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CAPITULO II.

PLANTACIONES FORESTALES CON FINES ENERGETICOS

La reducción del efecto invernadero y la dependencia energética de


combustibles se están desarrollando actualmente plantaciones específicamente
concebidas para la producción de biomasa con altas tasas de acumulación anual
cortos periodos de rotación (Dimitriou y Aronsson 2005, Marcos 2006 citados por
Baettig y Yañez, 2010).

Esto se logra en plantaciones de alta densidad entre individuos, usando


genotipos mejorados y una alta intensidad en actividades silviculturales como la
fertilización, el riego y control de la competencia (Johnson et al. 2007).

La densidad de plantación tiene una enorme influencia en la rapidez de


acumulación de biomasa por hectárea. Una mayor densidad de plantación se
traduce en una mayor cantidad de individuos formando biomasa, sin embargo,
una cantidad excesiva de individuos frenará inevitablemente el crecimiento de
los árboles por competencia por luz a nivel de las copas, como por la captura de
agua y de nutrientes en las raíces. Indudablemente, la productividad de la
plantación a altas densidades está relacionada con la tolerancia que puedan
presentar las especies a una alta competencia por recursos, la fertilidad del suelo
y las características climáticas del sitio (Baettig y Yañez, 2010).

2.1. DEFINICION

Según Granados, 2012; lo define como todo árbol leñoso del cual se puede
obtener biomasa con fines energéticos, especialmente leña. Normalmente estas
especies se cultivan por su fácil propagación, rápido crecimiento y la capacidad
de rebrote después de la corta, lo que las hace ideales para hacer plantaciones
forestales con el objeto de producir una mayor cantidad de biomasa por unidad
de superficie y tiempo.

2.2. CARACTERÍSTICAS DE LAS ESPECIES FORESTALES ENERGÉTICAS

Una especie forestal con fines energéticos se considera deseable cuando posee
las características siguientes:

a) Crecimiento rápido.

b) Capacidad de rebrote.
c) Alto rendimiento de biomasa por hectárea.

d) Poder calorífico alto.

e) Capacidad de reproducirse fácilmente por semilla o en forma asexual.

f) Fácil manejo silvicultural en turnos cortos de rotación.

2.3. PRODUCCIÓN DE ENERGÍA ELECTRICA A PARTIR DE LA BIOMASA


FORESTAL

La madera según su naturaleza puede contener entre 4200 y 5000 kcal/kg


(Granados, 2012). Esta cantidad de energía no puede ser totalmente utilizada en
la práctica. Los rendimientos energéticos típicos oscilan entre los 3500 kcal/kg
(con humedad del 15%) y 2200 kcal/kg (con humedad del 50%) (Pinilla,
Navarrete y Molina, 2012).

Los problemas asociados a la utilización de combustibles fósiles y las crisis en


los precios del petróleo han conducido al diseño de calderas de tamaño variable
para la producción de vapor y de electricidad, contándose hoy con equipos muy
eficientes con capacidades entre 500 kw y 150 kw. Los dendrocombustibles han
provenido tradicionalmente de bosques naturales manejados y de plantaciones
forestales establecidas para tal fin.

Los rendimientos energéticos y los requerimientos de dendrocombustibles son


diferentes entre plantas de transformación de gran tamaño y plantas de tamaño
pequeño.

Para el caso de grandes centrales de transformación energética se admite que


el rendimiento dendroenergetico en términos de calor y energía eléctrica es
análogo al de una planta térmica de fuel – oil, o sea del 35%; es decir se
necesitan 2400 kcal para producir 1 kwh. Sin embargo el poder calorífico de la
madera al 15% de humedad es de 3500 kcal/kg, entonces un kilogramo de
madera puede producir 1.4 kw/h (Carmona, 1999). .

La madera puede provenir de dos lugares diferentes: de un bosque natural, el


cual puede tener un rendimiento de 250 m3/ha, es decir, de 180 a 200 t/ha. Estas
cifras indican que seria necesario manejar y aprovechar anualmente una área de
una 1000 ha para abastecer una central de 25 kw y otra de 4000 ha para una
planta de 100 kw. Si el abastecimiento de dendrocombustible proviene de
plantaciones forestales energéticas de crecimiento rápido (40 m3/ha), seria
necesario disponer de 6700 ha en un turno de cinco años que permita una
cosecha anual de 1340 ha para abastecer la central de 25 kw, similarmente seria
necesario atender una área de 26700 ha totales con un aprovechamiento de
5340 ha/año para el caso de la planta de 100 kw (Carmona, 1999).

2.5. PLANTACIONES FORESTALES PARA PRODUCCIÓN DE LEÑA

La extracción de leña de los bosques naturales, es una de las formas más


tradicionales en Latinoamérica de obtener este producto y muchas veces se hace
sin ningún control. Normalmente, se extrae de árboles enfermos, sobre maduros
o con poco crecimiento; a veces también se obtiene como parte de los productos
de un plan de manejo autorizado. En la mayoría de los departamentos y
municipios existen los “astilleros municipales” o “bosques comunales”, que son
las fuentes de obtención de leña por parte de las comunidades; estas áreas
normalmente no tienen manejo o reposición de la masa forestal extraída, por lo
cual, la mayoría se encuentra en situación crítica (Instituto Nacional de Bosques
INAB, 2015).

Para la extracción de leña de los bosques naturales existe una división por sexo-
género el hombre normalmente aprovecha árboles grandes (a veces con hacha
o motosierra), los divide, corta como leña y los acarrea en caballo; mientras que
la mujer y los niños únicamente recogen dentro del bosque las ramas caídas de
los árboles. La extracción de leña de los bosques naturales es nociva, porque
acelera la degradación del bosque por el uso de las especies más apreciadas
para leña, las cuales al desaparecer darán paso al uso de otras especies hasta
convertir los sitios en áreas deforestadas y propiciar su conversión a campos
para cultivos de subsistencia.

Para frenar el fenómeno descrito anteriormente, se han creado las plantaciones


forestales con especies forestales específicas para producción de leña. En estas
plantaciones se utilizan especies de rápido crecimiento o bien que tengan
capacidad de rebrote. Por lo general, son plantaciones de ciclo corto (3 a 4 años)
y se establecen con el fin de que las familias tengan una fuente de fácil acceso
para obtener leña (INAB, 2015).
2.6. PLANTACIONES PURAS

Las plantaciones puras consisten en el establecimiento de una sola especie


forestal en un área determinada. El objetivo final de éstas es la obtención de leña
(Granados, 2012).

Como se indicó en secciones anteriores, se utilizan especies forestales de rápido


crecimiento y que tengan capacidad de rebrote para facilitar su propagación y
fácil manejo de la especie. La silvicultura aplicada a estas plantaciones es
relativamente sencilla ya que su turno de rotación es corto y el fin último es la
obtención de leña, por lo cual su manejo no presenta mayores dificultades.

2.7. DENSIDAD DE LA PLANTACIÓN

Para plantaciones forestales con fines energéticos, los distanciamientos se


deben orientar, en lo posible, a obtener el mayor número de árboles por hectárea.
Los espaciamientos recomendados son (INAB, 2015):

•1mx1m

•2mx1m

• 2 m x 1.5 m

•2mx2m

•2mx3m

• 3 m x 1.5 m

Con dichos espaciamientos se obtienen densidades entre 1,667 a 10,000


árboles por hectárea.

2.7. PRESCRIPCIONES SILVICULTURALES

Normalmente, en las plantaciones forestales para obtención de madera de


buena calidad se aplican podas y raleos a partir del tercer o cuarto año; con
dichas prácticas también se busca obtener árboles con fustes rectos y libres de
ramas. Estos atributos no se exigen en plantaciones con fines energéticos
porque no se busca calidad de madera sino volumen de biomasa para leña;
además, por su turno de rotación corto, las podas y raleos no se consideran
necesarios (Baettig y Yañez, 2010).
Sin embargo, después del establecimiento de estas plantaciones, es necesario
realizar por lo menos dos limpias durante el primer año y una en el segundo año,
con el fin de evitar que las malezas afecten el crecimiento de los árboles.
Además, es necesario tener presente que estas plantaciones deben estar
protegidas de los incendios forestales, por lo cual las limpias son necesarias, así
como también el establecimiento de brechas para protección contra el fuego.

2.8. COSECHA

La cosecha de la madera en las plantaciones energéticas puede hacerse con


machete, pero se prefiere una sierra o motosierra pequeña para dimensiones
menores. Es deseable dejar un tronco o tocón de unos 10 cm a partir del suelo,
debido que algunas especies rebrotan. Los árboles tumbados deben ser
desramados en el mismo lugar y dejar en el mismo sitio la hojarasca y ramas
pequeñas para que se incorporen al suelo. Los fustes obtenidos se parten en el
mismo lugar en los tamaños adecuados para su uso como leña (Baettig y Yañez,
2010).

2.9. MANEJO DE REBROTES

Muchas de las especies forestales con fines energéticos tienen la propiedad de


rebrotar, es decir que, después de cosechado el árbol, emiten rebrotes nuevos
en la base del tronco. Esto es muy particular en el caso del encino (Quercus spp.)
y el eucalipto (Eucalyptus spp.). Generalmente, a los tres o cuatro meses luego
de cosechado el árbol, se observarán pequeños rebrotes que emergen de la
base del tronco o tocón. Es importante dejar que éstos se desarrollen. A los seis
meses puede hacerse una selección y dejar como rebrotes definitivos entre dos
o tres bien distribuidos, para que se desarrollen adecuadamente. Estos rebrotes
se desarrollan y llegarán a conformar arboles iguales al árbol original. A los tres
o cuatro años, estos rebrotes se vuelven a cortar para obtener madera y así
sucesivamente. El manejo de estas especies se mantiene a base de los rebrotes,
únicamente hay que mantener los rebrotes libres de malezas (INAB, 2015).

2.10. FACTORES QUE INFLUYEN EN LA ENERGÍA QUE PRODUCE LA LEÑA

Los factores que son considerados comúnmente y que influyen en la energía que
suministra la leña son los siguientes:
2.10.1. Densidad de la madera

La densidad de la madera que se usa para leña es uno de los factores más
importantes para lograr buena combustión. Las maderas con densidad alta son
las que mejor calidad y tiempo de combustión presentan. Mientras más densa
es una madera, mayor poder calorífico tiene.

2.10.2. Contenido de humedad

En general, el contenido de humedad en la leña no debe sobrepasar del 25%,


esto garantiza una buena combustión y además no genera emisiones de humo,
los cuales son dañinos para la salud y el ambiente. La leña verde o recién cortada
tiene un contenido de humedad mayor al 60% de humedad, lo que hace que
disminuya su rendimiento, ya que la mitad del calor se pierde en evaporar el
contenido de agua.

2.10.3. Sanidad de la leña

No debe tener manchas blancas ni grises producidas por hongos (nunca


aparecerán cuando la leña tenga un bajo contenido de humedad y esté bien
ventilada). Aunque la leña se usa para combustión, se ha demostrado que cuanto
más limpia de impurezas esté, mejor es su calidad de combustión. Por lo tanto,
debe verse que no contenga hongos o manchas para lograr una combustión
eficiente.

2.10.4. Valor calorífico de algunas especies forestales para leña

El valor calorífico es la energía que se aprovecha en la combustión de la leña.


En el Cuadro 1 se presentan valores caloríficos para diferentes especies.
Lamentablemente, la información para algunas de ellas no se encuentra
disponible.
Cuadro 01. Valor calorífico de algunas especies forestales

Fuente: INAB, 2015


BIBLIOGRAFIA
 Baettig, R y Yañez, M. 2010. Cultivos dendroenergéticos de híbridos de
álamo para la obtención de biocombustibles en Chile: estado del arte.
Universidad de Talca, Centro Tecnológico del Álamo (CTA). Chile.
 Johnson JM, MD Coleman, R Gesch, A Jaradat, R Mitchell, D Reicosky,
WW Wilhelm. 2007. Biomass-Bioenergy Crops in the United States: A
Changing Paradigm. The Americas Journal of Plant Science and
Biotechnology 1(1): 1- 28.
 Granados, P. 2012. Guía técnica de las especies forestales más utilizadas
para la producción de leña en Guatemala. Instituto Nacional del Bosque.
Guatemala
 Pinilla, J; Navarrete, M y Molina, M. 2012. Experiencia y potenciales de
especies forestales para producción de bioenergía en Chile. Seminario de
Bioenergia. Instituto Forestal. Chile.
 Carmona, H. 1999. Diseño de un proyecto piloto dendroenergetico y
formulación de lineamientos de políticas, estrategias e instrumentos para
el fomento de sistemas dendroenergeticos en Colombia. Ministerio De
Minas Y Energia, Unidad De Planeamiento Minero Energetico. Colombia
 INSTITUTO NACIONAL DE BOSQUES (INAB). 2015. Estrategia Nacional
de Producción Sostenible y Uso Eficiente de Leña 2013 - 2014. Serie
Institucional ES-002(2015). Guatemala. 43 p.

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