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Esos derechos y acciones con los cuales el legislador faculta al acreedor para asegurar
su crédito, son de la más variada índole, pero la doctrina los ha sistematizado en tres
categorías: Las Acciones o medidas ejecutorias o ejecutivas: por las cuales el acreedor a
través de los órganos jurisdiccionales del Estado, y una vez obtenida una sentencia
definitivamente firme y ejecutoriada o un acto equivalente, aprehende parte del
patrimonio del deudor, para cobrarse con su valor el respectivo crédito. Es el caso de la
ejecución forzosa de la obligación equivalente; Las Acciones Cautelares o preventivas:
son aquellas que no tienen como fin inmediato la ejecución del patrimonio del deudor
sino la aprehensión de parte del mismo para asegurar su existencia o impedir que el
deudor pueda disponer de sus bienes, para poder así en lo futuro preparar la respectiva
ejecución; y por último las Acciones Conservatorias, estas acciones con las cuales el
legislador faculta al acreedor para impedir el perjuicio que pueda causarle un deudor
que disipe o enajene fraudulentamente su patrimonio, o no ejerza las acciones legales
contra sus respectivos deudores. Son llamadas acciones reparadoras o conservatorias,
pues tienden a reparar el perjuicio que sufriría el acreedor al ver disminuido el
patrimonio del deudor por dolo o culpa de éste, y además procuran la conservación de
dicho patrimonio, única garantía de su acción de crédito.
Subrogar quiere decir “Sustituir o poner a alguien o algo en lugar de otra persona o
cosa” (Diccionario de la Real Academia Española). Por lo tanto se entiende por
subrogación la sustitución de una persona o cosa por otra, que pasa a ocupar
jurídicamente el lugar de la primera.
Mediante la Acción Oblicua el acreedor puede, para obtener el pago de lo que es debido
ejercer los derechos y acciones de su deudor, salvo los que le sean exclusivamente
personales a este; el supuesto de la acción oblicua es un acreedor que ejerce los
derechos y acciones de su deudor contra un tercero que es deudor de su deudor. Lo
anterior solo se explica en la medida en que la inactividad del deudor pueda perjudicar
al acreedor, al producir una disminución de su patrimonio, y siempre que este se
encuentre en estado de insolvencia o peligro de estarlo. Solo en los anteriores supuestos
es cuando el acreedor puede ejercer los derechos patrimoniales del deudor, aun contra
su voluntad. La acción oblicua es también llamada Subrogatoria, por cuanto el acreedor
ejerce las acciones de su deudor en las cuales se subroga, para ejercerlas contra el
tercero, deudor de su deudor. Es decir, el acreedor sustituye, por decirlo así, a su deudor
en el ejercicio de sus acciones contra el tercero, actuando en nombre y lugar de su
deudor; e Indirecta, por cuanto el acreedor no ejerce sus propios derechos y acciones,
sino los derechos y acciones de su deudor.
Un ejemplo claro de dicha acción es el supuesto de que María acreedor de Luis, que es
este a su vez acreedor de Ana, Luisa y Petra. María puede ejercer una acción de Luis
contra sus deudoras, para conservar así el patrimonio de su deudor y poder luego
proceder contra dicho patrimonio en el cobro de lo que se le adeude.
Fundamento Legal
“Los acreedores pueden ejercer para el cobro de lo que se les deba, los derechos y
acciones del deudor, excepto los derechos que son exclusivamente inherentes a la
persona del deudor” (Artículo 1278 Código Civil Venezolano). Este artículo le permite
al acreedor ejecutar para el cobro de lo que se le adeude una determinada acción (acción
oblicua) contra el deudor imprudente y negligente. El acreedor no puede ejercer sino los
derechos de que ya sea titular el deudor. Por ejemplo, el deudor es titular de un crédito,
pero descuida perseguir su cobro; o también, es propietario de un bien que se encuentra
en las manos de un poseedor, etc. Por lo tanto, se trata tan solo de hacer que reingrese
materialmente en el patrimonio un derecho que figura jurídicamente en el; tal es la
finalidad de la acción oblicua. Y como normalmente el retorno de un bien al patrimonio
está asegurado por una acción judicial, el legislador en el artículo antes citado se refiere
a “derechos y acciones”.
Mediante interpretación literal del Art. 1278 CCV, parece que el acreedor puede ejercer
para el cobro de lo que se le debe, los derechos y acciones de su deudor, excepto los
derechos que son exclusivamente inherentes a la persona (personalísimos) de su deudor
También puede aceptar el legado hecho a su deudor, que al respecto sostiene López
Herrera: “El acreedor del legatario que no ha aceptado todavía, ciertamente puede
mediante la acción oblicua ejercer el derecho de su deudor de aceptar el legado, pero si
el deudor ha renunciado a la manda (legado, arcaísmo, testamento), el acreedor ya no
tiene arma legal alguna para impugnar este acto”. (López, Herrera Francisco: Derecho
se Sucesiones, 2da Edición UCAB, 1992. Tomo I, pág.376). Además las acciones
provenientes de derechos de crédito o personales, la doctrina admite que el acreedor
puede ejercer también las acciones derivadas de derechos reales; ejemplo, es la acción
reivindicatoria (Art. 548 CCV), la acción de deslinde (Art. 550 CCV).
2. El acreedor no puede ejercer derechos y acciones futuras del deudor que todavía no
hayan ingresado dentro de su patrimonio, como tampoco puede ejercer los actos del
deudor que constituyen simples facultades, bien, aquellos actos que sólo el deudor
puede efectuar, tales como los actos que vienen a crear situaciones nuevas o
modificaciones en el patrimonio del deudor, como son los actos de disposición y
algunos de administración. En consecuencia, el acreedor no puede ejercer en nombre de
su deudor: compraventas, permutas, arrendar por un precio más alto que el fijado por el
deudor, publicar una obra literaria del deudor. Tampoco puede el acreedor ejercer
opciones en nombre del deudor ni ejercer los derechos y acciones relativas a bienes
inembargables que por tal circunstancia no pueden ser ejecutados por ningún acreedor.
La doctrina confronta sobre si el acreedor puede aceptar por el deudor una herencia. En
Venezuela no hay duda alguna de la respuesta afirmativa, ya que la renuncia de la
herencia que hiciere el deudor puede perjudicar al acreedor interesado en que aquél
aumente u obtenga un patrimonio. Por eso se ha inspirado lo dispuesto en el Art. 1017
del CCV, que permite a los acreedores hacerse autorizar judicialmente para aceptarla en
nombre y lugar de su deudor. En este caso, la renuncia se anula, no a favor del heredero
que la ha renunciado, sino sólo en provecho de sus acreedores, y hasta el monto
concurrente de sus créditos.
3. El acreedor puede ejercer las acciones que pertenecen a su deudor, como las más
importantes, las ejecutivas, que principalmente conforman el patrimonio del deudor, la
garantía del acreedor. Sin duda sobre el ejercicio de pretensiones que impliquen el
cumplimiento del deudor: cobro de bolívares, entrega de cosas pertenecientes al deudor,
reivindicación de cualquier bien del deudor, acciones de nulidad.
4. El acreedor puede igualmente intervenir en los procesos en los que sea parte su
deudor. Conforme al Art. 370 del Código Orgánico Procesal Penal, “los terceros podrán
intervenir… en la causa pendiente entre otras personas en los siguientes casos… 3°
Cuando el tercero tenga interés jurídico actual en sostener las razones de algunas de las
partes y pretenda ayudarla a vencer en el proceso”. Igualmente podrá apelar de la
sentencia definitiva, “que haga nugatorio su derecho, lo menoscabe o desmejore” (Art.
297 CPC).
Entre los derechos de que es titular el deudor, algunos quedan fuera de la acción oblicua
por razón de su carácter rigurosamente personal o personalísimo. Según los términos del
artículo 1278 del Código Civil, el acreedor no dispone de la acción oblicua para
reclamar los derechos “que son exclusivamente inherentes a la persona del deudor”. El
ejercicio de ciertos derechos supone una apreciación rigurosamente personal de su
titular; no pertenece a los acreedores sustituir en ese debate a su deudor. Pero la
dificultad consiste en determinar los derechos exclusivamente inherentes a su persona.
El propio texto legal exceptúa los derechos y acciones que son inherentes
exclusivamente a la persona del deudor, entre los cuales la doctrina distingue tres
grandes categorías.
· La acción por reparación de un daño moral (dolor de una madre por la muerte de un
hijo), no puede ser ejercida sino por la víctima, es personalísima y estrechamente intima
de la persona que lo vive. Sin embargo, la acción por reparación de daños materiales sí
puede ser ejercida por los acreedores, ya que tiene un marcado interés o contenido
patrimonial. Sólo cuando se trata de daños a la persona física la doctrina y la
jurisprudencia no han dado una solución homogénea que se considere definitiva.
c) No es necesario que el deudor sea constituido en mora por el acreedor, pues la acción
oblicua es de naturaleza conservatoria y no ejecutoria.
a) Interés por parte del acreedor, condición que excluye el ejercicio de la acción oblicua
cuando el deudor es solvente, ya que en tal situación el acreedor no tendrá interés en
acrecentar el patrimonio de su deudor, puesto que tiene la seguridad de ser pagado. La
doctrina exige que ese estado de insolvencia del deudor sea notorio. Tampoco tendrá
interés el acreedor cuando el crédito del deudor que aquel pretende ejercer, sea
inembargable, o en los caos de quiebra, pues en tales situaciones lo hará el síndico
designado.
a) El crédito debe ser cierto, líquido y exigible. El crédito es cierto cuando existe con
toda seguridad, lo que excluye a los créditos condicionales y a los eventuales. Líquido
cuando se sabe exactamente la cuantía y extensión de lo debido, y exigible cuando el
acreedor tiene derecho a exigir el pago. La liquidez y exigibilidad del crédito no es, para
buena parte de la doctrina, necesaria. En efecto, es una acción conservatoria. Si el
crédito está sometido a término estando el deudor insolvente requisito para ejercer la
acción oblicua, caduca el término a que estuviera sometida la obligación del deudor, tal
como lo dispone el Art. 1215 CCV, “Si el deudor se ha hecho insolvente…, no puede
reclamar el beneficio del término del plazo”.
Colin y Capitant, tal como refieren Maduro, Pittier y Calvo, sostienen que basta con que
el crédito sea cierto, por lo que no son imprescindibles las condiciones de líquido y de
exigible, ya que la acción oblicua es de naturaleza conservatoria y no ejecutoria. En
Francia, hoy en día es requerido que el crédito sea cierto, exigible y líquido.
El crédito puede ser superior, igual e inferior al derecho ejercido. Se discute si, cuando
el crédito del acreedor que intenta la acción oblicua es menor que el derecho del deudor
que se pretende ejercer con dicha acción, el acreedor tiene un interés en ejercer tal
derecho. Ej., un acreedor A, tiene un crédito por Bs. F. 60.000,00, podría ejercer la
acción por Bs. F. 100.000,00. Admiten la doctrina y la jurisprudencia que el acreedor
puede ejercer en toda su extensión la acción de su deudor, pues como los beneficios que
se persiguen con la acción oblicua aprovechan a todos los acreedores que concurren con
el acreedor que la intenta, éste último tiene un marcado interés en que dentro del
patrimonio del deudor ingrese el mayor número de bienes posible.
b) No es imprescindible que el crédito del acreedor sea anterior en fecha al crédito del
deudor contra el tercero, aquel crédito puede ser anterior o posterior en fecha. El
derecho del acreedor a ejercer la acción oblicua no está subordinado a la fecha de su
crédito con respecto al derecho que ejerza, porque el fundamento de la acción oblicua
radica en la conservación del patrimonio del deudor, independientemente de la fecha de
los créditos y derechos que integran ese patrimonio.
2. Requisitos o Condiciones de Forma
1. El acreedor, actuando con derecho propio que le consagra la ley, ejerce las acciones
de un deudor y no las suyas propias. De este efecto surgen estas consecuencias:
a) El tercero demandado por el acreedor puede alegar contra éste todas las excepciones
que tenga contra su acreedor. El deudor puede oponer al acreedor de su acreedor todas
las excepciones que lo liberen frente a su acreedor: nulidad de la obligación, pago,
novación, compensación; puede oponerle los documentos privados, porque el acreedor
de su acreedor no es un tercero, sino que actúa en nombre de su acreedor. Puede
oponerle también las excepciones relacionadas con el crédito en que fundamente su
acción en nombre de su deudor; puede incluso desinteresar al acreedor de su acreedor
pagándole la deuda.
b) El acreedor que intenta la acción oblicua actúa en nombre del deudor. La ley lo
legítima para actuar en nombre del deudor; para algunos la ley le concede una
representación del deudor cuando se dan los supuestos de la acción oblicua, “El carácter
de acreedor lo que da es un derecho a obrar por el deudor pero no significa que lo que lo
suplante y se convierta en cesionario absoluto y pleno de los derechos que pertenecen al
deudor y de ahí que éste puede disponer de ellos…” (Sentencia 14/10/1968, DFM1C1.
Jurisprudencia Tribunales de la República)
2. Los derechos y acciones del deudor contra el tercero se hacen efectivos e ingresan en
su patrimonio, y como el patrimonio del deudor es prenda común de sus acreedores, el
aumento del patrimonio del deudor obtenido mediante la acción oblicua beneficia no
sólo al acreedor demandante sino a todos los demás acreedores que tenga el deudor.
Dichos acreedores concurren en igualdad de condiciones con el acreedor que intentó la
acción oblicua, si son quirografarios, y en condiciones superiores al referido acreedor, si
son privilegiados. Esto explica porque en la vida real se utiliza poco la acción oblicua y
se prefiere, en sus casos, el embargo de créditos.
Nada impide que en un mismo juicio se intenten conjuntamente la acción oblicua contra
el deudor del deudor y la acción ejecutoria contra el deudor, siempre que se ventilen por
el procedimiento o juicio ordinario, pues no son pretensiones que se excluyan entre sí.
Acción Pauliana
Mediante la acción pauliana el acreedor puede hacer inoponibles los actos fraudulentos
celebrados por el deudor con terceros con el objeto de desprenderse de su patrimonio,
convertirlos en benes fáciles de ocultar (dinero en efectivo) o disminuirlo en tal grado
quede burlado al crédito de aquel.
· Es una acción autónoma con caracteres típicos que el acreedor ejerce en su propio
nombre y que además le es propia, a diferencia de la acción oblicua, en la cual el
acreedor no ejerce una acción propia sino la de su deudor.
· Otros autores sostienen que es una acción por responsabilidad civil basada en el hecho
ilícito en que incurre el tercero que negocia con el deudor, lo que puede tener como
efecto la restitución del bien como aplicación de la reparación en especie o cuando ella
no fuere posible , la reparación por equivalente.
3° La acción pauliana requiere del fraude, es decir, la necesaria intención del deudor de
hacerse insolvente o disminuir su patrimonio, por ello, la simple disminución del
patrimonio por actos efectuados por el deudor sin la intención de hacerse insolvente, no
es una circunstancia suficiente para que pueda intentarse la acción pauliana.
4° El acto que se impugna mediante la acción pauliana debe ser real, sincero,
efectivamente realizado. Si el acto no se ha efectuado realmente sino solo se ha
aparentado efectuar, lo procedente es la acción por simulación, pero no la acción
pauliana.
5° La acción pauliana se ejerce directamente con el tercero que celebró con el deudor el
acto que se quiere impugnar, y no contra el deudor, si bien conviene citar a este al juicio
para que la sentencia produzca también efectos contra él. No hay duda de que él deudor
tiene interés en las resultas del juicio y en consecuencia legitimado pasivamente,
pudiendo intervenir en el proceso.
La acción pauliana prescribe a los cinco años contados a partir del día en que los
acreedores tuvieron noticias del acto que da origen a la acción (último párrafo del
artículo 1279). El lapso corre independientemente para cada acreedor, a partir de la
fecha que él tuvo conocimiento de la insolvencia, o desde que esta ha sido “notoria”. No
se trata de un lapso de caducidad; puede ser interrumpido (Arts. 1969, 1970,1972,1973
y 1974 CC) y se suspende a favor de los acreedores cuando exista una causa de
suspensión prevista en los artículos 1964 y 1965 CC.
· Que el Acreedor tenga interés en el ejercicio de la acción (el deudor debe ser
insolvente)
· El crédito debe ser cierto, liquido y exigible (del deudor debe saber que debe y por que
debe la cuantia debe estar determinada o puede llegarse a determinar en plazo breve, la
insolvencia del deudor hace caducar el termino)
Fundamento Legal
“Los acreedores pueden atacar en su propio nombre los actos que el deudor haya
ejecutado en fraude de sus derechos.
Se consideran ejecutados en fraude de los derechos de los acreedores los actos a título
gratuito del deudor insolvente al tiempo de dichos actos, o que ha llegado a serlo por
consecuencia de ellos.
También se consideran ejecutados en fraude de los derechos de los acreedores los actos
a título oneroso del deudor insolvente, cuando la insolvencia fuere notoria o cuando la
persona que contrató con el deudor haya tenido motivo para conocerla.
El acreedor quirografario que recibiere del deudor insolvente el pago de una deuda aún
no vencida, quedará obligado a restituir a la masa lo que recibió.
“Dicha acción no puede intentarse por un acreedor cuya acreencia sea posterior en fecha
al acto cuya revocación demanda, a menos que se presente como causahabiente de un
acreedor anterior.
En todos los casos la revocación del acto no produce efecto en perjuicio de los terceros
que, no habiendo participado en el fraude, han adquirido derecho sobre los inmuebles
con anterioridad al registro de la demanda por revocación.
Si los terceros han procedido de mala fe, quedan no sólo sujetos a la acción de
revocación, sino también a la de daños y perjuicios” (Artículo 1.280 Código Civil
Venezolano)
Acción de Simulación
Fundamento Legal
Esta acción dura cinco años a contar desde el día en que los acreedores tuvieron noticia
del acto simulado.
La simulación, una vez declarada, no produce efecto en perjuicio de los terceros que, no
teniendo conocimiento de ella, han adquirido derechos sobre los inmuebles con
anterioridad al registro de la demanda por simulación.
Formas de La Simulación:
* Absoluta: que es cuando las partes sin haber celebrado. A lo que no existe en forma
alguna como el caso de los testaferros, colocándose la propiedad de una cosa a nombre
de una persona que en realidad no la ha adquirido.
* Relativa: Cuando se ha realizado un acto determinado, pero las partes han simulado
determinadas condiciones de dicho acto.
Elementos de la Acción por Simulación o Acción Declarativa de Simulación.
La Prueba de la Simulación.
La prueba que han de hacer los terceros, para los que el contrato no es sino un hecho, y
que, en todo caso, se encuentran en la imposibilidad de procurarse una prueba escrita no
esta sometida a ninguna restricción, es decir, se admite todo género de pruebas,
inclusive la de testigos, ya que la limitación del Art. 1387 del C.C. solo es aplicable
entre las partes y no a los terceros; inclusive por simples presunciones.
La simulación, una vez declarada, no produce efecto en perjuicio de los terceros que, no
teniendo conocimiento de ella, han adquirido derechos sobre los inmuebles con
anterioridad al registro de la demanda por simulación.
Referencias
GARRIDO GRATERON, Mary Sol: "Bienes y derechos reales" Derecho Civil III,
Segunda Edición, Fondo Editorial USM, Caracas ,2000.
López, Herrera Francisco: Derecho se Sucesiones, 2da Edición UCAB, 1992. Tomo I,
pág.376
Es el vínculo jurídico mediante el cual dos partes (acreedora y deudora) quedan ligadas,
debiendo la parte deudora cumplir con una prestación objeto de la obligación. Dicha
prestación puede consistir en dar, hacer o no hacer, teniendo que ser en los dos primeros
casos posibles, lícitos y dentro del comercio. Los sujetos obligados, al igual que el
objeto de la obligación, deberán estar determinados o ser determinables.
§ Compensación
§ Confusión
§ Dación en pago
§ Novación
§ Pago
§ Condonación
§ Imprevisión contractual
§ Prescripción extintiva
§ Resciliación
§ El Pago:
Sujeto activo
También puede hacer el pago un tercero, con, sin o en contra del consentimiento del
deudor, pero éste no está obligado a aceptarlo cuando del tipo de prestación resulte que
las partes han tenido en la mira las cualidades personales del deudor (por ejemplo quien
contrata a un pintor famoso para que le haga un mural). Si en cambio se contrata la
simple pintura de una pared no interesa qué persona la realice.
El pago por un tercero siempre extingue la obligación pagada pero hace nacer otras
obligaciones.
Sujeto pasivo
El pago debe hacerse al acreedor o a quien lo represente legalmente. Este último caso
puede ser la persona a quien le ha otorgado un poder o aquella que tiene la
representación legal de un incapaz (padre o tutor de un menor de edad, curador de un
demente declarado en juicio, etc.).
Sin embargo, el deudor puede cumplir con una protección distinta siempre que el
acreedor de su consentimiento. A esta modalidad de pago se le llamó dación en pago. (
datio in solutio). Ante ésta pregunta, el pago debe hacerse tal cual se estipuló en el
contrato. Ejemplo en dinero, además en especie, así debe hacerse. Hay casos en que el
deudor realiza el pago, sin coincidir con lo estipulado hoy día en materia de derecho
privado no es común. Pero en materia pública se prestan cláusulas de datio in solutiom.
Métodos de pago
§ Efectivo
§ Contra reembolso: Es aquel en el cual se realiza un pago una vez realizada la entrega,
generalmente del producto. A menudo, suele utilizarse para compras a través de
Internet.
Primero se lee el contrato para determinar donde se debe hacer el pagar. Sin embargo, si
no se señala donde se debe realizar, en Roma y hoy día se siguen las siguientes reglas.
Si se trataba de cosas inciertas (genéricas) o de cosas fungibles (cosas que pueden ser
reemplazadas unas por otras), el cumplimiento debe hacerse en el domicilio del deudor,
donde el acreedor podía reclamarlo judicialmente, si por el contrario se trataba de la
entrega de un bien inmueble o de otra cosa cierta (específica), el lugar era aquel en
donde estuvieran los bienes. Hoy día en materia procesal si nada se ha dicho, para cosas
genéricas o fungibles en el domicilio del deudor si se trataba de la entrega de un bien
inmueble, obviamente, en donde está ese bien.
En lo que respecta al tiempo del pago este debe cumplirse en el tiempo estipulado en la
obligación, pero si no lo hubieran establecido las partes, se aplica la regla de que la
prestación se debe cumplir desde el día en que nace la obligación. No obstante, lo
anterior, el cumplimiento de la obligación estará sujeta a la naturaleza y al alcance de la
propia prestación. De manera tal que el deudor debe cumplirla cuando razonablemente
pudiera hacerlo. Ejemplo: Al comprometerse hacer un puente, no se estipula la fecha, no
se puede cumplir en un solo día.
Pintar una cuadro, no se establece tiempo, no significa que puede demorar un mes
cuando puede hacerlo en unos cuantos días.
En caso que un deudor tenga más de una deuda con el mismo acreedor y le realice un
pago menor a la suma de sus múltiples deudas, le corresponde al deudor determinar a
cuál de las deudas se hace el pago. Si no lo hace, será el acreedor el que tenga la
facultad de imputar el pago.
Hay cambio de cosa cuando el objeto de la obligación es cambiado por otro distinto.
Hay cambio de causa cuando la naturaleza de la obligación se modifica. Ej: cuando un
depósito es cambiado por un arrendamiento.
Para que opere la novación, se debe contar con el consentimiento tanto del acreedor
como del deudor. En todo caso de novación, la deuda antigua se extingue. Pero si por
algún motivo, la deuda nueva es declarada nula, la antigua renacerá. En caso que sea
una deuda solidaria, los demás coobligados serán liberados, pero el deudor que nova
estará subrogado en los derechos del acreedor para exigirle a los demás codeudores la
parte de la deuda que les corresponde.
Remisión
La confusión opera cuando en una misma persona se reúnen las cualidades de deudor y
acreedor, para la misma deuda. La naturaleza jurídica de la confusión radica en la
ilógica que tiene, para el derecho, que una persona se deba a sí misma.
Cumplimiento forzoso
Si el deudor no cumple, la ley pone a disposición del acreedor el aparato coercitivo del
estado para compelerlo a cumplir. Cuando el cumplimiento forzoso no fuese posible
(por ejemplo en obligaciones de hacer), se sustiye la obligación por la indemnización
pecuniaria.
Ejecución por otro
Un tercero puede satisfacer la obligación a nombre del deudor. En este caso, este tercero
se subroga en los derechos del acreedor.
Efectos anormales
Para que el acreedor tenga el derecho a acudir ante la protección del poder del estado,
deben ocurrir dos cosas:
§ Que el deudor no haya cumplido la obligación por una causa que le es imputable
§ El deudor está obligado a indemnizar todos los daños que sufra el acreedor por causa
de su retraso. Además, a partir de ese momento, adicional a los intereses monetarios que
pueda tener una deuda, empiezan a correr los intereses moratorios.
§ El deudor es responsable de cualquier daño que sufra la cosa, aún si esta se pierde por
caso fortuito o fuerza mayor, salvo que se pueda demostrar, que la cosa se hubiera
perdido también en posesión del acreedor.
Dolo
Se le llama Dolo a toda accion de mala fe empleada generalmente por la parte pasiva
hacia la parte activa para de alguna manera presumir o evadir el cumplimiento de la
obligacion. El engaño que se emplee para hacer que una persona participe en un acto
jurídico puede ser invocado para declarar su nulidad. El dolo no se presume y debe ser
siempre demostrado por quien lo invoca.
Culpa contractual
Aunque es obligación de todo deudor honrar su deuda, hay casos en que se le exime por
imposibilidad de hacer el pago. Siempre y cuando esta situación de imposibilidad no se
la haya procurado él mismo, y no haya mediado culpa o falta que le sea imputable. Es el
principio “nadie está obligado a lo imposible”.
El caso fortuito o fuerza mayor es un suceso ajeno al control del deudor que le impide
cumplir con la obligación. El hecho debe ser actual e imprevisible o imposible de evitar.
Si el objeto de una deuda se pierde por caso fortuito o fuerza mayor, la obligación se
considera extinguida. Sin embargo, las indemnizaciones o recepciones de seguros sí
corresponden al acreedor que ha pagado el precio de la cosa que pereció.
Obligaciones de hacer
En los siguientes casos, ni siquiera el caso fortuito o fuerza mayor eximen al deudor de
cumplir con la obligación:
§ Cuando esté constituido en mora, salvo que se demuestre, que el objeto se hubiera
perdido igualmente en posesión del acreedor.
§ Cuando haya contratado asumir las consecuencias del caso fortuito o fuerza mayor.
§ Cuando el suceso haya sido ocasionado, o se haya sufrido, por una acción que le es
imputable.
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