Está en la página 1de 6

Departamento de Sociología

Población y Sociedad
Docentes a cargo
Manuel Canales
Fernando Baeza

Control 2
Políticas de población y migraciones
Por Francisca Alexandra Padró Queiruga
2. ¿Por qué las políticas sobre el aborto son consideradas políticas de
población? Argumente su respuesta en base a los giros de la demografía
expresados en los Consensos de El Cairo y Montevideo.
La demografía formal, preocupada por la dimensión cuantitativa de la población en sentido
abstracto, se centró en la relación entre el crecimiento de su objeto de estudio y el progreso
social de las sociedades. Esta relación —y preocupación— desarrollada principalmente por
Malthus refiere a las causas y los efectos que implicaría el crecimiento de la población en
cuanto a su cantidad como impedimento para “la evolución de la humanidad hacia la
felicidad” (Malthus, 1986, citado en Canales, 2001). De esta forma, su tesis es que “la
capacidad de crecimiento de la población humana rebasa con mucho la capacidad de
crecimiento de los recursos materiales para dar alimento y sustentar la reproducción
económica y social de dicha población” [CITATION Can011 \p 391 \l 13322 ].
Este planteamiento fue revisado por los neomalthusianos, en el marco de la Teoría de la
Transición Demográfica, desarrollándose dos vertientes que establecen una relación de
causalidad en la relación población-modernización; por una parte “la población y su
dinámica son vistas como un factor que, junto a otros, resulta determinante para el tránsito
hacia una sociedad moderna, próspera y encauzada en la ruta del progreso social” [CITATION
Can011 \p 398 \l 13322 ], entendiendo así la modernización como objetivo y la dinámica de
la población como el obstáculo, sustentándo la formulación de las políticas de población no
simplemente como el control necesario de su dinámica, sino de políticas centradas en la
promoción del desarrollo y la modernidad (Canales, 2001); por otra parte se plantea la
relación en sentido inverso siendo la modernización la base de la transformación del
régimen demográfico, planteando así políticas de población que permitan la modernización
de los patrones demográficos con la finalidad de hacerlos más eficientes (Canales, 2001).
De Miguel y Díez (1985) definen las políticas de población como el “intento de modificar
la estructura demográfica de una población con objeto de mejorar su situación, desarrollo,
o procesos de desigualdad social” (pág.15). Esta política tomó fuerzas durante el periodo
de entreguerras la que buscaba el desarrollo económico global y la disminución de las
desigualdades sociales, siendo esta segunda un asunto central en la moderna política
demográfica debido a que el capital humano se comprende como parte de los recursos —
dentro de la relación población-recursos— por lo que el nivel y la calidad de vida de estos
es fundamental para el desarrollo de las sociedades. Es así como surgió la política de
planificación familiar partiendo del “reconocimiento del principio de libertad individual, y
del derecho de las parejas a decidir el número y espaciamiento de los hijos/as, formula
objetivos públicos deseables en términos de alimentación de la población, pleno empleo,
salud de la madre, educación de los hijos e hijas, distribución de recursos, y niveles de
igualdad entre sectores privados y públicos” (Díez y de Miguel, 1985, págs. 16-17), donde
se destaca la importancia de los factores sanitarios en cuanto a la mortalidad y fecundidad,
siendo de esta forma, la salud pública uno de los factores esenciales de las políticas de
población (Díez y de Miguel, 1985).
La Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo llevada a cabo en la ciudad
de El Cairo en 1994 marcó un cambio radical sobre las políticas de población llevadas hasta
ese momento, pasando desde la preocupación por el control demográfico, liderado y
financiado por EE.UU, a la preocupación por los derechos individuales poniendo como
centro la salud sexual y reproductiva garantizándole a las personas el acceso a medios para
controlar su sexualidad. Este giro no significó desmarcarse de la Transición Demográfica
en la que se basaron las políticas de población, o sea de la relación entre crecimiento
demográfico y modernización, sino más bien un cambio de perspectiva en el que el
desarrollo no era concebido sin los derechos reproductivos y su garantización por parte de
los Estados, donde los países en vías de desarrollo jugaron un papel fundamental. Los
objetivos de esta conferencia luego son actualizados y proyectados para América Latina en
el Consenso de Montevideo en 2013, donde se encuentra la preocupación por la salud
sexual y reproductiva, la igualdad de género y los niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
De esta forma, el aborto, enmarcado en las conferencias anteriormente mencionadas, es
considerado una política de población porque refiere a los derechos sexuales y
reproductivos de las mujeres, en cuanto que en ellas recae la decisión de interrumpir un
embarazo que no desean llevar a término y por tanto la decisión de planificar y conjugar sus
diversas metas profesionales y laborales con la maternidad, en otras palabras, en controlar
su propia natalidad. Como también desde la perspectiva de la salud pública en cuanto a la
reducción de la mortalidad a la que corren riesgo al realizarse un aborto en condiciones de
clandestinidad debido a la ilegalidad de la práctica en algunos países o a los riesgos que
conlleva la continuación de un embarazo en el que exista un riesgo vital para la mujer.
Asimismo, el resguardo de los derechos de niñas y adolescentes que son víctimas de
violación también está enmarcada en la preocupación de las condiciones y calidad de vida
de estas. Se hace necesario señalar que las conferencias también tenían una preocupación
por el desarrollo de las sociedades pero ahora comprendido desde una perspectiva nueva
centrada en la mejora de la calidad de vida de las personas para alcanzar su objetivo del
progreso social, de esta forma, el aborto implica tanto el que las mujeres puedan decidir los
momentos en los que desean la maternidad, lo que les permite la priorizacion de otras
actividades, como la inserción en el mercado laboral contribuyendo a la producción de las
sociedades, como también la disminución de la maternidad adolescente la cual evita entre
otras cosas, la deserción escolar.
3. Interprete, a la luz de una o varias de las principales teorías sobre la
migración internacional, los factores facilitadores de los flujos migratorios
hacia Chile en los últimos años. Enfóquese en un ejemplo, ya sea un aspecto
particular de la migración, o de la migración específicamente desde un país o
región.
Como señalan Massey y otros (2000) las diferentes teorías sobre la migración internacional
entregan distintos niveles de análisis del fenómeno en cuestión, desde el nivel de las
decisiones individuales al migrar como del nivel de la estructura económica global que
genera los flujos migratorios, esto debido a la complejidad y multidimensionalidad que
tiene la migración internacional, lo que obliga a la o el investigador social a estudiarlo
desde sus diferentes componentes, relaciones que se desarrollan y establecen, formas y
contextos, enriqueciendo así su comprensión desde los supuestos, corolarios e hipótesis que
se plantean por las diversas teorías.
Teniendo esto en consideración, a través de algunos elementos de la teoría de las redes y
del concepto de causalidad acumulada se pretende interpretar algunos de los factores
facilitadores de los flujos migratorios hacia Chile en los últimos años en el caso de
migrantes provenientes principalmente de Venezuela. Así, la teoría de las redes señala que
“las redes de migrantes son conjuntos de lazos interpersonales que conectan a los
migrantes, primero migrantes y no-migrantes en las áreas origen y destino mediante lazos
de parentesco, amistad y de compartir un origen común. Incrementan la probabilidad del
traslado internacional porque bajan los costos y los riesgos del movimiento e incrementan
los rendimientos netos esperados de la migración” [CITATION Mas00 \p 26-27 \l 13322 ] . Estas
redes de migrantes, en el caso de la relación entre Chile y Venezuela, tiene antecedentes
desde la segunda mitad del siglo XX cuando miles de chilenos emigraron hacia territorio
venezolano tanto por motivos económicos, en relación con la bonanza petrolera que este
país experimentó, como por razones políticas, tras el golpe militar liderado por Augusto
Pinochet la que tuvo un carácter particular de exilio político u autoexilio. A partir de este
antecedente se puede señalar la existencia de lazos interpersonales que posibilitan la nueva
migración, ahora inversa, de venezolanos hacia Chile.
De esta forma, si bien el flujo migratorio casi explosivo proveniente de Venezuela “está
muy vinculado a la crisis política y económica que enfrenta ese país en los años recientes”
(Canales, 2019, pág. 62), como también, entre otros tantos factores, a “la transformación de
la economía chilena y su temprana inserción en la economía global vía exportaciones y
apertura comercial indiscriminada” (Canales, 2019, pág. 56) que le permitió un crecimiento
y desarrollo económico actuando como factor de atracción migratoria, se puede considerar
el factor de facilitación que la teoría de las redes propone para una comprensión mayor de
esta nueva migración: los vínculos interpersonales desarrollados entre chilenos y
venezolanos desde hace décadas, los que transforman las visiones que se tienen de ambos
orígenes como también de ciertos elementos culturales al entrar en contacto individuos
provenientes de distintos territorios, constituyendo así un puente entre ambos países, lo que
se puede atestiguar al ser Chile el tercer país receptor de migrantes venezolanos en la
región (Organización de los Estados Americanos, 2020).
Estos vínculos creados en territorio venezolano coadyuvan a la inmigración hacia Chile,
creando nuevos lazos ahora en territorio chileno los que disminuyen los costos y los riesgos
del traslado a medida que las redes migratorias van creciendo, aumentando así el flujo
migratorio al territorio de destino y con esto volviéndose cada vez “menos selectivo en
términos socioeconómicos y más representativos de la comunidad y sociedad expulsora”
[CITATION Mas00 \p 28 \l 13322 ]. Se debe considerar también el componente cultural de la
migración en el país de origen que se puede comprender desde el proceso de causalidad
acumulada, la cual señala que “mientras que la migración prevalece cada vez más en la
comunidad, cambia valores y percepciones culturales en formas que incrementan la
probabilidad de futura migración” [CITATION Mas00 \p 31 \l 13322 ], por lo que, tanto el
origen como el destino van experimentando cambios que propician el flujo entre estos dos
países, el cual se va institucionalizando a través de tiempo con la creación de
organizaciones de diferente tipo.
A manera de cierre, se debe tener en consideración que las diferentes teorías sobre los
flujos migratorios principalmente se centran en las migraciones de tipo sur-norte o en
países en vías de desarrollo y países desarrollados, por lo que comprender el flujo de tipo
sur-sur implica un esfuerzo mayor en el que no se pueden aplicar mecánicamente sus
perspectivas, pero si permiten interpretarlos desde algunos de sus supuestos y corolarios.
4. ¿Podría decirse que la migración contemporánea hacia Chile ha dado origen
a un fenómeno similar al “melting pot” que caracterizó la formación de la
sociedad estadounidense? Tome una postura y argumente su respuesta.
El melting pot de Estados Unidos o también llamado el crisol de razas, fue un relato parcial
construido por las clases dominantes con el que se reconocieron a los inmigrantes de
diferentes países europeos como parte integrante del país, los que debían abandonar sus
orígenes y con ello reduciendo los conflictos étnicos raciales y políticos que prevalecían en
Europa en favor de la formación de “América”. Este relato le dio sentido al proceso de
formación de Estados Unidos y de la fundación del capitalismo americano. Los flujos
migratorios con destino hacia Estados Unidos habían llegado con la esperanza de encontrar
mejores condiciones de vida, confluyendo múltiples orígenes y, por tanto, culturas, “esta
diversidad llevó a que se buscara crear un melting pot (…), un fenómeno que consiste en
que una sociedad heterogénea va recogiendo elementos de las diferentes culturas que la
conforman para crear una nueva cultura homogénea, en este caso, una cultura
estadounidense unificada” (Doncel, 2015, pág. 14).
Presentado así este fenómeno, la primera ola migratoria hacia Chile iniciada durante la
segunda mitad del siglo XIX, podría entenderse desde este relato en el que los migrantes
europeos fueron integrados por las clases dominantes a la formación de la nación, por el
interés de ser asimilados, pero que muestra grandes diferencias con el caso estadounidense
debido a la posición que Chile tenía respecto a países del viejo continente donde se
mantenían antiguas relaciones coloniales. Así, esta asimilación en Chile más bien fue en
dirección opuesta, donde las clases dominantes se asimilaban a los migrantes europeos y no
al revés, por lo que no se pretendía construir una cultura chilena unificada, sino una
identificación con la cultura de los países europeos; la idea no era que abandonaran sus
orígenes, sino más bien que los conservaran para la conformación del país. Como tampoco
el de darle sentido a la formación del capitalismo chileno, porque, más bien, era integrarse
al capitalismo mundial desde una posición de dependencia con el norte.
De esta misma forma se puede comprender la migración contemporánea hacia Chile
iniciada a finales del siglo XX y mantenida hasta la actualidad, en la que también se
quieren asimilar los migrantes extrarregionales por parte de la clase dominante con los que
comparten su condición de clase, pero, como se señaló anteriormente, también desde una
posición dependiente económicamente con los grandes centros capitalistas. Sin embargo,
esta nueva ola migratoria no se caracteriza por un flujo migratorio extrarregional como lo
fue el primer gran flujo, sino por provenir desde países de la misma región y en especial, de
países limítrofes. De esta forma, el nuevo tipo de diversidad étnica cultural genera
tensiones y conflictos por la inexistencia de una asimilación con estos grupos, dentro de lo
que se tiene que considerar también el perfil socioeconómico de estos, los que se “asemejan
directamente con el grueso de la población chilena, que es de clases medias y populares”
(Canales, 2019, pág. 81).
Esta distinción sociocultural entre los dos grupos de migrantes (por una parte,
principalmente extrarregionales y, por otra parte, provenientes de países vecinos) se hace
notar en la categorización y denominación de unos como extranjeros y los otros como
inmigrantes. Según Canales (2019) “la cuestión del migrante en la sociedad chilena
contemporánea no refiere a todos los extranjeros, sino sólo a aquellos que identificamos
como inmigrantes, y definimos como extraños a nuestra identidad e idiosincrasia. Los otros
extranjeros son parte de nuestra identidad, y lo son de hace más de un siglo” (pág. 82). Esto
evidencia el relato construido desde la clase dominante chilena que desea asimilarse con los
migrantes del norte con los que comparten su condición de clase y distanciarse de aquellos
provenientes de América Latina con la cual no comparten su condición de clase. Sin
embargo, este proceso si bien presenta elementos que se pueden asemejar al melting pot, se
consideran elementos superficiales del fenómeno de Estados Unidos, por lo que no es
extrapolable al caso de la migración internacional contemporánea hacia Chile.
Bibliografía
Canales, A. (mayo-agosto de 2001). Discurso demográfico y postmodernidad. Una revisión
crítica del pensamiento maltusiano. Estudios Sociológicos, XIX(2), 381-417.
Canales, A. (2019). La inmigración contemporánea en Chile. Entre la diferenciación étnico-
nacional y la desigualdad de clases. Papeles de Población, 25(100), 53-85.
Díez, J., & de Miguel, J. (1985). Políticas de Población. Madrid: Espasa-Calpe.
Doncel, C. (2015). Multiculturalismo en Estados Unidos: el caso de la comunidad china a
partir de la obra de Amy Tan [Tesis de Maestría, Universitat de Lleida]. Repositori
Obert Udl. https://repositori.udl.cat/bitstream/handle/10459.1/63432/cdoncelr.pdf?
sequence=1&isAllowed=y
Massey, D., Arango , J., Graeme, H., Kouaouci, A., Pellegrino, A., & Taylor, E. (enero-
junio de 2000). Teorías sobre la migración internacional: Una reseña y una
evaluación. Trabajo(3), 5-50.

Organización de los Estados Americanos. (2020, 29 de mayo). Secretaría General de la


OEA lanza informe sobre situación de migrantes y refugiados venezolanos en Chile
[Comunicado de prensa].
https://www.oas.org/es/centro_noticias/comunicado_prensa.asp?sCodigo=C-052/20

También podría gustarte