1958, la LGA
ha eliminado la clá sica distinció n entre clá usula compromisoria (mediante la cual las partes acuerdan
someter a arbitraje sus conflictos futuros) y el compromiso arbitral (por el cual las partes acuerdan
someter a arbitraje una controversia existente), otorgando a ambos contratos los mismos efectos
(Primera Disposició n Complementaria y Transitoria de la LGA: "Toda referencia legal o contractual a
clá usula compromisoria o compromiso arbitral se entiende hecha a convenio arbitral"). De esta
manera, mediante la figura del convenio arbitral las partes pueden someter a arbitraje tanto
controversias presentes como futuras.
III.1. Forma del convenio arbitral
La LGA en sus artículos 10 y 98 exige que el convenio arbitral se celebre por escrito, bajo sanció n de
nulidad. Puede estipularse como una clá usula incluida en un contrato o como un acuerdo
independiente. Por lo general, suele pactarse como una clá usula adicional del contrato principal. Se
considera ademá s que el convenio arbitral ha sido celebrado por escrito cuando consta de un
intercambio de cartas o de cualquier otro medio de comunicació n que inequívocamente deje constancia
documental de la voluntad de las partes de someterse a arbitraje. La LGA también considera que existe
convenio arbitral, cuando las partes participan voluntariamente en un proceso arbitral, sin objetar la
competencia de los á rbitros. En estos casos, el solo intercambio de demanda y contestació n es sinó nimo
de convenio arbitral, salvo que alguna de las partes objete la competencia de los á rbitros ante la
inexistencia de convenio arbitral escrito.
Tratá ndose de convenios arbitrales incluidos dentro de contratos por adhesió n o sujetos a clá usulas
generales de contratació n, el artículo 11 de la LGA exige que dicho acuerdo arbitral sea conocido por la
contraparte, para lo cual dispone que el convenio arbitral deberá constar o estar expresamente referido
en el cuerpo del contrato principal y estar firmado por las partes. Caso contrario, só lo la contraparte
tendrá la facultad de exigir su cumplimiento.
Ademá s de la forma escrita, el convenio arbitral deberá contener simplemente la referencia a la
relació n jurídica respecto de la cual se arbitrará n los conflictos.
III.2. Capacidad de las partes
La capacidad de las personas naturales para celebrar un convenio arbitral será determinada por la ley
de su domicilio (artículo 2070 del Có digo Civil)5 . La capacidad de las personas jurídicas y las
respectivas facultades de representació n para celebrar un convenio arbitral será gobernada por la ley
del lugar de constitució n (artículo 2073 del Có digo Civil).
III.3. Ejecución del convenio arbitral
Para saber có mo se ejecutará un convenio arbitral una vez que surja una controversia, habrá que
analizar si: 1) el convenio arbitral se ha celebrado antes o después de que nazca la controversia; y, 2) si
el arbitraje es Institucional (es decir, administrado por una Institució n Arbitral, caso CEARCO o la
Cá mara de Comercio de Lima), Ad-Hoc pero con entidad nominadora de á rbitros o, simplemente Ad-
Hoc. Veamos:
a) Cuando las partes han pactado un Arbitraje Institucional (sea este pacto anterior o posterior al
nacimiento del conflicto) la parte interesada que quiera activar el arbitraje deberá acudir directamente
a la institució n arbitral, solicitando la iniciació n del arbitraje de conformidad con el reglamento arbitral
correspondiente, siendo de aplicació n este reglamento a la designació n de los á rbitros, la
determinació n de la materia controvertida y demá s reglas.6
b) Cuando las partes han pactado un Arbitraje Ad Hoc después de nacida la controversia, lo
recomendable (má s no indispensable) es que nombren a los miembros del tribunal arbitral y
determinen la materia controvertida.7 En caso no se designen a todos los á rbitros, será de aplicació n el
siguiente apartado. Instalado el tribunal arbitral, la materia controvertida será determinada
exclusivamente ante los á rbitros, si es que ésta no ha sido previamente establecida por las partes en su
convenio arbitral.
c) Cuando las partes han pactado un Arbitraje Ad Hoc antes de que surja la controversia, caben dos
opciones: 1) que las partes adicionalmente hayan designado a una entidad nominadora de á rbitros para
que nombre directamente a uno o má s á rbitros o para que cumpla con dicha misió n en caso alguna de
las partes incumpla con hacerlo (arts. 20 y 101 LGA),8 o, 2) que no exista entidad nominadora de
á rbitros, situació n en la cual las partes tendrá n que designar a sus á rbitros de conformidad al
procedimiento por ellos elegido9 o, en su defecto, por el dispuesto supletoriamente por la LGA (arts. 21
y 102).10 Si todos los á rbitros no son designados, en el Arbitraje Nacional habrá que acudir al juez (art.
23 LGA),11 mientras que en el Arbitraje Internacional corresponderá solicitar el apoyo
correspondiente a cualquier institució n arbitral (arts. 102 y 103 LGA).12
Una vez completada la designació n de todos los miembros del tribunal arbitral, sea directamente por
las partes, por la entidad nominadora identificada por los interesados o por la entidad nominadora
residual establecida por la LGA (Poder Judicial o Institució n Arbitral, segú n corresponda), el proceso
arbitral se regirá por las normas acordadas por las partes o, en su defecto, por lo que dispongan los
á rbitros, siempre dentro del marco de la LGA (artículos 33 y 108 de la LGA), procediéndose dentro de
este proceso a determinar la controversia, si es que ésta no fue previamente acordada por las partes en
su convenio arbitral.
III.4. Excepción de convenio arbitral
Cuando una de las partes del convenio arbitral, en violació n de dicho pacto, promueve una demanda
judicial relativa a una materia reservada al arbitraje, la otra parte puede invocar excepció n de convenio
arbitral dentro de los plazos dispuestos para cada proceso en el Có digo Procesal Civil, 13 con la
finalidad de que el Poder Judicial se abstenga del conocimiento de dicha materia (arts. 16 y 99 LGA)14 .
El juez deberá amparar la excepció n, salvo que sea de aplicació n alguno de los supuestos taxativamente
dispuestos en la LGA. Mientras se encuentre en trá mite esta excepció n, el arbitraje podrá iniciarse e
inclusive dictarse el laudo correspondiente.15
III.5. Autonomía del convenio arbitral y competencia de los á rbitros
Generalmente el convenio arbitral se pacta como una clá usula má s dentro de un contrato. Sin embargo,
para efectos legales, la LGA considera al convenio arbitral como un contrato independiente o autó nomo
(arts. 14 y 106 LGA). El principal efecto de esta ficció n legal, es que cualquier controversia referida a la
inexistencia, ineficacia o invalidez del contrato que contiene el convenio arbitral, será de conocimiento
exclusivo del tribunal arbitral. 16
Por su parte, los artículos 39 y 106 de la LGA17 expresamente facultan a los á rbitros para que
resuelvan acerca de su propia competencia, incluso tratá ndose de pretensiones relativas a la
inexistencia, ineficacia o invalidez del propio convenio arbitral. El principal efecto de esta disposició n es
que, salvo supuestos excepcionales, será n los á rbitros los competentes para conocer y fallar acerca de
cualquier vicio del propio convenio arbitral, así como acerca de si la materia controvertida sometida a
su conocimiento es legal o contractualmente arbitrable, correspondiendo al Poder Judicial la ú ltima
palabra, siempre y cuando se inicie el proceso de anulació n del laudo arbitral.
IV. ARBITROS

IV. 1. Nú mero
En el Arbitraje Nacional, los á rbitros deben ser designados en nú mero impar. A falta de acuerdo los
á rbitros será n tres (art. 24 LGA).18 En cambio, en el Arbitraje Internacional, las partes pueden designar
el nú mero de á rbitros que deseen (incluso en nú mero par). A falta de acuerdo los á rbitros también
será n tres (art. 101 LGA).
IV. 2. Requisitos
En el Arbitraje Nacional, la LGA establece que no pueden actuar como á rbitros algunas personalidades,
como el Presidente de la Repú blica, los Parlamentarios, entre otros (Incompatibilidad, art. 26 LGA).
Adicionalmente se distingue entre arbitraje de conciencia y arbitraje de derecho (art. 3 LGA). En el
primer caso, podrá actuar como á rbitro cualquier persona natural, nacional o extranjera, mayor de
edad, que se encuentre en pleno ejercicio de sus derechos civiles.19 Tratá ndose de arbitraje de
derecho, se requiere adicionalmente que la persona sea abogado (art. 25 LGA).20
En el Arbitraje Internacional no se han regulado supuestos de incompatibilidad21 y, adicionalmente,
aú n cuando se distingue entre arbitraje de conciencia y arbitraje de derecho (art. 117 LGA),22 bastará
en uno u otro caso que el á rbitro sea persona natural, nacional o extranjera, mayor de edad y que se
encuentre en pleno ejercicio de sus derechos civiles.23
Las partes o el Reglamento de la Institució n Arbitral (Arbitraje Institucional), pueden establecer
requisitos adicionales.
IV. 3. Procedimiento de designació n
Sobre este tema revisar supra punto N° III.3. Las partes pueden designar uno o má s á rbitros suplentes.
IV. 4. Recusació n
Los á rbitros deben informar a las partes acerca de cualquier circunstancia que pudiera dar lugar a una
recusació n (arts. 29 y 104 LGA). Si no revelan algú n hecho significativo, ello puede ser motivo para que
proceda la recusació n.
Las causales para recusar a un á rbitro están referidas a la falta de requisitos legales o contractuales
para asumir el encargo, como a circunstancias que den lugar a dudas justificadas respecto de su
imparcialidad o independencia (arts. 28 y 104 LGA). 24 25
El artículo 31 de la LGA, aplicable tanto a los arbitrajes nacionales como a los internacionales (por
disposició n del artículo 105 de la LGA),26 establece que la recusació n deberá ser promovida
inmediatamente después de conocida la causa que la motiva y siempre que no haya vencido el plazo
probatorio. La recusació n, tratándose de un solo á rbitro, será conocida por la institució n arbitral y, a
falta de ésta, por el juez civil de primera instancia del lugar del arbitraje. Si existe un panel de á rbitros
(tres o má s), la recusació n será resuelta por la institució n arbitral y, a falta de ésta, por el propio
tribunal arbitral. En cualquiera de los casos la decisió n será inapelable. La recusació n no interrumpe el
proceso arbitral.
IV. 5. Sustitució n
Cuando por cualquier motivo haya que designar a un á rbitro sustituto (recusació n declarada fundada,
renuncia, muerte, etc.), y no existan á rbitros suplentes, a falta de acuerdo entre las partes, se seguirá el
mismo procedimiento mediante el cual fue designado el á rbitro sustituido (art. 32 LGA). Mientras se
designa al nuevo á rbitro, se suspende el proceso arbitral (art. 42 LGA).

V. PROCESO ARBITRAL

Los artículos 33 y 108 de la LGA expresamente reconocen en las partes y, a falta de acuerdo, en los
á rbitros, libertad para determinar las reglas del proceso, siempre y cuando se trate a las partes con
igualdad y se de a cada una plena oportunidad para hacer valer sus derechos (arts. 33 y 107 LGA).
En los arbitrajes ante instituciones arbitrales, el proceso arbitral estará regulado por el reglamento
arbitral correspondiente.27 En los arbitrajes ad-hoc, las partes o, en su defecto, los á rbitros, regulará n
el proceso, el cual necesariamente deberá contar con tres etapas: postulatoria, probatoria y decisoria.
Los á rbitros son los directores del proceso, teniendo la facultad exclusiva para determinar la
admisibilidad, pertinencia y valor de las pruebas (arts. 37 y 108 LGA), pudiendo inclusive ordenar de
oficio la actuació n de los medios probatorios que estimen necesarios.
En los arbitrajes no se requerirá la firma de abogados, pudiendo las partes en arbitrajes internacionales
estar representadas por abogados nacionales o extranjeros.28
En caso fuera necesario contar con el auxilio judicial para la actuació n de una determinada prueba, el
tribunal arbitral o cualquiera de las partes con la aprobació n del tribunal arbitral, podrá recurrir al
Poder Judicial (arts. 40 y 116 LGA).
Salvo acuerdo en contrario, el tribunal arbitral funcionará con la concurrencia de la mayoría de á rbitros
(arts. 45 y 119 LGA), emitiéndose las resoluciones por mayoría, teniendo el presidente del tribunal
arbitral voto dirimente (arts. 46, 47 y 119 LGA).
La LGA siempre será la ley aplicable al procedimiento arbitral. En lo que se refiere a la ley aplicable al
fondo de la controversia en los arbitrajes internacionales, las partes tienen amplia libertad para
determinar las normas de derecho que será n utilizadas para resolver el fondo de la controversia y, en
su defecto, los á rbitros aplicará n directamente la ley que estimen conveniente (art. 117 LGA). Si el
arbitraje es de equidad, los á rbitros deberá n cuidar de observar las normas de orden pú blico que
correspondan.

VI. LAUDO ARBITRAL


En el Arbitraje Nacional, el laudo deberá dictarse dentro de los 20 días de vencida la etapa de pruebas,
salvo que otra cosa se hubiera dispuesto en el convenio arbitral o en el reglamento de la institució n
arbitral administradora del arbitraje. En cualquier caso, los á rbitros pueden establecer un plazo
adicional no mayor de 15 días (art. 48 LGA). En el Arbitraje Internacional, será n las partes (o el
reglamento de la institució n arbitral) o los á rbitros, los que determinará n libremente el plazo para
laudar.
El laudo deberá constar por escrito, con el voto particular de los á rbitros, si lo hubiera, bastando que
esté firmado por la mayoría requerida para formar decisió n (arts. 46, 47, 49, 119 y 120 LGA).29 El
laudo deberá ser motivado.30 En caso que fuera necesario designar a un á rbitro dirimente, será de
aplicació n el segundo pá rrafo del artículo 47 de la LGA.31
En el laudo arbitral los á rbitros deberá n determinar lo relativo a los costos del arbitraje (honorarios,
gastos, etc), así como su condena o exoneració n (art. 52 LGA).
Los á rbitros tienen la facultad de corregir, integrar o aclarar el contenido de un laudo (arts. 54, 55, 56 y
122 LGA). El laudo arbitral tendrá la calidad de cosa juzgada y será de obligatorio cumplimiento una
vez notificado a las partes.

VII. RECURSOS CONTRA LOS LAUDOS ARBITRALES


En el Arbitraje Nacional, las partes pueden pactar en los arbitrajes de derecho la interposició n del
recurso de apelació n ante el poder Judicial o ante una segunda instancia arbitral (art. 60 LGA). El
trá mite ante una segunda instancia arbitral estará regulado por el acuerdo de las partes o, en su
defecto, por lo dispuesto en el artículo 62 de la LGA. El trá mite ante el Poder Judicial se encuentra
establecido en los artículos 63 y 69 de la LGA, siendo el plazo para su interposició n de 10 días hábiles
contados desde la notificació n del laudo o de su correcció n, integració n o aclaració n. Las disposiciones
sobre Arbitraje Internacional no establecen la posibilidad de pactar recurso de apelació n, pero el
artículo 89 de la LGA aclara que es de aplicació n supletoria a la Secció n sobre Arbitraje Internacional el
artículo 62 de la LGA, por lo que entendemos que será vá lido pactar apelació n ante una segunda
instancia arbitral.
Contra los laudos arbitrales (sean éstos de una sola instancia o de segunda instancia arbitral), procede
la interposició n del recurso de anulació n ante el Poder Judicial, en base a causales taxativas
establecidas en la LGA. La interposició n de este recurso no autoriza al Poder Judicial a entrar al fondo
de la controversia (arts. 61 y 123 LGA).32
El plazo para interponer el recurso de anulació n es de 10 días hábiles contados desde la notificació n del
laudo de primera instancia o, en su caso, de segunda instancia (art. 71 LGA), siendo de 15 días
tratá ndose de arbitrajes internacionales (art. 124 LGA). El recurso se presenta directamente ante la
Corte Superior del lugar de la sede del arbitraje y se sustancia de conformidad a lo dispuesto en los
artículos 74 al 77 de la LGA.
Las causales de anulació n se encuentran dispuestas de manera taxativa en los artículos 73 y 123 de la
LGA, estando bá sicamente referidas al control del exceso de poder de los á rbitros (por ej. se controla la
validez del convenio arbitral; se verifica ademá s de que el tribunal arbitral haya sido bien constituido o
que la materia resuelta en el laudo sea legal y contractualmente arbitrable, entre otros)33 De
conformidad con los dispositivos citados, corresponde principalmente a la parte interesada alegar y
probar la existencia de una causal de anulació n. Ello significa que la LGA establece una presunció n de
validez del laudo arbitral.
El artículo 126 de la LGA, exclusivamente aplicable al Arbitraje Internacional entre partes que no sean
de nacionalidad peruana o que no domicilien o tengan su residencia habitual en el Perú , autoriza la
renuncia expresa a la interposició n del recurso de anulació n o su limitació n a algunas causales.34
VIII. MEDIDAS CAUTELARES
Las medidas cautelares que se soliciten a una autoridad judicial antes de la iniciació n del arbitraje no
son incompatibles con el arbitraje ni consideradas como una renuncia a él (art. 79 LGA).
Instalado el tribunal arbitral, es a éste al que le compete en exclusiva dictar las medidas cautelares,
previa solicitud de parte, procediendo el auxilio del juez para la ejecució n de las medidas adoptadas
(art. 81 LGA).
Dictado el laudo arbitral, aú n cuando se haya interpuesto recurso de apelació n o anulació n, procede
solicitar al juez que adopte las medidas cautelares que aseguren la plena efectividad del laudo (art. 82
LGA).
IX. EJECUCIÓN DE LOS LAUDOS ARBITRALES
La interposició n y pendencia de la apelació n o anulació n suspende la ejecució n del laudo arbitral (art.
84 LGA). Vencido el plazo para interponer estos recursos o resueltos que sean, procede que el laudo sea
ejecutado por los á rbitros o por la Institució n Arbitral de conformidad con las facultades otorgadas por
las partes (art. 83 LGA). Si ello no es posible, conocerá de la ejecució n el juez civil de primera instancia
del lugar del arbitraje, el cual aplicará las disposiciones procesales previstas para la ejecució n de las
sentencias judiciales (art. 84 LGA).
X. RECONOCIMIENTO Y EJECUCIÓN DE LAUDOS ARBITRALES EXTRANJEROS
El Perú es parte de los siguientes tratados internacionales sobre reconocimiento y ejecució n de laudos
arbitrales extranjeros: (i) la Convenció n de Nueva York; y (ii) la Convenció n Interamericana sobre
Arbitraje Comercial Internacional, adoptada en Panamá en 1975.35
Las reglas de procedimiento aplicables al reconocimiento de laudos arbitrales extranjeros son las
mismas que las establecidas para el reconocimiento de sentencias judiciales extranjeras,36 salvo
algunas reglas especiales (art. 130 LGA). La solicitud de reconocimiento deberá presentarse ante la Sala
Civil de la Corte Superior del domicilio de la persona contra la cual se intenta hacer valer el laudo
arbitral o, si la persona no domicilia en el Perú , la del lugar donde tenga sus bienes. El interesado
deberá anexar a su solicitud el original o la copia debidamente autenticada del convenio arbitral y del
laudo arbitral, traducidos al castellano por un traductor oficial o por el agente diplomá tico o consular
peruano (art. 96 LGA). Si resultan de aplicació n la Convenció n de Nueva York o la Convenció n de
Panamá , el demandado só lo podrá oponer a la solicitud de reconocimiento las causales taxativas
establecidas por ambos tratados en sus artículos V. 37 Si no resulta de aplicació n algú n tratado
internacional, el reconocimiento de un laudo arbitral extranjero puede ser denegado de conformidad
con las causales establecidas en el artículo 129 de la LGA, que son idénticas a las contenidas en las
Convenciones antes mencionadas.
Un laudo arbitral extranjero debidamente reconocido por los tribunales peruanos será ejecutado de la
misma forma como se ejecutan las sentencias judiciales domésticas (arts. 131 de la LGA y 713 al 719 del
Có digo Procesal Civil).
XI. INTERVENCIÓN DEL ESTADO PERUANO EN ARBITRAJES
El artículo 63 de la Constitució n de 1993, dispone que el "Estado y las demá s personas de derecho
pú blico pueden someter las controversias derivadas de relació n contractual a tribunales constituidos
en virtud de tratados en vigor. Pueden también someterlas a arbitraje nacional o internacional, en la
forma en que lo disponga la ley".
En cumplimiento del texto constitucional los artículos 2 38 y 92 39 de la LGA regulan la intervenció n
del Estado Peruano en Arbitrajes Nacionales e Internacionales, autorizando inclusive la posibilidad de
que se pueda arbitrar fuera del país. En la LGA, el Estado Peruano no goza de beneficio alguno,
debiendo actuar por tanto como un particular má s.
Para determinar la normatividad aplicable al arbitraje con sede en el Perú en el que intervenga como
parte el Estado peruano, habrá que aplicar el factor de conexió n domicilio (ver supra punto N° I),
independientemente de que la otra parte sea de nacionalidad peruana o extranjera. En otras palabras,
si la otra parte domicilia fuera del Perú , el arbitraje será Internacional, mientras que si domicilia en el
país, el arbitraje será Nacional.
Las disposiciones de la LGA acerca de la intervenció n del Estado peruano en arbitrajes, se aplican
principalmente a controversias surgidas de relaciones comerciales. Sin embargo, también resultan de
aplicació n a los arbitrajes en materia de inversió n extranjera, sin perjuicio de la legislació n especial
(Decretos Legislativos N° 662 y 757, entre otros),40 como de los Tratados existentes sobre la materia,
entre los que destacan: La Convenció n sobre Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones entre
Estados y Nacionales de otros Estados, má s conocida como la Convenció n del CIADI de 1965;41 el
Convenio Constitutivo del Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (má s conocido como el
MIGA);42 y, los diferentes Tratados Bilaterales sobre Protecció n a las Inversiones (BIT´s) que ha
suscrito el Perú con diversos Estados,43 todos los cuales regulan la procedencia de derivar las
controversias que se generen de inversiones realizadas en un Estado Contratante por nacionales del
otro Estado Contratante, a tribunales arbitrales, preferentemente ante el CIADI.
librof s28.04
Notas:
El autor es Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) y
asociado del Estudio Cantuarias, Garrido Lecca & Mulanovich, Abogados, especializado en Derecho
Civil, Comercial y Arbitraje. Es abogado egresado de la Pontificia Universidad Cató lica del Perú y master
en Derecho por la Universidad de Yale, EE. UU.
1 Ley No. 26572, Ley General de Arbitraje, publicada el 05 de enero de 1996 y en vigencia desde el día
siguiente a su publicació n.
2 Convenció n sobre el Reconocimiento y Ejecució n de las Sentencias Arbitrales Extranjeras, adoptada
en Nueva York el 10 de junio de 1958 y aprobada por el Estado Peruano mediante Resolució n
Legislativa Nº 24924, publicada el 10 de noviembre de 1988. Artículo 128 LGA: "Será de aplicació n al
reconocimiento y ejecució n de los laudos arbitrales dictados fuera del territorio nacional cualquiera
haya sido la fecha de su emisió n, pero teniendo presente los plazos prescriptorios previstos en la ley
peruana y siempre que se reú nan los requisitos para su aplicació n, la Convenció n Interamericana sobre
Arbitraje Comercial Internacional del 30 de enero de 1975 o la Convenció n sobre Reconocimiento y
Ejecució n de las Sentencias Arbitrales Extranjeras del 10 de junio de 1958, o cualquier otro tratado
sobre reconocimiento y ejecució n de laudos arbitrales del cual el Perú sea parte. El tratado a ser
aplicado, salvo que las partes hayan acordado otra cosa, será el má s favorable a la parte que pida el
reconocimiento y ejecució n del laudo arbitral, sin perjuicio de lo indicado en el Artículo 129".
3 Las normas sobre Arbitraje Internacional contenidas en la LGA tienen como fuente principal a la Ley
Modelo de la Comisió n de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (má s conocida
como la Ley Modelo de UNCITRAL), aprobada el 21 de junio de 1985. Las normas sobre Arbitraje
Nacional también han tomado en cuenta esta Ley Modelo.
4 Decreto Ley Nº 25593, publicado el 2 de julio de 1992.
5 Có digo Civil, Decreto Legislativo Nº 295 del 24 de julio de 1984.
6 Artículo 6 LGA: "La organizació n y desarrollo del arbitraje pueden ser encomendadas a una
Institució n Arbitral, la cual necesariamente deberá constituirse como Persona Jurídica. En tal caso, la
institució n arbitral estará facultada para nombrar a los á rbitros, así como para establecer el
procedimiento y las demá s reglas a las que se someterá el arbitraje, de conformidad con su reglamento
arbitral". Artículo 93, incisos 3) y 4) LGA: "A los efectos de la presente Secció n: 3) Cuando una
disposició n de la presente Secció n, excepto los Artículos 117° y 126°, deja a las partes la facultad de
decidir libremente sobre un asunto, esa facultad entrañ a la de autorizar a un tercero, incluida una
institució n, a que adopte esa decisió n. 4) Cuando una disposició n de la presente Secció n, se refiera a un
convenio que las partes hayan celebrado o que puedan celebrar o cuando, en cualquier otra forma, se
refiera a un convenio entre las partes, se entenderá n comprendidas en ese convenio todas las
disposiciones del reglamento de arbitraje en él mencionado".
7 Es recomendable que se designen a los á rbitros, porque ello evitará potenciales demoras mientras
que, en aplicació n del acuerdo de las partes o, en su defecto, de las disposiciones supletorias de la LGA,
se proceda al nombramiento de los miembros del tribunal arbitral. En todo caso, como las partes están
pactando recién en este momento el acc eso al arbitraje (cuando ya ha surgido la controversia), es de
esperar que como desean acudir al arbitraje, colaborará n en la designació n de los á rbitros.
También es recomendable que las partes determinen de comú n acuerdo la materia controvertida, por
cuanto ello evitará que má s adelante (sea ante los á rbitros o ante el Poder Judicial en vía de recurso de
anulació n del laudo arbitral), alguna de ellas impugne la competencia de los á rbitros, aduciendo que tal
o cual materia no ha sido sometida a arbitraje.
8 Artículo 20 LGA (primer pá rrafo): "Los á rbitros será n designados por las partes o por un tercero,
quien puede ser persona natural o jurídica, incluida una institució n arbitral".
9 Los artículos 21 y 101 de la LGA disponen que las partes podrá n determinar libremente el
procedimiento de designació n de los á rbitros. Esta libertad tiene como ú nica condició n que se respete
el principio de igualdad. Es decir, cualquiera sea el sistema dispuesto por las partes, éste no podrá
autorizar a que una de ellas designe a todos o a la mayoría de los á rbitros, siendo nula cualquier
estipulació n en contrario, de conformidad con el ú ltimo pá rrafo del artículo 14 de la LGA.
10 Si las partes de un Arbitraje Ad-Hoc no han pactado el procedimiento de designació n de á rbitros, los
artículos 21 y 102 de la LGA establecen un sistema supletorio, mediante el cual cada parte nombrará un
á rbitro y los dos á rbitros así designados nombrará n al tercero que presidirá el tribunal arbitral.
11 En este caso el juez participará como si hubiera sido designado por las partes para actuar como
entidad nominadora de á rbitros. Es decir, al juez ú nicamente le corresponderá la funció n residual de
nombramiento de los á rbitros que falten designar, mediante un trá mite que no tiene la calidad de
proceso judicial (no hay controversia alguna) y que no puede negarse a cumplir, salvo cuando por los
documentos aportados por las partes, no conste la voluntad de éstas de acudir al arbitraje (inciso 5 del
artículo 23 de la LGA).
12 Cuando el arbitraje es Internacional, la entidad nominadora residual de á rbitros será cualquiera de
las instituciones arbitrales ubicadas en el lugar donde deba realizarse el arbitraje o de las ubicadas en
Lima, a elecció n del interesado (art. 102 LGA). De esta manera, en los Arbitrajes Internacionales no será
necesario contar con el auxilio del Poder Judicial, salvo que las partes hubieran pactado expresamente
su intervenció n (artículo 103 LGA).
13 Decreto Legislativo Nº 768, Có digo Procesal Civil, publicado el 4 de marzo de 1992 y en vigencia
desde el 28 de julio de 1993. La excepció n se sustanciará de conformidad con lo establecido en los
artículos 446 y 457 de dicho dispositivo legal.
14 Cuando el arbitraje no tenga como sede el Perú , la parte interesada deberá deducir la excepció n de
convenio arbitral dentro de los plazos previstos en el Có digo Procesal Civil. Sin embargo, el juez deberá
resolver esta articulació n de conformidad con lo dispuesto en el artículo II de la Convenció n de Nueva
York de 1958.
15 Artículo 16 LGA: "Si se promoviera una acció n judicial relativa a una materia que estuviera
reservada a decisió n de los á rbitros de acuerdo con el convenio arbitral o cuyo conocimiento ya
estuviera sometido por las partes a esa decisió n, tal circunstancia podrá invocarse como excepció n de
convenio arbitral dentro del plazo previsto en cada proceso. Vencido el plazo correspondiente se
entiende renunciado el derecho a invocarla y sin efecto alguno el convenio arbitral.
Si la materia ya estuviera sometida al conocimiento de los á rbitros, el juez deberá amparar la excepció n
de convenio arbitral. Si la materia todavía no está sometida al conocimiento de los á rbitros, el juez
también deberá amparar la excepció n de convenio arbitral, salvo que la materia sea manifiestamente
no arbitrable de conformidad con el Artículo 1°. Encontrá ndose en trá mite la excepció n de convenio
arbitral, las actuaciones arbitrales podrá n iniciarse o proseguirse e inclusive dictarse el laudo".
Artículo 99 LGA: "Si se promoviera una demanda judicial relativa a un asunto materia de un conveno
arbitral, tal circunstancia podrá invocarse como excepció n de convenio arbitral dentro del plazo
previsto en cada proceso, debiendo el juez remitir a las partes al arbitraje, a menos que se compruebe
que dicho convenio es manifiestamente nulo, de acuerdo con la ley pactada por las partes, o en defecto
de acuerdo con la ley del lugar de la celebració n del contrato, o que la materia sea de competencia
exclusiva de los tribunales de la Repú blica o viole el orden pú blico internacional.
No obstante, si el convenio arbitral cumple con las formalidades y requisitos dispuestos en esta Secció n,
no podrá denegarse la excepció n por dicha causal.
Si la materia ya estuviera sometida al conocimiento de los á rbitros, el juez deberá amparar la excepció n
de convenio arbitral, a menos que la materia sea de competencia exclusiva de los tribunales de la
Repú blica o viole el orden pú blico internacional.
Si se ha entablado la demanda a que se refiere el pá rrafo anterior, se podrá , no obstante, iniciar o
proseguir las actuaciones arbitrales y dictar un laudo mientras la cuestió n esté pendiente ante el Poder
Judicial".
16 Artículo 14 LGA (primer pá rrafo): "La inexistencia, rescisió n, resolució n, nulidad o anulabilidad total
o parcial de un contrato u otro acto jurídico que contenga un convenio arbitral, no implica
necesariamente la inexistencia, ineficacia o invalidez de éste. En consecuencia, los á rbitros podrá n
decidir libremente sobre la controversia sometida a su pronunciamiento, la que podrá versar, inclusive,
sobre la inexistencia, ineficacia o invalidez del contrato o acto jurídico que contenga el convenio
arbitral".
17 Artículo 39 LGA: "Los á rbitros está n facultados para decidir acerca de su propia competencia,
incluso sobre oposiciones relativas a la existencia, eficacia o a la validez del convenio arbitral.
La oposició n total o parcial al arbitraje por inexistencia, ineficacia o invalidez del convenio arbitral o
por no estar pactado el arbitraje para resolver la materia controvertida, deberá formularse al presentar
las partes sus pretensiones iniciales. Los á rbitros sin embargo podrá n considerar estos temas de oficio.
Los á rbitros decidirá n estos temas como cuestió n previa. Sin embargo, el tribunal arbitral podrá seguir
adelante en las actuaciones y decidir acerca de tales objeciones en el laudo. Contra la decisió n de los
á rbitros no cabe impugnació n alguna, sin perjuicio del recurso de anulació n, si la oposició n hubiera
sido desestimada".
Artículo 106 LGA: "El tribunal arbitral está facultado para decidir acerca de su propia competencia,
incluso sobre oposiciones relativas a la existencia o a la validez del convenio arbitral. A ese efecto, un
convenio que forma parte de un contrato se considerará independiente de las demá s estipulaciones del
contrato. La decisió n del tribunal arbitral de que el contrato es nulo no determina la nulidad del
convenio arbitral.
La oposició n indicada en el pá rrafo anterior deberá formularse a má s tardar en el momento de
presentar la contestació n. Las partes no se verá n impedidas de formular la oposició n por el hecho de
que hayan designado a un á rbitro o participado en su designació n. La oposició n basada en que el
tribunal arbitral ha excedido su mandato deberá de oponerse de inmediato. El tribunal arbitral podrá ,
en cualquiera de los casos, estimar una oposició n presentada má s tarde, si considera justificada la
demora.
El tribunal arbitral podrá decidir las oposiciones a que hace referencia este artículo como cuestió n
previa o en un laudo sobre el fondo. Contra la decisió n del tribunal arbitral no cabe impugnació n
alguna, sin perjuicio del recurso de anulació n, si la oposició n hubiera sido desestimada, cuando ello
corresponda".
18 Es má s, el segundo pá rrafo del artículo 24 de la LGA dispone que: "Si las partes han acordado un
nú mero par de á rbitros, los á rbitros designados procederá n al nombramiento de un á rbitro adicional,
que actuará como Presidente del Tribunal Arbitral".
19 La ú nica distinció n prá ctica entre arbitraje de derecho y arbitraje de equidad, aparte de las
calificaciones que deberá n tener los á rbitros, es que las partes en un arbitraje nacional de derecho
podrá n pactar el recurso de apelació n contra el laudo arbitral, mientras que, tratá ndose de laudos de
equidad, ello no está permitido.
20 De esta manera, la norma habilita la participació n de abogados extranjeros, al no requerir la
colegiació n en alguno de los Colegios de Abogados del Perú .
21 Aunque resulta recomendable que no se designe a las personas que se encuentran dentro del
supuesto de incompatibilidad (art. 26 LGA), ya que, por ejemplo, el impedimento de los jueces para
actuar como á rbitros se encuentra dispuesto en la Ley Orgá nica del Poder Judicial.
22 El artículo 117 de la LGA presume que el arbitraje es de derecho, salvo pacto en contrario. En el
Arbitraje Nacional la regla es la contraria (art. 3 LGA).
23 Artículo 101 LGA (primer pá rrafo): "Salvo pacto en contrario de las partes, la nacionalidad de una
persona no será obstá culo para que esa persona actú e como á rbitro".
24 25 Artículo 28 LGA: "Los á rbitros podrá n ser recusados só lo por las causas siguientes:
1. Cuando no reú nan las condiciones previstas en el Artículo 25 o en el convenio arbitral o estén
incursos en algú n supuesto de incompatibilidad conforme al Artículo 26.
2. Cuando estén incursos en alguna causal de recusació n prevista en el reglamento arbitral al que se
hayan sometido las partes.
3. Cuando existan circunstancias que den lugar a dudas justificadas respecto de su imparcialidad o
independencia".
Artículo 104 LGA: "Un á rbitro só lo podrá ser recusado si existen circunstancias que den lugar a dudas
justificadas respecto de su imparcialidad o independencia, o si no posee las calificaciones convenidas
por las partes. Una parte só lo podrá recusar al á rbitro nombrado por ella, o en cuyo nombramiento
haya participado, por causas de las que haya tenido conocimiento después de efectuada la designació n".
26 En el Arbitraje Internacional sin embargo, la LGA autoriza a seguir primeramente el procedimiento
de recusació n pactado por las partes y, solo a falta de acuerdo, se aplicará n las disposiciones del
artículo 31 de la LGA.
27 Ver supra cita No. 6.
28 Artículo 35 LGA (primer pá rrafo): "Todos los escritos deben estar firmados por la parte que los
presenta. No se requerirá firma de abogado. Si hubiera abogado designado, éste podrá presentar
directamente los escritos de mero trá mite". Por su parte, el artículo 108 de la LGA expresamente
dispone que las partes en un Arbitraje Internacional "_tienen el derecho de ser asistidas por abogado en
todo momento. El abogado podrá ser nacional o extranjero".
29 Artículo 47 LGA (primer pá rrafo): "Salvo que las reglas particulares establecidas por las partes o por
el reglamento arbitral al que se hubiesen sometido dispongan otra cosa, en los casos de empate dirime
el voto del presidente del tribunal. Si no hubiere acuerdo mayoritario, decide el presidente".
Artículo 119 LGA (cuarto pá rrafo): "Salvo que las reglas particulares dispongan otra cosa, en los casos
de empate dirime el voto del presidente del tribunal. Si no hubiere acuerdo mayoritario, decide el
presidente".
30 El artículo 120 de la LGA establece la misma regla tratá ndose de arbitrajes internacionales, "_a
menos que las partes hayan convenido en otra cosa".
31 Artículo 47 LGA (segundo pá rrafo): "En todos los casos en que sea necesario designar a un á rbitro
dirimente, se seguirá el mismo procedimiento utilizado para la designació n del tercer á rbitro salvo que
las reglas particulares establecidas por las partes o por el reglamento arbitral al que se hubiesen
sometido establezcan un procedimiento distinto. El á rbitro dirimente deberá expedir su resolució n
dentro del plazo de veinte (20) días, gozando de las facultades reconocidas al á rbitro presidente en el
pá rrafo anterior".
32 Artículo 61 LGA: "El recurso tiene por objeto la revisió n de su validez, sin entrar al fondo de la
controversia, y se resuelve declarando su validez o su nulidad".
33 Las causales de anulació n de los laudos arbitrales internacionales dispuestos en el artículo 123 de la
LGA, son exactamente las mismas a las contenidas en la Ley Modelo de UNCITRAL. Las causales de
anulació n aplicables a los laudos nacionales son idénticas a las internacionales. Sin embargo, también
procede anular el laudo cuando se haya laudado sin las mayorías requeridas o se haya expedido el
laudo fuera de plazo.
34 Artículo 126 LGA: "Cuando ninguna de las partes en el arbitraje sea de nacionalidad peruana o tenga
su domicilio o residencia habitual en el Perú , se podrá acordar expresamente en el convenio arbitral o
en un documento escrito posterior, la renuncia a interponer recurso de anulació n o la limitació n de
dicho recurso a uno o má s de las causales dispuestas en el Artículo 123.
Cuando las partes hayan hecho renuncia al recurso de anulació n y el laudo se pretenda ejecutar en el
Perú , será de aplicació n analó gica lo dispuesto en el Capítulo Octavo de esta Secció n, referido al
Reconocimiento y Ejecució n de Laudos Arbitrales Extranjeros".
35 Aprobada mediante Resolució n Legislativa Nº 24810, publicada el 25 de mayo de 1988.
36 Artículos 749 al 762 del Có digo Procesal Civil.
37 Artículo V de la Convenció n de Nueva York: "1-. Só lo se podrá denegar el reconocimiento y la
ejecució n de la sentencia, a instancia de la parte contra la cual es invocada, si esta parte prueba ante la
autoridad competente del país en que se pide el reconocimiento y la ejecució n: a) Que las partes en el
acuerdo a que se refiere el artículo II estaban sujetas a alguna incapacidad, en virtud de la Ley que les es
aplicable o que dicho acuerdo no es vá lido en virtud de la Ley a que las partes lo han sometido, o si nada
se hubiera indicado a este respecto, en virtud de la Ley del país en que se haya dictado la sentencia; o b)
Que la parte contra la cual se invoca la sentencia arbitral no ha sido debidamente notificada de la
designació n del á rbitro o del procedimiento de arbitraje o no ha podido, por cualquier otra razó n, hacer
valer sus medios de defensa; o c) Que la sentencia se refiere a una diferencia no prevista en el
compromiso o no comprendida en las disposiciones de la clá usula compromisoria, o contiene
decisiones que exceden de los términos del compromiso o de la clá usula compromisoria; no obstante, si
las disposiciones de la sentencia que se refiere a las cuestiones sometidas al arbitraje pueden separarse
de las que no han sido sometidas al arbitraje, se podrá dar reconocimiento y ejecució n a las primeras; o
d) Que la constitució n del Tribunal arbitral o el procedimiento arbitral no se han ajustado al acuerdo
celebrado entre las partes o, en defecto de tal acuerdo, que la constitució n del Tribunal arbitral o el
procedimiento arbitral no se han ajustado a la Ley del país donde se ha efectuado el arbitraje; o e) Que
la sentencia no es aú n obligatoria para las partes o ha sido anulada o suspendida por una autoridad
competente del país en que, o conforme a cuya Ley, ha sido dictada esa sentencia. 2.- También se podrá
denegar el reconocimiento y la ejecució n de una sentencia arbitral si la autoridad competente del país
en que se pide el reconocimiento y la ejecució n comprueba: a) Que, segú n la Ley de ese país, el objeto
de la diferencia no es susceptible de solució n por vía de arbitraje; o b) Que el reconocimiento o la
ejecució n de la sentencia serían contrarios al orden pú blico de ese país".
38 Artículo 2 LGA, modificado en parte por la Ley No. 26742: "Pueden ser sometidas a arbitraje
nacional, sin necesidad de autorizació n previa, las controversias derivadas de los contratos que
celebren el Estado Peruano y las personas jurídicas de derecho pú blico con nacionales o extranjeros
domiciliados en el país, inclusive las que se refieran a sus bienes, así como aquellas controversias
derivadas de contratos celebrados entre personas jurídicas de derecho pú blico, entre sí.
Para los efectos de este artículo, el Estado comprende el Gobierno Central, los Gobiernos Regionales y
Locales y sus respectivas dependencias.
Las empresas estatales de derecho privado o de economía mixta pueden acordar libremente y sin
requisito de previa autorizació n que las controversias derivadas de los contratos que celebren con
nacionales o extranjeros domiciliados o que se refieran a sus bienes, sean sometidos a arbitraje
nacional".
39 Artículo 92 LGA, modificado en parte por la Ley No. 26698: "Pueden ser sometidas a arbitraje
internacional dentro o fuera del país, libremente y sin requisito de previa autorizació n, las
controversias derivadas de los contratos que el Estado Peruano y las personas de Derecho Pú blico
celebren con nacionales o extranjeros no domiciliados, así como las que se refieren a sus bienes.
Tratá ndose de actividades financieras, el arbitraje internacional podrá desarrollarse dentro y fuera del
país, inclusive con extranjeros domiciliados.
Para los efectos de este artículo, el Estado Peruano comprende el Gobierno Central, los Gobiernos
Regionales y Locales y sus respectivas dependencias.
Las empresas estatales de derecho privado o de economía mixta pueden acordar libremente y sin
requisito de previa autorizació n que las controversias derivadas de los contratos que celebren con
nacionales o extranjeros no domiciliados o que se refieran a sus bienes, sean sometidos a arbitraje
internacional dentro o fuera del país.
En todos los supuestos, el arbitraje deberá realizarse ante una institució n arbitral de reconocido
prestigio o ante á rbitros designados en procedimientos contemplados en tratados, que formen parte
del derecho nacional".
40 Decreto Legislativo No. 662.- Aprueba el régimen de estabilidad jurídica a la Inversió n Extranjera,
publicado el 9 de febrero de 1991 (artículo 16: "El Estado podrá someter las controversias derivadas de
los convenios de estabilidad a tribunales arbitrales constituidos en virtud de tratados internacionales
de los cuales sea parte el Perú "). Decreto Legislativo No. 757 —Ley Marco para el crecimiento de la
Inversió n Privada, publicada el 13 de noviembre de 1991 (artículo 48: "En sus relaciones con
particulares el Estado, sus dependencias, el Gobierno Central, los Gobiernos Regionales y Municipales y
otras personas de derecho pú blico, así como las empresas comprendidas en la actividad empresarial
del Estado, podrá n someter a arbitraje nacional o internacional, de acuerdo a la legislació n nacional o a
los tratados internacionales de los cuales el Perú es parte, toda controversia referida a sus bienes y
obligaciones, siempre que deriven de una relació n jurídica patrimonial de derecho privado o de
naturaleza contractual"). Existe legislació n especial sectorial sobre inversiones que contienen
disposiciones particulares en materia arbitral (ej. hidrocarburos).
41 Aprobada mediante Resolució n Legislativa N° 26210, publicada el 10 de julio de 1993.
42 Aprobada mediante Resolució n Legislativa N° 24312, publicada el 3 de abril de 1991.
43 El Perú ha celebrado Tratados Bilaterales de Promoció n y Protecció n de Inversiones (BIT´s), con el
Reino de Tailandia, Resolució n Legislativa N° 26208, vigente desde el 15.11.91; la Confederació n Suiza,
Resolució n Legislativa N° 26209, vigente desde el 23.11.93; la Repú blica de Corea, Decreto Supremo N°
07-94-RE, vigente desde el 20.04.94; la Repú blica de Bolivia, Decreto Supremo N° 03-94-RE, vigente
desde el 19.02.95; el Reino Unido de Gran Bretañ a e Irlanda del Norte, Decreto Supremo N° 05-94-RE,
vigente desde el 21.04.94; la Repú blica de Francia, Decreto Supremo N° 04-94-RE, vigente desde el
30.05.96, la Repú blica del Paraguay, Decreto Supremo N° 06-94-RE, vigente desde el 18.12.94; la
Repú blica Checa, Decreto Supremo N° 09-94-RE, vigente desde el 06.03.95; la Repú blica de Colombia,
Decreto Supremo N° 15-94-RE, pendiente; el Reino de Suecia, Decreto Supremo N° 16-94-RE, vigente
desde el 01.08.94; la Repú blica de Italia, Decreto Supremo N° 17-94-RE, vigente desde el 18.10.95; la
Repú blica de Rumania, Decreto Supremo N° 18-94-RE, vigente desde el 01.01.95; la Repú blica Popular
China, Decreto Supremo N° 22-94-RE, vigente desde el 01.02.95; la Repú blica Argentina, Decreto
Supremo N° 28-94-RE, vigente desde el 24.10.96; el Reino de Españ a, Decreto Supremo N° 01-95-RE;
vigente desde el 16.02.96; la Repú blica de Portugal, Decreto Supremo N° 05-95-RE, vigente desde el
02.10.95; el Reino de Dinamarca, Decreto Supremo N° 03-95-RE, vigente desde el 17.02.95; el Reino de
los Países Bajos, Decreto Supremo 02-95-RE, vigente desde el 01.02.96; la Repú blica de Alemania,
Decreto Supremo 08-95-RE , vigente desde el 01.05.97; el Reino de Noruega, Decreto Supremo N° 14-
95-RE, vigente desde el 09.05.95; la Repú blica de Finlandia, Decreto Supremo N° 15-95-RE, vigente
desde el 14.06.96; la Repú blica de Malasia, Decreto Supremo N°27-95-RE, vigente desde el 25.12.95; la
Repú blica de Australia, Decreto Supremo N° 03-96-RE, vigente desde el 02.02.97; la Repú blica de
Venezuela, Decreto Supremo N° 04-96-RE, vigente desde el 18.09.97; la Repú blica de El Salvador,
Decreto Supremo N° 025-96-RE, vigente desde el 15.12.96; la Repú blica de Chile, Decreto Supremo No.
026-2000-RE; y, la Repú blica de Cuba, Decreto Supremo No. 039-2000-RE.

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