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pe laltontestoynreyy cer: (el : maven | en el juicio | Una propuesta de Brentano | Sheree | MARIA PIA CHIRINOS ae ( Escaneado con CamScanner Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizaci6n eserita de los ttulares del «Copyright», bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproduccién total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendi- dos la reprografia y el tratamiento informatio, y la distribucién de ejemplares de ella mediante alquiler 0 préstamo piblicos. © Copyright 1994, Maria Pia Chirinos Ediciones Universidad de Navarra, S. A. (EUNSA) Plaza de los Sauces, 1 y 2. Barafidin (Navarra) - Espafia ISBN: 84-313-1280-7 Depésito Legal: NA 469-1994 Composicién: Adolfo Castafio de Leén | Imprime: NAVEGRAF, S. L. Poligono Berriainz, Nave 17. Berriozar (Navarra) Printed in Spain - Impreso en Espafta Escaneado con CamScanner Capitulo IT GENESIS HISTORICA DE LO INTENCIONAL 1. La definicidn de intencionalidad Al abordar ahora este tema de un modo mis siste- mitico, no cumplimos otro deseo que responder a una serie de cuestiones planteadas por la mayoria de los estudiosos de Franz Brentano, gran parte de los cuales -movidos por un interés legitimo de justificar las influencias ejercidas en el pensamiento husserliano— han ofrecido diversas inter- pretaciones acerca de este asunto que —bien puede decirse— ha sido uno de las contribuciones més sobresalientes a la filosoffa del s. XX. Son muchas y variadas las preguntas que surgen una y otra vez cuando se habla de la intencio- nalidad: desde su definicién més ajustada, hasta las discutidas evoluciones que muchos han atribuido al tema, pasando ciertamente por la busqueda de la auténtica pater- nidad del planteamiento, que se intuye con rafces no sélo escoldsticas sino incluso tomistas. Nuestras preguntas, ademis de dirigirse a resolver tales cuestiones, tendran co- mo finalidad propedéutica introducirnos en campos estric- tamente gnoseoldgicos que nos aproximen al tema central 45 Escaneado con CamScanner MARIA PIA CHIRINOS de este trabajo de investigacién, a saber, la teorfa del juicio en Brentano. Iniciamos, pues, nuestro estudio remitiendo al lector al pasaje que la gran mayoria de los especialistas en el tema de la intencionalidad en Brentano, han considerado como principal y clasico, y que servird de base para el comentario de esta doctrina. Sin embargo, no deseo dejar de manifestar algunas reservas acerca de la legitimidad de esta opinién, puesto que -como veremos— del andlisis aplicado a ese pasaje de la Psicologia, han surgido pareceres extrema- mente divergentes. A esto se une el hecho de que Brentano ~a raiz de interpretaciones erréneas posteriores, iniciadas por discfpulos suyos— nunca se haya referido a él para defender su postura. Todo lo cual nos conduce a adherirnos a la opinién de Klaus Hedwig, que lo califica como un "texto primero y descriptivo que no se hacia cargo todavia de las dificultades implicitas en esta concepcién"!, La definicién de lo intencional viene expuesta en los siguientes términos: "Todo fenédmeno psiquico se carac- teriza por aquello que los escoldsticos del medievo deno- minaron la presencia intencional (también mental) de un objeto, y que nosotros Ilamaremos, si bien con expresiones no del todo inequivocas, relacién a un contenido, direccién a un objeto (y aqui no hay que entenderlo como realidad), 0 bien la inmanente objetividad"2. 1. HEDWIG, K., "Der Scholastische Kontext des Intentionalen bei Brentano", en Grazer Philosophische Studien, 1978, p. 68. No esta- mos de acuerdo, en cambio, con la interpretacién que este mismo autor aporta en ese mismo articulo sobre las revisiones que efectuaria Brentano en el tema la intencionalidad. 2. “Jedes psychische Phinomen ist durch das charakterisiert, was die Scholastiker der Mittelalters die intentionale (auch wohl mentale) 46 Escaneado con CamScanner INTENCIONALIDAD Y VERDAD EN EL JUICIO En primer lugar —y segtin qued6 ya recogido— obser- vamos que Brentano entiende la intencionalidad como la caracteristica mds apropiada y definitoria de la totalidad de los fenémenos psiquicos. Intencionalidad significa activi- dad consciente, relacién o direccién hacia algo; pero una relacién que se enrafza en el alma, en la psique, en tanto que principio de acciones determinadas. Son todas éstas, ex- presiones que a lo largo de los siglos han ido adquiriendo significados diversos, que ciertamente no la eximen de un minimo de ambigiiedad, como el propio Brentano reconoce. De ahj que sea légico iniciar su estudio desde la perspectiva hist6rica, es decir, haciendo eco de esa alusi6n a la filosoffa medieval, tan patente en el texto, para tratar —en el pr6ximo capitulo y mds extensamente- de las notas mds destacadas que se encierran en la definicién. El primer obstéculo que tuvo que afrontar Franz Brentano fue la arraigada costumbre de adjudicar la nota de Inexistenz eines Gegenstandes genannt haben, und was wir, obwohl nicht mit ganz unzweitdeutigkeit Ausdriicken, die Beziehung auf einen Inhalt, die Richtung auf ein Objekt (worunter hier nicht cine Realitit zu verstehen ist), oder die immanente Gegenstindlichkeit nennen wiirden", Psychologie I, pp. 124-125. Traducimos intentionale Ine- xistenz por "presencia" basdndonos en la versién francesa de esta obra de Brentano, que la traduce por "presence". Psychologie du Point de Vue Empirique, trad. y prefacio de Maurice de Gandillac, Aubier Editions Montaigne, Paris 1946, p. 102. Adriano Bausola también la traduce por presencia. La versién inglesa dice asi: "Every mental phenomenon is characterized by (...) the intentional (or mental) - inexistence of an object...". Psychology from empirical Standpoint, ed. by Linda Mc Alister and translated by D.B. Terrel, Antos C. _ Rancurello and Linda Mc Alister, Humanities Press, New York 1973, _ p. 88. En castellans -existencia" presenta la dificultad del matiz ne- gativo del prefijo "in". Cfr. BAUSOLA, A., Conoscenza e Moralita in _ Franz Brentano, Socicta Editrice Vita e Pensiero, Mildn 1968, p. 8, nota 8. 47 Escaneado con CamScanner MARIA PIA CHIRINOS “intencionalidad" exclusivamente a los actos de la volunta, que -si bien no fue el tinico— constituy6 el significady predominante a lo largo de la Edad Media y durante |; Modernidad3. Nuestro autor divergira claramente y desde ¢| principio de esta acepcién. Como afirma Spiegelberg, la de Brentano es una connotacién "extra-practica", es decir, irreductible y hasta incompatible con los actos volitivos, y, por contraposicién, mds propia de los actos del cono- cimiento4, Hecha esta importante salvedad y a pesar de las dificultades que el uso del vocablo presentaba, Brentano opts por reintroducirlo en el lenguaje filoséfico, recobrando para la historia del pensamiento posterior un término absolutamente clave, presente en Aristdteles®, que permitié Tomper esquemas estrictamente inmanentistas: la intencio- nalidad cognoscitiva se abrié paso hacia tesis comprome- tidas con un realismo extramental, que empezaron a atraer el interés de los circulos filos6ficos de la época, Ilenos de Prejuicios contra planteamientos que calificaban de dogma- tismo 0 realismo ingenuo a las tesis de la tradicién clasica®. Por tanto, en Brentano ya desde el inicio, intencio- nalidad es lo caracterfstico de lo psiquico, del alma, pero no entendida primordialmente como forma del cuerpo ni como 3. Cfr. Psychologie vom empirischen Standpunkt II: Von der Klassifikation der psychischen phéinomene, Duncker & Humtolit, Leipzig 1911, 2" ed., 6, nota 1. Cfr. Idem, El origen del conocimiento ‘moral, trad, de M, Garcfa Morente, Revista de Occidente, Madrid 11, ed, pp. 3 4. Chr. SPIE tention’ and 'Intentionality’ in Scholastics, Brentano and Husserl", The Philosophy of Brentano. p. 109, 5. Cfr, De Anima, Il, 12, 424a, 15; ver también Il, 5, 418 & 4-6. Volveremos enseguida sobre este punto, 6. Cir, Psychologie I, p. 143. 48 Escaneado con CamScanner | INTENCIONALIDAD ¥ VERDAD EN EL JUICIO sujeto de la voluntad. Intencional no es cualquier acto de un ser animado, sino un tipo determinado de éstos. gCudles? Aquéllos en los que se encuentra la relacién psfquica: ver, oir, pensar, sentir, etc. Dicho con otras palabras: no sélo lo que en la gnoseologia cldsica se ha considerado conoci- miento sensible, ni tampoco los actos pertenecientes al nivel intelectual, sino también otros, propios mds bien de una esfera distinta, como el sentir agrado u odio, que hoy en dia se incluyen en el asf llamado mundo de los afectos, y que comprende tanto las emociones como los sentimientos. 2. Elorigen histérico del objeto intencional en Brentano Son més bien proporcionalmente pocos los lugares en los que Brentano explicita el origen histérico de su teorfa acerca del objeto intencional. Las interpretaciones de estos Pasajes, que se encuentran fundamentalmente en sus pri- meras obras, han sido, por lo demas, tan variadas como controvertidas. A continuacién expondré brevemente las de mayor relevancia, siguiendo las principales discusiones que han aparecido sobre este tema en torno al origen escoldstico del término. Volviendo al pasaje que se ha considerado como la definicién més lograda de Ja nocién de intencionalidad en Brentano, debemos aclarar, ante todo, que la explicita men- cién escolstica ahf presente no se encuentra a se. Desde la Perspectiva histérica, esa referencia del primer tomo de Psicologia desde el punto de vista emptrico, debe estudiarse a la luz de la nota a pie de pagina que la acompaiia, en la que Brentano aporta un breve pero revelador elenco de 49 Escaneado con CamScanner MARIA PIA CHIRINOS autores antiguos que se ocuparon del tema. Como era de esperar, entre éstos destaca la referencia a la influencia del pensamiento aristételico, que detenta la paternidad de la nocién’, La indudable formacién de Brentano en el pensamiento medieval’, ha permitido la formulacién de varias interpre- taciones sobre el auténtico origen escoldstico de la nocién de intencionalidad, que procuraremos glosar brevemente. En concreto nos referiremos a tres de ellas, cuyo intento fundamental consiste en clarificar la legitimidad de su 7. Cf. Psychologie 1, p. 125, Concretamente hace referencia a De Anima, Il, 12, 424a, 15; ver también II, 5, 418 a, 4-6, y también a Filopén, que como dice Fabro en Percepcién y pensamiento, expuso una doctrina de la existencia intencional en la que la confundia con la existencia en sentido propio. Cfr. JOANNIS PHILOPONI, De Anima, II, 306, 36-307, 3; citado por FABRO, C., en Percepcidn y pensamiento, pp. 53-54, nota 22. Es también posible encontrar otros textos en los que Brentano atribuye cierta influencia a Descartes, aunque en ningiin momento lo considere como predecesor de su pensamiento. Cfr. p. ej., Wahrheit und Evidenz, pp. 17-18, 117. Para una exposici6n breve del origen hist6rico del tema, cfr. MILLAN-PUELLES, A., La estructura de la subjetividad, Rialp, Madrid 1967, pp. 192 ss. 8. Prueba de ello son, en primer lugar, sus escritos sobre este tema publicados en la Kirchengeschichte, vol II, pp. 526-584; vol. III, parte II, pp. 103-104, Regensburg 1867, por encargo de su director Mohler. Ademis, Brentano en Die vier Phasen der Philosophie und ihr augenblicker Stand, Meiner, Leipzig 1926, propone una interpretacién de la historia de la filosoffa muy peculiar: en cada uno de los tres periodos principales —filosofia griega, medieval y modemna— se darian cuatro ctapas con una evolucién interna similar. Una critica de este estudio se encuentra en un ensayo de Etiénne Gilson, titulado "Franz Brentano's Interpretation of Medieval Philosophy", The Philosophy of Franz Brentano, pp. 57-67. Por tiltimo, en 1980 se han recogido textos de Brentano sobre la filosofia del medievo, precisamente con el titulo de Geschichte der mittelalterlichen Philosophie im christlichen Abendland, Meiner, Hamburg 1980. 50 Escaneado con CamScanner INTENCIONALIDAD Y VERDAD EN EL JUICIO conexi6n con la versién tomista o con la escolastica tardfa y que son las propuestas de Herbert Spiegelberg?, de Ausonio Marras!0 y la de Klaus Hedwig!!, quienes, de manera altamente significativa, coinciden en atribuir a la naturaleza intencional del objeto propuesta por Brentano, dos caracterfsticas esenciales: su estatuto mental y su refe- rencialidad. Ahora bien, cual sea la paternidad que atribu- yen a estas dos notas -es decir, si su origen es tomista 0 moderno— dependerd de la interpretacién que, a su vez, estos autores den al tema de la intencionalidad en el pensa- miento medieval. Spiegelberg, por ejemplo, reconoce influencias de ambas corrientes: de la tomista, Brentano asumiria la nota de inmanencia del objeto!, pues, en la definicién ya citada, Brentano explica que la intencién es mental o inmanente objetividad; de la versién moderna, en cambio, Brentano adoptarfa la nota derelacién o referencia a un objeto!3. La 9. Cfr. "Intention’ and ‘Intentionality’ in the Scholastics, Brentano and Husserl", pp. 108-127. 10. Cfr. "Scholastics Roots of Brentano's Conception of Inten- tionality", The Philosophy of Franz Brentano, pp. 128-139. 11. Cfr. "Der scholastische Kontext des Intentionalen bei Brentano", pp. 67-82 12. Spiegelberg interpreta asi el pensamiento tomista y el de parte de la escoldstica, quienes entenderian por intentio sdlo la intentio intelligibilis 0 species intelligibilis, y, en definitiva, el concepto formal en su ser representativo. Cfr. Intention’ and Intentionality' in the Scholastics, Brentano and Husserl", pp. 12-13. Para una interpre- tacidn de este punto, cfr. FERNANDEZ, J.L., "El concepto en Santo Tomas", Anuario Filoséfico, 1974 (7), pp. 125-190, que contiene un estudio muy completo en base a los textos de Santo Tomas. 13. Tal serfa la postura, segiin Spiegelberg, a partir de Duns ‘intentio secunda quae est quaedam relatio rationis in prac- dicabili ad illud de quo est predicabile", citado en SPIEGELBERG, H., 51 Escaneado con CamScanner MARIA PIA CHIRINOS versién brentaniana se definirfa asf como una doctrina ecléctica. Por su parte, A. Marras entabla una polémica contra Spiegelberg, no tanto para rebatir la interpretacién del ob- jeto intencional en Brentano, sino mds bien para cuestionar la interpretacién de Spiegelberg sobre la teorfa del concepto en el Aquinate. El error surgirfa al no atribuir la nota de relacién a la versién tomista de concepto que, segtin Marras, ya la contenfa Esto ademds permitiria sostener que la nocién de intencionalidad recobrada en el siglo XIX, contarfa con influencias estrictamente tomistas!4, Quedaria tan solo una tiltima alternativa, a saber, aqué- Ila que niega para este tema brentaniano, toda filiacién con la doctrina de Santo Toms, y que ha sido defendida por K. Hedwig. Segtin esta interpretacién, la intencionalidad en Brentano se relacionarfa hist6ricamente con el "concepto objetivo" que, de acuerdo con el propio Hedwig, no perte- necerfa a la exposicién genuina de Santo Tomés, sino a una variante que contiene sdlo un aspecto muy determinado y reducido de la intencionalidad escoldstica!5, Fundamenta su opinién en el estudio que lleva a cabo de un artfculo ela- borado por. Brentano para la Kirchengeschichte’®, en la literatura escoldstica a la que Brentano habrfa tenido acceso durante su investigacién juvenil, y en una expresa mencién que nuestro autor realiza sobre la distincién cartesiana en- Intention’ and ‘Intentionality' in the Scholastics, Brentano and Husserl", p. 113, nota 20. __ 14. Cfr. "Scholastics Roots of Brentano's Conception of Inten- tonality". 15. Cfr. Brentano", p. 69. 16. Cfr. cita 8 de este mismo capitulo. er Scholastische Kontext des Intentionales bei 52 Escaneado con CamScanner INTENCIONALIDAD Y VERDAD EN EL JUICIO tre realitas obiectiva et formalis, recogida en Wahrheit und Evidenz, en el contexto de un andlisis de la definicién clsica de verdad!7, Ahora bien, lo que Brentano escribe en esta obra parece moverse en coordenadas bastante lejanas a la idea cartesiana del esse obiectivum: “Cuando creo en algo -expone— entonces esta creencia se halla ‘formalmente' en mi" —el acto de creer se da de hecho en el sujeto-; "cuando mds tarde me acuerdo de esta creencia" -el acto de creer aparece esta vez como objeto de un acto de la memoria-, "entonces segtin expresién de Descartes, esté en mf de un modo ‘objetivo’. Se trata del mismo e individual acto de creer, pero una vez lo ejerzo yo" —y en esa medida se da for- 17. Un correcto estudio del asf llamado esse obiectivum carte- siano no sélo lo presenta como una "idea" singular, sino que ademas en cuanto caracterizado por su carga ontolégica-, lo muestra como predmbulo para demostrar la existencia de Dios y del mundo externo. En la tercera Meditacién, Descartes explica que la causa de estas ideas no puede ser atribuida a un ser que existiera sélo potencialmente, sino a un Ser que se caracterizara por una existencia formal 0 actual. Cfr. Meditationes de Prima Philosophia, traduccién de Duc de Luynes, Vrin, Paris 1978, 3°, t. VII, 40-47. Vid., GARCIA LOPEZ, J., El co- nocimiento de Dios en Descartes, EUNSA, Pamplona 1976, pp. 59- 107. Los orfgenes de este tema hay que buscarlos en Occam y Sudrez. Cfr. por ejemplo, lo que dice Occam: “esse obiectivum, id est esse eale sive actuale (...); esse obiectivum in anima, cuius esse non est aliud nisi cogitari vel intelligi ab intellectu". In Sent., dist. 2,q. 8. Y Sudrez afirma: "Cum hominem concipimus, ille actus quem in mente efficimus ad concipiendum hominem conceptus formali, homo autem Cognitus et representantus illo dicitur conceptus obiectivus: conceptus quidem per denominationem extrinsecam a conceptu formali, per quem obiectum eius concipi dicitur; et ideo recte dicitur obiectivus, quia non est conceptus, ut forma intrinsece terminans conceptionem, sed ut obiectum et materia circa quam versatur formalis conceptio". Dispu- tationes Metaphysicae, ed. bilingiie de S. RAbade y otros, Gredos, Madrid 1960-1966, II, 1.1. 53 Escaneado con CamScanner MARIA PIA CHIRINOS malmente-, "y la otra, constituye el objeto inmanente de la actividad de la memoria que ejercito"!8, y se da obje- tivamente. Dicho con otras palabras, el primer acto de recordar se halla intencionalmente presente —y segiin el modo objetivo— en el segundo acto de la memoria; y, en tanto que objeto, carece de toda realidad efectiva. A su vez, la memoria al objetivar el acto de creer que inicialmente habia sido un hecho real, eo ipso, lo despoja de toda rea- lidad factica y formal y le adjudica un modo objetivo. Este parece ser el auténtico sentido del pasaje brentaniano al que alude Hedwig; y que, segtin hemos procurado demostrar, no permite deducir que sea de inspiracién cartesiana: el objeto no contiene ninguna dimensién real, y tampoco, por tanto, puede ser considerado un esse obiectivum; alo cual se afiade la ausencia de lugares paralelos que permitan concluir esta influencia!9. 18. "Wenn ich etwas glaube, so ist dieser Glaube ‘formal’ in mir. Wenn ich mich spater dieses Glauben erinnere, so ist er nach Descartes'Ausdruck ‘objektiv' in mir; es handelt sich um denselben individuellen Glaubensakt; aber das einmal iibe ich ihn aus, das andere Mal ist nur der immanente Gegenstand der Erinnerungstitigkeit, die ich Ube". Wahrheit und Evidenz, pp. 17-18. 19. Ademés, en cuanto a la indole propia de la memoria, Brentano ofrece una teoria peculiar: "Sehr hiufig geschah und geschieht es noch heute, dass man das Gedichtnis zum inneren Sinn rechnet, was grund- falsch ist, denn das Gedachtnis ist keine Wahrnehmung, eine innere sowenig als eine dussere. Hat es doch auch nicht die Evidenz der inneren Wahrnehmung. Nicht das, dessen wir uns erinnern, sondern nur jenes eigentiimliche Glauben, es sei etwas gewesen und von uns erlebt worden, d.h. unser Erinnern, nchmen wir wahr". Philosophische Untersuchungen zu Raum, Zeit und Kontinuum, aus dem Nachlas mit Anmerkungen von Alfred Kastil; herausgegeben und eingeleitet von Stephan Kérner und Roderick M. Chisholm, Meiner Verlag, Hamburg 1976, 54 Escaneado con CamScanner INTENCIONALIDAD ¥ VERDAD EN EL JUICIO Pero avancemos un paso adelante. En una aclaracién de tipo histérico y terminolégico, introducida por Brentano en una nota a pie de pagina, cuando en 1911 salié a la luz una nueva edicién del segundo tomo de la Psicologta, leemos: “Los escolasticos utilizaron mds frecuentemente la expre- sién ‘objetivo’ en vez de ‘intencional'. De hecho, lo que con ello entendfan era el objeto de la actividad psiquica, en tanto que pensado —o también como deseado o evitado, o cosas semejantes-; y, en la misma medida, como algo que se halla presente de algtin modo en la conciencia. Si he dado la preferencia al término ‘intencional', lo he hecho porque considero maximamente peligrosa la confusién que resultaria de denominar a lo pensado con la expresi6n ‘ente objetivo pensado', ya que asi lo acostumbran hacer los modernos al referirse al ente real, en contraposicién a los fendémenos puramente subjetivos"20, Las consecuencias de este breve parrafo no dejan de ser extremamente wtiles para precisar nuestra objecién al parecer de Hedwig e introducirnos en la comparacién con la postura del Aquinate. Atendamos, por ejemplo, a la con- cepcién de lo intencional que ahf se descubre: en tanto que pensador postmoderno, Brentano distingue entre las ex- presiones de "objetivo" e "intencional", pero lo hace para abandonar la carga subjetivista que abiertamente le habfa adjudicado la filosofia predominante de la época, al utilizar el término "objetivo" como sustituto de "real". ¢Cudl fue la Piedra de toque que permitié este rechazo en Brentano? En mi opinién, no fue otra que la atencién prestada al inmenso Ambito de aquellos objetos que sélo pueden ser definidos desde la subjetividad, o lo que es lo mismo, al descubri- 20. Psychologie 11, pp. 8-9. 55 Escaneado con CamScanner MARIA PIA CHIRINOS miento de las puras irrealidades cuyo ser se reduce a la también pura objetividad. En efecto, la tentacién modema de considerar lo "objetivo" como "real", partia claramente del intento de encerrar dentro de los limites del enten- dimiento humano a todo aquello que pretendiese para sf el derecho a existir. Slo es real aquello que podemos co- nocer; la tinica realidad verdadera consiste en aquello que se presenta clara y distintamente ante nuestra inteligencia. Por tanto, toda pretensién de realidad siempre seré subjetiva, y no interesa emprender una brisqueda —por lo demés, iniitil para la filosoffa inmanentista— de seres con un estatuto extramental. Ahora bien, ante estas tesis que pululaban en la €poca que estamos tratando, Franz Brentano se dio cuenta de un hecho tan simple como fundamental. Si todo lo que la filosofia clasica habia considerado con un fundamento in re, pasa a tener sdlo un fundamento in mente, {qué sucede con aquello que clésicamente se habfa entendido por entes de raz6n 0 seres meramente ideales o subjetivos? En qué se distinguen ambos tipos de entidades? En efecto, si Brentano no esta dispuesto a admitir la identificacién entre "ente objetivo" y “ente real", es por la simple raz6n de que en- tonces caemos en el error atin mds grave de confundir esta nueva versin de objetividad con un ente cuya carga de objetividad es total -su ser se agota en la mente de quien lo piensa-: es el caso de las negaciones, las ficciones, las opiniones, etc. De esta forma, opta, y con gran raz6n, por abandonar el término "objetivo", esquivando el gravisimo tiesgo de quedar inmerso en una teorfa del conocimiento que, al proponer una consideracién excesiva del objeto, termina cayendo en posturas subjetivistas o inmanentistas. Y asf, Brentano explica que si elige el término "intencional" en detrimento del término "objetivo", es precisamente para evitar el matiz exclusivamente mental que ha adquirido 56 Escaneado con CamScanner INTENCIONALIDAD Y VERDAD EN EL JUICIO dicha expresi6n a partir de la escoldstica tardfa y que serfa el claro antecedente del esse obiectivum cartesiano. Por eso, Brentano prefiere la opcién alternativa Ia expresi6n "inten- cional"—, ya que permite mantener, por un lado, la natu- raleza no real del objeto qua objeto, y, por otro, su funcién més especifica: ser el término de un fenémeno psfquico y, siempre segtin esa misma relacién, remitir 0 no a un 4mbito extramental. Es ésta también la concepcién que él adjudica a la escoldstica cldsica y no a la tardfa, y que coincide con la afirmaci6n de Mill4n-Puelles: "para Brentano el objeto es aquello a lo que apunta o se dirige el pensante (en su mds amplia acepcién)'"2!, 21, MILLAN-PUELLES, A., Teoria del objeto puro, p. 112. Por otro lado, es de extremo interés esta alusién a objetos que se agotan en ser objetos pone como ejemplo, los de la fantasia— que muy proba- blemente Brentano lleva a cabo sin percatarse de la trascendencia de esta argumentacién. Coincide en esto con una de las empresas con- tempordneas més radicalmente anti-subjetivistas, acometida por Millén-Puelles en su reciente obra Teoria del objeto puro. Mediante un andlisis riguroso y —dirfa— definitivo, este autor reduce el idealismo a una mera tautologia o a una peticién de principio, por no admitir -a diferencia del realismo- la presencia de objetos que se agotan en su ser objetual. "Porque, afirma Mill4n-Puelles, una de dos: o bien ha de sostenerse que lo real puede darse ante la conciencia (objetivarse), y entonces se ha de pensar también que le conviene, no como necesaria, sino sdlo como posible, una cierta objetualidad, o bien, ha de negarsele toda posible forma de estar dado ante la conciencia, y en ese caso la teoria del objeto puro es imposible en su calidad de con- trapunto, necesario de iure, para la metafisica realista". Teoria del objeto puro, p. 40; cfr. passim. 37 Escaneado con CamScanner MARIA PIA CHIRINOS 3. Breve referencia a la intencionalidad en Brentano y en Santo Tomds Iniciamos ahora una comparaci6én con la postura to- mista, en base a los textos y a la doctrina del propio Aquinate22, Para lograrlo, no s6lo hace falta analizar lo que ambos pensadores han expuesto sobre el objeto intencional, sino también los presupuestos gnoseolégicos, que sirvieron de base para su fundamentacién, ya que, concretamente, un estudio del concepto en Santo Tomés, al margen de su teoria acerca de la naturaleza del conocimiento intelectual y de su proceso, serfa absolutamente inviable. Desde esta perspectiva —y ldgicamente, lejos de intentar agotar el tema, porque las pretensiones de este trabajo son més bien otras-, la primera distincién que debemos reco- nocer es la referida a los "aparatos gnoseoldgicos" de am- bos pensadores. Por ejemplo, en Brentano encontramos un explicito rechazo de la distincién —por lo demés, también aristotélica— entre el conocimiento sensorial y el intelectual que realiza Santo Toms”, segiin la cual, el entendimiento humano alcanza lo inteligible por un proceso de abstraccién de la forma, siendo su objeto propio y adecuado la esencia abstracta de las cosas materiales. Los sentidos externos, en cambio, deben ser afectados por estfmulos externos fisicos y reales, que son los asf Ilamados "sensibles propios": el 22, En este sentido, seguiremos en parte la valiosa aportacién de JL, Fernéndez en su articulo "El concepto en Santo Toms", que, a la luz de una serie de escritos de gran valor hermenéutico, expone una versién sobre la teorfa del concepto en el Doctor Angélico, segtin la Perspectiva del asf llamado "objeto formal". Cfr. "El concepto en Santo Toms", pp. 128-190. 23. Cir, Psychologie I, pp. 144-145. 58 Escaneado con CamScanner INTENCIONALIDAD Y VERDAD EN EL JUICIO color, el sonido, el sabor, el olor y los objetos propios del tacto (temperaturas y otras sensaciones de textura)*4. Ahora bien, a Brentano le serd dificil encontrar en la experiencia tal distincién: para él, todos esos objetos -tanto los que Santo Tomas denomina como propios de los actos intelectuales como los de los sentidos externos— aparecen ante la con- ciencia psiquica siempre del mismo modo —como objetos inmanentes-, y no hace falta recurrir a teorfas distintas —una para el conocimiento intelectual y otra para el sensorial- que expliquen su captacién. Es decir, aunque hace suya la doctrina aristotélica sobre la presencia intencional del obje- to, denomindndola "inhabitacién psiquica", sin embargo, no asume la explicaci6n segiin la cual "el sentido tomaria 24. Cir. CHOZA, J., Manual de Antropologia Filosdfica, p. 177, ss, El pasaje tomista es el siguiente: Quandoque vero forma recipitur in patiente secundum alium modum essendi, quam sit in agente; quia dispositio materialis, quae iste patientis ad recipiendum, non est similis dispositioni materiali, quae est in agente. Et ideo forma reci- pitur in patiente sine materia, inquantum patiens assimilatur agenti secundum formam, et non secundum materiam. Et per hunc modum, sensus recipit formam sine materia, quia alterius modi esse habet forma in sensu, et in re sensibili. Nam in re sensibili habet esse naturales, in sensu autem esse intentionale et spirituale. TOMAS DE AQUINO, In Aristotelis librum De Anima, lectio XXIV, n. 533; cfr. también lect. VIII nn. 712-713. Como aclara Fabro, el conocimiento intelectual "tiene presentes en sf, tanto a los universales, que es su objeto propio y el término ad quem de la abstraccién, cuanto al fantasma de la cogitativa que es el término a quo” FABRO, C., Percepcién y pensamiento, p. 317. ¥ més adelante explica que todo esto se debe a que “en el hombre dos son los casos més tipicos de par- ticipacién, a saber la cogitativa y el entendimiento de los primeros principios, Este es la participacién natural de la luz divina en nosotros; aquélla, una participacién del entendimiento en la sensibilidad". Ibidem, p. 375. 59 Escaneado con CamScanner MARIA PIA CHIRINOS lo sentido sin materia, y lo pensado estarfa en el enten- dimiento que piensa"5; niega abiertamente la posibilidad de abstraccién26, La "geografia" y la "génesis" del conocer humano en la propuesta tomista se revela, en cambio, como un campo extremamente rico y ciertamente mds complicado, que Brentano no duda en rechazar a conciencia27. No obstante todo esto, es posible descubrir en ambos planteamientos algunas coincidencas significativas, que no dejaron de aportar una novedad al quehacer filoséfico posterior. Me referiré a tres caracterfsticas, en base a pasajes tanto de Brentano como de Santo Tomés. La primera nota en comtin se encuentra ademas emparentada con la doctrina del Estagirita y es lo que ya hemos explicado como "presencia intencional" 0 psychische Einwohnung, que es una nota propia del objeto. Santo Tomas la expone con las siguientes palabras: "el conocimiento (...) dice existencia de lo cono- cido en el cognoscente"28. Por su parte, Brentano en el pasaje considerado como la definicién de lo intencional, se 25. Psychologie I, p. 125, nota a pie de pagina. Brentano utiliza los verbos en subjuntivo. El texto del De Anima es III, 12, 424 a, 17. Cfr. también Die Psychologie des Aristoteles, ins besondere seine Lehre vom noiis poietikds, pp. 80-81. Cir. FERNANDEZ, J.L., "El concepto en Santo Tomas", p. 130. 26. Cfr., entre otros, Wahrheit und Evidenz, p. 122. 27. Esto se prueba muy sencillamente si se estudia con dete- nimiento su excelente obra sobre el De Anima de Aristételes, segin dijimos en la nota 4 del primer capitulo. Ademds, en Psychologie I, nota, pp. 176-179, se lee la argumentacién por la cual Brentano re- chaza el sensorio comtin, y que no exponemos en este apartado porque se abordard con més detalle al hablar de la reflexién de la conciencia interna, Cfr. también FABRO, C., Percepcién y pensamiento, p. 112, nota 49, 28. De Veritate, q. 2, a. 5, ad 15. 60 Escaneado con CamScanner INTENCIONALIDAD Y VERDAD EN EL JUICIO referird a la presencia intencional, y en una nota aclaratoria del mismo pasaje, aclararé: "Aristételes hablé ya de la inhabitacién psiquica", afirmando en el De Anima que “tanto lo que se siente como lo que se piensa se encuentran respectivamente en el sentido y en el entendimiento"”’. Y esta coincidencia se completa con el hecho de que los tres pensadores definen la existencia mental como una identi- ficacién entre quien entiende y lo entendido??. En cuanto a la naturaleza del conocer, tanto Brentano como Santo Toms le adjudican dos caracterfsticas —y éstas serian la segunda y la tercera coincidencia entre ambas doctrinas-, al definirlo ontolégicamente como un acto -en concreto, como un accidente de una sustancia-—; y, a la vez, gnoseolégicamente como una relacién a algo distinto del conocer mismo. Santo Tomés lo expone refiriéndose a dos maneras de considerar el concepto: "una, en cuanto se compara al cognoscente [esto es, en su ser real o natural], y de este modo inhiere en el cognoscente como el accidente en su sujeto, y asf nunca abandona su sujeto, porque nunca se advierte que inhiera en nada salvo en la mente. Otra, en cuanto se compara a lo cognoscible [esto es, en su ser 29. Psychologie I, p. 125. 30. Cfr. Psychologie vom empirischen Standpunkt III: Vom sinnlichen und noetischen Bewusstsein, Felix Meiner Verlag, Hamburg 1968, 2° ed. p. 6. Santo Toms Io explica diciendo que “el _ entendimiento en acto es absolutamente, 0, lo que es lo mismo, es - perfectamente la cosa entendida, segtin se dice en el libro III del De Anima. Y esto hay que considerarlo no en el sentido de que la esencia _ del entendimiento pase a ser la cosa entendida 0 su forma [es decir, no hay que considerarlo en el orden real o natural], sino [en el orden Tepresentativo o intencional], porque es informado completamente por la especie de la cosa entendida mientras la entiende en acto". Quodl. VII, q. 1, a. 2,c. 61 Escaneado con CamScanner MARIA PIA CHIRINOS Tepresentativo o intencional], y desde este punto de vista no dice inherencia, sino relacién [esencial]. Mas lo que dice relaci6n no tiene raz6n de accidente en cuanto referencia, sino sdlo en cuanto inherencia (...). Por eso, segtin esta consideraci6n la noticia no est4 en el alma como en su sujeto, y segtin esta comparacidn va mds alld de la mente, en cuanto que por la noticia son conocidas cosas distintas de la mente"3!, Ahora bien, segtin lo que acabamos de exponer, no habria inconveniente alguno en aceptar la versién de Ausonio Marras, que defendfa para la intencionalidad brentaniana claras influencias tomistas. Sin embargo, to- davia se puede dar un paso més y preguntarnos si es po- sible encontrar también una cierta semejanza con la teorfa del concepto denominada con el tecnicismo de "objeto formal"32, En efecto, quiz4s en una primera aproximacién, encontramos algunas coincidencias con este planteamiento, y asf incluso podriamos decir que Brentano no hubiera tenido inconvenientes especiales en suscribir, por ej., que “el concepto formal no es lo definitivamente aprehendido 0 captado, sino que eso lo es la realidad misma, porque el 31. Quodi. VII, q. 1, a. 4, c. Esta tesis ademds coincide con la interpretacién de Roderick Chisholm en la voz "Intentionality", de la The Encyclopedia of Philosophy, ed. EDWARS, P., Collier-Mac Millan Limited, New York 1967, t. 4, pp. 201-204, en Ia cual expone dos notas de la intencionalidad brentaniana que denomina tesis psico- légica y otra ontolégica, segtin la cual el estatuto del objeto es mental. 32. Cfr. FERNANDEZ, J.L., "El concepto en Santo Toms", pp. 162 ss. 62 Escaneado con CamScanner es sino la semejanza perfecta (en el conocimiento ver- dadero, claro es) de la realidad que subsiste real o natu- ralmente fuera del entendimiento"33. Sin embargo, para confirmar esta tesis har falta atender también a otros presupuestos implicitos, tanto de la psicologfa como de la gnoseologfa tomista y brentaniana. Precisando atin mds la teorfa del concepto formal, A. Llano en su obra Metafisica y Lenguaje, sefiala que es el “término de una operacién inmanente, en el que el objeto se propone y se presenta como conocido. Si esa presentacién es una representacion, es porque el objeto se manifiesta en el término inmanente a la potencia segun su ser intencional (universal), y no segtin su ser fisico (individual). Pero ese ser intencional que el objeto tiene en la potencia consiste justamente en remitir al objeto mismo"34. Hay ya en esta exposicién de Llano un elemento que no cuadrarfa con la de Brentano, a saber, la identificacién de lo intencional con la dimensi6n universal del concepto, que, por lo demas, es una nota innegable en la doctrina tomista, se le atribuya 0 no la paternidad de la doctrina del concepto formal. Pues bien, en Brentano —y aunque esto suponga adelantar tesis INTENCIONALIDAD ¥ VERDAD EN EL JUICIO concepto formal es esencialmente respectividad o refe- f tencia, 0 dicho de otro modo, porque el concepto formal no b 33, FERNANDEZ, J.L. 163. 34. Cfr. p. 100. F. Inciarte, a su vez, lo expone en los siguientes términos: "El concepto como signo formal, segtin decfan los esco- listicos tardfos, es precisamente esa pura imagen de (no imagen, sino imagen de...; en esto consiste su intencionalidad), reflejo de, sin ser él mismo nada de aquello de lo que no es mds que semejanza; y precisa- mente por ser pura semejanza es por lo que no es semejante". "Ser _ veritativo y ser existencial", en Anuario Filoséfico, 1980 (13, 2), ip. 22, "El concepto en Santo Tomas", pp. 162- 63 Escaneado con CamScanner MARIA PIA CHIRINOS que se abordaran més adelante— esta caracteristica del objeto intencional es abiertamente rechazada?5, en favor de lo que Llano denomina el "indiscriminado imperativo del cono- cimiento por presencia", que no advierte "que lo que -en el concepto- se hace presente al entendimiento no es el objeto en su facticidad individual, sino el objeto en su esencia universal"36, En efecto, ya hemos visto que en Brentano el término "intencional" permite definir el conocimiento como lo que hace presente ante la conciencia un algo. Si a esta caracterizaciOn afiadimos que nuestro autor defiende desde el inicio de su pensamiento filos6fico el predominio de lo psfquico, podemos empezar a sospechar un posible abuso de ese conocimiento por presencia del que nos advierte Llano. Aparece la primacia de lo particular, del acto sin- gular, factico, como lo estrictamente real, en detrimento de la consideracién de ambitos que empiezan a relegarse al orden puramente mental. A lo mds, el concepto admite la funcidn de expresar una generalidad, ciertamente ambigua, aunque absolutamente irreal: lo real es lo individual, y eso es lo que captamos. Desde este punto de vista, parece ilicito acercar la teorfa del objeto intencional brentaniana ni a la doctrina del Aquinate, ni menos atin a la del concepto formal, en las que el binomio universal-individual adquiere un papel decisivo. Encontramos, sin embargo y precisamente en este punto, una semejanza con un planteamiento recientemente pro- puesto por Leonardo Polo, en su obra Curso de teorfa del conocimiento I: ambas tesis se acercarian al coincidir en el 35. Cfr., por ej., Kategorienlehre, Meiner Verlag, Hamburg 1974, pp. 20-21. 36. Metafisica y Lenguaje, EUNSA, Pamplona 1984, pp. 100- 101. 64 Escaneado con CamScanner INTENCIONALIDAD ¥ VERDAD EN EL JUICIO rechazo de lo universal como parte de una teoria de lo intencional, y se alejarfan, en cambio, por el hecho de que Polo tampoco acepta que el conocer se conmensure con lo individual: "el dilema universales-particulares es extrafio a la teorfa del conocimiento, porque la nocién de con- mensuraci6n no tiene que ver con lo particular ni con lo universal. El acto no es ni empirico ni universal" 37. Todo esto nos lleva a concluir que defender una tesis acerca del origen escoldstico —y concretamente, tomista— del tema de la intencionalidad en Brentano, es una tarea no sélo ardua sino de diffcil solucién38. Como dijimos, no basta realizar una investigaci6n aséptica y dirigida sélo a estudiar las caracteristicas de "lo intencional" en ambas posiciones, porque para entender correctamente la doctrina del Aquinate, hay que profundizar también en sus principios psicoldgicos, que permiten determinar las caracterfsticas del proceso congnoscitivo. Siendo los precedentes tan diver- sos, nos inclinamos, en todo caso, por reconocer que en Brentano se da una "inspiracién" basica que le ayuda recu- 37. Curso de teoria del conocimiento I, p. 299. Polo explica la nocién de conmensuracién en los siguientes términos: "Conmen- suraci6n" conozco algo. Ese algo que se conoce no es mas que el acto de conocerlo y el acto de conocerlo no es mas, como acto, que conocer eso que conoce". Ibidem, p. 91. 38. Es también necesario hacer una breve alusién a los motivos por los cuales ~y a nuestro juicio— son tan escasas las menciones de Brentano respecto de las influencias medievales. El hecho podria de- berse a que entre sus contempordneos y, especialmente entre sus més valiosos discipulos, no encontremos a ninguno que estuviese inte- resado, en la misma medida que su maestro, ni en la doctrina tomista ni probablemente tampoco en la propuesia aristotélica. Es innegable que nos hemos visto privados de un interlocutor que —al igual que sucedié con otros temas- le hubiese instado a definir y precisar sus posibles coincidencias con ambos pensamientos. 65 Escaneado con CamScanner MARIA PIA CHIRINOS perar la doctrina de la intencionalidad y sus postulados principales con el espiritu genuinamente realista de la mejor tradicion escoldstica. Por tanto, el hecho novedoso que su- puso la defensa de esas caracteristicas para nuestro cono- cimiento, frente a las versiones idealistas que la habfan distorsionado paulatinamente; el enfrentarse con una teoria materialista de nuestro conocer; el explicar lo intencional segtin la teoria cldsica aristotélica, etc. son todas ganancias que Brentano vuelve a recobrar para el pensamiento contempordneo, Con lo que aqui he procurado ofrecer, pretendo sdlo demostrar dos tesis: admitir, en primer lugar, que, con su teoria sobre la intencionalidad, Brentano recupera algunas notas estrictamente tomistas; y, en segundo lugar, mostrar que con esta renovacién del planteamiento clasico, logré devolver a nuestro siglo no sélo un rico cuerpo doctrinal, sino una actitud —menos acosada por prejuicios— respecto de aquella filosofia, que se consideraba ya superada por el pensamiento contempordneo. Y esto nos conduce a la ori- ginalidad y al valor de la aportaci6n brentaniana a la filo- sofia del s. XX en el tema de la intencionalidad, que no proviene tanto de la fidelidad a unos antecedentes histéricos determinados, sino mas bien de la proyeccién que alcan- zaron las tesis que recuperaba, cuyas principales conse- cuencias fueron la refutacién de la llamada filosofia de la inmanenecia, asf como su decisiva influencia para el surgir de corrientes de pensamiento inmediatamente posteriores como la fenomenologia, la filosoffa del lenguaje y la hermenéutica. 66 Escaneado con CamScanner

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