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Joseph Prince
Contenido
1. Parados con la armadura de Dios
2. Guerra espiritual mitos y verdad
3. El cinturón de la verdad
4. La coraza de justicia
5. El evangelio de la paz
6. El escudo de la fe
7. El yelmo (casco) de la salvación
8. La espada del Espíritu
9. Oración
Capítulo 1
“Pónganse toda la armadura de Dios para poder mantenerse firmes contra todas las
estrategias del diablo.”
Efesios 6:11
La guerra espiritual es una parte vital de nuestro caminar con Dios. Hay una guerra
invisible sucediendo alrededor nuestro. Tú no puedes verla en lo físico pero es real.
Desde el momento que naces, automáticamente tienes un archienemigo dedicado a
tu destrucción. Su nombre es Satán. Él es el enemigo de cada hombre, mujer y
niño. Sea que seas un cristiano o no, él te odia porque cuando Dios te hizo; Dios te
hizo a Su propia imagen.
Algunas veces, ves cosas que te suceden fuera de lo ordinario. Cuando notas que
éstas cosas están sucediendo regularmente y que has tratado, sin éxito, de lidiar
con ellas en lo natural, no se necesita a un científico de la NASA para saber que
estás siendo atacado espiritualmente. El enemigo es un poco como una mujer que
ha sido rechazada por su enamorado. Ella conserva su fotografía y en cuaquier
momento que mira la foto; ella se vuelve un poco sicópata. Comienza atacar la
fotografía, a insultarla y a maldecirla. ¡Rasguños y huecos aparecerán pronto en la
fotografía! Si ella no puede atacar a su enamorado de frente, ella sí va a atacar a su
fotografía.
La Biblia no nos enseña cómo lidiar con nuestros problemas, nos enseña cómo
¡caminar en victoria siempre!
El diablo hace lo mismo que la mujer rechazada. Él no puede llegar a Dios porque
Dios es demasiado poderoso para él, por lo tanto, va tras la imagen de Dios – tú y
yo. Pero la diferencia es ésta: Cuando hay un ataque del diablo, si eres cristiano, la
Palabra de Dios te dice cómo pararte victorioso en la victoria que tienes en Cristo.
Por otro lado, si no eres un creyente, estás bajo el dominio del diablo y él puede
molestarte en cualquier momento.
Las buenas noticias hoy día son que la Biblia no nos enseña cómo lidiar con
nuestros problemas, nos enseña cómo ¡siempre caminar en victoria! El mundo nos
enseña cómo lidiar. Hay seminarios que nos enseñan cómo lidiar con la depresión,
la enfermedad y las relaciones rotas. Pero Dios quiere que nosotros venzamos. Su
Palabra nos muestra cómo experimentar la victoria sobre éstas cosas. Esa es la
diferencia entre lo que Dios quiere para nosotros y lo que diablo quiere hacer con
nosotros.
Otra diferencia es ésta: Una vez que crees en Cristo, tienes todo en Cristo. ¡Todo!
La Biblia dice en Efesios 1:3 - “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales
en Cristo” Nota que la frase citada usa una acción pasada – ¡¡¡Él nos ha bendecido
– con todo!!!
El mundo piensa que lo tiene todo. Las personas que no creen en Dios, algunas
veces puede presumir que lo tiene todo. Ellos dicen: “Yo tengo dinero. Tengo
mucho dinero. Mira mi casa. Mira mi carro. Mira mis cuentas en el banco.”
En Génesis 33:9 (NVI), Esaú le dijo a su hermano gemelo Jacob que ya tenía más
que suficiente:
9
Hermano mío —repuso Esaú—, ya tengo más que suficiente. Quédate con lo
que te pertenece.
Mientras Jesús tenía más que suficiente, ¡Jacob tenía todo lo que necesitaba! El
mundo puede presumir que tiene mucho. Tú sabes, es posible vivir en una casa
grande con muchos cuartos y no poder dormir bien en las noches en ninguno de
esos cuartos. Es posible tener todo el dinero que quieras, y aún así estar lleno de
depresión, preocupación y ansiedad. Pero tú, hija de Dios, tienes todo. En Cristo, tú
lo tienes todo. Tú tienes vida eterna. Tú tienes todas las promesas de Dios escritas
en la Biblia. Tú tienes al Espíritu Santo y tú puedes tener todo el fruto del Espíritu:
amor, gozo, paz, paciencia, bondad, benignidad, mansedumbre, fe y dominio
propio.
Tú te ves exactamente como Jesús cuando te pones Su armadura.
Pero hay otra diferencia importante entre tú, creyente, y los no creyentes: No sólo
tienes todo, sino que el diablo te pone extra atención porque tú estás hecha a la
imagen de Dios. Mi amiga, ¡bienvenida a la guerra espiritual!
Entonces, ¿cómo nos paramos contra el enemigo? ¿Qué instrucciones nos ha dado
Dios para ayudarnos a pararnos en la victoria que ya tenemos en Cristo? ¡La
respuesta descansa en la armadura de Dios! Pero ¿cuál es la armadura de Dios?
Algunas de uds podrían estar familiarizadas con una enseñanza que se dio en la
iglesia hace algunos años atrás, en la cual los cristianos eran instados a “hacer
click” a la armadura de Dios cuando se despertaban cada mañana. Entonces cada
vez que te despiertes en la mañana, “haz click” en tu cinturón de la verdad, luego
“haz click” en tu coraza de justicia, luego en tus pies calzados con el evangelio de la
paz, etc. Recuerdo hacer esto por un momento. ¡Solía sentirme como Batman
poniéndome su traje y sus accesorios!
¿Sabías que existen siete piezas en la armadura de Dios? Se ha dicho que sólo hay
seis piezas. Pero seis es el número del hombre. Dios hizo al hombre el sexto día.
Goliat medía seis pies más un palmo de altura, el hierro de su lanza pesaba
seiscientos siclos y tenía una armadura de seis piezas. Por otro lado, siete es el
número de la perfección y integridad. Dios hizo al mundo en seis días y al séptimo
día, descansó.
Ahora, para ser precisos, la armadura tiene cinco más dos piezas. Las primeras
cinco piezas son defensivas. El cinturón es defensivo – sostiene las otras piezas en
su lugar. El casco es defensive – protege tu cabeza. Los zapatos protegen tus pies
y el escudo protege tu cuerpo entero. Pero las dos últmas piezas – la espada del
Espíritu y la oración en el Espíritu – son ofensivas
Antes de ver cada pieza de la armadura en detalle, vamos a descubrir más acerca
de los mitos y verdades de la guerra espiritual.
Capítulo 2
MITOS Y VERDADES DE LA GUERRA ESPIRITUAL
“Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra
gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas
poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los
lugares celestiales.”
Efesios 6:12
El Maestro De La Decepción.
Efesios 6:11 dice, “Pónganse toda la armadura de Dios para poder
mantenerse firmes contra todas las estrategias del diablo.” ¿Cuáles son las
estrategias del diablo? Son las mentiras y la decepción. Recuerda, Jesús lo
ha despojado de su poder, entonces él tiene que buscar recursos para
derrotarte. Él te hace pensar que no tienes aquello que Dios ya te ha dado,
cuando realmente lo tienes todo porque Él ya te lo dio en Cristo. Y debido a
que el diablo no tiene poder, él te engañará usando tu propio poder en tu
contra. Satanás es el maestro del engaño, el padre de la mentira. (Juan 8:44)
Dios les dio a Adán y Eva todo en el Jardín del Edén. Aún así, el diablo les
apuntó al único árbol del que Dios había dicho que no comieran. Los hizo
sentir como si estuvieran perdiéndose de algo.
Hombre, tú puedes casarte con una de las mejores mujeres de la ciudad, y
aún así el diablo te hará pensar que no tienes todo lo que necesitas. Puede
que estés viviendo en un hermoso hogar, y aún así el diablo puede engañarte
haciéndote pensar que necesitas un mejor hogar. Él siempre hace que
pienses que no tienes lo suficiente o que no tienes aquello que Dios ya te ha
dado. Es por eso que el diablo es el padre de las mentiras.
Tu Justicia Es Un Regalo.
La segunda pieza de la armadura mencionada en Efesios 6 es la coraza de la
justicia. ¿Para qué sirve una coraza? Sirve para proteger tu corazón. Verás,
si recibieras un corte en tu brazo o en la pierna, sobrevivirías. Pero si
recibieras una puñalada en tu corazón, la verdad es que morirías. Ahora,
cuando el diablo te ataca, él desea apagar tu fe. Entonces, ¿Qué es lo que
hace? Él apunta a tu corazón, tu corazón espiritual.
1 Juan 3:21(N.V.I) dice, “Queridos hermanos, si el corazón no nos condena,
tenemos confianza delante de Dios.” Así que el diablo ataca nuestros
corazones con acusaciones. Él te dirá cosas como, “¿Te llamas a ti mismo
cristiano? Eres un hipócrita. Eres un pésimo cristiano. Eres un cristiano
apóstata. No has orado y ayunado lo suficiente. No has leído la cantidad
suficiente de capítulos de la Biblia.” O también podría decirte, “Ayer dijiste
una mala palabra. Y la semana pasada, tomaste una mala decisión.” Con el
diablo, todo tratará sobre algo que has hecho o que no has hecho.
Para proteger tu corazón de este tipo de acusaciones, tienes que saber qué
es y qué no es la justicia de Dios. Esta no es basada en lo que has hecho
correcta o incorrectamente. No, estar parado correctamente con Dios es un
regalo. En romanos 5:17, Pablo nos dice que “Pero aún más grande es la
gracia maravillosa de Dios y el regalo de su justicia, porque todos los que lo
reciben vivirán en victoria sobre el pecado y la muerte por medio de un solo
hombre, Jesucristo.” Así que la justicia es un regalo y es basada en lo que
Cristo ha hecho. Además, Daniel 9:24 dice que Jesús nos ha traído una
“justicia eterna”. Eso significa que no podemos perder esta justicia. ¡Es
eterna!
Si tú crees que la justicia depende de lo que haces, el
diablo te desanimará a cada rato.
Digamos que despiertas en la mañana y tu sientes malhumorado. Hay
momentos en que todos nos despertamos sintiéndonos malhumorados.
Entonces, entras a tu carro y mientras vas manejando al trabajo, te hayas en
medio de un tráfico terrible. De repente, alguien te adelanta y te mete el carro
en la fila. Pierdes la calma, adelantas a ese carro y le gritas. Como un
creyente, sabes que no debiste hacer eso. Entonces, el diablo viene y te
condena. Ahora, ¿Tú sigues siendo justo? Tal vez no te sientas justo pero si
lo eres, tú sigues siendo justo porque tu justicia es un regalo que no es
basado en lo que tú has hecho sino en lo que Cristo ha hecho. Así que si
hoy has gritado a alguien estando molesto, conoce que no has perdido tu
posición correcta delante de Dios. Tu justicia es un regalo de parte de Dios.
Algunos Cristianos aún creen que tenemos que aprender a conducir
nuestros asuntos en toda justicia. En otras palabras, ellos dice que la justicia
es lo que hacemos. Si tú crees que la justicia depende de lo que haces,
entonces todo lo que el diablo tiene que hacer es apuntar a algo que hayas
hecho mal y tú te sentirás condenado. Amigo, si la justicia depende de lo
que haces, el diablo te desanimará a cada rato. Incluso cuando hagas algo
bien, él te dirá que no es suficientemente bueno, o él señalara aquellas cosas
que has hecho mal. De cualquier manera, él te tiene en su poder porque
estás dependiendo en tu propia conducta.
Así que debes saber que la justicia no está basada en lo que haces, sino en
lo que Cristo ha hecho. Dios te la ha dado como un regalo debido a Jesús y
Él te ha dicho, “Incluso cuando falles, yo continúo viéndote justo”. Esa es la
única clase de justicia que te sostendrá a través de cada circunstancia.
Mientras más te des cuenta que tu justicia es un regalo de Dios basada en la
obediencia de Cristo y no en tu obediencia, más poder tendrás para corregir
tu mal temperamento, mayor poder tendrás para derrotar tu malhumor y
orgullo. Permíteme preguntarte algo: Cuando reconoces que has fallado y
aún continúas creyendo que estás en una posición correcta delante de Dios,
¿Esto te da ganas de pecar más? ¡No, para nada! De hecho, ¡amarás a Dios
aún más! Cuando despiertes al hecho de que eres justo a pesar de tus fallas,
no querrás pecar más. Pablo le dijo a los Corintios, “Piensen bien sobre lo
que es correcto, y dejen de pecar”. (1 Corintios 15:34) Cuando despiertas a
la justicia, cuando reconoces cuán justo eres en Cristo, no querrás pecar.
Sé Establecido En Su Justicia.
Hebreos 10:15-17 nos dice que el Espíritu Santo nos afirma que Dios no se
acuerda más de nuestros pecados. El énfasis aquí es el del perdón de
pecados. Nosotros somos establecidos sobre esto –todos nuestros pecados
han sido perdonados. Entonces hoy, no tenemos asuntos que nos depriman,
entristezcan u opriman. ¡Todos nuestros pecados han sido perdonados!
Como un creyente, deberías estar establecido en tu perdón y en justicia en
Cristo. Si no estás establecido en estas cosas, nunca conocerás a Cristo o a
Dios inmediatamente, o conocerás el poder de Su resurrección. Pablo dijo
en Filipenses 3:9-10(RV60) “…no teniendo mi propia justicia, que es por la ley,
sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de
conocerle, y el poder de su resurrección…” Si quieres caminar en el poder
de Su resurrección, debes de ser afirmado en el conocimiento de que eres la
justicia de Dios en Cristo, y que esta justicia no es basada en tu
comportamiento, sino en Su comportamiento, -Lo que Cristo ha hecho.
Isaías 54:14(R.V.C) declara, “Tu adorno será la justicia. Y no tendrás nada que
temer porque la opresión se alejará de ti, y nunca más se te volverá a
acercar.” A propósito, opresión incluye enfermedad. Hechos 10:38 dice, “Y
saben que Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder.
Después Jesús anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que eran
oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.” La enfermedad es una
opresión. Entonces cuando Isaías dice, “La opresión se alejará de ti”,
significa ¡Que también la enfermedad se alejará de ti!
Ahora, ¿En qué justicia debemos estar establecidos? ¿En nuestra propia
justicia? ¡No! Si fuera en nuestra propia justicia, tendríamos que estar
haciéndonos preguntas como esta, “¿Cuánto tiempo debo de orar?” y
“¿Cuántos capítulos de la biblia debería de leer al día?” No, Isaías 54:17(NVI)
declara, “Ésta es la herencia de los siervos del Señor,
la justicia que de mí
procede
—afirma el Señor—.” Y Romanos 5:17 nos recuerda que la justicia
es un regalo – “Pero aún más grande es la gracia maravillosa de Dios y el
regalo de su justicia, porque todos los que lo reciben vivirán en victoria sobre
el pecado y la muerte por medio de un solo hombre, Jesucristo.”
Sé Consiente De Tu Justicia.
Se nos ha dicho que cuando recibimos a Jesús, recibimos el regalo de la
justicia. La palabra Griega para “recibir”, lambano, implica un recibir
continuo. ¿Esto significa que podemos perder nuestra justicia? ¡No! Pero si
podemos perder nuestra conciencia de ello. Cuando fallas, es el momento
de lambano tu justicia. Es tiempo de decir, “Soy la justicia de Dios en Cristo”
es el momento de decir que, algo esta ocurriendo contigo. Como cuando un
globo es sumergido en agua, se levanta rápidamente a la superficie. El diablo
no puede mantenerte sumergido mucho tiempo. Te levantas de nuevo
porque despiertas a tu justicia. No es algo que hayas ganado. Es algo que se
te ha entregado porque tienes a Jesús.
Algunos cristianos no están consientes que se les ha dado el regalo de la
justicia. Es importante comprender que el simple hecho de tener a Jesús, no
significa que camines en el camino de la justicia. Puedes tener justicia, y aún
así estar angustiado y oprimido porque no eres consiente de lo que tienes.
Permanecer En Su Paz.
La siguiente pieza de la armadura es el evangelio de la paz. En Juan 14:27,
dice, “»Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo
doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni
tengan miedo.” Jesús, que es el Príncipe de Paz, ¡Nos dio su paz!
Ahora, esta pieza particular de la armadura ciertamente esta ubicada en tus
pies. Efesios 6:15 dice, “Pónganse como calzado la paz que proviene de la
Buena Noticia a fin de estar completamente preparados.” Romanos
10:15(RV60) dice, “!Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de
los que anuncian buenas nuevas!” A muchos de nosotros se nos ha dado la
oportunidad de compartir el evangelio de la paz con nuestros amigos y
familiares. Esto es a lo que se refiere esta escritura. Tus pies siempre están
listos de llevar las buenas nuevas a las personas. ¡Es por eso que Dios dice
que tus pies son hermosos! Tú estás usando tus zapatos del “evangelio de la
paz”.
¿Por qué evangelio de la paz? Porque Dios sabe que es muy fácil para
nosotros ser atribulados en nuestras mentes y nuestros corazones. Juan
14:27 dice, “Así que no se angustien ni tengan miedo.” Así que un cristiano
que practica el poner todas sus preocupaciones en el Señor no puede ser
devorado por el diablo.
En la guerra espiritual, es vital ponerte tus zapatos del evangelio de la paz.
Los soldados toman con mucha seriedad sus pies y sus botas. De hecho,
mantener sus pies sanos y sus botas en buenas condiciones durante la
guerra es muy importante. Uno nunca sabe cuando la guerra podría
alcanzarle. Podrías terminar peleando en un pantano o caminando por días
arriba y abajo por un terreno difícil. Y si no puedes caminar o correr porque
tus pies están dañados, todo tu cuerpo estará en peligro cuando los
enemigos ataquen.
Las botas también son útiles para aplastar escorpiones, víboras y
cucarachas. Eso es lo que los creyentes están destinados a hacer. Lucas
10:19 declara, “Miren, les he dado autoridad sobre todos los poderes del
enemigo; pueden caminar entre serpientes y escorpiones y aplastarlos. Nada
les hará daño.” ¡Así que ponte tus botas espirituales!
La Paz Es Tu Árbitro.
De hecho, cuando caminas en la paz, inconscientemente estás permitiendo
que Dios te guie. No tienes que ser muy listo para seguir a Dios.
Continuamente, el Espíritu Santo nos guía por la presencia de paz o la por
ausencia de ella. Es así como tomo decisiones para mi iglesia. Algunas
cosas suenan muy razonables, pero si no tengo paz en mi espíritu sobre
ellas, no las hago. De la misma manera, algunas cosas no suenan muy
sabias, pero si tengo paz en ellas, las hago.
La paz que Jesús nos ha transmitido incluye bienestar,
salud y prosperidad.
Colosenses 3:15 dice, “Y que la paz que viene de Cristo gobierne en sus
corazones.” La palabra “gobierne” en este verso en griego significa “el ser un
árbitro”. Así que en todo lo que hagas, deja que la paz de Cristo gobierne o
decida como un árbitro. Todos hemos visto como un árbitro preside un
partido de tenis. Si el árbitro declara la pelota “fuera”, no tiene sentido
discutir con él. Tú puedes gritar “dentro” todo el día y no lograr nada.
Puedes tirar tu raqueta como John McEnroe suele hacerlo y gritar, “¡Era
dentro!” pero el árbitro tiene la última palabra. Así que deja que la paz de
Cristo gobierne y decida como un árbitro en tu corazón.
“Esta bien.”
Si tu hijo muriera en tus brazos, ¿Podría afectar tu paz? Esto lo que le ocurrió
a una mujer en el Antiguo Testamento. 2 de Reyes 4 nos cuenta que el
profeta Eliseo le dio una promesa a una mujer sunamita que no tenía hijos. El
hombre de Dios le dijo, “—El año que viene, por esta fecha, ¡tendrás un hijo
en tus brazos!” (2 Reyes 4:16) Y la mujer concibió y dio a luz un niño en la
fecha que el hombre de Dios señaló.
Un día, cuando el niño salió acompañando a su padre al campo, comenzó a
sentirse enfermo. El padre tomó al niño y lo llevó a su madre. El niño se
sentó en la falda de su mamá hasta el atardecer y poco después murió.
Amigo mío, Dios puede darte algo y luego el diablo puede atacarlo. ¿Cómo
respondes? La mujer recostó el cuerpo del niño en la cama del hombre de
Dios, cerró la puerta y salió. ¡Que tal madre! La mayoría de las madres
sostendrían al niño, y ¡Llorarían y llorarían y llorarían! Esa sería una respuesta
natural.
Pero ella llamó a su esposo y le dijo, «Mándame a uno de los sirvientes y un
burro para que pueda ir rápido a ver al hombre de Dios y luego volver
enseguida». (2 Reyes 4:22) El esposo le respondió, “El dijo: ¿Para qué vas a
verle hoy? No es nueva luna, ni día de reposo.[a] Y ella respondió: Paz.” (2
Reyes 4:23 RV60) En hebreo, ella sólo dijo una palabra, ¡“Shalom”! en este
contexto significa, “¡Todo va a estar bien!”
Así que ella ensilló un burro, salió y fue a buscar al hombre de Dios al Monte
Carmelo. Cuando Elías la vio a la distancia, le dijo a su sirviente Giezi, “«Mira,
allí viene la señora de Sunem. Corre a su encuentro y pregúntale: “¿Están
todos bien, tú, tu esposo y tu hijo?”». «Sí —contestó ella—, todo bien”. (2
Reyes 4:25-26) Ahora, ¿Ella estaba mintiendo? No porque ella estaba
imitando al Dios que llama las cosas que no son como si fuesen. (Romanos
4:17) Si seguimos leyendo, encontramos que Eliseo fue a ver al niño muerto
y levantó al niño de los muertos por el poder de Dios.
Amigo mío, esta mujer conoció una paz que el mundo podría llamar
extraordinaria. ¡Ninguna meditación de la nueva era o aromaterapia podrían
darle esa paz! Esta es nuestra herencia. Dios desea que tú y yo
permanezcamos en un estado perpetuo de Shalom, un estado de
despreocupación, sin perturbación, bienestar, un estado de salud y
prosperidad. Todo está bien –¡En Cristo!
Capítulo 6
EL ESCUDO DE LA FE
16
“Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los
dardos
de fuego del maligno.”
Efesios 6:16
“Descansa En Mi Fe”.
No hace mucho tiempo, tuve un problema crónico en mi piel. Un día, le dije a
Dios, “Yo creo que este dolor me dejará ahora.”
Luego, el Señor me habló diciendo, “Hijo, ¿Ya el dolor ya se fue?”
“No, no se ha ido”, respondí.
Él preguntó, “¿Crees que yo tengo fe para tu milagro?”
“¡Por supuesto que lo creo!”, respondí.
Él dijo, “Descansa en Mi fe”.
Descansé en Su fe y ese día, ¡El problema desapareció de mi cuerpo! No
sentí nada extraordinario. No sentí el roce las alas de los ángeles en mi cara,
¡Pero se fue!
Verás, la fe es simple, así que no la compliques. Algunos de nosotros
tratamos duramente de tener fe o de construir una fe que proviene de tener
fe en nuestra propia fe. “¿Tengo suficiente fe? ¿He declarado las Escrituras
lo suficiente? ¿He confesado mi fe? Tal vez debería hacer esto o aquello…”
No, solo tienes que descansar en Su fe. Simplemente cree que Él tiene fe
para tu milagro. Solo cree que Él puede y que Él está deseando traer hacer
tu milagro realidad porque Él te ama. Cuando ves Su gracia dirigida hacia ti,
cuando mantienes tus ojos en Él y solo crees en Él, ¡Eso es tener fe sin estar
consiente en ella!
Un Domingo, durante uno de mis predicas de sanidad, una mujer en nuestra
iglesia estaba ocupada mandando mensajes de texto a su amiga que estaba
en casa. El mensaje contenía puntos y Escrituras de la prédica. Ella también
le dijo a su amiga que solo crea y confiese, “Por las llagas de Jesús, ¡Soy
sanada!” Verás, su amiga tenía cáncer. Bueno, la amiga leyó los mensajes y
confesó que por las llagas de Jesús, ella era sanada. Cuando ella fue al
doctor esa misma semana, ¡Él no pudo encontrar ni un solo rastro de cáncer!
Yo creo que ella fue sanada el mismo día que creyó que por las llagas de
Jesús, ella era sanada.
Mi deseo es que cada persona enferma pueda recibir la manifestación de Su
sanidad ¡En un solo día! Pero no siempre es tan rápidamente. No puedo
decirte cuanto tiempo tendrás que confesar “Por las llagas de Jesús, soy
sanado” hasta que la manifestación de tu sanidad ocurra. Pero una cosa es
verdad: Esta confesión es la Palabra de Dios, y la Palabra de Dios nunca
regresa vacía. Si tienes que confesarla por un mes, entonces confiésala por
un mes, sabiendo que Jesús tiene la fe para tu milagro. Solo hazlo hasta que
tu sanidad sea manifestada. Hebreos 10:35-36 dice: “Por lo tanto, no
desechen la firme confianza que tienen en el Señor. ¡Tengan presente la gran
recompensa que les traerá! Perseverar con paciencia es lo que necesitan
ahora para seguir haciendo la voluntad de Dios. Entonces recibirán todo lo
que él ha prometido.” Y mientras confieses la Palabra de Dios, simplemente
descansa en SU fe, no la tuya. ¡Simplemente cree que Él tiene la fe para tu
milagro!
Capítulo 7
EL ESCUDO DE LA FE
16
“Cúbranse con el casco de la salvación.”
Efesios 6:16 (R.V.C)
La Biblia dice que tienes que usar un casco para proteger tu mente y
proteger tus pensamientos. Si te encuentras en problemas en este momento,
sin importar cuales sean, puedes cubrir tu cabeza con el casco de la
esperanza de salvación. Recuerda, la salvación es más que simplemente
haber sido salvado del infierno. La salvación incluye sanidad, prosperidad y
bienestar. Y tu tienes una confiada expectativa de que buenas cosas vienen
hacia ti, que Dios te ve a través de este periodo de prueba que estás
experimentando. Es solo temporal, ese es el por qué tienes una confiada
expectativa de que cosas buenas vienen.
Podrías refutar diciendo, ¿No es eso fe? No, la fe habla del ahora. La fe es
creer que exactamente ahora, tienes a respuesta a tu necesidad en Cristo
aún cuando no lo ves todavía. La esperanza habla del futuro. La esperanza
es una confiada expectativa de que cosas buenas vienen. Es por eso, que la
Biblia llama a la gloriosa aparición de Jesús, la “bendita esperanza” (Tito
2:13) Tenemos la certeza que ocurrirá, pero eso será en el futuro. La fe es en
el ahora.
Permanece Seguro De Tu Salvación.
Tú debes estar seguro de tu salvación. Existen muchos conceptos
equivocados acerca de la salvación. Así que permíteme decirte algunas
verdades sobre la salvación. Jesús no vino al mundo para hacer a las malas
personas buenas, Jesús vino para hacer que las personas muertas vivan.
Todos estábamos muertos en nuestros pecados, pero Dios nos amó tanto
que no quiso tratar con nosotros como a nosotros mismos. Así que envió a
Su Hijo a morir en la cruz. El te tomó con todos tus pecados y te colocó en
Cristo. Para que ahora, cuando Dios te mire, ¡Él te vea en toda la belleza,
toda la gloria, toda la grandeza moral y toda la excelencia de nuestro Señor
Jesucristo!
1 Juan 4:17 (RV60) dice que: “Así como Él es [tiempo presente], entonces así
somos en este mundo.” Así es como podemos tener valentía en el día del
juicio. A partir de ahora, debemos siempre mirarnos en Cristo. Hemos
encontrado un nuevo centro. Ya no estamos más en nosotros mismos. No
estamos limitados a nuestros propios recursos. Estamos en Cristo. Y en
Cristo, tenemos una nueva identidad.
Ahora, me gustaría que entendieras esto: Cuando Jesús murió en la cruz, no
solo murió por nuestros pecados, ¡Él murió como (en representación de)
nosotros! Cuando fue enterrado, él fue enterrado por nosotros y como (en
representación de) en nosotros. Cuando Dios el Padre levantó a Jesús de la
muerte, para nunca más volver a morir, Él también fue levantado como (en
representación de) nosotros. Esta es nuestra nueva identidad. De la misma
manera que como alguna vez fuimos identificados con el viejo Adán, ahora
somos identificados con el nuevo Adán, el segundo Hombre.
El Padre levantó a Jesús muy por encima de Satanás, mucho más alto que
todos los principados, mucho más alto que todo poder, poderío y dominio,
muy por encima de todo nombre que es llamado en este mundo y en el
mundo por venir. Él está por encima de todos. Y cuando el Padre lo hizo
sentar a Su diestra, el centro de todo el universo, ¿Dónde es que nosotros
entramos? Bueno, ¡nosotros estamos sentados con Él! Con Él somos
coronados con gloria y honor, ¡Muy por encima de Satanás y cada nombre
sea nombrado!
Y eso es lo que el diablo no quiere que tu conozcas sobre tu salvación. Él
quiere que pienses de ti mismo como algo separado de Cristo. Él quiere que
pienses que estas solo por tu cuenta. Él quiere que creas que cuando haces
bien, entonces estas en Cristo, pero cuando haces algo malo, eres separado
de Cristo. Amigo mío, ¡La verdad es que estás en cristo por siempre! El
conocimiento te da el poder para hacer el bien.
Las buena nueva es que una vez que estás en Cristo, nada puede separarte
de Él y de Su amor. Romanos 8:35 dice, “¿Qué podrá separarnos del amor
de Cristo? ¿Tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro,
espada?” ¡Estamos en Cristo por siempre!
Esto es tan importante en la guerra espiritual. Cuando Irene vio que sus dos
amigas estaban conversando, ella pensó que estaban conspirando en su
contra. Bueno, Irene no tenía su casco puesto. En el momento en que ella
vio a sus amigas conversando, ella esperó lo peor. Si ella hubiera estado
usando su casco, ella hubiera tenido la confiada expectativa de cosas
buenas. Este es el uso por el cual fue diseñado el casco para nosotros –el
hacernos capaces de esperar lo mejor, de esperar que cosas buenas pasen.
Y solo puedes hacerlo si estas tomando tiempo en la Palabra de Dios. Solo
puedes tener una constante expectativa de que cosas buenas ocurrirán si
estás consiente de la Palabra de Dios más que de otras cosas.
¿Te has dado cuento que cuando esperas cosas malas, cosas malas
ocurren? Lo opuesto también es verdad: Espera buenas cosas y buenas
cosas ocurrirán. Desafortunadamente, es parte de la naturaleza humana
tender hacia malas noticias. Esto significa que la mayoría de las personas
tienen sus cabezas desnudas y expuestas. Ellos no tienen la necesidad de
ponerse sus cascos. Cuando el teléfono suena en la madrugada, si las
personas fueran honestas, te dirían que su primera reacción es pensar
dentro de sí, “¡Oh no! ¡Alguien está llamando con malas noticias!” Pero si
tienes puesto el casco de la esperanza de salvación todo el tiempo, cuando
el teléfono suena en la madrugada, dirías, “¡Me pregunto quién me llama
para darme buenas noticias a esta hora de la noche!”. Algunos de ustedes
podrían estar en desacuerdo conmigo diciendo, “Pastor Prince, uno nunca
sabe que esperar.” Bueno, en vez de esperar que cosas malas ocurran,
puedes esperar que cosas buenas te ocurran. Después de todo, ¡eres el hijo
del Dios Viviente! ¡Dios te ama! ¡Existe un Salvador vigilándote! Existen más
ángeles trabajando a tu favor que demonios trabajando en tu contra. Mayor
es el que está en ti que el que está en el mundo. (1 Juan 4:4) ¡Tienes todas
las razones para ganar! ¡Tienes todas las razones de esperar que cosas
buenas te ocurran!
Capítulo 8
LA ESPADA DEL ESPÍRITU
17
“… y tomen la espada del Espíritu, la cual es la palabra de Dios.”
Efesios 6:17
Así que la espada del Espíritu es nuestra arma ofensiva. El escritor de este
pasaje de la armadura de Dios, el apóstol Pablo, muestra muchas ideas
modernas. Una de ellas se encuentra en Hebreos 4:12 “Porque la palabra de
Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra
hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón.” Los cristianos constantemente
dicen que la palabra de Dios es una espada de doble filo. La verdad es que
la biblia dice que es más cortante que cualquier espada de doble filo.
Ahora, ¿Qué es lo que hace una espada de doble filo? Bueno, puede cortar
por los dos lados porque tiene afilados las dos hojas de la espada. Pero
regresando a la época de Pablo, no existía nada más afilado en el mundo
natural que una espada de doble filo. Sin embargo, hoy, existe algo más
afilado que la espada de doble filo. Se llama láser. El láser corta lo que sea y
por cualquiera de sus lados, en cualquier dirección.
En el reino espiritual, la Biblia –La Palabra de Dios – es más cortante que
toda espada de doble filo. La Biblia es en el mundo espiritual lo que el laser
es en el mundo natural. Es un arma precisa y extremadamente poderosa. ¡La
espada de la Palabra de Dios puede cortar al diablo en pedazos!
Ahora, cuando sales del funeral, te encuentras solo y justo ahí, el diablo te
lanza un pensamiento: “Tú sabes, ella era una cristiana muy espiritual, una
gran cristiana, una maravillosa cristiana…” Él te lanza otro dardo de fuego:
“Si esto pudo pasarle a ella, puede pasarte a ti”. Ahora, el temor comienza a
penetrar lentamente en ti. ¿Qué debes de hacer? Debes decir: “Escrito está,
‘Aunque caigan mil a tu lado,
aunque mueran diez mil a tu alrededor,
esos
males no te tocarán.’ ” (Salmos 91:7) ¡Contrarresta los planes del diablo con
la espada de la Palabra de Dios!
Así que anda, y haz tu tarea. La Biblia está llena de escrituras poderosas.
Encuentra escrituras que te hablen a ti y escríbelas en un cuaderno, o en
tarjetas de 7.5cm x 12.5cm. Memoriza las escrituras, y háblalas en voz alta.
Yo busco escrituras que me hablen y las escribo en tarjetas de 7.5cm x
12.5cm, y ¡Las llevo conmigo a todas partes que voy!
Capítulo 9
LA ORACIÓN
“Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu.”
Efesios 6:18 VRV60
En Marcos 11, vemos que Jesús vio un árbol de higos que no producía
frutos y la maldijo. Ahora, el efecto de la maldición no fue obvia
inmediatamente. El árbol no se secó instantáneamente. La Biblia registra que
no fue hasta el siguiente día que la higuera se marchitó como resultado de la
maldición. Bueno, sea lo que haya ocurrido nos revelará lo que podemos
hacer en el periodo entre orar y ver la manifestación.
Mira Marcos 11:12-14,
12
A la mañana siguiente, cuando salían de Betania, Jesús tuvo
hambre. 13 Vio que, a cierta distancia, había una higuera frondosa,
así que se acercó para ver si encontraba higos; pero sólo tenía
hojas porque aún no había comenzado la temporada de los higos.
14
Entonces Jesús dijo al árbol: «¡Que nadie jamás vuelva a comer tu
fruto!». Y los discípulos lo oyeron.
22
Aun durante este tiempo de dificultades, el rey Acaz siguió
rechazando al SEÑOR. 23 Ofreció sacrificios a los dioses de Damasco
que lo habían vencido, porque dijo: «Puesto que estos dioses
ayudaron a los reyes de Aram, me ayudarán a mí también si les
ofrezco sacrificios»; pero en lugar de ayudarlo, lo llevaron a la ruina
a él y a todo Judá.
24
El rey tomó varios objetos del templo de Dios y los hizo pedazos.
Cerró las puertas del templo del SEÑOR para que allí nadie pudiera
adorar y levantó altares a dioses paganos en cada esquina de
Jerusalén.
14
Nuestros tribunales se oponen a los justos,
y no se encuentra justicia por ninguna parte.
La verdad tropieza por las calles
y la honradez ha sido declarada ilegal.
15
Sí, la verdad ha desaparecido
y se ataca a todo el que abandona la maldad.
Cada pieza de la armadura que Pablo nos anima a usar fue la misma que
Dios usó para hacer venganza contra sus adversarios, para hacer justicia y
proteger a los justos. En otras palabras, cuando te pones la armadura de
Dios, el Señor le hará pagar al diablo por cada cosa que te ha hecho. Así que
la próxima vez, ¡el diablo pensará dos veces antes de venir a atacarte!
Amigo mío, permite a la verdad de Dios iluminar en cada área de tu vida y la
oscuridad desaparecerá. Camina en el regalo de la justicia y como Pablo dijo
en Romanos 5:17, reinarás en esta vida. Descansa seguro y completamente
confiado en su Salvación, teniendo una confianza segura de que cosas
buenas vienen. Protégete con el escudo, que es la fe en Su fe que nunca
falla. Ponte de acuerdo con la Palabra de Dios al hablarla. Y ora en lenguas
todo el tiempo con perseverancia.
Habrán tiempos en que ¡orarás en lenguas y sentirás el poder de Dios! Pero
habrán momentos en que no sentirás nada. Habrán momentos en que no
sentirás ningún fluir. Y es en esos momentos en los que debes perseverar. El
diablo te dirá: “Nada está pasando. Te lo estás inventando todo. No son más
que meras tonterías.” ¡Pero persevera y tus lenguas fluirán en poder!
Dios nos ha dado Su armadura para hacernos fuertes en Él y en las fuerzas
de Su poder. ¡Así que vístete con la armadura hoy!