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GUERRA ESPIRITUAL

Joseph Prince

Contenido
1. Parados con la armadura de Dios
2. Guerra espiritual mitos y verdad
3. El cinturón de la verdad
4. La coraza de justicia
5. El evangelio de la paz

6. El escudo de la fe
7. El yelmo (casco) de la salvación
8. La espada del Espíritu
9. Oración
Capítulo 1

Parados con la armadura de Dios

“Pónganse toda la armadura de Dios para poder mantenerse firmes contra todas las
estrategias del diablo.”

Efesios 6:11

El Diablo ataca la imagen de Dios

La guerra espiritual es una parte vital de nuestro caminar con Dios. Hay una guerra
invisible sucediendo alrededor nuestro. Tú no puedes verla en lo físico pero es real.
Desde el momento que naces, automáticamente tienes un archienemigo dedicado a
tu destrucción. Su nombre es Satán. Él es el enemigo de cada hombre, mujer y
niño. Sea que seas un cristiano o no, él te odia porque cuando Dios te hizo; Dios te
hizo a Su propia imagen.

Algunas veces, ves cosas que te suceden fuera de lo ordinario. Cuando notas que
éstas cosas están sucediendo regularmente y que has tratado, sin éxito, de lidiar
con ellas en lo natural, no se necesita a un científico de la NASA para saber que
estás siendo atacado espiritualmente. El enemigo es un poco como una mujer que
ha sido rechazada por su enamorado. Ella conserva su fotografía y en cuaquier
momento que mira la foto; ella se vuelve un poco sicópata. Comienza atacar la
fotografía, a insultarla y a maldecirla. ¡Rasguños y huecos aparecerán pronto en la
fotografía! Si ella no puede atacar a su enamorado de frente, ella sí va a atacar a su
fotografía.

La Biblia no nos enseña cómo lidiar con nuestros problemas, nos enseña cómo
¡caminar en victoria siempre!

El diablo hace lo mismo que la mujer rechazada. Él no puede llegar a Dios porque
Dios es demasiado poderoso para él, por lo tanto, va tras la imagen de Dios – tú y
yo. Pero la diferencia es ésta: Cuando hay un ataque del diablo, si eres cristiano, la
Palabra de Dios te dice cómo pararte victorioso en la victoria que tienes en Cristo.
Por otro lado, si no eres un creyente, estás bajo el dominio del diablo y él puede
molestarte en cualquier momento.

No sólo pelees, camina en victoria

Las buenas noticias hoy día son que la Biblia no nos enseña cómo lidiar con
nuestros problemas, nos enseña cómo ¡siempre caminar en victoria! El mundo nos
enseña cómo lidiar. Hay seminarios que nos enseñan cómo lidiar con la depresión,
la enfermedad y las relaciones rotas. Pero Dios quiere que nosotros venzamos. Su
Palabra nos muestra cómo experimentar la victoria sobre éstas cosas. Esa es la
diferencia entre lo que Dios quiere para nosotros y lo que diablo quiere hacer con
nosotros.

Otra diferencia es ésta: Una vez que crees en Cristo, tienes todo en Cristo. ¡Todo!
La Biblia dice en Efesios 1:3 - “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales
en Cristo” Nota que la frase citada usa una acción pasada – ¡¡¡Él nos ha bendecido
– con todo!!!

El mundo piensa que lo tiene todo. Las personas que no creen en Dios, algunas
veces puede presumir que lo tiene todo. Ellos dicen: “Yo tengo dinero. Tengo
mucho dinero. Mira mi casa. Mira mi carro. Mira mis cuentas en el banco.”

En Génesis 33:9 (NVI), Esaú le dijo a su hermano gemelo Jacob que ya tenía más
que suficiente:
9
Hermano mío —repuso Esaú—, ya tengo más que suficiente. Quédate con lo
que te pertenece.

Recuerda que Jacob había engañado a Esaú para obtener la bendición de su


primogenitura de parte su padre Isaac. Esaú se enojó mucho y llegó a odiar a
Jacob. Jacob huyó y así los hermanos ser separaron por muchos años. Un día,
ellos se encontraron de nuevo. Jacob aun tenía miedo de Esaú por lo que le había
hecho años atrás. Pero Jacob no sabía que Dios había enternecido el corazón de
Esaú. Entonces, Jacob envió regalos a Esaú para calmarlo.

Génesis 33:10-11 dice:


10
—No, por favor —insistió Jacob—; si me he ganado tu confianza, acepta este
presente que te ofrezco. Ya que me has recibido tan bien, ¡ver tu rostro es
como ver a Dios mismo! 11 Acéptame el regalo que te he traído. Dios ha sido
muy bueno conmigo, y tengo todo lo que necesito. Fue tanta la insistencia de
Jacob que, finalmente, Esaú aceptó.

Mientras Jesús tenía más que suficiente, ¡Jacob tenía todo lo que necesitaba! El
mundo puede presumir que tiene mucho. Tú sabes, es posible vivir en una casa
grande con muchos cuartos y no poder dormir bien en las noches en ninguno de
esos cuartos. Es posible tener todo el dinero que quieras, y aún así estar lleno de
depresión, preocupación y ansiedad. Pero tú, hija de Dios, tienes todo. En Cristo, tú
lo tienes todo. Tú tienes vida eterna. Tú tienes todas las promesas de Dios escritas
en la Biblia. Tú tienes al Espíritu Santo y tú puedes tener todo el fruto del Espíritu:
amor, gozo, paz, paciencia, bondad, benignidad, mansedumbre, fe y dominio
propio.
Tú te ves exactamente como Jesús cuando te pones Su armadura.
Pero hay otra diferencia importante entre tú, creyente, y los no creyentes: No sólo
tienes todo, sino que el diablo te pone extra atención porque tú estás hecha a la
imagen de Dios. Mi amiga, ¡bienvenida a la guerra espiritual!

Vístete con la Armadura de Dios

Entonces, ¿cómo nos paramos contra el enemigo? ¿Qué instrucciones nos ha dado
Dios para ayudarnos a pararnos en la victoria que ya tenemos en Cristo? ¡La
respuesta descansa en la armadura de Dios! Pero ¿cuál es la armadura de Dios?

Veamos en Efesios 6:10-18:


10
Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. 11 Pónganse toda la
armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. 12
Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes,
contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas,
contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. 13 Por lo tanto,
pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo
puedan resistir hasta el fin con firmeza. 14 Manténganse firmes, ceñidos con el
cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia, 15 y calzados con la
disposición de proclamar el evangelio de la paz. 16 Además de todo esto,
tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas
encendidas del maligno. 17Tomen el casco de la salvación y la espada del
Espíritu, que es la Palabra de Dios. 18 Oren en el Espíritu en todo momento, con
peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los
santos.
Miren el verso 13: ”Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que
cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza.” La Biblia nos dice
que nos pongamos la armadura de Dios. Dios nos dice que nos pongamos Su
armadura. Dios tiene una armadura. Es la que Jesús vistió cuando Él caminó en la
tierra. El dejó su armadura para nosotras, cuando Él volvió al cielo.
Entonces, hoy, tenemos la armadura de Dios. Y cuando nos ponemos Su armadura,
el diablo no sabe quién está dentro de la armadura. ¡Todo lo que él sabe es que es
la armadura que lo derrotó hace 2000 años! Tú y yo nos vemos exactamente como
Jesús cuando nos ponemos Su armadura. Tú puedes sentirte como una debilucha,
pero cuando estás dentro de la armadura, el diablo te mira fuerte.

Es como estar en el traje de Batman. En las películas de Batman, los directores


trabajan con diferentes actores haciendo el papel de Batman. Uno de ellos fue
Michael Keaton. Ahora, ¿cuántas de uds. saben que Michael Keaton no es tan
grande como se veía en la película? Pero cuando él se ponía el traje de Batman, él
se veía grande, musculoso e indestructible. Cualquiera podría verse grandioso en
ese traje. Entonces, a pesar que Michael Keaton no es tan grande, con el traje de
Batman, se verá increíble.

De igual manera, cuando tú estás con la armadura de Dios puesta, el diablo no


conoce tu debilidad y él no ve los miedos que puedas tener. En esa armadura, ¡el
diablo simplemente te ve como Jesús!

Algunas de uds podrían estar familiarizadas con una enseñanza que se dio en la
iglesia hace algunos años atrás, en la cual los cristianos eran instados a “hacer
click” a la armadura de Dios cuando se despertaban cada mañana. Entonces cada
vez que te despiertes en la mañana, “haz click” en tu cinturón de la verdad, luego
“haz click” en tu coraza de justicia, luego en tus pies calzados con el evangelio de la
paz, etc. Recuerdo hacer esto por un momento. ¡Solía sentirme como Batman
poniéndome su traje y sus accesorios!

El problema con esta enseñanza es que puedes quedar atrapado en la disciplina de


cada mañana, ponerte todas estas piezas de la armadura y olvidar lo que realmente
significa cada una de ellas. Si lees el pasaje de Efesios 6 cuidadosamente, verás
que cada pieza de la armadura tiene un significado y propósito específico. Sin
embargo, en lugar de enfocarme en la enseñanza detrás de cada pieza, me estaba
enfocando simplemente en el proceso de “hacer click” a cada pieza cada día.
¡”Hacía click” a las piezas todos los días! Incluso me sentía desnuda cuando no lo
hacía. ¡Y al mismo tiempo, me estaba perdiendo del verdadero punto de la
armadura de Dios!

La armadura de Dios tiene siete piezas

¿Sabías que existen siete piezas en la armadura de Dios? Se ha dicho que sólo hay
seis piezas. Pero seis es el número del hombre. Dios hizo al hombre el sexto día.
Goliat medía seis pies más un palmo de altura, el hierro de su lanza pesaba
seiscientos siclos y tenía una armadura de seis piezas. Por otro lado, siete es el
número de la perfección y integridad. Dios hizo al mundo en seis días y al séptimo
día, descansó.

Ahora, para ser precisos, la armadura tiene cinco más dos piezas. Las primeras
cinco piezas son defensivas. El cinturón es defensivo – sostiene las otras piezas en
su lugar. El casco es defensive – protege tu cabeza. Los zapatos protegen tus pies
y el escudo protege tu cuerpo entero. Pero las dos últmas piezas – la espada del
Espíritu y la oración en el Espíritu – son ofensivas
Antes de ver cada pieza de la armadura en detalle, vamos a descubrir más acerca
de los mitos y verdades de la guerra espiritual.
Capítulo 2
MITOS Y VERDADES DE LA GUERRA ESPIRITUAL
“Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra
gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas
poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los
lugares celestiales.”
Efesios 6:12

La Verdad Sobre el Padre de las Mentiras.


Muchas cosas han sido escritas sobre la guerra espiritual. Algunas son
mitos, algunas son verdades. Démosle una mirada a algunas de ellas para
que así sepamos como pararnos victoriosamente.
Lo primero y más importante, conocer que existe un diablo. ¡Existen algunos
cristianos que no creen que el diablo es real! Ellos no creen que él existe.
Algunas personas tratan de decirnos que el diablo no es real diciendo, “Oh,
esas son solo imágenes poéticas de la Biblia.”
Pero al otro extremo, ¡existen cristianos que creen que el diablo puede hacer
cualquier clase de cosas! Ellos creen tanto en el diablo que piensan que él
está activo en sus vidas todo el tiempo.
Permíteme decirte la verdad. El diablo no tienen los mismos atributos de
Dios. Dios es omnisciente, lo conoce y sabe todo. El diablo no. Él incluso no
sabía que Jesús ganaría la victoria en la cruz. De hecho, él fue quien planeó
poner a Jesús en la cruz. Si Satanás pudiera saber que la cruz deletrearía su
derrota, ¡no hubiera crucificado al Señor de Gloria! (1 Corintios 2:8)
Así que el diablo no lo sabe todo. Y no puede leer tu mente. Él no puede
saber qué estás pensando hasta que abras tu boca. Si tienes miedo, él no lo
sabe hasta que abres tu boca y lo confiesas. ¡Él solo puede saber que está
en tu mente y en tu corazón a través de lo que sale de tu boca! ¡Vigila tus
confesiones!
Segundo, a diferencia de Dios, el diablo no es omnipotente. Él no es todo
poderoso. ¿Sabías que el diablo no quiere que leas este libro? Él odia
cuando escuchas la Palabra de Dios porque la Palabra te recuerda a ti y le
recuerda a él su derrota! ¿Él puede detener que leas este libro? Bueno, lo
estás leyendo en este momento, ¿o no? ¡Felicitaciones!
Si el diablo es todo poderoso como algunos cristianos lo hacen parecer,
entonces podría también hacerte detener de ir a la iglesia. De hecho, él
podría haber detenido que recibieras a Cristo. Pero la verdad de que seas
salvo muestra que él no es todo poderoso. Ahora, si él es realmente todo
poderoso ¿No te hubiera matado hace tiempo?
No, el diablo no es omnipotente. 1 Pedro 5:8 doce. “¡Estén alerta! Cuídense
de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león rugiente,
buscando a quién devorar.” Nota que dice “buscando a quién devorar”. Esto
nos dice que él no puede simplemente devorar a quién él quiera –él no es
todo poderoso.
La Biblia también lo llama mentiroso. (Juan 8:44) Piensa sobre esto: ¿Por
qué el diablo necesita mentir si él tiene todo el poder de hacer lo que quiera
con nosotros? Las personas mienten cuando no tienen el poder de hacer
que las cosas ocurran. Las personas que no tienen el poder tienen que
mentir o dar la impresión de que tienen el poder. Amigo mío, Cristo a
derrotado al diablo y lo ha desarmado. (Colosenses 2:15) Él único “poder” o
arma que él tiene en tu contra son sus mentiras.
Tercero, el diablo no es omnipresente o está en todas partes todo el tiempo.
Sólo Dios es omnipresente. Podrías decirme, “Bueno, Pastor Prince, anoche
tuve un terrible ataque de parte de Satanás en mi hogar.” Amigo,
probablemente no era Satanás. No te halagues tanto. Satanás
probablemente estuvo anoche fastidiando a alguien como Billy Graham.
Cuando Jesús estuvo en la tierra, fue Satanás mismo quien personalmente
se ocupó de Él. ¿Por qué? Porque tú y yo sabemos que no podemos confiar
completamente en nuestros subordinados para las tareas más importantes.
Es por eso que te dijo que probablemente no fue Satanás quién te atacó
anoche, sino uno de sus malvados espíritus subalternos (o juniors). Él no
puede estar en todas partes todo el tiempo, atacando a todo aquel que
quiera.
Dios no necesita que tu derrotes
al diablo porque Jesús ya lo derrotó.
Es importante el darnos cuenta que Dios nos ha dado recursos para hacer
cumplir la derrota del diablo. Satanás, tuvo alguna vez, una medida de
poder, pero todo el poder que tuvo se le fue despojado en la cruz.
Colosenses 2:15 dice; “De esa manera, desarmó a los gobernantes y a las
autoridades espirituales. Los avergonzó públicamente con su victoria sobre
ellos en la cruz.” ¿Quién destruyó el poder del diablo? ¡Jesús lo hizo! ¿Quién
le quitó los colmillos al diablo? ¡Jesús lo hizo! 1 Pedro 5:8 “¡Estén alerta!
Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un
león rugiente, buscando a quién devorar.” Pero no olvides que ¡él ya no tiene
más dientes! Es por eso que ruge –para asustarte. Algunos cristianos están
tan llenos de miedo que permiten al diablo ¡los muerda con sus ensillas
hasta morir!

La Estrategia Correcta Te Deja De Pie.


La manera en como enfocas la guerra espiritual es muy importante. Si entras
tratando de ganar una batalla que ya ha sido ganada por Cristo, entonces es
una forma de auto justificación. Así que tu estrategia debe ser la de pararte
en la victoria que Cristo ya ha ganado para ti.
Existen algunos cristianos que están tratando de derrotar al diablo. Ellos
piensan dentro de si, “Bueno, tú sabes, Dios me ha entregado al diablo para
derrotarlo”. Amigo mío, esto es una forma de orgullo. Dios no te necesita
para derrotar al diablo porque él ya ha sido derrotado. ¿Quién lo derrotó?
¡Jesús lo hizo! Y Él te ha dado la victoria. Tu parte simplemente es creer y
pararte en la victoria.
Es por ese motivo que encuentras la palabra “parado - estar de pie” cuatro
veces repetida en el pasaje de Efesios 6 verso 11 que dice, “…parados
contra las artimañas del diablo.” (traducción literal del libro). El verso 13 dice, “…para
poder resistir al enemigo en el tiempo del mal. Así, después de la batalla,
todavía seguirán de pie, firmes.” Y el verso 14 dice, “Estad, pues,
firmes…”(V.R.V.60) Cuatro veces en este pasaje, el Espíritu Santo nos dice
“estar de pie”. Tenemos que pararnos, pararnos, pararnos y… pararnos!
Entonces cuando tomes parte en una guerra espiritual del lado de Dios,
serás dejado de pie.
¿Qué significa realmente “estar de pie”? ¿Alguna vez has visto los clásicos
duelos en las películas de cowboys? Conoces la típica escena: dos tipos
parados solos. Luego, en la calle principal del pueblo, ellos caminan
lentamente alejándose uno del otro. De repente, ambos sacan sus pistolas,
se voltean y ¡bang! Por un segundo, nadie sabe quién ha disparado.
Entonces, uno de los dos cae a la tierra y el otro tipo queda parado. El tipo
parado es el ganador. Amigo mío, si tu enfrentas una guerra espiritual del
lado de Dios, ¡entonces serás uno de los que se quedan de pie!
Es lo mismo en las películas japonesas de samuráis. Dos tipos cara a cara
con sus espadas. Ellos se acercan uno al otro y chocan sus espadas en un
duelo a muerte. De repente, ves a uno de los tipos clavar su espada en el
otro, pero no sabes con seguridad quién le clavó la espada a quién porque la
película es muy rápida. Uno de los tipos está mirando hacia un lado y el otro
está mirando al lado opuesto. Ellos se quedan parados por un tiempo y
mientras tanto, tú no sabes quién ha ganado. ¿Es el tipo bueno o el tipo
malo? De repente, el tipo malo sonría como si hubiera ganado. Pero luego
ves sangre correr por el lado de su boca. Él cae al piso. Él ha perdido el
duelo. ¡El tipo bueno ha vencido otra vez!
La táctica número uno de Satanás es hacerte pensar que
no tienes lo que ya te pertenece.
El punto es que la persona que se queda de pie siempre es la vencedora.
Dios desea que seas uno de los que se quedan de pie. Él menciona la
palabra “de pie” cuatro veces en Efesios 6:11-14. Ahora, estar de pie
significa que no tienes que pelear. Así que no peleas, estás de pie. Estar de
pie significa que ya has ganado. La victoria ya es tuya. ¿Quién te ha dado la
victoria? ¡Jesús lo hizo!

Poner En Evidencia Al Diablo.


La Biblia dice en Efesios 1:3 que ya tenemos todo en Cristo - “Toda la
alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha
bendecido con toda clase de bendiciones espirituales en los lugares
celestiales, porque estamos unidos a Cristo.” Así que la táctica número uno
de Satanás es hacerte pensar que no tienes lo que ya te pertenece. Declara
que estás creyendo en Dios para bendiciones financieras en tu vida.
Necesitas pagar las cuotas de tu carro y de tu casa. Miras tu saldo
disponible en tu cuenta del banco y dices, “es patético”. Él diablo viene y te
ataca diciendo, “Si es patético. No tienes dinero para nada. De hecho, no
tienes esto, tampoco tienes esto otro…”
¿Cuál debería ser tu respuesta? Debes ponerlo en evidencia. Entonces
dices, “No estoy tratando de ser rico. Soy rico. ¡En Cristo, soy rico! ¡En
Cristo, lo tengo todo!” Recuérdate las promesas de Dios que se encuentran
en Filipenses 4:19 – “Y este mismo Dios quien me cuida suplirá todo lo que
necesiten, de las gloriosas riquezas que nos ha dado por medio de Cristo
Jesús.” No importa que tus finanzas hayan sido recortadas. ¿Por qué?
Porque Dios es quién suple. Y lo hace de acuerdo a sus riquezas en gloria,
no de acuerdo al estado de la economía. Así que Él te suplirá con un mejor
trabajo y una mejor paga. Ningún hombre en la tierra es tu fuente de
recursos. Los hombres solo te harán más pobre. No, Dios es tu fuente de
provisión y Él suplirá de acuerdo a sus riquezas en gloria.
Amigo mío, realmente no importa cuanto tengas en el banco. Eres rico
porque estás en Cristo. Y si necesitas liberarte de deudas, encontrarás que
la provisión estará ahí si crees que eres rico en Cristo. Es el mismo principio
con la sanidad. el diablo tratará de atacarte con síntomas en tu cuerpo. Él
tratará de poner dolor en tu cuerpo o te hará sentir terrible en algunas áreas
de tu cuerpo.
El tratará de hacerte sentir débil y hacerte pensar que te estás enfermando.
Su objetivo es el hacerte creer que no tienes tu sanidad. ¿Cuál debería ser tu
respuesta? Una vez más, tienes que poner en evidencia su plan una y otra
vez. Debes decirle, “¡No! No estoy tratando de ser sanada, yo soy sanada!
Yo ya estoy parado en la victoria que Jesús me dio. ¡Yo tengo sanidad! ¡Y tú
no la estás quitando!

No Pelees Por La Victoria, Pelea Desde La Victoria.


Es un mundo de diferencia cuando entras a una guerra espiritual con el
conocimiento que ya se te ha dado la victoria. Esa es la manera en como
Dios desea que “pelees”. No estás peleando por la victoria. Tú estás
peleando desde la victoria. Si piensas que no eres sanada y dices, “Debo
persuadir a Dios para que me sane. ¡Oh, Dios, por favor sáname!” entones
caerás de tu tierra firme. Te colocas justo en las manos de Satanás. Él desea
que creas que no tienes lo que Dios ya te ha dado. Entonces lo que debes
de hacer es poner en evidencia su estrategia. Dile, “¡No, Diablo! ¡Yo tengo la
victoria!”
Ahora, él podría responderte diciendo, “Si la tuvieras, entonces como es que
tienes ese dolor y esa pena?” Bueno, entonces declara, “En Cristo la tengo,
diablo. Son solo temporales. Tus palabras son mentiras. No estoy tratando
de ser sanada. ¡Yo estoy sanada!” Has eso y encontrarás que esos síntomas
que estás experimentando se van en el maravilloso nombre de Jesús.
Pero si caes en su trampa y dices, “Bueno, creo que no soy sanada. Aún
siento el dolor y aún me siento débil. ¡Oh, Dios, por favor sáname!” entonces
simplemente abandonaste tu tierra firme. ¿Por qué? Porque ahora estás
peleando por la victoria, en vez de pelear desde la victoria. Existe una gran
diferencia entre estas dos posiciones.

El Maestro De La Decepción.
Efesios 6:11 dice, “Pónganse toda la armadura de Dios para poder
mantenerse firmes contra todas las estrategias del diablo.” ¿Cuáles son las
estrategias del diablo? Son las mentiras y la decepción. Recuerda, Jesús lo
ha despojado de su poder, entonces él tiene que buscar recursos para
derrotarte. Él te hace pensar que no tienes aquello que Dios ya te ha dado,
cuando realmente lo tienes todo porque Él ya te lo dio en Cristo. Y debido a
que el diablo no tiene poder, él te engañará usando tu propio poder en tu
contra. Satanás es el maestro del engaño, el padre de la mentira. (Juan 8:44)
Dios les dio a Adán y Eva todo en el Jardín del Edén. Aún así, el diablo les
apuntó al único árbol del que Dios había dicho que no comieran. Los hizo
sentir como si estuvieran perdiéndose de algo.
Hombre, tú puedes casarte con una de las mejores mujeres de la ciudad, y
aún así el diablo te hará pensar que no tienes todo lo que necesitas. Puede
que estés viviendo en un hermoso hogar, y aún así el diablo puede engañarte
haciéndote pensar que necesitas un mejor hogar. Él siempre hace que
pienses que no tienes lo suficiente o que no tienes aquello que Dios ya te ha
dado. Es por eso que el diablo es el padre de las mentiras.

No Creas Las Mentiras Del Diablo.


Permíteme contarte otra historia para ilustrar mi punto. Una tarde, un hombre
paseaba por un pequeño pueblo. Él caminó directo al líder del pueblo y le
dijo, “Yo tengo una piedra mágica que puede hacer todo perfecto. Por
ejemplo, si pones esta piedra mágica en tu comida, sabrá deliciosa.”
El Jefe estaba muy emocionado.
“¿En verdad?” preguntó.
“Claro”, respondió el hombre.
“Señor, ¿podría tener esta piedra?” preguntó el jefe.
“Te diré que hacer” respondió el hombre. “Normalmente, no le permito a
otras personas usar mi piedra, pero haré una excepción contigo. Pero debes
de prometerme que seguirás mis instrucciones”. El jefe accedió.
Así que el hombre le dijo al jefe que tenga listos algunos ingredientes.
Entonces, él dijo, “Toma esta carne de pollo y de conejo, y mézclala con las
papas, zanahorias y cebollas. Agrega estas especias y esas hierbas, y arroja
mi piedra en la olla. Finalmente, con fuego bajo muévelo por una hora.”
Cuando la comida estuvo lista, el jefe la probó. “¡Oh maravilla, esto está
delicioso!” dijo. La familia del Jefe y todo el pueblo comió la comida. Ellos
también invitaron al hombre a comer. Todos comieron hasta que estuvieron
llenos.
Cuando terminaron, el jefe le dijo al hombre, “Perdóneme señor, pero
¿podría quedarme con la piedra?”
“Con todo respeto”, respondió el hombre, “¿No fue suficiente que te dejara
usar mi piedra en tu comida? Y ahora ¿quieres que yo permita que te la
quedes?”
“Si, me gustaría comprártela” respondió el jefe.
“Bueno”, respondió el hombre, poniendo su brazo sobre el hombre, “Tú me
agradas, jefe, así que te la venderé”. El Jefe estaba más que emocionado y
le ofreció una gran suma de dinero por la piedra.
El hombre acababa de comer una increíble comida a expensas de la villa y
encima, ¡También se le ofreció dinero!
A la mañana siguiente, él tomó el dinero y se fue de la villa. Cerca del medio
día, él fue a otra villa, manchó otra piedra del camino, la recogió y entró a la
villa ¡buscando al jefe!
¿Cuántos de ustedes se dieron cuenta que este hombre simplemente era un
buen cocinero que recibía comida gratis, una cama para dormir y dinero
fácil, cada día? El diablo trata de hacer lo mismo contigo y conmigo. Aún
cuando todo ya se te ha entregado, él te hace pensar que aún necesitas algo
más.

¿Quién Es Tu Verdadero Enemigo?


Efesios 6:11 dice, “Pónganse toda la armadura de Dios para poder
mantenerse firmes contra todas las estrategias del diablo.” ¡El diablo es bien
astuto! El verso 12 agrega, “Pues no luchamos contra enemigos de carne y
hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible,
contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus
malignos de los lugares celestiales.”
No mires a las personas como el problema. Tu lucha no
es contra enemigos de carne y gueso.
Amigo mío, existe una jerarquía en los poderes de las tinieblas. Existe un
demonio que es el jefe y este tiene sus subalternos. Existe un demonio que
es un “jefe mafioso” y existen demonios “mafiosos”. Así es como es el reino
de las tinieblas. Si estás comenzando a sentirte un poco temeroso en este
momento, ¡No lo hagas! No necesitamos preocuparnos de estos poderes
oscuros porque Dios nos ha dado Su armadura para protegernos de sus
engaños y ataques. Nota que la primera parte en el verso 12 dice que “no
luchamos contra enemigos de carne y hueso”, sino contra poderes de las
tinieblas.
Si eres un creyente, necesitas levantarte y darte cuenta de esto. Tu lucha no
es contra tu jefe en el trabajo. Podrías decir, “Pastor Prince, mi jefe es el
problema. Por alguna razón, él me agarra de punto todo el tiempo. Yo hago
todo bien, doy la extra milla, trabajo tiempo extra y aún así no le gusto!”
Escucha, si ese es el caso, su disgusto hacia ti es probablemente
sobrenatural. Así que ¿Qué es lo que tienes que hacer? Para comenzar, no lo
odies. En vez de eso, amalo y perdónalo. Si vas a atacar a alguien, ataca al
diablo en el nombre de Jesús. Tu lucha no es contra hombres de carne y
hueso. No es contra tu jefe. Tu lucha es contra poderes de las oscuridades
detrás de él.
He visto parejas peleándose delante de mí. Ahora, puedes solo mirar a la
situación en lo natural y tratar de descubrir quién es el culpable. Pero esta es
mi respuesta: Yo digo, “¡En el nombre de Jesús, ato al espíritu que está
causando esta pelea!” y encuentro que después de un rato, la pareja para de
pelear y comienzan a amistarse. Comienzan a hablarse amablemente uno al
otro.
Unos años atrás, hubo un venenoso y difamatorio email siendo circulado.
Este era sobre mí y mi iglesia. El Señor me mostró que el diablo estaba
tratando de detener mi ministerio y la efectividad de la iglesia para impactar
más vidas.
Verás, nosotros estábamos realmente impactando muchas vidas por la
gracia de Dios. Así que pude ver que el diablo estaba tratando de
detenernos. Un día, supe la identidad de uno de los escritores de estos
mails. Pero mi corazón no se llenó de amargura en contra de esa persona
porque sabía que mi batalla no era contra seres humanos de carne y hueso,
sino contra los poderes de oscuridad detrás de esa persona.
No mires a las personas como el problema. El problema no es de carne y
hueso. En Daniel 10, Daniel estaba orando por algún tiempo y sus oraciones
aún no parecían tener resultados. De hecho, la respuesta a sus oraciones no
llegaron hasta después de 21 días. En Daniel 10:12-13, podemos ver que un
ángel apareció y le dijo a Daniel:
“12…«No tengas miedo, Daniel. Desde el primer día que comenzaste a
orar para recibir entendimiento y a humillarte delante de tu Dios, tu
petición fue escuchada en el cielo. He venido en respuesta a tu oración;
13
pero durante veintiún días el espíritu príncipe del reino de Persia me
impidió el paso. Entonces vino a ayudarme Miguel, uno de los
arcángeles, y lo dejé allí con el espíritu príncipe del reino de Persia.”
Desde el día uno, Dios había escuchado la oración de Daniel y había enviado
al ángel a Daniel para darle la respuesta. Pero el príncipe de Persia, un poder
en el aire sobre Persia, detuvo al ángel de ir hacia Daniel. Sabrás, fue solo a
comienzos del último siglo que los Ingleses comenzaron a llamar a Persia,
Irán. Existe un poder sobre Irán e Irak porque esas naciones fueron alguna
vez conocidas como la antigua Babilonia. El problema no era Saddam
Hussein. Puedes matar a Saddam Hussein, pero otro “Saddam Hussein”
simplemente se levantará con poder porque el poder real es una fuerza
demoniaca. Debemos entender que la respuesta está en la oración. Si los
cristianos ataran a los poderes de la oscuridad, este no tendría poder de
operar.
Amigo mío, existe una guerra espiritual ocurriendo y no tiene apariencia en el
reino físico. Nuestro enemigo real no es de carne y hueso, y él usa mentiras
como sus armas porque Cristo le ha despojado de sus poderes. Nosotros ya
estamos parados en la victoria debido a la obra terminada de Jesús. ¡Y
podemos permanecer en esta victoria y pararnos contra las artimañas de
Satanás porque tenemos la armadura de Dios!
Capítulo 3
EL CINTURÓN DE LA VERDAD
“Defiendan su posición, poniéndose el cinturón de la verdad...”
Efesios 6:14

La Verdad Sostiene Todas Las Cosas Juntas.


La verdad es tu cinturón y es la primera pieza de la armadura mencionada en
Efesios 6. A propósito, Pablo continuamente hace referencia a imágenes
romanas. Durante ese tiempo, los soldados romanos estaban por todas
partes. Si alguna vez tuviste la oportunidad de ver esas películas épicas
como Los Diez Mandamientos del director Cecil B DeMille, o Ben-Hur del
director William Wyler, es muy común que hayas visto en ellas a soldados
romanos con toda su armadura. Los soldados usaban corazas de color
bronce.
Recuerdo cuando vi Ben-Hur la primera vez. Yo pensaba que el comandante
romano Quintus Arrius, quien adoptó a Judah Ben-Hur como su hijo, se veía
magníficamente vestido cuando usaba su coraza y yelmo (casco). Pero
quedé impresionado cuando se quitó su coraza porque ¡Su enorme barriga
apareció de repente! Y wow, ¡Se veía bastante fuera de forma! Él nunca
debió quitársela. Mientras él vestía la coraza y el yelmo, se veía súper bien.
Ahora, ¿Por qué es tan importante tu cinturón? Para comenzar, tu cinturón
sostiene la funda de tu espada. Además ella puede sostener tus dagas más
pequeñas. Existe otro propósito muy importante para el cinturón –¡Es muy
complicado el poder pelear si tus pantalones se te están cayendo hasta las
rodillas! ¡Es muy complicado pelear con una mano sosteniendo tu pantalón y
con la otra sosteniendo tu espada! El enemigo con seguridad parará la pelea
y dirá, “Hey, ¿Vas a ajustarte la correa o no? ¡Es muy perturbador pelear con
un hombre que está perdiendo sus pantalones!”
Así que usa la verdad como tu cinturón. Si no tienes mucha verdad en tu
vida, no serás capaz de sostener toda junta la armadura de Dios. De la
misma manera que tu cinturón sostiene cada cosa en su lugar, la verdad
sostendrá las otra piezas de tu armadura juntas. Sin verdad, las otras piezas
de la armadura no estarían seguras.
La Verdad Desvanece Las Tinieblas.
Pero, ¿Por qué es la verdad la primera pieza de la armadura mencionada
aquí? Bueno, cuando te conviertes en cristiano, tu vida cambia. Esta cambia
porque recibiste la verdad. Tú fuiste liberado porque recibiste la verdad.
Jesús te ha hecho libre dándote la verdad. Él dijo, “Y conocerán la verdad, y
la verdad los hará libres.” (Juan 8:32)
Cuando yo fui un joven muchacho, solía jugar con rocas pequeñas. Las
levantaba para ver cuan fuerte era. Algunas veces, mientras levantaba la
roca de la tierra húmeda, descubría pequeñas hormigas blancas e incluso
algún escorpión escapando hacia cualquier dirección. Verás, las hormigas y
el escorpión aman la oscuridad que hay debajo de las rocas, y cuando la luz
penetra su oscuridad, ellas se asustan.
Es lo mismo en nuestras vidas. Si pudiera tomar rayos X espirituales de tu
cabeza, habrían áreas que ahora son brillantes debido a que la luz de la
Palabra de Dios ha entrado a esas áreas. Por ejemplo, hubo un tiempo en
que tenías temor de ser condenado en la presencia de Dios, pero ese temor
ya no existe porque la verdad de la gracia de Dios ha entrado y diseminado
ese temor.
Pero también deben de haber otras áreas que están en oscuridad. Ese es el
porque tienes temor y estas lleno de preocupaciones en esas áreas. Esas
áreas oscuras aún no han sido saturadas con la verdad de Dios. Todos
nosotros aún tenemos áreas oscuras en nuestras vidas. Ese es el por qué
oro esto casi todos los días: “Padre, revélame verdades que necesito
conocer para poder ser libre.” Yo oro esta oración porque aún tengo áreas
en cautiverio en mi vida. Pero alabo a Dios cada vez que miro mi vida
pasada, ahí existen áreas que ya han sido puestas en libertad. De hecho, el
diablo sería muy tonto de atacarme en esas áreas otra vez, porque ya he
recibido un montón de verdades en esas áreas específicamente.
A mayor cantidad de verdad recibas, mayor cantidad de
victorias verás manifestadas en tu vida.
¿Cómo puedes saber si alguna de las áreas de tu vida aún esta en
oscuridad? Bueno, cualquiera que sea el momento en que tienes temor o
preocupación en alguna área de tu vida, generalmente significa que la luz
aún no ha entrado completamente en esa área. Necesitas orar, “Dios, aquí
está el área en la que aún estoy en oscuridad. Revela tus verdades a mí en
está área. Muéstrame las verdades que necesito saber.” Amigo mío, la
verdad te hará libre.
¿Sabías que a los ojos de Dios, verdad y victoria son sinónimos? Permíteme
mostrarte evidencias bíblicas. Citando Isaías, Mateo dijo, “No aplastará la
caña más débil
 ni apagará una vela que titila.
 Al final, hará que la justicia salga
victoriosa.” (Mateo 12:20) Nota que la última parte dice “que la justicia salga
victoriosa”. La cita original en Isaías 42:3(R.V.C) en el Antiguo Testamento dice,
“No hará pedazos la caña quebrada, ni apagará la mecha humeante. Traerá la
justicia por medio de la verdad.” La cita original del Antiguo Testamento dice
“verdad”. Sin embargo, el Nuevo Testamento dice “victoria”. Lo que esto nos
dice es que la verdad y la victoria son sinónimos. En otras palabras, a más
verdad recibas, mayor cantidad de victorias serán manifestadas en tu vida.
Una vez que sepas la verdad, el diablo no podrá tomarte por tonto nunca
más. Verás, él solo puede florecer en la oscuridad. Mientras tú estés en
oscuridad e ignorancia de algo, tendrás miedo y serás vulnerable a las
mentiras del diablo. Déjame darte una ilustración. Cuando comienzas a
sentirte enfermo o con dolor en alguna parte de tu cuerpo, comienzas a
preocuparte por ello. Como no sabes qué es lo que te está causando ese
dolor y tu imaginación comienza a volar. Comienzas a tener miedo y
preocupación. Cuando finalmente vas a tu doctor, él te dice, “Esto es muy
común. He hecho algunas pruebas y no tienes absolutamente nada de qué
preocuparte.” De repente, todos tus temores y preocupaciones
desaparecen. ¿Cómo es que esto ocurrió? El doctor te reveló la verdad de la
que no tenías conocimiento y la verdad te hizo libre.
El diablo puede ir hacia un hombre y susurrarle, “Mira a tu esposa, ella está
tomando ventaja de ti. Ya no te respeta.” Y sin embargo, al mismo tiempo, la
esposa de ese hombre es totalmente inocente. El diablo juega juegos
mentales con nosotros y debemos esta atentos a sus trucos.
No Caigas En Los Juegos Mentales Del Diablo.
Permíteme darte otra ilustración. Joyce y Judy están conversando. Irene, no
muy lejos de ellas, se está ocupando de sus propios asuntos. Las tres son
amigas. De repente, Irene nota que sus dos amigas mientras conversan, la
miran de cuando en cuando, riéndose y carcajeándose. Ella comienza a
pensar que sus amigas están hablando cosas malas de ella. Ahora, esta es la
mente criminal del diablo. Él jugará juegos mentales contigo.
Al día siguiente, Joyce llama a Irene y le dice, “Hola, Irene, ¿Tienes planes
para mañana? Judy y yo quisiéramos llevarte a ese restaurante de moda en
la ciudad.”
“Bueno, ¡no estoy segura! Estoy un poco ocupada estos días.” Responde
Irene.
Se siente tensión en la voz de Irene, Joyce pregunta, ¡Irene, ¿Está todo
bien?”
“Si”, ella responde.
No convencida Joyce vuelve a preguntar, “En verdad Irene, ¿ha pasado algo
malo?”
“Nada está mal,” responde Irene. Ahora, cada vez que escuches esa clase
de respuesta, confía en mí, ¡Algo anda mal!
Joyce insiste: “Mira Irene, realmente nos gustaría que vinieras. ¡Insistimos!”
“Ok! Está bien, ¡iré!” Irene finalmente se rinde.
A la siguiente semana, Irene va con sus dos amigas al restaurante. Cuando
ella pisa el restaurante, ella ve una multitud de amigos y familiares ahí,
gritando, “!Sorpresa! ¡Feliz cumpleaños!” ¡serpentinas vuelan y globos flotan
por todos lados! Joyce y Judy están justo en el medio de todos gritando,
“Hey, Irene, ¡Feliz Cumpleaños!”
Es asombroso como podemos pasar días estando molestos
de algo que no existe.
Entonces, Joyce se ríe y dice, “¿Sabías algo Irene? Ayer, mientras
planeábamos tu fiesta de cumpleaños, te vimos mirándonos y pensamos
que sabías lo que estábamos planeando. Pensamos que nuestros planes
habían fracasado. De hecho, ¿Yo creo que tú ya sabías que estábamos
organizándote una fiesta de cumpleaños, verdad?”
¿No es increíble como podemos pasar días estando molestos o
preocupados por algo que no ha ocurrido, y que es basado en una mentira?
Algunas veces, perdemos semanas o incluso meces sintiendo lástima, temor
o preocupación por nosotros mismos debido a que inconscientemente
estamos creyendo en una mentira. ¡Qué perdida de tiempo y energía!
Conocer La Verdad Te Hará Libre.
Solo la verdad no te hará libre. Es cuando conoces la verdad, que eres
puesto en libertad. Jesús dijo, “Y conocerán la verdad, y la verdad los hará
libres.” (Juan 8:32)
Cuando Irene supo la verdad, ella fue puesta en libertad. Dejó de estar
molesta con sus amigas.
Déjame darte una ilustración más. Una vez, tuve una pesadilla. Soñé que
estaba en un SMO. Para los que no tienen idea lo que es, SMO significa
“Servicio Militar Obligatorio”. En el sueño yo estaba tarde para mi primer día
de entrenamiento. El sargento estaba parado frente a mí y me gritaba
molesto.
“Algo está mal aquí”, le decía al sargento. “¿Por qué estoy aquí haciendo
nuevamente mi SMO?” Verás, ya he completado mi servicio militar
obligatorio cuando era más joven.
En mi pesadilla, el sargento me ignoraba y continuaba gritándome toda clase
de profanidades. “¡Estás atrasado! ¡Estás atrasado!” él me gritaba.
Lo miré fijamente y le dije, “¡Esto no debería estar ocurriendo!”
Él me miró a los ojos y me dijo, “Ahora escucha ¡Estás castigado por los
siguientes 3 meces!”
“¡Algo anda mal!” Me repetía.
Entonces, desperté. Tan pronto me di cuenta de que todo había sido solo un
mal sueño, me sentí aliviado.
Amigo, ¡Qué alivio hay cuando conocemos la verdad! ¡Eres puesto en
libertad cuando conoces la verdad!
Capítulo 4
LA CORAZA DE LA JUSTICIA DE DIOS
“Defiendan su posición, poniéndose el cinturón de la verdad y la coraza de la
justicia de Dios.”
Efesios 6:14

Tu Justicia Es Un Regalo.
La segunda pieza de la armadura mencionada en Efesios 6 es la coraza de la
justicia. ¿Para qué sirve una coraza? Sirve para proteger tu corazón. Verás,
si recibieras un corte en tu brazo o en la pierna, sobrevivirías. Pero si
recibieras una puñalada en tu corazón, la verdad es que morirías. Ahora,
cuando el diablo te ataca, él desea apagar tu fe. Entonces, ¿Qué es lo que
hace? Él apunta a tu corazón, tu corazón espiritual.
1 Juan 3:21(N.V.I) dice, “Queridos hermanos, si el corazón no nos condena,
tenemos confianza delante de Dios.” Así que el diablo ataca nuestros
corazones con acusaciones. Él te dirá cosas como, “¿Te llamas a ti mismo
cristiano? Eres un hipócrita. Eres un pésimo cristiano. Eres un cristiano
apóstata. No has orado y ayunado lo suficiente. No has leído la cantidad
suficiente de capítulos de la Biblia.” O también podría decirte, “Ayer dijiste
una mala palabra. Y la semana pasada, tomaste una mala decisión.” Con el
diablo, todo tratará sobre algo que has hecho o que no has hecho.
Para proteger tu corazón de este tipo de acusaciones, tienes que saber qué
es y qué no es la justicia de Dios. Esta no es basada en lo que has hecho
correcta o incorrectamente. No, estar parado correctamente con Dios es un
regalo. En romanos 5:17, Pablo nos dice que “Pero aún más grande es la
gracia maravillosa de Dios y el regalo de su justicia, porque todos los que lo
reciben vivirán en victoria sobre el pecado y la muerte por medio de un solo
hombre, Jesucristo.” Así que la justicia es un regalo y es basada en lo que
Cristo ha hecho. Además, Daniel 9:24 dice que Jesús nos ha traído una
“justicia eterna”. Eso significa que no podemos perder esta justicia. ¡Es
eterna!
Si tú crees que la justicia depende de lo que haces, el
diablo te desanimará a cada rato.
Digamos que despiertas en la mañana y tu sientes malhumorado. Hay
momentos en que todos nos despertamos sintiéndonos malhumorados.
Entonces, entras a tu carro y mientras vas manejando al trabajo, te hayas en
medio de un tráfico terrible. De repente, alguien te adelanta y te mete el carro
en la fila. Pierdes la calma, adelantas a ese carro y le gritas. Como un
creyente, sabes que no debiste hacer eso. Entonces, el diablo viene y te
condena. Ahora, ¿Tú sigues siendo justo? Tal vez no te sientas justo pero si
lo eres, tú sigues siendo justo porque tu justicia es un regalo que no es
basado en lo que tú has hecho sino en lo que Cristo ha hecho. Así que si
hoy has gritado a alguien estando molesto, conoce que no has perdido tu
posición correcta delante de Dios. Tu justicia es un regalo de parte de Dios.
Algunos Cristianos aún creen que tenemos que aprender a conducir
nuestros asuntos en toda justicia. En otras palabras, ellos dice que la justicia
es lo que hacemos. Si tú crees que la justicia depende de lo que haces,
entonces todo lo que el diablo tiene que hacer es apuntar a algo que hayas
hecho mal y tú te sentirás condenado. Amigo, si la justicia depende de lo
que haces, el diablo te desanimará a cada rato. Incluso cuando hagas algo
bien, él te dirá que no es suficientemente bueno, o él señalara aquellas cosas
que has hecho mal. De cualquier manera, él te tiene en su poder porque
estás dependiendo en tu propia conducta.
Así que debes saber que la justicia no está basada en lo que haces, sino en
lo que Cristo ha hecho. Dios te la ha dado como un regalo debido a Jesús y
Él te ha dicho, “Incluso cuando falles, yo continúo viéndote justo”. Esa es la
única clase de justicia que te sostendrá a través de cada circunstancia.
Mientras más te des cuenta que tu justicia es un regalo de Dios basada en la
obediencia de Cristo y no en tu obediencia, más poder tendrás para corregir
tu mal temperamento, mayor poder tendrás para derrotar tu malhumor y
orgullo. Permíteme preguntarte algo: Cuando reconoces que has fallado y
aún continúas creyendo que estás en una posición correcta delante de Dios,
¿Esto te da ganas de pecar más? ¡No, para nada! De hecho, ¡amarás a Dios
aún más! Cuando despiertes al hecho de que eres justo a pesar de tus fallas,
no querrás pecar más. Pablo le dijo a los Corintios, “Piensen bien sobre lo
que es correcto, y dejen de pecar”. (1 Corintios 15:34) Cuando despiertas a
la justicia, cuando reconoces cuán justo eres en Cristo, no querrás pecar.

Convéncete De Tu Justicia, Y No Peques.


Jesús dijo sobre el Espíritu Santo en Juan 16:8, “Y cuando Él venga,
convencerá al mundo de pecado y de la justicia de Dios y del juicio que
viene.” ¿Qué pecado es ese? Es el pecado de no creer – ”El pecado del
mundo consiste en que el mundo se niega a creer en mí.” (Juan 16:9) Alguna
vez, antes de que fueras cristiano, tú fuiste convencido de ese pecado.
Entonces, te arrepentiste y creíste en Jesús. Así que el Espíritu Santo no
necesita darte más convicción de este pecado. ¿De qué te da convicción
entonces? Él te convence de creer en tu justicia, ¡Él no te da convicción de
pecado!
Déjame explicártelo. Cuando Jesús estuvo en la tierra, las personas pudieron
ver aprobación y aceptación en Sus ojos. Ahora, digamos que Juan, el más
joven de los 12 discípulos, mirara a una hermosa joven judía caminar un día y
él la observa más allá de lo que debería. Cuando é se diera cuenta, diría,
“¡Oh, no! ¡No debí mirarla de esa manera!” él se voltearía a mirar a Jesús.
Jesús lo miraría directamente. Y aún así ¡Juan vería aceptación en los ojos
de Jesús! ¿Qué es lo que ha ocurrido? ¡Juan ha sido convencido de su
justicia! Él sigue siendo aceptado por Jesús, quién está ahí con él. Pero
algún tiempo después, Jesús regresa al lado de Su Padre y Juan no lo ve
más. Entonces ¿Quién le dará a Juan convicción de su justicia ahora,
especialmente cuando falla? El Espíritu Santo lo hará. Él está en la tierra hoy
en día para convencer a los creyentes, no de pecado, sino de justicia “–La
justicia está disponible, porque voy al Padre, y ustedes no me verán más.”
(Juan 16:10) Tristemente, algunos cristianos aún creen que el Espíritu Santo
es el “convencedor” de sus pecados. Ellos hacen ver al Espíritu Santo como
un buscador de culpa o un entrometido, y ¡Nadie quiere vivir con un
entrometido!

Sé Establecido En Su Justicia.
Hebreos 10:15-17 nos dice que el Espíritu Santo nos afirma que Dios no se
acuerda más de nuestros pecados. El énfasis aquí es el del perdón de
pecados. Nosotros somos establecidos sobre esto –todos nuestros pecados
han sido perdonados. Entonces hoy, no tenemos asuntos que nos depriman,
entristezcan u opriman. ¡Todos nuestros pecados han sido perdonados!
Como un creyente, deberías estar establecido en tu perdón y en justicia en
Cristo. Si no estás establecido en estas cosas, nunca conocerás a Cristo o a
Dios inmediatamente, o conocerás el poder de Su resurrección. Pablo dijo
en Filipenses 3:9-10(RV60) “…no teniendo mi propia justicia, que es por la ley,
sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de
conocerle, y el poder de su resurrección…” Si quieres caminar en el poder
de Su resurrección, debes de ser afirmado en el conocimiento de que eres la
justicia de Dios en Cristo, y que esta justicia no es basada en tu
comportamiento, sino en Su comportamiento, -Lo que Cristo ha hecho.

Isaías 54:14(R.V.C) declara, “Tu adorno será la justicia. Y no tendrás nada que
temer porque la opresión se alejará de ti, y nunca más se te volverá a
acercar.” A propósito, opresión incluye enfermedad. Hechos 10:38 dice, “Y
saben que Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder.
Después Jesús anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que eran
oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.” La enfermedad es una
opresión. Entonces cuando Isaías dice, “La opresión se alejará de ti”,
significa ¡Que también la enfermedad se alejará de ti!

Algunas veces, vemos síntomas de la maldición en nuestras vidas. Podemos


enfrentar opresión, depresión, desánimo, recursos limitados o incluso
enfermedad. Esos son síntomas de la maldición, y una vez que los veas, tú
puedes inmediatamente tener una salida. Y la salida es esta: Sé consiente de
que estás parado correctamente delante de Dios. Justo ahí, y entonces,
declara, “¡Yo soy la justicia de Dios en Cristo!”

Una vez que eres hecho justo, ya no puedes ser injusto.

Ahora, ¿En qué justicia debemos estar establecidos? ¿En nuestra propia
justicia? ¡No! Si fuera en nuestra propia justicia, tendríamos que estar
haciéndonos preguntas como esta, “¿Cuánto tiempo debo de orar?” y
“¿Cuántos capítulos de la biblia debería de leer al día?” No, Isaías 54:17(NVI)
declara, “Ésta es la herencia de los siervos del Señor,
 la justicia que de mí
procede
—afirma el Señor—.” Y Romanos 5:17 nos recuerda que la justicia
es un regalo – “Pero aún más grande es la gracia maravillosa de Dios y el
regalo de su justicia, porque todos los que lo reciben vivirán en victoria sobre
el pecado y la muerte por medio de un solo hombre, Jesucristo.”
Sé Consiente De Tu Justicia.
Se nos ha dicho que cuando recibimos a Jesús, recibimos el regalo de la
justicia. La palabra Griega para “recibir”, lambano, implica un recibir
continuo. ¿Esto significa que podemos perder nuestra justicia? ¡No! Pero si
podemos perder nuestra conciencia de ello. Cuando fallas, es el momento
de lambano tu justicia. Es tiempo de decir, “Soy la justicia de Dios en Cristo”
es el momento de decir que, algo esta ocurriendo contigo. Como cuando un
globo es sumergido en agua, se levanta rápidamente a la superficie. El diablo
no puede mantenerte sumergido mucho tiempo. Te levantas de nuevo
porque despiertas a tu justicia. No es algo que hayas ganado. Es algo que se
te ha entregado porque tienes a Jesús.
Algunos cristianos no están consientes que se les ha dado el regalo de la
justicia. Es importante comprender que el simple hecho de tener a Jesús, no
significa que camines en el camino de la justicia. Puedes tener justicia, y aún
así estar angustiado y oprimido porque no eres consiente de lo que tienes.

No Puedes Volverte Injusto.


¿Sabías que una vez que eres hecho justo, no puedes volverte injusto? Es
como una oruga que se convierte en mariposa. La oruga logra alcanzar el
siguiente paso en esta vida cuando se convierte en mariposa. No puede dar
marcha atrás, ya no puede volver a ser una oruga. ¡Es una mariposa por el
resto de su vida!
Una vez fuiste una oruga. En otras palabras, una vez fuiste un pecador. Un
día, experimentaste el ser una nueva criatura, el nacer de nuevo. Sufriste una
metamorfosis, te convertiste en una mariposa. En otras palabras, naciste de
nuevo como un Cristiano. Ya no eres una oruga nunca más. Así que puedes
ir por ahí diciendo, “Soy un pecador salvado por gracia”. ¿Por qué? Porque
fuiste una vez un pecador, pero ¡ya no más! Fuiste una vez una oruga, pero
¡ya no más!
De vez en cuando, una mariposa puede volar sobre un montón de basura, en
vez de volar sobre una hermosa flor del jardín. ¿Ella sigue siendo una
mariposa? ¡Por supuesto! No vuelve a ser una oruga solo porque se posa
sobre un montón de basura. Y no permanecerá mucho tiempo sobre la
basura porque no le gustará –no es su naturaleza que le guste la basura ni
tampoco pasear con moscas. De la misma manera, un cristiano algunas
veces hace cosas pecaminosas, pero eso no lo hace un pecador
nuevamente porque ya sufrió una metamorfosis, fue convertido en una nueva
criatura. Él solo es un cristiano que ha cometido un acto pecaminoso. Lo
opuesto es también verdad: Si un pecador hace buenas obras, eso no lo
hace un cristiano.
Amigo mío, cuando conozcamos que somos justos, reinaremos con Cristo.
(Romanos 5:17) y cuando caminemos en Su justicia, las opresiones se
alejarán de nosotros. (Isaías 54:14) ¿Quieres reinar en esta vida? ¿Deseas
que los ataques del diablo no tengan efecto sobre ti? Entonces, te un más
profundo entendimiento de tu justicia en Cristo. ¡Y usa esa coraza de justicia
con confianza!
Capítulo 5
EL EVANGELIO DE LA PAZ
14
Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por
la coraza de justicia, 15 y calzados con la disposición de proclamar el
evangelio de la paz.
Efesios 6:14 (NVI)

Permanecer En Su Paz.
La siguiente pieza de la armadura es el evangelio de la paz. En Juan 14:27,
dice, “»Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo
doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni
tengan miedo.” Jesús, que es el Príncipe de Paz, ¡Nos dio su paz!
Ahora, esta pieza particular de la armadura ciertamente esta ubicada en tus
pies. Efesios 6:15 dice, “Pónganse como calzado la paz que proviene de la
Buena Noticia a fin de estar completamente preparados.” Romanos
10:15(RV60) dice, “!Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de
los que anuncian buenas nuevas!” A muchos de nosotros se nos ha dado la
oportunidad de compartir el evangelio de la paz con nuestros amigos y
familiares. Esto es a lo que se refiere esta escritura. Tus pies siempre están
listos de llevar las buenas nuevas a las personas. ¡Es por eso que Dios dice
que tus pies son hermosos! Tú estás usando tus zapatos del “evangelio de la
paz”.
¿Por qué evangelio de la paz? Porque Dios sabe que es muy fácil para
nosotros ser atribulados en nuestras mentes y nuestros corazones. Juan
14:27 dice, “Así que no se angustien ni tengan miedo.” Así que un cristiano
que practica el poner todas sus preocupaciones en el Señor no puede ser
devorado por el diablo.
En la guerra espiritual, es vital ponerte tus zapatos del evangelio de la paz.
Los soldados toman con mucha seriedad sus pies y sus botas. De hecho,
mantener sus pies sanos y sus botas en buenas condiciones durante la
guerra es muy importante. Uno nunca sabe cuando la guerra podría
alcanzarle. Podrías terminar peleando en un pantano o caminando por días
arriba y abajo por un terreno difícil. Y si no puedes caminar o correr porque
tus pies están dañados, todo tu cuerpo estará en peligro cuando los
enemigos ataquen.
Las botas también son útiles para aplastar escorpiones, víboras y
cucarachas. Eso es lo que los creyentes están destinados a hacer. Lucas
10:19 declara, “Miren, les he dado autoridad sobre todos los poderes del
enemigo; pueden caminar entre serpientes y escorpiones y aplastarlos. Nada
les hará daño.” ¡Así que ponte tus botas espirituales!
La Paz Es Tu Árbitro.
De hecho, cuando caminas en la paz, inconscientemente estás permitiendo
que Dios te guie. No tienes que ser muy listo para seguir a Dios.
Continuamente, el Espíritu Santo nos guía por la presencia de paz o la por
ausencia de ella. Es así como tomo decisiones para mi iglesia. Algunas
cosas suenan muy razonables, pero si no tengo paz en mi espíritu sobre
ellas, no las hago. De la misma manera, algunas cosas no suenan muy
sabias, pero si tengo paz en ellas, las hago.
La paz que Jesús nos ha transmitido incluye bienestar,
salud y prosperidad.
Colosenses 3:15 dice, “Y que la paz que viene de Cristo gobierne en sus
corazones.” La palabra “gobierne” en este verso en griego significa “el ser un
árbitro”. Así que en todo lo que hagas, deja que la paz de Cristo gobierne o
decida como un árbitro. Todos hemos visto como un árbitro preside un
partido de tenis. Si el árbitro declara la pelota “fuera”, no tiene sentido
discutir con él. Tú puedes gritar “dentro” todo el día y no lograr nada.
Puedes tirar tu raqueta como John McEnroe suele hacerlo y gritar, “¡Era
dentro!” pero el árbitro tiene la última palabra. Así que deja que la paz de
Cristo gobierne y decida como un árbitro en tu corazón.

“Les Dejo Mi Paz”.


Juan 14:27 dice, “»Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la
paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se
angustien ni tengan miedo.” Por años, no entendí completamente que
significaba la palabra “dejar” en este verso. Un día, estudié la palabra y
encontré que esta palabra no significa simplemente “dejar algo atrás” o “no
tomar” de la manera en como cualquiera diría, “Ok, Dejaré mi cartera
contigo.” No, la palabra realmente significa “legar”. En otras palabras, Jesús
está diciendo, “Yo te lego Mi paz a ti”.
Pero, ¿Qué significa la palabra legar? Un hombre a punto de morir tiene a
sus hijos reunidos alrededor de él para que pueda legar sus posesiones o
negocios a ellos. Eso es lo que la palabra “legar” significa –el dar o dejar una
herencia por voluntad propia después de que uno muere. Así que cuando
Jesús estuvo a punto de morir en la cruz, Él nos legó nuestra herencia –Su
paz. Jesús dijo, “Mi paz”. Era literalmente Su paz lo que nos estaba legando.
También descubrí otra cosa en ese verso. Siempre había entendido a la
“paz” como “paz de corazón” o “paz mental”. Ahora, paz incluye todo eso,
pero un día, el Espíritu Santo abrió mis ojos. Comencé a darme cuenta que
Jesús estaba hablando con Sus seguidores judíos. Así que Él debió usar la
palabra hebrea “Shalom”. Él debió decirles, “»La Shalom les dejo, mi Shalom
les doy; yo no la doy como el mundo la da.”
En la concordancia Strong’s, encontramos que la definición de la palabra
Shalom incluye “bienestar, salud, prosperidad”, no solo paz de la manera
usual. La paz que Jesús ha dejado para nosotros también es literalmente ¡Su
salud y Su prosperidad! Así que cuando el dice, “Mi Shalom les dejo”, Él
también está legándonos como una herencia, Su propia salud y prosperidad.
También revisé la palabra “paz” en el léxico griego y encontré que significa
paz y descanso en contraste con conflicto. La palabra denota la ausencia o
fin de conflicto. E influenciada con la palabra hebrea “Shalom”, también
significa un estado de salud, un estado de despreocupación, sin molestias,
bienestar. Ahora, ¡Esto me gusta! Dios te quiere en un perpetuo estado de
Shalom. Esto es lo que Jesús dejó para nosotros. Pero siempre recuerda que
el diablo tratará de perturbar ese sentimiento de paz.
Un día, mi esposa regresó a casa del colegio de mi hija y me dijo que la
profesora le había informado que nuestra hija disfrutaba de perseguir a cierto
chico en su colegio. Y no solo eso, cuando ella lograba coger al muchacho,
lo besaba. Yo dije, “¿¡Qué!? ¿Mi niña de cuatro años es una cazadora de
muchachos? Inmediatamente me di cuenta que mi corazón estaba
atribulado. Ahora, ya había compartido a mi esposa esta particular revelación
de paz a mi esposa. Así que cuando ella vio mi ansiosa respuesta, ella se
volteó hacia mí y me dijo, “¡No permitas que tu corazón se perturbe!” Yo
volví a sentir todo bien otra vez después de que ella dijo eso.
No mucho después de eso, fui a una presentación del día del padre en el
Kindergaten de mi hija Jessica. Los niños estaban afuera en el patio jugando
cuando mi esposa vino a mí y me dijo, “Querido, ¿Ves a ese niño al que
Jessica está persiguiendo? ¡Ese es el niño!” Tomé una buena mirada del
muchacho. Vi a mi hija corriendo tras él y a él corriendo de ella. Tengo que
admitirlo, ¡No me gustó para nada! ¡No quiero que mi hija esté corriendo
detrás de un muchacho! Verás, ¡Preferiría que los chicos estén corriendo
detrás de ella!
Camino a casa, paré el carro, me volteé hacia mi hija y le dije, “Jessica, ¡Ese
niño es horrible!” Ella me miró con sus ojos enormes. Yo le dije, “¡Él ni
siquiera se parece al Príncipe Encantador!” Mi esposa me miró y movió su
cabeza en señal de negación. Antes de que el día terminó, me arrepentí
delante del Señor. Le dije, “Señor, siento mucho haber llamado a ese niño
horrible.” ¿Puedes creer que aún un pastor como yo puede ser atribulado
por algo tan pequeño? Amigo mío, en cosas pequeñas o grandes, Dios
quiere que caminemos en paz.

Sanados De Insomnios, Ataques De Pánico, Sinusitis,


Gastritis.
Por nueve años, un hombre en nuestra iglesia estuvo afligido con insomnio.
Por nueve largos años, el apenas pudo dormir. Su doctor le dio pastillas para
dormir. Él tomaba tres des esas pastillas y apenas podía dormir cerca de dos
horas. Luego, él despertaba y no podía volver a dormir. Así que debía de
tomar más pastillas. Él terminaba tomándose seis pastillas cada noche y
finalmente se volvió adicto a ellas.
Todo comenzó cuando él fue despedido en un recorte de personal en 1995 y
no pudo encontrar un trabajo permanente después de eso. Sin un trabajo
apropiado, no pudo proveer correctamente para su familia y eso lo estresó.
Después, él sufrió de sinusitis con mucosidad atrapada detrás de sus
pómulos y no pudo limpiarlos. Así que él tuvo tres operaciones para arreglar
el problema, pero no mejoró. Su mejilla izquierda constantemente se
infectaba y tuvo que tomar antibióticos muy caros para limpiar la infección.
Él también tuvo que visitar el hospital regularmente para drenar la
mucosidad. ¡Su dinero también fue drenado!
Debido a los antibióticos que estaba tomando, él comenzó a sufrir de
gastritis. Su nivel de estrés se elevó y simplemente no pudo dormir más
naturalmente. Un siquiatra le dijo que estaba sufriendo de estrés y
depresión, y le dio más pastillas. Cada día, él estuvo tomando alrededor de
30 tabletas para la depresión, estrés, insomnio, dolor por la gastritis y ¡por la
infección!
Estando quebrado, apostó por buscar un empleo en el área de construcción,
esperando que la situación pudiera mejorar. Y no ocurrió. Él tuvo más estrés
en el trabajo y comenzó a desear morir mientras dormía. Luego, comenzó a
sufrir de ataques de pánico. Cada vez que sufría de un ataque no podía dejar
su casa, manejar o hacer ninguna cosa. Su esposa tenía que quedarse en
casa para cuidarlo. Así que su familia también sufría. Y aunque no podía
comer bien, extrañamente, comenzó a subir mucho de peso. ¡Subió de 46Kg
a 56Kg!
Después, en Abril del 2003, él sintió que el Señor le decía que simplemente
hable en lenguas. Él obedeció y comenzó a orar en lenguas regularmente. A
pesar que solo podía hablar algunas sílabas inicialmente.
Él me dijo, “Pastor Prince, desde el momento que comencé a hablar esas
pocas frases en lenguas, ¡sentí un descanso!” Él me dijo que la sensación de
paz lo inspiró a orar en lenguas aún más. Lo más que oraba en lenguas, lo
más que sentía paz. Su problema de sinusitis comenzó a desaparecer e
incluso también fue sanado de la gastritis.
Este hombre me dijo, “Cada día, yo hacía dos cosas: Oraba en lenguas y
escuchaba las grabaciones de tus prédicas.” Cada vez que se atrevía a
manejar a algún lugar cercano, él ponía las prédicas en su carro.
Lentamente, los temores y los ataques de pánico también lo dejaron. Él
comenzó a tener tiempos de sueño de calidad ¡Sin tener que tomar las
pastillas para dormir! Incluso el Señor le dijo como debía comer –dos
comidas al día, pero comiendo lo que quisiera. Hoy, ¡Él ha regresado a su
peso y medida de ropa original!
Luego, el Señor le permitió comenzar un negocio. Debido a que el empleo
anterior le había causado mucho estrés y ansiedad, se puso reacio de
regresar al mismo trabajo. El Señor le preguntó, “¿Qué tienes en tus
manos?”
La paz de Jesús es fuerte, perdurable y no es afectada
por circunstancias externas.
Él respondió, “No tengo nada en mis manos excepto mi habilidad y pasión
por reparar computadoras.”
El Señor le dijo, “¡Eso es lo que tienes en tus manos!”
Así que é comenzó a ofrecer servicio de reparación de computadoras. Hoy,
su negocio está floreciendo y es bendecido financieramente. Además ha
sido bendecido con buena salud. Y él es capaz de pasar tiempo de calidad
con su familia. Su esposa dice que ha encontrado un nuevo esposo y sus
tres hijos dicen que ¡Han encontrado un nuevo papá!
Este hombre aprendió a encontrar descanso y permanecer en paz. ¿Cómo?
En Isaías 28:11-12(RVC), dice, “Le hablan a este pueblo en lengua extraña, en
lengua de tartamudos! Dios les había dicho: «Éste es el reposo; hagan
reposar a los cansados.” Y, “Éste es el descanso...»” Este es uno de los
pocos versos del Antiguo Testamento que habla sobre el hablar en lenguas.
E Isaías llama al hablar en lenguas el “reposo” y el “descanso”. Cuando ese
hermano sufrió de ataques de pánico y no supo que hacer, él simplemente
oró en lenguas. Y el Espíritu Santo produjo una paz sobrenatural para
guardar su corazón.

Solo Jesús Da Una Paz Duradera.


Ahora, el mundo también promete paz. El mundo dice, “Si escuchas música
de la nueva era suavemente, bajas las luces, quemas un poco de incienso y
practicas meditación, también puedes te puedes sentir en paz.
¿Pero adivina qué? Todo esto es solamente emocional. Una vez que la
música para, una vez que el incienso termina de quemar y las luces se
vuelven a prender, la paz termina. ¿Por qué? Porque todo esto es una paz
exterior, no interior.
Sólo Jesús da una verdadera y duradera paz interior. Y la Paz de Jesús es
fuerte, perdurable y no puede ser afectada por circunstancias externas. Si tu
paz puede llegar a ser afectada por circunstancias externas, entonces no es
paz.
Pedro conoció lo que era la verdadera paz. Él fue arrestado, puesto en
prisión y amarrado con dos cadenas. Pero “mientras Pedro estaba en la
cárcel, la iglesia oraba fervientemente por él.” (Hechos 12:5) Yo creo que
esto significaba que la iglesia oraba en lenguas por él. Ellos oraban
constantemente por su liberación. Esa noche, mientras Pedro estaba
durmiendo, “De repente, una luz intensa iluminó la celda y un ángel del Señor
se puso frente a Pedro. El ángel lo golpeó en el costado para despertarlo y le
dijo: «¡Rápido! ¡Levántate!». Y las cadenas cayeron de sus muñecas.”
(Hechos 12:5) Verás, Pedro debió estar tan profundamente dormido ¡Que el
ángel tuvo que golpearlo para despertarlo! Este ángel –este ser celestial–
vino desde la presencia de Dios como respuesta de las oraciones y ¡El
hombre estaba durmiendo en la noche antes de su juicio y posible ejecución!
¡Esto es verdadera paz, amigo mío!
Algunos de ustedes no pueden dormir incluso la noche antes de tener una
presentación en el trabajo. Algunos de ustedes no pueden dormir la noche
antes de que el doctor les lea los resultados de sus exámenes de salud.
Pedro estaba cerca de ser juzgado y probablemente ejecutado al siguiente
día, ¡Y aún así pudo dormir muy bien! Si él hubiera tenido que depender de
oler el rico olor de los aceites de aromaterapia, ¡no hubiera encontrado paz
porque la prisión seguramente era apestosa! Si su paz hubiera dependido de
escuchar música de la nueva era, él no hubiera podido encontrar paz porque
¡Su realidad fue el escuchar las quejas y maldiciones de los otros
prisioneros!
No, Pedro dependió de la paz que Jesús le transmitió y pudo dormir
apaciblemente. Esto me hace recordar de otro hombre que durmió en un
bote en medio de una gran tormenta. (Marcos 4:38) Todos los demás
pasajeros del bote estaban en un ataque de pánico masivo alrededor del él.
Sin embargo, al igual que Pedro en la prisión, ¡Jesús estaba durmiendo!

“Esta bien.”
Si tu hijo muriera en tus brazos, ¿Podría afectar tu paz? Esto lo que le ocurrió
a una mujer en el Antiguo Testamento. 2 de Reyes 4 nos cuenta que el
profeta Eliseo le dio una promesa a una mujer sunamita que no tenía hijos. El
hombre de Dios le dijo, “—El año que viene, por esta fecha, ¡tendrás un hijo
en tus brazos!” (2 Reyes 4:16) Y la mujer concibió y dio a luz un niño en la
fecha que el hombre de Dios señaló.
Un día, cuando el niño salió acompañando a su padre al campo, comenzó a
sentirse enfermo. El padre tomó al niño y lo llevó a su madre. El niño se
sentó en la falda de su mamá hasta el atardecer y poco después murió.
Amigo mío, Dios puede darte algo y luego el diablo puede atacarlo. ¿Cómo
respondes? La mujer recostó el cuerpo del niño en la cama del hombre de
Dios, cerró la puerta y salió. ¡Que tal madre! La mayoría de las madres
sostendrían al niño, y ¡Llorarían y llorarían y llorarían! Esa sería una respuesta
natural.
Pero ella llamó a su esposo y le dijo, «Mándame a uno de los sirvientes y un
burro para que pueda ir rápido a ver al hombre de Dios y luego volver
enseguida». (2 Reyes 4:22) El esposo le respondió, “El dijo: ¿Para qué vas a
verle hoy? No es nueva luna, ni día de reposo.[a] Y ella respondió: Paz.” (2
Reyes 4:23 RV60) En hebreo, ella sólo dijo una palabra, ¡“Shalom”! en este
contexto significa, “¡Todo va a estar bien!”
Así que ella ensilló un burro, salió y fue a buscar al hombre de Dios al Monte
Carmelo. Cuando Elías la vio a la distancia, le dijo a su sirviente Giezi, “«Mira,
allí viene la señora de Sunem. Corre a su encuentro y pregúntale: “¿Están
todos bien, tú, tu esposo y tu hijo?”». «Sí —contestó ella—, todo bien”. (2
Reyes 4:25-26) Ahora, ¿Ella estaba mintiendo? No porque ella estaba
imitando al Dios que llama las cosas que no son como si fuesen. (Romanos
4:17) Si seguimos leyendo, encontramos que Eliseo fue a ver al niño muerto
y levantó al niño de los muertos por el poder de Dios.

Amigo mío, esta mujer conoció una paz que el mundo podría llamar
extraordinaria. ¡Ninguna meditación de la nueva era o aromaterapia podrían
darle esa paz! Esta es nuestra herencia. Dios desea que tú y yo
permanezcamos en un estado perpetuo de Shalom, un estado de
despreocupación, sin perturbación, bienestar, un estado de salud y
prosperidad. Todo está bien –¡En Cristo!
Capítulo 6
EL ESCUDO DE LA FE
16
“Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los
dardos
de fuego del maligno.”
Efesios 6:16

No Aceptes Pensamientos Que Provengan Del Diablo.


Este verso comienza con las palabras, “sobre todo”, esto significa que el
asunto al que está haciendo referencia es de suma importancia. En otras
palabras, de todas las piezas de la armadura, el “escudo de la fe” es de
primordial importancia.
El escudo de la fe puede “apagar todos los dardos de fuego” que el maligno
nos lanza. ¿Qué son estos dardos de fuego? Ellos son pensamientos.
Cuando el diablo te los lanza, puedes extinguirlos o aceptarlos. Si los
aceptas, el diablo puede echar mano de tu vida.
¿Recuerdas la ilustración de Irene y sus dos amigas planificándole su fiesta
sorpresa de cumpleaños? De esa ilustración, aprendemos que el diablo nos
lanza pensamientos a nuestras mentes para engañarnos. La pobre Irene
creía que sus amigas estaban conspirando en su contra cuando en verdad,
¡Ellas conspiraban para bendecirla! Desafortunadamente, Irene aceptó esos
dardos de fuego del diablo.
No se trata de tener fe en tu fe, sino en tener fe es Su fe.
Cuando aceptamos los pensamientos que él nos lanza, él tiene la capacidad
de infundirnos miedo, auto compasión, condenación, sentimientos de
rechazo, sentimientos de traición y mucho más. Por ejemplo, un síntoma se
podría presentar en tu cuerpo. El diablo, entonces te lanza un pensamiento:
“¡De hecho que esto es cáncer! ¿Recuerdas que tu abuelo murió de esta
misma enfermedad?” si tu aceptas ese pensamiento y comienzas a
considerarlo, comenzarás a tener miedo.
¡No lo aceptes, amigo mío! Efesios 6:16 declara que el escudo de la fe puede
ayudarte a apagar todos los dardos de fuego del enemigo. Entonces ¿Cómo
responder? Bueno tu parte es simplemente mantener el escudo de la fe
levantado para apagar los dardos de fuego que vengan a ti del norte, sur, del
este y del oeste. No tienes que preocuparte de por donde están viniendo
estos dardos. No tienes que preocuparte por la cantidad de dardos que son
lanzados a ti. Todo lo que tienes que hacer es mantener tu escudo en alto
porque éste apagará todos los dardos, no sólo uno.
La principal pregunta con la que deberías lidiar es esta: ¿Estoy viviendo en
fe? ¿Estoy actuando en fe? Porque no se trata de tener fe en tu propia fe,
todo se trata de tener fe en Su fe. ¿Cómo es que trabaja la fe? Ella trabaja
cuando sabemos lo mucho que Dios nos ama. (Gálatas 5:6) Los dardos de
fuego del maligno que lanza hacia nosotros son destinados a atacar las
piezas de nuestra armadura. Los dardos tratan de detenernos de confiar en
la verdad de Dios. Ellos tratan de pararnos de caminar en paz. Pero mientras
sepas que estás viviendo en fe, no tienes que preocuparte de donde vienen
estos dardos de fuego porque ellos serán apagados.
El apóstol Pablo frecuentemente usaba imágenes de batallas en sus escritos.
Aquí, él está usando imágenes de batallas futurísticas de igual manera. En
muchas películas de ciencia ficción como Star Wars, las enormes naves
comúnmente tenían un escudo invisible alrededor de ellas. Cuando eran
disparadas por sus oponentes, los rayos láser simplemente se chocaban
contra estos escudos invisibles. La única manera de poder desaparecer el
escudo invisible era saboteando la nave desde adentro.
Nosotros somos un poquito como esas naves espaciales. Nuestro escudo
invisible es nuestra fe. Y el diablo trata de traerla abajo atacándonos desde
adentro con pensamientos y acusaciones. Y si comenzamos a tomar
encuentra y creer esos pensamientos, somos despojados de este escudo
protector y los dardos de fuego pueden golpearnos y hacernos daño.
Pero si estás viviendo en fe, entonces eres protegido de los dardos de fuego
del enemigo. Si tu escudo de la fe está levantado, no importa cuantos miles
de dardos de fuego son lanzados a ti, ni por qué dirección son enviados
porque el escudo de la fe apagará todos esos dardos.
Ahora, algunos cristianos hacen lo opuesto, ellos levantan un escudo de
dudas y ¡Apagan todas las bendiciones de Dios! Así que asegúrate de que el
escudo que levantas es uno de fe, no de dudas.

“Descansa En Mi Fe”.
No hace mucho tiempo, tuve un problema crónico en mi piel. Un día, le dije a
Dios, “Yo creo que este dolor me dejará ahora.”
Luego, el Señor me habló diciendo, “Hijo, ¿Ya el dolor ya se fue?”
“No, no se ha ido”, respondí.
Él preguntó, “¿Crees que yo tengo fe para tu milagro?”
“¡Por supuesto que lo creo!”, respondí.
Él dijo, “Descansa en Mi fe”.
Descansé en Su fe y ese día, ¡El problema desapareció de mi cuerpo! No
sentí nada extraordinario. No sentí el roce las alas de los ángeles en mi cara,
¡Pero se fue!
Verás, la fe es simple, así que no la compliques. Algunos de nosotros
tratamos duramente de tener fe o de construir una fe que proviene de tener
fe en nuestra propia fe. “¿Tengo suficiente fe? ¿He declarado las Escrituras
lo suficiente? ¿He confesado mi fe? Tal vez debería hacer esto o aquello…”
No, solo tienes que descansar en Su fe. Simplemente cree que Él tiene fe
para tu milagro. Solo cree que Él puede y que Él está deseando traer hacer
tu milagro realidad porque Él te ama. Cuando ves Su gracia dirigida hacia ti,
cuando mantienes tus ojos en Él y solo crees en Él, ¡Eso es tener fe sin estar
consiente en ella!
Un Domingo, durante uno de mis predicas de sanidad, una mujer en nuestra
iglesia estaba ocupada mandando mensajes de texto a su amiga que estaba
en casa. El mensaje contenía puntos y Escrituras de la prédica. Ella también
le dijo a su amiga que solo crea y confiese, “Por las llagas de Jesús, ¡Soy
sanada!” Verás, su amiga tenía cáncer. Bueno, la amiga leyó los mensajes y
confesó que por las llagas de Jesús, ella era sanada. Cuando ella fue al
doctor esa misma semana, ¡Él no pudo encontrar ni un solo rastro de cáncer!
Yo creo que ella fue sanada el mismo día que creyó que por las llagas de
Jesús, ella era sanada.
Mi deseo es que cada persona enferma pueda recibir la manifestación de Su
sanidad ¡En un solo día! Pero no siempre es tan rápidamente. No puedo
decirte cuanto tiempo tendrás que confesar “Por las llagas de Jesús, soy
sanado” hasta que la manifestación de tu sanidad ocurra. Pero una cosa es
verdad: Esta confesión es la Palabra de Dios, y la Palabra de Dios nunca
regresa vacía. Si tienes que confesarla por un mes, entonces confiésala por
un mes, sabiendo que Jesús tiene la fe para tu milagro. Solo hazlo hasta que
tu sanidad sea manifestada. Hebreos 10:35-36 dice: “Por lo tanto, no
desechen la firme confianza que tienen en el Señor. ¡Tengan presente la gran
recompensa que les traerá! Perseverar con paciencia es lo que necesitan
ahora para seguir haciendo la voluntad de Dios. Entonces recibirán todo lo
que él ha prometido.” Y mientras confieses la Palabra de Dios, simplemente
descansa en SU fe, no la tuya. ¡Simplemente cree que Él tiene la fe para tu
milagro!  
Capítulo 7
EL ESCUDO DE LA FE
16
“Cúbranse con el casco de la salvación.”
Efesios 6:16 (R.V.C)

La Esperanza Es Una Confiada Expectativa de Dios.


Ahora, miremos el casco o yelmo de la salvación. Algunos de ustedes deben
de estar pensando, “Soy salvo a través de Cristo, así que ya tengo la parte
del yelmo bajo control.” Pero en la Biblia, la salvación no trata solamente de
ser salvado del infierno. Ese es solo el comienzo. En el Griego, la palabra
“salvación” también se refiere a preservación, plenitud, integridad, salud y
prosperidad.
En 1 de Tesalonicenses 5:8, el apóstol Pablo dice, “Pero nosotros, los que
somos del día, debemos ser sobrios, ya que nos hemos revestido de la
coraza de la fe y del amor, y tenemos como casco la esperanza de la
salvación.” Así que ¿Qué es “esperanza”? En la Biblia, esperanza es una
positiva o confiada expectativa de Dios. Hoy, usamos la palabra esperanza
muy ligeramente. Las personas usan esta palabra todo el tiempo, diciendo,
“realmente espero no quedarme sin dinero” o “realmente espero que me
saque una buena nota en este examen”. Continuamente, decimos en
diferentes conversaciones, “espero que no” o “eso espero”. Esta clase de
esperanza muestra que no estas muy seguro de algo. Pero el significado
bíblico de esperanza es una positiva o una confiada expectativa de algo
bueno. Así que cuando Dios dice, “Ten esperanza”, Él desea que tengas una
expectativa confiada de que cosas buenas ocurrirán.
¿Sabes que es lo que va a ocurrir esta semana? Probablemente no lo sepas.
Pero Dios quiere que te pongas el casco de la salvación para que tengas una
confiada expectativa de que algo bueno va a pasar esta semana. Conoce en
tu corazón y declara con tu boca que esta semana va a ser una buena
semana, durante la cual verás la protección de Dios, totalidad, salud y
prosperidad. Cuando tienes esa clases de actitud, realmente estas
poniéndote tu “casco de esperanza de salvación”.
Cuando las personas me preguntan “Pastor Prince, ¿Qué tal va a ser esta
semana para usted?” Mi respuesta es, “Bueno, ¡Va a ser genial!” ¿Soy un
profeta? No, no lo soy. ¡Pero sé que va a ser una excelente semana en el
nombre de Jesús! ¿Cómo lo sé? Porque Jesús no dijo, “¡De acuerdo al
deseo de Dios te será hecho!”, Él dijo, “—Debido a su fe, así se hará.” (Mateo
9:29) Él dijo, “De acuerdo a tus expectativas que te sea hecho”.
Algunos de ustedes que dicen, “Pastor Prince, esta va a ser una terrible
semana, ¡simplemente lo sé!” están en lo correcto. Y aquellos de ustedes
que dicen, “¡Esta va a ser una semana de bendición!” También están en lo
correcto. Cada uno de ustedes tendrán la clase de semana que esperan.
Ahora, no estoy diciendo que la vida será cada día una cama de rosas si
esperas que todo te vaya bien. Solo te digo que incluso si hubiera una
tormenta, Jesús te dará la calma que necesitas. Él puede darte la paz que
necesitas. Él dijo, “Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas;
pero anímense, porque yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33) ¡Así que
espera una semana bendecida!
Recuerda, la esperanza de la Biblia no es decir, “Bueno, no sé si lo
conseguiré, pero ¡Eso espero! ¡Cruzaré mis dedos!” No, esa es la clase de
esperanza del mundo. La esperanza de la Biblia es esta: ¡Una confiada
expectativa de algo bueno!

Porque estás en Cristo, Dios te ve en toda la belleza, toda


la gloria, toda la grandeza moral y toda la excelencia de
Su Hijo.

La Biblia dice que tienes que usar un casco para proteger tu mente y
proteger tus pensamientos. Si te encuentras en problemas en este momento,
sin importar cuales sean, puedes cubrir tu cabeza con el casco de la
esperanza de salvación. Recuerda, la salvación es más que simplemente
haber sido salvado del infierno. La salvación incluye sanidad, prosperidad y
bienestar. Y tu tienes una confiada expectativa de que buenas cosas vienen
hacia ti, que Dios te ve a través de este periodo de prueba que estás
experimentando. Es solo temporal, ese es el por qué tienes una confiada
expectativa de que cosas buenas vienen.
Podrías refutar diciendo, ¿No es eso fe? No, la fe habla del ahora. La fe es
creer que exactamente ahora, tienes a respuesta a tu necesidad en Cristo
aún cuando no lo ves todavía. La esperanza habla del futuro. La esperanza
es una confiada expectativa de que cosas buenas vienen. Es por eso, que la
Biblia llama a la gloriosa aparición de Jesús, la “bendita esperanza” (Tito
2:13) Tenemos la certeza que ocurrirá, pero eso será en el futuro. La fe es en
el ahora.
Permanece Seguro De Tu Salvación.
Tú debes estar seguro de tu salvación. Existen muchos conceptos
equivocados acerca de la salvación. Así que permíteme decirte algunas
verdades sobre la salvación. Jesús no vino al mundo para hacer a las malas
personas buenas, Jesús vino para hacer que las personas muertas vivan.
Todos estábamos muertos en nuestros pecados, pero Dios nos amó tanto
que no quiso tratar con nosotros como a nosotros mismos. Así que envió a
Su Hijo a morir en la cruz. El te tomó con todos tus pecados y te colocó en
Cristo. Para que ahora, cuando Dios te mire, ¡Él te vea en toda la belleza,
toda la gloria, toda la grandeza moral y toda la excelencia de nuestro Señor
Jesucristo!
1 Juan 4:17 (RV60) dice que: “Así como Él es [tiempo presente], entonces así
somos en este mundo.” Así es como podemos tener valentía en el día del
juicio. A partir de ahora, debemos siempre mirarnos en Cristo. Hemos
encontrado un nuevo centro. Ya no estamos más en nosotros mismos. No
estamos limitados a nuestros propios recursos. Estamos en Cristo. Y en
Cristo, tenemos una nueva identidad.
Ahora, me gustaría que entendieras esto: Cuando Jesús murió en la cruz, no
solo murió por nuestros pecados, ¡Él murió como (en representación de)
nosotros! Cuando fue enterrado, él fue enterrado por nosotros y como (en
representación de) en nosotros. Cuando Dios el Padre levantó a Jesús de la
muerte, para nunca más volver a morir, Él también fue levantado como (en
representación de) nosotros. Esta es nuestra nueva identidad. De la misma
manera que como alguna vez fuimos identificados con el viejo Adán, ahora
somos identificados con el nuevo Adán, el segundo Hombre.
El Padre levantó a Jesús muy por encima de Satanás, mucho más alto que
todos los principados, mucho más alto que todo poder, poderío y dominio,
muy por encima de todo nombre que es llamado en este mundo y en el
mundo por venir. Él está por encima de todos. Y cuando el Padre lo hizo
sentar a Su diestra, el centro de todo el universo, ¿Dónde es que nosotros
entramos? Bueno, ¡nosotros estamos sentados con Él! Con Él somos
coronados con gloria y honor, ¡Muy por encima de Satanás y cada nombre
sea nombrado!
Y eso es lo que el diablo no quiere que tu conozcas sobre tu salvación. Él
quiere que pienses de ti mismo como algo separado de Cristo. Él quiere que
pienses que estas solo por tu cuenta. Él quiere que creas que cuando haces
bien, entonces estas en Cristo, pero cuando haces algo malo, eres separado
de Cristo. Amigo mío, ¡La verdad es que estás en cristo por siempre! El
conocimiento te da el poder para hacer el bien.
Las buena nueva es que una vez que estás en Cristo, nada puede separarte
de Él y de Su amor. Romanos 8:35 dice, “¿Qué podrá separarnos del amor
de Cristo? ¿Tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro,
espada?” ¡Estamos en Cristo por siempre!

Siempre Espera Lo Mejor.


Ahora, Pablo dijo, “Cúbranse con el casco de la salvación.” Él quiere que
tomemos el casco y lo usemos. Muchas personas tontamente van a la
guerra sin sus cascos puestos. No entienden cuán importante esto es. Ellos
piensan que el casco se lo pondrán en el camino. Cuando era joven, no
entendía por qué los soldados tenían que usar casco. Los cascos
aparentemente son una carga innecesaria. Pero ahora que soy mayor,
entiendo cuanto te puede proteger la cabeza un casco y ¡como te salva la
vida!

Espera cosas malas y cosas malas ocurrirán. Espera


cosas buenas y cosas buenas ocurrirán.

Esto es tan importante en la guerra espiritual. Cuando Irene vio que sus dos
amigas estaban conversando, ella pensó que estaban conspirando en su
contra. Bueno, Irene no tenía su casco puesto. En el momento en que ella
vio a sus amigas conversando, ella esperó lo peor. Si ella hubiera estado
usando su casco, ella hubiera tenido la confiada expectativa de cosas
buenas. Este es el uso por el cual fue diseñado el casco para nosotros –el
hacernos capaces de esperar lo mejor, de esperar que cosas buenas pasen.
Y solo puedes hacerlo si estas tomando tiempo en la Palabra de Dios. Solo
puedes tener una constante expectativa de que cosas buenas ocurrirán si
estás consiente de la Palabra de Dios más que de otras cosas.
¿Te has dado cuento que cuando esperas cosas malas, cosas malas
ocurren? Lo opuesto también es verdad: Espera buenas cosas y buenas
cosas ocurrirán. Desafortunadamente, es parte de la naturaleza humana
tender hacia malas noticias. Esto significa que la mayoría de las personas
tienen sus cabezas desnudas y expuestas. Ellos no tienen la necesidad de
ponerse sus cascos. Cuando el teléfono suena en la madrugada, si las
personas fueran honestas, te dirían que su primera reacción es pensar
dentro de sí, “¡Oh no! ¡Alguien está llamando con malas noticias!” Pero si
tienes puesto el casco de la esperanza de salvación todo el tiempo, cuando
el teléfono suena en la madrugada, dirías, “¡Me pregunto quién me llama
para darme buenas noticias a esta hora de la noche!”. Algunos de ustedes
podrían estar en desacuerdo conmigo diciendo, “Pastor Prince, uno nunca
sabe que esperar.” Bueno, en vez de esperar que cosas malas ocurran,
puedes esperar que cosas buenas te ocurran. Después de todo, ¡eres el hijo
del Dios Viviente! ¡Dios te ama! ¡Existe un Salvador vigilándote! Existen más
ángeles trabajando a tu favor que demonios trabajando en tu contra. Mayor
es el que está en ti que el que está en el mundo. (1 Juan 4:4) ¡Tienes todas
las razones para ganar! ¡Tienes todas las razones de esperar que cosas
buenas te ocurran!
Capítulo 8
LA ESPADA DEL ESPÍRITU
17
“… y tomen la espada del Espíritu, la cual es la palabra de Dios.”
Efesios 6:17

La Palabra De Dios Es Más Afilada Que Una Espada De Dos


Filos.
La espada del Espíritu es la Palabra de Dios. ¿Sabías que esta es una de las
dos armas en la armadura de Dios que son ofensivas? (La segunda es orar
en el Espíritu.) El cinturón sostiene todo junto. La coraza protege tu corazón.
Los zapatos protegen tus pies. Tu yelmo o casco protege tu cabeza. Tu
escudo protege todo tu ser. Pero la espada es para el ataque. Es por eso
que es tan importante.
Si estuvieras de servicio en el ejército, sabrías cuán importante es tu rifle. Yo
pasé un tiempo de mi vida en el ejército. Una de las primeras cosas que te
enseñan en el ejército es que tu arma –en mi caso fue una M16– es como tu
esposa. Ellos te enseñaban tu M16 y decían, “Mientras estés en el ejército,
¡ésta es tu esposa!”. Les digo, ¡nunca tuve que limpiar y aceitar a una
“esposa” tanto en toda mi vida! Doy gracias a Dios que mi esposa Wendy
¡No necesita tanto mantenimiento! Pero si eres un soldado atrapado entre
líneas enemigas, y has perdido tus botas, casco e incluso tu uniforme, y
todavía tienes tu M16, puedes sobrevivir. Con tu M16, aún puedes dispararle
a tus enemigos. Incluso si estás escasamente vestido, ¡aún puedes pelear!
¡Tus enemigos morirán riéndose de ti!

La espada de Dios es precisa y extremadamente


poderosa. Ella puede cortar al diablo en pedazos.

Así que la espada del Espíritu es nuestra arma ofensiva. El escritor de este
pasaje de la armadura de Dios, el apóstol Pablo, muestra muchas ideas
modernas. Una de ellas se encuentra en Hebreos 4:12 “Porque la palabra de
Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra
hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón.” Los cristianos constantemente
dicen que la palabra de Dios es una espada de doble filo. La verdad es que
la biblia dice que es más cortante que cualquier espada de doble filo.
Ahora, ¿Qué es lo que hace una espada de doble filo? Bueno, puede cortar
por los dos lados porque tiene afilados las dos hojas de la espada. Pero
regresando a la época de Pablo, no existía nada más afilado en el mundo
natural que una espada de doble filo. Sin embargo, hoy, existe algo más
afilado que la espada de doble filo. Se llama láser. El láser corta lo que sea y
por cualquiera de sus lados, en cualquier dirección.
En el reino espiritual, la Biblia –La Palabra de Dios – es más cortante que
toda espada de doble filo. La Biblia es en el mundo espiritual lo que el laser
es en el mundo natural. Es un arma precisa y extremadamente poderosa. ¡La
espada de la Palabra de Dios puede cortar al diablo en pedazos!

Jesús Utilizó La Palabra Escrita.


Para aprender a usar esta arma de una manera práctica, miremos al maestro
espadachín, Jesús. ¿Cuándo Jesús usó una espada? Él lo hizo cuando fue
atacado por el diablo en el desierto. ¿Cómo la usó? Él la usó diciéndole al
diablo: “Escrito está… escrito está… escrito está…” Verás, Jesús sabía que
las escrituras enseñan. Él tuvo que memorizar las escrituras. Y cuando el
diablo vino en Su contra, Él pudo decir: “Escrito está…”.
Ahora, si la espada es la Palabra de Dios y ahora, en estos tiempos, la
Palabra de Dios algunas veces viene directamente a nosotros a través del
Espíritu Santo, entonces podríamos suponer que usamos la espada de la
Palabra de Dios diciendo: “Satanás, Dios me acaba de decir hoy en la
mañana lo siguiente…”
Los carismáticos son famosos por decir cosas como, “Bueno, sabrás que
Dios me habló hoy en la mañana y dijo…” y “Justo en este momento, Dios
me dijo…”. Pero Jesús no habló de esa manera. Cuando Él enfrentó al diablo
en el desierto, no le dijo, “Justo en este momento, mi Padre me dijo…” Él
pudo tener muy buenas razones para decirle al diablo lo que Su Padre le
acababa de decir poco antes cuando se bautizó en el río Jordán, “Tú eres mi
Hijo amado” (Mateo 3:17) Sin embargo, Jesús no lo hizo. Él no utilizó la
Palabra Hablada de Dios. Él utilizó la Palabra Escrita de Dios. Tres veces Él
dijo: “Escrito está…”, y no dijo “Está dicho…”. Él dijo lo que las escrituras
dicen. Él repitió exactamente lo que estaba escrito en las Escrituras.
Ahora, para que el Hijo de Dios tuviera que decir, “Escrito está…” para
vencer al diablo, ¡Cuánto más tú y yo deberíamos de repetir exactamente lo
que está escrito en la Palabra de Dios! Y ¡Cuánto más tú y yo deberíamos
memorizar las Escrituras en preparación para pelear en el mundo espiritual!
Tú podrías seguir preguntándote, “¿Pero cómo aplicamos las Escrituras
Pastor Prince?” Bueno te lo voy a enseñar porque esta es la parte más
importante de el uso de la espada. Esta es la parte que el diablo quiere que
pierdas.
Comencemos con una promesa que se encuentra en Salmos 91:
1
Los que viven al amparo del Altísimo
 encontrarán descanso a la
sombra del Todopoderoso.
2
Declaro lo siguiente acerca del Señor: 
Sólo Él es mi refugio, mi
lugar seguro;
 Él es mi Dios y en Él confío.3 Te rescatará de toda
trampa y te protegerá de enfermedades mortales.
4
Con sus plumas te cubrirá
 y con sus alas te dará refugio.
 Sus
fieles promesas son tu armadura y tu protección.

¿Cómo aplicas la espada de la Palabra de Dios en tu vida? Digamos que te


despiertas una mañana y lees el periódico. El encabezado dice que 1 de
cada 5 hombres a los 50 años sufrirá de la enfermedad XYZ. ¡Woooooosh! El
diablo te acaba de lanzar un nuevo dardo de fuego. Cuando esto ocurra, es
tiempo de declarar, “Escrito está; ‘Te rescatará de toda trampa y te
protegerá de enfermedades mortales.’ ” (Salmos 91:3) ¿Qué estás
diciendo? ¡Estás respondiendo al ataque del diablo con la espada de la
Palabra de Dios! Además ¡Estás desviando sus dardos de fuego y
protegiendo tu corazón con el escudo de la fe!
Aquí tenemos otro escenario: Acabas de regresar de un funeral de una amiga
cristiano que murió de una enfermedad. Ella tenía la misma edad que tú. Por
cierto, comúnmente no conocemos completamente la historia de cómo y por
qué los cristianos mueren. Por ejemplo, existen cristianos que quieren ir a
casa para estar con el Señor. Somos responsables de nuestras propias
vidas. Pero una cosa si sabemos y es que Dios nos ama y Su deseo es que
vivamos largas vidas, vidas saludables (Salmos 91:16)

Libera la Palabra de tu boca y convierte este poder


latente y oculto en un poder real.

Ahora, cuando sales del funeral, te encuentras solo y justo ahí, el diablo te
lanza un pensamiento: “Tú sabes, ella era una cristiana muy espiritual, una
gran cristiana, una maravillosa cristiana…” Él te lanza otro dardo de fuego:
“Si esto pudo pasarle a ella, puede pasarte a ti”. Ahora, el temor comienza a
penetrar lentamente en ti. ¿Qué debes de hacer? Debes decir: “Escrito está,
‘Aunque caigan mil a tu lado,
 aunque mueran diez mil a tu alrededor,
 esos
males no te tocarán.’ ” (Salmos 91:7) ¡Contrarresta los planes del diablo con
la espada de la Palabra de Dios!

La Palabra de Dios Existe Para Ser Hablada.


Amigo mío, no es suficiente con solo conocer la Palabra de Dios en tu
corazón. Tienes que hablarla. ¡Es ahí cuando el poder latente y oculto se
convierte en un poder real! Jesús en el desierto no solo pensó en las
Escrituras, o las meditó en Su cabeza. Él las habló fuertemente. Puedes
memorizar miles de versículos, pero si no aprendes a decir, “Escrito está…”
tu en verdad no estás liberando la Palabra. Hasta que la Palabra no sea
liberada de tu boca, no será un poder real, solo un poder latente u oculto. En
otras palabras, hasta que la Palabra deje tu boca, es simplemente un poder
inactivo dentro de ti. Tienes que hablarla fuertemente. Cuando la hablas, es
como si Dios mismo la hablara. La Palabra de Dios es tu boca es como Dios
hablando.
Aquí tengo otra situación en la que te puedes estar encontrado: Un día te
despiertas y sin saber por qué, de repente te encuentras pensando en tus
padres y abuelos que murieron de una enfermedad en particular. De alguna
manera, terribles pensamientos comienzan a penetrarte. Un pensamiento
entra en tu mente, “¡Morirás de la misma enfermedad! ¡Morirás joven! ¡Es una
maldición generacional!” ¿Cuál debería ser tu respuesta? Declara Salmos
91:16, “Escrito está, ‘Los recompensaré con una larga vida
 y les daré mi
salvación’ ”. Habla la Palabra de Dios a tus temores.

¡Usa la espada del Espíritu en contra del diablo y él


siempre la entenderá el punto perfectamente!

He descubierto que no se puede razonar el temor. No se puede analizar la


basura. Existen temores que entran en mi mente y me digo, “Joseph Prince,
¿Cuál es la probabilidad de que eso ocurra?” Pero esos análisis no ayudan.
El temor sigue dentro de mí. Vuelvo a decirme, “Vamos Joseph Prince, eso
no te va a ocurrir jamás”. Pero los temores continúan. Así que no puedes
razonar con el temor. Porque nuestra batalla es espiritual, la única manera de
derrotar al temor es hablando la Palabra de Dios al temor, diciéndole:
“Escrito está, ‘Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez, sino
de poder, amor y autodisciplina (dominio propio en la VRV60)’ ” (2 Timoteo
1:7)
Necesitas memorizar ese versículo. Es una Escritura muy poderosa. No me
importa qué clase de temores vengan en contra tuya. Puede ser un temor de
envejecer, temor de una enfermedad en particular, temor de perder tu
trabajo, miedo al fracaso…, cualquiera que sea tu temor, usa la espada de la
Palabra de Dios. Declara, “Escrito está, ‘Pues Dios no nos ha dado un
espíritu de temor y timidez, sino de poder, amor y autodisciplina’”.
Cuándo hablas Su Palabra, te darás cuenta que en verdad es más cortante
que cualquier espada de doble filo. En el libro de Apocalipsis, cuando Juan
pudo ver al Señor, él dijo que, “una espada aguda de doble filo salía de su
boca” (Apocalipsis 1:16) En el Griego dice que de “su boca salían dos
espadas”, ¿por qué? Porque la Palabra sale primero de la boca de Dios, y
luego esta misma sale de la tuya. ¡Así es como se convierte en una espada
de dos filos! ¡Así es como se vuelve poderosa! Cuando hablas Su Palabra,
cuando te pones de acuerdo con ella, se convierte en una espada de doble
filo. Algunas veces, tendrás que repetirla un par de veces. Algunas veces,
tendrás que declararla en la mañana, después en la tarde y luego en la
noche. Si el diablo quiere una pelea, ¡Pues dásela! Usa la espada del Espíritu
en su contra y él la entenderá el punto perfectamente siempre! Hay algo de
la espada del Espíritu que al diablo no le gusta. A Él no le gusta andar cerca
de la Palabra de Dios mucho. Ella le hace recordar a alguien –a Jesús! Y
¡Jesús le recuerda su derrota!

Una Escritura Para Cada Necesidad.


Existe una Escritura poderosa para cada área de necesidad. Si tienes
problemas financieros, ve a la Biblia, saca un cuaderno, y apunta Escrituras
que hablen sobre finanzas. Encontrarás versículos como “Y este mismo Dios
quien me cuida suplirá todo lo que necesiten, de las gloriosas riquezas que
nos ha dado por medio de Cristo Jesús.” (Filipenses 4:19) Incluso si tu jefe te
despide por reducción de personal, tú declararás: “Mi Dios quien me cuida
suplirá todo lo que necesito, de Sus gloriosas riquezas”. No será de acuerdo
a la riqueza de tu empleador. Tu trabajo no es la fuente de tus riquezas, ¡Dios
lo es! Si lo es tu trabajo, entonces eres muy pobre. Si Dios es tu fuente de
ingresos, ¡Entonces eres muy rico! Si Dios es tu fuente, nunca más tendrás
temor de perder un trabajo, ¡sabrás que Dios siempre tendrá un mejor
trabajo esperando por ti!
Recientemente tuve un terrible problema de jet lag. Ahora, esto era un
ataque espiritual porque esa vez fue la primera vez que experimentaba un jet
lag y ¡fue terrible! Mi esposa Wendy también lo sintió. Los dos estábamos
demasiado cansados. Sin embargo, no podía dormir. Así que memoricé las
Escrituras. Cité Salmos 4:8 antes de ir a la cama, “En paz me acostaré y
dormiré,
 porque sólo tú, oh Señor, me mantendrás a salvo.” También cité
Proverbios 3:24, “Puedes irte a dormir sin miedo;
 te acostarás y dormirás
profundamente.” Yo dije en voz alta estas Escrituras mientras me recostaba
en mi cama, “Escrito está ‘Dormiré sin miedo, me acostaré y dormiré
profundamente’”. Después de un tiempo, comencé a dormir, y empecé a
susurrar, “Dormiré profundamente, dormiré profuuuuuundamenteeeee.
Dormiré profuuuundameeeeenteeee.” Luego mi susurro se convirtió en:
“profuuuuunnn….damenteeee” Y así, me quedé dormido y fue uno de los
mejores sueños de mi vida.
Las palabras de la Biblia son tan poderosas. Ellas están llenas de poder
porque vienen de la misma fuente que creó los cielos y la tierra. Cuando
declaras la Escrituras en voz alta, la Palabra de Dios pelea por ti. El diablo no
tiene defensa en contra de la espada del Espíritu. ¡Lo corta por todas partes!
Y existe una promesa en la Biblia para cada circunstancia. Escríbela,
memorízala y declárala. Si quieres, puedes comenzar cada versículo
diciendo “Escrito está:…”
Si estás preocupado por tu familia, busca versículos que hablen sobre
bendiciones en la vida de tu familia. Por ejemplo, Proverbios 11:21 “Los
malvados seguramente recibirán castigo,
 pero los hijos de los justos serán
liberados.” Salmos 128:3 dice, “Tu esposa será como una vid
fructífera,
 floreciente en el hogar.
 Tus hijos serán como vigorosos retoños de
olivo
 alrededor de tu mesa.” Si el diablo te dice, “¡Morirás joven!” tu
respuesta deberá ser, “Escrito está, ‘Los recompensaré con una larga vida
 y
les daré mi salvación».’” (Salmos 91:16).
Si experimentas miedo, –por ejemplo tienes miedo de tu jefe –Hebreos 13:6
dice “«El Señor es quien me ayuda,
 por eso no tendré miedo.
 ¿Qué me
puede hacer un simple mortal?»”. Si te despiertas en la mañana y sientes
que será un pésimo día, declara: “Escrito está, ‘Este es el día que hizo el
Señor, me gozaré y alegraré en él.’” (Salmos 118:24).

Así que anda, y haz tu tarea. La Biblia está llena de escrituras poderosas.
Encuentra escrituras que te hablen a ti y escríbelas en un cuaderno, o en
tarjetas de 7.5cm x 12.5cm. Memoriza las escrituras, y háblalas en voz alta.
Yo busco escrituras que me hablen y las escribo en tarjetas de 7.5cm x
12.5cm, y ¡Las llevo conmigo a todas partes que voy!
Capítulo 9
LA ORACIÓN
“Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu.”
Efesios 6:18 VRV60

Ora En El Espíritu Todo El Tiempo.


La última pieza de la armadura es la oración –“Orando en todo tiempo con
toda oración y súplica en el Espíritu.” Como la espada de la Palabra de Dios,
esta es un arma ofensiva. ¿Pero qué significa orar en el Espíritu? Significa
orar en lenguas (1 Corintios 14:14). Si estuvieras experimentando una
temporada de maldad, mis palabras de ánimo para ti serían las siguientes:
Aprende a orar en el Espíritu constantemente. Si estás atravesando un
tiempo difícil, ora en lenguas todo el tiempo que puedas y a donde vayas.
Cuando despiertes en la mañana, ora en lenguas. Cuando manejes, ora en
lenguas. Cuando estés en el tren (o en la combie) ora en lenguas, ¡Pero hazlo
en voz baja, susurrando, o las personas te comenzarán a mirar raro!
¿Qué hay de especial en el orar en lenguas, sobre todo cuando atraviesas
tiempos difíciles? Bueno, orar en lenguas recargarán tus energías, así que
háblalas. La Biblia dice que el hablar en lenguas produce descanso y te
refrescan (Isaías 28:11-12). Orar en lenguas te mantendrá en contacto con
Dios (1 Corintios 14:2). Orar en lenguas también te ayuda emocionalmente,
te fortalece (1 corintios 14:4). Y de acuerdo con el psiquiatra cristiano Carl R.
Peterson, MD, orar en lenguas por un largo periodo de tiempo fortalecerá tu
sistema inmunológico.
Permíteme mostrarte algo más sobre orar en el Espíritu. Alguna vez has
orado por algo, creyendo que ocurrirá, y aún así, ¿Has tenido que esperar
por la manifestación de ello? Quiero mostrarte cómo orar en el Espíritu
puede ayudarte en la manifestación de aquello que estás creyendo en Dios.

Mientras estés esperando por la manifestación de tu


milagro, mantente orando.

En Marcos 11, vemos que Jesús vio un árbol de higos que no producía
frutos y la maldijo. Ahora, el efecto de la maldición no fue obvia
inmediatamente. El árbol no se secó instantáneamente. La Biblia registra que
no fue hasta el siguiente día que la higuera se marchitó como resultado de la
maldición. Bueno, sea lo que haya ocurrido nos revelará lo que podemos
hacer en el periodo entre orar y ver la manifestación.
Mira Marcos 11:12-14,

12
A la mañana siguiente, cuando salían de Betania, Jesús tuvo
hambre. 13 Vio que, a cierta distancia, había una higuera frondosa,
así que se acercó para ver si encontraba higos; pero sólo tenía
hojas porque aún no había comenzado la temporada de los higos.
14
Entonces Jesús dijo al árbol: «¡Que nadie jamás vuelva a comer tu
fruto!». Y los discípulos lo oyeron.

Entonces, a la mañana del día siguiente, el verso 20 nos cuenta que: “ A la


mañana siguiente, al pasar junto a la higuera que él había maldecido, los
discípulos notaron que se había marchitado desde la raíz.” ¿Qué fue lo que
ocurrió entre el verso 14 y el 20? Bueno, esto es lo que ocurrió: Después que
Jesús maldijo la higuera, fue a la ciudad de Jerusalén. Ahí, fue al templo, y
comenzó a expulsar a todos los que estaban vendiendo y comprando dentro
del templo. Él volteó las mesas de los cambistas y las sillas de aquellos que
vendían palomas. Y no permitió a nadie llevar mercadería a través del
templo.
En el verso 17, Jesús dice algo muy interesante:
«Las Escrituras declaran: “Mi templo será llamado casa de oración
para todas las naciones”, pero ustedes lo han convertido en una
cueva de ladrones»
Hagamos un recuento de nuestros pasos. Jesús está camino a Jerusalén
cuando al caminar se cruza con una higuera y la maldice. Luego, se dirige a
la ciudad de Jerusalén y voltea las mesas de los cambistas dentro del
templo. Jesús sale del templo y pasa la noche fuera de la ciudad. A la
mañana siguiente, Jesús y sus discípulos pasan por la higuera otra vez.
¿Qué es lo que ven? Ellos ven la higuera seca desde las raíces.
¿Qué es lo que hizo Jesús entre la maldición y el marchitar de la higuera? Él
limpió el templo y lo restauró como casa de oración. Amigo mío, lo que
Jesús nos está mostrando es que después de orar por una circunstancia,
mientras esperamos la manifestación de nuestro milagro, debemos
mantenernos en oración. Si no ves nada ocurrir, no te preocupes. Solo
mantente orando en el Espíritu. ¡Has de tu cuerpo una casa de oración, y
eventualmente verás todo el problema marchitarse y morir!

Mantente orando en el Espíritu, y mayor cantidad de


fuerza, salud, vigor y vida abundarán de ti.

Si estás experimentando enfermedad en tu cuerpo, conoce que una vez que


una oración es ofrecida, tu dolencia es destruida desde la raíz. Es como si
usaras herbicida en tu jardín. El herbicida no hace que tus plantas se pongan
marrones y mueran inmediatamente. Pero desde el momento en que es
pulverizado el problema está resuelto desde la raíz. Aunque tome un poco de
tiempo que la hierva se ponga marrón y se muera completamente, la muerte
ha sido declarada desde el momento en que el herbicida se pulverizó. Desde
el momento en que maldecimos al tumor o a la enfermedad, esta muerta
desde la raíz. Pero la manifestación de la completa sanidad podrá verse con
el tiempo.
Expulsa Los Ladrones De Tu Templo.
Así que durante el tiempo entre la maldición de la higuera y la manifestación
de la maldición al día siguiente, Jesús limpió el templo en Jerusalén. En Juan
2:19, Jesús se refiere a Su cuerpo como el templo diciendo, “Destruyan este
templo y en tres días lo levantaré.” Hoy, ¿Qué o quién es el cuerpo de Jesús?
Nosotros, la iglesia, somos Su cuerpo. Y nuestros cuerpos son el templo del
Espíritu Santo. En 1 Corintios 6:19, el apóstol Pablo dice que “Su cuerpo es
el templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les es dado por Dios.”
Así que mientras oras en el Espíritu por la manifestación de tu milagro, Dios
está removiendo “ladrones” de tu templo. ¿Qué están haciendo estos
ladrones? Ellos están robando salud, vigor y vida de tu cuerpo. Estos
ladrones han estado robando a muchos de nosotros porque muchos de
nosotros no vemos nuestros cuerpos como el templo del Espíritu Santo. Y
cuando fallamos en darnos cuenta de esto, también fallamos en mantener
nuestros cuerpos como casas de oración. Pero si despertamos, y
comenzamos a tratar a nuestros cuerpos como templos del Espíritu Santo y
como casas de oración, ellos no permanecerán como o no se convertirán en
una guarida de ladrones.
Amigo mío, si permites que satanás acampar alrededor de tu cuerpo, él te
robará la fuerza y salud. En Juan 10:10, Jesús dice, “El propósito del ladrón
es robar y matar y destruir…” Él robará tu salud destruyendo tus órganos, o
miembros con enfermedades. Tienes que escoger. O tu cuerpo es una casa
de oración o se convierte en una guarida de ladrones. Escoge que tu cuerpo
sea una casa de oración, ¡Orando todo el tiempo en el Espíritu!
Cuando oras en el Espíritu, es como fumigar tu cuerpo. Esto espanta a todos
los ladrones de tu cuerpo. En el Antiguo Testamento, el incienso era usado
en el templo de Dios. El incienso supuestamente espantaba a los
escorpiones, serpientes y reptiles. De la misma manera, permite que el
incienso del Espíritu Santo espante a los ladrones en tu cuerpo cuando oras
en lenguas. Así es como se manifestará tu sanidad.
Lo menos que ores en el Espíritu, lo más que tu cuerpo se convertirá en una
guarida de ladrones. Ellos tal vez al comienzo vendrán en pequeños
números, algunos aquí y otros allá, pero pronto, ellos estarán en todas
partes y tú estarás en problemas. Ahora, otros cristianos pueden poner
manos sobre ti en fe para espantar estos ladrones, pero una mejor manera
de hacerlo es la prevención. Sólo mantente orando en el Espíritu para
mantener tu cuerpo libre de ladrones, y mayor fuerza, salud, vigor, y vida
abundarán de ti.
Pablo nos recuerda en 1 Corintios 6:18-20 que nuestros cuerpos son el
templo del Espíritu Santo:
18  
¡Huyan del pecado sexual! Ningún otro pecado afecta tanto el
cuerpo como éste, porque la inmoralidad sexual es un pecado
contra el propio cuerpo. 19 ¿No se dan cuenta de que su cuerpo es
el templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado
por Dios? Ustedes no se pertenecen a sí mismos, 20 porque Dios los
compró a un alto precio. Por lo tanto, honren a Dios con su cuerpo.
Si realmente crees que tu cuerpo es el templo del Espíritu Santo, ¿Querrías
cometer adulterio? ¿Permitirías acampar ladrones ahí? Créele a 1 Corintios
6:18-20 y reconoce que tu cuerpo es el templo del Espíritu Santo y tratarás a
tu cuerpo de la manera que debería ser tratado. Tu cuerpo no te pertenece,
le pertenece al Espíritu Santo.
Mientras esperas por la manifestación de tu sanidad, mientras continúas
creyéndole a Dios para la manifestación de tu milagro, no puedes permitirte
no orar en el Espíritu. Algunos de ustedes aún podrían seguir preguntándose,
“¿Qué tiene que ver esto con el orar en el Espíritu, Pastor Prince?” Tu cuerpo
es el templo del Espíritu Santo. Su oración en lenguas es un lenguaje
espiritual. En Romanos 8:26, observamos que el Espíritu Santo nos ayuda a
orar:
26
Además, el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. Por
ejemplo, nosotros no sabemos qué quiere Dios que le pidamos en
oración, pero el Espíritu Santo ora por nosotros con gemidos que
no pueden expresarse con palabras.
¿Cuál es nuestra debilidad aquí? Es que “nosotros no sabemos qué quiere
Dios que le pidamos en oración.” De repente, estás en medio de un juicio, y
no tienes idea por qué si debes o por qué no debes orar. Pero el Espíritu
Santo te ayuda orando a través de ti. El ora a través de ti con gemidos, con
lenguas –que son Sus lenguas, y sus oraciones son oraciones perfectas.
¡Alabado sea Dios porque Su Espíritu Santo ha venido a ayudarnos con
nuestra debilidad! Así que orar en el Espíritu es Su manera de ayudarnos a
vencer nuestra debilidad y de manifestar lo que ha sido orado.
Algunos de ustedes han sido robados. Ustedes tuvieron esta revelación
anteriormente, pero en algún lugar del camino, el diablo paró el fluir del orar
en el Espíritu. Y la vida paró de fluir a través de ti. A este punto, podrías
preguntar, “Pastor Prince, ¿Cuál es la mejor manera de volver a fluir vida y
paz otra vez?” la mejor manera de volver a fluir ríos de vida o ríos de agua
viva otra vez es orando en el Espíritu. En Juan 7:38-39, Jesús relaciona los
ríos de agua viva fluyendo dentro de nosotros con el Espíritu Santo. Así que
orando en el Espíritu activa este fluir de ríos de agua viva en tu vida.
Si llegaras a un lugar en el que ya no sientes a Dios más en tu vida, aún
cuando Él está ahí, una de las mejores cosas que puedes hacer es hablar en
lenguas. Cuando comienzas a orar en el Espíritu, tal vez puedas sentir que
es solo un pequeño riachuelo el que fluye en ti, pero si continúas
persistiendo en orar en lenguas, este pequeño riachuelo crecerá y se
convertirá en un poderoso y rugiente río productor de vida que no solo te
bendecirá a ti, ¡Sino también bendecirá a otros!

El Rey Ezequías Limpió El Templo.


En el Antiguo Testamento encontramos otro ejemplo de alguien limpiando el
Templo. 2 Crónicas 29 nos cuenta que el rey Ezequías limpió el templo. A
propósito, el Rey Ezequías fue un rey bueno, un rey justo, un rey piadoso. El
verso 3 dice: “En el primer mes del primer año de su reinado, Ezequías
reabrió las puertas del templo del SEÑOR y las reparó.” ¿Por qué hizo eso?
Bueno en 2 Crónicas 28:22-24, vemos que el rey anterior, Acaz, cerró las
puertas del templo.

22
Aun durante este tiempo de dificultades, el rey Acaz siguió
rechazando al SEÑOR. 23 Ofreció sacrificios a los dioses de Damasco
que lo habían vencido, porque dijo: «Puesto que estos dioses
ayudaron a los reyes de Aram, me ayudarán a mí también si les
ofrezco sacrificios»; pero en lugar de ayudarlo, lo llevaron a la ruina
a él y a todo Judá.
24
El rey tomó varios objetos del templo de Dios y los hizo pedazos.
Cerró las puertas del templo del SEÑOR para que allí nadie pudiera
adorar y levantó altares a dioses paganos en cada esquina de
Jerusalén.

Volvamos nuevamente hacia el capítulo 29 donde vemos que la primera cosa


que hizo el rey Ezequías fue abrir las puertas del templo. Aquí, yo te daré una
ilustración de cómo la oración puede reparar tu cuerpo. 2 Crónicas 29:16
dice:
 Los sacerdotes entraron en el santuario del templo del SEÑOR para

purificarlo y sacaron al atrio del templo todos los objetos


contaminados que encontraron.
El verso 17 continúa:
Comenzaron a trabajar a principios de la primavera, en el primer
día del nuevo año, y en ocho días habían llegado hasta la antesala
del templo del SEÑOR. Luego purificaron el templo del SEÑOR, lo
cual llevó ocho días más. Así que terminaron toda la tarea en
dieciséis días.
De la misma manera, la reparación de tu cuerpo, qué es la casa del Señor
hoy, comienza cuando la “puerta” es abierta. ¿Cuál es la “puerta” de tu
cuerpo? Es tu boca. David lo dice en salmos 141:3NVI, “SEÑOR, ponme en la
boca un centinela; un guardia a la puerta de mis labios.”
Así que cuando abres tu boca y oras en el Espíritu, tu cuerpo comienza a
repararse de dentro para fuera. Dentro de la “casa”, las luces se encenderán.
En pocos días, habrá vida por todas partes de la casa. Y alcanzará al
vestíbulo de la casa, que es el pórtico, que es la parte exterior de tu cuerpo.
Cuando eso ocurre, ves señales visibles de la reparación de tu cuerpo, ¡La
manifestación de tu sanidad!
Los hombres del rey Ezequías comenzaron a reparar y limpiar el templo
desde adentro hacia fuera. ¿Cómo limpiamos las cosas? Lo hacemos con
agua. El agua es un maravilloso limpiador. ¿Cómo limpias el templo del
Espíritu Santo o la casa del Señor, que es tu cuerpo? Lo haces con el río de
agua viva. Lo más que oras en lenguas, lo más que liberas el río de agua viva
dentro de ti. Lo más que oras en el Espíritu, lo más que los ríos de agua viva
sacarán todos los escombros, limpiando completamente tu casa.
Ahora, la limpieza puede que no ocurra de la noche a la mañana, pero será
terminada si perseveras. Comenzará dentro de ti y se extenderá hasta el
exterior hasta que veas señales visibles de tu milagro. Verás, cuando ellos
comenzaron a limpiar el templo de dentro para fuera, nadie podía ver que
pasaba dentro. Tomó un tiempo para que ellos pudieran ver la limpieza
desde afuera. Tomó un tiempo para que el templo estuviera limpio tanto
adentro como por fuera.

No Dejes Que El Diablo Cierre Tu Boca.


¿Qué nos enseña esto de nuestras propias vidas? Nos muestra que la
primera cosa que debemos de hacer es abrir las puertas de nuestro templo.
Aprendimos que la puerta son nuestros labios o nuestra boca. Salmos 141:3
dice, “SEÑOR, ponme en la boca un centinela; un guardia a la puerta de mis
labios.” En todos los ataques que el diablo ha hecho contra usted ¿Ha
logrado cerrar tu puerta? ¿Está la puerta de tu templo cerrada? Puede que
estés en la circunstancia en la que tu río de agua viva paró de fluir en tu vida.
Esto puede que ha permitido que los ladrones entren y hayan estado
robándote. Puede que sientas que no tienes fuerzas para resistirlo. Mirando
tu vida, puede que recuerdes que hubo un tiempo en el permitiste a los ríos
liberarse dentro de ti. Caminabas en poder. Si te enfermabas, sabías que te
sentirías mejor. Pero en algún punto en el camino, el diablo logró que
cerraras tu boca. El logró cerrar tu puerta.
No sé cuales fueron las circunstancias, pero tus labios fueron cerrados. Un
espíritu demoniaco llamado Acaz cerró la puerta. Pero de la misma manera
que el rey Ezequías, ¡Debes abrir la puerta otra vez! ¡Debes de eliminar todos
los escombros y ladrones con los ríos de agua viva de la constante oración
en el Espíritu!

El que ora en lenguas repara y construye su ser.


No me extraña que un día en Pentecostés, la primera cosa que hizo Dios fue
abrir la puerta. Hechos 2:4 declara, “Y todos los presentes fueron llenos del
Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otros idiomas, conforme el Espíritu
Santo les daba esa capacidad.” Después de que el Espíritu Santo los hizo
templos vivientes, Dios los hizo casas de oración y poder. Pedro predicó una
poderosa predica y 3000 personas fueron salvas.
Además, en 1 Corintios 14:2, vemos que: “Si alguien tiene la capacidad de
hablar en lenguas, le hablará sólo a Dios, dado que la gente no podrá
entenderle. Hablará por el poder del Espíritu, pero todo será un misterio.” No
es de extrañar que el diablo quiera detenerte de abrir tu boca. No es de
extrañar que el diablo no quiera que hables en lenguas. Porque no le estarás
hablando a hombres, ¡Le estarás hablando a Dios! El hombre no entenderá lo
que estás diciendo. Tú mismo, un hombre, tampoco lo entenderá. Pero no
es para tu estimulación intelectual. Es para Dios.
Ahora, a algunos de ustedes les encanta confiar en su inteligencia para
tomar decisiones y analizando las cosas, no pueden ver el valor de orar en
lenguas porque el lenguaje no tiene ningún sentido. Para ustedes, su mayor
problema esta en la mente –necesitan entender las cosas con sus mentes
antes de aceptarlo. Pero 1 Corintios 14:14 dice, “Pues, si oro en lenguas, mi
espíritu ora, pero yo no entiendo lo que digo.” Así que debes darte cuenta
que cuando se trata de comunicarte con Dios a través del Espíritu, tu
entendimiento o mente no pueden ayudarte. Sería infructífero. Este es el
camino de Dios y tú tienes que caminarlo a Su manera.

Habla En Lenguas Y Repararás Tu Cuerpo.


1 Corintios 14:4 declara, “ 4 La persona que habla en lenguas se fortalece a sí
misma, pero el que dice una palabra de profecía fortalece a toda la iglesia.”
Ahora, no hay manera de que puedas edificar a la iglesia si no te edificas a ti
primero. La palabra “edificar” en griego es oikodomeo, y significa “construir
una casa”. Así que aquella persona que habla en lenguas edifica una casa. El
Diccionario Bíblico Thayer’s and Smith’s Bible Dictionary describe también a
la palabra “edificar” como “reparar”. Esto significa que estás construyendo y
reparando tu casa cada vez que hablas en lenguas. En otras palabras, cada
vez que oras ¡Estás reparándote o edificándote a ti mismo! Podrías decirme:
“Pero Pastor Prince, yo pensaba que cada vez que orábamos en lenguas
edificábamos nuestro espíritu.” Bueno, la biblia no dice que el que habla
edifica su espíritu. La biblia dice que el que habla se edifica “a sí mismo”.
Esto significa todo su “ser” –¡espíritu, alma y cuerpo! Así que el que habla en
el Espíritu repara y construye también su cuerpo. ¿Y qué con respecto a la
mente? Tu mente es parte de tu alma. Tu “ser” incluye tu mente. Así que
puedes construir o reparar tu mente de la misma manera cuando oras en
lenguas. Y sin importar qué parte de tu cuerpo estés reparando, ¡el Espíritu
Santo hará un mejor trabajo que el mejor doctor o sicólogo del mundo!
Lo más que ores en lenguas, más consiente serás de la presencia del
Espíritu Santo en ti. Ora en lenguas donde puedas y la mayor cantidad de
tiempo que puedas. Hazlo en la ducha, mientras manejas al trabajo o cuando
sales a correr. Recuerda que puedes orar en lenguas como un susurro
cuando estés en lugares llenos de personas. ¡No tienes que orar en voz alta y
asustar a todas las personas!
Dios quiere que abras tu puerta. Y Él te está diciendo: “Prepárate para la
manifestación”. Esta va a sacar de ti a todos los ladrones que han estado
robando tu vigor y tus fuerzas. Jesús dijo en Juan 10:10 “El propósito del
ladrón es robar y matar y destruir…” ¡No toleres los ladrones porque Jesús
no los toleró!

Mantente Fuerte En La Armadura De Jesús.


Si, es verdad que el diablo trata de robarnos las bendiciones de Dios, pero
Jesús nos ha dado su armadura. De hecho, Pablo encontró información
sobre la armadura de Dios en Isaías 59:14-18:

14
Nuestros tribunales se oponen a los justos,
y no se encuentra justicia por ninguna parte.
La verdad tropieza por las calles
y la honradez ha sido declarada ilegal.
15
Sí, la verdad ha desaparecido
y se ataca a todo el que abandona la maldad.

El SEÑOR miró y le desagradó


descubrir que no había justicia.
16
Estaba asombrado al ver que nadie intervenía
para ayudar a los oprimidos.
Así que se interpuso él mismo para salvarlos con su brazo fuerte,
sostenido por su propia justicia.
17
Se puso la justicia como coraza
y se colocó en la cabeza el casco de salvación.
Se vistió con una túnica de venganza
y se envolvió en un manto de pasión divina.
18
Él pagará a sus enemigos por sus malas obras.
y su furia caerá sobre sus adversarios;
les dará su merecido hasta los confines de la tierra.

Cada pieza de la armadura que Pablo nos anima a usar fue la misma que
Dios usó para hacer venganza contra sus adversarios, para hacer justicia y
proteger a los justos. En otras palabras, cuando te pones la armadura de
Dios, el Señor le hará pagar al diablo por cada cosa que te ha hecho. Así que
la próxima vez, ¡el diablo pensará dos veces antes de venir a atacarte!
Amigo mío, permite a la verdad de Dios iluminar en cada área de tu vida y la
oscuridad desaparecerá. Camina en el regalo de la justicia y como Pablo dijo
en Romanos 5:17, reinarás en esta vida. Descansa seguro y completamente
confiado en su Salvación, teniendo una confianza segura de que cosas
buenas vienen. Protégete con el escudo, que es la fe en Su fe que nunca
falla. Ponte de acuerdo con la Palabra de Dios al hablarla. Y ora en lenguas
todo el tiempo con perseverancia.
Habrán tiempos en que ¡orarás en lenguas y sentirás el poder de Dios! Pero
habrán momentos en que no sentirás nada. Habrán momentos en que no
sentirás ningún fluir. Y es en esos momentos en los que debes perseverar. El
diablo te dirá: “Nada está pasando. Te lo estás inventando todo. No son más
que meras tonterías.” ¡Pero persevera y tus lenguas fluirán en poder!
Dios nos ha dado Su armadura para hacernos fuertes en Él y en las fuerzas
de Su poder. ¡Así que vístete con la armadura hoy!

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